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PDF Peces Dulceacuicolas de Mexico Miller Compress
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Peces dulceacuícolas
dulceacuícolas de méxico
Peces dulceacuícolas
de méxico
Robert Rush Miller
Robert Rush Miller (1916-2003), uno de los principales expertos del mundo en peces de agua dulce,
fue profesor en el Departamento de Zoología y curador del Museo de Zoología en la Universidad de
Michigan desde 1948 hasta su retiro en 1987.
Primera edición: ©2005, The University of Chicago Press, Ltd., Chicago y Londres.
Ir a la naturaleza. Tomar
Tomar los hechos en las propias manos.
Observar y ver por uno mismo.
Louis Agassiz
Contenido
432. Fami
Familia
lia ELEOTRIDAE 426
426 Autores y colaboradores 519
433. Fami
Familia
lia GOBIIDAE 432
432
468. Fami
Familia
lia PARALICHTHYIDAE 439
439 Índice de nombres cientícos 52
5211
471. Fami
Familia
lia ACHIRIDAE 440
440
Índice de autores 531
Apéndice 443
Índice de temas 537
Glosario, abreviaturas y acrónimos 459
Las láminas en color siguen a la página ###.
Literatura citada 467
Prefacio
Salvador Contreras-Balderas
Contreras-Balderas
xiii
Prefacio
xv
xvi Prefacio
kiss nelsoni) en los arroyos de la Sierra San Pedro Mártir tas prácticos. Peces Dulceacuícolas de México provee una
en Baja California. Gorgonio continuó con estos estu- reserva, de vastedad sin precedentes, de información
dios hasta la elaboración de su tesis doctoral. ahora disponible para investigador y conservacionista
Al preparar este breve prefacio a un trabajo tan mo- por igual, mientras continuamos luchando por preser-
numental como Peces Dulceacuícolas de México, he revi- var grupos representativos de la magníca ictiofauna
sado con gran placer la lista de autores y colaboradores. nativa de Norteamérica. Sin tal información, los pro-
pro -
Han venido a mi mente recuerdos de las colecciones gramas de conservación signicativos se volverían casi
más grandes e importantes y de sus responsables, sea imposibles.
en Ann Arbor, Monterrey, Tempe, Ithaca, Palo Alto, Por último, pero no por ello menos importante, des-
Austin, Belle Chasse, Lawrence, La Paz, la Academia taco el enorme papel que jugó Steven Norris durante
de Ciencias de California en San Francisco,
Francisco, el Instituto los años recientes. Cuando se tornó precaria la salud de
Smithsoniano u otros lugares, guardados por los cura-
cura - Bob Miller y falleció inesperadamente Minck en 2001,
dores, quienes estudiaron en éstos y otros institutos. Steve asumió –él solo– la inmensa tarea de reunir toda
Juntos, representamos una gran fraternidad y su ge- la información y trabajo realizado por Bob y Minck y
nealogía académica es fascinante. entregar el manuscrito en dos enormes cajas a la Edi-
En mis muchos años de trabajo como biólogo en torial de la Universidad de Chicago. La dedicación,
una ocina gubernamental, he caminado largamente capacidad y buen humor de Steve habrían causado a
por el pasillo central que separa la erudición del descu- sus mentores enorme gratitud y admiración, orgullo
brimiento de la erudición aplicada, teniendo siempre y agradecimiento, sentimientos compartidos por todos
en cuenta la interdependencia y las metas comunes de los que han sido estimulados por estos dos grandes
los investigadores universitarios y los conservacionis- cientícos y su obra.
Prólogo
xvii
xviii Prólogo
Peces Dulceacuícolas de México ha signicado brindar Notas nales: Bob quería que su libro fuera tan
un tributo a su gran amor por el mundo natural, su absolutamente completo y perfecto como fuese posi-
lealtad hacia un amigo y su compromiso con las cien- ble. Esto explica en parte su larga gestación. Como lo
cias de la ictiología y la conservación. El libro mismo es pueden conrmar muchos de quienes trabajaron con
la corona de la larga y extraordinariamente productiva él, Bob tenía la capacidad (quizá “tendencia” sea una
carrera de Bob Miller.
Miller. palabra más exacta) de enfocar su atención en los de-
A lo largo de la edición nal del libro tuvimos el talles más minúsculos. Él y yo dejamos en la bitácora
entusiasta (y paciente) apoyo de la Editorial de la Uni- muchos largos días que pasamos en la biblioteca de la
versidad de Chicago. En particular, nuestra editora, División de Peces del Museo de Zoología y en su “la-
Christie Henry, manejó el manuscrito con destreza y boratorio húmedo”. A veces nuestra jornada concluía
sensibilidad. Yo sé que el profesor Miller quedó emo-emo - sólo cuando uno o ambos comenzábamos a cabecear
cionado y motivado por la calidad y tono de su único de sueño. Una noche, Bob se afanaba sobre algún os-
encuentro en vivo, ocurrido en 1998. Recuerdo que curo pedacito de minucia y me hacía incursionar ar-
Minck dijo alguna vez que un elemento esencial para duamente una y otra vez en la biblioteca, su cubículo,
alcanzar el éxito en un proyecto como éste era tener un o abajo, en la colección de peces. Desesperado, le dije
editor que creyera realmente en el libro y lo quisiera. que no importaba cuán perfecto sintiéramos que se-
Hemos tenido eso y más. En el último tramo de la edi- ría el libro una vez publicado, a los pocos días de su
ción, algunos especialistas revisaron varias secciones aparición empezarían a llegar mensajes electrónicos,
del libro (aparecen referidos a continuación y en los facsímiles, llamadas y cartas de los lectores que le ad-
agradecimientos). Tim Berra, Gorgonio Ruiz-Campos, vertirían sobre alguna investigación pasada por alto, le
John Lyons y Juan J. Schmitter-Soto aceptaron la ta- ta- solicitarían corregir algún registro de distribución o le
rea hercúlea de revisar el manuscrito íntegro. Su lec-lec - cuestionarían sobre alguna armación. “Por supuesto”,
tura cuidadosa
atención sobre ymuchos
atinadaserrores
observaciones llamaron
y omisiones, mi
grandes contestó,
cabeza decon los ojos
manera muyentrecerrados y asintiendo
emática, casi con “y
impaciente, la
y pequeños; además, ofrecieron numerosas mejoras y yo iré archivando todas esas correcciones en una caja
actualizaciones. El profesor Miller quedó contento con especial... para mi segunda edición”.
edición”.1
la contribución de sus colegas y el libro es más sólido Tal como está, este libro abarca principalmente la
gracias a sus esfuerzos. ictiofauna de México antes de que ocurriera la mayor
Por mi parte, quiero agradecer a los curadores, per- parte del daño que los peces y sus hábitat han sufrido
sonal y estudiantes de posgrado de la División de Pe- en las décadas recientes. Quedará en manos de otros
ces, Museo de Zoología, Universidad de Michigan, por documentar innumerables descubrimientos, nuevos
su apoyo y hospitalidad durante mi estancia para este y continuos y, con tristeza, muchas introducciones,
proyecto: Gerald R. Smith, William L. Fink, Reeve M. translocaciones y extirpaciones. Los tres autores han
Bailey,, William A. Gosline, Douglas W. Nelson, Shane
Bailey expresado la esperanza de que este volumen sea un
A. Webb y Ewen Harrison. Ellos y otros colegas han fundamento importante para que siga oreciendo la
apoyado este esfuerzo nal o han ofrecido sugerencias ictiología mexicana.
y estímulo: la familia Miller, Clyde D. Barbour, Elodore Más allá de los prefacios y de este prólogo, los pro-
J. Cohn, James P. Collins, Salvador Contreras-Balde-
Contreras-Balde- nombres personales como “yo” o “mi” y la frase “el au-
ras, Anthony A. Echelle, Héctor Espinosa-Pérez, Lloyd tor” se reeren siempre al profesor Miller. La autoría
T. Findley, Jared M. Fischer, Carter R. Gilbert, Dean A. del volumen entero debe acreditarse a Robert Rush
Hendrickson, John Lyons, Paul C. Marsh, Richard L. Miller (autor principal), con W. L. Minckley y yo como
Mayden, Joe S. Nelson, Edwin P. (Phil) Pister, Juan J. coautores. Hay autores adicionales en algunos capítu-
Schmitter-Soto y Peter Unmack. Martha Hall Gach ha los individuales o claves de determinación y se indican
sido insustituíble como editora de mapas y como amiga como corresponde. Estas secciones deberían referirse
de los autores. El yerno de Bob, Robert C. Cashner, sir-
sir- como se citarían los diferentes capítulos de un volu-
vió como enlace con la familia Miller durante el proce- men editado.
so nal de tener el libro listo para revisión. Sus esfuer-
esfuer- Mientras el libro se acercaba a su publicación, Ro-
zos y consejo se agradecen profundamente. Agradezco bert Rush Miller falleció en paz el 10 de febrero de
también a mi esposa, la Dra. Nancy M. Mozingo y al
resto de mi familia por su apoyo. No puedo suponer
que he mencionado a todos aquéllos a quienes Minck 1. Nota al lector: se pide a los usuarios de este libro y a otros
investigadores sobre ictiología mexicana enviar a SMN sobreti-
sobreti -
hubiera querido agradecer y reconocer, pero imagino
que esas personas saben quiénes son. Ciertamente, la ros y correcciones
usarán sobreedición,
en una segunda estudiossinuevos
se llegao apasados por o,
hacer una, alto.
en Se
su
familia y los colegas fueron centrales en su vida. caso, en un compendio de actualizaciones y correcciones. RRM.
Prólogo xix
2003. Un colega suyo de toda la vida escribió, simple- sariamente del todo con las posiciones defendidas en
mente: “el n de una era”. este libro.
Agradecimientos
xxi
xxii Agradecimientos
zano Preciado, Patricia Toledo, Manuel Uribe Alcocer, tínez, Richard L. Mayden, Naércio A. Menezes, Artie
Arcadio Valdez González, Albert van der Heiden, Ale- L. Metcalf, Brandon McNair, Tsutomu
Tsutomu Mijake, Loye H.
jandro Varela Romero y Alejandro Yáñez-Arancibi
Yáñez-Arancibia.a. Miller, Malcolm Miller, Rudolph J. Miller, Charles O.
Los permisos de colecta cientíca en México fueron Minckley, W. L. Minckley, Robert L. Minckley, Robert
otorgados por diversas ocinas, la mayoría ubicadas en W. Mitchell, O. Moose, Jeff Morris, Robert J. Naiman,
la Ciudad de México. Entre ellas se cuentan la Ocina Nancy A. Neff, Jennifer L. Nielsen, Russell E. Norris,
de Estudios Biológico-Pesqueros, la Dirección General Steven M. Norris, Ron Ogan, Marve Parrington, Wi- Wi-
de Pesca e Industrias Conexas, la Dirección General de lliam L. Pieger, Edwin Philip “Phil” Pister, Steven P.
Regiones Pesqueras y la Secretaría de Pesca. Se obtu-
obtu - Platania, Stuart Poss, Loren Potter, Gary L. Powell, Ja-
Ja-
vieron también permisos locales de d e I. Bonilla Vázquez mes R. Reddell, C. Richard Robins, Donn E. Rosen,
(la Media Luna), E. Fierro (área de Tomatlán), L. Lupián W. Daniel Sable, David Schleser, Jay Schnell, R. Jack
(Hidroeléctrica Guadalajara),
Guadalajara), el Gobierno de Guatema- Schultz, Elizabeth N. Shor, Darrell J. Siebert, Peter
la (para muestreo en la frontera México-Guatemala) y Siegfried, James R. Simon, Gerald R. Smith, Michael
de muchos otros funcionarios, cuyos nombres y de- L. Smith, William F. Smith-Vaniz, Alexandra Snyder,
pendencias se pierden en el tiempo y el espacio. Ross Socolof, David L. Soltz, A. y P. Starrett, Michael
Se recibió apoyo similar (por ejemplo, asistencia M. Stevenson, F. Kirk Strawn, Royal D. Suttkus, O. A.
técnica y trabajo de campo en México, entre otros) de Taintor, William R. Taylor,
Taylor, Jamie E. Thomerson,
Thome rson, Kenne-
Kenn e-
muchos otros colegas, asociados, estudiantes, acuarió- th Thompson, T.T. E. Thorson, Roger
Ro ger Thibault, R. Rown-
los y otros, de Estados Unidos y otras partes, entre send, Donald R. Tindall, Bruce J. Turner, Franklin F.
quienes hay registro de los siguientes: P. Abramoff, Snelson, Peter J. Unmack, A. y E. Uribe, Teruya
Teruya Uyeno,
James S. Albert, A. A. y J. R. Alcorn, Joseph Anasca-
Anasca- Thomas M. Uzzell, J. van Conner, Jaime Villa,
Villa, Richard
vage, Herbert R. Axelrod, Reeve M. Bailey, Ellie Baker P. Vari, Steven P. Vives, Vladimir Walters, Samuel
Koon, ClydeKeith
M. Bogert, D. Barbour,
Bowman, Robert
John J.C.Behnke,
Briggs, Charles
Martin Ward, Jack
kamp, Shane E. A. Webb,Deacon
y Cindy Richard Wessel, E.
Williams, Rudd Wilde -
Wilde-
G. Wilson,
R. Brittan, William H. Brown, Warren Burgess, Bro- Elizabeth S. Wing, Howard E. Winn, Loren P. Woods
oks Burr, William A. Bussing, Don Buth, Archie Carr, y Robert Zort.
Robert C. Cashner, Ted M. Cavender, Frederick P. Ci- Ci- Algunos estudiantes hicieron contribuciones rele-
chocki, Barry y Robin Z. Chernoff, Miles Coburn, Mi- vantes para el conocimiento de los peces dulceacuíco-
chael Coe, Theodore Cohen, Bruce B. Collette, Donald las mexicanos, muchos de ellos asesorados al menos
Conkel, Walter R. Courtenay, Jr., James E. Craddock, en parte por el profesor Miller rumbo a la obtención
G. A. Cruz, O. Cuéllar, Rezneat M. Darnell, John C. de sus grados avanzados. Entre ellos están Betty-Lou
Davis, James E. Deacon y familia, Myron Gordon, Bru- H. Brett (genética de pecílidos), Barry Chernoff (ate-
ce D. DeMarais, Francisco de Lachica Bonilla, Charles rinópsidos), John M. Fitzsimons (goodeidos), Howard
E. Dawson, G. Dingerkus, Michael E. y Marlis R. Do- Huddle (Poeciliopsis), Gerald R. Smith (catostómidos),
uglas, Thomas E. Dowling, Anthony E. y Alice F. Eche-
Eche- Michael L. Smith (peces del río Lerma), Patricia Toledo
lle, Robert J. Edwards, Lloyd T. Findley, William L. y (lago de Pátzcuaro), Teruya Uyeno (osteología de Gila)
Sara V. Fink, John E. Fitch, J. Michael Fitzsimons, W. y Jeffrey N. Taylor (cíclidos). Los investigadores post-
Wayne Forman, Harry Forston, Marvin W. Frost, Lee A. doctorales incluyen a Ted M. Cavender (peces fósiles),
Fuiman, Martha Hall Gach, Gary y Linda Garrett, Car- Car- Bruce J. Turner (goodeidos) y Teruya Uyeno (cromoso-
ter R. Gilbert, Isaac Ginsburg, Robert J. Goldstein, J. R. mas de goodeidos y truchas).
Gomon, Myron Gordon, John T. Greenbank, Richard En el curso de este proyecto, el profesor Miller
M iller visitó
T. Gregg, Thomas Grimshaw, Eric S. Gustafson, Wi- Wi - prácticamente todo museo conocido que albergara pe-
lliam A. Gosline, Patricia L. Haddock, Norman E. Hart- ces mexicanos, o bien obtuvo los especímenes en prés-
weg, Michael D. Hatch, Dean A. Hendrickson, John tamo para su inspección directa. Existen registros de
Hendrickson, Harro Hieronimus, Ancil D. Holloway, visitas o de correspondencia amplia con las siguientes
Stephen Hubble, Clark Hubbs, Howard L. Huddle, Ju- Ju- instituciones e individuos: AMNH (Gareth Nelson y
lian M. Humphries, Jr., Robert E. Jenkins, Buddy L. Donn E. Rosen); ANSP (James E. y Eugenie B. Böhlke,
Jensen, James E. Johnson, Patricia J. Kailola, Klaus D. Henry W.W. Fowler y W. Saul); ASU (Michael E. y Marlis
Kallman, Albert J. Klee, Ellie Baker Koon, William L. R. Douglas, Dean A. Hendrickson, W. L. Minckley y
Koster, Kinji Kurakawa, James F. LaBounty, James y Steven M. Norris); BMNH (Paul H. Greenwood, Gor- Gor-
Martha Lackey, Derek y Patricia Lambert, James Lan- don J. Howes, Mary Rauchenberger, Darrell J. Siebert
gerhammer,, Raymond Lee, W. M. LeGrande, Robert K.
gerhammer y Ethelwynn Trewavas); CAS (Daniel Catania, William
Liu, Paul V.
V. Loiselle, Delores J. Lyon, John Lyons, Edie N. Eschmeyer y William I. Follett); ENCB (José Álvarez
Marsh-Matthews, Ernest G. Marsh, Jr., P. C. A. Mar- del Villar); FMNH (M. Grey,
Grey, Richard K. Johnson, Mary
Agradecimientos xxiii
Anne Rogers, Karl P. Schmidt, D. J. Stewart y Loren P. para Exploraciones del Club de Exploradores, la OciOci--
Woods); KU (J. T. Collins, Frank B. Cross y Edward O. na de Recuperación de los Estados Unidos, el Servicio
Wiley); LACM (Richard J. Lavenberg); LSUMZ (John M. de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos y de
Fitzsimons); MCZ (M. M. Dick, William L. Fink, Karel fondos personales.
Liem y K. E. Hartel); MNHN (Marie-Louise Bauchot); Por último, pero ciertamente no menos importante,
MWM (P. Kahsbauer); MSB (William J. Koster y Ste- Ste - este libro se ha beneciado inmensamente gracias a
ven P. Platania); SIO (Carl L. y Laura C. Hubbs, R. Ro-
Ro- individuos de alto talento con la cámara, la pluma, el
senblatt y Elizabeth N. Shor); Universidad de Stanford lápiz o ciertas tecnologías digitales; las ilustraciones
(George S. Myers, James O. Snyder y Margaret Storey); llevan el nombre del artista, cuando existe el dato. La
TNHC (Dean A. Hendrickson y Clark Hubbs); TU (Ro- (Ro- mayoría de las fotografías en blanco y negro de peces
yal D. Suttkus, Henry L. Bart, Jr., Frank Thomas, M. M. son de D. Bay, William L. Brudon, L. P. Martonyi, P.
Stevenson, Gene Beckham, Mike Taylor y Nelson Rios); Pellitier y E. Theriot. Los dibujos originales son de Bru-
Texas A&M (James D. McEachran); UANL (Salvador don, Grace Eager, Sara Fink, M. Lackey, Teresa Peter-
Peter-
Contreras-Balderas y María de Lourdes Lozano-Vilano); sen, Suzanne Runyan y P. J. Wynne. La mayoría de las
UAZ (C. H. Lowe); UCLA (Boyd W. Walker); UMML (C. fotografías en color de hábitat y peces son de Juan Mi-
Richard Robins); UF (Carter R. Gilbert y George Bur-Bur- guel Artigas Azas. Fue factible el uso de algunas ilus-
ilus -
gess); USNM (Bruce B. Collette, Susan Jewett, Earnest traciones o mapas de trabajos publicados previamente,
A. Lachner, Lisa Palmer, Leonard P. Schultz, Victor G. gracias a la colaboración de los titulares de los dere-
Manantialer, W. Ralph Taylor, Richard P. Vari y Stanley chos de autor, tal como se anota en los pies de gura.
H. Weitzman); ZMB (K. Deckert). En UMMZ, se reco- reco- Algunos mapas de la introducción fueron producidos
noce especialmente a Reeve M. Bailey, Charles E. Daw- por Jana Hutchins y Robert Murray (Servicios de SIG,
son, William L. Fink, Martha H. Gach, Howard L. Hu- Hu - Tecnología Informática, Universidad Estatal de Arizo-
ddle,
SnyderDouglas
por su W. Nelson,
apoyo Gerald
durante R. Smith
muchos años. y Alexandra na). Los mapas
las especies de las
fueron localidades
realizados de distribución
mediante Fishmap, un de
El nanciamiento para estudiar peces mexicanos programa escrito por Paulo A. Buckup. La preparación
se obtuvo de la Fundación Nacional para la Ciencia de los mapas de distribución fue posible gracias a la de-
de Estados Unidos (12 subvenciones a Miller y una en dicación de Martha Hall Gach, quien continuó desarro-
general para UMMZ); mediante múltiples aportacio-
aportacio- llando, corrigiendo y actualizando los mapas muchos
nes de fondos de la Escuela de Estudios de Posgrado después de haber dejado la Universidad de Michigan.
Horace H. Rackham de la Universidad de Michigan, Sin su compromiso profundo y desinteresado con este
el Centro de Conservación e Investigación Animal de proyecto, los mapas no podrían haberse incluido. Los
la Sociedad Zoológica de Nueva York, la Fundación tres autores expresan su deuda especial de gratitud con
Conmemorativa John Simon Guggenheim, el Fondo los esfuerzos de ella.
1
Introducción
1
2 Capítulo Uno
1938, 1949), 217 (44%) son secundarios y el resto (161 Incluso los peces clasicados como especies dulce-dulce-
especies, 32%) son periféricos. Las tres familias más acuícolas primarias, supuestamente intolerantes del
grandes son los topotes y espadas (Poeciliidae) con 81 agua marina, presentan con frecuencia excepciones
especies descritas, las carpitas (Cyprinidae) con 76 y las a la regla. Entre los ejemplos en el mundo dentro de
mojarras (Cichlidae) con 48. la familia primaria Cyprinidae están: Rutilus rutilus, el
A menudo es difícil decidir qué caracteriza al hábi- escarcho europeo, que se ha registrado en aguas meso-
tat de un pez denominado dulceacuícola, puesto que halinas, 10-18 ppm (Nellen 1965); el Tribolodon bran-
los límites inferiores del agua marina y los superiores dti del Lejano Oriente, que vive en agua marina pero
del agua dulce no siguen una denición rígida y hay no puede completar en ella su ciclo de vida (Gritsenko
pocos registros conables de salinidad para los hábitat 1974); y Mylocheilus caurinus, la carpa boca de chícha-
continentales de México. De manera arbitraria, he de- ro de la cuenca del río Columbia en Norteamérica
nido el agua dulce como aquélla con unau na salinidad de (McPhail y Lindsey 1970), que también ha sido cap-
1.0 ppm (partes por mil, o gramos por litro) o menor, turada “en el mar”. Otros ejemplos incluyen al bagre
limitando así las especies a considerar. Sin embargo, de canal, Ictalurus punctatus, en 15.1 ppm (Schwartz
se incluyen los peces de algunos sitios interiores (e. g. 1964); el guayacón mosquito, Gambusia afnis, en 15.6
la cuenca de Cuatro Ciénegas, Coah.; Minckley 1969; ppm (Ruiz-Campos et al. 2000); y la mojarra oreja azul,
Grall 1995) y de manantiales mineralizados (e. g. San Lepomis macrochirus, en 17.4 ppm (Renfro 1960). La
Diego de Alcalá, Chih.; Baño de San Ignacio, N.L.), a sardinita mexicana, Astyanax mexicanus (familia Cha-
pesar de que la salinidad de estos lugares especiales racidae), invade también estuarios bordeados de man-
puede ser mucho mayor. Véase también la discusión glar,, de agua salobre, a lo largo de la vertiente atlántica
glar
en Berra (2001), la cual ofrece una revisión importante de México (Miller 1966, datos originales).
y actualizada sobre los peces de agua dulce del mundo. Se incluyen 48 familias con sus respectivas claves de
Además, las sinopsis
incluyen mayor detallea de
nivel familia
lo que de Berra
consideré (2001)
adecuado determinación,
lia Moronidae, aunque
separadauna de de ellas no es nativa
Percichthyidae por (fami-
(John-
fami-
para el presente volumen, por lo cual solicito al lector son 1984: 469); esta familia ha sido considerada porque
que consulte ese trabajo para el análisis más profundo tiene un solo representante, no nativo, que habita en
de temas tales como la distribución, la biología y la sis- el bajo río Bravo y el río Colorado y su determinación
temática de cada familia en particular. sería imposible de otro modo. En cuanto a la ortografía
En general, se incluyen en este libro los peces mari- de los nombres de familia, concuerdo plenamente con
nos que penetran regularmente a las aguas dulces en la opinión de Ernst Mayr (1989), quien cuestionó “¿por
alguna etapa de su ciclo de vida (e. g. el arenque Lile sto- qué hemos de tolerar el requerimiento pedante de que
lifera, bagres áriidos, Menidia beryllina, Pseudophallus los nombres de familia deban ‘corregirse’ en aras de
starksi, especies del género Centropomus, algunos gue- concordar exactamente con la gramática griega o lati-
rreidos, Pomadasys, lisas, gobios, lenguados). Sin em- em- na?” Por tanto, rechazo modicaciones tales como el
bargo, se excluyen los registros esporádicos de especies discordante Eleotrididae como reemplazo del eufónico
marinas que rara vez se encuentran en agua dulce (e. Eleotridae. De por sí los taxónomos somos tenidos en
g. el único registro de Mugil trichodon). Algunas deci- baja estima por cambiar epítetos cientícos bien cono-cono-
siones fueron arbitrarias. Mi tendencia fue incorporar cidos, como para además descartar de repente nom-
a los peces clasicados como “dulceacuícolas dudosos”
dudosos” bres de familia rmemente establecidos.
para que la obra fuera más incluyente y útil. Por ejem- Se ilustran todas las especies y la mayoría de las
plo, esta designación corresponde a algunas especies láminas se prepararon especialmente para este volu-
de Eleotris y a ambas especies de Dormitator , familia men. Las distribuciones de casi todas las especies se
Eleotridae, aunque las dos últimas normalmente son incluyeron en mapas realizados sobre la base de más
de agua salobre y preeren un hábitat estuarino. Mu- Mu - de 3000 estaciones de muestreo (Mapa 1.1a,b) y regis-
chos otros peces que invaden las aguas continentales, tros pertinentes en la literatura. 1 No hay ilustraciones,
mas no necesariamente dulces, se tratan en detalle en
el libro de Castro-Aguirre et al. (1999), una guía esen-
cial sobre los peces costeros de México. Además, cuan- 1. La mayor parte de los sitios de colecta en la base de datos
do todos salvo uno o dos representantes de una familia fuente de los mapas de distribución provienen de UMMZ y TU.
de amplia distribución en agua dulce se conocen sólo Se añadieron sitios adicionales en varios mapas, según fue nece-
nece-
de agua salada o salobre (e. g. Fundul us grandissimus, F.
Fundulus sario, a partir de otras colecciones relevantes, registros de litera-
tura y comunicaciones personales. Los mapas donde el ámbito
persimilis, Menidia colei), se les ha incluido para com-
pletar el panorama. se representa
fuentes como un
de literatura, área sombreada
e indican derivan
distribuciones sobre todo
aproximadas de
o, en
el caso de especies marinas, presencia en la costa.- SMN.
Introducción 3
4 Capítulo Uno
Cuadro 1.1. Abreviaturas postales usadas en el texto para entidades federativas, provincias,
territorios y distritos de Canadá, México y Estados Unidos
CANADÁ
AB Alberta NF Terranova PE Isla del Príncipe Eduardo
BC Columbia Británica NT Territorios del Noroeste QU Quebec
MB Manitoba NS Nueva Escocia SA Saskatchewan
NB Nueva Brunsviga ON Ontario YU Territorio del Yukón
MÉXICO
Ags. Aguascalientes Gro. Guerrero Q.R. Quintana Roo
B.C. Baja California Hgo. Hidalgo S.L.P. San Luis Potosí
B.C.S. Baja California Sur Jal. Jalisco Sin. Sinaloa
Camp. Campeche Méx. Estado de México Son. Sonora
Chis. Chiapas Mich. Michoacán Tab. Tabasco
Chih. Chihuahua Mor. Morelos Tamps. Tamaulipas
Coah. Coahuila Nay. Nayarit Tlax. Tlaxcala
Col. Colima N.L. Nuevo León Ver. Veracruz
D.F. Distrito Federal Oax. Oaxaca Yuc. Yucatán
Dgo. Durango Pue. Puebla Zac. Zacatecas
Gto. Guanajuato Qro. Querétaro
ESTADOS UNIDOS
AL Alabama LA Luisiana OH Ohio
AK Alaska ME Maine OK Oklahoma
AZ Arizona MD Maryland OR Oregon
AR Arkansas MA Massachusetts PA Pensilvania
CA California MI Michigan RI Rhode Island
CO Colorado MS Misisipi SC Carolina del Sur
CT Connecticut MN Minnesota SD Dakota del Sur
DE Delaware MO Misuri TN Tenesí
DC Distrito de Columbia MT Montana TX Texas
FL Florida NE Nebraska UT Utah
GA Georgia NV Nevada VT Vermont
ID Idaho NH Nueva Hampshire VA Virginia
IL Illinois NJ Nueva Jersey WA Washington
IN Indiana NM Nuevo México WV Virginia Occidental
IA Iowa NY Nueva York WI Wisconsin
KS Kansas NC Carolina del Norte WY Wyoming
KY Kentucky ND Dakota del Norte
En América Latina4 se acostumbra formar apellidos direcciones geográcas se indican con las iniciales de
dobles, juntando el apellido paterno y el materno. En los puntos cardinales, norte (N), sur (S), este (E) y oeste
el texto y en la literatura citada se mencionan ambos (W)6 y sus combinaciones. Otras abreviaturas y símbo-
apellidos, aunque en algunos casos sólo se conoce la los se denen cuando se usan por primera vez en el
inicial del apellido materno.5 Las abreviaturas usadas texto; las abreviaturas de instituciones aparecen en el
en el texto para los estados mexicanos y de los otros glosario.
países en Norteamérica provienen de los estándares Existen ciertos vacíos notorios en el conocimiento
postales (Cuadro 1.1). Cuando resulta apropiado, las de los peces mexicanos y conviene subrayarlos desde
el principio: (1) Como se ha mencionado, han sido
4. Excepto en Brasil.- JJSS. incluidas algunas especies no descritas (por lo menos
5. Muchos autores latinoamericanos tienen la costumbre de 40-50) y su distribución conocida aparece en mapas.
unir sus apellidos paterno y materno con un guión, con el n de (2) Se desconoce el ciclo de vida completo de prácti-
prácti -
evitar que los autores anglosajones cometan el error de tomar el camente todos los peces mexicanos de agua dulce y
apellido materno como el único relevante. En la presente versión
he tratado de respetar el uso que cada autor ha preferido seguir
en su obra he
originales, publicada; cuando
optado por noelheguión
utilizar tenido acceso
entre los aapellidos
las fuentes
del 6. En esta versión se utiliza W en vez de la letra O, para evitar
autor.- JJSS. confusión con la cifra 0.- JJSS.
Introducción 5
los estudios etológicos han tratado, hasta hoy, sobre tanto de biotas como de territorios. Finalmente, (5) es
todo con unos pocos cíclidos y ciertos ciprinodóntidos urgente perpetuar la gran biodiversidad de los ecosis-
(Cyprinodon , goodeidos, algunos pecílidos). (3) Se re-
re - temas acuáticos de México, puesto que la intervención
quieren urgentemente revisiones a nivel de género, humana ha provocado una ola de extinciones de peces
puesto que no se conoce bien incluso la logenia de al
al-- y otra fauna acuática comparable o más severa que las
gunos grupos importantes. (4) Se requiere mucho más registradas en otras regiones del mundo (S. Contreras-
investigación geológica sobre la historia del Cenozoico, Balderas, com. pers. a SMN). Estos vacíos de cono-
cono -
especialmente de la evolución del paisaje del Mioceno cimiento no se limitan por cierto a las aguas dulces
al Pleistoceno, mediante el uso de métodos modernos mexicanas (ver Greenwood 1992; Landrum 2001). Es- Es-
para fechar, paleohidrología, paleolimnología y correla- pero sinceramente que este libro estimule la necesidad
ciones faunísticas
faunísticas o orísticas. Estos procedimientos de atender estas lagunas y lo ofrezco como un peldaño
ayudarían a resolver las complejas historias evolutivas hacia el saber futuro.
2
Ambientes de México
7
8 Capítulo Dos
dos y aora nuevo conocimiento. Ocurre igual con la Sedlock y sus colaboradores (1993a,b,c) revisaron en
sistemática y otros estudios biológicos de organismos su tratado las hipótesis relacionadas con la geohistoria
vivientes y fósiles (Iturralde-Vinent y MacPhee 1999). estructural de México en un contexto muy geográco,
Como Tennyson
Tennyson dijo hace tanto tiempo, “el viejo orden resumieron opiniones modernas y presentaron hipóte-
cambia, cediendo lugar al nuevo”.
nuevo”. sis nuevas. Estos artículos, así como los sumarios de de
Los peces de agua dulce proveen, empero, una só- Cserna (1989) y Ferrusquía-Villafranca (1993), se usaron
lida evidencia de las conexiones hidrográcas pretéri-
pretéri- extensamente y deben consultarse para detalles; se citan
tas entre ríos y cuencas separados hoy entre sí (Miller otras fuentes, en su caso.
1946; Hubbs y Miller 1948). “La comparación de las En sentido amplio, un margen continental tectóni-
distribuciones de peces con los sistemas de cuencas re- camente activo a lo largo de la costa del Pacíco ha re-
re -
vela que los ámbitos de los grupos principales de peces sultado en levantamientos y en erosión continua de las
mexicanos corresponden más cercanamente a rasgos costas occidental y meridional de México. En contraste,
geológicos antiguos que a los patrones hidrográcos la costa oriental está emergiendo del mar gradualmen-
modernos” (Miller y Smith 1986: 491). Una sección te pero por lo demás se ha mantenido relativamente
posterior sobre Biogeografía aplica datos geológicos re-
levantes para ayudar a explicar estas distribuciones.
En el marco de tiempo más pertinente para los peces Cuadro 2.1. Tiempos estimados para las épocas geológicas
modernos, los aspectos de la geología
geo logía y geografía de Méxi- desde el nal del periodo Cretáceo
co están en el período que inicia hace unos 65 millones
de años (MA), desde el Cretácico tardío hasta el Reciente Époc
Épocaa In
Inic
iciio (M
(MA
A antes
tes del
del pr
pres
esen
entte) Du
Dura
raci
ción
ón (M
(MA)
A)
(Cuadro 2.1), con atención especial al tiempo desde el Holoceno -0.01 0.01
Oligoceno (que inició hace unos 29 MA). Aproximada- Pleistoceno -1.80 1.80
mente en esa época, la placa tectónica de Norteaméri-
Plioceno -5.00 3.20
ca chocó con la del Pacíco oriental, iniciando cambios
Mioceno -23.00 18.00
estructurales subsuperciales y superciales, los cuales
Oligoceno -37.00 14.00
continúan hasta
alcanzaron el presente (Atwater
su conguración actual en1970). Muchos yríos
ese entonces al -
al- Eoceno -58.00 21.00
gunos grupos de peces modernos estaban ya presentes. Paleoceno -65.00 7.00
Ambientes de México 9
10 Capítulo Dos
formando montañas y valles alternantes bajo el control sufrieron fallamientos, oscilaciones y profunda erosión
de un fallamiento de ángulo elevado (de Cserna 1989). antes de que el vulcanismo volviera a tapizar la región.
Luego, tras un período de reposo, de oeste a este, hace La fase posterior continuó hasta hace 8-10 MA en el
9 a 3 MA (Seager et al. 1984). Este proceso también sur (McDowell y Clabaugh 1979). La masa completa
favoreció la salida de lava a la supercie, lo cual, junto está cortada a lo largo por fallas, pero se ha extendido
con la depositación de materiales transportados desde mucho menos que los paisajes de cuenca y sierra al
las tierras altas, llenó los valles intermontanos en sub- este y oeste.
sidencia.
Ambientes de México 11
ubicados el volcán Pico de Orizaba, la montaña más La depositación mixta marina y continental en esta
alta de México con 5675 m, cerca del extremo orien- provincia se prolongó al parecer sin interrupción desde
tal de la provincia y el volcán Paricutín, formado en el Cretácico tardío hasta el Mioceno temprano, después
1943. Este cinturón volcánico comenzó a formarse en de lo cual la región entera sufrió plegamientos y falla-
el Mioceno tardío y Plioceno temprano y gradualmente mientos de noreste a suroeste. Se desarrolló una super-
super-
migró hacia el sur hacia el Pleistoceno temprano (Mo- cie erosiva, seguida de una depositación continental
oser 1972). La generación de magma tiene que ver con plio-pleistocénica. El valle central se formó sobre todo
la subducción a lo largo de las placas Rivera y de Cocos por fallamientos de ángulo elevado (de Cserna 1989).
(Gastil y Jensky 1973), lo cual se atribuye también a Esta área sigue estando tectónicamente activa, con te-
la presencia de importantes zonas de corrimiento (de rremotos y erupciones volcánicas continuos y desastro-
Cserna 1989), como lo evidencian las líneas de fallas y sos (Dufeld et al. 1984).
volcanes.
12 Capítulo Dos
Mapa 2.2. Patrón geográco de isotermas de temperatura media anual en México (ºC); modicado
de Rzedowski (1981), quien lo realizó sobre la base de Vivó y Gómez (1946).
Ambientes de México 13
Mapa 2.4. Patrón geográco de isoyetas de precipitación media anual en México (cm); modicado
de Rzedowski (1981).
La precipitación también varía mucho (Mapa 2.4), de humedad que se mueve tierra adentro desde el mar
desde promedios menores a 50 mm∙año -1 en los de- por montañas altas, cercanas a la costa, lo cual resulta
siertos más extremos del noroeste, hasta más de 320 en sombras de lluvia de tamaño subcontinental.
cm∙año-1 (o hasta unos 550 cm∙año-1, según Rzedowski La mayor precipitación ocurre en las mayores altitu-
1981)
neral, en las tierras
la mayor altas
aridez estádeallos trópicos
oeste, nortedel sur. En
y tierra ge-
aden- desprecipitación
la en el sur. Conanual
pocasy excepciones, la escurrimiento,
por lo tanto el variabilidad en
tro, como resultado de la intercepción de aire cargado de importancia crítica para los peces, sigue el mismo
14 Capítulo Dos
Mapa 2.7. Rasgos hidrográcos, aparte de los ríos, y otras características varias de México
al norte de la latitud 22ºN, mencionados
mencionados en el texto; ver Mapa 2.8 para rasgos más meridio
meridio--
nales. (1) Bolsón de los Muertos; (2) laguna de Bavícora; (3) laguna Bustillos; (4) cascada
de Basaseáchic; (5) laguna de Santiaguillo; (6) laguna de Mayrán; (7) bolsón de Sandia; (8)
bolsón de Cuatro Ciénegas; (9) zona del arroyo de Panda.
patrón. Expresado como un coeciente de variación dida que uno entra en los subtrópicos y trópicos más
(CV = 100 × desviación estándar/media anual; Mapa húmedos. La variación es nuevamente mayor a meno-
2.5), estos valores van desde 40 hasta un CV máximo res altitudes y menor a mayores altitudes.
de
nen75entre
sólo 30
en yla40Baja California
en los peninsular,
desiertos del norte ysea mantie-
lo largo La hidrografía
ticamente de cuencas
todas las México se caracterizaempiezan
importantes porque prác-
en
de la costa del noreste y decrecen gradualmente a me- las mismas tierras altas antiguas que forman barreras
Ambientes de México 15
Mapa 2.8. Cuencas principales y tributarios importantes de México al sur de la latitud 22ºN;
ver Mapa 2.6 para cuencas más septentrionales. [en el mapa: Grande de Santiago / Armería
/ Coahuayana / Tulijá]
16 Capítulo Dos
Mapa 2.10.
Obregón México,/con
/ Culiacán algunos
Mazatlán toponímicos
/ Ciudad Juárez /mencionados en el texto.
Barranca del Cobre [en el
/ General mapa:
TTrías
rías Mulegé
/ Jiménez / Puerto
/ Santa Peñasco
María del Oro//Ciudad
Peñón
Blanco].
Ambientes de México 17
Mapa 2.10. (continuación) [en el mapa: Ciudad Acuña / Múzquiz / Cuatro Ciénegas / Bella Unión / Torreón / El Potosí / Teuchit-
lán / La Ascensión / San Luis Potosí / Yurécuaro / Río Verde / Rascón / México].
18 Capítulo Dos
Mapa 2.10. (continuación) [en el mapa: Álamo / Martínez de la Torre / Tenochtitlán / Córdoba / Minatitlán / Puerto Ángel /
Cárdenas / Montecristo (hoy Emiliano Zapata) / Escárcega / Celestún / Ría Lagartos / Chichén Itzá / Chiquilá].
Ambientes de México 19
signicativas a la distribución de los peces. Además, las No se pretende aquí desarrollar un tratado exhausti-
altitudes relativamente elevadas y la antigüedad de las vo sobre la hidrografía mexicana; el enfoque está sobre
principales cadenas montañosas de México han asegu- la descripción e interpretación de las distribuciones de
rado abundantes fuentes de agua a lo largo de mucho los peces. El texto que sigue se organiza y desarrolla
tiempo. Buena parte de las cuencas mayores son com- por cuencas principales, tipos de cuenca y áreas sio-
sio-
puestas, resultado de la fusión de distintas cuencas ori- grácas. Se proveen mapas esquemáticos (Mapas 2.6,
ginadas hace 3-5 MA o más. Esto es particularmente 2.7, 2.8 y 2.9). Muchos toponímicos que se mencionan
evidente
cas) estándonde
ahora las cuencasen
integradas antes aisladas
sistemas (endorrei-
abiertos (exo- en mínimo
un el texto aparecen en el (Cuadro
de estadísticas Mapa 2.10.
2.2) Se provee
sobre sólo
variables
rreicos), o bien donde las cuencas han crecido gracias tales como tamaño de cuenca y gasto de agua anual
a la captura de arroyos, eventos que ocurren por las estimado (Tamayo y West 1964). Preferimos presentar
variaciones climáticas, o por cambios en la elevación información en general anterior a 1955 para ilustrar
de la supercie terrestre bajo control tectónico, erosivo mejor los caudales previos al desarrollo en los diversos
o de depositación. Así, la Mesa del Norte, la Mesa Cen- sistemas. Esto se debe a que, antes de ese año, pocas
tral, el valle central de Chiapas y otras cuencas antes represas grandes o proyectos de irrigación estaban en
aisladas han perdido tanto área de cuenca como peces, operación y ocupaban los recursos hídricos. Los deta-
sobre todo por la aproximación hacia sus cabeceras de lles sobre desarrollo del territorio y manejo del agua se
arroyos costeros de alto gradiente. pueden consultar en Challenger y Caballero (1998) y
los trabajos por ellos referidos.
20 Capítulo Dos
Cuadro 2.2. (Continuación)
Fuente: Modicado de Tamayo y West 1964, quienes se basaron, con adiciones y correcciones, en Benassini y García Quintero
1955-57.
Ambientes de México 21
del Big Bend de Coahuila y Texas antes de descender les de la altiplanicie central. Los mayores son los ríos
al Atlántico por la amplia planicie costera del golfo. Su Tuxpan, Cazones y Nautla y se distinguen por sus ca-
patrón de descarga anual es bimodal: el deshielo de las beceras de aguas veloces y precipitadas, un menor gra-
Rocallosas causa caudal elevado en abril y mayo y los diente en sus partes centrales y tramos terminales cor-
auentes orientales, como el río Conchos, provocan tos en la planicie costera, sobre todo en el área de Punta
inundaciones por las lluvias veraniegas de julio a sep- del Morro. Más al sur, los ríos se vuelven incluso más
tiembre. Un 51% de su cuenca de 4.72 × 10 5 km 2 está cortos, pues las montañas se acercan al mar,
mar, hasta que
en México,
tema entero.conLos
unprincipales
48% del caudal medio anual
tributarios del sis-
estaduniden- la
al planicie
norte delcostera
puertovuelve a ampliarse,
de Veracruz. Las inmediatamente
partes medias y
ses son los ríos Pecos y Devil’s. Del lado mexicano, los bajas de todos estos ríos tienen caudales relativamente
más importantes son los ríos Conchos, Salado, Álamo altos y sostenidos, incluso durante la sequía de prima-
y San Juan; todos ellos, salvo el Conchos, se incorporan vera y principios del verano, aunque las cabeceras pue-
aguas abajo de la región del Big Bend. den sufrir dramáticas uctuaciones estacionales. El
Los ríos al sur del Bravo se originan a menudo en caudal se hace más uniforme a medida que aumenta
cañones estrechos en abruptas escarpas al este de la la precipitación anual, de norte a sur.
