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El término 

plástico en su significado más general, se aplica a las sustancias de similares


estructuras que carecen de un punto fijo de evaporación y poseen, durante un intervalo de
temperaturas, propiedades de elasticidad y flexibilidad que permiten moldearlas y
adaptarlas a diferentes formas y aplicaciones. Sin embargo, en sentido concreto, nombra
ciertos tipos de materiales sintéticos obtenidos mediante fenómenos de polimerización o
multiplicación semi-natural de los átomos de carbono en las largas cadenas moleculares
de compuestos orgánicos derivados del petróleo y otras sustancias naturales.
La palabra plástico se usó originalmente como adjetivo para denotar un escaso grado de
movilidad y facilidad para adquirir cierta forma, sentido que se conserva en el término 

Historia[editar]
El invento del primer plástico se origina como resultado de un concurso realizado en 1860,
cuando el fabricante estadounidense de bolas de billar Phelan and Collarder ofreció una
recompensa de 10 000 dólares a quien consiguiera un sustituto del marfil natural,
destinado a la fabricación de bolas de billar. Una de las personas que compitieron fue el
inventor norteamericano John Wesley Hyatt, quien desarrolló el celuloide disolviendo
celulosa (material de origen natural) en una solución de alcanfor y etanol. Hyatt consiguió
un producto muy comercial que sería vital para el posterior desarrollo de la industria
cinematográfica de finales del siglo XIX.
En 1909, el químico norteamericano de origen belga Leo Hendrik Baekeland sintetizó un
polímero de gran interés comercial a partir de moléculas de fenol y formaldehído. Se le
bautizó con el nombre de baquelita y fue el primer plástico totalmente sintético de la
historia. Esta fue la primera de una serie de resinas sintéticas que revolucionaron la
tecnología moderna iniciando la «era del plástico». A lo largo del siglo XX el uso del
plástico se hizo popular y llegó a sustituir a otros materiales, tanto en el ámbito
doméstico,como industrial y comercial.
En 1919 se produjo un acontecimiento que marcaría la pauta en el desarrollo de los
materiales plásticos. El químico alemán Hermann Staudinger aventuró que estos se
componían en realidad de moléculas gigantes o macromoléculas. Los esfuerzos realizados
para probar estas afirmaciones iniciaron numerosas investigaciones científicas que
produjeron enormes avances en esta rama de la química.

Dentro de unos días, con el inicio del año 2007, se celebrará el primer centenario
de la invención de la baquelita, mezcla de fenol y formaldehído considerada por los
químicos como el primer plástico de la historia, e iniciador de toda una locura de
objetos multiusos y multiformes. Para muchos el plástico es el material más
revolucionario ideado jamás por los humanos.

A pesar de los problemas por su casi nula capacidad para biodegradarse, sin duda
su ductibilidad, su reducido coste y sus propiedades asilantes hacen imposible
imaginar, a día de hoy, la vida sin él. Pero ¿quién lo inventó?

Leo Hendrik Baekeland – la baquelita


Leo Hendrik Baekeland nació en Gante, Bélgica, en 1863. Emigró a los Estados
Unidos en 1889. Su primer gran invento fue el Velox, un papel de impresión
fotográfico con el que se podían hacer revelados con luz artificial. Baekeland
vendió los derechos del Velox al presidente de Kodak George Eastman por un
millón de dólares en 1899. Tras eso fundó su propio laboratorio en Yonkers, Nueva
York, donde inventó la baquelita en 1907, un sustituto sintético para el barniz de
laca que se usaba entonces como aislante en electrónica.

La baquelita inició “la era del plástico”, sus cualidades únicas para la época,
permitían mezclarla, calentarla y después modelarla. La palabra baquelita es un
epónimo en homenaje a su creador Baekeland.

