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Ivonne Mondragón Segovia

¿Cómo van las políticas de cuidado en la región Latinoamericana? Un


diálogo entre la experiencia contemporánea de México y el Uruguay
Introducción
Más allá de una comparación estricta entre países, este ejercicio tiene por objetivo
enriquecer los análisis de la región Latinoamericana en materia de políticas de
cuidados, a partir de la presentación de dos escenarios contrastantes: México y
Uruguay . La forma más directa de atender esta cuestión, es a través de las propuestas
de Sistemas Nacionales de Cuidado de ambos países, ya que reflejan los mayores
esfuerzos para situar los cuidados en la agenda pública; además de que es un punto
en común para dialogar sobre los retos a futuro de dichos países latinoamericanos
respecto al campo.
En conjunto con las experiencias de Sistemas Nacionales de Cuidado en México
y Uruguay, llegar a un mayor entendimiento de la situación de estos países requiere
desarrollar otros elementos, como lo son: su organización social de los cuidados; las
características de sus estados de bienestar y ambiente de política social; y sus retos
principales en materia de derechos humanos, dentro de un contexto neoliberal1,
heteropatriarcal, colonial, adultocentrista. Es por ello que se hará un breve recorrido por
estos puntos, a través de un ir y venir entre las realidades de estas dos naciones.
Los dos momentos arriba señalados, a saber, la descripción de los contextos y la
presentación de los Sistemas Nacionales de Cuidados, se expondrán bajo una
perspectiva de género2 y pensando en diferentes sectores de atención (viejxs, niñxs y
adolescentes, licencias parec amerite, a fin de exponer algunos puntos críticos sobre la
actual arquitectura del cuidado en México y Uruguay. Entre tales puntos están las

1
A partir de las medidas neoliberales que comenzaron a implementarse desde los años 70´s en la
región, sumado a los diferentes procesos de crisis (México: reducción de producción petrolera 2004,
crisis financiera 2009, influenza AH1N1; Uruguay crisis financiera 2002), estos dos países han realizado
diferentes acciones para subsanar la situación de pobreza y desigualdad de sus habitantes. Se puede
destacar que ambos han implementado reformas pertinentes y/o creado figuras institucionales o
programas para el sector social. En cuanto al Gasto Social, Uruguay ha tenido un incremento de siete
puntos porcentuales (respecto al PIB) desde 1985 (15%) hasta 2018 (27%); pese a que México ha
presentado un incremento en su gasto social, queda muy atrás en este rubro, ya que solamente destinó
el 5.8% del PIB (Mondragón y Villa, 2020).
2
En un contexto contemporáneo de pandemia de COVID-19, donde la crisis de los cuidados se ha
expuesto crudamente, el género es un eje de suma importancia, ya que como Natalia Genta, Amaia
Pérez Orozco, Capurro, et. al. (2020), y Sulmot, et. al. (2020) mencionan, las mujeres han sido las
mayormente afectadas en términos sociales, económicos y políticos .

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acciones desde la política para lograr efectos desfamiliarizantes, además de la forma


en cómo se definen las “dependencias”, que suele significar la exclusión de lxs
receptorxs del cuidado (Tronto, 2013) (Pérez, 2014)(Aguirre y Scavino, 2018).

Similitudes y contrastes. Creando una imagen del México y Uruguay social

Como se introdujo al principio, una comparación entre México y Uruguay requeriría de


criterios similares de medición, es decir, instrumentos similares para la recopilación de
datos representativos. Esta es una tarea compleja que, además de presentar la
desventaja de contar con bases de datos diferentes o escasas de los países, no
resultaría admisible para los fines de este ejercicio. En lugar de ello, se ocupa este
primer momento para ir creando una imagen del contexto de política social mexicano y
uruguayo, en aras de construir una modesta imagen compuesta por elementos de
ambos territorios, los cuales son significativos para la reflexión de los cuidados en la
región.

Cabe mencionar que México y Uruguay se encuentran dentro de una región de


grandes desafíos respecto a la protección social universal de sus habitantes. Pese a
los avances en materia de derechos humanos a partir de este nuevo siglo (Martínez,
2018), sus estados de bienestar3 están lejos de garantizar condiciones igualitarias de
existencia, estando muchos en serios problemas de financiación y cobertura debido a
sus bajas captaciones tributarias con una gran población en estado de informalidad4.

