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Nombre: 
JOSUE GALILEO BARRAGAN HERRERA 
 
Matrícula: 
142555 
 
Grupo: 
LP56 
 
 
Materia:  TEORIA Y TECNICAS DE LA ENTREVISTA
 
Docente: 
Mtra. SAMANTH ESPINOZA VARGAS
 
Actividad 4 PRACTICANDO LA ENTREVISTA

Ciudad: Ixtapaluca 
 
Fecha: 31 de octubre de 2022 
Caso Rossana
La entrevistada ha pedido hora para una entrevista psicológica telefónicamente
indicando que es derivada por un colega cuyo nombre menciona. Dice que
necesita ser vista con toda urgencia por lo que desea su hora cuanto antes. Se le
da hora de entrevista para dos días después.
La entrevistada se presenta a su primer consulta psicoanalítica estrictamente
puntual. Al abrir la puerta para que pase al consultorio se levanta hábilmente y me
tiende enseguida la mano. Se la doy y digo:
-Psicoanalista: Hola.
-Rossana: Mucho gusto de conocerle, doctor.
-P: (Le indico no verbalmente dónde habrá de sentarse, cierro la puerta y me ubico
en mi lugar de trabajo. Comienzo tomando sus datos de identificación, y me dice
llamarse: Rossana S. Antes de que yo continúe preguntando, ella me contesta:)
-R: Tengo 33 años, vivo en tal calle, número tal, no tengo teléfono, salvo el de la
oficina a donde podría llamarme si es necesario, cuyo número es tal y tal.
-P: (Como lo lo había dicho  le pregunto por su profesión que resulta ser "
empleada de comercio", y por su estado civil que resulta ser " solterísima". Voy a
empezar a darle instrucciones pero ella con una sonrisa de picardía me dice:)
-R: Mi padre se llama Jorge y tiene 74 años, mi madre se llama Mary y tiene 56
años, tengo también un hermano, todo el  mundo puede tener un hermano, que se
llama Milton y tiene 38 años
-P: (Le doy entonces la consigna acerca de las modalidades de trabajo, la
duración, honorarios y la posibilidad de que tengamos una nueva entrevista. La
muchacha contesta con un onomatopéyico, y al verme tomar mi posición, ella
también intenta hacer lo mismo, en una forma de simetría. Le comunico que yo
tomaré algunas notas y le escucharé en su lenguaje habitual y que le haré algunas
preguntas u observaciones en caso de que éstas sean necesarias. Me contesta:)
-R: Como usted disponga doctor
-P: (La entrevistada está vestida adecuadamente, sin ser llamativa y tiene ciertos
rasgos demostrativos, pero detrás de esa femineidad de vestimenta impresiona la
complexión recia, su peinado varonil con cabellos muy cortos y su mirada fija,
dura, penetrante. Luego que se acomodó a su conveniencia queda en silencio y
muestra de inmediato dificultades para empezar a hablar, como si estuviera
eligiendo las palabras con que va a decir o por lo menos estuviera eligiendo las
palabras para expresarse. Lleva dos dedos de su mano sobre sus ojos que
refriega ligeramente y luego como si hubiera tomado bruscamente una decisión,
comienza a hablar, con voz firme, segura y frases breves. Me dice:)
-R: Estoy rodeada de ejecutivos, digo, en la fábrica donde trabajo. Todos se
analizan. Yo no me siento incómoda pero me tuve que poner a leer sobre
psicología y psicoanálisis. Entre una cosa y otra llegué a la conclusión de que es
necesario analizarse
-P: (Se queda en silencio observándome atentamente, mirándome a veces el
rostro y a veces a las hijas sobre las que estoy tomando notas, y de pronto
bruscamente como si volviera a tomar una decisión continúa:)
-R: Me he dado cuenta que tengo fallas de carácter. Claro que no está en mis
manos solucionarlo. Por lo tanto debo analizarme, es lo lógico, ¿no le parece?. Es
por mi trabajo, ya que de lo contrario el trato con mis ejecutivos va a resultarme
cada vez más difícil.
-P: (Vuelve a quedar en silencio y nuevamente la secuencia de observaciones.
Vuelve a mirarme el rostro y comprendo que le es difícil. Vuelve a pasarse los
dedos sobre los ojos  y sigue mirándome, y pareciera que va a volver a refregarse
los ojos por lo cual decido intervenir: le apunto que de acuerdo con lo que me dice
pareciera que en caso de no existir esa razón de su trabajo no consideraría
necesario analizarse).
R: De todas maneras si no hubiera ingresado en ese grupo lo hubiera hecho en
otra empresa. Ya anteriormente he trabajado en labores similares y esta es mi
manera de vivir. Hace 8 años que estoy en este trabajo y ya anteriormente, si a
usted le interesa saber, hace 6 años estuve en otro similar. Saque la cuenta
doctor. 8 y 6=14, 22. Se puede decir desde que hice el servicio militar estoy
trabajando duro.
-P: (Se ha que quedado sonriente como queriéndome señalar que ha dicho algo
muy ingenioso y que yo debo responder con alguna forma de festejo a tal
