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A fondo

Rayos y Pararrayos
Estamos muy familiarizados con la liberación violenta de energía
eléctrica en forma de rayos. Aunque es un suceso común, aún
tenemos mucho que aprender sobre la formación de los rayos.
Sabemos que durante la formación de una nube de tormenta ocurre
una separación de carga. Las diversas regiones de la nube adquieren
cargas diferentes, por lo general con la parte inferior de la nube
cargada negativamente, como resultado, se induce una carga
opuesta sobre la superficie de la Tierra, como se observa en la
figura.
Eventualmente el rayo puede reducir estas diferencias de cargas
mediante la ionización del aire, permitiendo un flujo de carga entre
la nube y el suelo. Sin embargo, dado que el aire es un buen
aislante, el campo eléctrico debe ser muy fuerte para que esto
ocurra.
No se comprende totalmente como ocurre la separación de la carga en la nube, pero se cree que está
asociada de alguna forma con el movimiento vertical del aire y la humedad dentro de las nubes de
tormenta. El agua es una molécula polar, es decir tiene regiones de carga, y bajo ciertas circunstancias
las moléculas de agua se pueden romper para producir iones con carga positiva y negativa. Se cree que
puede ocurrir una ionización como resultado de las fuerzas de fricción entre las gotas de agua.
Sin embargo, una teoría más plausible considera que la separación tiene lugar durante la formación de
“perlitas” de hielo. Se ha demostrado experimentalmente que a medida que las gotitas de agua se
congelan, los iones cargados positivamente se concentran en las regiones exteriores más frías de las
gotas, mientras que los iones cargados negativamente son concentrados en las regiones interiores más
calientes. Así una gotita en congelación tiene una capa externa de hielo cargada positivamente y un
interior líquido cargado negativamente.

*Ionización. Cuando un átomo o molécula adquiere carga positiva o negativa; cuando gana o pierde electrones o cuando se combina con
otro.

*Ionización del aire. Es la ganancia o pérdida de electrones de las moléculas que están en los gases atmosféricos.
A medida que la parte interior de la gota empieza a congelarse se expande y rompe la capa exterior. Esto
origina fragmentos de hielo con carga positiva, que son llevados hacia arriba por la turbulencia interna
de la nube. Esto ocurre a gran escala y las gotas remanentes, relativamente pesadas, con carga negativa
se asientan eventualmente en la base de la nube.
La mayor parte de los rayos ocurren enteramente dentro de la nube
(descargas intranube) en donde no pueden verse directamente; sin
embargo, las descargas visibles, más familiares, tienen lugar entre
dos nubes (descargas de nube a nube) y entre la nube y la Tierra
(descarga nube a suelo). Las fotografías tomadas de descarga a
Tierra son con cámaras especiales de alta velocidad que revelan la
ionización hacia abajo casi invisible, que tiene lugar en una serie
de etapas o saltos, por lo que se conoce como “cabecillas
escalonadas”.
A medida que el cabecilla se acerca a Tierra, los iones con carga positiva surgen de los árboles, los
edificios altos o el mismo suelo en forma de serpentina para encontrarse con él.
Cuando una serpentina y un cabecilla hacen contacto, los electrones a lo largo del canal del cabecilla
fluyen hacia abajo, el flujo inicial tiene lugar cerca del suelo, y conforme continúa, los electrones que
caen cada vez más arriba comienzan a migrar hacia abajo. Por tanto, la trayectoria del flujo de
electrones se extiende continuamente hacia arriba en lo que se llama “choque de retorno” . El
surgimiento de un flujo de carga en el choque de retorno causa que la trayectoria conductiva se ilumine
produciendo el brillante relámpago visto por el ojo y registrado en las fotografías del rayo con
exposición prolongada.
La mayor parte de los relámpagos tienen una duración de 0.50s. Por lo general, después de la descarga
inicial, tiene lugar otra ionización a lo largo del canal original y ocurre otro choque de retorno. La mayor
parte de los eventos de rayos tiene tres o cuatro choques de retorno.

Se dice con frecuencia que Benjamín Franklin fue el


primero en demostrar la naturaleza eléctrica del rayo.
En 1750 surgió un experimento en el que se utilizaría
una varilla metálica sobre un edificio alto. Sin
embargo, un joven francés llamado d´Alibard llevo a
cabo el experimento y atrajo chispas de una varilla
durante una tormenta. Franklin tuvo una suerte
extraordinaria de no haberse electrocutado. “Bajo
ninguna circunstancia debe usted repetir este
experimento” En promedio los rayos matan a 200 personas cada año en Estados Unidos y lesionan a
otras 550.
Un resultado práctico del trabajo de Franklin con los rayos ha sido el pararrayos. Este consiste
prácticamente en una varilla metálica aguzada, conectada mediante un cable a una varilla de metal
dirigida hacia el interior del suelo, o enterrada. Franklin escribió que la varilla “o previene el choque de
la nube o bien, si el choque se produce, conduce éste hacia tierra para seguridad del edificio”.
Este último es el principio de operación del pararrayos. La idea es que la varilla elevada intercepte el
cabecilla escalonado ionizado de la nube en su viaje hacia abajo, y lo descargue sin peligro antes de que
llegue a la estructura o haga contacto con una corriente dirigida hacia arriba. Esto evita la formación de
las oleadas eléctricas dañinas asociadas con la corriente de retorno.

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