¿Qué retos y desafíos deberán afrontar los gerentes para gestionar eficazmente las

organizaciones en el siglo XXI?

Actualmente, la administración es considerado un fenómeno universal por su aporte al proceso de

desarrollo humano, a nivel mundial es reconocido como una actividad afín basada en el esfuerzo
colaborativo del desarrollo humano en las organizaciones públicas y privadas, en una sociedad
caracterizada por la creciente complejidad de sus relaciones, y la mayor dinámica en el proceso.
Cambios, giros y ajustes en temas administrativos relacionados con el movimiento paulatino de
bienes, servicios, personas y dinero que se dan en cada país y entre fronteras.

El mayor desafío de la gerencia del siglo XXI, sin lugar a dudas es "El liderazgo". La economía
mundial pasará a aquellos países e industrias que logren elevar la productividad de las personas
que trabajan con el conocimiento de la manera más sistemática y con el mayor éxito. La
integración, la diversificación, la innovación, y la creación de estrategias podrán permitir que se
asuman los cambios, y desenvolverse fácilmente en los mercados mundiales. Teniendo la
globalización creciente incidencia en el comportamiento empresarial, la definición de la estrategia
y las nuevas oportunidades de negocio, el entorno cada vez más competitivo hace necesario
diseñar modelos gerenciales capaces de marcar la diferencia y de poner en práctica estrategias
que le garanticen la supervivencia a la hora.

El gerente del siglo XXI debe seguir un modelo estándar, una filosofía de gestión clara, el concepto
de persona justa, una ideología que le permita obtener apoyos efectivos y socios comprometidos
con su gestión. La visión simplista de su gestión se transforma por el pensamiento de caminos
complejos, infinitos. Por otro lado, el gerente del siglo XXI debe dominar todas las herramientas
tecnológicas y comprometerse a enseñar a sus colaboradores la capacidad de formar equipos de
trabajo. Además, los gerentes del siglo XXI han cambiado mucho con respecto al pasado. Hoy se ha
dejado atrás el autoritarismo y la individualidad en favor de conceptos como la creatividad en
equipo, la comunicación o el liderazgo. La gestión presenta hoy desafíos que debe asumir y actuar
adecuadamente en beneficio de la sociedad, especialmente en el entorno que rodea su gestión.

Todas las instituciones tendrán que convertir la competitividad global en una meta estratégica
ninguna institución puede pretender sobrevivir y mucho menos tener éxito, si no está a la altura
de los parámetros fijados por los líderes en su campo en cualquier parte del mundo de este nuevo
siglo XXI, entonces la gerencia de este siglo requerirá de un nuevo pensamiento empresarial, el
cual, se basará en el desarrollo la estructuración y la sistematización del capital intelectual como la
base de la organización del futuro, por lo cual, habrá que conocerse a sí mismo, conocer la
empresa, conocer el terreno, conocer la competencia y explotar los puntos fuertes así como los
débiles y prepararse para la estrategia.

El reto actual de un gerente se enfoca al trabajo con la gente, y por la gente; su verdadera misión
como líder es consolidar un equipo de trabajo efectivo en resultados con base en el desarrollo de
verdaderos seres humanos integrales que reconozcan su foco de vida, enfrentando su realidad y
actuando en busca de lo que le dé sentido a su misión, direccionándolo hacia lo que desea ser y le
genere autorrealización y felicidad.

Diez retos de la Gerencia del siglo XXI:

Competencias ambientales empresariales: la actitud de las personas que trasciende el nivel
organizacional logrando que cada colaborador potencie sus competencias

El liderazgo situacional: se trata de reconocer los contextos, en los cuales, se desarrollan las
habilidades, en otras palabras, desarrollar influencia y persuasión en contextos específicos acorde
a las necesidades de los equipos de trabajo.

Equipos empoderados: su poder viene de dentro, se ha de generar la sinergia requerida para que
cada uno de sus integrantes aporte lo mejor de sí de las tareas.

La comunicación asertiva: debe reconocer las habilidades y competencias de los integrantes

apuntando al logro de los propósitos corporativos

La proactividad innovadora: promover iniciativas que permitan hacer la que las cosas sucedan los
nuevos entornos organizacionales.

La responsabilidad social: debe establecer un marco de acción que contribuya a una gestión que
permita el desarrollo sustentable en beneficio de la sociedad.

El cambio como posición estratégica: reconocer los aspectos dinámicos de la gestión identificar las
prácticas necesarias y establecer modelos de aprendizaje y resolver las grandes dudas.

La capacidad tecnológica: debe integrar en la gestión cotidiana la capacidad de apoyarse en los

recursos y herramientas tecnológicas para favorecer la conectividad en la organización.