ingeniosidad. Como yo permanezco inmutable y simplemente la miro con un
movimiento de ojos, pareciera que se concentrara un instante, que recapacitara, y
luego otra vez sonriente, me dice:)
-R: En fin, no sabría decirle qué hubiera pasado, en realidad tengo problemas
económicos. Usted sabe que para analizarse es necesario cierta capacidad
económica. Eso me había dificultado la idea de analizarme porque hace bastante
tiempo que pensaba hacerlo. Conversando con el Dr. T., éste me dijo que no era
necesario ser un potentado económico para intentar analizarme. Me habló de la
clínica y que yo podía recurrir a ella. Aquí estoy. En realidad a través del trato
diario y todas las dificultades pero termino por darme cuenta que yo soy inmadura.
Anteriormente trabajé en la empresa de un familiar del actual dueño de la fábrica
en que trabajo ahora. Ya para ese entonces me di cuenta de que tenía grandes
dificultades en el trato con las personas. Al principio pensé que sería mejor porque
no tendría que enfrentar a las personas, que el trabajo aislada prácticamente sin
trato con nadie, me aliviaría. Pero fue todo lo contrario, me sentí cada vez más
mal, me deprimía sintiendo que me hacía falta el trato con la gente, que había
perdido algo, que no sabía que era. Este hombre me enervaba. Y sin embargo, no
sabría decirle por qué. Yo soy parca pero tal vez él era más parco. -P: (Se expresa
además a través de una serie de movimientos en su silla, recomendaciones en la
forma de sentarse, y su mirada fija en el ventanal de mi consultorio. Luego me
mira otra vez duramente, penetrante y me pregunta:)
-R: ¿Qué le parece?.
-P: ( Como yo solamente anoto la pregunta que me ha hecho, ella vuelve a toser y
continúa:)
-R: El trato con la gente me es difícil porque soy muy " chinchuda". Siento de
pronto que me invade una especie de rabia. Si me reprimo voy sintiéndome cada
vez más cargada y esto me hace daño. A veces estallo con cierta violencia,
aunque esto sucede la menor de las veces.
-P: (Se queda mirándome, vuelve a sonreírse, luego se ríe, y me dice y me
remarca que sus estallidos suceden muy pocas veces. Resuelvo mirarla
directamente y correspondo con una leve sonrisa y con un gesto que supongo
expresaba ¿y entonces? )
-R: Sabe doctor, esto debe ser herencia. Mi padre, que como le dije tiene 74 años,
es muy explosivo. Pero él no contiene y tampoco se arrepiente. Esta es la gran
diferencia conmigo. Yo sí me arrepiento y pido disculpas. Pero comprendo bien,
como también lo comprenderá usted, de que esto no es solución pues de todos
modos vuelvo a sentirme igual en cualquier momento.
-P: (Vuelve a ponerse sonriente, su mirada dura ha desaparecido y con voz muy
distinta, suave)
-R: Mi madre, que también  le dije que tiene 56 años, es mucho más tranquila,
más que eso, es muy infantil. Cuando suceden cosas que la descomponen, se
pone triste y a veces se pone a llorar. En cambio yo si no estallo, me siento mal
físicamente, en especial del intestino, me empiezan ruidos en las tripas y luego
generalmente tengo diarrea.
-P: (Se ha quedado mirándome dulcemente. He vuelto a mirarla con amabilidad y
hago una señal de asentimiento con la cabeza, para incitarla a que continúe).
-R: Mi relación con mis padres es buena, yo tengo bastante ascendiente sobre
ellos, más ahora que mi hermano de 39 años se casó y de fue del hogar.
-P: (Ha vuelto a ensombrecerse su rostro y reaparece la mirada indagatoria
aunque no tan dura como en los comienzos. Resuelvo mirarla nuevamente como
interesado en lo que está diciendo. Continúa:)
-R: Con este hermano siempre me llevé mal, porque es muy infantil y le cuenta
reconocerlo. También grita. Se irrita muy fácilmente. Dése cuenta, doctor, piense
él es tan infantil y yo tan inmadura. Él es un egocéntrico, nunca tuvimos una
conversación formal, siento que odio a mi hermano.
-P: ( Su rostro ha vuelto a tomar la dureza inicial. Resuelvo intervenir) Le pregunto:
Y sus padres, ¿Cómo toman todo ésto?.
-R: La actitud de mis padres era más o menos imparcial, pero cambió
fundamentalmente cuando mi hermano se casó hace 15 años. Tal vez porque
él absorbía mucho a mis padres y cuando dejaron de tenerlo, ellos se sintieron
abandonados. A pesar de que no vive lejos de la casa de mis padres. Pero a
veces pasa 15 días o un mes sin que aparezca, ni siquiera llama por teléfono. Mi
hermano es muy infantil, y mi madre también es muy infantil. Son tal para cual.
-P: (Pareciera como que se ha ausentado del lugar, ya que su mirada se pierde a
través de los cristales de mi ventanal como buscando algo allá lejos en el
horizonte. Su silencio no es tenso. Por lo tanto resuelvo intervenir nuevamente y le
