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BIOGRAFIA DE EDGAR ALLAN POE

Edgar Allan Poe perdió a sus padres, actores de teatro itinerantes, cuando
contaba apenas dos años de edad. El pequeño Edgar fue educado por John
Allan, un acaudalado hombre de negocios de Richmond. Las relaciones de
Poe con su padre adoptivo fueron traumáticas; también la temprana
muerte de su madre se convertiría en una de sus obsesiones recurrentes.
De 1815 a 1820 vivió con John Allan y su esposa en el Reino Unido, donde
comenzó su educación.

Después de regresar a Estados Unidos, Edgar Allan Poe siguió estudiando


en centros privados y asistió a la Universidad de Virginia, pero en 1827 su
afición al juego y a la bebida le acarreó la expulsión. Abandonó poco
después el puesto de empleado que le había asignado su padre adoptivo, y
viajó a Boston, donde publicó anónimamente su primer libro, Tamerlán y otros
poemas (Tamerlane and Other Poems, 1827).
Se alistó luego en el ejército, en el que permaneció dos años. En 1829
apareció su segundo libro de poemas, Al Aaraaf, y obtuvo, por influencia de
su padre adoptivo, un cargo en la Academia Militar de West Point, de la que
a los pocos meses fue expulsado por negligencia en el cumplimiento del
deber.
En 1832, y después de la publicación de su tercer libro, Poemas (Poems by
Edgar Allan Poe, 1831), se desplazó a Baltimore, donde contrajo
matrimonio con su jovencísima prima Virginia Clemm, que tenía entoces
catorce años. Por esta época entró como redactor en el periódico Southern
Baltimore Messenger, en el que aparecieron diversas narraciones y poemas
suyos, y que bajo su dirección se convertiría en el más importante
periódico del sur del país. Más tarde colaboró en varias revistas en
Filadelfia y Nueva York, ciudad en la que se había instalado con su esposa
en 1837.
Su labor como crítico literario incisivo y a menudo escandaloso le granjeó
cierta notoriedad, y sus originales apreciaciones acerca del cuento y de la
naturaleza de la poesía no dejarían de ganar influencia con el tiempo. En
1840 publicó en Filadelfia Cuentos de lo grotesco y lo arabesco; obtuvo luego un
extraordinario éxito con El escarabajo de oro (1843), relato acerca de un
fabuloso tesoro enterrado, tan emblemático de su escritura como el
poemario El cuervo y otros poemas (1845), que llevó a la cumbre su reputación
literaria.

La larga enfermedad de su esposa convirtió su matrimonio en una


experiencia amarga; cuando ella murió, en 1847, se agravó su tendencia al
alcoholismo y al consumo de drogas, según testimonio de sus
contemporáneos. Ambas adicciones fueron, con toda probabilidad, la causa
de su muerte, acaecida en 1849: fue hallado inconsciente en una calle de
Baltimore y conducido a un hospital, donde falleció pocos días más tarde,
aparentemente de un ataque cerebral.

Arthur Conan Doyle


(Edimburgo, 1859 - Crowborough, Reino Unido, 1930) Novelista británico.
De familia escocesa, estudió en las universidades de Stonyhurst y de
Edimburgo, donde concluyó la carrera de medicina. Entre 1882 y 1890
ejerció como médico en Southsea (Inglaterra). Para redondear sus magros
ingresos publicó una novela de intriga, Estudio en escarlata, que se convertiría
en el primero de los sesenta y ocho relatos en los que aparece uno de los
detectives literarios más famosos de todos los tiempos, Sherlock Holmes.

