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Teorı́a y Problemas

Resueltos de Ecuaciones en
Derivadas Parciales

Alberto Cabada Fernández y Rodrigo López Pouso

16 de febrero de 2021
Capı́tulo 2

Ecuaciones de Segundo
Orden

Este capı́tulo está dirigido a la resolución de Ecuaciones en Derivadas Par-


ciales cuasilineales de orden dos.
En la primera sección nos centraremos en la clasificación de este tipo de
ecuaciones en dimensión dos, junto con la reducción a su forma canónica y el
desarrollo de métodos para su resolución. Las siguientes secciones se dirigen al
estudio de las ecuaciones hiperbólicas y parabólicas, tanto de dimensión espacial
uno, como de dimensión dos y tres. Los resultados pueden consultarse en [13,
16, 19].

2.1. Clasificación de Ecuaciones Cuasilineales de


Segundo Orden
En esta sección clasificaremos distintas ecuaciones cuasilineales de segun-
do orden bidimensionales según su carácter hiperbólico, parabólico o elı́ptico.
Para ello obtendremos sus curvas caracterı́sticas y las reduciremos a su forma
canónica. Finalmente calcularemos la expresión explı́cita de la única solución
buscada.
Consideremos la ecuación cuasilineal de segundo orden

auxx + 2buxy + cuyy = d, (2.1)

donde a, b, c, d son funciones de x, y, u, ux , uy tales que a, b y c no se anulan


simultáneamente en ningún punto del dominio de definición.
Teniendo en mente la noción de problema de Cauchy para Ecuaciones en De-
rivadas Parciales de primer orden trataremos de establecer qué se debe entender
por problema de Cauchy para la ecuación (2.1). Parece evidente que debemos
prescribir los valores de la solución y de alguna(s) derivada(s) de la misma sobre
una curva regular.

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80 Ecuaciones de Segundo Orden

Sea (α1 (s), α2 (s)) una curva suficientemente regular (para la discusión pos-
terior necesitaremos clase C 2 ) definida en un intervalo abierto I y con vector
tangente no trivial en todo punto de I.
bf Primera posibilidad. Fijemos el valor de u, ux y de uy sobre la curva. Es
decir, elijamos funciones regulares β, p y q y exijamos que

u(α1 (s), α2 (s)) = β(s),


ux (α1 (s), α2 (s)) = p(s),
uy (α1 (s), α2 (s)) = q(s),

para todo s ∈ I.
Esta elección no es buena ya que si derivamos en la primera condición con
respecto a s obtenemos

β 0 (s) = ux (α1 (s), α2 (s)) p(s) + uy (α1 (s), α2 (s)) q(s) para todo s ∈ I.

Es decir, si la anterior condición sobre β 0 , p y q no se verifica entonces el


problema no tiene solución, y ello no depende de la ecuación diferencial estu-
diada.
Segunda posibilidad. Fijemos valores sobre una curva dada para la solución
y para la derivada de la solución según alguna dirección adecuada. La pregunta
que nos hacemos ahora es que direcciones nos garantizan la existencia de solución
del problema considerado.
Veamos que, en un primer momento, debemos descartar la dirección que
nos marca el vector tangente. En efecto, supongamos que se consideran las
condiciones iniciales

u(α1 (s), α2 (s)) = β(s) y uT (α1 (s), α2 (s)) = p(s), (2.2)

donde uT (α1 (s), α2 (s)) denota la derivada de u en el punto (α1 (s), α2 (s)) según
la dirección del vector tangente T (s) a la curva en dicho punto, esto es,

uT (α1 (s), α2 (s)) := h∇(u(α1 (s), α2 (s))), (α10 (s), α20 (s))i
= ux (α1 (s), α2 (s))α10 (s) + uy (α1 (s), α2 (s))α20 (s).

Si derivamos con respecto a s en la condición sobre u, tenemos

β 0 (s) = ux (α1 (s), α2 (s))α10 (s)+uy u(α1 (s), α2 (s))α20 (s) = p(s) para todo s ∈ I,

de forma que si β 0 6= p en I entonces el problema de Cauchy no tiene solución


y, de nuevo, independientemente de cual sea la ecuación diferencial (2.1).
En otras palabras las condiciones iniciales (2.2) conducen, en general, a pro-
blemas de Cauchy mal planteados.
Es evidente que se presentan dificultades del mismo tipo si se imponen con-
diciones sobre la derivada de u según un múltiplo del vector tangente a la curva.
Clasificación de Ecuaciones Cuasilineales de Segundo Orden 81

Desechada la dirección tangente, podremos elegir cualquier otra que sea li-
nealmente independiente con aquélla para imponer las condiciones iniciales.
Sea Λ(s) = (λ1 (s), λ2 (s)), s ∈ I, una función suficientemente regular y tal
que (λ1 (s), λ2 (s)) y (α10 (s), α20 (s)) son linealmente independientes para cada
s ∈ I. Consideremos las condiciones iniciales

u(α1 (s), α2 (s)) = β(s) y uΛ (α1 (s), α2 (s)) = p(s), s ∈ I, (2.3)

donde, para cada s ∈ I,

uΛ (α1 (s), α2 (s)) := h∇(u(α1 (s), α2 (s))), (λ1 (s), λ2 (s))i

denota el valor de la derivada de la función u en el punto (α1 (s), α2 (s)) según


la dirección Λ(s).
Veamos que esta sı́ resulta ser una buena elección de las condiciones ini-
ciales, pues no van a surgir condiciones adicionales que relacionen β con p,
esto es, dichas funciones pueden ser fijadas arbitrariamente, lo que parece más
natural para una ecuación de segundo orden. Además las condiciones (2.3) de-
terminan implı́citamente y de modo único los valores de ux y uy sobre la curva
(α1 (s), α2 (s)), según se justifica en la siguiente proposición.

Proposición 2.1.1 (En las condiciones precedentes sobre (α1 , α2 ) y Λ)


Las condiciones iniciales (2.3) determinan de modo único los valores de las
derivadas ux (α1 (s), α2 (s)) y uy (α1 (s), α2 (s)) para cada s ∈ I.

Demostración. Derivando con respecto a s en la condición sobre u en (2.3)


obtenemos

ux (α1 (s), α2 (s))α10 (s) + uy (α1 (s), α2 (s))α20 (s) = β 0 (s) para todo s ∈ I.

Considerando ahora la condición sobre uΛ resulta que ux (α1 (s), α2 (s)) y


uy (α1 (s), α2 (s)) deben ser solución del sistema lineal algebraico

 ux α10 (s) + uy α20 (s) = β 0 (s)


(2.4)
ux λ1 (s) + uy λ2 (s) = p(s),

que tiene solución única porque el determinante de la matriz asociada es distinto


de cero. t
u
Nótese que la condición (2.3) fija a priori los valores de ux (α1 (s), α2 (s)) y
uy (α1 (s), α2 (s)). Pero estos valores son interdependientes entre si. Como se ha
visto en la primera posibilidad, estos valores no pueden ser fijados de forma
totalmente independiente ya que se exigirı́an tres condiciones a un problema de
orden dos, lo que impide que exista solución salvo en casos determinados.
Tratemos de extender el resultado de la Proposición 2.1.1 a las derivadas de
segundo orden, preguntándonos si cabe la posibilidad de determinar de modo
único los valores de uxx , uxy y uyy a lo largo de la curva (α1 , α2 ).
82 Ecuaciones de Segundo Orden

Respondiendo a esta cuestión, veremos que esto será posible solo para curvas
(α1 , α2 ) adecuadas, lo cual no debe parecer extraño, recordemos que el problema
de Cauchy para ecuaciones cuasilineales de primer orden puede no estar bien
planteado sobre ciertas curvas si estas no verifican una condición de transversa-
lidad al flujo.
Si derivamos con respecto a s en el sistema (2.4) que aparece en la demostra-
ción de la Proposición 2.1.1 y aislamos los términos correspondientes a derivadas
segundas se obtiene que, sobre la curva (α1 (s), α2 (s)), se verifica

uxx (α10 )2 (s) + 2uxy α10 (s)α20 (s) + uyy (α20 )2 (s) = e(s)
(2.5)

uxx λ1 (s)α10 (s) + uxy (λ1 (s)α20 (s) + λ2 (s)α10 (s)) + uyy λ2 (s)α20 (s) = f (s),
(2.6)

siendo, para cada s ∈ I,

e(s) := β 00 (s) − ux (α1 (s), α2 (s))α100 (s) − uy (α1 (s), α2 (s))α200 (s)

y
f (s) := p0 (s) − ux (α1 (s), α2 (s))λ01 (s) − uy (α1 (s), α2 (s))λ02 (s).
En virtud de la Proposición 2.1.1, el valor de los segundos miembros de
(2.5) y (2.6) está unı́vocamente determinado sobre la curva (α1 , α2 ) y lo mismo
podemos decir para la función d que aparece en la ecuación (2.1). Ası́ pues, si u
fuese una solución del problema entonces los valores de sus derivadas segundas
serı́an soluciones del siguiente sistema algebraico (recordemos que los valores de
las funciones a, b, c y d dependen de α1 (s), α2 (s) ası́ como de las funciones u,
ux y uy sobre la curva, con lo cual son una función de s):

 auxx + 2buxy + cuyy = d,
(α10 )2 uxx + 2α10 α20 uxy + (α20 )2 uyy = e(s), (2.7)
λ1 α10 uxx + (λ1 α20 + λ2 α10 )uxy + λ2 α20 uyy = f (s),

que tiene solución única si y sólo si el determinante de la matriz asociada es


distinto de cero.
Es inmediato verificar que dicho determinante toma el siguiente valor
 
a 2b c
det  (α10 )2 2α10 α20 (α20 )2  = (λ1 α20 − λ2 α10 )(a(α20 )2 − 2bα10 α20 + c(α10 )2 ).
λ1 α10 λ1 α20 + λ2 α10 λ2 α20

Dado que los vectores (λ1 , λ2 ) y (α10 , α20 ) son linealmente independientes, el
primer factor de la expresión anterior es distinto de cero para todo s ∈ I. Ası́
las cosas, el determinante se anula si y sólo si se anula la siguiente expresión:

∆(s) = a(α20 )2 − 2bα10 α20 + c(α10 )2 . (2.8)

Estos argumentos nos llevan a la siguiente definición:


