2. Salmo 145:9 - Dios es bueno y misericordioso para con todos.
Ministerio De Mujeres IBC del Corregidor 3. Salmo 139:3 - Dios escudriña mi andar y conoce mis caminos.
Serie: “Creadas Para Adorar”
Rendidas Ante Dios
(Tema N°03)
“Ni presenten los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de
iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre
los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia.”
(Romanos 6:13)
El Corazón De La Adoración Es “Rendirse”. La forma más absoluta y
verdadera de adoración es la entrega total a Dios, es la respuesta
espiritual al asombroso amor y misericordia de Dios. Nos entregamos a
Él por amor y sin temor, pues Él nos amó y se entregó por nosotros, a fin
de servirle y hacer todo lo que a Él le agrada:
“Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo
a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un
sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es
la verdadera forma de adorarlo.” (Romanos 12:1 NTV).
El rendirse a Dios es en sí un acto de consagración, de entrega personal,
donde Jesús es el Señor de tu vida, donde tomas tu cruz y mueres a tu
propio ego para ser guiada y gobernada por el Espíritu Santo. Vivir
consagrados a Dios cambiar nuestra manera de ser y de pensar; y nos
enseña la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta.
 ¿Qué razones suelen impedirnos el vivir rendidos a Dios?
Hay tres obstáculos que bloquean nuestra entrega total a Dios:
I. El Miedo, que tiene su origen en el pecado (Génesis 3:10). El miedo
es ese temor que nos aparta de la Presencia de Dios y nos impide
tener comunión con Él; por esta razón, Jesucristo vino a este mundo
para terminar con el problema del pecado y sólo en su gracia y amor
es echado fuera el temor (1 Juan 4:18-19). Recibir el amor de Dios en
Jesucristo alejará el miedo de consagrarnos a Dios. Es esencial que
conozcas y recibas el amor de Dios en Jesucristo, a fin de que puedas
acercarte a la Presencia de Dios para conocerle y adorarle.
La Palabra de Dios dice:
1. Salmo 145:8 - Dios es lento para la ira y grande en misericordia.
4. Mateo 10:30 - Dios tiene todos mis cabellos contados.
5. 1 Timoteo 6:17b - Nuestra esperanza está en el Dios vivo.
6. Jeremías 29:11 - Dios tiene pensamientos de paz para conmigo.
7. Salmo 86:5 - Dios es bueno y perdona a los que le invocan.
 ¿Qué razones tienes para no confiarle tu vida al Dios de amor?
II. Orgullo: es el estado de autosuficiencia o autocontrol que nos hace
negar nuestra necesidad de Dios y nos impide reconocer nuestras
limitaciones humanas. La tentación del diablo en el Edén fue
precisamente atizar en Eva el deseo de tener el "control total" y
bloquea la actitud de entrega y consagración a Dios y su Palabra.
Muchas personas pretenden ser como Dios y luchan contra Él; pero
no comprenden que sólo somos seres humanos creados por Dios y
para su gloria; y hasta que no rindamos todo nuestro ser a Dios
perderemos la batalla contra el orgullo que nos conduce a todo tipo
de conflicto emocional y desorden.
La forma de combatir el orgullo es rendirnos en obediencia a Dios.
No puede llamar a Jesús “Señor”, si te rehúsa obedecerle (Lucas
6:46). Por ejemplo: Josué tuvo un encuentro con Dios, cayó en
adoración ante El, entregó sus planes y obtuvo una victoria grandiosa
en Jericó (Josué 5:13-15) Rendirnos a Dios nos hace fuerte y nos
concede la victoria sobre nuestros enemigos. Pablo se rinde a
Jesucristo camino a Damasco; pero él aprendió que la rendición a Dios
es una práctica diaria, pues dijo: “…Cada día muero.” (1 Co. 15:31).
III. Confusión: Es el resultado de estar bajo el control de las tinieblas
(Efesios 2:2-3) por estar alejados de Dios (Efesios 2:12b). La luz del
Evangelio nos libra de la potestad de las tinieblas a fin de no vivir
más desorientados ni confundidos (Colosenses 1:13) y nos concede
armas espirituales para vencer (2 Corintios 10:3-4).
Rendirse a Dios no es un acto de cobardes o tímidos, ni es reprimir la
personalidad; es más bien ser libres en Cristo para vencer y vivir por
la fe y para la gloria de Dios (Gálatas 2:20).
 ¿Por qué no le rindes en este momento tu vida a Dios?
 ¿Deseas a partir de hoy, rendirte totalmente a Dios?