Está en la página 1de 25

MICROBIOLOGÍA

Rafael Cantón Moreno, Auxiliadora Molina García, Luis Máiz Carro

RESUMEN una parte importante del seguimiento de los


Se han elaborado diferentes teorías pacientes con fibrosis quística (FQ) y continúa
etiopatogénicas de la enfermedad que tratan de vigente en las recomendaciones para su
explicar, entre otros aspectos, la facilidad con la manejo(1-6).
que se produce la colonización del pulmón en
estos pacientes. Pseudomonas aeruginosa El conocimiento de los patrones de colonización
constituye el patógeno por excelencia en la FQ y el control de la infección mediante el
y es el que está más relacionado con el tratamiento antimicrobiano han contribuido al
progresivo deterioro de la función pulmonar. aumento de la calidad y expectativa de vida en
Otros patógenos importantes son estos pacientes.
Staphylococcus aureus, Haemophilus influenzae
y el complejo Burkholderia cepacia. COLONIZACIÓN / INFECCIÓN
El seguimiento microbiológico de los PULMONAR EN EL PACIENTE CON FQ
pacientes con fibrosis quística incluye el cultivo
de las secreciones y el estudio de la sensibilidad Etiopatogenia
a los antimicrobianos de los patógenos aislados. En condiciones normales, el líquido situa-do
en la superficie de la vía aérea está cons-tituido
por dos capas: una formada por el líqui-do
INTRODUCCIÓN periciliar y otra capa mucosa más viscosa
El estudio microbiológico de las
secreciones respiratorias ha constituido
durante años

57
R. CANTÓN MORENO ET AL.

FIGURA 1. Flujo del moco del tracto respiratorio inferior en individuos normales y pacientes con
fibrosis quística.

(Fig. 1). El volumen de la primera está estrechamente regulado para proporcionar una
viscosidad baja que permita una adecuada lubricación de las mucinas y que los cilios puedan
batir sin dificultad y eliminar los posibles microorganismos que hayan alcanzado el aparato
respiratorio. La capa mucosa está formada por mucinas de alto peso molecular cuyas
propiedades se alteran según el contenido de agua, las concentraciones de iones y el pH.
La FQ es el resultado de una alteración del gen CFTR que determina la formación de una
glicoproteína, denominada cystic fibrosis transmembrane conductance regulator, que se sitúa sobre
todo en la membrana apical de las células epiteliales y exocrinas. Se trata de un transportador de cloro
que también se relaciona con la regulación de los canales de transporte de sodio y potasio y con la
hidrólisis de ATP. El defecto de esta proteína ocasiona una alteración en el transporte iónico a través
de la superficie del epitelio de múltiples órganos y sistemas que expresan el CFTR, entre los
que destacan páncreas y pulmón. El pulmón es el que se afecta de manera más llamativa. Una
consecuencia de la alteración en el transporte de iones es la deshidratación y aumento de la
viscosidad de las secreciones de la vía aérea con lo que se crea un excelente medio de cultivo
que favorece el crecimiento bacteriano.

Los pulmones en el paciente con FQ no presentan ninguna alteración histológica al nacer. Poco
después, las bacterias colonizan e infectan las vías aéreas de estos pacientes y este hecho se asocia a una
intensa, aunque ineficaz, respuesta inflamatoria con predominio de neutrófilos que se localiza en los
tejidos endo y peribronquiales(8-10). Además, existe una elevación de interleucina (IL) 8 y elastasa
neutrofílica que produce una importante quimio-taxis de neutrófilos al pulmón (11).

Estudios realizados en niños con FQ demuestran una gran respuesta inflamatoria en la vía aérea
tanto de los pacientes con cultivos bacterianos positivos como en los que los presentan negativos.
Asimismo, parece ser que esta respuesta es mayor cuando el recuento bacteriano en las muestras
obtenidas por lavado broncoalveolar es de al menos 5x104 ufc/mL(12).
MICROBIOLOGÍA

Debido a la proteólisis de los tejidos que que existe en la superficie de la vía respiratoria
sostienen las vías aéreas, se favorece la está compuesto por proteínas y péptidos
dilatación de éstas y la aparición de (lisozima, lactoferrina, fosfolipasa A2), con
bronquiectasias, con lo que hay predisposición a actividad antibacteriana. En la FQ no hay
la infección bacteriana crónica. evidencia de que exista déficit en su producción.
Los mediadores de la afluencia de Sin embargo, se ha descrito una disminución en
neutrófilos al pulmón del paciente con FQ la concentración de una proteína sérica
incluyen IL-8, IL-1, TNF, leucotrieno B4 y (mannose-binding lectin) importante en la
factores derivados del complemento. IL-8 es inmunidad innata frente a bacterias y virus ya
producida por la estimulación de las células que, al unirse a la manosa y a la N–acetil-
epiteliales, macró-fagos y neutrófilos, y glucosamina de la superficie de los
constituye el principal factor quimiotáctico en la microorganismos, activa el complemento y
vía aérea. favorece la fagocitosis. Este déficit podría
Los neutrófilos activados son las células contribuir al deterioro más rápido de la
que juegan el papel más importante en la función pulmonar y a la menor supervivencia
patogénesis de la enfermedad pulmonar en la de aquellos pacientes colonizados por P.
FQ. Estas células liberan elastasa y otras aeruginosa y B. cepacia(4,15). Esta hipótesis
proteasas que bloquean las defensas locales del sugiere que la inflamación en la vía aérea del
huésped. Cuando los neutrófilos se rompen, se paciente con FQ estaría presente desde los
liberan grandes cantidades de DNA de alto peso primeros meses de vida, incluso antes de la
molecular que aumentan la viscosidad de la aparición de la infección. Otros investigadores
secreción endobronquial, con lo que se reduce la consideran que la inflamación es posterior.
eliminación mucociliar(11). Existen evidencias de que muestras obtenidas
En la actualidad, la infección pulmonar sigue por lavado broncoalveolar presentarían bajas
siendo la principal causa de morbilidad y concentraciones de IL10, una citocina
mortalidad en el paciente con FQ, aunque son antiinflamatoria cuyo déficit podría dar lugar a
pocos los microorganismos que están implicados inflamación pulmonar severa(16).
en ella. Los patógenos más frecuentemente 2. Hipótesis del receptor celular.
aislados son Pseudomonas aeruginosa y Adherencia bacteriana anormal en las células
Staphylococcus aureus y, en menor medida, epiteliales. La infección inicial puede estar
Haemophilus influenzae, Stenotrophomonas relacionada con un incremento en la
maltophilia, Achromobacter xylosoxidans adherencia de patógenos, principalmente P.
y Burkholderia cepacia(13,14). aeruginosa, a receptores situados en la
superficie apical de las células epiteliales en
Hipótesis que relacionarían las la vía aérea del paciente con FQ. Esta
mutaciones en el CFTR con el desarrollo de hipótesis defiende que las organelas celulares
las infecciones pulmonares y que intentarían en la FQ tienen modificado el pH, lo que
explicar la cantidad excesiva de moco en las reduciría la sialización de glucoconjugados.
vías aéreas, la aparición de infecciones Este hecho conduciría al incremento en el
bacterianas, especialmente por P. aeru- número de moléculas de asialo-GM1 (asialo-
ginosa, y la intensa respuesta inflamatoria gangliósido-1), un receptor para muchas
que se observa en el tracto respiratorio de bacterias, y que estaría aumentado en las
estos pacientes: células que expresan la mutación en el CFTR,
1. Hipótesis de la inflamación primaria. con lo que se favorecería la unión de P.
Inmunidad innata y persistencia de aeruginosa y S. aureus. Sin embargo, se ha
infecciones bacterianas. La respuesta demostrado que asialo-GM1 no es un receptor
inmunitaria innata, junto con la eliminación para formas mucoides sin pilli o flagelos,
mucociliar, constituyen la primera línea de variantes habituales en la FQ.
defensa contra la infección en la vía aérea.
Además, el líquido 59
R. CANTÓN MORENO ET AL.

Por otra parte, se ha sugerido que el CFTR la viscosidad del moco perjudica la eliminación
no alterado podría servir como receptor para P. mucociliar. Las bacterias que invaden el
aeruginosa en el proceso de internalización, pulmón del paciente con FQ son atrapadas en
fagocitosis y eliminación por descamación en el esta viscosa capa mucosa de la zona apical de
epitelio de la vía aérea. las células epiteliales respiratorias, en las que
En la FQ, estaría disminuida la unión de encuentran unas condiciones de crecimiento
estos patógenos al CFTR con mutaciones como microaerófilo o anaeróbico atribuible al
la F508 del, lo que permitiría la libre consumo anormal de oxígeno de las células en
multiplicación de P. aerugino-sa(16,17). la FQ. Estas condiciones de crecimiento
Es poco probable que la fagocitosis de las desencadenan un cambio de P. aeruginosa no
células epiteliales juegue un papel importante en mucoide a mucoide, el principal fenotipo en
el establecimiento de la infección ya que, tanto la FQ(16,19,20).
S. aureus como P. aeruginosa, se observan al Aunque estas hipótesis pueden ser
principio en el moco endobronquial y no
discutidas, es un hecho aceptado que el
adheridas al epitelio.
pulmón en la FQ presenta una exagerada,
3. Hipótesis asociada a la concentración sostenida y extendida respuesta
de sal y alteración de las defensinas. En inflamatoria como consecuencia de la
condiciones normales el epitelio de la vía aérea presencia de patógenos víricos y
regula la concentración de sal del líquido que bacterianos. La inflamación está presente
existe en su superficie y que es crítica para un incluso en los pacientes clínicamente estables
correcto funcionamiento de los péptidos y en niños diagnosticados por cribado
naturales con actividad antimicrobiana que neonatal. La inflamación endobronquial
aparecen en el pulmón. persistente es deletérea para el curso de la
En la FQ, el líquido de la superficie de la enfermedad pulmonar.
vía respiratoria tendría una mayor Por otra parte, la eliminación mucociliar es
concentración de sal comparada con los un mecanismo de defensa innata en las vías
individuos no afectados con lo que se respiratorias que muchos estudios muestran
inactivarían los péptidos antimicrobianos y que está disminuida en la FQ.
esto permitiría el inicio de la colonización Existe una regulación alterada del volumen
bacteriana. Esta hipótesis se basa en el hecho del líquido de la superficie de la vía aérea que
de que las células epiteliales de la vía aérea de contribuye a reducir el aclarado mucociliar. El
los pacientes con FQ tienen propiedades descenso del volumen del líquido periciliar
similares a las glándulas sudoríparas. Debido a favorece la interacción entre el gel mucinoso y
que las defensinas son inactivadas por una la capa mucosa con mucinas de la superficie
concentración de sal superior a 50 mmol/L, celular que entorpecen la eliminación de las
las bacterias podrían multiplicarse en la partículas desde las vías aéreas.
superficie del epitelio respiratorio de los En condiciones normales, este proceso
pacientes con FQ(16,18). requiere unas 6 horas. Pero en las vías aéreas
4. Hipótesis de la disminución del fluido afectadas en la FQ, este tiempo puede estar
isotónico y moco anóxico. El epitelio de la vía aumentado. La alteración de la viscosidad y
aérea, permeable al agua, controla el volumen del regulación de las glándulas submucosas también
líquido que existe en su superficie a través de un alteran las defensas del huésped. Parece ser que
transporte isotónico que mantendría una adecuada estas glándulas jugarían un papel importante en
capa mucosa y una óptima eliminación mucociliar. la patofisiología de la enfermedad.
Esta teoría propone la concentración isotónica de El CFTR se expresa en mayor cantidad en
sal como resultado de la absorción anormal de el epitelio de las glándulas submucosas. Las
sodio desde la luz de la vía aérea junto con el secreciones de éstas en los pacientes con FQ
fallo del CFTR para secretar clorhídrico, presentan un pH y un contenido de sodio similar
conduciendo a deshidratación del líquido a los tejidos control pero con el doble de
periciliar. La pérdida de agua aumenta viscosidad.
60
MICROBIOLOGÍA

