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HOJAS EN
Junio 2019 Año XI nº 42 LA ACERA
E
L
A
Nº 42 Año XI
JUNIO 2019
GACETA INTERNACIONAL
HOJAS EN LA ACERA ISSN 1989-5984 www.hela17.blogspot.com hojasenlaacera@hotmail.es
Editada en España
DE HAIKU
HOJAS EN
Junio 2019 Año XI nº 42 LA ACERA
Redacción
Traducciones
Leticia Sicilia
letisicilia@hotmail.com
Enlace América
Jorge Braulio Rodríguez
jorgebraulio@cubarte.cult.cu
Enlace Japón
Félix Arce
xilinbi@hotmail.com
Ilustraciones
Sandra Pérez
sandraenlaluna@gmail.com
Ayudante de maquetación
Toñi Sánchez Verdejo
toni1603@gmail.com
Coordinador de Publicaciones
Javier Sancho
javiersancho666@hotmail.com
Redactor Jefe
Elías Rovira
elias.rovira@gmail.com
Director
Enrique Linares
elinaresmarti@gmail.com
HOJAS EN LA ACERA
EDICIÓN DIGITAL
editada en España:
ISSN 1989-5984
EDICIÓN IMPRESA
editada en España:
ISBN 1314 - 7811
Blog de HELA:
www.hela17.blogspot.com
Email de contacto:
hojasenlaacera@hotmail.es
Sumario
Nº 42 Junio 2019
Editorial, pág. 4
Diarios de Bashô
de Carmen García Carnicér, pág. 11
LIBROS:
“Los cuatro elementos”
“Jardín de haikus”
“Haiku from iberia and beyond”
“Diez años de haiku”
“Vitral de instantes” y “Octante luna”, pág, 32
Comentarios del equipo de redacción a los mejores puntuados del kukai, pág. 69
Editorial
A sí, casi sin darnos cuenta, se nos ha llenado esta gaceta de aves con las foto-
grafías de Alfredo Benjamin (alberasan), de sus ―correlimos‖ tanto en la portada
como en el interior de la publicación; de ―vencejos‖ en el artículo de Gloria, que tras
leerlo, los buscaremos en el cielo con más asombro si cabe, y la sección de Xaro,
llena de aves de primavera, con los haikus de muchos compañeros.
Pero por si faltaba alguno: nuestra carta haiku que está dando la vuelta al mundo
tiene como inspiración un gorrión que, según el texto de Frutos que escribió en
Chinchilla, echó volar desde Japón para tomar algo de cada sitio por donde pasa.
Este equipo de redacción os sugiere que a partir de ahora prestemos más aten-
ción a las aves que surcan nuestros cielos no sólo para escribir haikus sobre ellas
sino también para protegerlas. Destaco una frase del artículo de José Antonio Ló-
pez: “El haijin japonés asume que la naturaleza es la obra abierta más extensa e
importante ante la que jamás se encontrará.” Aunque escribamos haikus urbanos,
pues para la mayoría de nosotros es nuestro hábitat, nunca dejaremos de asom-
brarnos por la maravilla que es contemplar la naturaleza. Protegerla es la mejor ma-
nera de escribir sobre ella.
En esta gaceta damos la bienvenida a otra sección: “Sake con tinta”, que a partir
de este número nuestro amigo Félix Alcántara Llarenas nos escribirá desde Zarago-
za.
Por último invitaros a visitar de vez en cuando nuestro blog, especialmente crea-
do para seguir el transcurso de nuestra carta haiku que está dando la vuelta al
mundo:
https://haikuporelmundo.blogspot.com/
Feliz lectura.
REDACCIÓN DE
HOJAS EN LA ACERA
Cuando el
déficit realza
de Félix Alcántara Llarenas
ma: con menos de diecisiete sílabas puede lograrse remarcar los focos de aten-
ción sin detrimento de la delicadeza estética. Si bien con la disposición de dos ver-
sos del mismo metro que incluyen uno mayor entre ambos se consigue un esque-
ma expresivo con lo que abarcar una totalidad sensitiva, reducir el cómputo silábi-
co es una técnica con la que se logran haikus audaces y originales, pero no por
ello menos profundos ni bellos.
Consideraremos dos rasgos del verso para efectuar este cambio en el haiku clá-
sico: la medida y la posición. No se tratará solo de reducir el número de sílabas
por debajo de cinco o siete, sino también de aplicar esta reducción en la posición
donde no correspondería según el molde habitual, resultando que el pentasílabo
se alargue y el heptasílabo se acorte, solo se acorte un verso o todos se reduzcan
en su medida. Distintos valores del haiku se verán alterados y realzados según la
decisión del haijin.
