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TEMA 6: LA ARQUITECTURA DEL ECLEPTICISMO

LA CONSOLIDACIÓN DE LAS CIUDAD BURGUESA: NUEVAS


TIPOLOGÍAS Y “REVIVALS”.
En 1840, Thomas Cole (1801-1848) pinta un enigmático cuadro “El sueño del
arquitecto” (Toledo, Ohio, Museum of Art), en el que se representa una figura
masculina, diminuta, que recostado
observa o contempla abrumada
majestuosas arquitecturas, griegas,
góticas, romanas, egipcias y
neoclásicas que se mezclan en el
cuadro formando una visión
abigarrada. Dicha obra quiere poner en
relieve el enorme arsenal de estilos
con el que se encontraban los
arquitectos a la hora de construir. Al
igual que Cole, también
Durand en su obra “Recueil et parallèla des èdifices de tout gentre anciens et
modernes” plasma la variedad de estilos existentes. Durand codificó las
diferentes tipologías arquitectónicas, que en las ciudades burguesas no se
limitaron a templos y palacios sino al resto de edificios (bancos, parques,
bloques de vivienda, cementerios, museos, cárceles etc.) que formaran parte
de un marco urbano que se desea grandioso.
Esa abundancia de modelos se dejó sentir en todos los países. Charles Robert
Cockerell(1788-1863), arquitecto, arqueólogo y teórico, dibujó “The
professor’s dream” en 1848 donde, al igual que Cole, muestra un abigarrado
conjunto de arquitecturas diversas y ruinas, en la que están presentes los
antiguos colosos egipcios, como “Gran Esfinge”, los colosos de Memnon o
romanos “El Coliseo”. La arqueología también formará parte en estas
arquitecturas. Otros estilos más exóticos como el indio, chino, o árabe con todas las
versiones de “La Alhambra” de granada y otros muchos se adaptaron a la
arquitectura de ocio en los lugares más dispares, como p.ejm,”Villa Wilhelma”
de Stuttgart, un pabellón para el placer (1837-41) en el que se construye un
parque con yeserías árabes con un eclepticismo muy parecido , El Duque de
Montpensier en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) adaptó un palacio de verano, hoy
día el ayuntamiento de Sanlúcar, con motivos árabes y un jardín a la inglesa.
Los espacios verdes, novedad imprescindible en las ciudades burguesas,
parques, alamedas o bulevares incorporaron elementos pintorescos como
ruinas, templetes, kioscos chinescos o enormes lagos que acercarán la
naturaleza a los habitantes de la urbe.
El neogótico conservará un sentido religioso, aunque en algunos países como
Alemania o Inglaterra entronque con su tradición y una específica arquitectura
civil. Con todos estos componentes se renovarán las ciudades en la segunda
mitad del S.XIX.
El París del Segundo Imperio
A mitad del S. XIX, durante el mandato de Napoleón III, se inicia la
remodelación de París, capital de su Imperio con la ayuda del prefecto del Sena
Georges-Eugéne Haussmann (1809-1891). El proyecto fue viable por confluir
iniciativa privada y control público. La situación de hacinamiento y degradación
sanitaria de los barrios más antiguos hace necesario El plan de París.