En resumen, en el epitelio respiratorio de esta bacteria en los pacientes con FQ


normal, la presencia de una capa periciliar con produce una falta de maduración de los
baja viscosidad y volumen normal favorece la anticuerpos anti-P. aeruginosa con lo que
eliminación mucociliar. Un consumo normal de también disminuiría su eliminación(22,23).
oxígeno por parte de las células epiteliales
provoca que no aparezca un gradiente en la Cronoinfección pulmonar
presión parcial de oxígeno dentro del líquido de Los patógenos bacterianos que colonizan
la superficie de las vías aéreas. la vía aérea en los pacientes con FQ lo hacen
En el tracto respiratorio en la FQ, la frecuentemente siguiendo una secuencia, más
depleción isotónica del volumen del líquido o menos establecida, dependiente de la edad.
de su superficie facilita una disminución del La mayoría son colonizados en los estadios
transporte mucociliar y persistencia de iniciales por S. aureus y H. influenzae, que
hipersecreción de moco con lo que aumenta son microorganismos que pueden ser
la altura de la capa mucosa. Esto genera un detectados en niños con enfermedades
excesivo consumo de oxígeno por parte de las crónicas y en adultos con bronquiectasias no
células epiteliales y, como consecuencia, se debidas a la FQ(13).
produce un gradiente de hipoxia en esta capa En esta fase, la profilaxis con agentes
de moco tan engrosada. P. aeruginosa, al antimicrobianos es controvertida ya que, no sólo
llegar a esta superficie mucosa hipóxica, penetra no existen evidencias claras sobre los beneficios
activa o pasivamente, adaptándose a este derivados de este enfoque terapéutico, sino que
ambiente aumentando la expresión de alginato y podría adelantar la colonización por P.
la formación de microcolonias con posterior aeruginosa.
evolución a biopelículas. De esta forma las S. aureus es a menudo el primer
bacterias en la capa mucosa resistirían las microorganismo que se aísla en los niños
defensas pulmonares del huésped, incluyendo pequeños con FQ, aunque su significado en
neutrófilos, con lo que se produciría la la patogénesis de la infección pulmonar
infección crónica(20,21). sigue siendo motivo de debate. Mientras
La enfermedad pulmonar en la FQ es un que la colonización por S. aureus decrece
reflejo del fallo en la respuesta inmunitaria con la edad de los pacientes, la debida a P.
innata. No hay evidencias que demuestren que aeruginosa se incrementa de forma
en la FQ existan inmunodeficiencias que gradual hasta convertirse en el patógeno
expliquen la infección crónica. Tampoco existe más frecuente.
un aumento de la frecuencia o gravedad de las Debido a la mayor expectativa de vida de
infecciones fuera del aparato respiratorio. estos pacientes y al hecho de que se utilicen
Quizás sí presentarían una significativa ciclos repetidos de antibióticos para controlar
respuesta humoral dirigida frente a los las exacerbaciones, se ha favorecido la colo-
antígenos de P. aeruginosa (aunque el huésped nización por otros patógenos oportunistas
sería incapaz de eliminar este patógeno de la vía multirresistentes como B. cepacia, A.
aérea) y los anticuerpos dirigidos contra esta xylosoxidans o S. maltophilia. Hay una
bacteria podrían ser el primer marcador de tendencia general a incrementar su
infección por este microorganismo en los niños incidencia a partir de los 10 años y se
con FQ. alcanzan valores máximos a partir de los 18
Hay muchos factores que contribuirían a la años para S. maltophilia y B. cepa-cia y de los
ineficacia de la respuesta inmunitaria adqui- 24 para Achromobacter spp.
rida. La opsofagocitosis bacteriana estaría
disminuida. La reducción en la eliminación Patógenos más importantes en la
mucociliar disminuye la efectividad de la colonización / infección en el
respuesta inmune para eliminar P. paciente con FQ
aeruginosa de las vías aéreas. La exposición La infección pulmonar crónica en el
crónica a los antígenos paciente con FQ se asocia con un número
limitado
R. CANTÓN MORENO ET uso de antibióticos
AL.
61 y a la utilización de
medios más
de selectivos que
microorganismos. permite el
Los más frecuentes aislamiento de
son S. aureus y P. nuevas especies
aeruginosa. Otros bacterianas. De
con menor todos ellos, son
frecuencia de pocos los
aparición son H. claramente asocia-
influenzae y dos con infección
Streptococcus pulmonar en la FQ.
pneumoniae. En los En este apartado se
últimos años se ha incluirían S. aureus,
incrementado el P. aeruginosa y B.
aislamiento de cepacia. De los
otras bacterias (S. microorganismos
maltophilia, B. causan-tes de
cepacia y A. infección en la FQ,
xylosoxidans) que sólo S. aureus
en algunos puede ser patógeno
pacientes se asocian en
a un peor inmunocompetentes
pronóstico de la . El resto se
enfermedad. No es consideran
raro encon-trar en patógenos
el tracto oportunistas y no
respiratorio pro-ducen
Aspergillus spp, enfermedad en el
diversas especies de huésped sano. S.
Candida y mal-tophilia y A.
micobacterias xylosoxidans se han
atípicas (sobre todo visto con más
Mycobacterium frecuencia que B.
avium). Otros cepacia en
microorganismos, pacientes con FQ y
como micoplasmas, enfermedad
virus respiratorios y pulmonar avanzada.
Chlamydia spp, Pero son
pueden aparecer sin generalmente
que su papel en la menos virulentos.
enfermedad En la figura 2 se
pulmonar esté presentan los
totalmente aclarado. patógenos más
El hecho de que se frecuente-mente
encuentre un mayor aislados en los
número de pacientes con FQ
microorganismos se segui-dos por la
debe en parte al Unidad de FQ del
incremento de la Hospital Ramón y
expectativa de vida Cajal.
en estos pacientes, al
La virulencia de leucocidinas,
Staphylococcus S. aureus depende de hemolisinas, hia-
aureus dos factores: luronidasa, catalasa,
Fue el primer 70 1. Capacidad para coagulasa y varias
adherirse al epitelio
exo-toxinas(24).

Número de pacientes
patógeno 60
reconocido como 50 res-piratorio. Esto lo La frecuencia de
causa de infección 40 lleva a cabo gracias al aislados de S. aureus
30 ácido teicoico y a la
pulmonar crónica resis-tentes a la
20 producción de slime,
en la FQ y es a meticilina (SARM)
10 que es un polisacárido
menudo también el 0 está aumentan-do en
asociado a la pared y estos pacientes
primero que se aís-
que contie-ne azúcares, posiblemente debido
la en los pacientes . aureus
S aeruginosa .influenzae ácidos urónicos y al amplio uso de
afectados por esta .
aminoácidos.
P H

enfer-medad. Hoy antibióticos y a la


2. Habilidad para mayor inci-dencia de
en día continúa el Enterobacteriaceae

debate sobre su FIGURA 2. Pacientes evadir al sistema infecciones por


(%) colonizados por inmu-ne a través de SARM en los hospi-
importancia en la
los pató-genos más la producción de tales(25). La
patogénesis de la comunes durante el factores de hospitalización
enfer-medad año 2000 en los
pacientes con cultivo
virulencia como frecuente o pro-
pulmonar. Durante
positivo (84 pacientes)
la era preantibióti-
segui-dos durante el
ca fue responsable 62
año 2002 por el
de una elevada tasa Servicio de Micro-
de mor- biología y la Unidad
de Fibrosis Quística
del Hos-pital
Universitario Ramón y
Cajal de Madrid.

talidad pero, con la


aparición de
penicilinas
antiestafilocócicas,
la morbilidad y
mortalidad debida a
este
microorganismo ha
descendido aunque
sigue siendo un
patógeno frecuente,
sobre todo en los
pacientes menores
de 10 años.
Algunos de estos
enfermos están cró-
nicamente
infectados por esta
bacteria, mien-tras
que otros sólo
presentan una
infección
transitoria(24).
MICROBIOLOGÍA

longada y la realización de procedimientos genos implicados en la infección pulmonar en


qui-rúrgicos son factores de riesgo para la la FQ y ha sido claramente relacionado con el
coloni-zación por SARM que en muchos empeoramiento del estado pulmonar(27,28). Es
centros y, al igual que ocurre con B. cepacia, la principal causa de mortalidad y morbilidad
puede con-traindicar el trasplante, aunque no en estos pacientes y, una vez establecida en el
parece aumentar la morbimortalidad en la tracto respiratorio inferior, es prácticamente
FQ. En estos pacientes existe una importante imposible erradicarla a pesar del tratamiento
limita-ción terapéutica ya que la mayoría de antibacteriano. Más del 80% de los pacientes
estos aislamientos son también resistentes a con FQ, están infectados por este microorga-
ami-noglucósidos, macrólidos y quinolonas. nismo(13).
El uso continuo de antibióticos antiestafi- Según los estudios de respuesta inmune
locócicos ha sido una práctica común duran-te (anticuerpos anti-P. aeruginosa) en los niños
la última mitad del siglo XX ya que se creía que pequeños, la colonización parece producirse
contribuía a disminuir la mortalidad en antes de que se obtengan los cultivos positivos
pacientes jóvenes. En la actualidad, tanto por en las muestras respiratorias. Este hecho se ha
ensayos clínicos aleatorizados como por estu- podido también demostrar por técnicas mole-
dios retrospectivos se cuestiona su validez al culares. Los factores de riesgo para la infección
igual que la profilaxis antiestafilocócica, ya que pulmonar inicial por este microorganismo en los
algunos autores han demostrado que podría pacientes con FQ diagnosticada por criba-do
acelerar la adquisición de P. aeruginosa. neonatal, serían sexo femenino, genotipo
El aislamiento de formas auxótrofas de S. homocigoto F508del y aislamiento previo de S.
aureus en estos pacientes ha aumentado en los aureus. No está aclarado totalmente cuál es la
últimos años. Los pacientes generalmente han fuente de donde proceden los aislados de P.
recibido tratamiento antiestafilocócico prolon- aeruginosa en el paciente con FQ, aunque se ha
gado, sobre todo trimetoprim-sulfametoxazol. sugerido que podrían adquirirse desde reser-
Son aislados de crecimiento lento, no hemolí- vorios medioambientales.
ticos, no pigmentados y que no crecen en todos Los aislados de P. aeruginosa que se
los medios de cultivo, por lo que a veces es difí- encuentran en el pulmón del paciente con FQ
cil su reconocimiento. Actualmente se deno- tienen características distintas a las que cau-san
minan small colony variants y tienen repercu- infección aguda en otros pacientes. Los aislados
sión en el tratamiento antimicrobiano(26). Estas en las fases precoces tienen un feno-tipo muy
parecido a los de los aislados ambien-tales, son
variantes probablemente aparecen como resul-
rugosos (Fig. 3), móviles, sensibles a los
tado de la presión antibiótica junto con el entor-
antimicrobianos, prototrópicos y con lipo-
no único de las vías aéreas que existe en la FQ.
polisacáridos lisos. Sólo en este momento con
Esta variedad fenotípica deficiente de pared
un tratamiento antibacteriano agresivo es posi-
tiene la habilidad de sobrevivir intracelular-
mente en los neutrófilos evadiendo las defen-sas ble erradicar al microorganismo (29). Más tarde,
del huésped. Además, algunos antibióticos son P. aeruginosa presenta cambios fenotípicos
menos activos, incluyendo aminoglucósi-dos, tales como resistencia a los antibióticos, mor-
fotipos mucoides (Fig. 3), pierden la motilidad
trimetoprim-sulfametoxazol y agentes que
dependiente de los flagelos y las cadenas late-
actúan sobre la pared celular (β -lactámicos).
No se conoce el papel que desempeñan en la rales(30). Además, son capaces de formar bio-
progresión de la enfermedad. películas generalmente ante situaciones de
estrés (antibióticos, deprivación de oxígeno y
Pseudomonas aeruginosa nutrientes)(31). En biopelículas la bacteria per-
Es, con diferencia, el microorganismo más manece en un estado de semilatencia con poca
prevalente y característico de todos los pató- tensión de oxígeno y replicándose a un nivel

