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Revista Científica Guillermo de Ockham

ISSN: 1794-192X
investigaciones@ubscali.edu.co
Universidad de San Buenaventura
Colombia

Ossa Ramírez, José Fernando; González Velásquez, Elsy; Rebelo Quirama, Luz Estela; Pamplona
González, Julián David
Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema
Revista Científica Guillermo de Ockham, vol. 3, núm. 1, enero-junio, 2005, pp. 27-59
Universidad de San Buenaventura
Cali, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105316842003

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Los conceptos de bienestar
y satisfacción.
Una revisión de tema
The concepts of well-being and satisfaction. A literature review

José Fernando Ossa Ramírez Elsy González Velásquez


Psicólogo Psicóloga
josefossa@hotmail.com elsy156@hotmail.com

Luz Estela Rebelo Quirama Julián David Pamplona González


Psicóloga Psicólogo
luzrebelo@hotmail.com orihon_@hotmail.com

Grupo de investigación en Estéticas urbanas y socialidades


Universidad de San Buenaventura-Cali

Resumen
Esta es una revisión de tema de la literatura sobre los conceptos de bienestar y satisfacción de una investi-
gación sobre Retórica e ideales de salud mental familiar. Inicialmente se hace un breve recuento de la
irrupción de los conceptos de salud y normalidad en la tradición clínica y la modernidad. Luego se muestran
investigaciones actuales donde se reconoce la pluralidad de concepciones y medidas de bienestar. En
ellas se cuestionan las certezas universalistas y estáticas que imponen definiciones únicas, tales como
reducir el bienestar a indicadores económicos o materiales. Por último, se justifica la necesidad de realizar
estudios culturales y retóricos que reconozcan el carácter complejo y plural del tema al situarlo en contextos
sociales, locales y epocales.

Palabras claves: Clínica, salud, bienestar, satisfacción, antropología cultural.

Abstract
This article presents a bibliographic review of research on the concepts of well-being and satisfaction for
an investigation on Rethoric and family mental health. Initially, there is a short account of the advent of the
concepts of health and normality in the clinic tradition and modernity. Then, the article shows current
research in which the plurality of conceptions and present measures of well-being are recognized. In these
research studies, the universal and fixed certainties that impose unique definitions, such as reducing the
concept of well-being to economic or material indicators, are questioned. Finally, the need to do cultural
and rhetoric studies that recognize the complex and plural character of the topic, when situating it in local
and epochal social contexts, is justified.

Keywords
eywords: Clinic, health, well-being, satisfaction, cultural anthropology.

* Articulo de revisión del proyecto de investigación Retórica e ideales de salud mental familiar, del grupo de investigación Estéticas
urbanas y socialidades, registrado por Colciencias e inscrito en el Centro General de Investigaciones de la Universidad de San
Buenaventura Cali.
Fecha de recepción: Julio de 2004
Aceptado para su publicación: Septiembre de 2004

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Introducción nuevos ideales de salud y bienestar más cen-


trados en valores individualistas y hedonistas
A continuación se presenta una breve revisión
que en valores comunitaristas.
de tema de la literatura sobre la noción de sa-
lud mental, la cual forma parte de un marco Continuando la revisión, se pretende mostrar
teórico de una investigación sobre el tema de en este trabajo las investigaciones actuales
Retórica e ideales de salud mental familiar (con donde el bienestar tiende a ser asociado con
énfasis en las concepciones populares de "satisfacción con la vida" o "calidad de vida",
“malestar” y “bienestar”). Esta investigación, reconociéndose así la complejidad y la plurali-
realizada en la ciudad de Cali y auspiciada dad de las concepciones de bienestar. En
por el Centro General de Investigaciones de ellas también se cuestionan las certezas uni-

la Universidad de San Buenaventura, tiene co- versalistas y estáticas que imponen sentidos

mo objetivo hacer un estudio comparativo de hegemónicos. Finalmente, se señala la nece-

las producciones discursivas de dos genera- sidad de “estudios culturales” que, desde
análisis antropológicos, permitan el devela-
ciones (diez padres y diez hijos), sobre el trata-
miento de sutiles campos de conflicto, en-
miento que unos y otros dan a las relaciones
cuentro y negociación entre los discursos do-
familiares en términos de bienestar y males-
minantes de la salud y los saberes populares.
tar, buscando indagar, mediante un “análisis
Se toma partido por el estudio de la intercul-
de discurso”, el cómo las culturas producen
turaridad a partir del reconocimiento de la plu-
cambios o continuidades en estas nociones
ralidad y las diferencias..
de salud y cómo desde ellas mismas se po-
dría promover otras lecturas. Igualmente, se reseñan unos aportes para una
“antropología de la salud”, en los cuales se
Inicialmente, se hace un breve recuento de la
señala la importancia de reconocer y situar las
irrupción en la clínica de conceptos como nor-
definiciones de salud y enfermedad en los
malidad y anormalidad en la modernidad; asi- contextos culturales de origen, como opción
mismo, y bajo una dirección crítica, una breve necesaria para salir al paso de lecturas etno-
historización del nacimiento de la clínica, mos- céntricas. Se señala allí la actual irrupción en
trando como a nombre de una cientificidad la medicina, de una rama de la antropología
universalizante y de unas políticas de Estado, cultural que cuestiona los límites de las lectu-
en apariencia filantrópicas, se han impuesto ras universalistas de la medicina biológica oc-
discursos y prácticas médicas y psicológicas cidental (cuanto intenta explicar por fuera de
hegemónicas (en contra de una terapéutica los sistemas culturales donde aparecen los
propia de las comunidades, acusadas de sen- problemas). Se justifica también la necesidad
tido común, atraso o superstición). Luego, en de vincular la salud a una reflexión cultural que
concordancia con el nacimiento de la clínica, reconozca la construcción social de los con-
se muestra cómo con los cambios del siglo ceptos, las prácticas y el carácter complejo,
XX (y con mayor radicalidad desde los años plural y cambiante del tema, al situarlo en con-
sesenta hasta nuestros días) han irrumpido textos sociales locales. Los discursos e idea-

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les hegemónicos de salud niegan la diversi- rango, prácticas sociales, elaboración colecti-
dad de saberes y las prácticas terapéuticas va de procesos como el paso de la niñez a la
de las culturas locales sobre el estar sano o vida adulta, identidad, iniciación, muerte (evi-
enfermo o tener bienestar. tando la proliferación de imaginarios de cada
sujeto). Cada grupo intervenía sobre las identi-
dades y las relaciones hombre-mujer, adulto-
menor, amo-vasallo, mediante rituales religio-
sos, reglas de parentesco, juramentos de
Planteamiento
de la temática fidelidad, vínculos ancestrales, de sangre, lina-
jes, pactos de honor (Baudrillard, 1976; Aries
La clínica actual surge simultáneamente con y Duby, 1987).
la lenta irrupción de un nuevo sistema econó-
El cambio a la modernidad dio paso a las so-
mico, tecnológico y social, no sólo de produc-
ciedades disciplinarias ante el surgimiento de
ción material, sino también de prácticas, sa-
grandes ciudades, por migraciones y explo-
beres, costumbres, ideales, valores. El auge
sión demográfica; se precisa la individuación,
de la sociedad capitalista modifica lo simbóli-
el dominio y la “domesticación” de poblacio-
co, las concepciones de identidad sexual, ge-
nes de orígenes diversos (campesinos analfa-
neracional, las relaciones con el trabajo, el es-
betas, plebe grotesca y poco refinada, espíri-
pacio, el tiempo, la vida, la muerte. Se presenta
tus irracionales, cuerpos desmesurados,
una serie de reformas humanistas que en
nómadas y bárbaros) mediante dispositivos
nombre del progreso, la normalidad y el bien-
disciplinarios que buscan el control, la clasifica-
estar de los pueblos, erigen una nueva pro-
ción y el manejo de estos cuerpos indóciles.
puesta socializadora (Elías, 1968).
Se aspira a una magnificación de la utilidad
Se necesitaba urgentemente de la interioriza-
de las fuerzas corporales, mediante estrate-
ción de las lógicas de poder y las reglamenta-
gias de vigilancia, educación y corrección, que
ciones sociales por parte de todos los miem-
buscan la normalización de los cuerpos.
bros de una cultura; es decir, nuevas formas
de autocontrol sutil. La garantía del orden y la Los nuevos poderes ya no son amenaza de
organización de un sistema social supone, en- destrucción simbólica o mágica (brujas, dio-
tonces, la instauración de valores universales ses), sino que emergen como poderes calcu-
de normalidad-anormalidad, lógico-ilógico, lados que no tienen el antiguo derroche aristo-
bienestar-malestar, salud-enfermedad, racio- crático y ritual.
nalidad-irracionalidad. En esta distribución, la Los nuevos poderes son anónimos, soterra-
clínica ha ocupado un lugar fundamental (Fou- dos, transversales; ya no del príncipe al vasa-
cault, 1966). llo o del cura a su feligresía, sino del jefe a sus
En las sociedades premodernas el papel de obreros, del médico al enfermo, del profesor
la colectividad predominaba en la socializa- a sus alumnos, del militar a sus soldados
ción, transmisión de apellidos, poder, casta, (Foucault, 1976).

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Con el auge de las fábricas, las industrias mer- que reemplazó a los ancestros, antepasados
cantiles y manufactureras aparece el dispositi- o castas (Foucault, 1976).
vo de la disciplina. La cual se propaga en es- Otro procedimiento disciplinario es “el exa-
cuelas, talleres, fábricas, cuarteles, hospitales. men”; clave de la mirada jerarquizadora que
Esta supone la clasificación y localización orga- normaliza las prácticas y comportamientos so-
nizada de los individuos y sus funciones, me- ciales. La idea es que entre más normal sea
diante distribución en espacios, estratificación el sujeto, más adaptado, más socializado esta-
del saber y del poder, distribución de las ciuda- rá. El examen normaliza las prácticas sociales
des en calles, plazas, manzanas. Se produ- en escuelas, hospitales, talleres, manicomios,
cen cambios arquitectónicos que desritualizan incluso desde los procesos mismos de selec-
los espacios, volviéndolos funcionales de con- ción o ingreso (mediante tests, entrevistas,
trol, vigilancia, disciplina, urbanidad. pruebas de aptitudes, etc.). Se busca con lo
Se desarrollan a la par saberes especializa- anterior una mayor y mejor producción, distri-
dos y sistematizados como la botánica, la me- buyendo las relaciones y funciones entre los
dicina clínica, la psiquiatría, que aspiran “ir más sujetos. Se afianza la lógica del trabajador asa-
allá de lo visible”; es decir, pretenden buscar, lariado. El campo es abandonado cada vez
encontrar, ver y nombrar (clínica significa exac- más o se tecnologiza, se concentra la mano
tamente eso: “reducir con la mirada”), los pro- de obra en las ciudades, en sociedades de
cesos o sistemas ocultos, las estructuras sub- encierro.
yacentes, las regularidades universales a Con la modernidad ya no se permite perder
todos los entes estudiados. La disección, la ni tiempo ni espacio. Se redistribuyen los rit-
clasificación y el registro de animales, plantas mos de vida, el juego, la fiesta, el deporte; se
o cadáveres, como método anatomo-clínico,
critican y desvalorizan los antiguos órdenes
se ven favorecidos con los adelantos técni-
monárquicos, sagrados, folclóricos, etc. La
cos y tecnológicos.
modernidad neutraliza los saberes, relatos y
Mirada jerárquica que investiga y clasifica todo, prácticas de las pequeñas y múltiples colectivi-
que experimenta con todo, que busca com- dades premodernas (muchas de ellas tenían
prender para sistematizar (comprender es nor- su propio idioma, música, culinaria, divinida-
malizar, sistematizar es controlar). Mirada pa- des, creencias, valores, medicinas, festivida-
nóptica que busca que nada se escape al des, economías domésticas, prácticas agra-
control; la disciplina busca asignar un puesto, rias, vestimentas, formas de educar a sus hijos,
un rango, una sanción normalizadora que etc.). Con la modernidad y la llegada de la
apunta al rendimiento, a la optimización de re- tecnología y la cientificidad se cuestiona y se
sultados: buen soldado, buen ciudadano, socava estas pequeñas y múltiples colectivi-
buen alumno; es decir, normalizar las conduc- dades, obligadas a convivir encuadradas aho-
tas, adaptar, encuadrar en la vida, en la fábri- ra en ciudades y encierros. Lo ritual, los múlti-
ca, en la ciudad, en la escuela, en el hospital. ples idiomas, las medicinas milenarias, las
La norma es el nuevo dispositivo de poder creencias, se acusan de ser tontería, atraso,

