Está en la página 1de 2

Chico Twitter.

Si estás escuchando estas palabras implica que tuvimos una última oportunidad para ser
“nosotros” aunque sea por un momento. Esta no es una carta de despedida y es, por el
contrario, una declaración de amor. Una declaración en la que no te pido desesperadamente
que te quedes a mi lado pero sí te invita a recordar lo bonito de nuestra memorable historia de
amor. Creo que el amor en todas sus formas, cuando llega a determinado final, le ocurre lo
mismo que en esta máxima ley universal de que “la materia no se destruye, sino que se
transforma”; quiero pensar que un amor tan bonito no acaba en el momento en el que ambos
decimos que no podemos seguir caminando juntos y por su parte, se transforma o se queda en
los sitios en los que hicimos del amor, un acto físico. Si me lo preguntaras, yo diría que gran
parte de nuestro amor se queda en la que era tu casa (ocasionalmente nuestra), otra parte en
los besos rapiditos que nos dimos en la facultad, tal vez una parte más grande en los muebles
de mi casa o en Pinkoh mientras comimos costillitas. A lo que voy, es que los pedacitos del
amor que nos tuvimos se quedarán para toda la eternidad en lugares que, igualmente siempre,
serán un poco nuestros.
Cambiando un poco el tema, no quisiera pedirte perdón por las cosas que hice, ya en su
momento me disculpé por ser humana y cometer tantísimos errores, más bien quisiera pedirle
perdón al montón de planes que ya nunca haremos: a los besos que no podremos darnos, a las
hallacas que nunca nos comimos, a las mañanas que no despertaremos juntos, a las muchas
primeras veces que ya no viviremos al lado del otro, a las graduaciones que no iremos, las
bodas/cumpleaños y aniversarios a los que ya no podremos asistir, a la familia que no vamos a
poder crear y la casa de 4 pisos que ya no tendré que limpiar. Le pido perdón, en nombre de
ambos, al futuro que ya no vamos a escribir juntos. Y nos pido perdón a los dos, desde lo más
sincero que tengo, por todo el amor que ya no vamos a poder sentir.
Creo que ninguno puede decir que se rindió antes de tiempo o que quedaba mucha
batalla por pelear, porque ambos, muy en el fondo, sabemos que hicimos todo lo que pudimos.
Y hemos estado estirando la barra, precisamente por el mismo amor que nos une para ver si
aguantábamos un poquito más. Me aferro al pensamiento de que hicimos esto por amor y no
por dependencia, que lo hicimos porque estar juntos siempre valió la pena y porque sabíamos
que al final del día, el otro iba a estar ahí y eso era todo lo que necesitábamos.
En mi película de confianza para atravesar las tristezas, dícese “Comer, rezar y amar”,
hablan un montón de los procesos que conlleva el alejarse de la persona que amas, no porque
ya no la ames, más bien es porque ya no te sientes feliz en ese lugar. Y hay un dialogo
especifico que es mi mantra para sobrellevar esta situación contigo; es algo muy corto, pero
dice más o menos así: “- Te amé Steve. - Lo sé. - Yo todavía te amo. - Pues ámame. - Te extraño.
- Pues extráñame. Envíame amor y luz cada vez que pienses en mí y déjalo ir. Ese sentimiento
no será para siempre. Nada lo es.” Y así como Liz, yo te envío amor y luz cada vez que me
invaden todo nuestros recuerdos. Y trato de pensar en cosas que a ti te harían muy feliz y pido
para que lleguen a tu vida más temprano que tarde.
Hoy me dijiste algo muy lindo y lo agradecí en medio de todas las cosas chimbas que nos
hemos podido decir recientemente, y era que yo te había mostrado que podías ser amado de
una forma distinta y me doy por bien servida con ese comentario. Porque recuerdo decirte
muchas veces que yo quería darte el amor, que sentía que por tanto tiempo te habían negado y
saber que de cierta forma pude lograrlo, me hace la ex novia más feliz del mundo. Y rezaré para
que llegue alguien que te dé el triple del amor que yo te di, que te recuerde siempre lo que
vales, que te diga lo absurdamente inteligente que eres, lo dócil y amoroso que puedes llegar a
ser en los brazos correctos, que te regale flores, que te haga reír por horas, que no te haga
sentir dudas y que ame cada pequeño detalle de ti. Nunca, y esto te lo ruego, nunca te
conformes con menos que eso.
Voy a terminar esto diciendo, que siempre será mi placer y un honor haber conocido el
amor agarrando tu mano. Que muchos de mis problemas se sentían muy chiquitos si estaba en
tu cama, metida en tu cuello. Que curaste huellas horribles que otros dejaron en mí, con un
millón de besos y kilos de paciencia. Que, aunque no me gustaba tu música, amaba verte
cantar. Que te agradezco por nunca perder el brillo en los ojos cada vez que me veías. Que me
estoy acostumbrando al silencio profundo que dejaste cuando te fuiste. Que me obligabas a ser
mi versión más pilas e inteligente, porque tenía que llevarte el ritmo. Que te quedaste, aunque
te dije específicamente que no lo hicieras, siempre te quedaste. Que la comida, la música y la
vida, en general, eran mejor a tu lado. Que nunca necesitamos de mucho para ser
completamente felices y que mis noches más memorables, las tuve mirándote a los ojos. Que
hay mucho de mí que te faltó por conocer y que si la vida es lo suficientemente buena, nos
reunirá en otro momento. Y que, amor, el camino más fácil de transitar, siempre será el que
hice a tu lado. Y que voy a estar bien, te prometo que eventualmente lo estaré.
Te ama, te admira y te respeta, por siempre; chica Tumblr.

También podría gustarte