La mariposa blanca,
¿o es el jazmín
que vuela?
verso es el heptasílabo, con lo que el desarrollo central debe ser más sintético a
favor de una introducción más marcada: el color blanco se adueña como leit motiv
del haiku sobre la presencia de la mariposa. Los versos siguientes pivotan cada
uno en torno a sustantivo y verbo, rematando la metáfora sobria que nos recuerda
a Kikaku y sus libélulas de pimienta. La interrogación insufla sentimiento de sor-
presa e ingenuidad para conseguir unos versos con un asombro infantil atempera-
do por la metáfora ingeniosa. Pero aunque pudiera ser un haiku que alterara me-
nos sus motivos naturales, nos interesa en este caso el último verso, cuya breve-
dad rotunda (tan solo tres sílabas) acentúa su inacabamiento a pesar de que el
mensaje queda completo: los elementos de la comparación están todos pero pare-
ce que falta algo; ¿cómo vuela?, ¿a dónde?, ¿parece tener alas como la mariposa
o solo lo mece el viento?; en este último caso se suavizaría la metáfora. De cual-
quier modo, el cortísimo último verso aporta una incertidumbre suave que nos inci-
ta a rematar lo incompleto.
Estos dos haikus de Guillermo López Gallego (Todo a zen, Colección Haiku, los
papeles de El Sitio) cuentan con una medida perfecta que altera el cómputo leve-
mente (dieciocho sílabas) y la disposición completamente (7/4/7). Logra con ello
unas escenas muy desarrolladas, vibrantes y fotográficas, sobre todo en el segun-
do, con una función de puente en el verso central que resulta determinante para la
sorpresa final. Esta suspensión preparatoria del segundo verso se refuerza gra-
cias a su brevedad, que sostiene la atención con los medios mínimos para desem-
bocar en una conclusión tan desarrollada como la propuesta inicial del haiku. Si
con Duque Amusco se nos invitaba a completar lo inacabado sin más, López Ga-
llego es menos paciente y realiza esa propuesta un verso antes para resolverla
después. En el primer haiku el último verso es imprescindible para que el mensaje
cobre sentido: queremos saber qué es eso tan blanco. En el segundo no nos in-
teresa tanto qué picotean las palomas, por lo que asombra más la mención de la
boda pasada y el barullo que impedía a las aves bajar a comerse el arroz. Los te-
trasílabos centrales semejan nudos hechos en cintas demasiado largas que las
tensan por el centro para adaptarlas a su función estética.
DOS PAISAJES
Colinas.
Valles y cimas.
¡La vida!
En estos versos de José Mª Gonzáles de Mendoza (La plata que se hundió con
los piratas, antología de Haijines mexicanos) Colección Haiku, los papeles de El
Sitio) vemos cómo reducir el cómputo silábico no siempre logra una síntesis armó-
Félix Alcántara Llarenas
nica. No solo cuenta con título, innecesario para enmarcar cualquier haiku, sino
que, a pesar de emplear tan solo sustantivos y una estructura asindética extrema,
acumula un exceso de focos de atención que son además motivos muy rotundos
con los que no cabe comparación interna. Tan solo once sílabas, con una disposi-
ción clásica de verso más largo como central, logran llamar la atención sobre la
forma gráfica pero bastan para desbaratar la estructura interna, en la que los ele-
mentos citados son demasiado semejantes semánticamente. Si bien, la presencia
de palabras bisílabas le confiere cierta delicadeza sencilla.
Cuando la lluvia
se volvió nieve,
qué silencio
Con este haiku, Luis Carril (Luna en el río, Concurso Internacional de Haiku de
la Facultad de Derecho de Albacete, Ediciones IV a VIII) consigue una imbricación
especial entre tres focos de atención que se disuelven en dos gracias a la seme-
janza métrica del conjunto. Cada sustantivo del haiku descansa en un verso co-
rrespondiente que mide solo cinco o cuatro sílabas, los elementos que han de fun-
dirse en uno son correlativos (la lluvia y la nieve) y miden lo mismo, y el elemento
resultante se nos muestra en el verso más corto, con lo que la comparación se
SAKE CON TINTA
Calle en silencio
cae
una hoja
Crónica de un
José Antonio Olmedo
acontecimiento inesperado
de José Antonio Olmedo López-Amor
El acto, según Aristóteles, quien acuñó el término, es lo que hace ser a lo que
es:
Por más belleza que encontremos en un haiku, aunque ostente una profunda
evocación, una eléctrica transmisión sensorial y cumpla escrupulosamente con la
inclusión de una palabra estacional, métrica clásica y demás rasgos exigibles a
esta composición poética, no merecerá llamarse `haiku´ si en ella no se cuenta un
suceso vivido. Por tanto, hemos de excluir todo poema comparativo, hiperbólico o
meramente expresivo de nuestro mundo interior o descriptivo en cuanto a cosas
inertes no involucradas en la acción del mundo.
La importancia del acontecimiento, del suceso en el haiku, va más allá del requi-
sito funcional regido por las características del género. Si pretendemos transmitir
la emoción sentida tras un encuentro con algo inesperado, es evidente que no po-
dremos hacerlo sin referirnos al mismo. Ahora bien, existen varias maneras de
evidenciar ese hecho desencadenante en el poema.
