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¿Qué fue la Revolución francesa?

La Revolución francesa fue un proceso de transformaciones sociales y


políticas que comenzó en 1789 y terminó aproximadamente en 1799. Inició
como un levantamiento protagonizado por sectores burgueses, nobles y populares
contra la monarquía absolutista y contra los privilegios de la nobleza en Francia. A
lo largo de los años, se convirtió en un período de conflictos violentos no solo
contra los partidarios del absolutismo, sino también entre distintas facciones
dentro del bando revolucionario.

La Revolución francesa fue influida por las ideas de la Ilustración y


el liberalismo, así como por circunstancias económicas y sociales, y tuvo tal
impacto político e ideológico que influyó en episodios revolucionarios de otros
países (como en Hispanoamérica) y se la suele considerar el inicio de la Edad
Contemporánea.

Entre los hechos destacados de la Revolución francesa se cuentan la abolición


del feudalismo, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la
redacción de una Constitución y la instauración de una república. También fueron
importantes la formación de clubes políticos, la implementación de medidas
contrarias a privilegios nobles y clericales, y la oleada de violencia que llevó a la
decapitación del rey (Luis XVI) y la reina (María Antonieta).

Preguntas frecuentes
¿Qué fue la Revolución francesa?
¿Cuál era el lema de la Revolución Francesa?
¿Cuáles son las etapas de la Revolución francesa?





Ver además: Revoluciones burguesas

La sociedad francesa antes de la revolución


El primer y el segundo estado conformaban solo el 3 % de la población francesa.

Antes de que estallara la revolución, la sociedad francesa estaba compuesta


por tres estamentos denominados estados:

• Primer estado. Era integrado por el clero, tanto alto (de origen noble) como bajo (de
origen plebeyo). No pagaba impuestos y recibía de los campesinos un diezmo o
contribución, que consistía en un 10 % de sus cosechas. La enseñanza era impartida
y controlada por la Iglesia, que también podía censurar publicaciones.
• Segundo estado. Era conformado por la nobleza, propietaria de tierras y cuyos
privilegios eran hereditarios. Tampoco pagaba impuestos y recibía, en cambio, tributos
señoriales de los campesinos. También ocupaba cargos cortesanos y administrativos.
• Tercer estado. También llamado “estado llano”, era integrado por
la burguesía (comerciantes, banqueros, profesionales, intelectuales), el campesinado
(pequeños propietarios, arrendatarios o jornaleros) y el artesanado urbano (en
ocasiones agrupado en gremios). Pagaban impuestos y carecían de poder y derechos
políticos.

El primer y el segundo estado conformaban una casta privilegiada que


representaba aproximadamente el 3 % de la población. El tercer estado
representaba alrededor del 97 % de la población, pero debía mantener con sus
impuestos a los otros dos estados. Sin embargo, el tercer estado carecía de
representación para decidir sobre la política impositiva, pues los Estados
generales (asambleas convocadas por el rey para que los tres estados opinaran
por separado sobre asuntos fiscales) no eran convocados desde 1614.

La organización política antes de la revolución


El orden social y político de Francia antes de la revolución fue llamado
Antiguo Régimen. Además de estar dividido en tres estamentos o estados, el
Antiguo Régimen estaba organizado en una monarquía absoluta cuyo rey, Luis
XVI, concentraba el poder político y gobernaba “por derecho divino”, legitimado
por el alto clero.

Los cargos de la corte y la administración eran generalmente ocupados por


sectores de la alta nobleza. Luis XVI, junto con la reina consorte, María Antonieta,
y los cortesanos, hacían muestras de opulencia desde su palacio en Versalles,
mientras el estado llano debía mantener a la nobleza, el clero y la monarquía con
sus impuestos.

La burguesía (que integraba el tercer estado) tenía en general instrucción


intelectual, estaba influida por las ideas de la Ilustración y el liberalismo, y
detentaba poder económico. Por tal razón, aspiraba a ganar influencia política
para decidir en materia fiscal y, finalmente, socavar los privilegios de la nobleza,
reemplazar el absolutismo por formas democráticas de gobierno y fomentar sus
actividades económicas en detrimento de las estructuras feudales del Antiguo
Régimen. Los campesinos y la plebe urbana, sobre quienes recaía el mayor peso
impositivo, también aspiraban a un cambio social.

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