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Ficha técnica: Título original: Milk Money.
País: Estados Unidos. Año: 1994. Duración:…
divorcio).
Ficha técnica:
Productores:Simon Stolainen
Productores ejecutivos: Frantz Richard, Antoine Sitoui
Intérpretes:
Kheiron: Wael,
Sinopsis:
Un estafador de poca monta con un pasado difícil, que opera con su madre adoptiva , se hace cargo de un grupo
de estudiantes problemáticos que lo cambiarán todo.
Lo que se dice:
El lm ha gozado, merecidamente, del aplauso de la prensa y el público, que se traduce en una nota media de 6,6,
basada en 1,373 votos. La página norteamericana Imdbeleva esta media a 7,3, basada en una participación de
2,978 usuarios, inusualmente baja. Rotten Tomatoes reseñael lm pero no aporta índices de aceptación.
Pere Solá (La Vanguardia) la califíca como una feel-good movies, advirtiendo que éste es un género infravalorado,
sin embargo es de ese tipo de películas que, y recomendarlas a cuando funcionan, quieres ver una y otra vez, y
recomendarlas a tus allegados. Parece confundir cierta visión buenista con una representación del buen vivir, y no
es una cosa ni la otra.
Crítica:
Desde la primera línea de su escritura cinematográ ca nos percatamos de que no estamos ante un cineasta
cualquiera. Formado como humorista, actor, guionista y director, Kheiron, nacido en Teherán en 1982, es hijo de
Hibat Tabit, un abogado iraní, autor de libros de sociología y experto en 'violencia y mediación ' europeo, revela una
educación humanista, sensible y muy humana. Su cine, caracterizado por una nanciación su ciente para
alcanzar sus objetivos, es difícil de catalogar; muy francés en la expresión que caracteriza a un pueblo que por su
trayectoria geopolítica y su apertura a la tolerancia con la llegada de migrantes de diferentes latitudes, no exenta
de problemas, entre ellos el nacimiento, desarrollo y fortalecimiento de movimientos políticos nacionalistas de
extrema derecha, que no esconden su xenofobia u odio al extranjero, o el nacimiento de banlieues, (antiguos
suburbios, nacidos en la Roma Antica, entre ellos el Subura, en el que nació, creció y se formó como estadista
Julio César), una fuente constante de problemas, especialmente revueltas y enfrentamientos entre estos núcleos
urbanos, en ocasiones bastante graves, como los que protagonizan 'Mala hierba'. El director es más un autor que
analiza la situación de los migrantes, que seguidor del cine de los márgenes y la feel good movie. Es
verdaderamente impactante la imagen del pequeño Wael recortando su pequeña e insigni cante gura por los
amplísimos pasillos que lo conducen a un dormitorio que tiene la misma imagen que el hospital montado en el
Ifema de Madrid para acoger a los enfermos de coronavirus.
Kheiron construye un relato muy bonito, especialmente porque es muy humano, un historia que podemos incluir
en el cine social francés, porque atiende a los alumnos de difícil integración, a los que Kheiron dirige una mirada
cómplice: "Un niño que causa problemas, tiene problemas". Sus protagonistas son muy singulares y tienen un
antecedente: la del niño Wael (nunca se explicita, pero no hay lugar para la duda) que pulula solo por las calles en
las que se enfrentan cristianos y musulmanes, de tantos y tantos países del Mediterráneo oriental, que, como un
Lazarillo de estas latitudes, debe ingeniárselas para sobrevivir en un medio en el que pululan creles militares y en
los que el asesinato es moneda corriente, hasta que tropieza con una monja que se encarga de él y se lo lleva a un
orfanato religioso, en el que no es precisamente la decencia lo que se impone. Kheiron demuestra que no es
necesario lamerse las heridas: unas cuantas pinceladas bien distribuidas suponen una denuncia del papel de
aquellos que han tenido poder y lo han desempeñado contra los más indefensos, incluidos los más pequeños.El
niño Wael le llega a decir a la monja Dominique, en el momento más dramático de su infancia: "Dios quiere que
esté solo y triste. No dejaré que nadie me quiera. Duele demasiado cuando se van."
Junto a él, una Catherine Deneuve que en su madurez está sorprendiendo por la elección de los papeles que
acepta y su gran capacidad, no sólo para defenderlos con gran solvencia, sino por una capacidad sorprendente
para reírse de sí misma (magní ca en 'La última locura de Claire Darling' de Julie Bertucelli (2018), encarna a esta
monja ya madura, que, siendo joven, tomó los hábitos porque no tenía hijos, y en el pseudohogar de niños
abandonados e indefensos encontró el hijo que buscaba, y se erigió en una auténtica madre que iguala a la de
Bong Joon-ho (La madre , 2010), aunque con un per l más relajado, y divertido, pero igual de profundo y re exivo
que el del coreano: Dominique decide que, si Wael acaba en la cárcel como pequeño estafador, ella lo
acompañará en su destino. Sólo una madre hace esto. Gracia Kheiron por la sensibilidad de que haces gala, como
Vivimos tiempos muy difíciles y no nos sobran los mensajes cargados de humanidad, que nos representan con
nuestros vicios y virtudes, pero rechazan a todos aquellos que especulan con nuestras necesidades, se
aprovechan del desamparo sin olvidarse de los niños, e incluso reclaman ciertas formas de esclavismo para
mantenerse a ote. Funcionan, según ciertos periodistas internacionales, como quien sabe que está en una
habitación con un león y no sabe como salir de ella.