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DIRECTORIO

Lic. Francisco Flores Gamio, Fsc


Rector

Mtro. Jorge Manuel Iturbe Bermejo


Vicerrector Académico

Lic. Roberto Medina Luna Anaya Fsc


Vicerrector de Bienestar y Formación

Dr. Eduardo Gómez Ramírez


Vicerrector de Investigación

Mtro. Alejandro Torres González


Director Administrativo

Lic. José María Aramburu Alonso


Director de Apoyo Académico

Mtra. Ma. Asunción Mendoza Becerra


Coordinación de Biblioteca
COMITÉ ORGANIZADOR
Red de Bibliotecas Lasallistas

Mtra. Ma. Asunción Mendoza Becerra


COORDINADORA DE BIBLIOTECA
La Salle México

Mtra. María Solís Segovia


RESPONSABLE DE BIBLIOTECA
La Salle Victoria

L.B.G.C. Graciela Pérez Hernández


JEFE DEL CENTRO DE INFORMACIÓN
La Salle Pachuca

Lic. Rebeca Macuil López


COORDINADORA DE BIBLIOTECA
La Salle Puebla

Mtra. Yosahandy López Laurrabaquio


JEFA DE ACERVO BIBLIOGRÁFICO
La Salle Oaxaca

Lic. Rosa María Mata Peña


BIBLIOTECARIO REFERENCISTA
La Salle México
EQUIPO DE PRODUCCIÓN

Lic. María Teresa Rojas Méndez


JEFE DE CÓMPUTO BIBLIOTECARIO
La Salle México

Lic. José de Jesús González González


JEFE DE SERVICIO A USUARIOS
La Salle México

Lic. Miriam Vite Hipólito


AUXILIAR BIBLIOTECARIO
La Salle México

JURADO

La Salle Pachuca
Mtra. María Alejandra Ledezma Lara
Lic. Sinead Martínez Ruíz

La Salle Victoria
Mtro. Alfredo Marko García Salazar
Dr. Luis Carlos Ortega

La Salle México
Lic. Alejandra V. González Anaya
Mtro. Javier Moreno Pons
Mtro. Alejandro Merino Fuentes

La Salle Puebla
Dr. José Manuel Velasco y Arzac. Fsc.
Rector

La Salle Oaxaca
Lic. Abigail Sánchez Cué
Número
Mayo, 2022

02
Índice
1 Palabras de premiación

Cuentos

Sede Bajío

2 La oruga en el jardín

4 La fe no anda en cuervo. (3er. Lugar licenciatura)


América Martínez López

Sede Cancún

6 Un buen día para crecer.

10 Unión.
Lucie Andrea Velasco García

13 La princesa perdida.

15 El Príncipe y la Campana Mágica.

17 Memorias

19 El caballero de azul y rojo

21 Estás conmigo

23 Kay en busca de lo perdido


Carolina Orozco

26 Las estrellas hablan


Alejandra Lozano Escarcega

Sede CESLAS

29 Fraternal
Número
Mayo, 2022

02
Índice
Cuentos

Sede Chihuahua

31 Un centurión de Chihuahua. (1er. Lugar Maestros)


Martín Sáenz Juárez

Sede Ciudad de México

36 Sostén mi mano.
Isabella Reus Díaz

41 No eres un número.

42 No es amor.

43 La noche de despedida.

45 Un nuevo inicio.

47 Perderme en la amistad y entre el amor.


Gabriela Enríquez Coria

50 Tony y Ben. (1er. Lugar. Preparatoria)


Matías Mejía Azuara

51 De: Nicole – Para: Santa.


Luis Andrés Roldán Arrington

54 Al yo que aun creía

56 Una noche helada. (1er. Lugar licenciatura)


Déborah Mariana Llanos Rodríguez

58 La perseverancia lo alcanza todo.

61 El libro.
Mayo, 2022
Número
02
Índice
Cuentos

64 El libro escarlata.

66 El hogar que siempre soñé.

Sede Cuernavaca

69 “Fe”
Alinne Sabrina Jasso Leal

71 La Corte de los Lynx


Julio Yahir Vázquez Mendieta

Sede Morelia

73 La carta
Sofía Quetzal Orozco Alba.

75 La noche oscura. Creatividad y Comunicación.


Azul Jatziri Chávez Mora / Jhocelyn Bazán Nieto

77 Cuernos.
Víctor Alberto Hernández Hernández

79 Adelante.
Deniss Alejandra Pérez Lara

82 Un mar de esperanza.
Madián Sinaí Hernández Sánchez

85 Mujer dorada.
Sergio Castro

90 Esa única vez en la vida.

95 Fraternos.
Mayo, 2022
Número
02
Cuentos
Índice
Sede Saltillo

99 Detrás de la Estrella Fugaz.


Astrid Sanmiguel

Sede Oaxaca

102 Los cinco.


Lean Wong

107 Él y yo.

109 Gallinitas fuera del corral. (1er. Lugar Posgrado)


Crystal Reyes Ortega Carrera

112 No sé cuántas sombras se han perdido en mis ojos.


(1er. Lugar Colaboradores)
Eric Daniel Morales Miguel

113 Viaja y siembra.


Aurelio Ninandii Antonio Cruz

114 El día que nací. (2do. Lugar licenciatura)


Hannia Mendoza Hernández

117 Un día como cualquiera (Compromiso, fraternidad, fe)

Sede Pachuca

120 Un clavado de fe.


Alfredo Ernesto Chen Chen

123 El escorpión.
Número
Mayo, 2022

02
Índice
Cuentos

125 Un deseo ignorado.

128 El bosque.
Santiago Samperio

130 Eve y una Aventura más.

132 El trabajo y la esperanza.


Eduardo Prado

134 Los logros en comunidad.


Axel Aguilar

Sede Puebla

136 Una sorprendente tarde en el parque.


Mónica Alejandra Rosales Salazar

138 La finca de la flor de lis.


Danay Melgar Rosas

140 El milagro eres tú

142 Rojas estrellas que iluminan el camino de la soledad.

144 Una amistad olvidada.

146 El niño de la caja de cartón. (3er. Lugar Preparatoria)


Leila Medina García

148 Las 3 luces.


Mayo, 2022
Número
02
Índice
Cuentos

Sede Victoria

150 En las sombras y en la luz

152 Mariana y los gatos

155 ¿Sueño?

158 Un hombre extraño aparece en tierra extraña.


Sebastián Hernández González.
Palabras de premiación

Primero, felicitar a la red de bibliotecas, a todas las universidades hermanas por


impulsar y fomentar esta dinámica del “Cuento corto”, ya por segunda vez
consecutiva, tuve el gusto también de participar en la primera serie de este “Cuento
corto”, felicito entonces por esta dinámica a todos, principalmente a los participantes
que sin duda; voy a continuar una idea de la maestra Asunción, sin duda va a
fortalecer las habilidades blandas de todos los participantes para su vida diaria y su
vida profesional, vuelvo a unirme a las felicitaciones de todos en este sesenta
aniversario, es un evento todavía del marco del sesenta aniversario de la educación
universitaria lasallista en México y también quiero comentar, que todos los objetivos
y metas se cumplan en este capítulo 46 de la reunión de todo los hermanos de las
escuelas cristianas y todos estos objetivos se traduzcan en beneficios concretos para
todas las universidades La Salle del país y principalmente para nuestros estudiantes;
entonces muchas gracias por el espacio, vuelvo a felicitar a los participantes y a toda
la red de universidades y en especial a la red de bibliotecas, por seguir fortaleciendo
estos eventos de “Cuento corto”.
Muchas gracias.

Mtro. José María Aramburu Alonso


Director de Apoyo Académico, La Salle México
La oruga en el jardín

La primavera era la época favorita del año de Avryl, lo que


más le gustaba eran los colores de su jardín, el aroma
fresco del pasto después de la llovizna y los animales que,
como ella, se ocultaban de los fuertes rayos de sol. En
secreto imaginaba tener grandes alas de mariposa que la
llevaran por cada flor rebotando en cada pétalo.
En una ronda de juegos con Pelusa, su gato, se encontró
con una oruga. Avryl se sorprendió y casi le dio asco, eran
tan pequeña, peluda y regordeta. Iba tan lento deslizándose
por una hoja que tuvo ganas de pedirle que se apurara y se
fuera.
A la mañana siguiente recordó a la criatura y salió, se enojó
al ver las plantas del jardín mordisqueadas, “¿Cómo es que
una criatura tan pequeña podía causar tal daño?”, pensó.
Se enojó y de lejos observó a la oruga de sentimientos
heridos por el desprecio de la pequeña (ella imaginaba)
La Salle Bajío
subiendo por un árbol hasta perderse en las ramas. “Ojalá
no regrese” pensó. No era que Avryl se preocupara por las
hojas atrofiadas, la oruga simplemente no le agradaba.

Pasó un día, luego dos, casi cinco y la oruga no volvió a


aparecer. La pequeña de cabello rebelde se preocupó y casi
deseó no haber querido que la oruga se marchara, “¿Y si le
pasó algo?, ¿Y si Pelusa se la comió?, ¿Y si lloró tanto que se
secó y desapareció?”. La culpa no la dejaba disfrutar de su
jugo fresco por preguntarse qué había sido de la oruguita.

2
De repente recordó, el árbol. Corrió hacia él y de puntillas
se asomó por entre las ramas. Vio algo, un saquito de color
extraño colgando de un palito apenas con forma de rama.
Fue con su papá y le preguntó “¿Qué clase de flor es esa?” Él
dijo que era una crisálida, la oruga estaba durmiendo
dentro de ella mientras cambiaba su apariencia, “Se está
poniendo bonita, a lo mejor así te deja de caer mal” y Avryl
no lo podía creer.
Desde ese momento la niña tuvo fe en algo, no sabía en
qué, no lo veía ni comprendía del todo, pero sí estaba
segura de que le daría una sorpresa. Tuvo que pelearse con
Pelusa para que no subiera al árbol, “Déjala en paz, de
seguro aún no decide qué ponerse, no la distraigas”. Ella
estaba convencida en proteger a la oruguita de todo,
ayudarla, hacer lo que fuera para servir de algo, sabiendo
que tal vez un día la crisálida no estaría más y la oruga por
fin tendría un nuevo look, también sabiendo que, a lo
mejor, no se despediría.
Como los días anteriores, ella jugaba hasta que vio cómo el
La Salle Bajío
saquito se movía, corrió tan rápido que se sintió volar. Al
llegar vio al capullo de color raro abrirse dejando salir algo
diferente, algo que jamás pensó. Aquella oruga peluda y
gorda se había convertido en una mariposa. Avryl se llenó
de felicidad y antes de siquiera llamar a sus papás se
disculpó, sabía que sus palabras habían herido a la nueva
criatura y prometía no hacerlo nunca más.
La mariposa respondió batiendo sus alas y rebotando en su
mejilla y suaves mechones de cabello. Sin darse cuenta se
habían hecho amigas, estaban ahí jugando juntas, ya no era
una oruga lenta, pero, aunque así se hubiera quedado, Avryl
entendía que esa criatura, aún si antes no le agradaba, era
3
especial y la quería por eso.
La fe no anda en cuervo
América Martínez López

“Quisiera ser humano, los humanos están más cerca de Dios”.


Cada domingo, Juaba, el Cuervo graznaba con desdén al
cielo su más agudo deseo; desprenderse de su naturaleza
de plumas sucias y pico mortal, para dedicarse a buscar la
gracia de Dios y poder liberarse del dolor que sentía cada
vez que se acercaba al agua clara y se perdía en su propia
oscuridad.
¿Cómo un ave de tal calaña podría aspirar a ser digno de
hablar con Dios? El cuervo es malo, frío y despreciable por
naturaleza, un rapaz enemigo de la felicidad y condenado a
las calumnias de este mundo. Juaba era un soñador, un
iluso habitante de los árboles, cuervo en apariencia y
humano en corazón.
No importaba su esfuerzo, los cuervos no lo valoraban
cuando él buscaba la comida de la semana en las orillas del
LICENCIATURA
bosque; el resto de los animales lo evitaban con temor, “es
La Salle Bajío
una máquina de traición, si le damos la espalda será nuestro
fin, nunca confíes en los servicios de tal ave”.
A pesar de que Juaba entregaba sus días al resto de la
fauna, cada domingo su graznar crecía, y entre lágrimas se
escuchaba desde las copas de los árboles: “quisiera ser
3er. LUGAR
humano, los humanos están más cerca de Dios, ser cuervo es
LICENCIATURA
la razón de mi dolor”.
Juaba era ya mayor y cada vez se volvía más ermitaño,
misterioso y solitario, pocas veces se le veía con los suyos y
crecieron las historias sobre su deseo, surgió la leyenda del
cuervo que se convirtió en humano.

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En el bosque era temido, ¿de dónde obtendría ese pajarraco
el poder para cambiar sus plumas por cabello y piel?, ¿se
vengaría de los animales que lo despreciaron en el pasado?
Juaba desconocía el poder de su nombre, pues cuando
comenzó a correr la voz se exilió para volverse guardián del
bosque, escondido en una caverna entre oseznos y lobatos
que habían perdido a sus padres a manos del hombre.

Murió en la vejez, recostado sobre una roca, y de su último


graznido se distinguió: “quisiera ser humano, los humanos
están más cerca de Dios, ser cuervo es la razón de mi dolor, y
tras años de sufrimiento aprendí que mi amor al bosque será
recompensado por nuestro creador”.
Y tras su partida, en el bosque prevaleció la leyenda de
Juaba, el cuervo que, por su entrega, se convirtió en
humano.

LICENCIATURA
La Salle Bajío

3er. LUGAR
LICENCIATURA

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Un buen día para crecer.

Cuando le dije a Fernanda que pusiera el manzano que


acababa de plantar en el patio, se enojó - ¡No va a crecer!
Respondió -lleva 1 semana y no veo ni una hoja, mejor la
tiro.
- ¡Nooo! Le dije asustado, me pregunte ¿porque haría eso?
Solo es cuestión de fe, seguro Fernanda está muy
impaciente y le explique que algunas plantas tardan en
crecer, sobre todo el manzano que es un árbol que da
hermosos y ricos frutos también que es muy grande y
sobre todo que crece lento.

Le dije -Es como tú, naciste hace 16 años, tuviste que


aprender a gatear, luego a caminar y después aprendiste a
leer - ¡Y mírate! Esas son las bases que tuviste que hacer
para crecer y hacer lo que eres ahora, una niña gentil,
juguetona, muy buena en el fútbol y sobre todo inteligente
¿pero sabes qué?

- ¿Qué pasó Francisco?

- Todavía te falta por crecer, y algo curioso es que nunca


dejamos de crecer, siempre vas aprendiendo y mejorando
cada día para alcanzar tus metas.

- ¿Los frutos? Dijo Fernanda La Salle Cancún

- Exactamente, tú decides cuáles son tus frutos,


dependiendo de tu cuidado, así que ten fe espera al
manzano, riegalo, dale un bonito lugar, platícale y que le
den los rayos del sol, ¡Cuídalo! Y verás crecer al manzano,
ya que tardará, la clave simplemente es tener fe y te
verás disfrutando de sus frutos, porque esa será la forma
que te agradecerá.

Fernanda me abrazó desprevenido - ¡wow! ¿Ese discurso


de donde te lo sacaste?

Me reí - No lo sé, sentía la responsabilidad de decirte.

-Hablando de ser responsables, ¿ya le dijiste a Renata que


ya debe de hacer su parte del trabajo de matemáticas?
¡Vamos a reprobar! Dijo Fernanda

6
Yo le respondí -Tranquila ya verás que hoy lo hace, solo
hay que recordarle, y recuerda "Fé"

-Ash, bueno está bien vamos a decirle - dijo Fernanda

-Vamos, le dije.

Renata vive a dos casas de Fernanda, lo cual siempre le


digo a Fer todo el tiempo que es una suertuda, ya que
tiene con quien jugar y hablar siempre. Por mi casa y en
mi casa no hay nadie de mi edad, por lo cual siempre
estoy solo, pero no me importa tanto, porque casi
siempre voy a ver a Fer y para mí en mi vida es suficiente,
porque es quien me ayuda cuando lo necesito, a veces
me dice que hago mal y como lo puedo mejorar, somos
mejores amigos, más bien es como mi hermana, una
hermana que elegí yo, una hermana de corazón a pesar
de todo estos 10 años que tengo de conocerla sé que es
una niña muy especial por todo lo que me ha enseñado y
yo a ella.

Después de 5 minutos llegamos, tocamos la puerta y fue


nuestra sorpresa al ver a Renata jugando con la Xbox.

- ¡Renata! Nosotros ya terminamos nuestra parte del


trabajo y mírate, que irresponsable vamos a reprobar por
tu culpa. - dijo enojada Fernanda
La Salle Cancún
Yo estaba enojado y preocupado por nuestro proyecto y
la falta de compromiso de Renata, yo le dije -Mira Renata,
somos un equipo todos y debemos apoyarnos Fer y yo ya
acabamos si necesitas ayuda solo dinos, pero no
podemos hacerte el trabajo.

Renata asintió con la cabeza - Está bien lo haré, no


necesito ayuda. No tardo, ahorita vengo.

Renata subió por sus colores y lápices para comenzar y


cuando bajó empezó a trabajar.

Fernanda estaba más tranquila, se le notaba la


despreocupación y yo estaba muy feliz porque
pensábamos que sería difícil convencerla para trabajar.

7
Le pregunté a Renata si podíamos ir a caminar y que nos
hablara por teléfono cuando terminara. Ella asintió con la
cabeza y nos fuimos corriendo en dirección al parque.

Antes de cruzar vimos a una anciana, su cabello era


blanco como la nieve, tenía un suéter muy bonito color
vino tejido a mano y cargaba unas bolsas de compra con
mucha dificultad.

Fernanda me dijo -hay que ayudarla, que no ves que se le


complica cargar las bolsas

Yo inmediatamente me fui corriendo a ayudarla.

-Hola buenas tardes, soy francisco déjeme ayudarle.

- ¡Ay! Muchas gracias de verdad, ya estoy muy cansada-


respondió la anciana - Me llamo Rocío y voy en dirección
a mi casa.

Mientras Rocío me daba las bolsas y me repartía con


Fernanda el peso, me lo quedaba viendo a Fer, pensando
en si acompañarla o ir al parque y después de una
pequeña reflexión dije - Rocío déjeme ayudarla hasta su
casa, nosotros íbamos al parque y la verdad es que el
servicio es mejor, nos encanta apoyar, aunque sea con un
granito de arena.
La Salle Cancún
Fernanda se me quedó viendo con una sonrisa de
satisfacción, ella estaba de acuerdo conmigo.

-Muchas gracias Francisco y Fernanda que Dios les


multiplique de bendiciones- respondió Rocío con mucha
alegría.

Después de caminar 10 minutos hasta llegar a una


hermosa casa color blanca y con bardas de flores colores
rosas y moradas nos dijo Rocío que paráramos.

-llegamos niños, muchas gracias por la ayuda, pudo


continuar yo sola me da mucho gusto que existan niños
todavía con la actitud de servicio.

8
Fernanda y yo le dejamos las bolsas hasta el tapete de su
casa, nos sentíamos con una gran satisfacción en el
corazón y una inmensa paz por la seguridad de Rocío.

-De verdad fue un gusto ayudarle, le dejo mi numero por


cualquier cosa y usted me puede llamar cuando necesite
ayuda o simplemente compañía. Respondió Fer.

Yo le di un abrazo a Rocío y le dije que siempre que


necesitaría ayuda, Fer me hablaría.

Rocío nos dio un abrazo a cada quien, y nos fuimos, se le


notaba muy feliz y eso nos hacía feliz. A medio camino
Renata nos habló y muy emocionada nos dijo que ya
había acabado el trabajo. Nos fuimos corriendo a casa de
Fer. Al llegar a la casa entramos y empezamos a examinar
el trabajo de Renata.

-te quedó muy bien todo esta correcto- Respondió


Fernanda

- ¡Sii! la verdad es que lo hiciste muy bien- Respondí

-Lo siento mucho por no haber hecho mi trabajo, pero


me di cuenta que tengo que empezar a ser más
responsable conmigo misma y con todos, muchas gracias
por haberme dado mi espacio para recapacitar- Dijo
La Salle Cancún
Renata

-No te preocupes lo bueno es que entendiste que la


responsabilidad es algo que te tiene que nacer, Renata-
Dijo Fernanda con una sonrisa en la cara.

- ¡YA ACABAMOS! grité en voz alta. - Ha sido un día de


muchos aprendizajes.

- ¡Estamos creciendo! como el manzano- dijo Fer

- Si Fer, “FE” eso es.

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Unión.
Lucie Andrea Velasco García

En épocas pasadas, en lo profundo del bosque cerca del


río y entre dos árbol es estaba el portal hacia el viejo
pueblo de hadas. Durante años vinieron en una excelente
armonía los floros, los pixies y los sorei, los floros son
todas aquel las hadas de tonos cálidos que se encargaban
de todo lo relacionado con las plantas, los pixies son de
tonos fríos y se encargaban de todo aquello de agua y por
último los sorei que se encuentra siempre en tonos
blanco, azul y plateado. Estas tres especies de hadas
después de la pérdida del grimorio de la aldea dejaron de
relacionarse entre especies.
En contra de todas las creencias seguían existiendo 3
niños uno de cada especie. Por su secreta amistad se
veían en la necesidad de escapar al bosque para reunirse
y poder jugar juntos, pero un fatídico día cuando salieron
llegaron a observar como la bruja de aquellas leyendas
La Salle Cancún
que los ancianos del pueblo solían contarles en las
noches oscuras. Los niños aterrados por la figura
esquelética, pálida y con una prendas de tonos oscuros
que empeoraba el miedo que de por si le deban a los
pequeños niños.
Al darse cuenta del peligro que eso significa se miraron
entre ellos y con la mirada supieron que tenían que
correr al pueblo y advertirles de la bruja.
En el primer instante que llegaron al pueblo todos los
floreros, sonreí y pixies empezaron a gritarles por estar
juntos pero este trío de amigos llamó la atención de
todos y Alec (el hada pixie de los amigos) decidió
10
informarles de todo.
-Oigan, eso no es lo importante. No se centren en
sus absurdas diferencias o en el hecho de que
nosotros siendo niños podemos llevarnos bien y
respetarnos a igual medida. Centraros en que en el
bosque hemos visto ala bruja.
Todas las aldeas de aquel pueblo se sorprendieron y
empezaron a desmentir. Pero Mac (el hada sorei del
grupo) empezó a contarles toda la situación que habían
vivido para que les creyera.
Una vez todos estuvieron convencidos de la veracidad del
asunto se dieron cuenta que las aldeas no tenían las
capacitaciones necesarias para poder vencer a las brujas,
así que Belix(el floro del grupo de amigos) les dijo:
-¿Pero no os dais cuenta de lo absurdo que es esto?, de
cómo podríamos vivir todos juntos sin discriminarnos,
sin necesidad de esperar a que 3 niños puedan hacerlo
antes. Sin tener que esperar a que una bruja les fuera a
atacar.
El líder de los sorei decidió pronunciar las palabras que La Salle Cancún
traían calma a todos ellos:
--Los chicos tienen razón, debemos unirnos y luchar
como antes, así seremos incapaces de vencer a la bruja.
Ya después solucionaremos este asunto.
Todas las aldeas decidieron tomar la proposición del líder
de los sorei y empezaron a traer hasta donde estaban (el
punto centro entre las aldeas) todas las armas que
tenían. Prepararon contreras y pusieron a todos los niños
a salvo. En lo que el trío de amigos se refugiaba con sus
demás amigos llegaron a escuchar a alguien gritar: ¡Ya
llegó!

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Todos los infantes sabían lo que significaba, ella había
llegado. Entre ellos empezaron a lamentarse, llorar o
gritar del miedo/frustración. Los tres amigos inseparables
solamente llegan a observarse, recordando todos los
sucesos que habían ocurrido y cómo las cosas jamás
volverían a lo de antes.
Pasaron muchas horas de aburrimiento antes de dejar de
escuchar tantos gritos y ajetreo provenientes de afuera,
pero apenas se escuchó los líderes fueron a revisar a los
niños, a verificar que no les hubiera ocurrido nada. La
bruja se había ido y poco quedaba por hacer.
Transcurrieron semanas de reconstrucción del pueblo y
recuperaciones de las hadas; pero no hubo ni una sola
pelea en ese tiempo de convivencia mutua. Al final del
día habían necesitado que una tragedia sucediera para
volver a ser unidos y todo gracias a la prohibida amistad
que había surgido de nuestras rebeldes hadas.

La Salle Cancún

12
La princesa pérdida

Dicen que en Egipto hay una leyenda acerca de una


princesa egipcia pérdida, olvidada de los libros de
historia, su nombre era Ife que en egipcio significa amor,
dicho nombre iba a la perfección con su personalidad
puesto que la princesa era todo amor y bondad, sus
súbditos la adoraban ya que se dirigía a ellos con
amabilidad, todo en su vida transcurría con tranquilidad
pero, un día, llegaron al palacio un hombre rico y una
doncella acompañados de los guardias, el hombre rico
clamaba que la doncella debía ser su esposa, a lo cuál la
doncella se rehusaba ya que ella sostenía que era un ser
humano y no un objeto, el hombre rico sin embargo no se
daba por vencido e intentó sobornar a la princesa con
dinero a cambio de la mano de la doncella, y a pesar de
esto la princesa siendo una soberana justa reconoció la
autonomía de la joven, enojado el hombre rico le gritó a
la princesa que se arrepentiría de su decisión, una vez La Salle Cancún
hecho esto fue a ver a un brujo y le pidió que desbordará
las aguas del Nilo, para así lastimar a la princesa en su
punto débil, el amor por sus súbditos, ya que al hacer
esto el pueblo Nubio que vivía a las orillas del río
perdería su hogar, y así fue, el pueblo Nubio perdió su
hogar y viviendas, pero incluso después de esto el pueblo
Nubio jamás perdió la fé en su princesa, cosa que se vio
recompensada ya que el compromiso que la princesa
tenía con su pueblo hizo que gastará todo cuánto poseía,
sus riquezas y lujos para así devolver sus hogar a sus
súbditos demostrando así vocación por el servicio a su
pueblo, y fue así como la princesa construyó el Gharb 13
Soheil el cuál es el pueblo donde viven los Nubios
dicho lugar se encuentra en el Valle del Nilo, y en cuanto
a la princesa Ife, fue olvidada al perder todas sus riquezas
materiales, pero la riqueza de su espíritu trascendió en el
corazón de su pueblo, y puede que si algún día vas a
Egipto, visitas el pueblo Nubio y le preguntas a las
personas de ahí sobre su princesa te cuenten esta misma
historia.