Clasificación de Ecuaciones Cuasilineales de Segundo Orden 83

Definición 2.1.2 Diremos que una curva (α1 (s), α2 (s)) de clase C 1 en un cier-
to intervalo abierto I es una curva caracterı́stica para la ecuación (2.1) si
∆(s) = 0 para todo s ∈ I.
Como hemos visto, si la curva (α1 (s), α2 (s)) es caracterı́stica, el sistema (2.7)
puede no tener solución (de modo que el problema de Cauchy tampoco la tiene)
o puede suceder que dicho sistema tenga infinitas soluciones (de modo que cabe
esperar que el problema de Cauchy tenga más de una solución). Ası́ pues, hemos
de evitar plantear un problema de Cauchy sobre una curva caracterı́stica de la
ecuación.
Para facilitar la detección de las curvas caracterı́sticas vamos a obtener, en
un primer momento, la expresión de ∆ para curvas planas expresables como
gráficas de funciones reales de variable real. Es decir, supongamos que se tiene
una curva expresable como la gráfica de una función y = y(x), x ∈ J, con J un
intervalo de la recta real. En otras palabras, que la parametrización de la curva
en la que se fijan las condiciones iniciales es de la forma (α1 (s), α2 (s)) = (s, y(s)),
s ∈ J. Para ello supondremos que las funciones coeficiente a, b y c solo dependen
de x e y, es decir, si d = 0, la ecuación (2.1) es lineal.
Efectuando los cálculos correspondientes, la función ∆(x) resulta ser
∆(x) = a(x, y(x))(y 0 (x))2 − 2b(x, y(x))y 0 (x) + c(x, y(x)). (2.9)
En estos términos podemos decir que las curvas caracterı́sticas de la forma
(x, y(x)) son precisamente las soluciones de
a(y 0 (x))2 − 2by 0 (x) + c = 0, (2.10)
que existen si y sólo si el discriminante de la ecuación es mayor o igual que cero,
es decir, si el valor
D(x) = b2 (x, y(x)) − a(x, y(x))c(x, y(x)) (2.11)
es mayor o igual que cero en J.
Si la curva fuese de la forma (x(y), y), y ∈ J, tendrı́amos la siguiente expre-
sión para ∆
∆(y) = a(x, x(y)) − 2b(x, x(y))x0 (y) + c(x, x(y))(x0 (y))2 ,
con lo que se llega a la misma expresión del discriminante (2.11) (dependiendo
de y en este caso) el cual debe ser no negativo en J para que existan las curvas
correspondientes.
Esta argumentación permite clasificar las ecuaciones lineales de dos variables
según el número de curvas caracterı́sticas que pasan por cada punto dado del
dominio de definición.
Definición 2.1.3 Diremos que la ecuación (2.1) definida en un conjunto Ω ⊂
R 2 es
Hiperbólica: si D = b2 − ac > 0 en Ω,
Parabólica: si D = b2 − ac = 0 en Ω,
Elı́ptica: si D = b2 − ac < 0 en Ω.
84 Ecuaciones de Segundo Orden

Nota 2.1.4 Es importante destacar que, en el caso de que alguna de las fun-
ciones coeficiente a, b y c no sean constantes en Ω, el discriminante D puede
cambiar de signo, con lo que la ecuación (2.1) puede no encajar en ninguna
de las situaciones anteriores. Es más, la ecuación puede ser hiperbólica en un
subconjunto de Ω y parábolica o elı́ptica en otro diferente.
Es el caso de la ecuación de Tricomi

uyy (x, y) − y uxx (x, y) = 0.

Para la cual, obviamente, se tiene D = y. De modo que dicha ecuación es


hiperbólica en el semiplano y > 0, parabólica sobre la recta y = 0 y elı́ptica en
el semiplano y < 0.
Además no entra en ninguna de las anteriores categorı́as en todo conjunto
Ω con intersección en ambos semiplanos.

Como consecuencia inmediata de la definición anterior, tenemos que si las


funciones a, b, c dependen únicamente de (x, y) y a no es idénticamente nula en
Ω se verifican las siguientes propiedades

Si la ecuación es hiperbólica entonces la expresión (2.10) define dos ecua-


ciones diferenciales ordinarias, a saber,

0 b± D
y (x) = .
a

La familia de soluciones correspondientes a cada signo proporciona una


familia de curvas caracterı́sticas.

Si la ecuación es parabólica entonces sólo existe una familia de curvas


caracterı́sticas: la correspondiente a las soluciones de la ecuación

b
y 0 (x) = .
a

Si la ecuación es elı́ptica entonces no existen curvas caracterı́sticas.

Como vemos, el hecho de obtener las curvas caracterı́sticas de una ecuación


dada se traslada a la resolución de una EDO de primer orden. Es importante
tener en cuenta que estas ecuaciones van a ser, en general, no lineales, con lo
que su resolución explı́cita puede ser muy complicada en buena parte de las
situaciones consideradas.

Ejemplo 2.1.5 Consideremos la ecuación

uxy (x, y) = 0.

En este caso tenemos a = 0 = c y b = 1/2, de forma que D = 1/4 > 0 y, por


tanto, la ecuación es hiperbólica en todo R 2 .
Clasificación de Ecuaciones Cuasilineales de Segundo Orden 85

Sin más que integrar respecto de x e y, obtenemos que las soluciones de la


ecuación considerada vienen dadas por la expresión
u(x, y) = f (x) + g(y),
para funciones f y g de clase C 2 .
La ecuación de las curvas caracterı́sticas (2.8) viene data por
α10 (s) α20 (s) = 0,
de donde es claro que estas vienen dadas por las ecuaciones x = A e y = B, con
A, B ∈ R arbitrarias.
Veamos qué sucede con el problema de Cauchy

 uxy (x, y) = 0,
u(0, y) = β(y),
ux (0, y) = p(y).

En este caso, de la expresión de las soluciones, deducimos que


β(y) = u(0, y) = f (0) + g(y) y p(y) = ux (0, y) = f 0 (0),
de modo que
(i) Si p no es constante el problema no tiene solución.
(ii) Si p es constante el problema tiene infinitas soluciones, ya que sólo apare-
cen condiciones sobre f (0) y f 0 (0).
Este hecho se debe a que el problema de Cauchy no está bien planteado
debido a que la recta sobre la que se establecen los datos iniciales, x = 0, es una
caracterı́stica de la ecuación.
Ejemplo 2.1.6 Tomemos la ecuación del calor en una variable espacial
ut (t, x) = uxx (t, x).
Nótese que estamos usando la notación fı́sica, con lo cual la variable t se
corresponde con x, mientras que la variable x representa y en los desarrollos
teóricos anteriores.
Tenemos, por tanto, que a = 0 = b y c = −1, de donde D = 0, es decir, la
ecuación es parabólica en todo R 2 .
La ecuación de las curvas caracterı́sticas (2.8) se reduce a
α10 (s) = 0,
de forma que las únicas curvas caracterı́sticas son las rectas t = A ∈ R .
Una vez más, el problema de Cauchy

 ut (t, x) − uxx (t, x) = 0,
u(0, x) = β(x),
ut (0, x) = p(x),

86 Ecuaciones de Segundo Orden

no está bien planteado, pues

p(x) = ut (0, x) = uxx (0, x) = β 00 (x)

de donde se sigue que el problema no tiene solución si β 00 6= p.


Al igual que en el ejemplo anterior, las condiciones iniciales se establecen
sobre una curva caracterı́stica de la ecuación, por lo que no estamos ante un
problema bien planteado y solo podemos garantizar la solución en casos parti-
culares de p y β.

Nota 2.1.7 En los dos ejemplos anteriores hemos impuesto una condición so-
bre la derivada de u según una dirección no colineal con el tangente a la curva
sobre la que se prescriben los datos. Dirección esta admisible para esperar un
problema bien planteado siempre que no se haga sobre una curva caracterı́stica.
Tı́picamente se toma la derivada en el sentido de un vector unitario normal
a la curva en cada punto, de forma que el problema de Cauchy consiste en
resolver el problema

 auxx (x, y) + 2buxy (x, y) + cuyy (x, y) = d,
u(α1 (s), α2 (s)) = β(s),
un (α1 (s), α2 (s)) = p(s).

donde
1
n := p (−α20 (s), α10 (s)) para cada s ∈ I,
(α10 )2 (s) + (α20 )2 (s)
y
−ux (α1 (s), α2 (s))α20 (s) + uy (α1 (s), α2 (s))α10 (s)
un (α1 (s), α2 (s)) := p , s ∈ I.
(α10 )2 (s) + (α20 )2 (s)

Notemos que en los ejemplos anteriores las condiciones se establecen para ut (0, x),
que no es más que la derivada de u según el vector (1, 0), que es unitario y nor-
mal a la recta t = 0.

Consideremos, por último, el caso elı́ptico. Ya que no existen curvas carac-


terı́sticas da la impresión de que el problema de Cauchy tendrá solución bajo
condiciones menos restrictivas que para ecuaciones hiperbólicas o parabólicas.
Curiosamente en las ecuaciones elı́pticas surgen problemas de ı́ndole diferente,
como se muestra a continuación.

Ejemplo 2.1.8 Consideremos el siguiente problema de Cauchy para la ecuación


de Laplace

 uxx (x, y) + uyy (x, y) = 0,
u(0, y) = β(y), (2.12)
ux (0, y) = p(y).

En este caso a = c = 1 y b = 0, con lo cual D = −1 y la ecuación es elı́ptica.


Formas canónicas de ecuaciones lineales bidimensionales 87

Supongamos que (2.12) tiene una solución u definida en una bola con centro
en (0, 0). Puesto que la función u es armónica existe una función holomorfa en
dicha bola tal que u es su parte real [1].
Sabemos que las funciones holomorfas son analı́ticas en su dominio [1], de
forma que u es una función analı́tica. Ası́ pues la función β(y) = u(0, y) y la
función p(y) = ux (0, y) deben ser analı́ticas en un entorno de 0.
Es decir, si β (o p) no es analı́tica en un entorno de 0 entonces el problema
(2.12) no tiene solución en ninguna bola con centro en (0, 0).

2.1.1. Formas canónicas de ecuaciones lineales bidimen-


sionales
Para relacionar lo obtenido con discusiones posteriores, es conveniente de-
terminar la expresión de las curvas caracterı́sticas por medio de funciones ex-
presadas en forma implı́cita.
Para ello probamos el siguiente resultado

Lema 2.1.9 Sea φ(x, y) una solución de la ecuación

a(x, y)(φx (x, y))2 + 2b(x, y)φx (x, y)φy (x, y) + c(x, y)(φy (x, y))2 = 0, (2.13)

con ∇φ(x, y) 6= (0, 0) en todo punto de su conjunto de definición. Entonces la


expresión
φ(x, y) = k
define implı́citamente una curva caracterı́stica de la ecuación (2.1) para cada
valor k ∈ φ( R 2 ).

Demostración. Sea k ∈ R fijado y supongamos que φ(x0 , y0 ) = k para algún


punto (x0 , y0 ) ∈ R 2 .
Si φy (x0 , y0 ) 6= 0 (el caso φx (x0 , y0 ) 6= 0 se trata de un modo análogo)
entonces, por el Teorema de la función implı́cita, las ecuaciones

 φ(x, y) = k,

φ(x0 , y0 ) = k,

garantizan que existe una única función y = y(x), definida en un entorno de x0 ,


tal que φ(x, y(x)) = k en dicho entorno e y(x0 ) = y0 .
Consideremos la curva (α1 (s), α2 (s)) = (s, y(s)) para todo s en dicho entorno
de x0 . Derivando implı́citamente se obtiene que α10 (s) = 1 y

φx (α1 (s), α2 (s))


α20 (s) = y 0 (s) = − .
φy (α1 (s), α2 (s))

Dividiendo entre (φy (α1 (s), α2 (s)))2 en (2.13), se concluye que la curva
(s, y(s)) verifica (2.10) o, lo que es lo mismo, es caracterı́stica de la ecuación
(2.1), como se querı́a demostrar. t
u
88 Ecuaciones de Segundo Orden

Consideremos ahora la ecuación

a(x, y)uxx (x, y) + 2b(x, y)uxy (x, y) + c(x, y)uyy (x, y) + T.O.I. = 0, (2.14)

donde la abreviatura T.O.I. significa “términos de orden inferior”, y los coefi-


cientes a, b y c son suficientemente regulares en un dominio Ω.
Trataremos de buscar nuevas variables ξ = φ(x, y) y η = ψ(x, y) de forma
tal que la ecuación, reescrita con respecto a esas nuevas variables, tenga una
forma más sencilla en un sentido a precisar.
Supongamos que la aplicación (x, y) ∈ Ω 7→ (φ(x, y), ψ(x, y)) ∈ Ω̂ es un
difeomorfismo de clase C 2 entre los dominios Ω y Ω̂ y que v = v(ξ, η) es una
función definida en Ω̂ tal que u(x, y) = v(φ(x, y), ψ(x, y)) es solución de (2.14).
Calculemos las derivadas de u en función de las de v:

ux = vξ φ x + vη ψ x ,
uy = vξ φy + vη ψy ,
uxx = vξξ (φx )2 + 2vξη φx ψx + vηη (ψx )2 + vξ φxx + vη ψxx ,
uxy = vξξ φy φx + vξη (φx ψy + φy + ψx ) + vη η ψy ψx + vξ φxy + vη ψxy ,
uyy = vξξ (φy )2 + 2vξη φy ψy + vηη (ψy )2 + vξ φyy + vη ψyy .

