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MARCELA BIANCHI
I. Semblanza de su vida
1
Medalla de Oro en Cirugía y pasa a ser ayudante del famoso cirujano W.
Trotter.
A los 37 años –1934- comienza su práctica en Psiquiatría, la que fuera
motivada en parte por su propia realización de una primera psicoterapia; y
trabaja durante 15 años en la Tavistock Clinic y en el Hospital Maida Vale
como neurólogo.
La Tavistock Clinic, junto con el Instituto de Psicoanálisis, organizan la
Portman Clinic que se dedicará específicamente al tratamiento de delincuentes
o afectados por trastornos de la personalidad. Es allí donde Bion se ocupó del
tratamiento de Samuel Beckett.
A los 40 años –1937-, Bion inicia su análisis con John Rickman, quien
fuera Miembro de la British Psychoanalytical Society (BPS), y analizado por
Melanie Klein. Fue él quien lo inició en las tesis kleinianas.
Pero en 1939 dicho análisis debió ser interrumpido, porque tanto Bion
como Rickman fueron convocados por las Fuerzas Armadas al entrar Inglaterra
en la Segunda Guerra Mundial, e incluidos ambos en el mismo regimiento. Bion
fue incorporado como oficial psiquiatra con el grado de Capitán.
Pasan a trabajar entonces con pacientes con neurosis de guerra y
elaboran juntos un proyecto para su tratamiento (informe Wharncliffe
Memorandum) basado en terapia grupal, que fue muy bien recibido por muchos
psiquiatras y produjo cambios y reestructuraciones en la asistencia psiquiátrica
del ejército.
De esto dice E. Roudinesco1:
“Movilizado al entrar Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial, participó
con Rickman y otros médicos en la reforma de la psiquiatría inglesa, elogiada
por Lacan en 19462, que daría origen a la famosa teoría del pequeño grupo,
inspirada en la experiencia de Maxwell Jones (1907-1990) con las
comunidades terapéuticas.
“Fue en el hospital militar de Northfield, cerca de Birmingham, en el que
se recibía a pacientes afectados de neurosis de guerra, donde Bion y Rickman
experimentaron el principio del “grupo sin líder”, que consistía en organizar en
pequeñas células a hombres considerados inadaptados o inútiles. Cada grupo
definía el objeto de su trabajo bajo el patrocinio de un terapeuta, el cual
apoyaba a todos los hombres del grupo sin ocupar el lugar de un jefe ni el de
2
un padre autoritario. La experiencia dio resultado, pero fue brutalmente
interrumpida, porque cuestionaba el principio mismo de la jerarquía militar.”
El interesantísimo relato de esta experiencia que duró seis semanas,
puede leerse en palabras del propio Bion en su libro Experiencia en grupos.3
También a principios de la guerra y contando con 42 años, Bion se casa
con la destacada actriz Betty Jardine, del grupo Gilbert and Sullivan.
Años después, teniendo ya 47 años y mientras intervenía en el
desembarco de Normandía (1944) en condición de oficial en psiquiatría, recibe
la trágica noticia de la muerte de su esposa al dar a luz a una niña a la que él
llamó Parthenope.
Es dado de baja a la edad de 48 años con el grado de Mayor y
emprende allí su carrera profesional privada como psiquiatra. Inicia su análisis
de formación con Melanie Klein y comienza sus estudios en el Instituto de
Psicoanálisis.
Se casa nuevamente a los 54 años, en Junio de 1951, con Francesca a
quien conoció en la Tavistock Clinic en el Instituto de Relaciones Humanas, y
tuvieron dos hijos, Julián y Nicola. Su vida toma un nuevo rumbo iniciando una
época intensamente productiva.
En 1953, con 56 años, y tras 8 años de tratamiento, termina su análisis
con Melanie Klein y es aceptado como miembro de la Asociación Psicoanalítica
Británica.