La Salle Cancún

14
El Príncipe y la Campana Mágica.

Había una vez, un príncipe que tenía una campana


mágica. Solo tenía que hacer sonar la campana para que
su padre, el rey, arreglara todos los problemas que
tuviera. El príncipe, aparte de nunca resolver los
problemas que originaba, era grosero, malhumorado y no
tenía mucha empatía. Un día, choca la carroza real y
quiso repararla haciendo sonar la campana, pero esta no
sonó. El príncipe estaba sorprendido de que su campana
mágica estuviera rota, entonces decidió ir con su padre
para que le diera una nueva, o hasta una mejor que
funcionara el doble de rápido. En el camino para ir al
castillo se encontró a una señora de avanzada edad que
estaba en problemas, pues su puesto de fruta se rompió,
haciendo que todas sus frutas se cayeran.
El príncipe se burló de ella ya que le hacía gracia la
situación en la que se encontraba la señora. La señora no
le dio importancia a la reacción del príncipe y queriendo La Salle Cancún

hacer un gesto de amabilidad, le regaló una manzana. El


príncipe confundido le pregunta por qué lo trata bien si
él se burló de ella, la señora le explica que no importa lo
grosera que sea la gente, hay que ser amables y
empáticos con todos pues ella sabía que el camino era
largo y que le iba a dar hambre. El príncipe tomó la
manzana y siguió su camino. Empezó a oscurecer y el
príncipe todavía no llegaba a lo de su padre, así que
decidió quedarse en una posada para pasar la noche y
comer algo.

15
Al llegar a la posada se dio cuenta que no tenía dinero
entonces al encargado del lugar le exigió alojamiento y
comida solo porque era hijo del rey. El encargado se río y
le dijo que a todos los trataba por igual sin importar los
rangos de nobleza o pobreza.
Le ofreció trabajar a cambio de comida y techo. El
príncipe no tuvo de otra más que acceder y empezó a
trabajar, pero como siempre lo ha tenido todo y nunca
tuvo la necesidad de trabajar, el encargado le enseñó a
barrer, trapear, cocinar, tender camas y acomodar
cuartos. Luego de una tarde exhausta el príncipe fue
recompensado por su arduo trabajo. Pasó la noche y al
día siguiente le agradeció al encargado todo lo que le
enseñó. Al llegar al castillo se dio cuenta que había
aprendido la lección: Nunca trates mal a la gente, no ser
resentido, siempre da sin esperar nada a cambio y todo
trabajo tiene su recompensa. El príncipe tiró su campana
mágica, ya no la necesitaba, se dio cuenta que podía
solucionar sus problemas por sí mismo y que no La Salle Cancún
necesitaba de una campana mágica para solucionar sus
problemas. La vida pone pruebas a tu paso, algunas te
pueden llegar a lastimar y hacer caer, pero siempre
estará Dios agarrándonos de la mano, nos dará luz y
seremos capaces de ver nuestro objetivo.

16
Memorias

Cuando tenía siete años divisé a las primeras personas


intraterrestres.
Llegaron por debajo de la tierra, con sus pieles pardas y
sus ojos sin brillo, desacostumbrados a los rayos del sol.
Al inicio se limitaban a agarrar una que otra verdura de la
cosecha, romper unos cuantos alambres y regresar a
sumergirse en su paraíso subterráneo.
Conforme pasaba el tiempo, agarraban más y más hasta
que, un invierno especialmente frío, mi padre decidió
que no podíamos alimentarlos más, por lo que puso un
invernadero.
A medianoche oímos unos golpes, seguidos de unos
gritos desgarradores. Daban la sensación de ser
producidos por una boca que jamás había pronunciado
palabra alguna, por lo que sonaban demoniacos y
escalofriantes.
La mañana siguiente, al salir a checar los daños nos La Salle Cancún

encontramos con la puerta del invernadero casi


destrozada. Mi padre, enfurecido, le encargó a mi
hermano mayor vigilar el invernadero esa noche, puso el
machete que usamos para cortar maíz en sus manos y lo
sentó detrás de la puerta. “Si logran entrar”, le dijo,
“sorpréndelos con esto”.
Esa noche nadie durmió a causa de la intriga. Apenas el
primer rayo de sol fue vislumbrado en el horizonte,
salimos corriendo hacia el invernadero, liderados por mi
padre. La puerta estaba intacta, pero no se oía ningún
ruido desde el interior.
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Al abrirla, el cuerpo de mi hermano cayó pesadamente
contra nosotros, más pesado que nunca, ya que sus
órganos habían sido extraídos, y en su lugar había todo
tipo de brillantes piedras preciosas de distintos colores;
rojo, azul, verde. Mi madre se desmayó al verlo.
Como dije, yo tenía 7 años en ese momento y no
recuerdo mucho de lo que pasó después. Mi padre,
granjero de toda la vida, abandonó sus tierras y nos
aventuramos a la ciudad, donde puso una fábrica de
relojes con incrustaciones gracias a la desgracia de mi
hermano.
Ha pasado más de una década y yo apenas recuerdo la
simple vida de granjero que me fue asignada al nacer, ni
los tiempos en los que no vivíamos en una enorme
mansión a las afueras de la ciudad, único lugar lo
suficientemente grande para construir una casa de tales
dimensiones. Sin padres millonarios y tan paranoicos que
a todos los niños que recogen de orfanatos o de las calles
los educan en casa, con el mínimo contacto con el La Salle Cancún
mundo exterior y sin llevar una cuenta exacta de cuántos
son o cuántos podrían hacer falta. Y definitivamente he
empezado a olvidar cuando sus pieles no eran parduzcas,
sus voces ahogadas y sus ojos tan débiles que les es
necesario protegerlos con gafas de sol incluso dentro de
casa.

18
El caballero de azul y rojo

Hace mucho tiempo, en un reino lejano, vivía un


caballero de armadura reluciente e impecable que
cautivaba a quien la viera, era conocido por ser muy
amable y servicial con todo el mundo. Un día, como de
costumbre, el caballero salió del castillo del rey y se
dispuso a caminar como siempre lo hacía, caminó y
caminó por el sendero rodeado de árboles y arbustos
hasta llegar al pueblo en donde fue recibido con gran
regocijo, estaba buscando a quien podría ayudar hoy. Á
donde fuera, siempre saludaba a toda persona que se le
cruzara, sin importar si fuera hombre, mujer o niño, al
llegar a la plaza central se encontró con una multitud de
personas, se trataba de la feria del domingo, habían
puestos de comida por todas partes, algunos juegos y
personas con instrumentos musicales, los niños corrían
de un lado al otro buscando sus bocadillos favoritos, los
adultos se reían a carcajadas cuando no lograban La Salle Cancún

conseguir los puntos para ganar el juego; la euforia


flotaba en el aire al par de la música del lugar.
No había pasado ni media hora cuando de repente el
ambiente se torno pesado y la bulla del momento se
cayó, el silencio instantáneo permitía escuchar los
golpeteos agudos de unas suelas metálicas contra el
suelo, se trataba de la guardia real quienes se hacían
presentes con un recado muy importante.
—¡Buenos días a todos! —dijo uno de los hombres con
armadura. —Necesito su atención por favor, si alguien ha
visto al caballero de azul y rojo es muy importante que
19
nos lo hagan saber.
El caballero al escuchar que lo mencionaron no dudo en
ir en donde se encontraba la guardia real.
—Caballero, se le acusa del delito de robo a una de las
personas de este pueblo. —dijo el mismo hombre con
armadura.
Un juicio se llevó a cabo en presencia del rey, el pueblo
estaba perplejo y atento a lo que pasaba.
— Caballero, tres personas van a pasar a testificar y luego
daré mi veredicto. —dijo el rey alzando la mano para que
pase la primera persona.
—El caballero me ayudo a proteger a mis animales
durante una tormenta muy fuerte, sin impórtale que se
empapara todo. —dijo la abuela Ernestina, quien es
granjera desde pequeña.
—A mí me ayudo a llevar los adornos a la parroquia, sin
importarle lo pesados que fueran. —dijo el cura Roberto.
—Y a mi me salvo de un lobo feroz, con su espada lo
golpeo y este salió corriendo, sin importarle lo peligroso
que fuera. —dijo el pequeño mateo, hijo del carpintero. La Salle Cancún
El rey mando a llamar al acusador, quien era Manuel el
mentiroso
—Manuel, ¿son ciertas tus acusaciones? —dijo el rey
frunciendo el ceño
—Lo siento mi rey, solo quería divertirme un poco. —dijo
Manuel, con los ojos llorosos.
La gente, emocionada, corrió a abrazar al caballero y se
dirigieron al pueblo, a continuar con la música y los
juegos.
Gracias a los actos puros y nobles del caballero es que se
convirtió en alguien irreprochable, siempre hay que hacer
el bien sin mirar a quien. 20
Estás conmigo

Los valores Lasallistas – Valor Fe

Nadia se levanta de su cama como todos los días, se


prepara para su jornada; se viste, se asea, come, se lava
los dientes, toma un poco de café y mira en la ventana el
semblante del cielo, como muchos días a esa hora, un
color rosa con tonalidades naranjas. Se sube al coche y
empieza a manejar.
Estos años que han transcurrido ella se ha dado cuenta
de una cosa.
En el silencio y serenidad del entorno, por la ventanilla ve
a los niños pateando la pelota, a madres y padres
llevando a la escuela a sus hijos, a los pájaros cantando y
al viento susurrando. Se remonta a aquellos no tan
lejanos momentos en los que su madre la apresuraba La Salle Cancún
para bajar, alistarse y literalmente correr a la escuela, el
cómo su padre le daba un beso en la frente y cómo su
hermano se apuraba para tomar el asiento del copiloto
antes que ella. En el ambiente apacible recordar esas
sensaciones era frecuente; momentos cotidianos que
marcan la vida de todos.
Desde que somos pequeños, nos vamos enfrentando a
ciertas dificultades y situaciones. En cada etapa hay cosas
que nos enojan, nos dan impotencia y entristecen. Nadia
como muchos se ha enfrentado a la vida misma, y en ese
caminar se dio cuenta de una cosa.
21
En cada momento de tristeza, desesperanza y dolor,
siempre había algo que la confortaba. Ella no lo notó al
principio, es más, para la gran mayoría de la gente, aun
sabiéndolo les es difícil distinguirlo; pero había una
persona que entre sus lágrimas y llanto le acariciaba la
cabeza con dulzura y amor, y a pesar de que ella no se
percatara, la cuidó de muchas cosas.
Esta persona entró en su vida de la forma más hermosa,
Nadia la descubrió. Ella al poner atención, empezó a
sentir el verdadero e intenso amor que este ser
representaba, y aunque es un enigma, reconoció que
siempre estaba ahí.
Cuando escuchamos, pedimos y tenemos fe, este ser
nunca nos dejará sin respuesta, Nadia lo comprendió. Él
está en la sonrisa de un niño, en un hermoso amanecer,
en el cariño y esfuerzo de una madre y en el beso de un
padre; en la alegría e inocencia de un hermano, y en tus
momentos de felicidad y lágrimas; ten por seguro que
este ser no te deja solo, él te cargará y te llevará de la La Salle Cancún
mano para que superes todo el porvenir. Nadia lo
entendió, “estás conmigo y siempre lo estuviste”. A partir
de ese momento, ella escucha, ve y siente. Su amor
realmente está por todos lados, solo hace falta poner
atención.

22
Kay en busca de lo perdido
Carolina Orozco

Había una niña llamada Kay, todos los días caminaba el


mismo campo pero siempre sentía que le hacía falta algo,
se sentía incompleta. Una tarde Kay decide ir a buscar
eso que la haga sentirse completa. La niña empezó a
caminar por un camino largo y sinuoso. Kay cantaba
cuando de pronto vio entre los árboles una mancha
negra.
Kay camino hacia donde vio esa mancha, debajo de un
árbol, había una cachorrita, su pelaje era negro y sus ojos
color café. Vio que la cachorrita estaba herida de una
patita así que se agacho cerca de ella para ayudarla.
La cachorrita solamente la observaba. Kay con ayuda de
una roca rompió la rama que tenía cautiva a la pequeña.
-Ya eres libre, puedes regresar con tu familia- La niña
creyó que la cachorrita se iría corriendo de vuelta a casa
pero en lugar de eso se quedó junto a ella observándola
La Salle Cancún
con esos ojos café.
-¿Tampoco tienes a donde ir? Puedes acompañarme- la
cachorrita como si hubiera entendido cada una de sus
palabras, empezó a mover la colita y decir que si.
-Necesitarás un nombre… ¿Qué te parece Lolly Rue?- la
cachorrita una vez más como si hubiera entendido le
empezó a mover la colita, Kay le vendo la patita que Lolly
tenía herida y emprendieron su caminata.
Habían pasado varios atardeceres recorriendo ese
camino sin fin cuando vieron como unos niños estaban
riendo. Kay cruzo esa barrera de niños y encontró a
alguien tendido entre el césped. Era un niño.
23
-¿Estas bien?- Kay vio que el niño que parecía tener su
misma edad pero no abría sus ojos, los mantenía
cerrados
-Oye niña, no te metas, y no lo toques, es raro
-¿Por qué es raro? Yo lo veo igual que a ustedes
-Si fuera igual a nosotros no cerraría los ojos
-Aún así no deberían tratarlo diferente, somos niños y
todos somos iguales, ya no lo molesten- Kay parecía muy
molesta y los niños lo notaron, no dijeron más y se
fueron en otra dirección dejándola con el niño tumbado
en el césped. Unas lágrimas se escaparon de los ojos del
niño
-¿Estas bien? No les hagas caso, solo molestan a los
demás por que están aburridos
-Tienen razón, soy raro
-Yo te veo igual que a ellos, ¿porque serías raro?- Kay y
Lolly se sentaron junto al niño y lo ayudaron a sentarse
pero seguía sin abrir los ojos- ¿por qué no abres tus
ojos?¿estas lastimado? La Salle Cancún
El niño al inicio no quería abrir sus ojos pero poco a poco
lo fue haciendo, el niño no era raro, solamente tenía sus
ojos de diferente color, un ojo era color café y otro color
verde
-lo ves, soy raro
-no eres raro, eres único, tienes lindos ojos- el niño al
escuchar esto se sonrojo y formó una tímida sonrisa
-Gracias y gracias por ayudarme, me llamo Larson
-Hola, me llamo Kay y ella es mi cachorrita Lolly, ¿a
donde te diriges?
-Me perdí y estaba tratando de regresar a casa cuando
esos niños se acercaron 24
-No te preocupes, puedes acompañarnos, nosotras
estamos en busca de algo- Kay, Larson y Lolly Rue
emprendieron juntos la caminata, tal vez no sabían lo
que buscaban pero al menos ya se encontraron y juntos
podrán ayudar y defender a aquellos que encuentran
durante su larga caminata.

La Salle Cancún

25
Las estrellas hablan
Alejandra Lozano Escarcega

Un día desperté sola sin sus brazos, alumbraba, pero


no sentía la luz en mí, solo era un punto blanco más
en este lienzo negro, miré a mi alrededor, era
prácticamente igual a los demás puntos brillantes.
Irónico estar en este mar oscuro alumbrando cuando lo
último que recuerdo fue que la luz me la habían
robado, busqué más, algo que tuviera sentido, pero
mi mente se encontraba borrosa, solo una tremenda
tristeza nublaba los colores en ella. Todo era silencio
hasta que escuché una voz profunda preguntando si
era nueva aquí. “¿Eres nueva? Puedo notarlo, te ves
confundida” No entendía nada por lo que no contesté,
“Somos estrellas por si no lo habías notado, es divertido,
puedes ver todo desde aquí”. Nada tenía sentido
pero al mismo tiempo sentía lo tenía, hice lo que me
dijo la estrella y agudicé mis sentidos para buscar algo
La Salle Cancún
nuevo, me encontraba tranquila hasta que escuché una
voz distinta a la otra, una que sentí que conocer.
Su voz desprendía desesperación por lo que quise brillar
más para llamar su atención, pero ni siquiera podía
encontrar a la dueña, algo me decía que era parte de
ella o ella era parte de mí. La busqué, no sé cuánto
tiempo, entre más cercana la sentía, más brillaba.
ra esa misma voz que alguna vez me llenó de
calidez, no sabía quién era, pero quise brillar más
solo para que sonriera.

26
Mis lagrimas se convirtieron en pequeños cometas
que iban a buscarla, mis gritos en ondas que
vibraban para encontrarla. “No sé porque me lloras,
pero yo también lloro por ti y existo para llegar
hacia ti y hacerte sonreír”.
Sabía a que estaba a punto de explotar pero no podía
parar, quería que me viera, quería brillar lo más que
pudiera por ella, solo quería desaparecer su dolor, tenía
fe en que la encontraría y le diría “todo está bien, puedes
vivir en paz”. Un día pasó lo inevitable y me convertí en
un montón de cenizas, exploté y viajé por toda la
galaxia buscándola solo para decirle que, aunque lo
han intentado, no me han apagado porque brillo por ella.
Me decidí a dejarme llevar por los recuerdos de su
sonrisa y por la brisa que producía, sólo para volver a
verla y regresarle un poquito de vida. “Recuerda que,
aunque no sea en esta vida seguiré buscándote en
la que viene y no permitiré que te apaguen la luz como
me lo hicieron a mi porque, aunque te la quiten yo sigo La Salle Cancún
guardando un poquito para darte y brillar juntas, al final
de cuentas somos estrellas. Te cuido, te protejo
como tu un día lo llegaste a hacer. Juro regresar
para mirarte a los ojos y volver a juntar nuestros
corazones. Ya sea que me encuentres convertida en
una flor o en una estrella nos volveremos a
encontrar. Este mundo en el que vivimos es injusto,
lo sé porque me han matado solo por existir; vente,
vamos a mudarnos a Marte en la próxima vida o a la
galaxia que también es bonita”.

27
Me fui tras de ella persiguiendo mi instinto, su voz
es la única guía que necesito, viajé no sé cuánto
tiempo, pero siempre lo hice siguiéndola hasta que
un día logré ver esos dulces ojos, brillaban
demasiado que no podía mirar claro, pero me sentí
tranquila porque sentí sus brazos.

Aquí estamos de nuevo, el universo nos otorgó más


tiempo para vernos, sabía que su sonrisa era la que
me hacía latir el corazón. Todo se detuvo para
mirarnos más tiempo; lloraba de felicidad.

Me alerté cuando me separaron de sus brazos, ella me


veía tranquila así que perdí el miedo. Olía a desinfectante
y a lavanda, y las paredes eran blancas; se escuchaban
voces a lo lejos, pero yo solo estaba enfocada en ella,
cuando de repente sentí una palmada que me despertó,
me solté a llorar y pude vivir una vez más con ella.
La Salle Cancún

28
Fraternal

Era difícil imaginar que era lo que había unido a esta


pareja en un lugar como este, pues si uno analiza a
ambos, se distaban completamente uno del otro, tan así
que uno se sorprendería que ambos pudieran durar más
de cinco minutos sin reprocharle el uno al otro alguna
actitud, ¿era acaso el dinero? Podría ser, si no fuera
porque uno era un mozo de cuadra y la otra una mujer
cuyo mayor logro se limitaba a haber sido el objeto de
deseo de los hombres más ricos de su ciudad.
En un contexto donde la violencia imperaba y el pan de
todos los días era la injusticia quizás entonces ambos
tenían seguridad y por eso se mantenían juntos, quizás
era eso… ¿no? Lo creería de no ser porque uno de ellos
fue apuñalado hace no más de 2 semanas y la otra solía
recibir golpizas frecuentemente cuando tenía un
desacuerdo con sus clientes o su jefe. La Salle CESLAS

Entonces que es lo que les une, me sigo cuestionando,


¿es el amor? No lo dudo, pero seamos honestos, ¿de
verdad hay lugar para el amor en un mundo como este?
¿de verdad hay lugar para el amor en una existencia como
la de ellos? Si es así, quizás sea uno que no logre
entender una persona como yo, alguien que ha vivido
bajo la premisa de historias románticas contadas por
directores hollywoodenses más interesados en el dinero
que en plasmar una realidad del mundo que les rodea.
Dentro de esa realidad se encuentra la inmensa pobreza
que ellos viven y que ningún director de una película
romántica plasmará jamás en sus obras. 29
¿Es la pobreza lo que les une? No lo creo, eso no une a
nadie, de hecho, al contrario, separa a las personas.

Desde que uno nace aprende que hay cosas que solo los
ricos pueden hacer y tener, mientras que uno. siendo un
siempre mortal puede conformarse con lo que tiene,
pero ellos no tienen particularmente nada, mientras los
veo puedo apostar que su única pertenencia es la ropa
que llevan puesta y el barril donde están quemando
cosas para calentarse, ¿ese barril en llamas es acaso el
que les une, si ambos se unieron para darse calor, si es
así, porqué comparten su alimento?

Supongo que quizás solo sus existencias habían


convergido en este paramo triste, porque, aunque no
tienen nada, se tienen a ellos mismos, porque ahí donde
existe y converge la ilegalidad, la inmoralidad y el pudor…
La Salle CESLAS
ahí donde los pobres sobreviven como ratas, se tienen a
ellos mismos y mientras se tengan a ellos, es lo que
menos importa, mientras haya lugar para la fraternidad
dentro de las personas, existirá una oportunidad de que
incluso los que viven como ratas entre las ratas, puedan
ser igual de civilizados que aquellos que se benefician de
esas condiciones de desigualdad social.

30
Un centurión Chihuahua
Martín Sáenz Juárez

Esta historia inicia en el año de 2004 en que escuché en


una estación de radio cristiana sobre un grupo de
centuriones que reconocían a Cristo como su Señor y que
el emperador César les había pedido que adjuraran a
favor de él mismo.

Era abril. Enterado el emperador César que entre los


centuriones había algunos de ellos que habían abrazado
la fe en Cristo le pidió a sus generales entonces llamados
legados que los identificaran y los dejaran formados en
fila en el frío y sin darles de comer hasta que renunciaran
a Cristo y se proclamaran soldados del César. Así lo
hicieron e identificaron a 40 centuriones.

Los tribunos -quienes eran sus jefes inmediatos- DOCENCIA


acataron la orden y los formaron en una noche fría del 24 La Salle Chihuahua
de diciembre. Todavía no se festejaba la Navidad en esos
tiempos. Los centuriones cantaban animados: -‘Somos 40
servidores de Cristo, Él es nuestro Señor’.

Y la noche fue transcurriendo con el sonido de esos y


otros hermosos versos. Para el mundo la noche es signo
PRIMER LUGAR
de tinieblas, por eso la luz de Cristo es la respuesta a
todas nuestras vicisitudes. El hambre, el frío, la
enfermedad, el dolor, la incomprensión pueden
vencernos si nos dejamos vencer por la noche. Pero en
medio de la oscuridad, un canto a Dios, una vela
prendida iluminará toda nuestra existencia. 31
Iban pasando los días, lentamente, uno, dos, tres y los
centuriones seguían cantando y bailando. Tal vez uno o
dos ya habían desfallecido pero ahí tirados seguían en la
línea. Uno de los tribunos llamado Lucius los miraba
incrédulo. Su vida se había formado con impecable
disciplina militar y su adhesión al César era indubitable.
Pero no s explicaba como esos hombres seguían firmes
en tan precarias condiciones. -‘Somos 40 servidores de
Cristo, Él es nuestro Señor’ retumbaba en toda Roma, en
todo el planeta.
Sucedió que en la tarde del cuarto día -en realidad pudo
haber sido antes… o después- uno de los centuriones ya
no pudo más. Se llamaba Ceneo.

Más que su debilidad corporal fueron sus emociones o su


inteligencia lo que lo hicieron salirse de la fila. A todos
los dejó desconcertados. Los centuriones no estaban ahí
con una presencia individual sino que formaban el grupo DOCENCIA
de los 40. Pero uno de sus hermanos había desistido de La Salle Chihuahua
seguir en la fila. No se desmayó, no tuvo una muerte
repentina. ¡Fue su decisión!

Pero entonces sucedió en ese acto político impuesto por


un César lo que pasa todos los días cuando amanece: sale
el sol. Y el nuevo día es otra oportunidad de corregir
PRIMER LUGAR
errores y hacer que las palabras sean mejor que el
silencio. El tribuno Lucius, que cuidaba a los centuriones,
dejó sus armas en el suelo y pasó a formar parte de la fila
en el lugar que ocupaba el centurión Ceneo.

32
Había estado ahí con ellos y más que aprenderse sus
cantos, había aprendido a adorar al verdadero Rey. No
sólo quería tener conocimiento de Cristo, sino
experimentar ser parte de sus apóstoles. Seguían siendo
40 servidores de Cristo.
Al silencio que hubo primero, siguieron los cantos de
júbilo de los nuevamente 40 centuriones. Lucius había
caído rendido ante la firmeza de la fe de aquellos que
eran sus soldados, pero que ahora se proclamaban
salvados por el Mesías que ellos mismos como ejército
habían crucificado. ¡Entonces sí había resucitado!
Ese grito de ¡resucitó! Pegó hondo en el alma de Ceneo.
Quiso encaminarse de nuevo a la fila, pero la debilidad, el
hambre y el frío lo tumbaron con la mirada hacia el cielo.
Quiso decir algo pero sus ojos se le cerraron y entró
como en un sueño profundo. Las lágrimas corrían
levemente hacia los costados de su cara. Tuvo la visión de
cómo era Constantinopla en el año 381 de cuando en un
DOCENCIA
Concilio se definió la fecha de Navidad los días 25 de
La Salle Chihuahua
diciembre de cada año. Observó como el Papa Gregorio
XIII arregló en una Bula el calendario juliano en el año
1582.
Pasajes de la historia de la humanidad pasaban ante sus
ojos. Se conmovió con la muerte de San Juan Bautista de
la Salle en ese Viernes Santo de 1719 y como su legado de
PRIMER LUGAR
fe, fraternidad y servicio pretendían ser las
características de los profesores en las escuelas como
embajadores de Dios ante sus alumnos. Escuchó
embelesado como Carlos Dickens leía su Cuento de
Navidad en el siglo XIX ante una audiencia de niños.

33
Y así estaba con las visiones, cuando de pronto se vio en
una gran ciudad llena de edificios muy raros construidos
como grandes cajas verticales con cristales. Las carretas
se movían sin caballos y eran de varios colores. Las calles
eran negras y no levantaban polvo. Y lo que le pareció
muy extraño era que la gente vestía con atuendos jamás
vistos. Sólo mujeres llevaban falda y no todas. Más bien
las personas utilizaban una especie de túnica con la
forma de los brazos y un calzón que llegaba hasta los
pies. Pero de un exquisito diseño. Algunos llevaban casco
de tela. Y todavía más extraño era que muchos
caminantes iban hablando solos o escuchaban algo de
una cajita pegada a su oreja.
Ceneo se encontraba en una especie de bosque que le
dijeron era la Plaza de Armas y una majestuosa
construcción de piedra o cantera atrajo su mirada. En el
frente había 13 estatuas y tenía dos torres perfectamente
simétricas en los lados. Nada que ver con el Coliseo que
DOCENCIA
conocía muy bien. –Qué es eso? –preguntó. –Es la
La Salle Chihuahua
Catedral de chihuahua.
Estaba maravillado, pero un ruido lo hizo voltear hacia el
cielo. Volaba un gran pájaro de metal.
–¡Quiero volver a la fila! Quiero volver a la fila! Ya no
podría volver, había fallecido.
Pasajes de la historia de la humanidad pasaban ante sus
PRIMER LUGAR
ojos. Se conmovió con la muerte de San Juan Bautista de
la Salle en ese Viernes Santo de 1719 y como su legado de
fe, fraternidad y servicio pretendían ser las
características de los profesores en las escuelas como
embajadores de Dios ante sus alumnos. Escuchó
embelesado como Carlos Dickens leía su Cuento de
34
Navidad en el siglo XIX ante una audiencia de niños.
Ceneo se encontraba en una especie de bosque que le
dijeron era la Plaza de Armas y una majestuosa
construcción de piedra o cantera atrajo su mirada. En el
frente había 13 estatuas y tenía dos torres perfectamente
simétricas en los lados. Nada que ver con el Coliseo que
conocía muy bien. –Qué es eso? –preguntó. –Es la
Catedral de chihuahua.