Por otra parte, es completamente válido relegar el acto principal del poema al
terreno de la elipsis, evidenciar a través de los elementos poemáticos que sí apa-
recen en el poema un suceso que tanto a estos, como al propio poeta, subyuga:
1 https://es.wikipedia.org/wiki/Acto_(Arist%C3%B3teles)
2 Libro de Félix Arce Araiz publicado por Ediciones de la Isla de Siltolá en 2018.
«primer día de otoño… / algo diferente en el aire / de la tarde» (Félix Arce, Recogi-
José Antonio Olmedo
do en el agua).
Diarios de Bashô
Carmen García Carnicér
Diarios de viajes
y otros textos
de Carmen García Carnicér
“Bashô caminó trenzando, con el hilo refinadísimo de sus palabras, (…) una
Palabra desperdigada y casi olvidada por el mundo.”
D e los diarios de Bashô, sólo Oku no Hosomichi había sido traducido al caste-
llano: por Octavio Paz y Eikichi Hayachiya en la primera ocasión, estando la
Diarios de Bashô
Yedra plantada,
cuatro o cinco bambúes
dan voz al viento.
“En el comienzo del noveno mes volví a mi tierra natal, a la heredad familiar. La
helada había marchitado los lirios que mi madre cultivaba y no quedaba ni rastro
de ellos. Nada era igual que antes. Mis hermanos, muy cambiados por el tiempo,
se me acercan: pintan canas en las sienes y arrugas alrededor de los ojos:
"Todavía estamos vivos", se limitan a decir, y después callan. El mayor desata los
cordones de una bolsita de talismanes y susurra: “Venera los cabellos blancos de
nuestra madre. Que esta bolsa sea para ti como la preciosa caja de Urashima. Llo-
ramos juntos por un instante.”
Tanto varear
el algodón. Laúdes
entre bambúes.
Monjes y flores
perecen y renacen.
El pino: eterno.
Crónica de Kashima
Luna veloz.
En las ramas del árbol
gotas de lluvia.
De Tôsei (Bashô)
La lluvia dobla
el bambú, que se yergue
al ver la luna.
Diarios de Bashô
Sora
“En los Diarios aparecen los elementos típicos del estilo de Bashô: la alianza, en
los poemas, de lo cotidiano y de lo insólito, y una prosa que puede llegar a ser tan
concisa y evocadora como la poesía; el tramado entre ambas, además, es más su-
til que en otras obras anteriores del mismo género. A Bashô le interesaba emplear
un lenguaje fresco para describir tanto los sitios que visitaba como las emociones
que le producían, aunque no siempre haya logrado desprenderse de ciertas refe-
rencias y "apoyos" tomados de la tradición literaria”.
Diario de mi mochila
En el paso,
en el cielo reposo
más alto que una alondra.
Arremolinadas
caen las mimosas,
en el fragor de la cascada.
“Estamos a mediados del mes de las liebres, el cielo está todavía cubierto y la luna
Carmen García Carnicér
perezosa: breve noche encantadora. Un tierno follaje oscurece los montes; al alba,
cuando el cuco canta, el cielo comienza a aclarar hacia al mar y en los campos,
que parecen muy altos, se descubren ondas de espigas de luminosos granos ber-
mejos. Entre las chozas de los pescadores se observan amapolas:”
Pescan al alba.
Entre amapolas blancas
rostros morenos.
“Deseoso de conocer el pasado, quiero ascender hasta la cima del monte Tetsu-
kai. El muchacho que me guía nos conduce por un sendero que asciende a lo largo
de dos leguas. Lo seguimos entre riscos y tortuosas rocas; a punto de despeñarme
varias veces, me agarro a las matas de azaleas y de bambú enano: fue mérito de
aquel guía, que me parecía tan poco fiable, llegar al fin, jadeante y sudado, a la ci-
ma, auténtico umbral de las nubes”.
Flauta marcial.
A la sombra de un árbol
creo escucharla.
Diarios de Bashô
“En Ichi-no-tani pude contemplar, a mis pies, las empinadas montañas en las
que Yoshitsune lideró a su ejército, a los que ordenó cargar ladera abajo, y vi el
pino en el que colgó su gong de guerra. Un poco más allá, cruzando el valle, se
alzaba el campamento enemigo.
Pensaba en esos trágicos tiem-
pos cuyos sucesos pasaban ve-
loces por mi mente: la noble
monja que estrecha en el pecho
al pequeño emperador, la empe-
ratriz que tropieza con la cola del
vestido cuando sube a la barca
con camarote, los asistentes, las
damas de honor, las criadas, los
armarios que guardan las arpas,
los laúdes y otros objetos precio-
sos envueltos en tapetes y este-
ras; todos apresurándose, con
los enemigos pisándoles los talo-
nes, hacia los barcos para esca-
par de la masacre que se avecinaba. Casi todo acabaría, como si fueran regalos
imperiales hechos a las hormigas y a los peces, esparcidos entre la hierba, la are-
na de la playa o las aguas del mar.