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ignorancia. Bajo los lemas y preceptos del pro- La convergencia de la ideología política y la
greso todos debían adaptarse a la andanada tecnología médica, al instaurar una hegemo-
civilizadora. nía clínica sobre la realidad, genera ideales
Se imponen nuevas formas de relación, que desmesurados (casi una racionalidad enlo-
buscan la autocontención de comportamien- quecida) que busca controlar, organizar y pre-
tos grotescos o agresivos, idiomas únicos, for- decir todo. Con el monólogo de los especialis-
mas educativas, vestimentas, alimentos. Se tas, los saberes cotidianos se desvalorizan,
produce el control estatal de la educación y el los sujetos y las comunidades son enmudeci-
tiempo libre, festividades, salud, orden jurídi- dos o hablan en vano, se vuelven sólo cam-
co, etc. Se trata ahora de construir sujetos ap- po de constatación, objeto de investigación-
tos, mano de obra cualificada de alto rendi- comprobación (Grosso, 2001).
miento para la escuela, la fábrica o el cuartel. Hay un despliegue de la discursividad y la ex-
Las minorías intentan ser encuadradas por me- plicación como razón de la patología. La clíni-
canismos estatales de regulación masiva, me- ca médica hegemónica instaura una tecnolo-
dios policíacos, políticas generales pedagógi- gía sutil, introduce modelos y estructuras
cas, médicas, sanitarias. Es decir, todas las gramaticales, matemáticas, químicas, técni-
etnias deben normalizarse (Elías, 1968). cas de registro y desciframiento del sentido.
Foucault sospecha que las disciplinas, más La enfermedad es conquistada en sus sig-
que formas liberadoras del saber, de la razón nos. Una acción disciplinaria (médica), forma-
autónoma, del espíritu universal o de la demo- liza e instaura lo normal y lo patológico como
cracia, ocultan el control y la dominación. Las producción discursiva. Lo regular es compa-
oposiciones clínicas entre pares duales, lo sa- rado con lo menos regular. Lo irregular y lo
no y lo mórbido, lo normal y lo patológico, pe- regular son puestos a la luz, produciéndose
netran diversas disciplinas humanas, convir- la configuración de una clínica analítico-discur-
tiendo a la clínica médica en estructura siva (Grosso, 2001).
constituyente de los discursos o saberes de Se hace una apertura iluminista de la medici-
la tradición antropológica, sociológica y psico- na sobre lo social para civilizarlo, racionalizar-
lógica. La vida social e individual es leída y lo, librarlo del atraso y la miseria. Médicos y
decidida a partir de su reducción a lógicas, filósofos extienden su acción de intervención
sistemas o esquemas coagulados, desde a las enfermedades sociales, amplíando la
los cuales se explica y se construye lo anor- clínica en las patologías de la vida social. Ante
mal y lo irregular (dándoseles una realidad dis- la irrupción de lo diverso, lo diferente, la moder-
cursiva). nidad urbana impuso la contención de las con-
La medicina, la salud y el bienestar se convier- ductas explosivas y las pasiones desmesura-
ten en asuntos de Estado, es una área nacio- das, el control de las materialidades, los
nal. Se despliegan políticas y sistemas de sa- vestidos, la música, las iconografías y los cuer-
lud y de educación que se generalizan en casi pos; ordenándolos, clasificándolos, normali-
todos los países occidentales. zándolos, imponiendo formas, vigilando y pro-

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hibiendo lo grotesco de la sensualidad, los Crisis de la modernidad


y surgimiento de ideales
modelos, los gestos y actitudes.
de bienestar en el siglo XX
Esta normalización social generalizada impli-
Simultáneamente al avance del capitalismo,
ca la redirección del cuerpo hacia la produc-
con su mayor producción de mercancías, co-
ción. Distribución de espacios y de cuerpos.
mienza a difundirse por todos los rincones de
Establecimiento de categorías dualistas de di-
la Tierra un nuevo tipo de sociedad, basada
ferenciación y sensibilidad: racional-irracional,
en la promoción de los derechos individua-
legal-ilegal, alto-bajo, ruin-humano, ordinario-
les, el disfrute y el individualismo (expansión
refinado, bárbaro-civilizado, urbano-rural,
del yo). La sociedades anteriores, apoyadas
aseo-desaseo y, en fin, toda suerte de medi-
en valores comunitaristas, por un lado, y nacio-
das contra toda suerte de conductas conside-
nales y disciplinarios, por el otro, comenzaron
radas a partir de allí como anormales (liberti-
a ser cuestionadas fuertemente por amplios
no, caótico, inmoral, blasfemo, promiscuo,
sectores sociales (sobre todo a partir de los
ocioso, burlesco, carnavalesco).
años sesenta). Se consolida, entonces, un
Las reformas civilizadoras o humanistas y lue- nuevo acontecimiento: la vida privada se va
go ilustradas, al imponer asuntos como las imponiendo sobre la vida comunitaria; hay que
estéticas cultas y el deporte, tuvieron un lugar recordar que en las sociedades premodernas
central en la formación del autocontrol civilizato- se privilegiaban los valores de la colectividad
rio y el alejamiento de las expresiones de lo y la familia por encima de la persona y el cuer-
popular, consideradas bajas (Grosso, 2001). po (Aries y Duby, 1987).

Así, pues, allí donde se plantean valores uni- El cuerpo irrumpe como el nuevo lugar de

versales comienza a visualizarse y a controlar- identidad y afirmación, se convierte casi que

se lo considerado como expresión de anorma- en “el yo mismo”. Mostrar el cuerpo es casi

lidad o anomalía. Se vuelve objeto de estudio, mostrar la persona misma. Antes, en las socie-

se ubica, se localiza, se gobierna. La razón y dades premodernas, el cuerpo era la morada

la normalidad, al ser valores centrales de la efímera del alma (“salva tu alma, libérate del

cultura occidental, se protegen con las prácti- cuerpo”). Para muchas religiones, el cuerpo

cas de encierro, pues el loco atenta contra la era una superficie y una amenaza. Incluso en

idea de normalidad del sistema y organiza- la cultura de nuestros abuelos el cuerpo era

ción social. Esta segregación da vida a los básicamente “fuerza física, resistencia”, cuer-

encierros escolares, hospitalarios, manicomia- po fiel para el trabajo, poco investido de for-

les. El valor primordial de occidente es la ra- ma narcisista (ver la actual irrupción de espejos y

zón. Surge una nueva concepción de la enfer- la alta inversión económica en el acicalamien-

medad mental como “falta de razón”, falta de to corporal).

racionalidad. Se trata, entonces, de discipli- Hoy se evidencia un mayor culto al cuerpo, o


nar lo bárbaro, normalizar conductas. Para ello sería mejor decir a la apariencia física; al cuer-
es necesario crear ministerios de todo tipo. po-forma; impulsado por los medios masivos

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en una sociedad de consumo que despega cer, la belleza, la salud, la alegría, el disfrute
en la década de 1920 y se afianza en la de son más una obligación que algo convenien-
1960: surgiendo así nuevos ejércitos de con- te, deseable, necesario o legítimo. El cuerpo
sumidores a escala mundial, lo que conllevó es liberado para el bienestar, para la realiza-
a la liberación de las costumbres, a la acepta- ción personal. Hoy día, a diferencia de otras
ción de una nueva sensorialidad del cuerpo, culturas o épocas, ocuparse del cuerpo, os-
liberación de nuevas actitudes, costumbres y tentarlo, exhibirlo como espectáculo, ya no es
formas de relacionarse con los otros y consi- inmoralidad ni superficialidad. Hoy día, ocul-
go mismo; liberación de la gestualidad, nue- tar el cuerpo es señal de mojigatería. Ocultar
vos modelos de identidad del hombre y la el tema de la sexualidad es señal de moralis-

mujer. Se produce una rebelión contra la auto- mo anticuado, es ser anacrónico. Vivir es asu-

ridad y los tabúes. Algunos autores plantean mir la condición carnal; hoy día la nueva religio-
sidad corporal y narcisista tendría como lema:
en ello una “revolución dirigida”, una “desubli-
“salvar el cuerpo, liberarse del alma”, de la mo-
mación represiva”; es decir, manipulada ha-
ralidad, la profundidad o los trascendentalis-
cia una nueva forma de explotación comer-
mos (Aries y Duby, 1987).
cial y de alineación ideológica y, por lo tanto,
una rebelión adaptada, conformista y desar- Surge una nueva preocupación por la salud,
mada como factor de subversión, desequili- la higiene, el aseo; generalización del baño
brio o transformación radical (Lipovetsky, corporal diario facilitado por la incorporación

1983). de nuevos espacios en la vivienda para dicha


actividad, (antes reducida al baño dominical
El anterior planteamiento parecería estar reafir-
en el río). Hasta 1950 es poco frecuente el
mado en la alta inversión en publicidad que
aseo dental (palpable en la abundancia de
en vez de “obligar”, incita, seduce. Se crean
prótesis dentales en los abuelos). Desde
verdaderas ordas de consumidores de mo-
1960, la protección de los dientes moviliza
das, belleza, deportes, productos dietéticos,
amplias campañas institucionales y publicita-
etc., decadencia de las grandes prohibicio-
rias dirigidas a los niños (ampliándose a la idea
nes, los tabúes y los ideales a la par de la
del uso del hilo dental, la visita frecuente al
multiplicación de las normas, vía sociedad de odontólogo y la sugerencia de “cepillarse des-
consumo. pués de cada comida”). En este momento la
Los nuevos imperativos sociales de bienestar preocupación por la dentadura se ha vuelto
son vivir mejor, ser feliz, gozar de una imagen incluso un problema de estética con la apari-
corporal bella y sana. El cuerpo es para “ha- ción de la ortodoncia.
bitarlo”, “mostrarlo” (exhibir y mostrar es ven- En términos generales, el tiempo que un jo-
der). Con esto, el cuerpo irrumpe como un ven le dedica al aseo corporal hoy día supera
nuevo dios, el cual permitirá encontrar el pa- al de tiempos anteriores (podemos durar más
raíso perdido, el ideal sagrado de salvación de un día al mes encerrados en un baño). El
(belleza, salud, placer, eterna juventud). El pla- auge de la industria del aseo personal va a la