63
R. CANTÓN MORENO ET AL.

A B

FIGURA 3. Morfotipos rugoso (A) y mucoso (B) característicos de P. aeruginosa.

bajo. La hipoxia desencadena el paso de la bac- encuentran en la fase de crecimiento rápido.


teria desde el fenotipo no mucoide al mucoi-de Como el ambiente anaeróbico en las biopelí-
y así favorece la producción de una gruesa capa culas conlleva a un crecimiento más lento, la
de alginato, que formaría la matriz de la eficacia antibiótica disminuiría y se reduciría
biopelícula y que permitiría a la bacteria resistir la capacidad de transporte de sustancias a tra-
a su eliminación por parte del sistema inmune. vés de la membrana celular, un mecanismo
Este proceso, denominado de quorum sensing, que es crítico para que los aminoglucósidos
está regulado por señales en las que participan sean eficaces(32).
pequeños péptidos regulados por dos grupos de Muchas de las consecuencias que se pro-
genes: R/lasl y rhlR/rhll(20,32). La aparición de ducen durante la infección crónica por P. aeru-
aislados mucosos es señal del comienzo de la ginosa en el pulmón son debidas a una impor-
fase crónica de la infección que se caracteriza tante respuesta inmune dirigida contra su
por exacerbaciones y la necesi-dad de crecimiento en biopelículas. En los pacientes
tratamiento antibacteriano(33). con FQ se pueden detectar altos niveles de cito-
Algunas de las características de las bac- cinas y proteasas derivadas de los leucocitos en
terias con crecimiento en biopelículas son: len- el fluido de las vías respiratorias que oca-sionan
to crecimiento, estimulación de la producción daño pulmonar(33). Asimismo, existe una
de anticuerpos ineficaces para eliminar la bac- correlación entre el deterioro de la fun-ción
teria, resistencia intrínseca a los antibióticos y la pulmonar, las exacerbaciones y el incre-mento
imposibilidad de erradicación incluso en un de los recuentos de P. aeruginosa.
huésped con el sistema inmune intacto. Esto Los mecanismos por los cuales P. aerugi-
sería debido a varios hechos: nosa se hace resistente a los antibióticos son
1. Determinados mecanismos de resis- principalmente: a) utilización de las bombas
tencia (bombas de eflujo, β -lactamasas) pue- de expulsión que eliminan el antibiótico de la
den hiperexpresarse cuando cambia el modo bacteria; b) inducción e hiperproducción de
de crecimiento, proporcionando a la bacteria β-lactamasas; c) alteración de la permeabili-dad; y
mayor resistencia a los antibióticos(34) d) aparición de mutaciones en las topoi-

2. La mayoría de los antimicrobianos ac- somerasas(35). La producción de la β -lactama-sa


túan mejor sobre microorganismos que se AmpC confiere resistencia a ampicilina,

64
MICROBIOLOGÍA

amoxicilina-clavulánico y cefalosporinas de aumento de la frecuencia de mutación (40). Es de


primera, segunda y tercera generación (con la resaltar que el primer aislamiento de este
excepción de la ceftazidima). No se afectan microorganismo resistente a ciprofloxacina en
las carboxi y ureidopenicilinas (ticarcilina y España, se obtuvo de un paciente con FQ. La
piperacilina), ceftazidima y cefalosporinas de producción de la β -lactamasa plasmídica TEM-
cuarta generación (cefepime), los monobac- 1 es el mecanismo más importante por el cual H.
támicos (aztreonam) y los carbapenems (imi- influenzae es resistente a los antibióticos β -
penem y meropenem). La hiperproducción de lactámicos. Esta enzima confiere resistencia a
esta β -lactamasa cromosómica es el meca- las penicilinas y es inhibida por el ácido cla-
nismo más habitual de resistencia a estos vulánico(41). La presencia de mutaciones en las
anti-bióticos, excepto carbapenems, cuya proteínas fijadoras de penicilinas (PBP) con-
resis-tencia aparece cuando P. aeruginosa fiere resistencia a amoxicilina-ácido clavulá-
expresa un nivel moderado o alto de AmpC y nico, cefalosporinas de primera y segunda
además manifiesta alteraciones en la generación y, a veces, disminución en la acti-
permeabilidad o hiperexpresión de los vidad de cefalosporinas de tercera generación y
sistemas de expul-sión(36). La resistencia a los carbapenems(42).
aminoglucósidos en la FQ se debe a bombas
de expulsión y la de las quinolonas, a Streptococcus pneumoniae
mutaciones en las topoi-somerasas (37,38). No es un microorganismo exclusivo de la
FQ y rara vez produce infección crónica en
Haemophilus influenzae estos pacientes. Como en el resto de la pobla-
Es un comensal que aparece en el tracto ción, es capaz de originar infecciones respi-
respiratorio superior de muchos individuos ratorias agudas y presenta el mismo patrón de
sanos, siendo el tercer patógeno más fre- resistencia. En España existe una tasa eleva-
cuentemente aislado en el tracto respirato-rio da de resistencia a la penicilina (40-45%) que
del paciente con FQ. Suele aparecer de for-ma a veces va asociada a resistencia a eritromi-
precoz por lo que es típico en los pacientes de cina, claritromicina y azitromicina(43).
menor edad e infrecuente en adultos, aun-que es
probable que en estos pacientes su cre-cimiento Burkholderia cepacia
esté frenado por la presencia de P. aeruginosa La mayoría de los pacientes infectados por
mucosa(39). Está implicado en la infección este patógeno tienen un mayor deterioro de la
pulmonar crónica y en las exacer-baciones función pulmonar y elevada mortalidad.
agudas en estos pacientes. Según estudios Aproximadamente un 20% de los pacientes
recientes, la mayoría de los pacien-tes colonizados por esta bacteria desarrollan el
colonizados crónicamente con H. influen-zae “síndrome cepacia” que se caracteriza por un
presentan varios clones a lo largo del tiem-po y rápido y fatal deterioro de la función pulmo-nar,
sólo en un pequeño porcentaje persiste el mismo frecuentemente acompañado de bacte-riemia y,
clon. La adquisición de este micro-organismo se por último, muerte por fallo respi-ratorio (44).
produciría por transmisión de persona a Estudios recientes han demostrado que B.
persona, ya que sólo sobrevive pequeños cepacia no es una única especie sino más bien
periodos de tiempo sobre las super-ficies un grupo estrechamente relacio-nado (B.
inanimadas. cepacia complex) compuesto de dife-rentes
El riesgo de aparición de resistencias en “genomovares” o microorganismos
este microorganismo en los pacientes con FQ genéticamente distintos pero difíciles de dis-
es más elevado que en la población normal, tinguir fenotípicamente y que sólo pueden ser
sobre todo por la amplia utilización de anti- diferenciados por técnicas moleculares. Al
bióticos en este grupo y la posibilidad de un menos se han identificado nueve genomo-

65
R. CANTÓN MORENO ET AL.

TABLA 1. Clasificación taxonómica de Burkholderia cepacia complex


y su implicación en la fibrosis quística
Genomovar Implicación en fibrosis quística (%a de aislados)
B. cepacia genomovar I +
B. multivorans (genomovar II) –
B. cenocepacia (genomovar III) +++
B. stabilis (genomovar IV) ++
B. vietnamiensis (genomovar V) +
B. cepacia (genomovar VI) –
B. ambifaria (genomovar VII) –
B. anthina (genomovar VIII) –
B. pyrrocinia (genomovar IX) +

a: – = <1%; += <5%; ++ = 5-10%; +++ = >50%.

vares distintos de este microorganismo (Tabla cuidado de estos pacientes y ambientes


1); a ocho se les ha dado la categoría de espe- natu-rales como el suelo.
cies según su caracterización fenotípica y B. cepacia complex presenta un perfil de
genómica. La mayoría de las infecciones res- multirresistencia que incluye las cefalospori-
piratorias en pacientes con FQ son causadas por nas y los aminoglicósidos debido a la com-
el genomovar II (B. multivorans), III (B. binación de varios mecanismos, entre ellos
cenocepacia) y V (B. vietnamiensis). Los geno- las bombas de eflujo, la inactivación enzi-
movares II y III representan el 85% de los ais- mática y la permeabilidad selectiva (39). Es
lados de B. cepacia complex en los pacientes
resistente a penicilinas (con sensibilidad
con FQ (representando B. cenocepacia el 50%)
(45)
varia-ble a las asociaciones de penicilinas e
. Generalmente es el genomovar III el inhi-bidores de β -lactamasas), a las
causante de las infecciones más graves, el que cefalospori-nas de primera, segunda y tercera
se ha diseminado en epidemias y el que se generación, sin afectar por completo a
asocia con un mal pronóstico después del tras- ceftazidima, cefe-pima, moxalactam y
plante. Por ello se ha sugerido que sólo los
aztreonam, y a los ami-noglucósidos(48).
pacientes que están colonizados por B. ceno-
cepacia deberían ser excluidos del trasplante
Stenotrophomonas maltophilia
pulmonar(46). La mayor virulencia de este geno- Aunque el significado clínico que tiene la
movar se ha asociado a dos factores de viru- colonización por S. maltophilia no está del todo
lencia específicos, una adhesina denominada claro, varios estudios han demostrado que los
cable pilus y un marcador epidémico deno- pacientes que adquieren este microorganismo
minado B. cepacia epidemic strain marker(33). tienen mayor edad, peor función pulmonar, son
Es importante resaltar la demostración de la con más frecuencia mujeres, tienen más
transmisión de este patógeno entre pacientes exacerbaciones y mayor número de consultas y
con FQ(47). El reservorio de esta bacteria inclu- hospitalizaciones. Sin embargo no se ha
ye lugares contaminados en centros para el encontrado asociación con hospitalizaciones