Estaba maravillado, pero un ruido lo hizo voltear hacia el


cielo. Volaba un gran pájaro de metal.

–¡Quiero volver a la fila! Quiero volver a la fila! Ya no


podría volver, había fallecido.

DOCENCIA
La Salle Chihuahua

PRIMER LUGAR

35
Sostén mi mano.
Isabella Reus Díaz

Era un sábado por la mañana y el resplandeciente sol


anunciaba el comienzo de una de las carreras más
extremas del mundo. En ella, competían algunos de los
mejores deportistas, todos ellos estaban en posición, y
salieron corriendo al oír el silbido que advirtió el inicio
de la travesía. Pasado el mediodía muchos se habían
rendido, abandonado la carrera, no obstante, algunos
valientes resistían. Rafael era uno de ellos, que, sintiendo
un intenso agotamiento, se planteó muchas veces
detenerse, pero su ambición por el premio lo hacía
continuar.
Esa misma codicia lo hizo optar por un atajo no admitido
por los organizadores de la carrera, sin embargo, el
peligro de ese camino le importó tan poco como el estar
cometiendo trampa. Después de un tiempo volvió a
incorporarse al sendero, el cuál lo tomó desprevenido
La Salle México
haciéndolo tropezar y rodar hasta el filo de un precipicio,
del cuál apenas logró agarrarse torpemente, sostenido
únicamente por la fuerza de su mano derecha que se
aferraba al terreno húmedo.
El miedo y la incertidumbre recorrían sus venas junto con
la adrenalina, le hacía falta la respiración, su mano
comenzaba a sentirse entumida y poco a poco sentía que
perdía la fuerza. Con la energía que le quedaba grito a
todo pulmón “Ayuda”, con la esperanza de que alguien
acudiera en su auxilio.

36
Pasaron minutos que se sintieron eternos hasta que
alguien logró escuchar su voz a lo lejos, se trataba de
Karla, la competidora que se encontraba en el primer
puesto, con una enorme ventaja sobre sus compañeros.
Al inicio no logró descifrar lo que esa voz lejana clamaba,
pero al poco tiempo logró identificar un “Auxilio”. Karla
no dudó un segundo al dejar de lado su ventaja, el
premio y la carrera. Con su virtuosa agilidad corrió,
guiada únicamente por aquella voz que se aferraba a la
vida logró llegar al precipicio del que colgaba Rafael.
Inmediatamente se precipitó a ayudarlo, lo tomó del
brazo y logró jalarlo hasta la orilla, pidiéndole un voto de
confianza, “Sostén mi mano” dijo Karla. Rafael,
depositando su esperanza en ella, siguió sus
instrucciones hasta que todo su cuerpo reposó sobre la
tierra de nuevo.
Inmediatamente se precipitó a ayudarlo, lo tomó del
brazo y logró jalarlo hasta la orilla, pidiéndole un voto de
confianza, “Sostén mi mano” dijo Karla. Rafael,
La Salle México
depositando su esperanza en ella, siguió sus
instrucciones hasta que todo su cuerpo reposó sobre la
tierra de nuevo.
Solo entonces notaron que, en su estrepitosa caída,
Rafael se había hecho daño, consiguiendo una fractura de
fémur.
Karla una vez más, de manera desinteresada, generosa y
servicial, prefiero ayudar a quien lo necesitaba por
encima de cualquier recompensa o reconocimiento;
llevándolo al hospital. Desde entonces Karla y Rafael se
hicieron muy buenos amigos. Rafael siempre ha dicho
que antes del accidente creía conocer la amistad, pero
37
que conoció la fraternidad cuando Karla lo salvó de la
Pasaron minutos que se sintieron eternos hasta que
alguien logró escuchar su voz a lo lejos, se trataba de
Karla, la competidora que se encontraba en el primer
puesto, con una enorme ventaja sobre sus compañeros.
Al inicio no logró descifrar lo que esa voz lejana clamaba,
pero al poco tiempo logró identificar un “Auxilio”. Karla
no dudó un segundo al dejar de lado su ventaja, el
premio y la carrera. Con su virtuosa agilidad corrió,
guiada únicamente por aquella voz que se aferraba a la
vida logró llegar al precipicio del que colgaba Rafael.
Inmediatamente se precipitó a ayudarlo, lo tomó del
brazo y logró jalarlo hasta la orilla, pidiéndole un voto de
confianza, “Sostén mi mano” dijo Karla. Rafael,
depositando su esperanza en ella, siguió sus
instrucciones hasta que todo su cuerpo reposó sobre la
tierra de nuevo. La Salle México
Inmediatamente se precipitó a ayudarlo, lo tomó del
brazo y logró jalarlo hasta la orilla, pidiéndole un voto de
confianza, “Sostén mi mano” dijo Karla. Rafael,
depositando su esperanza en ella, siguió sus
instrucciones hasta que todo su cuerpo reposó sobre la
tierra de nuevo.
Solo entonces notaron que, en su estrepitosa caída,
Rafael se había hecho daño, consiguiendo una fractura de
fémur.

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Karla una vez más, de manera desinteresada, generosa y
servicial, prefiero ayudar a quien lo necesitaba por
encima de cualquier recompensa o reconocimiento;
llevándolo al hospital. Desde entonces Karla y Rafael se
hicieron muy buenos amigos. Rafael siempre ha dicho
que antes del accidente creía conocer la amistad, pero
que conoció la fraternidad cuando Karla lo salvó de la
muerte que lo miraba desde el final del acantilado.

La Salle México

39
No eres un número
Hoy me regresan mi examen de matemáticas, estuvo muy
difícil y la verdad es que no lo entendí. En la primaria era
de las mejores en multiplicación, suma y resta; pero
ahora en la secundaria los números se convierten en
letras y nuevos signos. ¿Qué está pasando?

Llegué al salón preocupada y nerviosa, me senté y me


veía pálida, una mano se acercó deslizando mi examen.
No lo quería voltear y ver mi calificación, me sudaban las
manos y quería llorar.

De repente sentí una mano en mi hombro, era mi mejor


amigo, se sienta a mi lado y pone su examen al lado del
mío. Me ve y me dice: Veamos nuestros resultados juntos,
todo va a estar bien.
Tomamos los exámenes, él cuenta hasta tres y sin
pensarlo más volteamos y vemos…
Ahí estaba sentada con mi mejor amigo, exámenes en La Salle México
mano.
¡Un diez!
Lo volví a observar… pero de cien.
La ligera sonrisa inicial se empezaba a caer, mi amigo me
abraza y dice:
Es sólo un número, sólo una calificación y no es
permanente, no representa quien eres.

40
Lo veo y comienzo a clamarme. Cuando veo su examen, él
también sacó una calificación baja, pero en lugar de
ponernos tristes, decidimos crear un plan. Los dos nos
veíamos un rato en los recesos para ayudarnos a estudiar,
fuimos con el maestro y nos apoyó al ver nuestra
iniciativa.
Desde ese día en adelante decidimos ver las situaciones
con más optimismo y comprometernos en buscar una
solución.

Mi mejor amigo y yo terminamos sacando 9 pero de ¡10!,


al final del año.

FIN

La Salle México

41
No es amor

Observo a un chico, alto y de buen vestir, sentado junto a


la ventana, llorando y limpiándose las lágrimas.

Me acerco y le pregunto ¿Qué te pasa?

Desconsolado me platica…

Un amor, un amor no correspondido.

¡¡¡Qué dolor!!! Un abuso por aquel amor.

Tengo miedo, asco y vergüenza, pero qué más da yo


mismo me lo busqué. Aquel amor, mi verdadero amor,
acabó conmigo y con mis ganas de vivir.
La Salle México

Qué más da si muero hoy o mañana, si ya no quiero nada.

Fe, mi única esperanza.

42
La noche de despedida

Era de madrugada, Alfred un hombre con muchas


responsabilidades en casa, en el trabajo y de pocos
amigos, decidió salir a caminar para despejar tu mente,
llegó a un parque cercano a su domicilio.

Ahí en una banca, se dispuso a reflexionar sobre su vida,


cerca un poste lo alumbraba, después de estar solo
durante cinco minutos, llegó un vagabundo, se sentó a su
lado y dijo:
- ¿Puedo?
-Claro, respondió Alfred.
-Es una noche muy fría ¿cierto?
-Por supuesto, pero no puedo dormir tengo demasiados
La Salle México
problemas y mucho en que pensar.
-Yo creía que tenía la vida resuelta, un excelente trabajo,
una gran familia, era la vida que todos sueñan. Pero un
día todo cambió, me despiden de mi trabajo, mi esposa
fallece y conforme pasa el tiempo mis hijos se adueñan
de todo dejándome en la calle.
Desde entonces vivo con la esperanza de algún día
reencontrarme con mi amada.
Alfred y el vagabundo se quedaron platicando hasta
quedarse dormidos.

43
Los rayos del sol comienzan a dar en el rostro de Alfred y
se despierta, observa que el vagabundo sigue dormido,
decide ir por dos cafés y pan, para compartir.
Se acerca para despertarlo y no responde a la voz, lo toca
del brazo y lo agita un poco, pero no muestra signos de
vida.
A un costado hay una nota que decía:

Gracias por escucharme.

La Salle México

44
Un nuevo inicio

Había una vez un joven llamado Daniel, había estado en


un reformatorio por 4 años por asalto a mano armada en
varias tiendas de abarrotes; pertenecía a una banda
conocida como “Los Topos”.
Después de haber cumplido su condena en el
reformatorio, salió en busca de apoyo, afortunadamente
lo acogieron en una casa hogar donde el responsable era
conocido como “El transformador”, ya que había ayudado
a tantas personas, que tan agradecidas con él, donaban
despensa, ropa y realizaban visitas a las personas
alojadas en aquel lugar.
El refugio era conocido como “Un nuevo inicio”, se
enseñaban diversos oficios y Daniel optó por la
fotografía, después de un tiempo salió una oportunidad
de trabajo como fotógrafo y así comenzó a incorporarse a
la sociedad. La Salle México
Estuvo trabajando con mucha dedicación y empeño, sin
embargo, en una fiesta al que lo invitaron tuvo la mala
suerte de encontrarse al líder de los Topos,
inmediatamente el Tacho reconoció a Daniel y le dijo que
regresara a trabajar a trabajar con ellos, que ya habían
dejado en el pasado el asaltar tiendas, ahora se
dedicaban a grabar torturas y asesinatos, para después
subirlos a la Deep Web y cobrar por su reproducción.
A lo que Daniel se reusó a participar, entonces le Tacho lo
amenazó, si no trabajaba para él, lo iba a matar y a su
familia también, por lo tanto, Daniel se vio presionado y
tuvo que aceptar. 45
Trató de ocultar ese secreto lo más posible, pero un día
el Transformador tomó la cámara con la que trabajaba
Daniel y encontró videos y fotos de gente torturada, por
lo que decidió llevársela ante las autoridades.
Daniel fue llevado a juicio, dijo la verdad de todo lo
sucedido, incluso les dijo sobre el escondite de la banda
de los Topos.
Con dicha información la policía comenzó a mover sus
unidades y después de un buen rato dieron con líder de
la banda.
El jurado dio un castigo a Daniel por ser cómplice de
dichos delitos, independientemente de haber sido
amenazado; 6 meses de servicio comunitario y 2 años de
libertad condicional en el refugio “Un nuevo inicio”.
El Transformador lo recibió con los brazos abiertos en el
refugio y le dijo:
Pase lo que pase, te apoyaré siempre y cuando no me
ocultes las cosas, la verdad siempre sale a la luz tarde o
La Salle México
temprano.
Daniel con lágrimas en sus ojos, agradeció y abrazó con
fuerza al Transformador y a partir de ese momento
Daniel tuvo un nuevo inicio.

46
Perderme en la amistad y entre el amor.
Gabriela Enríquez Coria

3 de agosto 2006 una fecha irrelevante para muchas


personas, pero ella decía que en realidad esta fecha
marca el inicio de su vida. Este día con solo 3 años Elena
lo perdió todo.
Su madre relata que este día fue el primer día en la
escuela narra que de inmediato entró y comenzó a
juguetear con dos niñas sentadas en una banca, cuando
su madre estaba a punto de retirarse la miro de nuevo
parada sin decir una palabra (algo muy raro en ella) con
la mirada fija en un niño que se encontraba a un metro
de ella ofreciéndole un chocolate y ella sin moverse, el
niño tomo su mano y en su palma dejo el chocolate luego
le cerró el puño y siguió corriendo.
Su madre se fue y esa tarde Elena no salió a jugar como a
diario, se quedó en su cama con un cuaderno y unos La Salle México
crayones dibujando, cosa que a su madre no le fue
familiar ya que Elena era demasiado activa. Pasaron las
horas y Elena no parecía aburrirse así que su madre entro
a verla para saber de su día, a diferencia de todas las
otras no dijeron ni una sola palabra que no fuera un
monosílabos para responder las preguntas de su madre: -
¿y qué tal la escuela? –bien contestó Elena - ¿hiciste
amigos? –si ¿y cómo se llaman? –Mariana y Sofía.

47
Cortando la conversación Elena se levantó y corrió a su
cuarto tomó su cuaderno y continuo dibujando, su madre
se quedó sorprendida, para cuando acabó de cenar subía
a arropar a Elena y se percató de que se había quedado
dormida dibujando , entonces tomó el cuaderno y no
había más que dibujos que parecían ser un mismo niño
con alas de ángel, corazones y muchas hojas llenas de un
solo nombre: LUCAS al otro día Elena se despertó sola y
ella sola se cambió como pudo, su madre riendo
comenzó a peinarla, mientras terminaba de amarrar su
moño le preguntó - ¿y quién es Lucas? –El amor de mi
vida- dijo ella, luego tomo su mochila se subió al coche y
espero a ser llevada a la guardería.
Cuando llegó le aventó un beso a su madre y entro
corriendo con Mariana y Sofí. El resto del día fue
irrelevante para todos, ya que nada importante pasó. La
impulsividad de Elena la condenaba a querer acercársele
La Salle México
a Lucas, así que un día se decidió, amarro sus sucias
agujetas ese recreo, ahí estaba el lanzando un balón al
otro lado del patio de juegos, se acercó y le dijo muy clara
y al punto como solía ser ella: - ¡ME GUSTAS LUCAS, TE
AMO! -Lucas la miro con indiferencia y solo le dijo: -Tu no
a mí, pero podríamos ser amigos- El corazón de Elena se
partió en millones por primera vez, era tan solo una niña
que por primera vez entendió lo que era un corazón roto,
sin embargo, ella acepto la oferta y así nace una
imperfecta pero muy larga amistad.

48
Los años pasaban, pero Elena jamás perdió la esperanza.
Al llegar a secundaria año con año se ingeniaba los viajes
más perfectos para ir con sus amigos pero sobre todo
con Lucas, ahorraba dinero y lo gastaba todo, iban a
conciertos juntos , salían cada fin de semana juntos, eran
el mejor grupo de amigos que existía , sin embargo año
tras año un pedazo del corazón de Elena se quebraba
cada vez más ya que cada año Lucas conseguía una novia
nueva rechazando de manera indirecta a su mejor amiga,
Elena no comprendía porque todo lo que ella hacia no
daba resultados en lo absoluto , cada novia de Lucas era
peor y lo separaba de ella, mientras más parejas tenía
Lucas , más grande se volvían las inseguridades. Los años
siguieron pasando, todos crecieron y sus caminos se
separaron a pesar de verse 5 veces al año no bastaba, sin
embargo, un Diciembre Lucas llego con unas invitaciones,
emocionado y se los repartió a sus amigos, mientras ellos
La Salle México
lo abrían el gritó eufórico: - ¡voy a casarme! – nadie
parecía raro o sorprendido, pero Elena sintió el golpe y lo
escondió. Al final llego el día ahí estaban todos en la
boda, Elena sentada con sus amigos en primera fila
incapaz de sentir felicidad por su Mejor Amigo. Fingiendo
llorar de felicidad despidió a su amigo y a su novia
quienes partían a su luna de miel quedándose incapaz de
amar para siempre miro a Sofía y le dijo:

-Prefiero perderme a perderlo-

49
Tony y Ben
Matías Mejía Azuara

Tony llegó a una casa que no era suya, como un caballero a


la guarida de un dragón, pero en vez de espada empuñaba
un mechudo, escoba y unas cubetas.

-Lo voy a hacer. ¡No hay nada que me detenga! -se dijo a sí
mismo.

Lleno de ira y determinación, decidió limpiar la casucha,


como eran dos pisos, hizo lo que haría cualquiera y empezó
con el techo.

Reunió la basura de la casa, y la lanzó por la ventana. Barrio


con tal intensidad que sudaba como si fuera una cascada
humana, de inmediato secaba con un mechudo. El suelo
quedó como un espejo, lavó los platos con tanta espuma,
se formó una columna de burbujas que llegaba al techo.
Organizó el librero por orden alfabético. Pulió las fotos
familiares. Siguió así por un par de horas más, hasta que
sus nudillos sangraran y sus utensilios se quebraran.

Al final de la batalla, la casa estaba resplandeciente. Ni una


sola mota de polvo, estaba tan limpio y estéril como un LICENCIATURA
quirófano, los únicos microbios eran los de su estómago. La Salle México
Otro trabajo bien hecho, pensó.

Procedió a llevarse la televisión, la cafetera, el microondas,


la tostadora, el bote de dos litros de cloro, una
computadora, el horno y un millón de cosas más. Al salir de
la casa, el sol se asoma por el horizonte.

Era muy difícil ser un ladrón con síndrome obsesivo-


PRIMER LUGAR
compulsivo.

Lástima para él, dos horas más tarde es atrapado por un


policía llamado Ben, apestaba a que no se había bañado en
varios días, su patrulla estaba llena de basura de comida
chatarra, y por nada bajó las ventanas. Irónicamente, Tony
había sido atrapado por un policía en una depresión severa.

No fue muy agradable para Tony.


50
De: Nicole – Para: Santa
Luis Andrés Roldán Arrington

Querido Santa Claus:


Hola, mi nombre es Nicole, he leído mucho sobre ti
en diferentes libros que cuentan la historia de Navidad,
muchos de mis amigos en la escuela dicen que eres
real, que entregas regalos por todos lados, pero yo no
les creo, nadie puede cruzar el mundo en una noche,
según porque tienes renos que vuelan. Como no les creí, le
pedí a la Directora de la escuela si podíamos organizar una
salida al zoológico, al llegar a donde estaban ni si quiera
los pude ver, estaban “Acondecionondo”, o algo así, no
me acuerdo bien de la palabra, pero como me gusta
saber que significa lo que leo le pregunté a la
Maestra Dulce, y me dijo - están poniendo bonito el lugar
donde ellos viven, solo que tarda-; otra cosa que me dijeron
mis amigos es que cumples deseos y para que el deseo se
cumpla lo debes de pedir con todo el corazón y
diciendo al final las palabras “por favor”, supongo que La Salle México
eso es mas por educación, siempre a mi me han
dicho las personas que debemos decir “por favor” y
“gracias”.
Santa, es la primera vez que te escribo en mis largos
7 años, porque ya no se como hacerle, he intentado de
todo, pero nadie me quiere ayudar a lograrlo, pienso que tú
con tu magia podrías llegar a hacerlo, tú eres la primera
persona adulta que le cuento y es mi mayor deseo, también
espero que puedas leer mi carta, son tantas que tampoco
se como le haces para leer tanto, deberías mandar una
circular a los niños así como en la escuela para que todo
el año recibas cartas y no lastimes tus ojitos. Ahora 51
si, te cuento mi secreto:
Te quiero contar lo que pasó cuando tenía 6 años. Mis papis
tuvieron un accidente muy feo, yo no sabía hasta que en la
noche de ese día mi abuelita me recogió de mi casa, tenía
mucha hambre, me espanté mucho porque no habían
llegado mamá y papá, pensé que les había pasado algo. Mi
abuelita me contó que se tuvieron que ir de urgencia a
ayudar a un señor que se llama Jesús, se me hizo muy raro,
nunca lo mencionaron antes de irse así que busque en sus
papeles del trabajo, había cosas raras como una hoja
verde llena de cuadritos y números, y hojas muy grandes
como las del libro de la película “La Bella Durmiente”,
pero nada de él tal Jesús.
Pasaron unos días y mi abuelita se puso malita del pie, lo
tenia gordo y morado, tuvimos que llamar al hospital para
que la curaran, lleva ahí casi todo el año. Ahora estoy
viviendo con muchas niñas en una casa, es muy bonito
porque jugamos entre todas, luego es difícil bañarse o La Salle México
hacer pipí, somos tantas que el baño siempre está ocupado.
Ese es uno de mis mayores secretos, nadie sabe que ahorita
estoy solita y un poco triste, he intentado visitar muchas
veces a mi abuelita en el hospital pero la Madre
Superiora me dice que no puedo entrar. Mis papás tampoco
han regresado, ese tal Jesús ha de ser un jefe malo, o como
dice Madre Superiora “estericto” si no sabes que es te
explico, es cuando las personas son muy especiales en su
trabajo y quieren todo perfecto.

52
Bueno Santa la verdad es que no sé si vivas en el Polo
Norte como dicen, que tengas renos voladores, lo que si
se es que tienes poderes y puedes cumplir deseos y
traer juguetes. Yo no te quiero pedir un juguete solo quiero
que me cumplas mi mayor deseo, volver a ver a mi
abuelita y a mis papás, cura a mi abuelita de su pie
gordo, y deja que Jesús me deje ver a mis papis, los extraño
mucho, ya casi es un año que no los veo, es mi mas grande
deseo. ¿Crees poder cumplirlo Santa? Por favor, te lo pido de
corazoncito y con mucho cariño

Nicole.

La Salle México

53
Al yo que aun creía.

Creo que se ha roto una ventana…La ventana que daba a lo


que era mi alma, porque ahora solo siento frio, ya que
nuevamente todo queda vacío, ¿Pero a quien puedo culpar?
¿A la pantalla que vio durante dos años como se apagaba mi
brillo? Quizás, al resto de cascarones que fingen
compromiso, esos que nos mostraron únicamente lo que
querían, el lado que no estaba roto, podrido. No, tampoco
puedo culparlos por ello, hacerlo ¿En clase de lugar me
pondría? Ah, por supuesto, en el mismo hueco donde nos
encerraron como infantes y salimos crecidos, pero con el
mismo miedo o ¿incluso más? ¡Concéntrate! ¿Acaso no
puedes hacerte una pregunta a la vez? Frio, piensa en el frio,
en como perdimos la cuenta de los días sintiéndonos
cómodos en él, ¿El problema? Creo que perdí sensibilidad, no
lo sé, ¿Podría saberlo si ese fuera el caso? Probablemente
no… probablemente no. La Salle México
Mire a los ojos a aquellos en el pasillo, a mis iguales, a ellos a
quienes nos une la idea de fraternidad, pero eso solo hasta
que se topan con las necesidades de uno mismo, ahí los ojos
se apagan, y puedes ver las mentiras que los traspasan, de
ahí el calor deja de emanar, y puedes sentir como aun
presentes comienzan a abandonar, pero, no importa, dos
años para lidiar con ello ¿no? Sin reprochar, o al menos no a
alguien que no seas tu mismo, hasta que se acabe la fe, hasta
querer retroceder buscando una llama donde meter las
manos, sentir el daño y así poder confirmar que estamos
vivos.
54
Cicatrices, prueba de que estábamos advertidos, pero no
preparados, porque nadie lo estaba, y tan solo basta con ver
debajo del cubrebocas, para observar todas aquellas heridas
que no sanan, mentiras que pintan el silencio como si fuera
un servicio, pero las necesitamos, porque así, se hace justicia
y se nos da una nueva oportunidad de sentir, al menos hasta
que el timbre vuelve a sonar y uno se percata, que todas
aquellas dudas vuelven a resonar, que uno se vuelve víctima
de sí mismo, hasta que es lo suficientemente tarde como
para salir de aquel pozo y ser irreconocible para uno mismo,
cediendo ante la furia, la pasión, el dolor… y darse cuenta
que aquel que ha roto la ventana, no fue nadie más que uno
mismo. Aun así…mañana de vuelta a la escuela.

La Salle México

55
Una noche helada.
Déborah Mariana Llanos Rodríguez

En el día más helado del año, un joven vagabundo llamado


Martín se acercó a una iglesia para pedir posada. Con suerte
algún alma generosa le daría algo para comer. Tocó a la
puerta, pero nadie contestó. De pronto, oyó una voz joven a
un lado de él.
- El cura no está, fue a darle la última bendición al señor
Rodrigo. ¿No te enteraste? Quizás no sobreviva la noche.
Era una pequeña niña mugrienta, con zapatos rotos y un
vestido cosido por varios parches de tela.
- ¿No sabes cuándo volverá? - preguntó Martín, viendo los
hoyos en los zapatos de la pequeña.
- No. Mi hermano Tito se fue con él. Es el monaguillo. -
respondió la pequeña, dándose media vuelta, alejándose
de la iglesia.
- ¡Espera! ¿A dónde vas? - gritó Martín, corriendo para poder
alcanzarla. LICENCIATURA
-Voy a casa, con la señora Bertha. Una vieja bruja que cuida La Salle México
de mí y de mi hermano. No tenemos a nadie más.
Martín se quedó pensativo, para ser una niña pequeña era
bastante madura. Se mantuvo junto a ella para cerciorarse de
que llegara bien a su hogar.
Los dos caminaron entre la nieve por un largo tiempo, ambos PRIMER LUGAR
pensativos y en silencio. Fue ahí cuando nuestro
protagonista vio a lo lejos una pequeña cabaña.
La niña abrió la puerta e invitó a su nuevo amigo a pasar. Los
ojos de Martín se iluminaron al sentir por fin el calor y al
oler un exquisito aroma; ya que se estaba preparando algo
delicioso muy cerca de la habitación principal. De pronto se
oyó un grito que provenía de al lado y se acercaba 56

rápidamente.
- ¿Qué estás haciendo aquí, niña inútil? - gritó una voz gruesa
llena de furia. Era la famosa Bertha; saliendo de la cocina con
cuchara de madera en la mano y delantal puesto sobre ella.
La niña no se asustó, parecía que estaba acostumbrada a este
trato. Se paró frente a la señora para responder, pero Bertha
alzó el cubierto con el fin de golpear a la niña. Martín tosió
muy fuerte para hacer énfasis a su presencia. Asustada,
Bertha guardó el cucharón en el bolsillo de su delantal.
Martín no dijo nada; vio con furia a la señora y salió de esa
casa. No quería estar ahí ni un segundo más, lo que había
sucedido le trajo horribles recuerdos que había jurado
olvidar.
Ya había caminado un buen rato, cuando de repente oyó que
la niña lo llamaba. Ninguno dijo nada después de eso, pero
caminaron felices hacia el lugar del que provinieron.
A la mañana siguiente, sonó la triste noticia en la radio de
que tres almas partieron al cielo esa noche. Una era la del
señor Rodrigo, que por su estado de salud, era obvio que
LICENCIATURA
La Salle México
estaba en las últimas. Los otros dos cuerpos fueron
encontrados sentados al pie de la escalera de la iglesia. Una
pequeña niña recostada en el hombro de un joven
vagabundo; ambos habían muerto por la fría helada de esa
noche.
PRIMER LUGAR
Como soy el libro, puedo contarte el final de la historia. La
gente de la radio no sabía que, al terminar la temporada de
invierno, Tito se armó de valor y decidió hablar sobre el
abuso que recibían su hermana y él en el hogar de acogida.
Logró encontrar una nueva familia, una que lo quería y lo
cuidaba bien; así como hicieron con su hermana en los
últimos momentos de su corta vida.
57
La perseverancia lo alcanza todo.