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par de la preocupación por el cuerpo. Pién- dato y un signo de poder: “no hay mujeres feas,
sese, por ejemplo, que las industrias más flore- sino mujeres mal arregladas”. Pululan la litera-
cientes y productivas de los últimos años se tura y la industria cosmética. Multinacionales
refieren a los artículos “sanitarios”, de higiene de shampú, desodorantes, cremas mila-
personal, jabón, crema dental, desodorantes, grosas para todos los usos. Florece una curio-
talcos, toallas higiénicas. sa forma de medicina: la ciugía estética y cos-
En la vestimenta masculina de nuestros abue- mética.
los sobresalía el sombrero y la ropa almidona- La salud se vuelve un “asunto de Estado”. Las
da. El traje femenino es el que más cambios terapéuticas y medidas preventivas para pre-
ha tenido: pasó de trajes “islámicos”, corsés, servar la salud se multiplican. Se crean minis-
enaguas, fajas y faldas que no dejaban ver ni terios de la salud pública en todos los países
siquiera los tobillos. A partir de los sesenta los del mundo; se promueven vacunas colecti-
vestidos se acortan, irrumpe el bikini, junto a vas y obligatorias para los escolares.
toda suerte de miniaturizadas faldas, soste-
nes, bragas, tangas y modas insinuantes, que Se crean institutos de protección al menor, se

resaltan un cuerpo funcional, obsesionado por institucionalizan las asistencias de salud y los

la forma y la línea. Asimismo, la ropa deportiva cuidados prenatales. Las políticas sanitarias

invade la cotidianidad (Aries y Duby, 1987). crean reglamentos públicos que se gene-
ralizan en muchos países a mediados del si-
Los bailes antiguos, basados en la apropia-
glo XX.
ción de códigos y rituales grupales de distin-
ción (por ejemplo el vals, la contradanza), son Se promocionan organismos oficiales en lu-
absorbidos por la danza moderna, donde se cha contra la enfermedad, seguros sociales,
comienza a bailar en pareja (bolero, jazz, sal- medicina gratuita o a bajo costo para los secto-
sa) e incluso en solitario (el rock es lo más res populares. Se disparan los consumos mé-
cercano a la nueva lógica social del cuerpo dicos y la inversión en salud. Los hospitales e
individualizado). Se insiste en la conveniencia instituciones de salud se sofistican técnica y
del deporte diario, el trote, los aeróbicos, que terapéuticamente, casi volviéndose templos
buscan flexibilizar el cuerpo y controlar los ab- científicos del cuerpo. Hoy día buena parte
dómenes abultados. de los seres humanos nacen y mueren en hos-
Hay una obsesión por la línea, las comidas pitales, en medios asépticos lejos del espa-
ligeras o light. Antes ser gordo era señal de cio doméstico (Aries y Duby, 1987).
salud y riqueza; hoy día es señal de descui- La obsesión por la salud llega a extremos in-
do, negligencia o, en el peor de los casos, sospechados, se vuelve asunto de seguridad
como un síntoma de “bulimia” o “baja autoesti- social. Emerge la idea de preservar el cuerpo
ma” (Aries y Duby, 1987). de la enfermedad, el envejecimiento y la muer-
El maquillaje, privilegio de actrices y mujeres te. Se vive bajo el temor a enfermar, envejecer
díscolas de comienzo de siglo, hoy es un man- o morir (casi como una hipocondría colectiva)

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Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

a la par de un culto al cuerpo bello y joven Recuperación


bibliográfica
(Aries y Duby, 1987).

Conceptos y medidas de bienestar


El siglo XX fue notable en cuanto a calidad de
vida material, especialmente en los países in-
Nuevas concepciones de
bienestar: la salud como dustrializados, con una magnitud que no se
preocupación constante había logrado nunca antes. Hay allí muchas
y la vivencia del cuerpo ganancias relacionadas con la salud pública,
amenazado
la sanidad, el mejoramiento de la nutrición y
Hoy día todo lo que amenaza al cuerop es agua potable y los alcances de la medicina.
sobredimensionado. Actualmente se vive una Usos masivos de vacunación e inmunización,
sobrevaloración de la violencia en la vida coti- el desarrollo o evolución de los antibióticos, el
diana. Hay una mayor sensibilidad social ante tratamiento farmacológico y quirúrgico de en-
los actos violentos. Las agresiones corpora- fermedades crónicas. En estudios acerca de
les son vistas como lo peor. Hay nuevas normas las tendencias sociales en cuanto a los con-
que piden un respeto integral por el cuerpo ceptos de bienestar, se ha valorado, por ejem-
(Lipovetsky, 1983). Algunos autores plantean plo, qué épocas han estado más deprimidas
una ostensible disminución de la violencia co- y que otras han sido mejores.
tidiana, a contrario de siglos anteriores, don- El factor económico, los bienes materiales y
de la muerte de menores y adultos y las agre- servicios son importantes en las expectativas
siones físicas eran mayores en todas las de vida, pero no son todo en términos de bie-
situaciones y estratos sociales. nestar y de calidad de vida. Diferentes gobier-
La gente tiene miedo a enfermarse o a enveje- nos e instituciones han creado ministerios, se-
cer y hay ofrecimientos comerciales para evi- cretarías y comités de salud, educación y
tar esto. La dietética, el deporte, la higiene, la bienestar para generar datos necesarios y así
cosmética, la cirugía, parecen sostener este proveer una base o un fundamento para deci-
ideal de rejuvenecimiento y control de la enfer- siones de políticas. Un reporte social en Esta-
medad. La personalidad (“ser uno mismo”) dos Unidos (Cohen, 1969) suministró datos
influida por estos ideales, se confunde con el importantes y urgió la recolección de muchos
cuerpo. La salud y la vida no es ya asunto de más en siete áreas: salud y enfermedad, movi-
azar o de resignación sino “un derecho”. El lidad social, medio ambiente, ingreso econó-
miedo a la enfermedad que invade lo social mico y propiedad, orden público y seguridad,
produce industrias de todo tipo. Hay una con- aprendizaje, ciencia y arte; y participación y
fianza excesiva en las medicinas y terapéuti- alienación. El objetivo principal del reporte era
cas oficiales (la medicina y la psicología son habilitar el tema del bienestar.
carreras altamente apetecidas y valoradas). La En la implementación de las políticas públi-
gente consulta al menor problema. cas de bienestar, el Estado genera acciones

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pero basándose en la lectura de las “tenden- En 1995, la Organización Mundial de la Salud


cias sociales”. En la década del 70 hubo un (OMS) reportó la finalización de un trabajo o
alto interés por medir el bienestar y para ello estudio piloto basado en una concepción más
muchos países emplearon un gran esfuerzo amplia de la salud como “un estado de com-
en la creación de “indicadores sociales”, con- pleto bienestar físico, mental y social”, y no
virtiéndose en un movimiento internacional pre- meramente “la ausencia de la enfermedad”.
ocupado por el bienestar y el rol de los go- El propósito fue evaluar “percepciones indivi-
biernos en alcanzarlo. Fue un tiempo de gran duales de [...] posiciones en la vida, en el con-
uso de términos como “estado de bienestar” texto de la cultura y del sistema de valores en
y de “sociedad grandiosa”. En los últimos años el cual se vive [...] para obtener metas, expec-
los reportes mostrados en los Estados Uni- tativas, criterios y preocupaciones” (Orley,
dos por la National Survey of Midlife 1995). Este estudio, conocido como WHOQOL,
Development (Encuesta nacional del desarro- consta de 100 preguntas divididas en seis
llo de vida media, 2000), han tenido mucha secciones: salud física, salud psicológica, ni-
visibilidad, pero poco apoyo de las agencias vel de independencia, relaciones sociales,
patrocinadoras. medio y espiritualidad. La mayoría de pregun-
Este esfuerzo de medir la calidad de vida conti- tas busca conocer el grado de satisfacción o
núa en muchos otros países. En Alemania, insatisfacción de las personas en una escala
por ejemplo, el multidisciplinario estudio Enve- con rangos de cinco-puntos desde los más
jecimiento de Berlín mira recursos de bienes- satisfechos a los más insatisfechos. Algunas
tar en las personas ancianas. En Francia, el preguntas indagan, sin embargo, sobre la ha-
MAPI, otro instituto de investigación de Lión, bilidad, confidencialidad o adecuación en vez
publica el Boletín de calidad de vida. de la satisfacción.
La Sociedad Internacional para la Investiga-
Otros cuestionarios tratan de medir la morta-
ción de Calidad de Vida (ISOQOL) es otra ins-
lidad y la morbilidad y las medidas directas
tancia que direcciona esfuerzos hacia este
de calidad de vida experimentada.
objetivo.
China, durante el año 2000, programó el Pri- La medición del bienestar
mer simposio de calidad nacional de vida y Kahneman y otros (Kahneman, 1999) propo-
Estados Unidos el Séptimo simposio anual nen cinco niveles y conceptos relevantes
sobre evaluación de calidad de vida. para la investigación sobre el bienestar. En
Como se puede apreciar, hay un marcado in- orden descendente son: Externo (“objetivo”)
terés en discutir y entender la calidad de vida condiciones (ej., ingreso, barrio, vivienda);
como un importante indicador del bienestar. bienestar subjetivo (ej., autorreportes de sa-
Ambos simposios tuvieron como objetivo tisfacción/insatisfacción); nivel del humor
mostrar las investigaciones sobre calidad de persistente (optimista/pesimista); inmedia-
vida en las personas con enfermedades. tos (placeres/dolores), estados emociona-

36 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

les transitorios (goce, rabia); bioquímicos medida que aumentan sus metas y posesio-
(bases neuronales del comportamientos). nes, sus expectativas también aumentan.
Pronto se habitúan al nuevo nivel y vuelven a
Kahneman y sus colegas son críticos en su
generarse nuevas situaciones de insatisfac-
investigación sobre el bienestar porque la
ción. Del lado negativo, la gente es infeliz cuan-
mayoría de los investigadores se concen-
do se perciben desafortunados, pero pronto
tran en un solo nivel de los anteriores, sin
se adapta y no se vuelve a sentir más infeliz (o
examinar sus relaciones con los otros. Ade-
por lo menos no en el mismo grado). Sobre el
más, la mayoría se apoya en sus propios
fundamento de este razonamiento, los auto-
datos sin examinar los sesgos. Kahneman
res proponen que la gente está destinada a
también resalta que las medidas reportadas
una “neutralidad hedónica” a largo plazo.
sobre bienestar fueron relativamente esta-
Diener (Diener, 2000) compendia las teorías
bles por décadas, cuando el ingreso y otros
de Brickman y Campbel.
indicadores económicos fueron incremen-
En esto hay dos cuestiones importantes: pri-
tados sustancialmente, citando esto como
mero, el proceso hedónico de adaptación
un ejemplo de las inapropiadas y modes-
puede ser moderadamente positivo en vez
tas relaciones entre condiciones objetivas y
de ser absolutamente neutral; y segundo,
subjetivas del bienestar.
después de una experiencia particular de felici-
También discuten el fenómeno de “la rutina dad o infelicidad, la tendencia puede ser no a
fatigante de lo hedónico” propuesta por un nivel de satisfacción o insatisfacción univer-
Brickman y Campbel (1971), en la que dis- sal, sino un punto que refleje el temperamen-
cutían teorías de adaptación, como una ex- to y la personalidad individual. Investigacio-
plicación importante. nes recientes en 45 países apoyan estas
calificaciones. En una escala de 10 puntos,
La rutina fatigante de lo hedónico
donde 10 representa lo máximo de felicidad,
Es interesante revisar esta propuesta en un 1 la infelicidad, 5 la neutralidad, la media de
sistema capitalista en el cual el bienestar se respuesta fue 7 y nada más bajo que esto.
circunscribe a una constante escala de ob-
Explicaciones de la estabilidad del bienestar
tención de status, lo cual difiere de cómo ha
y la felicidad durante períodos de mejoramien-
sido pensado el concepto históricamente.
to sustancial en circunstancias objetivas en-
Este modelo, basado en el hedonismo, nun-
fatizan procesos de adaptación y de distin-
ca tendría fin en una sociedad de consumo,
ción entre humor transitorio y estados afectivos
pues esta buscaría explicar el concepto de
en términos prolongados. Lo que argumen-
bienestar subjetivo, reducido a la objetividad tan estos teóricos es que “la gente se adapta
de la adquisición de cosas materiales. a sus dificultades logrando una neutralidad”.
En un clásico artículo (Brickman y Campbel, El concepto de neutralidad debe ser cuestio-
1971) sugieren que toda la gente trabaja con nado, sería mejor plantearlo desde un aspec-
base en la "rutina fatigante de lo hedónico". A to de carácter psicosocial (por ejemplo, en

Revista científica Guillermo de Ockham. Vol. 3, No. 1. Enero-Junio de 2005 • ISSN: 1794-192X 37
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vez de neutralidad podría hablarse de resig- ingreso, características del barrio, estatus de
nación). vivienda, longevidad, salud y discapacidad).