Desde allí, pasó a ser sucesivamente Director de la London Clinic of
Psycho-analysis (de 1956 a 1962), Presidente de la sección médica de la
Sociedad Británica de Psicología y Presidente de la British Psycho-Analytical
Society (de 1962 a 1965), además de miembro del Comité de Formación de
ésta. Y a su vez, tras la muerte de M. Klein en 1960, fue designado Presidente
del Melanie Klein Trust.
Sin embargo, cuando todo hacía suponer que Bion ocuparía el lugar del
Maestro del pensamiento kleiniano, a la edad de 71 años -1968-, inicia una
experiencia inmigratoria a Los Ángeles –USA-, a partir de la invitación de un
grupo de analistas.
Viene invitado a Buenos Aires por la Asociación Psicoanalítica Argentina
a dar conferencias y supervisiones, y entre 1973 y 1978, acompañado por
3
Francesca, empieza una serie de seminarios y supervisiones en San Pablo,
Rio, Brasilia y Nueva York.
Vuelve a Inglaterra once años después, instalándose en Oxford, pero
casi inmediatamente enferma de leucemia aguda y muere a los dos meses, con
82 años, el 8 de Noviembre de 1979.
4
verdadero movimiento de masas, por lo cual la llegada de estas figuras era
contemporánea de la expresión masiva del psicoanálisis en el mundo.
Este ambiente fue el posibilitador de la influencia conseguida por Bion en
una gran diversidad de círculos, como por ejemplo el Ejército, y de esas
experiencias nacieron además otras concepciones, como ser la de las
comunidades terapéuticas.
Partiendo del punto de vista kleiniano sobre las psicosis, su elaboración
sobre la dinámica grupal le permitió no solo pensar la psicosis como estructura
individual sino como inmersa en un modelo comunitario o ambiental.
5
sujetos son consideradas como procesos y contenidos anónimos y
desubjetivados. […] son teorías donde el sujeto desaparece en lo que lo
singulariza: su historia, su ubicación en el fantasma inconsciente, la
idiosincrasia de sus pulsiones, de sus representaciones, de su represión.”
6
fantasmas inconscientes y que organizan el curso del grupo. Y a su vez, la
mentalidad de grupo pone en concordancia al grupo de trabajo (la voluntad) y
al grupo básico (los deseos inconscientes).
Bion define un grupo como “un agregado de individuos en el mismo
estado de regresión”7 y presenta de la siguiente manera a los supuestos
básicos:
“La actividad del grupo se ve obstruida, diversificada, y en ocasiones
asistida por algunas otras actividades mentales que tienen en común el atributo
de poderosas tendencias emocionales. Estas actividades, que a primera vista
parecen caóticas, adquieren cierto grado de cohesión si admitimos que surgen
de supuestos básicos comunes a la totalidad del grupo.”8
7
que expresan odio a toda dificultad psicológica, o bien los medios por los
cuales ésta puede ser evadida, obtienen apoyo emocional.”9
• c) de emparejamiento: se comparte la creencia de que no importa
cuál sea el problema presente y las necesidades del grupo, algo o alguien, en
el futuro, lo resolverá. Ese “alguien por advenir” será el líder de este grupo. La
esperanza da vida a este supuesto básico. Al igual que en la historia, si se
produce un Mesías, pronto será rechazado ya que, para mantener la
esperanza, éste no debe nacer, no debe llegar. Esta ilusión puede quedar
plasmada en el grupo con fantasías de apareamiento de algunos de sus
miembros. Bion dice de este supuesto: “Con frecuencia esto encuentra
expresión verbal en ideas que apoyan la opinión de que el matrimonio pondrá
fin a las incapacidades del neurótico; que cuando la terapia de grupo se haya
extendido suficientemente, revolucionará la sociedad; que la próxima estación:
primavera, verano, otoño o invierno, cualquiera sea el caso, será más
agradable, que se debería desarrollar una nueva clase de comunidad -un grupo
mejorado-, y otras ideas por el estilo. Esas expresiones tienden a dirigir la
atención a un acontecimiento supuestamente futuro, pero para el analista el
problema a resolver no reside en un acontecimiento futuro, sino en el presente
inmediato -el sentimiento de esperanza en sí mismo. […]”
En síntesis, estos supuestos básicos son los representantes de tres
estados emocionales específicos con los que el grupo se defiende de cualquier
posibilidad de evolución. Cada uno de ellos posee un líder específico cuya
finalidad es común a los otros: alejar al grupo de aquello que haría advenir el
cambio.
