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BICENTENARIO
DEDICATORIA
El presente proyecto tuvo por finalidad un análisis reflexivo de contenido, donde se
expusieron algunas consideraciones acerca de la ética profesional del contador
público. La metodología utilizada fue de carácter documental, realizándose una
revisión bibliográfica. Se fundamentó en las teorías relacionadas con las temáticas
abordadas, tales como: Fuentes (2006), Cortina y Conill (2000), Berumer, (2005),
(FCCPV, 1996), (IFAC, 2004) Moncho (2003) y Beller (2006). Actualmente, la ética
profesional adquiere un importancia relevante en función de determinados valores
asumidos, aceptándose que la ética hay que pensarla en la relación dada entre la
conducta y el concepto de valor, puesto que la necesidad de la ética en la
sociedad es tan importante, que muchos valores comunes se incluyen en leyes
para permitir que la sociedad funcione en forma ordenada. De tal manera que se
concluye que toda persona tiene un conjunto de valores, aún cuando puede que
hayan sido considerados o no en forma explícita, tal como lo expresan los códigos
de ética para grupos de profesionales como los Contadores Públicos y los códigos
de conducta en organizaciones individuales. Ya que los contadores públicos
deben establecer conductas éticas inviolables, en cuanto a su actuación
profesional, es deber obligatorio para el contador evitar incurrir en faltas tales
como: el encubrimiento de hechos que lleven a conclusiones equivocas ante
cualquier caso o circunstancia; negligencia al emitir un juicio sin respaldo
profesional o auditoria de parámetros de aceptación general; o inducir y aconsejar
el falseamiento de estados financieros a sus clientes. Igualmente, debe guardar
discreción para demostrar que es profesionalmente confiable y responsable de
todos los casos que estén bajo su tutela, así como de cualquier información que
maneje, adquiriendo un compromiso serio y leal con sus clientes de acuerdo a lo
previsto en la ley del ejercicio de la profesión.
ABSTRACT
This article is intended content reflective analysis which presented some
considerations about the accountant's professional ethics. The methodology used
was documentary in nature a literature review. The basis of theories about the
themes addressed, such as: Sources (2006), Cortina and Conill (2000), Berumen,
(2005), (FCCPV, 1996), (IFAC, 2004), Moncho (2003) and Beller (2006). Today
professional ethics acquires a significant importance in terms of certain assumed
values, accepting that ethics have to think given the relationship between behavior
and the concept of value, since the need for ethics in society is so important many
common values are included in laws to allow society to function in an orderly
fashion. So, it is concluded that everyone has a set of values even though they
may have been considered or explicitly, as expressed in codes of ethics for
professional groups such as the Public Accountants and codes of conduct in
organizations individual. As public accountants must establish inviolable ethical
conduct in their performance, therefore, is obligatory duty for the counter to avoid
infractions such as concealment of facts that lead to wrong conclusions before any
event or circumstance, neglect in issuing a trial without professional support or
audit generally accepted parameters, lead and advise the distortion of financial
statements to its customers. It must also exercise discretion to prove it is reliable
and professionally responsible for all cases under their care, as well as any
information we managed to acquire a serious and sincere commitment to their
customers according to the provisions of the law of exercise the profession.
Introducción
Las normas morales siempre han perturbado a la persona humana, desde
pequeños somos orientados por su existencia, siendo afectados con el fin de tratar
de orientar e incluso determinar la conducta humana; puesto que dichas normas
existen en la conciencia de cada uno, provocando la existencia de diferentes
puntos de vista, lo que conlleva a considerar las diferentes respuestas
existenciales que ejercen las personas frente a ellas.
Algunos autores, como Moncho (2003) y Beller (2006), consideran que la ética
profesional tiene un sentido más amplio que el de la deontología, puesto que no
puede sólo limitarse a los deberes y obligaciones que se articulan en un conjunto
de normas o códigos de cada profesión, para dirigirse a las virtudes y roles
profesionales.
En ese sentido, Fuentes (2006) define la ética profesional como la parte de la ética
general, de forma particular, los deberes y los derechos de las profesiones, donde
los códigos de ética sirven de guía para la acción moral, incorporándose a los
distintos ámbitos de trabajo, con intención de respetar su profesión, de trabajar
con lealtad y de cumplir con la sociedad.