El plan novedoso, aborda la población como un todo urbano que se debe regularizar.
Una serie de técnicos realizaron un preciso estudio cartográfico y estadístico
para establecer unas pautas de intervención. Básicamente el plan consistió en la
creación de una red viaria preferente sobre el antiguo trazado urbano,
potenciando un
sistema de anillos, constituido
por bulevares, consolidando la
grand croisée (ejes norte-sur
y este-oeste) en la plaza de
Chatelet y una serie de
carrefours o confluencias de
calles, en zonas relevantes
como Étoile, Ópera,
Madeleine, Bastille, Alma,
Trocadero etc. a la vez que se
utilizaban los monumentos
como puntos focales.
El plan se completaba con mejoras sanitarias, como alcantarillados, y
aprovisionamiento de aguas, la iluminación de gas, apertura de parques públicos y la
remodelación de los antiguos en el casco antiguo. Se hicieron numerosos derribos
en las zonas más deterioradas y fue sustituido por bloques de viviendas a modo de
telones para ocultar el tejido anterior, los obreros y artesanos, antiguos habitantes
fueron trasladados a barrios periféricos donde el emperador pensó crear barrios
obreros, Una poderosa clase burguesa ocupó las viviendas de la nueva ciudad. Fue
profusa la plantación de árboles en las calles y los “squares” de la ciudad, a la vez
que se trazaron nuevos parques como El Bois de Boulogne (1854-58), el de Buttes-
Chaumont y el de Montsouris diseñados a la inglesa con lagos artificiales y
caminos serpenteantes.
El Plan de París generó una nueva arquitectura cuyo primer proyecto fue unir el
Palacio del Louvre con el de las Tullerias realizado por L.T.J. Visconti (1791-
1853).Su temprana muerte hizo que tomara el relevo H. M. Lefuel que aportó
rasgos barrocos. Las altas cubiertas amansardadas y una abundante decoración
escultórica tipifican las realizaciones del 2º Imperio

Los edificios más representativos del París de Napoleón III son:

 el Teatro de la Ópera, iniciado en 1860 por Charles Garnier (1825-1898);


punto focal de uno de los Carrefours
“haussmannianos”. Su riqueza
escultórica y su monumentalidad
consolida el estilo Napoleón III, como
gustó llamarle Garnier, rasgos ya
presentes en la remodelación del
Palacio del Louvre. Su estilo se empleó
en almacenes, hoteles y casinos como el
de Montecarlo construido por el propio
Garnier (1878) la estela continuó
también en Europa y en América donde
proliferaron los grandes almacenes al
estilo de la Samaritaine o la Belle
Jardinière.

 La renovación de edificios administrativos o construcciones de nueva planta


dedicadas a fines diversos completarían este París moderno, destacando la
Bibliothèque Nationale( 1859-1868) donde Henri Labrouste añadió una
sala de lectura y un pabellón para depósitos, proporcionaba ideas entonces
novedosas como la incorporación del hierro visto. Labrouste restaura la
biblioteca en parte, edificando una nueva planta en algunos sectores. La sala
de lectura era una gran sala rectangular rematada por un ábside
semicircular, que cubren nueve cúpulas de terracota vidriada tráslucidas
que apoyan sobre arcos y columnas de fundición; en una estructura metálica
que sostienen dieciséis columnas exentas independientes de los muros de
mampostería. El magazin central, depósito de libros, es la parte más
innovadora y funcional de la obra. El depósito es una estructura con
elementos metálicos verticales y horizontales formando galerías que dejan
un espacio en el centro con pasarelas para comunicar las galerías de uno y
otro lado; todo el conjunto goza de una perfecta iluminación que se consigue
con paneles de cristal y con la ayuda del enrejado de hierro fundido que
forma el piso de las diferentes galerías que deja pasar la luminosidad. En
elMercado de Les Halles (Baltard), que utilizaban profusamente nuevos
materiales como el hierro.
 Otras intervenciones fueron las vías de acceso a la ciudad, tanto los,
caminos, como los puentes o los tendidos ferroviarios, además de la
interconexión de las estaciones.

El París de Napoleón III supuso el manifiesto de una nueva sociedad pero


también de la modernidad.

Novedades en Munich
En 1848 Maximiliano II (1811-1864), rey de Baviera convertirá a su capital,
Múnich, en el banco de pruebas de la nueva arquitectura. El centro de su actuación
fue la construcción de una vía principal la Maximilianstrasse, tras convocar un
concurso de ideas.
El monarca deseaba edificar un ateneo cultural, obra que se convertiría en el
símbolo de la arquitectura nacional. La obra fue encargada a Friedrich Bürklein
(1813-1873) que diseñó un conjunto urbano de vago recuerdo gótico, mientras
que el ateneo el Maximillianeum, fue de estilo renacentista.

