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ESDRAS 3:9
Gracias a Dios que nos da un año más en el que podemos celebrar el mes de la familia cristiana. En este 2020, hemos
tenido de todo, sobre todo esta pandemia que a muchos ha debilitado física, moralmente y porque no decir
espiritualmente. Las iglesias dejamos de congregarnos desde principio de año. Algo que no se había visto, tal vez nunca
en algunos lugares y en otras desde hacía mucho tiempo.
Esto ha afectó a muchos, por causa de no congregarse, y sin una comunión personal, vino el enfriamiento espiritual, no
hubo nadie que nos amenazara para no congregarnos, el simple hecho de saber que una enfermedad contagiosa está a
la puerta, fue el motivo de dejar de congregarnos.
Sin embargo, nuestras familias han seguido unidas por la misericordia de Dios, y nuestro deber como cristianos es
edificarlas en el temor de Dios cimentándolas en el fundamento que es Cristo.
Si ustedes recuerdan, el año pasado estudiamos los deberes de los que formamos la familia, esposo, padre; esposa,
madre, hijos. Espero que hayamos edificado en esto que aprendimos, pero eso no es todo lo que debemos hacer es una
parte de nuestro deber, ¡unamos fuerzas como familias busquemos a Dios y edifiquemos diariamente para la gloria de
nuestro Dios!
Hoy contestaremos a la pregunta ¿ porque debemos edificar?, muchos por la gracia de Dios están edificando a sus
familias en el temor de Dios, otros han cesado de edificar, este es un tema que tocaremos dentro de ocho días si el
Señor nos lo permite, y otros jamás han edificado.
Es necesario edifiquemos a nuestra familias , como lo hacían aquellos patriarcas como Abraham, Jacob, Isaac, que
deseaban de todo corazón la bendición de Dios para su familia, para sus hijos que quedarían después de ellos. Si leemos
en Gen. 12:7,8; 13:18; 22:9; 26:25 y otros pasajes más de la escritura, aprendemos de Abraham, que cada vez que
llegaba a cierto lugar, edificaba un altar a Dios, esto era por agradecimiento y por bendición; cuando Dios le dijo que
daría una porción de la tierra por heredad a sus hijos, y que Dios estaría con ellos, de alegría edificó un altar al Dios que
lo sustentaría. Nosotros ahora tenemos también una promesa tan grande, que es una herencia celestial, una patria no
terrenal, ni corruptible, cuánto más gozo debería de darnos de consagrar edificar nuestra familia en Cristo, ciertamente
ya no hacemos altares de piedra, sino altares sustentados en la Roca que es Cristo.
Contestemos pues la pregunta hecha al principio:
En la Biblia encontramos buenos y malos ejemplos de lo padres, pero también en la vida cotidiana los
encontramos. El versículo que tenemos de base dice: como un solo hombre asistían para activar a los que
hacían la obra en la casa de Dios, junto con los hijos de Henadad, sus hijos y sus hermanos, levitas.
a. Debemos darle a nuestra familia un ejemplo de obediencia a nuestro Dios. Heb 11:8.
Abraham fue un gran ejemplo de obediencia para sus hijos y para nosotros, desde que salió de tierra de Ur
sin saber a donde iba Abraham obedeció confiando en su Señor, y aún cuando se le pidió que sacrificara a su
hijo confío en Dios. Este creo fue el mas grande ejemplo que Isaac vió de su padre en obediencia a Dios,
sacrificar lo que más amaba. Este de ser pues nuestro ejemplo sacrificar lo que Dios nos ha dado por
obedecerle a él. ¿ qué ejemplo les damos cuando desobedecemos a nuestro Dios por hacer cualquier otra
cosa? ¿ cuando en lugar de servirle decimos que hay otras cosas más importantes que hacer?
Si nosotros edificamos ellos también edificarán a sus familias, Isaac, siguió el ejemplo de padre, en cada
lugar donde llegaba construía un altar, repitió las promesas a sus hijos, y también los mandamientos del
Señor, Jacob hizo lo mismo con su familia, sus hijos hicieron lo mismo, sobre todo los hijos de Judá.
b. Debemos animar a los demás a obedecer al Señor. Los hijos de Judá asistían para activar la obra. No se nos
menciona en alguna parte que los hijos de Judá fueran y desanimaran a sus hermanos de construir de
edificar. Debemos animar a construir, no desanimar, el único desanimo que tuvieron los israelitas fue de los
paganos. Demos ejemplo de servicio al Señor a nuestra familia y a las demás familias
Nada produce más gozo al pueblo de DIOS que ver a todas las familias cristiana sirviendo en la edificación de las
mismas, en aquel tiempo se edificó el templo de Dios, en Corintios, Pablo nos dice que la Iglesia es el templo de
Dios, y la Iglesia está formada por las familias y estamos construyendo o deberíamos estar construyendo
diariamente.
En Nehemías cap. 3, vemos como las familias que habían regresado del exilio comenzaron a edificar el muro de
Jerusalén, cada familia tomó un tramo del muro y lo levantó, cada quien según la capacidad que tenía, en cuanto
a número de integrantes, o economía, sin embargo nadie, se quedó atrás en realizar la obra que Dios había
ordenado.
La Iglesia del primer siglo se reunía en el templo y por las casas, esto nos da a entender que había familias que
daban entrada a la iglesia en sus hogares para que allí adoraran a nuestro Dios.
Los únicos que causaron tristeza fueron Ananías y Safira, quienes mintieron acerca de lo que habían de dar al
Señor Hech. 5:11 dice así: Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.
No seamos de aquellos a quienes Dios usa para dar una lección de muerte para traer sabiduría a la Iglesia,
seamos de aquellos que edifican a sus familias para que el pueblo de Dios se goce y regocije en servirle.
CONCLUSIÓN:
No nos cansemos de edificar hermanos, mientras Dios nos de vida, necesitamos seguir trabajando, llegará el
momento en que ha de llamarnos a su presencia y entonces el fundamento y el edificio que hayamos dejado en
nuestra familia seguirá entre tanto el Señor les sostenga en la tierra, oremos por nuestras familia y mientras
estemos en la tierra repitamos lo que Josué dijo: Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis;
si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los
amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Dios les bendiga