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TEMA 1.
Tras lo anteriormente expuesto, queda patente la dificultad a la que aludía, por lo tanto, y
como conclusión hay que decir que no existe una definición única de accidente de tráfico,
sino varias, aplicables en a cada uno de los escenarios posibles. De este modo, podemos
hablar de definiciones teórico-técnicas, psicosociales y legales, veamos alguna de ellas.
López-Muñiz define el accidente como “Cualquier evento como resultado del cual el vehículo
queda de manera anormal, dentro o fuera de la carretera, o produzca lesiones en las
personas o daños a terceros” 1
1
M. LÓPEZ-MUÑIZ, Accidentes de tráfico. Problemática e investigación. Colex. 1995
2
J. STANNARD BAKER, Manual de investigación de accidentes de tráfico. DGT. 1970
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Accidente de tráfico, sin vehículo de motor. Es el que se produce en una vía pública a
personas que utilizan ésta para sus desplazamientos, sin implicación de vehículo a
motor, por ejemplo; la colisión entre un peatón y un ciclista.
Por su parte, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos define el accidente como
un “evento inesperado, no necesariamente lesivo o dañoso, que interrumpe el devenir o
terminación de una actividad y que es, invariablemente, precedido por un acto o condición –
o combinación de ambos – inseguros”.
“(el) resultado de una conjunción o concurrencia desfavorable de múltiples factores (la vía y
su entorno, vehículo, conductor y usuarios, condiciones meteorológicas o ambientales) en un
momento y lugar determinados.
Para ser considerado como tal debe reunir las siguientes condiciones:
Que se produzca o tenga lugar en vía y terrenos aptos para la circulación, tanto
urbanos como interurbanos y, en los que sin tener tal aptitud, sean de uso común, y
en los privados que sean utilizados por una colectividad indeterminada de usuarios.
Que, al menos, esté implicado un vehículo en movimiento.
Que, como consecuencia del cual, una o varias personas resulten muertas o heridas
(o se produzcan daños materiales)”.
3
Máster: Psicología de tráfico y seguridad. Universidad de Valencia.
4
Checa, E. y Ceamanos, R. Diccionario de términos de tráfico, circulación y seguridad vial. Zaragoza.
1997
5
Orden del Ministerio de Relaciones con las Cortes y de la Secretaría del Gobierno de 18 de
febrero de 1993 por la que se modifica la estadística de accidentes de circulación (BOE nº 47
de 24 de febrero de 1993).
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Por su parte, el Código Penal6 establece los supuestos en los que un accidente de tráfico
puede constitutivo de delito o falta. Entendiendo que en un accidente, no cabe dolo o
intención, el elemento interviniente para que constituya un ilícito penal es por tanto la
imprudencia, así el artículo 12 del Código Penal establece que: “Las acciones y omisiones
imprudentes, sólo se castigarán cuando expresamente lo disponga la Ley”. Por ello, además
de tratarse de una conducta imprudente, ésta debe estar expresamente tipificada.
Vistas estas definiciones, se puede concluir que determinados hechos, en los que intervienen
vehículos, pueden no ser considerados accidentes de circulación, ejemplo de ello sería:
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Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal (BOE n. 281 de 24/11/1995)
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No obstante, que no se trate de un accidente de tráfico, no quiere decir que no pueda o deba
ser investigado desde distintas perspectivas. Por ejemplo, al derecho penal, sí interesan unas
lesiones graves, por imprudencia grave, producidas en un aparcamiento privado.
Este doble objetivo, como veremos en temas posteriores, debe quedar plasmado en un
informe sobre un accidente de tráfico, de este modo, los investigadores suelen confeccionar
sus documentos, definiendo el cómo; “Circulaba la Unidad A con buen sentido de la marcha
por la calle X, cuando al llegar a la calle Y colisionó con la Unidad B”, y la causa: “Todo ello
debido al parecer, a que la Unidad A, no respeto la señalización horizontal que le afectaba”.
7
Castilla, J.A., Investigació d’accidents de circulació. Manual de consulta. Diputación de Barcelona.
2003
8
Baker, S., Fricke, L., Manual de investigación de accidents de tráfico. Northwestern University.
Traducción de SICTRA. Gijón. 2002.
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Nivel V
0 20 40 60 80 100
Análisis Rutina
En este sentido, la IACP Model Police Traffic Services Procedures, clasifica los accidentes en
tres categorías, indicando la información a recoger en cada caso:
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Brunstrom, R. Road death investigation manual. Centrex. 2004
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Pero esto que hemos visto hasta ahora es sólo un tipo de investigación, sin embargo,
debemos tener en cuenta que la investigación de accidentes tiene una doble función, la
primera, la más clara y que hemos visto hasta ahora, es la de soporte a las autoridades
judiciales (aunque también aportar informes a las aseguradoras) para determinar las
responsabilidades en un accidente. La segunda función, no menos importante, es la de
aportar información para llevar a cabo medidas de prevención que ayuden a evitar que se
produzcan accidentes.
3. Tipos de investigación.
Al igual que, como hemos visto, no existe una única definición de accidente, y que esta varía
en función del objeto de estudio, encontramos diversas aproximaciones en la investigación
de accidentes, como también se ha puesto de manifiesto en el apartado anterior. Así,
podemos distinguir entre, las investigaciones dirigidas a accidentes concretos y aquellas que
buscan series de datos estadísticamente significativos. A las primeras se les conoce como
microinvestigación, con ellas, se pretende determinar el modo en que se ha producido un
accidente en concreto y en ellas se utilizan técnicas de cálculo cinemático y dinámico, la
información es recogida por un agente de campo en un momento relativamente cercano a la
producción del accidente.
No hay que olvidar que, tal y como se ha indicado, en nuestro país la investigación se realiza
por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en vías interurbanas, Guardia Civil o Policías
Autonómicas en aquellas Comunidades en las que se encuentran transferidas las
competencias de tráfico y Policías Locales en las vías urbanas, por ello, hay algunas tareas
que no pertenecen propiamente a la investigación pero que hay que tomar en consideración.
La primera tarea es asegurar el lugar del accidente, es decir, evitar que se produzcan nuevos
siniestros consecuencia del primero, bien sea por la irrupción de curiosos en el lugar de los
hechos, por restos de las piezas de los vehículos u otros elementos. A continuación, hay que
procurar las atenciones necesarias a los heridos, dando aviso a los equipos sanitarios si ello
no se hubiese hecho.
Una vez llevadas a cabo estas primeras labores, comienza la investigación propiamente
dicha.
En el primer bloque, se tomarán los datos de fecha y hora del accidente, lugar en el que se
ha producido, identificación y toma de declaración de implicados y testigos, se realizan la
investigación de la alcoholemia, etc. Por lo general, las Unidades de Investigación de
accidentes cuentan con formularios, estadillos o bases de datos específicamente diseñadas
para obtener esta información de manera sistemática.
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Galloway, D. Mejora continua de procesos. Gestión 2000, Barcelona, 2002.
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