Está en la página 1de 4

Carta a Tito 1, 5-8

Te dejé en Creta para que solucionaras los problemas


existentes y pusieras presbíteros en todas las ciudades,
de acuerdo con mis instrucciones.
6 Deben ser hombres intachables, casados una sola vez.
Es preciso que sus hijos sean creyentes y que no
puedan ser acusados de mala conducta o de ser
rebeldes. 7 Pues el supervisor (u obispo), siendo el
encargado de la Casa de Dios, debe ser irreprensible:
no debe ser autoritario ni de mal genio, ni bebedor, ni
peleador o que busque dinero. 8 Al contrario, que
practique la hospitalidad, que sea amigo del bien,
hombre de buen juicio, justo, piadoso, dueño de sí
mismo.
Carta a Tito 1, 5-8
Te dejé en Creta para que solucionaras los problemas
existentes y pusieras presbíteros en todas las ciudades,
de acuerdo con mis instrucciones.
6 Deben ser hombres intachables, casados una sola vez.
Es preciso que sus hijos sean creyentes y que no
puedan ser acusados de mala conducta o de ser
rebeldes. 7 Pues el supervisor (u obispo), siendo el
encargado de la Casa de Dios, debe ser irreprensible:
no debe ser autoritario ni de mal genio, ni bebedor, ni
peleador o que busque dinero. 8 Al contrario, que
practique la hospitalidad, que sea amigo del bien,
hombre de buen juicio, justo, piadoso, dueño de sí
mismo.
Carta a Tito 1, 5-8
Te dejé en Creta para que solucionaras los problemas
existentes y pusieras presbíteros en todas las ciudades,
de acuerdo con mis instrucciones.
6 Deben ser hombres intachables, casados una sola vez.
Es preciso que sus hijos sean creyentes y que no
puedan ser acusados de mala conducta o de ser
rebeldes. 7 Pues el supervisor (u obispo), siendo el
encargado de la Casa de Dios, debe ser irreprensible:
no debe ser autoritario ni de mal genio, ni bebedor, ni
peleador o que busque dinero. 8 Al contrario, que
practique la hospitalidad, que sea amigo del bien,
hombre de buen juicio, justo, piadoso, dueño de sí
mismo.
Carta a Tito 1, 5-8
Te dejé en Creta para que solucionaras los problemas
existentes y pusieras presbíteros en todas las ciudades,
de acuerdo con mis instrucciones.
6 Deben ser hombres intachables, casados una sola vez.
Es preciso que sus hijos sean creyentes y que no
puedan ser acusados de mala conducta o de ser
rebeldes. 7 Pues el supervisor (u obispo), siendo el
encargado de la Casa de Dios, debe ser irreprensible:
no debe ser autoritario ni de mal genio, ni bebedor, ni
peleador o que busque dinero. 8 Al contrario, que
practique la hospitalidad, que sea amigo del bien,
hombre de buen juicio, justo, piadoso, dueño de sí
mismo.

También podría gustarte