3
Filgueira (2002) (periodo 1930-1970) describe a Uruguay como uno de los países pioneros de los
Estados de Bienestar de la región, que presentó una industrialización rápida y que presentó una
migración urbana y sindicalización temprana; estaría por tanto dentro de la categoría “Universalismo
estratificado” (junto con otros países como Argentina y Chile), al lograr cubrir con ciertos servicios (como
educación y salud) a la mayoría de su población, aunque existen diferentes condiciones de elegibilidad
para el otorgamiento de beneficios. Desde las categorías de Esping Andersen, Uruguay estaría más
cercano al tipo “conservador-corporativista”. En cuanto a México, Filgueira (2002) lo incluye junto con
Brasil en los “regímenes duales”; en estos regímenes se ha desarrollado una cobertura casi universal de
la educación primaria y hay una estratificación de los sistemas de salud. Siguiendo con el análisis de
Filgueira, el escenario mexicano es mucho más heterogéneo y menos centralizado que en Uruguay,
además de que las experiencias democráticas durante el periodo fueron más cortas. Este es un
elemento importante, ya que México no ha podido contrarrestar el corporativismo, clientelismo y violencia
que se generan en las diferentes federaciones y que obstaculizan una mejor articulación de acciones
para el bienestar de la población.
4
Para el caso de los estados de bienestar de la región, existen convergencias en tanto su escasa
recolección tributaria, la abundancia del trabajo informal, el aumento de la población vulnerable, la
reproducción de las segregaciones y la nula cobertura universal de los servicios sociales (Filgueira, 2009;
Franzoni, 2008 )

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México y el Uruguay presentan modelos de bienestar de corte


familiarista-maternalista (Sánchez-Anconchea y Martínez, 2008), lo que conlleva dejar
el peso de los cuidados a las(os) integrantes del hogar, sin lograr una arquitectura de la
política social que tienda a vincular diferentes proveedores (Estado, mercado, sociedad
civil, academias, etc.).

Para el caso de México, el camino hacia la desfamiliarización5 tiene aún varios


obstáculos, comenzando con el entorno de violencia, discriminación, exclusión y
pobreza que presenta la mayoría de sus habitantes6. Pese a que los mercados
capitalistas globales ejercen dinámicas de explotación en ambos territorios, los cuales
son periféricos a países occidentales en la división (sexual) internacional del trabajo,
México expresa mucho más un familismo por defecto. Uruguay, en este sentido, ha
buscado progresivamente transformar procedimientos convencionales de atención
social (transferencias monetarias, centralidad en el sector formal y dependiente,), para
así tender a una desfamiliarización de los cuidados (políticas de servicio, licencias,
resocialización de representaciones de género), que inicia con tendencias de familismo
apoyado o familismo opcional (Batthyány y Genta, 2020).

A groso modo, a partir de las fuentes consultadas (Sánchez-Anconchea y


Martínez, 2008)(Esquivel, 2012)(Aguirre y Ferrari, 2014)(González y Vasil´eva, 2017)
(Bathyany y Genta, 2020) (Capurro, et. al., 2020), (Sulmot, et. al., 2020) (Mondragón y
Villa, 2020), se puede decir que las políticas sociales de México y Uruguay, y por tanto

5
Este nivel meso o institucional de abordaje, da cuenta de cómo los cuidados se definen como
responsabilidad de las familias, o bien otros actores como el Estado intervienen para proveer servicios
y/o transferencias monetarias para cubrir las necesidades de cuidado. En el caso de que una
organización social del cuidado refleje una participación fuerte de las familias en la cobertura de
necesidades básicas (no solo a grupos vulnerables, sino a la ciudadanía en general), podemos pensar
dicho estado de bienestar como familista, siguiendo las lecturas de Sping Andersen y otros trabajos
académicos en el campo del cuidado. Por el contrario, si el bienestar se desvincula de los lazos
familiares, este sería un modo desfamiliarizante del bienestar. Aquí los individuos se observan como
sujetos individuales de derecho al cuidado. En el caso de que el mercado sea el actor que cubra los
cuidados, sería una mercantilización de los mismos; mientras que si fuese lo contrario, donde “el acceso
a cuidados dignos está disociado de la posición que la persona ocupa en el mercado laboral y de su
poder adquisitivo” (Pérez y Domínguez, 2014: pág.34), se estaría hablando de una desmercantilización.
6
Siguiendo con el contexto mexciano, el factor de las migraciones también complejiza las dinámicas
entre diferentes actores locales e internacionales (generando cadenas globales de cuidado en palabras
de Pérez, 2014). Otro elemento significativo, como se ha señalado, es la violencia intrínseca en muchos
procesos de la vida cotidiana, incluyendo las dinámicas familiares del cuidado y los contactos con las
instituciones (González y Vasil´eva, 2017).