Sierra Madre Oriental; sus cursos medio e inferior se Entre los ríos más caudalosos de México se cuentan
incluyen de manera variable entre estribaciones, an- algunos de los que siguen hacia el sur en la vertiente
tes de formar meandros a través de la planicie costera atlántica. Tres
Tres de ellos, los ríos Papaloapan, Coatzacoal-
hasta el golfo de México. La cuenca inmediata hacia el cos y Grijalva-Usumacinta (Mapa 2.8) drenan en con-
sur, el río San Fernando, recolecta agua de tributarios junto un área de 1.2 × 105 km2, solamente un 9% de la
a veces intermitentes para desembocar en el golfo de supercie terrestre total de México. Sin embargo, casi
México. La cuenca siguiente, más compleja, es el río la mitad del caudal total que el país descarga en el At-
Soto la Marina, que se origina en manantiales dentro lántico. El río Papaloapan nace en la Sierra de Oaxaca,
de la sierra y forma rápidos y altas cascadas antes de drena dos cuencas estructurales antes aisladas y luego
entrar y traspasar las estribaciones. El río Tamesí tam- uye hacia el este a través de una barranca profunda y
bién agrupa auentes de manantiales alpinos para en- en - estrecha. Después de la incorporación de algunos tri-
trar a lagunas costeras y al golfo a través de estuarios butarios, uno de ellos originado en el volcánico lago
compartidos con el bajo río Pánuco. de Catemaco, el Papaloapan uye hasta el Atlántico a
El río Pánuco es uno de los mayores del Atlántico través de la laguna de Alvarado. El río Coatzacoalcos se
mexicano (6.6 × 104 km2). Aumentó su tamaño cuando origina también en la Sierra de Oaxaca (en el istmo de
sus cabeceras capturaron algunas cuencas antes endo- Tehuantepec) y recibe en la laguna costera a numero-
rreicas al oeste de la Sierra Madre Oriental, de modo sos auentes. Muchos de estos ríos, aunque de cuen- cuen -
que sus canales más elevados uyen en gradientes cas menores en área que la del Pánuco, tienen caudales
bajos sobre las supercies de mesetas o cuencas alu- alu - mayores (Cuadro 2.2). Se combinan para formar una
viales. Los tributarios mayores del río Pánuco septen- serie de distributarios complejos, los cuales alimentan
trional capturaron cuencas antes aisladas de la meseta humedales y estuarios de las tierras bajas costeras.
en el Estado de San Luis Potosí y tanto el río Moctezu - A pesar de sus grandes volúmenes, los ríos Papaloa-
ma como su tributario, el río Tula, penetraron la Mesa pan y Coatzacoalcos se ven pequeños junto al Grijalva-
Central (hasta el Estado de Querétaro) para atrapar e Usumacinta. El caudal combinado de estos dos grandes
invertir el ujo del río San Juan del Río, el cual uía ríos (1.05 × 1011 km3∙año) representan alrededor de un
antes hacia el oeste, hacia el río Lerma, en la vertiente tercio del caudal total regional, lo cual reeja sus oríge-
oríge -
del Pacíco. Estos tramos elevados, de gradiente suave, nes en tierras altas mésicas, donde la lluvia puede ex-
pasan hacia el este por cañones abruptos que cortan ceder los 5000 mm al año (Mapa 2.4). En sus cabeceras
a través de la escarpa de la altiplanicie. Por ejemplo, extremas en Guatemala, el río Grijalva (llamado en ese
el río Moctezuma labró un profundo cañón (llamado país río Chiapa) drena una depresión estructural impor-
barranca) y el río Tula atraviesa una garganta similar. tante. El río Usumacinta también tiene sus partes alta y
Después de entrar en las tierras bajas de la costa, el río media en el noroeste de Guatemala y se alimenta
aliment a de ma-
Pánuco y los tramos inferiores de sus auentes princi-
princi- nantiales y escurrimiento supercial del norte y oriente
pales disminuyen de nuevo su velocidad para formar de los Altos de Chiapas. En estas zonas de México y Gua-
extensos meandros, cambiando su curso repetidamen- temala numerosas depresiones estructurales contienen
te para crear anchos humedales y estuarios cuando se grandes lagos que desaguan por arroyos veloces. Los dos
aproximan al mar
Al sur del cercauna
Pánuco, de serie
Tampico, Tamps.
de ríos cortos pero de ríoslaberinto
un compartende una salida
canales común al golfolagos
interconectados, de México en
y hume-
gran caudal drenan las abruptas estribaciones orienta- dales denominado el Pantano de Tabasco.
22 Capítulo Dos
Cuencas subterráneas la península de Baja California, existe sólo como escu-
rrimientos de las sierras de Juárez y San Pedro Mártir
La península de Yucatán es una zona de escurrimiento en el extremo norte, como oasis en la parte central y
principalmente subterráneo, el cual llega eventualmen- en el río San José del Cabo, cerca del extremo sur de
te al Atlántico por ltraciones del subsuelo. La lluvia que la península.
cae en las secas partes septentrionales de esta extensa Entra también a esta zona notablemente árida el río
plataforma calcárea, con relativamente poco suelo o ve- Colorado (Mapa 2.6), con una cuenca de 6.4 × 10 5 km2
2
getación,
llegar se ltra
a túneles rápidamente
y cavernas en el suelo
de disolución. Laporoso
región para
me- (sólo
en las3800 km en
elevadas México, Rocallosas
Montañas Cuadro 2.2), delaColorado
cual nacey
ridional, mucho más húmeda, tiene suelos más profun- Wyoming (buenas captadoras de agua), cruza la me-
dos y vegetación más densa, lo cual permite el desarrollo seta de Colorado y luego viaja al sur a través de paisaje
de algunos lagos y cierto escurrimiento de supercie. de cuencas-y-cordilleras hasta su boca en el golfo de
Las principales aguas naturales de supercie en el California. En el siglo XX, este importante río ha sido
norte de Yucatán son los cenotes, dolinas redondas y poco a poco decapitado y prácticamente desecado por
profundas formadas por la disolución de la caliza y el los desarrollos hidráulicos construidos aguas arriba, en
colapso de las cavernas resultantes. La mayoría contie- los Estados Unidos. Dos auentes, los ríos Santa Cruz
nen agua dulce, aunque algunos que han quedado ais- y San Pedro, uyen hacia el norte desde el Estado de
lados del manto freático se estancan y otros cercanos a Sonora hasta el río Gila en Estados Unidos, el tribu-
tribu -
la costa son salobres o bien tienen capas separadas de tario relevante más cercano a la desembocadura (hoy
agua dulce y salada. Las aguadas, embalses someros, prácticamente seco), que entra al río Colorado un poco
a menudo permanentes, ocupan depresiones de la su- aguas arriba de Yuma, AZ.
percie o llenan cenotes viejos, sellados por arcilla o El río Sonoyta, justo al sur de la frontera en Sonora,
materia orgánica. Los únicos ríos perennes uyen al era antes un pequeño tributario del Colorado (Hubbs y
mar a través de canales cortos que drenan el alto nivel Miller 1948), aislado al sur por el ujo de lava pleisto-
pleisto-
freático en la costa oriental. cénico del Pinacate (Jahns 1959; Lynch 1981). Hoy se
Como el norte, también el sur de la península, sobre hunde en su lecho antes de llegar al golfo de California.
todo en Guatemala, tiene una hidrografía parcialmente Los otros ríos con cabeceras permanentes al sur del So-So-
subterránea; no obstante, es notable por sus humeda-
humeda- noyta y al norte del río Guaymas son sólo los ríos Con-
les y lagos interiores. Muchos ríos cortos uyen hacia cepción y Sonora. Ambos se desecan o ltran en las
el norte desde la porción elevada sur-central en los es- arenas de sus lechos antes de llegar al golfo. De hecho,
tados de Campeche y Quintana Roo, sea para hundirse el río Guaymas es el río más septentrional de Sonora
en la caliza porosa o para recolectarse como lagos en que tiene una desembocadura denida, casi siempre
depresiones. Son ejemplos la laguna de Chichancanab, seca, pero conectada esporádicamente al mar. Todos
formada en un graben (cuenca tectónica), y la laguna los otros ríos de la región son efímeros cerca de la boca,
de Bacalar. Muchos otros lagos, grandes y pequeños, con canales mal denidos, los cuales llevan caudal su- su -
existen en el Petén guatemalteco. Algunos carecen de percial solamente cuando hay alto escurrimiento.
un euente de supercie y uctúan dramáticamente Más al sur, los ríos de la vertiente del Pacíco norte
entre las temporadas húmeda y seca (hasta 150% en de México nacen en la Sierra Madre Occidental, don- don-
área de supercie: Arredondo-Figueroa y Flores-Nava de han esculpido profundas barrancas en las abruptas
1992) y otros permanecen relativamente constantes, escarpas, que miran al oeste. Igual que los ríos que
con niveles de agua controlados por el acuífero subte- nacen en terreno montañoso y drenan hacia el Atlán-
rráneo. Algunos son de agua dulce, otros alcalinos y si tico, los que uyen hacia el oeste al Pacíco desde la
están cerca de la costa pueden ser salobres. Sierra Madre Occidental tienen pendientes fuertes y
son torrenciales en sus cabeceras, cambian a un gra-
diente moderado o bajo y un ujo más suave cuando
Vertiente
Vertiente del Pacíco pasan por las estribaciones y luego atraviesan la estre-
cha llanura costera del occidente. Sin embargo, los ríos
La vertiente del Pacíco de México disfruta de una que penetran hacia el este a través de la sierra hasta la
precipitación mucho menor y tiene cuencas más pe- Mesa del Norte, nuevamente igual que sus análogos
queñas que la del Atlántico. En el norte, los ríos de la en la vertiente del Atlántico, tienen cabeceras de me-
vertiente del Pacíco tienen muy poca agua y están nor gradiente, forman meandros a través de mesetas y
sujetos a sequíasmás
en los desiertos prolongadas,
cálidos y como es de
secos de esperarse
América del fondos de cuencas
barrancas cortadas ya luego
pico. descienden rápìdamente en
Norte. Por ejemplo, el agua supercial permanente en
Ambientes de México 23
24 Capítulo Dos
Balsas son, de norte a sur, el Ameca, Armería y Coahua- Nazas (8.6 × 104 km2) es la mayor; inicia en Durango y
yana (Mapa 2.8). La mayoría de los ríos al sur del Balsas termina en la laguna de Mayrán, Coah., hoy seca. Su
tienen conguraciones similares, pero son incluso más caudal anual total (1.2 × 1010 m3), hoy en gran parte des-
cortos y de cuencas menores. Algunos de hecho desapa- viado para agricultura y otros usos, es mayor que el de
recen durante el invierno, aunque causan inundaciones todos los otros ríos de la vertiente interior árida juntos.
signicativas en verano; los ejemplos principales son el Por último, el Aguanaval (2.1 × 104 km2, caudal 1.4 ×
Papagayo, Grande, Verde y Tehuantepec. 108 m3), al este y sur del Nazas, comienza en cabeceras
efímeras
de Viesca,enCoah.
Zacatecas
No seysabe
termina
con en la desecada
exactitud laguna
la extensión
Cuencas interiores máxima de los lagos en esta región, pero las llanuras
agradadas de la laguna de Mayrán ocupan 6800 km 2
Hay dos grandes tipos de cuencas interiores: (1) las (más de 10,000 km2, según R. R. Miller 1981) del sur
cuencas áridas del norte, algunas bastante grandes del Bolsón de Mapimí y las de la laguna de Viesca cu-
(Mapa 2.6), donde los fenómenos tectónicos o de otra bren más de 5700 km2 inmediatamente al sur (Imlay
índole, como el aluvión, han bloqueado el camino de los 1936; Tamayo y West 1964).
ríos hacia el mar; y (2) cuencas más pequeñas, con más Aunque mucho menores en área geográca, las
agua, dentro de ciertas zonas de vulcanismo importante cuencas aisladas de la Mesa Central de México al sur
(Mapa 2.8), en particular en la Mesa Central y el Eje Neo- de la zona árida (Mapa 2.8) son mucho más importan-
volcánico, donde los ujos se han visto interrumpidos tes en términos de endemismos de peces. El área está
por ujos de ceniza y lava. La cuencas endorreicas ári-ári- profusamente dividida en valles de fondos planos, que
das componen buena parte de la vasta Mesa del Norte, se inere fueron antiguos lagos (Tamayo y West 1964
extendida desde el norte de la frontera hacia el sureste dibujaron mapas con los suelos de origen lacustre).
a lo largo de 1350 km hasta casi alcanzar la latitud 22ºN Existen también lagos modernos, incluidas al oeste las
(Mapa 2.6). El río Conchos, que desemboca en el río Bra- lagunas de Atotonilco, Magdalena, Sayula y Zapotlán
vo y luego en el golfo de México, separa la región en una en Jalisco. Los lagos de Cuitzeo, Pátzcuaro, Zacapu y
porción septentrional, en el norte de Chihuahua y parte otros menores se localizan más hacia el centro, sobre
de Nuevo México y una porción meridional, de mayor todo en Michoacán. Además, el Valle de México, con
supercie, en los estados de Coahuila, Durango, Zacate-
Zacate- sus lagos hoy secos (el mayor de ellos, Texcoco), se une
cas, Nuevo León y San Luis Potosí. al este en Puebla con lagos dentro de los aislados Llanos
La parte norte está dominada por tres grandes cuen- de San Juan. La mayoría de los lagos en estas cuencas
cas, que corresponden, de oeste a este, los ríos Casas están secos o en desecación, sea de modo natural por
Grandes, Santa María y del Carmen, todos ellos con el cambio climático o articialmente, por la extracción
origen en la Sierra Madre Occidental, drenando en para usos humanos. Como se apuntó arriba en rela-
conjunto 3.9 × 104 km2 y con un caudal anual promedio ción con los ríos Balsas, Grande de Santiago, cabeceras
combinado de 7.4 × 10 8 m3 de agua que llevaban a lagos del Pánuco y otros, muchas antiguas cuencas y lagos
interiores, hoy desecados. Estos ríos eran antes tributa- cerrados eran drenados por ríos que fueron cortando
rios del Bravo, o al menos entraban en el mismo lago o montañas hacia sus cabeceras, hacia la Mesa del Norte
lagos terminales que el sistema del alto río Bravo, antes y Mesa Central y resultan factores importantes en la
de que éste lograra conexión con el golfo de México. distribución actual de los peces mexicanos.
Hay evidencia adicional de que las cabeceras de una o
más de estas cuencas fueron capturadas en el pasado
por el tramo más alto del
d el río Papigóchic, de la vertiente Provincias bióticas
del Pacíco (cuenca del Yaqui, ver arriba). David E. Brown
A pesar de su gran tamaño, la siguiente zona endo-
rreica al sur del Conchos tiene también sólo tres ríos Los patrones de la vegetación a través de los paisajes
principales, todos provenientes de la Sierra Madre Oc- Oc - pueden subdividirse en provincias, es decir, áreas con
cidental y cada uno con desembocadura en cuencas ce- patrones de temperatura y precipitación u otras caracte-
rradas, hoy separadas entre sí. Al norte está el arroyo de rísticas ambientales en común, que afectan a los orga-
la Parida, que nace de manantiales en las estribaciones nismos que allí viven (por ejemplo, ver Ruthven 1920;
serranas de Chihuahua y Durango y viaja hacia el no- Clements y Shelford 1939; Pitelka 1941; Godman y Mo-Mo-
roeste hasta desaparecer en la laguna de las Palomas, ore 1946; Lowe 1964). Cuando tienen una o más forma-
forma-
2
hoy
pimíseca, de 18,800 con
(no confundir km el
, en el de
lago oeste del Bolsón
Palomas de Ma-
de la cuenca ciones vegetales,
su vez en estas provincias
comunidades pueden
(Brown 1994; subdividirse
Brown et al. 1998)a
de Guzmán en el norte de Chihuahua). La cuenca del y éstas comparten historias evolutivas registradas en
Ambientes de México 25
sus biotas distintivas. Clasicadas estrictamente por su quizá los más ambiciosos de ellos a principios del siglo
vegetación y ora, tales áreas se denominan provincias XX, cuando E. A. Goldman y E. W. Nelson, del U.S.
orísticas o togeográcas (para México ver, e. g. Rze-
Rze- Biological Survey, intentaron un inventario biótico del
dowski 1981). Las que se basan en animales se llaman país entero (Goldman 1951). Este esfuerzo fue seguido
provincias faunísticas (Lowe 1964). por numerosos ecólogos mexicanos y norteamericanos
Además de su latitud favorable, México posee una (e. g. Smith 1940; Shreve 1942; Leopold 1959; Rzedows-
Rzedows -
extensa línea de costa y diversas cordilleras signica-
signica - ki 1981), lo cual llevó a diversos intentos de construir
tivas,
de incluido
Alaska, el picoPico
el volcán másde
altoOrizaba,
de Norteamérica
con 5746 al
m.surEl un mapa1975b;
Udvardy de susFlores
provincias
Villelabióticas (e. g. Dice 1943;
1993; Reichenbacher et
notable relieve resulta en una enorme variación climá- al. 1998). Algunas provincias y comunidades se reco-
tica (Mapas 2.2-2.5), de modo que casi todas las forma- nocen desde hace tiempo, si no con límites denidos,
ciones vegetales del mundo (selvas tropicales lluviosas, sí con nombres ampliamente aceptados, como el De-
bosques mesólos neblinosos, sabanas tropicales, ma- ma- sierto de Sonora (Shreve 1942, 1951; MacMahon 1979)
torrales áridos, bosques y praderas templados, bosques y la Península de Yucatán (Goldman y Moore 1946; Ud- Ud -
de coníferas boreales y tundra alpina) se encuentran en vardy 1975a,b; Rzedowski 1981). Otras en Campeche y
alguna parte del país (Lámina 1). Montado sobre el T Tró-
ró- Nayarit requieren mucho más estudios.
pico de Cáncer, México queda dividido en partes casi No obstante, resulta tranquilizador el hecho de que
iguales entre las regiones Neártica y Neotropical, dos los patrones conocidos y propuestos de la biodiversi-
de las ocho grandes regiones biogeográcas del mundo dad de México muestran más similitudes que diferen-
(Ramamoorthy et al. 1993). Extendiendo un poco hacia cias cuando se comparan los mapas y descripciones de
el oeste la región Océanica de Udvardy (1975a,b), que- las subdivisiones orísticas (Rzedowski 1981) y faunís-
faunís-
darían incluidas las islas mexicanas de Revillagigedo. ticas (Dice 1943; Flores Villela 1993). Los que se resu-
resu-
Dentro de esta diversidad, los humedales exhiben men a continuación se han modicado y renado de
todo el espectro, desde amplios pantanos de manglar Goldman y Moore (1946), Udvardy (1975a,b) y Brown
en ambas costas, pasando por grandes ríos y profundos et al. (1998), pero no se pretende que la terminología
lagos naturales, manatiales, ciénegas y “playas” hiper- descriptiva o los límites de las provincias (Lámina 1)
salinas, hasta pequeñas ltraciones alimentadas por sean denitivos (ver, e. g. Morrone et al. 1999).
glaciares en el volcán Iztaccíhuatl, de 5286 m. Si bien
las provincias bióticas contienen humedales lo mismo
que comunidades terrestres, los sistemas acuáticos es- Región Neártica
tán mucho menos inuenciados que los terrestres por
los cambios recientes en el climá y en el ambiente en Los bosques de coníferas y comunidades asociadas de la
general. Muy a menudo, los peces en particular pueden provincia neártica Cascada-Serrana se extienden desde
haber evolucionado con bastante independencia de los los Estados Unidos hasta Baja California, por encima de
rasgos climáticos que hoy inuyen sobre los paisajes los 1500 m en las sierras de Juárez y San Pedro Már-Már-
que los rodean. Además, un río puede atravesar mu- tir, en la Cordillera Peninsular. A menor altitud en Baja
chas comunidades terrestres, vegetales y animales, o California, al norte de la latitud 30ºN hay bosques cáli-
incluso más de una provincia biótica, antes de llegar a do-templados, dominados por lluvias en invierno, cha-
las tierras bajas. Así, los organismos acuáticos pueden parral, matorral costero y praderas de valle característi-
tener sus propias historias evolutivas, muy diferentes cas de la provincia Californiana. Hacia el sur, hay una
de las de otros elementos de la biota y pueden o no provincia templada Sanlucana, sobre todo con bosques
ser característicos de una provincia denida con base perennifolios, por encima de los 1500 m en la Sierra de
en organismos terrestres. La geología es especialmente la Laguna y en otras pocas cumbres de la relativamente
importante, porque las biotas de ríos y lagos se clasi-
clasi- árida región del Cabo de Baja California Sur.
can por lo general con base en cuencas y en segundo En el continente, una amplia banda de bosques de
lugar por factores tales como elevación, latitud y zonas coníferas se extiende como una serie de comunidades
climáticas. Es relevante, sin embargo, ubicar las distri- elevadas (más de 1000 m de altitud) de la provincia
buciones ícticas en el marco de las provincias terres- templada Madreana, en las montañas y estribaciones
tres, puesto que el agua de la cual dependen para vivir de la Sierra Madre Occidental y Oriental y sus satélites
se origina de, inuye en y es inuida por su entorno. (“islas aéreas”), como las sierras San Luis, Chih.-Son.;
Los biólogos han reconocido desde hace mucho la del Nido, Chih.; Madera, Coah.; Tamaulipas, Tamps. y
vasta Challenger
1993; biodiversidad de México
y Caballero (Ramamoorthy
1998), superada poretmuy
al. Catorce,
deras en S.L.P.
EstadosA menor
Unidosaltitud,
apenaslapenetra
provincia
endeterritorio
las Pra-
Pra -
pocas naciones. Muchos han venido para estudiarla, mexicano en Chihuahua y tal vez Coahuila. Cerca, em-
26 Capítulo Dos
pero, está la extensa provincia Chihuahuense (Lámina demasiado baja como para ser bosques neárticos sanlu-
1), un conjunto de comunidades principalmente se- canos. Consideramos que estas comunidades son par-
miáridas, con lluvias en verano, en la altiplanicie mexi- te de una provincia neotropical Sanlucana, compuesta
cana al este de la Sierra Madre Occidental, oeste de la principalmene de bosque seco caducifolio y matorral
Sierra Madre Oriental y norte del Eje Neovolcánico, ex-
ex - espinoso.2
tendido hacia el norte hasta el suroeste estadouniden- Las comunidades semiáridas tropicales y subtropi-
se (Moravka 1977; Schmidt 1979; Brown 1994). Esta cales a lo largo de la costa oeste de la Sierra Madre Oc-
Oc -
provincia Chihuahuense
importancia, estásemidesérticos,
por pastizales dominada, por orden de
matorral cidental y el sur y sureste
aproximadamente del21ºN,
la latitud d esierto
desierto dede
cerca Sonora,
Tepic,hasta
Nay.,
Nay.,
desértico y chaparral. pertenecen a la provincia Sinaloense. Su equivalente
3
Comparable a las comunidades elevadas de las pro- en la vertiente atlántica es la provincia Tamaulipeca,
vincias Cascada-Serrana y Rocallosa es la provincia compuesta por comunidades semiáridas tropicales y
Transvolcánica del centro de México, alrededor de la subtropicales en el noreste de México, desde las cerca-
latitud 19ºN y en general por arriba de los 2000 m, so- nías de Ciudad Acuña, Coah., hacia el sur a lo largo del
bre y junto al Eje Neovolcánico. Al este, en la vertiente frente este de la Sierra Madre Oriental, hasta un punto
del golfo y a altitudes moderadas (1200-2000 m), están entre las latitudes 20º y 21ºN en Tamaulipas.
Tamaulipas. El bosque
los bosques húmedos, cálido-templados (bosques de tropical caducifolio y el matorral espinoso son, o eran,
niebla) de la provincia Veracruzana, en las laderas al los tipos de comunidad más comunes tanto en la pro-
este de la Sierra Madre Oriental y hacia el norte hasta vincia Sinaloense como en la Tamaulipeca.
Tamaulipas. Aunque la fauna terrestre de esta provin- Al sur, una provincia tropical Veracruzana se extien-
cia es principalmente neotropical, los componentes ar- de al este de la Sierra Madre Oriental y las cordilleras
bóreos y en general vegetales tienen fuertes anidades transvolcánicas por las tierras bajas desde las cercanías
norteñas (Martin 1958), por lo cual el bosque mesólo de Tampico, Tamps., hasta el norte del istmo de Te-
de Veracruz se asigna a la región Neártica. Los bosques huantepec. Esta provincia tiene comunidades compa-
templados perennifolios y de coníferas también ocu- rables a, y conuentes con, las de la provincia tropical
pan altitudes moderadas a altas (>1500 m) en la pro- húmeda Campechana, que se prolonga hacia el este
vincia Guerrerense de la Sierra Madre del Sur y otras desde el istmo de Tehuantepec
Tehuantepec en Chiapas, Campeche
cordilleras en Michoacán, Guerrero y Oaxaca al sur y Quintana Roo, a una elevación menor de unos 1500
del Balsas. Comunidades similares con componentes m y llegando en Yucatán hasta las regiones áridas más
neárticos, incluidos bosques de coníferas, pastizales o menos al norte de la latitud 20ºN. Entre sus comu-
subalpinos, bosques nublados y bosques perennifolios nidades se cuentan selvas perennifolias, bosques se-
pueden encontrarse en Chiapas, al este del istmo de micaducifolios y pastizales de sabana. Más al este, en
Tehuantepec y se extienden hacia el sur en las tierras la península de Yucatán, está la provincia de Yucatán,
altas de Guatemala como la provincia Guatemalteca. que consiste sobre todo de selvas semisecas caducifo-
lias y matorrales marítimos. Por último, la provincia
Guerrerense está formada por comunidades semiári-
Región Neotropical das a semiperennifolias de selva que residen en valles
y estribaciones al sur del Eje Neovolcánico y penetran
Las tierras desérticas del noroeste de México se in- en los valles interiores de Chiapas y Guatemala al oeste
cluyen dentro de la provincia neotropical Sonorense, del istmo de Tehuantepec.4
como, por ejemplo, el Desierto de Sonora de Shreve
(1942, 1951) en Arizona, California, Sonora, Baja Ca-
Ca -
lifornia y Baja California Sur, salvo sus subdivisiones
“Estribaciones de Sonora” y las partes montañosas de
las “Llanuras de Sonora”.1 Además de las extensas co- 2. Incluye las partes meridionales de la provincia biótica
munidades de matorral desértico, praderas de sabana Sanlucana de Dice (1943), la provincia de Baja California Sur
y la porción peninsular de la provincia Sinaloense de Udvardy
relictuales y comunidades costeras en Sonora y Baja (1975a).
California, existen comunidades semiáridas en partes 3. Incluye las estribaciones de la subdivisión Sonorense del
de Baja California Sur, demasiado densas como para desierto de Sonora (Shreve 1951), el bosque caducifolio o “de ár
ár--
clasicarlas con la provincia Sonorense y a una altitud boles bajos” sinaloense (Gentry (1942, 1994), la provincia biótica
de Sinaloa (Goldman y Moore (1946) y las partes continentales
de la provincia Sinaloense (Udvardy 1975a).
1. Se incluyen aquí la Provincia
Provincia Biótica de Sonora de Gold
Gold-- 4. En esencia, se trata de una expansión de la provincia Naya-
man y Moore (1946) y la Provincia Biogeográca Sonorense de rit-Guerrerense
rit-Guerreren se de Goldman y Moore (1946), análoga a la provin-
Udvardy (1975a). cia biogeográca Guerrerense
Guerrerense de Udvardy (1975a).
(19 75a).
3
ICTIOGEOGRAFÍA HISTÓRICA
W. L. Minckley, Robert R. Miller, Clyde D. Barbour, * J. J. Schmitter-Soto y S. M. Norris
27
28 Capítulo Tres
cidos por los ictiólogos y, dentro de los límites de los tudios rmemente basados en principios logenéticos
problemas aquí esbozados (e. g. hibridación), repre- y ecológicos. Lo más emocionante de la investigación
sentan la mejor estimación disponible sobre la ictio- biogeográca sobre los peces dulceacuícolas de México
fauna de México. Sus ámbitos fueron determinados en está todavía por venir (ver también Greenwood 1983,
casi todos los casos a partir de datos derivados
d erivados de colec- 1992).
tas directas, documentados con especímenes en mu- Las distribuciones de animales y plantas involucran
seos. Los pocos registros de literatura usados se ano- principalmente la división del ámbito amplio de una
tan como tales.
los estudios Más allá de(cladistas)
logenéticos la taxonomía alfa,
están empero,
todavía en especie ancestral
cies hijas, con unaentendencia
ámbitos general
más pequeños
a reducirdeelespe-
área
su infancia. Sólo se han estimado logenias para unos total que habita cada taxón nuevo (B ănărescu 1990).
cuantos grupos (e. g. Catostomus , Smith 1992; Dionda, No obstante, ¿dónde estaba originalmente la especie
Mayden et al. 2001; Poecilia , subgénero Mollienesia, ancestral y cómo se expandió a un ámbito más amplio?
Ptacek y Breden 1998; Cyprinodon , Echelle et al. 2001). A menudo es difícil o imposible determinar un centro
Algunos (Algansea, Barbour y Miller 1978; Xiphophorus, de origen sin evidencia fósil. Además, incluso con fósi-
Rauchenberger et al. 1990; Gambusia , Rauchenberger les, uno no puede estar seguro de que la presencia en
1989) necesitan revisarse, mientras que otros (Scar- un lugar sea evidencia absoluta de un origen allí. En
tomyzon, Menidia) están en proceso. Hay una logenia ausencia de fósiles, se podría utilizar el ámbito de la
de Goodeidae inédita (Webb 1998), 2 la cual no se ha especie más primitiva (plesiomórca) o la ubicación de
tomado en cuenta en la discusión sobre los peces de la las especies de un solo linaje para estimar su posición
Mesa Central en este capítulo. original, aunque factores como la extinción y el cambio
Debido a la escasez de estudios logenéticos, Méxi-
Méxi- climático pueden complicar el panorama y cambiar las
co ha sido dividido en provincias ícticas para organizar distribuciones, sobre todo en los grupos más antiguos.
los ámbitos geográcos de las especies en el contexto El ámbito geográco del grupo hermano de un linaje
de la geología, hidrología y clima del país. Algunas pro- en estudio puede aportar también valiosas inferencias
vincias corresponden a centros de abundancia (e. g. las sobre el centro de origen. Aparte del centro verdadero,
especies de Xiphophorus en la cuenca del Pánuco), áreas se pueden distinguir centros de abundancia (e. g. Xi-
donde está presente el mayor número de especies de phophorus spp. en la cuenca del Pánuco, goodeidos en
un linaje dado, o centros de diversicación, donde se la Mesa Central), áreas donde está el mayor número de
encuentra el mayor número de sublinajes con especies especies de un linaje, o centros de diversicación, don- don -
que ocupan diferentes nichos y hábitat (e. g. Menidia y de se encuentra el mayor número de sublinajes.
Goodeidae en la Mesa Central). Esas concordancias no La vicariancia implica generalmente alopatría total
deben considerarse como el centro de origen de algún (sin traslape geográco alguno) de dos o más especies
grupo de peces en particular. El descubrimiento de es- o linajes descendientes; es la consecuencia predicha
pecies fósiles con características primitivas, el ámbito y normal de la especiación alopátrica. Es también un
de las especies vivientes más primitivas y de las espe- desafío decidir si dos taxones vicariantes (i. e. alopá-
cies basales en el cladograma (i. e. hermanas del resto tridas) tienen nivel de especie, porque su aislamiento
del clado) son factores que parecen sugerir un centro reproductivo en la naturaleza, suponiendo que sea un
de origen, pero los eventos tectónicos y el cambio cli- criterio para considerarlos especies válidas, no puede
mático pueden causar que los patrones de distribución
d istribución vericarse (aunque a veces puede hacerse en el labo-labo -
pretéritos dieran considerablemente de los actuales. ratorio, como ocurrió con una especie de Xiphophorus:
Por estas razones, la búsqueda de centros de origen Rosen 1979: 364-365). Así pues, el nivel de especie debe
no suele considerarse como un ejercicio fructífero, al establecerse por medios empíricos (grado de diferencia
menos no a la escala biogeográca que nos ocupa en genética, morfológica o bioquímica). El término “vica-
este libro. riante”, tal como se usa en sistemática y biogeografía
Generalmente, las explicaciones de distribución ba- evolutiva modernas, implica una relación de especies
sadas en eventos de vicariancia o relaciones ecológicas hermanas: dos formas vicariantes deben ser logenéti-
logenéti -
inferidas deben tomarse como hipótesis o, en algunos camente más cercanas entre sí que cualquiera de ellas
casos, especulación. Esperamos que llegará el tiempo con una tercera.
en que este sistema estático sea reemplazado por es- La vicariancia y la dispersión son los principios fun-
damentales de la biogeografía. Los eventos de especia-
ción por vicariancia entre cuencas hermanas crean los
2. Esta logenia ya fue publicada (Webb, S. A., J. A. Graves,
C. Macías-García, A. E. Magurran, D. Ó’Foighil y M. G. Ritchie. patrones biogeográcos
nes de peces subyacentes
dulceacuícolas sobre la de las distribucio-
distribucio
supercie terres --
terres-
2004. Molecular phylogeny of the livebearing Goodeidae. Mol.
Phylogen. Evol. 30(3): 527-544).- JJSS. tre. La elevación de nuevos parteaguas, la disrupción y
Ictiogeografía histórica 29
fragmentación de cuencas y el aislamiento en cuencas distribuye tan al sur como el río Misantla (latitud 20ºN)
cerradas o por agua salada, cuando los ríos llegan al en la vertiente atlántica (Hubbs y Miller 1977). Un ma-
mar, son factores que pueden promover la especia- talote, Ictiobus bubalus, llega al río Usumacinta en el
ción al aislar poblaciones nuevas en nuevos sistemas, sureste mexicano y norte de Guatemala y un bagre ic-
o bien al crear simpatría. Además, si las poblaciones talúrido, Ictalurus furcatus, se encuentra en el norte de
se entrecruzan al ponerse en contacto, pueden surgir Guatemala y el río Belize, Belice (Miller 1966)3. Aplo-
poblaciones en introgresión o especies de origen híbri- dinotus grunniens, una especie estricta de agua dulce
do (Dowling
requiere y Secor
el tiempo 1997). Lapara
suciente captura de río
que un arroyos, que”
“capture”
“capture de la familia
tiene Sciaenidae,
una distribución predominantemente
similar. marina,
Los representantes más
a otro por erosión hacia la cabecera, parece ser una de meridionales de la ictiofauna norteamericana son dos
las principales vías de dispersión pasiva de peces entre catanes, Atractosteus spatula y A. tropicus, en la cuenca
cuencas, seguida a veces por aislamiento. del río San Juan, Costa Rica (Bussing 1998).
En contraparte, sólo tres grupos neotropicales de
importancia han logrado una distribución amplia en
Patrones subcontinentales el norte (Mapa 3.2). Como los peces neárticos que han
llegado al sur, la mayoría han usado la planicie costera
Los peces de anidades septentrionales, neárticos u para su movimiento hacia el norte, nuevamente en el
holárticos, son cada vez más escasos de norte a sur a lo lado del Atlántico. Se incluyen sólo un carácido, Astya-
largo de la amplia transición mexicana y se ven reem- nax mexicanus, que llega a Nuevo México y Texas, un
plazados en el sur por grupos autóctonos o por otros cíclido, Herichthys cyanoguttatus, en Texas y con mayor
de estirpe neotropical o marina. Los contactos entre las éxito (a juzgar por el número de taxones) las especies
ictiofaunas neotropical y neártica indican un intercam- de cuatro géneros de pecílidos, Gambusia, Heterandria,
bio muy limitado, excepto por la cuenca del Pánuco Poecilia y Xiphophorus (algunas de los primeros tres lle-
(Miller y Smith 1986). gan tan al norte en los Estados Unidos como el valle cen-
Cinco grupos neárticos tienen ámbitos generalmen- tral del Misisipi y tan al este como la costa oriental), así
te continuos que llegan hasta Mesoamérica (Mapa 3.1), como Poeciliopsis en la vertiente del Pacíco, el cual llega
dependiendo para su dispersión principalmente de las hasta Arizona y Nuevo México. También distribuidos de
tierras bajas costeras (sobre todo las del Atlántico). Sólo Mesoamérica hacia el norte, sardinas del género Doro-
unos pocos ciprínidos se extienden a los trópicos, donde soma (Clupeidae) y ciprinodóntidos (e. g. Cyprinodon y
Hybopsis imeldae (=H. cumingii) llega a la cuenca del río Lucania) tienen ámbitos similares a los de los pecílidos.
Verde (latitud 16º31’N) en la vertiente del Pacíco del En estos grupos, algunas especies deben tener dis-
Estado de Oaxaca (Cortés 1968). Hybopsis moralesi ha- tribuciones mucho más antiguas que otras. A pesar de
bita en la cuenca del alto Papaloapan (latitud 17º57’N) la falta de evidencia fósil, dos especies de Gambusia
también en Oaxaca (de Buen 1956) y Dionda ipni se (G. marshi y G. longispinis: Rauchenberger 1989), tres
Mapa 3.1. Límites meridionales de distribución de cinco fami- Mapa 3.2. Límites septentrionales de distribución de tres
lias de origen neártico: Percidae, Cyprinidae, Catostomidae, familias de origen neotropical: Characidae, Pimelodidae (=
Centrarchidae
Centrarchi dae e Ictaluridae. Heptapteridae) y Cichlidae.
30 Capítulo Tres
Xiphophorus en Nuevo León y Coahuila (Obregón-Bar- biogeográca. Ciertas áreas, en particular depósitos plio-
boza y Contreras-Balderas 1988; Rauchenberger et al. pleistocénicos y recientes de la meseta central, podrían
1990), dos o más Herichthys (uno o dos no descritos) tener ricas ictiofaunas fósiles, pero los sedimentos que
y “Cichlasoma” (Cichlidae) en la cuenca del Bravo en pudieran albergar tales registros en mucho del occiden-
Coahuila o Texas (este trabajo), todos con parientes te mexicano están enterrados bajo material volcánico
en la cuenca del Soto la Marina o más al sur, podrían cenozoico y los del oriente han sido erosionados (Caven-
representar relictos de antigüedad considerable. Otros der 1986) o bien cubiertos por aluvión.
pecílidos en esa misma
Poecilia) podrían indicarárea
esasy más al este
mismas y norte (e.
relaciones g.
bio- Sinresultados
veces embargo, la búsqueda
notables de fósiles
(Cuadro 3.1). ha
Porofrecido
ejemplo,a
geográcas antiguas. una sola expedición en 1972 aumentó el número de
Los ámbitos continuos de diversos taxones neártico- peces fósiles conocidos de México de sólo cuatro es-
holárticos (petromizóntidos, centrárquidos, salmónidos; pecies dulceacuícolas en cuatro familias hasta por lo
ver abajo) penetran hoy en México por una distancia menos 12 especies en nueve géneros y cinco familias
corta, pero tienen relictos vivientes aislados o presen- (Miller 1974d). Es probable que, cuando sean explora-
cia de fósiles mucho más al sur (Miller y Smith 1986). dos a fondo, los extensos depósitos lacustres y uviales
Desgraciadamente, no se conocen bien los fósiles del de la zona de cuencas-y-cordilleras del norte de México
Terciario mexicano que pudieran guiar la interpretación también cederán valiosos fósiles.
Formacíón
Famiias y géneros o , o o
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t i M s d p í c í e s o í a s r
m o i n i n a d i s i c d p i e
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o l c l
e o l
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a l o h r i d
j
j r l e
a l
x r l e
a l f
e
o a a e a
S F P J P A P S P F C t A t V P T t T P R
Salmonidae X X 6
Oncorhynchus X 8
Rhabdofario
Cyprinidae
Algansea
Algansea X X X X 2,4,8,9,10
Evarra X X 4,10
Notropis X X 4,10
Yuriria X X X 2,8,9
Catostomidae
Scartomyzon X 8,9
Ictaluridae
Ictalurus X X X X 1,7,9
Goodeidae
Alloophorus X 10
Chapalichthys X 9
Girardinichthys X 4
Goodea X 10
Tapatia X 3
Atherinidae
Menidia X X X X X 2,4,5,9
Centrarchidae
Micropterus X X X 6,9,10
Fuentes:
Fuentes
(3) : Modicado
Álvarez del Villar yde Miller1972;
Arriola y Smith
(4) 1986:
ÁlvarezCuadro 14.1).
del Villar Referencias:
y Moncayo López(1)
197Álvarez
1976; del Villar 1971;
6; (5) Bradbury 1966;(6)
(2)Cavender
Álvarez
Álvarez del Villar 1974;
y Miller 198
1982;
2;
(7) M. Smith 1987; (8) M. Smith 1981; (9) M. Smith et al. 1975; (10) R. R. Miller,
Miller,.. datos inéditos.
Ictiogeografía histórica 31
32 Capítulo Tres
este, hacia las cuencas costeras del golfo de México y sión hacia el norte a través de depósitos de aluvión del
la vasta fauna del río Misisipi. Las supercies actuales Plioceno tardío al presente. Con anterioridad, la cuen-
de la Mesa del Norte son parte de la cuenca del Bravo o ca era en algunas partes tributaria de la vertiente del
bien son endorreicas. Estas últimas representan partes golfo, así como (en sus partes altas) del adyacente río
disyuntas de un sistema mucho más antiguo, integra- Canadian (cuenca del Misisipi). En el Plio-Pleistoceno,
do y extenso (Smith y Miller 1986a; Echelle et al. 2001), una sección de su cabecera fue también parte del alto
dentro del cual algunas cuencas cerradas se recaptura- río Grande (Conner y Suttkus 1986; Smith y Miller
ron posteriormente
cabeceras por auentes
y otros capturados que de
por ríos erosionaron
ujo haciasus 1986a).
el mo La ictiofauna
de cinco es también
especies (ninguna mixta, con
mexicana) un míni-
derivadas de
oeste en la vertiente del Pacíco. conexiones pretéritas a las cuencas de las praderas o
La corriente principal de este sistema nace como el del golfo y tres del alto río Grande. De éstas, sólo Notro-
río Grande en el sur de Colorado y uye hacia el sur y pis simus se dispersó al bajo río Bravo (Smith y Miller
hacia el este a través de cuencas de aluvión dentro de 1986a).
la falla del río Grande. Desde su origen en el Mioceno En México, el río Conchos uye hacia el noreste
hasta el Pleistoceno medio, este río parece haber ter- desde la Sierra Madre Occidental de Durango y Chihu- Chihu -
minado en cuencas cerradas al sur del Paso, TX, en lo ahua a través de cuencas de aluvión que alternan con
que hoy es Chihuahua (Hawley 1975: g. 2, 1981; Gile arroyos connados a cañones, hasta llegar a una pro- pro-
et al. 1981: g. 5). Allí se le unían auentes del noreste funda barranca y entrar al río Bravo justo sobre el Big
de la Sierra Madre Occidental para formar una serie de Bend (King y Adkins 1946). Su fauna de tierras bajas es
lagos terminales (Band 1937; Stain 1966, 1971), que se rica en taxones compartidos con el río Bravo. El inter-
conoce como el sistema Lago de Guzmán. Hay poca cambio aguas arriba entre cuencas dentro de la Sierra
evidencia de que la parte alta de este vasto sistema tu- Madre Occidental ha involucrado a la carpita Codoma
viera ujo libre antes de mediados del Plioceno (Man- (Man- ornata (probablemente un complejo de especies), el
ley 1979) y no fue sino hasta el Pleistoceno medio a rodapiedras Campostoma ornatum y y el matalote Catos-
tardío que el bajo río Bravo se conectó con su tronco tomus plebeius (y sus parientes), todos en ríos a ambos
alto (Seager et al. 1984). lados del parteaguas continental. Catostomu
Catostomuss bernardini
Aguas abajo del Big Bend, entre Coahuila y Texas,
Texas, el (que incluye a C. conchos Meek) es compartido entre
río Bravo uye hoy sobre una amplia planicie de sedi- sedi - el río Conchos y el Yaqui. Otro matalote ( Scartomyzon
mentos cenozoicos, graduados de mayor a menor pen- austrinus) y una perca (Etheostoma pottsi) también se
diente y edad hasta el golfo de México. Contiene unas comparten entre el río Conchos y del Tunal (este últi-
90 especies de peces dulceacuícolas, básicamente una mo hoy tributario del río Mezquital, vertiente del Pací-
fauna combinada entre la planicie costera del golfo y co; Smith et al. 1984, ver abajo). Cyprinella panarcys
la cuenca del Misisipi, derivada como propágulos a lo del alto Conchos (Hubbs y Miller 1978) podría ser un
largo de la costa durante períodos de d e bajo nivel del mar pariente cercano de C. alvarezdelvillari del medio río
o bien por transferencia terrestre entre las cabeceras de Bravo. Existen relaciones similares para Gambusia hur-
los ríos de la planicie del golfo y de las praderas (Smith tadoi, G. alvarezi y tres cachorritos interrelacionados
y Miller 1986a). Algunos componentes de esta fauna se (Cyprinodon eximius, C. pachycephalus y C. macrolepis).
diluyen hacia el sur en el este de México en los ríos San Excepto por Cyprinella formosa, un pariente occidental,
Fernando, Soto la Marina y Tamesí-Pánuco.