Sustituyendo en (2.14) las expresiones que acabamos de obtener y agrupando


los términos en vξξ , vξη y vηη llegamos a la ecuación

âvξξ + 2b̂vξη + ĉvηη + T.O.I. = 0, (2.15)

donde

â(x, y) = a(x, y)(φx )2 + 2b(x, y)φy φx + c(x, y)(φy )2 , (2.16)


b̂(x, y) = a(x, y)φx ψx + b(x, y)(φx ψy + φy ψx ) + c(x, y)φy ψy , (2.17)
ĉ(x, y) = a(x, y)(ψx )2 + 2b(x, y)ψy ψx + c(x, y)(ψy )2 . (2.18)

Notemos que (2.16) y (2.18) tienen la misma forma, de modo que si φ y η


son soluciones de la ecuación (p ≡ ∂/∂x and q ≡ ∂/∂y)

ap2 + 2bpq + cq 2 = 0, (2.19)

entonces la ecuación (2.14), escrita en las nuevas variables, se reduce a

2b̂(ξ, η)vξη (ξ, η) + T.O.I. = 0.

No obstante, para que el par (φ, ψ) defina un difeomorfismo entre dos domi-
nios de R 2 , hemos de imponer la condición de que el determinante de la matriz
jacobiana asociada sea distinto de cero, esto es, que las funciones φ y ψ sean
funcionalmente independientes.
Por otra parte, según vimos en el Lema 2.1.9, las soluciones de la ecuación
(2.19) con gradiente no trivial, definen implı́citamente las curvas caracterı́sticas
de (2.14), lo que nos lleva a conjeturar que si la ecuación es de tipo hiperbólico
Formas canónicas de ecuaciones lineales bidimensionales 89

entonces la ecuación (2.13) tiene dos soluciones funcionalmente independientes


en un entorno de cada punto de Ω.
De ser esto cierto, en un entorno de cada punto de Ω será posible definir un
cambio de variable que reduce la ecuación a su primera forma canónica

2b̂vξη + T.O.I. = 0.

Las nuevas variables ξ = φ(x, y) y η = ψ(x, y) que permiten llegar a la


forma canónica se llaman coordenadas caracterı́sticas de la ecuación. Este
nombre se debe a que para cada ξ fijado la expresión ξ = φ(x, y) define una
curva caracterı́stica de la ecuación al igual que η = ψ(x, y).

Caso hiperbólico
Para corroborar la afirmación anterior supondremos que a y c no son idénti-
camente nulas en Ω. Notemos que no es razonable pensar que a y c se anulen a
la vez en Ω, pues en tal caso la ecuación de partida ya estarı́a en forma canónica.
En la presente discusión desechamos la posibilidad de que a y c se anulen a
la vez en algún punto, es decir
|a(x, y)| + |c(x, y)| > 0 para todo (x, y) ∈ Ω.
La siguiente proposición reduce la resolución de la ecuación en derivadas
parciales (2.19) a la obtención de la solución general de una ecuación diferencial
ordinaria.

Proposición 2.1.10 Sea φ ∈ C 1 (Ω) con φy 6= 0 en Ω.


Entonces φ(x, y) = k, k ∈ φ(Ω), define implı́citamente una familia de solu-
ciones de la ecuación (2.10) si y sólo si φ es solución de (2.19) en Ω.

Demostración. Sea (x0 , y0 ) ∈ Ω fijado y sea k0 = φ(x0 , y0 ).


Por el Teorema de la función implı́cita, de la expresión φ(x, y) = k0 des-
pejamos una única función y = y(x) definida en un entorno de x0 , tal que
φ(x, y(x)) = k en dicho entorno e y(x0 ) = y0 . Además

φx (x, y(x))
y 0 (x) = − .
φy (x, y(x))

Por otra parte, la hipótesis asegura que dicha función y verifica

0 = a(y 0 (x))2 − 2b(y 0 (x)) + c,

de modo que, sustituyendo el valor de y 0 obtenido anteriormente con x = x0


llegamos a que
 2  
0 2 0 φx (x0 , y0 ) φx (x0 , y0 )
0 = a(y (x0 )) − 2b(y (x0 )) + c = a − + 2b − + c,
φy (x0 , y0 ) φy (x0 , y0 )

es decir, φ verifica la ecuación (2.19) en el punto (x0 , y0 ).


90 Ecuaciones de Segundo Orden

Como dicho punto fue fijado arbitrariamente en Ω, se concluye que φ es


solución de (2.19) en Ω.
Recı́procamente, si φ es solución de (2.19) y (x0 , y0 ) es un punto de Ω con
φ(x0 , y0 ) = k0 , entonces la expresión φ(x, y) = k0 define implı́citamente a una
función y = y(x) en un entorno de x0 tal que y(x0 ) = y0 y, además,

φx (x, y(x))
y 0 (x) = − en dicho entorno de x0 .
φy (x, y(x))

Como φ es solución de (2.19), se tiene

a(y 0 )2 − 2by 0 + c = a(−φx /φy )2 − 2b(−φx /φy ) + c = 0,

como querı́amos demostrar. t


u
Si a 6= 0 en Ω y la ecuación es hiperbólica, entonces la ecuación diferencial
ordinaria (2.10) se puede expresar como

0 b ± b2 − ac
y (x) = .
a
A continuación veremos que las soluciones generales correspondientes a la
elección del signo + y − proporcionan dos soluciones funcionalmente indepen-
dientes de la ecuación (2.19).

Proposición 2.1.11 Supongamos que la ecuación (2.14) es de tipo hiperbólico


en Ω y que a 6= 0 en Ω.
Si φ(x, y) = k, k ∈ φ(Ω), es la solución general de

0 b + b2 − ac
y (x) = ,
a
con φ ∈ C 1 (Ω) y φy 6= 0 en Ω, y si ψ(x, y) = k, k ∈ ψ(Ω), es la solución general
de √
0 b − b2 − ac
y (x) = ,
a
con ψ ∈ C 1 (Ω) y ψy 6= 0 en Ω, entonces φ y ψ son dos soluciones de (2.19)
funcionalmente independientes en Ω.

Demostración. El hecho de que tanto φ como ψ son soluciones de (2.19) es


consecuencia inmediata de la Proposición 2.1.10.
Veamos que φ y ψ son funcionalmente independientes en Ω.
Sea (x0 , y0 ) ∈ Ω fijado. Comprobaremos que el determinante de la matriz
jacobiana del par (φ, ψ) es distinto de cero en dicho punto.
Notemos que
 
φx (x0 , y0 ) φy (x0 , y0 )
det =0
ψx (x0 , y0 ) ψy (x0 , y0 )
Formas canónicas de ecuaciones lineales bidimensionales 91

si y solo si
φx (x0 , y0 ) ψx (x0 , y0 )
= . (2.20)
φy (x0 , y0 ) ψy (x0 , y0 )

Como φy (x0 , y0 ) 6= 0, de la expresión φ(x, y) = φ(x0 , y0 ) despejamos de


modo único una función y = y(x) definida en un entorno de x0 con y(x0 ) = y0
y φ(x, y(x)) = φ(x0 , y0 ). Además

φx (x0 , y0 )
y 0 (x0 ) = − .
φy (x0 , y0 )

Por hipótesis, dicha función y es solución de la ecuación diferencial ordinaria


del enunciado de la proposición, de donde se sigue que
p
b(x0 , y0 ) + (b(x0 , y0 ))2 − a(x0 , y0 )c(x0 , y0 ) φx (x0 , y0 )
= y 0 (x0 ) = − . (2.21)
a(x0 , y0 ) φy (x0 , y0 )

Análogamente, de la expresión ψ(x, y) = ψ(x0 , y0 ) se despeja una única


función ȳ = ȳ(x) tal que ȳ(x0 ) = y0 y ψ(x, ȳ(x)) = ψ(x0 , y0 ).
p
b(x0 , y0 ) − (b(x0 , y0 ))2 − a(x0 , y0 )c(x0 , y0 ) ψx (x0 , y0 )
= ȳ 0 (x0 ) = − . (2.22)
a(x0 , y0 ) ψy (x0 , y0 )

Puesto que la ecuación es hiperbólica se tiene b2 − ac > 0, de forma que los


valores de (2.21) y de (2.22) son distintos y, por tanto, el determinante (2.20)
es distinto de cero como se querı́a demostrar.
Como (x0 , y0 ) fue fijado arbitrariamente en Ω se sigue que φ y ψ son funcio-
nalmente independientes en todo Ω. t
u

Ejemplo 2.1.12 (Coeficientes constantes) Veamos como obtener la primera


forma canónica de la ecuación hiperbólica

uxx + 2uxy − 3uyy + 2ux + 6uy = 0.

En este caso a = 1, b = 1 y c = −3, de modo que

D = b2 − ac = 4 > 0

y, por lo tanto, la ecuación es hiperbólica en cualquier dominio de R 2 .


Para determinar las coordenadas caracterı́sticas resolvemos las ecuaciones


b ± b 2 − ac  3,
y 0 (x) = =
a
−1.

La solución general correspondiente al signo + es

y(x) = 3x + k ⇔ φ(x, y) = y − 3x = k,
92 Ecuaciones de Segundo Orden

y la correspondiente al signo − es

y(x) = −x + k ⇔ ψ(x, y) = y + x = k.

De esta modo, las coordenadas caracterı́sticas son ξ = φ(x, y) y η = ψ(x, y).


Ahora buscamos una función v(ξ, η) tal que u(x, y) = v(φ(x, y), ψ(x, y)) sea
solución de la ecuación de partida.
Con respecto a las nuevas coordenadas se tiene

ux = −3vξ + vη ,
uy = vξ + vη ,
uxx = 9vξξ − 6vξη + vηη ,
uxy = −3vξξ − 2vξη + vηη ,
uyy = vξξ + 2vξη + vηη .

