Está en la página 1de 3

Construye tu propio disco

duro SSD por menos de 75


euros
Los discos duros de estado sólido o SSD serán, sin dudas, el medio de
almacenamiento masivo más popular de la próxima década. Son más
livianos, robustos, pequeños, y no consumen casi energía. Sin embargo, su
precio aún es prohibitivo. Afortunadamente, hay una solución: puedes
construirlos tú mismo por casi nada.

Algunos ordenadores, como en  eeePC, han reemplazado su ruidoso, pesado


y voraz consumidor de energía disco duro electromecánico por un moderno
disco duro de estado sólido(o SSD, por Solid State Drive). Si por un
momento nos olvidamos del precio, los SSD tienen todas las ventajas. Al
carecer de partes móviles son mucho menos propensos a los fallos, a la vez
que su consumo de energía es casi nulo. Son ideales para los ordenadores
portátiles, ya que ocupan muy poco espacio y son livianos.Tienen dos
desventajas. La primera es su vida útil. Al estar basados en memorias del tipo
FLASH, el numero de veces que pueden leerse o escribirse cada una de sus
posiciones de memoria no es infinita (en un disco convencional tampoco lo
es), sino que rondan el millón de operaciones de escritura. Afortunadamente,
este número es lo suficientemente grande como para que en la mayoría de los
usos que le podemos, el disco se haya convertido en obsoleto antes de que
falle.Además, la electrónica a bordo de las tarjetas FLASH o los discos SSD
es lo suficientemente inteligente como para repartir las operaciones de lectura
y escritura por los sectores restantes del disco como para que a pesar de que
alguna celda haya “muerto” el disco siga operativo.La segunda desventaja es,
desde luego, su costo. No es raro encontrar que un disco SSD de 32 GB con
una velocidad de lectoescritura de unos 30MB/s cueste en el mercado
alrededor de los 1000 euros. Esto los coloca en una posición tal, que su uso
solo es viable en ordenadores de altísima gama. En el caso del eeePC, el
disco es de solo 4 GB (u 8 GB), lo que permite mantener el costo final del
ordenador en un valor razonable.A simple vista, no deberían ser tan caros.
Las tarjetas de almacenamiento basadas en memoria FLASH como las SD
card funcionan con el mismo principio electrónico y tienen un costo 10 veces
menor. La explicación, aseguran, es que se producen mucha mas cantidad de
tarjetas SD que de discos SSD, aunque seguramente también hay un
componente especulativo en el precio de estos últimos. En general, los
productos nuevos siempre cuestan mas que los que ya están consolidados.Lo
bueno del caso es que podemos aprovechar estas memorias, mucho mas
baratas, para construir un disco SSD en casa, de prácticamente la capacidad
que deseemos, con un costo realmente bajo. Llegados a este punto, tenemos
que aclarar que no es necesario ser el “rey hacker” (¡ni siquiera hay que usar
un soldador!) para lograrlo, así que sigue leyendo sin temor.El secreto de este
“truco” esta en la estructura interna de las memorias CompactFlash. Estas
memorias, que se consiguen en capacidades de 16 GB a buen precio, tienen
una interfaz físicamente más pequeña pero eléctricamente idéntica a la vieja y
conocida interfaz ATA. Es decir, gracias al pequeño controlador IDE
imbuido dentro de la tarjeta, el ordenador “ve” a las CompactFlash como un
pequeño disco duro. Este es un dato fundamental para nuestro propósito. En
definitiva, todo lo que necesitamos para construir nuestro propio disco SSD
es una (o varias) tarjetas de este tipo y algún “adaptador” que nos permita
leerlas. Afortunadamente, los hay en cantidad.Estos dispositivos se conocen
genéricamente como “adaptadores CF-IDE” y se consiguen en la mayoría
de los sitos de venta online. Lo bueno del caso es que si busca un poco, los
conseguirlas duales (para usar dos tarjetas a la vez) o incluso para cuatro
tarjetas. Esto, suponiendo que utilizaras tarjetas de 16 GB, te permitirá
construir un disco SSD de 32GB o 64GB.Busca el modelo que mas te
convenga, y que, por supuesto, sea compatible con las posibilidades de
expansión de tu placa base. Lo ideal es comprar un CF-IDE que sea
compatible al menos con la norma CF 3.0. Existen cuatro versiones (de la 1 a
la 4), cada una más rápida (y cara) que las anteriores. Podemos descartar CF
1.0 por lenta y obsoleta, y la 4.0 por cara, así que la 3 es una buena opción.El
adaptador cuesta solo unos 15 euros, y permite que las tarjetas colocadas en
el sean reconocidas por el sistema operativo como un disco duro
convencional mas. Incluso puedes usar las tarjetas en configuración RAID,
con lo que ganarás seguridad y velocidad. Y todo esto, por casi nada de
dinero ¿Qué mas se puede pedir?
• 2533x278y278.jpg ¬
• La capacidad de las memorias CF aumenta constantemente.
• 2534x278y278.jpg ¬
• Adaptador que convierte tu CompactFlash en un disco IDE.

También podría gustarte