La baquelita se consiguió mezclando ácido carbólico (fenol) con formaldehído y es


considerado el primer plástico. En 1909 la baquelita fue presentada al público
durante unas conferencias de química. Más tarde Baekeland fundó la compañía
General Bakelite Corp. En 1944, Baekeland murió de hemorragia cerebral a la
edad de 80 años en Beacon, N.Y tras haber recibido muchos premios, incluida la
medalla Nichols de la Sociedad Americana de Química en 1909 y en 1940 la
medalla Franklin del Instituto Franklin.

En sus tiempos Baekeland fue tan popular que incluso fue portada de la revista
Time el 22 de diciembre de 1924 (ver primera foto). Desde su invención la
baquelita ha sido empleada para construir todo tipo de cosas, desde auriculares de
teléfono y bisutería, a partes de motor y aislantes para electrónica. En la actualidad
se sigue empleando para la fabricación de asas aislantes en baterías de cocina.

Penicilina
Las penicilinas son antibióticos del grupo de los betalactámicos empleados profusamente
en el tratamiento de infeccionesprovocadas por bacterias sensibles. La mayoría de las
penicilinas son derivados del ácido 6-aminopenicilánico, difiriendo entre sí según la
sustitución en la cadena lateral de su grupo amino. La penicilina G o bencipenicilina fue el
primer antibiótico empleado ampliamente en medicina; su descubrimiento ha sido atribuido
a Alexander Fleming en 1928, quien obtuvo el Premio Nobel en Fisiología o
Medicina en 1945 junto con los científicos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey,
creadores de un método para producir el fármaco en masa.
No se conoce por completo el mecanismo de acción de las penicilinas, si bien su analogía
a la D-alanil-D-alanina terminal, situada en la cadena lateral peptídica de la subunidad
del peptidoglicano, sugiere que su carácter bactericida deriva de su intervención
como inhibidor del proceso de transpeptidación durante la síntesis de aquel. De este
modo, la penicilina actúa debilitando la pared bacteriana y favoreciendo la lisis osmótica de
la bacteria durante el proceso de multiplicación.1
Existe una gran diversidad de penicilinas. Algunas especies de hongos del
género Penicillium sintetizan de forma natural penicilinas, como el primer tipo aislado, la
penicilina G. No obstante, debido a la aparición de resistencias, se han desarrollado otras
familias siguiendo básicamente dos estrategias: la adición de precursores para la cadena
lateral en el medio de cultivo del hongo productor, lo que se traduce en la producción
de penicilinas biosintéticas; y la modificación química de la penicilina obtenida por
la fermentación biotecnológica, lo que da lugar a las penicilinas semisintéticas.2
Las penicilinas difieren entre sí según su espectro de acción. Por ejemplo, la
bencilpenicilina es eficaz contra bacterias Gram
positivas como estreptococos y estafilococos, y Gram negativas,
como gonococos y meningococos, pero debe administrarse por vía parenteral debido a su
sensibilidad al pH ácido del estómago. La fenoximetil penicilina es, en cambio, resistente a
este pH y puede administrarse por vía oral. La ampicilina, además de mantener esta
resistencia, es eficaz contra otras bacterias Gram
negativas como Haemophilus, Salmonella y Shigella.1
Si bien las penicilinas son los antibióticos menos tóxicos, pueden causar alergias, en
ocasiones severas. Sin embargo, solo el 1 % de los pacientes que reciben tratamientos
con betalactámicos las desarrollan.3 Puesto que un shock anafiláctico puede conducir a la
muerte del paciente, es necesario interrogarlo antes de iniciar el tratamiento.
Además de sus propiedades antibacterianas, la penicilina es un efectivo antídoto contra los
efectos del envenenamiento por α-amanitina, uno de los aminoácidos tóxicos de
los hongos del género Amanita.4
Aunque generalmente se atribuye a Alexander Fleming el descubrimiento de la penicilina,
muchas épocas y culturas diferentes llegaron mediante la observación y la experiencia a
conocer y emplear las propiedades bactericidas de los mohos. Se han descubierto
precedentes en la Grecia e India antiguas, y en los ejércitos de Ceilán del siglo II. Ha
estado también presente en las culturas tradicionales de regiones tan distintas y distantes
como Serbia, Rusia o China, así como en los nativos de Norteamérica.56 Se solía aplicar
alimentos florecidos o tierra del suelo que contuviera hongos a las heridas de guerra.
Desde el siglo VIII por lo menos, los médicos árabes curaban infecciones untando las
heridas con una pasta blanca que se formaba en los arneses de cuero con que se
ensillaban los burros de carga. A lo largo del siglo XVII algunos farmacólogos y
herboristas ingleses, como John Parkington, incluyeron el tratamiento con hongos en los
registros de farmacia.N 1

