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Límites y disciplina a un niño de 3 a 4 años

Ya son más independientes y esto les llena de orgullo, aunque a su vez tienen
más ganas de probarse a sí mismos. Pueden ser frecuentes los enfados o
berrinches. También es la etapa en la que se pueden sentir frustrados por
pequeñas cosas.

Debemos poner normas y límites, pocas y muy sencillas. Ya pueden


comprender que, si hacen algo mal, tendrá una consecuencia. Por lo tanto,
podemos aplicar las consecuencias educativas. Para ello debemos avisarle y
explicarle lo que ocurrirá si se comporta mal, siempre poniendo ejemplos
porque "portarse mal" es un concepto demasiado amplio para ellos. Las
consecuencias han de ser cortas, concisas e inmediatas, no podemos
castigarle un día entero sin televisión pero sí unos minutos sin jugar.

Límites y disciplina a niños de 5 años

Han ido conociendo poco a poco las consecuencias a sus actos, por lo tanto
emerge el sentido de conciencia. Pueden seguir las reglas e incluso ayudar con
tareas en casa pero es normal que intenten llevar las situaciones al límite para
conseguir lo que desean. Pueden controlar mejor sus impulsos
y rabietas aunque pueden tener algún estallido de rabia en alguna ocasión.

Podemos comenzar a hacerles entender qué es la empatía, el efecto que


causan nuestras acciones sobre los demás, enseñarles a ponerse en el lugar
del otro. Hemos de continuar aplicando consecuencias educativas a las malas
acciones. Podemos utilizar el "tiempo fuera" ante un mal comportamiento o una
rabieta.

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