Por ello, puede considerarse que la enseñanza de la ética tiene como objetivo
proporcionar instrumentos claves relevantes para tener criterios éticos y capacidad
de elección, proporcionados por cada ciudadano que participan en los asuntos
públicos.
En este sentido hay un marcado interés por la educación para la ciudadanía, cuyo
objetivo es contribuir a formar pobladores más competentes cívicamente, y que
puedan comprometerse con las responsabilidades colectivas desde su profesión.
ANTECEDENTES
Toda profesión exige un cumplimiento de deberes, dados como manifestación de
respeto al prójimo y servicio a los demás (sentido ético). El predominio de los
intereses egoístas y el afán de lucro, significan la manera de desvirtuar
la profesión, y negarle el sentido ético de servicio que ella debe tener.
La ética de cada Profesión depende del trato y la relación que cada Profesional
aplique a los casos concretos que se le puedan presentar en el ámbito personal,
profesional o social en cuanto a su vinculación con las personas con las que trata
permanentemente. La opción ética no se presenta únicamente como instrumento
necesario y oportuno para llevar adelante el desarrollo económico de los países,
sino también como bandera de lucha contra la inmoralidad, cuyo resultado fatalista
es la corrupción, que se convierte a la vez, en uno de los flagelos sociales de
mayor presencia en absolutamente todas las culturas, independientemente del
grado de desarrollo económico que tengan. La lucha contra esta endemia, a
nuestro modesto entender, comienza en los ambientes Universitarios, y el análisis
humano y científico se presenta como la herramienta innegable de lucha contra el
abanico de posibilidades de comportamientos insanos y absolutamente no
deseados.
JUSTIFICACIÓN
La ética profesional de C.P. reconoce al contador como una persona, responsable,
preparada, honesta, leal, etc. Por lo que es muy importante analizar de manera
adecuada y reiterada el tema de la ética. Pues no se es profesional solo por tener
un papel que lo certifique, hay que tener ética persona, ética profesional y una
actitud positiva hacia la profesión. Es por lo ello que la Ética Profesional del
Contador Público es indispensable en la vida laboral de un Contador.
OBJETIVOS
GENERAL
HIPÓTESIS
Hoy en día la ética profesional del C.P. a dejado mucho que desear, por lo que la
profesión a creado una imagen negativa, incluso se menciona que los contadores son
personas poco confiables en ámbitos laborales. Todos los contadores son regidos por un
Código de Ética Profesional del C.P. que cita la forma de actuar y el comportamiento del
C.P. Pero lamentablemente se a tomado como algo sin importancia y sea dejado a un
lado. Por lo tanto, El Código de Ética del Contador Público es la mejor guía de conducta,
que señala la manera de comportarse ante los acontecimientos laborales que se
presentan día con día. Si en la actualidad se aplicara este código de manera más
constante, apegándose a las normas de conducta que en él se citan, la profesión
recobraría su prestigio y el nombre de las Contadores recobraría su grandeza.
DESARROLLO
¿QUE ES LA ETICA PROFECIONAL?
La profesión tiene como finalidad el bien común o el interés público, nadie es
profesional, para sí mismo, pues toda profesión tiene una
dimensiónsocial, de servicio a la comunidad, que se anticipa a la dimensiónindivid
ual de la profesión, la cual es el beneficio particular que
se obtienede ella. Resulta absurdo buscar el propio beneficio, sin importar el benef
icio comunitario, porque lo que pase en cualquier colectividadsiempre afectará
para bien o para mal a todos sus integrantes .Al término "profesión" debe
asociársele la idea de "servicio", pues, al hablar de las profesiones, existe una
conexión entre la práctica profesional y la vocación que se tenga hacia ella.Por
eso en toda profesión existe un cumplimiento de deberes, dados como
manifestación del amor al prójimo y servicio a los demás (sentido ético).
El predominio de los intereses egoístas y el afán de lucro, significan la manera de
desvirtuar la profesión, y negarle el sentido ético de servicio. Todas las
profesiones implican una ética, puesto que siempre se relacionan de una forma u
otra con los seres humanos, unas de manera indirecta, que son las actividades
que tienen que ver con objetos. Otras se relacionan de manera directa con los
seres humanos, como son los casos de educadores, periodistas, psicólogos,
médicos, abogados, contadores, etc. Para estos últimos son más evidentes las
normas éticas de su profesión, puesto que deben tratar permanentemente con
personas en el transcurso del desempeño de su profesión. La ética de cada
profesión depende del trato y la relación que cada profesional aplique a los casos
concretos que se le puedan presentar en el ámbito personal o social.
