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Agricultura ecológica: fertilización, Suelos Y Cultivos

La agricultura sostenible (AS) es una forma de producción agrícola que tiene como objetivo
minimizar el impacto ambiental de la agricultura, al mismo tiempo que se maximizan los
beneficios económicos y sociales. Este enfoque es cada vez más relevante, dado el impacto
que la agricultura puede tener en la biodiversidad, la calidad del agua, la salud del suelo y
la seguridad alimentaria.

La AS se basa en una serie de principios clave que incluyen la gestión cuidadosa del suelo,
la reducción de la dependencia de los insumos químicos, la conservación de la
biodiversidad y la promoción de prácticas agrícolas que sean socialmente justas. El objetivo
final es producir alimentos saludables de manera sostenible, lo que implica la gestión de
recursos naturales para mantener su capacidad productiva a largo plazo. Entre los muchos
desafíos, se tiene, el cómo lograr una producción agrícola suficiente para alimentar a una
población mundial en constante crecimiento. La agricultura sostenible puede lograr esto a
través de la utilización de técnicas como la manejo integrado de plagas y enfermedades
(MIPE), la rotación de cultivos y el uso de abonos orgánicos, que permiten reducir la
dependencia de los insumos químicos y aumentar la resistencia de los sistemas agrícolas.

Además, la agricultura sostenible se enfoca en la conservación de la biodiversidad, lo que


incluye la promoción de la diversidad de cultivos y la preservación de las variedades
locales y autóctonas. Esto es importante para garantizar la seguridad alimentaria a largo
plazo. Otro aspecto importante de la agricultura sostenible es la promoción de prácticas
agrícolas que sean socialmente justas y que fomenten la participación y el empoderamiento
de las comunidades locales. Esto puede incluir la promoción de la agricultura familiar y la
agroforestería, que son prácticas agrícolas que son más sostenibles y que ayudan a reducir
la pobreza rural.

Con base en lo anterior, se propone el desarrollo del cultivo de cacao bajo un modelo de
agricultura ecológica. Actualmente se usan sistemas agroforestales (SAF), sin embargo en
estos modelos productivos se usan grandes cantidades de fertilizantes de síntesis química,
aplicaciones de agroquímicos insecticidas y reguladores de crecimiento y hormonas con el
fin de aumentar la producción. En el departamento del Meta, dadas las condiciones
climáticas de radiación, se implementa la siembra de cultivos de sombra en los primero
estados de desarrollo del cultivo. Dependiendo de la topografía del terreno se podría
implementar labranza cero, con la finalidad de conservar la estructura del suelo. Aquí se
pueden hacer asocio con plantas maderables como matarratón, y de especies leguminosas
para la fijación de nitrógeno en el suelo. Tanto las coberturas vegetales como los residuos
de las especies maderables ayudan a la retención de humedad en el suelo, así como su
infiltración, lo que evita la lixiviación de nutrientes, con una buena estructura en el suelo,
contenidos de materia orgánica y buena aireación ayuda al desarrollo de la biota del suelo
facilitando asocio con microorganismos benéficos como las bacterias fijadoras de nitrógeno
y solubilizadoras de fosforo. Los residuos de otras plantaciones, ya sea por podas o la
cascara de la mazorca del cacao, se pueden llevar a compostar para usar a modo de
fertilizante, disminuyendo así el consumo de productos químicos y los costos de
producción. Dentro de las coberturas vegetales tanto autóctonas como insertadas, se
colocan plantas nectaríferos como atrayente de polinizadores propios del cacao,
aumentando así la biodiversidad de la zona.

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