Era un día bastante soleado, cuando se encontraba un


carpintero quien vivía en el campo con toda su familia la
cual era muy humilde, siempre se han caracterizado por
salir adelante a pesar de las circunstancias que la vida les
ha presentado, vivían en un pueblo bastante pequeño
pero muy famoso, era un lugar donde se fabricaban
muebles bastante elegantes.

El padre de aquel carpintero le enseño todo relacionado


con esta profesión, incluso le llegó a decir a Felipe que
cuando tuviera una familia siempre debía ver por ellos y
darles lo mejor, su esposa también iba a ser un pilar muy
importante para salir delante de cualquier adversidad.

El carpintero Felipe desde que tenía memoria siempre ha La Salle México


disfrutado su trabajo y siempre recordaba lo que le había
dicho su padre. Ha hecho muchos trabajos a lo largo de
su vida, son incontables, cabe decir que actualmente
tiene 66 años, eso no es un impedimento para que siga
trabajando. Su familia es su principal motor, está
conformada por su esposa Carmen y sus tres hijos

Siempre han tenido su negocio, todos los días se la


pasaba trabajando ya que tenía que estar haciendo algo,
porque decía que su familia se merecía lo mejor.

58
Todo el pueblo conocía a Don Felipe, era el único negocio
de carpintería de aquel lugar, algo que lo caracterizaba es
que era una persona bastante sencilla, sociable y sobre
todo muy puntual en las entregas de los muebles que le
solicitaban, eso a la gente le agradaba mucho. Había
ocasiones en las que tenía demasiado trabajo que
prefería no llegar a su casa a comer o incluso se quedaba
hasta la madrugada en su negocio.
No era un trabajo sencillo, pero Don Felipe siempre
pensaba en su familia y eso lo motivaba a seguir
adelante, había días en los que se sentía muy agotado,
pero sus hijos siempre lo alentaron, un día en el cual Don
Felipe repitió la experiencia que había vivido con su
padre.
Cuando sus hijos se encontraban en la casa ayudando a
La Salle México
su madre, él fue y les dijo que, si querían aprender un
poco acerca de la carpintería, los llevó al negocio y antes
de que les empezara a explicar cómo se trabajaba, les
dijo que se sentaran y que estuvieran atentos porque
tenía una grandiosa historia que contar, por lo que
empezó a narrar aquella experiencia que Don Felipe
había vivido con su padre y vaya que se llevó unas
cuantas horas.

59
Por lo que una vez escuchada la historia sus hijos se
quedaron impresionados y por supuesto muy orgullosos
de todo lo que había hecho su abuelo con su papá, sus
hijos pudieron entender de mejor forma porque su papá
se la pasaba trabajando día y noche. Sin pensarlo dos
veces todos estuvieron dispuestos a aprender más sobre
la carpintería.
Llegó una temporada con problemas económicos en el
negocio llegando a deprimirse porque no vendía sus
entre tantos. De pronto se paró y fue corriendo con su
esposa para expresarle como se estaba sintiendo, a lo
que su esposa le respondió: “Nunca te arrepientas de
nada en tu vida, porque los días buenos te dan felicidad,
pero los malos, te dan experiencia eso es lo que tienes
que hacer, seguir esforzándote y verás que saldrás de esta
mala racha, la cuestión es no darse por vencido y seguir
siendo perseverante en las cosas que hagas.”
La Salle México

60
El libro

¡Hey! ¿Pero qué hacen ustedes ahí? acaso, ¿vienen a oír


esta historia?
¿Están completamente seguros? (ríe)
No es una historia para débiles de mente, ni mucho
menos de corazón, es cruel, no solo tienen que estar
preparados para escucharla, sino también para recordarla
por el resto de sus días.
Acompáñenme a enloquecer aún más.
Esta historia comienza en el siglo XI, en un pueblo en los
alrededores de España, unas personas dicen que fue
olvidado por Dios, otras dicen que una bruja lo hechizó.
Lo que sí es cierto, son los hechos catastróficos, que lo
invadieron, sin explicación alguna, hechos escalofriantes
que te llevan a pensar que tenga una maldición.
Era el año 1098, en aquel pueblo todo marchaba bien, era
La Salle México
un día cualquiera, de pronto el clima cambió, empezaba a
sentirse frío, de pronto los habitantes voltearon hacía la
entrada del pueblo, se observaba un gran carruaje,
dentro venía una mujer, que, con solo mirarla, se te
helaba el corazón.
Todas las mañanas esa mujer salía a caminar por el
pueblo, siempre llevaba consigo un enorme libro viejo,
algo maltratado, todos se preguntaban ¿porque lo tendrá
cargando siempre? pero nadie se atrevía a acercarse.

61
Una mañana un limosnero se le quedó mirando muy
fijamente, a lo que la señora le dijo: “Usted también
quiere saber qué es lo que contiene este libro, ¿cierto? A
lo que le contestó- Es muy extraño que siempre lo esté
cargando, no solo yo tengo curiosidad por saber por qué
lo hace, sino todo el pueblo.
La mujer se le quedó mirando.
-No me he presentado, mi nombre es Lucía Montemayor,
vivo en aquella casona, mi marido murió pero nunca se
supo cómo.
¿Entonces no me dirá lo que contiene ese libro?
“Créame no le conviene saberlo”
Pasaban los días y el limosnero siempre se le quedaba
viendo a Lucia, ya que su curiosidad crecía, hasta que un
día se atrevió a ir a su casa para averiguar qué contenía el
libro.
Exaltado, tocó la puerta al mismo tiempo que gritaba:
¡Señora, soy yo el limosnero! abra la puerta, me congelo.
La Salle México
La señora se sorprendió de verlo en su casa, ¿qué hace
aquí? le preguntó furiosa.
-Decidí venir para que me diga, que es lo que contiene
ese libro y ¿porque siempre lo carga?
Hiciste mal en venir, ahora ya no podrás librarte de él,
debes entender que un libro, no solo guarda historias
extraordinarias, sino también secretos de la gente que no
siempre es conveniente leer, pero ahora lo leras y
deberás terminarlo.

62
La señora le dio el libro al limosnero, pero estaba
temblando, en cuanto lo abrió y lo comenzó a leer, se
aterrorizó, por las cosas que decía, ya que éste era un
libro en el que escribía los peores crímenes que había
cometido, disfrutaba narrar paso a paso cómo había
cometido cada uno de estos.

Lucia disfrutaba ver como el limosnero se aterrorizaba


con las historias que estaba leyendo, interrumpió su
lectura y le dijo: “debes entender que, aunque es bueno
leer un libro, no todos tienen historias felices en el voy
escribiendo mis crímenes, por eso aún no lo termino,
solamente las personas inteligentes y con un corazón frío
como el mío, pueden leerlo. Pero veo con tristeza, que tú
no eres así, por eso serás una página más de mi historia,
La Salle México
de este grandioso libro. (ríe macabramente)

No se volvió a saber nada del limosnero. Y tú, ¿seguro


que quieres leer mi libro?

63
El libro escarlata

Nayeli era una chica de 18 años; era alegre, alta, morena y


su complexión era un poco fuerte, pero femenina, porque
practicaba nado sincronizado.
Entonces llegó una competencia, como siempre, empezó
a sentir presión.
Todos salieron a pasear, Nayeli a regañadientes tuvo que
acompañarlos. Ese día entraron a una biblioteca vieja.
Entonces un joven se acercó a ella, era bastante atractivo,
era extranjero.
Hablaron un poco del lugar y como Nayeli prefería estar
practicando su rutina. El joven se presentó como Itadory,
le ofreció un libro grande forrado de color escarlata.
En ese momento llamaron a Nayeli, ya era la hora de irse,
ella se quedó con el libro entre sus brazos, despidiéndose
La Salle México
de Itadory.
Nayeli estaba encantada con el joven, pero apenas llegó
el lunes volvió la angustia de la competencia. El viernes
en la noche, se encontró el libro que le dio aquel joven y
decidió darle una ojeada.
o inspeccionó un poco antes de leerlo, descubrió que en
la portada estaba escrito su nombre. Abrió la primera
página, solo estaba escrita la siguiente leyenda: “Nayeli
una chica exitosa.” Primero le pareció una coincidencia,
pero cuando empezó a leer el libro, descubrió que en él
había muchos detalles de su vida.

64
A la mañana siguiente todo lo que había leído en el libro
ocurrió de la misma manera, ella entendió que el libro le
diría cómo le iba a ir en la vida y decidió quedarse con él.
Así pasó mucho tiempo, siempre que iba a ocurrir un
evento, leía su libro, en cada una de las ocasiones le
decía que lo que iba a ocurrir era algo bueno.
Ella se acostumbró a vivir de manera plena.
Hasta que un día en la competencia más importante, el
libro no le dio buenas noticias. “Nayeli tendrá el segundo
lugar, pero llegar a los juegos olímpicos”. Se enojó mucho
con el libro escarlata, sabía que en los juegos olímpicos
solo elegían a los primeros lugares.
Quito lo escrito del libro y escribió “Nayeli ganara el
primer lugar e ira a los juegos olímpicos”. Después de eso
sus páginas se volvieron negras. La leyenda había cambio.
“Nayeli desagradecida”. Ella estaba un poco asustada,
pero no hizo nada.
Llego al último lugar. Ella regresó a la biblioteca para
La Salle México
devolver el libro a Itadory. Pero ahí el dueño de la tienda
le dijo que no tenía ningún empleado.
Tener ese libro fue un error. Entonces un señor mayor se
acercó a ella, era Itadory, pero muy envejecido. Le dijo
que el libro era amable, pero escribir en el traeré muchos
problemas, ella no sabía qué hacer. Itadory le dio una
solución que no le gusto.
Nayeli desapareció, pero nadie la buscó.
Pasaron muchos años, hasta que alguien entró a una
librería vieja, era una niña mirando los estantes, a quien
se le acercó una chica de 18 años; era alegre, alta, morena
y su complexión un poco fuerte, pero femenina. Ella le
65
ofreció un libro grande forrado de color escarlata.
El hogar que siempre soñé

Para saber, contar y aprender, hoy vengo a platicarles la


historia de un joven llamado Darío. Un joven que parece
revivir al salir el sol, y que inclusive sus cabellos chinos
cobran un color castaño, muy diferente al color negro
que ocupa su cabeza bien entrada la noche, inclusive sus
ojos que al pasar vez y son tan cálidos por las mañanas,
se opacan con la caída del sol, así como a su querido
libro, al que por alguna extraña razón le pasaba
exactamente lo mismo; por el pueblo los conocen por el
nombre de “la sombra”, pues han ocurrido muchas
desapariciones…
一 Darío, nuevamente nos hemos encontrado tú libro en la
escena 一 dijo el policía mientras señalaba el libro que
Dario tenía aún costado.
一 ¡Curiosamente verdad! ¿Qué podría significar tal cosa?
一 los ojos de Darío oscuros y sin vida, miraron furiosos al
policía.
一¡Crees que si lo supiera estaría aquí!, sé que tienes algo La Salle México
que ver con todas las desapariciones, pero aún no
descubro..
一Pues hasta que lo descubra, será bienvenido a mirarme
como lo está haciendo ahora一 dijo Darío retirándose sus
chinos de la frente.
Al día siguiente..
一Ya basta de todo esto, Dario, han desaparecido muchas
personas, tengo que poner fin a esto y digas lo que digas tú
tienes algo que ver 一 dijo el oficial, demasiado exaltado.
一 ¿De verdad quiere averiguarlo?一 estirando la mano, y
con tanta gentileza, tomó el brazo del policía.
一¿Qué significa todo esto?, ¿dónde estamos? 一arrancando 66

su brazo de la mano de Dario.


一Le prometo que lo entenderá todo en un momento, mi
querido amigo 一 dijo Dario sonriendo de una manera
muy cálida 一 él te lo explicará todo.

El libro abrió sus páginas y al ir pasando de hoja en hoja,


el policía lo supo, todos esos personajes impresos, eran
las personas del pueblo, no podía creerlo, ¿cómo?, ¿por
qué?...
一Verá el libro y yo somos uno mismo, como sabe soy
huérfano desde los 3 años, pero mi querido amigo, cuido
de mí, desde qué me conoció en aquella librería
abandonada.
一 ¿De qué estás hablando?, un libro ¿cómo podría cuidar
de un niño?
一Al hacernos uno, mi corazón está guardado en esas
páginas, el único precio que tenemos que pagar es
consumirnos por las noches para revivir por las mañanas.
一Eso no explica nada, ¿por qué desaparecer a las
persona 一 exclamó con tono asustado. La Salle México
一Tomé a las personas que más han sufrido en la vida,
aunque aparentemente llevarán vidas tranquilas, y les di
la oportunidad de escribir otras historias, de cambiar
errores y hacer el bien a los demás ¿Lo entiende? Ahora
sólo me falta una persona, una persona que también
merece una segunda oportunidad, para estar con su hija
y señalando al policía exclamó 一 ¡usted! Entre sollozos,
el policía abrazó a Dario, dio las gracias al libro y
desapareció, al día siguiente el domicilio de Dario estaba
llenó de policías que buscaban respuestas, pero lo único
que encontraron fue un cuarto espantoso y vacío.
67
Dario partió de Cuetzalan en busca de nuevas historias,
nuevos personajes, nuevas esperanzas. Y diciendo adiós
se desvaneció de mis recuerdos.

La Salle México

68
“FE”
Alinne Sabrina Jasso Leal

Conocí a una pequeña niña llamada Daryna, ella vivía en


la ciudad de Kiev, Ucrania. Ella iba en 4to grado de
primaria, todo era paz y armonía en su escuela. En su
salón todos la amaban, porque ayudaba a los maestros y
a sus compañeros de manera muy sonriente y amable.
Igual en la Iglesia a la que asistía.
Un día (el 24 de febrero de 2022) por la noche, se
escuchó un estruendo cerca de su casa, este fue tan
grande que el piso retumbó y las paredes empezaron a
crujir. Ella vivía en un edificio, muy asustada iba a la
habitación de sus papás, pero al querer abrir la puerta, su
mamá ya la había abierto para ir por ella; empezaron a
sonar las alarmas de ataque a un volumen tan fuerte, que
sus oídos se aturdieron. En la radio vocearon, que era
necesario evacuar de inmediato y refugiarse en el metro
de Kiev, pero solo tenían media hora para tomar sus La Salle Cuernavaca

pertenencias. Tomaron las cosas más esenciales que solo


cabían en una sola maleta. Lo que le dolía a Daryna era
que dejarían todos los recuerdos en aquella casa. Al
llegar al lugar, Daryna se dio cuenta de que el ambiente
era extraño. Había muchas personas, muchos con sus
hijos y sus mascotas. Se sentía mal por los niños
pequeños, y por las mascotas, ya que no sabían lo que
sucedía; quería ver felices y despreocupar un poco a
estos seres inocentes. El resto de la noche estuvo
pensando en un plan, pero se quedó dormida hasta las 8
de la mañana.
69
Al despertar su actitud de servicio como siempre la hizo
tener una grandiosa idea… ¡Hacer varios juegos para
poder distraerlos! Fue todo un éxito. Muchos de los
papás de los pequeños o de los amos de las mascotas,
estaban muy agradecidos con ella. Por las tardes ayudaba
a las personas de la tercera edad. Les llevaba comida que
les daban los voluntarios. Pasó una semana y Daryna no
mostraba desánimo, pero cuando observó que las
personas estaban desesperanzadas, empezó a tener
miedo de que eso fuera más difícil. Durante la tarde,
mientras pasaba la comida a los adultos mayores un
señor la observó y le dijo:
-Toda la semana te podía observar muy alegre, ¿por qué
tienes esa carita triste?
-. Daryna conocía a todos los adultos de ahí, pero no
había visto a ese señor antes. Después de unos instantes,
ella le contó que tenía miedo, pero no quería
transmitírselo a los demás.
Enseguida él le respondió: -Eres una niña muy valiente, y La Salle Cuernavaca
es normal tener miedo en algún momento. Cuando
sientas que algún miedo presiona tu corazón reza un
Padrenuestro y platica con Dios, nunca pierdas la fe,
porque como tu nombre lo dice, eres un regalo para los
demás-. Mientras rezaban la oración, Daryna sintió una
paz inexplicable, un cobijo muy cálido y cariñoso. Cuando
ella se tenía que despedir le preguntó a este señor su
nombre, y él le respondió -Jesús-. Cuando dio la media
vuelta para volverlo a ver, ya no lo pudo encontrar; y
recordó algo que escuchó en su Iglesia, la presencia del
señor se puede presentar en cualquier persona.
70
La Corte de los Lynx

Hace mucho tiempo, en las regiones montañosas de


Francia existía un reino llamado Reim, este prosperaba
sobre todos los demás reinos por lo que ayudaba a los
territorios vecinos con cualquier necesidad que ellos
tuvieran, les ofrecía vestimenta y alimento en invierto,
les proveían educación a los menos afortunados y sus
soldados ayudaban a resguardo de la paz en los
territorios cercanos.
Un día, el rey fue alertado por un reino vecino que una
amenaza enorme y peligrosa vendría a atacar a Reim, esta
amenaza eran dos bestias temidas llamadas Litteratum y
Esuriens que destruían todo a su paso; en respuesta a
este inminente ataque, el rey convocó una reunión entre
sus consejeros, necesitaban un grupo de valientes
guerreros que enfrentaran a las bestias – los consejeros
La Salle Cuernavaca
llamaron a los mejores soldados que disponía el reino
para ser seleccionados y formar parte de este inigualable
equipo.
Los seleccionados fueron solo cinco, los mejores sin duda
alguna, cada uno con una característica que los hacia
destacar: Fred, el arquero; Sergei, el espadachín;
Constantino, el paladín; Justine; la cazadora; y Freyja, la
líder - juntos formaron la Corte de los Lynx, un grupo de
personas que no solo defenderían al reino, también
simbolizarían el honor y los valores del mismo.

71
Las bestias con dos cuernos cada una llegaron y
empezaron a escalar las murallas que protegían al reino
para así destruir a su pueblo, con lo que no contaban
Litteratum y Esuriens es que la Corte de los Lynx ya los
estaba esperando para detenerlos; Freyja lideró a su
equipo, ella sería la distracción mientras Justine y Fred
atacaban con flechas a lo lejos, al mismo tiempo que
Sergei y Constantino lideraban un ataque frontal y
cercano a punta de espada y escudo.
La conclusión de la batalla es obvia, los cinco salieron
victoriosos sobre la amenaza que asechaba a Reim y las
tierras cercanas, así mismo que ayudaron a reparar la
poca destrucción que dejaron las dos bestias: debido a
sus acciones la Corte de los Lynx fue premiada frente a
todo el pueblo no solo por defenderlo y cuidarlo,
también por representar todo aquello que era su reino,
un lugar donde la fraternidad, el servicio, el compromiso,
La Salle Cuernavaca
la justicia, y la fe coexisten para ayudar a otros – los
cinco victoriosos representaban eso e inspiraban a otros
para unírseles.
La Corte de los Lynx eventualmente se disolvió, sus cinco
miembros envejecieron y murieron cómo leyendas - pero
no desanimen, lo que representaban cada uno de sus
miembros aún vive en cada Lasallista, en cada actuar los
Lasallistas representan la valentía y los valores que
enseñaron… en cada actuar los Lasallistas son la nueva
Corte de los Lynx, y lo seguirán siendo porque sus valores
serán la base de su legado en el mundo.

72
La carta
Sofía Quetzal Orozco Alba.

La carta que no me atreví a darte y ahora me arrepiento


tanto de no haber sido lo suficientemente valiente para
hacerlo, no tuve ni siquiera el valor para escribirla,
mucho menos para dártela, con decirte que me costó
hasta imaginarlo, lo sé, es un poco absurdo, pero tus
constantes cambios de actitud me hicieron dudar, dudar
si de verdad valía la pena darte un pedazo de mi corazón
en una carta, algunos días me querías, otros me evitabas,
pero gracias a mis sentimientos ahí seguí, y aquí sigo,
adorándote y amándote con cada pedazo de mi alma,
aunque eso implique mucho dolor y sufrimiento, la
verdad no sé qué significó lo que tuvimos para ti, o si al
menos sentiste algo como lo que yo siento por ti, yo
tengo fe en que sí, tus besos me lo decían, tus abrazos,
tus palabras lindas, pero por otro lado estaban tus
miradas frías, tus comentarios sobre las hermosas chicas
con las que te veías algunas veces, la forma como lo La Salle Morelia
contabas, me partía el corazón, pero no podía
demostrarlo, no frete a todas esa personas que nos
rodeaban y pensaban que simplemente nos queríamos
mucho, si supieran, al menos por mi parte hay todo un
mar de emociones fluyendo por ti y ahora que ya no estas
están más fuertes que nunca, pero ahora el dolor y la
tristeza predominan, me dolió tanto cuando supe que te
ibas, yo sé que es por tu bien y tengo fe en que te va a ir
mejor, tal vez conozcas a alguien que sea igual de
especial para ti como tú lo eres para mí, tal vez yo logre
superarte, tal vez no, pero voy a confiar en ti y en tus
palabras, las recuerdo tan bien, recuerdo como tomaste 73
mi rostro entre tus manos y me dijiste “ Algún día nos
volveremos a ver”, yo solo pude darte una sonrisa triste y
asentir, sabía que si hablaba me iba a desmoronar frente
a ti y eso era lo que menos quería, y no pude decirte
nada, eso fue lo último, el ultimo abrazo, el último beso y
las últimas palabras que me diste.

Me arrepiento tanto de no haber podido hacerte esa


carta, ahora tu estas muy lejos, comenzando una vida
nueva, tengo fe en que serás feliz y saldrás adelante, y yo
estoy aquí, en mi cuarto obscuro y triste escribiendo la
carta, la carta que ya es demasiado tarde para darte y
esperando, esperando con fe el día en que te vuelva a ver.

La Salle Morelia

74
La noche oscura. Creatividad y
Comunicación
Azul Jatziri Chávez Mora / Jhocelyn Bazán
Nieto

¿Te imaginas que en algún momento la sociedad tuviera


que elegir entre salvar a los más jóvenes o a la gente
mayor? ¿Dónde quedaría todo el conocimiento y las
reglas si te decidieras por los jóvenes? Pero… ¿dónde
quedaría el futuro si escogieras a los adultos?.
Para ti esta idea podría sonar absurda o incluso sin
sentido ya que esto no sucedería en el momento en el
que te encuentras; pero para mi esto fue una realidad.
Mi nombre es River Reeding y soy sobreviviente del
fenómeno llamado la noche oscura.
Todo ocurrió en el 2049, la comida empezaba a escasear;
el agua era un privilegio que solo los ricos podían darse y
el mundo estaba muriendo de a poco. Mi madre decía
que la única manera de escapar era con un lazo en el
cuello y una caida rápida… mi madre, con su mirada
La Salle Morelia
cansada y su casi inexistente cabello; ella fue la primera,
la encontramos sentada en su silla favorita con una
mirada perdida, sin vida. Le siguió mi hermana la cual se
desplomó sobre mis brazos una calurosa noche de
verano; siempre deseé haber sido yo, así no habría tenido
que presenciar como la mayoría de mis amigos y
conocidos se extinguían lenta y dolorosamente.
Semanas después por fin lo anunciaron, contrario a lo
que se pensaba sobre la falta de alimento y bebida lo que
estaba acabando con las vidas de todos era un gran
fenómeno al cual llamaron la noche oscura ya que era
como si una gran nube negra consumiera a las personas
75
de dentro hacia afuera, sin dejar rastro al amanecer.
Un poco después de cumplir mis 17 años en 2052 por fin
escuchamos buenas noticias, o eso creíamos; los
religiosos descubrieron la causa del fenómeno; era la
nada y el todo, reclamando lo que le pertenecía, la
humanidad. También encontraron la “cura” pero ésta
implicaría un gran costo, y creo que ya sabes de lo que te
estoy hablando… solo podríamos escoger una mitad de la
población para sobrevivir e intentar llevar al mundo por
un mejor camino, los jóvenes o los adultos.
Durante meses se debatió sobre quién debería quedarse
hasta que por fin y con un gran pesar se sometió a
votación por la ONU… sin los jóvenes, ¿cómo iba a renacer
el mundo?.
En ese momento todo se detuvo, la nada o el todo no dio
tiempo para sentimentalismos y se los llevó, todos los
adultos cayeron y nos dejaron solos; nos regalaron la
vida.
Los que quedamos nos hicimos cargo de todo, los más
La Salle Morelia
grandes cuidaron a los más pequeños y se convirtieron
en sus maestros; dividimos las tareas por grupos y
progresamos, nos comprometimos a crear un mundo
mejor en memoria a los que ya no estaban; en honor a
aquellos que tuvieron la fé suficiente como para dejar
todo en nuestras manos.
Actualmente tengo 47 años y la sociedad se encuentra
mucho mejor y más viva que nunca, después de arduos
intentos por fin creamos un sistema para obtener agua y
recursos para sobrevivir; no lo niego en el comienzo fue
difícil creer en nosotros mismos pero se los debíamos,
nos lo debíamos.
76
Cuernos
Víctor Alberto Hernández Hernández

Cuernos entusiasmado, por lo que el mundo le daría esa


cálida mañana, se alistaba para salir; ya preparado se
percata de un profundo silencio que inundaba su pueblo,
no había nadie, ni su madre ni los pajarillos cantando,
solo ese viejo hombre ciego. Corriendo se acerca a él para
saber que estaba pasando, el hombre, llamado Ojo-Roca,
ni se inmuta por la actitud de Cuernos, parecía que él
sabía todo y con una calma tremenda lo tranquiliza
mostrándole el pueblo que el ya conocía; Cuernos sin
afán de quitarle la inspiración al hombre lo escucha
atentamente durante el recorrido, tardaron horas hasta
llegar al punto donde iniciaron, ahí se despidieron y cada
uno entro a su hogar.
Ya en la noche Cuernos recuerda con nostalgia a su
madre, a sus maestros y hasta a quien no era de su La Salle Morelia
agrado por completo; él sabía que nada malo les había
pasado, pero tenía miedo de perderlos por siempre, por
lo que a la mañana siguiente despierta más vivo que
nunca, y le va preguntar al viejo Ojo-Roca si sabía algo de
la desaparición de todos en el pueblo; el viejo que ya
había despertado, trata de convencer a Cuernos de
ayudarlo a regar sus plantas, él se niega y le suplica
respuestas una y otra vez, hasta que a regañadientes el
hombre le da una solución para conocer la verdad.