La deontología es la Ciencia que estudia los diversos deberes y elcomportamiento
de los Profesionales en sus relaciones con sus clientes o sus colegas. La
deontología es un conjunto de comportamientos exigibles a los profesionales, aún
cuando muchas veces no estén codificados en
unareglamentación jurídica. En este sentido, la deontología es la ética profesional
de las obligaciones prácticas, basadas en la acción libre de la persona, en su
carácter moral, carentes de un control por parte de la legislación pública. La
deontología es el cumplimiento de los deberes que a cada cual se le presentan
según la posición que ocupe en la vida, y que están dados por el grado de
compromiso y conciencia moral que se
tengacon respecto a la profesión. La indagación y el acatamiento de los principios
deontológicos significa dirigirse por el camino de la perfección personal,
profesional y colectiva.
c. Además de incluir las normas internas del colectivo, tiene en cuenta una
perspectiva más amplia.
d. Su contenido ético dimana del sentido ético que proporciona su fin, el bien que
aportan o procuran.
Por lo tanto, la ética profesional es definida por Fuentes (2006) como un conjunto
de principios, valores y normas que indican cómo debe comportarse un profesional
para que su ejercicio sea considerado digno, estableciendo los mejores criterios,
conceptos y actitudes para guiar la conducta de él mismo por razón de los más
elevados fines que puedan atribuirse a la profesión que ejerce, así como sus
relaciones con los clientes, el público y otros contadores públicos, tomando en
cuenta la independencia, autodisciplina e integridad moral del profesional.
Por otro lado, la finalidad del trabajo profesional es el bien común. La capacitación
que se requiere para ejercer este trabajo, está siempre orientada a un mejor
rendimiento dentro de las actividades especializadas para el beneficio de la
sociedad, de lo contrario, una profesión se convierte en un medio de lucro o de
honor, o simplemente, en el instrumento de la degradación moral del propio
sujeto.
Por otra parte, para Cortina y Sánchez (2001), citados por Fuentes (2006), un
profesional debe ofrecer una preparación especial en triple sentido: capacidad
intelectual, capacidad moral y capacidad física.
Cuando un profesional tiene una conducta honesta, dentro y fuera del ejercicio de
su profesión, le atraerá confianza además de prestigio, lo cual no deja de ser un
estímulo que lo impulsará con más certeza en el recto ejercicio de su carrera.
Es por esto que la ética profesional se considera una fuerza moral en la que se
apoya la profesión que un individuo ejerce, es decir, el fundamento ético del
quehacer públicamente declarado y reconocido, ya que no depende sólo de
ciertas normas o códigos de conductas de gremios profesionales relacionados con
reglas morales; por lo que en esencia, al igual que el comportamiento moral, es
libre, consciente y responsable de las consecuencias de los actos realizados, sino
también de las decisiones que el individuo toma, ya que tiene relación íntima y
directa con la calidad moral del trabajo realizado.
Al actuar bien en el trabajo se integra bien al quehacer con la propia vida del
individuo, y por consiguiente, con la de los demás; en un natural sentido
comunitario, donde la ética profesional forma un imperativo ético de la existencia
del hombre, que nace como una lealtad con su propia vocación, basado en el
fundamento ético del ser y del quehacer en una determinada forma de vida.
Debe reconocer a aquellos que en sí mismos son reprobables, que atentan contra
la dignidad humana, además de que no existe justificante alguna para su
realización, que lo alejan de la búsqueda del bien común. La deontología entraña
una serie de virtudes, además de actitudes que los profesionales deben poseer y
aplicar para hacer posible la moralización de la comunidad.
Para Fuentes (2006), entre las virtudes que conforman un ejercicio ético de la
profesión se encuentran: la justicia, la caridad, la virtud intelectual y la dignidad
personal.
Para ello, se debe poner en juego, no sólo la inteligencia, sino su voluntad; debe
comprender que su responsabilidad en la consecución del bien común es mucho
mayor que la del ciudadano común y corriente; cuenta con el conocimiento que ha
recibido a través de su formación, comprometiéndose con la confianza de la
sociedad, puesto que se espera del profesional, no sólo los servicios para los
cuales se formó, sino que se convierta en la vanguardia de la cultura, se espera de
él un compromiso de carácter moral.