66
MICROBIOLOGÍA

recientes ni con tener un hermano coloniza- lonas, minociclina y doxiciclina, son algo
do por este microorganismo (49). Los más activas(53).
aislados de S. maltophilia en FQ presentan
una gran variabilidad clonal(50). Micobacterias no tuberculosas
S. maltophilia es intrínsecamente resistente Su aislamiento en las secreciones respira-
a la mayoría de los antimicrobianos debido a la torias en los pacientes con FQ ha aumentan-do
superposición de diferentes mecanismos, en frecuencia, pero su impacto sobre la
esencialmente los que están implicados en la enfermedad pulmonar es aún desconocido. Las
permeabilidad y la expulsión activa. Pre-sentan más comunes son Mycobacterium avium
un perfil de resistencia a β -lactámicos por la complex y Mycobacterium abscessus. Los
producción de β -lactamasas L1 y L2 que pacien-tes que presentan un cultivo positivo
hidrolizan las carbapenemas y las cefalospo- para mico-bacterias no tuberculosas son
rinas, respectivamente(51). Son buenas opcio-nes generalmente de mayor edad y tienen una mayor
terapéuticas las nuevas fluoroquinolonas frecuen-cia de colonización por S. aureus y una
(moxifloxacino y levofloxacino) ya que pre- fre-cuencia más baja de P. aeruginosa si lo
sentan baja resistencia (inferior al 10%) y el com-paramos con los pacientes que tienen
cotrimoxazol que se considera de elección, cultivos negativos. Los hallazgos que sugieren
aunque se recomienda asociarlo con otros fár- infec-ción más que colonización son: múltiples
macos como colistina, ticarcilina-ácido cla- cul-tivos positivos y la ausencia de respuesta al
vulánico o doxiciclina, dado el aumento de tratamiento antibacteriano convencional o la
resistencias(50). La existencia de una enzima realización de un TAC de alta resolución que
modificante constitutiva y sistemas de bom-beo demuestre nódulos pulmonares periféricos y/o
condiciona que los aminoglucósidos no sean biopsia de mucosa que demuestre enferme-dad
una buena alternativa. granulomatosa(54,55).

Achromobacter (Alcaligenes) xylosoxidans Hongos


Al igual que los dos anteriores, es un pató- La colonización/infección fúngica de las vías
geno oportunista multirresistente. No está acla- respiratorias de los pacientes con FQ no debe
rado su significado clínico debido al bajo núme- sorprender al tratarse de una población expues-ta
ro de pacientes que presentan una colonización frecuentemente al tratamiento antimicro-biano (56).
crónica por A. xylosoxidans. Se han docu-
Aunque es frecuente su aislamiento en las
mentado casos de deterioro clínico con exa-
secreciones respiratorias, sobre todo de hongos
cerbaciones agudas, pero suele producirse de
levaduriformes, se desconoce su papel en la
forma concomitante a una colonización con P.
patogénesis de la enfermedad pulmonar. Los
aeruginosa. Tampoco se tienen muchos datos
hongos que con más frecuencia se aíslan en el
sobre cómo se adquiere este microorganismo,
paciente con FQ son Candida albicans y
aunque parece que el contacto persona a per-
Aspergillus fumigatus. En la FQ la colonización de
sona no es el principal mecanismo de trans-
la vía aérea por estos hongos estaría favore-cida
misión(49). La utilización previa de antibióticos por la existencia de bronquiectasias.
de amplio espectro y las hospitalizaciones fre- Candida spp y en concreto, C. albicans se
cuentes se han propuesto como factores de aísla en estos pacientes entre un 50-75% de los
riesgo para la colonización por este patógeno. casos y se considera un comensal inofen-sivo,
Presenta resistencia a colistina, aminoglucó- desconociéndose su implicación en el deterioro
sidos, penicilinas y cefalosporinas de primera y
de la función pulmonar(57). Aspergi-llus spp y,
segunda generación(52). La resistencia al imi- sobre todo Aspergillus fumigatus, aparece en
penem y meropenem puede llegar hasta el más del 25% de los pacientes con FQ. Éstos
40%(49), mientras que las nuevas fluoroquino- presentan títulos de anticuerpos fren-

67
R. CANTÓN MORENO ET AL.

te a este hongo más alto que la población gene- aquella situación en la que se obtiene un pri-mer
ral. La infección invasiva causada por este hon- cultivo positivo por P. aeruginosa. No sue-le
go es rara en pacientes con FQ inmunocom- acompañarse de respuesta inmunológica
petentes, no así en los trasplantados. La específica frente a este patógeno. Es muy
aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA) importante definir este momento ya que sólo en
se produce por sensibilización a alergenos de A. este caso es posible erradicar P. aerugino-sa del
fumigatus presentes en el ambiente. En el tracto respiratorio. Para ello se emple-an
paciente con FQ existe un aumento de la res- tratamientos agresivos, generalmente cipro-
puesta inmune frente a este hongo y una pre- floxacina oral y tobramicina inhalada. La
valencia elevada de ABPA(58). colonización esporádica es un estadio tran-
sitorio en el que un patógeno se aísla ocasio-
Otros hongos filamentosos aislados con
nalmente en el curso de un seguimiento con-
relativa frecuencia del tracto respiratorio del
tinuo con cultivos frecuentes. Cuando se
paciente con FQ y con significado incierto
realizan cultivos con recuentos, la colonización
son: Scedosporium apiospermum, Wangiella
esporádica suele asociarse a recuentos bajos (50).
derma-titidis y Penicillium emersonii(42).
En el caso de la colonización crónica, los cul-
Virus tivos son persistentemente positivos con inde-
Existen pocos estudios que aclaren el pendencia de los recuentos bacterianos (63)
potencial significado de los virus respiratorios. durante al menos 6 meses. En este caso la res-
Algunos de ellos sugieren que alrededor de un puesta inmunológica frente a P. aeruginosa es
40% de las exacerbaciones en la FQ estarían claramente positiva. En el caso de coloni-zación
asociadas a algún virus respiratorio (virus res- crónica por P. aeruginosa los protoco-los de
piratorio sincitial e influenza, principalmente). tratamiento recomiendan tobramicina o colistina
Estos virus conducirían al deterioro de la fun- inhalados. En general, durante las
ción pulmonar y a la progresión de la enfer- exacerbaciones se produce un aumento de los
medad(59). Algunos autores han sugerido que las recuentos bacterianos, sobre todo en los casos
infecciones por estos microorganismos pre- en los que se asocia a P. aeruginosa. También
puede producirse un aumento de los títulos de
disponen secundariamente a la infección y
colonización bacteriana, sobre la base de que las anticuerpos frente a este patógeno(65).
infecciones respiratorias virales originarían La definición de persistencia de un mismo
daño en el epitelio respiratorio con lo que clon durante el curso de una colonización cró-
aumentaría su predisposición para la adhe- nica requiere la utilización de técnicas de bio-
rencia de bacterias como S. aureus, H. influen- logía molecular para demostrar este hecho. La
zae, S. pneumoniae y P. aeruginosa(60,61). aplicación de técnicas de tipado molecular para
el estudio de la clonalidad también ha per-
PATRONES DE COLONIZACIÓN mitido demostrar que la erradicación de P.
EN EL PACIENTE CON FQ aeruginosa tras el tratamiento antimicrobiano
Desde un punto de vista microbiológico se no siempre es real ya que en numerosas oca-
han definido diferentes situaciones o patrones siones reaparece el mismo clon después de
en la colonización/infección del tracto respi- periodos con cultivos negativos y se produce su
ratorio en el paciente con FQ, en particular sustitución por nuevos clones(62).
cuando ésta se produce por P. aeruginosa. El
establecimiento de estos patrones tiene impor- PROTOCOLOS DE ESTUDIO
tancia para su tratamiento antimicrobiano y el MICROBIOLÓGICO EN EL
seguimiento microbiológico(50,62-64). PACIENTE CON FQ
Se conoce como colonización inicial, pri- El estudio microbiológico de la coloniza-
mocolonización o colonización pionera a ción del tracto respiratorio en el paciente con

68
MICROBIOLOGÍA

FQ tiene como objetivos: a) definir el patrón de sin expectoración el valor predictivo positivo
colonización y su relación con el deterio-ro para P. aeruginosa es inferior (83%) y algo
pulmonar además de facilitar el seguimiento mayor el valor predictivo negativo (70%),
clínico de los pacientes; b) establecer y ade-cuar sien-do los valores correspondientes para S.
las pautas de tratamiento antimicrobia-no aureus del 91 y 80%, respectivamente (66). Se
valorando su efectividad y; c) conocer la ha demostrado que el valor diagnóstico
estructura de las poblaciones microbianas y la aumen-ta cuando se incrementa el número de
ecología de la infección en estos pacientes (66). mues-tras estudiadas.
La consecución de estos objetivos requiere la
disponibilidad de muestras adecuadas para el Lavado broncoalveolar
cultivo, técnicas optimizadas y criterios de eva- En teoría evita contaminaciones con micro-
luación de los resultados. En el año 1995 la organismos habituales de la orofaringe. Com-
Fundación Americana para la Fibrosis Quísti-ca pite con el esputo en rentabilidad y su toma se
publicó un documento de consenso en el que se recomienda en los pacientes con escasa
establecían las bases del seguimiento expectoración, antibioterapia prolongada, cuan-
microbiológico de estos pacientes(24,67). En este do se sospecha colonización por B. cepacia o
documento se resumían las muestras necesa-rias cuando es necesario aplicar técnicas de bio-logía
para el estudio microbiológico, los medios molecular. Asimismo, se recomienda en el
imprescindibles para el aislamiento de los pató- seguimiento de los pacientes sometidos a
genos más relevantes y la interpretación de los trasplante pulmonar(1,66,68).
cultivos microbiológicos. Este aspecto ha sido
revisado recientemente por Miller et al.(39). Esputo
Es la muestra que mejor refleja la ecología
Muestras para el estudio de la microbiana del tracto respiratorio del pacien-te
colonización/infección respiratoria con FQ. En algunos trabajos el cultivo de esputo
La muestra más habitual en el estudio se considera superior al lavado bron-coalveolar
microbiológico de los pacientes con FQ es el debido a que es más representati-vo de las
esputo. En los niños pequeños también se reco- diferentes localizaciones de la colo-nización
mienda, en ausencia de secreciones de vías pulmonar(72), incluso cuando se aplican técnicas
bajas, la toma de muestras retrofaríngeas ya que de biología molecular para definir estadios de
los hallazgos en esta localización suelen
primocolonización(73). Su toma ha de evitar la
considerarse representativos de los micro-
contaminación con micro-biota orofaríngea;
organismos presentes en el espacio bron-
debe recogerse en envases estériles y remitirse
quial(24,66). Otras muestras utilizadas con poca con celeridad al laborato-rio para su estudio. A
frecuencia, sobre todo en pacientes con esca-sa temperatura ambiente la viabilidad de S. aureus
expectoración, son las obtenidas por bron- y P. aeruginosa no se ve comprometida en las
coaspirado y lavado broncoalveolar(1,66-71). primeras 24-48 horas aunque puede afectar a los
recuentos bacte-rianos. En el caso de H.
Muestras retrofaríngeas infuenzae y S. pneu-moniae los recuentos
Son particularmente útiles cuando se aís-la disminuyen con el tiem-po y los cultivos pueden
P. aeruginosa y S. aureus(66,67), aunque en ser negativos. Para evitarlo, deben congelarse
ocasiones los resultados no son concluyentes. hasta su procesa-miento.
En el caso de P. aeruginosa y en los pacientes
menores de cinco años, el valor predictivo El número de muestras respiratorias estu-
positivo es cercano al 95% y el valor predic-tivo diadas por paciente y año varía dependiendo
negativo del 40%, siendo algo inferio-res para de la edad del paciente, de su situación clíni-
S. aureus. En los pacientes jóvenes ca y del tipo de tratamiento que esté reali-