El grupo, en su resistencia a la tarea, se asemeja al neurótico que busca
tratamiento y quiere mejorar, pero que anhela tanto o más la gratificación de su
condición neurótica, el statu quo. La interferencia que producen estos
supuestos en la tarea puede ser comparada con los impulsos primitivos que
pueden estar presentes en una persona adulta y que lo llevan a la disyuntiva
entre el empuje de expresar sus sentimientos de manera irresponsable y el
deseo de ser maduro y considerar las consecuencias.
Pensado esto en términos psicoanalíticos desde la perspectiva kleiniana,
“los supuestos básicos son reacciones grupales defensivas contra las
angustias psicóticas reactivadas por la regresión impuesta al individuo por la
8
situación de grupo.”10 Son ansiedades derivadas de fases muy tempranas en
las cuales los temores son de desintegración, o sea, la pérdida del self, la
locura.
Y en palabras del propio Bion:
“[…] los supuestos básicos emergen como formaciones secundarias de
una escena primaria muy temprana, elaborada en un nivel de objetos parciales,
y asociada con la ansiedad psicótica y los mecanismos de división y de
identificación proyectiva, que Melanie Klein ha descrito como característicos de
las posiciones esquizo-paranoide y depresiva.”
9
cual la actividad física y mental está indiferenciada, y permanece fuera del
campo que ordinariamente se considera adecuado para las investigaciones
psicológicas.”13
Por último, Bion -siguiendo a Freud-, compara los supuestos básicos con
los que denomina “Grupos especializados de trabajo”, grupos socialmente
establecidos que estimulan la actividad de un supuesto básico en particular.
Ubica así al supuesto básico de dependencia como proclive en relación
a la Iglesia (como grupo especializado de trabajo) y al supuesto básico de
ataque-fuga como propenso en el Ejército.
Y agrega:
“[…] la aristocracia puede ser el grupo de trabajo especializado, que
llena, para el grupo de emparejamiento, funciones similares a las de la Iglesia o
el Ejército con relación a los grupos de dependencia y de ataque-fuga,
respectivamente.”14
10
objetos: L (love-amor), H (hate-odio) y K (knowledge-conocimiento). Las grafica
a las tres en un triángulo, ubicando a cada una en cada uno de sus vértices.
Explica Adela Costas Antola15:
“Habrá un vértice privilegiado acorde con la experiencia de que se trate;
por ejemplo en el vínculo analítico, K, con subordinación de L y H, es el vértice
transformador, al promover la formación de símbolos. La tolerancia a un
sentido de infinito y a la duda son el conectivo esencial para que K sea posible.
“La capacidad transformadora de K no radica en el conocimiento
logrado, sino precisamente en la tolerancia a lo no conocido, en la disposición a
conocer. Esta cualidad negativa permite afirmar que toda experiencia
emocional conlleva dolor mental, aún cuando la misma sea gratificante. Evitar
el dolor o tender a modificarlo son dos tendencias fundamentales, con
consecuencias claramente contrapuestas.”
11
IV. 2 Espacio mental, elementos beta; capacidad de reverie,
elementos alfa, función alfa.
12
adecuados para ser contenidos y pensados por él; esto es, “elementos alfa”.
Son los pensamientos que traen el material para la vida (mental, anímica).
En Elementos de Psicoanálisis18 los define como sigue:
“Este término {elementos alfa} representa el resultado del trabajo
realizado por la función-alfa sobre las impresiones sensoriales. No son objetos
en el mundo de la realidad externa pero son productos del trabajo realizado
sobre las impresiones sensoriales que se cree se relacionan con dichas
realidades. Posibilitan la formación y uso de los pensamientos oníricos.”