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su organización social de los cuidados7, se han regido por un discurso de


universalización de los derechos sociales, aunque ninguno lo ha alcanzado
plenamente, y lo mismo pasa con la concepción de universalización de los derechos de
cuidado (esto en menor medida en Uruguay que en México).

En cuanto a la definición de los receptores de cuidado, ambos han diversificado


los criterios de elegibilidad, expandiéndose a grupos como los jóvenes o infantes8 que
no precisamente vengan de sectores marginados. Los beneficios para la nación
mexicana siguen quedando mayormente en la figura de transferencias monetarias9
(ahora no condicionadas), lo que es contrastante con Uruguay; esto es problemático
para la desfamiliarización de los cuidados, ya que en muchos casos no es posible
alterar las dinámicas desiguales de la división sexual del trabajo dentro de los hogares
(Bathyany y Genta, 2020). Los proveedores de políticas en México se presentan en un
arreglo no tan efectivo, al no haber una articulación clara con el sector empresarial (a
excepción del programa “Jóvenes construyendo el Futuro”), lo que Uruguay ha tratado
de ir formulando, como se exhibe en su Sistema Nacional Integrado de Cuidados
(SNIC), aunque aun no llegando a una dinámica corporativista o de economía social
como el caso de algunos países Europeos.

7
La organización social de los cuidados es un concepto que pretende una mirada más flexible y
dinámica de las redes de cuidado, a comparación por ejemplo, de la noción de “régimen”. Esta se refiere
a “(...) la manera en que cada sociedad establece una correlación entre sus necesidades de cuidados
(que son específicas de cada sociedad) y la manera en que les da respuesta,” (Pérez y Domínguez,
2014: pág.34). Los actores sociales que participan en dicha distribución de los cuidados que suelen
considerarse son: la familia, el Estado, el mercado y la comunidad (y/o el tercer sector). Estos también
son los pilares de los regímenes de bienestar, en donde sus interrelaciones tendrán efectos no
unidireccionales y no limitados al ámbito nacional, en la modelación de los cuidados en una sociedad
determinada. Así, el análisis de la organización social del cuidado permite responder a las preguntas:
¿quién cuida?, ¿en qué instituciones?, y ¿a cambio de qué? Pérez y Domínguez, 2014: pág.34).
8
En este punto cabe resaltar que México no ha hecho tanto énfasis en las infancias como Uruguay,
teniendo como mayor avance la Estrategia nacional para la Primera Infancia, donde participan la
Secretaría de salud, la Secretaría de Educación Pública, entre otras, y se establece la
corresponsabilidad con madres, padres y tutores. Asimismo, se ha substituido ciertos servicios de
guardería del Programa de Estancias Infantiles por transferencias monetarias del Programa de Apoyo
para el Bienestar de Niñas y Niños, Hijxs de Madres Trabajadoras, lo que representa un retroceso para la
incidencia en la división sexual del trabajo dentro del hogar(Bathyany y Genta, 2020).
9
Para el caso de México, el gobierno en turno de Andrés Manuel López Obrador (MORENA), ha puesto
mayor énfasis en las pensiones de adultos mayores (se extiende a población discapacidad permanente y
a población en el sector informal) y en el programa “Jóvenes construyendo el Futuro” (0.69% del gasto
en 2019), el cual se vincula con el sector empresarial para brindar opciones de capacitación y empleo
para las y los jóvenes que no estudian o trabajan.