Esta es la razón por la que, después de miles de años, todavía hoy las olas de
este mar rompen contra la orilla con un sonido tan triste”.
En el monte Obasuta:
Despidiéndome,
penetré en el centro
del otoño de Kiso.
En Matsushima:
que la grulla le preste
alas al cuco.
(De Sora)
Aunque intenté refrenar mis emociones para poder dormir un poco, no lo conse-
guí. Al final me incorporé y saqué mi cuaderno de notas de la bolsa. Busqué algu-
nos de los poemas sobre Matsushima que me habían obsequiado mis amigos
cuando me despedí de ellos y los releí…”
Diario de Saga
Carmen García Carnicér
“En mi viaje hasta Saga, a La Casa de los Caquis Caídos de Kyorai, me acompa-
ña Bonchô y se queda conmigo hasta el atardecer. Había manifestado la intención
de quedarme un tiempo, por lo que las mamparas de papel han sido reparadas, los
hierbajos arrancados y se ha acondicionado un rincón de la casa para que pueda
dormir en él. Sobre una mesa baja hay un tintero, una caja de útiles de escritura y
una serie de libros: Poemas chinos de autores japoneses, la Historia de Genji, el
Diario de Tosa, y algunos más. Sobre una bandeja de cinco niveles, laqueada en
Diarios de Bashô
oro y decorada al estilo chino se ha colocado un gran surtido de dulces. Una bote-
lla de buen sake y hermosas copas, además de otras delicias gastronómicas, han
sido traídas de Kyoto. No falta de nada y, olvidándome por una vez de mi pobreza,
saboreo indolente y tranquilo esta repentina abundancia.”
Arashiyama:
el viento cose dentro
del bambudal.
Día 20
La luna busca
ese cuco que canta
en los bambúes.
Esta noche Ukô y Bonchô se quedan con nosotros, lo que nos obliga a apretar-
Carmen García Carnicér
nos los cinco bajo una única mosquitera. Como dormir se hace casi imposible nos
vamos levantando uno a uno. Pasada medianoche, sacamos fuera los dulces y el
vino que sobraron y conversamos hasta el amanecer.”
Para Bashô, el camino era la ocasión para combinar observación, reflexión, me-
lancolía, humor, nostalgia… Caminante austero, encontraba en su vagabundeo el
silencio necesario para que todo en su entorno se manifestara, y surgieran esos
momentos preferidos del haiku.
Como escriben Silva e Ito: “La observación exterior –los hitos de la tradición y la
geografía japonesa– superpuesta con una observación interior. Sus textos transpa-
rentan una simpatía por todo lo viviente, una fraternidad en la impermanencia de
hombres, animales y plantas. En esta suerte de igualdad universal, el poeta se fun-
de con su entorno en la misma sencillez.‖
Diarios de Bashô
Asombros afines
Asombros afines Carlos Blanc
de Carlos Blanc
El haiku y el tiempo
Nubes y claros.
Me detengo a escuchar
lo que dice la luz.
(Emilio Pedro Gómez)
P
po.
ara mí el haiku se caracteriza, más que por la ausencia del yo ─como suele
decirse a veces un poco a la ligera─, por la búsqueda de la ausencia del tiem-
Ejemplos que no son necesariamente haikus, aunque algunos lo son (el primero,
Asombros afines Carlos Blanc
de Durilén), otros lo son para nosotros pero no, quizás, para otros (el segundo, de
Emilio Pedro) y otros, definitivamente, no lo son (el tercero, de T.S. Eliot). Pero to-
dos comparten esa búsqueda del no-tiempo…
Todos comparten esa búsqueda del no-tiempo, decíamos… incluso este magnífi-
co y famoso poema de Dylan Thomas, Prólogo, con el que cerramos la sección de
hoy y donde el poeta intenta parar el tiempo a base de manejar con maestría el to-
rrente de palabras dentro del tiempo del poema, tiempo poético que detiene el
tiempo con sucesión de versos iniciados siempre con mayúscula para marcar su
independencia unos de otros, su superposición, versos en los que no se encuentra
un solo punto y seguido, o a parte, que ordene la frase en un antes y un después,
torrente de palabras acumuladas que busca detener el tiempo de la vida en una
imagen que crece sobre sí misma, incesantemente, ―el quieto del mundo que gira‖,
que diría Eliot.
NOTA FINAL: ¿Alguien dirá que este poema es un haiku porque el yo casi (casi,
Asombros afines Carlos Blanc
sí, pues en el verso cuarto ¡aparece la casa del poeta, ―su‖ casa!), casi desapare-
ce, diluyéndose en la naturaleza? Seguro que no… ¿Alguien dirá que el haiku de
Emilio Pedro Gómez no es un haiku porque en él es el yo protagonista al detener-
se a escuchar la ausencia de tiempo, ―lo que dice la luz‖? A mi juicio, no debería...
