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MINISTROS – ANIMADORES

MISIONEROS

•CUARESMA UN TIEMPO PARA SER


MEJORES EN DONDE DIOS NOS
PUSO A CADA UNO DE NOSOTROS

P. Julio C. Cumbe
• “ Está cerca el reino de Dios:
convertíos y creed en el Evangelio ”

Cuarenta años esperó Israel en el desierto


para poder entrar en la tierra prometida.

Cuarenta días aguardó Moisés la


manifestación de Dios en el Monte Sinaí.

Cuarenta días ayunó Jesucristo en el


desierto aguardando la fortaleza del Espíritu
para cumplir su difícil misión.
• TIEMPO DE:

(MT. 6, 1-6.16-18)
• HISTORIA ILUMINATIVA.- Cuando el Maestro invitó al
Gobernador a practicar la oración, y éste le dijo que estaba
muy ocupado, la respuesta del Maestro fue: «Me recuerdas a
un hombre que caminaba por la jungla con los ojos
vendados...y que estaba demasiado ocupado para quitarse las
vendas». Cuando el Gobernador alegó su falta de tiempo, el
Maestro le dijo: «Es un error creer que la oración no puede
practicarse por falta de tiempo. El verdadero motivo es la
agitación de la mente».
• * ¿Qué tiempo le dedicamos a nuestro encuentro con Dios en
la oración?
• * ¿Cómo podemos conservar nuestra intimidad con Dios, en el
ritmo de la vida cotidiana?
• ILUMINACIÓN BÍBLICA.-
• Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas:
a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las
esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro
que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio,
cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta
y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre,
que ve en lo secreto, te recompensará. 

• ¿Qué nos dice Jesús en su Palabra, acerca de la oración?


• ¿En qué ilumina la Palabra, nuestra oración personal y grupal?
LA ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO Y
SU SIGNIFICADO
La oración del Padre nuestro es, con mucha probabilidad, la oración más conocida
y repetida entre los cristianos.

Se encuentra en dos de los evangelios, específicamente en Mateo 6:9-13 y Lucas


11:2-4.
Ahí podemos ver que Jesús usó esa oración como ejemplo para enseñar a sus
discípulos cómo orar.

Al mirar este modelo de oración vemos que la oración que agrada a Dios es
una sencilla y sincera. Debe salir de lo profundo del corazón y expresar lo que
inquieta nuestro ser. Al orar debemos reconocer el poder, la grandeza de Dios y
también la necesidad que tenemos de él y de que intervenga en nuestras vidas.