El nacionalismo Bávaro tiene su colofón en los proyestos de Luis II (1845-


1886). Este emprendió proyectos edilicios de enorme ambición, como por ejemplo
El castillo de Neuschwanstein de Eduard Riedel y Georg Dollman, en el que juega
con los recursos del eclecticismo. El castillo casi un escenario de cuento de hadas
cuenta en su interior con una decoración que desarrolla diferentes escenografías
que remiten al Santo Grial, a los amores caballerescos o a Parsifal, el protagonista
de la Ópera de Wagner.
Gottfried Semper (1803-1879) trató de liberar a la arquitectura alemana del
lastre historicista para buscar un estilo propio del presente. Tras sus numerosos
viajes, elabora una teoría sobre la policromía que consideraba ligada al pensamiento
de la sociedad que la utiliza. Su obra El estilo en las artes técnicas y tectónicas,
dos volúmenes publicados entre 1860 y 1863 es una reflexión sobre la arquitectura
y el estilo que para él no es sino una consecuencia del empleo de los materiales, de
su técnica y de las influencias que los hombres reciben. La imposibilidad de
encontrar un estilo que refleje el presente opta por el empleo del renacimiento que
se puede asociar a la sociedad democrática.

En 1838 inicia la construcción del Teatro de Corte de Dresde de vago recuerdo


renacentista. El teatro se incendió en 1861 y fue sustituido por otro en un estilo
más barroco, entonces de moda.
El ensanche de Viena
Viena se convierte en capital del Imperio Austro-Húngaro y sede del gobierno de
Francisco José I (1830-1916). Junto con Budapest se convierte en núcleo
administrativo y económico de los estados anexionados.

La ampliación de la capital, imitada en otros lugares, parte de la idea de ampliar


en zonas concéntricas (Ring), alrededor de la trama antigua. Viena tenía una
estructura urbana fortificada desde la Edad Media completado por un nuevo anillo
amurallado, entre ambos existía un espacio sin edificar (el glacis).

En 1857, el emperador ordenó el derribo de las viejas murallas para urbanizar la


zona. El propósito era situar junto al río Danubio los acuartelamientos y dejar el
palacio imperial en un lugar preferente, rodeado de parques, en el resto se
ubicarían los museos, teatros iglesias etc.

El plan de Viena se realizó


con escasa ayuda privada,
ya que la mayor parte del
proyecto era para uso
público.

La ordenación de la
Ringstrasse, vía de
circunvalación, acogerá
varios conjuntos
monumentales
intercalados con parques
y jardines. Sin duda el conjunto más notable es el integrado por el Rathaus
(Ayuntamiento) flanqueado por el Parlamento y la Universidad. Frente al
goticismo del Ayuntamiento (1872-1883) obra de Friedich von Schmidt,
contrastan otros estilos como el barroquismo del Burgtheater (Semper) o el
neorrenacentismo de la Universidad (1873-74) muy decorada con elevadas
cubiertas amansardadas de gusto francés, construida por Heinrich von Ferstel y
de muchas de las viviendas de la Ringstrasse. Ferstel es también autor de la
iglesia votiva (votiukirche) en un gótico de agudos pináculos en inclinadas
cubiertas de cerámica vidriada bicolor.
La plaza de los museos es otro de los conjuntos monumentales. Realizados por
Semper y Hasenauer entre 1869 y 1882, el Museo de Historia del Arte y el de
Historia Natural se enfrentan entre ambos con una zona ajardinada y su estilo
renacentista tardío. Tienen una planta octogonal, y están rematados por
balaustradas coronadas por estatuas.
La influencia de Viena se trasladó a Budapest, donde también se conservan los
conjuntos monumentales en torno a los museos. En la capital de Hungría se
recurrió a una nueva arquitectura residencial recurriendo a motivos escultóricos
muy barrocos, destacando el espectacular Parlamento húngaro en un gótico
clasicista que se recorta con sus múltiples pináculos junto al río Danubio.