77
El joven Cuernos tiene que emprender un viaje por el
desierto en dirección al Este; en la tarde, sin dudarlo sale
de su casa y le agradece al viejo, se despiden y ahí sus
caminos se separan. Durante varias horas el camino sin
parar, con ampollas en los pies se para a tomar agua y
piensa en abandonar la misión, pero del cansancio se
queda dormido y sueña con el viejo Ojo- Roca dándole
ánimos. Al día siguiente lo despiertan los pájaros
revoloteando y cojeando continua su viaje durante medio
día; Cuernos con mucha determinación y compromiso y a
pesar de todo su dolor físico no para hasta el amanecer
que cae y continúa arrastrándose únicamente motivado
por ver a lo lejos, bajo el sol naciente, a su madre que lo
esperaba con los brazos abiertos.

La Salle Morelia

78
Adelante.
Deniss Alejandra Pérez Lara

El cantar de los grillos empezaba a inundar el aire, y la


ciudad abandonada por Dios y por la gente se veía a sí
misma siendo engullida por la oscuridad.

En medio de aquella oscuridad, se encontraba un niño,


quizá perdido, cargando una mochila rasgada desde hacía
ya mucho tiempo, vieja, sucia, pero aun cumpliendo su
propósito. El niño, que no tenía un aspecto mucho mejor
al de su mochila, caminaba decidido, con paso apretado,
siguiendo hacia adelante.

Lo que aquel niño no se imaginaba, era que otro niño, de


apariencia un poco menor, le observaba desde la cima de
una casa en ruinas, unos cuantos metros por delante,
escondido en la oscuridad y camuflado con el polvo en el
que estaba cubierto.
La Salle Morelia

"¿A dónde iba?”, se preguntaba él, pensando que alguien


con un paso tan confiado debía tener un destino muy
claro, un lugar seguro a dónde ir.

Pues la verdad era que estaba escondido porque temía


ser encontrado. Sabía que lo seguían desde hace días,
acababa de escapar de su guardián, y no podía permitirse
volver ahí, no a un destino que le fue forzado.

Y entonces, viéndolo caminar con tanta confianza incluso


en medio de la noche, no pudo resistir su curiosidad y
79
saltó de donde estaba... Cayéndole encima al otro niño.
Cuando al fin logró quitársele de encima, se encontró, no
con el niño de mirada fiera y resuelta que esperaba, si no
con un niño que, si bien se veía enojado, más que nada
parecía asustado, de aquel que se encontraba enfrente de
él, y que ya había logrado derribarlo, incluso si solo fue
en la noche desprevenido. Y, entre temblores y balbuceos,
aquel niño logró hablar de manera sorprendentemente
fuerte:
—¿¡Q-quién eres!? — Gritó, dando un paso atrás y
preparándose para correr, contrariando su cara que rugía
"pelea".
—N-no te... No te quiero hacer daño, solo... Quiero saber
a dónde vas...— A pesar de que pensó haber dicho las
palabras correctas, el niño solo se puso más a la
defensiva —¡S-soy el elegido! —A esto, el niño cambió
completamente de cara, a una completamente asustada,
sus ojos se hincharon y dio un salto hacia atrás, pero eso
al otro niño no le importó y siguió hablando— O al menos
eso me han dicho... Escapé de ahí hace poco, ¡y entonces La Salle Morelia
te encontré!... —Otro cambio de cara, está vez a una más
bien... confundida—Quería saber si tú... Eh, si tienes lugar a
dónde pueda ir...
En este punto, ambos niños se miraron directamente a
los ojos, y solo con sus miradas, supieron que estaban en
exactamente la misma situación.
Porque, ninguno de ellos tenía a dónde ir, no tenían un
destino al que seguir, si no uno al que escapar, uno que
les fue obligado y que ninguno de los dos quería volver a
ver jamás.

80
Y así, tanto el elegido al bien como el elegido al mal,
ambos rehuyendo de su "destino", decidieron que, si el
mundo quería verlos pelear a muerte, entonces los vería
unirse en su contra, apoyándose el uno al otro para no
volver a caer en las garras de quienes los ponían en un
camino, sin dar opción a que ellos mismos eligieran a
dónde querían ir.

Viéndose el uno al otro y poniéndose como iguales,


ambos avanzaron, hacia ningún lugar en particular, hacia
ningún destino en particular, solo... hacia adelante.

La Salle Morelia

81
Un mar de esperanza
Madián Sinaí Hernández Sánchez

La fé y la esperanza es un barco que nada podrá derribar."


Hace mucho tiempo atrás, en la época dónde grandes
barcos cruzaban los mares existía un pequeño niño
trabajando en el muelle al lado de su madre. Este
pequeño veía con asombro y un brillo en su mirar la
pesada madera que era azotada por la fuerza de la marea
que tocaba las piedras al lado de estás magnas
estructuras oscilantes al agua salada.
Así que volteando con la misma expresión brillante se
dirigió a su figura ejemplar de fuerza, su madre,
expresando a ella su fascinación por el escenario frente a
ellos. La madre era una agricultora que trabajaba de
comerciante en el mercado vendiendo lo que ella misma
cultivaba con amor, había quedado viuda debido a las
plagas y enfermedades que habían impactado en aquel
entonces, así ahora mantenía con amor al único fruto del
La Salle Morelia
cariño que había dejado su adorado esposo, al pequeño
niño.
Pasaron los años y el pequeño infante gozaba de
vitalidad y fuerza que le había heredado su madre, y así
todo este tiempo se habría preparado para seguir el
anhelo de su corazón, parado en el mismo lugar donde el
aroma salado llena sus pulmones, miró el rostro
envejecido de su madre, su sol, su luz y la fuente de toda
su alegría, la sostuvo firmemente entre sus brazos, no
como despedida, sino como un hasta luego.

82
Miró a su hijo subir a la embarcación con su fruta
preferida, misma que ella se había encargado de sembrar,
cuidar y cosechar para este mismo momento; un regalo
para su amado hijo que al igual que a la fruta había
ayudado a crecer.
El barco fue introduciéndose en las corrientes del mar,
hasta desaparecer en el horizonte, la madre se
enorgulleció con una gran sonrisa y marchó a su hogar
con jubilo y pidiendo a Dios cuidar de todo lo que ella
había sembrado en el corazón del pequeño gran pirata. El
tiempo pasó así como la gente por el viejo puerto, la
madre se había convertido en maestra de otros pequeños
niños, enseñándoles con amor, contándoles historias
grandiosas y maravillosas esperando que dentro del mar
su hijo estuviera bien y viviera las grandes aventuras que
todas las noches imaginaba y le contaba cuando esté era
solo un crío recostado en su regazo.
Nunca perdió la esperanza y siempre buscó de Dios para
calmar su corazón en tiempos de incertidumbre, así que
La Salle Morelia
fué recompensada. Un día soleado llegó el barco más
magnífico que había tocado aquellas tierras, con velas del
tamaño de grandes llanuras y acabados preciosos en la
madera fina. Los pobladores se encantaron ante la gran
belleza del navío, la anciana madre se acercó, y entonces
vió el tesoro más grande y magnífico que sus ojos habían
presenciado, sin dudarlo ni un segundo fue a abrazarlo
con un corazón alegre y agradecido, su amado hijo había
regresado, ríos de lágrimas alegres empaban los rostros
de ambos, los resultados de su travesía invadían sus
labios ansiosos por las grandes aventuras que tenía por
contar y sus manos iban llenas de muchos tesoros por
83
compartir con todo el lugar, la madre sorprendida miró a
los pies de su hijo en los cuales sobresalía por detrás de
él, dos pequeños pies y unos ojos con el mismo brillo que
una vez vió crecer, reencontrando un mar de esperanza
en otro pequeño pirata.

La Salle Morelia

84
Mujer dorada
Sergio Castro

Para Kath.

Esta es la historia de una pintura que data de 1480, y que


hoy, está con nosotros; pero ya no es más una pintura;
hoy siente, baile, ama, odia, ríe, llora, goza, sufre,
envejece, come y defeca.
Su autor, nacido el 15 de abril de 1462, 10 años después
de su contemporáneo, Leonardo da Vinci; pero en las
tierras del mejor Whisky y las Gaitas, Escocia; de nombre,
Lomond Cast.
Lomond fue un artista fantasma, ya que algunas de sus
obras llegaron a museos, pero su forma no fue
reconocida, su arte no pasó desapercibida, pero no se le
atribuyó a él.
Murió en 1492, 12 años después de pintar su más grande La Salle Morelia
creación, Mo mhisneach, femme fatale, en Gaélico
Escocés; en español, Mi musa, mujer fatal. Un óleo, épico,
hermoso, profundo, vivo, al mero estilo del cinquecento
del renacimiento. De un vestido carmesí, alucinante; sus
manos con un gesto que denota elegancia y fortaleza;
dulzura, no lleva joyas en ellas, no necesitan ornamentos,
su finura termina hasta el filo de su uña. Su pose; su pose
denota tragedia y dramatismo, pero no sufre, es una
exageración de la belleza del sentir.

85
Subiendo por esos hogares a los que se le llaman brazos,
llegamos hasta sus hombros; los cuales transmiten
serenidad, recuerdan a las raíces de la Pachamama, son
de esos hombros donde quisieras solo posarte durante
un abrazo y quedarte ahí, un abrazo a la madre tierra. Su
cuello es esbelto, torneado, largo, sutilmente adornado
con un collar del color de sus cabellos, dorado. Su
cabello, olas formadas de finos hilos, brillantes como
solo el oro mismo, perfectamente comparable con un
océano de rayos de sol.
Su rostro; su rostro nos dice qué hay algo más. No es
descriptible en palabras, terso pero humano, por tanto,
no perfecto, me atrevería a decir que hiperrealista, pero a
la vez sacado de una escultura de una diosa griega, unos
labios como nubes, en juego con su vestido carmesí, con
una pequeña cicatriz de mi lado izquierdo, adornado con
unos ojos que te siguen, te ven el alma, te desnudan, te
La Salle Morelia
traen y te llevan, te envuelven y te transmiten esa
sensación de “hay algo más”. Qué no daríamos los
mortales por verla sonreír, pero es solo una pintura…
pero algunas cosas tienen alma, sobre todo en el arte,
pincelada tras pincelada Lomond dejo parte de su alma
en Mo mhisneach, femme fatale…

86
Tras su muerte, la pintura vivió, vivió de todo; estuvo en
casas, fue hurtada, llegó a bares, museos, exposiciones de
arte, cubierta en bodegas… Francia, España, Roma, el
Congo, su madre Escocia, Australia, Japón, India,
Afganistán…. cruzó en bote el charco que divide los
continentes y llegó a Brasil, donde tomo ruta al norte
conociendo la cultura latinoamericana. Llegó hasta
Canadá y cruzó a Europa de nuevo por Irlanda por los
medios 70’s, habiendo estado recorriendo el mundo
durante casi medio milenio. Escucho referencias
culturales de todo el mundo y todas las épocas, naciendo
en la luz, escuchando avances de la medicina, de la
ciencia, matemáticas, de la comida, de las danzas.
También; y por desgracia, las conquistas, el cómo el
humano fue capaz de tratar a otros humanos por
“supremacía” y cómo seguimos disfrazando esa idea
hasta hoy día, cómo las verdades absolutas cambiaban
año con año.
Pero la vida la enamoro al escuchar cómo el lenguaje La Salle Morelia

evolucionó, significó al humano y su desarrollo. La belleza


de toda la música; escuchó el primer piano en los 1700;
Bartolomeo Cristofori, su creador, inicialmente tocaba muy
feo, pero fue hermoso. Estuvo presente en la primera vez
que se tocaron grandes clásicos como Para Elisa, escrita en
1810 y Mujer dorada; como la conocieron coloquialmente,
no podía explicar lo que sintió y trataba de decir que ahí
estaba, que la tocara alguien por favor, más no fue hasta
40 años después cuando se encontró entre los manuscritos
de una alumna, pretendiente del virtuoso músico, Ludwig
van Beethoven que el mundo se pudo deleitar con la pieza.
87
De igual manera, en 1890 con Claro de Luna, de Claude
Debussy; le rompió el alma que ya estaba ahí; quiso
arrancarse a ella misma de ese óleo que la detenía cada
que escuchaba el crescendo de la pieza.

Se enamoró de las parejas que la visitaban en los


diferentes museos donde estuvo, era su confidente de
pasiones. Más de una vez le confesaron su amor, al igual
que crímenes y sus deseos de vida. La gente cuando la
observaba, salía radiante y con ganas de ayudar al
prójimo, con un aire de filantropía que buscaba lo mejor
para sus prójimos, ya que, a ella, no sabían cómo
ayudarle a liberarla de esa presión de madera de pino,
restaurada y rebarnizada en innumerables ocasiones.
Vivió pedidas de matrimonio, bebés que la visitaban y
luego crecían y llevaban a sus bebés. Confidente de
media humanidad, amante soñada de la otra mitad.

Un buen día, de mediados de los 70’s, como ya dijimos,


La Salle Morelia
mientras estaba en un museo de Francia. Más
específicamente; el museo del l’ Orangerie. Justo después
de que James Cameron tuviera un momento de eureka al
verla y supiera cómo tenía que ser su musa para titanic
en 1994, la Mujer dorada puso un alto, había vivido en
contemplación durante 500 años y perdón Aristóteles,
ella quería sentir. Le tomo una semana soltar su primer
suspiro, sintió calor, cosa que solo cuando viajaba a mar
abierto. Entre suspiros, muchos suspiros; 8 meses para
ser exactos, como si fuera hielo, derritió su óleo y
comenzó a tener movilidad, comenzó a sentir, eran las
3:33 a.m., cayó súbitamente del marco, en ese momento
88
aprendió en que la vida iba a tener dolor, como le dijo
Buda cuando la vio. Pero es su dolor, su sensación. De
ella y de nadie más. Ella sabía más que nadie, Cleopatra
se le quedaba corta. Pero todo era teoría… era su
momento. Corrió como vio que la gente corría y
regañaban en los museos, corrió como esa gente que fue
libre después de abolirse la esclavitud, corrió como
Kathrine Switzer, primera mujer maratonista, en Boston,
1967. Fue libre, por fin, bastó con suspiros y perseverancia
para serlo.
Hoy día le perdí la pista. La conocí en un pueblo mágico
en México, Tlalpujahua, en una pequeña cantina en la
que, como muchos otros, me le acerqué a invitarle una
cerveza, pero ella me la invitó a mi junto con la mejor
historia que me han contado jamás, me dijo que sí existió
Santa Claus y que ya no hacen la cerveza como antes,
seguía presumiendo su labial carmesí y su rostro, estaba
viviendo ese algo más. Después de que me invitara unas
cervezas y me volara la mente, nos despedimos. Se fue en
La Salle Morelia
su moto a encontrase con el amanecer, con sus cabellos
de oro, mimetizándose con los rayos de sol.

89
Esa única vez en la vida

Si de algo había aprendido Somchai era que ser un


monstruo en el sentido de la palabra no era tan malo
como todos a su alrededor se lo hacían ver, lo juzgaban
por su apariencia criticaban su comportamiento tosco y
hostil pero él lo único que tenia de monstruo era la
apariencia por que en su corazón tan dentro de su alma
el amaba a todo aquel ser vivo, le fascinaba la idea de
poder ayudar a otros, pero al solo instante de acercarse a
alguien del bosque todos huían de él despavoridos,
algunos le lazaban cosas, pero el tenia a ese ser especial
que no lo juzgaba y lo quería tal y como era, tenía la
hermosa amistad de Kitty y eso era lo único que
necesitaba.
En una fresca mañana.

Un día desolado Somchai le rogo al pozo de los deseos


que cambiara su apariencia, pues a él le había contado su
La Salle Morelia
amiga Kitty que ese pozo le cumplía el deseo a alguien
que de verdad necesitara tanto lo más anhelado, así que
allí se encontraba de rodillas suplicando en el pozo sus
ojos le ardían de tantas lagrimas contenidas, duro allí
hincado días y días todos los demás animales del bosque
lo observaban con burla desde lo lejos, por ser tan iluso
y creerse una historia vieja que justamente le había
contado Kitty la coneja más chismosa y maliciosa del
bosque todos allí sabían que ella solo usaba a Somchai a
su conveniencia el al ser tan inocente nunca se dio
cuenta de como era la coneja a sus espaldas siempre le
traía todo lo que necesitaba Kitty.
90
-En algún lugar del bosque…
Kitty se encontraba disfrutando de unas deliciosas
zanahorias que su mejor amigo le había traído temprano
una mañana antes de irse al pozo pues él estaba
agradecido por lo que le había contado Kitty y se las trajo
en modo de regalo, Kitty se sobaba la panza mientas
sonreía todavía no se podía creer como Somchai había
sido tan tonto como para creerle semejante historia, a
cada rato se agarraba a carcajadas mientras pataleaba en
el suelo.
- Más tarde ese día…
Cuando se hizo la noche de pronto sintió mucho frio en
su madriguera, era como si el invierno hubiera llegado de
repente. Confundida Kitty salió de su cómodo hogar y
observo que el bosque se encontraba oscuro y demasiado
helado además de eso no se escuchaba ningún ruido
alrededor pareciera que todos se hubieran ido y solo
quedara ella, asustada corrió al pozo donde de seguro
aun debería de estar Somchai, al acercarse se dio cuenta La Salle Morelia
de que algo andaba mal pues todo estaba callado y su
amigo estaba parado de espaldas a ella parecía una
estatua ni se movía, ella tomo el valor de tocarlo
levemente pero el seguía sin dar ningún indicio de estar
allí presente, tragando fuertemente saliva decidió subir al
pozo para observar su rostro de más cerca al hacerlo se
asusto tanto que casi caía dentro del pozo, pues Somchai
tenía oscuros sus ojos tan negros que podía observar su
reflejo en ellos y no tenían ningún brillo Kitty no sabia
que pasaba y sentía que se le iba el aire así que intento
hablarle quizás reaccionaria un poco:

91
-Somchai amigo mío que es lo que te pasa no juegues así,
no es nada gracioso- nerviosa intento hablarle fuerte
pues sentía que no la alcanzaría a escuchar el no era tan
grande pero aun así ella era muy pequeña para él. Se dio
cuenta de que hubo un pequeño movimiento luego de la
nada Somchai se volteo y le dio la espalda empezó a
caminar hacia el risco ella alarmada se apresuró a
seguirlo intentando jalar la mano de su amigo para evitar
que siguiera caminando, cuando llego a la punta Somchai
se sentó y dejo sus pies balanceando en la orilla, Kitty
seguía alarmada por si hacia algún movimiento podría
caerse, entonces toco el hombro de Somchai ya que el al
sentarse ella le llegaba más cerca, se sobresaltó al por fin
escuchar la voz de su amigo:
- ¿Sabes algo Kitty?, ese pozo si era mágico solo que lo
que hacia ese pozo era revelar, revelar algo que
necesitaba escuchar el corazón pero que no lo sabía-
Somchai continuaba con la mirada perdida en la hermosa
luna testigo de su desdicha. La Salle Morelia
- ¿Qué fue lo que te revelo? - pregunto Kitty con temor
mientras apretaba sus manos.
Somchai suspiro pesadamente mientras se tocaba el
corazón el cual lo sentía pesado. – El pozo me mostro tu
hermoso rostro, cuando la primera vez que nos conocimos,
me mostro esa vez cuando tu pata quedo atorada en un
hueco y yo te salve, pero también me mostro esas veces que
yo hacia algo por ti y tu hablabas mal de mi cuando yo no
estaba, me mostro como destruiste mi lugar favorito para
dormir solo por que estabas fastidiada de que viviera cerca
de ti, me mostro como me apuñalabas por la espalda una y
otra vez, 92
y al final me mostro el día que me hablaste del pozo y tú te
reías de mi con los demás del bosque -. Somchai volteo a
ver a la que creía su mejor amiga y le susurro llorando:
-Me mostro que a pesar de que yo te amara
incondicionalmente, que aunque siempre fuera bueno y
leal contigo, que aunque yo te diera el mejor trato, tu
seguirías lastimándome, y lo peor de todo es que tu
sabias lo roto que estaba, tu sabias que eras lo único que
me quedaba, tu sabias que para mí eras esa única vez en
la vida, y me duele saber que todo fue falso.

Kitty no se dio cuenta en que momento comenzó a llorar


pues con cada rota palabra de Somchai sentía que algo le
atravesaba el pecho, ella no se creía que el monstruo
frente a ella fuera el, yo no había nada de ese hermoso
brillo y sus ojos ya no eran azules como el cielo, su pelaje
el que una vez fue de un suave verde ahora era oscuro
filoso.
-Lo peor de todo es que aun así soy incapaz de odiarte, La Salle Morelia
no puedo, te amo tanto que duele, lo único que puedo
hacer es alejarme antes de que me consuma más tu
maldad, Kitty yo creo en ti sé que un día si lo intentas
puedes ser mejor de lo que eres ahora, pero no estaré a
tu lado para verlo por que si me quedo vas a acabar
conmigo y no puedo permitirlo, es hora de amarme a mi
mismo, solo te pido una cosa.

- ¿Qué cosa Somchai? - dijo ella casi con la voz cortada.

93
-Al ayudar a todos los de tu alrededor hazlo por que sea
algo que de verdad sientas en tu ser, no porque esperes
ser recompensada ni por que te haga sentir bien contigo
misma, ayudar debe nacerte desde lo más dentro de ti y
aquí la única recompensa es que ese corazón negro se
convierta en un bondadoso corazón rojo tan fuerte y
puro, así que no dejes que tu oscuridad te consuma Kitty
tengo fe en ti, hasta pronto, Te amo-.

Ese día Kitty entendió que había perdido a su único en la


vida, se dio cuenta de que debió haberlo valorado, ser
reciproca con él, pero cumpliría su palabra y esperaba
algún día cuando dejara su maldad atrás volver a ver a
Somchai…

La Salle Morelia

94
Fratrernos
América Martínez López

Ring… ring…
El sonido del teléfono fijo suena desde hace
aproximadamente 10 minutos. Sobre una mesa de
mármol de tonos anaranjados, junto a una pequeña
lámpara algo vieja y empolvada.
Junto a la mesa yace un sofá carmín de superficie
aterciopelada, debajo del cual se esconde el gato
Tarantino. Un gato gordo y viejo de pelo amarillo y
manchas marrones que en otra vida fue, seguramente,
una cebra café con rayas doradas.
Frente al sofá, ligeramente hacia la derecha, el gran
ventanal que brinda de claridad natural a todo el piso, se
abre de golpe, dejando entrar a su merced una bocanada
de aire frío que pone a bailar a las cortinas blancas, de
seda, casi hasta hacerlas tocar el otro extremo de la
pieza.
La Salle Morelia
Nadie se inmuta.
Contiguo al sofá, tumbado en el suelo, con la mirada fija
en varios puntos del añejo, húmedo y gastado techo de la
habitación, Ignacio busca indulgencia.
Como si de un acertijo se tratara, como el crucigrama
que siempre empieza y deja a la mitad, como la receta
incompleta en el cuaderno que le robó a su madre días
antes de no volver a pisar la casa de su infancia nunca
más y que hoy solo le deja el recuerdo de todas aquellas
cosas que dejó sin resolver.

95
Irma está de pie, descansando su cuerpo sutilmente
sobre el marco de la puerta de la cocina. Con los brazos
cruzados, su mente hecha un lío y la mandíbula apretada.
Sus ojos siguen el ritmo en que el pecho de su hermano
asciende y desciende agitadamente por su respiración.

-Me he paso día con día aquí tumbado, esperando


escuchar el sonido de sus llaves abrir la puerta… - la voz
quebrada de Ignacio resuena por sobre el ruido tenue
que provoca el viento en el borde oxidado de la ventana.

Irma mantiene su falsa imagen de solidez al tiempo que


procura construir un comentario asertivo y convincente
para respuesta de su hermano… pero le es imposible. Lo
ha visto todo.
Se incorpora aún junto a la puerta, respira
profundamente y abre su boca a la espera de que algo
bueno sea capaz de terminar con la desesperante
irritabilidad que le provoca el silencio violento de la frase La Salle Morelia
no terminada de Ignacio.

Pero nada fluye.

Nada logra ser más grande que el oscuro y vacío hueco


que sintió en el pecho a los minutos después de que su
hermano le abriera la puerta del departamento; con la
esperanza brotándole de los ojos y manchas de angustia
sobre las ojeras. Cuando tuvo que tomarlo fuerte de las
manos y declararle con firmeza: “Es ella, la de las fotos. La
que no creíamos. La que encontraron al borde de la
avenida…”. 96
Continuo a la desmesurada declaración, Irma no lo
detuvo, e hizo bien.

El departamento quedó irreconocible. La pieza reflejaba


exactamente cómo se encontraba su interior. Todos los
sinónimos de tormento.

Se acercó sigilosa al cuerpo de su hermano que aún


tendía sobre el suelo. Inclinándose, le tomó la mano y la
presionó con fuerza sobre su pecho. Su semblante ya no
reflejaba más que martirio, y de sus ojos aún goteaban
aflicción y desconsuelo. Estaba impávido.
Al tiempo, el gato Tarantino salió de su escondite y se
frotó afectuoso sobre el costado izquierdo de su amo.
Acto que produjo, instintivamente, una reacción fugaz
que lo hizo levantarse, observar su rededor destrozado y
melancólico y buscar confundido y desconcertado la
La Salle Morelia
mirada agitada de su hermana.

-No estoy listo para esto. – Solloza.

Aturdidos por la burbuja que han creado en torno a ellos,


Irma logra escuchar de nuevo el sonido del teléfono, pero
no piensa contestar. Sabe que es la policía y sabe
perfectamente que nunca se está lo suficientemente
preparado para enfrentarse con la negligencia e ineptitud
de un grupo de personas orilladas a llevar a cabo el
trabajo sucio.

97
Ella lo toma entre sus delgados brazos y lo funde en un
abrazo de ferviente benevolencia; de todo aquello que su
campo lingüístico no pudo concretar; de lo que no puede
decirse porque no existen palabras lo suficientemente
empáticas, lo suficientemente clementes para
expresarse. “Aquí estoy” piensa y sabe que basta, porque
su hermano la presiona fuerte de vuelta, como si de eso
dependiese la poca fortaleza que le queda, la ligera
esperanza que pende del llanto que aún no llora; que
aguarda su pena; que comparte.

