Permíteme poseer la puerta del enemigo por medio de Jesús
(Génesis 22:17). Establece las puertas de alabanza en mi vida (Isaías 60:18). Desato arietes contra las puertas del infierno (Ezequiel 21:22). Las puertas del infierno no prevalecerán en contra mía (Mateo 16:18). Que las puertas de mi vida y de mi ciudad sean abiertas para el Rey de gloria (Salmos 24:7). Abre para mí las puertas de justicia para que pueda entrar (Salmos 118:19). Fortifica los cerrojos de mis puertas (Salmos 147:13). Rompe las puertas de bronce y haz pedazos los cerrojos de hierro (Isaías 45:2). Abre ante mi las puertas para que pueda entrar y recibir los tesoros escondidos y los secretos muy guardados (Isaías 45:1-3). Reprendo a todo enemigo en las puertas (Salmos 127:5). Que todas las puertas de mi vida y mi ciudad sean reparadas por medio del Espíritu Santo. Que la puerta del valle sea reparada (Nehemías 2:13). Que la puerta de la fuente (que representa el fluir del Espíritu Santo) sea reparada (Nehemías 2:14). Que la puerta de las ovejas (que representa lo apostólico) sea reparada (Nehemías 3:1). Que la puerta del pescado (que representa al evangelismo) sea reparada (Nehemías 3:3). Que la puerta vieja (que representa los movimientos del pasado) sea reparada (Nehemías 3:6). Que la puerta del muladar (que representa la liberación) sea reparada (Nehemías 3:14). Que la puerta de las aguas (que representa la enseñanza y la predicación) sea reparada (Nehemías 3:26). Que la puerta del este (que representa la gloria) sea reparada (Nehemías 3:29, Ezequiel 43:1-2). Que las aguas fluyan desde el umbral de la puerta a mi vida, pasando por mis tobillos, mis lomos y mi cuello (Ezequie147:1-5). Pon piedras de carbunclo en mis puertas (Isaías 54:12). Mis puertas estarán de continuo abiertas para recibir bendiciones (Isaías 60:11). Ordeno que las puertas del norte, del sur, del este y del oeste en mi ciudad sean abiertas para el Rey de gloria. Reprendo a todo enemigo que apostado en las puertas trate de evitar que entre la salvación. Oro porque los guardas apostólicos de las puertas se levanten y tomen su lugar en mi ciudad (Lamentaciones 5:14). Que las puertas de mi vida y de mi ciudad sean cerradas a la impureza, la brujería, las drogas, la perversión y la maldad, en el nombre de Jesús. Oro porque las puertas de entrada en mi nación se vuelvan puertas de justicia y no de iniquidad. Señor, levanta iglesias que, como Bet-el, sean puerta del cielo (Génesis 28:17). Señor, levanta iglesias apostólicas que actúen como puertas para permitir la entrada de tu presencia y de tu revelación a mi región.