Arthur Conan Doyle

En un momento de auténtica inspiración, basándose en el copotragonismo


de caballero y escudero en el Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes,
modelo que tantos novelistas han seguido, Arthur Conan Doyle creó al
doctor Watson, un médico leal pero intelectualmente torpe que acompaña a
Sherlock y escribe sus aventuras. En julio de 1891 empezó a publicar en la
revista Strand Magazine las andanzas de su personaje, inspirado parcialmente
en uno de sus profesores de la universidad, que abogaba por seguir
estrictos razonamientos deductivos en todos los órdenes de la vida.
En 1893, harto de Sherlock, decidió darle muerte en la ficción junto a su
enemigo mortal, el maligno profesor Moriarty; pero a causa de la presión
de sus lectores, debió resucitar al detective en 1902, con El sabueso de los
Baskerville. Doyle adornó a su personaje con ciertos rasgos muy reveladores
de los estereotipos de la clase alta victoriana: afición a la cocaína, destreza
en la música (sobre todo con el violín), bruscos accesos de euforia y de
melancolía, misoginia y, por supuesto, patriotismo al servicio indiscutible
del imperio inglés.
De este fervor da cuenta su apasionada escritura de panfletos y artículos a
favor de su país en la guerra de los boers, como La guerra en Sudáfrica (1900),
y también los seis volúmenes titulados The British Campaign in Flanders (1916-
1919). Además de las novelas de intriga, Doyle practicó aceptablemente el
género histórico en Michael Clarke (1888), La compañía blanca (1890) o Rodney
Stone (1896), así como el drama en Historia de Waterloo (1894). Son curiosas
sus incursiones en la ciencia-ficción: The Lost Word (1912) y The Poison
Belt (1913).
El autor sufrió una crisis tras la muerte de su hijo mayor en las trincheras
de la Primera Guerra Mundial y se dedicó, con la energía que lo caracterizaba, a
difundir el espiritualismo, sobre todo en The Wanderings of a Spiritualist (1921)
y The History of Spiritualism (1926). Cuatro años antes de morir publicó su
autobiografía, Memorias y aventuras.
Las novelas de Sherlock Holmes han suscitado un culto de gran arraigo
tanto de los lugares e indumentarias del personaje como de su ficticio
domicilio en Londres. Existe una vasta cantidad de publicaciones
pseudoeruditas que se ocupan del excéntrico personaje. Dentro de la
historia de la novela detectivesca, Holmes es en muchos aspectos heredero
de Augusto Dupin, protagonista de los tres relatos de Edgar Allan Poe (Los
crímenes de la calle Morgue, El misterio de Marie Rogêt y La carta robada) que
supusieron la fundación del género. Arthur Conan Doyle es considerado el
primer maestro de la edad clásica de la narrativa policial, pronto
desarrollada por figuras como Agatha Christie, G. K. Chesterton, Edgar Wallace o S.
S. Van Dine.

Agatha Christie
(Torquay, Reino Unido, 1891 - Wallingford, id., 1976) Autora inglesa del
género policíaco, sin duda una de las más prolíficas y leídas del siglo XX.
Hija de un próspero rentista de Nueva York que murió cuando ella tenía
once años de edad, recibió educación privada hasta la adolescencia y
después estudió canto en París.

Agatha Christie

Se dio a conocer en 1920 con El misterioso caso de Styles. En este primer relato,
escrito mientras trabajaba como enfermera durante la Primera Guerra
Mundial, aparece el famoso investigador Hércules Poirot, al que pronto
combinó en otras obras con Miss Marple, una perspicaz señora de edad
avanzada.

En 1914 se había casado con Archibald Christie, de quien se divorció en


1928. Sumida en una larga depresión, protagonizó una desaparición
enigmática: una noche de diciembre de 1937 su coche apareció
abandonado cerca de la carretera, sin rastros de la escritora. Once días
más tarde se registró en un hotel con el nombre de una amante de su
marido. Fue encontrada por su familia y se recuperó tras un tratamiento
psiquiátrico.

Dos años después se casó con el arqueólogo Max Mallowan, a quien


acompañó en todos sus viajes a Irak y Siria. Llegó a pasar largas
temporadas en estos países; esas estancias inspiraron varios de sus
centenares de novelas posteriores, como Asesinato en la
Mesopotamia (1930), Muerte en el Nilo (1936) y Cita con la muerte (1938).
La estructura de la trama de sus narraciones, basada en la tradición del
enigma por descubrir, es siempre similar, y su desarrollo está en función de
la observación psicológica. Algunas de sus novelas fueron adaptadas al
teatro por la propia autora, y diversas de ellas han sido llevadas al cine.
Entre sus títulos más populares se encuentran Asesinato en el Orient-
Express (1934), Muerte en el Nilo (1937) y Diez negritos (1939). En su última
novela, Telón (1974), la muerte del personaje Hércules Poirot concluye una
carrera ficticia de casi sesenta años.
Quizá su mejor obra es una de las primeras, El asesinato de Roger
Ackroyd (1926), en la que la autora se sirvió del relato en primera persona
para ocultar y al mismo tiempo revelar la identidad del asesino. En El
asesinato de Roger Ackroyd, el médico rural Sheppard no sólo representa el
papel de ayudante del detective belga Hércules Poirot, sino que anota
también los acontecimientos originados por un asesinato por
envenenamiento ocurrido con anterioridad, un suicidio y el crimen
mencionado en el título. Proyecta publicar cierto día su informe como uno
de los pocos casos "no resueltos" por el famoso Poirot, y mantiene tan
refinadamente encubiertos los datos relativos a su propio papel, que al final
permite que el propio Poirot vea sus anotaciones.
Lo que según sus propias manifestaciones seducía a Agatha Christie de esta
constelación era la necesidad de formular determinados pasajes del informe
de una manera tan ambigua que al final, cuando Poirot reúne las piezas
sueltas del rompecabezas, el consternado lector tiene que confesar que
erróneamente no incluyó al farsante Sheppard en sus consideraciones. Esta
refinada construcción ha convertido El asesinato de Roger Ackroyd en una de
aquellas raras novelas policíacas cuya segunda lectura produce en el
aficionado a este género más placer intelectual que la primera.