Sustituyendo los valores obtenidos en la ecuación original, llegamos a

−16vξη + 8vη = 0,

o, equivalentemente,
1
vξη − vη = 0.
2
Esta última ecuación se puede resolver: si llamamos w(ξ, η) = vη (ξ, η) en-
tonces
1
wξ = w,
2
de donde, para cada η ∈ R fijado, se tiene una ecuación diferencial ordinaria
que podemos integrar. Ası́

w(ξ, η) = k(η)eξ/2 para todo (ξ, η) ∈ R 2 ,

donde k(η) es una función regular arbitraria.


De la relación vη = w se sigue que

v(ξ, η) = K(η)eξ/2 + g(ξ),

donde Z η
K(η) = k(r) dr.
0

Deshaciendo el cambio de variable obtenemos que el conjunto de la soluciones


de la ecuación de partida es
y−3x
u(x, y) = K(x + y)e 2 + g(y − 3x),

con K, g ∈ C 2 ( R ) tales que K(0) = 0. t


u
Formas canónicas de ecuaciones lineales bidimensionales 93

Ejemplo 2.1.13 (Coeficientes variables) Para obtener la primera forma


canónica de la ecuación hiperbólica

x2 uxx − y 2 uyy = 0, x > 0, y > 0.

Tenemos, en este caso, a = x2 , b = 0 y c = −y 2 , de donde

D = b2 − ac = x2 y 2 .

Ası́ pues la ecuación es hiperbólica en Ω = (x, y) ∈ R 2 : x > 0, y > 0 .
Repitiendo el esquema del ejemplo anterior resolvemos las ecuaciones

0 b ± b2 − ac y
y (x) = =± .
a x
La solución general de la ecuación correspodiente al signo + es

y(x) = k x, k > 0 ⇔ φ(x, y) = y/x = k, k > 0;

y la correspondiente al signo − es

y(x) = k/x, k > 0 ⇔ ψ(x, y) = yx = k, k > 0.

Si u(x, y) = v(φ(x, y), ψ(x, y)) entonces

ux = (−y/x2 )vξ + yvη ,


uy = (1/x)vξ + xvη ,
uxx = (y 2 /x4 )vξξ − (2y 2 /x2 )vξη + y 2 vηη + (2y/x3 )vξ ,
uyy = (1/x2 )vξξ + 2vξη + x2 vηη .

Sustituyendo en la ecuación obtenemos


y
−4y 2 vξη + 2 vξ = 0.
x
Ahora bien, si despejamos x e y en
y
ξ= , η = yx,
x
tenemos que
ηξ
y = xξ = ,
y
con lo cual
y 2 = ξη,
y la ecuación queda escrita como

−4 ξ η vξη + 2 ξ vξ = 0,
94 Ecuaciones de Segundo Orden

o bien
2 η vξη − vξ = 0.
Para resolver esta ecuación, denotando por w(ξ, η) = vξ (ξ, η), tenemos

2 η wη = w.

Fijado ξ y llamando z(η) = w(ξ, η) resulta

2 η z 0 (η) = z(η),

de modo que z(η) = w(ξ, η) = k(ξ) η para una función regular arbitraria k.

Integrando con respecto a ξ, se llega a que v(ξ, η) = K(ξ) η + g(η), con
Z ξ
K(ξ) = k(r) dr.
0

Deshaciendo el cambio llegamos a que


y√
u(x, y) = K xy + g(xy)
x
con K y g dos funciones de clase C 2 en R tales que K(0) = 0, es la solución
general de la ecuación de partida. t
u

Como hemos visto, si la ecuación (2.14) es hiperbólica entonces su primera


forma canónica es
2b̂ vξη + T.O.I. = 0.
Es posible definir una segunda forma canónica para las ecuaciones hiper-
bólicas tomando
x̄ = ξ + η, ȳ = ξ − η.
Es claro que si w(x̄, ȳ) es una función tal que v(ξ, η) = w(ξ + η, ξ − η) es
solución de la primera forma canónica, entonces

vξ = wx̄ + wȳ , vξη = wx̄x̄ − wȳȳ ,

y la segunda forma canónica se convierte en

2b̂ (wx̄x̄ − wȳȳ ) + T.O.I. = 0.

Un ejemplo clásico de ecuación hiperbólica dada en la segunda forma canóni-


ca es la ecuación de ondas:
utt − uxx = 0.
Para terminar con el estudio de las las curvas caracterı́sticas en las ecuaciones
hiperbólicas falta por considerar el caso en el que a ≡ 0 en Ω. Veamos como
proceder en esta situación.
Formas canónicas de ecuaciones lineales bidimensionales 95

Basta notar que la ecuación (2.19) se reduce a

2b p q + cq 2 = 0,

de forma tal que φ(x, y) = x es una solución (la correspondiente a q (≡ φy ) = 0)


y otra ψ que se obtiene resolviendo la ecuación

2b p + c q = 0. (2.23)

Nótese que ambas funciones serán funcionalmente independientes si y solo


si ψy es distinta de cero:

   
φx (x, y) φy (x, y) 1 0
det = det = ψy (x, y).
ψx (x, y) ψy (x, y) ψx (x, y) ψy (x, y)

Al igual que en el caso general podemos resolver (2.23) mediante la solución


general de una ecuación diferencial ordinaria, según se establece en la siguiente
proposición:

Proposición 2.1.14 Sea ψ ∈ C 1 (Ω) con ψy 6= 0 en Ω.


Entonces ψ(x, y) = k, k ∈ ψ(Ω), es solución general de la ecuación

c(x, y)
y 0 (x) =
2b(x, y)

si y sólo si ψ es solución de (2.23) en Ω.


Además φ(x, y) = x y ψ son funcionalmente independientes en Ω.

Notemos que b 6= 0 en todo punto de Ω ya que la ecuación es hiperbólica y


a ≡ 0.

Otra forma de atacar el caso a ≡ 0 consiste en realizar el cambio de variable


lineal x̄ = x + y, ȳ = x − y. De este modo, denotando por u(x, y) = v(x̄, ȳ),
obtenemos que la ecuación (2.14) se trasforma en

(c + 2b)vx̄x̄ − 2cvx̄ȳ + (c − 2b)vx̄x̄ + T.O.I. = 0.

Con lo que, de nuevo, D = 16 b2 > 0 en Ω (de anularse b en algún punto, al


ser a = 0, tendremos que b2 = ac con lo que (2.14) no serı́a hiperbólica en Ω)
y la ecuación sigue siendo hiperbólica, pero el coeficiente de ux̄x̄ es distinto de
cero siempre que c + 2b 6= 0.
En el caso de c = −2b, sin más que intercambiar x̄ con ȳ ya está garantizado
que el coeficiente buscado es no nulo.
96 Ecuaciones de Segundo Orden

Caso parabólico
Si la ecuación (2.14) es parabólica entonces sólo existe una familia de curvas
caracterı́sticas, de modo que no será posible encontrar un par de soluciones de
(2.19) que sean funcionalmente independientes y nos lleven a su forma canónica
(2.15).
Sin embargo sı́ podemos determinar al menos una solución de (2.19) siguien-
do el método empleado en el caso hiperbólico. Concretamente se puede aplicar
la Proposición 2.1.10, que asegura que si φ ∈ C 1 (Ω) con φy 6= 0 en Ω, entonces
φ(x, y) = k, k ∈ φ(Ω), define una familia de soluciones de la ecuación

a(y 0 (x))2 − 2by 0 (x) + c = 0

si y sólo si φ es solución de (2.19) en Ω.


Puesto que la ecuación es parabólica entonces la anterior ecuación diferencial
ordinaria se puede reescribir como
b(x, y)
y 0 (x) = ,
a(x, y)
siempre y cuando a 6= 0 en Ω.
La cuestión que se presenta ahora es cómo completar el cambio de variable
para reducir de algún modo la expresión original de (2.14).
Para dar una respuesta a esta pregunta supongamos que
(i) φ es una solución de (2.19) y
(ii) ψ es una función arbitraria funcionalmente independiente de φ.
Si definimos nuevas variables

ξ = φ(x, y), η = ψ(x, y)

entonces, de (2.16) es claro que â ≡ 0.


Veamos ahora que, sin ninguna condición adicional sobre ψ, se tiene que
b̂ ≡ 0.
En efecto, ya que la ecuación es parabólica tenemos b2 = ac, de modo que
a y c tienen el mismo signo. Sin perder generalidad suponemos que ambos
coeficientes son mayores o iguales que cero en Ω, de donde
√ √
b = ± a c,

de forma que
√ √
0 = â = a(φx )2 + 2bφx φy + c(φy )2 = ( aφx ± cφy )2 ,

con lo cual, de (2.18) deducimos

b̂ = aφx ψx + b(φx ψy + φy ψx ) + cφy ψy


√ √ √ √
= ( aφx ± cφy )( aψx ± cψy ) = 0.
Formas canónicas de ecuaciones lineales bidimensionales 97

Por tanto la ecuación (2.14) se escribe, con respecto a las nuevas coordenadas,
como
ĉ vηη + T.O.I. = 0,
que es la forma canónica para las ecuaciones parabólicas.
Notemos que si a se anulase en Ω entonces, ya que la ecuación es de tipo
parabólico, la función b también se anuları́a en Ω. Si ası́ fuese, la única derivada
segunda que aparecerı́a en (2.14) serı́a uyy y entonces la ecuación ya estarı́a en
su forma canónica.

Ejemplo 2.1.15 Para obtener la forma caracterı́stica de la ecuación

uxx + 4uxy + 4uyy + u = 0. (2.24)

Tenemos a = 1, b = 2 y c = 4 de modo que D = b2 − ac = 4 − 4 = 0, es


decir, la ecuación es de tipo parabólico en R 2 .
Para pasar a su forma canónica, resolvemos, en primer lugar, la ecuación
diferencial ordinaria
b
y 0 (x) = = 2,
a
cuya solución general es y(x) = 2x + k, k ∈ R .
Por consiguiente, la primera coordenada caracterı́stica es ξ = φ(x, y) =
y − 2x.
Para completar el cambio de variable buscamos una función regular ψ que
sea funcionalmente independiente de φ en R 2 . Es inmediato ver que ψ(x, y) = x
verifica esa condición.
Ahora buscamos una función v = v(ξ, η) tal que u(x, y) = v(φ(x, y), ψ(x, y))
sea una solución de la ecuación de partida. Calculamos

ux = −2vξ + vη ,
uy = vξ ,
uxx = 4vξξ − 4vξη + vηη ,
uxy = −2vξξ + vξη ,
uyy = vξξ ,

y, sustituyendo en la ecuación dada, llegamos a la forma canónica

vηη + v = 0.

Si fijamos ξ ∈ R y llamamos z(η) = v(ξ, η) tenemos

z 00 (η) = −z(η),

de donde resulta que

v(ξ, η) = A(ξ) cos η + B(ξ) sen η

para funciones A y B de clase C 2 arbitrarias.


98 Ecuaciones de Segundo Orden

Esto permite afirmar que la solución general de la ecuación de partida es

u(x, y) = A(y − 2x) cos x + B(y − 2x) sen x. (2.25)

Es evidente que, al contrario de lo que sucede cuando estamos ante una


ecuación hiperbólica, la elección de η = x no es única. Por consiguiente la
expresión de la solución general puede diferir según el cambio de variable usado.
En todo caso el conjunto que define será, como es natural, el mismo.
En nuestro caso, pudimos haber definido η = y, con lo cual

ux = −2 vξ ,
uy = v ξ + vη ,
uxx = 4 vξξ ,
uxy = −2 (vξξ + vηξ ),
uyy = vξξ + 2 vηξ + vηη ,

obteniéndose que la función v es solución de la ecuación diferencial ordinaria de


segundo orden
1
vηη + v = 0,
4
cuya solución general viene dada por la expresión

v(ξ, η) = F̄ (ξ) cos η/2 + Ḡ(ξ) sen η/2.