La Salle Morelia

98
Detrás de la Estrella Fugaz
Astrid Sanmiguel

Se dice desde hace tiempo atrás, que lo mejor que


puedes hacer es dar la espalda a los demás y seguir
caminando. Nadie velará por ti, ni mostrará ápice de
compasión al ver tu condición, entonces, ¿por qué
debería proporcionar ayuda? No vale la pena doblegarse
ante un mundo cruel y vil. ¿Para qué molestarse? Todos
tenemos una misión aquí, tal cual certera, morir. Todos
esos pensamientos invadían mi cabeza en una maraña de
oscuridad y desesperación. Me duele el seguir aquí, cada
paso que doy equivale a un pedazo perdido de mi alma,
me encuentro sola y siento cómo me embarga la
desolación. Decido hacer lo único que puede amainar la
tormenta en mi interior, recostarme en el frío pasto
primaveral y disponerme a contemplar la apacible noche
que me rodea. Los grillos en su melodiosa orquesta me La Salle Saltillo
brindan paz y las estrellas me acogen como si fuera una
de ellas. Me hacen recuperar la esperanza, aquella que
me fue arrebatada por la hostilidad de la humanidad. Sin
embargo, de un momento a otro, logro escuchar un leve
llanto, lastimero y desgarrador, pero a un volumen muy
bajo. Sin darme cuenta camino en dirección hacia aquel
debilitado sonido. Rodeada de curiosidad me encamino,
hasta estar a algunos centímetros de aquel lamento. Bajo
la tenue luz de luna pude vislumbrar una pequeña niña
de unos ocho años, quien se encontraba abrazando un
bulto en el suelo.
99
No pude evitar acercarme. Ella al notar mi presencia
permaneció en silencio, pero aún podía sentir el
ambiente lleno de tristeza y dolor. Al acercarme un poco
más noté que aquel bulto era una persona, pero no
respiraba. Un nudo se formó en mi garganta al darme
cuenta de que se trataba de una mujer mayor, me
imaginé que era la madre o abuela de la niña. Sin proferir
palabra me acerqué un poco más a la pequeña que
mostraba un rostro abatido, sin pensarlo mucho la
abracé y ella soltó su alma en mí y comenzó a llorar sin
consuelo. Ahí lo comprendí, ella estaba sola. Entre jadeos
y lágrimas murmuró.

- ¿Puedes ayudarme? Ella es mi madre, ya no se mueve, y


no tengo a nadie más- Mi corazón dio un vuelco y me
congelé. ¿Qué no era yo la misma persona que hace La Salle Saltillo
algunos instantes estaba pensando en lo ingrata que
es la gente? ¿y ahora qué? ¿ayudaré sin más? No tenía
fe en el mundo, pero por algún motivo, aquella niña
me hacía tenerla. La tomé del brazo y la alejé un poco
de su madre. -Recuéstate un poco y mira las estrellas-
Dije en un tono afable. Ella se recostó a lado mío y
lloraba aún en silencio.

100
- ¡Mira! ¿la vez? ¡una estrella fugaz! - exclamó con
sorpresa. Para mi infortunio sólo pude ver como
aquella estrella se desvanecía. Ella miraba el cielo con
admiración. – A mi madre le gustaban mucho, me
decía que son un símbolo de fe, pero no entendía muy
bien por qué- Dijo ella en voz baja. “Pero yo sí” pensé.
Acto seguido, mis ojos se llenaron de lágrimas y con
voz temblorosa exclamé. -No tienes de que
preocuparte, sé que estaremos bien, estamos juntas en
esto- Entre aquél frío pasto, tomé su mano, con la
certeza que seguiríamos la estrella fugaz.

La Salle Saltillo

101
Los cinco
Lean Wong

Si me preguntan por que estamos aquí, permítanme


contarles la historia desde nuestro inicio, érase un nuevo
y pequeño mundo esperando a ser poblado.

La primera en habitar fue Justicia, un poco testaruda en


cuánto a sus opiniones y se mete en muchos conflictos,
pero es fiel a sus ideales, todos deberíamos aprender de
ella, como fue la primera en llegar, inspiraba un aire de
confianza y respeto, si no estábamos seguros de algo,
acudíamos a ella para la toma de decisiones, pero al ser
la primera también fue algo difícil empezar una amistad,
cuando llegó Compromiso fue más fácil, él fue uno de los
primeros amigos de Justicia, facilitaba su carga, ahora
también teníamos en que apoyarnos, si la Justicia nos
ayudaba, Compromiso hizo que fuera más fácil para La Salle Oaxaca
nosotros, nos ayudaba a mantener, también nos
recordaba constantemente lo importante que era nuestro
papel y la importancia de la constancia, sacaba lo mejor
de nosotros, y trataba de animarnos a impulsar nuestras
capacidades y auto exigirnos.
Tiempo más tarde llegó Fraternidad, él hizo de nosotros
una familia, nos ayudó a formar lazos, nos enseñó a ser
hermanos, a cuidar e interesarnos por el otro,
Fraternidad hizo que nuestra amistad y convivencia fuera
genuina, ahora no sólo trabajamos juntos por deber o por
que no teníamos elección, verdaderamente
disfrutábamos de colaborar entre nosotros. 102
Con la llegada de Fraternidad se nos unió Servicio, se
lleva con todos pero debo admitir que es uno de los
mejores amigos de fraternidad, busca lo mejor para cada
uno de nosotros, es muy generoso, también es muy
bueno consolando, Servicio hizo que fuéramos más
empáticos y nos enseñó que no todo nos afecta de la
misma manera, por eso cuando podamos, debemos
intentar ayudar en algo al otro, debo decir que también
nos quitó lo poco egoísta que podíamos llegar a ser, una
vez intercambiamos roles y fue una experiencia divertida
pero también nos ayudó a reflexionar, Servicio aportó en
cada uno de nosotros la iniciativa del cambio, y no
esperar a que actúen otros primero, nos mostró a hacer
las cosas desde la abundancia, no por esperar algo a
cambio, sino por que nos nace, hacer las cosas desde el
amor y no por amor.

La Salle Oaxaca
Pasó mucho tiempo sin que llegara otro integrante, hubo
un punto dónde pensaron que no se uniría alguien más,
todo funcionaba bien, la convivencia era buena y
pareciera todo en orden, no fue hasta que con el tiempo
se sentía la falta de algo, empezó a existir incertidumbre,
Justicia temía que sin ella los demás no pudieran ejercer
elecciones, Compromiso no podía convencerlos
totalmente de la llegada del fruto de sus esfuerzos,
Fraternidad se sentía triste por no poder hacer más por
sus hermanos y a Servicio le preocupaba que no
hubieran más personas con el deseo de ayudar a los
demás genuinamente.
103
Con la llegada de Fraternidad se nos unió Servicio, se
lleva con todos pero debo admitir que es uno de los
mejores amigos de fraternidad, busca lo mejor para cada
uno de nosotros, es muy generoso, también es muy
bueno consolando, Servicio hizo que fuéramos más
empáticos y nos enseñó que no todo nos afecta de la
misma manera, por eso cuando podamos, debemos
intentar ayudar en algo al otro, debo decir que también
nos quitó lo poco egoísta que podíamos llegar a ser, una
vez intercambiamos roles y fue una experiencia divertida
pero también nos ayudó a reflexionar, Servicio aportó en
cada uno de nosotros la iniciativa del cambio, y no
esperar a que actúen otros primero, nos mostró a hacer
las cosas desde la abundancia, no por esperar algo a
cambio, sino por que nos nace, hacer las cosas desde el
amor y no por amor.

La Salle Oaxaca
Pasó mucho tiempo sin que llegara otro integrante, hubo
un punto dónde pensaron que no se uniría alguien más,
todo funcionaba bien, la convivencia era buena y
pareciera todo en orden, no fue hasta que con el tiempo
se sentía la falta de algo, empezó a existir incertidumbre,
Justicia temía que sin ella los demás no pudieran ejercer
elecciones, Compromiso no podía convencerlos
totalmente de la llegada del fruto de sus esfuerzos,
Fraternidad se sentía triste por no poder hacer más por
sus hermanos y a Servicio le preocupaba que no
hubieran más personas con el deseo de ayudar a los
demás genuinamente.
104
Un día llegué, después de un largo camino por recorrer
buscando un lugar a donde pertenecer, honestamente no
había encontrando mi valor en algún otro lugar, dudaba
de mi existencia por lo que pensé que solo estaría de
paso, pero me acogieron como nunca antes, mi sola
existencia les brindaba bienestar, no me había percatado
de ese efecto en los demás, los primeros días que estuve
con ellos me encaminé a una búsqueda de respuestas,
quería saber que hizo que recibieran con tanto gozo a la
Fe.
Compromiso se apegó mucho a mí, venía con dudas y
charlábamos al respecto, me contaba sobre sus
preocupaciones, tenía miedo de la certeza del esfuerzo
en un futuro, y lo ayudaba en eso, tener convicción en lo
que no se ve, y la confianza en que lo que pase es lo
mejor, aunque tal vez no lo querido, y que eso nos da
seguridad.
La Salle Oaxaca
Fraternidad ayudó a compartir ideales, a creer en la
familia que somos y hacer de nuestras voluntades, una
sola, y disfrutar de cada uno de nuestros momentos de
gracia, ser más conscientes y presentes.
Con servicio construimos confianza para sentar las bases
de nuestros propósitos, diferenciar lo que se anhela de lo
que se emana, y la lealtad en cada uno de nosotros como
individuos.

105
Finalmente con Justicia que fue la primera en llegar,
hablamos sobre la necesidad de poseer evidencias para
“juzgar” tal vez diferimos en algunos aspectos pero
llegamos al mismo punto, que es la esperanza, hay cosas
que demuestran aunque no se vean y esas cosas
permiten relacionarlos, lo invisible, lo intangible, como lo
es el amor, la solidaridad, el interés, preocupación, y la
felicidad, al final de esta aventura me encuentro en paz,
no necesito necesariamente aportar en cosas materiales,
a veces basta con la existencia y que crean en ti, así que
si algún día encuentran la Fe vagando por su mundo,
denle una oportunidad, puede ser que necesite más de
ustedes.

Y así comenzó nuestra existencia, con 5 extraños por


llegar.

La Salle Oaxaca

106
Él y Yo

Hoy no veo nada, el día de hoy no siento nada, es como si


algo extraño fuera a pasar, miró fijamente la silueta que
esta frente al espejo, es tan similar a mi persona, estiro el
brazo izquierdo y él estira el brazo derecho. De pronto
escucho a lo lejos es momento de irte a la escuela. El día
pintaba normal como siempre, caminaba solo por los
pasillos de la escuela, miraba fijamente a las personas
que pasaban a mi lado, pero pareciera que ellas no me
miraban a mí, cundo de pronto percate que alguien
estaba de tras de mí, ¿Cómo te llamas? le pregunte shuff
respondió con al menos con un ruido horrible, y a pesar
de que ni uno de los dos habláramos, nos entendimos a
la perfección. Paso el tiempo, un día lo miraba fijamente
y él me miraba también con sus verdes hojas, de pronto
por el pasillo paso el conserje y sin decir más encendió la
sierra eléctrica.
Comenzó a gritar y pedir socorro como un niño, mi La Salle Oaxaca

mente ya había visto esto, no sabía qué hacer, corrí hacia


el conserje le jalé la espalda y lo sacudí bruscamente.

Alguien me decía, recuerda, mirada fija, no parpadees,


tono de voz, vamos, dile, dile, yo estaré contigo ¿Por qué
haces esto? Le pregunte, no sabes lo que estás haciendo,
me estas condenado a la soledad, sabias que si continuas
ardemos y no sabremos como regresar, de repente
escuche ¡que pasa aquí!, ¿estás bien? no llores, te ves tan
patético llorando por un árbol. Perdí la conciencia por un
momento, pero trague saliva y así me calme lentamente,
mi mente se congelo, fue tan corto el tiempo, pero él ya 107
era mi amigo, una persona que me escuchaba, y no me
dejaba solo, una persona que sin importar que sentía
él estaba ahí.
El conserje siguió cortándolo y las semillas de el
cayeron a mis pies las tomé y escuche, no puedes
permitir esto, mire fijamente a mi amigo, él me decía
ven, estaremos bien, no pasara nada, corrí
rápidamente hacia donde estaba la Sierra encendida, y
de pronto fue tan lento el tiempo y no sentí nada, las
gotas de sangre cayeron a sus pies, pero preferí una
muerte con mi amigo, con la única persona que había
querido, preferí eso a vivir una vida en soledad.

Fin

La Salle Oaxaca

108
Gallinitas fuera del corral
Crystal Reyes Ortega Carrera

En las mañanas en el campo, las gallinas muy


temprano salen a pasear, aprovechan el día para
buscar. Ahí viene Marcelina, la gallina más viva del
corral, a todas siempre coordina, como buen colegial.
Siempre ofreciendo sus servicios para todos ayudar,
pero algo extraño hoy ha pasado, ninguna de sus
compañeras aparece, Marcelina ha comenzado a
preocupar, ¿será el lobo?¿acaso que se las habrá
llevado? Pues es tan ruin y desleal.

A lo lejos se escucha el cacaraqueo de todas las gallinitas,


en efecto son las desaparecidas, encerradas bajo el
monte, como un costal lleno de elotes. El lobo es el POSGRADO
culpable y el ladrón, se encuentra hambriento porque sus La Salle Oaxaca
tripas van rugiendo, pero está feliz porque sabe que se va
a dar un festín.

Las gallinitas asustadas y temerosas solo tienen fe a que


llegue Marcelina, para pedir ayuda las muy pillas y poder
PRIMER LUGAR
escapar del lobo, que ya les ha echado el diente y el ojo.
Corre Marcelina, sino tus amigas se quedan solitas, y si
note apresuras, no sabes lo que el lobo les exija, corre
Marcelina, tú siempre has sido tan justa, sí, el lobo tiene
hambre, pero no es excusa.

109
Marcelina la gallinita valiente ha tomado ventaja, ha
pasado por el río hondo, donde el camino es más
corto, lleva entre sus plumas, un par de ataduras y en el
pico tiene un par de membrillo.
Marcelina escucha muy atenta el cacaraqueo de sus
amigas y sabe que no es momento de darse por
vencida, corre Marcelina, se dice entusiasta, pues las
patas de tanto correr ya no le alcanzan.

El lobo está distraído, pues ha puesto el caldo para hacer


su cometido, es tanta su hambre que no se percata que
Marcelina ha llegado a su casa. Sigilosa la valiente
Marcelina, ha puesto una trampa en la esquina, nudo ahí
y nudo allá, no hay forma que el lobo se vaya a salvar. El
lobo cae en la trampa, se queda amarrado en su propia
cama, sujeto por las cuerdas que llevó Marcelina; ahora la
valiente gallina, le pone al lobo el membrillo que traía en POSGRADO
el pico. El lobo se retuerce, estornuda y se hincha, pues La Salle Oaxaca

este lobo hambriento es alérgico. Las gallinitas festejan la


valentía de Marcelina, pues ella las ha ayudado, pero
saben las consecuencias de no hacerle caso, todo el susto
que se han llevado.
PRIMER LUGAR

110
Marcelina la gallina, conversa con todas y llegan a una
bonita solución, pues es injusto dejar así al lobo panzón,
si bien robarlas estuvo mal, pero dejarlo sufriendo es
mucho más. Entre todas como buenas amigas, hallan la
solución, es mejor si el lobo se vuelve su protector, todas
ellas le enseñarían una nueva dieta, de lombrices,
vegetales y hojas suculentas. El lobo que escuchaba solo
quiere desatarse e irse porque nunca volvería; los lobos
no son vegetarianos, ellos necesitan comerse sus
caldos.
Este lobo hambriento logra desatarse y corre tan
rápido que ni el viento puede pararlo. Mientras las
gallinas discutían, ni cuenta se dieron que el lobo ahí ya
no estaría; hasta que la gallinita más pequeña se dio
cuenta, que fue avisarle a Marcelina la gallina más
despierta. Todas las gallinas empezaron a reír, de la
POSGRADO
aventura que acababan de vivir. Dieron gracias a
La Salle Oaxaca
Marcelina por su compromiso y por su valentía, pero ella
les recordó a todas que ellas son familia, que siempre la
unión hace la fuerza, porque es lo que siempre
permanece y las mantiene.

PRIMER LUGAR
Todas regresaron al corral más felices, agradecidas y en
paz.

111
No sé cuántas sombras se han perdido en
mis ojos.
Eric Daniel Morales Miguel

Cuando por fin salió a la luz, sus ojos seguían dormidos,


no le respondían. Sus parpados parecían de plomo, le
dolían. No sabía que estación del año era, pero tenía la
certeza de que era martes.

Mientras empezaba poco a poco a percibir la


luminosidad de su entorno, el viento acarició su rosto,
sintió la agitación de su cabello en sus hombros y le
pareció maravilloso el hecho de verse acompañada por su
sombra, jugó con ella un rato. Sonrió.

Un zarpazo de aire rompió una rama del escuálido árbol


que se encontraba a su derecha. Dos recuerdos COLABORADOR
hermosos, pensó: mi sombra y el crujir de la rama. La Salle Oaxaca

Siguió con la vista un pequeño remolino que brincaba a


los lejos. Polvo y aire. Aire, polvo y nuevas posibilidades.

PRIMER LUGAR

112
Viaja y siembra.
Aurelio Ninandii Antonio Cruz

Una señorita viajaba sin rumbo y preguntaba direcciones.


¿Señorita a dónde va?
No lo sé –respondía.
Y viajando de una coordenada a otra. Conoció muchas
lenguas, diferentes miradas y se cobijó con todo tipo de
abrazos.
Un día se detuvo y el tiempo la alcanzó en un suspiro.
No sabía donde guardar lo acumulado, aunque su
equipaje era pequeño.
Entonces una mañana antes de salir el sol comenzó a
sembrar.
Sembró ánimo, sonrisas, abrazos, sorpresas, sollozos,
palmaditas, también besos y felicitaciones.
Sembró, sembró y sembró.
Y habló con sus antepasados, con sus raíces, porque la La Salle Oaxaca
tierra tiene un lenguaje propio, que se desenreda con
paciencia y respeto.
Cuando viajes -Porque tienes que viajar -No olvides
sembrar lo que has vivido.

113
El día que nací
Hannia Mendoza Hernández

El día que nací, el guerrillero Jonas Savimbi murió en una


emboscada militar. En una fecha parecida, pero en un
año distinto y muy alejado al de mi natalicio, nacieron
Fréderic Chopin, George Washington y Luis Buñuel. Así
pues, ya había un mundo entero construido mucho antes
de que mi presencia física conociera la luz. Aquella
mañana desperté inusitadamente, antes de que el sol
terminara con su performance de entrada. Revisé por
inercia las redes sociales y me encontré con una noticia
fatídica que dictaminaba una catástrofe política al otro
lado del mundo, el rumor de una guerra, un doloroso
grito y aunque en realidad ya he visto noticias de guerra
antes ¿Por qué ésta, contrario a las demás, me parece
tener una voz que se escucha en cada rincón del mundo? LICENCIATURA
Recordé entonces el sueño que fracturó mi rutina La Salle Oaxaca
matinal. Caminaba por una estrecha avenida rodeada de
pilares de mármol, había personas caminando en
dirección opuesta a la mía, vestían de forma estrafalaria y
sus cabezas estaban sustituidas por peceras, todas ellas
peculiares, algunas tenían dentro peces como se 2do. LUGAR
acostumbra, otras tenían piedras, agua, arena, relojes, un
sinfín de cosas que podrían encontrar lugar en una
pecera. No fue un sueño realmente espectacular, sin
embargo, la sensación de que había un significado por
ahí oculto, permaneció en mis pensamientos por un largo
tiempo.
114
Ese mismo día traté de continuar con mis labores diarias
con toda la normalidad posible, aunque pensándolo bien
¿qué es lo normal? Hace dos años un virus hallado a
miles de kilómetros de mi espacio y mis circunstancias,
en un abrir y cerrar de ojos cambió mi contexto, ocurrió
entonces que el mundo ya dividido se fracturó todavía
más, aparecieron una dicotomía tras otra; la verdad, la
mentira, lo bueno, lo malo. En mi camino hacia el
mercado, el taxista reproducía la radio; se oía la misma
noticia, rodeada de vez en cuando de otra serie de
noticias que parecen ser siempre las mismas. En el carril
derecho unos señores peleaban por algún accidente
menor con sus respectivos automóviles, a mi lado una
señora arrullaba en brazos a una niña. Una escena
cotidiana con una emoción inquietante, me sentí fuera
de lugar, como si observara un cuadro renacentista en el
LICENCIATURA
que por obviedad no estaba presente.
La Salle Oaxaca
Al llegar al mercado, la gente reía, discutía, conversaba y
observaba, ellos hacían sus compras, sus ventas, llevaban
a cabo con simpleza sus asuntos diarios. Lo cierto es que
cada uno de ellos trataba de sobrevivir en su pecera,
apoyándose en los pequeños detalles de la vida que son
2do. LUGAR
precisamente los encargados de mantenernos, por así
decirlo, dentro de los límites de la cordura.

115
El saludo de mi vecina cuando me vio salir, la manzana de
pilón que el vendedor de fruta me obsequió por mi
compra, todos ellos transformados en un susurro que
decía, «Está bien, yo también lo entiendo, los pilares de
mármol son cada vez más frágiles, pero hay que vivir
como si todavía fueran sólidos». Ahí está oculta en mi
rutina, en las cosas que ya se han vuelto una costumbre,
en esas cosas que de desaparecer causarían un caos en
mi sistema, ahí está la razón por la que todavía no he
enloquecido, por la que a pesar de todo existe, aunque
minúscula e ineludible, la fe. Por esa fe, a veces diáfana, a
veces multicolor, volví a casa y de nueva cuenta me
encontré con más peceras, en esa ocasión tomé
prestadas las cosas que en ellas reposaban, para
construir la mía propia, porque el día que nací el mundo
ya estaba hecho y a lo mejor cuando yo muera seguirá
LICENCIATURA
construyéndose, aun así, con la migaja de fe que
La Salle Oaxaca
recolecté ese día voy a construirme una pecera.

2do. LUGAR

116
Un día como cualquiera (Compromiso,
fraternidad, fe)
Daniela Tena Ojeda

Aquí vamos de nuevo, son las 4:30 de la mañana de un


lunes en la lejanía de un pueblo de Oaxaca, Tenoch
(nombre que le daremos al personaje principal de este
cuento) despierta entusiasmado por saber que hoy
acudirá nuevamente a clases, sigilosamente se levanta, se
pone su uniforme, acomoda los libros en su mochila,
toma un par de tortillas de la mesa y sale al punto de
reunión en donde se verá con otros compañeros para ir
con dirección a la escuela. Se reúnen en donde inicia el
camino que sube hacia el cerro, y una vez estando
todos comienzan la travesía de 3 horas de camino a pie
que a los apenas doce años llega a ser algo muy cansado,
salen entre la oscuridad de la madrugada, cruzando La Salle Oaxaca
cerros, andando entré veredas y más veredas, todos van a
la par siguiendo un ritmo, pero es claro también que si
alguno de ellos tropieza en su andar lo sabrán esperar e
incluso le tenderán la mano para levantarse y continuar,
a ratos andan entre platicas y risas, otros en donde el
silencio lo invade y únicamente puede percibirse el canto
de los grillos y de los pájaros, del viento aquel que sopla
entre los cerros o el arroyo que viene bajando de lo alto
chocando entre las piedras.

117
Así pasan las horas, algunos todavía van dormitando,
pero con la firme intención de llegar la escuela, cada
quien con una meta y un sueño por cumplir. Al llegar a la
escuela cada se dirigen a sus salones, Tenoch al ser es
mayor de todos va hacia el salón de tercer grado y ahí se
reúne con sus compañeros de clase para iniciar una
semana más de aprendizajes.
No les miento pero Tenoch constantemente mira hacia el
patio de la escuela, en un principio no me explicaba el
por qué, pero después entendí que lo hace con el fin de
observar si ya casi será hora del recreo, pues es claro, la
larga caminata y el salir sin desayunar de casa aumentan
esas ganas de poder comer algo, pero pueden más sus
ganas y el deseo por aprender que no suele ser a menudo
una distracción, cuando al fin suena timbre para ir a
La Salle Oaxaca
desayunar Tenoch se dirige allá bajo un árbol en donde
están sus compañero de travesía, se sienta sobre una
piedra y es él quien comienza diciendo -aquí están las
tortillas que me tocó traer esta vez- alguien más responde
-yo traje el queso- otro continúa -yo el agua- y así
sucesivamente, cada quien saca de sus mochilas aquello
que les tocó llevar para compartir durante el desayuno.

118
Una vez terminando, en el tiempo que aún queda de
recreo vuelven a separarse de nuevo y aprovechan para
ahora compartir tiempo con sus demás amigos, tal
vez jugando en la cancha de la escuela o únicamente
platicando sentados a fuera de su salón de clases, y así
transcurren los minutos hasta volver de nuevo al salón.
Ya con el estómago lleno Tenoch puede continuar sus
clases sin ninguna distracción y pasa el resto del tiempo
trabajando al máximo, las horas de camino no lo dejaron
agotado y sabe que cuando nuevamente suene el timbre
para salir volverá a recorrer esas 3 horas para llegar a
casa, y así es, al término de clases nuevamente se reúne
con sus compañeros e inician aquella travesía de subidas
y bajadas entre cerros, que si por la mañana el frio no les
permitía avanzar como quieran, ya por el tarde es calor
sofocante aquel que hace que una y otra vez se tomen un
descanso bajo la sombra de un frondoso guanacaste, se
toman un par de minutos y continúan hasta llegar a casa
para dedicar la tarde a ayudar a sus padres en las labores La Salle Morelia
del campo y después realizar las actividades o tareas que
pudieron haberles dejado, para finalmente al caer la
noche poder descansar después de un día algo ajetreado,
pero con la ilusión de saber que mañana será martes y
que nuevamente tendrá un día más de clases, y es aquí,
donde caemos en cuenta de quizá para nosotros sea toda
una odisea, para Tenoch y sus amigos es un día como
cualquiera.