Tamesí-Pánuco. los peces de la cuenca endorreica del río Saúz, justo
Debido al prolongado aislamiento, la aridez o ambos al norte de la cuenca del Conchos (Gambusia senilis,
factores, la ictiofauna del alto río Grande es pobre en Cyprinodon eximius y Gila sp.) también parecen deriva-
especies comparada con la de su parte baja y las cuen- dos del sistema del Conchos.
cas cercanas (16 especies comparadas con 52 en el río Tras haber perdido tamaño de cuenca con la desvia-
Pecos y 34 en el Conchos). Dos taxones de montaña, ción del río Grande hacia el este, junto j unto con el incremen-
Oncorhynchus clarki (ausente de México) y Rhinichthys to de la aridez regional, el sistema del lago de Guzmán
cataractae, cuyas distribuciones generalmente atravie- se vio reducido a una serie de cuencas alteradas, entre
san parteaguas, son derivados del norte y los taxones ellas los ríos Casas Grandes, Santa María, del Carmen,
de ríos caudalosos (e. g. Scaphirhynchus, Cycleptus ) y Chih., la adyacente y aislada laguna de Bustillos, Chih.
catádromos (Anguilla) deben haber llegado después de y el río Mimbres, NM (Miller y Chernoff 1980; Minc- Minc -
la unión de sus tramos superior e inferior. kley et al. 2002). Los peces remanentes, endémicos
El río Pecos uye hacia el sureste dese el norte de de manantiales del oriente de la cuenca de Guzmán
Nuevo México
Texas. Este río yfue
se formado
integra alalrío Bravo en el
combinarse oeste de
canales de (reejar
Cyprinodon fontinalis y Cyprinella bocagrande) pueden
una diferenciación al interior de la cuenca
solución derrumbados (Gustavson y Finley 1985) y ero- ero - durante uno o más de por lo menos tres máximos de
Ictiogeografía histórica 33
nivel de agua de un embalse llamado el lago pluvial representantes del extremo norte de sus géneros son
Palomas por Reeves (1969). Otros dos cachorritos re- los Xiphophorus spp., cerca de Monterrey, N.L. (río San
lacionados se presentan al oeste: Cyprinodon albivelis, Juan), Múzquiz y Cuatro Ciénegas (río Salado) (Rau-(Rau-
en el alto río Yaqui y C. pisteri, cercano a C. macularius chenberger et al. 1990).
del bajo río Colorado (Echelle y Dowling 1992; Minc-Minc - Cyprinodon bifasciatus, de la cuenca de Cuatro Cié-
kley et al. 2002). Las cabeceras de los ríos Santa María negas, es una especie antigua del género Cyprinodon
y Casas Grandes comparten con el Yaqui otras especies (Miller 1968), cuyo origen, según Echelle et al. (2001),
(un Oncorhynchus
leopoldi no descrito,
). Gila nigrescens Catostomus
, de la cuenca plebeius yestá
de Guzmán, C. estálasencuencas
de la MesaSalado-San
del Norte.
No rte. Manantiales
Juan y Cuatrocalizos y arroyos
Ciénegas (CC)
relacionada con G. pandora, de los ríos Grande y Pe- contienen muchos otros peces endémicos: Gila sp. y
cos y así con otras Gila de dentición faríngea primitiva Gila modesta (San Juan), Cyprinella xanthicara (CC) y
(2,5-4,2) al sur en la Sierra Madre Oriental. La laguna Lucania interioris (CC), de anidad norteña y Cyprino-
de Bavícora, una cuenca cerrada entre los sistema de don atrorus (CC) y “Cichlasoma” minckleyi (CC), ambos
Guzmán y el Yaqui (río Papigóchic), alberga a Campos- relacionados con el sur-sureste. Cyprinella rutila y tres
toma ornatum y Cyprinella formosa y tiene sus propias Etheostoma (dos de ellos en CC), además de Notropis
especies de Gila (Smith y Miller 1986a). saladonis (ríos Salado y San Juan y arroyos de Texas)
Al este, hay evidencia de una subfauna distintiva tienen parientes principalmente al norte o noreste, e.
del medio río Bravo en arroyos alimentados por ma- g. Cyprinella proserpina (río Devil’s,
Devil’s, TX), hermana tam-
tam-
nantiales en la amplia transición entre la provincia de bién de C. panarcys del Conchos (Hubbs y Miller 1978)
cuencas-y-cordilleras y la Sierra Madre Oriental. La re- re - y también cercana a C. alvarezdelvillari (Contreras-Bal-
gión alberga diversos peces de anidad norteña junto deras y Lozano-Vilano 1994b). Dionda diaboli de Chi-
con otros derivados de los ríos Soto la Marina, Tamesí- huahua y Texas es parte de un complejo compuesto por
Pánuco, o más al sur. Participan partes del Conchos, el cuatro especies más en Texas y tres o más en el norte
bajo Pecos y el Devil’s, manantiales en Estados Unidos de México (Mayden et al. 1992a). Además, el bagre sin
y pequeños arroyos a ambos lados del río Bravo, hasta ojos ni pigmento Prietella phreatophila tiene un solo
los tramos altos de las cuencas del San Juan y Salado, pariente conocido (P. lundbergi), al sureste, en cuevas
lo mismo que la semiaislada cuenca de Cuatro Ciéne- calizas de Tamaulipas (Walsh y Gilbert 1995).
gas, Coah. Quizá estas aguas representen partes de un La mayor de las cuencas endorreicas de la Mesa del
sistema ancestral que ha actuado como refugio debido Norte es la del sistema Nazas-Aguanaval, que pasa de las
al constante ujo y mejora de sus manantiales calizos, pendientes orientales de la Sierra Madre Occidental a las
con su fauna que sobrevive desde mucho antes de la cuencas someras de antiguos lagos en el Bolsón de Ma-
formación del río Bravo. pimí. La parte inferior del río Nazas uctuó en el pasado
Un carácido neotropical (Astyanax mexicanus) y al- entre diversos canales; alguna vez desembocó en el lago
gunos pecílidos y cíclidos persisten en los límites sep- Tlahualilo de Tamayo (1949) y más recientemente en la
tentrionales de sus ámbitos en estas aguas alimentadas laguna de Mayrán (Tamayo y West 1964). Antes de la de-
por manantiales. Los pecílidos están bien representa- secación de su curso bajo por sobreuso para irrigación,
dos. Hay dos clados relacionados con el grupo senilis el río Aguanaval terminaba en la laguna de Viesca, que
de Gambusia (Rauchenberger 1989). El primero inclu- era conuente con la laguna de Mayrán, aunque tal vez
ye a Gambusia alvarezi, G. amistadensis, G. gaigei, G. sólo por temporadas (Conant 1963).
hurtadoi y G. senilis, todas excepto la última agrupadas Otra área de alta densidad de manantiales en Pa-
en manantiales calizos dispersos en el sur y centro de rras de la Fuente, Coah., puede haber desembocado
d esembocado en
Texas y el extremo norte de Chihuahua y Coahuila. su propia cuenca aislada, pero tal vez por temporadas
Gambusia senilis es de amplia distribución en muchos se mezclaba con la laguna de Viesca, la de Mayrán o
hábitat, incluidos manantiales y también aguas menos ambas. Alguna vez existió una peculiar ictiofauna en
predecibles. El otro clado está compuesto por Gambu- Parras de la Fuente. Todas las especies eran endémi-
endémi -
sia atrora, G. geiseri y G. longispinis, que se distribuyen, cas y casi seguramente todas están extintas (Contreras-
respectivamente, en arroyos (Tamaulipas), manan- Balderas y Maeda M. 1985). Junto con los Gila (una o
tiales calizos (Texas) y humedales y lagos terminales dos especies) había un género endémico monotípico,
(Cuatro Ciénegas, Coah.). También hay un clado nor- Stypodon (S. signifer ),
), además de Cyprinodon latifas-
teño del grupo nobilis en esta área, con G. nobilis en el ciatus y Characodon garmani, este último un registro
bajo Pecos en Nuevo México y Texas y G. krumholzi en disyunto, el más septentrional, de la familia Goodei-
el norte de
Salado, Coahuila.
Coah., Otro ejemplo
es Gambusia de pecílido en el río
marshi, el representante
dae,
al surcuyo ámbito
(Uyeno et al.actual
1983).está centradodemás
El registro unade 450 km
especie de
más septentrional del subgénero Heterophallina. Otros Dionda fue seguramente un error.error.
34 Capítulo Tres
Otros dos goodeidos, Xenotoca variata y Xenoophorus Conchos y del Tunal (Smith et al. 1984) (aunque la popo--
captivus, se conocen más al este, un poco al sur de la la- blación del río del Tunal podría ser un taxon diferen-
titud de Parras, en hábitat muy dentro de la árida Mesa ciado: SMN, inédito). Otros ciprínidos exclusivos del
del Norte, los cuales pudieron haber desembocado ya sistema Nazas-Aguanaval incluyen a Cyprinella garma-
sea en el río Aguanaval o bien en otras
o tras cuencas, hoy bo- ni, pariente de C. lutrensis (sistema del río Bravo) y el
rradas por aluviación extensa. Ambos penetraron en la endémico Notropis nazas.
zona posiblemente por conexiones con el sistema del Ictiobus niger , otra especie del Bravo, se encuentra
Pánuco
Hay (Webb
también1998, ver abajo).relaciones al occidente en
importantes ríos Scartomyzon
naval). grandes del sistema del
austrinus Nazas
, del (no en el Agua-y
Nazas-Aguanaval
entre el sistema Nazas-Aguanaval y la cuenca del d el Mez- de ciertas cuencas del Pacíco, incluido el Mezquital
quital-San Pedro de la vertiente del Pacíco, de modo y cuencas más al sur (hasta el Armería) vive también
que el alto río Mezquital queda mejor incluido aquí, en el Conchos. Cyprinodon nazas, un cachorrito com-
puesto que comparte derivados faunísticos del Nazas- partido por el Nazas y la laguna Santiaguillo, es gené- gené -
Aguanaval. El sistema nace de manantiales en la cabe- ticamente el pariente más cercano de C. meeki del río
cera del río del Tunal, suroeste de Durango (Tamayo del Tunal y C. eximius y especies anes del río Con- Con -
1962b), el cual ha sido explorado a fondo. La laguna chos (Echelle y Echelle 1998). Es interesante que otro
de Santiaguillo, ubicada entre el Nazas y el del Tunal, cachorrito del río Aguanaval, morfológicamente simi-
pero separada de ambos por parteaguas bajos, es otra lar y formalmente considerado parte de C. nazas, es
localidad de importancia. Ambas cuencas tienen fau- genéticamente distinto y su pariente más cercano está
nas derivadas en su mayor parte de capturas de arroyos en Cuatro Ciénegas (C. atrorus; Echelle y Echelle 1998,
en la Mesa del Norte (Albritton 1958). No hay especies Echelle et al. 2001).
compartidas entre el río del Tunal
Tunal (alto Mezquital) y sus También hay taxones en el río del Tunal que docu-
tramos inferiores (río San Pedro), que ocupan un canal mentan conexiones pretéritas con la Mesa Central (sis-
en el fondo de un cañón en la Sierra Madre Occidental tema Lerma-Santiago) al sur. Los peces compartidos
y luego cruza por una estrecha planicie costera para lle- entre el alto Mezquital y cuencas al sur, sin cruzar el
gar al mar en Nayarit. Cerca de la desembocadura sólo parteaguas continental, incluyen un ciprínido, Hybop-
hay especies costeras (e. g. Poecilia butleri, Poeciliopsis sis aulidion, en el río del Tunal, con H. calientis en el sis-
spp. y “Cichlasoma” beani) y peces periféricos, que se tema Lerma-Santiago como su pariente más cercano
discuten más adelante. al sur. Un bagre no descrito (Ictalurus sp.) del Nazas-
La tríada de Campostoma ornatum , Codoma ornata y Aguanaval comparte caracteres no sólo con formas no
Catostomus plebeius o sus parientes (e. g. C. nebuliferus descritas de los ríos del Tunal y Conchos, sino también
y al menos otro matalote; Ferris et al. 1982) es de dis - con especies de los ríos Lerma-Santiago. El goodeido
tribución amplia en arroyos de tierras altas tanto en la Characodon lateralis en el río del tunal (pariente de C.
cuenca del Nazas-Aguanaval como en la del Mezquital. garmani de la cuenca de Parras de la Fuente) y un ate -
También presente junto con una o más de estas tres rinópsido, Menidia mezquital , tanto en el río del Tunal
especies está una Gila de cuerpo robusto, con denti- como en la laguna Santiaguillo, similar o quizá idénti- idénti -
ción faríngea primitiva (2,5-4,2), es decir, un pariente co a la especie de amplia distribución Menidia jordani,
lejano de G. conspersa (endémica del Nazas-Aguanaval) pertenecen también a grupos centrados en el Lerma-
y G. pulchra (río Conchos), ambas con 1,4-4,1, 2,4-4,2 Santiago.
u otras combinaciones similares. Esta forma o comple-
jo primitivo se extiende desde el alto río Bravo (como
G. pandora) hacia el sur a través de tributarios hasta el Cuencas de la vertiente del Pacíco noroeste
Bolsón de Mapimí al nor-noroeste del Nazas-Aguanaval
(e. g. el sistema del arroyo de Partida, Coah., que uye Al oeste de la provincia de la Mesa del Norte (río Bravo)
hacia el este a la laguna de las Palomas [Tamayo y West existe una fauna distintiva centrada en el río Yaqui del
1964], un embalse efímero que no debe confundirse norte de la Sierra Madre Occidental. Con base en las
con el lago de Palomas, pluvial, en la cuenca del lago distribuciones, por el sur termina en el río Acapone-
de Guzmán del norte de Chihuahua) hasta el alto Na- ta, Nay.-Dgo. (Mapa 3.3). Los peces son de parentesco
zas, del Tunal y la laguna Santiaguillo. Varias especies mixto: al este con la Mesa del Norte; al norte con el río
no descritas de Dionda (Smith y Miller 1986a), tal vez Colorado; con el sur a través de elementos de la fau fau--
hasta tres (Mayden et al. 1992a: 714), probablemente na costera que se han movido hacia el norte desde los
relacionadas
del complejo con formas del río Conchos,
del Tunal-Santiaguillo. se Etheosto-
La perca conocen trópicos; y taxones
dental misma. A loautóctonos de la Sierra
largo de buena Madre
parte del Occi-
Occi-
Terciario
ma pottsi se comparte entre los ríos Nazas-Aguanaval, tardío (Mioceno y períodos más antiguos) existieron
Ictiogeografía histórica 35
tierras altas en esta área, lo cual proveyó una fuente donde la ictiofauna se complementa con Campostoma
conable de agua en una zona principalmente árida. ornatum , G. eremica, P . occidentalis y un Poeciliopsis gi-
El mayor río es el Colorado, que nace en las Monta- nogenético. Los tres últimos se conocen también del
ñas Rocallosas, atraviesa la Meseta del Colorado y lue- río Mátape.
go tierras bajas desérticas hasta el golfo de California. Siguiendo hacia el sur, el río Yaqui forma el segun-
segun-
El sistema uía directamente hacia el oeste, al Pacíco, do foco de importancia en la provincia, mayor que
antes del Plioceno medio, cuando fue desviado hacia el otros ríos en tamaño de cuenca, caudal y presencia
sur
fo depor tectonismo
California hacey unos
comenzó
5 MAa (Bussing
desembocar en el
1990). gol-o
Más de unaMadre
Sierra ictiofauna sustancial.
Occidental Buena
en esta parteesdedela origen
región actual
menos por esa época, el río Gila, un tributario impor- volcánico; el mayor pulso de actividad concluyó hace
tante que se incorpora al Colorado desde el este cerca unos 23 MA, hacia la transición Oligoceno – Mioceno.
de Yuma, AZ, se añadió al sistema como resultado de Estas antiguas rocas sufrieron fallamiento, inclinación
regresión marina o depositación deltaica en el alto gol- y erosión profunda antes de que reiniciara el vulcanis-
fo de California (Crowell 1981). Anteriormente, el Gila mo en la región, que concluyó hasta el Mioceno tardío
tuvo una larga historia independiente, que incluyó su – Plioceno temprano.
estancamiento en cuencas endorreicas (Nations et al. El cauce principal del río Yaqui está formado por la
1982, 1985) y su posterior conexión al norte y oeste. conuencia del río de Bavispe, que comienza en los Es Es--
Dos auentes del Gila, los ríos San Pedro y Santa Cruz, tados Unidos apenas al norte de la frontera, y el río Pa-
uyen hacia el norte, a Arizona, desde cabeceras en pigóchic, que nace en Chihuahua y uye hacia el este
Sonora. por profundas barrancas desde la sierra. Aguas abajo,
La prolongada existencia y aislamiento del río Co- el Yaqui
Yaqui pasa por barrancas profundas y estrechas hacia
lorado se reeja en el más alto endemismo de peces Sonora, recibiendo tributarios torrenciales que vienen
de cualquier cuenca en Norteamérica (un 75% a nivel de muy dentro de la Sierra Madre y también de la zona
de especies; Miller 1958, Minckley et al. 1986). La sin- sin - de cuencas-y-cordilleras, y luego uye por las planicies
gularidad faunística de esta provincia mexicana que- de Sonora, que hoy van disminuyendo su extensión,
da realzada por esta distintiva biota. Entre los peces hasta llegar al mar.
endémicos de ríos caudalosos conocidos del delta del Más que una ictiofauna aislada y única como la del
río (Follett 1961, Minckley 2001) están Gila elegans, G. Colorado, la fauna de la cuenca del Yaqui
Yaqui y de esta pro-
pro -
robusta (?), Plagopterus argentissimus (?), Ptychocheilus vincia noroccidental en general es una mezcla de peces
lucius y Xyrauchen texanus. Hoy todos ellos han sido de tierras altas, desarrollada a lo largo de la larga exis-
extirpados de México debido al uso de agua río arriba tencia y estabilidad de la parte norte de la Sierra Ma- Ma -
en los Estados Unidos (Miller 1961a, Minckley 1982, dre Occidental. El endemismo es relativamente bajo
1991a). Cyprinodon macularius, hoy en peligro, perma- (un 10%) porque casi todas las especies se comparten
nece en el delta, donde se ha vuelto rara (Echelle et al. o están representadas por taxones hermanos que pro-
2000); antes estaba también en el río San Pedro, Son. vienen o se derivan de: 1) intercambios al norte (río
(Hendrickson y Varela Romero 1989). En Sonora, las Colorado) y sur (río Mayo, etc.) dentro o junto a la Sie -
cabeceras de los ríos Santa Cruz y San Pedro aportan a rra; 2) subcuencas adyacentes al oeste del viejo sistema
la ictiofauna mexicana a Gila intermedia, G. robusta (?), del río Bravo en la Mesa del Norte (lago de Guzmán,
fulgida, Rhinichthys osculus, Tiaroga cobitis, Catos-
Meda fulgida río Conchos), por transferencia de cuencas; o 3) por
tomus insignis, C . clarki y Poeciliopsis occidentalis. conexiones tectónicas, aluviación o vías estuarinas al
Las cuencas costeras menores al sur del río Colo- oeste (ríos Sonora, Mátape, etc.).
rado corren desde las estribaciones de la Sierra Madre Una notable falta de especies en común entre las
Occidental hasta el golfo de California a través de un cuencas del Yaqui y el Colorado crea una discontinui
discontinui--
terreno amplio, de cuencas-y-cordilleras, lleno de alu- dad profunda, quizá la más antigua, en las distribucio-
vión, llamado las planicies de Sonora. Agosia chryso- nes ícticas regionales. Con base en análisis genéticos,
gaster yy Cyprinodon eremus están en el río Sonoyta, que tres pares de especies hermanas quedan separados por
desembocaba en el delta del Colorado antes de ser des- este parteaguas, Agosia sp. - A. chrysogaster (Tibbets
viado hacia el sur por los ujos pleistocénicos de lava 1998, D. A. Hendrickson y W. W. L. Minckley, datos inédi-
del Pinacate (Lynch 1981). En el río de la Concepción tos), Catostomus bernardini - C . insignis (T. E. Dowling,
se presentan Agosia chrysogaster , Gila ditaenia (endémi- com. pers.) y Poeciliopsis occidentalis - P . sonoriensis
co), Poeciliopsis occidentalis y un Poeciliopsis ginogenéti- (Quattro et al. 1996, Hedrick et al. 2001). No se han
co.
sp. yLos dos primeros se ven reemplazados por Agosia demostrado las relaciones de Gila minacae - G. robusta,
G. eremica y se les añade Catostomus wigginsi, en- las cuales, según Minckley (1973) y Miller (1976c), con
démico del río Sonora,
So nora, la cuenca que sigue hacia el sur, base en la morfología, son parientes cercanos, aunque
36 Capítulo Tres
son muy diferentes genéticamente (Gerber et al. 2001; Los ríos que se originan en la Sierra entre los ríos
ver también Norris et al. 2003). Yaqui y Mezquital son, de norte a sur,
sur, el Mayo, Fuerte,
Se comparten especies entre segmentos de cuen-cuen - Sinaloa, Culiacán, San Lorenzo, Elota, Piaxtla, Presidio,
ca adyacentes en el lado este de la cuenca. El alto río Baluarte y Acaponeta, la mayoría en Sinaloa (en parte;
Papigóchic ha erosionado a través de la Sierra para ver Mapa 2.6). Ninguno ha logrado atravesar la Sierra
capturar partes de la Mesa del Norte, permitiendo la en sus cabeceras. Todos descienden por precipicios de
salida o entrada de algunos taxones (Hendrickson et las montañas al golfo de California y todos son mucho
al. 1981,, casi
plebeius Smith
cony toda
Miller 1986). De
seguridad éstos, de
derivado la cuen- más
Catostomus cortos,
yen por unade menorcostera
llanura área demás
cuenca y caudal,
pequeña, y u-
que el u
río-
ca de Guzmán, se conoce de un solo tributario. Dos Yaqui. No obstante, las ictiofaunas de sus cauces prin-prin -
catostómidos de gran altitud, Catostomus leopoldi y C . cipales se parecen a las del Yaqui (Hendrickson 1984),
cahita, pueden haber surgido en el sistema del Yaqui incluidas especies idénticas o relacionadas con Gila
(Siebert y Minckley 1986), pero ambos están presentes minacae, Catostomus bernardini e Ictalurus pricei
pricei, junto
o tienen parientes cercanos en cuencas adyacentes. El con Agosia sp., todas las cuales penetran aguas arriba
primero tiene una distribución limitada en el río Casas desde las estribaciones hasta arroyos de montaña, al-
Grandes, igual que Ictalurus pricei
pricei. Cyprinodon albivelis gunos de ellos más bien pequeños. Una ictiofauna de
se comparte también entre los ríos Papigóchic y Santa tierras bajas, con Dorosoma smithi, Poeciliopsis spp. y
María (cuenca del lago de Guzmán) (Minckley y Miller “Cichlasoma” beani, se enriquece al sur por adición de
en prensa). Catostomus cahita está representado (o tie- elementos neotropicales (e. g. Poecilia butleri).
ne una especie hermana) en el río Mayo. Oncorhynchus Las cabeceras de las cuencas que se acercan a la
sp., relacionado con la trucha arcoiris costera (Nielsen cresta de la Sierra Madre Oriental pueden albergar una
et al. 1997), cuyo ancestro debe haber logrado acceder al o más de las especies de la tríada de amplia distribu-
aislamiento en tierras altas a través de una vía marina a ción en tierras altas: Campostoma ornatum , Codoma or-
la mitad de la península de Baja California, habita tam- nata y Catostomus plebeius
plebeius (o sus parientes). También
bién en el alto río Yaqui y también al este en el río Casas puede estar presente una Gila de cuerpo robusto con
Grandes (sistema de Guzmán) y al sur en el río Mayo. dentición faríngea primitiva (5 – 4 en la hilera princi-
princi-
Otros invasores del oriente, de ámbito más amplio, pal). El Fuerte, el mayor de estos ríos, nace en lo alto
incluyen a Campostoma ornatum , Cyprinella formosa
formosa y de la Sierra, adyacente a las cabeceras del Yaqui y el
Codoma ornata (Hendrickson et al. 1981, Propst y Ste- Ste - Conchos, y recolecta auentes que uyen por especta-
especta-
fferud 1994); el primero llega también al oeste hasta el culares barrancas (e. g. en el río Urique, la Barranca del
río Sonora. Cyprinella formosa
formosa se distribuye desde las Cobre, de más de 2000 m de profundidad) para llegar
cuencas del Saúz oriental, Bavícora y lago de Guzmán al golfo de California en el norte de Sinaloa. Aunque
al oeste hasta el río Yaqui. Codoma ornata y Catostomus no penetra en la Mesa del Norte, de todos modos inclu-
bernardini están tanto en el río Yaqui como en el Con- Con- ye a Codoma ornata y Catostomus cf. plebeius (pero no
chos, pero no en el sistema del lago de Guzmán. Hay Campostoma ornatum ). ). Oncorhynchus chrysogaster , cu-
parientes de C . bernardini y C . ornata también en el yas relaciones todavía son desconocidas pero casi con
río Mayo. y pare- certeza es pariente del . del Pacíco, también
Gila purpurea
cen restringirse al tramo másPoeciliopsis sonoriensis
alto del río de Bavispe y está en las cabeceras deOlosmykiss
ríos Fuerte, Sinaloa, Culia-
Culia -
bien pueden haber divergido en un bolsón endorreico cán (Needham y Gard 1964) y al sur hasta el Acaponeta
similar al valle de Sulphur Manantials, AZ, EUA, re- re - (G. Ruiz-Campos, com. pers. a SMN 2002).
conectado más adelante con el sistema del río Yaqui
(DeMarais 1991).
Sin contar los taxones marinos, la mayoría de los Baja California peninsular
peces del bajo río Yaqui son especies secundarias, de
tierras bajas (Poeciliopsis occidentalis, P . prolica y otros Baja California (Mapa 3.3) prácticamente carece de
guatopotes, incluidas formas ginogenéticas); algunas hábitat acuáticos permanentes tierra adentro. Su ictio-
ictio-
alcanzan allí el límite septentrional de sus ámbitos (e. fauna dulceacuícola nativa es minúscula, con sólo seis
g. Dorosoma smithi y un cíclido, “Cichlasoma” beani). especies autóctonas, tres de ellas representantes de for-
Gila minacae, Catostomus bernardini e Ictalurus pricei
pricei, mas de distribución razonablemente amplia y dos que
del cauce principal del río Yaqui, viven también en há- há- son únicas. Lampetra tridentata penetra levemente en
bitat más pequeños, en tierras altas. Así, no hay peces el área desde el norte (Ruiz-Campos y González-Guz-
únicos, detal
Colorado, ríos
vezgrandes, como
por la falta de los
unaque
granhay en el bajo
extensión de mán 1996). Oncorhynchus mykiss nelsoni, derivado del
O. mykiss del Pacíco (Nielsen et al. 1997), está aislado
hábitat de tierras bajas en tiempo geológico. en la Sierra San Pedro Mártir. Fundulus parvipinnis
parvipinnis, que
Ictiogeografía histórica 37
se distribuye hacia el sur desde California en hábitat secundarias y 24 costeras o que penetran desde el mar
costeros occidentales de Baja California y Baja Califor- adyacente. Sin contar estas últimas, los peces de dis- dis-
nia Sur, dio origen posiblemente a Fundulus lima, ais- persión real o potencial a lo largo de la costa se dividen
lado en manantiales interiores u oasis (Fozllett 1961, entre los taxones norteños y los sureños. Los prime-
Camarena Rosales et al.2001). Gasterosteus aculeatus ros incluyen a dos catanes (Lepisosteidae); Cyprinella
alcanza su límite meridional en el noroeste de Baja lutrensis, seis Dionda y Notropis tropicus (Cyprinidae);
California (Ruiz-Campos et al. 2000). Por último, Go- Ictiobus bubalus e I . labiosus (Catostomidae); cuatro
biesox , juniperoserrai
juniperoserrai se considera
cercano enderivado
la parte de G. mexi- ictalúridos (dosaterinópsidos;
Ictalurus, Pylodictis
canus su pariente más continental lundbergi); dos cuatro olivaris y Prietella
ciprinodóntidos;
de México, aislado en la península de Baja California y el dulceacuícola Aplodinotus grunniens (Sciaenidae).
por la apertura del golfo de California en el Plioceno El género Dionda (Cyprinidae) es el único grupo neár-
(Espinosa Pérez y Castro Aguirre 1996; véase también tico con endémicos múltiples (cinco de seis especies);
Castro Aguirre y Torres-Orozco 1983; Castro Aguirre otros peces endémicos de derivación septentrional son
et al. 1999). Notropis tropicus (Cyprinidae), Ictiobus labiosus (Catos-
tomidae), un Ictalurus no descrito e Ictalurus mexicanus
y Cualac tesselatus (Cyprinodontidae).
Complejo Tamesí-Pánuco Hay mayor grado de endemismo en los grupos de
anidad sureña. De un total de 32 especies nativas (in- (in -
La provincia del complejo Tamesí-Pánuco
Tamesí-Pánuco se centra en cluidas las cinco de seis especies de Dionda menciona-
la cuenca de los ríos Tamesí y Pánuco (Mapa 3.3), un das), 22 son sureñas y cuatro de los cinco grupos con
área del este de México donde los componentes faunís- más de una especie endémica son neotropicales: cinco
ticos del río Bravo encuentran a derivados de conexio- Gambusia (tres endémicos) y diez Xiphophorus (nueve
nes tropicales sólidas, así como a elementos originados endémicos) (Poeciliidae); cuatro goodeidos (tres endé-
endé-
por transferencia de cuencas desde la Mesa Central. Sin micos); y seis cíclidos (todos endémicos). Tres de los
contar su gran tamaño, este complejo sistema uvial taxones, Priatella lundbergi, Poecilia latipunctata (otro
(Mapas 2.6-2.9), tiene características favorables para neotropical endémico) y Gambusia aurata, están en el
una gran diversicación faunística. Se ubica a medio río Tamesí, todos ellos asociados con cuevas, manan-
camino en la transición neártica-neotropical, disponi- tiales, o hábitat relacionados con manantiales calizos.
ble y sujeto a colonización tanto por especies del norte Los dos Dorosoma (Clupeidae) y Astyanax mexicanus
como del sur. Tiene un aprovisionamiento conable de (Characidae) son especies meridionales, de ámbitos
agua desde la Sierra Madre Oriental, tanto por escurri-
escurri- menos limitados.
miento supercial como por manantiales que surgen Diversos peces primarios (incluidos tres ciprínidos),
de grandes acuíferos calizos. Los manantiales ofrecen cinco goodeidos, Menidia jordani (Atherinopsidae) y
mayor estabilidad que en los sistemas que dependen Poeciliopsis infans (Poeciliidae), originados en la Mesa
del todo de los caprichos de la lluvia y también mejo- Central, ocupan ahora el sistema del río Pánuco, a raíz
ran los extremos térmicos: más cálido en invierno, de de intercambios de cuencas en las cabeceras. Al sur, el
modo
al quey los
norte, mástaxones
frescotropicales
en verano,pueden sobrevivir
así que más
las especies río
Tula,Moctezuma y algunos
han erosionado de sus tributarios,
sus cabeceras como el
y así han capturado
neárticas penetran más al sur de lo que cabría esperar.
esperar. cuencas aisladas, y probablemente hayan revertido el
Los manantiales también pueden ser centros de diver- sentido del ujo del río San Juan del Río, que antes
sicación en sí mismos, a menudo muy distintos de se dirigía hacia el oeste al río Lerma. Algansea tincella,
los ríos a los cuales abastecen. El relieve geográco es Aztecula sallaei, Menidia jordani, Poeciliopsis infans y
alto, de modo que los hábitat de ujo veloz y gran volu
volu-- Goodea atripinnis parecen también haber sido transfe-
men en las montañas contrastan con los de la amplia ridos. Girardinichthys viviparus (Goodeidae) puede ha-
y emergente llanura costera del Atlántico, que forma ber invadido recientemente el alto río Tula, a través de
hábitat deltaicos y estuarinos ricos, de aguas lentas. canales desde el Valle de México (Webb 1998). Algunos
Hay menos ríos en el norte debido sobre todo al menor auentes al norte del río Pánuco capturaron también
relieve y precipitación (Rauchenberger et al. 1990). Por cuencas antes aisladas en la Mesa Central, así como
último, la capacidad erosiva de esta cuenca grande y cau- arroyos (e. g. Santa María del Río) que originalmente
dalosa ha promovido la captura de cuencas adyacentes, uían al sistema Grande de Santiago - Lerma. Como
lo cual ha aumentado el tamaño de la cuenca y ha añadi- resultado, esta área septentrional está ocupada por Al-
do elementos faunísticos nuevos al propio tiempo. gansea tincella, Hybopsis calientis, Menidia jordani
jordani, Go-
Se conocen unas 85 especies de peces dulceacuí-
dulceacuí- odea atripinnis , Ataeniobius toweri, Xenotoca variata y
colas del complejo Tamesí – Pánuco, 25 primarias, 36 Xenoophorus captivus. Como se apuntó arriba, los dos
38 Capítulo Tres
últimos también se presentan en el interior de la Mesa tierras bajas del Pacíco, al este hacia la amplia plani-
plani -
del Norte, lejos de la Mesa Central, dentro o al menos cie costera del golfo de México y al sur en la depresión
cerca de lo que debe haber sido parte de la cuenca del del Balsas. Lagos y estructuras volcánicas han sido ras-
río Aguanaval antes de la desecación regional; según gos históricos importantes en esta región (West 1964,
Webb (1998), deben haber llegado desde el sistema del Barbour 1973b, de Cserna 1989). Se reconocen eviden-
eviden-
río Pánuco. cias de lagos de edad miocénica a pleistocénica tardía,
En el norte de la cuenca del Pánuco, la laguna de la como valles amplios y de piso plano, sedimentos fosilí-
Media Luna, un gran
ahora alimentan al ríomanantial, junto con
Verde en Nuevo otros
León, que
contie- feros
Tamayode grano
y Westno expuestos
1964, Barboury otras (ver
1973b, Palmer
Miller 1926,
y Smith
nen a Ataeniobius toweri. El origen de esta especie debe 1986: 492-495). Algunas cuencas interiores contienen
datar de una antigua captura de cuenca, puesto que se todavía remanentes de embalses que antaño tuvieron
considera el goodeido más derivado y comprende a la mayor extensión (e. g. las lagunas de Texcoco y Atoto-
única especie de la familia que se distribuye exclusi- nilco) (Barbour 1973b).
vamente al este de la Mesa Central. En la Media Luna La formación de la Mesa Central comenzó en el
habitan también Astyanax mexicanus, dos Dionda en- Plioceno con la elevación de la Sierra Madre Oriental y
démicos (D. dichroma, D. mandibularis), Ictalurus mexi- Occidental y el fallamiento por bloques en la provincia
canus, el peculiar Cualac tesselatus (Cyprinodontidae) y de cuencas-y-cordilleras, intermedia entre ambas cor-
tres cíclidos (un “Cichlasoma” no descrito, “C .” .” bartoni dilleras. La orogenia al este y oeste provocó un cambio
y “C ..”” labridens). concomitante hacia la aridez en la Meseta Central, pues
Al norte de la Media Luna, una cuenca aislada, cerca las montañas capturan la humedad que se eleva en sus
del Potosí, N.L., presenta otros ciprinodóntidos, Me- faldas del lado del mar. Esta actividad tectónica también
gupsilon aporus (Miller y Walters 1972) y un cachorrito bloqueó cuencas y comenzó el proceso de aluviación
simpátrida (Cyprinodon alvarezi). Echelle et al. (2001) (llenado de cuencas). Este último se intensicó, también
usaron datos moleculares de Megupsilon y Cualac (de (de la en el Plioceno, por la formación del Eje Neovolcánico,
Media Luna) como evidencia para un origen hipotético una “represa volcánica” que obstruyó las cuencas hacia
del género Cyprinodon en la altiplanicie mexicana. Un el sur a lo largo de una línea que atraviesa el país en la
clado representado por los géneros Megupsilon y Cua- latitud 19oN aproximadamente (West 1964, de Cserna
lac , junto con una especie de Cyprinodon del Potosí y 1989). Puede inferirse que la Mesa Central era mucho
otras del cercano Bolsón de Sandia, N.L. (Lozano-Vila-
(Lozano-Vila - menos elevada en esa época, como lo prueban en parte
no y Contreras-Balderas 1993) sería el grupo hermano los fósiles de crocodilianos en depósitos pliocénicos cer-
de todas las especies modernas de Cyprinodon (Echelle ca del lago de Chapala (Clements 1963), dado que este
et al. 2001). taxón no existe por encima de los 1600 m.
Se desconocen los patrones de cuencas en la Mesa
Central antes del Neógeno. Depósitos lacustres mio-
Mesa Central cénicos en el oeste de Jalisco indican la presencia de
lagos, los cuales pueden haberse extendido al norte
Al oeste3 ymexicana,
Central sur del complejo
una de del
las Pánuco
grandesyace la Mesa
altiplanicies del actual río
Goodeidae Grande de Santiago.
y Atherinopsidae apoyan Las relaciones
la hipótesis de
de co-
tropicales del mundo. Actualmente, como casi con nexiones acuáticas en el Terciario temprano con cuen-
toda certeza ocurría también en el pasado, es drenada cas del noroeste, tan al norte como el sur de California
principalmente por el vasto sistema Lerma - Santiago y el golfo de México. Durante el Plioceno temprano, la
(Meek 1904, Smith 1980a, Miller y Smith 1986). En su región al noroeste de la actual Mesa Central parece ha-
lado noreste se presenta la extensión meridional de la ber sido parte de la cuenca del río Grande de Santiago
Sierra Madre Oriental. Su rincón noroeste está forma-
forma - ancestral, en ese entonces una cuenca independiente.
da por el extremo sur de la Sierra Madre Occidental. Al Al sur, el río Lerma ancestral uía a través de lo que
norte se mezcla paulatinamente con la árida Mesa del más adelante daría lugar a la Mesa Central.
Norte; el Eje Neovolcánico dene su límite meridio-
meridio - La actividad volcánica y tectónica durante el Pleis-
nal. La Mesa Central es, pues, un “callejón sin salida” toceno medio elevó la Mesa Central a su altitud actual.
geográco, bordeado por escarpas espectaculares que En esa época, el río Lerma ancestral probablemente
descienden abruptamente al oeste hacia las estrechas nacía en las vertientes occidentales de la Sierra Madre
Oriental, en lo que hoy es el Estado de Puebla, hacia el
oeste a través de México en una serie de grandes lagos
3. Las secciones sobre la Mesa Central y el río Balsas son de (ver West 1964, g. 8), recibiendo tributarios del norte
la autoría de CDB. y sur, pòr la actual cuenca del lago de Chapala hasta
Ictiogeografía histórica 39
el océano Pacíco. Se han propuesto diversos euen-euen - el río Lerma desciende al lago de Chapala, el lago más
tes para esa ruta hacia el oeste del graben de Chapala. grande de México.
Palmer (1926) sugirió que el lago de Chapala del Plio- Sólo dos auentes importantes ingresan al río Ler-
Ler-
Pleistoceno, previo a la elevación, “drenaba hacia el ma desde el sur. El río Angulo nace en el lago de Zaca-
oeste a través del valle que hoy sigue el ferrocarril a Co- pu, Mich. y se une al Lerma al oeste de la conuencia
lima y Manzanillo”,
Manzanillo”, una ruta que podría haber utilizado de éste con el río Turbio. El Lerma recibe al río Duero
la actual cuenca del Coahuayana. Osorio Tafall (1946) cerca de La Barca.
fue
una quizá
posibleel salida
primero en implicar
al océano al río
Pacíco. Ameca(1973b)
Barbour como El sistema
Santiago, cuyouvial
origencontinúa
está en como el ríooriental
el extremo Grande del
de
planteó que el río Lerma ancestral podría haber pasado lago de Chapala, al norte de la boca del Lerma. Des-
al norte para unirse al río Grande de Santiago o bien pués de recibir al río Zula, tuerce hacia el oeste y corre
haber utilizado la actual cuenca del Ameca así como paralelo al lago, pero al norte de la cresta elevada que
la del Coahuayana. Cualquiera que haya sido su curso bordea la orilla del lago. Después da vuelta súbitamen-
hacia el oeste (ver abajo), podemos conjeturar que este te hacia el norte, pasa sobre las cataratas en Juanacat-
ujo fue interrumpido por la formación de una casca- casca - lán y, virando hacia el noroeste, entra en una profunda
da, todavía visible en el canal antiguo (Barbour 1973b, barranca, a través de la cual uye por la estrecha plani-
plani -
Smith et al. 1975, Miller y Smith 1986) al noroeste de cie costera del Pacíco para llegar al océano Pacíco al
Jocotepec en El Molino, Jal., y después cortada por ele- noroeste de Tepic, Nay.
vación local durante el Pleistoceno medio a tardío. El El primer tributario importante del río Grande de
río, ahora con su curso bloqueado, desbordó la cuenca Santiago es el río Verde, seguido por el río Juchipila.
de Chapala en su extremo oriental hacia el río Grande Ambos atraviesan valles cortados profundamente en el
de Santiago ancestral (según Palmer 1926, la existen-
existen- anco noroeste de la Mesa Central. Más al oeste, el río
cia actual del lago de Chapala excluye la posibilidad de Bolaños y sus tributarios drenan cuencas altas al no-
una captura del río Lerma por el río Grande de Santia-
Santia - roeste de la Mesa Central (West 1964: g. 3). El último
go). De esta manera, las cuencas al oeste del lago de tributario importante, el gran río Huaynamota, yace
Chapala quedaron aisladas del río Lerma ancestral y se dentro de la Sierra Madre Occidental. Estos dos ríos
formaron los modernos ríos Ameca y Lerma-Santiago. del extremo occidental no se conocen bien ictiológica-
La elevación, fallamiento y vulcanismo que formaron mente.
cuencas en la supercie de mesetas también crearon Como se anotó sobre el río Lerma, no hay muchos
abruptas escarpas marginales, drenadas y disectadas auentes sureños del río Grande de Santiago. El mayor
por ríos costeros de alto gradiente que iban invadiendo es el río Mololoa, en el oeste de Nayarit. Este río nace
las tierras altas. Los que lograban atravesar parteaguas al norte del volcán Tepetiltic y corre hacia al noroeste a
enriquecían sus cuencas e ictiofaunas, al capturar la- través de un humedal entre San Cayetano y Pantanal,
gos y partes del antiguo río Lerma y sus auentes. pasando la ciudad de Tepic, hasta su conuencia con el
El actual río Lerma nace en manantiales en el extre- bajo río Grande de Santiago.
mo sur del Valle de Toluca, justo al oeste del Valle de Las llanuras y valles de fondo plano que se ven a
México,lacustres
pósitos de dondeyuye hacia elhoy
humedales, noroeste a través
desecados. de de
Cerca de-
de- lo largo deenlalacuenca
contiguas del Lerma
Mesa Central (verasí comodeen
mapas regiones
West 1964:
la ciudad de Maravatío, Mich., el río pasa por un valle g. 8) son remanentes de lagos, así como depósitos
estrecho, de costados abruptos, y cae hacia otra región aluviales, formados cuando el río ancestral y sus tribu-
de antiguos lechos lacustres, el mayor de los cuales es tarios quedaron en represas formadas por la actividad
el Bajío de Guanajuato. Casi todos los tributarios im- volcánica, posteriormente llenadas con aluvión proba-
portantes del río Lerma entran desde el norte. De este a blemente mezclado con ceniza volcánica y basalto de
oeste, la conuencia del río Tigre (hoy contenido tras la derrames de lava. De acuerdo con Waitz (1943), este
cortina de la presa Solís) con el Lerma está justo al este proceso inició hacia el nal del Cretácico. La mayor de
de Acámbaro, seguido por los ríos de la Laja, Irapuato y estas regiones es el Bajío de Guanajuato, donde los se-
Turbio. Al norte, las cabeceras del río de la Laja se acer- dimentos aluviales y lacustres tienen más de 300 m de
can a las del río Santa María, de la cuenca del Pánuco, y profundidad. En el Valle de México, estos rellenos de
las del río de Cuarenta, el cual alimenta al río Verde, el cuenca tienen más de 1000 m (Arellano 1953).
primer tributario del río Grande de Santiago. Muchos Los efectos biológicos del continuo rompimiento
de los arroyos fuentes de los ríos Irapuato y Turbio co- del río Lerma ancestral a lo largo del Terciario por vul-
rren apenas al sur del río San Juan de los Lagos, otro canismo y actividad tectónica proveen las condiciones
auente del río Verde. En las cercanías de Yurécuaro, ideales para la especiación geográca, a medida que las
poblaciones quedaban aisladas en lo que debe haber
40 Capítulo Tres
sido una sucesión de cuencas interiores formadas a cho más amplia en el pasado, pues su grupo hermano,
partir de la supercie de la Mesa o detrás de catara-
catara- Empetrichthyidae, se presenta en el sur de California
tas (e. g. el Salto de Juanacatlán, Jal.). Por otro lado, y Nevada (Parenti 1981). Eso implica que el ámbito del
Barbour y Brown (1973) observaron que a pesar de las ancestro común era continuo entre la Mesa Central y
espectaculares radiaciones de goodeidos y aterinópsi- el sureste de Estados Unidos, una distribución coinci-
dos, los lagos mayores, Chapala, Pátzcuaro y Zirahuén, dente, en parte, con la de los bosques de dicotiledóneas
contienen menos especies de lo que se esperaría por del Terciario
Terciario temprano (Axelrod
(A xelrod 1979). Parenti observó
o bservó
su
de tamaño.
sus pecesEsto puedede
respecto deberse
faunasaladyacentes,
relativo aislamiento
debido a esta congruencia
incluidos y sugirió
goodeidos que una
ancestrales, biota delpor
fue afectada bosque,
la for-
la elevación del Pleistoceno medio y el cambio climáti- mación de desiertos en el noroeste de México. Miller
co hacia la aridez, que dicultaron la dispersión de los y Smith (1986) ofrecieron una explicación alternativa
peces. La aluviación y desagüe de lagos por erosión de basada en la tectónica de placas.
cabeceras de arroyos debe también haber causado mu- Además de los goodeidos, algunas especies de los
chas extinciones. La actual ictiofauna de la Mesa Cen- géneros de ciprínidos Algansea y Yuriria, de amplia dis-
tral es sólo la última en una serie de faunas que deben tribución en la Mesa Central, pueden también exhibir
haber comenzado su evolución incluso en el Mesozoi- relaciones con el oeste y fueron incluidas por Miller y
co tardío, y puede no haber sido la más diversa. Smith (1986) en un trazo biogeográco montañoso oc- oc -
cidental. Barbour y Miller (1978) propusieron la hipó-
tesis de que Algansea era hermana de cinco especies de
Origen de la ictiofauna de la Mesa Central Gila, entre ellas G. ditaenia, G. purpurea y G. pulchra,
del noroeste de México, y Smith et al. (1975) presenta-
presenta -
La ictiofauna de la Mesa Central (West 1964) compren- ron datos osteológicos que al parecer vinculan a Yuriria
de unas 78 especies en 26 géneros y nueve familias. con carpitas “occidentales”. Sin embargo, Algansea po-
Los peces fósiles de la región incluyen 16 géneros en dría ser hermana de Agosia (Minckley et al. 1986) y hay
siete familias (Cuadro 3.1), algunos representados por datos genéticos que vinculan a este linaje con los car-
especies actuales. Otras se han extinto y algunas de és- pitas sensu Coburn y Cavender (1992) (Tibbets 1998).
tas denotan condiciones muy distintas cuando existían. Yuriria tiene también anidades con el linaje Algansea/
Sus patrones biogeográcos generales fueron descritos Agosia; sin embargo, el pequeño número de taxones
por Miller y Smith (1986). examinado y la baja resolución de estos linajes hace
La ictiofauna de la Mesa Central se formó a partir de que la ubicación de Yuriria en relación con las carpas
grupos presentes en el Terciario temprano, con adicio- y carpitas sea tenue. Está por verse cómo se resolverán
nes posteriores, sobre todo del norte. Todo comentario estas posibles relaciones con el oeste de Norteamérica.
sobre estos eventos debe por fuerza ser especulativo,
debido a la casi total ausencia de un registro fósil. Mi-
ller y Smith (1986) opinaban que los primeros en en- en- Relaciones con el este de Norteamérica
trar a la cuenca ancestral del río Lerma fueron los goo-
deidos,
les más porque el (miocénicos)
antiguos grupo está representado por los fósi-
en la Mesa Central. Sin Las presencias
tes) fósiles (del concordantes de Scartomyzon
Plioceno - Pleistoceno (matalo-
temprano) y vi-
embargo, una Atherina del Eoceno medio de Europa vientes, bagres del grupo Ictalurus punctatus (Lundberg
del Este (Svichenskaya 1973) indica que los aterinópsi-
aterinópsi- 1982) y Micropterus fósiles en la Mesa Central (Smith
dos se estaban diversicando en géneros modernos en et al. 1975) son evidencia clara de antiguos intercam-
una época incluso más antigua, lo cual sugiere,
s ugiere, tal vez, bios hidrográcos entre el centro de México y la cuen-
cuen -
que Menidia debería considerarse al menos contempo- ca del río Grande en el este de Norteamérica. Además,
ráneo de los primeros goodeidos. la singular presencia de dos percas actuales ( Etheos-
toma) en el occidente de México (Smith et al. 1984) y
de componentes orientales de la ictiofauna del río del
Relaciones con el oeste de Norteamérica Tunal (cuenca del río Mezquital), discutida líneas arri-
ba (Dionda spp., Gila sp, Cyprinodon meeki), muestran
La familia Goodeidae data al menos del Mioceno (Ál- también conexiones desde el norte y este. Miller
M iller y Smi
Smi--
varez del Villar y Arriola 1972; Cavender 1986; Webb th (1986) subrayaron también la marcada similitud de
1998), y atravesó una espectacular radiación adaptativa Menidia jordani
jordani (ampliamente distribuida en la Mesa
en la Mesa Central y regiones contiguas. Si bien las Central) y M . mezquital (río
(río del Tunal - laguna Santia-
Santia -
especies recientes están connadas al centro de Méxi-
Méxi- guillo) con M . beryllina de las costas del Atlántico y gol-
co, la familia parece haber tenido una distribución mu- fo de México.