Agatha Christie ha tenido admiradores y detractores entre escritores y


críticos. Se le acusa de conservadurismo y de exaltación patriótica de la
superioridad británica. Pero se reconoce también su habilidad para la
recreación de ambientes rurales y urbanos de la primera mitad del siglo XX
de la isla inglesa, su oído para el diálogo, la verosimilitud de las
motivaciones psicológicas de sus asesinos, e incluso su radical escepticismo
respecto de la naturaleza humana: cualquiera puede ser un asesino, hasta
la más apacible dama de un cuidado jardín de rosas de Kent.

Además de investigadores ocasionales, como un voluminoso y burocrático


detective, imitación del míster Pond de G. K Chesterton, o una pareja de
jóvenes espías ingleses adiestrados en la Primera Guerra Mundial, inventó dos
de los detectives más famosos del género: Hércules Poirot, belga residente
en Londres, ayudado por un inepto coronel Hastings que homenajea al
Watson de Arthur Conan Doyle, y Miss Marple, una solterona chismosa que
extrae de lo observado en su pueblo natal, St. Mary Mead, el saber
necesario para descubrir, mediante sorprendentes analogías, la autoría de
crímenes misteriosos en las casas de campo o en los hoteles y balnearios
que suele visitar.
Agatha Christie fue también autora teatral de éxito, con obras como La
ratonera o Testigo de cargo. La primera, estrenada en 1952, se representó en
Londres ininterrumpidamente durante más de veinticinco años; la segunda
fue llevada al cine en 1957 en una magnífica versión dirigida por Billy Wilder.
Utilizó un seudónimo, Mary Westmaccot, cuando escribió algunas novelas
de corte sentimental, sin demasiado éxito. En 1971 fue nombrada Dama
del Imperio Británico.

Dashiell Hammett
(Maryland, Estados Unidos, 1894 - Nueva York, 1961) Novelista
estadounidense. Dashiell Hammett trabajó en una agencia de detectives
privados antes de participar en la Primera Guerra Mundial, de la que regresó
gravemente enfermo. A partir de 1934 participó activamente en la política
de izquierdas de su país, motivo por el cual en 1951, durante la «caza de
brujas» del senador Joseph McCarthy, fue condenado a prisión.

Dashiell Hammett
Inició su carrera literaria con algunas novelas cortas, publicadas desde
1924 y reunidas bajo el título de El gran golpe (1966). En 1929 publicó la
novela Cosecha roja, a la que siguieron El halcón maltés (1930), El hombre
delgado (1934) y La llave de cristal (1931), entre otras.
Con estas obras, que reflejan con toda crudeza los aspectos más violentos
de una sociedad corrupta e inmersa en una lucha sin tregua por el poder y
el dinero, se apartó del modelo típico de novela policíaca y creó un nuevo
género: la novela negra, que tendría en Raymond Chandler su más eximio
continuador.
Muchas obras de Hammett, Chandler y otros cultivadores del género
como Ross MacDonald serían llevadas a la gran pantalla por prestigiosos
realizadores en las décadas de 1940 y 1950, periodo áureo del llamado
«cine negro». De entre las adaptaciones de Dashiell Hammett brilla con luz
propia El halcón maltés (1941), de John Huston, con Humphrey Bogart en el papel
del detective Sam Spade.

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