Meditemos en las palabras del Padre nuestro, veamos qué significan y


aprendamos a orar siguiendo el ejemplo de Jesús.
• Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara
a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del
Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta
oración siendo la oración cristiana fundamental, la que
todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos
en la casa, en el colegio, en la Misa. A esta oración
también se le llama “Oración del Señor” porque nos la
dejó Cristo y en esta oración pedimos las cosas en el
orden que nos convienen. Dios sabe que es lo mejor
para nosotros. A través del Padrenuestro vamos a
hablar con nuestro Padre Dios. Se trata de vivir las
palabras de esta oración, no solo de repetirlas sin
fijarnos en lo que estamos diciendo. El Padrenuestro
está formado por un saludo y siete peticiones.
• SALUDO
PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN E L CIELO. Con esta pequeña
frase nos ponemos en presencia de Dios para adorarle, amarle y
bendecirle.
• ¡PADRE! : Al decirle Padre, nosotros nos reconocemos como hijos
suyos y tenemos el deseo y el compromiso de portarnos como hijos
de Dios, tratar de parecernos a Él. Confiamos en Dios porque es
nuestro Padre.
• PADRE “NUESTRO”:
“NUESTRO” Al decir Padre Nuestro reconocemos todas
las promesas de amor de Dios hacia nosotros. Dios ha querido ser
nuestro Padre y Él es un Padre bueno, fiel y que nos ama
muchísimo. “Padre Nuestro” porque es mío, de Jesús y de todos los
cristianos.
• “QUE ESTÁS EN EL CIELO”: El cielo no es un lugar sino una
manera de estar. Dios está en los corazones que confían y creen en
Él. Dios puede habitar en nosotros si se lo permitimos. Dios no está
fuera del mundo, sino que su presencia abarca más allá de todo lo
que podemos ver y tocar.
• LAS SIETE PETICIONES
• Después de ponernos en presencia de Dios, desde nuestro corazón
diremos siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras son
para dar gloria al Padre, son los deseos de un hijo que ama a su
Padre sobre todas las cosas. Las cuatro últimas le pedimos su
ayuda, su gracia.
• 1.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE:
• Con esto decimos que Dios sea alabado, santificado en
cada nación, en cada hombre. Depende de nuestra vida
y de nuestra oración que su nombre sea santificado o
no. Pedimos que sea santificado por nosotros que
estamos en Él, pero también por los otros a los que
todavía no les llega la gracia de Dios.
• Expresamos a Dios nuestro deseo de que todos los
hombres lo conozcan y le estén agradecidos por su
amor.
• Expresamos nuestro deseo de que el nombre de Dios
sea pronunciado por todos los hombres de una manera
santa, para bendecirlo y no para blasfemar contra él.
Nos comprometemos a bendecir el nombre de Dios con
nuestra propia vida.
• 2.VENGA A NOSOTROS TU REINO:
• Al hablar del Reino de Dios, nos referimos a hacerlo presente
en nuestra vida de todos los días, a tener a Cristo en
nosotros para darlo a los demás y así hacer crecer su Reino;
y también nos referimos a que esperamos a que Cristo
regrese y sea la venida final del Reino de Dios.
• Cristo vino a la Tierra por primera vez como hombre y nació
humildemente en un establo. En el fin del mundo, cuando
llegue la Resurrección de los muertos y el juicio final, Cristo
volverá a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey y desde
ese momento reinará para siempre sobre todos los hombres.
Se trata de ayudar en la Evangelización y conversión de
todos los hombres. Hacer apostolado para que todos los
hombres lo conozcan, lo amen.
• Pedimos el crecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas,
el retorno de Cristo y la venida final su Reino.
• 3.HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA
COMO EN EL CIELO:
• La voluntad de Dios, lo que quiere Dios para
nosotros es nuestra salvación, es que
lleguemos a estar con Él.
• Le pedimos que nuestra voluntad se una a la
suya para que en nuestra vida tratemos de
salvar a los hombres. Que en la tierra el error
sea desterrado, que reine la verdad, que el vicio
sea destruido y que florezcan las virtudes.
• 4.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA:

• Al decir “danos” nos estamos dirigiendo a nuestro Padre


con toda la confianza con la que se dirige un hijo a un
padre.

• Al decir “nuestro pan” nos referimos tanto al pan de


comida para satisfacer nuestras necesidades materiales
como al pan del alma para satisfacer nuestras
necesidades espirituales. En el mundo hay hambre de
estos dos tipos, por lo que nosotros podemos ayudar a
nuestros hermanos necesitados.
• 5. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN
NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS
OFENDEN.

• PERDONA NUESTRAS OFENSAS: Los hombres


pecamos y nos alejamos de Dios, por eso necesitamos
pedirle perdón cuando lo ofendemos. Para poder recibir
el amor de Dios necesitamos un corazón limpio y puro,
no un corazón duro que no perdone los demás.

• COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS


QUE NOS OFENDEN: Este perdón debe nacer del fondo
del corazón. Para esto necesitamos de la ayuda del
Espíritu Santo y recordar que el amor es más fuerte que
el pecado.
• 6. NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN

• El pecado es el fruto de consentir la tentación, de decir sí a las


invitaciones que nos hace el demonio para obrar mal. Le pedimos
que no nos deje tomar el camino que conduce hacia el pecado,
hacia el mal. El Espíritu Santo nos ayuda a decir no a la tentación.
Hay que orar mucho para no caer en tentación
• 7. Y LÍBRANOS DEL MAL

• El mal es Satanás, el ángel rebelde. La pedimos a


Dios que nos guarde de las astucias del demonio.
Pedimos por los males presentes, pasados y futuros.
Pedimos estar en paz y en gracia para la venida de
Cristo.

• AMÉN: Así sea.


• Como te das cuenta, al rezar el Padrenuestro, le
pides mucha ayuda a Dios que seguramente Él te va
a dar y al mismo tiempo te comprometes a vivir como
hijo de Dios.
•  
• AYUNO. El ayuno que Dios Quiere es la conversión
a él y al amor de los hermanos, es el ayuno del egoísmo,
compartiendo con los demás lo que se tiene, no lo que sobra.
Porque ayuno sin amor no vale nada. En el caso del ayuno
Dios invita incluso hacer todo lo posible por disimularlo,
perfumando la cabeza, de manera que se ofrezca una imagen
de bienestar y no de privación, para que los demás no nos
elogien por nuestros sacrificios. Esto implica una completa
renuncia a la apariencia (hipocresía), de manera que la
renuncia a la vanidad da al ayuno su auténtico valor.
• Historia Iluminativa.- Un rabino que habituaba ayunar todos los
sábados, se ausentaba a la hora de la comida, desapareciendo de la
vista de todos. Esto despertó la curiosidad de su congregación, que
se preguntaba a dónde iría el rabino. Todos imaginaban que en su
tiempo de ayuno, se encontraba secretamente con Dios y para
averiguarlo designaron a un miembro de la congregación para que lo
siguiera. El «espía» lo siguió y vio como el rabino se disfrazaba de
campesino y atendía a una mujer pagana paralítica, limpiando su
casa y preparando para ella la comida del sábado.

