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Pareciera que pronto todos nuestros datos estarán almacenados en la nube (en Internet),
incluso el sistema operativo. Mientras tanto, nuestro PC necesita un disco duro, de el depende
en gran parte la velocidad y fluidez del sistema.
El HDD (hard disk drive, o en español, unidad de disco duro mecánico) es una parte física e
integrante de los ordenadores y portátiles responsable del almacenamiento de datos.
Su memoria es no volátil, es decir, los datos no se pierden en caso de que el ordenador se
apague.
Estas unidades han evolucionado desde que se construyeron por primera vez a principios de
1960, doblando la capacidad cada 18 meses. Esta evolución también ha provocado una caída en
los costes de producción y, por consiguiente, una caída en el precio final del producto. Hasta
hace unos años, todos los equipos de sobremesa, portátiles y servidores, utilizaban en exclusiva
este tipo de almacenamiento mecánico hasta la llegada de los SSD.
Los smartphones, las tablets y portátiles son los dispositivos que más utilizaban los SSD. Sin
embargo, no podemos olvidar también a las cámaras digitales de fotos, que emplean esta clase
de almacenamiento para dar un mayor tiempo de respuesta en sus fotos y almacenar un número
mayor de imágenes, pero en tarjetas SD o MicroSD. Pero con la evolución de la tecnología y la
miniaturización de los transistores, las tarjetas de unos cuantos MB pasaron a ser de varios GB
apareciendo así el almacenamiento sólido para PC. Actualmente tenemos capacidades de más
de 2 TB (2000 GB) en simples SSD de 22 x 80 mm de tamaño.
En cualquier caso, recomendamos utilizar un SSD para instalar el sistema operativo junto a las
aplicaciones básicas. Mientras que el disco duro convencional se puede encargar de almacenar
todos tus datos. El aspecto positivo, es que el precio del GB en los SSD cada vez es menor, sobre
todo con la aparición de las memorias QLC, más baratas de fabricar, pero también con menor
durabilidad. A esto le sumamos un aumento considerable de capacidad con unidades M.2 que
llegan hasta los 2 TB en encapsulados de formato 2280 estándar y unidades SATA de la misma
capacidad a bastante buen precio.
Este es uno de los motivos por los cuales los fabricantes han relegado el HDD a un segundo plano
incluso en portátiles. Es muy común ya encontrarnos unidades M.2 de 512 GB o más como
almacenamiento principal y único en un ultrabook. No obstante, todavía el HDD es muy
solicitado y necesario para usuarios con presupuestos ajustados y con una necesidad de
almacenamiento masivo.
Y si hablamos del rendimiento de los HDD, es infinitamente inferior, con tasas de lectura y
escritura que apenas llegan a unos 400 MB/s y a transferencias de archivos a un máxima de 190-
200 MB/s trabajando sobre SATA 3. Esto significa que ni siquiera pueden sacarle el máximo
rendimiento a la interfaz, que es capaz de llegar hasta su máximo real de 600 MB/s con los
SSD. Para poner números, son unas 45 veces más lentos que un SSD PCIe 4.0.
Fragmentación
Mientras tanto, las unidades de estado sólido no tienen este problema, ya que la ubicación física
de la grabación de los archivos no importa tanto. Todas las celdas son accesibles exactamente
en las mismas condiciones y en la misma velocidad, tan solo necesitamos una dirección de
memoria para acceder a ella. Así, las unidades de estado sólido son extremadamente más
rápidas y es muy importante desactivar las fragmentaciones automáticas en tu sistema
operativo. Es más, en un SSD el desfragmentador de disco no tienen sentido alguno, y por ello
las aplicaciones han suprimido esta función para ellos.
Ruido
Tamaño físico
En este punto debemos de conocer los distintos tamaños disponibles de los SSD. Los más básicos
bajo interfaz SATA, y asequibles, mantienen un formato de 2,5 pulgadas igual a los HDD de
portátiles, aunque más delgados. Por otro lado, lo más rápidos y costosos son los M.2. Pequeñas
unidades de 22 mm de ancho por 80 mm de largo conectados de forma directa a una ranura de
tipo PCIe x4 3.0 o 4.0 bajo el protocolo NVMe.
Consumo
Otro elemento no tan importante pero sí a tener en cuenta, es el consumo entre SSD vs HDD. Al
ser una unidad basada íntegramente en electrónica, los SSD consumen tan solo 4 o 5W
trabajando a máximo rendimiento. Todos sus chips de memoria, controlador y caché trabajan a
1,2 V, mientras que los HDD, al tener un motor y cabezales movibles consuma más energía y a
12 V.
Como decimos, no es algo que marque la diferencia en la factura, pero sí a tener en cuenta de
cara a la fuente de alimentación. Ya que el suministro energético de un HDD se hace a través de
un conector SATA (también los SSD 2,5”, pero un M.2 se alimenta directamente por su ranura.
Pero claro, también tenemos el factor de vida útil, en donde aún mandan los HDD. Donde más
sufre una unidad HDD o SSD es en los borrados y reescritura. Suponiendo que su colocación y
tratamiento es la adecuada, un disco mecánico prácticamente no tiene límite de escritura en sus
discos por ser mediante magnetismo. Es más, ni siquiera la aguja de lectura toca el disco, ésta
está a unos micrómetros de distancia. Las puertas NAND que forman las celtas de los SSD sí que
tienen una vida limitada, que está entre varios miles de escritura en los de tipo SLC y MLC, y las
1000 en los TLC o aún menos en los QLC. Esto más o menos son unos 12 años de uso normal,
por eso los servidores aún usan HDD en RAID en lugar de SSD.
Precio
Las unidades de estado sólido ofrecen un coste medio por GB de almacenamiento todavía
bastante superior a los SSD, pudiendo costar por lo menos 50% más que los discos duros
normales. Como los discos duros convencionales son más antiguos, sus costes de fabricación
son menores, la tecnología en ellos es la que hay y tan solo se trata de aumentar su capacidad.
SSD
No hace ruido
HDD
Menos costosos
Menor velocidad de grabación y lectura, llegando a ser 40 veces más lento que un SSD
Emite ruido
Mayor calentamiento
Sufre de fragmentación
De esta forma llegamos al final de este pequeño artículo comparativo de SSD vs HDD. Esperamos
que haya sido útil para tener claras las ideas de cuándo utilizar uno u otro en funciona de las
necesidades de cada uno.