Las operaciones urbanas llevadas a cabo en las ciudades renovadas como Viena
condujeron al enmascaramiento o al aislamiento de los monumentos antiguos. El
arquitecto Camillo Sitte (1843-1905) criticó la uniformidad y regularidad de las
ciudades modernas. Defendía un diseño menos monumental de las plazas y
encrucijadas de calles. Sus teorías sobre el urbanismo se engloban en el debate
del momento, sobre como conectar la ciudad antigua con la renovada urbe
industrial.

ECLECTICISMO EN ESPAÑA.
En España, la arquitectura
de la segunda mitad del
S.XIX sigue los mismos
parámetros que en el resto
de Europa. El aumento de
población en las ciudades y
los efectos de la
desamortización
eclesiástica, produjo
cambios en el uso de los
espacios urbanos. En 1846
un Real Decreto obligaba al
levantamiento de planos geométricos en las poblaciones, y en 1853 se habían
publicado las bases para la alineación de calles. En esos años, las posibilidades de
reforma interior estaban agotadas e incluso los terrenos ganados con la
desamortización se habían saturado por lo que se hace necesario proceder a un
ensanche. En 1864 se aprobó la Ley de Ensanches en las poblaciones y
posteriormente en 1867 el Reglamento con las pautas a seguir en la ampliación
de las ciudades aunque muchas lo habían iniciado.
El ferrocarril será un factor importante en la modernización de las ciudades. La
primera línea férrea, Barcelona-Mataró se realiza en 1848.
Los nuevos arquitectos se forman en la Escuela Superior de Arquitectura de
Madrid que se independiza de la Academia de Bellas Artes. Más tarde aparece
la de Barcelona y Sevilla. Las ciudades con ensanches realizados como Barcelona
(Plan Cerdá) o Madrid (Plan Castro) inician una etapa de remodelación de la
imagen. La nueva arquitectura, comienza a introducir estilos regeneradores y
modernos, como el eclecticismo (tendencia artística que mezcla elementos de
diferentes estilos y épocas). Algunos “revivals” se adaptarán a las diferentes
tipologías y se asocian a determinados fines:
• Neogótico- se asocia a la arquitectura religiosa.
• Estilos exóticos- neoárabe o alhambrista- representan a la arquitectura
para ocio.
• Elementos de tradición clásica eran para edificios oficiales
• como ayuntamientos, diputaciones o incluso teatros, pero enriquecidos
con aportaciones varias como el segundo I imperio francés.
Tras la restauración Alfonsina en 1875, las instancias oficiales incentivaron la
construcción de edificios representativos que ocuparon sitios estratégicos en la
ciudad.
Se utilizará un estilo ecléctico que jugará con
modelos en la búsqueda de un nuevo estilo que
se traducirá a finales de siglo en el arranque del
movimiento Moderno.
En Madrid se levanta El Congreso de los
Diputados en 1842, obra de Narciso Pascual y
Colomer (1808-1870), un edificio con clara
muestra de un clasicismo convencional que
mantiene la simetría y axialidad. Tiene un pórtico hexástilo de columnas corintias
y un frontón en el que se desarrolla la alegoría de “España abrazando la
constitución” (1862) realizado por el escultor Ponciano Pizano. Los dos leones que
flanquean la escalera de acceso, se fundieron en 1872 en Sevilla con los cañones
tomados al enemigo en la guerra de África.
Otra obra coetánea es “El Palacio de archivos, Bibliotecas y Museos” en Madrid,
obra de Francesco Jareño y Alarcón entre 1865-1868, con planta rectangular y
siguiendo los preceptos que Durand recoge en su tratado como modelo para un
museo. El proyecto incorpora un depósito de libros de esructura metálica. El
conjunto escultórico de la fachada principal presenta un frontón con relieve de
Agustín Querol, una alegoría de las ciencias y las artes esculpida en un estilo
clásico. Las seis estatuas de la escalinata contribuyen con las cuatro esculturas
restantes al programa iconográfico de la cultura española.
La fachada a la calle Serrano presenta acceso al Museo Arqueológico Nacional,
con una arquitectura más clásica, sin frontón y precedida por una escalinata
flanqueada por dos esfinges aladas de bronce.
En otros lugares de España, ese convencionalismo clásico se adapta también a los
edificios institucionales, como por ejemplo, El ayuntamiento de Cáceres (1867)
obra de Ignacio Mª de Michelena o el de Bilbao en 1883 cuyo autor fue Joaquín
Rucoba. El ayuntamiento con una decoración interior ecléptica, incluso un Salón
con ornamentación neoárabe. Este edificio tiene muchas notas de arquitectura
francesa, el coliseo, edificio exento de planta trapezoidal con fachada curva y
torres laterales, con una rica ornamentación con decoración en los óculos y orden
gigante en su parte inferior. Su balcón principal se sostiene por pesadas ménsulas
que en realidad son figuras tenantes ejecutadas en hormigón.