Se argumenta que el factor económico en Estas fueron originalmente diseñadas para es-

cuanto al incremento salarial, por ejemplo, crea tudiar las medidas convencionales del progreso

una elevación a corto plazo, pero no una altera- social reflejado por el desarrollo en la esfera

ción a largo plazo, en el nivel de bienestar o económica, crecimiento del Producto Grue-

felicidad. Asimismo, el que le rechacen a un so Nacional (GNP), nivel de inversión y aho-

trabajador un aumento de sueldo genera una rro, distribución del ingreso, nivel de consu-

reacción inmediata de infelicidad, frecuente- mo y cosas así. Pero una magnitud de

mente mezclada con rabia y resentimiento, pe- condiciones suplementarias tiene un impacto
ro no altera significativamente las característi- sobre el bienestar que no es reflejado en las
cas individuales de bienestar y felicidad. La variables del criterio económico (proveyendo
adaptación dinámica explica la estabilidad de un cuadro más rico y más amplio del bienes-
la felicidad. Aunque algunos estudios apoyan tar social).
la hipótesis de la rutina fatigosa hedónica, otros El segundo tipo corresponde a los autorrepor-
datos muestran que el concepto tiene límites tes subjetivos de satisfacción e insatisfacción
(Diener, 2000). (como se siente la gente acerca de ellos mis-
Estudios comparativos transnacionales indi- mos). Estudios en estas áreas incluyen medi-
can que en países con un alto producto nacio- das de satisfacción global asociadas con va-
nal bruto (PNB) per cápita, el bienestar subje- rios aspectos de la vida de la gente, tales
tivo tiende a ser más alto. como sus ingresos, sus barrios, las relacio-
nes con otros (hijos, esposos y otros miem-
En China, por ejemplo, el bienestar autorrepor-
bros familiares), incluye también la investiga-
tado es casi tan alto como en el Japón, aun-
ción en el desarrollo humano, crecimiento
que el PNB de ambos sean muy diferentes.
personal y salud mental.
Los datos reportados sobre felicidad, concep-
to tal vez más “hedónico” que el de bienestar,
muestra un patrón similar.

Veenhoven (1991) comparó un autorreporte


de felicidad e ingreso (PNB) per cápita para Investigaciones
sobre bienestar
siete partes del mundo. Los resultados indi-
can una clara relación entre felicidad y PNB. Más allá del ingreso económico, estas investi-
Latinoamérica marcó casi tan alto como Euro- gaciones estaban orientadas a saber sobre
pa del Este (aunque su PNB sea menor). cómo las personas veían su vida, qué tan sa-
Actualmente existen muchas investigaciones tisfechas estaban con ella.
sobre las diversas variables de bienestar. El Las encuestas aplicadas para ello emplearon
primer tipo se concentra en las condiciones más de una definición: satisfacción con la vida,
externas objetivas (tales como crecimiento del salud y capacidad/discapacidad, combina-

38 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

ción de distintas variables de satisfacción-in- respuestas de bienestar a procesos construi-


satisfacción, entre otras. dos por factores emocionales y cognitivos)
que moldean la evaluación de cada encuesta-
El bienestar visto como do de sus propias circunstancias de vida
la satisfacción con la vida
(Schwarz y Strack, 1999).
Para medir el bienestar y valorar los grados
Estos autores hacen una crítica de la amplia
de satisfacción e insatisfacción, Campbel y
categoría de procesos construidos y presen-
sus colegas emplearon una escala de siete
tan evidencia de varias fuentes de sesgo auto-
puntos, donde el más bajo rango se considera
reportado en evaluaciones globales de bie-
insatisfacción y el tope de la escala satisfac-
nestar subjetivo. Tal es el caso del “efecto de
ción. Asimismo, Andrews y Withey (1976), im-
asimilación”, que sucede cuando un inciden-
plementaron otras formas de preguntar y de
te feliz se recuerda y resalta el sentimiento de
evaluar, tomando como modelo la encuesta
satisfacción de vida; del “efecto contraste”,
de Campbel. Ellos asumieron que la evalua-
donde un evento feliz del pasado es usado
ción de la calidad de vida de una persona
como un estándar de comparación de senti-
involucra tanto una evaluación cognitiva como
mientos de felicidad (y reduce el sentir total).
un grado de sentimiento positivo y negativo.
Otra situación que se presenta es el “reflejo
En un estudio longitudinal de bienestar, reali- de humores transitorios”, evocados por even-
zado con la población de Victoria (Australia), tos del momento. Sumado a ello, la respues-
Heady y Wearing (1991), midieron el índice ta acerca del sentido del bienestar puede ser
de satisfacción de vida, basados en una esca- alterada por una “comparación silenciosa con
la de nueve puntos, que va desde lo más terri- otros”; un marco de referencias que en la ma-
ble a lo más satisfactorio. yoría de las encuestas no es especificado por
Kahneman y otros (1999) apuntan a lo que el entrevistador ni provisto por el entrevistado.
Campbel (1981) había notado antes: que la Concluyen mostrando que las respuestas de
combinación de las experiencias en la vida bienestar están sujetas al “sesgo social de
de una persona produce un estado global de aceptación”, una tendencia que varía entre
bienestar; que el sentido de una persona y el individuos y es, por sí misma, medible pero
nivel de bienestar son relativamente estables raramente medida. Lo anterior es un proble-
(en vez de respuestas frágiles o eventos transi- ma metodológico serio que merece ser toma-
torios); que la gente es capaz de describir su do en cuenta.
estado de bienestar a un entrevistador (y que Otra crítica planteada por Schwarz y Strack,
pueden ser inducidos a hacer eso). Estos su- sobre la estabilidad de los niveles de bienes
puestos han recibido dos críticas. Primero, por entre cohortes y grupos de edad, consiste en
la estabilidad de las respuestas de bienestar que estos niveles, basados en ganancias ma-
de grupos de edad (hasta en décadas de teriales (ingreso, propiedades, etc.), no nece-
cambios significativos de ganancias a nivel sariamente indica un problema de medición.
material). Segundo, por la sensibilidad de las Dos posibles razones se proponen para esta

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situación: la primera fundamentada en el fenó- preguntan asuntos como: “la mayoría de la


meno de la rutina fatigante del hedonismo, an- gente se enferma una que otra vez, ¿qué tan
te las expectativas de crecimiento (o caídas) satisfecho está usted con su salud?” Estudios
a medida que las circunstancias de la vida y longitudinales encuentran que la gente tiende
sus recursos cambian. La segunda está apo- a adaptarse (en las personas mayores se ob-
yada en el hecho que la gente tiene otras for- serva un incremento pequeño en la satisfac-
mas de bienestar que no están dentro de crite- ción, aunque no en la felicidad). Se podría
rios materiales. concluir que esto refleja un proceso de
Allardt (1976) ha propuesto que el bienestar adaptación de la gente.
depende de la satisfacción de tres catego-
rías de necesidades humanas: el tener, el rela- Indexes compuestos de bienestar
cionarse (amor y amistad) y el ser (auto-realiza- En este caso se emplean variables distintas
ción). La primera de estas se enfoca en la de satisfacción de vida total combinadas con
posesión de cosas materiales. La segunda, medidas de felicidad e infelicidad o afecto ne-
el relacionarse, se da únicamente por el afec- gativo (Adler, 1987). Adler argumenta que la
to; en las relaciones de apoyo del esposo o “filosofía del oeste” incluye dos conceptos dis-
de la pareja, de la familia y de los amigos. tintos de felicidad. Uno es la gratificación del
Finalmente, la necesidad de ser o de autorrea- deseo del individuo, cualquiera que fuese; el
lización puede cumplirse por las acciones del otro es “la concepción de una ética antigua
individuo, a través de la adquisición y el ejerci- de la felicidad vista como una vida entera, bien
cio de rasgos valiosos y de habilidades. Por vivida, que es enriquecedora por el cúmulo
todo esto, se critica que el bienestar en los de bienes de un ser humano moralmente vir-
estudios realizados entre países tienda a redu- tuoso”. Lo primero está impuesto sobre la ex-
cirse a los indicadores materiales o económi- periencia individual de la felicidad (incluso su
cos. gratificación deriva de fuentes no deseadas
por “un ser humano moralmente virtuoso”).
El bienestar como salud
Este argumento tiene valor, pero muchos no
Todos los estudios que intentan evaluar el bie-
aceptan la conclusión de Adler, pues creen
nestar incluyen más de una pregunta acerca
que incorporar estos tipos de fuentes de infor-
de salud. Autorreportes de salud son predicto-
mación en la definición de felicidad es contra-
res independientes de longevidad, hasta des-
producente.
pués de que los factores de riesgo anteriores
de mortalidad han sido controlados estadísti- Una crítica diferente y más constructiva se en-
camente. Se muestra cómo la mayoría de las cuentra en el trabajo de Ryff (1989; 1995; ver
preguntas están orientadas a comparar “nive- también Singer y Ryff, 1999), donde se argu-
les de actividad” como una “salud satisfacto- menta que el desarrollo humano, la psicología
ria”. Campbel y otros (1976) intentan evitar los clínica y la salud mental (especialmente salud
sesgos de enfermedades menores, por lo que mental positiva), tres líneas bastante se-

40 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

paradas de investigación, han estado preocu- entre el joven-adulto y el adulto-mayor. El pro-


padas con las definiciones del bienestar y para pósito en la vida y el crecimiento personal
ello propone seis componentes de definición muestran reducciones con la edad, especial-
de bienestar, a saber: autoaceptación, propó- mente entre la edad de la mediana-vida y la
sito en la vida, maestría con el medio, autono- vejez. Las relaciones positivas con los otros
mía, crecimiento personal y relaciones positi- se incrementan constante y significativamen-
vas con otros. te de los jóvenes a los más viejos. La autoa-
En el estudio de MacArthur de Vidamedia (Mi- ceptación no muestra diferencias con la edad
dus, 2000), cada uno de estos componentes (Ryff, 1995).
fue medido por tres ítems sobre una escala Todos estos acercamientos miden el bienes-
de siete puntos, con un rango de “acuerdo tar en el estado presente o el juicio retrospecti-
fuerte” a “desacuerdo fuerte”. A continuación vo sobre un período extendido, pero ellos no
se muestran los componentes de la escala, reflejan la variabilidad de la salud, felicidad y
cada uno identificado por la dimensión que
bienestar sobre el tiempo que todo el mundo
intenta medir:
experimenta. El momento a momento que
– “En muchas formas me siento molesto Kahneman y sus colegas obtuvieron de la
acerca de mis logros en la vida” (autoacep- gente, sobrellevando procedimientos llenos
tación). de estrés, demuestra un término corto de va-
– “Alguna gente pasea sin rumbo a través riabilidad, donde el uso de tiempo provee más
de la vida, pero yo no soy uno de esos” introspección en los individuos, experimenta-
(propósito en la vida). da bajo las condiciones del día a día de la
vida.
– “Las demandas del diario vivir frecuente-
mente me deprimen” (maestría del am- Las variaciones más tardías y las diferencias
biente). acompañadas entre los individuos en sus
magnitudes y duración, implican la necesidad
– “Mantener relaciones cercanas ha sido difí-
cil y frustrante para mí” (relaciones con de un criterio adicional de bienestar. Este crite-

otros). rio podría ser denominado “resilencia”, y medi-


ría la habilidad de un individuo para manejar
– “Para mí, la vida ha sido un proceso conti-
efectivamente acontecimientos llenos de es-
nuo de aprendizaje, cambiar y crecer” (cre-
trés. Incluirían la magnitud de la desviación de
cimiento personal).
las características del individuo en un punto
– “Tiendo a estar influenciado por la gente establecido de bienestar; la duración de la re-
con opiniones fuertes” (autonomía). ducción y la rapidez de integración de sus re-
Estos componentes muestran patrones dife- tornos al punto establecido. Estos aspectos
renciados en tres amplios grupos (adulto-jo- son de especial importancia para el bienestar
ven, adulto-mayor y adulto-viejo). La “maes- de hombres y mujeres más viejos por su pro-
tría del medio” y la “autonomía” se incrementan medio de vida y exposición a la enfermedad.

