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Ver, oír, callar y ¿desaparecer…?

Ver, oír, callar… y desaparecer; de la violencia cruel a la sumisión sublime; de los


homicidios y la renta a la entrega sin resistencia; de las treguas al anonimato; algo aquí
no está claro… habrá que esperar y no ser tan apresurados en las conclusiones.
Hay un aforismo jurídico que más o menos dice que lo que se hace con una ley se
deshace con otra ley…; aplicado a las Ciencias Sociales, sobre todo desde la
antropología y la sociología, resulta difícil creer que con encarcelar a 60,000 pandilleros
han desaparecido las pandillas; y no es una apología, sino una duda razonable.

El fenómeno de las pandillas fue una creación socio-cultural lenta, progresiva,


imbricada por procesos migratorios, pobreza, falta de oportunidades y deserción
escolar; se trata de una “construcción social” que no se deshace fácilmente con
ingeniería social o limpieza social.

El ADN de las pandillas está en la exclusión y en la pobreza, y su forma de


manifestarse es a través de la violencia. Pero hay algo más: las pandillas han creado
marcos culturales, cosmovisiones y sistemas de creencias; poseen sus propios códigos
y símbolos.

Es muy extraño -y a la vez afortunado para la sociedad- que este procedimiento de


capturas masivas no haya tenido respuesta violenta; sobre todo si se consideran a
estos grupos como “terroristas” y/o ”grupos de crimen organizado”.
¿Se han desmoralizado? ¿Se han calmado o replegado? ¿Han desaparecido de la faz
de las comunidades? La evidencia estadística indica que han disminuido los
homicidios; algunos especialistas -antropólogos y periodistas- indican, según sus
fuentes, que las pandillas han perdido totalmente el control territorial.

La suma de las medidas de seguridad tomadas como parte del Plan Control Territorial:
cercos militares, Estado de Excepción, capturas masivas, campaña de intimidación, la
cárcel CECOT, entre otras, serían los vectores que han fulminado las redes
pandilleriles, su presencia y accionar.

Pero ¿qué sigue…? ¿Se ha movido o trasladado el problema a los centros penales?
¿Se han resuelto las causas del fenómeno de pandillas? ¿Se ha intervenido en las
redes de apoyo criminal internaciones o nexos con los países vecinos?
Carlos Martínez, Efrén Lemus y Óscar Martínez, periodistas de El Faro, afirman: “Ni la
Mara Salvatrucha-13 ni las dos facciones del Barrio 18 -Sureños y Revolucionarios-, ni
otras pandillas menores, como la Mao-Mao, La Mirada Locos o CODEMAR, operan
más en las calles de El Salvador de la forma en que lo hicieron por décadas (…) El
Faro habló con un veterano líder pandillero, ahora en huida fuera del país; visitó 14
comunidades que solían vivir bajo control pandillero en las zonas occidental, central y
oriental del territorio; recorrió el Centro capitalino, circulando por las fronteras
criminales controladas durante décadas por pandillas; habló con empresarios de
distintos niveles sometidos por años al pago de extorsión; con policías, oenegés y
políticos de oposición. La conclusión es contundente: las pandillas ya no existen de la
manera en que El Salvador las ha padecido”. ¿Es real esta hipótesis? ¿La muestra es
válida y confiable para llegar a éstas conclusiones?

Si la edad para ingresar a la pandilla es de los 13 a los 15 años…; si la escolaridad


promedio de los pandilleros es 7.3 grados…; si la deserción escolar se mantiene
intacta…; si no se observan nuevas inversiones ni oportunidades formativas, laborales,
educativas, culturales, deportivas…; si las intervenciones de programas son
superficiales o sin evidencia, ¿es posible que las pandillas hayan desaparecido?

¿Deberíamos creer que con esquemas represivos o de disciplinamiento social se


elimina una forma cultural violenta como las pandillas? En grupos tales como pandillas,
barras bravas, guerrillas, etcétera, desde el punto de vista psicológico, antropológico y
sociológico, se estudia el “sentido de pertenencia”, la “identidad”, las “conductas
contagiosas”, entre otros aspectos reveladores de su forma de ser y actuar.

Además de la herencia genotípica, los factores culturales, familiares, religiosos,


escolares, contextuales y, sobre todo, los referentes que acompañan el proceso de
plasticidad cerebral, entre la niñez y la juventud, condicionan ciertos comportamientos y
conductas, creando un inventario ético particular para enfrentar la vida.