Finalmente, ¿qué yo es el que lee ―otro haiku‖ en el haiku de Durilén? ¿Es el yo de
todos los días? ¿O es el yo que ha desaparecido en el tiempo de la lectura del hai-
ku que está dentro de su haiku)…
Celebrar la Vida
Celebrar la Vida Xaro Ortolá
de Xaro Ortolá
Haikus contemporáneos
Aves de Primavera
luz matinal…
el vuelo trepidante
de los vencejos
La luz del alba, las gotas de relente aún suspendidas en las hojas, en las briznas,
en los pétalos de las rosas, dibujando un arco iris y mostrando un mundo dentro de
otro mundo; vida a cada paso que uno da y el deleite al escuchar a los mirlos tem-
praneros…
Jardín al alba,
junto a los mirlos se escucha
un nuevo piar…
La tierra de cultivo, el sudor resbalando por las sienes, con cada golpe de azada
saltan las piedrecitas en todas las direcciones; doblado cavando el campesino con
su cuerpo encorvado escucha a la vez el sonido de la tierra y el sonido del cielo.
cavando
la tierra seca, ¿a dónde
van los vencejos?
Arroyo tranquilo, el cañaveral muestra sus mejores cañas, algunas se inclinan en-
marcando en un arco natural el fluir del arroyuelo, donde solo el rumor del agua
Celebrar la Vida Xaro Ortolá
rompe el silencio y…de nuevo se escucha el piar tímido de algunos gorrioncitos
que caminan sobre las cañas entrenando sus flamantes alitas.
caña inclinada…
los amagos de vuelo
de dos gurriatos
En alguna parte, un banco, un parque, el rumor de las hojas de los árboles, placi-
dez auténtica, el anciano cierra los ojos, solo escucha los sonidos de las aves, las
risas de los niños… tanta pureza solo se puede disfrutar con la atención de los oí-
dos y… sigue con los ojos cerrados porque también escucha con todo su corazón.
Josune Espartza
(Navarra)
La luz del bosque, el sol entre los árboles con sus franjas doradas iluminando la
senda…La mirada se posa en la copa de los pinos justo en esos espacios que de-
jan de unas ramas a otras, oteando con la mano en la frente el vuelo mágico de las
aves no cautivas.
Senda de zarzas.
Ronda en todo lo alto
un aguilucho
Llegan al charco
nubes que vagan lentas
y un gorrioncillo
Hakus para
Haikus para Vencejos sin fronteras
E l 7 de junio es el Día Mundial del Vencejo, una iniciativa que parte del proyecto
―Vencejos sin fronteras‖ (Martinets Sans Frontières‖). En España, una de las
colaboradoras, Gloria Molina, Bióloga y divulgadora Medioambiental con especial
dedicación a los vencejos, ha invitado a AGHA a estar presente en este evento.
AGHA ha participado en esta celebración con haikus para resaltar la importancia de
estas aves que pasan la mayor parte de su vida en el cielo.
www.trikotonatur.com
https://haikusenalbacete.blogspot.com/2019/06/hoy-7-de-junio-es-el-dia-mundial-
del.html
al mirar atrás
con otro brillo
el vuelo de los vencejos
Félix Arce, momiji
¿Qué te parecería si te dijera que los vencejos vuelan casi 20.000 km durante un
año y prácticamente sin posarse? ¿Qué pensarías si te dijera que los vencejos son
los mayores controladores biológicos de plagas y nos regalan un beneficio brutal
para nosotros eliminando, por su alimentación, insectos perjudiciales como moscas
o mosquitos?
Pero a su vuelta nosotros les recibimos mal. Destruimos sus nidos al reformar los
tejados o no contamos con dejar huecos en las nuevas construcciones. Usamos
insecticidas y pesticidas de forma indiscriminada eliminando su único alimento, los
insectos voladores. Hemos cambiado el clima, lo que les afecta negativamente, y
muchas más acciones que ni siquiera has llegado a pensar y que han hecho que su
población haya bajado drásticamente en los últimos años.
Los vencejos son aves protegidas por ley. Al igual que muchas otras aves, la ley
les protege, aunque la justicia mire hacia otro lado y les deje indefensos. Está
prohibido molestar, capturar individuos de esta especia o destruir sus nidos con
sanciones económicas elevadas e incluso con prisión. La Fauna urbana y la biodi-
versidad es necesaria para una ciudad saludable, hay espacio para todos y convivir
se puede y se debe conseguir.
Si sabemos más de ellos para que nos enamoren más y así respetemos su espa-
cio, su vida y su personalidad, podremos ayudarlos desde abajo, como seres pe-
queños que somos para ellos. Desde arriba nos observan y comparten su espacio
con nosotros, pero nosotros no con ellos.
Los vencejos son poesía en vuelo y su mirada expresa rimas de algo que no en-
tenderemos nunca porque somos humildes humanos. Los vencejos tienen sus de-
rechos ganados a pulso como las aves más aéreas del planeta. Los vencejos son
los mensajeros de los dioses aéreos. Entendedlos y observadlos… Vuestra alma
volará con ellos y seréis libres junto a los vencejos, como yo.
Cruza un vencejo.