• Cuando el «espía» regresó, la congregación le preguntó: «¿Qué ha


hecho el rabino en sus horas de ayuno? ¿A dónde ha ido? ¿Le has
visto ascender al cielo?». «No», respondió el otro, «ha subido aún
más arriba».
• * ¿Qué nos está afirmando el cuento, en relación del ayuno?
• * ¿Qué situaciones personales y grupales está iluminando?
• ILUMINACIÓN BÍBLICA.-
• Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste,
como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro
para que se note que ayunan. Les aseguro que con
eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en
cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava
tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por
los hombres, sino por tu Padre que está en lo
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.
• Qué nos enseña la Palabra acerca del ayuno?
• ¿Cómo podemos traducir la invitación a ayunar
en gestos concretos?
• Ayuno.- No es solamente dejar de comer carne, Dios nos
pide algo más No es privarse de las cosas sino salir al
encuentro del otro, como el buen samaritano. Levantarte
la cabeza.
• Ayuna de juzgar a otros. Descubre a Cristo que vive en
ellos
• Ayuna de palabras hirientes. Llénate de frases sanadoras
• Ayuna de descontento. Llénate de gratitud
• Ayuna de enojos. Llénate de paciencia
• Ayuna de pesimismo. Llénate de esperanzas
• Ayuna de preocupaciones. Llénate de confianza en Dios
Ayuna de quejarte. Llénate de aprecio por la maravilla
que es la vida
Ayuna de las presiones. Llénate de una oración que no
cesa
Ayuna de amargura. Llénate de perdón
Ayuna de darte importancia a ti mismo. Llénate de
compasión por los demás
• Ayuna de ansiedad sobre tus cosas. Llénate de fe en
Dios
• Ayuna de desaliento. Llénate de entusiasmo
• Ayuna de las mentiras. Llénate de las verdades
• Ayuna de todo lo que te separa de Jesús. Llénate en
esta cuaresma de todo lo que te acerque a Él  
• Cada uno de nosotros sabemos de lo que tenemos que
ayunar. Puede ser el alcoholismo, puede ser la
envidia, puede ser el maltrato, puede ser la ambición,
puede ser el aborto, puede ser el libertinaje, puede ser
la infidelidad, puede ser la ociosidad, puede ser la
mala gana, puede ser el alejarte de Dios.
• LIMOSNA O SOLIDARIDAD.- No es dar lo que me
sobra, es tener una actitud de compartir hacia los demás
especialmente con los más necesitados. En el caso de la limosna, el
pedido de que no sepa la mano izquierda lo que hace la derecha es
una invitación a la total gratuidad, a hacer el bien porque si, sin
detenerse siquiera a la autocomplacencia.
• Historia iluminativa.- Por la calle vi una niña aterida y tiritando de
frío dentro de su ligero vestidito y con pocas perspectivas de
conseguir una comida decente. Me encolericé y le dije a Dios: ¿Por
qué permites estas cosa? ¿Por qué no haces nada para solucionarlo?
Durante un rato, Dios guardó silencio. Pero aquella noche, de
improviso, me respondió: «Ciertamente que he hecho algo. Te hice a
ti».
• * En esta Cuaresma el Amor de Dios se quiere expresar a los demás
a través nuestro, ¿Quiénes nos necesitan?
• * ¿Qué problemas nos angustian y qué respuesta podemos dar?
• Iluminación bíblica.-
• Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando
delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en
las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que
ellos ya tienen su recompensa.
• Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que
hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu
Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes
oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie
en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser
vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en
cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y
ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará.
• Podríamos afirmar que en el fondo no hay más que un solo
amor. El amor a Dios es amor a los hermanos.
• ¿Qué nos enseña la Palabra?
• ¿Qué situaciones ilumina?
• ¿Cómo podemos traducir la invitación a la caridad en gestos
concretos?
• MIERCOLES DE CENIZA
Y CUARESMA
• Miércoles de Ceniza –recuerda que eres
polvo… -. Comienza el tiempo de Cuaresma, los
40 días antes de la Pascua, tiempo para
ordenar y prepararnos para la conmemoración
de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Un tiempo penitencial, un tiempo donde
acentuar la necesidad de la conversión, donde
reconocer lo que nos separa de Dios, de los
demás y de nosotros mismos… y tratar de
poner los medios para cambiar y que nuestra
vida se parezca más a lo que debería ser según
nuestra fe.