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Por último, quisiera agregar que las Instituciones de seguridad social en México
fallan como proveedores de cuidado al no lograr generalizar un enfoque de género y
equidad en la aplicación de las leyes del trabajo, la salud, la protección de las y los
niños y adolescentes, etc. Asimismo, corresponde a este ámbito promover la
desfamiliarización del cuidado, en discurso y acción, lo que resulta difícil en un país que
da mucho peso a los valores familiares y a los roles de género. También coincido con
Aguirre, et. al. (2014) en cuanto al papel del sector no gubernamental que, para el caso
de México, requiere de igual forma una mejor articulación entre los demás proveedores.

Trayectos hacia la consolidación de Sistemas Nacionales de Cuidado

¿Cómo han llegado estos países a la formación de Sistemas Nacionales de cuidado?


Este trayecto puede trazarse a partir de los momentos y formas en que el tema de los
cuidados se fue introduciendo en las agendas públicas. Antes de comenzar con dicha
descripción, resulta relevante apuntar a una actitud crítica, para como menciona
Esquivel (2012), ir más allá de emular o seguir inercialmente los insumos en
construcción de la agenda internacional del cuidado , donde organizaciones como la
Unión Europea, UNESCO, ONU Mujeres o la CEPAL son claves.

Ahora, por un lado Uruguay ha logrado un avance significativo, en comparación


con otros países de la región, a partir de la relación entre la producción de
conocimiento sociológicos (véase anexo 1) y generación de políticas públicas
(Batthyány, 2020). La importancia de los cuidados en la agenda pública de Uruguay
tiene un estrecho vínculo con las desigualdades de género10, lo que en la literatura
también se incluye en las nociones de crisis de cuidado. Aunado a tal producción de
conocimiento, el tema de los cuidados se ha desglosado en múltiples aristas
(Batthyány, 2020), a partir del desarrollo de diversos instrumentos como las encuestas

10
Es importante resaltar que la perspectiva de género tiene una profunda relación con el desarrollo del
concepto de cuidado; la feminización de las actividades de cuidado, así como su ubicación en el ámbito
doméstico, hacen que sea indispensable pensar tales tareas en función de la división sexual del trabajo y
bajo las condiciones de dominación en el capitalismo patriarcal (Batthyány, 2015).

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del uso del tiempo, de representaciones sociales e intergeneracionales11 (véase anexo


2).

Por el otro lado, México comenzó su trayecto desde los años 1970-1980
(Pacheco, 2020) a partir de estudios de la participación de las mujeres en los mercados
de trabajo, en concordancia con el aumento de la participación de esta población.
Posteriormente, al igual que el caso uruguayo (véase anexo 1), desde la década 1990
surge una fuerte discusión que pone en el centro la división sexual del trabajo,
especialmente el no remunerado y/o dentro de los hogares. Para los 2000, se nota un
escenario pleno de producción literaria del cuidado en Latinoamérica, donde por
ejemplo, Uruguay resulta un ejemplo retomado en el Primer Foro Internacional de
Economía del Cuidado e Igualdad Laboral de la Ciudad de México (2016)12.

También se puede pensar la composición de las agendas de cuidado desde el


plano político. Filgueira (2002) y Aguirre y Ferrari (2014) respecto al caso uruguayo,
mencionan que un revuelo de las izquierdas desde este siglo ha contribuido no
precisamente a un mayor gasto social, aunque sí a uno más progresivo. Dicho
escenario de política social comienza en 2005 con el arribo del partido Frente Amplio
con su candidato Tabaré Vázquez y posteriormente con la presidencia de José Mujica.
Es así como se amplía la visión de la cobertura social a todas las etapas de la vida,
además de existir una serie de alianzas entre academias/sociedad civil; Martínez y
Fernández (2020) destaca que Uruguay ostenta un legado de acciones desde la
política, que han logrado generar el tan aplaudido SNIC (2015). Para México esto ha
sido un reto para sus programas sociales y ahora su SNC13, ya que luce por depender
de la directriz y disposición del gobierno en turno para continuar con las acciones
heredadas. Cabe resaltar que a partir del periodo 2010-2015, también comienzan a