Ictiogeografía histórica 41
dijo. Menidia tiene
generalizado, humboldtiana , un
una clásica aterinópsido
distribución lacustre
relictual, la
Peces de origen marino cual se extiende desde el Valle de México, a través de la
Mesa Central, hasta tres lagos en el occidente de Jalisco
Algunos peces de origen marino han tomado resi- y Nayarit. El ciprínido Aztecula sallaei también aparece
dencia en la Mesa Central. Entre éstos están Gobiesox al oeste, en el río Lerma alto y medio y la cuenca del
uviatilis (Gobiesocidae), Agonostomus monticola (Mu- lago de Cuitzeo, las cabeceras del río Balsas al sur y
gillidae) y Atherinella crystallina (Atherinopsidae). Otro este y las cabeceras del río Pánuco al norte. Dos o más
género de aterinópsidos, Menidia, ha experimentado especies del género de cíprinidos Evarra habitaban an-
especiación y diversicación intensas en la cuenca de taño en lagos y arroyos del Valle de México; es posible
los ríos Lerma-Santiago para convertirse en el taxón íc íc-- que Algansea constituya su pariente más cercano.
tico de mayor dominancia, después de los goodeidos,
en la Mesa Central (Barbour 1976a,b; Barbour y Cher-Cher- Río Lerma. La división de la cuenca del río Lerma en
noff 1985; Miller y Smith 1986). tres subcuencas, alto, medio y bajo Lerma, se basa en
las ideas de Díaz-Pardo et al. (1993). Sin embargo, los
límites de esta cuenca se han modicado ligeramente
para adaptarse a lo que parecen ser las principales ba-
rreras geográcas en el río Lerma.
42 Capítulo Tres
El alto Lerma se extiende desde manantiales que ali- de esta región, pero ya ha sido encontrada en el lago de
mentan a las cabeceras del río Lerma hasta la región Chapala (Cuadro 3.2, nota e).
entre las presas Tepuxtepec y Solís, donde el río cae La región al sur del río Lerma se extiende desde los
aproximadamente 470 m. Tres especies, Algansea bar- extensos lechos lacustres por los que uye su curso,
bata, Menidia riojai y Girardinichthys multiradiatus, es- interrumpido en algunos sitios por calderas de explo-
tán prácticamente restringidas a las actuales cabeceras sión, algunas con sus respectivos lagos (e. g. la región
del Lerma y las inmediaciones (ver Mapas 6.33, 6.196, del Valle de Santiago, Gto.), hasta la escarpa volcánica
6.312). Su presencia
de endemismo en el Valle
en la cuenca. Losde Toluca crea
depósitos un área
lacustres en meridional
medio muestra de laclaros
Mesaefectos
Central.
deEsta parte tectónica
actividad del Lermay
el suelo de los valles indican que este tramo del río, re- volcánica, con el consiguiente rompimiento y subdivi-
lativamente corto, tiene una historia compleja, la cual sión de cuencas. La actividad volcánica continúa hasta
ha de haber ofrecido oportunidades de aislamiento y hoy; el Paricutín hizo erupción en 1943. El signicado
especiación. Sus ámbitos actuales relativamente limi- limi- biológico de estos cambios en el paisaje acuático fue-
tados pueden ser resultado de la falta de hábitat ade- ron los eventos de vicariancia, que ocurrieron cuando
cuado aguas abajo, de interacciones con otras especies, especies de amplia distribución quedaron aisladas en
o de la necesidad de temperaturas bajas. Hubbsina tur- cuencas que se vieron fraccionadas en compartimien-
neri también se ha encontrado en el alto Lerma, en una tos. En algunas de estas cuencas, la formación de lagos
sola localidad aguas arriba de la presa Tepuxtepec. (e. g. Pátzcuaro, Zirahuén y Cuitzeo), la cual no ocurrió
En el Lerma Medio, el río uye a través de lechos al norte del río Lerma, fue particularmente importante
lacustres del Pleistoceno hasta caer de nuevo, entre La para aumentar la diversidad de especies al asegurar la
Piedad y Yurécuaro, al Lago de Chapala. Esta sección sobrevivencia de las formas que pudieran explotar este
recibe tres tributarios importantes desde el norte: los hábitat. El aislamiento prolongado de las poblaciones
ríos de la Laja, de Guanajuato y Turbio.
Turbio. Un arroyo me- de peces resultó en grados variables de diferenciación
nor,, el río Tigre, está inundado parcialmente por el bra-
nor o especiación.
zo septentrional de la presa Solís. Hay pocos auentes Así, la región al sur del río contiene una fauna más
que entren al lado sur del río, todos ellos relativamen- rica y diversa; aquí habitan 27 especies. Las formas de
te pequeños (e. g. el río Angulo, al oeste de Curimeo, distribución amplia incluyen todas las del norte del río,
Mich.). La cuenca del río de Morelia y lago de Cuitzeo, excepto M . aculeata e I. dugesi, además de un ciprínido,
junto con los lagos de Pátzcuaro y Zirahuén, es una Aztecula sallaei, cuatro goodeidos, Alloophorus robustus,
cuenca interior, hoy aislada por la actividad volcánica. Hubbsina turneri, Skifa bilineata y S. lermae, y tres ate-
Estas cuencas interiores antes drenaban en el río Ler- rinópsidos, Menidia estor , M . humboldtiana y M . labar-
ma ancestral desde los ancos norte de los volcanes cae. Además, hay seis especies endémicas de esta área:
que coronan la escarpa meridional de la Mesa Central. un ciprínido, Algansea lacustris, y cinco aterinópsidos,
La distribución de peces en los tributarios actuales Menidia attenuatum , M . bartoni, M . charari, M . grando-
y pasados del Lerma medio (Cuadro 3.2) ilustra los cule y M . patzcuaro.
factores que inuyen sobre la ictiodiversidad en ésta La subcuenca principal del Lerma medio meridio-
y otras
14 partesendeel laríoMesa
especies Central.
Turbio: Del lado norte,
tres ciprínidos, hay
Algansea nal, el río
ciudad de de Morelia,
Morelia, naceyen
Mich., las montañas
uye al sur
en el lago de de la
Cuitzeo.
tincella, Hybopsis calientis y Yuriria alta; un matalote, Si bien hoy es endorreico, la presencia en el lago y sus
Scartomyzon austrinus; un bagre, Ictalurus dugesi; cinco tributarios de muchas especies de distribución amplia
goodeidos, Allophorus robustus, Allotoca dugesii, Goodea (Cuadro 3.2) indica que alguna vez fue parte del sis-
atripinnis, Xenotoca variata y Zoogoneticus quitzeoensis; tema del Lerma. Igualmente, puede inferirse que los
un pecílido, Poeciliopsis infans y tres aterinópsidos, Me- lagos de Pátzcuaro y Zirahuén, cada uno en su propia
nidia jordani, M . arge y M . aculeata. El río de la Laja cuenca interior, fueron también alguna vez parte del
contiene un pequeño subconjunto de esta fauna: H . Lerma. La presencia de Menidia grandocule
grandocule en el lago
calientis, Y. alta, S. austrinus, X . variata, P . infans y M . de Pátzcuaro y, anteriormente, en el lago de Cuitzeo
arge. No hay colectas disponibles del río de Guanajuato (Barbour 1974), sugiere que la conexión se compartía
y sus auentes. con el sistema del río de Morelia. Además, la presencia
Todas las especies en estos dos ríos, que uyen des des-- de especies endémicas en los lagos de Pátzcuaro, Zi-
de colinas bajas, son de distribución amplia. Se presen-
presen - rahuén y en la cuenca de Morelia (Cuadro 3.2) parece
tan en más de una sección de la cuenca del Lerma y, indicar que hubo conexiones más antiguas entre estas
en algunos casos, cuencas contiguas. Además, no hay áreas y el río Lerma.
especies endémicas. Menidia aculeata se creía exclusiva Zacapu es un pequeño lago alimentado por manan-
tiales, unos 40 km al noroeste del lago de Pátzcuaro; es
Ictiogeografía histórica 43
Cuadro 3.2. Distribución de los peces en el Lerma Medio
o l u
o L a d o o l o
i
b a
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c
r e o M g
C u e p r n
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í n u a o c e
í n d a á a r
R R R L e S R s C L R i L P L Z
Petromyzontidae
Lampetra geminis X
Cyprinidae
Algansea lacustris E
A. tincella X X X X X X
Aztecula salaei X
Hybopsis calientis X X X
Yuriria alta X X X X X X
Catostomidae
Scartomyzon austrinusB X X X
Ictaluridae
Ictalurus dugesi X X
Goodeidae
Alloophorus robustus X X X X X X X X
Allotoca diaziC
X X
Allotoca dugesi X X X X X X X
Allotoca zacapuensis
zacapuensis X
Chapalichthys encaustus X
Goodea atripinnis X X X X X X X X
Hubbsina turneriD X X X X
Skifa bilineata X X X
S . lermae X X X X X
Xenotoca variata X X X X X X
Zoogoneticus quitzeoensis X X X X X
Poeciliidae
Poeciliopsis infans X X X X X X
Atherinopsidae
Menidia aculeataE X X
M. arge X X X
M. attenuata E E
M. bartoni E
M. charari E
M. estor F X X
M. grandocule E E
M. humboldtiana X
M. jordani X X X X
M. labarcae X
M. patzcuaro E
Notas: especies que se presentan también en el alto o bajo Lerma o en otras cuencas (e.g. río Balsas); E = especies endémicas
del Lerma medio (pueden presentarse en otras partes del Lerma medio). El lago de Yuriria Yuriria se combina con el río Lerma porque
su ictiofauna se deriva de la del río, si bien es un embalse articial (Tamayo
(Tamayo y West 1964).
a
Especie que se presentan en el río Angulo, según Medina-Nava (1997).
b
Scartomyzon austrinus ha sido recientemente descubierto en un manantial tributar
tributario
io del lago de Cuitzeo (O. Domínguez, com.
pers. a CDB, 2000).
Alloophorus diazi se presenta también en una cabecera adyacente al río Balsas.
c
dHubbsina turneri
se presenta también en el tramo inferior del alto Lerma (Fig. 6.35).
e
Menidia aculeata se presenta también en el extremo
e xtremo oriental del lago de Chapala, cerca de la boca del río Lerma (A. Solórzano-
Preciado, com. pers. a CDB, 1971).
Menidia estor fue
f
fue capturado en el lago de Chapala en 1901 por S. E. Meek y F. Lutz (Barbour 1971).
44 Capítulo Tres
una de las fuentes del río Angulo, el cual uye hacia el así como en el río Grande de Santiago adyacente al lago
norte, al Lerma. A pesar de su tamaño, tiene una rica de Chapala. Hybopsis calientis y Yuriria alta están en el
fauna de goodeidos, con ocho especies (Medina Nava río Duro, cabeceras del río Zula (tributario del Duero)
1997; Cuadro 3.2) y además un ciprínido, Hybopsis ca- y, como se apuntó arriba, el Grande de Santiago. Yuri-
lientis y un aterinópsido, Menidia humboldtiana. Du- ria alta y Y . chapalae son simpátridas aquí, pero esta
rante el Pleistoceno, es probable que el manantial sos- última reemplaza a la primera en el lago de d e Chapala.
tuviera a un lago mayor. Todas
Todas las especies, excepto A.
zacapuensis, son de distribución amplia, especialmente (Alto) río Grande de Santiago. Una cascada en el río
M. humboldtiana (Mapa 6.188), lo cual indica conexio- Grande de Santiago en Juanacatlán protege a la fauna
nes pretéritas con cuencas del alto y bajo Lerma en el lermense de incursiones de peces que avancen aguas
oeste de Jalisco y Nayarit, así como cuencas contiguas. arriba, pero cualquier especie capaz de sobrevivir a la
La Alberca es una de muchas calderas que se pro- caída por las cataratas podría colonizar las aguas río
yectan hacia arriba a través de lechos lacustres al oeste abajo, si encuentra hábitat adecuado disponible. Así,
del Valle de Santiago, Gto. Contiene un pequeño lago, como era de esperarse, la poza bajo la cascada alberga
donde habitan dos goodeidos, el ampliamente dis- un subconjunto anidado de la fauna de Chapala: Al-
tribuido Goodea atripinnis y Alloophorus robustus, así gansea tincella, Allotoca dugesii, Chapalichthys encaustus,
como un aterinópsido endémico, M . bartoni. Estas es- Goodea atripinnis, Skifa multipunctata, Zoogoneticus
pecies también parecen haberse derivado de faunas de quitzeoensis, Poeciliopsis infans y Menidia jordani. La
lagos de mayor tamaño que antiguamente inundaron composición faunística más abajo es casi desconocida,
el cráter; las dos primeras son las ocupantes más re- re- pues el río es prácticamente inaccesible en la barranca
cientes. Menidia bartoni parece ser especie hermana de y hay pocas colectas disponibles. Asimismo, varias pre-
M . attenuatum (Barbour
(Barbour 1974), lo cual sugiere un even- sas alteran los hábitat en el río.
to de vicariancia previo que involucró a las cuencas de Hay poco relieve geográco para contener al lago de
Pátzcuaro o Pátzcuaro-Zirahuén.
Pátzcuaro-Zirahuén. Chapala en su extremo oriental. Hasta 1909 el lago se
El bajo Lerma incluye al río Lerma al oeste de Yuré-
Yuré- extendía como humedal (la “ciénega de Chapala”)
Chapala”) hasta
cuaro, Mich. y sus auentes: de este a oeste, del lado las cercanías de La Barca, Jal. (Goldman 1951), y hacia
norte, los ríos Chico y Santa Rita, y de manera similar, el sur hasta una línea, seguida aproximadamente por la
en el lado sur, los ríos Las Nutrias y Duero, el lago de carretera 15, que conecta las poblaciones de La Palma,
Chapala y sus tributarios, el río Grande de Santiago Sahuayo, Jiquilpan, Emiliano Zapata y Villamar, Villamar, Mich.,
hasta la cascada en Juanacatlán y sus mayor tributario, y también anegando mucho del bajo río Duero. Algu-
el río Zula. Este pequeño río penetra en el lado orien- nos arroyos tan meridionales como Jaripo y San An- An -
tal del río Grande de Santiago, pocos kilométros aguas tonio Guaracha, Mich., que hoy drenan hacia el norte
abajo del lago, en Ocotlán. en tierras de labor, antiguamente llevaban a pantanos
La ictiofauna del bajo Lerma comprende 28 especies, o tal vez, durante períodos de alto nivel del agua, hacia
de las cuales siete (25%) son endémicas (Cuadro 3.3). el lago de Chapala mismo (Guzmán Arroyo y Merino
El rasgo dominante del bajo Lerma es el lago de Cha- Nambo 1995: g. 5). Un estanque grande, alimentado
pala, el cual yace
La ictiofauna del en
lagounpropiamente
graben a unadicho
altitud de 1530
incluye m.
23 es- por un manantial,
en Jaripo, contiene amás allá de la cortina
Chapalichthys de, cuya
encaustus la presa
dis-
pecies, todas ellas presentes en el bajo Lerma excepto tribución está centrada en el bajo Lerma, así como a
geminis, Hybopsis calientis, Yuriria alta, Skifa
Lampetra geminis otras cinco especies del lago de Chapala y sus auen-auen-
multipunctata y Menidia arge. Todos los peces endémi- tes: Yuriria alta, Alloophorus robustus, Goodea atripinnis,
cos son miembros de esta fauna lacustre. La parte del Zoogoneticus quitzeoensis y Poeciliopsis infans.
río Grande de Santiago que queda entre el lago y las
cascadas en Juanacatlán es una extensión faunística Cuencas occidentales. La Mesa Central, al oeste del bajo
del lago de Chapala. Excepto Hybopsis calientis y Yuriria Lerma, contiene principalmente ríos costeros, sin aso-
alta, todos (Cuadro 3.3) están presentes también en el ciación actual con la cuenca del Lerma-Santiago. Entre
lago y no sería una sorpresa si la mayoría de los taxo- estos arroyos y ríos están los lagos aquí denominados
nes lacustres hubieran entrado a este lento segmento “cuencas occidentales”. El uso de este término no im-
del río, de corriente retenida además por presas, así plica ninguna historia geológica en común, sólo que su
como los tramos inferiores del río Lerma. fauna indica que alguna vez estuvieron conectados de
No todos los peces del bajo Lerma se presentan en algún modo con el sistema del Lerma ancestral.
el lago de Chapala. Menidia arge sólo se ha capturado el La mayoría de las cuencas al oeste del bajo Lerma
río Las Nutrias, tributario del Duero, en el cual es raro. consisten en lagos de playa, situados dentro de una
Skifa multipunctata habita también en el río Duero, extensión mucho mayor de sedimentos lacustres, re-
Ictiogeografía histórica 45
Cuadro 3.3. Distribución de los peces en el Bajo Lerma y cuencas contiguas
46 Capítulo Tres
Cuadro 3.3. (continuación)
M. humboldtiana X
M. jordani X X X
M. labarcae E
M. lucius E
M. promelas E
Menidia sp
sp. E
M. sphyraena E
Cichlidae
“Cichlasoma” beani X X
“Cichlasoma” istlanum X X
Notas: X = presente; E = endémico. a Morelos y Guzmán-Arroyo (1995) incluyeron a Scartomyzon austrinus en la lista del lago
de Chapala.
b
Se encuentra
pers. en un solo arroyo pequeño en la cuenca del Coahuayana; esencialmen
a SMN 2002). esencialmente
te endémico del Armería (J. Lyons, com.
manentes de un lago mucho mayor o una serie de la- Todas las especies de las cuencas occidentales
gos interconectados (Tamayo y West 1964, West 1964, (Cuadro 3.4) se presentan también en otras partes del
Barbour 1973b, Smith 1980a, Miller y Smith 1986). Al Lerma bajo o medio. Algunas (e. g. Algansea tincella,
oeste y sur del lago de Chapala, las lagunas Atotonilco, Goodea atripinnis y Menidia jordani
jordani) son de amplia dis-
San Marcos, Zacoalco y Sayula ocupan diferentes par-par- tribución. Estas poblaciones son relictos de una fau-
tes de una sola cuenca, a unos 1350 m sobre el nivel del na diversa que data del Pleistoceno temprano, la cual
mar. Más al sur, la laguna Zapotlán yace sobre lo que posiblemente podría haber incluido también, además
parece ser el extremo meridional de la cuenca, hoy ais- de aquellas especies hoy presentes en el bajo Lerma
lada por estructuras volcánicas y elevada a 1500 m, jus- (Cuadro 3.3), las que se han encontrado en la forma-
to al norte de los arroyos que originan al río Tuxpan. ción Chapala (C) del Plio-Pleistoceno, en depósitos del
Las demás cuencas están al oeste o noroeste del Pleistoceno medio de la cantera de Jocotepec (J) y los
lago de Chapala,
butarios en el yparteaguas
del río Ameca que de
los del Grande separa los tri-
Santiago, o lechos del Pleistoceno
y la cuenca tardío del lago(AZ)
de Atotonilco-Zacoalco de Chapala (LC)
(Smith et al.
bien están incluidas en una u otra de estas cuencas. La 1975, Smith 1980a, 1987). Incluir tantas cuencas fósi-fósi-
laguna de Magdalena (1360 m), entre las poblaciones les se justica por la falta de barreras geográcas pre-
pre -
de Magdalena y Etzatlán, era antes un gran lago “de téritas, misma que se inere por las distribuciones de
varias millas de ancho y unas 20 millas de largo, en la fauna actual, el hecho de que el río Lerma ancestral
una cuenca sin euentes” (Goldman 1951: 171), pero uía a través de la cuenca de Chapala hacia el oeste
hoy se ha drenado articialmente casi por completo en por lo menos en tiempos del Pleistoceno, y que incluso
el río Ameca, vía la presa La Colorada (Tamayo 1962). cuando un levantamiento local creó cascadas en el Ler-
Queda todavía un cuerpo de agua pequeño cerca de la ma ancestral en El Molino, los peces probablemente to-
población de Magdalena (J. Lyons, obs. pers., feb. 2000). davía eran capaces de colonizar hábitat río abajo, como
Más al oeste, cerca de Santa María del Oro, el especta
especta-- lo hicieron aguas abajo de la catarata en Juanacatlán. La
cular lago caldera de Santa María se ubica en el mar-
mar - ictiofauna fósil contribuiría al menos dos salmónidos,
gen septentrional de la Mesa Central, a 740 m, donde Rhabdofario (AZ) y Salmo(?) (LC), cuatro ciprínidos (J),
hoy drena de manera intermitente en el río Grande de Algansea sp., A. popoche y Yuriria spp., un ictalúrido,
Santiago. San Pedro (1260 m) y Juanacatlán (1200 m) Ictalurus spodius (J, AZ), cinco goodeidos (J), Alloopho-
son lagos de montaña, aparentemente aislados en sus rus robustus, Ameca splendens, Chapalichthys encaustus y
propias cuencas por la actividad tectónica y volcánica. Goodea atripinnis, y nalmente Xenotoca sp., tres Meni-
Ictiogeografía histórica 47
Cuadro 3.4. Distribución de peces en algunas cuencas occi
occidentales
dentales de la Mesa Central
dia (J) (Menidia sp., M . lucius y M . promelas) y un cen- ferenciación en estas especies sugiere que la conexión
trárquido, Micropterus relictus (C, J, LC). entre el bajo Lerma y su viejo euente es reciente.
Esta fauna ha ido declinando desde el Pleistoceno Existen por lo menos cinco especies de goodeidos
tardío, cuando el lago de Chapala alcanzó su salida presentes en las cabeceras del río Ameca que tienen
actual en el extremo oriental del lago y privó así a las taxones hermanos cuya distribución incluye aproxi-
cuencas occidentales de las aguas del río Lerma ances- madamente las cuencas occidentales, el bajo Lerma y
tral. Tamayo y West (1964) observaron que “...en 1900 más allá: Zoogoneticus tequila (Z . quitzeoensis); Skifa
[el lago Magdalena] todavía aportaba grandes cantida- francesae ( S. multipunctata); Ameca splendens (Xenotoca
des de pescado blanco a la zona de Guadalajara”. Al- variata); Allotoca maculata (todos los demás Xenotoca);
gunas especies de pescado blanco y charales existían Allotoca goslinei (A. dugesi) (Webb 1998; Webb y Miller
todavía en el Posteriormente,
como 1957. lago remanente en tiempos
sólo tan recientes
M . jordani ha sido 1998).
Hybopsis amecae es parte de un complejo de tres
capturado en la cuenca (Smith y Miller
M iller 1980). especies, cuyas relaciones logenéticas internas no se
Con base en la distribución íctica, la cuenca del han resuelto (Chernoff y Miller 1986). La presencia de
Ameca parece ser el curso más probable del río Lerma H . calientis en ciertos auentes cercanos del río Gran-
Gran -
ancestral (pero ver abajo). Cuando el actual río Ameca de de Santiago así como en el bajo Lerma sugiere una
se formó, las especies de la cabecera del nuevo río que- relación de especies hermanas con esta especie y no
daron aisladas y se unieron a las especies en las cuen- con H . aulidion de las cabeceras del río Mezquital en
cas occidentales endorreicas como relictos de la cuenca Durango. Por último, Ameca splendens es la especie
antigua. Otras respondieron al aislamiento geográco hermana basal del linaje Chapalichthys encaustus + C .
diferenciándose en especies nuevas. pardalis (Webb y Miller 1998: g. 5). Hoy, Ameca se res-
Las especies presentes en el alto río Ameca se en- tringe a la cuenca del Ameca, mientas que C . encaustus
listan en el Cuadro 3.3. Nueve se distribuyen también se encuentra sólo en el bajo Lerma (ver la reseña de
en el bajo Lerma: dos carpas, Algansea tincella y Yuriria Chapalichthys encaustus, Observaciones) y C . pardalis
alta, un matalote, Scartomyzon austrinus, un bagre, Ic- en las cabeceras del río Balsas en el valle de Tocum-
talurus dugesi, tres goodeidos, Allotoca dugesii, Goodea bo. En este caso, sin embargo, lo que pareciera ser un
atripinnis y Zoogoneticus quitzeoensis, un pecílido, Poeci- evento de vicariancia no lo es, puesto que A. splendens
liopsis infans, y un charal, Menidia jordani
jordani. La falta de di- se encuentra también como un fósil pleistocénico en
48 Capítulo Tres
Jocotepec (Smith 1980a). El origen de esta especie debe extendía hacia el norte hasta cuencas endorreicas hoy
buscarse en un episodio de aislamiento geográco que secas. El río Verde probablemente consiguió algunas
no sea la creación del río Ameca. de sus 13 especies de esta manera, puesto que sus ca-
Cuatro especies del río Ameca se extienden hasta beceras avanzaron por erosión hasta el interior de la
uno o más de los ríos Grande de Santiago, Armería, Mesa Central. Sin embargo, esta hipótesis se debilita si
Coahuayana o Balsas, o por lo menos tienen posibles se toma en cuenta que los ríos más al oeste, cuyas ca-
especies hermanas congenéricas presentes en dichas beceras están más alejadas de estas cuencas, se derivan
cuencas. polylepisLas
Allodontichthys polylepis
su género en la Mesa Central. es la únicaA.especie
otras, de
zonistius,
cada vezPor
dental. másestaderazón,
la parte
es sur de la Sierra
interesante, comoMadre Occi -
Occi-
lo observó
A. tamazulae y A. hubbsi, se hallan sólo en las cuencas M. L. Smith (1980a), que el río Grande de Santiago y su
del Armería y Coahuayana (Mapas 6.292, 6.294, 6.295) barranca sean un límite notable para ciertos peces cu-
(Grudzien y Turner 1983, Rauchenberger 1988, ver yos ámbitos se extienden de sus auentes septentrio-
septentrio-
también Lyons y Mercado Silva 2000). Así, la especie nales hasta las cuencas occidentales de la Mesa Central
o grupo hermano de A. polylepis se encuentra en estas (e. g. Yuriria alta, Scartomyzon austrinus y Goodea atri-
cuencas. Ilyodon furcidens
furcidens también se distribuye en los pinnis), así como para algunas posibles especies her-
ríos Armería y Coahuayana y es la especie hermana de manas (Algansea monticola – A. avia e Ictalurus sp. – I .
I . whitei del río Balsas (Mapa 6.317). El ámbito de “ Xe- dugesi). A partir de estas distribuciones, puede inferirse
notoca” melanosoma llega a tributarios del río Grande que los tributarios septentrionales pueden haber ui- ui-
de Santiago así como a las cuencas de los ríos Armería do hacia el río Lerma ancestral antes del levantamiento
y Coahuayana y es la especie hermana de “Xenotoca” (en el Plioceno, Pleistoceno temprano o antes) y fueron
eiseni (Webb y Miller 1988: g. 5). Esta última tiene una capturados por el río Grande de Santiago a medida que q ue
distribución similar,
similar, pero se extiende más al oeste, has- el cauce de éste se erosionaba hacia su cabecera, o bien
ta Nayarit. que hubo algún otro tipo de conexión acuática entre
Las relaciones de estas especies apoyan la arma- arma - estos dos sistemas en esa época. Los peces fósiles de
ción de Palmer (1926), en el sentido de que el río Ler- sedimentos anteriores al levantamiento, al norte del
ma ancestral pasaba hacia el sur hasta la cuenca del actual río Grande de Santiago, podrían poner a prueba
Coahuayana; es probable que el río uyera sobre am- am - esta hipótesis.
bos cauces hasta el océano Pacíco, aunque se desco- desco -
noce en qué época. La relativa pobreza de la fauna de Tributarios meridionales del río Grande de Santiago. El
goodeidos puede deberse a la falta de hábitat en los la- mayor de los auentes meridionales del río Santiago,
gos playa. Algunas especies de Allodontichthys e Ilyodon el río Mololoa, tiene una ictiofauna de seis especies en
son peces esbeltos, adaptados a las rápidas corrientes la Mesa Central, la cual combina elementos de la plani-
de los arroyos que drenan la escarpa meridional del Eje cie costera occidental y del Altiplano. Goodea atripinnis
Neovolcánico (ver también abajo). es de amplia distribución en la Mesa Central; Xenotoca
eiseni y Algansea avia se restringen a las cuencas oc-
Tributarios septentrionales del río Grande de Santiago. Los cidentales. Por otro lado, “Cichlasoma” beani, Poecilia
peces conocidos
Grande de los
de Santiago se auentes septentrionales
enlistan en el Cuadro 3.3.del El río
río en ríos yde
butleri la costa oeste
Poeciliopsis tienen
viriosade amplia
México, distribución
normalmente en
Verde tiene la fauna más rica, con 13 especies, muchas los tramos inferiores, pero a veces extendidas tierra
de las cuales probablemente llegaron al río por captura adentro, sobre todo en la meseta.
de arroyos a medida que sus cabeceras avanzaban por
erosión hacia la Mesa Central (e. g. Algansea tincella, Captura de la Mesa Central por cuencas costeras . Algunas
Hybopsis calientis, Allotoca dugesii, Xenotoca variata, cuencas costeras, cuyos tributarios han ido erosionan-
Menidia arge, M . jordani, Poeciliopsis infans e Ictalurus do sus cabeceras, han capturado partes de la Mesa Cen-
dugesi) o se mudaron al río a través del río Grande de tral y han atrapado segmentos de arroyos de tierras al-
Santiago, luego de que éste se conectó al sistema del tas. Por otro lado, durante el levantamiento de la Mesa
río Lerma. Las faunas de los otros tributarios parecen Central, el agua de manantiales y arroyos podría haber-
decrecer hacia el oeste, si bien este patrón probable- se vertido desde la meseta hasta las cuencas costeras.
mente se explique por falta de conocimiento. Hay po- Para nes prácticos, no es posible distinguir entre los
cas colectas del sistema Huaynamota, el cual es el más resultados de estos procesos; ambos suman especies
apartado, pero también el mayor.
mayor. del Altiplano a las faunas de las cuencas costeras y, por
Puede argumentarse que estos ríos obtuvieron sus ende, se discuten juntos en esta sección. Estos ríos,
faunas desde el norte por captura de arroyos en alguna como lo observó Smith (1980a), son poco comunes por
época del Pleistoceno, cuando la fauna del Lerma se tener cabeceras de gradiente bajo, tramos de pendiente
Ictiogeografía histórica 49
pronunciada en la escarpa de la meseta, y luego seg- endorreico, a 25 km por carretera al sureste de Jaripo,
mentos de gradiente bajo en las tierras bajas costeras. Mich., al otro lado de un parteaguas de 220 m, uye
A continuación se discuten algunos ejemplos. hoy por canales de irrigación hasta el río Balsas, pero
El río Chila ha irrumpido en la Mesa Central en la contiene una fauna que indica una conexión pretérita
región de Compostela, Nay., al sur de Tepic, y ahora con el bajo Lerma. Tres de las especies son endémicas
incluye a Algansea aphanea y “Xenotoca” eiseni como de esta cuenca (Allotoca regalis, Chapalichthys pardalis
pardalis
parte de la fauna de su porción alta. Poecilia butleri y y Menidia melannocus) y sugieren relaciones de espe-
50 Capítulo Tres
Las especies son casi todas de origen neotropical o toideos y cíclidos comprenden más de un centenar de
marino; los ciprinodontoideos y cíclidos representan especies (Miller 1982), muchas de ellas endémicas,
más de la mitad de la fauna. Atractosteus tropicus es la como Rivulus tenuis. Thorichthys es casi endémico, con
única especie de estirpe septentrional (Miller 1976). todas sus especies (unas 10), salvo una, restringidas a
Oxyzygonectes dowi es una especie peculiar, tolerante la provincia. Amphilophus robertsoni, Archocentrus octo-
de la salinidad, que ingresa apenas a la provincia des- fasciatus, “Cichlasoma” salvini y “C.” urophthalmus tie-
de el sur. Hay sólo ocho especies de pecílidos en cinco nen amplia distribución en la provincia (Miller 1982).
géneros, tres de ellos endémicos (e. g. Brachyrhaphis Aunque la familia con mayor número de especies es
hartwegi). Poecilia butleri es de distribución muy cos- Cichlidae, en cuanto a taxones supraespecícos no es
tera, más que Poeciliopsis fasciata o P. turrubarensis, las tan diversa como Poeciliidae. En la provincia habitan
cuales llegan a esta provincia desde el norte (Lozano- 23 especies de pecílidos en nueve géneros, con repre-
Vilano y Contreras-Balderas 1987). Muy notable es la sentación de todas las tribus de Poeciliinae (Miller
ausencia de Gambusia, tan bien representada en la ver- 1976). Gambusia sexradiata, G. yucatana, Heterandria
tiente atlanto-caribeña. Entre los cíclidos endémicos se bimaculata, Xiphophorus hellerii y X. maculatus son ca-
cuentan Amphilophus macracanthus, “Cichlasoma” trima- racterísticos y se les encuentra en toda la provincia,
culatum , Thorichthys aureus y Vieja guttulata. Rhamdia igual que al aterinópsido Atherinella alvarezi. Diecio-
parryi es una especie primaria endémica (Miller 1982). cho especies de origen marino se han convertido en
No hay derivados dulceacuícolas de linajes marinos. residentes dulceacuícolas permanentes, por ejemplo
De acuerdo con Bussing (1976), alrededor de un ter- Dorosoma anale, Potamarius nelsoni, Hyporhamphus
cio de las especies son originalmente formas del Atlán- mexicanus, varias Atherinella, Diapterus mexicanus y
tico, que llegaron a la vertiente del Pacíco por rutas de Ogilbia pearsei. Dentro de esta provincia pueden re-
dispersión en la parte sur de la provincia. Astyanax ae- conocerse cuatro divisiones, de las cuales tres se pre-
neus, Ophisternon aenigmaticum , Poecilia sphenops, Poeci- sentan en México (Miller 1966): Grijalva-Usumacinta,
liopsis pleurospilus y Rhamdia guatemalensis están entre Papaloapan-Coatzacoalcos y la división de Yucatán (la
las pocas especies compartidas entre esta provincia y la cuarta, que no incluye aguas mexicanas, es la división
del Usumacinta (Miller 1982), si bien se ha cuestionado Polochic-Izabal).
la validez de algunas formas de la costa del Pacíco.
División Grijalva-Usumacinta
Provincia del Usumacinta
La división Grijalva-Usumacinta, extendida sobre
La provincia del Usumacinta es la de mayor riqueza y la frontera entre México y Guatemala, es la mayor y
diversidad de especies. Abarca las cuencas tropicales más diversa. Abarca la cuenca del río Usumacinta y su
del sur de México en la vertiente atlántica (ríos Papaloa- tributario mayor, el Grijalva, los ríos más grandes de
pan, Coatzacoalcos y Grijalva-Usumacinta), incluida la Mesoamérica. Los numerosos auentes de ambos es- es-
Península de Yucatán (Mapa 3.3). Su límite meridio-
meridio- tán bastante separados en sus partes altas, pero a me-
nal
gua está entre 1976).
(Bussing los ríosComo
Cocoprovincia
y Prinzapolka entambién
biótica, Nicara- dida que penetran
las montañas en las tierras
de Chiapas bajas de los
y Guatemala, Tabasco
Tabasco desde
dos cursos
ha sido propuesta por malacólogos (Bănărescu 1995). principales se unen en un sistema enorme y comple-
En esta región, sumamente lluviosa, habitan principal- jo de canales, lagos herradura y productivos pantanos
mente taxones de estirpe centro o sudamericana. De (Miller 1976a).
las ictiofaunas mexicanas mayores, ésta es la menos Se pueden distinguir seis regiones siográcas en
conocida por la ciencia, como lo ilustra el hecho de que esta división; algunas incluyen auentes de ambos ríos
una familia de bagres no descrita fue descubierta re- (Grijalva y Usumacinta), y la mayoría tienen sus pro-
cientemente en la cuenca del Usumacinta, con carac- pios peces endémicos.
terísticas muy interesantes, plesiomórcas dentro de La región I es la Sierra Atravesada, entre Oaxaca y
los Siluriformes (Rodiles-Hernández et al. 1999) (ver Chiapas, en la vertiente atlántica del istmo de Tehuan-
también la reseña de Ictaluridae). tepec. Comprende al río Cintalapa y a la gran presa de
Hay más de 200 especies descritas en la provincia, Malpaso en el Grijalva. Su ictiofauna no es muy distin
distin--
108 de ellas (29 géneros, nueve familias) dulceacuícolas tiva; está dominada por especies frecuentes, tales como
primarias y secundarias. En sus ríos y lagos predomi- Astyanax aeneus, Poecilia sphenops, Poeciliopsis gracilis y
nan los pecílidos, ciprinodóntidos, cíclidos y diversas Rhamdia guatemalensis.
especies de anidad marina, extendidos hacia el norte La región II es la Sierra Madre del Sur o Sierra Madre
en cuencas costeras menores; tan sólo los ciprinodon-
ciprinodon - de Chiapas, con seis tributarios del Grijalva. Esta región
Ictiogeografía histórica 51
52 Capítulo Tres
en el Papaloapan y X. clemenciae en el Coatzacoalcos. familia secundaria Synbranchidae. El único represen-
represen-
Heterophallus rachovii, Theraps bulleri, Thorichthys callo- tante neártico es Ictalurus furcatus , en el río Hondo
3
Ictiogeografía histórica 53
sia yucatana australis-G. y. yucatana (Greeneld 1985) Finalmente, la existencia de un grupo de seis7 espe-
y probablemente también una especie no descrita de cies en el género Cyprinodon en la cuenca endorreica
Archocentrus,6 endémica de cenotes del noreste de Yu-
Yu- de la laguna Chichancanab es sumamente notable, de
catán, y A. octofasciatus (Schmitter-Soto 1998a). La na-
na- hecho única para los ciprinodontoideos (Humphries
turaleza de esta barrera puede relacionarse con el he- y Miller 1981; Humphries 1984; Strecker et al. 1996;
cho de que la zona es una región de altitudes mínimas Strecker 2002). La especie hermana del grupo es la for-
for-
mayores que las de las áreas cercanas, lo cual signica ma costera C. artifrons, de modo que debe haber sido
que durante alguna transgresión, toda el agua dulce de una transgresión marina lo que aisló al ancestro del
Yucatán al sur de dicha línea habría sido borrada por el grupo en aguas interiores.
mar,, al menos en la vertiente del Caribe.
mar
4
Historia de la Ictiología Mexicana
Steven Mark Norris y José de Agua Dulce
Luis Castro-Aguirre
55
55
56 Capítulo Cuatro
estos naturalistas tuvieron una magníca posición
para contribuir de manera directa y signicativa a la
ictiología del Nuevo Mundo. Infortunadamente, las cir-
cunstancias políticas, económicas y sociales que preva-
lecían por aquel entonces no les fueron propicias y ja-
más apareció un relato exhaustivo de sus viajes. Si bien
los descubrimientos botánicos de la REC sí tuvieron
cierta difusión en Europa, el trabajo zoológico perma-
neció en su mayor parte sin darse a conocer (McCoy y
Flores Villela 1985). Hasta hoy, voluminosos informes
y correspondencia de la REC permanecen en su mayor
parte inéditos en archivos de México y España (detalles
en Moziño 1970, McVaugh 1977 y Engstrand 1981).
De los materiales sobrevivientes de la REC, durante
mucho tiempo estuvo perdido lo que se sabía era una
enorme colección de obras de arte, con ilustraciones
cientícas de las plantas y los animales que se encon-encon -
traron. Éstas desaparecieron
desaparecieron después de la muerte de
Moziño en 1820 y se emprendió su búsqueda en las
décadas siguientes. Recientemente se encontró en Es-
paña una gran sección (unas 2000 hojas) de las obras
de arte de la REC y en la actualidad se encuentran en
el Instituto Hunt de Ilustración Botánica de la Uni-
versidad Carnegie Mellon, Pittsburgh, PA (Flemming Figura 4.1. Ilustraciones de la Real Expedición Cientíca a la
1983). Entre esas 2000 hojas hay 74 acuarelas muy Nueva España (1785-1803): (arriba) Ictalurus sp. (Ictaluridae),
precisas y de alta calidad donde se ilustran 94 especies rotulado por los cientícos de la REC como “ Silurus catus,”
de peces (Láminas 2 y 3). En su mayoría son marinos, una nombre lineano (Linneaus 1758) que hallaron probable-
aunque algunos son dulceacuícolas o estuarinos (Figs. mente en alguna de las ediciones de su Systema Naturae; el
nombre vernáculo es “bagre”; (en medio) cangrejo no iden- iden -
4.1-4.7, Láminas 2, 3). Debido a los taxones involucra- ticado; (abajo) Scartomyzon sp. (Catostomidae)
(Catostomidae) (espécimen
dos y al itinerario de la expedición (McVaugh 1977), parcialmente seco), tal vez S. austrinus, ya que los cientícos
estos ejemplares sólo pudieron haber sido recolectados del expedición no viajaron dentro del ámbito conocido de su
en México y por lo tanto son las representaciones más congénere S. congestus; colección Torner de la Biblioteca Hunt
antiguas que se conozcan de la ictiofauna dulceacuí- No. 1199; artista desconocido.
cola de México. Las especies de agua dulce incluyen
a Scartomyzon austrinus (Figs. 4.1, 4.2), Ictalurus spp.