69
R. CANTÓN MORENO ET AL.

zando. En el caso de pacientes diagnosticados tivos-diferenciales y una incubación más pro-


por cribado neonatal se recomienda un culti- longada que la que se realiza con las muestras
vo mensual para detectar el primer cultivo respiratorias de otros pacientes(25). Se reco-
posi-tivo por P. aeruginosa. En el resto de los mienda una incubación de al menos 48 horas,
pacien-tes son necesarios al menos un esputo las primeras 24 h a 35-37º C y posteriormente a
cada dos o tres meses y en todos aquellos 30º C, para facilitar el crecimiento de los bacilos
casos en los que se produzcan exacerbaciones Gram negativos no fermentadores. Los medios
o ingre-sos hospitalarios. selectivos-diferenciales son eficaces en el caso
de B. cepacia (agar cepacia o simi-lar) y de H.
Métodos microbiológicos influenzae (agar chocolate con baci-tracina y
colistina)(76-78). La inclusión de estos medios
Tinción de Gram y cultivo microbiológico facilita la recuperación de microorga-nismos
Las muestras respiratorias de los pacien-tes con recuentos bajos, sobre todo en los casos en
con FQ, y en particular los esputos, deben los que exista una colonización simul-tánea con
someterse a un proceso de homogeneización P. aeruginosa(79). En la tabla 2 se indi-can los
antes de realizar su cultivo. En general se medios que deben utilizarse en el pro-
emplea N-acetilcisteína o ditiotreitol como cesamiento de las muestras respiratorias en el
agentes mucolíticos(24), aunque también se paciente con FQ.
recomienda una homogeneización mecánica
para evitar un posible efecto deletéreo sobre los Cultivos cuantitativos
microorganismos de los productos ante- Algunos autores consideran imprescindi-ble
riormente mencionados. En general, en la valo- la siembra de los esputos y aspirados bron-
ración de los pacientes con FQ no se consi-dera quiales de los pacientes con FQ de forma cuan-
imprescindible la realización de una tinción de titativa. Otros sólo recomiendan su realización
Gram a partir del esputo. No es sufi-cientemente en caso de exacerbaciones o cuando se preci-sa
ilustrativa de los microorganis-mos presentes, documentar la efectividad del tratamiento
ya que éstos pueden no dis-tribuirse antimicrobiano(76). La realización de recuentos
homogéneamente al formar acúmulos en las permite, no sólo obtener un recuento de los
secreciones(25) y no refleja adecuada-mente el diferentes microorganismos, sino que también
componente inflamatorio, puesto que las células facilita el reconocimiento de los diferentes mor-
inflamatorias (polimorfonucle-ares) no siempre fotipos, incluyendo los de P. aeruginosa y la
se distribuyen de forma homogénea. Se estima detección de microorganismos que estén en
que con los criterios habituales de valoración de proporción baja en el tracto respiratorio ya que
la tinción de Gram en el esputo, hasta el 40% de en muchas ocasiones el sobrecrecimiento de P.
las muestras en estos pacientes se definirían aeruginosa mucosa puede ocultar la pre-sencia
como inadecua-das para el cultivo y, sin de otros patógenos. El incremento de los
embargo, el cultivo ofrece resultados valorables. recuentos bacterianos y el aumento del número
Por ello, no se recomienda su realización, sobre de morfotipos también se han rela-cionado con
todo en los casos en los que se realicen cultivos un deterioro de la función pul-monar (80).
cuanti-tativos o semicuantitativos. La Además, su estudio permite un mejor control
concordancia entre la tinción de Gram y el del efecto de la terapia antimi-crobiana.
cultivo micro-biológico es del 90-95% para P.
aeruginosa, 85-90% para H. influenzae, 85%
para S. pneu-moniae y 80% para S. aureus(74,75). Estudio de sensibilidad a
El cultivo de los esputos de los pacientes los antimicrobianos
con FQ debe incluir medios generales y selec- El estudio de sensibilidad a los antimicro-
bianos en los patógenos aislados en los pacien-

70
MICROBIOLOGÍA

TABLA 2. Medios generales y selectivos-diferenciales recomendados en el estudio


microbiológico de los esputos de los pacientes con fibrosis quística
Microorganismos Medio de cultivo Condiciones de incubación
Staphylococcus aureus Manitol-sal 35° C 18-48 h
Streptococcus pneumoniae Sangre 35° C 18-48 h
Haemophilus influenzae Chocolate con bacitracina y colistina 35° C 18-72 h ± anaerobiosis
Burkholderia cepacia PC, OFPBL 30-35° C 48-72 h
Pseudomonas aeruginosa Agar cetrimida 35° C 18-48 h
Pseudomonas aeruginosa,
Stenotrophomonas maltophilia, MacConkey 35° C 18-48 h
y otros bacilos Gram-negativos
Hongos filamentosos Sabouraud-cloranfenicol 30° C y 35° C mínimo 72 h
y levaduriformes

tes con FQ adquiere una gran importancia de que estudiemos aislados de P.


para el seguimiento de los mismos y la aeruginosa con morfotipo mucoso(81).
adecuación del tratamiento(81). Las técnicas – Como alternativa a la microdilución
habitualmen-te utilizadas en los laboratorios pue-de emplearse la técnica de E-test, que es
de microbio-logía también son útiles para el una técnica de difusión pero que facilita la
estudio de sen-sibilidad en estos patógenos. obten-ción del valor de la CMI. Esta técnica
No obstante, han de tenerse en cuenta algunas tiene como ventaja el poder discriminar las
consideraciones particulares de los pobla-ciones de P. aeruginosa mutadoras
microorganismos que se obtienen en las (asociadas a un mayor riesgo de selección de
muestras respiratorias de los pacientes con resistencias durante el tratamiento), de las
FQ y que pueden afectar a la interpretación normomuta-doras (con menor riesgo de
de los resultados y a su utilidad clínica. selección de resis-tencia)(82).
Algunas de ellas se indican a conti-nuación: – En el caso de que se obtengan diferen-tes
– En general se recomienda la utilización de morfotipos de un mismo microorganismo en el
técnicas cuantitativas; determinación de la cultivo microbiológico, como suele suce-der con P.
concentración mínima inhibitoria (CMI) y pos- aeruginosa, todos ellos deben estar representados
terior interpretación clínica de los resultados en en el estudio de sensibilidad(24,83).
detrimento de técnicas cualitativas que sólo – Las técnicas habitualmente empleadas
ofrecen categorías interpretativas (sensible, en la determinación de la sensibilidad a los
intermedio o resistente). Por ello se prefieren las antimicrobianos utilizan bacterias planctóni-
técnicas de microdilución y dilución en agar y cas y no aquellas en crecimiento en biopelí-
no las de difusión con discos(81). culas. Se ha constatado la mayor resistencia
– Las técnicas de microdilución son utili- de P. aeruginosa a los antimicrobianos
zadas habitualmente por los sistemas auto- cuando ésta se desarrolla en biopelículas, por
máticos de sensibilidad comúnmente emple- lo que se están ensayando sistemas de estudio
ados en España. Se recomienda prolongar el de la sensibilidad que emplean bacterias con
tiempo de incubación hasta 24 horas en el caso este tipo de crecimiento(84,85).

71
R. CANTÓN MORENO ET AL.

– En el caso de estudiar la sensibilidad de aeruginosa y S. maltophilia persiste aun cuan-


antimicrobianos que habitualmente se emple- do los cultivos son negativos, siendo de gran
an por vía inhalada, como la tobramicina, es ayuda en la valoración del tratamiento anti-
preciso adecuar los criterios de interpretación microbiano a pesar de obtenerse cultivos nega-
de los resultados, ya que en general se tivos(92,93). Estas técnicas también han ayuda-do
utilizan los de la vía endovenosa(82). recientemente a identificar nuevos
microorganismos que colonizan la vía aérea en
Aplicación de las técnicas de biología los pacientes con FQ, entre ellos Inquilinus
limosus, Herbaspirillum spp, Pandoraea spp,
molecular y estudios de clonalidad
Ralstonia spp (Ralstonia pickettii, Ralstonia
La utilización de técnicas de biología mole-
mannitolilytica, Ralstonia solancearum, Rals-
cular en las muestras microbiológicas de los
tonia gilardii), Bordetella hinzii, Comamonas
pacientes con FQ permite: a) detectar micro-
testosteronii, Moraxella osloensi y Achromo-
organismos de forma directa en las secrecio-nes
respiratorias sin necesidad de tener que esperar bacter piechaudii(87-89,91). Asimismo, se han
esta-blecido las diferentes genospecies del com-
al cultivo microbiológico(73,86); b) detec-tar
plejo B. cepacia y la identificación de nuevas
microorganismos de crecimiento difícil, cuyo especies pertenecientes a este género (Burk-
cultivo con las técnicas habituales se pro-duce holderia gladioli, Burkholderia cocovenenans,
con escasa o nula rentabilidad, o en casos de Burkholderia plantarii y Burkholderia fungo-
bajos recuentos o colonizaciones mixtas; c)
identificar patógenos con taxonomía incier-ta (87- rum)(88,90,94).
89,91)
; d) documentar la persistencia y varia- El análisis de la clonalidad en el segui-
bilidad de la clonalidad en un mismo pacien-te miento de los pacientes con FQ ha demos-trado
así como de posibles infecciones cruzadas entre la elevada variabilidad que existe entre aislados
distintos pacientes(87,90) y; e) facilitar el procedentes de diferentes pacientes y la
seguimiento del tratamiento antimicrobiano y persistencia de un único tipo clonal de P.
control de la erradicación. aeruginosa a lo largo del tiempo en un mismo
individuo, siendo rara la colonización simul-
La detección de microorganismos de for-
tánea por diferentes clones. También ha com-
ma directa en las muestras respiratorias sin
probado la escasa transmisión de P. aerugino-sa
necesidad de tener que esperar al cultivo
entre los diferentes pacientes, situación contraria
microbiológico ha permitido detectar la pre-
a lo que acontece entre hermanos con FQ, en los
sencia de P. aeruginosa en los periodos ven-
que es frecuente reconocer los mismos
tana (en los que, debido al tratamiento anti-
microbiano, pueden disminuir los recuentos) clones(95,96). Una situación similar se ha descrito
y encontrarse por debajo del límite de detec- con S. maltophilia en la que se ha demostrado
ción del cultivo y también en los periodos ini- una elevada variabilidad clonal (50). En el caso de
ciales (en los que su bajo número escapa a su B. cepacia, el análisis de los fac-tores de riesgo
detección con el cultivo)(92). Recientemen-te demostró que el contacto con pacientes
se han constatado las ventajas que tendría en previamente colonizados se asocia-ba con su
la detección precoz de la primocoloniza-ción adquisición(44,97), hecho corrobora-do
ya que se adelantaría al cultivo conven- posteriormente con estudios molecula-res(98,99).
cional(73). También se ha aplicado en el estu- Por el contrario, Achromobacter spp parece
dio de la colonización por S. maltophilia(93) y seguir el mismo patrón que P. aerugi-nosa y S.
B. cepacia cuyo crecimiento es, en ocasiones, maltophilia(49). El estudio de la clo-nalidad
escaso y se ve minimizado por el sobrecreci- también debería ser utilizado para documentar la
miento de P. aeruginosa(94). eficacia de los tratamientos anti-microbianos,
Las técnicas de biología molecular han per- sobre todo en los casos en los que se precise
mitido demostrar que la colonización por P. definir la erradicación.