11
En el caso uruguayo (Aguirre, et. al., 2014; Batthyány, 2015; Batthyány y Genta, 2018), el uso de
estudios centrados en tal componente cultural del cuidado ha dado la pauta para entender que dicha
sociedad prefiere los cuidados dentro del ámbito familiar y vinculan dichas prácticas con las mujeres
(modelo familista). El instrumento más cercano a este ejemplo desde el contexto mexicano, es la
Encuesta Demográfica Retrospectiva (1998, 2011 y 2017), donde se intenta captar las trayectorias de la
población. Pacheco (2020) señala que tanto esta encuesta como las del uso del tiempo, no presentan
continuidad respecto a sus preguntas lo que ha tenido como efectos la invisibilización de algunas
realidades; ante ello, hace un llamado a enfoques mixtos de abordaje.
12
Véase las memorias (3 volúmenes) en:
https://www.trabajo.cdmx.gob.mx/servicios/servicio/coleccion-el-descuido-de-los-cuidados
13
Véase en: https://www.youtube.com/watch?v=FoMWUrSchIA&ab_channel=SenadodeM%C3%A9xico.

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definirse en Uruguay como población de prioridad a las infancias, los adultos mayores,
las personas con discapacidad y a las personas que ejercen tareas de cuidado; este
último punto resulta una definición mucho más estratégica para atender dichos trabajos
reproductivos muchas veces no remunerados.

México presenta algunos cambios vinculados con la definición de los grupos


prioritarios durante el gobierno entrante (2018) de Andrés Manuel López Obrador14,
proveniente del Partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). En los
programas sociales implementados, se hace énfasis en las juventudes, la población de
adultos mayores y personas con discapacidad, siendo estos dos primeros los que
mayor gasto social se les ha destinado, lo cual expresa la importancia política que
tienen dentro de este periodo presidencial.

Después de estas estampas, es posible pensar en un camino hacia el surgionnto


de Sistemas Nacionales (véase anexo 2). Uruguay concretó en 2015 un plan Nacional
de Cuidados, posteriormente una ley de cuidados, y a partir de ello surge en el mismo
año el SNIC. Sus directrices principales han sido: la socialización de una definición de
cuidados, además de apertura a otrxs tipos de actrices/ores además de la población
dependiente (esto también ha surgido como una necesidad para el caso mexicano, ya
que en su SNC sigue habiendo una focalización a la población pobre15); la
institucionalidad del sistema; licencias parentales; y centros de cuidado infantil.

En el 2020 se aprobó en México un Sistema Nacional de Cuidados que pretende


en un primer momento articular aquellos instrumentos e Instituciones que estén a
disposición y se relacionen con los cuidados desde el plano formal, no quedando aún
claro cómo se pretende establecer acciones conjuntas con el mercado, por ejemplo,
cuestión que el caso uruguayo a desarrollado en mayor medida. Otro punto necesario a
14
Debe mencionarse que pese a la autodefinición de la gubernatura de AMLO como de “izquierda”, la
sociedad civil aún reclama ciertas deudas por parte del mandatario en relación con la agenda de género,
y situaciones de violencia desmedida como la ahora acontecida durante los procesos electorales 2021.
Amaia Pérez (2014) resalta que una forma de izquierda coherente como las proclamas del ecofeminismo
(aunque también podría trasladarse a otros feminismos) es una noción de vida en común, con
interdependencias en lugar de dependencias individualizadas; y que es incompatible con el capitalismo al
buscar un marco universal de buenos vivires dónde “diversidad no signifique ni desigualdad ni exclusión”
(pág. 37).
15
Véase en:
https://www.youtube.com/watch?v=FoMWUrSchIA&feature=emb_logo&ab_channel=SenadodeM%C3%A
9xico.

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redefinir tiene que ver con las licencias parentales16 y la implementación de otros
instrumentos de política que impacten en la división sexual del trabajo dentro de los
hogares, como son estudios de representaciones, enfoques interculturales, políticas de
servicio, etc.