•Decálogo de Cuaresma
1. ROMPERÁS de una vez por todas con
lo que tú bien sabes que Dios no quiere,
aunque te agrade mucho, aunque te
cueste “horrores” dejarlo. Lo arrancarás
sin compasión como un cáncer que te
está matando. “¿De qué le sirve al
hombre ganar el mundo entero si
arruina su vida? (Mc 8, 36).
• 2. COMPARTIRÁS tu pan con el
hambriento, tus ropas con el
desnudo, tus palabras con el que vive
en soledad, tu tiempo y consuelo con
el que sufre en el cuerpo o en el alma,
tu sonrisa con el triste, tu caridad con
TODOS. Examinarás esto con cuidado
cada noche. “En verdad os digo que
cuanto hicisteis a unos de estos
hermanos míos más pequeños, a mí
me lo hicisteis.” (Mt 25, 40).
• 3. DEDICARÁS un buen tiempo
todos los días para estar a solas
con Dios, para hablar con Él de
corazón a Corazón. Será un tiempo
de agradecer, de pedir perdón, de
alabarle y adorarle, de suplicar por
la salvación de TODOS. Este tiempo
no es negociable. “Sucedió que por
aquellos días se fue él al monte a
orar, y se pasó la noche en la
oración de Dios.” (Lc 6, 12).
• 4. CONFIARÁS en Dios a pesar de
tus pecados y miserias. Creerás que
Dios es más fuerte que todo el mal
del mundo. No permitirás que ni
dolor, ni pesar alguno, ni “tu negra
suerte”, ni las injusticias y traiciones
sufridas te hagan dudar ni por un
momento del amor infinito que Dios
te tiene. Él ha muerto en cruz para
salvarte de tus pecados. “Aunque
pase por valle tenebroso, ningún mal
temeré, porque tú vas conmigo; tu
vara y tu cayado, ellos me sosiegan.”
(Sal 23, 4).
• 5. MIRARÁS sólo a Dios y a tus hermanos.
Mirarte tanto te hace daño, porque te
envaneces viendo los dones que nos son
tuyos o te desalientas viendo sin humildad tus
miserias. Mira a Jesús y habrá paz en tu
corazón. Mira las necesidades de tus
hermanos y ya no tendrás tiempo de pensar
en ti; te harás más humano, más cristiano. “Así
pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad
las cosas de arriba, donde está Cristo sentado
a la diestra de Dios. Aspirad a las cosas de
arriba, no a las de la tierra.” (Col 3, 1-2).
• 6. AYUNARÁS de palabras vanas: serás
benedicente. Hoy ayunarás de malos
pensamientos: serás puro de corazón.
Ayunarás de acciones egoístas: serás una
persona para los demás. Hoy ayunarás de
toda hipocresía: serás veraz. Ayunarás de lo
superfluo: serás pobre de espíritu. “¿No será
más bien este otro el ayuno que yo quiero,
desatar los lazos de maldad, deshacer las
coyundas del yugo, dar la libertad a los
quebrantados, y arrancar todo yugo?” (Is 58,
6).
• 7. PERDONARÁS una y mil veces a quien
te ha herido, con causa o sin ella, justa o
injustamente, esté arrepentido o no. Un
perdón que no será sólo tolerar o soportar,
sino que ha de brotar del amor sincero y
sobrenatural. Los perdonarás uno por uno,
primero en tu corazón y luego, si te es
posible, también con tus palabras. No
permitirás que el rencor ni el resentimiento
envenenen tu corazón. “Padre, perdónales,
porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34).
• 8. OFRECERÁS sacrificios agradables al
Señor. Los harás en silencio, sin que nadie se
dé cuenta. Buscarás con ello reparar por tus
pecados y los de TODOS los hombres. Querrás
con ello desprenderte de las cosas materiales,
que tanto te agradan, para poder hacerte más
libre y ser una persona para Dios. Pero sobre
todo ejercerás el sacrificio de vivir con
perfección la caridad en todo momento con
TODOS tus hermanos. “No os olvidéis de hacer
el bien y de ayudaros mutuamente; ésos son
los sacrificios que agradan a Dios.” (Heb 13, 16).
• 9. AMARÁS la humildad y procurarás
vivirla de la siguiente manera: Reconocerás
tus pecados; considerarás a los demás
mejores que tú; agradecerás las humillaciones
sin dejarte arrastrar por el amor propio; no
buscarás los honores, ni los puestos, ni el
poder, ni la fama, que todo eso es de Dios; te
harás servidor de todos. “el que quiera llegar
a ser grande entre vosotros, será vuestro
servidor, y el que quiera ser el primero entre
vosotros, será esclavo de todos”. (Mc 10, 43-
44).
• 10 ANUNCIARÁS a los hombres la verdad
del Evangelio. Les dirás sin temor que Dios los
ama, que se ha hecho hombre por ellos y ha
muerto en la cruz para salvarlos. Mostrarás
que sólo Él los puede hacer plenamente
felices. Harás ver que la vida que tiene su
origen en Dios, es muy corta, se pasa rápido y
que Dios es su destino final; vivir por Dios, con
Dios y en Dios es lo sensato y seguro. “Y les
dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la
Buena Nueva a toda la creación» “ (Mc 16, 15)

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