(Figs. 4.1, 4.3), Atractosteus tropicus (Figs. 4.4, 4.5) y dos
goodeidos, quizá
dea (Figs. 4.6, 4.7).deLalosilustración
géneros Girardinichthys y Goo-
de Girardinichthys es
bastante interesante: muestra a dos hembras, una in-
tacta y la otra parcialmente disectada para exponer los
embriones en desarrollo y las trofotenias. En el análisis Figura 4.2. Ilustración de Scartomyzon sp. (parcialmente
nal, a pesar de una enorme esfuerzo, la REC aportó seco), quizá S. austrinus, de la Real Expedición Cientíca a la
(o al menos publicó) pocas contribuciones directas a Nueva España (1785-1803); colección Torner de la Biblioteca
la ictiología. Sin embargo, la ciencia practicada por es- es- Hunt No. 1221; artista desconocido.
tos naturalistas se encontraba a la vanguardia para su
época. A pesar de estar tan lejos como estaban de los
centros de enseñanza e investigación, Sessé, Moziño y cia). De esta manera, los naturalistas europeos o de la
Martínez lograron estar entre los primeros estudiosos escuela europea fueron los iniciadores de los prime-
del tema que obtuvieron datos biológicos de un modo ros estudios «modernos» de peces. La clasicación es
que podría considerarse coo «moderno». fundamental para cualquier estudio faunístico. Así, el
Los fundamentos actuales de las ciencias biológicas advenimiento del sistema de clasicación moderna es
se originaron en Europa, por ejemplo la nomenclatu- el punto de partida para cualquier panorama detallado
ra binominal (Suecia), la anatomía comparada y los de la ictiología mexicana. Este inicio es 1758, con la
conceptos de la evolución orgánica (Inglaterra y Fran- Fran - publicación de la décima edición del Systema Naturae
58 Capítulo Cuatro
del botánico sueco Carl von Linné (Carolus Linnaeus) los ejemplares de Deppe atrajeron la atención de un ic-
(1707-1778). En diversas ediciones de su monumental tiólogo visitante, Achille Valenciennes (1794-1865), del
obra, Linnaeus trató de clasicar todos los elementos Museo Nacional de Historia Natural en París, quien
de la biota del planeta bajo un sistema universal. La los utilizó para lo que sería la primera descripción de
décima edición fue la primera en mostrar elementos un pez de agua dulce con base en material mexicano:
clave considerados «modernos» (por ejemplo, la aplica- Atherina humboldtiana (Valenciennes) (hoy Menidia
ción consistente de la nomenclatura binominal), y así humboldtiana) del «Valle du Mexique”.
es convencionalmente el punto de inicio de la nomen- Valenciennes describió el pez en el Volumen 10 de
clatura zoológica y (pocos años antes) para la botánica. la Histoire Naturelle des Poissons (HNP ) (Valenciennes
(Valenciennes
El sistema lineano era tan poderoso y exible como in Cuvier y Valenciennes 1835). HNP es una ambicio-
revolucionario, y en unas cuantas décadas la mayoría sa obra de 22 volúmenes que aparecieron entre 1828
de los naturalistas se esforzaron por categorizar sus y 1849, escritos por el brillante zoólogo y anatomista
hallazgos dentro de sus postulados. Los naturalistas de Georges Cuvier (1769-1832), con Valenciennes como
la REC, de hecho, viajaban con ediciones en español y asistente y coautor (Monod 1963; Bauchot et al. 1990;
latín de las obras de Linneaus (McVaugh 1990) y com- Smith 1993). Aunque pocos especímenes, dibujos o re- re -
paraban con esmero las plantas y animales mesoame- señas mexicanos llegaron a Europa en este periodo, 14
ricanos que encontraban con las descripciones previas. especies que habitan el medio dulceacuícola de México
Muchas de sus ilustraciones llevan no sólo nombres se describieron por vez primera en HNP . Entre el las
comunes o vernáculos, sino también nombres cientí- pocas especies que se basan en especímenes mexica-
cos, algunos de nueva formación y muchos extraídos nos están Menidia humboldtiana, Algansea tincella (Va-
de la obra de Linneaus. lenciennes) y Poecilia sphenops Valenciennes, las dos
Linneaus (1758) describió cinco especies de las últimas de Veracruz y tal vez capturadas por Deppe.
aguas interiores y costeras de México. Otros cinco taxo- Aunque no aportó mucho a la ictiofauna mexicana
nes aparecen en ediciones posteriores o revisadas (Lin- conocida, fue en HNP que la Real Expedición Cien-
neaus 1766; Gmelin 1789). La mayoría eran marinas, tíca realizó su único impacto ictiológico publicado
con una presencia limitada en agua dulce, y ninguna conocido, aunque inadvertido hasta hace poco. Antes
se basaba en especímenes o informes originados en de que desaparecieran las obras de arte de la REC (ha-
México. Lo mismo puede decirse de las otras especies cia 1820), los dibujos de peces habían sido evaluados
mexicanas descritas por los primeros adeptos de la cla- por Cuvier y Valenciennes. Hay alusiones dispersas
sicación de Linnaeaus: Bloch (1785 et seq.), Lacepède en HNP a
a los excelentes dibujos de peces mexicanos
(1800 et seq.) y Walbaum (1792), quienes compilaron que aportaron Sessé, «Mocigno” y el rey de España (por
estudios enciclopédicos sobre los peces, con base en ejemplo Cuvier 1995: 249) (Lámina 2). Por lo menos 20
ejemplares y observaciones que llegaban hasta Europa dibujos se utilizaron directamente para preparar HNP
desde regiones remotas. Los primeros autores en des- y se conservan esbozos a lápiz de ellos entre los ma-
cribir un número signicativo de especies dulceacuíco-
dulceacuíco - teriales fuente inéditos de Cuvier en los archivos del
las mexicanas fueron Charles A. Lesueur (1778-1846) Museo Nacional de Historia Natural en París (identi-
yestaban
Samuely trabajaban
Constantine Ranesque
bastante lejos (1783-1840).
de México, enAmbos
la ver- cados por primera
Norris, inédito; vez porBerry
ver también M. L.1963).
Bauchot [MNHN],
tiente oriental de Norteamérica. En algún momento se Hasta mediados del siglo XIX, la inclusión de pe-
encontraron y describieron numerosos grupos ícticos ces mexicanos en publicaciones tales como HNP fue fue
con ámbitos geográcos que se extendían hasta México consecuencia directa de situaciones poco comunes, ex-
(Lesueur 1817a,b; Ranesque 1818 et seq .). trañas o no usuales, en las cuales hubo transporte de
especímenes, dibujos o reseñas elaborados por mexi-
canos hasta manos europeas. Sin embargo, en los Es- Es -
Contribuciones extranjeras tados Unidos, al igual que el transporte mejoraba, las
ciencias alcanzaban su mejor nivel y se encontraban
Ferdinand Deppe, alemán de nacimiento (1794-1860), en rápida expansión. Asimismo, los peces del suroeste
parece haber sido quien realizó las primeras coleccio- americano comenzaron a ser objeto de estudios deli-
nes de peces dulceacuícolas mexicanos en llegar a ic- berados. Varias expediciones estadounidenses milita-
tiólogos contemporáneos en 1824-1825. Exploró el Va- res y de otra índole avanzaron hacia el suroeste y oeste
lle de México; vendió especímenes al Museo Zoológico a mediados del siglo XIX, en busca de rutas de viaje,
de Berlín (Paepke y Meyer 1995; Bauchot et al. 1990), para enfrentar supuestos adversarios mexicanos o in-
donde fueron examinados por el austriaco Johann J. dígenas, y sobre todo para delimitar la nueva frontera
Heckel (1790-1857) (Heckel 1840, 1848). Algunos de México-Estados Unidos (que fue muy pronto marcada
en su mayor parte por el río Bravo). A instancias de muestras ocasionales de peces de Mesoamérica recibi-
Spencer Fullerton Baird (1823-1888), a la sazón secreta-
secreta - dos por sus respectivas instituciones (e. g. Steindach-
Steindach -
rio del Instituto Smithsoniano (Washington, D.C.), en ner 1863a, 1895; Boulenger 1900; Pellegrin 1901). Pe-
Pe -
muchas de estas expediciones participaron naturalis- llegrin (1904) llevó a cabo también estudios pioneros
tas y recolectores, tanto cientícos como acionados u de anatomía y sistemática sobre la familia Cichlidae e
oportunistas. Los hallazgos y especímenes se enviaron incluyó formas mesoamericanas.
al Instituto Smithsoniano para su estudio en detalle, C. Tate Regan (1879-1943), quien sucedió a Boulen-
y los resultados se publicaron en informes a menudo ger en el Museo Británico, publicó sobre temas más am-
voluminosos (por ejemplo Emory 1848, 1857; Bartlett plios de sistemática de peces (e. g. Regan 1904b), pero
1854; anónimo 1855-1860) y otros sitios. también realizó descripciones de diversos cíclidos y pe-
Los peces de estas exploraciones fueron estudiados cílidos mexicanos (Regan 1914b). Nunca logró resolver
al principio por Charles F. Girard (1822-1895), un ictió
ictió-- una taxonomía para los complicados cíclidos mesoame-
logo que en ese entonces estaba en el Smithsoniano. ricanos, pero propuso una nomenclatura exible y ló- ló-
Girard nació en Francia y estudió ciencias naturales gica que sólo hasta la actualidad está por ser sustituida
con el notable naturalista Louis R. Agassiz (1807-1873), (Regan 1905; ver Stiassny 1991 y este trabajo).
quien, a su vez, había sido alumno de Cuvier. Girard Hacia el nal del siglo XIX, entre los estadouniden-
estadouniden-
llegó a los Estados Unidos con Agassiz en 1846 para ses que contribuyeron a la ictiología mexicana estuvo
participar en investigaciones biológicas en el Nuevo el solitario Samuel Garman (1843-1928), en el Museo
Mundo, mediante los recursos y colecciones del Smith-
Smith - de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard
soniano que llegaban desde el oeste americano. Girard, (Cambridge, MA), autor de trabajos (Garman 1881,
a menudo en colaboración con Baird, describió casi 50 1895) que incluyeron adiciones signicativas al cono-
cono -
peces de las aguas del norte de México (Baird y Girard cimiento de los peces mexicanos del norte (sobre todo
1853b,c; Baird 1855; Girard 1854a et seq.). Su labor fue cíclidos y ciprinodontiformes). Edward Drinker Cope
uno de los más grandes momentos de actividad taxo- (1840-1897), conocido mejor por sus trabajos sobre
nómica en la ictiología mexicana, sólo rivalizada por la fósiles de reptiles, contribuyó también con estudios de
de S. E. Meek, 50 años más tarde. peces en el oeste de Norteamérica (e. g. Cope y Yarrow
Albert Günther (1830-1914) fue el siguiente investi- 1875), incluidos algunos de aguas mexicanas. En 1871,
gador en aportar adiciones sustanciales al conocimiento Baird fue designado primer comisionado de la U.S.
de la ictiofauna mexicana. Alemán de nacimiento, Gün- Fish Commission. Bajo su liderazgo, esta agencia pa- pa-
ther estudió primero para el sacerdocio, después medi- trocinó importantes investigaciones ictiológicos en los
cina, y nalmente emprendió una productiva carrera en Estados Unidos, sus territorios y otras partes, así como
el Museo Británico de Historia Natural (hoy el Museo de las aguas tanto dulces como marinas de México. Mucho
Historia Natural, Londres). Casi al inicio de su desem- de este trabajo, publicado anualmente en el Bulletin of
peño se le encargó producir un catálogo de los peces de the U.S. Fish Commission, fue llevado a cabo por nota-
la colección (Günther 1859, 1861 et seq.).
seq. ). Acabó por pro- bles cientícos de la época. Entre estos estuvieron los
ducir lo que esencialmente fue una revisión taxonómica prolícos investigadores del Smithsoniano Theodore N.
de la ictiofauna
mundo del mundo,
que estaban o al menos
en el Museo de losÉsta
Británico. peces del
inclu- Gill
honor(1857-1914); George
se nombraron B. Goode
Goodea (1851-1896),
y Goodeidae; en cuyo
y Tarleton H.
yó unas 30 especies de México que el describió. Mien- Bean (1846-1916) (Goode y Bean 1880a,b; Goode 1884),
tras que Girard y Baird trataron con los peces del norte así como otros, que se discuten más adelante.
(neárticos), la atención de Günther se concentró sobre En la amplia transición entre las regiones Neárti-
la fauna meridional (neotropical) en México, Guatemala ca y Neotropical, está la Mesa Central mexicana, con
y Panamá, con base en especímenes capturados en los una gran ictiofauna endémica. Los primeros descubri-
años 1850 por O. Salvin, F. Godman y el capitán J. M. mientos de sus peces se deben sobre todo a Alfredo
Dow (Günther 1864b, 1867, 1868a). Dugès (1826-1910), un médico que emigró de Francia
Otros ictiólogos europeos de renombre activos en en 1853 para establecer un consultorio en Guanajuato.
la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas En el siguiente medio siglo, Dugès publicó extensa-
extensa -
del 20 fueron Franz Steindachner (1834-1919), Museo mente sobre la herpetofauna de modo que se le reco-
de Historia Natural de Viena; Jacques Pellegrin (1873- noce como el padre de la herpetología mexicana (Adler
1944), Museo Nacional de Historia Natural (París) y 1989). Naturalista de intereses variados, ayudó al avan-
Georges A. Boulenger (1858-1937), Museo Británico ce de la ictiología con el envío de especímenes de la
de Historia Natural. Aunque publicaron numerosas Mesa Central al Smithsoniano, para su estudio. Con
contribuciones, esto cientícos añadieron relativamen-
relativamen - base en sus ejemplares, se describieron 12 especies (e.
te poco a la ictiofauna mexicana, con base tan sólo en g. Jordan 1880; Bean 1887, 1892; Jordan y Evermann
60 Capítulo Cuatro
1896a, 1896b-1900), algunas en honor del colector (e. modo conservador, cerca de 150 (un 20%) de las es-
g. Allotoca dugesii [Bean]). pecies mencionadas en este libro fueron descritas por
Los especímenes de las colecciones de Dugès fue-fue- Jordan o sus descendientes académicos inmediatos.
ron quizá los primeros peces mexicanos analizados por Barton Warren Evermann (1853-1932), Charles Henry
David Starr Jordan (1851-1931). Jordan, el miembro Gilbert (1859-1928) y Carl H. Eigenmann (1859-1927)
más notable de su generación entre los ictiólogos esta- fueron los primeros alumnos de Jordan y después sus
dounidenses, publicó más de 600 artículos sobre peces asistentes y colaboradores. Más allá de sus limitadas
a lo largo de su vida. Jordan fue reconocido como pro- aportaciones a la ictiología mexicana, todos ellos fue-
fesor, crítico social, autor de divulgación y hombre de ron de importancia en el desarrollo de la ictiología y
estado; se describía a sí mismo como un «naturalista, las ciencias pesqueras. Eigenmann publicó de manera
maestro y... un profeta menor de la democracia» (Jor- prolíca sobre peces neotropicales, sobre todo de Suda-
Suda -
dan 1922). Nació en Nueva York, hizo la licenciatura y mérica. Albert J. Woolman (fallecido en 1918) y John
después dictó cátedra en la universidad Cornell y fue Otterbein Snyder (1867-1943) estudiaron con Jordan
docente de idiomas, botánica y zoología en Wisconsin, en Stanford y ambos recolectaron peces en México. En
Illinois, Indiana y Massachusetts. Estudió con Garman relación con estas actividades, Jordan y Miller (1899)
y «aprendió sus peces» de Agassiz y Gill. Después de reexionaron sobre las abundantes formas no descri-
descri -
ocupar diversas posiciones en el Instituto Smithsonia-
Smithsonia- tas que encontraron, lo cual demostraba, a su parecer,
no y en la Comisión de Pesca de Estados Unidos, se es- una «fauna más característica [en México] de lo espera-
tableció nalmente en California en 1891, como el pri-pri- do”. Éste fue el primer indicio de lo mucho que había
mer rector de la Universidad Leland Stanford. Su au- au - por descubrir sobre esta fauna.
tobiografía, en dos grandes volúmenes (Jordan 1922), Seth Eugene Meek (1859-1914; Fig. 4.8), otro de los
es testimonio no sólo de una vida plena, sino también “apóstoles” de Jordan y el curador asistente en el Mu-
de la personalidad dominante del hombre (ver C. L. seo Field Columbian de Chicago (luego denominado
Hubbs [1964a,b] para comentarios y Burns [1953] para Museo Field de Historia Natural), reconoció el valor
una evaluación intelectual y losóca). En gran parte, cientíco de un estudio sobre los peces mexicanos y
Jordan fue también mentor de la siguiente generación dirigió sus esfuerzos hacia el sur. Organizó dos expe-
de ictiólogos estadounidenses, tanto sus estudiantes diciones, la primera de ellas de abril a junio de 1901.
propios como los que formó en colaboración con otros. Los resultados, como reconoció Meek (1902) con mo-
Esto aumentó en forma notable el linaje ictiológico que destia, fueron «quizá mayores que todas las anteriores
inició con Cuvier y Agassiz y que llega de manera di- colectas realizadas en las aguas dulces de México”. En
recta hasta el autor y coautores de este volumen. una breve monografía, Meek (1902) describió 25 taxo-
Se puede armar que las obras más signicativas nes nuevos con base en dichos ejemplares. Incursionó
I ncursionó
de Jordan fueron sinopsis de los peces ded e Norte y Cen- en México con mayor intensidad de febrero a mayo de
troamérica: Jordan y Gilbert (1882a) y Jordan y Ever- 1903, y el trabajo resultante, The Freshwater Fishes of
mann (1896a, 1896b-1900). Esta última es una revisión Mexico North of the Isthmus of Tehuantepec (1904),
(1904), sería
exhaustiva en cuatro volúmenes de los peces marinos fundamental como la primera revisión casi íntegra de
yobra
dulceacuícolas
demuestra eldelprofundo
norte delconocimiento
hemisferio occidental. La
de la fauna la
fíaictiofauna de México
se incluyeron (Miller 1976c).
277 especies En esta
(poco más de lamono
monogra-
mitadgra-
de
que se tenía para su época y, al mismo tiempo, puso de las que hay en este libro). Además de ofrecer un catálogo
relieve los vacíos. La taxonomía de algunas otras ictio- de la diversidad, Meek también proporcionó datos sobre
faunas del mundo (e. g. Europa; Kottelat 1997), a me-me- la topografía e hidrografía de México y discutió la bio-
nudo caótica comparada con las de Norte y Centroamé- geografía de sus peces (ver también Meek 1903).
rica, es testimonio de la importancia fundamental de En el trabajo de campo, los métodos que solía em-
estos trabajos en sistemática. Más de un siglo después plear Meek eran poco ortodoxos. En una época en que
de su publicación, dichos estudios son un elemento el viaje por tierra era impredecible, por decir lo menos,
esencial en la biblioteca de cualquier taxónomos de pe- aprovechó bien los extensos y en ese entonces moder-
ces norteamericanos. nos ferrocarriles nacionales de México. Viajaba por las
La primera contribución directa de Jordan a la ictio- diversas vías y persuadía a los maquinistas para que los
logía mexicana se produjo en 1880, como una nota en trenes se detuviesen en los ríos o sus cercanías. Se ba- ba-
la que se describen especies nuevas con base en espe- jaba del tren y reclutaba a los residentes locales, a otros
címenes recolectados por Dugès en la Mesa Central. pasajeros o a la tripulación misma como ayudantes
En las décadas siguientes, Jordan y sus colaboradores para recolectar.
recolectar. Cuando terminaba, abordaba de nuevo
generaron más descripciones con ejemplares dispo- con sus trofeos y el tren continuaba hasta la siguien-
nibles en museos, así como colectas personales. De te localidad o hasta su destino (R. R. Miller, inédito).
62 Capítulo Cuatro
(Parenti 1981; Rauchenberger 1989; Rauchenberger et
al. 1991) que han contribuido con mucha información
sobre los peces mexicanos. Uno de los primeros estu-
diantes del Dr. Hubbs, Reeve Maclaren Bailey (1911-),
del Museo de Zoología de la Universidad de Michigan,
dirigió también su atención a Mesoamérica, a veces en
colaboración con Rosen, y produjo varios estudios sis-
temáticos y revisiones de los peces de Norte y Centro-
américa (e. g. Rosen y Bailey 1959, 1963).
Por lo general, los patrones biogeográcos y bioló-
bioló -
gicos no coinciden con las fronteras políticas, de modo
que los ictiólogos de los Estados Unidos que trabajan
en la frontera internacional de manera inevitable han
incursionado sobre la fauna mexicana. En Texas se de-
Figura 4.9. Carl Leavitt Hubbs (1894-1978) y Laura Clark sarrolló un grupo activo, bajo la conducción de Clark
Hubbs (1892-1988); fotografía negativa en vidrio hacia 1930, Hubbs (hijo de C. L. Hubbs, nacido en 1921), en la
realizada probablemente por Myron Gordon, en la época de Universidad de Texas en Austin. Junto con varios es-
la colaboración entre Hubbs y Gordon sobre peces mexicanos tudiantes y colegas contribuyó, de modo sustantivo, al
del noreste. conocimiento de la ictiofauna de la región
reg ión fronteriza, y
llevó a cabo estudios diversos sobre siología, ecología,
sistemática e hibridación de ciprínidos, pecílidos y pér-
de la Mesa Central (Hubbs y Turner 1939; ver también cidos, sobre todo con énfasis en la conservación. En el
Turner 1946). Desde entonces hasta su muerte, Hubbs proceso describió por lo menos ocho especies de peces
describió, solo o con colegas y estudiantes, más de 30 del suroeste de Estados Unidos, cinco de ellas mexi-
peces dulceacuícolas mexicanos. También fundó un canas (Hubbs y Brown 1957; Hubbs y Springer 1957;
centro para el estudio de los peces mexicanos en el Mu- Hubbs y Hubbs 1958). En la Universidad de Texas se
seo de Zoología de la Universidad de Michigan, mismo han formado numerosos cientícos, tales como Robert
que fue sostenido por el autor de este libro, por sus J. Edwards, Gary P. Garrett, Eddie Marsh-Matthews y
alumnos y por otros colegas mencionados más adelan- Alec Peden, quienes han estado activos en aspectos de
te, después de que Hubbs se fuera a Scripps. ictiología mexicana (Hubbs y Peden 1969; Peden 1973;
El profesor Hubbs preparó un manuscrito prelimi- Edwards et al. 1986; Edwards y Contreras-Balderas
nar (ca. 1935), titulado Fishes of Northeastern Mexico, 1991; Garrett et al. 1992).
con Myron Gordon (1889-1959), del Acuario de Nue- Wendell L. Minckley (1935-2001), de la Universidad
va York (Sociedad Zoológica de Nueva York). Gordon Estatal de Arizona en Tempe, también realizó inves-
estudió los peces pecílidos y la genética de peces, con tigaciones sobre la sistemática y ecología de peces en
base sobre todo en poblaciones en cautiverio de Xipho- México. Descubrió los cíclidos de la cuenca de Cuatro
phorus obtenidas a partir de 1938 durante expediciones Ciénegas, los cuales luego fueron descritos como la
a México y Centroamérica. El núcleo de su manuscrito especie politípica “Cichlasoma” minckleyi por Korneld
se originó a partir de las grandes colectas de Gordon y Taylor (1983); con colegas y estudiantes descubrió
que se preservaron durante estas expediciones. Tal mo- otras seis especies endémicas de esa área (Minckley
nografía, aunque muy esperada y anticipada (Álvarez 1984,1994) (Fig. 4.10). Al momento de su desaparición,
del Villar 1973), no se completó ni se publicó. Sin em-
em- Minckley estaba dedicado a completar este libro para
bargo, la mayor parte de su contenido se ha publicado su publicación (ver el prefacio a este volumen y Collins
en otros documentos, entre los cuales se incluye el pre- et al. 2002). Algunos de sus alumnos (Bruce D. DeMa-
sente volumen. rais, Dean A. Hendrickson, Richard K. Koehn, Steven
Donn Eric Rosen (1929-1986), del Museo America- M. Norris, John N. Rinne y Darrell J. Siebert) contribu
contribu--
no de Historia Natural, Nueva York, en colaboración yeron activamente a la ecología, sistemática y conserva-
parcial con Gordon (Rosen y Gordon 1951; Rosen ción en México y el suroeste de Estados Unidos (Rinne
1960), hizo aportaciones sustantivas al conocimiento 1969, 1976, 1991; Siebert y Minckley 1986; Hendrick-
Hendrick-
de los pecílidos mesoamericanos, al igual que numero- son 1987a; DeMarais 1991, 1992; DeMarais y Minckley
sas contribuciones sobre los patrones generales de evo- 1992, 1993; Norris y Minckley 1997). Hendrickson, en
lución y logenia de peces (e. g. Greenwood et al. 1966; la actualidad curador de peces en el Museo Memorial
ver Nelson et al. 1987). Hasta su muerte, debida al cán- de Texas en Austin, llevó a cabo extensas exploraciones
cer, Rosen formó a muchos de los cientícos actuales en México (e. g. Hendrickson 1983, 1987a; Hendrick-
Hendrick-
64 Capítulo Cuatro
cen haber desaparecido. Esta especie fue el primer pez
dulceacuícola nativo de México en ser descrito de mane-
ra formal en una publicación mexicana.
En 1837, don Miguel Bustamante y Septién (no se
dispone de datos biográcos) describió Cyprinus vivi-
parus. Como lo indica el nombre especíco, el autor
comprendió la biología reproductiva del pez, aunque
no se atrevió a ir más allá de los géneros establecidos y
lo incluyó de modo erróneo en el género lineano Cypri-
nus (familia Cyprinidae). Es interesante que la nota
«Cyprinus viviparus sp. nov. Mex.» aparezca escrita a
lápiz sobre una copia de la ilustración de un goodeido
en la REC (colección Torner No. 1219) conservada en
París. Este hecho sugiere que Valenciennes (Cuvier ya
había muerto para entonces) conocía bastante bien el
informe de Bustamante y Septién, aunque no aparezca
ningún goodeido en la versión publicada nal de His-
toire Naturelle des Poissons. El trabajo de Bustamante y
Septién fue pasado por alto durante más de un siglo
(Álvarez del Villar y Navarro 1957; sobre las fuentes del
HNP ver
ver Pietsch 1985).
Durante un siglo después de la descripción hecha
por Bustamante y Septién de Cyprinus (= Girardini-
chthys ) viviparus, pocos mexicanos o extranjeros resi-
dentes contribuyeron a la ictiología nacional. México Figura 4.11. Fernando de Buen (fallecido en 1962);
1 962); fotografía
sufría una invasión extranjera, ocupación y revueltas cortesía de L. Palmer, USNM.
internas periódicas, y la ciencia básica padecía el aban-
dono casi total. La ictiología mexicana, carente de una
gura comparable a la del herpetólogo guanajuatense a México para aceptar una cátedra en la Universidad
Alfredo Dugès, progresaba casi por completo gracias Michoacana (Morelia, Mich.). También se desempeñó
a extranjeros que, en la mayoría de los casos, jamás como profesor en el Departamento de Zoología, Escue-
habían visitado el país. Con el tiempo, no obstante, se la Nacional de Ciencias Biológicas, IPN (México, D.F.)
formó una masa crítica de investigadores con mayores (ENCB) y fundó la Estación Limnológica de Pátzcuaro
recursos y, sobre todo a partir de la segunda mitad del (Michoacán). El profesor de Buen inició una investiga-
siglo XX, se desarrolló una ictiología indígena mexica- ción que ayudó a establecer una tradición y desarrollar
na cada vez más activa (Castro-Aguirre y Balart 1993). infraestructura para la ictiología mexicana. Gran parte
Lospor
1884 trabajos pioneros
Esteban incluyen
Cházaro un libro
(sin datos publicado
biográcos en-
dispo
dispo- de su labor,sobre
concentró con fuerte inuencia
los peces de Carl
de los lagos L. Hubbs,Zi-
(Pátzcuaro, se
nibles) sobre la piscicultura de agua dulce en México, rahuén y Chapala, entre otros) de la Mesa Central. Pu-
con discusiones taxonómicas que adolecían del acceso blicó importantes artículos sobre aterinópsidos (1945a)
insuciente a la literatura de su tiempo (Álvarez del y goodeidos (1940, 1942), así como trabajos de natura-
Villar 1973). Poco después del n de siglo, Alfonso L. leza más general (1947, 1948). En 1940 fue autor de un
Herrera (1869-1942), director del Museo Nacional (que catálogo preliminar de los peces dulceacuícolas mexi-
ya no existe), publicó un catálogo de peces en la co- canos, pero jamás completó una exploración formal.
lección del museo, el cual incluía datos sobre historia Hacia 1950 aceptó un puesto en la FAO y se instaló en
natural y pesquerías de especies selectas (Álvarez del Santiago de Chile, donde trabajó principalmente con
Villar 1973). Infortunadamente, estas obras no contri- peces marinos hasta su muerte en 1962 en un acciden-
buyeron mucho al avance de la ictiología, ni en México te automovilístico (Hubbs 1962).
ni en el extranjero, aunque la inuencia general del José Álvarez del Villar (1908-1986; Fig. 4.12) nació y
doctor Herrera en la ciencia mexicana continúa hasta creció en Michoacán. Vivió una carrera larga y variada
hoy; de hecho, el Museo de Zoología de la Facultad de como líder de las comunidades ictiológica y zoológica de
Ciencias de la UNAM lleva su nombre. México. Primero estudió agronomía en la Universidad
Unas décadas más tarde, en 1939, Fernando de de California, después parasitología y bacteriología en
Buen (fallecido en 1962; Fig. 4.11) emigró de España la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas y nalmen-
nalmen-
66 Capítulo Cuatro
abordado cuestiones urgentes de conservación (Con- Rodiles-Hernández, quien ha establecido una colección
treras-Balderas 1987b; Lozano-Vilano y Contreras-Bal-
Contreras-Bal- ictiológica regional y lleva a cabo investigaciones sobre
deras 1993). El Dr. Contreras inició una colección ictio- ecología, manejo y distribución de peces continentales.
lógica en la UANL, la cual, a su retiro, quedó en manos
de sus colaboradoras María de Lourdes Lozano-Vilano
y María Elena García-Ramírez (ver Contreras Balderas Peces Dulceacuícolas de México
et al. 1998; Lozano-Vilano et al. 1998). Estas dos
d os cientí-
cientí-
cas también han publicado numerosos estudios sobre Finalmente, ninguna historia de la ictiología mexicana
diversos peces (E. G. Lozano-Vilano y Contreras-Balde- estaría completa sin unas palabras sobre Robert Rush
ras 1990, 1993). Gorgonio Ruiz-Campos, otro alumno Miller (1916-2003), autor del presente volumen (Fig.
suyo, ha sido autor de estudios básicos que ecología 4.13). El profesor Miller nació en Colorado Springs,
y taxonomía sobre truchas mexicanas y otros taxones CO, y creció en el sur de California. Estudió en el Pomo-
de agua dulce (Ruiz-Campos y Contreras-Balderas na College y la Universidad de California en Berkeley.
1987a,b; Ruiz-Campos y Cota-Serrano 1992; Ruiz- Su interés sobre los peces del oeste americano llamó
Campos y Pister 1995) y estableció una colección de la atención de Carl L. Hubbs y pronto se encontró en
investigación sobre peces dulceacuícolas y estuarinos la Universidad de Michigan para estudiar un posgra-
de Baja California en la Universidad Autónoma de Baja do, después del cual aceptó un empleo en el Instituto
California, Ensenada. Smithsoniano. Regresó a la Universidad de Michigan
Otros estudios han sido realizados por cientícos en 1948 y pasó el resto de su carrera como curador de
que trabajan o trabajaron en la Universidad Nacional peces en el Museo de Zoología.
Autónoma de México, donde Andrés Reséndez Medina Muchos de los primeros artículos de Miller se re-
fundó la Colección Nacional de Peces en el Instituto
I nstituto de eren a los peces del oeste de Estados Unidos (e. g. su
Biología. Muchos de sus estudios (e. g. Reséndez-Me- tesis doctoral, publicada en 1948, versa sobre los cipri-
dina 1970, 1973) contribuyeron al conocimiento de los nodontoideos del Valle de la Muerte). Sin embargo, en
peces de los estuarios y lagunas costeras del golfo de 1950 su atención, como le había ocurrido a Seth Meek,
México. Héctor Espinosa Pérez, curador de la colección se dirigió hacia el sur, e inició los trabajos encaminados
de peces, ha publicado sobre especies costeras y dulce- hacia un conocimiento más formal de los peces dulce-
acuícolas mexicanas (Espinosa-Pérez y Castro-Aguirre acuícolas de México, empresa a la cual dedicó la mayor
1996), así como evaluaciones más amplias sobre biodi- parte de su vida profesional (ver la literatura citada).
versidad y conservación (Espinosa-Pérez et al. 1993a,b). Miller hizo la primera de sus muchas expediciones
Entre las colaboradoras de Espinosa Pérez se cuentan de colecta a México en 1938; la última fue en 1991, más
María Teresa Gaspar-Dillanes y Patricia Fuentes-Mata de 50 años después (Fig 4.14). Como resultado de estos
(Fuentes-Mata y Espinosa-Pérez 1997; Gaspar-Dillanes viajes se obtuvieron decenas de miles de especímenes
1988), quienes han escrito sobre cuestiones relaciona- mexicanos, que se localizan en el Museo de Zoología
das con peces costeros y manejo pesquero. y otros lugares, con material adicional aportado por
José Luis Castro-Aguirre, en últimas fechas inves- Carl L. Hubbs y otros, y por su padre, Ralph G. Miller,
tigador del Centro
rinas, IPN, Interdisciplinario
en La Paz, de Ciencias
B.C.S., ha publicado Ma-
artículos quien teníaáridas,
las tierras gran interés sobre
y también los lapeces
sobre del de
carrera oeste y de
su hijo.
sobre biogeografía, ecología y sistemática de peces ma- Una vez catalogados, los ejemplares, junto con los da-
rinos costeros de México, así como de la ictiofauna de tos asociados, se convirtieron en numerosos artículos,
los estuarios y lagunas costeras (Castro-Aguirre y Mora- informes y monografías sobre taxonomía y sistemáti-
Pérez 1984; Castro-Aguirre et al. 1986; Castro-Aguirre ca, así como contribuciones sobre historia natural, bio-
y Vivero 1990). Su trabajo demuestra la separación a geografía, ecología y conservación. Más de 50 especies
menudo indistinta entre los peces y ecosistemas mari- de peces mexicanos fueron descubiertas y descritas en
nos y dulceacuícolas. Buena parte de la información en el curso del trabajo de Miller y todavía hoy se siguen
el presente volumen relacionada con los peces marinos descubriendo nuevos taxones con base en sus especí-
de México se ha tomado de su obra, en especial Cas- menes. El profesor Miller disfrutó del apoyo constante
tro-Aguirre (1978) y Castro-Aguirre et al. (1999). Uno y capaz de su esposa durante 47 años, Frances Hubbs
de sus alumnos, Juan Jacobo Schmitter-Soto, trabajó Miller (1919-1987; casados el 11 de octubre de 1940,
al inicio sobre peces costeros, para luego establecer- ver Chernoff 1988). Hasta su muerte, ella fue su princi-
se en Quintana Roo en El Colegio de la Frontera Sur pal asistente, colaboradora y administradora.
(ECOSUR-Chetumal) y llevar a cabo estudios sobre la A lo largo de estas décadas, numerosos estudios so-
fauna dulceacuícola (Schmitter-Soto 1998b, 1999). Tam-
Tam- bre peces mexicanos fueron llevados a cabo también
bién en ECOSUR (San Cristóbal, Chiapas) está Rocío por alumnos bajo la supervisión directa del profesor
5
Extirpación,W., L.extinción
Extirpación y conservación
Minckley y Robert Rush Miller
70 Capítulo Cinco
jo de las principales ciudades mexicanas, es evidente pequeños. Las presas tienen efectos particularmente
la severa contaminación por desechos domésticos sin perniciosos sobre los sistemas uviales y los peces na-na-
tratar (Athié 1987), la cual lleva a una eutrozación tal, tivos (Ward y Stanford 1979; Collier et al. 1996; Jose-
Jose -
que la morbilidad humana va en aumento. La conta- ph 1998). Los ríos, una vez represados, dejan de ser
minación inorgánica (incluida la salinización) cerca de sistemas que enriquezcan y sostengan la vida, ya sea
las áreas industrializadas, y a partir del ujo de retorno aguas arriba o río abajo. Otro resultado importante de
de la irrigación, vuelve inutilizable el agua o resulta en la estabilización de los ríos mediante presas es el esta-
envenenamiento crónico (o agudo) de las personas que blecimiento de peces exóticos, los cuales, al menos en
usan los ríos, lagos e incluso el agua del subsuelo. Los el suroeste de los Estados Unidos, constituyen hoy en
peces ya no sobreviven en muchos de los principales día la mayor amenaza a la sobrevivencia de las espe-
ríos y lagos, o si lo hacen, sufren los mismos efectos cies nativas (Minckley 1991b). Siempre que aparecen
o soportan severos efectos indirectos que resultan en las especies exóticas, como invariablemente sucede en
la alteración de hábitat y biotas enteros (Alvarado-Díaz las presas u otros hábitat estabilizados de la región, los
et al. 1985; Guzmán-Arroyo 1990; López-López y Díaz- peces nativos sufren al principio y más adelante acaban
Pardo 1991; Soto-Galera et al. 1998). por desaparecer (Minckley 1999c). El bajo río Colora-
Innumerables manantiales y pequeños arroyos se do, altamente modicado y desecado por el uso exce- exce -
secaron poco después de la expansión de la electrica-
electrica - sivo de agua río arriba, tiene la dudosa distinción de
ción rural que permitió en buena parte del país el uso que su fauna nativa de peces dulceacuícolas se ha visto
de bombas de gran volumen. Los efectos de la extrac- totalmente sustituida por exóticos (Minckley 1982). No
ción de agua del subsuelo sobre la ictiofauna han sido existe otra ictiofauna uvial mexicana, que sepamos,
especialmente graves en las zonas áridas (Contreras- tan profundamente transformada, pero el número de
Balderas
Coah., y Lozano-Vilano
el bombeo causó la 1994 a). Cerca
inversión de Torreón,
del ujo del agua especies introducidas
(Hendrickson va en aumento en ytodas
1983; Contreras-Balderas partes
Escalante-
freática y secó los manantiales (Flores 1990; Contreras- Cavazos 1984; Contreras-Balderas 1987a) y el pano-pano -
Balderas y Maeda 1985); provocó también la entrada de rama es francamente pesimista. Hasta hace poco, al-
agua cargada de arsénico en el área, lo cual envenenó gunos peces mexicanos de agua dulce y sus hábitat
a los residentes humanos (Maeda 1990, 1992). El ago- quedaron protegidos, en buena parte por azar, gracias
tamiento del freático en la planicie costera de Sonora a la protección local de las fuentes de agua domésti-
causó el reemplazo del agua dulce por agua salobre cas, escenarios naturales u otros recursos (Contreras-
(Contreras-Balderas y Lozano-Vilano 1994a), lo cual se Balderas 1991), pero este mecanismo no será efectivo
compensó con un cambio de la agricultura de riego al durante mucho tiempo.
cultivo de camarones marinos tierra adentro (!). Existe evidencia, sin embargo, de que algunas inicia-
Incluso en áreas más húmedas, el bombeo con nes tivas nuevas han producido ciertas recomendaciones y
industriales, agrícolas y domésticos y la desviación de resultados positivos. Un estudio reciente de la cuenca
arroyos y manantiales para usos urbanos y agrícolas del río Lerma (Soto-Galera et al. 1999) es la primera
han tenido un impacto sobre las aguas superciales, evaluación cuantitativa en México de las condiciones a
lo que ha yllevado,
volumen área deenmuchos
casos extremos, a lanaturales
de los lagos reducciónmás
de lo
enlargo de toda
el análisis deuna
los cuenca.
registrosLas
de conclusiones, basadas
peces en 116 sitios de
grandes de México (Alvarado-Díaz et al. 1985; Lyons et estudio durante el periodo 1885-1975, fueron en parte
al. 1994, 1995; Guzmán-Arroyo 1995; Lyons et al. 1998, las siguientes (corchetes nuestros):
2000). La reducción del caudal de los grandes ríos,
como el Bravo y el Colorado, debida al uso excesivo de La cuenca ha experimentado una tremenda degrada-
agua río arriba, aunada a los ujos de retorno del rie-
rie - ción a lo largo del siglo XX. Hacia 1985-93, más de la
go, ha resultado además en la salinización. Los peces mitad de nuestros sitios de estudio había desapareci-
marinos y estuarinos penetran cada vez más adentro do o estaba tan contaminado que ya no podía albergar
aguas arriba y las especies dulceacuícolas retroceden a peces. Sólo 15% de los sitios eran todavía capaces de
lo largo de los últimos 600 km
k m del río Bravo (Contreras- contener especies delicadas. Un 40% de los peces nati-
Balderas y Lozano-Vilano 1993; Edwards y Contreras- vos de la cuenca [se conocen 42 taxones] había sufrido
Balderas 1991); el delta del río Colorado está práctica-
práctica- importantes declives en su distribución y tres especies
mente seco y carente de peces (Minckley 2000). podrían estar extintas. La extensión y magnitud de la
La necesidad crítica de México de un abasto de agua degradación en la cuenca del río Lerma iguala o excede
para uso doméstico, de riego e industrial, así como a los peores casos reportados en cuencas de tamaño
para generación de energía eléctrica, se ha enfrentado comparable en cualquier otra parte del mundo.
mediante la construcción de presas en ríos grandes y
A pesar de que este estudio se realizó en una escala am- los esfuerzos políticos para la conservación del ambien-
plia, permitió que se hicieran recomendaciones sólidas te humano, el cual, a su vez, incluye a los peces nativos.
para la protección inmediata de partes especícas de Las cada vez peores condiciones para el bienestar
la cuenca del río Lerma. Es de subrayarse que muchas humano, la política cambiante y un movimiento am-
de las “especies delicadas”, de particular importancia bientalista que rápidamente va emergiendo en México
en conservación, tenían cierta protección en parques (Simonian 1995; Simon 1997; Challenger y Caballero
o fuentes municipales de agua (como lo observó Con- 1998) son factores que llevan a una mayor conciencia
treras-Balderas 1991), lo cual probablemente explica pública, reejada en una respuesta política (Williams
su sobrevivencia a pesar de la degradación global de et al. 1989; Contreras-Balderas 1991). Un ejemplo es la
la cuenca. Solamente un pequeño río de tierras bajas Ley Federal Mexicana del Equilibrio Ecológico y la Pro-
Pro -
mantuvo “buena calidad ambiental y especies delica- tección al Ambiente (SEDUE 1988) y la publicación de
das” (Soto-Galera et al. 1999). una lista ocial mexicana de especies en peligro de ex-ex -
Ecosistemas enteros, como el importantísimo río tinción amenazadas, raras o sujetas a protección espe-
Usumacinta (Miller 1988), necesitan de un estudio in- cial (SEDESOL 1994, SEMARNAT 2002). Sin embargo,
mediato, integral, interdisciplinario, por equipos de es- como bien observó Contreras-Balderas (1991), “debería
pecialistas, para evaluar su dinámica antes de que se al- reconocerse que un número apabullante de especies
teren todavía más. Así, los cientícos pueden cuanticar endémicas y hábitat acuáticos afectados desaparecerán
los impactos y proveer datos que demuestren que los ac- casi con toda certeza antes de que podamos lograr un
tuales niveles y patrones de desarrollo son insostenibles. sistema adecuado y racional de conservación de espe-
Estos datos pueden usarse entonces para inuir sobre cies y áreas protegidas”.