72
MICROBIOLOGÍA

Estudio serológico anticuerpos frente a lisados celulares, exoto-


El estudio de la respuesta de anticuerpos xina A o elastasa (65,105). Estas
frente a antígenos bacterianos es frecuente- determinaciones no se realizan habitualmente
mente utilizado en el diagnóstico de las enfer- de rutina en la mayoría de los centros y el
medades infecciosas. En el caso del paciente acceso a esta infor-mación queda limitada a
con FQ tiene particular interés en el diagnós- unas pocas unidades de FQ.
tico de la infección por P. aeruginosa y la exa- En los pacientes con FQ la determinación de
cerbación(65) y para la monitorización de la res- la respuesta inmune frente a A. fumigatus
puesta inmune frente a A. fumigatus, sobre todo incluye la detección de precipitinas y el estu-dio
en los pacientes con ABPA (100). Por el con- de títulos específicos de IgG, IgA e IgE (100,101).
trario, no tiene interés en el caso de Candida Los pacientes con FQ sin ABPA tienen res-
albicans(101). Con el resto de los patógenos la puesta inmune variable en el tiempo frente a A.
experiencia es menor y no existen recomen- fumigatus. Incluso en algunos pacientes sin
daciones explícitas o estudios de suficiente ABPA puede producirse una pérdida espontá-
entidad en los pacientes con FQ para estable-cer nea de las precipitinas, de IgG, y un descenso
criterios diagnósticos. significativo de los títulos de IgE. En los pacien-
Se han utilizado diferentes antígenos y téc- tes con ABPA, las cifras séricas de IgE pueden
nicas para monitorizar la respuesta inmune disminuir en un importante porcentaje de
frente a P. aeruginosa. Entre los antígenos pacientes (cerca del 35%) a las 6-8 semanas de
empleados destacan proteínas de membrana inicio del tratamiento, pudiendo elevarse ante un
externa conservados en los 17 serotipos dife- nuevo brote(106).
rentes de P. aeruginosa, elastasa, proteasa, exo-
toxina A, e incluso β -lactamasa cromosómica UTILIDAD DE LOS DATOS
de este patógeno. Entre las técnicas emplea-das MICROBIOLÓGICOS EN EL SEGUIMIENTO
destaca la contrainmunoelectroforesis (pre- DE LOS PACIENTES CON FQ
cipitinas), el enzimoinmunoensayo (ELISA) y la Recientemente se ha establecido una con-
técnica de Western blot. Con estas técnicas se troversia sobre la utilidad de los datos del cul-tivo
ha podido evidenciar que en los periodos microbiológico y de la sensibilidad a los
iniciales de la enfermedad la respuesta sero- antimicrobianos para el seguimiento de los
lógica frente a P. aeruginosa suele ser negati- pacientes con FQ y su relación con los episo-dios
va, aunque los títulos pueden positivizarse de exacerbación, en particular cuando se asocian
incluso antes de que el cultivo ofrezca resul- con el aislamiento de P. aeruginosa(107). En la
(102)
tados positivos . El aumento de los títulos valoración de los cultivos microbiológi-cos han de
durante el curso de la enfermedad es indica-tivo tenerse en cuenta muchos de los aspectos
de la colonización crónica y de un dete-rioro de comentados con anterioridad: situa-ción clínica del
la función pulmonar. Además, estos anticuerpos paciente, momento en el que se realizó el cultivo,
no confieren protección frente a la infección y la tratamiento antimicro-biano recibido por el
formación de inmunocom-plejos puede tener un paciente, muestra pro-cesada y protocolo
efecto lesivo para el teji-do pulmonar(65,103). microbiológico utilizado en el estudio de las
secreciones respiratorias. Es un hecho demostrado
La detección de anticuerpos frente a P. la asociación de la apa-rición de determinados
aeruginosa puede utilizarse con criterio diag- patógenos con el dete-rioro de la función pulmonar
nóstico en los pacientes con FQ sin cultivo así como la mayor carga bacteriana cuando se
microbiológico(102,104), empleándose para ello producen las exa-cerbaciones.
muestras de sangre seriadas y técnicas tan dis-
pares como la detección de precipitinas o el En la actualidad se recomienda la realiza-
enzimoinmunoensayo para la detección de ción de un cultivo mensual en los pacientes con

73
R. CANTÓN MORENO ET AL.

cribado neonatal para monitorizar la posible 9. Muhlebach MS, Stewart PW, Leigh MW,
Noah TL. Quantitation of inflammatory
primoinfección por P. aeruginosa y al menos un
responses to bacteria in young cystic
esputo cada dos o tres meses para el segui- fibrosis and control patients. Am J Respir
miento de los pacientes ya colonizados. Este Crit Care Med 1999; 160: 186-91.
cultivo y la sensibilidad a los antimicrobianos 10. Balough K, McCubbin M, Weinberger M,
de los posibles patógenos se utilizan para modi- Smits W, Ahrens R, Fick R. The relationship
ficar el tratamiento antimicrobiano en el caso de betwe-en infection and inflammation in the
cambio de los patrones de colonización (apa- early sta-ges of lung disease from cystic
fibrosis. Pediatr Pulmonol 1995; 20: 63-70.
rición de nuevos patógenos), aparición de mul-
11. Chmiel JF, Berger M, Konstan MW. The role of
tirresistencia (sobre todo en el caso de P. aeru-
inflammation in the pathophysiology of CF lung
ginosa) o exacerbaciones. En el caso de los disease. Clin Rev Allergy Immunol 2002;
datos de sensibilidad es imprescindible cono-cer 23: 5-27.
las limitaciones de los métodos de estu-dio 12. Dakin CJ, Numa AH, Wang H, Morton JR,
utilizados. Además, las bacterias estudia-das Vertz-yas CC, Henry RL. Inflammation,
pueden no representar a la totalidad de la infection, and pulmonary function in infants
población que coloniza el pulmón del pacien-te and young children with cystic fibrosis. Am J
Respir Crit Care Med 2002; 165: 904-10.
con FQ.
13. Chernish RN, Aaron SD. Approach to
resistant gram-negative bacterial pulmonary
BIBLIOGRAFÍA infections in patients with cystic fibrosis.
1. Ramsey BW. Management of pulmonary Curr Opin Pulm Med 2003; 9: 509-15.
dise-ase in patients with cystic fibrosis. N 14. Burns JL, Emerson J, Stapp JR, Yim DL,
Engl J Med 1996; 335: 179-88. Krze-winski J, Louden L, et al.
2. Doring G, Conway SP, Heijerman HG, Microbiology of spu-tum from patients at
Hodson ME, Hoiby N, Smyth A, et al. cystic fibrosis centers in the United States.
Antibiotic the-rapy against Pseudomonas Clin Infect Dis 1998; 27: 158-63.
aeruginosa in cystic fibrosis: a European 15. Bals R, Weiner DJ, Wilson JM. The innate
consensus. Eur Respir J 2000; 16: 749-67. immune system in cystic fibrosis lung
3. Rajan S, Saiman L. Pulmonary infections disea-se. J Clin Invest 1999; 103: 303-7.
in patients with cystic fibrosis. Semin 16. Ratjen F, Doring G. Cystic fibrosis. Lancet 2003;
Respir Infect 2002; 17: 47-56.
36: 681-9
4. Gibson RL, Burns JL, Ramsey BW.
17. Pier GB, Grout M, Zaidi TS, Olsen JC, Johnson
Pathophy-siology and management of
LG, Yankaskas JR, et al. Role of mutant CFTR
pulmonary infec-tions in cystic fibrosis. Am
in hypersusceptibility of cystic fibrosis patients
J Respir Crit Care Med 2003; 168: 918-51.
to lung infections. Science 1996; 271: 64-7.
5. Yankaskas JR, Marshall BC, Sufian B, 18. Smith JJ, Travis SM, Greenberg EP, Welsh
Simon RH, Rodman D. Cystic fibrosis MJ. Cystic fibrosis airway epithelia fail to
adult care: con-sensus conference report.
kill bac-teria because of abnormal airway
Chest 2004; 125: 1S-39S.
surface fluid. Cell 1996; 85: 229-36.
6. Doring G, Hoiby N. Consensus Study Group. 19. Matsui H, Grubb BR, Tarran R, Randell SH, Gatzy
Early intervention and prevention of lung JT, Davis CW, et al. Evidence for periciliary liquid
dise-ase in cystic fibrosis: a European layer depletion, not abnormal ion composition, in
consensus. J Cyst Fibros 2004; 3: 67-91. the pathogenesis of cystic fibrosis airway dise-ase.
7. Boucher RC. An overview of the Cell 1998; 95: 1005-15.
pathogenesis of cystic fibrosis lung disease. 20. Worlitzsch D, Tarran R, Ulrich M, Schwab U,
Adv Drug Deliv Rev 2002; 54: 1359-71. Cekici A, Meyer KC, et al. Effects of reduced
8. Khan TZ, Wagener JS, Bost T, Martínez J, mucus oxygen concentration in airway Pseu-
Accurso FJ, Riches DW. Early pulmonary domonas infections of cystic fibrosis patients. J
inflammation in infants with cystic Clin Invest 2002; 109: 317-25.
fibrosis. Am J Respir Crit Care Med 1995; 21. Wine JJ. The genesis of cystic fibrosis lung
151: 1075-82. dise-ase. J Clin Invest 1999; 103: 309-12.