“Los valores Lasallistas se hacen presentes en el día a día


de cada persona”

119
Un clavado de fe.
Alfredo Ernesto Chen Chen

Camila subió uno a uno los escalones que la conducían


hacia la plataforma de 10 metros, con cada peldaño
ganado su corazón se hinchaba de emoción. Una vez en la
cima se dijo: ¡Qué pequeño se ve todo desde acá arriba!
¡es aquí donde los sueños de muchos empiezan!, pensó.
Se preparó para ejecutar el clavado que tantas y tantas
veces había practicado con la asesoría de su entrenador,
muchas horas en el gimnasio y otras más en el trampolín;
repitió en su mente: clavado en posición C con grado de
dificultad 2.0.
Se lanzó al vació… ¡Ah! qué intensa es la sensación de la
caída libre cuando pareces volar y esperas con ansias el
suave y húmedo abrazo del agua. —Excelente clavado
Camila, —dijo una voz masculina y emocionada que
resonó desde la superficie —a este paso, y si seguimos
La Salle Pachuca
entrenado como lo hemos estado haciendo, de seguro
clasificamos para los Juegos Olímpicos del próximo año.
—Perfecto Camila, báñate y cámbiate. Hiciste un gran
clavado el día de hoy —mencionó el entrenador mientras
Camila salía de la alberca secándose el cabello con una
de las pequeñas toallas que cualquier clavadista usa.
Después de salir de los vestidores, Camila se disponía a
regresar a casa, pero su teléfono sonó; tuvo un
sobresalto, siempre los tenía cuando recibía una llamada.
Pasó por su mente la imagen de su amada hermana,
tardó pocos segundos en responder. —¿Diga? —alcanzó a
decir con un ligero tono de pregunta.
120
—Buenas tardes, hablamos del hospital Polmoché, ¿es
usted la señorita Camila González Ench? —se escuchó
decir alguien con un deje de preocupación.
—Así es, ¿se trata de mi hermana? Respondió Camila
con voz entrecortada.
—Señorita, le informamos que sus padres ya están aquí,
se trata de su hermana Liliana, la ingresamos en un
estado muy delicado, al parecer los tratamientos no han
funcionado, ¿puede venir lo más pronto posible? Antes
de escuchar la última petición de aquella voz, Camila
colgó y salió lo más rápido que pudo hacia el hospital.
Mientras conducía con la mirada húmeda por las
lágrimas y un nudo en la garganta recordó a Liliana, su
hermana mayor y quien la había animado siempre, a
convertirse en una estupenda clavadista. No pasaron más
de 20 minutos cuando Camila irrumpió en la habitación
de Liliana. Sus padres estaban abrazados y llorando al
lado de esa cama. La otra hermosa joven de 23 años y
pelo rojizo fue tri atleta, y ahora… La Salle Pachuca
—Lili, aquí estoy ¿me escuchas?, soy Camila —Con los ojos
entreabiertos Liliana pudo decir, —Cami, escúchame por
favor. Ya no que quedan más fuerzas, he perdido esta
carrera, pero tú debes llegar a la meta.
—No Liliana, tú te pondrás mejor, ya verás, solo es
cuestión de que…
—Cami, ambas sabemos que el cáncer ganó, pero tengo la
esperanza de que tú alcances tu sueño. Eres una
excelente clavadista, jamás perdí la fe en ti y sé que
lograrás lo que te propongas.

121
Tengo que partir, pero desde el cielo me alegraré con
cada una de tus victorias y triunfos, yo estaré contigo
siempre. Dios me permitirá verte a ti, a nuestros padres.
—Las lágrimas empezaban a rodar por las mejillas de
ambas.
—Cami, sirve a tu país, enorgullece a nuestros papás y a
nuestra familia. Dios nunca nos ha dejado, siempre ha
estado con nosotros. Ambas se fundieron en un abrazo y
Liliana por fin descansó confiada en su hermana. Pocos
meses después Camila subió los escalones de la
plataforma de aquella inmensa alberca olímpica en los
primeros de muchos juegos olímpicos. ¡Va por ti amada
hermana! pensó Camila cuando dio su clavado de fe.

La Salle Pachuca

122
El escorpión

En un lugar muy muy lejano vivía un pequeño escorpión de


color negro llamado Joan, pero vivía en una casa solo y
lejos de los demás animales porque como era feo y todos
sabían que era venenoso no lo querían y por lo tanto se fue
a las montañas, ya que cuando estaba cerca de otros
animales, estos salían corriendo al ver su gran aguijón y
debido a eso el escorpión estaba muy triste siempre ya que
siempre estaba solo y no tenía nadie con quien salir a jugar
y se la pasaba encerrado en su casa, porque si no lo hacía
los demás animales lo discriminaban por su aspecto, y
debido a eso el escorpión solo salía a comprar comida o
cosas de primera necesidad, pero nunca por nada además
por miedo a lo que los demás animales al ser más grandes
y más fuertes le pudieran hacer a un pequeño escorpión
hasta que un día el escorpión vio como pasaba una
La Salle Pachuca
lagartija pequeña llamada Andrés siendo acosada por un
grupo de lagartijas más grande que el, entonces el
escorpión a pesar de tener prohibido salir, salió de su casa
para ir a ayudar a la pequeña lagartija, ya saliendo le dice al
grupito: “déjenlo por favor”, entonces la lagartija más
grande le pregunta en tono burlón que les va a hacer, y el
escorpión responde que los va a picar, pero entonces una
lagartija empuja a Joan y entonces el escorpión usa su
aguijón para picarlo.

123
ero entonces la lagartija lo fue a acusar en el pueblo y lo
fueron a atacar y el escorpión entonces se fue a esconder a
su casa, pero como los animales que venían por él eran
muchos entonces tiraron la puerta de su casa con intención
de matarlo por picar a la lagartija, entonces Andrés les dijo
a los demás que el grupo de lagartijas lo estaban acosando
y por eso fue que Joan lo defendió, como les dijo a los
demás animales del pueblo eso lo perdonaron y lo
ayudaron a reconstruir su pared ya que la habían tirado
para entrar y al final se volvieron sus amigos y empezó a
salir de su casa a jugar con los demás animales y vivió feliz
hasta que se murió 5 años después de esta historia porque
los escorpiones solo viven 6 años y él ya tenía un año de
edad y murió de vejez.

La Salle Pachuca

124
Un deseo ignorado.

“Vaya gente, ojalá no se me acerque, ya de por sí es horrible

salir a la calle sabiendo lo que pueden hacerme”, dijo para sí

el señor Rodríguez, quien regresaba de comprar vegetales en

camino a su departamento en un día cualquiera en la ciudad,

cuando un transeúnte le suplicó, inclusive, casi llorando, que

le diese algún tipo de dinero, Rodríguez aceleró su pasó, que

era equitativo a un niño o joven caminando, la edad le había

cobrado factura estos últimos años, pero nada comparado

con la que la propia vida le había estado exigiendo.

Rodríguez pudo observar a su alrededor gente de la misma

clase, quienes gritaban desesperadamente su sufrimiento

con tan sólo exponer su mirada, pero el hombre, recto y

firme en su postura, prosiguió en su trayectoria, indispuesto

a informarse de aquella realidad. MAESTRÍA


Apunto de arribar en su destino, a un hombre, empleado de La Salle México

alguna empresa proveedora de cerveza a una tienda se le Unidad Condesa

cayeron los cargamentos, Rodríguez pudo ayudarlo, pudo

servirle y tomar las riendas de la situación, había tiempo

suficiente para sostener y dar contrapeso para no terminar

en el desafortunado desenlace, pero en lugar de ello,

simplemente dejó que la gravedad hiciera su trabajo, de las

cajas emanaba el líquido espumoso, pero aún con eso, con el

mismo subconsciente entristecido de aquella penosa

situación, Rodríguez continuó sin mirar atrás, a ese punto la

ira y la amargura se habían apoderado de él.


125
Una vez en su apartamento, y enjuagadas las verduras, con la
actitud corrosiva de la irritación que lo corrompía siempre
que hacía una actividad doméstica, si no es que cualquier
actividad, hasta la más llana, como caminar.

Sentado en su sillón repocet, nuevo pero viejo a la vez, ya


manchado y parchado, no durará el año se repetía, y es justo
decir que tenía sus justificaciones de pensar así, lo había
comprado hace 6 meses y ya se encontraba en ese estado.

Una vez solo, repasaba para sí las imágenes dolorosas de


aquel día, culpándose y felicitándose por no haberse
involucrado, es decir, desde pequeño, la gente de su vecindad
y colegio solamente buscaban una oportunidad para
aprovecharse de él y su pobre familia, y, para protegerse,
tuvo que desconfiar completamente de la gente y ver
únicamente por su lado y su familia para evitar el
sufrimiento, presentados como baches u obstáculos en la
carretera metafísica que es su vida. Esa actitud se transformo La Salle Pachuca
en hábito, consideraba a la gente como individualista por
naturaleza, convirtiéndose en uno, es como si hubiese
tomado un rumbo aparte, pero con el mismo destino al
significado de “si no puedes contra ellos, úneteles”.

No obstante, en la ya de plano Fosa de las Marianas de su


conciencia, sabía que la gente necesitaba de él, pero el
miedo y la inseguridad eran lo que le impedían actuar de la
manera correcta, “Esa acción se me puede regresar de la
manera mala” se justificaba para evitar enfrentar aquello.
Aquellos miedos e inseguridades lo habían premiado de una
126
vida solitaria y sin amistades a quienes confiarles su
felicidad, ello le generaba un pensamiento venenoso, “¿Qué
sentido tiene vivir?”. La peor parte es que, a esta
interrogante no podía darle una contestación, quedando
abatido por la falta de sentido, pero en el yin siempre hay un
poco de yang, en el fondo sabía que había una solución, pero
debía tener el suficiente valor para llevarla a cabo, y ahí se
había estancado durante años, hasta ahora, donde al fin
llegaba a esas reflexiones y era momento de tomar una
decisión.

La Salle Pachuca

127
El bosque
Santiago Samperio

Hijo, ha llegado el momento de compartirte lo que he callado


durante tanto tiempo.
Todo comenzó aquel verano de 1986 cuando yo tan solo era
un joven de 15 años, mis amigos y yo decidimos ir a un viaje
por la carretera que se encontraba en medio del bosque
hasta Punta de agua, una de las zonas con aguas termales
más increíbles de toda la naturaleza. Elías, quien era mi
mejor amigo, Ian, su hermano menor y Luisa, quien ahora es
tu madre; ellos fueron mis grandes acompañantes en este
recorrido que marcó mi vida para siempre.
Todos nosotros estábamos muy emocionados e impacientes
porque llegara el día de la travesía, aunque a Ian no parecía
agradarle mucho la idea de que fuera en el automóvil de tu
mamá, él creía que sería incómodo estar en el mismo lugar
La Salle Pachuca
los cuatro juntos. Tiempo atrás él y Luisa habían vivido una
tórrida historia. Su hermano mayor trató de convencerlo y
hacer que se comportara. Llegó el tan anhelado día y todos
estábamos listos, nos subimos al auto y comenzamos el viaje,
condujimos por alrededor de dos horas hasta que Elías
empezó a cansarse, fue entonces que yo me ofrecí a manejar
por el resto del camino. Una vez que llegamos al lugar nos
dispusimos a festejar: comida, dulces, algunas bebidas y
música de moda fueron el escenario perfecto.

128
De pronto escuchamos algo entre los helechos, una especie
de murmullo y gritos , así que decidimos investigar y nos
encontramos con un grupo de personas que estaban
bailando alrededor de una fogata y recitando palabras en lo
que parecía ser latín. Quisimos escapar de allí, pero nos
vieron y lograron atraparnos.
Pensábamos que nos harían daño, pero nos sorprendió que
se colocaran frente a nosotros y entonaron sus cánticos e
hicieran sus oraciones, como en medio de un trance nosotros
pudimos ver toda nuestra vida y varios puntos clave y
momentos de reflexión de cada historia personal.
Elías pudo ver el asesinato de su padre y constató que hubo
un acto de corrupción en pleno juicio, por eso no
encarcelaron al verdadero culpable y nunca se buscó alguna
forma de hacer justicia. Ian vislumbró nuevamente cuando
su profesor de química no realizó dignamente su labor como
docente y le asignaba bajas calificaciones de forma injusta.
En cuanto a tu madre, le enseñaron el verdadero motivo del
La Salle Pachuca
porqué Ian la abandonó y la dejó a su suerte, la había
engañado con una de sus supuestas amigas y vio lo que las
traiciones y la poca fraternidad le pueden hacer a un ser
humano. Por último, a mí me mostraron toda mi vida, los
atentados en contra de mi familia, todas esas mudanzas,
ingresos y egresos constantes de varias escuelas, a todas las
personas que en algún momento amé y que me arrebataron,
pero al final me hicieron recapacitar y ver cuán afortunado
soy de estar en ese momento con algunas de las personas
que más amo y de que sigo vivo. Me enseñaron que nunca
debo darme por vencido, me dijeron que es la fe la que me ha
mantenido de pie.
129
Eve y una Aventura más.
Mi nombre es Eve y soy un perrito color canela, el más
pequeño y veloz de toda mi familia, ellos siempre me dicen
que “los humanos son malos y que no debo acercarme a
ellos”, pero la verdad es que yo siempre he tenido fe en
poder encontrar a un buen amo, actualmente tengo 4 años
perrunos viviendo a un lado del contenedor de basura más
sucio y apestoso de la ciudad de México, ¡Para mí, la mejor
ciudad del mundo! Pero me gustaría algún día poder tener un
verdadero hogar. Las pocas personas con las que he tenido
contacto siempre me avientan cosas por mi apariencia, pero
no pierdo la fe en encontrar a mi fiel compañero de vida. En
una mañana de primavera desperté con un zumbido extraño
que jamás lo había escuchado, hasta que de repente mi
mamá me defendió de una espantosa abeja a la que todos los
perritos como nosotros somos alérgicos y con una picadura
es más que suficiente para morir. Por desgracia a mi mamá le
pico y murió por la tarde. Aquel día prometí que jamás La Salle Pachuca
volvería a perder a nadie por culpa de una abeja, me marche
de mi contenedor por que me sentía muy triste y aquel lugar
me traía muchos recuerdos tristes.
Al caminar por la ciudad me di cuenta de que en todo el
tiempo que llevo de vida, jamás había recorrido la ciudad, y
la verdad es que, ¡Es estupenda! Ya estaba la puesta de sol y
necesitaba un lugar para pasar la noche tranquilamente, así
que vi un parque y me refugié debajo de un árbol de
jacaranda precioso. Por la mañana escuché risas y me
desperté rápidamente, eran niños jugando canicas, saltando
la cuerda, jugando en los columpios, deslizándose en la
resbaladilla, todos muy felices. De repente un niño pequeño 130
de cabello chino con un overol y una canasta llena de comida
se acerca a mi y me acaricia en ese momento sentí que algo
iba a cambiar en mi vida. Me acarició y me compartió de su
sándwich, me sentí muy feliz por que por primera vez no me
maltrataron.
¡Te prometo que siempre te voy a proteger! – ladré y moví mi
colita
Al terminar de comer me escondió en su canasta y me llevo a
su casa y por primera vez sentía que alguien me protegía, me
bañaron y me pusieron un pañuelo, me dormí con Dan
dentro de su recámara y fue verdaderamente espectacular.
Con el paso del tiempo me fui acostumbrando a mi nueva y
magnifica vida, hasta que en mi cumpleaños número seis en
una tarde de primavera, Dan jugaba en el patio trasero de su
casa hasta que un panal de abejas comenzó a perseguirlo. Yo
recordé lo que mis papás habían dicho de lo peligroso que
eran las abejas así que corrí hacia él y comencé a asustarlas
brincando y ladrando hasta obtener que las abejas dejarán de
La Salle Pachuca
molestar a Dan.
Inmediatamente Dan corrió a avisarle a su mamá, pero fue
demasiado tarde ya me habían picado más de 4 abejas, de
repente sentí que todo mi cuerpo se calentaba y me faltaba
la respiración poco a poco fui perdiendo la noción en donde
me encontraba, hasta que pude ver por última vez a Dan
encima de mi inyectándome un antídoto para que no me
pasará nada. Lamentablemente no pude salvarme, pero
agradezco eternamente como Dan me rescató por siempre.

131
El trabajo y la esperanza
Eduardo Prado
¡Levántate, Sebas! Ya es tarde – dijo Gina mientras lo movía
de entre los cartones. Sebas se levantó entusiasmado y dijo:
un nuevo día, una nueva aventura. Entonces Gina y él
salieron de su refugio y caminaron por las calles de Córdoba
en donde se encontraron con su gran amigo Pato.
Cada mañana traía la misma la rutina de todos los días,
fueron al campo a jugar para después recolectar las hojas de
caña que usaban para hacer figuritas de diferentes formas y
luego venderlas. Al llegar se encontraron con otro inesperado
grupo de niños que también estaba recolectando hojas de
caña. Pato y Gina se enfurecieron y les pidieron que se
fueran, pero Sebas empezó a recolectar con ellos y a
compartir lo que recogía. Pato y Gina no entendieron el
porqué Sebas estaba haciendo eso, pero aun así siguieron su
ejemplo. Al final todos se dividieron las hojas de forma justa
La Salle Pachuca
y lograron experimentar una gran satisfacción.
Cuando llegaron de vuelta al refugio, Sebas, Pato y Gina
comenzaron a hacer dobleces con las hojas recolectadas, eso
es lo que hacían por horas y aunque a veces se cansaban,
esteban comprometidos en terminar el trabajo, además de
que tenían fe en que en algún momento podrían venderlas
todas para lograr salir de aquel refugio. En la noche fueron a
vender sus figuras hechas de caña como en cualquier otra
jornada, un señor se les acercó y les dijo: ¡Qué gran detalle!
¿cómo hicieron esto? Los chicos le contaron sobre todo el
esfuerzo que había detrás década figura, así que el señor
amablemente decidió comprarlas todas.
132
Cuando recibieron el dinero lo primero que hicieron Pato y
Gina fue arrebatárselo entre ellos, pero eventualmente Sebas
los convenció de compartirlo equitativamente. Después
fueron a la tiendita para comprar golosinas, pero se
aseguraron de guardar muchas para el día siguiente. Al otro
día despertaron con la misma rutina en la mente y en las
manos: ir al campo para trabajar. Una vez más se encontraron
con el otro grupo de niños que había ido el día anterior y lo
primero que hicieron Pato, Gina y Sebas fue compartir sus
golosinas, así que todos convivieron y sintieron una felicidad
inmensa, al poco tiempo esta actividad se volvió un hábito y
empezaron a trabajar juntos, lo que les dio excelentes
resultados porque ganaban más dinero. Poco después de su
nueva alianza, juntaron lo suficiente para comprar útiles
escolares y fueron ayudados por una maestra para inscribirse
en la escuela, juntos se graduaron, juntos triunfaron y
comprendieron que unidos vencerían todas las adversidades.

La Salle Pachuca

133
Los logros en comunidad.
Axel Aguilar

Todo comienza en una cálida tarde de verano,


específicamente en una pequeña población muy cercana a la
hermosa ciudad de Venecia. Esta historia gira alrededor de
Mateo. Él era un joven con muchos sueños y metas, desde
niño deseaba formar su propia empresa, ser su propio jefe,
poder ser un líder y organizar todos los proyectos que se
iba planteando día a día. Solamente tenía un gran
inconveniente: su familia, ellos anhelaban que su heredero
siguiera el patrimonio familiar de ser un zapatero. Mateo
siempre mantenía la fe en que en algún momento sus padres
aceptaran su decisión de ser un hombre de negocios. Por
otro lado, el ambiente en el que siempre había vivido estaba
lleno de fraternidad, todas las personas en su entorno
eran muy empáticas, se ayudaban en todo lo que
La Salle Pachuca
necesitaban y sobre todo cuidaban unos de los
otros, simplemente bastaba con tocar los timbres de las
casas para todos los vecinos ayudaran a resolver cualquier
problema en su comunidad.

Mateo era muy apreciado por todos, esto fue la clave para
dar inicio al plan que llevaba pensando hacía varios años
atrás: formar un gran equipo de trabajo.

134
Una tarde decidió reunir a la mayoría de personas posibles
para comunicar les que quería demostrarle a su familia que
era capaz de crear su propia empresa.
Instantáneamente todos sus amigos se ofrecieron para
hacer realidad su sueño, rápidamente pudo integrar un
equipo de doce personas a quienes les distribuyó trabajo
individual; algunos se dedicaron a difundir publicidad en
Venecia, otros tenían que llevar las cuentas de las ventas y
los demás fabricaban el producto principal del negocio.
Mateo fue muy inteligente y decidió que su empresa
estaría dedicada al calzado.
Por fin su familia había cambiado por completo la opinión
sobre lo que Mateo siempre deseaba .
El joven pudo mantener la tradición familiar, y también
estaba logrando su más grande meta, por fin estaba
construyendo su fábrica que al poco tiempo se convertiría La Salle Pachuca
en uno negocios más rentables de toda Italia.
Conforme pasaban las semanas, su economía iba
incrementándose; Mateo seguía invirtiendo en la empresa y
fue así como empezó a brindar un salario a sus amigos. De
esta forma se convirtió en un empresario no solamente
exitoso, sino también responsable y justo.
Después de tres meses de haber iniciado su gran sueño,
la empresa de Mateo se posicionó como la empresa de
zapatos con más privilegio en toda la región, Mateo
había hecho realidad su esperanza para conseguir el éxito
y supo que los grandes logros se alcanzan en comunidad.

135
Una sorprendente tarde en el parque.
Mónica Alejandra Rosales Salazar

Maya en una tarde de octubre, de esas tardes en que empieza


a correr aíre frío que nos anuncia la llegada del día de
muertos, decidió salir a caminar al parque. Tenía miedo de
realizar este paseo, por meses ante la pandemia había
permanecido en casa y ahora cada vez que debía salir lo
pensaba mil veces, sola dentro de casa ella se sentía segura.
Ese día se animó a salir, pues a pesar del frío que se sentía al
exterior, era una tarde hermosa con un sol radiante y un cielo
tan limpio y azul que la invitaba a asomarse al exterior. Su
destino era el parque, que consideraba uno de los lugares
más seguros de su ciudad, sobre todo porque en él no había
demasiada gente.
Desde niña, Maya encontraba difícil relacionarse con la
gente, así que le encantaba estar sola, disfrutaba de la La Salle Puebla
sensación de tranquilidad que eso le generaba. La razón de
esto, es que cuando era pequeña había tenido experiencias
difíciles con sus compañeros del colegio, lo que la llevó a
pensar que el afecto y confianza entre personas ajenas a su
familia no existía.
Estando en el parque disfrutó del follaje de los árboles y de
cómo la luz atravesaba por entre sus hojas. Debido a esto
Maya se encontraba muy distraída y sin darse cuenta pasó
por un nido de alacranes, el problema no era haber pasado
por él, sino que se quedó parada ahí profundamente
concentrada en el movimiento de un árbol que se parecía a
los maples canadienses.
136
Cuando menos los espero sintió un dolor tan intenso en su
tobillo izquierdo, en seguida todo su cuerpo se convirtió en
un hormiguero, no porque en ella caminaran hormigas, sino
por el entumecimiento producido por el veneno del bicho.
Lo que empezó a sentir Maya en su cuerpo la asustó
profundamente, no sabía qué pasaba y el único pensamiento
que tenía era de arrepentimiento por haber salido de su
lugar seguro. De pronto, más sensaciones se hicieron
presentes, tuvo una sed intensa, empezó a tener escalofrío y
la garganta de le cerró, entonces ya no pudo sostenerse en
pie y calló al suelo. En ese momento una pareja que paseaba
con su perro mestizo se acercó a ella para ayudarla, ella al
verlos trató de alejarse arrastrándose porque tenía miedo de
que la dañaran. De repente, ya no sintió molestias y todo
quedó en pausa.
Cuando Maya por fin recobró la conciencia, se encontraba en
La Salle Puebla
un lugar con paredes blancas y una gran ventana a través de
la cual sólo podía ver el cielo. A su derecha se encontraba
aquella pareja del parque, al verlos se asustó nuevamente,
pero antes de que pudiera decir algo vio que su familia
entraba por la puerta de aquel lugar y agradecía a la pareja
por haber ayudado a Maya. Fue entonces que empezó a
entender que más allá de experiencias desagradables previas,
es posible encontrar manos que te ayuden.

137
La finca de la flor de lis.
Danay Melgar Rosas
En una noche tormentosa, entre el sonido de la lluvia y los
truenos, se escuchaban pasos apresurados que en su camino
dejaban un sendero de lodo, un humilde siervo se abrió paso
entre los arbustos y empezó a correr hasta que tropezó con
una piedra, cayendo justo enfrente de una gran puerta de
madera.
--Tal parece que te encuentras en apuros jeje. Exclamo una
voz dulce, pero con un toque burlesco.
__¡Por favor! ¡le suplico que me ayudé! Exclamó el siervo
asustado. — Me están buscando ¡no hice nada malo! Solo
quería ayudar a la gente que tenía hambre.
--Hummm, me da curiosidad la historia que tienes que
contarme, confiaré en ti.
--¡Por supuesto! Muchas gracias, le debo mi vida ahora. El
siervo alzó la mirada para ver a su salvadora, se sorprendió al
encontrarse con una mujer encapuchada que vestía con una
La Salle Puebla
túnica blanca, solo podía ver sus labios y un poco de su
respingada nariz.
El siervo no supo en qué momento se quedó profundamente
dormido, ni por qué lo había hecho, cuando recuperó la
conciencia, se encontró a sí mismo en un cuarto decorado al
estilo oriental y con muchas decoraciones florales, entre
todas ellas, destacaba una flor de curiosa forma, que parecía
estar atada del centro y tenía tres pétalos por arriba y abajo.
Cuando el siervo pudo ponerse de pie y salió del cuarto, logró
visualizar a la curiosa mujer mirando por un ventanal, se
acercó a ella y le agradeció por haberlo salvado, la mujer le
mostró una bella sonrisa y le pidió que le contara su historia.
138
Desde que tengo memoria, trabajo en las tierras de un noble,
todos los días veía la hambruna y las carencias que pasan las
personas del otro lado de la reja que nos separa, siempre
solía tomar una parte de la cosecha para dársela a esas
personas, hasta que me descubrieron, me acusaron de ladrón
y me persiguieron hasta desterrarme.
La mujer escuchó atenta la historia y después le informó al
siervo que había tomado la decisión de acogerlo en su finca,
al pasar del tiempo, el siervo recibió el nombre de Noé, se
convirtió en una persona letrada y sabia, gracias a la ayuda
de Lis, la mujer encapuchada, Noé se sentía inmensamente
feliz, sentía que ahora tenía un hogar y una familia, hasta que
un buen día, Lis le dijo que muy pronto ella tendría que
partir, lo dejaría como el señor de la finca y esperaba que
devolviera todo lo bueno que le dio ella, después de ese día,
Lis nunca más se volvió a aparecer en la finca.
Noé se sentía confundido, ¿a qué se refería Lis con devolver
todo? ¿tendría que golpear su cabeza hasta no recordar nada
de lo que había aprendido? ¿Tenía que vomitar los ricos La Salle Puebla
manjares que había consumido? Simplemente él no lo
entendía.
Cierto día, Noé se encontraba mirando las flores de curiosa
forma y su mente se aclaró ¡ya tenía una respuesta a su
dilema!, para devolver todo lo que había hecho Lis por él,
solo tenía que hacerlo por otras personas, fue así como nació
la finca de la flor de lis, en honor a las flores curiosas y a Lis,
Noé se encargaba de ayudar a las personas que pasaran una
situación difícil como él en el pasado, todo aquel que fuera a
la finca, era tratado como familia y apoyo sincero. Noé nunca
supo si Lis era un ángel, una buena persona o incluso un
dios, pero se aseguraría de mantenerla presente en sus
139
pensamientos siempre. FIN
El milagro eres tú
Falleció por la tarde del viernes; sin dolor, sin culpa. No había
dado signos de su enfermedad. Aunque, realmente no había
dado signos de nada. Era una mujer misteriosa la señora
Mercedes; los habitantes de aquel pueblo no sabían casi
nada de ella a pesar de ser tan querida. Doña Meche, como le
decían, era una dulce mujer mayor a la que se le veía siempre
contenta, servicial ante todo. Cuando se le preguntaba por su
desbordante felicidad, siempre respondía con una sonrisa
seguida de su frase regular: “¿Cómo no estarlo?, con todos los
milagros que Dios me concede”.