Revista científica Guillermo de Ockham. Vol. 3, No. 1. Enero-Junio de 2005 • ISSN: 1794-192X 41
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El bienestar como capacidad estresantes de su vida, no siempre presen-


de resiliencia
tan variaciones consistentes en el bienestar,
Este término se explica como la habilidad de
ni tampoco revelan la rapidez y la integridad
reponerse rápidamente de los desaciertos y
de recuperarse. Sólo la pérdida de un niño o
males que padece una persona (estrés, ame-
de la pareja muestran prolongados efectos de
nazas, daños). Los eventos de la vida son atri-
penas; en tales casos Wortman y otros (1993),
butos importantes a cualquier edad, pero ad-
encontraron que sobre la medida de la satis-
quieren importancia adicional a medida que
facción, las viudas y viudos estuvieron signifi-
la gente envejece. Hasta la gente más ancia-
cativamente más bajo que un grupo que mar-
na, quienes se describen a sí mismos como
có alto en depresión por casi 20 años.
muy felices, marcando alto en la escala de
bienestar, no tienen muchas probabilidades De los diferentes moderadores de adapta-
de encontrarse en ese estado todo el tiempo. ción a los eventos negativos, el apoyo so-
Muchas veces han evitado, por diseño o fortui- cial ha sido lo más estudiado y se ha de-
tamente, los eventos estresantes de la vida y mostrado que tiene un significante efecto
los retos que amenazan el bienestar. Algunos amortiguador (Berenbaum, et al., 1999).
han nacido con el tipo genético de dotación Aquí la resiliencia puede ser interferida des-
que confiere relativa inmunidad a las dolen- de las comparaciones transeccionales y las
cias y enfermedades crónicas comunes de cuentas retrospectivas.
la vejez.
El bienestar pensado
En esta etapa vital pueden repetirse los bene- como satisfacción con la vida
ficios de una vida entera de buenos hábitos Ruut Veenhoven aborda el tema del bienestar
de salud, de dieta y ejercicios. La combina- a partir de su Estudios sobre la satisfacción
ción de estos factores al final redundan en una con la vida (Veenhoven, 1994). En él señala
vejez física y mentalmente excelente, lo cual que el tema de la búsqueda del bienestar tie-
proporciona un invariable sentido del bienes- ne antecedentes históricos en el pensamien-
tar. La experiencia más común del envejeci- to ilustrado, cuando la formulación de valores
miento, sin embargo, involucra algunos acci- u objetivos trascendentales del hombre de-
dentes y enfermedades que pueden menguar sencadenaron un sinnúmero de reformas so-
el sentido de bienestar expresado. Del índice ciales planificadas para el desarrollo de los
más alto de tales eventos emergen las pregun- Estados (control de plagas, hambrunas, epi-
tas de cómo la gente exitosa los maneja y có- demias, alfabetización).
mo afectan su bienestar a corto y largo plazo.
Esta autora expone en sus investigaciones so-
Para investigar en esta área, Holmes y Rahe bre la salud y el bienestar, que al intentar res-
(1967) desarrollaron un amplio inventario de ponder a preguntas como ¿qué es una bue-
tales eventos negativos en un formato de na vida?, ¿en qué consiste una vida mejor?, o
cuestionario. Comparaciones transeccionales ¿qué se requiere para hacer una vida mejor?,
de la gente, reportando diferentes eventos se han evidenciado muchas dificultades para

42 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

hallar indicadores objetivos que no terminen emocionales y psicológicos y no reposa única-


derivando en respuestas relativas e indicado- mente en la mera satisfacción de necesida-
res cambiantes, cargados de apreciaciones des básicas. La satisfacción con la vida, en
valorativas: De lo que más está satisfecha la tanto estado mental, supondría, en el mejor
gente es en su vida familiar o de hogar (Ver de los casos, la existencia de apreciaciones
sondeos del Instituto Gallup y la encuesta valorativas positivas sobre “cómo le gusta a
mundial sobre valores, 1990-1993). alguien su vida en conjunto”; es decir, median-
te la evaluación global de un conjunto de cuali-
La diversidad de opiniones de la gente en rela-
dades (y no de unas pocas). Ahora bien, una
ción con lo que para ellos significa “satisfac-
amplia definición de satisfacción con la vida
ción”, “calidad de vida” y “condiciones esen-
conduce a grados de diversidad tan disímiles
ciales que se requieren para hacer una vida
y “caprichosos” que parece introducirse en
mejor”, ha permitido a los investigadores bus-
ellos el elemento “creencia”, y el juicio valora-
car amplias concepciones y mediciones so-
tivo (que puede conducir a la distorsión, el
bre el tema; sobre todo cuando las catego-
autoengaño o la falsa felicidad) (Gallup, 1993;
rías de bienestar, reducidas a satisfacciones
Veenhoven, 1994).
materiales o económicas se hacen insifucien-
Ante esto surge un grave problema metodoló-
tes. Allí es donde el grado de satisfacción es
gico: ¿cómo encontrar normas de medida o
bastante diverso y dispar; por ejemplo, en los
grados ante creencias o satisfacciones relati-
países desarrollados que tienen asegurados
vas y temporalmente variables? La medición
asuntos indispensables como vivienda, ali-
de la satisfacción con la vida parecería ser un
mentación, cuidados médicos o altos niveles
campo del ámbito de las actitudes, las cua-
de escolaridad (Sondeos Gallup, 1990-1993).
les sólo se reflejan de manera parcial en con-
Por esta razón, más allá de la satisfacción de ductas o comportamientos externos (activi-
condiciones básicas indispensables para vi- dad, extroversión y amistosidad). Pero estos
vir la “calidad de vida” se exigiría la “práctica comportamientos externos se tornan insufi-
del bien vivir como tal”, lo cual incluye condicio- cientes (una persona infeliz puede perfecta-
nes como las relaciones socio-emocionales mente ser activa, extrovertida y amistosa).
y psicológicas (bienestar mental, físico, aními-
Se propone, entonces, formular preguntas di-
co y relacional). Es decir, que una “calidad de
rectas y sencillas a los sujetos sobre sus “no-
vida realizada” verdaderamente no está garan-
ciones” y sus “deseos normativos” de satis-
tizada con la simple existencia de indicado-
facción. Las nociones hacen referencia a
res de “calidad de vida supuesta” (como por
representaciones instantáneas sobre lo que
ejemplo, tener buen empleo, buenos ingre-
los sujetos piensan realmente sobre sí mis-
sos, una vivienda adecuada o un alto nivel
mos. Los “deseos normativos” son deseos
educativo).
basados en normas sociales sobre lo que de-
En suma, la satisfacción con la vida incluye bería ser satisfacción. En ello cobra mucha
apreciaciones mentales sobre estados socio- importancia lo que otras personas piensan

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sobre lo satisfecho que alguien debería estar ciones, dependiendo de si se es niño, joven
(si alguien es adinerado o tiene un doctorado o anciano, mujer u hombre, mahometano o
“debería” ser feliz). ateo. La realización en el amor o en la sexua-
lidad cambia de un país a otro, de un hombre
Lo anterior puede prestarse a objeciones y
a una mujer, de un niño a un adulto. La reali-
problemas metodológicos en torno a la pre-
zación individualista, por ejemplo, es un ideal
sencia de sesgos, pues todo puede ser inter-
de bienestar más contemporáneo que los va-
pretado de varias maneras (por ejemplo, una
lores de realización grupal, propios de cultu-
persona puede estar satisfecha en unos as-
ras comunitarias.
pectos e insatisfecha en otros, lo cual hace
que toda respuesta sea relativa y parcial). El asunto se complejiza ante el sesgo cultural
Además, pueden presentarse dudas en la pre- en la medición y la falta de una norma empíri-
cisión de las respuestas, ya que estas son ca universal de medida que detenga el relati-
susceptibles a mentiras o exageraciones. Es vismo y los rasgos cambiantes de la satisfac-
posible, también, que se presenten distorsio- ción ante la vida. Al preguntarse por estudios
nes por el uso de estrategias defensivas que transnacionales, Veenhoven (1994) cita algu-
buscan negar el sufrimiento y ocultar las des- nos que muestran que la insatisfacción pare-
gracias personales (Veenhoven, 1994). ce prevalecer en los países tercermundistas,
debido a que mucha gente carece de niveles
En esto también es crucial la influencia que
mínimos de subsistencia (a diferencia de los
sufren las respuestas de factores tales como
países del primer mundo). Sin embargo,
las características del lugar del entrevistador,
Veenhoven menciona que algunos críticos so-
el qué y el cómo se pregunta, la secuencia
ciales dudan de estas conclusiones (en apa-
de las preguntas, la forma de comunicarlas,
riencia contundentes y con un alto grado de
si se llena una encuesta o si la pregunta se
validez).
produce en el transcurso de una serie de en-
trevistas en profundidad. Todo esto determi- El problema de los sesgos y la poca fiabilidad
na la interpretación que un informante hace de las respuestas de los entrevistados, en tor-
de una pregunta formulada por un entrevista- no al tema de la satisfacción ante la vida, plan-
dor. tea que tal vez la gente “miente” al ser influida
Hay otra serie de sesgos culturales tales como por mecanismos de defensa que buscan neu-

el lenguaje y la semántica, que generan diver- tralizar los sentimientos de desgracia. Las res-

sas interpretaciones, introducen variaciones en puestas “color de rosa” (Ibsen, 1978), se po-

los conceptos, en sus significados y usos cul- drían explicar como producto de la resignación,

turales (dependiendo del lugar, la época, la como fórmula adaptativa ante las dificultades

generación o la clase social), complejizando Veenhoven propone una pluralidad de explica-


con ello la realización de estudios comparati- ciones a estas contradicciones (Veenhoven,
vos. Conceptos como “tipos de satisfacción” 1994). Podría decirse que la gente “oculta de-
o “felicidad” pueden tener distintas connota- fensivamente sus desgracias”, así como tien-

44 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

de a asumir y adaptarse a las dificultades y tía, extroversión, asertividad social y apertura


adversidades y con el tiempo logra sobrellevar- a las experiencias (Veenhoven, 1994).
las e incluso logra disfrutar de la vida. Asimis-
Heady y Waring (1992), en su estudio presen-
mo, plantea que la gente tiene una fuerte ten-
tado en el Cuarto panel de calidad de vida, en
dencia a quejarse, a tener preocupaciones,, y
Australia, establecen una relación entre “sa-
esto se da en clases y países privilegiados.
tisfacción con la vida” y el “curso de aconteci-
Ejemplo de lo anterior es la ligera correlación
mientos vitales imprevistos” (por ejemplo, gen-
entre una alta educación y una mayor insatis-
tes que sufren sucesos imprevistos de
facción (bien sea por desempleo o por la de-
adversidad –accidentes, despidos, enferme-
saparición de alicientes de superación des-
dades, peleas familiares– o bien, de buena
pués de un ascenso en el estatus social).
fortuna –conocer gente agradable, ser promo-
¿La satisfacción depende únicamente de ha- cionado, hijos afortunados–). Asimismo,
bilidades personales? (variable personalidad). muestran como las personas denominadas
Desde un paradigma salugénico (Antonovsky, neuróticas son más propensas a la adversi-
1979) la pregunta sobre ¿por qué algunos su- dad, mientras que por el contrario, las perso-
jetos se sienten insatisfechos?, se puede inver- nas jóvenes, extrovertidas, con un buen nivel
tir para indagar ¿por qué algunos sujetos se educativo o con buenos lazos de intimidad y
sienten satisfechos? Este tipo de estudio obli- apertura psicológica son más propensos a la
ga a vincular el “bienestar en la vida” no sólo buena fortuna. Estas investigación explicarían
a la variable personalidad sino también a varia- el 35% sobre 100 de las variaciones vitales a
bles culturales y sociodemográficas (Contini, lo largo de ocho años de vida.
2001).
Además de darle mucha importancia a los
Siguiendo con Veenhoven, este autor men- “acontecimientos” como causales de satisfac-
ciona la fuerte relación que hay entre la satisfac- ción (mucho más que a las “oportunidades”)
ción con la vida y la satisfacción con el trabajo señala cierta “condición relativa” de los resulta-
(buena remuneración, recompensas labora- dos determinada por las diferentes caracterís-
les, tipo de tareas, selección diferencial, etc.). ticas personales que determinan un tipo de
También el estatus, la participación social y el reacción u otra. Aunque las reacciones ante
trabajo en voluntariados. los acontecimientos adversos puedan ser si-
milarmente negativas en todos los seres hu-
Las correlaciones más altas parecen depen-
manos, hay que señalar que entre las reaccio-
der de “la capacidad personal para afrontar
nes negativas se encuentran múltiples matices
los problemas de la vida”, lo cual exigiría te-
y diferencias.
ner una buena salud física –mucha energía–
así como también una buena salud mental y El procesamiento personal (diferente de indi-
resistencia psicológica. Otros factores socia- viduo a individuo) de los acontecimientos pa-
les determinantes en la satisfacción con la vida rece estar determinado por tres factores: las
se presentan en sujetos con una buena empa- experiencias previas, la resistencia psicológi-