Este autor, también de modo


ecléctico, realiza El Teatro de Arriaga (1885), o en Málaga el mercado de las
Atarazanas o la plaza de toros de la Malagueta con un estilo neomudéjar en plena
moda.
Los teatros fueron las tipologías más representativas de la ciudad burguesa, y
salvo excepciones siguen unos modelos que remiten al neorrenacimiento. “El
Teatro de la Zarzuela” en Madrid, el de “Lope de Vega” (1861) en Valladolid obra
de Jerónimo de la Gandara son buenas muestras de dicho estilo.
Si hay un espacio representativo de la ciudad decimonónica española es la plaza
regular, que lo mismo en Barcelona que en Sevilla ligará la ciudad antigua a la
renovada. La vivienda doméstica brillará en esos conjuntos. La plaza Real de
Barcelona se levantará sobre el solar del convento de Capuchinos por Daniel
Molina, tiene planta trapezoidal y cuerpo bajo porticado, adornada con farolas
de gas diseñadas por Antonio Gaudí. La plaza Nueva de Sevilla, surge del derribo
del convento de San Francisco. En San Sebastián y en su ensanche, nació la plaza
Guipúzcoa con el edificio de la Diputación Foral de altas cubiertas que remiten a
modelos franceses cuyo jardín construido a la inglesa es espacio imprescindible
en la ciudad. Ricardo Velázquez Bosco era desde 1866 arquitecto auxiliar de las
obras civiles de Madrid. Las anotaciones que hizo en sus cuadernos de viaje
durante sus travesías por oriente y países mediterraneos son una fuente
inapreciable de motivos arquitectónicos que utilizará a lo largo de su carrera. Se
le encargó la restauración de la Mezquita de Córdoba, fue arquitecto del
Ministerio de Fomento. Edificó la Escuela de Minas y el Ministerio de Fomento,
en Atocha, en todas sus obras destacó por la inclusión de detalles decorativos
de gran calidad como los paños cerámicos. Además de demostrar un preciso
manejo de las arquitecturas metálicas como en el patio cubierto de dicha escuela.
En el Retiro madrileño edificó el palacio de la Minería, conocido después como
palacio de Velázquez, construcción ecléptica realizada en ladrillo bicolor que
incorpora una cubierta de cristal y elementos metálicos estructurales. En el
Palacio de Cristal realiza una construcción de hierro y cristal con un pórtico de
acceso bajo columnas de obra que da entrada a un espacio de gran diafanidad
con tres cuerpos absidiales poligonales que se cubren con bóvedas de cañón
ejecutadas en hierro y cristal; su espacio central está rematado por una cúpula
de base cuadrada también acristalada.
En 1888 se celebró en Barcelona la Exposición Universal, ocasión para que la
arquitectura diera a conocer las novedades. El arco de acceso está levantado en
ladrillo rojo y adornado con relieves y esculturas. Josep Vilaseca y Casanovas
diseñó el arco de triunfo completado con relieves.
Antonio Vilanova talló las esculturas con las alegorías de la Industria, la
agricultura o el Comercio. Es una manifestación de las propuestas del
eclecticismo que años después se transformará en el arte unificador del
Modernismo. Lluis Doménech y Montaner edificó el café, Castillo de los tres
dragones, de vago recuerdo medieval y Antonio Gaudí colaboró en el sistema
hidráulico y la gruta de la Gran Cascada que presidía el parque.
El escenario americano: Chicago como experiencia
La colonización de América y la ocupación de tierras vírgenes tras la publicación
de la Homestead Act, así como la extensión de tendidos ferroviarios dieron
lugar a una nueva urbanización adaptada a las condiciones naturales y una nueva