Ella y su esposo siempre habían ayudado a la gente de esa


tierra; desde que llegaron en su juventud buscando huir del
ruido de la ciudad. Eran adinerados y consiguieron una
hermosa casa en lo más alto del cerro. No había pasado ni un
año y ya habían donado dinero para la construcción de la
escuela, mandado a arreglar el parque del zócalo y eran
además conocidos por sus constantes aportaciones a la La Salle Puebla
iglesia y a su labor de ayuda a los desamparados; pronto
estaban en la estima de todos. Para cuando doña Meche
falleció, había pasado ya una década desde que enviudó.
Nunca se le vio triste por ello, más bien se mostraba
contenta de que su marido formara parte de la corte
celestial. Curiosamente, en el funeral de su pareja, fue ella
quien consoló a los pobladores en vez de que fuera al revés.

Poco después de aquel suceso empezó a recibir visitas de


quien después se supo era su médico. Aunque se negaba a
admitirlo, le había pesado la muerte de su fiel acompañante y
desarrolló un mal del corazón; era tan probable que muriese 140
al día siguiente como veinte años después.
Decidió que, si ya estaba fijo aquel fatal destino, comenzaría
a donar sus pertenencias a los demás. Lo hizo discretamente,
de vez en cuando le regalaba uno o dos libros a la maestra
Julia, daba sus joyas en cada ocasión que había una boda,
donó lentamente su fortuna entera en cada misa durante la
limosna y así con todo lo que poseía. Durante el festejo de su
centésimo cumpleaños, unos meses antes de morir, gastó lo
último que le quedaba en una gran comida a la que estuvo
invitado todo el pueblo. Al momento de su deceso no
contaba más que con unos cuantos muebles que no había
donado aún y sus anillos de bodas.
La encontraron los habitantes del pueblo en su mecedora
unos días después de que no contestara cuando llamaban a
la puerta. En su mano había una carta firmada por ella, en la
que les contaba todo y les entregaba su casa y sus muebles
para que los ocuparan en lo que necesitasen; pidiendo
únicamente que la enterraran junto a su esposo y con sus
anillos. Estos estaban en la mesita de al lado; al observarlos
de cerca, vieron por vez primera la frase que tenían grabada:
La Salle Puebla
“Podríamos esperar sentados toda la vida a que llegase un
suceso milagroso que curara los males del mundo. Pero sería
en vano; el milagro siempre estuvo ahí, el milagro eres tú”.

Su entierro fue solemne y emotivo; había formado parte de la


vida de todos. Incluso había presenciado el nacimiento de
muchos adultos mayores ahí presentes. Cubrieron la tumba
con flores de todos los colores y regresaron a sus casas en
una procesión con velas. Respecto a la casa; decidieron hacer
de esta una casa de caridad. Hasta hoy sigue en pie el refugio
Mercedes. Una estatua de ella adorna la entrada, y tallada en
la piedra esta escrita la misma frase que una vez estuvo
141
grabada en el oro.
Rojas estrellas que iluminan el camino de la
soledad.

Un pequeño fantasma recorría todas las noches las desoladas


calles, puesto que de día se veía obligado a ocultarse de las
personas y los animales, porque las personas lo ignoraban o
se asustaban por cualquier cosa que hiciera, mientras que los
animales le gruñían y le ladraban y en varias ocasiones se
abalanzaban sobre él, aunque ya había comprobado más de
una vez que no podían hacerle daño aun así le provocaba
terror tener que enfrentarse a este tipo de situaciones. Pero
ese día fue distinto, una pequeña niña de cabello rojo con
una gran sonrisa se acercó a él.
- Hola, oye ¿por qué estás solo? – preguntó la pequeña niña
con un tono curioso.
El pequeño fantasma se asustó al escuchar la voz de la niña,
puesto que nunca nadie se había molestado en hablarle, se
quedó callado sin saber exactamente que decir hasta que La Salle Puebla

escuchó que la pequeña niña volvía a hablar.


Mi nombre es Sasha, ¿cuál es el tuyo?
Fa- fantasma- dijo en un susurro.
¿Puedes repetirlo más fuerte?
Fantasma… - dijo esperando que la niña se asustara y saliera
corriendo.
Oh, así que tú eres el fantasma del cual me han estado
hablando- dijo tranquilamente mientras sonreía.
¿No tienes miedo? – preguntó sorprendido.
¿Miedo? ¿Por qué te tendría miedo? Tú no me has hecho nada,
no hay razón para temerte- dijo mientras miraba a su
alrededor. 142
Creo que no somos bien vistos aquí. ¿Qué te parece si vienes
a mi casa y conoces a mi familia? No te harán daño, al
contrario, te ayudaremos, créeme, no eres el primer fantasma
que conozco.
El pequeño fantasma estuvo pensándolo por un largo periodo
de tiempo, hasta que decidió aceptar la propuesta de la niña
y ella no se equivocaba, había más de cinco fantasmas como
él, ninguno recordaba nada antes de ser fantasmas, pero al
contrario de él parecían ser felices, no se escondían ni
temían ser lastimados por aquella familia, es más parecían ya
ser parte de ella. El mismo día en que llegó a la casa lo
primero que hicieron fue darle un nombre, el escogió el
nombre de Osher ya que significaba “felicidad y buena
fortuna” y eso es lo que quería ofrecerles a aquellos que lo
habían ayudado. Así es como la soledad no consumió a
Osher, porque encontró a alguien que, a pesar de su
apariencia, no lo juzgó antes de conocerlo.

La Salle Puebla

143
Una amistad olvidada.
Ángeles y demonios polos opuestos como ningún otro,
enemigos desde el principio de los tiempos, ¿cierto? Y si yo
te dijera que eso es erróneo, claro ambos entes son
diferentes, pero ellos no eran enemigos, sino más bien eran
compañeros.
Hace mucho tiempo eran los ángeles y los demonios quienes
cuidaban del equilibrio en el universo, ellos formaban parejas
de un ángel y un demonio, pero hubo una que fue la más
reconocida de todas, ellos no eran solamente amigos,
compañeros o conocidos, más bien se trataban como
“hermanos”, era tan fuerte su vínculo que casi siempre
sabían lo que diría, haría o pensaría uno del otro, pero todo
lo bueno tiene un final y el suyo fue uno de los más crueles
de todos.
Los humanos, creaciones imperfectas desde el punto de vista
de ambos entes, estaban destruyendo el equilibrio que tanto
trabajo les costaba mantener, pero no podían hacer nada en
contra de estas criaturas, porque ellos tenían libre albedrio y La Salle Puebla
sería una gran injusticia de su parte quitársela, por lo que al
quedarse sin opciones decidieron mandar a un mensajero,
que tendría la tarea de traer de vuelta el equilibrio pero los
ángeles querían que fuera uno de su especie el enviado, lo
cual les pareció completamente injusto a los demonios, por
lo que empezaron las peleas entre ambos bandos, ninguno
cedía. Los dos amigos prefirieron no participar antes de que
la cosa fuera peor, pero al estar solos ninguno quería hablar,
hasta que el demonio dijo que los ángeles estaban siendo
irracionales y esto molesto al ángel el cual dijo que los
demonios debían de permanecer en la oscuridad, dado que
ese era su lugar, ambos pelearon y se separaron. 144
Al día siguiente Adriel se enteró que Xiao había ido al mundo
humano, por lo que fue tras él, para cuando llego vio a los
mortales que lo estaban atacando, llamándolo monstruo por
su apariencia, el pobre demonio no sabía qué hacer y el ángel
tampoco, si lo defendía los lastimaría, pero si no lo hacía
podrían dañar las alas de Xiao, Adriel lo defendió, pero los
lastimo lo que ocasiono que los contrarios huyeran. Ambos al
volver les dijeron que gracias a ellos los humanos ahora les
tenían miedo, así que luego de largas horas de discusiones
los ángeles y los demonios llegaron a un acuerdo, los
demonios se harían pasar por los malos y atacarían a los
humanos mientras que los ángeles serian quienes los
rescatarían, insatisfecho Adriel se quejó por la injusticia que
iba a suceder, pero Xiao intervino y dijo: -Yo me equivoqué y
lo justo es que pagué el precio de mi error. – luego sonrió y
se fue, aunque Adriel podía percibir que Xiao se sentía
avergonzado por el castigo que recibiría su especie.

Recuerda, esto es solo una historia más que contar antes de


La Salle Puebla
dormir, no es real, ¿cierto?

145
El niño de la caja de cartón.
Leila Medina García

En alguna parte del bosque existía un niño huérfano que vivía


solo, quien no quería demostrar ningún tipo de emoción ya
que tenía demasiado miedo a ser lastimado; además de que
creía que el amor te ataba y te hacía débil. Debido a esto, en
algún momento decidió ponerse una caja de cartón en la
cabeza y así nadie podría ver su rostro ni sus emociones.

Pasó gran parte de su vida aislado en ese lugar, pero un día


sus alimentos empezaron a escasear, por lo que se vio
obligado a salir y conocer nuevos lugares. De esta forma,
durante algún tiempo recorrió bellos prados, cruzó ríos de
agua cristalina y grandes campos de trigo en busca de
comida.

PREPARATORIA
Un día, por casualidad se detuvo a beber agua en un río que
La Salle Puebla
parecía estar muy solitario; de pronto escuchó a alguien que
lo saludaba con una voz muy amable. Sobresaltado, volteo
rápidamente y se encontró con la dueña de aquella voz,
descubriendo que se trataba de una chica de su edad cuyos
melancólicos ojos denotaban una infinita tristeza, aunque en
3er. LUGAR
su rostro se dibujaba una enorme sonrisa.

Al principio estuvo a punto de salir corriendo, pero hubo algo


en esa voz que lo hizo detenerse. Ella le habló
tranquilamente y le contó que se encontraba sola en ese
lugar y, dado que llevaba días viéndolo vagar solo, deseaba
pedirle que se hicieran mutua compañía.
146
A pesar de todo su miedo, algo en la joven le inspiró
confianza, así que decidió aceptar. Diariamente ella platicaba
con él y le hacía ver que independientemente de todo el
sufrimiento que hubieran padecido, siempre debía haber una
pequeña esperanza que les permitiera seguir adelante.
Conforme el tiempo pasaba, la confianza fue creciendo, hasta
que llegó el momento en que hablaron de sus respectivas
vidas y de todo el dolor que guardaban en silencio.

Los años pasaron y la amistad creció, pero al mismo tiempo,


en el pecho del niño brotó una pequeña semilla de esperanza
y en su mente floreció un gran descubrimiento: realmente el
amor te hace débil, sin embargo, también te infunde un valor
y una fortaleza inauditos, capaces de luchar y vencer
cualquier obstáculo por grande que sea, porque ahora hay
una razón para vivir.

Después de algún tiempo tomó una decisión y ahí, en medio PREPARATORIA


de un prado, se detuvo; miró a la chica fijamente, se dijo a sí La Salle Puebla
mismo que no había nada que temer y con sus dos manos
tomó la caja firmemente y se la quitó despacio; detrás de ella
apareció una hermosa sonrisa, o al menos, eso fue lo que le
dijo la muchacha, quién estaba extremadamente feliz por
hacerlo salir de sus miedos. La joven le sonrió dulcemente y 3er. LUGAR
él le correspondió, pero, esta vez, con el corazón. Ella le había
ayudado a quitarse esa horrible caja… ella lo había convertido
en el niño de la caja de cartón, sin caja de cartón… ella lo
había salvado.

147
Las 3 luces.

El Señor de La Salle ya había decidido que fundaría una


Congregación de Maestros, viviría con ellos y entregaría
todas sus riquezas a la construcción de escuelas y formación
de profesores, sin embargo, sentía que algo le faltaba.
Tras pensarlo, se dio cuenta de que necesitaba un pilar sobre
el cual cimentar su modelo de enseñanza, una serie de
valores, una filosofía que lo ayudara a construir su sueño de
escuelas por todo el mundo.
Poco antes de dormir, oró a Dios para que lo ayudase con su
misión y le brindara consejo sobre los valores que
encaminarían su obra.
De La Salle cayó en un profundo sueño, del cual se despertó
al notar una brillante luz azul que salía de su ventana, al
asomarse vio a un monje con una gran antorcha de la cual
emanaba la brillante luz, en la otra llevaba un gran rosario de
perlas.
La Salle Puebla
De la Salle salió al encuentro del extraño, y al estar a su lado,
el monje le dijo:
"Juan, recuerda que la Fe es aquello que nos dirige a
Jesucristo, la luz del mundo que pese a todas las
adversidades su llama no es posible de extinguir y seguirá
brillando por siempre, la devoción engrandece nuestras
almas y nos inspira a compartir el mensaje de salvación".
Tras este mensaje, el individuo desapareció dejando a De la
Salle totalmente impactado.
"Santo Domingo de Guzmán.... pensaba De la Salle.
Acto seguido, una luz roja apareció al final de la calle, De la
Salle no dudó en ir tras ella.
148
Al llegar a donde estaba, encontró a un joven vestido de
forma muy humilde quien se encontraba jugando con unos
niños, al acercarse más, éste le dijo: "Debes transmitir la
sabiduría de forma paciente y serena, esta transmisión debe
cimentarse sobre el amor como lo es Dios y no olvides
llevarla a todos los hombres del mundo, esto es la
Fraternidad"
Y después de decir eso, se esfumó junto con los niños.
Francisco de Asís..." pensaba De La Salle pero una gran luz
blanca le interrumpió de sus reflexiones.
Un hombre fuerte y con armadura que brillaba como el sol se
paró a su lado y le dijo:

Recuerda como el amor se extiende más en las obras que en


las palabras, el Servicio es la base por la cual podemos
expandir la palabra con caridad y bondad".
Finalmente desapareció y dejó a De La Salle deslumbrado
mientras volvía a su casa.
"Loyola..." pensaba De la Salle mientras volvía. La Salle Puebla
Una vez en su cuarto, se arrodilló ante el crucifijo y agradeció
a Dios por el consejo, ya sabía que necesitaba su obra.

Fe, Fraternidad y Servicio" repetía De la Salle en su cama.


Esa noche fue sin duda la más feliz de Juan Bautista, pues ya
había encontrado aquello que distinguiría su obra y que
cambiaría la vida de miles de almas.

149
En las sombras y en la luz

Perdidos, sin rumbo fijo, sin saber qué hacer, era la situación
en la que se encontraban los jóvenes Bruno, Javier y Oliver al
estar presentes en una situación, el que no encontraban su
lugar en el mundo o el mismo propósito para su futuro, se
encontraba incierto.
Pero algo que si tenían los tres muy fijado en su mente era la
fe, la fe en dios, sabían que con el iban a encontrar su lugar y
su propósito en el mundo, por lo cual depositaban toda su
confianza en él.
Ellos tres siempre estuvieron juntos desde que eran unos
niños, no serán hermanos de sangre, pero, se consideran
hermanos, fraternos, los tres jóvenes empiezan a recapitular
los momentos de su vida para dar un enfoque en lo que
hicieron durante los años que estuvieron vivos.
Javier, que casi toda su vida se dedicó plenamente en el
La Salle Victoria
estudio, nunca pudo realizar algo más siempre fue
precisamente la escuela, considera que el no vivió o disfruto
realmente su vida.
Bruno y Oliver se dedicaron, a darle a partir de eso una vida
llena de emoción, haciendo las cosas que nunca había hecho,
saliendo de su forma de confort, james sentían ya realmente
que estaba viviendo, y podrá aprovechar cada día más y más.
Oliver, que por toda su vida soporto malos tratos, injusticias,
mentiras, desde que era un niño, decidió cambiar eso,
decidió junto a sus amigos hacer lo correcto, el acompañado
empezó a recordar todo lo que había pasado.

150
Principalmente en la escuela injusticias, con los profesores, y
más actualmente en su trabajo por los malos tratos,
denunciado y recibiendo la justicia que el debió de recibir
mucho tiempo atrás.
Finalmente, bruno, el último, él no tenía realmente un
problema como tal, como lo fue con james y Oliver, el sentía
más una falta de el compromiso de el con su propia vida.

Tantos años pasaron para que él no se diera cuenta, de que la


no tenía eso que era una parte fundamental de los muchos
aspectos de la vida y de los que más influyen con el estilo de
vida de una persona.

Sus amigos no consideraron un gran problema como el que


ellos tenían, pero empezaron a recordar todo lo que bruce
dejo a lo largo de sus años de vida, debido a la falta de
compromiso que la tenía.

Su talento en múltiples actividades físicas como lo era el:


La Salle Victoria
futbol, basquetbol, baseball, el compromiso con su familia, el
pasar tiempo con ellos y estar el mayor tiempo a su lado, con
la gente el servicio que les daba con todo el cariño.

Y el más valioso que era el amor de su vida, que perdió por la


misma falta de compromiso, pero no solo bruce sino también
Javier y Oliver habían perdido ese compromiso.

Los tres amigos una vez conociendo sus errores, decidieron


afrontarlos, y perdonarse a ellos mismos, tomando la
decisión de no detenerse y aprovechar cada día de su vida
hasta el último aliento, seguir luchando, caer, ascender, pero
151
nunca rendirse.
Mariana y los gatos

Mariana es una joven profesionista, trabajadora, muy


responsable e hija de una familia muy unida; ella, amante de
los gatos, hace tiempo escuchó una leyenda que dice que
éstos fueron dejados por accidente en la tierra tras una
descompostura de una nave extraterrestre y al repararla, se
quedaron en nuestro planeta ya que se habían dispersado
para conocer el lugar dada su naturaleza curiosa y así fue
como esos seres se quedaron en nuestro planeta y se
relacionaron con nosotros, que dado su origen extraterrestre
son enigmáticos, transmutan energía, son intuitivos y pueden
ver lo que nosotros no, además de ser cariñosos y tiernos,
acaparando la atención y el corazón de sus “dueños” .
Tras conocer esta leyenda, Mariana intenta hallar una
explicación a aquello tan extraño sucedido en su familia hace
años y que a la fecha nadie ha podido comprender:
En su casa desde siempre, los gatos han formado parte de su
vida y la de su familia, así es como sus primeros recuerdos La Salle Victoria

de la infancia son jugando con sus hermanos y un gato -¡o


dos o tres!- su madre fue quién les inculcó el amor por ellos,
cómo cuidarlos y también a respetarlos; tanto así que al
mudarse de la ciudad de México a provincia por cuestiones
de trabajo de su padre, en la mudanza de la familia, además
de muebles iban dos hermosos mininos; la güera y el Kiko
que terminaron su vida en la nueva casa.
En algún episodio de su vida familiar ya en provincia, llegó a
haber ¡hasta siete gatos en su casa! y de las ocho sillas del
comedor que había, ellos dormían en siete, dejando solo una
libre, la de su padre (como si supieran era el jefe de la casa y
152
había que respetar su lugar)
A pesar de que su padre no compartía su amor por los
felinos, los soportaba porque eran cinco miembros de la
familia que gustaban de ellos y era difícil oponerse.
Así transcurría su tranquila vida familiar.
Un día, el padre de Mariana empezó a tener
comportamientos extraños como hablar entrecortado, andar
desubicado y olvidaba hasta las cosas más esenciales -hasta
que enfermó gravemente- fue a dar al hospital y en cuestión
de días cayó en coma y sin diagnóstico por parte de los
médicos.
Por más de dos meses su padre acompañado de su madre,
desfiló por varios hospitales y distintas ciudades buscando
una cura sin presentar mejoría alguna.
Al mismo tiempo, en la casa, los gatos se comportaban de
manera atípica como si anduvieran alerta y a la defensiva de
algo que los demás en la familia no podían ver, además que
sucedían cosas sin explicación alguna: se azotaban las
puertas de las recámaras, se escuchaban pasos en la azotea,
se prendían y apagaban las luces, se escuchaba correr agua, La Salle Victoria
etc….
Poco a poco los gatos fueron enfermando uno a uno, tristes
dejaron de comer, su pelo se tornó grasoso y feo y
empezaron a despedir un olor nauseabundo como si se
estuvieran descomponiendo por dentro, fue así como uno a
uno y en un corto lapso de tiempo, fueron muriendo hasta
que la casa se quedó sin ningún felino; a la par, por alguna
razón extraña que nunca alcanzaron a comprender, el padre
de Mariana despertó del coma profundo y poco a poco, muy
lentamente fue mejorando; era como si se hubiera efectuado
un siniestro trueque en que se intercambiara la vida de cada
153
uno de los gatos por un poco de mejoría de su padre, como
si cada vez que moría un minino su padre fuera recobrando
fuerzas (esa fue la sensación de la familia) hasta que
terminó por recuperarse del todo y pudo regresar a casa, sin
un diagnóstico médico certero y sin ninguna prescripción
médica.
Este hecho marcó la vida de la familia de Mariana y tratar de
encontrar una explicación es lo que la hace buscar
respuestas donde quizá nunca las haya.
….. Mientras tanto en su casa, ¡nunca falta al menos un gato!

La Salle Victoria

154
¿Sueño?

María, inquieta daba vueltas en la cama; dormida,


intranquila, envuelta en un sueño que no la deja despertar;
en él, lo denso y oscuro de la madrugada era traspasado por
la luz de las ambulancias y patrullas que arribaron a ese
tramo de la carretera, donde todo era confusión, se adivinaba
un caos por el accidente ocurrido, pero también por la
incertidumbre de los involucrados en el mismo, pues entre
bruma y caos sin poder acercarse, era imposible saber su
identidad.
Con un profundo sentimiento de desesperanza y sensación
de momento interminable, poco a poco se fue esfumando
aquel sueño, regresando por un túnel oscuro lleno de
penumbra hasta pasar a otro escenario en donde claramente
-¿Vio?- Si, vio como si acompañara en el trayecto a su novio,
quien subía las escaleras de su casa, recorrió el pasillo que lo La Salle Victoria
llevaba a su recámara, se arrodilló en la cabecera de su cama
donde ella dormía.
Él hizo una seña pidiéndole que guardara silencio, le dio un
beso en la frente para susurrarle: “me tengo que ir, no puedo
quedarme más, solo quise venir a despedirme” besó de
nuevo su frente y se retiró, dejando a María confusa y con un
sentimiento de pesar inexplicable.
Al despertar con esa sensación extraña iba transcurriendo el
día en su trabajo y para el atardecer María había casi
olvidado aquel sueño que la perturbara la noche anterior.

155
Más tarde, ya en casa su padre tomando café y con el
periódico en mano ve una noticia que lo impactó y no muy
seguro si debía hacerlo, busca a su hija en la recámara y le
dice: -“María, hija ve esta fotografía”- apenas vio la imagen,
María no necesitó leer la noticia, de inmediato supo lo que
había pasado, el sueño tomaba forma ahora y entendió todo
como en una revelación; había presenciado (sin estar) el fatal
accidente en el que su novio perdió la vida unas horas antes,
ahora sabía que él tuvo la oportunidad de despedirse de ella,
sin saberlo ¿Cómo no le pidió que se quedara con ella? ¿Por
qué no lo abrazó y aprovechó para decirle cuánto lo amaba?

Es ahora cuando su mundo se desmorona, pues sabe que no


lo volverá a ver.

Con una sensación de abandono y de vacío interno María se La Salle Victoria

halla perdida, desesperada, sin rumbo ni ganas de vivir, no


puede creer que se ha quedado “sola” en compañía de toda
su familia; además de cargar con una gran culpa por no
haberlo detenido ¡está llena de rabia y de dolor¡ - ¿Por qué
tenía que pasarle a ella?- no hay en estos momentos
palabras, pócimas, abrazos, amigos ni terapia que la puedan
ayudar; no sabe cómo expresar su dolor y para no recibir
lástima de su familia y amigos llora a escondidas, sale a
caminar todas las tardes y se detiene justo enfrente de una
iglesia, ¡como si Dios la invitara a pasar! - y lo hace-

156
Sus visitas al santuario son parte de su vida diaria desde
entonces, y solo ahora es cuando toma sentido todo aquello
que le enseñaron en el colegio, sobre todo aquella palabra
que tanto le repetían; la “FE” es “la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1 ; Y así,
un día a la vez va sanando su vida y aprende a volver a vivir.

Ayer se cumplió un año de la partida de su novio; la herida


sigue, pero ya no duele como al principio. Anoche, como
aquella otra, él vino en sus -¿sueños?- le dio un beso en la
frente y se despidió para siempre, pidiéndole sea feliz.

La Salle Victoria

157
Un hombre extraño aparece en tierra
extraña.
Sebastián Hernández González

Un hombre solitario camina en medio de tierra extraña. Sus


pies duelen, su estómago gruñe, su cabeza retumba. El hierro
que cuelga de su cintura se siente pesado. El calor infernal
podría matarlo en cualquier instante, por lo que decide
esperar en el suelo a ver que es lo que pasará después.

Un hombre extraño aparece en tierra extraña-

Sus pasos son calmados, su pecho perdido en medio de una


túnica gris, su cara tan común como lo es indescriptible,
como si mil rostros se hubieran juntado para formar uno
solo. Y su espíritu. Ligero como el mismísimo viento. El
hombre extraño se sienta a lado del hombre solitario en el La Salle Victoria

suelo.

“¿Has sido una buena persona con tus hermanos y hermanas,


amigo?,” fue lo primero que el hombre extraño menciona al
abrir sus labios.

Le tomó un minuto completo al hombre solitario procesar la


oración, quizás por la confusión, quizás por el calor. “Yo no
tengo hermanos ni hermanas señor. La única compañía que
tuve fue aquella que me acogió de pequeño y la familia que
de ahí formé”.
158
“Ah, pero yo no solo hablo de tu mujer ni tu hijo, o de
aquellos a quien alguna vez perteneciste,” fue lo que
contestó el hombre extraño, esta vez sin darle oportunidad
de procesar ni de contestar al hombre. “Estoy hablando de la
señorita que te habló, el cantinero que te sirvió tu ultimo
trago, la pordiosera que cargaba a su hijo entre brazos, o el
último hombre al que viste fijamente a los ojos”.
El calor desapareció del hombre solitario, pues ahora se
encontraba helado. Su pecho aun dolía. “No creo que pueda
usted llamarme exactamente una persona buena después de
lo que he hecho”
“Hacer el mal también es parte del humano, uno podría
decir” contestó el extraño.
“¡Tu no sabes de lo que hablas!” Gritó el hombre, el hierro en
su cadera es ahora más pesado. “Amigo, he hecho tanto mal a
incontables personas que ni siquiera creo que debería de
seguir viviendo”.
“Y aún así, como el arbusto que esta luchando por La Salle Victoria

mantenerse hidratado a lado tuyo, o ese armadillo que lucha


por encontrar agua en esta tierra hostil, tu sigues vivo. Y
mientras sigas respirando, yo digo que aún hay esperanza
para ti.”
El extraño se levantó de su lugar, y siguió caminando en esta
extraña tierra.
El hombre, igualmente, se levantó. Su cabeza estaba más
estable, su pecho dejó de doler, y finalmente, su cadera se
sentía más ligera.

Ese día, un alma fue cambiada para siempre.


159

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