74
MICROBIOLOGÍA

22. Doring G, Albus A, Hoiby N. 34. Drenkard E, Ausubel FM. Pseudomonas


Immunologic aspects of cystic fibrosis. biofilm formation and antibiotic resistance
Chest 1988; 94: 109-15. are linked to phenotypic variation. Nature
23. Ciofu O, Petersen TD, Jensen P, Hoiby N. 2002; 416: 740-3.
Avi-dity of anti-P aeruginosa antibodies 35. Hancock RE, Speert DP. Antibiotic resistance in
during chronic infection in patients with Pseudomonas aeruginosa: mechanisms and
cystic fibro-sis. Thorax 1999; 54: 141-4. impact on treatment. Drug Resist Updat 2000;
24. Gilligan PH. Microbiology of airway 3: 247-55.
disease in patients with cystic fibrosis. 36. Giwercman B, Lambert PA, Rosdahl VT,
Clin Microbiol Rev 1991; 4: 35-51. Shand GH, Hoiby N. Rapid emergence of
25. Givney R, Vickery A, Holliday A, Pegler resistance in Pseudomonas aeruginosa in
M, Benn R. Methicillin-resistant cystic fibrosis patients due to in-vivo
Staphylococcus aureus in a cystic fibrosis selection of stable par-tially derepressed
unit. J Hosp Infect 1997; 35: 27-36. beta-lactamase producing strains. J
Antimicrob Chemother 1990; 26: 247-59.
26. Kahl B, Herrmann M, Everding AS, Koch HG,
Becker K, Harms E, et al. Persistent infection 37. Westbrock-Wadman S, Sherman DR, Hickey
with small colony variant strains of Staphylo- MJ, Coulter SN, Zhu YQ, Nguyen LY, et al.
Cha-racterization of a Pseudomonas
coccus aureus in patients with cystic fibrosis. J
aeruginosa efflux pump contributing to
Infect Dis 1998; 177: 1023-29.
aminoglycoside impermeability. Antimicrob
27. Rosenfeld M, Ramsey BW, Gibson RL. Agents Chemo-ther 1999; 43: 2975-83.
Pseu-domonas acquisition in young patients
38. Jalal S, Ciofu O, Hoiby N, Gotoh N, Wretlind B.
with cystic fibrosis: pathophysiology,
Molecular mechanisms of fluoroquinolone
diagnosis, and management. Curr Opin Pulm
resistance in Pseudomonas aeruginosa isolates
Med 2003; 9: 492-7.
from cystic fibrosis patients. Antimicrob Agents
28. Emerson J, Rosenfeld M, McNamara S, Chemother 2000; 44: 710-2.
Ram-sey B, Gibson RL. Pseudomonas
39. Miller MB, Gilligan PH. Laboratory aspects
aeruginosa and other predictors of mortality
of management of chronic pulmonary
and morbidity in young children with cystic
infections in patients with cystic fibrosis. J
fibrosis. Pediatr Pul-monol 2002; 34: 91-100.
Clin Microbiol 2003; 41: 4009-15.
29. Rosenfeld M, Gibson RL, McNamara S, 40. Román F, Cantón R, Pérez-Vázquez M, Baque-
Emer-son J, Burns JL, Castile R, et al. Early
ro F, Campos J. Dynamics of long-term colo-
pulmo-nary infection, inflammation, and
nization of respiratory tract by Haemophilus
clinical out-comes in infants with cystic
influenzae in cystic fibrosis patients shows a
fibrosis. Pediatr Pulmonol 2001; 32: 356-66.
marked increase in hypermutable strains. J Clin
30. Thomas SR, Ray A, Hodson ME, Pitt TL. Incre- Microbiol 2004; 42: 1450-9.
ased sputum amino acid concentrations and
41. Blondeau JM, Tillotson GS. Antimicrobial sus-
auxotrophy of Pseudomonas aeruginosa in seve-re
ceptibility patterns of respiratory pathogens– a
cystic fibrosis lung disease. Thorax 2000;
global perspective. Semin Respir Infect 2000;
55: 795-7. 15: 195-207
31. Singh PK, Parsek MR, Greenberg EP, Welsh 42. Moller LV, Regelink AG, Grasselier H, van Alphen
MJ. A component of innate immunity prevents L, Dankert J. Antimicrobial susceptibility of Hae-
bacterial biofilm development. Nature 2002; mophilus influenzae in the respiratory tracts of
417: 552-5. patients with cystic fibrosis. Antimicrob Agents
32. Hassett DJ, Cuppoletti J, Trapnell B, Lymar SV, Chemother 1998; 42: 319-24.
Rowe JJ, Yoon SS, et al. Anaerobic metabolism 43. Cantón R, Girón R, Martínez-Martínez L. Oli-
and quorum sensing by Pseudomonas aeru- ver A. Solé A, Valdezate S, et al. Patógenos
ginosa biofilms in chronically infected cystic mul-tirresistentes en la fibrosis quística. Arch
fibrosis airways: rethinking antibiotic treat-ment Bron-coneumol 2002; 38: 376-85.
strategies and drug targets. Adv Drug Deliv Rev 44. Tablan OC, Chorba TL, Schidlow DV, White
2002; 54: 1425-43. JW, Hardy KA, Gilligan PH, et al.
33. Lyczak JB, Cannon CL, Pier GB. Lung Pseudomonas cepacia colonization in patients
infections associated with cystic fibrosis. with cystic fibrosis: risk factors and clinical
Clin Microbiol Rev 2002; 15: 194-222. outcome. J Pediatr 1985; 107: 382-7.

75
R. CANTÓN MORENO ET AL.

45. Heath DG, Hohneker K, Carriker C, Smith K, 55. Olivier KN, Weber DJ, Lee JH, Handler A,
Routh J, LiPuma JJ, et al. Six-year molecular Tudor G, Molina PL, et al. Nontuberculous
analysis of Burkholderia cepacia complex iso- Mycobacteria in Cystic Fibrosis Study
lates among cystic fibrosis patients at a refe-rral Group. Nontuberculous mycobacteria. II:
center for lung transplantation. J Clin Micro- nested-cohort study of impact on cystic
biol 2002; 40: 1188-93. fibrosis lung dise-ase. Am J Respir Crit
46. Aris RM, Routh JC, LiPuma JJ, Heath DG, Care Med 2003; 167: 835-40.
Gilli-gan PH. Lung transplantation for cystic 56. Bargon J, Dauletbaev N, Kohler B, Wolf
fibro-sis patients with Burkholderia cepacia M, Pos-selt HG, Wagner TO. Prophylactic
complex. Survival linked to genomovar type. antibiotic therapy is associated with an
Am J Res-pir Crit Care Med 2001; 164: 2102-6. increased pre-valence of Aspergillus
47. Chen JS, Witzmann KA, Spilker T, Fink RJ, colonization in adult cystic fibrosis
LiPu-ma JJ. Endemicity and inter-city spread patients. Respir Med 1999; 93: 835-8.
of Bur-kholderia cepacia genomovar III in 57. Bakare N, Rickerts V, Bargon J, Just-Nubling G.
cystic fibro-sis. J Pediatr 2001; 139: 643-9. Prevalence of Aspergillus fumigatus and other
48. Bonacorsi S, Fitoussi F, Lhopital S, Bingen E. fungal species in the sputum of adult patients with
Comparative in vitro activities of meropenem, cystic fibrosis. Mycoses 2003; 46: 19-23.
imipenem, temocillin, piperacillin, and cef- 58. Cimon B, Symoens F, Zouhair R, Chabasse
tazidime in combination with tobramycin, D, Nolard N, Defontaine A, et al. Molecular
rifampin, or ciprofloxacin against Burkhol-deria epi-demiology of airway colonisation by
cepacia isolates from patients with cystic Asper-gillus fumigatus in cystic fibrosis
fibrosis. Antimicrob Agents Chemother 1999; patients. J Med Microbiol 2001; 50:367-74.
43: 213-7. 59. Wat D. Impact of respiratory viral
49. Beringer PM, Appleman MD. Unusual respi- infections on cystic fibrosis. Postgrad Med
ratory bacterial flora in cystic fibrosis: micro- J 2003; 79: 201-3.
biologic and clinical features. Curr Opin 60. Ramírez-Ronda CH, Fuxench-López Z,
Pulm Med 2000; 6: 545-50. Neva-rez M. Increased pharyngeal
50. Valdezate S, Vindel A, Maiz L, Baquero F, bacterial coloni-zation during viral illness.
Esco-bar H, Cantón R. Persistence and Arch Intern Med 1981; 141: 1599-603.
variability of Stenotrophomonas maltophilia
61. Smith CB, Golden C, Klauber MR, Kanner
in cystic fibro-sis patients, Madrid, 1991-
R, Renzetti A. Interactions between viruses
1998. Emerg Infect Dis 2001; 7: 113-22.
and bacteria in patients with chronic
51. Denton M, Kerr KG. Microbiological and bronchitis. J Infect Dis 1976; 134: 552-61.
clini-cal aspects of infection associated
62. Munck A, Bonacorsi S, Mariani-Kurkdjian P,
with Ste-notrophomonas maltophilia. Clin
Lebourgeois M, Gerardin M, Brahimi N, et al.
Microbiol Rev 1998; 11: 57-80.
Genotypic characterization of Pseudomonas
52. Decre D, Arlet G, Bergogne-Berezin E, Philip- aeruginosa strains recovered from patients with
pon A. Identification of a carbenicillin-hydroly- cystic fibrosis after initial and subse-quent
zing beta-lactamase in Alcaligenes denitrifi-cans colonization. Pediatr Pulmonol 2001;
subsp. xylosoxidans. Antimicrob Agents 32: 288-92.
Chemother 1995; 39: 771-4.
63. Griese M, Muller I, Reinhardt D. Eradication
53. Fass RJ, Barnishan J, Solomon MC, Ayers LW.
of initial Pseudomonas aeruginosa
In vitro activities of quinolones, β -lactams,
colonization in patients with cystic fibrosis.
tobramycin, and trimethoprim-sulfamethoxa-
Eur J Med Res 2002; 7: 79-80.
zole against nonfermentative gram-negative
bacilli. Antimicrob Agents Chemother 1996; 64. Frederiksen B, Koch C, Hoiby N. Antibiotic tre-
40: 1412-8. atment of initial colonization with Pseudomo-
nas aeruginosa postpones chronic infection and
54. Olivier KN, Weber DJ, Wallace RJ Jr, Faiz AR,
prevents deterioration of pulmonary func-tion in
Lee JH, Zhang Y, et al. Nontuberculous Myco-
cystic fibrosis. Pediatr Pulmonol 1997;
bacteria in Cystic Fibrosis Study Group Non-
23: 330-5.
tuberculous mycobacteria. I: multicenter pre-
valence study in cystic fibrosis. Am J Respir 65. Hoiby N, Kock C. Pseudomonas
Crit Care Med 2003; 167: 828-34. aeruginosa in cystic fibrosis and its
management. Thorax 1990; 45: 881-4.

