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Durante el siglo 20 en estados unidos las polí-

ticas de control ciudadano catalogaban la ho-


mosexualidad como delito civil y moral.

Autor desconocido
Debido a estos hechos, las experiencias inti-
Umbral del sexo y el deseo Queer mas de los cuerpos disidentes debían despla-
zarse de la privacidad, normalmente presente
en los hogares de las familias heteronormati-
vas, hacia la clandestinidad en la esfera públi-
ca de la ciudad olvidada. Barrios como
Harlem o los muelles de Greenwich Village
que se conformaron por población migrante
bohemia y negra, respectivamente, fueron los
focos a donde la población queer new yorkina
acudía. Esto gracias al abandono estatal de los
muelles luego de quedar obsoletos por las
nuevas entradas marítimas a la ciudad y la in-
novación en el transporte aéreo. Sin los entes
de control y con una estigmatización potente
que no les permitía experimentar la cultura del
sexo y el deseo, la población queer se apropió
de estos vacíos urbanos para generar zonas de
cruising (sexo en el ámbito público) y homo-
socialización. Este fenómeno produjo un
umbral interesante en las experiencias de los
cuerpos diversos frente a las esferas de lo pri-
vado y lo público. La privacidad se dio al
tomar la ventaja creada en el anonimato de los
espacios públicos. Con el tiempo el muelle se
torno en un espacio de resistencia y de redes
Muelle 45 (Calle Bethune). Durante los procesos de demolición y renovación del muelle. sociales seguras para les oprimides. En 1980
se inician procesos de demolición y renova-
ción del muelle a causa de nuevos proyectos
de punta que hicieron que la administración
recobrara el interés en este paraíso industrial
costero, y en si mismo disidente.
Muelle 45 (Calle Bethune). Durante los procesos de de-
molición y renovación del muelle.

Leonard Fink.
Muelle 45 (Calle Bethune). Durante los procesos de demolición y renovación del muelle. Bogotá, Bar queer Mala Muerte. Frente al parque de los hippies.
¿De que manera una comunidad afirma su pertenecer a la ciudad?
Apropiación del umbral, venciendo la clandestinidad La trayectoria de la comunidad diversa en
Bogotá no se aparta mucho del referente new
yorkino anteriormente presentado. En la
época de los años 80s en Bogotá la homoso-
cialización habito la clandestinidad de la
noche y las discotecas. La fiesta se traducía en
la oportunidad de las disidencias para ser con
libertad, sin embargo, para que estos espacios
se dieran se daba un juego de fachadismos en
las construcciones. Como en New York, la ar-
quitectura se comportaba como cuerpo al ca-
muflarse con su entorno, evitando llamar la
atención. Fue entonces la privacidad de lo
construido aquello que propicio seguridad
para la población queer. Los tiempos han
cambiado y a su vez las dinámicas de opresión
del pasado.
De igual manera cabe preguntarnos
¿Cómo se debe comportar la comunidad diversa ante la ciudad
contemporanea?
Los cuerpos diversos en la construcción de su
seguridad física y mental, reafirman su perte-
nencia a la ciudad en la medida que se niegan
a la exclusión en lo clandestino, lo invisible.
La apropiación del entorno por parte del
cuerpo a través de su auténtico ser nos permite
entender dicha acción como intermediaria
entre el sentir del cuerpo y la ciudad que
habita.
¿Como se podrían desdibujar los limites entre las esferas de lo
Performance “En el principio se sangró en el concreto”.
privado y lo Público? contemporanea?
¿Es posible producir un umbral que renegocie con la memo-
ria del cuerpo, los procesos de exclusión en la urbe y la expre-
sión artística queer?

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