Conclusiones
En resumen, la organización social de los cuidados tanto en Uruguay como en México,
comparten un estado de crisis de los cuidados, aunque con sus propias dinámicas y
agendas. El caso Uruguayo ha sido un ejemplo para las discusiones en México sobre la
legislación y creación de políticas de cuidado para el cumplimiento de los diferentes
compromisos y acuerdos internacionales en materia de equidad de género. Ambos
países presentan un modelo familista, maternalista, aunque difieren en cuanto a sus
representaciones sociales, dinámicas domésticas, y en las desigualdades que
atraviesan a los grupos vulnerables (como el caso de la etnicidad en México). Otro
punto en el que difieren es en el nivel de articulación y acción entre los diferentes
sectores proveedores del bienestar (principalmente desde el Estado), donde México
aún tiene un camino que recorrer. Si bien Uruguay plantea una búsqueda de
desfamiliarizar a su población, y trabaja en mecanismos para su logro (incluyendo el
analizar el discurso experto, un enfoque intergeneracional, de derecho y de género),
en la propuesta mexicana aún no queda claro este traslado (sólo se apela a la
vinculación con la comunidad), ni la aparición del mercado en dicha ecuación.
El contraste de estas realidades distintas, aunque enmarcadas en contexto
global neoliberal, permite entender que la región latinoamericana se encuentra
reflexionando y actuando respecto a sus condiciones locales de cuidado, y la mejor
forma de atenderlas. Esto no ha sido ni será posible sin una perspectiva de derechos,
intersectorial y en constante diálogo con las experiencias cotidianas de cuidado de sus
ciudadanías.

16
El Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC) del Uruguay plantea explícitamente las medidas a
implementar en el rubro de las licencias parentales, lo que en el caso del Sistema Nacional de México
aún no queda del todo claro. México con su naciente Sistema de Cuidados, debe articular una alianza
estratégica con la Secretaria de Trabajo, organizaciones de la sociedad civil e institutos como el
INMUJERES, a fin de incidir de forma más activa en esta modelación de una paternidad cada vez más
activa, no sólo a partir de la extensión de las responsabilidades de los varones, sino también con la
ampliación de sus derechos.

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Referencias

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Anexo 1. Comparación de producción de conocimiento respecto al cuidado México-Uruguay


México Uruguay

1970-1980 -Perspectiva con insumos del -Perspectiva con insumos del


marxismo, feminismos, economía y marxismo, feminismos, economía y
demografía. sociología.
-Aumento de población económica -Literatura y proyectos (como CIEDUR)
femenina; se produce discusión en la centrados en desigualdades de género
literatura sobre el valor del trabajo en mercados de trabajo (remunerado y
doméstico. después no remunerado)
-Torrado (1981), -Alta producción empírica.
Meillassoux (1982), Folbre (1983),
Rubin (1986), Scott (1986),
Goldschmidt (1987), Hartmann (1987),
Durán (1988) y Ironmonger (1989) eran
citados en la bibliografía mexicana.
-Insumos de la economía y demografía.

1990 -Disminuye la participación


-Foco en lo que ocurría en el mercado
económicamente femenina; la división
de trabajo y la relación entre la esfera
sexual del trabajo se vuelve un marco
productiva y con la esfera reproductiva,
analítico importante para estudios de la
la igualdad real y la formal.
mujer.
-Investigaciones sobre organización -Ambiente de discusión.
familiar en ámbitos de pobreza.
-Se incluye la palabra “cuidar” en -Tesis doctoral de Karina Batthyány
Encuesta Nacional de Trabajo, toma el tema de los cuidados (infantil),
Aportaciones y Uso del aunque aún no hay un concepto
Tiempo (ENTRAU) (1996) definido en la región.
-Creación de Red Género y Familia
-Deere (1990), Durán (1991), Folbre (1994); después Red Pro Cuidados
(1994), Bergmann (1995), Himmelweit (2013)
(1995) y Ironmonger (1996) son
citados.

2000-Actualidad -Estancamiento de participación -División sexual del trabajo en las


económica femenina; debate sobre familias como concepto clave.
trabajo remunerado/no remunerado -Búsqueda por caracterizar la
adquiere realce. organización social y modelos de
-Algunos trabajos para visibilizar cuidado en función a proveedores;
encuestas de uso del tiempo. interés macrosocial.
-Alta producción de literatura -Resalta participación de actores como
latinoamericana sobre el tema. la Universidad de la República
(Departamento de Sociología, grupo de
investigación de Sociología de Género),
María Ánglees Durán, ONU Mujeres
-Alta producción de literatura
latinoamericana sobre el tema.
-Foro Internacional de Economía del
Cuidado e Igualdad Laboral de la
Ciudad de México (2016)
Elaborado propia con base en: Aguirre (2020), Pacheco (2020), Barhyany (2020), Bathyany y Genta
(2020).