EXTINTOS EN LA NATURALEZA
EXTIRPADOS
Scaphirhynchus platorynchus Notropis simus
Gila elegans Ptychocheilus lucius
Plagopterus argentissimus Rhinichthys osculus
Hybognathus amarus Xyrauchen texanus
6
Los peces
Nombres científcos y nombres comunes terística del cuerpo) o que se reeran a su distribución
(Gambusia yucatana Hubbs, por el estado de Yucatán),
Hace
de dosapenas 250aaños,
palabras cadaCarl von Linné
especie aplicó un
que conocía. sis tema
sistema
Desde vernáculo
esa gansea en español
popoche (Jordan“popoche”
y Snyder)en
o la traducción
combinación Al--
al es-
es
época, los nombres cientícos se han usado tanto para pañol del nombre vernáculo en inglés “largemouth
“ largemouth”” en
animales como para plantas. Muchas especies animales Cyprinella bocagrande (Chernoff y Miller) (las termina-
y vegetales, por ejemplo, Gasterosteus aculeatus Linnaeus, ciones de estos nombres son las mismas, independien-
el espinocho, y Zea mays Linnaeus, el maíz, todavía lle- temente del género gramatical del nombre genérico);
van los nombres que él les dio en 1758. (3) un patronímico, en honor de un nombre personal
El nombre de una especie consiste en dos partes, en latín o de un nombre personal moderno que ha sido
cada una normalmente formada a partir de raíces lati- latinizado. Algunos ejemplos: Eleotris pisonis (Gmelin)
nas o griegas. La primera parte, llamada género, lleva en honor a una persona llamada Piso, Catostomus clar-
mayúscula inicial, pero la segunda parte, la especie, kii Baird y Girard por el capitán William Clark, de la
no lleva mayúscula. Ambas se imprimen en cursivas famosa expedición Lewis y Clark, y Xiphophorus hellerii
(por ejemplo, Petenia splendida) o de algún otro modo Heckel, nombrado por el profesor Karl Heller. Brown
que sirva para separarlas del resto del texto; a menudo, (1956) ofrece una excelente guía para comprender y
si ello no ocasiona ambigüedad, el nombre genérico crear nombres cientícos.
puede abreviarse a su inicial (P. splendida). Una tercera Otros nombres cientícos, por ejemplo los de fami-
fami-
parte del nombre de la especie, muchas veces omitido, lias y órdenes, no van en cursivas, pero todos llevan
es el autor que propuso el nombre por primera vez: por mayúscula inicial. Los nombres de familia de los peces
ejemplo, el roncador de agua dulce, Aplodinotu
Aplodinotuss grun- y otros animales terminan en “-idae” (e. g. familia Cyprí-
niens Ranesque. Este nombre se coloca entre parén-parén- nidae, las carpitas), y los nombres de su familia termi-
tesis cuando el nombre especíco ha sido transferido nan en “-inae” (subfamilia Cyprinodontinae); ambos
de un género a otro; por ejemplo, Ictalurus punctatus son plurales en sentido gramatical formal (e. g. debería
(Ranesque) se llamó originalmente Silurus punctatus escribirse y decirse “los Cichlidae son”). Sin embargo,
Ranesque. En algunos artículos técnicos, la fecha de la muchos taxónomos se reeren en singular a los clados
descripción original puede incluirse también; por ejem-
ejem- monoléticos (las familias y otros taxones de una cla- cla-
plo, Aplodinotus grunniens Ranesque 1819 o Ictalurus sicación logenética son monoléticos). Los nombres
atus (Ranesque 1818). He incluido los nombres
punctatus
punct genéricos están en nominativo singular; por lo tanto es
de los autores en todos los casos en que de otra manera erróneo decir “los Centropomus se encuentran”, aunque
pudiera resultar una confusión nomenclatural. puede decirse “las especies del género Centropomus se
Con algunas excepciones, los nombres cientícos encuentran”. Las categorías básicas en la jerarquía taxo-
signican algo. Puede ser que describan al organismo nómica que usan todos los cientícos en todas las clasi-
clasi -
(en latín, Ictalurus signicará “pez gato” y punctatus caciones biológicas son: (1) phylum (e. g. Chordata, los
signica “moteado”, en referencia a la coloración carac-
carac - cordados), (2) clase (Actinopterygii, los peces de aletas
73
74 Capítulo Seis
espinosas), (3) orden (Perciformes, los peces de tipo per- nombres cientícos son los mismos que en cualquier
ca), (4) familia (Percidae), (5) género (Etheostoma) y (6) otra parte y siempre se escriben en el alfabeto latino,
especie (lugoi), el dardo de Cuatro Ciénegas. utilizado con este propósito en todo el mundo. Legos
Se puede pensar en una especie como el conjunto y cientícos suelen molestarse cuando los nombres
de todos los individuos que se reproducen entre sí real cientícos cambian. Sin embargo, la investigación y el
o potencialmente para producir descendencia fértil y descubrimiento jamás cesan y, en la práctica, los cien-
están aislados genéticamente en la naturaleza de otros tícos suelen estar en desacuerdo sobre el género al
grupos similares. Las subespecies se denen de ma- ma- cual pertenece una especie e incluso sobre la validez de
nera arbitraria; ninguna se reconoce formalmente en una especie dada. Cuando dos especies son considera-
este libro. En las últimas tres décadas, sin embargo, es das una sola, el nombre más antiguo es el que se usa
notable que muchos taxones antes considerados subes- para la unión. Esto se denomina la Ley de Prioridad.
pecies se toman ahora como especies válidas. También Si una persona le asigna subsecuentemente un nom- nom -
se denen de manera arbitraria los géneros, familias y bre distinto a una especie y después resulta que ésta
otras categorías taxonómicas superiores. Solamente la es la misma que una especie previamente descrita, el
especie es considerada por muchos una entidad real, segundo nombre se convierte en un sinónimo (queda
no arbitraria, y es un concepto central en el estudio de en sinonimia con el primero).
la evolución (Bock 1986; Futuyma 1986). A diferencia de los nombres cientícos, los nombres
Al preparar este libro he tratado de ser conservador comunes no están sujetos a reglas internacionales;
en el uso de los nombres genéricos. Por ejemplo, es cualquiera puede acuñarlos. Se han hecho intentos de
claro que el género de ciprínidos Notropis Ranesque, estandarizar los nombres comunes; una guía excelen-
excelen-
enlistado con 107 especies por Robins et al. (1980), no te, desarrollada a lo largo de muchos años, es Common
es monolético
una misma y única(las genealogía).
especies incluidas
Separarnoalgunos
comparten
gru -
gru- and Scientic
Mexico (NelsonNames of the 6a
et al. 2004, United States,
edición). 1
LaCanada, and
preparación
pos naturales (e. g. Cyprinella Girard) y no todos impli- de la última versión de dicha obra, la cual por primera
caría volver paralético al resto del grupo; sin embargo, vez incluye una cobertura completa de los peces mexi-
acepto algunas de las propuestas más recientes para canos, coincidió con los esfuerzos para completar y pu-
resucitar nombres genéricos dentro de Notropis y otros blicar el presente libro. Entre ambos proyectos hubo
géneros de ciprínidos, con base principalmente en el coordinación sobre el uso de los nombres comunes,
trabajo de Mayden (1989) y las contribuciones en Ma- de modo que cualquier discordancia entre ellos es ac-
yden (1992). Los mismos argumentos rigen para “Ci- cidental. Sin embargo, hay desacuerdos menores entre
chlasoma” Baird y Girard, el cual, en sentido amplio, ambos libros con respecto a algunas asignaciones ge-
no es monolético y debería subdividirse; no obstante, néricas y el reconocimiento de ciertas especies. Esto se
hasta que el género se evalúe en su totalidad, el resto debe a diferencias de opinión entre el profesor Miller,
de “Cichlasoma” se
se volvería paralético. Sin embargo, y Nelson y colaboradores.
en mi opinión (y la de S. M. Norris, ver más adelante),
algunas especies de cíclidos mexicanos deben separar-
se en géneros, los cuales en buena medida correspon- Determinación de las mexicanos
familias de peces
den a las “secciones” propuestas con anterioridad por dulceacuícolas
C. Tate Regan (1905, 1906-1908). Así pues, no soy del
todo congruente, pero espero que con justicación, al La determinación es el primer paso hacia la compren-
aceptar algunos, pero no todos, los cambios sugeridos sión básica de la biología y ecología de la ictiofauna
para Notropis; al proponer la separación de numerosas mexicana. Las siguientes claves para la identicación
especies de “Cichlasoma” en géneros separados, pero de los peces de México son dicotómicas; es decir
d ecir,, la in-
in -
retener el nombre genérico Arius Cuvier y Valencien- formación que debe confrontarse con un espécimen a
nes (de la familia de bagres Ariidae) como preferible a la mano se presenta en alternativas opuestas. A medi-
las sugerencias recientes de dividirlo en dos o más gé-
neros. Después de todo, lo interesante son las especies, 1. El texto original hace referencia a la 5a edición de dicho libro,
no los géneros. la cual no incluía a los peces mexicanos. En esta versión española,
A pesar de que cambian a menudo, la mayor virtud los nombres comunes se han tomado de Nelson et al. (2004, la 6a
de los nombres cientícos es que son más precisos y de edición). En ocasiones, como señalaba el Dr. Miller, el texto origi-
uso más amplio que los nombres comunes; el mismo nal no concordaba con Nelson et al. (2004); tales discordancias se
organismo lleva el mismo nombre cientíco en todos han
todoscorregido, de modo
los nombres que, de
comunes salvo
estaexcepciones que asíconcuerdan
versión española se señalan,
los países. Incluso en China y Rusia, que usan dife- con dicha referencia (excepto por errores obvios -ortográcos o
rentes alfabetos y nombres comunes muy distintos, los gramaticales- en Nelson et al. 2004).- JJSS.
76 Capítulo Seis
Carcharhinidae
Pristidae
corto, cónico, con 4 barbillones de longitud variable 6b. Sin placa gular (Fig. 6.6b,c)
6.6b,c) ..................
............................
................
..... 7
en su supercie ventral
ventral .............. ACIPENSERIDAE 7a (6b). Cráneo asimétrico, ambos ojos del mismo lado
de la cabeza en los adultos (Fig. 6.7); el lado del cuer- cuer -
po opuesto a los ojos, típicamente despigmentado ..8
7b. Cráneo asimétrico, los ojos (cuando hay), ubicados
normalmente; pigmentación similar en ambos la- la -
dos del cuerpo
cuerpo .....................
................................
.....................
....................
...............
..... 9
Paralichthyidae
Elopidae Achiridae
78 Capítulo Seis
9a (7b). Cuerpo anguiliforme, alargado, cilíndrico cilíndrico . 10
9b. Cuerpo no anguiliforme, ni alargado, ni cilín-
drico ....................
...............................
.....................
.....................
.....................
...................
.........13
13
10a (9a). Sin aletas pareadas; la abertura branquial, una
ranura ventral transversal (Fig. 6.3e) 6.3e) .......................
......................
.................................................. SYNBRANCHIDAE
Anguillidae
Syngnathidae
Pimelodidae
Salmonidae
Characidae
Clupeidae
80 Capítulo Seis
21b. Boca muy grande, maxilar que se extiende mucho 22b. Boca de posición variable, pero no carnosa ni adap-
más allá del ojo; sin quilla aserrada en la línea cen- cen - tada para chupar; aleta anal en posición más ante-ante-
tral del vientre ...............................ENGRAULIDAE rior, la distancia de su origen a la base de la caudal
cabe menos de 2.5 veces en la distancia del origen
de la anal a la punta del hocico (excepto en la carpa
común y el pez dorado, ver alternativa 22a); dientes
faríngeos, menos de 9 en cada lado, no pectinados,
en una a tres hileras (Fig. 6.11c-e) ...
6.11c-e) ...CYPRINIDAE
CYPRINIDAE
Engraulidae
Rivulidae
Fig. 6.12. Ubicación de las aletas pectorales (a) dorsal, (b) ciprinodóntido, con base en Parenti 1981; T. Petersen.
medial y (c) ventral en Menidia (Atherinopsidae), “Cichlaso-
ma” (Cichlidae) y Catostomus (Catostomidae); composicio-
composicio-
nes de T. Petersen a partir de guras del texto.
Belonidae
82 Capítulo Seis
28a (27b). Radios anales 3-5 del macho adulto, alarga-
dos para formar un gonopodio cilíndrico, los radios
anales 1-3 (incluido el rudimento) no ramicados
(Fig. 6.13c) ..........
....................
.....................
....................
.........POECILI
POECILIIDAE
IDAE
Cyprinodontidae
Goodeidae
Gasterosteidae
30a (29b). Sin ojos; aleta pélvica reducida a un simple 33a (31b). Cuerpo en forma de renacuajo, aplanado en
lamento antes de la base de la pectoral; machos sentido dorsoventral, con las aletas dorsal y anal ubi-
adultos, con un pene.........................
............. ............ BYTHITIDAE cadas posteriormente y compuestas sólo por radios
suaves; abdomen con un disco adhesivo grande, re- re-
dondo, estructurado en su parte anterior por los ra-
dios de las aletas pélvicas, ampliamente separadas,
yugulares (Figs. 6.18, 6.22a); cuerpo desnudo ..... desnudo ........
...
...................................................... GOBIESOCIDAE
Bythitidae
Mugilidae
Dactyloscopidae
84 Capítulo Seis
34b. Ojos laterales, no dirigidos hacia arriba; aletas pél-
pél - 36b. Línea lateral, no muy prolongada sobre la aleta
vicas torácicas, con una espina y cinco radios sua- caudal (Fig. 6.20b,c); aletas dorsal suave y anal, casi
ves; borde opercular, no mbriado (Fig. 6.19).....35
6.19) .....35 del mismo tamaño; una o dos espinas anales, la se- se -
gunda (cuando la hay), corta y delgada; huesos de la
cabeza, no cavernosos
cavernosos ...........................
............ .............................
.................. 37
Cottidae
37b. Aleta anal con una o dos espinas; sin soporte óseo
suborbital ni espina preopercular robusta; preopér-
preopér-
culo, no como en la alternativa
alternativa previa ................
....... ......... 38
38a (37b). Espinas de la aleta dorsal anterior, inserta-
bles en un surco a manera de ranura; aleta anal, pre- pre -
cedida por dos espinas rígidas separadas del resto
Sciaenidae de la aleta, excepto en juveniles .....CARANGIDAE
Fig. 6.21. (a) Cabeza y parte anterior del cuerpo de Leptoco- Gobiidae
ttus armatus, mostrando el singular soporte suborbital (e-(e-
cha), tomado de Hart (1973: g. en p. 514); D. Harriott; (b)
“Cichlasoma” steindachneri; T. Petersen; (c) Gerres lineolatus,
tomado de Playfair y Günther (1867: lám. 14, g. 2); G. Ford;
los dos últimos muestran la conguración de mandibulares
moderada y altamente protrusibles, respectivamente.
Carangidae
Eleotridae
38b. Espinas de la aleta dorsal anterior, no insertables
en un surco; aleta anal, con una o dos espinas más
bien débiles, conectadas con el resto de la aleta .39 . 39 41a (35b). Línea lateral, extendida hasta el extremo
ex tremo pos-
39a (38b). Espinas dorsales, rígidas y agudas al tacto; terior de la aleta caudal (Fig. 6.20a); boca grande, la
aletas pélvicas, siempre separadas; aleta anal, con mandíbula inferior muy sobresaliente ....................
.............. ......
una o dos espinas ...................................PERCIDAE CENTROPOMIDAE
Centropomidae
Percidae
86 Capítulo Seis
44b. Dos aletas dorsales separadas o unidas, la primera
con más de tres espinas y aproximadamente igual o
mayor que la segunda; aleta anal relativamente cor- cor-
ta, como la segunda aleta dorsal; opérculo, no como
en la alternativa anterior anterior ...........................
............. ..........................
............ 45
45a (44b). Vómer típicamente sin dientes (Fig. 6.15b) 6.15b)
....................
...............................
.....................
....................
................
...... HAEMULIDAE
HAEMULIDAE
Gerreidae
Cichlidae
Petromyzontidae
88 Capítulo Seis
los amocetes de las especies dulceacuícolas d ulceacuícolas mexicanas; amenazada por la degradación del hábitat. Fue consi-
consi -
ver Lyons et al. 1994) derada como una especie sujeta a atención especial por
1a. Cuatro placas laterales internas del disco oral, lámi- Mayden et al. (1992b) y enlistada como en peligro por
na supraoral con dos o tres cúspides bien desarro- SEMARNAT (2002).
lladas (Fig. 6.2a); LT de 31 a 69 cm en los adultos; REFERENCIAS ADICIONALES: Álvarez del Villar (1984),
tracto digestivo bien desarrollado y funcional en los Hubbs y Potter (1971), Bailey (1980) y Castro-Aguirre
adultos. Vertiente del Pacíco, arroyos costeros en el et al. (1999).
extremo noroeste de Baja California........................ .............. ..........
.................................................... Lampetra tridentata
1b. Tres placas laterales internas del disco oral, lámina
supraoral con dos cúspides, a menudo indistintas
(Fig. 6.2b); Máxima LT de 30.68 cm o menos en los
adultos; tracto digestivo de los adultos, desarrollado
o no ....................
..............................
.....................
.....................
....................
.....................
............... 2
2a (1b). Máxima LT, alrededor de 150 mm; no depre- depre-
dadoras; uviales; gónadas bien desarrolladas en
los individuos de mayor tamaño, papila urogenital
externa, a menudo evidente en los machos y huevos Fig. 6.24. Lampetra geminis (Álvarez del Villar). UMMZ
a menudo visibles a través de la pared del cuerpo de 211022, 110 mm LP, manantial Cupatchiro en Tangancícuaro,
las hembras. Vertiente del Pacíco, cuencas de los Mich.; T. Pelletier.
ríos Duero (río Lerma) y Grande de Morelia (cuenca
OBSERVACIONES: La construcción de presas, otras mo- variedad de peces grandes, sobretodo en estuarios y a lo
dicaciones del hábitat y la degradación de la calidad largo de la costa. Se cree que esta fase oceánica
o ceánica dura has
has--
del agua han reducido severamente su distribución y ta dos años. Las poblaciones totalmente dulceacuícolas
abundancia (Lyons et al. 1994). Enlistada como en peli- depredan sobre peces de gran tamaño en ríos o presas.
gro por Mayden et al. (1992b) y SEMARNAT (2002). BIOLOGÍA: Como lo ha resumido Moyle (1976), el des-
Los registros de Guanajuato fueron considerados ove tiene lugar desde abril hasta nes de julio, aunque
erróneos por Polaco y Guerra-Magaña (1993) y Lyons los adultos a menudo nadan aguas arriba muchos me-
et al. (1994). ses antes. Ambos sexos ayudará construir un tosco nido
REFERENCIAS ADICIONALES: Álvarez del Villar (1986), de 40 a 60 cm de diámetro. Los amocetes otan o nadan
Hubbs y Potter (1971), Bailey (1980), Lyons et al. (1996)
y Castro-Aguirre et al. (1999).
90 Capítulo Seis
Familia
Familia PRISTIDAE. Peces sierra
ÁMBITO (Mapa 6.4): Especie ovovivípara y eurihalina, Los peces sierra son de amplia distribución en los océa-
de amplia distribución en mares circumtropicales (ver nos Atlántico, Índico y Pacíco occidental; penetran al
Thorson et al. 1986; Thorson 1976; Garrick 1982). Los agua dulce en las zonas subtropical y tropical. Viven
adultos penetran a los ríos adecuados de manera regu- cerca del fondo en áreas marinas costeras y estuarios.
lar a lo largo de su ámbito (Compagno y Cook 1995; g. Es diagnóstico el hocico alargado, a manera de hoja de
3). En México, tanto en el Atlántico como del Pacíco, espada, con dientes fuertes, profundamente empotra-
esta especie
los ríos penetratamaño,
de mayor a los estuarios y a laelparte
tales como baja de
Papaloapan, dos, de tamaño
se desconoce, igual representa
aunque en cada lado.
unaSuformidable
función exacta
arma
Coatzacoalcos, Grijalva-Usumacinta, así como el río defensiva y puede usarse para capturar alimento. Un
Presidio, Sin. (Castro-Aguirre 1978); también suele solo género, Pristis Linck, con seis especies, dos de
frecuentar lagunas costeras y bahías. ellas presentes tanto en el Atlántico como en el Pací-
Pací -
HÁBITAT: Aguas
Aguas costeras someras. co mexicanos. Este género, sin embargo, requiere revi-
BIOLOGÍA: La dieta es amplia, incluidos diversos in- sión, pues su taxonomía alfa no está del todo resuelta
vertebrados y peces cartilaginosos u óseos. En el lago (Castro-Aguirre et al. 1999).
Nicaragua consume principalmente cíclidos, pero la
diversidad de sus presas es mayor en los ríos, incluidos Clave articial para los Pristidae de México
al menos siete géneros de peces, otros vertebrados e in-
vertebrados (Tuma 1976). El apareamiento en el golfo 1a. Aleta caudal sin lóbulo inferior; origen de la aleta
de México tiene lugar entre junio y julio, y los juveniles dorsal casi sobre el origen de las aletas pélvicas; 24-
nacen unos 10 meses después. Un estudio de micros- 32 dientes rostrales. Costas del Atlántico y Pacíco Pacíco
copia electrónica de barrido de los dentículos dérmicos ........................................................... Pristis pectinata
de esta especie encontró cinco condiciones morfológi- 1b. Aleta caudal con lóbulo inferior; origen de la ale- ale -
cas distintas; es posible que cada una tenga diferentes ta dorsal claramente por delante del origen de las
funciones hidrodinámicas (Bargar y Thorson 1995). aletas pélvicas; 14-20 dientes rostrales. Costas del
OBSERVACIONES: Los
Los registros dulceacuícolas mexica- Atlántico y Pacíco ................................
Pacíco ................................ Pristis pristis
nos publicados (Castro-Aguirre 1978: 12; Castro-Aguirre
et al. 1999: 49) mencionan la laguna de las Ilusiones
(Villahermosa), Tab.; Montecristo (= Emiliano Zapata) Reseñas de las especies
en el río Usumacinta, Tab.; Tampico, Tamps.; Tuxpan,
Ver.; laguna de Términos, Camp.; río Presidio, Sin. y Pristis pectinata Latham. Pez sierra peine
mar Muerto, Chis. Informes conables de pescadores (Fig. 6.28).
indican que Carcharhinus leucas ha sido observado en ÁMBITO (Mapa 6.5a): Atlántico tropical y subtropical,
agua dulce en los ríos Bravo, Soto la Marina, Tuxpan y Pacíco oriental y occidental; penetra a las lagunas y
Tecolutla (T. B. Thorson, com. pers. 1985), así como los al curso bajo de los ríos. Los registros dulceacuícolas
otros ríos ya mencionados. Este tiburón también se ha mexicanos son de estuarios y bocas de ríos costeros en
establecido en el agua dulce (como en el lago Nicaragua, los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana
donde fue estudiado de manera extensa por Thorson y Roo, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz (Castro-
asociados) y puede reproducirse ocasionalmente allí. Los Aguirre 1978: 14; Castro-Aguirre et al. 1999: 55; J.J.
adultos alcanzan 3 m LT y viven por lo menos 16 años. Schmitter-Soto, com. pers. a SMN 2002).
92 Capítulo Seis
Mapa 6.5. Distribución costera de (a) Pristis pectinata Latham y (b) Pristis pristis Linneaus.
HÁBITAT: Igual
Igual que el de Pristis pectinata, ya descri-
to; penetra profundamente en ríos y lagos conectados,
como el lago Nicaragua.
BIOLOGÍA: Ambos sexos maduran alrededor de los 3
m LT yAparentemente,
1998). la gestación dura
esteunos
pez cinco
sierrameses
meses
puede (reprodu-
Bussing
Fig. 6.28. Pristis pectinata Latham. MCZ 36659, 1396 mm LT
cirse en agua dulce y debería considerarse eurihalino.
(?), tomado de Bigelow y Schroeder (1953: modicado de la
g. 3); T. Petersen, artista original desconocido. Los adultos alcanzan 5.6 m LT y pueden vivir 30 años
o más.
OBSERVACIONES: Un estudio de G. Dingerkus (com.
HÁBITAT: Aguas costeras someras, incluso las des- pers.) considera a Pristis perotteti Valenciennes sinóni-
embocaduras de los ríos, lagunas salobres y estuarios. mo de P. pristis (Robins et al. 1991a).
BIOLOGÍA: Prácticamente desconocida. Visitante in- REFERENCIAS ADICIONALES: Bigelow y Schroeder (1953),
frecuente del agua dulce; Bussing (1998) anotó sola-
sola - Thorson (1982) y Castro-Aguirre y Espinosa-Pérez
mente un registro vericado de esta especie en el lago (1996).
Nicaragua.
OBSERVACIONES: Los adultos pueden crecer bastante:
alcanzan al menos 4 m LT. Familia ACIPENSERIDAE. Esturiones
REFERENCIAS ADICIONALES: Bigelow y Schroeder (1953),
Castro-Aguirre (1965) y Castro-Aguirre y Espinosa-Pé-
rez (1996).
como P. microdon
Usumacinta Latham); Tab.
en Tenosique, conocido
(T. B.también
Thorson,delcom.
río Sus
bles,bocas
llevanrelativamente pequeñas,
una la transversal altamente
anterior extensi-
extensi-
de barbillones.
pers. 1985) y reportado a mí por pescadores del río Tienen cinco hileras longitudinales de placas óseas o
Coatzacoalcos cerca de Tenochtitlán, Ver.,
Ver., en 1968. escudetes en sus cuerpos. Todas desovan en agua dul-
ce, aunque algunas especies pasan la mayor parte de de Brewster, TX (milla uvial 716.4) por S. P. Platania
su vida en agua salada o salobre. Son muy apreciados y D. A. Young (Platania, com. pers. 1992).
por su carne y como fuente de caviar y “cola de pes- REFERENCIAS ADICIONALES: Vladykov y Greeley (1983)
cado” (isinglass). Su registro fósil se extiende desde el y Gilbert (1989).
Cretácico Superior hasta el Reciente (Cavender 1986).
Existen cuatro géneros, con unas 30 especies, de las
cuales dos géneros y siete especies existen en Nortea-
mérica. Solamente dos especies se distribuyen hacia el
sur hasta México.
Fig. 6.29. Acipenser oxyrhynchus (Mitchell). Macho inmaduro,
Clave articial para los Acipenseridae de México 58.1 cm LP, Quebec, tomado de Vladykov y Greeley (1963: g.
1a. Con espiráculo; pedúnculo caudal parcialmente 18); T. Voevodine.
desnudo, su longitud mucho menor que la distan-
cia del origen de la aleta anal a la inserción de la
aleta pélvica (Acipenser ). ). Vertiente del Atlántico, del
río Bravo hacia el sur, a lo largo de la costa del golfo
de México ................................. Acipenser oxyrinchus
1b. Sin espiráculo; pedúnculo caudal cubierto por pla- pla-
cas óseas, su longitud mucho mayor que la distancia
del origen de la aleta anal a la inserción de la aleta
pélvica (Scaphirhynchus). Vertiente del Atlántico, río
Bravo ............................Scaphirhynchus platorynchus
94 Capítulo Seis
REFERENCIAS ADICIONALES: Bailey y Cross (1954), Gil-
bert (1989) y Pieger (1997).
Lepisosteidae
Fue enlistado
pero Miller et como en peligro
al. (1990) por SEDESOL
consideraron que ya (1994),
estaba 2b.nales
Escamas de la línea
de escamas entrelateral, 51-56;de
la inserción hileras diago
diago-
la aleta pél--
extirpado en la cuenca del río Bravo, y SEMARNAT vica y el origen de la aleta dorsal, 28-32; escamas
(2002) concuerda con esta última opinión. predorsales, 43-48 (normalmente 44-47). Vertiente
Atractosteus
ÁMBITO (Mapatropicus
tropicus Gill. Pejelagarto
6.9): Vertiente (Fig. 6.32).
del Atlántico, en el río
Coatzacoalcos, Oaxaca y Veracruz, al este hacia la cuen- Mapa 6.9. Distribución en México y general (recuadro) de
ca del Usumacinta, Guatemala; reaparece luego en la Atractosteus tropicus Gill.
ca del Usumacinta, Guatemala; reaparece luego en la Atractosteus tropicus Gill.
96 Capítulo Seis
HÁBITAT: Grandes ríos y lagunas costeras; penetra al
agua salobre en la vertiente del Pacíco.
BIOLOGÍA: Se alimenta principalmente de noche, de
peces, copépodos, materia orgánica y plantas. Los ali-
mentos dominantes encontrados en los estómagos en
Costa Rica fueron cíclidos, pecílidos, carácidos, pime-
lódidos y gimnótidos, así como diversos crustáceos, en
orden decreciente de importancia (Mora-Jamett et al.
1997). Desova de agosto a septiembre y de abril a oc-
tubre (durante la época de lluvias en Costa Rica) y ma-
dura sexualmente a los 36 cm LP. Talla máxima (para
México), alrededor de 1 m LP.
OBSERVACIONES: Se ha registrado un pejelagarto fó-
fó-
sil (Lepisosteus sp.) y un esturión (Acipenseridae) tan
al sur en Mesoamérica como Panamá, de la formación
Mapa 6.10. Distribución en México y general (recuadro) de
Gatún, marina (Gillette 1984). Empero, los restos son
Lepisosteus oculatus Winchell.
fragmentarios y el registro requiere conrmación.
REFERENCIAS ADICIONALES: Miller (1954), Suttkus
(1963), Wiley (1976) y Reséndez-Medina y Salvadores- de ahí hacia el sur en ríos grandes y lagunas costeras
Baledón (1983). hasta la cuenca del Pánuco, Veracruz-San
Veracruz-San Luis Potosí.
HÁBITAT: Grandes ríos y lagunas costeras; penetra en
Lepisosteus oculatus Winchell. Catán pinto (Fig. 6.33). aguas salobres y prácticamente
ÁMBITO (Mapa 6.10): Desde las cuencas de los bajos BIOLOGÍA: Desova en agua marinas.
dulce y posiblemente
Grandes Lagos y el alto río Misisipi, IL, hacia el sur al un poco salobre entre marzo y agosto en Florida. Los
este de los Apalaches hasta el río Escambia, FL, y de ahí adultos aparecen con frecuencia en agua salobre y a
hacia el oeste hasta el río Bravo, tan lejos de la desem- veces en agua salina, de hasta 23.4 ppm (Musick 1972),
bocadura como en Ciudad Acuña, Coah. (S. Contreras- sobretodo en invierno, cuando buscan un hábitat más
Balderas, com. pers. 1974, y en la boca del río Devil’s profundo y cálido. Éste es otro depredador voraz, que
(ASU 5094), y en la laguna Madre, Tamps. (Breuer
1962: 173, como Lepisosteus productus [Cope]).
HÁBITAT: Partes bajas de los ríos, estuarios y lagunas
costeras; al parecer, menos tolerante de la salinidad ele-
ele-
vada que Atractosteus spatula o Lepisosteus osseus.
BIOLOGÍA: Desova en abril, mayo y junio. Depreda-
dor, se alimenta de diversos peces y crustáceos. Talla Fig. 6.34. Lepisosteus osseus (Linneaus). TU 1119, 55.4 cm LT,
máxima, probablemente 1.5 m LT, LT, por lo general 1 m. río Pearl, LA, tomado de Suttkus (1963: g. 13); R. J. Miller.
Miller.
OBSERVACIONES: Amenazado, según SEMARNAT
(2002).
REFERENCIAS ADICIONALES: Miller (1954), Suttkus
(1963) y Wiley (1976).
se alimenta de diversos peces y crustáceos. La talla Clave articial para los Elopidae de México
máxima probablemente ronda los 2 m LT; alcanza a 1a. Escamas anchas, grandes, unas 40 en la línea la-
menudo 1.5 m. teral; el último radio dorsal, sumamente alargado
OBSERVACIONES: El cariotipo esta especie es 2n = 56 (Tarpon). Costa del Atlántico ....... Tarpon atlanticus
(Ojima y Yamano 1980). Ya no habita más en el cauce 1b. Escamas delgadas, pequeñas, más de 100 en la lí-
principal del río grande en Nuevo México, pero cier- nea lateral; el último radio dorsal, un poco mayor
tamente existía previamente en ese río tanto al norte que el penúltimo (Elops) .....................
...............................
....................
..........22
como el sur de Albuquerque, incluso en tiempos histó- 2a (1b). De 10 a 15 branquiespinas en la rama inferior
ricos (Miller 1978; Sublette et al. 1990: 36). del primer arco branquial. Costa del Atlántico .......
REFERENCIAS ADICIONALES: Suttkus (1963) y Wiley (1976). ................................................................ Elops saurus
2b. De 16 a 20 branquiespinas en la rama inferior del
primer arco branquial. Y seguido costa del Pacíco
Familia
Familia ELOPIDAE. Machetes y sábalos ................................................................. Elops afnis
Elopidae
Éstos son peces costeros y estuarinos de mares tropi-
cales y subtropicales, algunos de los cuales entran al
agua dulce. Se reconocen tres géneros y ocho especies.
Una de ellas, Tarpon atlanticus, es de gran tamaño y
muy apreciada en la pesca deportiva. Las larvas, llama-
das leptocéfalas, son transparentes y en forma de cinta,
con aletas caudales ahorquilladas. Tarpon (Megalops, en
parte, de numerosos autores), es asignado a una fami- Fig. 6.35. Elops afnis Regan. UMMZ 159257, 158 .9 cm LP,
lia distinta, Megalopidae, por Nelson (1994) (ver tam- estanques junto a la vía del tren, unos 6 km al sur de Mapoli,
bién Castro-Aguirre et al. 1999). cuenca del río Muerto, Son.; E. Theriot.
Mapa 6.12. Distribuciones costeras de (a) Elops afnis Regan (Pacíco) y (b) Elops saurus Linneaus (Atlántico).
98 Capítulo Seis
Colorado, Arizona-California y Baja California-Sonora
(incluido el Salton Sea, CA; Dill y Woodhull 1942), y
luego más al sur, hasta Chimbote, norte de Perú (Chi-
richigno 1974: 334); penetra a los ríos.
Hábitat: Aguas costeras, preferentemente bahías,
estuarios, Ciénegas, arroyos de marea y partes bajas
de los ríos. Las larvas leptocéfalas no son raras en los
bajos de marea de estuarios pequeños en el alto mar de
Cortés cerca de Puerto Peñasco (Minckley 1973: 47). Fig. 6.37. Tarpon atlanticus (Valenciennes). USNM 14924,
BIOLOGÍA: Probablemente similar a la de Elops saurus, adulto, LP(?), Nueva Jersey, tomado de Goode (1884: lám.
discutida a continuación. Máxima LT, cerca de 1 m. 217b, como Megalops thrissoides); H. Todd, copiado por P.
OBSERVACIONES: Esta especie fue puesta en sinonimia Wynne.
con Elops saurus Linneaus por Castro-Aguirre (1978:
28) y tratada (sin comentarios) como subespecie de
E. saurus por Chirichigno (1973: 12), en contra de la
opinión de Hildebrand (1943a, 1996). Concuerdo con
Whitehead (1962) y Castro-Aguirre et al. (1999) en rete-
ner a E. saurus y E. afnis como especies válidas.
Fig. 6.36. Elops saurus Linneaus. USNM no cat., adulto, LP(?), HÁBITAT: Aguas costeras son meras, especialmente
Massachusetts, tomado de Goode (1884: lám. 218); H. Todd. bahías y estuarios, así como ríos en los trópicos.
BIOLOGÍA: Una especie espectacular en la pesca de-
portiva, generalmente despreciada como alimento.
ÁMBITO (Mapa 6.12b): Atlántico occidental, desde Hildebrand (1963a) detalló su ciclo de vida. Carnívora,
cabo Cod, MA, hasta el sureste de Brasil; penetra a las casi exclusivamente piscívoras, con larvas leptocéfalas
desembocaduras de ríos. transparentes emigran a los estuarios. El cariotipo (2 n
HÁBITAT: Aguas costeras y lagunas, rara vez en agua = 50) fue descrito por Doucette y Fitzsimons (1988).
dulce. Máxima LT, 2.5 m; peso máximo, 120 kg.
BIOLOGÍA: En Florida el desove tiene lugar en abril, OBSERVACIONES: Tarpon atlanticus se ha registrado en
septiembre y octubre (Herrema et al. 1985). Se han re-re- agua totalmente dulce de los ríos Pánuco, Papaloapan,
gistrado las larvas leptocéfalas en salinidades tan bajas Coatzacoalcos, Usumacinta y Hondo, otras localida-
como de casi 0 a 0.8 ppm (Thompson y Deegan 1982). des mexicanas fueron enlistadas por Castro-Aguirre
Máxima LTLT conocida, 91.5 cm. et al. (1999, como Megalops atlanticus). Concuerdo con
REFERENCIAS ADICIONALES: Whitehead (1961) y Vega- Greenwood (1970) y Forey (1973) en reconocer a Tar-
Cendejas et al. (1997). pon Jordan y Evermann como un género distinto de
Megalops Lacepède.9
Tarpon atlanticus (Valenciennes). Sábalo (Fig. 6.37). REFERENCIAS ADICIONALES: B
Breder
reder (1994), Greeneld y
ÁMBITO (Mapa 6.13): Atlántico occidental, desde Thomerson (1997) y Bussing (1998).
Nueva Escocia, Canadá, hasta Argentina; penetra a
los ríos grandes, incluido el río Hondo, Quintana Roo
(Gamboa-Pérez
de Francia y las 1994);
AzoresAtlántico
(Quéro yoriental,
Delmas desde
1982) el sur
hasta 9. Sin embargo, las opiniones más recientes incluyen a esta
la boca del río Congo, África occidental (Daget e Iltis especie en Megalops , familia Megalopidae (ver referencias en Es-
1965). chmeyer 2007).- JJSS.
Engraulidae
2b..................................................
Opisthonema libertate
Último radio de la aleta dorsal, dorsal, no prolongado ... 3
3a (2b). Borde anterior del cleitro, con prolongaciones
carnosas bilobuladas; costados sin franja plateada
(Harengula) ...........
.....................
....................
.....................
.....................
....................
..........44
3b. Borde anterior del cleitro, sin tales prolongaciones
Mapa 6.18. Distribución costera de Anchovia macrolepidota carnosas; costados con una franja lateral plateada
(Kner y Steindachner).
Steindachner). (Lile) o sin ella (Brevoortia) ....................
..............................
..................
........55
4a (3a). De 38 a 42 escamas en una serie lateral; de 11
a 14 escamas predorsales. Costa del Atlántico ........
Familia CLUPEIDAE. Sardinas ..................................................... Harengula jaguana
4b. De 42 a 44 escamas en una serie lateral; de 15 a 19
escamas predorsales. Costa del Pacíco; penetra a
los ríos (e. g. río Culiacán) ........ Harengula thrissina
5a (3b). El dorso anterior a la aleta dorsal, con escamas
ordinarias, como las del resto del cuerpo, aunque
menores; las escamas no se sobrelapan amplia- amplia -
mente, su parte expuesta no es mucho más alta que
larga; sus márgenes son, cuando más, débilmente
aserrados o pectinados; 8 radios pélvicos (rara vez 7)
(Lile).......
).................
.....................
.....................
.....................
.....................
....................
...............
..... 6
Clupeidae 5b. El dorso anterior aleta dorsal, con una la de esca- esca-
mas modicadas agrandadas a cada lado de la línea
media; las escamas se sobrelapan ampliamente, su
Las sardinas pertenecen a una familia grande y exitosa parte expuesta es mucho más alta que larga; sus
de peces mayoritariamente marinos, los cuales inclu- márgenes son fuertemente aserrados a pectinados;
yen muchas especies valiosas como alimento. Son pla-pla- siete radios pélvicos (Brevoortia) ............................
............................77
teados y de tamaño pequeño a mediano. Sus branquies-
branquies- 6a (5a). Perl ventral del cuerpo fuertemente convexo;
pinas largas y delgadas les permiten ltrar del agua pe-
pe- lóbulos superior e inferior de la aleta caudal, con lí-
queños organismos
son siempre (zoo-
cicloideas y toplancton).
y típicamente Las escamas
plateadas; no hay neas
ancha,oscuras;
abarca banda lateral
dos o tres lasplateada relativamente
de escamas; escamas
línea lateral. Presentan una sola aleta dorsal y ningu- grandes y adheridas rmemente, de 38 a 42 en una
na de las aletas tiene espinas o radios espiniformes. La serie lateral. Costa del Pacíco; penetra a los ríos
desde Bahía Magdalena, B.C.S., y el golfo de Cali- Cali- 29 radios anales. Llanura costera del Pacíco, desde
fornia hasta el norte de Nayarit ............. Lile stolifera el río Yaqui hasta el arroyo San Francisco ....... Francisco ...............
........
6b. Perl ventral del cuerpo recto o ligeramente con con-- ......................................................... Dorosoma smithi
vexo; lóbulos superior e inferior de la aleta caudal,
sin líneas oscuras; banda lateral plateada delgada,
abarca de 1 a 1.5 las de escamas; escamas peque- peque - Reseñas de las especies
ñas y deciduas, de 34 a 46 en una serie lateral. Costa
del Pacíco, desde Bahía de Banderas, Jal., hacia el Brevoortia gunteri Hildebrand. Sardina de escamitas
sur hasta Honduras ................................ Lile gracilis (Fig. 6.43).
7a (5b). De 42 a 48 escamas en una serie lateral; aleta
pélvica con los radios internos y medios normal-
mente tan largos o mayores que los externos; surco
frontal bien desarrollado; normalmente de 44 a 46
(43-47) vértebras totales. Costa del Atlántico, golfo
de México hacia el sur hasta el golfo g olfo de Campeche
..................................................... Brevoortia patronus
7b. De 60 a 76 escamas en una serie lateral; aleta pél- pél-
vica con los radios internos de un 50 aún 67% de la
longitud de los externos; sin surco frontal; normal- normal -
mente 42 ó 43 (41-43) vértebras totales. Costa del Fig. 6.43. Brevoortia gunteri Hildebrand. USNM 129798, tipo,
Atlántico, golfo de México hacia el sur hasta el golfo 205 mm LP, Rockport, TX, tomado de Hildebrand (1963c: g.
10b. Filamento
(1.4-1. dorsal
85) veces en lacorto, normalmente
distancia 1.5-1. 8
desde la inserción ÁMBITO
México (Mapa
desde 6.20):
Tampa,
Tampa, FL,Costa deloeste
hacia el Atlántico,
hasta elgolfo de
noreste
de la aleta pélvica hasta la punta del hocico; base de de México, y de allí hacia el sur hasta el golfo de Cam-
la anal 1.6-2.2 veces en esa misma distancia; de 22 a peche en Alvarado, Ver.
Mapa 6.24. Distribución de Dorosoma smithi Hubbs y Miller. Mapa 6.25. Distribución costera de Harengula jaguana Poey.
REFERENCIAS ADICIONALES: Rivas (1950, 1963a, como Lile gracilis Castro-Aguirre y Vivero. Sardinita de agua
Harengula pensacolae), Vega-Cendejas et al. (1997) y dulce (Fig. 6.51).
Castro-Aguirre et al. (1999).
HÁBITAT
duras : Aguas
de los costeras.yPenetra
ríos, estuarios lagunas.en las desemboca- Las carpas y carpitas constituyen una de las familias de
BIOLOGÍA: Prácticamente desconocida.
desconocida. Máxima LP peces más grandes y diversas, con más de 2000 espe-
conocida, unos 21 cm. cies, las cuales muestran una gran variedad de adap-
taciones especiales y habitan en casi todas las aguas 1b. Aleta dorsal corta, con menos de 11 radios suaves;
dulces de Norteamérica, África y Eurasia. No existen aleta dorsal con o sin radios espiniformes (están
en el Neotrópico, Australia, Nueva Zelanda y Madagas- presentes, no son aserrados); aleta anal, nunca con
car. La mayor diversidad de las especies del grupo está radios espinosos .............................
.............. .............................
.........................
........... 3
en el sureste asiático. La mayoría de los ciprínidos son 2a (1a). Dos barbillones a cada lado de la mandíbula
pequeños, normalmente de 30 a 75 mm de largo, aun- superior; dientes faríngeos molariformes en tres hi- hi -
que algunos
una crecende
a tres hileras hasta 2.5 mfaríngeos
dientes o más. Todos tienen de
y mandíbulas leras; menos de 30 branquiespinas. Cyprinus
........................................................... Especie exótica
carpio
sin dientes. 2b. Sin barbillones; dientes faríngeos no molariformes
En Norteamérica, la familia Cyprinidae está dividi- en una sola hileras; más de 30 branquiespinas. Es- Es-
da en dos linajes principales, Leuciscinae y Cyprininae pecie exótica.............................
.............. .....................
...... Carassius auratus
(Cavender y Coburn 1992), los cuales comprenden 3a (1b). Escamas grandes, mucronadas en sus bordes
unos 50 géneros y casi 300 especies. Estas cifras in- anterior y posterior (expuestos) de manera que pare-
cluyen unas 90 especies presentes en México, de las cen supercialmente ctenoideas; dientes faríngeos
cuales por lo menos 45 son endémicas. Dentro de su largos, fuertes, comprimidos lateralmente, con su-
ámbito geográco, en algunas áreas (sin contar el sur percies de masticación extendidas, aplanadas, ase- ase-
de México), Cyprinidae es la familia más abundante, rradas. Especie exótica ...... Ctenopharyn Ctenopharyngodon godon idella
y sus miembros son presas disponibles para muchos 3b. Escamas grandes, pequeños, muy reducidas en ta-
peces y otros animales depredadores. Tres especies maño o ausentes; cuando presentes, no mucrona- mucrona-
exóticas de Eurasia, la carpa común, el pez dorado y das en ningún margen, nunca aparecen ctenoideas;
la carpa herbívora (Cyprinus carpio, Carassius auratus y dientes faríngeos de forma variada pero sin combi-
Ctenopharyngodon idella, respectivamente), están bien nación alguna de supercies de masticación exten- exten-
establecidas en México, a menudo son abundantes lo- didas, aplanadas
aplanadas o aserradas ............................
............. .....................
...... 4
calmente e incluso usadas como alimento. 4a (3b). Aleta dorsal con los dos radios principales más
Se conocen ciprínidos fósiles del Paleoceno de Eu- Eu- anteriores rígidos y espinosos; el segundo de ellos
ropa, el Eoceno de Asia y el Oligoceno de Norteamérica se inserta en un surco en la parte posterior del pri-
(Cavender 1986). Los fósiles más antiguos conocidos mero ....................
..............................
....................
.....................
.....................
.....................
............. 5
en México son de edad pliocénica, pero este dato es- 4b. Aleta dorsal sin radios espinosos; los dos prime- prime-
tablece simplemente la edad mínima de su presencia. ros radios, o al menos uno de ellos, no ramicados,
Con toda certeza había carpas en México mucho antes pueden parecer espiniformes, pero son suaves y
de hace 5 millones de años, como lo indica el hecho segmentados distalmente cuando se observan bajo
de que las formas del sur se diferenciaron en géneros la lupa...........
lupa.....................
.....................
.....................
....................
.....................
...................
