“Donde quiera que se ama el arte de la medicina se ama también a la
humanidad”. Platón La práctica médica en la actualidad sufre desafíos sin precedentes en, prácticamente, todas las culturas y sociedades. Desafíos y conflictos que se centran en las disparidades, las necesidades de los pacientes, los recursos disponibles para satisfacer esas necesidades, la dependencia creciente en las fuerzas del mercado para transformar los sistemas de atención de salud, y la tentación de los médicos de claudicar en su tradicional compromiso con la primacía del interés del paciente. Si bien no existe como tal una definición para el profesionalismo, este hace referencia al cumplimiento con dotes de excelencia y responsabilidad de los deberes y atributos de un profesional, dándolo un enfoque centrado en el campo de la medicina, el profesionalismo medico implica integrar todas aquellas habilidades, valores y actitudes con los que el profesional de la medicina “se gana” la confianza que el paciente y la sociedad le brindan bajo una condición aunque no estipulada de poner sobre todo la salud y bienestar del paciente como primer y quizás único objetivo. En cualquier disciplina pasar por alto el profesionalismo resulta gravemente una falta a la moral, sin embrago, en medicina va mas allá, en la práctica médica la carencia de profesionalismo implica un enorme riesgo en la vida de los pacientes. El profesionalismo actúa a la par de la ética y constituyen la justificación de la actividad medica que es una “empresa intensamente moral”. El profesionalismo médico no es simplemente la base del contrato social en medicina, sino que resulta como una fuerza estabilizadora y moral protectora de la sociedad, es por ello que la actual amenazada y decaimiento del profesionalismo medico debido a los cambios en los sistemas de atención de salud, prácticamente en todos los países industrializados, amenazan la naturaleza y los valores mismos de la profesión médica. Siguiendo lo que dicta su significado el medico profesional considera estrictamente fundamental anteponer los intereses del paciente por arriba de los de él mismo y reconocer que los derechos del paciente son los propios para lo cual debe cumplir con ciertas responsabilidades que en la practica permiten mejorar la calidad de la asistencia médica: Conocimiento especializado, o sea erudición y sabiduría en la medicina como ciencia. Autonomía en la toma de decisiones, que, en el caso específico de la medicina constituye la esencia del acto médico. Compromiso de servicio a la sociedad, en el contexto ético, moral y deontológico* de la medicina. Autorregulación, que diferencia a las profesiones de los oficios. Con todo lo que implica esta cuestión y sobretodo analizando los beneficios que representa la confianza de la sociedad en la asistencia médica (un verdadero baluarte social) ha surgido un genuino compromiso del gremio médico, tanto en instituciones educativas como de salud, para transmitir y consolidar el profesionalismo medico a todos los estudiantes en su formación, así como todo el demás personal de salud que requieren más allá de conocimientos científicos, conocimiento humanitario. Un medio para alcanzar este fin es evidentemente la transmisión de los profesores y personal médico con sus estudiantes y pares incitándolos a adoptar con plena conciencia las obligaciones y responsabilidades características de un verdadero profesional comprometido con su disciplina. Es una necesidad más que cualquier otra cosa, insistir en esta ardua forma de consolidarse en el ejercer de cualquier disciplina, sin embargo, recalcando, en el caso de la medicina resulta mucho más importante ya que involucra temas muy delicados. En conclusión, el profesionalismo medico es más una moralidad interna que incluye una serie de conocimientos científicos, habilidades, capacidades, autonomía en la toma racional de decisiones, compromiso altruista de servicio y rigurosa autorregulación. No es un secreto que la sociedad pone su total y fiel confianza en la medicina y por ende espera una respuesta que reafirmante estos fundamentos y principios, por lo tanto, son los sistemas de salud y sus integrantes quienes deben respetar los valores de la medicina si se pretende que esta mantenga su devoción por la integridad y el servicio humanitario.
Valores inherentes a los médicos
Ser un profesional en alguna carrera implica tener que poner en práctica ciertos valores o principios (algunos desean que se les llame virtudes), y así desarrollar e incrementar su prestigio ante los demás. El plano académico es muy importante, pero de qué sirve un egresado o licenciado si carece de honestidad, puntualidad, responsabilidad, sinceridad, prudencia, decencia, autodominio, voluntad, optimismo, respeto, lealtad, bondad, y más. Valores y cualidades que debe presentar un estudiante de medicina: • Amor a la profesión. • Respeto. • Empatía. • Humildad. • Responsabilidad. • Prudencia. • Calidez. • Profesionalidad. • Capacidad comunicativa. • Ser ejemplar. En sus prácticas clínicas: • Participación activa en todas las actividades relacionadas con el proceso de formación, con exigencia y sentido de la responsabilidad. • Desarrollo personal. • Respetar a los profesores, médicos y a otros profesionales sanitarios que colaboran en el proceso de entrenamiento clínico. • Identificar situaciones que implican algún conflicto ético durante las prácticas clínicas. • Cultivar la sensibilidad ética personal, sin dejarse influir por un entorno desfavorable. • Colaborar con los compañeros estudiantes de medicina, tanto en lo relativo a la actualización de conocimientos como en lo relacionado con la ética personal. • No discriminar a ningún paciente. • Actitud si el estudiante padece una enfermedad transmisible. • Puntualidad. • Identificación. • Respeto de las normas generales y específicas de cada servicio. • El estudiante debe asumir el comportamiento correcto que se espera del personal sanitario en sus relaciones con los enfermos. • El estudiante debe saber escuchar y ser respetuoso en su trato con el paciente, sus familiares y los miembros del equipo asistencial. • Debe tratar de manera respetuosa a todo el personal del hospital. • Uso responsable de los recursos. Referencias bibliográficas: Profesionalismo médico en el nuevo milenio: Un estatuto para el ejercicio de la medicina. Rev Med Chil [Internet]. 2003 [citado el 29 de enero de 2023];131(4):457– 60. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034- 98872003000400016 Wojtczak A. Profesionalismo médico: una problemática global. Educ médica [Internet]. 2006 [citado el 29 de enero de 2023];9(3):144. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1575- 18132006000300009 Ramírez AJL, Ocampo LR, Rodríguez WF. Profesionalismo en Medicina. Anales de Radiología México. 2009;8(4):331-335. Restrepo JFP. El profesionalismo médico [Internet]. Org.co. [citado el 29 de enero de 2023]. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/rcci/v19n3/v19n3a2.pdf Estudio: valores del médico y su carácter. FEM (Ed. impresa) [Internet]. 2014 Jun [citado 2023 Ene 29] ; 17( Suppl 1 ): S23-S37. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2014- 98322014000500003&lng=es.