13
Entonces, lo que el bebé siente en un principio no es la ausencia del
pecho bueno, sino la presencia del pecho malo, entendido este como la no
existencia de esa leche, ausencia del objeto, no-cosa. Dicho de otro modo,
cosifica la ausencia.
Solo más adelante el pecho deseado es vivido como una idea de un
pecho ausente y no como un pecho malo presente; y este pecho bueno pasa a
estar asociado con la leche real que satisface el hambre.
14
La madre funciona como continente de las necesidades evacuadas por
el bebé por medio del mecanismo de identificación proyectiva; y estas
necesidades constituyen el contenido que el bebé necesita descargar, a partir
de su propia incapacidad de contenerlas.
La identificación proyectiva es pensada por Bion como una fantasía
omnipotente de desprendimiento de partes indeseables y colocadas en un
objeto.
En la función reverie la identificación proyectiva permite, por un lado, un
canal comunicante entre la madre y los propios estados mentales del bebé,
esperando recibir de ella el alimento mental necesario; por el otro, es un modo
de deshacerse de contenidos mentales. Por lo cual, la identificación proyectiva
cumpliría dos funciones: nutritiva y desintoxicante.
Solo a medida que se desarrolla, el niño va siendo capaz de hacerse
cargo de contener sus propios sentimientos y sensaciones, los cuales serían el
contenido que debe alojar. Esto significa la internalización del modelo vincular
continente-contenido primitivamente establecido entre él y su madre.
Pero este modelo también tiene ingerencia en el desarrollo del
pensamiento. Al ser introyectado, se convierte en un aparato que le permite
elaborar por si solo la ausencia del objeto. Bion propone representar este
aparato por el signo ♂♀.
De este modo, los pensamientos forjan continente, al mismo tiempo que
éste forja contenido; y se diferencia así el desarrollo de los pensamientos de la
creación del pensar.
Lo que antes era metabolizado por la madre (L, H y K), al ser
internalizada esta función, pasa a formar parte de la propia función alfa del
sujeto.
Ahora bien, ¿cuál sería el alimento mental necesario que mencionamos
más arriba?
Este alimento mental es para Bion la Verdad. No se puede tener un
conocimiento directo de ella. Bion llama O a esta Verdad desconocida e
incognoscible
Si bien dejaremos el desarrollo de este tema para otra ocasión,
señalaremos un punto.
Dice Leandro Stitzman23:
15
“El proceso mediante el cual diversas dimensiones de O evolucionan de
manera de poder ser captadas por nuestras mentes recibe el nombre de
Transformación. Bion describe tres tipos básicos de transformaciones:
transformación en pensamiento, transformación en alucinosis y transformación
en sabiduría.
“[…] Llamamos transformaciones en pensamiento a aquellas
transformaciones que guardan amor y respeto por la Verdad como alimento
mental. Son aquellas que nos permiten construir modelos, armar analogías,
pensar pensamientos abstractos y desarrollar la capacidad figurativa.
“Cuando la Transformación se da en pensamiento (es decir, con amor
por la Verdad y utilizando elementos alfa) el vínculo que se entabla con la
Verdad se llama de Conocimiento”
16
esquizoparanoides hacia una orientación depresiva (PS↔D), se posibilitará el
crecimiento de la idea.
V. La teoría de la psicosis.
17
El pensar se hace imposible a raíz de la falta de elementos alfa, falta que
es consecuencia del fracaso en la elaboración de esa experiencia emocional
que es la no-cosa.
La función PS ↔ D sufre una regresión al polo PS, trabajando entonces
con elementos beta, por lo cual se hace imposible articulación alguna. Más que
nunca aquí se grafica la frase bioniana “Los pensamientos son cosas, las cosas
son pensamientos.”