........66
distintivos (e. g. Aztecula Jordan y Evermann, Codoma 5a (4a). Barbillones maxilares bien desarrollados, col-
Girard, Evarra Woolman, Stypodon Garman y Yuriria gantes; 10 radios anales; color en general plateado;
Jordan y Evermann). Sin embargo, son lo suciente-
suciente - escamas prácticamente ausentes o bien representa-
mente recientes como para haber migrado tan sólo una das por placas pequeñas que apoyan bordes bajos en
distancia corta hacia el sur en México, sin alcanzar el el dorso anterior del cuerpo (Plagopterus). Vertiente
Neotrópico, a diferencia de los matalotes y bagres. Los del Pacíco, bajo río Colorado, EUA, B.C.S. (?), Son.
ciprínidos que viven en las tierras bajas subtropicales (? ........................................ Plagopterus argentissimus
de la vertiente del Atlántico (e. g. Dionda erimyzonops, 5b. Sin barbillones; usualmente 9 radios anales; color
D. ipni, Cyprinella lutrensis) se reproducen del invierno parduzco, moteados o punteados sobre el dorso y
a la primavera temprana, cuando las temperaturas del costados; escamas ausentes o presentes como ves- ves-
agua son similares a aquéllas en las cuales se repro- tigios casi indiscernibles, incluidas profundamente
ducen la mayoría de las carpas del Neártico. Esto con- en la piel (Meda). Vertiente del Pacíco, río San Pe- Pe -
trasta con las aparentes adaptaciones a temperaturas dro (cuenca del río Colorado), AZ, NM, Son ....... Son .............
elevadas que demuestran en latitudes bajas muchos ............................................................... Meda fulgida
ciprínidos del Viejo Mundo. 6a (4b). Dientes faríngeos en una sola hilera; 0,3-3,0,
romos y redondeados en las puntas (Stypodon) (Fig.
Clave articial para los Cyprinidae de México 6.54). Aguas interiores, conocido sólo del aislado
Robert Rush Miller y W. L. Minckley Va
Valle
lle de Parras, Coah.; extinto extinto ....... Stypodon signifer
1a.tas
Aleta dorsal
dorsal larga,con
y anal conradios
más defuertes,
11 radios suaves; ale-
espiniformes, ale- 6b.5-4
Dientes faríngeos
o 4-5 en las las0-2 en las las
interiores, exteriores
alargados y suaves y 4-4,o
aserrados en los bordes delanteros ....................
...... .................
... 2 ganchudos, no romos y redondeados ....................
.............. ...... 7
20adiscr
discreta
eta 7.....................
(19a). ...............................
u 8 radios ....................
anales; .....................
ancos.....................
..............
marcados ....con
42 río Bravo al sur hasta la cuenca del
...................................................... río Pánuco
Cyprinella ......
lutrensis
unas barras verticales altas y oscuras en ambos 26a (22b). Barra escapular obsolescente o ausente;
banda mediolateral bien denida, extendida desde
nal, un poco oblicua. Vertiente del Pacíco, río Gila de, menos transversal y en forma de U; origen de la
(cuenca del río Colorado), NM, AZ, norte de Sonora aleta dorsal encima o por delante de la inserción de
(ciertamente también alguna vez en el alto río San la aleta pélvica; color más bien oscuro, banda lateral
Pedro, Son.) ..................................... Gila intermedia denida y mancha basicaudal normalmente presen- presen-
38a (32b). Dientes faríngeos de la hilera principal típi- te (Dionda) ....................
...............................
.....................
....................
....................
..........44
44
camente 5-4 o 5-5 .................................................39 44a (43b). Premaxilar con una pequeña almohadilla
38b.
casDientes
interiores,faríngeos de la hilera principal
ríos Nazas-Aguanaval, Coah. 4-4...........
Cuen- cartilaginosa
dente del hueso en la superciemuy
premaxilar, interna; proceso
delgado ascen-
ascen-
o ausente
............................................................. Gila conspersa ....................
...............................
.....................
....................
.....................
.....................
..................
........45
45
39a (38a). Cuerpo grueso, redondeado; pedúnculo cau- cau- 44b. Premaxilar sin tal almohadilla cartilaginosa; proce- proce -
dal corto y grueso; coloración lateral oscura, a me- me- so ascendente del premaxilar, bien desarrollado ...47
nudo negra arriba y moteada u oscurecida abajo; a 45a (44a). De 32 a 36 escamas en la línea lateral; banda
menudo dos bandas laterales bien denidas; aletas lateral oscura no limitada arriba por una banda cla-
dorsal, anal y pélvica, con una combinación de 8 y 9 ra, sino por escamas de borde oscuro; mancha basi- basi-
radioss .....................
radio ...............................
.....................
.....................
.....................
................
..... 40 caudal triangular.
triangular. Río Salado y auentes directos del
39b. Cuerpo relativamente alto y comprimido; pedún- pedún- río Bravo ............................................ Dionda diaboli
culo caudal largo y esbelto; coloración lateral pla- pla - 45b. De 34 a 45 escamas en la línea lateral; banda la- la -
teada, más oscura arriba, blanca abajo; una o dos teral discreta, limitada arriba por una banda clara;
bandas laterales, si la Salle, difusas o indistintas; mancha basicaudal redondeada. Vertiente del At-
aletas dorsal, anal y pélvica, todas típicamente con 9 lántico, río Bravo y tributarios principales (complejo
radioss ....................
radio ...............................
.....................
....................
.....................
..................
.......41
41 Dionda episcopa). .....................
...............................
....................
....................
..........46
46
40a (39a). Dientes faríngeos en la hilera principal 5-5. 46a (45b). Cuencas de los ríos San S an Juan y Salado (cuen-
(cuen-
Vertiente del Atlántico, cabeceras de la cuenca del ca del río Bravo) ................................. Dionda couchi
río Salinas (cuenca del río San Juan), Coah. .......... 46b. Unos cuantos tributarios cortos del río Bravo,
............................................................... Gila modesta aguas abajo del parque nacional Big Bend, TX, y río
40b. Dientes faríngeos en la hilera principal 5-4. Cuen- arriba del río Salado ....................... Dionda episcopa
cas interiores, cuenca de Guzmán, NM-Chih. y la- 47a (44b). Mandíbula tan larga o más que el hueso pos-
guna Bustillos, Chih. ........................ Gila nigrescens torbital; su borde inferior, en su mayor parte libre de
41a (39b). En vivo, por lo menos algunas poblaciones carne; su extremo posterior, agudo y dirigido hacia
tienen una franja roja o rosa a lo largo de los cos- abajo, como el ángulo del contorno de la cabeza; su
tados. Vertiente del Pacíco, cuenca del río Yaqui extremo anterior, variando entre moderadamente
hacia el sur en arroyos costeros hasta el río Sinaloa, incluido hasta muy protuberante; conspicua banda
AZ(?), Son., Sin. .................................. Gila minacae negra mediolateral, bordeada arriba por una ancha
41b. Sin franjas rojas o rosas en los costados. Vertiente banda clara; sin rastro de una raya mediodorsal an- an -
del Pacíco, río Colorado, EUA, Son.(?), B.C.(?). ... tes o detrás de la aleta dorsal. Vertiente del Atlánti-
................................................................ Gila robusta co, alto río Verde (cuenca del río Pánuco) Pánuco) ...............
............. ..
42a (19b). Maxilar con el borde ventral aserrado; dien dien-- .................................................. Dionda mandibularis
tes faríngeos 0,4-4,0, largos, lisos, anchos y aplana- 47b. Mandíbula claramente más corta que el postorbi-
dos lateralmente, suave a moderadamente ganchu- tal, menos de 10% LP, en su mayor parte oculta en
dos; intestino largo y convoluto convoluto ....................
...........................
.......43
43 un área carnosa de la mandíbula inferior y despro-
42b. Maxilar con el borde ventral entero; dientes farín- farín - vista de extremos protuberantes anteriores o poste-
geos 0,4-4,0 a 2,4-4,0, redondos en sección trans- riores; banda mediolateral obsolescente a marcada,
versal, los de la hilera principal cortos y ganchudos; limitada arriba por una banda clara débil a obsoleta;
intestino corto y simple a largo y convoluto ....... 52 raya oscura mediodorsal antes y detrás de la aleta
43a (42a). Mandíbula inferior delgada, con borde agu- dorsal (excepto en Dionda erimyzonops) .............. ..............48
48
do y una protuberancia sinsial dura; boca pequeña, 48a (47b). Com barbillón en la mandíbula superior, al
más transversal, en forma de U; origen de la aleta menos a manera de rudimento (en raras ocasiones,
dorsal encima o muy por detrás de la inserción de ausente); cuerpo esbelto, atenuado, de contorno si- si -
la aleta pélvica; color más bien pálido, sin banda la- la- métricamente cónico anteriormente (por lo menos
teral o mancha basicaudal (Hybognathus). Vertiente en algunos Dionda dichroma); 8 radios anales (nor- (nor-
del Atlántico,
pales auentesrío
auentes Bravo ...........
y partes
.........................
.............. bajas de susamarus
Hybognathus princi- malmente
45 escamas8,enenla parte, en Dionda
línea lateral; dichroma
coloración ); 37 ela
simple,
43b. Mandíbula inferior gruesa, no marcadamente agu- cuerpo no se vuelve negro ni se presentan manchas
da y sin una protuberancia sinsial dura; boca gran-
gran-
49amarca
marcado
(48a).doAletas
....................
...............................
puntiagudas,.....................
.....................
radios .....................
delgados ............
.. 51
y frági- lateral color negro
del opérculo, hollinoso,
oscurecida en los débilmachosa ausente antes
nupciales
les; de 33 a 36 escamas en la línea lateral; rama su su-- debido al color negro del cuerpo; oscurecimiento de
perior del arco faríngeo alargada, delgada, sinuosa, las aletas en los machos nupciales, a manera de una
puntiaguda; color de fondo, claro arriba, y abajo una mancha grande color negro intenso en la parte me-
banda mediolateral delgada de color negro intenso dia de la mayoría o de todos los individuos. Vertien-
(no hay un efecto denido de doble color; la ban- ban - te del Atlántico, tributarios de pie de monte al golfo
da ancha sobre la banda negra carece de pigmento; de México desde la cuenca del río Pánuco, incluido
sobre ella, el pigmento negro sólo forma líneas en de manera disyunta el río Metztitlan, hacia el sur
los bordes de las inserciones de las escamas; por hasta el río Misantla, Ver
Ver.. .....................
............ ......... Dionda ipni
debajo de las bandas laterales, el cuerpo carece de 51b. Base de la aleta anal, más corta que el pedúnculo
melanóforos; la aleta dorsal de los machos nupcia- nupcia- caudal en los machos nupciales; de 12 a 15 radios
les no parece tiznada en especímenes preservados en la aleta pectoral (moda, 13); banda lateral color
ni de bordes azules en vida. Vertiente del Atlántico, negro intenso, continua alrededor del hocico; aletas
connada a la cuenca del río Ojo Frío (cuenca del río oscurecidas en los machos nupciales, con pigmento
Pánuco) ............................................Dionda rasconis restringido a las membranas entre los radios ante-
49b. Aletas redondeadas, radios fuertes, robustos; de riores. Vertiente del Atlántico, cuenca del río Pánu-
37 a 45 escamas en la línea lateral; rama superior co .............................................. Dionda erimyzonops
del arco faríngeo, no alargada, sinuosa ni puntiagu- 52a (42b). Normalmente más de 55(60) escamas en la
da; color de fondo, hollinoso sobre la banda medio- medio - línea lateral; dientes faríngeos 0,4-4,0 .......... ................
...... 53
lateral, en contraste con los costados inferiores in- 52b. Normalmente menos de 55(50) escamas en la lí-
cluso cuando hay manchas abundantes (apariencia nea lateral; dientes faríngeos variables, 0,4-4,0 a 2,4-
bicolor); banda clara sobre la banda negra, débil y 4,2 .....................
...............................
.....................
.....................
.....................
.....................
............ 62
angosta a obsolescente; las inserciones de las esca- esca - 53a (62a). Menos de 10 branquiespinas en el primer
mas sobre las bandas carecen de márgenes oscuros; arco branquial; origen de la dorsal, por detrás de la
los costados inferiores oscuros en los adultos; la ale- ale - inserción de la pélvica; tracto intestinal igual o me- me -
ta dorsal de los machos nupciales parece tiznada y nor que la longitud del cuerpo, no convoluto; sin
presenta bordes azules en vida ............................50 barbillones maxilares (Evarra) ..................... .............................
........54 54
50a (49b). Debajo del ojo, la boca está cubierta por un 53b. Más de 10(9) branquiespinas en el primer arco
hocico desviado hacia abajo, con un borde termi- branquial; origen de la dorsal, típicamente sobre la
nal colgante, proyectado; punta del hocico, labios inserción de la pélvica; tracto intestinal a menudo
y barbilla, en un mismo plano, casi horizontal; la- la - mayor que el cuerpo y frecuentemente en alargado
bios conspicuamente hinchados; labio inferior, sin y convoluto; con o sin barbillones (Algansea) ...... ...... 56
pigmento; barbillón conspicuo y colgante; altura 54a (53a). 14 radios anales. Cuenca interior, Valle de
máxima del cuerpo, menos de dos veces la anchura México ......................................... Evarra tlahuacensis
máxima; raya oscura mediodorsal obsoleta a lo largo 54b. 7 u 8 radios anales .............................
.............. .............................
.................. 55
y detrás de la aleta dorsal. Vertiente del Atlántico, 55a (54b). Boca terminal; numerosos tubérculos muy
connada al río Ojo Frío (cuenca del río Pánuco) Pánuco)...
. .. pequeños en la cabeza de los machos nupciales; ca- ca -
.....................
...............................
.....................
....................
......... Dionda catostomops beza y abdomen plateados. Cuenca interior, Valle Valle de
50b. Boca que se eleva de manera oblicua hasta quedar México .......................................... Evarra eigenmanni
por encima del margen inferior orbital, no cubiertas 55b. Boca subterminal; sin tubérculos reproductivos;
por un borde del hocico; punta del hocico, labio su- su - dorso y costados color verde opaco, abdomen amari-
perior y barbilla, en una línea oblicua; labios menos llo. Cuenca interior,interior, V Valle
alle de México .......................
hinchados; labio inferior, pigmentado; barbillón pe- pe- ..................................................... Evarra bustamantei
queño a rudimentario,
observable; rara del
altura máxima vez cuerpo,
colgante,más
a veces no
de dos 56a (53b).
56b. Con barbillón
Sin barbillón maxilarmaxilar ...........................
.............
....................
.......... ................
.................... .. 60
....................
..........60 57
veces la anchura máxima; raya oscura mediodorsal, 57a (56a).
(56a). Boca terminal ............................
............. .............................
.................. 58
moderada a intensa. Vertiente del Atlántico, cuenca 57b. Boca subterminal,
subterminal, cubierta por el hocico ........ 59
58a (57a). Normalmente 7 radios dorsales; mancha 61a (60b). Escamas con radios bien desarrollados sólo
basicaudal no extendida hasta los radios caudales en los campos lateral y posterior; a veces, tenues re- re-
medios ni las membranas interradiales; intestino a manentes de radios secundarios en el campo ante-
veces convoluto como en la Figura 6.56 a. Vertiente rior; de 79 a 90 escamas en la línea lateral (moda,
del Pacíco, cabeceras de los ríos Colotlán y Juchipi-
Juchipi- 85). Cuenca interior, interior, lago de Pátzcuaro ..................
..... .............
la (cuenca del río Grande de Santiago) ..........
...................
......... ........................................................ Algansea lacustris
..................................................... Algansea monticola 61b.
losEscamas
campos;con de 52 radios
a 85bienescamas desarrollados
en la línea enlateral
todos
(modas, 65-70). Cuencas interiores y vertiente del
Pacíco, Valle de México, ríos Grande de Morelia,
Lerma y cuencas contiguas............ Algansea tincella
62a (52b). Ojos elípticos, normalmente dirigidos hacia
arriba; hocico normalmente largo, cubriendo a la
boca subterminal a inferior; con o sin barbillones
maxilares
maxila res ....................
...............................
.....................
.....................
.....................
............ 63
62b. Ojos redondos, dirigidos hacia los lados; hocico
corto a moderadamente largo, boca terminal a sub-
terminal, rara vez cubierta por el hocico; sin barbi- barbi -
llones (excepto en algunos ejemplares de Notropis
braytoni y N. aguirrepequenoi) ....................
..............................
..........6464
Fig. 6.56. Conguración intestinal
intestinal en carpas del género Algan- 63a (62a). Con macromelanóforos que forman grandes
sea: (a) A. monticola avia, 78.1 mm; (b) A. barbata, 103.2 mm; motas distribuidas por todo el cuerpo, excepto la re-
(c,d) A. tincella, 68.2, 84.9 mm LP, respectivamente, y (e) A. gión torácica y el abdomen; maxilar con barbillón o
popoche, 78.4 mm LP, tomado de Barbour y Miller (1988: g. barbillones grandes, conspicuos, colgantes (Macrhy-
3); N. Neff. bopsis). Vertiente del Atlántico, tributarios principa-
les del río Bravo, hacia el sur hasta auentes al norte
del río Soto la Marina...........
Marina........... Macrhybopsis aestivalis
58b. Normalmente 8 radios dorsales; mancha basicau- basicau - 63b. Sin macromelanóforos que formen motas sobre
dal a veces extendida hasta las membranas interra- el cuerpo; sin barbillones, o, si los hay, pequeños,
diales medias de la aleta caudal, solamente; intes- intes- relativamente poco conspicuos (Hybopsis) ............ ........6565
tino convoluto como en la Figura 6.56 a. Vertiente 64a (62b). Cuerpo grueso y rechoncho; cabeza corta,
del Pacíco, tributarios del río Grande de Santiago hocico chato; boca terminal; escamas pequeñas, al- al -
y cabeceras del río Chila desde Santa María del Oro tamente variables, de 39 a 64 en la línea lateral (2 de
hasta TepicTepic y hacia el sur más allá de d e Compostela 300 ejemplares, con menos de 41); dientes faríngeos
.............................................................. Algansea avia normalmente 0,4-4,0 (Aztecula). Vertiente del Pací- Pací-
59a (57b). Intestino convoluto como en la Figura 6.56b; co, cuencas de los ríos Lerma y Balsas; vertiente del
raya mediolateral mal denida; de 14 a 21 hileras de Atlántico, cabeceras del río Pánuco; cuenca interior,
escamas entre el origen de la aleta pélvica y la línea Valle de México ................................ Aztecula sallaei
lateral. Vertiente del Pacíco, cabeceras del río Ler- Ler- 64b. Cuerpo no grueso ni rechoncho; cabeza larga,
ma en Lerma y cerca de Villa Victoria en el Valle de hocico chato a puntiagudo; boca terminal a subter- subter-
Toluca .............................................Algansea barbata minal; escamas grandes, menos de 40 en la línea
59b. Intestino convoluto como en la Figura 6. 56 a; raya lateral, excepto en Notropis nazas (hasta 54) y más
mediolateral oscura, prominente; de 11 a 15 hileras raramente N. orca (hasta 42); fórmula faríngea de
de escamas entre el origen de la pélvica y la línea 0-2 dientes en las hileras externas (Notropis) ...... ...... 70
lateral. Vertiente del Pacíco, Pacíco, cuencas de los ríos Ar Ar-- 65a (63b). Barbillón maxilar bien desarrollado; 42 o
mería y Coahuayana ............................... ....... Algansea aphanea más escamas en la línea lateral. Vertiente del Pací- Pací-
60a (56b). De 49 a 84 branquiespinas (48-82 mm LP, co, río Atoyac, auentes del río Verde ........... Verde .....................
..........
49-70; más de 84 mm LP, 64-68); intestino suma- suma - ....................................................... Hybopsis cumingii
mente convoluto (Fig. 6.56e). Vertiente del Pacíco, 65b. Con o sin barbillón maxilar; 40 o menos escamas
lago de Chapala y zonas aledañas ............... . ..........................
............ en la línea lateral .............................
.............. .............................
.....................
....... 66
60b...........
.....................
De .....................
9 a 25.....................
.....................
branquiespinas; .............
...intestino
Algansea popoche
convoluto 66apor
(65b). Boca ........................
el hocico inferior,.....................
.............. cubierta de ....................
manera
..................... denida
.............
... 67
como en la Figura 6.56c,d
6.56c,d ................
.........................
....................
.......... 61 66b. Boca terminal, no cubierta por el hocico ........ 68
73ael(72a).
hocicoDe
.............................
...............
apariencia ............................
............................
frágil, .....................
con radios en....... 77
las ale- Soto
79b. la Marina
Dientes .................
..........
faríngeos .......
1,4-4,1;.Notropis aguirrepequenoi
típicamente 8 radios
tas delgados y delicados; a menudo pálidos, con al anales. Vertiente del Atlántico, río Bravo y tributa
gunos pocos melanóforos dispersos, relativamente
Agosia chrysogaster Girard. Pupo panza verde Fig. 6.57. Agosia chrysogaster Girard.
Girard. Macho adulto (arriba) y
(Fig. 6.57). hembra LP (?), tomado de Minckley (1973: g. 62), río Gila,
ÁMBITO (Mapa 6.29): Vertiente del Pacíco, cuenca AZ; A. Schoenherr, copiado por P. Pelletier.
del río Colorado desde el río Bill Williams, AZ, y el río
Gila, AZ, NM, Son., hacia el sur hasta el río de la Con-
Con -
cepción, AZ, Son.
HÁBITAT: Arroyos
Arroyos del desierto,
desierto, de baja elevación y
fondo de arena, pasando por hábitat de elevación me-
dia hasta riachuelos claros y frescos en las partes bajas
de las zonas de coníferas. Rara vez es abundante en
arroyos grandes o por encima de los 1500 m de altitud
(Minckley 1973: 127). A menudo se presenta en estan-
ques intermitentes; persiste incluso en condiciones de
bajo nivel del agua, debajo de restos vegetales húme-
dos y tapetes algales (Minckley y Barber 1971).
BIOLOGÍA: E
Ess una especie adaptable, que se alimenta
de una amplia variedad de plantas y animales (referen-
cias en Hendrickson et al. 1981; ver también Grimm
1988). Tiene un prolongado período de desove (diciem-
bre a septiembre, o más); construye nidos en forma Mapa 6.29. Distribución en México y general (recuadro) de
de plato sobre fondos de arena gruesa. Minckley (1973: Agosia chrysogaster Girard.
Girard.
128) ofreció detalles conductuales sobre el desove. Los
juveniles que eclosionan en la primavera temprana son
de tamaño suciente (ca. 40-45 mm LP) para desovar en Minckley, inédito). La segunda especie se discute más
el verano tardío o en el otoño. Pocos individuos viven adelante, como Agosia sp. SEMARNAT (2002) enlistó a
másOBSERVACIONES
de tres veranos. Máxima
: Según mi LP conocida,
punto 87 mm.
de vista, A. chryso- la mezcla de estas especies como amenazada.
gaster , tal como se ha interpretado comúnmente, co
rresponde en realidad a dos especies (Hendrickson y
Fig. 6.60. Algansea avia Barbour y Miller. UMMZ 193378, hem- Mapa 6.33. Distribución de Algansea barbata Álvarez del Villar
bra, holotipo, 74 mm LP, río Grande de Santiago, unos 4.8 km y Cortés.
al noroeste de la carretera 15, sobre el camino a Santa María
del Oro, Nay.; T. Petersen.
HÁBITAT: Agua estancada o arroyos de corriente lenta
a moderada; fondos de limón arenoso, lodo o arcilla
rme; profundidades de hasta por lo menos 1.3 m.
BIOLOGÍA: Se sabe que desova en julio y probable-
mente durante un periodo más largo. Máxima LP co-
nocida, 127 mm.
OBSERVACIONES: Enlistada como en peligro por SE- SE-
MARNAT (2002) y considerada extinta por Soto-Galera
et al. (1998, 1999), pero redescubierta recientemente
por Figueroa-Lucero y Ontiveros-López (2000).
REFERENCIA ADICIONAL: Barbour y Miller (1978).
máxima de febrero a abril. Los huevos, pelágicos, o- o - Algansea popoche (Jordan y Snyder). Popocha
tan hacia la orilla, donde el desarrollo y la eclosión tie- (Fig. 6.64).
nen lugar en la cálida zona litoral. Máxima LP conoci- ÁMBITO (Mapa 6.36): Vertiente del Pacíco, lago de
da, unos 30 cm (Torres-Orozco
(Torres-Orozco 1991). Chapala y su euente de tipo lacustre (río Grande de
REFERENCIA ADICIONAL: Barbour y Miller (1978). Santiago) sobre El Salto de Juanacatlán, Jal.-Mich.
HÁBITAT: Adaptada a la vida lacustre, aunque el deso-
Algansea monticola Barbour y Contreras-Balderas.
Contreras-Balderas. ve parece tener lugar sólo en la desembocadura del río
Pupo del Juchipila (Fig. 6.63). Lerma y arroyos auentes del lago de Chapala.
ÁMBITO (Mapa 6.35): Vertiente del Pacíco, cabeceras BIOLOGÍA: El desove coincide con la época de lluvias,
de los ríos Colotlán, Juchipila, Bolaños y Huaynamota de nes de mayo a nes de agosto. Evidentemente, la
(cuenca del río Grande de Santiago), Zac., Ags.,
Ags. , Jal.. especie se alimenta ingiriendo lodo y materia orgánica y
HÁBITAT: Arroyos, en aguas abiertas y bajo bancos, ltrando las partículas de alimento con sus numerosas
en corriente intensa, y también en estanques; el sustra-
sustra- branquiespinas largas y delgadas (de 53 a 87 en el pri-
to es lodo, grava y roca. mer arco branquial). Máxima LP conocida, unos 25 cm.
BIOLOGÍA: El desove parece tener lugar entre abril y
julio. Máxima LP conocida, 76 mm.
OBSERVACIONES: Esta especie puede dividirse en dos
subespecies bien marcadas: Algansea m. monticola Bar-
bour y Miller en el río Juchipila y A. m. archidion Bar-
bour y Miller del río Huaynamota, dos subespecies que
coexisten en el río Bolaños (Barbour y Miller 1984).
REFERENCIA
(1968) ADICIONAL
y Jensen : Barbour
y Barbour (1981). y Contreras-Balderas Fig. 6.64. Algansea popoche
popoche (Jordan y Snyder). UMMZ 167717,
100 mm LP, lago de Chapala, Jal.; T. Petersen.
Mapa 6.36. Distribución de Algansea popoche (Jordan y Mapa 6.37. Distribución de Algansea tincella (Valenciennes).
Snyder).
OBSERVACIONES: Antes ubicada en el género Xystrosus Aztecula sallaei (Günther). Carpita azteca (Fig. 6.66).
Jordan y Snyder; sinonimizada con Algansea Girard por ÁMBITO (Mapa 6.38): Vertiente del Pacíco, cuenca
Barbour y Miller (1978). Lyons et al. (1998) documen- del alto río Lerma y ciertos tributarios del río Balsas,
taron una declinación importante en la abundancia Méx., Mich., Mor., Pue.; cuencas interiores, la cuenca
de esta especie y concluyeron que estaba casi extinta. endorreica del río Grande de Morelia
M orelia y Valle de México,
Aparece como amenazada en las listas publicadas por D.F., Méx., Mich.; vertiente del Atlántico, cabeceras del
SEMARNAT (2002). río Pánuco, Hgo., Qro.
HÁBITAT: Estanques alimentados por manantiales,
Algansea tincella (Vale
(Valenciennes).
nciennes). Pupo del valle lagos, rápidos y remansos de arroyos, canales y presas,
(Fig. 6.65). en agua clara a lodosa; por lo común sobre fondos de,
ÁMBITO (Mapa 6.37): Distribuido ampliamente en lodo, arena y grava, en profundidades de 0.5 a 1.3 m;
cuencas endorreicas (Valle de México, río Grande de Mo- en arroyos, corriente generalmente moderada a ligera,
relia) y en aguas de la vertiente del Pacíco, cuenca del ocasionalmente fuerte.
río Lerma y contiguas; vertiente del Atlántico, partes al-
al-
tas del río San Juan del Río y Santa María del Río (cuenca
del río Pánuco; ver Barbour y Miller 1978: g. 2).
HÁBITAT: Ubicuo en muy diversos hábitat, desde
arroyos (de tamaño variable) hasta grandes lagos.
BIOLOGÍA: Esta carpita desova probablemente desde
nes de mayo hasta julio y puede ser que migre del
lago de Chapala a sus tributarios para reproducirse .
Máxima LP conocida, 175 mm.
OBSERVACIONES: Se han descrito seis especies nomi-
nomi-
nales de diversas poblaciones de Algansea tincella. La
variación morfológica fue discutida por Barbour y Mi-
ller (1978: 31-32).
0.5BaIOLOGÍA
casi 2.0: Como
m, normalmente menos de de
lo indica la presencia 1.5juveniles
m. y probablemente de marzo
podría tener lugar inclusoa junio, pero ladereproducción
a mediados septiembre
machos en coloración nupcial en colecciones, el desove en el río Devil’s, bajo el estímulo de las inundaciones
va desde marzo hasta junio, y posiblemente hasta agos- (Harrell 1978). Máxima LP conocida, 57 mm.
OBSERVACIONES: Los datos genéticos sugieren que que el desove inicia en noviembre Los juveniles de 17 y
esta especie no es pariente cercano de los otros miem- 19 mm LP capturados en fechas 5 y 15 de abril, respec-
bros del grupo Cyprinella lutrensis (Richardson y Gold tivamente, sugieren que se extiende hasta abril.. Máxi-
1999). Fue considerada como amenazada por Williams ma LP conocida, 56 mm.
et al. (1989) y SEMARNAT
SEMARN AT (2002). OBSERVACIONES: La población de la cuenca del río Sa-
Sa-
REFERENCIAS ADICIONALES: Matthews
atthews (1980b) y Ma- lado puede estar diferenciada, quizás a nivel especíco
yden (1989). (S. Contreras-Balderas, com. pers. 1997). Amenazada,
según SEMARNAT (2002).
Cyprinella rutila (Girard). Carpita regiomontana REFERENCIAS ADICIONALES: Minckley y Lytle
Lytle (1969) y
(Fig. 6.77). Mayden (1989).
ÁMBITO (Mapa 6.49): Vertiente del Atlántico, exclusi-
va de las cuencas de los ríos Salado y San Juan, tributa-
tributa- Cyprinella venusta Girard. Carpita colinegra (Fig. 6.78).
rios del río Bravo, Coah., N.L. ÁMBITO (Mapa 6.50): Desde el río Suwanee, GA-FL,
HÁBITAT: Remansos y rápidos de arroyos de agua hacia el norte hasta el sur de Illinois y el sureste de
d e Mi-
clara y ríos con vegetación moderada a abundante, por suri, y de ahí hacia el oeste a través del sur de Oklaho-
lo general a una profundidad de 0.6-1.5 m. En el río ma y Texas, hasta la parte baja del río Pecos, TX, y el
Salado de los Nadadores, esta especie vive en las partes bajo a medio río Bravo, Coah. y EUA.
ÁBITAT
inferiores de profundos,
tura en sitios rápidos turbulentos y a fuerte
de corriente menudo se cap-
(Minckley de Htamaño: Arroyos
A rroyos de agua clara,
moderadamente conen
grande, fondo de arena,
tierras bajas,
1989; Norris y Minckley 1997). de arroyos de tierras altas sobre fondos de arena y gra-
BIOLOGÍA: La presencia de juveniles tan pequeños va. Generalmente en corrientes moderadas, en aguas
como 14 mm, capturados un 18 de diciembre, indica abiertas menores a 1 m de profundidad.
Mapa 6.50. Distribución en México y general (recuadro) de Mapa 6.51. Distribución de Cyprinella xanthicara Minckley y
Cyprinella venusta Girard. Lytle.
BIOLOGÍA: No existe información sobre las poblacio- BIOLOGÍA: Se desconocen las actividades reproducti-
reproducti-
nes mexicanas. vas; sin embargo, la presencia a principios de abril de
OBSERVACIONES: Las poblaciones occidentales corres- machos tuberculados y juveniles, tan pequeños como
ponden a la subespecie nominal, C. v. venusta Girard. 11 mm, indica que el desove va de nales de marzo a
Puede formar híbridos de manera extensa con Cyprine- abril. Máxima LP conocida, 56 mm.
lla lutrensis en hábitat perturbados en Texas (Hubbs et OBSERVACIONES: Enlistada como en peligro por IUCN
al. 1993; Hubbs y Strawn 1956). (1988), Williams et al. (1989) y SEMARNAT (2002), por
REFERENCIAS ADICIONALES: Gibbs
Gibbs (1957) y Mayden su distribución limitada.
(1989). REFERENCIAS ADICIONALES: Minckley y Lytle
Lytle (1969) y
Mayden (1989).
Cyprinella xanthicara (Minckley y Lytle).
Carpita de Cuatro Ciénegas (Fig. 6.79, Lám. 5).
ÁMBITO (Mapa 6.51): Cuencas interiores y vertiente
del Atlántico, manantiales del semiaislado Bolsón de
Cuatro Ciénegas, Coah.
HÁBITAT: Grandes manantiales de agua clara y arro-
yos alimentados
zonas de fricciónpor manantiales,
entre corrientes en la corriente
y aguas o en
estancadas;
tiende a concentrarse por encima o por debajo de rá-
pidos, sobre marga, grava, rocas y arcilla oculenta; es
más abundante en las partes altas de arroyos alimenta-
dos por manantiales, justo debajo de las fuentes.
Fig. 6.80. Dionda catostomops Hubbs y Miller. UMMZ 196346,
macho, holotipo 54.7 mm LP, río Tamasopo, Tamasopo,
S.L.P., de Hubbs y Miller (1977: g. 43d); L. Martonyi.
Fig. 6.79. Cyprinella xanthicara Minckley y Lytle. Bolsón de
Cuatro Ciénegas, Coah.; W. Minckley.
16.Ranesque.-
tropis Al parecer seRRM.
omitió de manera inadvertida incluir en este
libro a Dionda argentosa Girard 1856, la carpa de manantial, pro-
pia del río Devil’s, TX, pero citada en México por Nelson et al.
(2004). Ver también Mayden et al. (1992b).- JJSS. Mapa 6.53. Distribución de Dionda couchi Girard.
Dionda diaboli Hubbs y Brown. Carpa diablo REFERENCIAS ADICIONALES: Hubbs y Brown (1957),
(Fig. 6.82). Hubbs y Garrett (1990) y Garrett et al. (1992).
ÁMBITO (Mapa 6.54): Arroyos Devil’s,
Devil’s, San Felipe, Sy-
Sy -
camore y Las Moras (hoy ausente de este último), todos Dionda dichroma Hubbs y Miller. Carpa bicolor
ellos tributarios del río Bravo en Texas; río San Carlos (Fig. 6.83).
(un auente en Coahuila, aproximadamente opuesto ÁMBITO (Mapa 6.55): Vertiente del Atlántico, en la
al río Devil’s) y en la cuenca del alto río Salado (ríos cuenca del alto río Verde (cuenca del río Pánuco), desde
Sabinas y Salado, aguas arriba de la presa Don Martín), la ciudad de Ríoverde y cercanías de la Media Luna hasta
Coah. (S. Contreras-Balderas, com. pers. 1984). las cabeceras en San Luis Potosí, entre los 1000 y 1100
HÁBITAT: Agua clara en cauces de río, excepto des- m, y en el bajo río Verde en Guayabos y Tanlacú, altitud
pués de inundaciones, cuando se desplaza a rápidos de 300 a 500 m (estas dos localidades están debajo de
someros en el río Devil’s,
Devil’s, TX (Harrell 1978); más abun-
abun- importantes cascadas en el cañón de lava del río).
dante en la corriente. HÁBITAT: Agua clara de manantiales cálidos, a se-
BIOLOGÍA: Se conoce poco. El intestino largo y convo-
convo- quías de irrigación, arroyos y el cauce principal del río
luto y el peritoneo negro sugieren una dieta herbívora. Verde, sobre sustratos de arena, grava, roca, marga y
Máxima LP conocida, 48 mm. arcilla, normalmente a profundidad menor a 1 m, en
OBSERVACIONES
gida los Estados :Unidos
Esta especie,
y rarade
endistribución
México, fuerestrin-
consi- corriente ligera
con diversas a moderada
plantas (rara
vasculares vez rápida);
emergentes, asociada
además de
derada en peligro por el Equipo de Recuperación de Chara y algas.
los Peces del Río Grande (minutas del 17 de mayo de
1990) y SEMARNAT (2002).
Mapa 6.55. Distribución de Dionda dichroma Hubbs y Miller. Mapa 6.56. Distribución en México y general (recuadro) de
Dionda episcopa Girard.
aplicaba antes a un complejo de seis o más especies dis- OBSERVACIONES: Es claro que esta especie inicia su
tribuidas de manera amplia y alopátrida en el río Bravo desove a mediados del invierno, puesto que machos
y cuencas asociadas del sur de Texas y norte de México. capturados un 21 de diciembre (en rápidos con fondo
Las distribuciones de algunas formas del complejo no de grava) tenían fuertes tubérculos nupciales (Darnell
Fig. 6.84. Dionda episcopa Girard. UMMZ 196764, 55.4 mm Fig. 6.85. Dionda erimyzonops Hubbs y Miller. UMMZ 186495,
LP, tributario del arroyo Nogol justo al este del Almao Chupa macho 33.5 mm LP, canal del río Mante cerca de Ciudad Man-
Vieja, Chih.; T. Petersen. te, Tamps., de Hubbs y Miller (1974: g. 1); M. Lackey.
Mapa 6.57. Distribución de Dionda erimyzonops Hubbs y Miller. Mapa 6.58. Distribución de Dionda ipni (Álvarez del Villar y
Navarro).
Fig. 6.86. Dionda ipni (Álvarez del Villar y Navarro). UMMZ Fig. 6.87. Dionda mandibularis Contreras-Balderas y Verduzco-
193491, macho nupcial 51.5 mm LP, tributario del río San Martínez. UMMZ 196703, macho nupcial 51.9 mm LP, ciéne-
Marcos en la carretera 130, Pue.de Hubbs y Miller (1977: g. ga 10 km al sur de Ríoverde, S.L.P., de Hubbs y Miller (1977:
5c); L. Martonyi. g. 4a); L. Martonyi.
Mapa 6.59. Distribución de Dionda mandibularis Contreras- Mapa 6.60. Distribución de Dionda rasconis (Jordan y Snyder).
Balderas y Verduzco-Martínez.
reproducen en la primavera. Ésta es una especie en
ción, sobre fondos principalmente de arena na, lodo peligro (Mayden et al. 1992b), que no se encontró en
(a veces duro) y arcilla oculenta, a una profundidad las colectas de 1990 (R. L. Mayden, com. pers. 1991).
de alrededor de 1 m. Las temperaturas del agua varían Máxima LP conocida, 53 mm.
entre 24.5° y 29.0°C. REFERENCIA ADICIONAL: Hubbs y Miller (1977).
BIOLOGÍA: La especie parece desovar de marzo a abril.
Máxima LP conocida, 58 mm. Evarra bustamantei Navarro. Carpa xochimilca
OBSERVACIONES: Enlistada como en peligro por IUCN (Fig. 6.89).
(1988), Williams et al. (1989) y SEMARNAT
SEMARN AT (2002). ÁMBITO (Mapa 6.61): Cuencas interiores, parte sur
REFERENCIAS ADICIONALES: Contreras-Balderas y Ver- del Valle de México; se presume extinta.
duzco-Martínez (1977), Hubbs y Miller (1977) y Agui- HÁBITAT: Canales en el Valle de México.
lera-González et al. (1997). BIOLOGÍA: Desconocida. Máxima LP conocida, 70 mm.
OBSERVACIONES: Esta especie, considerada hermana
Dionda rasconis (Jordan y Snyder). Carpa potosina de Evarra tlahuacensis, tiene como diferencia más obvia
(Fig. 6.88). respecto de ésta fosas de en el número de radios anales.
ÁMBITO (Mapa 6.60): Vertiente del Atlántico, exclusiva Se distingue de Evarra eigenmanni por su boca subter-
de la cuenca del río Ojo Frío (río Gallinas), por encima de minal (vs. terminal), falta de tubérculos nupciales en la
una cascada de 105 m (cuenca del río Pánuco), S.L.P. cabeza, boca más angosta, coloración, y aletas dorsal y
HÁBITAT
clara, : Arroyos
Arroyos
azul-verde, con grandes
grandes (
(10-30
10-30por
preferencia m de ancho
ancho)
sitios ) de agua
lentos, más anal redondeadas
Villar en vezLamentablemente,
y Navarro 1997). de puntiagudas (Álvarez del
el material
bien profundos (2 m), sobre sustratos suaves, limo-are- de Evarra a mi disposición fue inadecuado y no fue po-
nosos, sin vegetación. Las temperaturas han variado de sible vericar todos estos rasgos. Se ha recuperado un
22° a 26°C en marzo y mayo; altitud, 450-460 m. Evarra sp. fósil de depósitos del Pleistoceno
P leistoceno tardío, cer-
BIOLOGÍA: Se han capturado machos y hembras re- re - ca de la presa Valsequillo (formación Valsequillo; unos
productivos en marzo y mayo, lo que indica que se 35,000 años antes del presente), en el sur de Puebla,
cuenca del río Balsas (Szabo et al. 1969) y en probables
depósitos postglaciales (de unos 7000 años antes del
Fig. 6.88. Dionda rasconis (Jordan y Snyder). CAS-SU 6153, de Fig. 6.89. Evarra bustamantei Navarro. UMMZ 172460, pa-
Jordan y Snyder (1900: g. 3); localidad y artista desconocidos ratopotipo, 70 mm LP, manantial de San Gregorio, D.F.; T.
(C. Starks?), copiado por P. Wynne. Petersen.
(1989) publicaron detalles sobre la abundancia, ali- grandes cantos rodados, como sitios para descansar de
mentación y edad y crecimiento en una población de las fuertes corrientes.
Arizona (como G. robusta intermedia). BIOLOGÍA: Es posible que sea semejante a la de Gila
BIOLOGÍA: En un estanque estable, alimentado por robusta (ver abajo). Carnívoro cuando alcanza tallas
un manantial termal (en Arizona), la reproducción grandes, llega a parecerse a un Ptychocheilus, lo cual
tuvo lugar lo largo del invierno tardío, primavera y ve- explica el antiguo registro por Bean (1898) de P. lucius
rano, y posiblemente hasta inicios del otoño; en otros en la cuenca del río Yaqui. La talla máxima registrada
hábitat el desove tiene lugar sobretodo a nes de la pri-
pri - excede los 60 cm LP.
mavera y verano (Minckley 1973: 105). Los alimentos OBSERVACIONES: Gila minacae y G. robusta son nota-
principales fueron insectos acuáticos y algas. Máxima blemente similares en morfología (ver Claves), lo cual
LP conocida, 162 mm (Monkey Spring, AZ), por lo ge- ge - llevó a Miller (1976c) a sinonimizarlas. Sin embargo,
neral 145 mm, pero alcanza 222 mm LT en el cañón T. E. Dowling (in Blasius 1996) documentó diferencias
Redeld, AZ (Grifth y Tiersch 1989). dramáticas en ADN mitocondrial entre especímenes
OBSERVACIONES: Enlistada por SEMARNAT (2002) del río Yaqui y más al sur y especímenes de la cuenca
como en peligro y, al momento de escribir estas líneas, del río Colorado, lo que justica seguir reconociendo a
por USFWS como amenazada. G. minacae como una especie válida. Gila minacae fue
REFERENCIA ADICIONAL: Minckley y DeMarais (2000). considerada como rara por SEDESOL (1994) y como
sujeta a protección especial por SEMARNAT (2002,
Gila minacae Meek. Carpa cola redonda mexicana como G. robusta, en parte)
(Fig. 6.98). REFERENCIA ADICIONAL: Norris et al. (2003).
ÁMBITO (Mapa 6.68): Vertiente del Pacíco, cuenca
del río Yaqui, Son. (y probablemente AZ), al sur hasta Gila modesta (Garman). Carpa de Saltillo (Fig. 6.99).
el río Culiacán, Sin., en ríos costeros. ÁMBITO (Mapa 6.69): Vertiente del Atlántico, cono-
HÁBITAT: Rápidos,
R ápidos, canales y remansos de ríos gran- cida sólo de unos pocos sitios en las cabeceras de la
des y en arroyos más pequeños con remansos perma- cuenca del río Salinas (cuenca del río San Juan), cerca
nentes, frecuentemente buscando remolinos detrás de de Saltillo, Coah. (cañón del Chorro y La Hoya del Re-
Re-
fugio).
