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ANTONIO CANDIDO La Nueva Critica Brasilefia “Yo pertenezco a a generacién de los “chato-boys* como los Lams Osvalde Andrade, el modernista que fue nuestro mejor enemigo-amigo” contiesa el profesor brasileio Antonio Candido, esforzindose por encontrar Ja cauivalencia espafiola mds eufemistica del término, que podria ser “te- @ineo” o “cargoso”, en fin, los intelectuales que se adhierén a los temas y¥ los problemas como algunos molesios parésitos al hombre. Siendo estudiante de filosofia en San Pablo, integca el grupo de la revista “Clima” —catoree ntimeros entre 1841 y 19%4— con otros tres ami- gos hoy muy conocidos. “Si, eriticos, todos erfticos, —certificea— y para TMejor amistad nos repartimos equitetivamente las diseiplinas de la critica: Dorival Gomes Machado las artes plastieas; Deefo de Almeida Prado el teatro; Paulo Emilio Salas Gomes el cine; a m{ me quedé la literatura”. Tuvieron una formacién intelectual europeista, con influencia predomi- nante de Francia e Italia, en primer término, yen segundo Ingleterra y Espaha, “En la Factitad de Letras séfo se diciaba en portugués of curso de literatura brasilefia: todos los dernis eran profesores extranjeros con- tratades, franceses, italianos,: alemanes”, Esto es ya una tradicién de la enseficnza superior brasilefia; sus institutos distribuyen actualmente su per- sonal por mitades iguales “entre profesores brasilefios y extranjeros. A e80 ser ajeno el alto nivel que ha alcanzado Ja docencia superior ¥ Ja critica lteraria: testimonis, piensa Candido, el wltimo libro de Sergio Euague de Holanda —recvérdese su excetente’ Rafcas del Brasil que pU- blicata Fondo de Cultura— minucioso enélisis de Jos motives edénicos en Ja colon’ del Brasil bajo el titulo Visién ds] paraiso. Los wienen después de las negativistas del modernise, compruchan sus exzesog, Ja necesidad de una relntegracién de la cultura juyendo las oposiciones disléctinas, se apliesn @ tna tarea mis oscura de andlisis atento de Ja realidad intélectial, a una comprensién mis que @ una polémica beligerante, Ejermplo su gran libro Formagao da literatura brasileira (Momentos decisivos) que a lo largo de dos tomos (uno. sobre el periodo neoclasico y otro sobre el periodo romantica) estudia la forma- cién de un sistema Iierario propio en el Brasil, entendiendo por eso, mas que el problema de Ja independencia de una Mteratura, que considera un problema superado, la articulacién dinamica de un conjunts de autores y de un publico consumidor reef que actian dentro del functonamiento efi- az de la vida macionel, con un repertorio de temas y de planteamientos que aseguren Ja continuidad regular, en una palabra, la tradicién verdadera de una literatura, y viendo céimo se desprenden, aucaue de los seociésicos, redogienda de ellos los grandes temas fe- cundos de entonces —el jncio, la religién, la descripcion de la maturalcza— comprendi la importancia de Ia ercacién de un sistema literario, que es el que ha permitido la continuidad creadora de una literatura y su gran auge en este siglo” afisma Candide, quien eree, con toda imparcialidad, acrexa, que el movimiento poético del Brasil de hoy es Gnico en el mundo occidental. Un repaso de la literatura vigente en su pais, de la pluralidad de tendencias, y del esfuerzo creador que muestra cada una, wienen en apoyo de su optimismo, en particular observando 1a revolueién dé la erifica en los ultimos afios, gue ha ceparado una cnorme preduccién.: “Yo ereo que hay dos lineas nitidas: una que viene del “new criticism” norteamericano, ¥ cuyo mejor ejempio san tos custro volimenes de La literatura del Brasil qué promovié Afranio Coitifio; otra, de inclinacidén éstilistica, filiada en la corriente glemana —Spitze. Vossler— y en la subsidiaria espdicla de Damaso Alonso y C. Bousofo. y que alcanza su expresién mds emacta en un diseipulo de los espanoles. Eduardo Portel En cuanto a si mismo cree combinar diverses direeciones, dentro de una formacién humanista con su atemperado’ ingrediente marsista, 9 des- pués de su semaha montevideana donde ha dictado cuatro conferencias en los cursos de verano de la Universidad, se vuelve a Assis, un lugar de 25.009 hhabitantes donde se ka creado hace un afio una Facultad de Letras ¥ ‘que es “el lugar ideal para estudiar’, “Imaginese —dice, previepdo Ia envidia— tengo que dar tres horas de clase por semana, nada més: de ocho. 8 doce estudiamos en absoluto silencio, como en un convento benedictino, y de tarde avxiliamos a los estudiantes que Ba Bei le tres o cuatro”. De ese recoleto clima de estudic espera extrac! una “Antologia eomentada de las letras bracilefias y enearar una obra tayor sobre el primer merrador de su pais, Machado de Assis. = Pee ge a ee ee

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