4.
Tal vez muchos no estarán de acuerdo en que seas fiel a la iglesia, o
3 COSAS QUE NECESITAMOS TENER EN CUENTA PARA NO SALIR DE LA
VOLUNTAD DE DIOS
(HECHOS 21:1-16)
Pablo quería hacer la voluntad de Dios pero no sabía como hacerla hasta que Jesús se le
apareció. Debemos entender que no aprendemos a hacer la voluntad de Dios hasta que
Jesús se nos aparece. En su conversión Pablo pregunta le pregunta al Señor ¿Qué quieres
que yo haga? Estas palabras revelan el corazón dispuesto de Pablo para hacer la voluntad
de Dios. Como resultado el apóstol Pablo llevaba consigo la bendición, la protección y
provisión de Dios. ¿Cómo es que el apóstol Pablo permaneció en al voluntad de Dios? Si
queremos permanecer en la voluntad de Dios:
A. NECESITAMOS TENER VALENTÍA
1. Para Pablo hacer la voluntad de Dios significaba pagar un precio,
sacrificarse y aún él estaba dispuesto a morir para hacer la voluntad de
Dios. Y eso demandaba valentía.
2. A Pablo le decían que podían apedrearlo por predicar la Palabra pero a
Pablo no le intimidaba los peligros, por que siempre estaba dispuesto.
3. La voluntad de Dios no siempre será cómoda para cada creyente. Y
necesitamos de la valentía para disciplinar a nuestros hijos, algunos
por el temor incumplen a la voluntad de Dios de disciplinar a sus hijos,
4. Otros tiene miedo de ser generosos, de decir que son cristianos (ser
testigos)
B. NECESITAMOS TENER DISCERNIMIENTO
1. Pablo sabía muy bien discernir la voluntad de Dios, y no permitía que
nada ni nadie lo alejara de la voluntad de Dios.
2. Podemos notar la buena voluntad y el buen deseo de los hermanos de
no quererle permitir al apóstol Pablo subir a Jerusalén sin embargo la
voluntad de Dios era que Pablo subiera a Jerusalén.
3. Tenga cuidado de saber discernir la voluntad de Dios aprenda a
discernir la voz de Dios quizás muchos amigos le querrán ayudar
dándole un consejo. No siga el consejo de hombres finalmente usted es
el que decide por eso aprenda a discernir la voluntad de Dios.
4. ¿Cómo discernir la voluntad de Dios? 3 palabras claves: Paz,
Provisión, Palabra de Dios.
C. NECESITAMOS TENER FIRMEZA
1. También vemos a Pablo con una férrea firmeza para no ceder y así
poder alejarse de la voluntad de Dios, note lo que dice el texto: “Y
como no le pudimos persuadir “.
2. El apóstol Pablo estaba firmemente parado y Nada ni nadie podía
cambiarle de opinión en cuanto a la voluntad de Dios ¡que firmeza!
3. Necesitamos siempre tener cuidado y no permitir que cosas o personas
nos puedan alejar de la voluntad de Dios.
que le dediques tiempo a las cosas de Dios pero que nada ni nadie te
hagan cambiar de opinión
5. Una copita, vamos a una fiesta, compromisos el día domingo, etc son
frases que comúnmente oímos para salir de al voluntad de Dios ¡No
ceda! Permanezca firme.
Viaje de Pablo a Jerusalén
1
Después de separarnos de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo a Cos, y al
día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara. 2Y hallando un barco que pasaba a Fenicia, nos
embarcamos, y zarpamos. 3Al avistar Chipre, dejándola a mano izquierda, navegamos a
Siria, y arribamos a Tiro, porque el barco había de descargar allí. 4Y hallados los
discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no
subiese a Jerusalén. 5Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus
mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos. 6Y
abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco y ellos se volvieron a sus casas.
7
Y nosotros completamos la navegación, saliendo de Tiro y arribando a Tolemaida; y
habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día. 8Al otro día, saliendo
Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el
evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. 9Este tenía cuatro hijas doncellas
que profetizaban. 10Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un
profeta llamado Agabo, 11quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los
pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al
varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. 12Al oír esto, le
rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. 13Entonces Pablo
respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto
no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. 14Y como
no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor.
15
Después de esos días, hechos ya los preparativos, subimos a Jerusalén. 16Y vinieron
también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayendo consigo a uno
llamado Mnasón, de Chipre, discípulo antiguo, con quien nos hospedaríamos.