La pertenencia a grupos de pandillas o radicalización es un proceso mediante el cual


los individuos, a menudo jóvenes, pasan de apoyar puntos de vista moderados de la
corriente principal a apoyar puntos de vista ideológicos extremos o crueles. Existe así
un proceso “pseudo educativo” o de adoctrinamiento que posee etapas, niveles y
jerarquías.
El problema psicológico de fondo es la “búsqueda o restauración de significado”; este
elemento semiótico perdido, deteriorado o dañado por el contexto, probablemente se
descubre frente a otros actores devotos o es guiado por un líder emergente
emancipador.

En el fondo, sobre todo en una etapa de desarrollo de la personalidad, los jóvenes


buscan “pertenecer” a un grupo y ser “reconocidos” en este grupo; en no pocos casos,
las familias disfuncionales o familias saturadas o agobiadas por asuntos económicos
descuidan las relaciones o lazos y los jóvenes buscan otros espacios; a veces lo
encuentran en iglesias, deportes, grupos culturales o partidos políticos; en otros casos
son aceptados en pandillas, barras bravas, grupos mafiosos, fascistas o de crimen
organizado.

En opinión del especialista español Roberto Lobato, ante la pregunta ¿qué motiva a
individuos “normales” para convertirse en radicales o violentos?, Webber y Kruglanski
(2017) proponen que la respuesta se haya en la intersección de tres fuerzas
psicológicas a las que denominan las 3N (Needs, Narratives, and Networks): 1) las
necesidades o motivación del individuo, 2) las narrativas ideológicas de la cultura del
individuo, y 3) la interacción entre la presión grupal y la influencia social que ocurre
dentro de la red social del individuo.

1.- Necesidades: La primera fuerza psicológica es la búsqueda de significado se refiere


a la necesidad de las personas de marcar la diferencia, importar, ser alguien, en medio
de una sociedad que los atomiza.

2.- Narrativa: La segunda fuerza psicológica es la narrativa cultural. Los individuos


cuentan con una lista de medios culturalmente determinados que están socialmente
compartidos y enraizados en una ideología a la que su grupo se suscribe.

3.- Networking: La red social se refiere al grupo de personas que se suscriben a la


narrativa. Su manera de contribuir a la radicalización individual es doble. Por un lado, el
contacto con dicha red hace que la narrativa justificadora de comportamientos
inadecuados se haga cognitivamente accesible para los sujetos; por otro lado, la
validez de la ideología justificadora de actitudes radicales se desmoronaría si no se
compartiera de manera consensuada dentro de un grupo más grande.

La “fusión de la identidad” es otro elemento que ocurre cuando la identidad social se


vuelve un componente esencial del autoconcepto personal; en efecto, se desarrolla un
sentimiento visceral de unidad con determinado grupo en el que el yo personal y el yo
social se fusionan, perdiendo o debilitando la personalidad individual frente al grupo.
En los grupos de pandilleriles, las sinergias y los lazos relacionales cambian, a tal
punto que aparece una creencia de “invulnerabilidad”, nuevos vínculos fraternos,
nuevas convicciones morales, nuevos valores, todo apuntando hacia un modelo
protector o defensivo.

Las pandillas, el fanatismo o la radicalización es un producto social, un constructo


fabricado por sociedades excluyentes, que por años ignoraron las condiciones
desfavorecidas de los otros. De repente, se despliega una implosión social y el
fenómeno comienza con sus daños colaterales.

Pero no solo estos factores enunciados activan un proceso de pertenencia y/o


radicalización en las pandillas, se necesita caer en la cuenta que el único camino para
obtener significado en estos grupos es el camino violento o criminal.

Ver, oír, callar… y desaparecer; de la violencia cruel a la sumisión sublime; de los


homicidios y la renta a la entrega sin resistencia; de las treguas al anonimato; algo aquí
no está claro… habrá que esperar y no ser tan apresurados en las conclusiones.

Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede


interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos,
grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas
vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de
un movimiento opositor.

Análisis de los hechos:


Todo gobierno está en la responsabilidad de garantizar la seguridad como la
preservación del territorio sobre todo el territorio salvadoreño, protección de
advertencias externas e internas, etc.
Un aspecto importante de estos movimientos de pandillas surgen como producto de
consecuencias sociales, políticas, económicas los cuales se han aumentado por las
confrontaciones de pandillas como resultado el Gobierno ha desarrollado las medidas
de seguridad y discurso contras las pandillas.
El autor expresa los sucesos ocurridos de dicho artículo para comentar que como ha
crecido la violencia como un grupo social que no son aceptados socialmente y cometen
delitos contra la gente inocente a su favor.
Explicación de los hechos: El fenómeno de las pandillas surgen en la década de los
años ochenta que se convierte en un problema muy complejo, lo cual puede ser un
motivo para erradicar como una primera opción, pero esto ante un periodo prolongado
que genera inseguridad ciudadana ante diversos problemas de un país.
Por dicho motivo, las razones para eliminar el problema de las pandillas afectan de una
manera social, derechos humanos, moral e integridad física, que actualmente son
problemas sociales que afectan de manera exponencial de acuerdo con oportunidades
de crecimiento, desarrollo social.
Este grupo de pandillas apoya a jóvenes que no son aceptados de una manera social,
lo cual les influye en su estilo de vida y de pensamiento, que por lo tanto alteran el
orden público, las buenas costumbres de la población, ataques a la propiedad privada,
que desean crecer de una manera ilícita e imponer sus reglas a la sociedad
contaminada de incertidumbre y narcotráfico, agrupaciones ilícitas.
El hecho que manifiesta el autor es la delincuencia como problema social y de las
asociaciones ilícitas tanto su desarrollo y el causante de su origen.
Dar antecedentes: No presenta antecedentes que faciliten dicho artículo como fecha
de acontecimientos o como se destacan estos dichos grupos.
Predecir el futuro :El problema de los grupos de pandilla es un problema social muy
complejo de resolver ,ya que actualmente se realizan capturas inmediatas de acuerdo
al régimen de excepción debido a la peligrosidad que se vive, pero altera el orden
social, de tal manera que uno sospecha de acuerdo a la imagen o testimonios , pero
que tardará bastante tiempo en erradicar porque existen estructuras de pandillas
organizadas que simplemente no es solo con capturas sino desarticular los grupos de
zonas que habitan esos grupos de asociaciones ilícitas.
Pero no hay una manera de pensar de acuerdo con el autor como el final de lo que
pueda pasar por dichos programas o capturas de estos grupos de pandillas que les
pueda pasar al final de sus capturas.
El autor no define el final de las pandillas, tampoco como el desenlace del futuro de
dichos grupos que permanezcan en la cárcel.
Formulación de juicios: La violencia que se vive se interpreta por medio de la
sociedad como respuesta de un conflicto social para abordar temas como la juventud,
droga, asociaciones ilícitas, actores sociales que impone la respuesta del Estado y
grupos que se involucran a dicho problema.
Las circunstancias sociales que se desarrollan a través de los conflictos sociales a lo
largo de la historia que actualmente se viven diariamente que generalmente nos mueve
a un entorno desagradable.
El autor explica sus pensamientos de acuerdo lo que pueda pasar de acuerdo con las
capturas, al régimen de excepción, a la construcción de la mega cárcel de
Zacatecoluca no ofrece alguna solución que pueda ofrecer a la población salvadoreña.

Enseñar: Mediante el desarrollo de este artículo ,se refleja el motivo del autor
expresando que un problema social no solo se erradica mediante capturas inmediatas
sin una previa información que de motivo de arresto, sino también que un problema
social como la delincuencia, tiene diversos factores por el cual es tan latente
actualmente, que la gente desea abandonar su país de origen y emigrar a otro país
extranjero en busca de oportunidades .
Atacar: Dicho artículo de opinión motiva al lector que un problema social se origina de
una raíz que ocasiona circunstancias inherentes al ambiente y no por ciertos
programas de seguridad será eliminados sino que lleva a cabo un sistema de
permanencia total, debido a un cambio de gobierno puede variar el sistema de gestión
o el motivo de actuar o una mala inversión porque debe haber una reinserción en
dichas estructuras criminales.
Defender: Expone sus argumentos de una manera que lo explica que dichos
problemas no se solucionan con capturas a dichos delincuentes, que no solo es una
simple captura que solucionara los problemas que posean, porque mientras se originen
otros grupos o crezcan por diferentes zonas que se hagan más fuertes.

Alabar: El Gobierno desea prolongar al régimen de excepción con el motivo de poder


realizar capturas para desarticular las pandillas sin importar sobrepasar por la
integridad física y los derechos humanos de las personas que se puedan llevar.

Interpretar: La población salvadoreña puede pensar de manera diferente, si le parecen


las medidas de seguridad contra la delincuencia como el régimen de excepción porque
puede eliminar cada estructura delincuencial, pero no solo es una captura masiva de
cualquier individuo, sino que debe haber una previa información de dicha persona ,una
respuesta de cuanto puede durar el régimen de excepción no solo prolongarlo y no
informar a la población de dicha estrategia por parte del Gobierno.
Este editorial no posee antecedentes necesarios que detallen acerca de los grupos de
pandillas sino más bien como las medidas que se implementan por el Gobierno y más
bien como una queja que no presenta solución e igual presenta pensamientos de como
el Gobierno, no se expresa como el cuidado hacia ellos mientras se encuentran en la
cárcel, tampoco habla como el surgimiento de las pandillas, únicamente se expresa
como problema social .

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