Ası́ pues sabemos que la expresión general de las soluciones de (2.24) también
puede escribirse como

u(x, y) = F̄ (y − 2 x) cos y/2 + Ḡ(y − 2 x) sen y/2, (2.26)

con F y G funciones de clase C 2 .


Fijémonos en que la solución general de la ecuación del problema (2.24) ha
sido obtenida por dos vı́as distintas. Cada uno de los dos enfoques nos ha propor-
cionado una expresión explı́cita diferente: (2.25) tomando η = x y (2.26) para
η = y. Dado que ambas expresiones describen todas las posibles soluciones de la
ecuación considerada, es obvio que toda solución del problema se corresponde
unı́vocamente con una elección de F y G o bien de F̄ y Ḡ.
De hecho sin más que tener en cuenta las igualdades

cos x = cos (x − y/2) cos y/2 − sen (x − y/2) sen y/2

y
sen x = sen (x − y/2) cos y/2 + cos (x − y/2) sen y/2,
deducimos que

F̄ (z) = F (z) cos z/2 − G(z) sen z/2 y Ḡ(z) = F (z) sen z/2 + G(z) cos z/2.

t
u
Formas canónicas de ecuaciones lineales bidimensionales 99

Caso elı́ptico
Puesto que en este caso la ecuación (2.19) no tiene soluciones reales, no existe
un cambio de coordenadas que anule los coeficientes â y ĉ.
Sin embargo, para deducir la forma canónica (2.15) sı́ podemos sacar prove-
cho de las soluciones complejas de (2.19) en el siguiente sentido:
Supongamos que f ∈ C 1 (Ω, C ) es una solución no constante de (2.19). De-
notemos por φ y ψ a sus partes real e imaginaria respectivamente, esto es,
φ, ψ ∈ C 1 (Ω) son tales que

f (x, y) = φ(x, y) + i ψ(x, y) para todo (x, y) ∈ Ω.

Sustituyendo en (2.19) para todo (x, y) ∈ Ω tenemos

0 = a(fx )2 + 2bfx fy + c(fy )2


= a(φx + iψx )2 + 2b(φx + i ψx )(φy + iψy ) + c(φy + iψy )2
= a(φ2x − ψx2 ) + 2b(φx φy − ψx ψy ) + c(φ2y − ψy2 )
+i 2(aφx ψx + b(φx ψy + φy ψx ) + cφy ψy ),

de donde se sigue, igualando las partes real e imaginaria de ambos lados de la


identidad, que

a(φx )2 + 2bφx φy + c(φy )2 = a(ψx )2 + 2bψx ψy + c(ψy )2 ,


aφx ψx + b(φx ψy + φy ψx ) + cφy ψy = 0

en todo punto de Ω.
A la vista de las expresiones obtenidas para â, b̂ y ĉ en (2.16)–(2.18), y de las
identidades que acabamos de calcular, es razonable tomar el cambio de variables

ξ = φ(x, y), η = ψ(x, y)

ya que entonces

â = a(φx )2 + 2bφx φy + c(φy )2 = a(ψx )2 + 2bψx ψy + c(ψy )2 = ĉ,

y
b̂ = aφx ψx + b(φx ψy + φy ψx ) + cφy ψy = 0,
de forma que la ecuación (2.14) se transforma en

â (vξξ + vηη ) + T.O.I. = 0,

que es la forma canónica para las ecuaciones elı́pticas en dos variables inde-
pendientes.
Hemos pasado por alto el hecho de que (φ, ψ) defina un cambio de variable,
es decir, que (φ, ψ) sea un difeomorfismo local. Por sencillez lo demostraremos
en el caso en que f es holomorfa en Ω (si bien el resultado es válido sin más que
suponer que los coeficientes a, b y c sean de clase C 2 ).
100 Ecuaciones de Segundo Orden

Si f es holomorfa podemos usar las ecuaciones de Cauchy–Riemann (φx =


ψy , φy = −ψx ) para calcular
 
φx φy
det = φx ψy − φy ψx = φ2x + φ2y .
ψx ψy

No es posible que φ2x + φ2y sea idénticamente nulo en Ω, pues entonces f


serı́a constante en Ω en contra de la hipótesis. Ası́ pues, reemplazando Ω por un
subdominio suyo si fuese necesario, se concluye que φ y ψ son funcionalmente
independientes en Ω.

Ejemplo 2.1.16 Veamos como calcular la forma canónica de la ecuación

uxx + 2uxy + 6uyy + 10ux = 0.

En este caso a = 1, b = 1 y c = 6 de modo que D = b2 − ac = −5 < 0 con lo


que la ecuación es elı́ptica en R 2 .
Para buscar soluciones complejas no constantes de la ecuación (2.19) se puede
usar el mismo procedimiento que en los casos anteriores, si bien debemos tener
en cuenta que vamos a trabajar con funciones con valores complejos.
La solución general de la ecuación se calcula como sigue

0 b2 + i ac − b2 √
y (x) = = 1 + i 5,
a

que es y(x) = x + i 5x + k, k ∈ C .
En otras palabras, la solución general de la ecuación anterior viene dada por
f (x, y) = k, k ∈ C , para

f (x, y) = y − x + i 5x para todo (x, y) ∈ R 2 ,

y por lo tanto f es una solución (no constante) de (2.19).


Tomamos como nuevas variables

ξ = Ref (x, y) = y − x, η = Imf (x, y) = − 5x,

y la ecuación se reduce a

vξξ + vηη − 2vξ − 2 5vη = 0.

t
u

Nota 2.1.17 En los casos hiperbólico y parabólico la reducción a la forma


canónica conduce a veces a ecuaciones que se pueden resolver por métodos ele-
mentales. Esta no es la situación para las ecuaciones elı́pticas, la más sencilla
de las cuales (en dos variables) es la ecuación de Laplace

uxx (x, y) + uyy (x, y) = 0,

que estudiaremos más adelante.


Una forma alternativa que muestra la aparición de las curvas caracterı́sticas101

2.1.2. Una forma alternativa que muestra la aparición de


las curvas caracterı́sticas
Aprovechando lo estudiado para ecuaciones de primer orden lineales y ho-
mogéneas del tema anterior, se puede motivar la aparición de la ecuación

b ± b2 − ac
y 0 (x) =
a
desde el siguiente punto de vista:
Como ya sabemos, la ecuación (2.14)

a(x, y)uxx + 2b(x, y)uxy + c(x, y)uyy + T.O.I. = 0

se convierte en (2.15)

âvξξ + b̂vξη + ĉvηη + T.O.I. = 0,

tras el cambio de variables ξ = φ(x, y), η = ψ(x, y).


Asumiendo que estamos en el caso hiperbólico, si queremos que â = 0 = ĉ
en Ω debemos buscar funciones φ y ψ que resuelvan la ecuación de primer orden
(2.19)
a p2 + 2b p q + c q 2 = 0.
Veamos cómo resolver esta ecuación sin utilizar el método de las bandas
caracterı́sticas.
Supongamos que a > 0 en Ω y completemos cuadrados en la ecuación (2.19)
como sigue:
2
√ b2
  
b
0 = a p2 + 2b p q + c q 2 = ap + √ q + c− q2 .
a a

Multiplicando por a y despejando tenemos


2
(a p + b q) = b2 − ac q 2 ,


de donde pasamos a considerar las dos ecuaciones siguientes


 p 
a p + b ± b2 − ac q = 0.

Es evidente que toda solución de alguna de las dos ecuaciones anteriores (la
correspondiente al signo + y la correspondiente al signo −) es una solución de
(2.19). Además estas dos EDPs son más simples que (2.19), pues son lineales y
homogéneas.
Para fijar ideas, consideremos la ecuación correspondiente al signo +. Sabe-
mos que φ es una solución de
p
a p + (b + b2 − ac) q = 0 (2.27)
102 Ecuaciones de Segundo Orden

si y sólo si φ es integral primera para el sistema


x0 (t) = a, √
y 0 (t) = b + b2 − ac.
Como a > 0 la ecuación de las órbitas del sistema es

0 b + b2 − ac
y (x) = .
a
Recı́procamente, si φ(x, y) = k define a la solución general de esta ecuación
diferencial entonces, para cada k fijado, la curva φ(x, y) = k es una órbita del
sistema. Dicho de otro modo, las órbitas del sistema son precisamente las curvas
de nivel de φ, de modo que φ es constante sobre las órbitas. Es decir, φ es una
integral primera para el sistema y, por lo tanto, φ es una solución de (2.27).
El argumento para ecuaciones parabólicas y elı́pticas es análogo.

2.2. Clasificación general de las ecuaciones de


segundo orden
Para finalizar con este apartado, veremos la clasificación de las EDP en
dimensión arbitraria. Par ello, sea un dominio Ω ⊂ R N , N ≥ 2, y consideremos
la ecuación de segundo orden
N
X
aij (x1 , . . . , xN )uxi xj (x1 , . . . , xN ) + T.O.I. = 0 en Ω, (2.28)
i=1, j=1

donde aij ≡ aji para i, j = 1, . . . , N .


Al igual que en el caso de dos variables pueden existir hipersuperficies sobre
las cuales el problema de Cauchy está, en general, mal planteado. Estas son las
hipersuperficies caracterı́sticas, que vienen definidas implı́citamente por
φ(x1 , . . . , xN ) = k.
para funciones φ ∈ C 1 (Ω), con gradiente no trivial en todo punto de Ω, que
resuelven la ecuación de la caracterı́sticas.
En este caso la ecuación de las hipersuperficies caracterı́sticas es la siguiente:
N
X
aij (x1 , . . . , xN )φxi φxj = 0 en Ω,
i=1, j=1

o bien, reescrito en forma cuadrática,


  
a11 . . . a1N φx 1
 a21 . . . a2N  . 
  
 .
(φx1 , . . . , φxN )  ... . .
  = 0. (2.29)
 
 . ... .  . 
aN 1 . . . aN N φxN
De este modo, llegamos a la siguiente definición.
Clasificación general de las ecuaciones de segundo orden 103

Definición 2.2.1 Llamemos Q a la matriz que caracteriza la ecuación (2.29).