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Anexo 2. Comparación de los Sistemas Nacionales de cuidado Uruguay-México

Uruguay México

Tipo de modelo Familista, Maternalista Familista, Maternalista

(Re) surgimiento de la -Ambiente de reformas 2015, Reunión de Líderes


discusión en la agenda. Estructurales (tributaria, laboral, a Mundiales, Enrique Peña Nieta se
la salud, política social). Partido compromete a un desarrollo
Frente Amplio. sostenido a partir de la igualdad
entre hombres y mujeres.
2000 Reconceptualizaciones
desde las ciencias sociales 2015-Actualidad Búsqueda de
políticas integradas del cuidado,
2010 Búsqueda de diseño de coordinación institucional,
política nacional. Sigue el socialización de la definición de los
desarrollo de instrumentos y cuidados.
metodologías

2015-Actualidad Se implementa
el primer plan Nacional de
cuidados que tendrá una serie de
prioridades: primera infancia.

Actores Sistema de salud, sistema


educativo y sistema de seguridad Instituto de Liderazgo Simone de
social. Beauvoir, el Instituto Nacional de
Facultad de Ciencias Sociales de las Mujeres, la Comisión Federal de
la Universidad de la República Mejora Regulatoria (COFEMER),
Movimiento feminista los Institutos de Ciencias Sociales y
ONU mujeres estudios de género de diferentes
CEPAL Universidades (principalmente las
ONG´S públicas y de la Ciudad de México),
Red Género y Familia (1994); ONUmujeres, ONG´s
después Red Pro Cuidados Secretaría del Trabajo
(2013) Movimiento feminista

Avances en la materia Sistema Nacional Integrado de Aprobación de un Sistema Nacional


Cuidados (2015) de Cuidados (2020)

Creación de Ley del cuidado Modificación del artículo 4º


(2015) Constitucional para incluir el
derecho a ser cuidado (2020)

Estrategia Nacional de cuidados


(2015)

Cuenta Satélite del Trabajo No


Remunerado de los Hogares de
México
(CSTNRHM) (2013)

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Definición del cuidado (con Acción de ayudar a un niño o a Cuidado como derecho, tanto para
base a sus propuestas de una persona dependiente en el los que lo reciben y para los que lo
Sistema Nacional de desarrollo y en el bienestar de su proveen.
cuidado) vida cotidiana. Implica tres Cuidado como elemento
dimensiones: material, es decir, a fundamental para el desarrollo y
las tareas, al trabajo de cuidado; catalizador del ejercicio de otros
económica, vinculada al costo que derechos humanos.
tiene el cuidar a alguien;
psicológica donde aparece el
vínculo afectivo, el vínculo
sentimental, las emociones en la
tarea de cuidado. A su vez, el
cuidado puede ser familiar o no
familiar, puede ser remunerado o
no remunerado.
Cuidado como derecho y función
social

Definición de grupos a Niñas, niños, adolescentes, Niñas, niños, adolescentes,


atender (con base a sus personas mayores y personas con personas mayores y personas con
propuestas de Sistema alguna discapacidad. alguna discapacidad
Nacional de cuidado) Enfoque en situación de Enfoque en carencia de autonomía.
dependencia, y búsqueda de
autonomía.

Instrumentos y Encuestas del Uso del Tiempo Encuestas del Uso del Tiempo
metodologías (2003 -area metropolitana-, 2007, (2002, 2009, 2014, 2019)
2013)
Encuesta Laboral de
Estudio sobre representaciones Corresponsabilidad Social (2012)
“Encuesta Nacional de
Representaciones Sociales de los Encuesta Nacional de Género
cuidados” (2011) (UNAM)

Estudios intergeneracionales Encuesta Demográfica


Proyecto “Políticas de cuidado en Retrospectiva (1998, 2011 y 2017)
Uruguay, impactos en las (captar trayectorias de vida de la
relaciones de género” población)
(2015-2017) (análisis de tres
generaciones) Estudios desde INMUJERES

Encuesta Uso de licencias


parentales y roles de género en el
cuidado (2017)

Análisis del discurso experto


(2013) y de Cuidados no
remunerados de la salud

Elaborado propia con base en: ONU MUJERES-INMUJERES (2017) y Bathyany y Genta (2020)

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