76
MICROBIOLOGÍA

66. Cantón R. Importancia de los protocolos 78. Chapin KC, Doern GV. Selective media
micro-biológicos en la obtención de datos de for recovery of Haemophilus influenzae
colo-nización pulmonar y en el seguimiento from spe-cimens contaminated with upper
del paciente con fibrosis quística. 2004. En: respiratory tract microbial flora. J Clin
For-mación continuada en Fibrosis Quística. Microbiol 1983; 17: 1163-5.
Micro-biología y Antimicrobianos. R. Cantón 79. Cantón R, Oliver A, Baquero F.
y F. Baquero (Coordinadores). Madrid: Microbiología de las vías respiratorias en
Adalia Far-ma; 2004. p. 45-56.
la fibrosis quísti-ca. En: Dapena Fernández
67. Saiman L. Microbiology of early CF lung dise- FJ, ed. Fibrosis Quística, atención integral,
ase. Paediatr Respir Rev 2004; 5: S367-S369. manejo clínico y puesta al día. Granada:
68. Jung A, Kleinau I, Schonian G, Bauernfeind A, Editorial Alhuila; 1998; p. 105-58.
Chen C, Griese M, et al. Sequential genoty-ping 80. Ballestero S, Escobar H, Villaverde R, Negredo
of Pseudomonas aeruginosa from upper and P, Elia M, Ojeda-Vargas M, et al. Microbiologi-
lower airways of cystic fibrosis patients. Eur cal parameters and clinical evolution in cystic
Respir J 2002; 20: 1457-63. fibrosis. En: Escobar H, Baquero F, Suárez L,
69. Höiby N. Microbiology of cystic fibrosis. En: eds. Clinical Ecology of Cystic Fibrosis, Ams-
Cystic fibrosis. Hodson ME, Geddes DM, eds. terdam: Excerpta Medica; 1993. p. 55-62.
Chapman & Hall Medica; 1995. p. 73-98. 81. Cantón R. Concepto de sensibilidad y resis-
70. Parry MF, Neu HC. Effect of N-acetil-cisteina tencia a los antimicrobianos y su aplicación a
on antibiotic activity and bacterial growth in los patógenos que colonizan la vía aérea en el
vitro. J Clin Microbiol 1977; 5: 58-61. paciente con fibrosis quística. Interpreta-ción
71. Hammercschlag MR, Harding A, Macone A, del antibiograma. En: Formación conti-nuada
Goldman DA. Bacteriology of sputum in cystic en Fibrosis Quística. Microbiología y
fibrosis: evaluation of dithiothreitol as a mucoly-tic Antimicrobianos. R. Cantón y F. Baquero
agent. J Clin Microbiol 1980; 11: 552-7. (Coordinadores). Madrid: Adalia Farma;
72. Aaron SD, Kottachchi D, Ferris WJ, Vandem- 2004. p. 59-74.
heen KL, St Denis ML, Plouffe A, et al. Sputum 82. Macia MD, Borrell N, Pérez JL, Oliver A.
versus bronchoscopy for diagnosis of Pseudo- Detec-tion and susceptibility testing of
monas aeruginosa biofilms in cystic fibrosis. hypermutable Pseudomonas aeruginosa strains
Eur Respir J 2004; 24: 631-7. with the Etest and disk diffusion. Antimicrob
73. Xu J, Moore JE, Murphy PG, Millar BC, Elborn Agents Che-mother. 2004; 48: 2665-72.
JS. Early detection of Pseudomonas aerugino- 83. Morlin GL, Hedges DL, Smith AL, Burns JL.
sa. Comparison of conventional versus mole- Accuracy and cost of antibiotic susceptibi-lity
cular (PCR) detection directly from adult testing of mixed morphotypes of Pseudo-
patients with cystic fibrosis (CF). Ann Clin monas aeruginosa. J Clin Microbiol 1994;
Microbiol Antimicrob 2004; 20;3: 21. 32: 1027-30.
74. Sadeghi E, Matlow A, MacLusky I, Karmali 84. Moskowitz SM, Foster JM, Emerson J, Burns
MA. Utility of gram stain in evaluation of JL. Clinically feasible biofilm susceptibility
sputa from patients with cystic fibrosis. J assay for isolates of Pseudomonas aeruginosa
Clin Microbiol 1994; 32: 54-8. from patients with cystic fibrosis. J Clin
75. Nair B, Stapp J, Stapp L, Bugni L, Van Dalfsen Microbiol 2004; 42: 1915-22.
J, Burns JL. Utility of gram staining for evalua- 85. Aaron SD, Ferris W, Ramotar K,
tion of the quality of cystic fibrosis sputum sam- Vandemheen K, Chan F, Saginur R. Single
ples. J Clin Microbiol 2002; 40: 2791-4. and combination antibiotic susceptibilities of
76. Wong K, Roberts MC, Owens L, Fife M, planktonic, adhe-rent, and biofilm-grown
Smith AL. Selective media for the Pseudomonas aerugi-nosa isolates cultured
quantization of bac-teria in cystic fibrosis from sputa of adults with cystic fibrosis. J
sputum. J Med Microbiol 1984; 17: 113-9. Clin Microbiol 2002; 40: 4172-9.
77. Welch DF, Muszynski MJ, Pai CH, Marcon 86. Clarke L, Moore JE, Millar BC, Garske L, Xu
MJ, Hribar MM, Gilligan PH, et al. Selective J, Heuzenroeder MW, et al. Development of a
and dif-ferential medium for recovery of diagnostic PCR assay that targets a heat-
Pseudomonas cepacia from the respiratory shock protein gene (groES) for detection of
tracts of patients with cystic fibrosis. J Clin Pseudo-monas spp in cystic fibrosis patients.
Microbiol 1987; 25: 1730-4. J Med Microbiol 2003; 52: 759-63.

77
R. CANTÓN MORENO ET AL.

87. Coenye T, Goris J, Spilker T, Vandamme P, among cystic fibrosis patients. Lancet
LiPu-ma JJ. Characterization of unusual 1992; 340:491.
bacteria iso-lated from respiratory secretions 98. Speert DP, Henry D, Vandamme P, Corey M,
of cystic fibro-sis patients and description of Mahenthiralingam E. Epidemiology of Bur-
Inquilinus limosus gen. nov., sp. nov. J Clin kholderia cepacia complex in patients with
Microbiol 2002; 40: 2062-9. cystic fibrosis, Canada. Emerg Infect Dis 2002;
88. Coenye T, LiPuma JJ, Henry D, Hoste B, Van- 8: 181-7.
demeulebroecke K, Gillis M, et al. Burkholde- 99. Agodi A, Barchitta M, Giannino V, Collura
ria cepacia genovar VI, a new member of the A, Pensabene T, Garlaschi ML, et al.
Burkholderia cepacia complex isolated from Burkholde-ria cepacia complex in cystic
cystic fibrosis patients. Int J Syst Evol fibrosis and non-cystic fibrosis patients:
Microbiol 2001; 51: 271-9. identification of a clus-ter of epidemic
89. Coenye T, Liu L, Vandamme P, LiPuma lineages. J Hosp Infect. 2002; 50:188-95.
JJ. Iden-tification of Pandoraea species by 100. Maiz L, Cuevas M, Quirce S, Pacheco A, Esco-
16S riboso-mal DNA-based PCR assays. J bar H. Allergic bronchopulmonary aspergillo-sis
Clin Microbiol 2001; 39: 4452-5. with low serum IgE levels in a child with cystic
90. Vandamme P, Mahenthiralingam E, Holmes B, fibrosis. J Allergy Clin Immunol 1997;
Coenye T, Hoste B, De Vos P, et al. Identifica-tion 100: 431-2.
and population structure of Burkholderia stabilis 101. Maiz L, Cuevas M, Quirce S, Canon JF,
sp. (formerly Burkholderia cepacia geno-var IV). J Pache-co A, Sousa A, et al. Serologic IgE
Clin Microbiol 2000; 37: 1042-7. immune res-ponses against Aspergillus
91. Ferroni A, Sermet-Gaudelus I, Abachin E, fumigatus and Can-dida albicans in patients
Ques-ne G, Lenoir G, Berche P, et al. Use of with cystic fibrosis. Chest 2002; 121: 782-8.
16S rRNA gene sequencing for identification of 102. West SE, Zeng L, Lee BL, Kosorok MR,
nonfer-menting gram-negative bacilli recovered Laxo-va A, Rock MJ, et al. Respiratory
from patients attending a single cystic fibrosis infections with Pseudomonas aeruginosa
cen-ter. J Clin Microbiol 2002; 40: 3793-7. in children with cystic fibrosis: early
92. Burns JL, Gibson RL, McNamara S, Yim detection by serology and assessment of
D, Emerson J, Rosenfeld M, et al. risk factors. JAMA 2002; 287: 2958-67.
Longitudinal assessment of Pseudomonas 103. Hoiby N. Antibodies against Pseudomonas
aeruginosa in young children with cystic aeru-ginosa in patients with bronchiectasis:
fibrosis. J Infect Dis 2001; 83: 444-52. help-ful or harmful? Thorax; 56: 667-8.
93. Whitby PW, Carter KB, Burns JL, Royall 104. Pressler T. IgG subclasses and chronic
JA, LiPuma JJ, Stull TL. Identification and bacte-rial infection. Subclass antibodies
detec-tion of Stenotrophomonas and the cli-nical course of chronic
maltophilia by rRNA-directed PCR. J Clin Pseudomonas aerugi-nosa lung infection
Microbiol 2000; 38: 4305-9. in cystic fibrosis. APMIS 1996; 66: 1-41.
94. Drevinek P, Hrbackova H, Cinek O, 105. Johansen HK, Norregaard L, Gotzsche PC, Press-
Bartoso-va J, Nyc O, Nemec A, et al. ler T, Koch C, Hoiby N. Antibody response to
Direct PCR detec-tion of Burkholderia Pseudomonas aeruginosa in cystic fibrosis patients:
cepacia complex and iden-tification of its a marker of therapeutic success? A 30-year cohort
genomovars by using sputum as source of study of survival in Danish CF patients after onset
DNA. J Clin Microbiol 2002; 40: 3485-8. of chronic P. aeruginosa lung infection. Pediatr
95. Spencker FB, Haupt S, Claros MC, Walter Pulmonol 2004; 37: 427-32.
S, Lietz T, Schille R, et al. Epidemiologic 106. Hutcheson PS, Knutsen AP, Rejent AJ,
charac-terization of Pseudomonas Slavin RG. A 12-year longitudinal study of
aeruginosa in patients with cystic fibrosis. Aspergillus sensitivity in patients with
Clin Microbiol Infect 2000; 6: 600-7. cystic fibrosis. Chest 1996; 110: 363-6.
96. Tubbs D, Lenney W, Alcock P, Campbell CA, 107. Smith AL, Fiel SB, Mayer-Hamblett N, Ramsey
Gray J, Pantin C. Pseudomonas aeruginosa in B, Burns JL. Susceptibility testing of Pseudo-
cystic fibrosis: cross-infection and the need for monas aeruginosa isolates and clinical respon-
segregation. Respir Med 2001; 95: 147-52. se to parenteral antibiotic administration: lack of
97. Millar-Jones L, Paull A, Saunders Z, Goodchild association in cystic fibrosis. Chest 2003;
MC. Transmission of Pseudomonas cepacia 123: 1495-502.

78

También podría gustarte