18
“Bion utiliza para describir el estado de estos pacientes, una expresión
que me parece muy ilustrativa: estado omnipotente ↔ desamparado,
impregnado de violencia moral y omnipotencia. Por un lado niega la presencia
del objeto presente; por otro, niega la ausencia del objeto ausente. Cumple así
el propósito de negar la ausencia al mismo tiempo que la presencia. La sanción
moral pasa a ocupar el lugar del conocimiento acerca de algo; el componente
moral es propio de los objetos bizarros y proporciona una suerte de control
omnipotente que lo libera ilusoriamente del desamparo.”
19
“La experiencia emocional, núcleo de lo que ocurre en la cura […], se
reproduce como tal en las sesiones en la relación con el analista. Esta
experiencia emocional actual es a la vez evidente e incognoscible, es la cosa
en sí misma, el noúmeno kantiano. Psicoanalizar es precisamente transformar
esa experiencia emocional actual en una interpretación. La función de la
interpretación es precisamente lograr el awareness, término cuya traducción
más aceptable sería el percatarse de, el awareness del estado emocional
existente. Percatarse de la experiencia emocional conlleva un aumento de la
capacidad de pensar, capacidad que se opone a la disociación, que es
sinónimo de una integración no tanática de dos objetos, que equivale a una
función sintética. El psicoanálisis es pues aprendizaje de la experiencia
emocional cuyo desenlace exitoso culmina con el incremento de la capacidad
de pensar y comprender […]
“En lo que se refiere a la esquizofrenia, el objetivo general de la cura
sigue siendo el mismo. La diferencia radica en las características propias de la
“personalidad esquizofrénica” que determina la organización de la transferencia
bajo el imperio de las transformaciones en alucinosis. El paciente recurre a
ellas precisamente porque su capacidad de pensar está destruida y también su
consciencia, su capacidad de awareness, Esta destrucción implica además que
la fórmula clásica del psicoanálisis “hacer consciente lo inconsciente” no sea
válida en estos casos, pues la misma se ve doblemente anulada: al faltar los
elementos alfa y no configurarse la barrera de contacto no hay represión
primaria, o sea no hay inconsciente y la conciencia como órgano perceptor de
la cualidad psíquica está destruido. Por esta razón el objetivo principal del
psicoanálisis de la esquizofrenia es “reparar” el aparato psíquico del psicótico.”
20
analista”, pues de sostenerse, conduciría al paciente hacia lugares
intencionalmente marcados y no hacia su “verdad”, su “incognoscible”.
Y por último, toma en cuenta la contratransferencia, pero reparemos que
de ella dice:
“[…] La pasión debe distinguirse claramente de la contratransferencia,
ésta última siendo evidencia de represión. […]29”
Esto es, ve en ella un índice del analista y no del paciente; por lo cual
suele enmarcarla en términos de “contratransferencia en abstinencia”.
21
BION, W. R.
-Experiencias en Grupos, Editorial Paidós, Bs. As., 2ª reimpresión, 1997.
-Aprendiendo de la Experiencia, Paidós, Bs. As., 1966.
-Elementos de Psicoanálisis. Grupo Editorial Lumen Hormé; Bs. As.-
México; 3ª edición, 2000.
COSTAS ANTOLA, A.
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psicosis. Editorial Letra Viva. 3ª Edición. Bs. As., 2001.
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http://www.elsigma.com/site/detalle.asp?IdContenido=56
FLEISCHER, D. MUSUMELI, L.
“Bion: Una teoría del pensamiento”.
http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/informacion
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“El estatuto teórico-clínico del grupo” [1996] En: Cuadernos de
Psicología: http://www.elortiba.org/faunapsi.html
http://www.elortiba.org/kaes1.html
RABINOVICH, D.
La teoría de la psicosis en Bion o los límites del kleinismo. En: El
concepto de objeto en la teoría psicoanalítica. Su incidencia en la
dirección de la cura. Ediciones Manantial, Bs. As., 1988.ROUDINESCO,
E. Y PLON, M.
Diccionario de Psicoanálisis. Paidós. Buenos Aires. 1998.
STITZMAN, L.