El viento entre las plumas
del cañaveral
nenúfares amarillos...
la sombra de los vencejos M Ángels Millán
en la laguna
Toñi Sánchez
Elías Rovira
Primavera tardía.
En la pared rocosa
nidos de vencejos.
Alicia Céspedes
Aldea abandonada.
Sobrevuelan vencejos
la iglesia en ruinas.
Enrique Linares
Concierto de haiku
En el prólogo del libro, Juan Felipe Jaramillo (Diente de León), nos cuenta que
tras el VII Encuentro de la Asociación Mundial de Haiku en Medellín, Colombia, en
2013, presidida por su director, el japonés Banya Natsuishi, una docena de entu-
siastas por el haiku comenzaron a reunirse de forma periódica; dichos encuentros
culminaron en un curso impartido por Vicente Haya en 2015. Tras este, se propuso
un concurso de haiku en el que la forma clásica de ―ganador‖ se sustituía por un
concierto en el que se iban componiendo distintos movimientos; este concierto con-
taba con los llamados ―maestros de afinación‖ bajo la dirección de Vicente Haya y
Juan Felipe Jaramillo.
Así, este libro, sobre el que Vicente Haya advierte en el prólogo que ha sido con-
cebido como modelo de cómo debe escribirse el haiku en castellano para las gene-
raciones futuras, recoge una importante cantidad de haikus articulados en cada uno
de los cuatro.
LIBROS:
LIBROS: Jardín de haikus
Jardín de haikus
Para quien quiera adquirir esta obra tan especial, cuyo precio es de 22€, tiene
que ponerse en contacto con su editor, Daniel Pablo, en la página:
http://pergaminoalbacete.com
pergaminoab@gmail.com.
LIBROS:
LIBROS: Haiku From Iberia and beyond
Haiku from
iberia and
beyond
ISBN-13: 978-8409061082
LIBROS:
LIBROS: Diez años de haiku
Coordinado por Ángel Javier Aguilar Bañón, Director de la Biblioteca del Campus
Universitario.
Este libro recoge los haikus premiados durante los primeros diez años de este
prestigioso concurso en el ámbito de Castilla La Mancha, que este año alcanza su
edición décimo tercera. Con prólogo de Toñi Sánchez.
haikus.albacete@gmail.com
LIBROS:
LIBROS: Elías Dávila Silva
Dos libros de Elías Dávila. En palabras de Vicente Haya: “Elías tiene un don para
aunar elementos en un haiku, como ocurre con un buen cocinero…”
¿Cuál crees que es la palabra que define el 6º Encuentro “El haiku en el si-
glo XXI”?
Caótico por la organización. Decepcionante en cuanto al número de los partici-
pantes. La mayoría asistió únicamente el día que le tocaba dar una charla.
“Luna llena …
Pegadas en la navaja
Semillas de tomate”
Sobre el VI Encuentro Nacional
Kotori
En el huertódromo
¿Cuál crees que es la palabra que define el 6º Encuentro “El haiku en el si-
glo XXI”?
Fue mi primer encuentro por lo que no puedo comparar con los previos y me
sabe mal por el esfuerzo del organizador decir que la palabra que me ha salido
primera y que sigue saliéndome pasados unos minutos ya desde que leí esta pre-
gunta es ―desencuentro‖; creo que si hubiesen habido más personas en la organi-
zación de un evento de estas características quizás esto se hubiese podido evitar.
Sobre el VI Encuentro Nacional
Lluvia nocturna.
Hojas rojas sobre los coches
al amanecer.
Este es mío
EDUARDO MORENO
de haiku
¿Cuál crees que es la palabra que define el 6º Encuentro “El haiku en el si-
glo XXI”?
Desencuentro.
tural japonesa. Ignoraba, por ejemplo, que el haiku está ―de moda‖ actualmente.
(Sin embargo, debo decir que el encuentro me aportó más fuera de las ponen-
cias, en charlas informarles con el grupo de Albacete, que los propios semina-
rios).
De la cucaracha
su ademán aturdido,
nada interesante, esta noche.
¿Cuál crees que es la palabra que define el 6º Encuentro “El haiku en el si-
glo XXI”?
No podría definir como “encuentro” a este evento sino más bien como una serie
de charlas o conferencias en torno al haiku; en los anteriores encuentros los asis-
tentes participaban en la mayoría de las actividades, favoreciendo un intercambio,
estableciendo lazos de amistad.
Sobre el VI Encuentro Nacional
Sobre el programa, fue una pena la cantidad de bajas que tuvo; lamentamos
mucho no haber podido completar la parte de Quero, suspendida por causas muy
comprensibles. Esperamos que en otra ocasión podamos ir a un lugar de la Man-
cha tan entrañable.
calles de Toledo,
con los primeros vencejos
Sobre el VI Encuentro Nacional
¡la primavera!
