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LA UNIDAD EN LA IGLESIA

Rom. 15:1-12
Nosotros debemos esforzarnos a promover armonía en la iglesia.
I. Es nuestro deber ayudar a los débiles.  1-3
A. Muchas veces los débiles no quieren reconocer que necesitan ayuda.
B. Algunos, por naturaleza, son más lentos que otros.
C. El hermano débil tiene mucho que aprender.
* Si está enseñando ajedrez a alguien que no sabe nada del juego hay que ir despacio.
D. Los débiles tienden a criticar a los más fuertes.  Es para nosotros ayudarle crecer.
II. Deje a Cristo guiarle.  v. 5
A. Él es el Dios de paciencia y consolación.
1. II Cor. 1:3-4
2. Él puso un ejemplo perfecto.
B. Nuestra relación para con los demás debe ser como la relación de Cristo con nosotros.
1. ¿Se trata con su hermano como Cristo se trataría con él?
2. ¿Quieres que el Señor te trate como tú tratas a tu hermano?
3. Fil. 2:5  “Este sentir”.
III. Lo ideal.
A. Una sola mente.
1. El pueblo de un solo libro.
2. Todos guiados por el mismo Espíritu Santo.
B. Todos con un testimonio a compartir.
1. No es que todos tienen el mismo testimonio pero algunas de las mismas cosas están
incluidos en el testimonio de todos.
a. La salvación.
b. La voluntad de Dios.
c. Oraciones contestadas.
2. Su testimonio el domingo debe ser lo mismo durante la semana.
* Se dice que una vez había un pastor más o menos nuevo en la iglesia.  Algunas semanas
después de llegar a la iglesia él tenía ocasión de estar en un negocio y escuchó un hombre allá
hablando con malas palabras.  El próximo domingo aquel hombre apareció en la iglesia.  El
pastor quiso cantar la canción de bienvenidos para él.  El hombre dijo, “Pastor no hace falta
que cante la canción de bienvenido a mí.  Soy miembro aquí”.
IV. No debemos hacer distinción de personas.  15:7-8
A. El evangelio fue dado igualmente a los gentiles y a los judíos.
B. Debemos estar dispuestos a recibir ambos en nuestra comunión.
C. Si son salvos y aman a Dios, ¿qué más importa?
1. Algunos son más pobres.
2. Algunos tienen menos educación.
3. Algunos son débiles y tienen algunos modales ofensivos.
4. Algunos no son fieles todavía.
5. Algunos son de doble ánimo.
V. Tenemos que enfrentarnos con lo que perjudica la unidad en la iglesia. Rom. 16:17-18
A. A veces Satanás coloca en la iglesia a los que perjudican la unidad.
1. Ellos no siempre lo hacen a propósito.
2. No son mansos, dispuestos a ser corregidos.
B. Ellos enseñan doctrinas falsas.
C. Tratan de formar en la iglesia células de oposición a la enseñanza de la iglesia.
D. La solución es apartarse de ellos.
1. Evitar actividades sociales.  II Tes. 3:6
2. Tal vez por quitarles de la membresía.
E. La unidad de la iglesia es tan importante que debemos estar dispuestos a hacer sacrificios por el
bien de ella.
TEMA: “FACTORES QUE UNEN AL
CUERPO DE CRISTO”
TEXTO: EFESIOS 4: 1-16
INTRODUCCIÓN:
Un secreto de gran calor para que la iglesia cumpla su ministerio es la UNIDAD, es por eso que el enemigo
de nuestra alma ataca diariamente a la iglesia del Señor para que deje de hacer lo que Dios le llama que haga.
Ante todo esto es importante que reflexionemos en aquellos factores que unen y fortifican la vida de la
iglesia:

I. QUE CADA MIEMBRO DEL CUERPO ANDE DIGNAMENTE (Efesios 4:1)


A. ¿Dónde comienzan los problemas en las relaciones? Cuando nos descuidamos espiritualmente.
Pablo dice “ANDAD DIGNAMENTE”
• ¿Qué es andar de manera digna?
 Andar en fe. (2 Corintios 5:7)
 Andar en vida nueva. (Romanos 6:4)
 Andar en el Espíritu. (Gálatas 5:16)
 Andar en amor. (Efesios 5:2)
 Andar en luz. (1 Juan 1: 7)
 En santidad. (1 Pedro 1:15-20)
II. QUE CADA MIEMBRO DEL CUERPO ANDE EN HUMILDAD (Efesios 4:2)
A. Humildad es un sentir de pequeñez sin una pizca de complejo ni de prejuicio (Filipenses 2:1-11)
B. Jesús es el modelo perfecto. (Juan 13:1-20)
III. QUE CADA MIEMBRO DEL CUERPO ANDE EN MANSEDUMBRE (Efesios 4:2)
A. La virtud que nos permite reaccionar con pasividad ante las actitudes hostiles de la gente.
B. Jesús es modelo de mansedumbre.
IV. QUE CADA MIEMBRO DEL CUERPO ANDE EN PACIENCIA (Ef.4:2)
A. Capacidad de soportar un peso pero sin tirarlo al suelo
B. Virtud que nos ayuda a esperar sin desesperarnos ni precipitarnos.
C. Santiago 5: 7-10. La paciencia es virtud que todos necesitamos.
V. QUE CADA MIEMBRO DEL CUERPO SEA SOLICITO EN GUARDAR LA UNIDAD. (Efesios
4:3)
VI. QUE CADA MIEMBRO DEL CUERPO CONOZCA LA BASE DE NUESTRA UNIDAD. (Efesios
4:4-6)
A. Un cuerpo E. Una fe
B. Un Espíritu F. Un bautismo
C. Una esperanza G. Un Dios y Padre
D. Un Señor ¡Que es de todos, sobre todos y en todos!
VII. QUE CADA MIEMBRO DEL CUERPO RECONOZCA QUE DIOS TIENE DONES Y
MINISTERIOS PARA UNIR EL CUERPO. (Efesios 4.7-16)
A. Jesús es el dador de los dones. (v. 7-10)
B. Jesús constituye ministerios. (v. 11-12)
C. La meta de Jesús es consolidar el cuerpo. (v. 13-16)
 Llegar a la unidad de la fe.
 Llegar a la unidad del conocimiento
 Llegar a la medida de Cristo
 Ya no ser fluctuante
 Seguir la verdad
 Crecer en todo
 Ayudarse mutuamente
CONCLUSIÓN:
Debemos de reconocer que el cuerpo tiene una cabeza (v. 15) la cual guía y sustenta a cada miembro. Si todos
dependemos de Cristo cumpliremos el propósito para esta vida.
DE UN CORAZÓN (BOSQUEJO)
LA UNIDAD DEL CUERPO DE CRISTO ES REALMENTE POSIBLE ESTE HECHO?
 
Introducción.
          A. El cuerpo físico tiene solamente un corazón.
          B. El cuerpo de Cristo (la iglesia) debe tener solamente un corazón.
          C. La unidad de la iglesia de Jerusalén (Hech. 2:42-46; 4:32) es el modelo que toda
congregación debe imitar.

I. ¿Por qué es importante que la iglesia sea de un corazón?


          A. Para resolver problemas (Hech. 6.1-7; 15:39; 1 Cor. 6.
          B. Para gozarse con los que se gozan y llorar con los que lloran (Rom. 12:15).
          C. Para poder corregirse (Rom. 15:14; Heb. 3:13; Prov. 27.
          D. Para tener influencia positiva con incrédulos (Jn. 17:21, 23, "para que el mundo crea
que tú me enviaste"; Hech. 2:46, 47 "teniendo favor con todo el pueblo").

II. ¿Cómo se puede fortalecer el vínculo entre hermanos?


          A. Que todos sean guiados por la palabra de Cristo.
                1. La unidad enseñada en Jn. 17:21-23 se basa en la Palabra, 17:8, 14.
                2. La unidad enseñada en Hech. 2:46; 4:32 se basa en la doctrina de los apóstoles,
Hech. 2:42.
               3. La unidad enseñada por Pablo en 1 Cor. 1:10 requiere "que habléis todos una
misma cosas... unidos en una misma mente y en un mismo parecer".
          B. "Que os améis unos a otros" (Jn. 13:34, 35; Rom. 12:10).
          C. "En cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros" (Rom. 12:10).
          D. "Todos se preocupen los unos por los otros" (1 Cor. 12:25, 26).
          E. "Servíos por los unos a los otros" (Gál. 5:13).
          F. "Sobrellevad los unos las cargas de los otros" (Gál. 6.
          G. "Soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor" (Efes. 4.
          H. "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros"
(Efes. 4:32).
          I. "Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras" (Heb.
10:24).        
          J. "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros" (Sant. 5:16).
La necesidad de la unidad en la iglesia
 Filipenses 2:2: “completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes,
sintiendo una misma cosa.”

En la iglesia cristiana, una de las señales de la apostasía (abandonar, alejarse de la verdad) es la


disputa y la desunión entre los cristianos. Jesús dijo que el mundo conocería que éramos  Sus
discípulos por el amor que tuviéramos entre nosotros:

 Juan 13:35: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los
otros."
 Colosenses 3:14: "Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto."
 Efesios 4:5: "un Señor, una fe, un bautismo."

En respuesta a los cristianos que siguen a individuos antes que a Jesús, Pablo dice

 1ª Corintios 1:12-13: “Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de
Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por
vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?”

Aunque Cristo no está dividido, el cuerpo de creyentes sí lo está. Las divisiones en la iglesia
cristiana pueden ser saludables y necesarias:

 1ª Corintios 11:19: “Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan
manifiestos entre vosotros los que son aprobados.”

¿Qué es lo que nos une?