pido que agregue más datos de lo que está relatándome).
-R: Mi padre como todos los padres, anhelaba un hijo varón perfecto. Yo sé que se
siente decepcionado al ver que su hijo solamente quiere quitarle el lugar de jefe de
familia. A veces las peleas entre los dos eran bravas, ahí sí mi madre parecía
agrandarse y se peleaba con mi padre para defender al hijo.
-P: ( Otra vez silencio, me mira atentamente, otra vez penetrantemente). Le
pregunto: ¿ Cómo recuerda usted que se sentía durante esos episodios?,
¿reaccionaba con sus intestinos?.
-R: Tuve mi primer ataque de colitis ulcerosa a los 16 años. Estuve bastante
bastante grave, con hemorragias, pero un médico me atendió muy bien y me curé.
Seis años después tuve otras crisis pero menos graves, y tiene usted razón
doctor, fue siempre por peloteras. Hace 6 años otra vez pero con muy escasa
hemorragia, pero con mucho dolor en el estomago.
-P: (Quedamos en silencio unos instantes y luego ella continúa: )
-R: Yo comprendo porque he leído sobre esto, que es producto de la represión. Si
me disgusto y no puedo descargarme siento enseguida la reacción en el intestino.
Por ejemplo esta mañana que sabía que venía a esta entrevista, tuve varias
deposiciones. Pero ahora digiero mucho mejor las cosas, o como dicen ustedes,
elaboro mejor. Pero a pesar de que entiendo las cosas no puedo evitarlas.  Mis
padres no me dan el afecto que necesito, siempre fui la niñita que buscaba cariño,
pero ellos siempre se volcaron en mi hermano. Me sentía muy sola y llegué a odiar
a mi hermano desde muy jovencita. Recuerdo un episodio a los 15 años cuando
salía con un muchachito y mi hermano me delató a mi madre por lo cual ella
delante de todos, incluso de mi noviecito, me abofeteó y me retó agriamente. Mi
hermano no comprendía que yo era una chica igual que él, como él. Desde
entonces mi hermano terminó para mí. El me tiene celos, ahora bien claro, porque
yo tengo todo en mi casa, yo ayudo y él no. Mi padre y yo ponemos el hombro
para mantener el hogar.
-P: ( Se queda en silencio, su rostro se endurece un poco y me observa
atentamente). Procedo a preguntarle: después de ese episodio ¿pudo tener otros
noviazgos?
-R: Sí, un novio que murió hace 10 años.
-P: (Se queda callada y otra vez mira a través de los cristales del ventanal) y
resuelvo preguntarle: ¿Por qué no se casó?. (Me mira con asombro, se sonríe casi
alegremente, me dice:)...
-R: Salgo hace 9 años con un hombre casado. Nos queremos mucho, pero es algo
imposible. No es correcto que él deje un hogar para formar otro hogar. No
aceptaría nunca que él dejara a su esposa para casarse conmigo.
-P: ( Luego de que me expresa ésto con relativo entusiasmo, se queda
bruscamente absorta. Le pregunto cuál es su dificultad para seguir expresándose
y me contesta:).
-R: La solución sería que muriera la esposa. Pero eso no está en nuestras manos.
-P: ( Pasa la problemática planteada a esta altura de la entrevista, resuelvo
indagar directamente sobre su sexualidad. Me contesta:).
-R: Mis relaciones sexuales son muy satisfactorias con ese hombre. No siento
ninguna culpa ni envidia frente a su esposa, de quién soy más o menos amiga. Es
decir, más amigas son las familias, mi familia con la familia de la esposa de ese
señor.
-P: (Como entra en un gesto de duda, y murmura algunas palabras
incomprensibles, mezclada con algunos onomatopéyicos, resuelvo seguir
preguntándole). ¿qué haría si se embarazara?.
-R: Decididamente no dejaría seguir adelante un embarazo. Usted comprende los
prejuicios, eso es imposible, pero estoy segura de que sería una buena
madre porque por ejemplo la hija de mi hermano me quiere a mí mucho más que a
su propia madre. La chiquita siempre trata de estar conmigo y llora si la madre la
viene a buscar para separarla de mí. Tal vez por eso quiero tanto a ese hombre
con el cual "salgo". El es muy cariñoso con sus hijos. A veces me parece que él
fuera la madre y el padre de sus hijos. La madre se ocupa poco y siempre está
acicalándose o en reuniones con amigas.
-P: ( Le comunico que ha llegado el fin de la entrevista, y le recomiendo el inicio de
un tratamiento. Me contesta:)
-R: Tengo muchas esperanzas, doctor.
-P: ( La despedida se produce adecuadamente con una sonrisa y muchas gracias,
pero en el momento de trasponer la puerta se vuelve, mira y exhala un suspiro,
finalmente continúa la marcha para retirarse).

Las fases a evaluar están detalladamente entre paréntesis identificando mas que
los conceptos u aspectos a evaluar, ejemplificados y llevados a la practica.

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