El encuentro en imágenes
de haiku
Panadería
Masa Madre
Kusamakura
Kusamakura
http://kusamakura-haiku.jp/spanish/index.html
Actividades de la AGHA
Actividades de la AGHA
A las 19 h. del miércoles, 24 de abril de 2019, el jurado del XIII Concurso de Hai-
ku de la Biblioteca General del Campus de Albacete, compuesto por Toñi Sán-
chez, Elías Rovira y Frutos Soriano, emite el siguiente fallo:
Un haiku que nos provoca una emoción que en Japón se denomina wabi-sabi: la
belleza de lo imperfecto, lo roto, lo que comúnmente nos pasa inadvertido. En este
caso una bolsa amarilla (o amarillenta) que destaca entre las hojas verdes del ár-
bol del amor o árbol de Judas. Haiku muy difícil de captar, lo cual nos habla de
una autora ya madura para sentir el haiku y compartirlo.
puesta de sol-
en la nube de mosquitos
la libélula
Haiku que apela al sentido de la vista y del tacto: los colores del crepúsculo, la
mirada atenta para ver la libélula entre la nube de mosquitos, el calor o la hume-
dad -o ambas cosas- que ocasionan que esa nube zumbe y revolotee sin cesar.
Un haiku elegante y sobrio. No sobra ni falta nada en él.
Día de Feria.
El olor de mi madre
entre la gente.
Cae la nieve
sobre el tejado viejo.
Patio sin plantas.
La niña tranquila.
La gaviota se lleva
su bocadillo.
La pelusilla
se metió entre los muebles.
Actividades de la AGHA
Es primavera.
Otro senryū que nos suscita una sonrisa nada más leerlo. Marina Moreno Abié-
tar, del IES Andrés de Vandelvira, ha sabido dar en la diana. Todo merece formar
parte de un haiku y un senryū. También esta pelusilla con la que juega la brisa de
primavera.
No podíamos dejar pasar, entre tantos buenos haikus de autores jóvenes envia-
dos, el siguiente haiku, al cual se decide igualmente otorgar un accésit:
Es muy tranquila
la voz de la abuela
al despertarme
Escrito por dos autoras: Lucía Fernández Barnés y María Fernández Martí-
nez, del IES Andrés de Vandelvira. Aunque el haiku es un género más hecho para
las emociones que para los sentimientos, este haiku es una hermosa excepción a
la regla. Quizá por la sencillez extrema con que expresa estos sentimientos, senci-
llez formal que nos sobrecoge, nos toca el corazón.
Y finalmente nos alegra premiar a alguien todavía más joven. El accésit al mejor
haiku infantil es para :
La mariquita
¡se ha comido los pétalos
de aquella rosa!
De Irene Pedreño Ortiz -diez años- que nos manda este haiku desde el Colegio
Público Doctor Fleming. Un haiku que rebosa autenticidad. No hay en él más que
verdad, la verdad milagrosa y tan natural de la infancia. Felicidades, Irene.
5º HANAMI DE ALBACETE
Actividades de la AGHA
Tras unos días de lluvia en Albacete, ayer hizo un día de sol y viento con mu-
chas nubes. Nos reunimos en el Jardín Botánico para celebrar nuestro 5º hanami
y visitar a nuestro cerezo Sakurín. En la puerta nos esperaban un grupo de chicos
con sus madres con quienes disfrutamos de un hanami encantador en el que to-
dos sentimos una especial armonía.
Bajo el cerezo
hablando de Onitsura:
rebuzna un burro
de Frutos
El sábado 6 de abril realizamos nuestro tercer ginko urbano, dirigido por Carlos
Blanc. Partimos desde la cafetería La Fuente, situada en la Plaza de Benjamín
Palencia, subiendo por Avenida España hasta el Campus Universitario, donde ob-
servamos los diferentes tipos de árboles que hay en nuestro camino.
El ginko es un paseo suave con la finalidad de escribir haiku; en nuestros ginkos
urbanos se añade el propósito de reconocer los árboles que encontramos en las
calles de Albacete en los diversos recorridos que Carlos Blanc ha diseñado para
que conozcamos mucho más sobre nuestra ciudad.
El Plants Day ha sido organizado por la Asociación de la Gente del Haiku en Al-
bacete (AGHA). Este ha consistido en un paseo ginko, dirigido por Luis Rozalén,
empleado del Jardín Botánico, para posteriormente hacer una lectura y puesta en
común de haikus en la zona del Jardín Japonés; el ginko es una técnica habitual
en Japón en el que los participantes pasean contemplando las plantas como base
de inspiración para la escritura del haiku.
Los haikus escritos en esta actividad han formado parte de una iniciativa de la
gaceta internacional de haiku HELA (Hojas En la Acera) que toma como punto de
partida la ciudad de Albacete, desde la que se ha enviado una carta que dará la
vuelta al mundo y a la que se irán añadiendo los haikus de diversos autores de los
lugares donde se reciba, desde varias ciudades de España hasta países como Ar-
gentina, Cuba, Chile, México, República Dominicana, Canadá, Francia, Alemania,
Rumanía y Japón.