sociedad. El desarrollo de ciudades ligadas al proceso industrial ocasionó
problemas de hacinamiento y viviendas precarias. Desde Nueva Inglaterra,
Henry David Thoreau, al igual que los pintores Thomas Cole o Durand
convierten el paisaje natural en
una
representación
de Norteamérica,
como bien lo
explica Amparo
Serrano de Haro
en su libro
“Palabra y
pintura. La
tradición crítica
anglo-americana”.
Nace así el Park Movement que lideraron Andrew Jackson y Frederick Law, un
movimiento cargado de referentes ingleses que pretende la mejora de la vida de
las ciudades, con el trazado de parques insertos en las cuadrículas urbanas.
Propiciados por la Forest Reserve Act nacen los parques naturales como Sequoia
National Park, o el Mont Rainier National en Washington.
En 1871, un incendio destruye la ciudad de Illinois y el proceso de
reconstrucción responde a los intereses de grandes capitales. El Loop de
Chicago se construyó con inmuebles en altura, la mayoría sedes de grandes
empresas. Esta característica se convierte en elemento importante en ciudades
surgidas del progreso económico como Buffalo, Boston o Nueva York.
Las dificultades de construir en altura se habían ido salvando paulatinamente; por
una parte, con el invento del ascensor (primero a vapor (Otis 1864), luego con
propulsión hidráulica (Baldwing 1870) y luego eléctricos (Siemens 1877), y por
otra la mejora de las técnicas de construcción con el empleo de estructuras de
hierro fundido, luego sustituido por hierro forjado y más tarde el acero.
El proceso de reconstrucción propició la llegada de arquitectos e ingenieros
militares sin ocupación, dando lugar a unas construcciones nuevas que aunarán
funcionalidad, avances técnicos y criterios estéticos. El pionero de la Escuela de
Chicago es sin duda William Le Baron Jenney (1832-1907), que en 1879
construyó el First Leiter Building, ya demolido. Se trataba de una construcción de
planta rectangular de 32 X 26 metros, usando vigas horizontales de hierro para
alcanzar los seis pisos. Repite la malla regular de las primitivas construcciones
fabriles inglesas, pero con amplias aberturas cerradas por cristal propias para
escaparates. Apenas existe decoración en sus muros, solo remedos de molduras y
un remate en cornisa. Se consiguió así sostener enteramente un edificio sobre un
armazón de metal sólido, equilibrado y protegido del fuego con materiales
cerámicos. El segundo Leiter Building (1889) tenía el esqueleto totalmente de
acero, con amplios vanos. Su aspecto era cúbico y macizo.
En 1885 el ingeniero (Le baron Jenney (1832-1907) consigue en el Home Life
Insurance Building levantar una estructura totalmente metálica en la que el muro
de albañilería fue solo un revestimiento, tenía diez plantas más dos añadidas. El armazón
metálico se levantaba sobre un zócalo de mampostería. Tenía de hierro los
cinco primeros pisos y de acero Bessemer los restantes, con vigas y pilares
metálicos recubiertos de ladrillos refractarios.

El equipo formado por Burnham & Root tuvo también un importante desarrollo en
la arquitectura de Chicago. Una de sus primeras obras fue el Montauk Building
(1881-1882), un edificio comercial de diez plantas con muros portantes de
mampostería, pero con columnas de hierro fundidos y travesaños de hierro
forjado en su interior, en el que se experimentó un nuevo sistema de cimentación,
la llamada balsa flotante, una plancha de 60 cm. De espesor reforzada con
nervadura de acero, que salvaba la inestabilidad que suponían los suelos fangosos
de la ciudad.