Primeramente, es la obra salvífica de Cristo la que nos une. Segundo, son las doctrinas
fundamentales definidas por la ortodoxia cristiana. Tenemos, como una herencia común, la sangre
de Cristo que ha sido derramada para el perdón de nuestros pecados. Los cristianos verdaderos
sirven al Dios vivo y verdadero y conocemos a Jesús de una forma personal e íntima (1ª Corintios
1:9: “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro
Señor”). Hemos sido redimidos por Dios mismo. Aún más, tenemos las Escrituras que nos dicen
cuáles son las doctrinas fundamentales de la fe y desviarse de estas significa estar por fuera del
campo de Cristo.

La iglesia cristiana, como un todo, necesita arrepentirse. Necesitamos mirarnos a nosotros mismos.
Necesitamos mirar nuestras iglesias. Mirarnos entre nosotros y decidir que permaneceremos de pie
por las doctrinas fundamentales de la fe y que estaremos unidos contra el enemigo. Aquellos de
nosotros que estamos unidos por la sangre de Cristo no somos enemigos ya sean presbiterianos,
bautistas, asambleístas o luteranos. Para muchos de nosotros podría ser difícil mirar
amorosamente a los ojos de aquellos que pertenecen a una denominación diferente sin pensar en
nuestros corazones que están equivocados acerca de esta o aquella doctrina. Pero es necesario
que nos recuerden que en el trono de Dios no hay un presbiteriano, bautista, asambleísta o
luterano. Estoy seguro que todos nosotros seremos corregidos en nuestras teologías cuando
estemos de pie ante el trono de Dios. Por lo tanto, necesitamos trabajar juntos para establecer el
reino de Dios.

Romanos 14:1-12 habla acerca de aceptar a los cristianos con opiniones diferentes y no juzgarlos:

 Romanos 14:4-5, 10: “4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en
pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. 5 Uno hace
diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido
en su propia mente. 10Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué
menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.”

Todo esto gira alrededor de un punto: Permanecer unidos y no desunidos. Necesitamos


sobrepasar las barreras denominacionales que nos separa a nosotros en el terreno común que nos
une: ¡Jesús!

Pregúntese: ¿Qué es lo más importante en la vida? ¿Es su relación con Dios? Si es así, y de
hecho tiene que ser así, ¿no debería entonces buscar lo que Dios quiere? ¿No debería estar
también buscando amar a otros como Cristo nos ordenó? El amor es el perfecto lazo de unidad:

 Colosenses 3:14: “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”.

La apostasía comienza en nuestros corazones, cuando ponemos distancia entre nosotros y


nuestros hermanos y hermanas en Cristo debido a nuestras opiniones diferentes en las doctrinas
no fundamentales. La apostasía significa, abandonar, alejarse de la verdad y esto, puede ser
completamente o lentamente. No cometamos apostasía en nuestros corazones al abandonar la
verdad del llamado de Dios a la unidad y amor dentro del cuerpo de Cristo. Recuerde: Es el diablo
el que quiere que peleemos entre nosotros para que continúe engañando al mundo. Si estamos
peleando entre nosotros caeremos presa de sus tácticas.
Sé que es fácil decirlo y es muy difícil aplicarlas. Y esto es cierto porque el verdadero amor es
difícil vivirlo. Pero, ¿qué sucedería si el mundo empezara a ver a la iglesia cristiana unida a pesar
de sus diferencias? ¿Qué sucedería si el mundo empezara a ver a la iglesia amarse, no sólo entre
los miembros de diferentes denominaciones sino también a los miembros de otras denominaciones
que forman parte del cuerpo de Cristo también? ¿Qué pensaría Ud. que diría el mundo si las
iglesias detuvieran sus contiendas? ¿Qué dirían los incrédulos si nos vieran viviendo todos los días
la actitud amorosa y la vida sacrificial de Cristo por encima de las barreras denominacionales?
Seríamos un testigo tremendo de Cristo. Sería una derrota tremenda al enemigo y sé que Dios lo
usaría poderosamente para traer a otros a Sí mismo por Su gracia.

La apostasía empieza con el individuo; en la mente y el corazón. Adonde llega primero no importa.
Ya sea que pensemos acerca de algo en forma equivocada y lo sintamos, o que sintamos algo que
esté equivocado y después lo pensemos. El corazón y la mente están tan relacionados que
debemos guardarnos de ambos. Debemos enfocarnos en la verdad de la Palabra de Dios y dejar
que nuestra mente y corazón sean formados por esta. Debemos buscar tener nuestras mentes
formadas por el amor de Dios en la medida en que nos movemos no solo para aprender acerca de
Él, sino también llevar a cabo Sus deseos.

¿Qué deberíamos hacer para lograr la unidad donde sea


posible?
Necesitamos mirar a nuestros corazones y mentes y compararlos a Jesús y la Escritura. Donde no
estén de acuerdo, somos nosotros los que necesitamos cambiar. Necesitamos orar que el Señor
provea oportunidades para trabajar con otros cristianos por encima de líneas denominacionales.
Necesitamos reconocer que tenemos diferencias de opiniones y estilos de adoración y que eso
está bien. Pero tenemos que apoyarnos unos a otros y estar unidos en Cristo.

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