Al ser aij = aji , para todo i, j ∈ {1, . . . , N }, se tiene que Q es simétrica,
con lo cual todos sus autovalores son reales. Definimos el ı́ndice de inercia
T de Q como el número de autovalores negativos, contados con multiplicidad,
y llamamos defecto D de Q al número de autovalores nulos, también con
multiplicidad.
A raı́z de esta definición presentamos a continuación la clasificación para la
EDP (2.28).
Definición 2.2.2 1. La ecuación (2.28) es de tipo elı́ptico si D = 0 y
T = 0 o D = 0 y T = N.
2. La ecuación (2.28) es de tipo hiperbólico si D = 0 y T = 1 o D = 0 y
T = N − 1.
3. La ecuación (2.28) es de tipo parabólico si D > 0.
4. La ecuación (2.28) es de tipo ultrahiperbólico si 1 < T < N − 1 y
D = 0.
Las tres ecuaciones lineales con coeficientes constantes más representativas
de los fenómenos fı́sicos, vienen dadas por la ecuación del calor:
N
X
ut (t, x1 , . . . , xN ) − uxi xi (t, x1 , . . . , xN ) = 0, (2.30)
i=1

la ecuación de ondas:
N
X
utt (t, x1 , . . . , xN ) − uxi xi (t, x1 , . . . , xN ) = 0, (2.31)
i=1

y la ecuación de Laplace:
N
X
uxi xi (x1 , . . . , xN ) = 0. (2.32)
i=1

Los dos primeros casos, se conocen como problemas de evolución, dado que
su valor depende de la variable temporal t > 0, ası́ como de la variable espacial
N -dimensional (x1 , . . . , xN ) definida en un conjunto dado Ω ⊂ R N . El tercero
se conoce como problema de tipo estacionario dado que solo varı́a con la variable
espacial N -dimensional x.
El problema de evolución (2.30) modela [16] la distribución de temperatura
u de un fluido homogéneo definido en el conjunto Ω a lo largo del tiempo.
Asimismo, el problema de evolución (2.31) modela [9] el movimiento de una
onda u sobre un fluido homogéneo definido en el conjunto Ω a lo largo del
tiempo. La tercera ecuación (2.32) se puede considerar como el problema lı́mite
de los dos anteriores, en los que, tanto la temperatura en la ecuación del calor
104 Ecuaciones de Segundo Orden

como la señal en la ecuación de ondas, apenas varı́an con el tiempo, dando lugar
a temperaturas o señales estacionarias. Es importante notar que el hecho de
que el comportamiento asintótico de los dos problemas de evolución nos lleve a
una solución constante en el tiempo para valores altos del mismo, eso no quiere
decir, y de hecho no va a ser cierto, que la solución tome el mismo valor en todos
los puntos del dominio espacial.
Si consideramos la ecuación del calor (2.30) (de nuevo N + 1- dimensional)
tenemos
 
0 0 ... 0 0
 0 −1 . . . 0 0 
 .. .. .. 
 
..
Q= . 0
 . . .  ∈ M(N +1)×(N +1) .
 . . . . .. 
 .. .
. . . .. . 
0 0 . . . 0 −1
según la notación dada en la Definición 2.2.2, D = 1 y la ecuación es parabólica.
Además, la ecuación caracterı́stica (2.29) resulta ser
N
X
φ2xi (t, x1 , . . . , xN ) = 0.
i=1

Con lo cual, las hipersuperficies caracterı́sticas serán aquellas funciones φ :


[0, ∞) → R tales que φ(t) = C ∈ R y φ0 (t) 6= 0 para todo t ≥ 0, es decir, son
los hiperplanos t = A ∈ [0, ∞).
Ası́ pues, si nos referimos a la ecuación de ondas (2.31), tenemos que esta
está definida para funciones de N + 1 variables, con lo que debemos adaptar a
esta situación la Definición 2.2.2. Dado que, en este caso,
 
1 0 ... 0 0
 0 −1 . . . 0 0 
 .. . .. 
 
.. ..
Q=  . 0 . .  ∈ M(N +1)×(n+1) .

 . . . . .
 .. .. .. .. .. 

0 0 ... 0 −1
tenemos que D = 0 y T = N = (N + 1) − 1. Es decir, la ecuación de ondas es
hiperbólica.
La ecuación caracterı́stica (2.29) resulta ser
N
X
φ2t (t, x1 , . . . , xN ) = φ2xi (t, x1 , . . . , xN ).
i=1

En particular si, al igual que en el caso anterior, buscamos una hipersuperficie


que solo dependa de t, es decir φxi = 0 para todo i ∈ {1, . . . , N }, forzosamente

φ2t (t, x1 , . . . , xN ) = 0,
2.3. EXISTENCIA DE SOLUCIÓN ANALÍTICA: EL TEOREMA DE CAUCHY–KOWALEVSKAYA105

por lo que
∇(φ(t, x1 , . . . , xN )) = 0
en todo el conjunto de definición, y la función φ nunca definirá una superficie
caracterı́stica.
Ası́ pues, los hiperplanos t = A ∈ [0, ∞) no son caracterı́sticos para la
ecuación de ondas.
Finalmente, la ecuación de Laplace (2.32) (en este caso N -dimensional) viene
representada por la matriz identidad. Con lo cual, D = T = 0, siendo la ecuación
elı́ptica.
La ecuación caracterı́stica (2.29) se reduce a
N
X
φ2xi (x1 , . . . , xN ) = 0,
i=1

que nunca tendrá soluciones reales con gradiente no nulo.

2.3. Existencia de solución analı́tica: El Teorema


de Cauchy–Kowalevskaya
En esta sección enunciaremos un resultado de existencia y unicidad del pro-
blema de Cauchy para ecuaciones de orden dos en hipersuperficies no carac-
terı́sticas. La prueba puede verse en [13]. Para ello consideremos la siguiente
ecuación cuasilineal de orden dos
N
X
aij uxi xj = a en Ω, (2.33)
i=1, j=1

donde
aij = aij (x1 , . . . , xN , u, ∇u) y a = a(x1 , . . . , xN , u, ∇u)
son funciones definidas en un dominio de R 2N +1 .
Sea S una hipersuperficie regular definida implı́citamente por
φ(x1 , . . . , xN ) = 0,
donde φ ∈ C 1 (Ω) tiene gradiente no nulo en todo punto de Ω.
Consideremos el problema de Cauchy correspondiente a la ecuación (2.33)
junto con las condiciones iniciales

 u(x1 , . . . , xN ) = β(x1 , . . . , xN ) para todo (x1 , . . . , xN ) ∈ S,
(2.34)
un (x1 , . . . , xN ) = p(x1 , . . . , xN ) para todo (x1 , . . . , xN ) ∈ S,

donde un denota la derivada con respecto a un vector unitario normal a S en el


punto (x1 , . . . , xN ).
Ası́ pues introducimos el concepto de problema no caracterı́stico.
106 Ecuaciones de Segundo Orden

Definición 2.3.1 Diremos que el problema de Cauchy (2.33) – (2.34) es no


caracterı́stico en un punto x0 := (x01 , . . . , x0N ) ∈ S si
N
X
aij (x0 )φxi (x0 )φxj (x0 ) 6= 0.
i=1, j=1

A partir de este concepto, enunciamos el siguiente resultado de existencia y


unicidad de solución analı́tica.
Teorema 2.3.2 (de Cauchy–Kowalevskaya) Supongamos que las funciones
a, φ, β y p, junto con aij , i, j ∈ {1, . . . , N }, son analı́ticas en sus respectivos
dominios y el problema de Cauchy (2.33) – (2.34) es no caracterı́stico en un
punto (x01 , . . . , x0N ) ∈ S. Entonces existe un entorno de dicho punto en R N
de forma que el problema de Cauchy admite una solución analı́tica en dicho
entorno.
Además dicha solución es única dentro del conjunto de las funciones que son
analı́ticas en dicho entorno de (x01 , . . . , x0N )

2.3.1. Ejercicios resueltos


Ejercicio 2.3.1 Calcular la expresion de la única solución del siguiente proble-
ma de Cauchy:

uxx + 2uxy − 3uyy + 2ux + 6uy = 0, (x, y) ∈ D = {(x, y) ∈ R2 , y < 2 x}.

u(x, 2x) = x2 , un (x, 2x) = 0 para todo x ∈ R,


siendo n el vector normal unitario exterior al dominio D a lo largo de la curva
(x, 2x).

Solución: En este caso, como hemos visto en el Ejemplo 2.1.12, la ecuación


es hiperbólica, sus curvas caracterı́sticas son y(x) = 3x + k e y(x) = −x + k, y
la solución general viene dada por la expresión
y−3x
u(x, y) = F (x + y)e 2 + G(y − 3x).

con F y G dos funciones de clase C 2 y F (0) = 0.


La condición inicial nos dice que
x
x2 = F (3x) e− 2 + G(−x). (2.35)

Es claro que n= (2, −1)/ 5, con lo cual, la condición inicial en la derivada
se reescribe como
uy (x, 2x) = 2ux (x, 2x).
Lo que es equivalente a
x 7 x
F 0 (3x)e− 2 − F (3x)e− 2 − 7G0 (−x) = 0.
2
Ejercicios resueltos. 107

Figura 2.1: Solución del Ejercicio 2.3.1

Derivando ahora en (2.35), llegamos a que


x 1 x
3F 0 (3x)e− 2 − F (3x)e− 2 − G0 (−x) = 2x.
2
De donde, usando que F (0) = 0, concluimos que
7  z/6 
F (z) = e (z − 6) + 6
5
y
21z 42ez/2 42
G(z) = z 2 + − + .
5 5 5
Ası́, la única solución del problema considerado viene dada por la siguiente
expresión (ver Figura 2.1):
1 2

u(x, y) = 5(y − 3x)2 + 21(−3x + y + 2) + 7e 3 (y−2x) (x + y − 6) .
5

t
u

Ejercicio 2.3.2 Obtener la solución general de la siguiente ecuación

x4 + 4 x x4
uxx − x4 uyy − ux + uy = 0, (x, y) ∈ D, (2.36)
2 x2 2
con D = {(x, y) ∈ R2 : x > 0}.
Denotando por n un vector normal unitario a la correspondiente curva, se
consideran las siguientes condiciones iniciales:

x3 x3
   
u x, − = x, un x, = 0 para todo x > 0, (2.37)
3 3
108 Ecuaciones de Segundo Orden

u(0, y) = y 3 , un (0, y) = 0 para todo y ∈ R. (2.38)


3
u(x, 0) = x , uy (x, 0) = 1 para todo x > 0, (2.39)
Calcular, si existe, la expresión de las soluciones de los problemas (2.36) –
(2.37), (2.36) – (2.38) y (2.36) – (2.39).

Solución: Los valores de los parámetros de la ecuación general de segundo


orden son a = 1, b = 0 y c = −x4 , por consiguiente ∆ = b2 − a c = x4 > 0 en
D y la ecuación es hiperbólica.
Para calcular la forma canónica de esta ecuación, debemos obtener las dos
curvas caracterı́sticas funcionalmente independientes. Éstas vienen dadas como
las soluciones de la siguiente ecuación

(y 0 )2 − x4 = 0,

es decir
y 0 = ±x2 ,
lo que nos conduce a

x3
y=± + K, K ∈ R.
3
Debemos por lo tanto considerar el siguiente cambio de variable

x3 x3
ξ=y− , η=y+ ,
3 3
y encontrar una función v que satisfaga la expresión

v(ξ, η) = u(x, y).

Aplicando la regla de la cadena, sabemos que

ux = −x2 (vξ − vη ),

uy = vξ + vη ,

uxx = −2 x (vξ − vη ) + x4 (vξξ + 2 vξη + vηη )


y
uyy = vξξ + 2 vξη + vηη .
En consecuencia, la ecuación (2.36) se reescribe como
1
vηξ − vξ = 0.
4
Denotando por w = vξ , tenemos que esta ecuación se reduce a la siguiente
1
wη − w = 0,
4
Ejercicios resueltos. 109

cuya solución general es w(ξ, η) = eη/4 f (ξ).