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ca y el grado de cercanía con lo que se pier- supone hacer comparaciones con ideales so-
de (la pérdida de algo muy propio). Según ciales de estándares de éxito o integración en
esta misma investigación, ante las experien- esos campos. Socialmente existen nociones
cias placenteras, la variabilidad de reacciones de “deber ser” que se vuelven ideales y que
es mucho mayor. Un autor como Csikszentmi- pesan sobre las conciencias individuales. Ta-
halyt, plantea que la variable “personalidad” les ideales hacen referencia a ”lo que se quie-
explica el 30% de la varianza de efecto positi- re”, “lo que se tuvo”, “lo que se esperaba”,
vo, las situaciones explican otro 10% y la inter- “lo que otros tienen”, ”lo que uno piensa que
acción persona-situación explica un 20% se merece”. Estos ideales parecen permitir
(Csikszentmihalyt, 1991). hacer evaluaciones de la vida “en su conjun-
to” a partir de comparar las discrepancias entre
¿Es la variable “personalidad” tan importan-
la realidad y el deseo (Heady y Veenhoven,
te? ¿Qué ocurre en el interior de las personas
1989).
cuando evalúan su vida? No hay muchas in-
vestigaciones sobre cómo las personas pro-
cesan o fabrican internamente sus percepcio-
nes y aversiones. Todos los seres humanos
tienen experiencias de satisfacción e insatis- Críticas a estas
facción, placer o sufrimiento. Si bien el sufri- investigaciones
miento es una emoción más fuerte y llamativa
Según Veenhoven, estas correlaciones pue-
que la misma satisfacción, parece ser menos
den ser arbitrarias. ¿El bienestar depende de
frecuente que aquella.
habilidades personales o de oportunidades
Veenhoven no está de acuerdo con algunos socio-culturales? Después de varios casos de
autores que en una línea utilitarista analizan la correlación entre el bienestar y variables subje-
felicidad como “la evaluación de la suma de tivas y sociales, Veenhoven duda de la preci-
placeres y dolores, satisfacciones e insatisfac- sión de ciertos indicadores y la contundencia
ciones” (Andrews y Withey, 1976) en la que o consistencia de los datos de las investigacio-
se hace una apreciación o “balance de satis- nes; sobre todo en el momento de su univer-
facción en conjunto” a partir de diferentes sub- salización o generalización a distintos lugares,
evaluaciones de diversos aspectos de la vida, situaciones y culturas del mundo. Estas corre-
como la satisfacción con el trabajo o el matri- laciones pueden variar de país a país (se ha-
monio. Se busca comparar “cómo es la vida llan, por ejemplo, amas de casa satisfechas
realmente” frente a “cómo debería ser”, me- con su trabajo en unos casos y en otros no,
diante correlaciones (Michalos, 1985). Al final jubilados con una vida satisfactoria en un mis-
de esta evaluación se da como resultante el mo país donde otros asocian la jubilación con
predominio del beneficio o del infortunio. el malestar).

La subevaluación de “cómo nos sentimos en Otro problema de las correlaciones es el ses-


conjunto” en los diversos aspectos de la vida go al seleccionar la muestra. Cuando se dice,

46 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

por ejemplo, que los casados están más sa- Calcular la satisfacción con la vida requeriría
tisfechos que los solteros, de hecho hay una juicios globales, pero esto introduce muchas
implicación que se vuelve un presupuesto ob- operaciones mentales y decisiones arbitrarias.
vio en la muestra seleccionada: las personas Es por ello más fácil calcular a partir de domi-
casadas siguen siéndolo por estar satisfechas nios específicos de la vida.
y los casados que están insatisfechos, tien-
den fácilmente a separarse (es decir, dejan La satisfacción con la vida
es un rasgo relativo y parcial
de pertenecer a la muestra elegida para la in-
Si la “satisfacción con la vida” implica mejoras
vestigación con lo cual pueden quedar sesga-
en las condiciones de vida que no reducen el
dos los resultados obtenidos).
descontento de las personas, esto implicaría
Otro problema es definir si el bienestar ¿es la un reconocimiento de que la satisfacción con
causa o es el efecto? No es fácil definir cuál la vida “es relativa” y sólo es “un rasgo”.
es el huevo y cuál es la gallina: ¿El matrimonio La respuesta a “cómo es la vida en realidad”
produce satisfacción? O ¿es la satisfacción la en comparación con el “cómo debería ser”
que produce un buen matrimonio? Hacen fal- depende de las interacciones con los otros.
ta más estudios longitudinales, en diferentes Al cambiar los estandares de comparación se
contextos y a lo largo del tiempo. Lo anterior, dificulta que una “satisfacción ante la vida” per-
es importante si tenemos en cuenta que las manezca igual. Si alguien que aspiraba ganar
expectativas ante el matrimonio cambian; hoy determinada cantidad de dinero lo logra, pue-
día ser soltero no es lo mismo que ser soltero de sentirse satisfecho, pero si esta misma per-
sona descubre poco tiempo después que sus
hace treinta años; igualmente, no es lo mis-
compañeros de trabajo ganan mucho más
mo estar casado en un país religioso y conser-
que él, ya no se sentirá satisfecho. Entonces,
vador que en uno de costumbres liberadas
la “satisfacción con la vida” será un fenóme-
(sin contar que una misma relación matrimo-
no de corta duración (el ideal de bienestar se
nial puede cambiar en un trayecto de tiempo).
eleva dependiendo del ideal de comparación).
El proceso interno de evaluación de la satisfac- Luego, la satisfacción con la vida no puede
ción es más una autoevaluación o valoración ser igual en todos los países (Veenhoven,
de estados de ánimo que un cálculo o una 1994). Los ideales de satisfacción con la vida
estimación. Cuando un sujeto evalúa frecuen- pueden variar y pueden ser de alta exigencia
temente cómo se siente, lo que él dice depen- en países pobre o ricos (Easterlin, 1974).
de de su estado de ánimo y de afectos positi- Otros ejemplos muestran que muchos gana-
vos y negativos (Dienner, et al, 1991). ¿El dores de lotería no están más satisfechos con
estado de ánimo del momento puede ser re- la vida que personas que han sufrido acciden-
presentativo del estado de ánimo en gene- tes graves (Brickman, et al, 1978). Los cam-
ral? (Schwarz, 1991). Ante la complejidad de bios en las condiciones de vida no afectan
la pregunta sobre la satisfacción en la vida total, de manera duradera la satisfacción con la vida
los cálculos parciales son los más comunes. si de por medio ocurren acontecimientos

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como un infortunio (pérdida de un ser queri- pende enteramente de causas internas o intra-
do, enfermedad de un hijo) (Veenhoven, personales, ni es un rasgo que permanezca
1991). Veenhoven cita como muchos judíos inmutable a lo largo del tiempo o de una vida.
que vivieron en campos de concentración, La satisfacción cambia afectada por eventos
siguen experimentando una vivencia de trau- personales y condiciones de vida. En ello influ-
ma o amargura aunque vivan hoy día en me- yen de manera determinante las apreciacio-
dio de excelentes condiciones materiales. nes personales y los eventos traumáticos (viu-
Finalmente, otro ejemplo de evidencias em- dez, divorcio).
píricas, es la poca correlación entre un alto Sin embargo, aunque las características per-
nivel de ingreso con la satisfacción con la vida sonales internas no puedan borrar los efectos
en individuos que viven en países ricos (la co- de eventos externos, permiten modificarlos e
rrelación entre ambas variables está cerca de incluso reorientarlos. Ante la dificultad de en-
cero). contrar métodos científicos precisos o indica-
dores empíricos globales o medidas estadís-
Cognitivamente la “satisfacción con la vida”
ticas contundentes, es importante reconocer
es relativa. Son más determinantes las nece-
los efectos determinantes de los caracteres
sidades no conscientes y los elementos emo-
culturales nacionales, locales o folclóricos, en
cionales (por encima de los meramente cog-
la satisfacción con la vida; para mostrar su in-
nitivos). Toda evaluación con la vida es siempre
fluencia en las causas de bienestar, en apa-
un cálculo mental parcial más que una evalua-
riencia, exclusivamente originados en la perso-
ción global que tenga en cuenta otros aspec-
nalidad interna (Veehhoven, 1991, 1993,
tos determinantes (como las emociones afec-
capítulo 5).
tivas y los deseos no conscientes). Aunque la
satisfacción de necesidades básicas no sea
relativa, sí es una exigencia absoluta para el
funcionamiento humano, es indispensable pa-
ra la adaptabilidad del hombre a la realidad. Tendencias en el campo
Pero no sucede lo mismo con los deseos. La del conocimiento
gente es afectada por sus deseos cuando
A pesar de su origen común en la pregunta
evalúa sus éxitos económicos, laborales o
por el hombre, la medicina y la antropología,
educativos. Allí no es fácil encontrar una satis-
entre los siglos XVIII y XIX, fueron sufriendo un
facción global.
proceso de separación que marcó una bre-
La “satisfacción con la vida” es un rasgo per- cha entre estos dos cuerpos teóricos, volvién-
sonal que depende de múltiples experiencias. dolos independientes. La medicina en su inte-
Sus reacciones valorativas no se correlacionan rés organicista y biológico –impulsado por la
de manera exacta en los sujetos ante eventos clínica, la teoría microbiana y los adelantos tec-
como “ganarse la lotería”, “ascender laboral- nológicos y científicos– dejó de lado los fac-
mente” o “ganar más dinero”. Tampoco de- tores culturales e históricos en la explicación

48 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

de la salud y la enfermedad y se convirtió en El uso de la noción de enfermedad como ob-


un modelo eminentemente biomédico. Este jeto de estudio operacional; la articulación en-
modelo se hizo rápidamente hegemónico y tre dimensiones biológicas, sociales y cultu-
desplazó a otros modelos, llamados profanos, rales de la enfermedad; la variabilidad cultural
como el curanderismo, el autocuidado, los re- de las formas de enfermar y su significación
medios caseros o el chamanismo, entre otros, social; el problema de la eficacia terapéutica
en un proceso de medicalización de la socie- en relación con los contextos sociales; la ne-
dad (De la Torre, 2003). cesidad de proyectos aplicados que legitima-
La antropología continuó, sin embargo, de sen la investigación, el uso de la estadística,
cierta forma unida a la medicina y, por ejem- la demografía, la antropología, la antropome-
plo, en el siglo XIX se hicieron los llamados tría, la economía y la sociología.
estudios de folclore, como los de Giuseppe Estos postulados permiten indagar por aque-
Pitré (Pitré,1886, en De la Torre, 2003), en los llo que las diferentes culturas conciben como
que se analizaban distintas culturas y sus mo- enfermedad; es decir, malestar ante las difi-
delos médicos entre algunos de sus compo- cultades en la eficacia terapéutica, pero aún
nentes y se identificaban diferencias raciales; queda pendiente lo que es concebido como
pero detrás de estos estudios, el modelo bio- salud o bienestar, que marcaría el rumbo del
médico continuaba imperando y la medicina proceso terapéutico.
popular se consideraba un estadio primitivo
A partir del particular aporte de Franz Boas a
de la medicina culta, en donde no es posible
la antropología cultural, a comienzos del siglo
hacer diferencia entre la magia, la medicina y
XX, (que sólo hacia 1930 produjo la llamada
la religión. La medicina oficial no considera la
revolución antropológica), el modelo biomé-
“eficacia simbólica” de estas medicinas, ni
dico pierde su hegemonía dentro de los es-
mucho menos las sanaciones por la fe, las
tudios antropológicos. “...Boas propuso un es-
creencias o la religión..
quema interpretativo de las diferencias y
Otros estudios fueron los de salud pública, semejanzas culturales más adecuado a la
que dan origen a la medicina social en el si- complejidad de los procesos y de los desa-
glo XIX, y que se interesaron por las condicio- rrollos concretos e históricos, más atento y res-
nes de salubridad y los hábitos de vida de la petuoso con la dimensión histórica particular
gente, con el fin de controlar las epidemias y singular de cada cultura, lo que llevó al rela-
que diezmaron a la población de Europa du- tivismo cultural...” (Harris, 1998).
rante el siglo XVIII.
Con Boas esta ciencia comienza a reconocer
Dentro de esta medicina social el principal teó- la especificidad cultural en el estudio de los
rico fue Alfred Grotjahn, médico alemán que modelos e instituciones médicos alternativos,
prefiguró desde esta ciencia, buena parte de llamados así a partir de estos aportes, y se da
los postulados que definen actualmente a la valor a las dimensiones sociales y psicológi-
antropología de la medicina (De la Torre, 2003): cas de la cultura; es decir, se le da valor a lo