Justicia
Responsabilidad
Discreción
Honestidad
Uno de los valores que debe ser pilar fundamental del quehacer profesional es la
honestidad. Una forma de definir la honestidad es a partir de su relación con la
verdad, puesto que una persona honesta no engaña, reconoce sus limitaciones,
no trata de obtener beneficios personales a partir de la necesidad del otro, actúa
de acuerdo con lo que dice que piensa.
1.- Integridad
2.- Objetividad
El Contador debe ser justo y no dejar que un prejuicio ola influencia de otros
anulen su objetividad.
Todo ello ha llevado a una sensación de mayor riesgo entre los empresarios de los
más diversos sectores y países, como resultado de errores y fraudes encontrados
en las contabilidades de prestigiosas organizaciones.
Durante los años 90, la contabilidad se centró cada vez menos en el principio de
prudencia, poniendo en duda la independencia de las firmas auditoras y la
responsabilidad de los profesionales de la contabilidad, quienes perdieron
credibilidad.
Estas son las razones por las cuales es de gran importancia el papel que
desempeña un Contador Público dentro de una organización, además de la
responsabilidad que tiene el mismo ante la revelación de información actual y
significativa que permita evaluar, dirigir a las empresas, detectar la existencia de
posibles anomalías dentro de su contabilidad, así como valorar su posición
financiera, su evolución y cambios.
Por ello se hace necesario que los contadores sean realmente independientes y,
en particular, deben eliminar la posibilidad de un conflicto entre aumentar sus
propias remuneraciones a cuenta de la protección del público inversionista, ya que
su fidelidad a la causa de información clara, completa y entendible debe ser
inclaudicable.
En tal sentido, todos estos elementos constituyen la conducta ética que debe
formar parte de la actuación de todo profesional de la contaduría pública,
establecidos en códigos de ética que sirven de guía moral y conceptual para
dichos profesionales.
Por tal razón, el auditor por supletoriedad, recurre al código de ética de la IFAC, ya
que complementa todos aquellos vacíos existentes en el Código de Ética
Venezolano, garantizando así la credibilidad, además, la confiabilidad en su
trabajo y en su opinión no sólo a nivel nacional sino también a nivel internacional.
Además debe aceptar respetar, al igual que considerar ante sus colegas y el
gremio en general indistintamente, la posición política, religión, raza, sexo,
nacionalidad, situación económica o cualquier otra situación de discriminación que
obstaculice el libre ejercicio de la profesión entre colegas o contratantes.
CONCLUSION
De lo antes expuesto se evidencia que el Contador Público reconoce una
responsabilidad ante el público, el cliente y sus colegas, ya que es de esperarse
que un profesional se comporte a un nivel superior que otros miembros de la
sociedad, debido a la necesidad de confianza pública en localidad del servicio que
presta una profesión, sin importar la persona que los presta,
o Precisión.
o Neutralidad.
o Comparabilidad.
o Claridad y transparencia.
o Cumplimiento con el derecho interno.
o La función de auditoría interna.
Por tales motivos, deben estar capacitados para desarrollar sus habilidades de
perspicacia y escepticismo profesional, ya que los errores e irregularidades
cometidos por los miembros de una organización, generalmente, no son fáciles de
descubrir, sobre todo en aquellos casos en los que la administración carece de
planificación, organización, dirección y control suficiente sobre cada una de las
actividades realizadas.
Sin embargo, tal como lo establecen las normas profesionales establecidas para el
ejercicio de sus funciones, si el auditor cumple fielmente tanto con los principios y
las normas e internacionales, así como con las normas éticas propias de su
profesión, no se le designaría como responsable de los hechos o circunstancias
que dieran lugar a errores significativos dentro de los estados financieros, sino a la
organización.
BIBLIOGRAFIAS
Arens, A. Loebbecke. J. (1996). Auditoria: un enfoque integral. México. Editorial
Prentice-Hall.
Fuentes Mora, Sara (2006) La ética profesional frente a la ética general. Ética
actual y Profesional. Lecturas para la convivencia global en el Siglo XXI. México.
Thomson.
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