Con lo cual la solución buscada es igual a
Z ξ
v(ξ, η) = v(0, η) + eη/4 f (s) ds
0

o, equivalentemente,

v(ξ, η) = eη/4 F (ξ) + G(η), con F (0) = 0.

Deshaciendo el cambio de variable, concluimos que la solución general de


(2.36) es igual a

x3
(y + )/4 x3 x3
   
u(x, y) = e 3 F y− +G y+ , (2.40)
3 3

siendo F y G funciones de clase C 2 tales que F (0) = 0.


Resolver el problema (2.36) – (2.37) equivale a encontrar una función que
verifique la expresión (2.40) conjuntamente con la condición inicial (2.37), la
primera de cuyas igualdades, se reescribe del siguiente modo:

2 x3 x3
   
G (0) + F − = u x, − = x. (2.41)
3 3

Los dos vectores normales unitarios son, en este caso, n = ±(x2 , 1)/ 1 + x4 .
Si bien, al estar la derivada normal igualada a cero la elección de uno u otro no
tiene influencia en el resultado final. Por consiguiente, tenemos que la segunda
parte de la condición inicial es igual a

x3 x3
   
x2 ux x, − + uy x, −
x3
 
3 3
√ = un x, − = 0,
x4 + 1 3
es decir
x3 x3
   
2
uy x, − = −x ux x, − . (2.42)
3 3
Derivando respecto de x e y en la expresión (2.40) ası́ como en la igual-
dad (2.41), sin más que sustituir en (2.42) llegamos a que ha de verificarse lo
siguiente:

x5
 
1 x 1
+ G (0) − G(0) + 2 x4 + +G0 (0)−G(0)− 2 = 0,
0
para todo x > 0,
4 2x 4 2x

lo cual es imposible.
Por lo tanto el problema (2.36) – (2.37) no tiene solución. Ello se debe a que
la curva inicial es una curva caracterı́stica del problema y, por consiguiente, el
Teorema de Cauchy – Kowalevskaya no es aplicable.
110 Ecuaciones de Segundo Orden

7
4
2
y 20,0
0 x
0,5
-2 1,0
1,5
-4 2,0
-3

-8

-13

Figura 2.2: Solución del Ejercicio 2.3.2

Si abordamos el problema (2.36) – (2.38), al igual que en el caso anterior,


debemos tener en cuenta que la solución general de la ecuación es de la forma
(2.40), con lo cual ux (0, y) = 0 para todo y ∈ R . Por lo tanto este problema
tiene infinitas soluciones dadas por la expresión (2.40) con F y G funciones de
clase C 2 verificando

F (0) = 0 y ez/4 F (z) + G(z) = z 3 .


Por ejemplo, tomando F (z) = 0 y G(z) = z 3 obtenemos la solución
3
x3

u(x, y) = y + .
3

Por otro lado, si definimos F (z) ≡ z 3 y G(z) = z 3 (1 − ez/4 ) llegamos a la


siguiente expresión
 
x3 3
3  3
3 x3
(y + )/4 (y + )/4 

x x
u(x, y) = e 3 y− + y+ 1 − e
 3 .
3 3

Es importante tener en cuenta que la condición un (0, y) = 0 es una condición


necesaria que debe verificar toda solución del problema (2.36), por lo tanto cual-
quier problema en el que este valor sea distinto de cero no será resoluble. Nótese
además que la curva inicial (0, y) está en la frontera del dominio de hiperboli-
cidad de la ecuación. Razón por la que el teorema de Cauchy – Kowalevskaya
tampoco es aplicable a este caso.
Para resolver el problema (2.36) – (2.39) debemos tener en cuenta que la
solución general viene dada por la igualdad (2.40). Por consiguiente
 3  3
x 3 x
G + ex /12 F − = u(x, 0) = x3 . (2.43)
3 3
Ejercicios resueltos. 111

Derivando en ambos miembros llegamos a la igualdad


 3  3  3
x 1 3 x 3 x
G0 + ex /12 F − − ex /12 F 0 − = 3. (2.44)
3 4 3 3
Por otro lado, al ser n = ±(0, 1), tenemos que
un (x, 0) = ±uy (x, 0).
Al no ser (x, 0) una curva caracterı́stica del problema (2.36), (2.39), el Teore-
ma de Cauchy – Kowalevskaya sı́ puede ser aplicado, por lo que está garantizada
la unicidad de solución en un entorno de la curva inicial.
Para obtener la expresión de la misma, derivamos respecto de y en la expre-
sión (2.40), con lo cual la segunda parte de la condición inicial se transforma
en
 3  3  3
0 x 1 x3 /12 x x3 /12 0 x
G + e F − +e F − = 1. (2.45)
3 4 3 3
Restando (2.45) de (2.44) obtenemos la siguiente igualdad
 3
x 3
F0 − = −e−x /12 para todo x > 0.
3
Por consiguiente la función F verifica
F 0 (z) = −ez/4 , F (0) = 0,
con lo cual
F (z) = −4(ez/4 − 1).
Sustituyendo en la expresión (2.43) obtenemos que
 3
x 3
G = x3 + 4(1 − ex /12 ),
3
es decir
G (z) = 3 z + 4(1 − ez/4 ).
Por lo tanto, la única solución del problema (2.36) – (2.39) es igual a
u(x, y) = 3 y + x3 + 4(1 − ey/2 ),
y se representa en la Figura 2.2. t
u
Ejercicio 2.3.3 Obtener la solución general de la siguiente ecuación
4 y2 − 1
− y 2 uxx + uyy − 4 y 2 ux + uy = 0, (x, y) ∈ D, (2.46)
y
con D = {(x, y) ∈ R2 , y > 0}.
Calcular la expresion de la única solución que verifica las condiciones ini-
ciales
y2
u(0, y) = , ux (0, y) = 1 para todo y > 0. (2.47)
2
112 Ecuaciones de Segundo Orden

3
-1,0
2
x
-0,5
1
0,0
0,00 0,5 y
1,0
1,5
2,0
2,5
-1 3,0
0,5

1,0

Figura 2.3: Solución del Ejercicio 2.3.3

Solución: En este caso tenemos que los valores de los parámetros de la ecua-
ción general de segundo orden son a = −y 2 , b = 0 y c = 1, con lo cual
∆ = b2 − a c = y 2 > 0 en D. Por consiguiente la ecuación es hiperbólica.
Para calcular la solución general del problema considerado es necesario redu-
cirlo a su forma canónica. Para ello debemos obtener las dos curvas caracterı́sti-
cas funcionalmente independientes, las cuales vienen dadas como las soluciones
generales de la ecuación cuadrática

−y 2 (y 0 )2 + 1 = 0,

es decir
y y 0 = ±1.
Sin más que integrar en ambos lados de la ecuación obtenemos que las dos
soluciones buscadas vienen dadas por la expresión

y2
= ±x + K, K ∈ R.
2
Debemos por lo tanto considerar el siguiente cambio de variable

y2 y2
ξ=
+ x, η= − x,
2 2
y encontrar una función v que satisfaga la expresión

v(ξ, η) = u(x, y).

Aplicando la regla de la cadena, sabemos que

ux = vξ − vη ,

uy = y (vξ + vη ),
Ejercicios resueltos. 113

uxx = vξξ − 2 vξη + vηη ,


y
uyy = vξ + vη + y 2 (vξξ + 2 vξη + vηη ).
Por lo tanto, la ecuación (2.46) se reduce a

vηξ + 2 vη = 0.

Denotando por w = vη , tenemos que su solución general es

w(ξ, η) = e−2 ξ f (η).

Con lo cual la solución buscada es igual a


Z η
−2 ξ
v(ξ, η) = v(ξ, 0) + e f (s)ds
0

o, lo que es lo mismo,

v(ξ, η) = e−2 ξ F (η) + G(ξ), con F (0) = 0.

De este modo, concluimos que la solución general de (2.46) es igual a


 2   2 
2 y y
u(x, y) = e−(y +2 x) F −x +G +x , (2.48)
2 2

siendo F y G funciones de clase C 2 tales que F (0) = 0.


Dado que n = ±(1, 0), tenemos que

un (0, y) = ±ux (0, y),

con lo cual, al no ser (0, y) una curva caracterı́stica tenemos garantizada la


unicidad de solución del problema considerado.
Para calcular la expresión de la única solución de (2.46) que satisface la
condición inicial (2.47) usamos el hecho de que la solución general viene dada
por la igualdad (2.48) y, por consiguiente
 2  2
2 y y y2
e−y F +G = u(0, y) = . (2.49)
2 2 2
Derivando en ambos miembros llegamos a la igualdad
 2  2  2
−y 2 y −y 2 0 y 0 y
− 2e F +e F +G = 1. (2.50)
2 2 2
Derivando respecto de x en la expresión (2.48), la segunda parte de la con-
dición inicial se transforma en
 2  2  2
2 y 2 y y
− 2 e−y F − e−y F 0 + G0 = 1. (2.51)
2 2 2
114 Ecuaciones de Segundo Orden

Restando (2.51) de (2.50) obtenemos la siguiente igualdad

2 y2
2 e−y F 0 ( ) = 0 para todo y > 0.
2
De donde deducimos que la función F es constante. Dado que F (0) = 0
concluimos que F (z) = 0. Sustituyendo en (2.49) tenemos que G(z) ≡ z y, por
lo tanto, la única solución del problema (2.46) – (2.47) (véase Figura 2.3) es
igual a
y2
u(x, y) = + x.
2
t
u

Ejercicio 2.3.4 Obtener la solución general de la siguiente ecuación

y 2 (x2 − 2) x2 (y 2 + 2)
y 2 uxx − x2 uyy + ux + uy = 0, (x, y) ∈ D, (2.52)
2x 2y

siendo D = {(x, y) ∈ R 2 : x > 0, y > 0}.


Calcular la expresión de la única solución que verifica las condiciones ini-
ciales
u(x, 3 x) = x2 , un (x, 3 x) = x. (2.53)

Siendo n = (−3, 1)/ 10 el vector normal unitario a lo largo de la curva (x, 3 x).

Solución: Dado que ∆ = b2 − a c = x2 y 2 > 0 en D sabemos que la ecuación


es hiperbólica.
Las dos curvas caracterı́sticas son las soluciones generales de la ecuación
cuadrática
y 2 (y 0 )2 − x2 = 0,
es decir
y y 0 = ±x.
Integrando en ambos lados de la ecuación deducimos que las dos soluciones
buscadas son

y 2 = ±x2 + K, K ∈ R.
Por lo tanto consideramos el siguiente cambio de variable

ξ = y 2 − x2 , η = y 2 + x2 ,
y buscamos una función v que satisfaga la expresión

v(ξ, η) = u(x, y).

La regla de la cadena nos dice que

ux = −2 x (vξ − vη ),
Ejercicios resueltos. 115

uy = 2 y (vξ + vη ),

uxx = −2 (vξ − vη ) + 4 x2 (vξξ − 2 vξη + vηη ),


y
uyy = 2 (vξ + vη ) + 4 y 2 (vξξ + 2 vξη + vηη ).
Por lo tanto, la ecuación (2.52) se escribe en las nuevas variables como
1
vηξ − vη = 0.
8
Denotando por w = vη , sabemos que

w(ξ, η) = eξ/8 f (η).

Con lo cual la solución buscada es igual a

v(ξ, η) = eξ/8 F (η) + G(ξ), con F (0) = 0.