HÁBITAT: Estanques alimentados por manantiales,
con agua clara y fresca y una corriente moderada, la
cual se origina en depósitos intactos y quebrados de
porHmanantiales
ÁBITAT: Pozos artesianos, a sequías alimentadas
y pequeños arroyos, sobre sustratos de
Mapa 6.71. Distribución de Gila pulchra (Girard). arcilla, limo, lodo, arena, grava y cantos rodados. Agua
clara a lodosa; vegetación de algas, Chara, mastuerzo,
Typha, Potamogeton y raíces de sauce; profundidad has-
has-
debajo de bancos que sobresalen; los juveniles están ta 1.5 m o más; corriente nula a moderada.
en los rápidos, y los más pequeños habitan estanques BIOLOGÍA: En manantiales, en el alimento consiste en
someros. algas, insectos terrestres y arácnidos (Minckley 1973:
BIOLOGÍA: Con base en la captura de juveniles de 15 107, en parte). Sobre la base de la captura de juveniles,
a 16 mm LT, la temporada de desove se extiende pro- el desove abarcan de primavera a otoño.
bablemente de marzo a junio. Máxima LP conocida, OBSERVACIONES: Hace poco se reconoció que G. pur-
154 mm. purea comprende dos especies (véase la reseña de Gila
REFERENCIAS ADICIONALES: Miller (1986) y Norris et al. eremica). El origen de la especie actual en la cuenca de
(2003). Cochise, AZ, hoy disyunta (DeMarais 1991), parece
una hipótesis plausible, apoyada por la sistemática de
Gila purpurea (Girard). Carpa púrpura (Fig. 6.102). Agosia spp. en esa misma área (Hendrickson 1987a,b)
ÁMBITO (Mapa 6.72): Cuencas interiores, cuenca de y la sustancial diferenciación genética de las poblacio-
Cochise (cañón Morse, donde fue extirpada y posterior- nes de Poeciliopsis (Quattro et al. 1996). Gila purpurea
mente reintroducida), AZ; vertiente del Pacíco, ran-
ran - se presenta solamente un tramo corto dentro de Méxi-
Fig. 6.103. Gila robusta Baird y Girard. UMMZ 182499, hem- Fig. 6.104. Hybognathus amarus (Girard). UMMZ 124734
bra 30.5 cm LP, río Green, unos 12.8 km al sur de Big Piney, (como H. nuchalis), 63 mm LP, río Grande, condado Dona
condado Sublette, WY; M. Orson. Ana, NM; E. Theriot.
Mapa 6.73. Distribución general de Gila robusta Baird y Gi- Mapa 6.74. Distribución en México y general (recuadro) de
rard. El punto representa un supuesto registro histórico. Hybognathus amarus (Girard).
Mapa 6.76. Distribución de Hybopsis aulidion (Chernoff y Miller). Mapa 6.77. Distribución de Hybopsis boucardi (Günther).
Hybopsis boucardi (Günther). 19 Carpita del Balsas teado brillante; la mancha caudal era negra. Máxima
(Fig. 6.107). LP conocida, 66 mm.
ÁMBITO (Mapa 6.77): Vertiente del Pacíco, en OBSERVACIONES: La especie fue considerada como
auentes elevados de la cuenca del río Balsas, Gro., amenazada por SEMARNAT (2002). Notropis nigrotae-
Jal.,HMich.,
ÁBITAT: Mor., Pue.claros a turbios, con remansos y
Arroyos niatus Jordan
especie, pero yHybopsis
Evermann es probablemente
cumingii Günther es la misma
diferente
rápidos sobre grava y arena con limo; corriente rápida a (R. R. Miller
M iller,, inédito).
ligera, comúnmente con presencia de algas verdes. REFERENCIA ADICIONAL: Meek (1904).
BIOLOGÍA: El desove tiene lugar probablemente de
enero a abril. Se observaron machos y hembras en bri- bri- Hybopsis calientis (Jordan y Snyder). Carpita amarilla
llante coloración nupcial en remansos, debajo de los (Fig. 6.108).
rápidos del río Xolochtla, Pue., un 2 de abril, con una ÁMBITO (Mapa 6.78): Vertiente del Pacíco, en las
temperatura del agua de 24°C; altitud, 1200 m. Los ma ma-- cuencas de los ríos Lerma y Grande de Santiago; cuen-
cuen -
chos tenían un color rojo sangre en las axilas de las ale- cas interiores, río Grande de Morelia; vertiente del At-
At-
tas pares, a lo largo de la base de la anal y a lo largo de lántico, cabeceras del río Santa María (cuenca del río
los costados y supercie ventral del pedúnculo caudal; Pánuco), Ags., Gto., Jal., Mich., S.L.P.
abdomen anaranjado a bermellón, todo lo demás pla- HÁBITAT: Aguas tranquilas de estanques, lagos y
arroyos; agua clara a turbia, profundidad hasta 1.3 m
(por lo común 1 m o menos); a menudo asociado con
vegetación densa (e. g. jacinto de agua, algas verdes,
19. Según una logenia reciente, esta especie y la siguien
te deberían incluirse en el género Notropis. Ver Schönhuth y Potamogeton).
Doadrio (2003). Ver también la nota de RRM en la reseña de
Notropis aguirrepequenoi.- JJSS.
aguirrepequenoi
BIOLOGÍA: Desova por lo menos desde marzo hasta alimentado por manantiales, de agua clara a turbia, co-
principios de junio y tal vez más tiempo. Máxima LP rriente variable y bancos de tierra de 2 m de alto, casi
conocida, 60 mm. completamente sombreado por ahuehuetes (Taxodium ); );
REFERENCIA ADICIONAL: Chernoff y Miller (1986). 20 algas verdes sobre la grava y rocas; los sustratos com-
com -
OBSERVACIONES: En su concepto actual, esta especie consiste principalmente de insectos acuáticos derivan-
es probablemente polilética; su taxonomía está sien
sien-- tes y terrestres (Schreiber y Minckley 1982), con depre-
depre-
do analizada por Carter R. Gilbert (com. pers.). La asig- dación estacional sobre larvas de otros peces.
nación al género Macrhybopsis Cockerell y Allison obe- OBSERVACIONES: Si bien no se conocen especímenes
dece a la recomendación de Cavender y Coburn (1992). de México, la localidad tipo en el río San Pedro estaba
SEMARNAT (2002) la rerió como amenazada. cerca del actual límite internacional, y es claro que en
REFERENCIAS ADICIONALES: Woolman (1895, como Ex- el pasado existió en Sonora hábitat adecuado (Miller
trarius aestivalis), Koster (1957) y Wallace
Wallace (1980a, como y Winn 1951). Meda fulgida está clasicada como una
Hybopsis aestivalis). especie amenazada en los Estados Unidos (Williams et
al. 1989; USFWS 1996), donde su desaparición tiene
Meda fulgida Girard. Carpita aguda (Fig. 6.112). relación estrecha con la introducción y expansión de
ÁMBITO (Mapa 6.82): Restringido a la cuenca del río Cyprinella lutrensis (Minckley y Deacon 1978; Douglas
Gila (cuenca del río Colorado), Son., AZ, NM, gene-
gene - et al. 1994).
ralmente por debajo de los 1500 m de altitud (Miller y REFERENCIAS ADICIONALES: Barber et al. (1970) y Bar-
Hubbs 1960). ber y Minckley (1983).
HÁBITAT: Remansos, remolinos y parte baja de rá-
pidos, en corrientes lentas a moderadas de arroyos Notropis aguirrepequenoi Contreras-Balderas y Rivera-
pequeños a relativamente grandes, típicamente sobre Teillery. Carpita del Pilón (Fig. 6.113).23
arena, grava o piedras y en aguas de profundidad me- ÁMBITO (Mapa 6.83): Vertiente del Atlántico, mitad
nor a 1.5 m. superior de la cuenca del río Soto la Marina, Tamps.
Tamps.
BIOLOGÍA: El desove comienza por lo general en mar- HÁBITAT: Remansos y remolinos en arroyos de agua
zo; los juveniles aparecen en abril y mayo y maduran generalmente clara, sombreados, de riberas cortadas,
en su segundo verano de vida. En hembras grandes, el con corriente moderada a rápida a profundidades has-
número de huevos varía hasta más de 300. El alimento ta de 1 m y anchura de 20 a 30 m, sobre sustratos de
arena, grava y roca; vegetación ausente o abundante,
compuesta por algas, Eleocharis y Potamogeton.
BIOLOGÍA: Se conoce poco. Se han capturado juveni- juveni-
les de 9, 11 y 16 mm LP a nes de diciembre, nes
de abril y principios de agosto, respectivamente, lo que
sugiere una temporada reproductiva larga. Máxima LP
conocida, 56 mm.
Mapa 6.83. Distribución de Notropis aguirrepequenoi Contre- Mapa 6.84. Distribución en México y general (recuadro) de
ras-Balderas y Rivera-Teillery. Notropis amabilis (Girard).
OBSERVACIONES: Esta especie fue identicada como grava, roca, roca madre y a veces limo, en corriente mo-
Notropis braytoni Jordan y Evermann por Meek (1904: derada a ligera.
65; material de Garza Valdés, La Cruz, Santa Engracia BIOLOGÍA: Desovan evidentemente durante un perio-
y Victoria, todos en la cuenca del río Soto la Marina). do prolongado desde principios de la primavera hasta
De Buen (1990: 18) la llamó Hybopsis nitida (Girard), el verano. Máxima LP conocida, 62 mm.
sinónimo de N. braytoni. Apareció nuevamente, a ma- OBSERVACIONES: Al parecer extirpada del río Pecos,
nera de nomen nudum (Notropis ochoterenai Hubbs y NM (Sublette et al. 1990: 6048). Considerada amenaza-
amenaza-
Gordon) en Hubbs (1937: 296) y de Buen (1997: 167). da (SEMARNAT 2002).
Fue enlistada como rara por SEDESOL (1994) y como REFERENCIA ADICIONAL: Gilbert (1980a).
sujeta a protección especial por SEMARNAT (2002).
REFERENCIAS ADICIONALES: De Buen (1940) y Contre- Notropis braytoni Jordan y Evermann.
Evermann. Carpita
ras-Balderas y Rivera-Teillery
Rivera-Teillery (1973). tamaulipeca (Fig. 6.115).
ÁMBITO (Mapa 6.85): Vertiente del Atlántico, en el río
Notropis amabilis (Girard). Carpita texana (Fig. 6.114). Bravo y sus tributarios, incluidos los ríos Conchos, Sa-
Sa-
ÁMBITO (Mapa 6.84): Del río Colorado, en el centro lado y San Juan, Chih., Coah., Durango, N.L., Tamps. y
de Texas, hacia el sur hasta la cuenca del río Bravo, in- el bajo río Pecos, TX.
cluidosellos
hacia ríoshasta
oeste Salado y San
S an
el río Juan,TX,
Pecos, Coah.,
NM,N.L., Tamps.,
y el río Con- HÁBITAT
turbias, : Arroyos
sobre fondosy ríos abiertos, dedeaguas
normalmente gravaclaras
y rocao
chos, Chih. pero a veces con limo y lodo; vegetación abundante en
HÁBITAT: En aguas claras de las partes altas de auen-
auen- la cuenca de San Juan, rala en otras partes; corriente
tes hasta las partes medias de arroyos mayores, sobre variable, de ligera a rápida.
Fig. 6.114. Notropis amabilis (Girard). UMMZ 196748, hembra Fig. 6.115. Notropis braytoni Jordan y Evermann. UMMZ
41.8 mm LP, río San Carlos, 27 km al S de Ciudad Acuña, 201514, macho 44 mm LP, río Bravo del Norte, unos 5 km al
Coah..; E. Theriot. S del cañón San Francisco, Chih.; E. Theriot.
Mapa 6.85. Distribución en México y general (recuadro) de Mapa 6.86. Distribución en México y general (recuadro) de
Notropis braytoni Jordan y Evermann. Notropis buchanani Meek.
Mapa 6.87. Distribución en México y general (recuadro) de Mapa 6.88. Distribución en México y general (recuadro) de
Notropis chihuahua Woolman. Notropis jemezanus (Cope).
Notropis jemezanus (Cope). Carpita del Bravo Notropis nazas (Meek). Carpita del Nazas (Fig. 6.119).
(Fig. 6.118). ÁMBITO (Mapa 6.89): Cuencas interiores, endorrei-
ÁMBITO (Mapa 6.88): Cuenca del río Bravo, inclui- cas, de los ríos Nazas-Aguanaval,
Nazas-Ag uanaval, Zac.-Dgo.
dos los ríos Conchos, Salado y San Juan, Chih., Coah., HÁBITAT: Preere corrientes en arroyos de agua cla-
cla -
N.L., Tamps. y los ríos Grande y Pecos, TX, NM. ra, y ríos grandes (75-100 m de ancho), sobre sustrato
HÁBITAT: Ríos y arroyos grandes, abiertos, de co- de roca, grava y arena (ocasionalmente lodo); vegeta-
vegeta -
rriente variable, sobre fondos de piedras, grava, arena ción rala (usualmente algas); profundidad por lo gene-
gene-
y algo de lodo o limo, en profundidades de hasta 2 m, ral menor de 1 m (rara vez 2 m); altitud, 1150-1950 m.
pero normalmente más someras; vegetación usual- usual- BIOLOGÍA: Como lo sugiere la captura de juveniles
mente rala. de 13 a 22 mm LP entre febrero y junio, el periodo de
BIOLOGÍA: La época de desove es claramente larga (di- desove debe extenderse de nes del invierno a la pri-
pri -
ciembre a octubre), como se inere por las colectas de ju
ju-- mavera. Meek (1904) observó desove a nes de mayo
veniles realizadas durante la mayor parte de esos meses en las cabeceras del río Nazas. Máxima LP conocida,
(Williams et al. 1989). Máxima LP conocida, 72 mm. 64 mm.
OBSERVACIONES: Desde 1949 esta especie no se ha
capturado en el cauce principal del río Grande, NM,
(Platania
yden et al.1991). Fuey SEMARNAT
(1992b) considerada amenazada por rara
(2002), y como Ma -
Ma-
por SEDESOL (1994).
REFERENCIAS ADICIONALES: Koster (1957) y Gilbert
(1980d).
Fig. 6.118. Notropis jemezanus (Cope). UMMZ 203178, 53 mm Fig. 6.119. Notropis nazas (Meek). UMMZ 196711, macho
LP, río Pecos 10 km aguas debajo de SantaSanta Rosa, NM; E. (arriba), 45.8 mm LP, y hembra, 48.6 mm LP, río Aguanaval
Theriot. 34 km al noreste de Nieves, Zac.; E. Theriot.
Mapa 6.91. Distribución de Notropis saladonis Hubbs y Hubbs. Mapa 6.92. Distribución en México y general (recuadro) de
Notropis simus (Cope).
Fig. 6.123. Notropis stramineus (Cope). UMMZ 210715, ma- Fig. 6.124. Notropis tropicus Hubbs y Miller.
Miller. UMMZ 169948, ma-
cho(?), 48.3 mm LP, río Pilón cerca de Montemorelos, N.L.; cho, 29.5 mm LP, río Axtla cerca de Xilitla, S.L.P.; M. Lackey.
P. Pelletier.
HÁBITAT: Arroyos de agua clara a lodosa con corrien- Yuriria chapalae (Jordan y Snyder). Carpa de Chapala
te moderada a fuerte; sustrato de limo, grava, piedras y (Fig. 6.134).
cantos rodados; profundidad de 1 a 3 m. Altitud, 1100 ÁMBITO (Mapa 6.104): Lago de Chapala y río Grande
a 2800 m. de Santiago sobre las cataratas, donde es simpátrida
BIOLOGÍA: Los registros de juveniles pequeños (12-22 con Y. alta.
mm) provenientes de aguas arriba del lago de Chapala, HÁBITAT: Orillas y aguas abiertas del lago de Chapa-
de auentes del río Grande de Santiago aguas abajo del la, a profundidades de por lo menos 7 m.
lago y de la barranca aguas abajo de Guadalajara, su- BIOLOGÍA: Meek (1904:59, 82) armó que las pobla-
pobla -
gieren un periodo de desove prolongado, iniciando en ciones del lago de Chapala desaguaban a mediados o
marzo (o antes) y con término en junio. La talla máxi- nes de junio, y que esta especie alcanza una longi-
longi-
ma conocida se acerca a los 200 mm LP. tud de unos 255 mm (LT?);
(LT?); el mayor espécimen que yo
OBSERVACIONES: Notropis celayensis Álvarez del Villar haya visto fue una hembra de 182 mm LP (unos 225
(1958) es un sinónimo (Miller 1991). Miller (1976c) LT), del lago de Chapala.
presentó razones para reconocer a Yuriria Jordan y OBSERVACIONES: C. D. Barbour (com. pers. 1997) de-
Evermann.25 Esta especie (o la siguiente) existe como terminó que esta carpa es una especie válida y ofreció
fósil en depósitos del Pleistoceno en la cantera de Joco- una clave para distinguir las dos especies de Yuriria.
tepec, cerca del extremo occidental del lago de Chapala REFERENCIA ADICIONAL: Miller (1976c).
(Smith et al. 1975).
de la parte media;
picamente cuerpo plateado;
7, ocasionalmente radios anales
8, fontanela anterior tí -
tí- 8a las
(7a). de
Incisión
papilasenentre el labio inferior
su base y la somera,
base deltres labio;o más
con
bien desarrollada (Carpiodes). Vertiente del Atlánti- muescas en los márgenes entre los labios superior e
co, cuenca del río Bravo ..................
............. ..... Carpiodes carpio inferior (subgénero Pantosteus ) ....................
..............................
..........99
3b. Subopérculo casi semicircular, más ancho debajo 8b. Incisión en el labio inferior más profunda, típica-
de la parte media, su margen externo redondeado mente 0-3 hileras de papilas entre la base de la inci-
de manera uniforme; coloración gris o parduzca, sión y la base del labio; sin muescas laterales entre
más oscura, no plateada; radios anales usualmente los labios superior e inferior (subgénero Catosto-
8 ó 9, a veces 7 (típicamente 7 en el río Nazas); fon- fon- mus) .....................
...............................
....................
.....................
.....................
....................
..........11
11
tanela anterior reducida u obliterada (subadultos a 9a (8a). Mandíbula inferior truncada (Fig. 6.135); ra- ra-
adultos) (Ictiobus) ....................
...............................
.....................
....................
.......... 4 dios dorsales, usualmente 10-12; escamas predorsa- predorsa-
4a (3b). Labios muy llenos, papilosos, más anchos que les, 19-28; branquiespinas, 30 o más en el primer
largos; escamas de la línea lateral, 39-43; la longitud arco; labio inferior con más de 3 hileras de papilas
cefálica cabe en la LP más de cuatro veces. Verti Vertienteente que cruzan la línea media. Vertiente del Pacíco, río
del Atlántico, cuenca del río Pánuco Pánuco .......................
........... ............ Gila (cuenca del río Colorado) .... Catostomus clarkii
.......................................................... Ictiobus labiosus
4b. Labios ni papilosos ni agrandados, no como en la
opción anterior; escamas de la línea lateral, menos
de 39; la longitud cefálica cabe en la LP menos de
cuatro veces ....................
...............................
.....................
.....................
....................
.........55
5a (4b). Altura del cuerpo, usualmente más de 2.8 ve-
ces (2.6-3.2) en la LP; anchura del cuerpo, aproxi- aproxi -
madamente igual a la distancia desde el extremo Fig. 6.135. Labios de tres Catostomus mexicanos (subgéne-
superior de la abertura branquial hasta la punta del ro Pantosteus): C. nebuliferus (izquierda), 105 mm; C. plebeius
hocico; dorso frente a la aleta dorsal, menos m enos elevado, (centro), 115 mm; y C. clarkii (derecha), 110 mm LP; T. Pe-Pe-
redondeado o con una débil quilla; diámetro ocular, tersen.
más de dos veces en la longitud del hocico. Vertiente
del Atlántico, cuenca del río Bravo hasta el río Soto 9b. Mandíbula inferior redondeadas vertical y horizon-
la Marina; cuencas interiores, río Nazas ....... Nazas .................
.......... talmente (Fig. 6.135); radios dorsales, 8-10, usual-
usual-
............................................................... Ictiobus niger mente 9; escamas predorsales, 30-50; branquiespi-
branquiespi-
5b. Altura del cuerpo, usualmente 2.8 veces o menos nas en el primer arco, menos de 28 (20-27); labio
(2.2-2.8) en la LP; anchura del cuerpo, menor que la inferior con una incisión comparativamente pro-
distancia desde el extremo superior de la abertura funda (unas 3 hileras de papilas que cruzan la línea
branquial hasta la punta del hocico; dorso frente a media) ....................
...............................
.....................
....................
.....................
.................
...... 10
10a (9b). Labios muy pegados a la parte ventral de la ca- tral de la cabeza y abdomen. Vertiente del Pacíco,
beza, no muy sobresalientes; labio superior delgado cuenca del río Sonora ...............
Sonora ............... Catostomus wigginsi
y bien delimitado entre el rostrum y la parte cartila- 13b. Aleta dorsal larga, típicamente 11 o 12 (10-13) ra-
ginosa de la mandíbula superior, con 3 o 4 (ocasio- dios; pigmentación no extendida hacia abajo hasta
nalmente 5) papilas que cruzan la línea media; labio la supercie ventral de la cabeza y abdomen .... abdomen ........ 14
inferior generalmente redondeado a lo largo de su 14a (13b). Escamas en la línea lateral, 54-67; radios dor- dor-
margen posterolateral; machos reproductivos con sales, 11 o 12; escamas predorsales, 30-37 (prome- (prome-
una raya carmesí a lo largo de los costados. Vertien- dio 33). Vertiente del Pacíco, río Gila (cuenca del
te del Atlántico, cuenca del río Bravo (río Conchos); río Colorado) .............................. Catostomus insignis
cuencas interiores, Guzmán; vertiente del Pacíco, 14b. Escamas en la línea lateral, usualmente más de
cabeceras del río Yaqui ............. Catostomu
Catostomuss plebeius 67 (65-80); radios dorsales, 11 o 12 (10-13); escamas
10b. Labios claramente sobresalientes de la parte ven- predorsales, 38 o más. Vertiente Vertiente del Pacíco, cuenca
tral de la cabeza; labio superior ancho y libre, no del río Yaqui; vertiente del Atlántico, río Conchos
delimitado entre el rostrum y la parte cartilaginosa (cuenca del río Bravo) (incluye Catostomu Catostomuss conchos)
de la mandíbula superior, usualmente con más de ................................................ Catostomus bernardini
5 papilas que cruzan la línea media; labio inferior 15a (7b). Escamas alrededor del cuerpo en el origen de
angular o cuadrado a lo largo de su margen postero- la dorsal, 32-36; cuerpo de color gris uniforme arri- arri -
lateral; no se han reportado marcas color carmesí en ba. Vertiente del Atlántico, ríos Salado y San Juan
los machos reproductivos. Cuencas interiores, ríos (cuenca del río Bravo), hacia el sur hasta el río Soto
Nazas-Aguanaval ..................
............ ...... Catostomu
Catostomuss nebuliferus la Marina .............................
.............. ..................
... Scartomyzon congestus
11ahasta
(8b). la Incisión
base delmedia labio,ensinel hileras
labio inferior,
completas extendida
de pa- 15b. Escamas
sal, alrededor
36-41 medias lunasdel cuerpo
oscurasdel enorigen de la dor-
las escamas de
pilas que lo atraviesen ..........................................12 la parte superior del cuerpo. Vertiente del Pacíco,
11b. Incisión media en el labio inferior no alcanza la ríos Lerma-Grande de Santiago, Ameca, Armería y
base del labio, atravesado por lo menos por dos o el alto río Mezquital; vertiente del Atlántico, cauce
tres hileras completas de papilas .........................13 principal del río Bravo y tributarios, incluido el río
12a (11a). Labios llenos y carnosos (Fig. 6.136); boca Conchos ................................ Scartomyzon austrinus
ligeramente oblicua; escamas en la línea lateral,
menos de 89. Cuencas interiores, cabeceras del río
Casas Grandes; vertiente del Pacíco, cabeceras de Reseñas de las especies
la cuenca septentrional del río Yaqui Yaqui .......................
......................
..................................................... Catostomu
Catostomuss leopoldi Carpiodes carpio (Rafnesque). Matalote chato
12b. Labios, no como en la opción anterior (Fig. 6.136); (Fig. 6.137).
boca horizontal; escamas en la línea lateral, más de ÁMBITO (Mapa 6.105): Vertiente del Atlántico, distri-
85 (usualmente 90-100). Vertiente del Pacíco, cabe- cabe - buido ampliamente en la cuenca del río Misisipi desde
ceras de la cuenca meridional del río Yaqui ... aqui ............
......... Montana hasta Pensilvania, al sur hasta los auentes
....................................................... Catostomus cahita de la vertiente del golfo, de Luisiana hacia el oeste has-
13a (11b). Aleta dorsal corta, con 9 o 10 radios; pigmen- pigmen- ta la cuenca del río Bravo, Nuevo México y Texas, in-
tación extendida hacia abajo hasta la supercie ven- ven- cluidos en México los ríos Conchos, Salado y San Juan,
Chih., Coah., N.L., de allí al sur hasta la cuenca del río
Soto la Marina, Tamps.
HÁBITAT: Remansos y estanques tranquilos, de fon-
do limoso, en ríos a menudo turbios, de gradiente bajo
a moderado; se desarrolla bien en presas turbias de
Nuevo México (Sublette et al. 1990) y otras partes.
BIOLOGÍA: La temporada de desove se extiende desde
principios de la primavera hasta mediados del verano.
La captura de juveniles de 15-22 mm LT indica que esta
especie desova en México por lo menos desde abril has-
ta agosto, dependiendo en parte de la altitud. Su ali- ali -
mento incluye protozoarios e invertebrados pequeños
(crustáceos, insectos acuáticos, moluscos, gusanos y al-
Fig. 6.136. Labios de (a) Catostomus leopoldi y (b) C. cahita, de gas lamentosas). Máxima LT conocida, unos 45 cm.
Siebert y Minckley 1986: g. 2.
NMHyÁBITAT
norte: Los
de Sonora.
juveniles y adultos pequeños ocupan
rápidos; los adultos grandes habitan en remansos du-du -
rante el día y se mueven a los rápidos durante la noche
y cuando el agua está turbia.
delÁbajo
MBITO (Mapa 6.109): Vertiente del Pacíco, cuenca
río Colorado, desde la cuenca del río Bill Wi- Santapers.
com. Cruz,1989);
Son., en mayo de 1988
SEMARNAT (L. Juárez-Romero,
(2002) la enlistó como
lliams en Arizona y la cuenca del río Gila de Arizona en peligro.
REFERENCIAS ADICIONALES: Minckley (1973, 1980c).
Mapa 6.110. Distribución de Catostomus leopoldi Siebert y Mapa 6.111. Distribución de Catostomus nebuliferus Garman.
Minckley.
Catostomus nebuliferus Garman. Matalote del Nazas Catostomus plebeius Baird y Girard. Matalote del Bravo
(Fig. 6.144). (Fig. 6.145).
ÁMBITO (Mapa 6.111): Cuencas endorreicas de los ÁMBITO (Mapa 6.112): Disyunto en cuencas del At-
ríos Nazas y Aguanaval, Coah., Dgo., Zac. lántico e interiores, desde el alto río Grande en el sur
HÁBITAT: Ríos y arroyos, en remansos y rápidos; de Colorado y norte de Nuevo México y el río Mimbres
anchura de 2 a 25 m; vegetación escasa a abundante, al norte de Deming, NM, hacia el sur a través de la
algas verdes a menudo adheridas a las rocas, Lemna, cuenca endorreica de Guzmán (ríos Casas Grandes,
Potamogeton, planta emergente similar al mastuerzo; Santa María y del Carmen), de allí hasta el alto río Con-
Con -
agua clara (por lo general) a turbia o lodosa; fondos de chos en Chihuahua y Durango; presente tan sólo en un
arena, limo, lodo, grava, rocas, cantos rodados y roca tributario del río Bavispe (vertiente del Pacíco, cuenca
madre; orillas de arcilla o roca, con sauces; profundi-
profundi - del río Yaqui) en Chihuahua.
dad 1-2 m o más; corriente lenta (época de secas) a mo-
mo- HÁBITAT: Remansos y rápidos de arroyos de tamaño
pequeño a moderado; los adultos se mueven hacia los
rápidos durante la noche y la madrugada.
BIOLOGÍA: La captura de ejemplares juveniles indi-
ca que en México el desove va de febrero a julio; en
los Estados Unidos, de febrero a abril y, a veces, hasta
el verano. Rinne (1995) ofreció datos sobre su biolo-
gía reproductiva en Nuevo México. Los alimentos de
las poblaciones septentrionales incluyen diatomeas,
Fig. 6.144. Catostomus nebuliferus Garman. UMMZ 211074, algas lamentosas, detritus e invertebrados bénticos.
105 mm LP, río Tepehuanes sobre Tepehuanes, cuenca del río Máxima LP conocida, 173 mm (adultos, 60-130 mm,
Nazas, Dgo.; J. Megahan. usualmente 70-90).
Mapa 6.118. Distribución en México y general (recuadro) de Mapa 6.119. Distribución en México y general (recuadro) de
Scartomyzon austrinus (Bean). Scartomyzon congestus (Baird y Girard).
ller
para(1989), los peculiares
A. armandoi labios modicados
Lozano-Vilano descritos
y Contreras-Balderas
pueden ser inducidos ambientalmente por los efectos
de una baja concentración de oxígeno en el agua. J.J.
Schmitter-Soto (com. pers. a SMN, 2002) observó la
misma modicación en una población de A. aeneus en
el sur de Campeche: los peces tenían los labios expan-
didos sólo en condiciones de bajo oxígeno disuelto.
REFERENCIAS ADICIONALES: Hildebrand (1925) y Carr y
Giovannoli (1950). Mapa 6.122. Distribución de Astyanax altior Hubbs.
Astyanax altior Hubbs. Sardinita yucateca (Fig. 6.155). REFERENCIAS ADICIONALES: Hubbs (1936) y Schmitter-
ÁMBITO (Mapa 6.122): Vertiente del Atlántico, endé- Soto (1998b).
mico del norte de la península de Yucatán (localidades
en Schmitter-Soto 1998a: g. 1).. Astyanax armandoi Lozano-Vilano y Contreras-
HÁBITAT: Se encuentra
encuentra principalmente
principalmente en dolinas
dolinas Balderas. Sardinita de Pénjamo (Fig. 6.156).
kársticas (cenotes) de agua dulce, pero también en ÁMBITO (Mapa 6.123): Vertiente del Atlántico, de un
agua levemente salobre (hasta 6 ppm) en estanques del arroyo que uye a través de Pénjamo (hoy Coronel Gre-
Gre-
manglar. gorio Martínez Magaña, Tab.) hasta el río Usumacinta,
BIOLOGÍA: Sin datos; probablemente similar a la de al este de Palenque, Chis. Conocido solamente de la
A. aeneus. Máxima LT conocida, 110 mm. localidad tipo.
OBSERVACIONES: Schmitter-Soto (1998a) detalló la di-
di- HÁBITAT: Un manantial pequeño y su euente, de
ferenciación de esta especie respecto de la de amplia fondo lodoso, con vegetación.32
distribución (A. aeneus). Todavía no se comprende del BIOLOGÍA: Sin información.
todo la sistemática de Astyanax ; son necesarios más es-
es-
tudios (Contreras-Balderas y Lozano-Vilano 1988).31
de las extensas colectas del río Lacanjá, Chis., efectua- Mapa 6.127. Distribución en México y general (recuadro) de
das por Rodiles-Hernández et al. (1999), en las cuales Hyphessobrycon compressus (Meek).
correspondió a más de una quinta parte de los 5490
peces capturados. Es espectacular en la pesca deportiva
y utilizado como alimento en Honduras y Costa Rica Roeboides bouchellei Fowler. Sardinita cristal
(Carr y Giovannoli 1950; Bussing 1998). Puede desovar (Fig. 6.161).
de nes del invierno hasta principios del verano, como ÁMBITO (Mapa 6.128): Vertiente del Pacíco, desde
lo indican los juveniles en la colección UMMZ. Máxi- el río Perros en Ixtepec (antes San Jerónimo; ver Meek
ma LT conocida, unos 50 cm. 1904: 88), Oax., al este y sur hasta Panamá (río Tabasa-
REFERENCIAS ADICIONALES: Regan (1906-1908).y Bus- rá); vertiente del Atlántico, desde el río Patuca, noreste
sing (1998). de Honduras, hasta la cuenca del río Chagres, Panamá.
HÁBITAT: Lagos y arroyos lentos, en aguas tranquilas
Hyphessobrycon compressus (Meek). Sardinita plateada de remansos y estanques.
(Fig. 6.160).
ÁMBITO (Mapa 6.127): Vertiente del Atlántico, arro-
yos y lagunas desde la cuenca del río Papaloapan, al
este hasta el norte de Belice. La especie podría distri-
buirse hacia el sur hasta Honduras (hasta Omoa) si,
como se sospecha, Hyphessobrycon milleri Durbin es un
sinónimo (G. A. Cruz, com. pers. 1984).
HÁBITAT: Lagunas, pantanos, estanques y aguas tran-
quilas de ríos grandes, sobre fondos de lodo y arena.
BIOLOGÍA: Sin datos. Máxima LT conocida, 46 mm
(rara vez mayor de 38 mm). Fig. 6.161. Roeboides bouchellei Fowler. UMMZ 190782, 63.1
REFERENCIA ADICIONAL: Eigenmann (1918). mm LP, canal de María Linda, sureste de Escuintla, vía Es-
cuintla-Santa Rosa, Guatemala; P. Pelletier.
Ictaluridae
hacia el sur entre las montañas Apalaches y Rocosas, mún en las cuencas de los ríos Yaqui (Hendrickson et al.
y en ríos de la vertiente del golfo en los Estados Uni- 1981), Sonoyta y Colorado. Se conocen otros especíme-
especíme -
dos; llega de manera natural sólo hasta el bajo río Bra - nes de poblaciones no nativas en México (con ejempla-
vo aguas abajo de Nuevo Laredo, Tamps. (ver Treviño res en las colecciones de la UNAM y UANL) de los ríos
Robinson 1959). Pánuco, Lerma-Santiago y Balsas (Contreras-Balderas y
HÁBITAT: Partes tranquilas, de gradiente bajo, de ríos Escalante-Cavazos 1984: 112). No es muy apreciado por
de tamaño pequeño a moderado, en remansos, estan- los pescadores, porque su tamaño es generalmente pe-
ques, lagos herradura, zonas de inundación y embal- queño; además, tiene tendencia a formar poblaciones
ses. Muestra predilección por fondos con vegetación, grandes pero enanizadas, que pueden competir con pe-
de cieno blando y agua turbia. ces de mayor valor por espacio y alimento. Es probable-
BIOLOGÍA: En Dakota del Sur desova de nes de ju- ju - mente la especie más derivada de bagre torito, miembro
nio hasta julio y en Misuri de mayo a junio. En México del grupo de A. natalis (Lundberg 1992). Su pariente A.
(bajo río Bravo, ríos San Juan y Álamo) desova proba-
proba - natalis ha sido introducido también; es frecuente y mu-
mu -
blemente de abril a junio. Construye nidos en forma cho más común que A. melas en las partes mexicanas
de plato; el macho protege a los huevos y juveniles. del bajo río Colorado, B.C.-Son. (Minckley 1973: 183, en
Los juveniles tienen en la naturaleza dos épocas prin- parte; Ruiz-Campos 1995). J. Lyons (com. pers. a SMN
cipales de alimentación: alrededor del amanecer y el 2002) mencionó la posible presencia de A. nebulosus de
ocaso (Darrell y Meserotta 1965). Esta especie es esen- la cuenca del alto río Ameca, Jal.
cialmente bentófaga; se alimenta de materia vegetal y REFERENCIA ADICIONAL: Pieger (1997).
animal. Máxima LP conocida, unos 41.5 cm.
de O
BSERVACIONES: Introducida ampliamente en el oeste
Estados Unidos y el noroeste de México, esta especie Ictalurus balsanus (Jordan y Snyder). Bagre del Balsas
(Fig. 6.163).
se ha establecido en el río Casas Grandes, Chih., por lo ÁMBITO (Mapa 6.130): Vertiente del Pacíco, en la
menos desde 1950; ha sido introducida
in troducida y se ha vuelto co
co-- cuenca del río Balsas, Gro., Mich., Oax., Mor., Pue., Jal.
6b. Barbillones maxilares extendidos sólo hasta el BIOLOGÍA: Se desconoce el ciclo de vida. LP máxima
opérculo o la base de la pectoral; dientes palatinos conocida, 47.3 cm.
grandes; aletas verticales claras o blanquecinas. Ver- Ver- OBSERVACIONES: Castro-Aguirre et al. (1999, como
tiente del Atlántico, sureste de México, incluida la Ariopsis assimilis) observaron que algunas poblaciones
laguna Bacalar,
Bacalar, hacia el sur ..............
............. . Arius assimilis de este pez completan su ciclo de vida en el aguadulce
7a (3b). Diámetro ocular 5.5-6 veces en la longitud ce- en la laguna de Bacalar, Q.R., y el lago Izabal, Guate-
fálica; aleta dorsal con 7 radios, aleta pectoral con 10 mala, y discutieron también los problemas asociados a
radios. Vertiente del Atlántico, de la cuenca del río la identicación de esta especie en México.
Pánuco hacia el sur y este ....“ Cathorops” aguadulce REFERENCIAS ADICIONALES: Regan (1906-1908) y Sch-
Sch-
7b. Diámetro ocular 4-5 veces en la longitud cefálica; mitter-Soto (1998b).
aleta dorsal con 6 radios, aleta pectoral con 9 o 10
radios. Costa del Pacíco, del río Yaqui (río Ahome), Arius felis (Linnaeus). Bagre maya (Fig. 6.174).
hacia el sur..........
sur.....................
.....................
............ “Cathorops ” fuerthii ÁMBITO (Mapa 6.140): Vertiente del Atlántico, so-
bretodo en agua marina, desde cabo Cod, MA, hasta
el bajo río Bravo, EUA-México, de ahí hacia el sur a
Reseñas de las especies lo largo de la costa del golfo de México hasta el oeste
de Yucatán; penetra los ríos (e.g., ríos Coatzacoalcos y
Arius assimilis Günther. Bagre maya (Fig. 6.173). Usumacinta; Castro-Aguirre 1978: 49).
ÁMBITO (Mapa 6.139): Vertiente del Atlántico, sobre- HÁBITAT: Aguas costeras turbias, someras, de alta sa-
todo en agua dulce, desde Quintana Roo (incluida la linidad (hasta 37 ppm), sobre sustratos de lodo o arena,
laguna de Bacalar)
HÁBITAT : Ríos dehasta
tamañoel noroeste
grande ade Honduras.
mediano, lagunas pero penetra
apenas al agua
por encima dedulce
0 ppmenenlos trópicosde(registrado
la laguna Términos,
Términos,
costeras y lagos, sobre fondos de lodo, arena,
are na, grava y ma- Camp., por Yáñez-Arancibia y Lara-Domínguez 1988);
teria orgánica; corriente nula a fuerte; agua clara a tur-
tur- corriente lenta a fuerte; vegetación ausente a rala, con
bia; vegetación ausente o rala; profundidad hasta 3 m. manglares a lo largo de los estuarios; profundidad has has--
de los peces que eclosionaron en la primavera después otros invertebrados (Bussing 1998). Máxima LP cono-
de los primeros cuatro años de vida fue respectiva- cida, unos 40 cm.
mente de 11.5, 19.3, 26.3 y 33.1 cm (Warburton 1978). OBSERVACIONES: Castro-Aguirre et al. (1999: 156,
Se capturaron individuos de 42 y 43 mm LT un 23 de como Ariopsis seemanni) mencionaron esta especie en
marzo y un 1º de julio en agua dulce en la laguna de ríos, lagunas y estuarios de la costa del Pacíco, desde
Coyuca, cerca de Acapulco, Gro. Máxima LP conocida, Sonora hasta Chiapas.
unos 40 cm. REFERENCIA ADICIONAL: Jordan y Williams, en Jordan
OBSERVACIONES: Esta especie fue mal identicada del (1895).
delta del río Yaqui como Arius liropus por Branson et al.
(1960; ver Hendrickson et al. 1981: 78). Castro-Aguirre Bagre marinus (Mitchill). Bagre bandera (Fig. 6.177).
(1978: 50) y Castro-Aguirre et al. (1999, como Ariopsis ÁMBITO (Mapa 6.143): Vertiente del Atlántico, desde
guatemalensis) proporcionaron muchos registros mexi- Cabo Cod, MA, hasta el bajo río Bravo, Estados Unidos-
canos en agua dulce. México, de allí hacia el sur y este (incluida Trinidad)
REFERENCIAS ADICIONALES: Regan (1906-1908: 123, hasta el sureste de Brasil (no al sur de la latitud 25°S).
láms. 17, 19) y Bussing (1998). Conocido también del oeste de Cuba.
HÁBITAT: Primordialmente marino; penetra en los
Arius seemanni Günther. Bagre tete (Fig. 6.176). estuarios y en el trópico a veces entra al agua dulce; es
ÁMBITO (Mapa 6.142): Vertiente del Pacíco (clara-
(clara- común en estuarios y lagunas bordeadas de manglar,
mente en Sinaloa y Nayarit), golfo de California a Perú; así como en la plataforma continental adyacente. En
a menudo penetra a los ríos. México vive principalmente en lagunas costeras y es-
HIOLOGÍA
B
ÁBITAT: Lagunas costeras y parte baja de los ríos.
: Esta especie habita en ríos medianos y tuarios
dulce encon mangle,
el río pero se Camp.,
Champotón, le ha registrado
a unos 18enkm
agua
de
grandes, de hasta 25 m; se alimenta de crustáceos y la desembocadura (Hubbs 1976: 178). Se le encuentra
Fig. 6.176. Arius seemani Günther. UMMZ 16734, 237 mm LP, Fig. 6.177. Bagre marinus (Mitchill). USNM 10422 (como Ae-
cerca de San Blas, Nay.; S. Norris. lurichthys marinus), 34 cm LT, Woods Hole, MA, tomado de
Goode (1884: lám. 235); H. Todd.
Mapa 6.142. Distribución en México y general (recuadro) de Mapa 6.143. Distribución en México y general (recuadro) de
Arius seemani Günther. Bagre marinus (Mitchill).
Fig. 6.179. “Cathorops” fuerthi (Steindachner). Adulto, LP(?), Fig. 6.180. Potamarius nelsoni (Evermann y Goldsborough).
tomado de Regan (1906-1908: g. 2, como Arius fuerthi); loca-
loca- USNM 50001 (como Conorhynchos nelsoni), tipo, 381 mm LT,
lidad desconocida; J. Green. río Usumacinta en Montecristo (= Emiliano Zapata), Tab., to-
mado de Evermann y Goldsborough (1902: g. 1); A. Baldwin,
copiado por P. Wynne.
4b. Costados del cuerpo desprovistos de una franja fondos lodosos, en recodos tranquilos de ríos mayores;
oscura conspicua; vértebras post-weberianas más fondo de lodo, arcilla, arena, grabar y roca, a veces con
numerosas, 37-41, por lo general 38-40 (91%). Ver- capas de hojarasca o troncos; corriente nula o lenta a
tiente del Atlántico, río Jamapa, hacia el sureste .... moderada (gran variabilidad estacional); agua clara a
..................................................... Rhamdia laticauda lodosa.
IOLOGÍA
B de rocas
bajo : Los juveniles
en los rápidos,sedonde
presentan
están aasociados
menudo con
de-
Reseñas de las especies los juveniles de Synbranchus marmoratus u Ophisternon
aenigmaticum . Se conoce poco de su ciclo de vida.40 Las
Rhamdia guatemalensis (Günther). Juil descolorido hembras capturadas en el río Choluteca, Honduras,
(Fig. 6.181). un 22 de febrero tenían huevos maduros (Carr y Gio-
ÁMBITO (Mapa 6.147): Ambas vertientes de Meso- vannoli 1950: 13). Máxima LP conocida, unos 30 cm
américa, desde la cuenca del río Chachalacas unos 40 (USNM 50483).
km al noroeste de Veracruz en la vertiente del Atlánti- OBSERVACIONES: Un examen del holotipo de Pimelo-
co, y desde la cuenca del río Tehuantepec en la vertien- dus boucardi Regan (BMNH 1880.7.13-33) de Yucatán
te del Pacíco, al este y sur (incluida la península de me convence de que esta especie nominal es la misma
Yucatán) a través de Mesoamérica. que Rhamdia guatemalensis depressa Barbour y Cole (ver
HÁBITAT: Arroyos y ríos de pies de monte y tierras ba- Hubbs 1986: 123, 125). La validez de las subespecies
jas; por lo general evita las corrientes fuertes, aunque de R. guatemalensis no se ha demostrado de manera
es capaz de habitar en ellas. Vive también en cenotes, convincente. Según Bussing (1987), Pimelodus wagneri
cuevas, pantanos y lagunas de la planicie costera. Se Günther de Panamá es un sinónimo, pero mi impre-
presenta típicamente en remansos de arroyos y sobre sión a partir de un estudio preliminar es que bien po-
dría ser una especie válida. SEDESOL (1994) enlistó a
una subespecie nominal de R. guatemalensis como en
peligro y a la especie como amenazada; SEMARNAT
(2002) considera (a la especie) como sujeta a protección
especial.
REFERENCIA ADICIONAL: Regan (1906-1908).
Familia
Familia GYMNOTIDAE. Cuchillos
Gymnotidae
mónidos
de Méxicomexicanos. Se reconocen
y se sabe que existe pordos truchasuna
lo menos nativas
es-
pecie no descrita. La posibilidad de que exista o haya
existido hasta hace poco otra trucha nativa, pariente de Fig. 6.187. Oncorhynchus chrysogaster (Needham
(Needham y Gard). UMMZ
Oncorhynchus clarkii (Richardson), fue analizada por 208199, juvenil, 81.9 mm LP, río Verde, Chih.; E. Theriot.
Hendrickson et al. (2003, y trabajos allí citados). El in-
forme de Cope (1886) sobre la presencia de una trucha
similar a O. clarkii, posiblemente en el alto río Con-
chos, fue la base de esta especulación. Por desgracia,
no se han podido localizar los especímenes de Cope ni
tampoco alguno similar.
similar.