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que cada cultura concibe como salud y enfer- Desde esta perspectiva la enfermedad no es
medad y a la forma como estas abordan y sólo la interacción de factores biológicos, sino
solucionan tales asuntos y se dejan de estu- también ecológicos y culturales (Aniorte y
diar los diferentes modelos bajo la óptica del Martínez, 2002); y si se va un poco más allá
modelo biomédico. se podría decir que es una construcción cultu-
Esta rama de la antropología social y cultural, ral en la que se combinan diversos factores
que estudia las diversas medicinas y las di- de manera particular.
mensiones culturales de la enfermedad, con-
Si se considera que cada sociedad tiene un
templa, además de las circunstancias bioló-
saber sobre los procesos de salud y enferme-
gicas implicadas en la enfermedad, otros
dad, estos ya no son concebidos como esta-
factores como los sociales, culturales, econó-
dos individuales en oposición sino como am-
micos, psicológicos y estilos de vida. Se re-
plias expresiones de determinación histórica
conoce en esta definición que las disciplinas
y social y el cuerpo ya no es receptáculo de la
de la salud paradójicamente continúan esta-
enfermedad. El modelo biomédico, al consi-
bleciendo su énfasis en lo patológico, en el
derar estos procesos de manera individual,
síntoma y lo desajustado, quedando pendien-
los deshistoriza, deja de lado al sujeto, su me-
te la salud que es, incluso, el concepto que
dio social, su historia, su inscripción en una
las denomina.
trayectoria cultural (Candal, 2000).
Se entienden como factores culturales las
creencias, hábitos, modos de vivir, ideas com- El estudio de modelos médicos permite en-
partidas, costumbres y valores que cambian tender que estos son más que avances cien-
de acuerdo con la época y el lugar y que influ- tíficos y reconocer que son también institucio-
yen en lo que cada cultura en particular entien- nes sociales, estructuras de poder y aparatos
de y define como enfermedad y en los me- ideológicos culturales, productos de la histo-
dios que construye para combatirla (Aniorte y ria y objeto de investigación; estos son anda-
Martínez). El estudio de estos factores fortale- miajes con los cuales se construyen ideolo-
ce a la medicina en la realización de interven- gías, concepciones del mundo y sujetos que
ciones colectivas a los problemas de salud, necesitan y caracterizan a una determinada
principalmente en lo referente a la prevención, sociedad, cultura o colectivo humano. Por
al ajustar la práctica médica a la cultura de la ejemplo: un elemento importante dentro de
población intervenida (Seppilli, 2000, en Aran- un modelo médico es el lenguaje, en cuyo
da, 2002), aunque la labor que se realiza real- análisis no sólo se puede encontrar la concep-
mente consiste en la transformación o elimina- ción de enfermedad subyacente en él, sino
ción de aquellas costumbres que en la cultura también el poder y la dominación que se ejer-
están generando condiciones insalubres. ce sobre el sujeto al que se está tratando y
Cada cultura define de manera particular un sobre otras explicaciones que arrogantemente
contexto terapéutico y unas herramientas, y son llamadas profanas desde el modelo bio-
realiza interpretaciones diferentes del síntoma. médico (Aranda y Olivas, 2002).

50 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

No obstante el avance en los modelos médi- La salud y la enfermedad a


la luz de otra concepción
cos, queda mucho por indagar; por ejemplo;
novedosa de “asistencia”
las técnicas indígenas y los conocimientos ur-
banos pluriculturales que son resultado de las La razón de hacer esta revisión respecto a la
migraciones del campo a la ciudad. También antropología de la medicina es, precisamen-
está pendiente el estudio de lo político y lo te, porque en ella se encuentran anteceden-
económico en los modelos médicos, que en tes de la pregunta por la enfermedad en cada
un contexto social macro determinan o sitúan cultura que se hila de alguna manera al bie-
el estudio de la relación médico-paciente en nestar. Si tradicional y actualmente lo que se
un contexto social micro. hace en este tipo de estudios biomédicos
sobre la enfermedad es llegar a analizar dife-
Por ello hoy se exige una antropología que
rentes culturas con un concepto único de sa-
entienda la cultura en la cual se monta el mo-
lud y enfermedad, preconcebidos desde la
delo biomédico y sus concepciones de estar
biomedicina, se encuentran hoy autores como
sano y enfermo, comprendiendo que éste es
una construcción social particular a la cultura el español Comelles (1997) que rescata la for-

occidental moderna. Esto no implica negar la ma particular como cada cultura concibe la

dimensión biológica, sino correlacionarla con enfermedad.

las representaciones que el grupo social está Si se reconociera lo cultural, las formas de
haciendo al respecto; es decir, relacionar el atención a la crisis de la salud se transforma-
síntoma con el modelo médico (Candal, 2000). rían, pues cada colectivo humano crea, a par-

Se debe superar el estadio de la antropología tir de la experiencia, un saber y una práctica

médica en el cual sólo se buscaba estudiar respecto a qué hacer frente a las crisis y es-

factores socioculturales (que inciden en pro- tos saberes se transmiten generacionalmente.

blemas de salud a nivel del comportamiento De esta forma la historia de la enfermedad se


o estilos de vida), con el mero objetivo de im- enlaza con la historia de la medicina, vista co-
poner la medicina oficial. Estos estudios son mo experiencia colectiva o, mejor, como ex-
importantes para ajustar las intervenciones a periencia social amplia (pragmática y no solo
la cultura, para ver porqué muchos modelos lógico-verbal-racional).
de intervención fracasan al chocar con la tradi- Comelles amplía su paradigma y supera el
ción de la población y para generar cambios concepto de medicina al hablar del proceso
en la cultura en pro de producir condiciones asistencial, que en este caso se entiende
de salubridad en la población. Pero no dejan como el esfuerzo y la atención que cada cultu-
de subordinar la antropología a la medicina, ra se da a sí misma, desde sus valores, para
cuando resultaría mejor transformar la medici- gestionar sus dificultades; este esfuerzo no
na al acercarla a los aspectos sociales y cultu- siempre es médico sino que también puede
rales de los fenómenos que estudia y recupe- ser de protección social, de religión o, inclu-
rar al sujeto y a la cultura que hay detrás de la so, mágico; de acuerdo con los recursos con
enfermedad. que cada cultura cuente.

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“...Los procesos asistenciales son itinerarios “posesiones”).


construidos en un complejo asistencial-con- Lo anterior pretende superar el médicocen-
textual, construido a partir de los recursos inte- trismo, el estudio de la enfermedad en las dis-
lectuales, emocionales, sociales, instituciona- tintas culturas y reconstruir el concepto al pre-
les y culturales de los micro-grupos implicados guntarse por lo que para cada cultura es
con una enfermedad” (Comelles, 1997); es síntoma y sufrimiento. Claro que en este pun-
decir, que las personas hacen uso de todo to aún no se supera el patologicismo que pa-
aquello que, como producto de sus experien- radójicamente caracteriza a las disciplinas de
cias, tienen a su disposición para hacer frente la salud, pero sí es un gran paso que se da a
a la crisis y no siempre dependientes de la partir de la sociología durkheimniana, posibili-
institución médica. tando pensar la medicina como una práctica
y la enfermedad como una representación,
El proceso asistencial está cargado de repre-
pero ambas construidas por lo social (sobre
sentaciones, prácticas y experiencias subjeti-
un sustrato biológico).
vas y hace referencia a un entorno social micro,
que no siempre se relaciona con la institución A partir de lo anterior se comienza a pensar
y la profesión médica; es decir, que el proce- más la enfermedad como una evidencia em-
so asistencial está ligado a los remedios que pírico-biológica (a verla desde una visión

se encuentran en el contexto inmediato, mien- holístico-existencial como un mal, una des-

tras la institución médica hace parte de la orga- gracia o un infortunio) conceptos más amplios

nización estatal y social; esto que plantea el que incluyen aquellos aspectos que la medi-
cina biológica no reconoce. El mal no es una
autor es, por supuesto, claramente visto en
metáfora; una tuberculosis pulmonar no es una
sociedades como las latinas, donde la tradi-
metáfora, tampoco el hambre, la pobreza o
ción y los remedios caseros prevalecen debi-
los malos tratos a mujeres y a la infancia, pero
do a que no se ha dado en gran medida el
sí es un objeto de representaciones producto
proceso medicalizador que desplaza otras
de la experiencia, que constituye un saber res-
concepciones e impone el modelo biomédi-
pecto a lo que es el mal y cómo tratarlo, saber
co, o a que las tradiciones se oponen al avan-
qué constituye el proceso asistencial particu-
ce de la ciencia en este sentido hegemónico.
lar a cada cultura (Comelles, 1997).
Un punto importante del planteamiento de
De lo anterior resultan una serie de cosas.
Comelles (1997) es que permite desligar el
Primero, que para ser asistido no es suficien-
concepto de enfermedad como dolencia or-
te estar enfermo, sino que es necesario ser
gánica y da lugar a percibir otros problemas
reconocido en la cultura como tal, este reco-
como “crisis”, pues muchos de estos no son
nocimiento equivale al diagnóstico realizado
de origen biológico; por lo tanto, no son siem- por un especialista en la biomedicina. Segun-
pre “médicos” sino también morales, cultura- do, que hay dos saberes diferentes en cuan-
les o religiosos (ejemplo de esto son las ex- to hay dos procesos asistenciales. Esto que-
plicaciones de la enfermedad como da más claro con el siguiente ejemplo: cuando

52 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

alguien tiene un resfriado y es tratado con re- do como normal dentro de las pautas de crian-
medios caseros (asistencia en casa) sin ser za hoy es considerado anormal al ser nom-
remitido a una clínica, la medicina (saber co- brado como “maltrato infantil”.
mún a “todas” las sociedades) deja de ad-
Los cambios en la cultura a través del tiempo
quirir un saber al respecto en tanto la institu-
tienen diversas causas, entre otras: los cam-
ción no trata el resfriado, de esta manera se
bios demográficos, los adelantos tecnológi-
diferencia el saber médico del popular. Terce-
cos y los estilos en las construcciones; no es
ro, que la institución médica entra en acción
lo mismo vivir en una comunidad pequeña,
en cuanto la asistencia en casa es desborda-
donde todos se conocen, a vivir en una urbe
da o desautorizada, y el mal pasa a ser res-
donde la población es tan grande que en los
ponsabilidad de los especialistas o las institu-
“puntos de encuentro” (si así se les puede
ciones estatales. Y cuarto, que cada colectivo
llamar) como el supermercado, rara vez una
humano cultural construye una representación
persona se encuentra con alguien conocido.
particular de lo que para ellos es mal(-estar) y
Los adelantos tecnológicos como la comuni-
de la forma de afrontarlo.
cación también generan cambios culturales;
por ejemplo, antes para hablar con alguien
había que visitarlo y esto implicaba estar toda
la tarde con esa persona; ahora, con la apari-
Acerca de la diferencia
generacional y el papel ción del teléfono, simplemente se hace una
del relativismo cultural llamada de unos pocos minutos y no se sabe
qué pasa en la vida del interlocutor; y ni hablar
Hay dos elementos que marcan la diversidad
del cambio en la arquitectura, que favorece la
cultural: uno es la distancia espacial, en la cual
privacidad con la construcción de unidades
no se hará énfasis dado que es estudiada por
residenciales cerradas que desplazan la vida
la antropología de la medicina; y el otro es el
de barrio.
factor epocal o temporal, que resulta de gran
importancia (dado el objetivo comparativo Todos estos cambios contribuyen a generar
generacional de la presente investigación). una cultura marcada por la individualidad y la