Como consecuencia, la solución general de (2.52) es igual a
2
−x2 )/8
u(x, y) = e(y F y 2 + x2 + G y 2 − x2 ,
 
(2.54)

siendo F y G funciones de clase C 2 tales que F (0) = 0.


Para calcular la expresión de la única solución de (2.52) – (2.53), de la
igualdad (2.54) deducimos que
2
ex F 10 x2 + G 8 x2 = u(x, 3 x) = x2 .
 
(2.55)

Derivando en ambos lados de la igualdad obtenemos que


2 2
ex F 10 x2 + 10 ex F 0 10 x2 + 8 G0 8 x2 = 1.
  
(2.56)

Por otro lado, el vector normal n= (−3, 1)/ 10, con lo cual

−3 ux (x, 3 x) + uy (x, 3 x)
√ = un (x, 3 x) = x.
10
Derivando respecto de x en la expresión (2.54), la igualdad anterior se trans-
forma en
2 √
3 ex F (10 x2 ) + 24 G0 (8 x2 ) = 2 10. (2.57)
Como consecuencia de estas dos últimas expresiones deducimos que
√ 2
30 F 0 (10 x2 ) = (3 − 2 10) e−x para todo x > 0.
Por lo tanto la función F satisface la ecuación
116 Ecuaciones de Segundo Orden

Figura 2.4: Solución del Ejercicio 2.3.4


0 3 − 2 10 −z/10
F (z) = e , F (0) = 0,
30
es decir √
3 − 2 10  
F (z) = 1 − e−z/10 .
3
Sustituyendo en (2.55) tenemos que

z 3 − 2 10  z/8 
G(z) = − e −1 .
8 3
Ası́ pues, la única solución del problema (2.52) – (2.53) viene dada por la
expresión √
y 2 − x2 3 − 2 10  2 2

u(x, y) = + 1 − e(y −9 x )/40
8 3
y se representa en la Figura 2.4. t
u

Ejercicio 2.3.5 Obtener la solución general de la siguiente ecuación

uxx + 4 uxy + 4 uyy + u = 0, (x, y) ∈ R 2 .

Calcular la expresión de la única solución que verifica las condiciones ini-


ciales
u(x, 0) = sen x, un (x, 0) = cos x. (2.58)
Siendo n = (0, 1) el vector normal unitario a lo largo de la curva (x, 0).

Solución: Como se ha visto en el Ejemplo 2.1.15, la ecuación es parabólica.


Además, la única curva caracterı́stica viene dada por la expresión y(x) = 2 x+K,
con K ∈ R .
Ejercicios resueltos. 117

1,0

1,3 0,5
-3,2 0,8
0,3
-1,2 0,0
x -0,2
y -0,7 0,8
-0,5 -1,2
-1,7 2,8

-1,0

Figura 2.5: Solución del Ejercicio 2.3.5

Sabemos que la solución general viene dada por la expresión (2.25):

u(x, y) = F (y − 2 x) cos x + G(y − 2 x) sen x,

con F y G funciones de clase C 2 .


Para calcular la única solución de (2.24) – (2.58), usando la expresión previa
sabemos que

F (−2 x) cos x + G(−2 x) sen x = u(x, 0) = sen x. (2.59)


La segunda parte de la condición inicial se reescribe como

uy (x, 0) = un (x, 0) = cos x,


es decir
F 0 (−2 x) cos x + G0 (−2 x) sen x = cos x. (2.60)
Derivando en (2.59) y usando esta última expresión llegamos a que

− F (−2 x) sen x + G(−2 x) cos x = 3 cos x. (2.61)


Resolviendo el sistema formado por las ecuaciones (2.60) y (2.59) obtenemos
que
F (z) = sen z y G(z) = 2 + cos z.
La solución buscada será:

u(x, y) = sen (y − 2 x) cos x + (2 + cos (y − 2 x)) sen x = sen (y − x) + 2 sen x,

y se representa en la Figura 2.5.


También sabemos que la expresión general de las soluciones de (2.24) puede
escribirse del modo (2.26):

u(x, y) = F̄ (y − 2 x) cos y/2 + Ḡ(y − 2 x) sen y/2,


118 Ecuaciones de Segundo Orden

con F y G funciones de clase C 2 .


A partir de esta expresión podemos calcular la única solución de (2.24) –
(2.58) del mismo modo que en el caso anterior. Usando (2.26) deducimos que

F̄ (−2 x) = u(x, 0) = sen x, (2.62)

con lo cual, de la expresión


1
uy (x, 0) = F̄ 0 (−2 x) + Ḡ(−2 x) = cos x,
2
deducimos que

F̄ (z) = − sen z/2 y Ḡ(z) = 3 cos z/2.

La única solución de (2.24) – (2.58) viene dada por

   
y − 2x y y − 2x y
u(x, y) = − sen cos +3 cos sen = sen (y − x)+2 sen x,
2 2 2 2
como ya sabı́amos. t
u

Ejercicio 2.3.6 Obtener la solución general de la siguiente ecuación

− uxx + 2 uxy − uyy − 3 ux + 3 uy = 0, (x, y) ∈ R 2 . (2.63)

Calcular la expresión de la única solución que verifica las condiciones ini-


ciales
u(x, 2 x) = x3 , un (x, 2 x) = 0. (2.64)

Siendo n = (−2, 1)/ 5 el vector normal unitario a lo largo de la curva (x, 2 x).

Solución: Al ser a = c = −1 y b = 1, tenemos que ∆ = b2 − a c = 0 y, por


consiguiente, la ecuación es parabólica.
La única curva caracterı́stica se obtiene al resolver la ecuación

−(y 0 )2 − 2 y 0 − 1 = 0,

es decir y 0 = −1 o, lo que es lo mismo, y = −x + K, con K ∈ R .


Para realizar el cambio de variable tomamos ξ = x + y y una segunda
aplicación funcionalmente independiente de ésta. Con el fin de que los cálculos
resulten los más simples posibles elegimos η = x.
De nuevo buscamos una función v que verifique v(ξ, η) = u(x, y).
Veamos qué ecuación verifica necesariamente esta función. Es evidente que

ux = vξ + vη ,
uy = vξ ,
uxx = vξξ + 2 vηξ + vηη ,
uxy = vξξ + vηξ ,
uyy = vξξ .
Ejercicios resueltos. 119

Con lo cual, sustituyendo en (2.46), obtenemos que la función v es solución


de la ecuación diferencial ordinaria de segundo orden

vηη + 3 vη = 0.

Denotando w ≡ vη es evidente que w(ξ, η) = F (ξ) e−3 η . Por lo tanto, inte-


grando respecto de η llegamos a la siguiente expresión

1 − e−3 η
v(ξ, η) = G(ξ) + F (ξ) ,
3
es decir la solución general de (2.46) es igual a

1 − e−3 x
u(x, y) = G(x + y) + F (x + y) (2.65)
3
con F y G funciones de clase C 2 .
Para calcular la única solución de (2.63) – (2.64), usando la expresión previa
deducimos que

1 − e−3 x
G(3 x) + F (3 x) = u(x, 2 x) = x3 . (2.66)
3
La derivada del vector normal igual a cero se reescribe como

−2 ux (x, 2 x) + uy (x, 2 x)
0 = un (x, 2 x) = √ ,
5
es decir
uy (x, 2 x) = 2 ux (x, 2 x).
Combinando esta última expresión con la segunda igualdad en (2.66), llega-
mos a la siguiente propiedad

du
3 x2 = (x, 2 x) = ux (x, 2 x) + 2 uy (x, 2 x) = 5 ux (x, 2 x),
dx
con lo cual
3 2 6 2
ux (x, 2 x) = x y uy (x, 2 x) = x .
5 5
Derivando respecto de x e y en (2.65) y usando las igualdades anteriores,
obtenemos que

3
− x2 = ux (x, 2 x) − uy (x, 2 x) = F (3 x) e−3 x .
5
Finalmente, sustituyendo en (2.66), deducimos que

x2 3 x
G(3 x) = x3 +

e −1 .
5
120 Ecuaciones de Segundo Orden

De este modo la única solución buscada está caracterizada por las funciones
z 2 ez z3 z2 z
F (z) = − y G(z) = + (e − 1) ,
15 27 45
con lo cual
(x + y)3 (x + y)2 −2 x+y 
u(x, y) = + e −1 .
27 45
t
u

2.3.2. Ejercicios propuestos


Ejercicio 2.3.7 Obtener la solución general de la siguiente ecuación
4 x2 − 1
uxx − x2 uyy + ux − 4 x2 uy = 0, (x, y) ∈ D,
x
con D = {(x, y) ∈ R2 : x > 0, y > 0}.
Calcular la expresion de la única solución que verifica las condiciones ini-
ciales
u(x, 0) = x2 , uy (x, 0) = 0 para todo x > 0.

Solución: La solución general es igual a


2
u(x, y) = G(2 y + x2 ) + F (2 y − x2 ) e−(2 y+x ) ,

Con F y G dos funciones de clase C 2 y F (0) = 0.


La única solución del problema inicial viene dada por la expresión

u(x, y) = 2 y + x2 + (e−4 y − 1)/2.

Ejercicio 2.3.8 Obtener la solución general de la siguiente ecuación


1 + 4 y2
y 2 uxx − uyy + 4 y 2 ux + uy = 0, (x, y) ∈ D,
y
con D = {(x, y) ∈ R2 : x > 0, y > 0}.
Calcular la expresion de la única solución que verifica las condiciones ini-
ciales
u(0, y) = −y 2 , ux (0, y) = 0 para todo y > 0.

Solución: La solución general es igual a

2
u(x, y) = F (y 2 + 2 x) e−2 x+y + G(2 x − y 2 ),

Con F y G dos funciones de clase C 2 y F (0) = 0.


La única solución del problema inicial viene dada por la expresión
e−4 x − 1
u(x, y) = + 2 x − y2 .
2
Ejercicios propuestos 121

Ejercicio 2.3.9 Obtener la solución general de la siguiente ecuación


1
y 2 uxx − uyy + uy = 0, (x, y) ∈ D,
y

con D = {(x, y) ∈ R2 : y > 0}.


Calcular la expresion de la única solución que verifica las condiciones ini-
ciales
u(0, y) = y 2 , ux (y, 0) = −y para todo y > 0.

Solución: La solución general es igual a

u(x, y) = F (y 2 − 2 x) + G(y 2 − 2 x),

siendo F y G dos funciones de clase C 2 y F (0) = 0.


La única solución del problema inicial viene dada por la expresión
p p
2 (y 2 − 2 x)3 − (y 2 + 2 x)3
u(x, y) = y + .
6
Ejercicio 2.3.10 Obtener la solución general de la siguiente ecuación

−uxx + 2 uxy − uyy − ux + uy = 0, (x, y) ∈ R 2 .

Calcular la expresion de la única solución que verifica las condiciones ini-


ciales
u(x, x) = x, un (x, x) = 0 para todo x ∈ R .

Siendo n = (1, 1)/ 2 el vector normal unitario a la curva (x, x).

Solución: La solución general es igual a

u(x, y) = F (x + y) (ey − 1) + G(x + y),

Con F y G dos funciones de clase C 2 .


La única solución del problema inicial viene dada por la expresión
x+y
u(x, y) = .
2
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