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Invocación al Espíritu
Soplo de vida, que llevas a Ven y anima nuestros corazones
cumplimiento las promesas del con una caridad auténtica.
Dios Amor, Ven, Espíritu,
ven e irrumpe en nuestras vidas, ilumina nuestras mentes,
ahora que nos disponemos serena nuestras entrañas
a esperar. para que te acojamos
Ven y haz que nuestra espera sin temor y nos abramos
sea ardiente. a la Palabra de la Vida,
Ven y sostennos hasta que vuelva que quiere encender las ascuas
Aquel a quien anhelamos. de nuestro espíritu
Ven y apasiona nuestras vidas para que ardamos
mientras Él llega. en la vivencia de la fe.
Amén
1. LECTURA (Lectio). ¿Qué dice la Palabra?
a) Lecturas: Isaías 2,1-5; Salmo 121; Romanos 13,11-14.
Evangelio Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del
hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y
bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos
lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando
venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo
llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la
llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene
el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que
menos penséis viene el Hijo del hombre».
b) Momentos de silencio orante para que la Palabra de Dios
pueda entrar en nosotros e iluminar nuestras vidas.
c) Claves del texto.
+Como nadie conoce el día ni la hora de la venida del Hijo del hombre, hay
que esperar y preparar constantemente ese momento, debemos estar
preparados siempre. Por eso Jesús contrasta su mensaje con lo ocurrido
en tiempos de Noé, días en que la gente fue absorbida por la vida
terrena, su único interés era disfrutar sin importar nada más.
5. REFLEXIÓN FRANCISCANA
Esta es la invitación que nos hace san Francisco al
comienzo del Adviento, estar atentos a lo esencial de nuestra
vida y que nada nos impida acoger al Señor que viene a
nosotros:
Invocación al Espíritu
Soplo de vida, que llevas a Ven y anima nuestros corazones
cumplimiento las promesas del con una caridad auténtica.
Dios Amor, Ven, Espíritu,
ven e irrumpe en nuestras vidas, ilumina nuestras mentes,
ahora que nos disponemos serena nuestras entrañas
a esperar. para que te acojamos
Ven y haz que nuestra espera sin temor y nos abramos
sea ardiente. a la Palabra de la Vida,
Ven y sostennos hasta que vuelva que quiere encender las ascuas
Aquel a quien anhelamos. de nuestro espíritu
Ven y apasiona nuestras vidas para que ardamos
mientras Él llega. en la vivencia de la fe.
Amén
1. LECTURA (Lectio). ¿Qué dice la Palabra?
a) Lecturas: Isaías 11,1-10; Salmo 71,1-2.12-13.17; Romanos 15,4-9.
Evangelio Mateo 3, 1-12
Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto
de Judea, predicando: «Convertíos, porque está cerca el
reino de los cielos».
Éste es el que anunció el profeta Isaías, diciendo: “Una voz grita en el
desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”.
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a
la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda
la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus
pecados; y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les
dijo: «¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo
inminente?
Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones,
pensando: “Abrahán es nuestro padre”, pues os digo que Dios es capaz de
sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la base de los
árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego.
Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene
detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os
bautizará con Espíritu Santo y fuego.
Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el
granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga».
5. REFLEXIÓN FRANCISCANA
Francisco como otro Juan Bautista nos llama a todos a la conversión.
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Y a todos los que quieren servir al Señor Dios… todos los clérigos, todos
los religiosos,…, pobres y necesitados, reyes y príncipes, trabajadores, siervos y
señores, …., laicos,.., todos los niños,…, jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, todos
los pequeños y grandes, y todos los pueblos, tribus y lenguas (cf. Ap 7, 9), y todas las
naciones y todos los hombres en cualquier lugar de la tierra, que son y que serán,
humildemente les rogamos y suplicamos todos nosotros, los hermanos menores,
siervos inútiles (Lc 17,10), que todos perseveremos en la verdadera fe y penitencia,
porque de otra manera ninguno puede salvarse.
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Amemos todos con todo el corazón, toda el alma, toda la mente, toda la
fuerza (cf. Mc 12,30) y fortaleza, con todo el entendimiento (cf. Mc 12,33), con todas las
fuerzas (cf. Lc 10,27),…, con todo el afecto, todas las entrañas, con todos los deseos y
voluntades al Señor Dios (Mc 12,30 par), que nos dio y nos da a todos nosotros todo el
cuerpo, el alma y toda la vida, que nos creó, nos redimió y por sola su misericordia
nos salvará (cf. Tob 13,5), que a nosotros,…, ingratos y malos, nos hizo y nos hace
todo bien. (RnB 23 7-8)
Ora con San Francisco:
VENGA A NOSOTROS TU REINO: para que reines tú en nosotros por
la gracia y nos hagas llegar a tu reino, donde se halla la visión
manifiesta de ti el perfecto amor a ti, tu dichosa compañía, el gozo de
ti por siempre. (ParPN)
b) Oración final
Señor Jesús, te damos gracias por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la
voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique
la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como
María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la
Palabra. Tú que vives y reinas...
4. CONTEMPLACIÓN (Contemplatio). Gusta a Dios
internamente en tu corazón:
En sintonía con todo lo que has orado, preséntate ante el Mesías y ante Dios
como un servidor/a, un discípulo/a que desea dejarse formar, para convertirse
de corazón. Pon atención a lo que Dios te quiere decir haciendo silencio.
5. REFLEXIÓN FRANCISCANA
Francisco nos invita a la escucha atenta del Evangelio
y a hacerlo vida, a esperarlo todo del encuentro con Jesús
que viene a nosotros…
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Oíd, señores hijos y hermanos míos, y prestad oídos a mis palabras
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(Hch 2,14). Inclinad el oído (Is 55,3) de vuestro corazón y obedeced a la voz del
Hijo de Dios. 7Guardad en todo vuestro corazón sus mandamientos y cumplid
perfectamente sus consejos. 8Confesadlo, porque es bueno (Sal 135,1), y
ensalzadlo en vuestras obras (Tob 13,6); 9porque por esa razón os ha enviado al
mundo entero, para que de palabra y de obra deis testimonio de su voz y
hagáis saber a todos que no hay omnipotente sino él (cf. Tob 13,4). 10Perseverad
en la disciplina (Heb 12,7) y en la santa obediencia, y lo que le prometisteis con
bueno y firme propósito cumplidlo. 11Como a hijos se nos ofrece el Señor Dios
(Heb 12,7). (CtaO 5-11)
Invocación al Espíritu
Soplo de vida, que llevas a Ven y anima nuestros corazones
cumplimiento las promesas del con una caridad auténtica.
Dios Amor, Ven, Espíritu,
ven e irrumpe en nuestras vidas, ilumina nuestras mentes,
ahora que nos disponemos serena nuestras entrañas
a esperar. para que te acojamos
Ven y haz que nuestra espera sin temor y nos abramos
sea ardiente. a la Palabra de la Vida,
Ven y sostennos hasta que vuelva que quiere encender las ascuas
Aquel a quien anhelamos. de nuestro espíritu
Ven y apasiona nuestras vidas para que ardamos
mientras Él llega. en la vivencia de la fe.
Amén
1. LECTURA (Lectio). ¿Qué dice la Palabra?
a) Lecturas: Isaías 7, 10-14; Salmo 23, 1-6; Romanos 1, 1-7;
5. REFLEXIÓN FRANCISCANA
Francisco nos invita a meditar en el misterio de la Encarnación, en
Dios que viene a nosotros y se hace pobreza y pequeñez en el seno humilde
de María.