En palabras de Frutos, "El zen y el haiku tienen muchas cosas en común. Lo co-
rroboré cuando di la charla. Decir que quedé satisfecho es quedarse corto. La co-
nexión con el público fue total durante la hora y media que duró el acto. Fue una
experiencia intensa, emotiva, esclarecedora, gratificante. Los adjetivos también se
quedan cortos..."
Haikus por el
Haikus por el mundo
mundo
https://haikuporelmundo.blogspot.com/
ESCUELA MAKOTO
A continuación encontrarán el listado final de trabajos con el nombre de cada autor participante en el
kukai, ordenado de mayor a menor de acuerdo al puntaje obtenido en el periodo de votación.
Para entender el puntaje téngase en cuenta que los números que aparecen arriba del nombre del autor
corresponden a la cantidad de votantes que asignaron votos de 3 puntos, 2 puntos y 1 punto
respectivamente.
Ejemplo de puntaje:
(2,4,3) = 17 puntos
Significa que: 2 votantes dieron 3 puntos, 4 votantes dieron 2 puntos, y 3 votantes dieron 1 punto, para
un total de 17 puntos obtenidos.
¡Con alegría agradecemos tu participación!
Esperamos que los resultados nos sirvan para reflexionar sobre el haiku en lengua hispana.
Kukai HELA
Primer Lugar
Fruta caída.
El jilguero en la rama
sigue cantando.
Josune
Segundo Lugar
Muro de piedra,
junto a la vieja rama
dos lagartijas.
Maribel
Tercer Lugar
(Palmira) (0,1,6)*
12 PUNTOS
Brisa en la costa.
A ratos el canto 5 PUNTOS
de los azulejos
Florece el mimbre.
Mangle (Batabanó, Mayabeque, Cuba) Van de amores dos pájaros
(1,0,3) entre su ramas.
Shoichi (0,1,1)*
4 PUNTOS
Las ramas péndulas Rojo atardecer.
del sauce: sobre el agua En la copa de un árbol
la garza en vuelo. canto del mirlo.
Piojo (0,1,0)*
Tarde otoñal:
las ramas del aguaribay*
apenas tocan el agua. sin prisa
desprendida
*Aguaribay: árbol nativo argentino con la rama de un árbol
follaje péndulo, parecido al sauce llo-
rón. Mikel Merlo (0,1,0)
Yendo a nombrarla
rompo la rama de saúco Se va la tarde
¿Qué hacer con ella? Es el canto del cisne
Gusto a pena
isabel Asunsolo (0,0,1)*
Jl (0,0,0)*
Kukai HELA
Nubes blancas;
desde la rama florida Primavera ...
la caca de un mirlo canto del pájaro
en el cerezo
María Jesús Pérez Nuñez (0,0,1)*
Keith A. SIMMONDS - Rodez,
FRANCE (0,0,0)*
Tras larga ausencia
El ruiseñor canta
Entre las ramas el arbol frutal
calentado por el canto
Ramona Sánchez (0,0,1)* de los pájaros
Cielo vacío.
En el manzano lleno
ramas partidas.
Cimuja (0,0,1)*
De un total de 49 autores,
votaron 43.
Enhorabuena a todos.
Fruta caída.
El jilguero en la rama
sigue cantando.
Muro de piedra,
junto a la vieja rama
dos lagartijas.
Sale la luna,
un cuco inclina la rama
que roza el agua.
Blanca Villanueva
En campo abierto
sin nada más que el cielo
canta la alondra.
A la alondra no le hace más falta que el campo abierto y la inmensidad del cielo
para su canto. Siempre el haiku pone en una balanza dos realidades totalmente
opuestas. En este caso la grandeza de un espacio abierto y lo breve de un canto
en la pequeña ave.
Aquí está lo bello de este haiku.
¡Invitación!
KUKAI HELA
Junio 2019 (Edición 38)
1. TORMENTA
kogarashi ya / iwa ni sake yuku / mizu no koe
Tormenta de invierno.
La voz del agua en curso
es rota por las piedras.
Yosa Buson (Trad. Fernando Rodriguez-Izquierdo y Gavala)
2. COSECHA
Luna de cosechas.
¡Y este clima norteño
que nos impide verlas!
Matsuo Bashô (Trad. Fernando Rodriguez-Izquierdo y Gavala)
CÓMO PARTICIPAR:
- Puede participar cualquier persona (con la única excepción del coordinador de turno).
- Cada participante debe elegir UNA sola de las palabras propuestas.
- La palabra debe estar incluida dentro del haiku (en plural o singular).
- Cada persona sólo puede participar con UN trabajo con firma o seudónimo.
- NO se debe participar con más de un seudónimo (o nombre, o nickname).
- La votación privada se realizará a partir de una lista definitiva de haiku que cada participante
recibirá vía e-mail.
- Únicamente podrán votar los participantes en el kukai en curso.
Leti Sicilia
Coordinadora
Kukai de Hojas en la acera
DIENTES DE LEÓN
EN LA HIERBA
de Toñi Sánchez Verdejo