Estos progresos se emplean en el bloque de oficinas Rookery Building (1886-


1887). De esqueleto metálico tiene una estructura organizada en torno a un gran
lucernario central cubierto por un entramado de hierro y cristal. Una innovación
de este edificio (Rookery Building) es el vestíbulo cuadrado en el centro del
edificio al que se accede desde la entrada principal, que en realidad es una galería
comercial, que, en lugar de estructurarse en sentido longitudinal, se dispone en
forma de balconadas en torno al patio que evidencia la influencia de los espacios
comerciales franceses (Primtemps 1881) por sus pasarelas metálicas.
Dos jóvenes arquitectos Martin Roche y William Holabird, levantaron el Tacoma
Buildig (1887-1889) de doce plantas destinadas a oficinas en la que introdujeron
las bow-window (miradores poligonales) también se utilizó la cimentación de
plancha flotante. Se esqueleto era metálico con columnas de hierro forjado y
vigas de acero. La parte baja estaba destinada a escaparates comerciales
situados entre las pilastras del basamento. Presentaba frisos de palmetas de
terracota separando las plantas.
La Escuela de Chicago tiene un representante de excepción en Louis Sullivan
(1856-1929), quien se aleja de las propuestas arquitectónicas conservadoras de
finales de siglo. En Chicago inicia su trabajo en el taller de Le Baron Jenney,
marcha a París y a su regreso colabora con Dankmar Adley. Juntos imitarán el
diseño de su Marshall Field Store para el Auditorium de Chicago (1887-1889), un
enorme edificio sobre un basamento de aparejo rústico al que daba acceso un arco
cavernoso de gruesas dovelas y que disponía sus ventanas en bandas verticales
rematadas en arco. Sobre la entrada se disponía una torre maciza cuadrada de
cubierta plana prácticamente sin cornisa y en sus interiores destaca la abundancia
de paneles decorativos de formas naturalistas. En 1890, Adler y Sullivan
emplearon la estructura de acero en el Guaranty Building (1890-1891) de Buffalo,
recubierta por pilares de ladrillo. Bajo el alero y bajo las ventanas aparecen frisos
decorativos con motivos naturalistas.

En paralelo a esta arquitectura de la


técnica y el progreso, nace en 1893 tras
la World Columbian Exposition una nueva
visión de la ciudad en la que edificios
representativos serán monumentales,
pero sobre todo clásicos, insertos en
zonas de parques.

La Feria Internacional de Chicago de


1893 fue un retorno en lo arquitectónico
a la tradición clásica, con una estética
que se traduciría en el modelo de la
“beautiful city” aunque Louis Sullivan
realizó para la Feria el Transportation
Building como alternativa a la
arquitectura clasicista.
Uno de los arquitectos de la Feria defendió que lo más importante en la
arquitectura era la belleza, sin embargo, Sullivan pensaba que la forma seguía a la
función, insistiendo en que los altos edificios de oficinas debían ser un reflejo de
sus funciones, teniendo un piso de entrada suntuoso, una entreplanta sobre la que
se elevaría un número indeterminado de plantas dedicadas a oficinas con un ancho
determinado por el ancho de las ventanas y un ático.

En la Louisiana Purchase Exposition de St. Louis (Missouri) de 1904 se consagró


la “City Beautiful” levantándose una calle, ornada con edificios, plazas y parques
(arquitectura de rasgos clásicos).

Los modelos americanos de urbanización van a conformar la urbanización de los


países de más tardía colonización. En Sidney (Australia) se encuentran zonas
residenciales, parques etc.

Melbourne, por el contrario, se planificó con una malla reticular que hace
homogénea toda su arquitectura.
América del sur desarrolló ciudades al modo europeo con influencia francesa.

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