“Alfa-Beto Biónico”
“Pensando a W. Bion”
“Alucinosis versus alucinación”
En: Revista Topia http://www.topia.com.ar/articulos/alfa-beto-
bi%C3%B3nico
22
1
ROUDINESCO, E. Y PLON, M., Diccionario de Psicoanálisis. Paidós. Buenos Aires. 1998. Págs.111-
113.
2
Se refiere a la Conferencia de J. Lacan “La Psiquiatría Inglesa y la Guerra”.
3
BION, W. R., Experiencias en Grupos, Editorial Paidós, Bs. As., 2ª reimpresión, 1997
4
KAËS, R. “El estatuto teórico-clínico del grupo” [1996] En: Cuadernos de Psicología:
http://www.elortiba.org/faunapsi.html http://www.elortiba.org/kaes1.html
5
KAËS, R. “El estatuto teórico-clínico del grupo” [1996] En: Cuadernos de Psicología:
http://www.elortiba.org/faunapsi.html http://www.elortiba.org/kaes1.html
6
Los subrayados son nuestros.
7
BION, W. R., Experiencias en Grupos, Op. Cit. Capítulo “Revisión” Punto “Dinámica de grupo”. Pág.
115.
8
BION, W. R., Experiencias en Grupos, Op. Cit. Capítulo “Revisión” Punto “Los supuestos básicos”.
Pág. 116.
9
BION, W. R., Experiencias en Grupos, Op. Cit. Pág. 116.
10
KAËS, R. “El estatuto teórico-clínico del grupo” [1996] Op. Cit.
11
BION, W. R., Experiencias en Grupos, Op. Cit. Capítulo “Revisión” Punto “Características comunes a
todos los grupos de supuesto básico”. Pág. 124.
12
BION, W. R., Experiencias en Grupos, Op. Cit. Capítulo “Revisión” Punto “El punto de vista
psicoanalítico”. Pág. 134.
13
BION, W. R., Experiencias en Grupos, Op. Cit. Capítulo “Revisión” Punto “Características comunes a
todos los grupos de supuesto básico.” Pág. 124.
14
BION, W. R., Experiencias en Grupos, Op. Cit. Capítulo “Revisión” Punto “El grupo especializado de
trabajo”. Pág. 127.
15
COSTAS ANTOLA, A.,: Cap. IV. “La psicosis en la obra de Bion”. En: Fernández, E Diagnosticar las
psicosis. Editorial Letra Viva. 3ª Edición. Bs. As., 2001. Pág. 228.
16
RABINOVICH, D., La teoría de la psicosis en Bion o los límites del kleinismo. En: El concepto de
objeto en la teoría psicoanalítica. Su incidencia en la dirección de la cura. Ediciones Manantial, Bs. As.,
1988. Pág. 83.
17
BION, W. R., Elementos de Psicoanálisis. Grupo Editorial Lumen Hormé; Bs. As.- México; 3ª edición,
2000. Pág. 33.
18
BION, W. R., Elementos de Psicoanálisis. Op. Cit.. Pág. 33.
19
BION, W. R., Elementos de Psicoanálisis. Op. Cit.. Pág. 19.
20
BION, W. R, Aprendiendo de la Experiencia, Paidós, Bs. As., 1966.
21
BION, W. R, Aprendiendo de la Experiencia, Op. Cit..
22
COSTAS ANTOLA, A.,: Op. Cit..Pág. 230.
23
STITZMAN, L.,“Alfa-Beto-Biónico” En: Revista Topia http://www.topia.com.ar/articulos/alfa-beto-
bi%C3%B3nico
24
COSTAS ANTOLA, A., Op. Cit. Pág. 232.
25
RABINOVICH, D., Op. Cit. Págs. 87-88.
26
COSTAS ANTOLA, A., Op. Cit. Pág. 230.
27
COSTAS ANTOLA, A., Op. Cit. Pág. 235.
28
RABINOVICH, D., Op. Cit. Págs. 94-95.
29
BION, W. R., Elementos de Psicoanálisis. Op. Cit.. Pág. 29.
30
BION, W. R., Elementos de Psicoanálisis. Op. Cit.. Pág. 31.
23