De forma análoga a como cada cultura cons- autonomía y un predominio de lo privado so-

truye un concepto particular de lo que es mal, bre lo público. Mientras nuestros abuelos es-

“cada generación escoge nuevas cosas y taban pendientes de aquello que pasaba en

actitudes para clasificar como buenas y her- la vida de sus vecinos y esto era visto con

mosas... las diferentes épocas generan nue- buenos ojos, hoy en día una prueba de edu-

vos problemas psicológicos” (Pipher, 2000) o cación es saber mantener la distancia y no

mejor, en cada época nuevas cosas son con- estar pendiente de la vida de los demás.
sideradas como problemas psicológicos; por Muchos conflictos al interior de las familias sur-
ejemplo, el castigo físico que un padre le daba gen de los malos entendidos entre las distin-
a su hijo y que hace unos años era reconoci- tas generaciones a causa de lo que Pipher

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llama problemas relacionados con las zonas blemas a un extraño. Se pretende, por ejem-
del tiempo (Pipher, 2000). Por ejemplo, para plo, en las psicoterapias actuales, que un an-
un abuelo cuestionar la autoridad de su pa- ciano cuente sus “problemas íntimos” a un
dre era impensable; de esta forma pueden desconocido (puesto que se parte de la pre-
llegar a pensar que las relaciones que los hi- misa de que si el psicólogo es un amigo o
jos entablan con sus nietos son demasiado conocido, perturbaría las condiciones óptimas
laxas cuando en la actualidad se vuelve nor- de la relación terapéutica). No es de extrañar
mal discutir alrededor de las normas para lle- que muchas de estas psicoterapias fracasen.
gar a un acuerdo de convivencia.
En conclusión, estas diferencias generaciona-
Sin embargo, un elemento más contundente les muestran como algo se convierte en pro-
no sólo en el cambio cultural sino también en blema (por no decir enfermedad) con solo re-
el cambio del concepto de aquello que es conocerlo como tal, al nombrarlo al interior del
normal y lo que es patológico (salud, marco referencia de la cultura que cada ge-
enfermedad, bienestar, malestar) es la in- neración construye.
cursión de la ciencia en la vida cotidiana y
En relación con el tema de la cultura y la sa-
más específicamente de las disciplinas de la
lud, Fernández, Salovey, Vera, Ramos y
salud como la psicología (Pipher, 2000). Lo
Extremera (Fernández, 2002), en su estudio
que para los abuelos eran simples conflictos
sobre inteligencia emocional, plantean que la
cotidianos que carecían de importancia, se
percepción es fuertemente influida por facto-
pasaban por alto o se solucionaban trabajan-
res emocionales (inteligencia y ajuste emo-
do, orando o socializando, hoy son diagnosti-
cional) y por el tipo de cultura; como las
cados como problemas a ser tratados bajo la
individualistas o las femeninas, que dan una
óptica de los especialistas. Esto sin contar con
atención diferente al mundo de las emocio-
ejemplos de cosas que eran normales en una
nes.
generación y se vuelven patológicas en otras.
Tal es el caso de la crianza exigente y las re- En este sentido, lo que los miembros de una
presentaciones de “maltrato infantil” dado an- cultura perciban como bienestar está influido
teriormente; hoy en día no es raro escuchar a por el nivel de atención que esta presta al pla-
las personas hablar de autoestima, depresión, no de lo emocional. Incluso estos autores
fobias y pánicos, temas que ni siquiera eran definen la calidad de vida en términos de las
pensados por los abuelos. emociones (la calidad de vida subjetiva sería
un balance entre las emociones negativas y
Obviamente, si no se consideraban proble-
positivas del individuo).Si bien las emociones
mas mucho menos se trataban y menos de
influyen en la percepción, estas no son aje-
la forma como se hace hoy. Para un anciano
nas a los factores sociales.
es confiable el médico en tanto persona fami-
liar, ese que además debe ser su “conocido” De Vos (1947), plantea que al estudiar el con-
desde hace varios años, mientras resulta cepto de salud mental se debe tener en cuen-
completamente indebido ir a contar sus pro- ta no sólo la dimensión individual (relaciona-

54 Universidad de San Buenaventura, Cali-Colombia


Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

da con procesos como el ajuste psicológico particulares de enfermedades. Por ejemplo,


o la integración individual que hablan de la Harper (1962) describe posesiones de espíri-
coherencia interna que el sujeto tiene), sino, tus en el sur de la India como respuesta a
además, una segunda dimensión, que es la tensiones particulares en la estructura de pa-
social, relacionada con el proceso de “adap- rentesco. En una casta que examinó, encon-
tación”, definida por De Vos como “...la co- tró que entre el 10 y el 20% de sus mujeres
herencia que el sujeto tiene con el contexto registraban alguna forma de posesión espiri-
en el que se encuentra...” (De Vos, 1974). Un tual, muy a menudo durante sus años jóve-
problema de salud mental aparecería no sólo nes de matrimonio. Parece obvio que la po-
cuando hay un desorden en la estructura in- sesión es una forma inconsciente de rechazar
terna del sujeto. También puede haber pro- al marido por un tratamiento desconsiderado,
blemas de salud cuando lo que el sujeto hace cuando la joven esposa no encuentra otro re-
–así su estructura interna esté bien– está en curso y entra en la familia del marido. Cons-
desacuerdo con lo que es normal en el con- cientemente, ella sólo puede escoger entre
texto en el que se encuentra. el suicidio o la huelga de hambre como arma
Así, “...los antropólogos notan que variadas en contra del mal trato. Si ella es ubicada como
culturas no definen el mismo comportamien- una persona ‘poseída’ –una idea culturalmente
to como aberrante, o la misma idea como disponible–, puede pedir sacrificios costosos
extraña y estas a menudo insisten en una como precio que el espíritu demanda por
medida relativista para medir el comportamien- dejarla. La niña puede ser enviada a su casa
to ‘normal’. Lo que es definido como neuroti- materna por una estadía prolongada. La po-
cismo en una cultura puede ser definido como sesión da origen a que ella reciba una aten-
una adherencia a instrucciones religiosas en ción y tratamiento deferente que no estaría
otra...” (De Vos, 1974). disponible para ella, y de ninguna forma será
castigada...” (De Vos, 1974).
Sólo cuando alguien tiene comportamientos
que molestan al grupo es definido como “en- Si bien este es un buen ejemplo de la forma
fermo” y se reconoce para él la necesidad de en que la enfermedad y el síntoma se enlaza
intervención o ayuda de algún especialista al factor cultural, aún hay cierta perspectiva
dentro de la cultura, independiente de la ex- etnocéntrica al mencionar que hay un “recha-
plicación que puede ser mágica, religiosa, zo inconsciente” en la explicación del “sínto-
científica o de otro tipo. La intervención siem- ma”; conceptos propios de la ciencia
pre está encaminada a la restauración del in- psicoanalítica de occidente. Esto puede im-
dividuo dentro del orden particular del grupo pedir que el investigador se introduzca en el
social en el cual vive o del cual proviene. sistema de explicación que la propia cultura
hindú le da a la enfermedad.
“...En la literatura antropológica han apareci-
do algunos intentos de encontrar elementos Por otra parte, el avance en los medios de
sociales estructurales para explicar síndromes comunicación y las migraciones que ha posi-

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bilitado un mestizaje cultural en las ciudades, que hagan, el ingreso que reciban, todos son
abre un campo de investigación interesante y esencialmente determinantes, pero estas
pendiente en lo que respecta a la dimensión medidas objetivas no son suficientes para re-
social y cultural de la salud mental y de la sa- velar que la gente encuentre satisfactoria o in-
lud en general, aparte de la tarea pendiente satisfactoria, colmada o frustrante, su vida. El
de introducirse en los marcos de referencia, mayor testimonio de esta dificultad se expre-
propios de las culturas estudiadas, dejando sa en los paradójicos resultados comparativos
de lado conceptos preconcebidos que mu- entre países ricos y pobres. La principal hipó-
chas veces dan origen, sin saberlo, a juicios tesis explicativa parece ser que “la rutina fati-
etnocentristas. gante de lo hedónico” impide que el bienes-
tar esté garantizado “permanentemente” por
la simple existencia de indicadores de cali-
dad de vida en un sujeto o grupo social. Lo
Conclusiones anterior tiene diversas explicaciones, bien sea
porque la satisfacción de necesidades pare-
Las investigaciones aspiran medir el bienes-
ce ir siempre detrás de un deseo incolmable
tar subjetivo con preguntas comparativas so-
o porque hay un procesamiento diferenciado
bre los dominios principales de la vida en di-
de los acontecimientos y las oportunidades
versos tipos de poblaciones. La cantidad de
de persona a persona.
instrumentos y métodos para evaluar el bien-
Recíprocamente, las investigaciones y en-
estar se ha incrementado notablemente en los
cuestas basadas en autorreportes que produ-
últimos años. Las escalas de satisfacción-in-
cen respuestas subjetivas, presentan proble-
satisfacción y felicidad-infelicidad aún predo-
mas de validez y confiabilidad en tanto introducen
minan, aunque los trabajos de algunos inves-
inevitables sesgos; informaciones insuficien-
tigadores (Ryff, 1989) van más allá. Es notoria,
tes, falseadas o parciales (un mismo sujeto
sin embargo, la dificultad de encontrar méto-
puede sentir bienestar en su matrimonio y
dos científicos precisos e indicadores empíri-
malestar en su vida laboral); creencias cultu-
cos globales y medidas estadísticas contun-
rales, ideales sociales y concepciones relati-
dentes para cumplir el cometido científico de
vas; juicios variables en el tiempo por cam-
“no distorsionar la realidad” y saberla reflejar
bios en los estados anímicos de los
adecuadamente.
entrevistados; el procesamiento diferenciado
El debate entre definiciones de objetividad y de los acontecimientos y oportunidades so-
subjetividad en el bienestar persiste. Ese de- ciales entre una persona y otra. Los elemen-
bate es complejo; las condiciones e indica- tos imaginarios y no conscientes de la perso-
dores objetivos parecen ser insuficientes para nalidad (por ejemplo, la persistencia de
entender la calidad de vida de una manera deseos imposibles y caracteres neuróticos)
generalizable. El ambiente, el barrio y la co- en las apreciaciones valorativas introducen
munidad en la cual la gente vive, el trabajo toda suerte de elementos o problemas

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Los conceptos de bienestar y satisfacción. Una revisión de tema

semánticos, lingüísticos y retóricos (exageracio- mismo material, sino también la existencia de


nes, evasivas, ambigüedad, minimizaciones, variables socioculturales que obligan al inves-
velamientos, normalizaciones, justificaciones, tigador a una vinculación en cercanía con los
estrategias defensivas) que develan, en suma, marcos de referencia propios de la cultura y
el “carácter construido y contextual” de las la época investigada. Las épocas, los países
respuestas allí donde los relatos de vida y las y las culturas difieren bastante en las expecta-
descripciones están determinados por mar- tivas de vida. Las investigaciones muestran
cos y convenciones interpretativas (Bruner, que la evaluación de un individuo de su pro-
1986; Kuhn, 1962; White, 1987). pia salud o bienestar es un predictor fuerte.

Por otra parte, los “gustos” y las “creencias” Las “creencias subjetivas” de la gente, aun-
ofrecen dificultades para ser objeto de compa- que sean inexactas o equivocadas, determi-
raciones o interpretaciones (por su carácter nan sus vidas. Tales evaluaciones pueden ser
múltiple, a veces caprichoso y difícilmente obtenidas fácilmente y pueden ser conside-
generalizables en culturalidades, géneros o radas como indicadores válidos de estados
generaciones disímiles). Todo lo anterior po- actuales y asuntos por venir. Las investigacio-
dría ser visto como impedimentos serios para nes sobre bienestar y malestar pueden, en-
una lectura científica del tema de las concep- tonces, verse favorecidas por acercamientos
ciones de bienestar. Sin embargo, sus medi- antropólógicos, culturales y estetico-retóricos.
das y valoraciones subjetivas y culturales de-
ben ser reconocidas, estudiadas y
desarrolladas, pues estos datos (como las
creencias) aparecen permanentemente en las Bibliografía
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