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La historia es un espejo.

Febrero 11, 2023

La Historia es móvil: nadie puede controlar ni un poco los hechos, sino los resultados
que se devengan nuclearmente de los movimientos administrativos -volcados a las
sociedades y sus relaciones con el mundo-, de aquellos que generan las acciones de
gobierno: esto es que, materializada una decisión territorial, por un ejemplo, puede
conllevar un conflicto, que pudiese o no, evitarse. Lo importante de esto es que al igual
que la vida de los individuos, las decisiones tomadas una vez liberadas de la órbita del
sujeto emisor, ingresando al plano administrativo, en grandes líneas, conlleva una
reacción: por eso mismo son paralelas a la Historia del Estado, así como en los sujetos
que pueden perder amores, acrecentar el patrimonio, o ascender en la calidad y
profesionalidad laboral. En suma, está muy claro desde Educación Cívica 1 que un país
está integrado por la sumatoria de los individuos que lo habitan, que lo hacen, que lo
han formado, así como los hechos de sus propias vidas: todo ello se refleja en los
proyectos realizados, en los que aún pensamos, en los que han quedado atrás…
Hecha la Historia: ¿hecha la trampa?, Pues NO rotundo. Tergiversar lo colectivo es
transitivamente a lo individual lo mismo que esconder los vicios de un hermano o las
bondades de una hermana, desdibujar la Historia nos acota como cuerpo-colectivo-
social, nos disminuye en nuestro potencial identificativo, relaja la posibilidad de
reacción ante lo peor, atomiza los grupos permeados por las ideologías: y esa es
verdaderamente una palabra mala dentro de los Estados con sociedades que además de
no conocer en profundidad la Historia, no practican el sano ejercicio de la memoria.
Porque memoria, no es un ejercicio específico ante un hecho que se puede pretender
cambiar: Memoria, con mayúsculas es lo recibido por el espejo que impasible,
sencillamente muestra la verdad de lo que vemos ante nuestro constructo. Memoria es el
archivo y el documento que nunca deja de hablar desde la oscuridad de los anaqueles,
memoria no es el discurso que intenta modificar los archivos que susurran con poderoso
silencio.
La Historia entonces es una seguidilla encadenada de hechos específicos que contienen
como resultado una expresión socio-colectiva, una identificación que se cultivan en la
recta del tiempo: y una personalidad ciudadana que madura a velocidad que ni los
mejores sociólogos podrían estimar. Nuestra República tan amada, para aquellos que
hemos visto la “Argentina Buena”, noble, de regularidad, requiere ante la terapia
intensiva de los países, una atención urgente que le permita vivir, porque en rigor de
verdad, aquellos sistemas que han perdido a sus ciudadanos, abandonando la libertad de
una República lamentan en sus días del hoy, la inquietante igualdad de los infinitos
colores de los totalitarismos y su primo el populismo.

Tiempo Peligroso,
No Tenemos Solución.

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