Hospital St. Mary de Londres, en cuya famosa ala Clarence estaba situada el departamento


de inoculaciónde Almroth Wright y Alexander Flemingdonde tuvo lugar el descubrimiento de la
penicilina.78

A finales del siglo XIX, Henle (uno de los grandes científicos de la llamada "generación


intermedia") suscita en su discípulo Robert Koch, en la Universidad de Gotinga, el interés
por los trabajos de Agostino Bassi y Casimir Davaine, que le llevaría a investigar a
los microorganismos como agentes causales de las enfermedades. Esto le conduciría
en 1876 a descubrir que Bacillus anthracis era el agente causal específico del carbunco,
en la línea de la teoría microbiana de la enfermedad, y a enunciar sus
célebres postulados.9 Más tarde, Paul Ehrlich, que trabajó con Koch en Berlín, desarrolló el
concepto de "Magische Kugel" o bala mágica, denominando así a aquellos componentes
químicos que pudieran eliminar selectivamente a los gérmenes. Finalmente,
en 1909 consiguió sintetizar un compuesto, el Nº 606, más tarde conocido como salvarsán,
que se mostró eficaz contra la sífilis.10 Este descubrimiento influyó posteriormente en
Alexander Fleming, hasta el punto de que existen caricaturas del joven Fleming
caracterizado y apodado como "recluta 606".11
Al mismo tiempo o poco después, conocido el hecho de que las bacterias podían provocar
enfermedades, se sucedieron multitud de observaciones, tanto in vivo como in vitro, de
que los mohos ejercían una acción bactericida. Por solo citar algunos nombres, sirvan de
ejemplo los trabajos de John Scott Burdon-Sanderson, Joseph Lister, William
Roberts, John Tyndall, Louis Pasteur y Jules Francois Joubert, Carl Garré, Vincenzo
Tiberio, Ernest Duchesne, Andre Gratia y Sara Dath.
En marzo de 2000, médicos del Hospital San Juan de Dios de San José (Costa Rica)
publicaron los escritos del científico y médico costarricense Clodomiro Clorito Picado
Twight (1887-1944). En el reporte explican las experiencias que adquirió Picado
entre 1915 y 1927acerca de la acción inhibitoria de
los hongos del género Penicillium sobre el crecimiento
de estafilococos y estreptococos (bacterias causantes de una serie de infecciones
humanas).12 Aparentemente, Clorito Picado reportó su descubrimiento a la Academia de
Ciencias de París, pero no lo patentó, a pesar de que su investigación había sido iniciada
unos pocos años antes que la de Fleming.1314

Alexander Fleming[editar]
Artículo principal: Alexander Fleming

Fotografía de Alexander Fleming, descubridor de la penicilina, en su laboratorio.

El descubrimiento de la penicilina ha sido presentado como un ejemplo «icónico» de cómo


procede el método científico a través de la observación, y de la habilidad singular
de Alexander Fleming interpretando un fenómeno casual. 15 El propio Fleming abona esta
versión en su conferencia de recepción del Premio Nobel.16 Sin embargo, algunos autores
revisan esta historia oficial, y opinan que, sin restar méritos, está distorsionada por mitos,
la necesidad de propaganda en la Segunda Guerra Mundial y también una cierta lucha por
el prestigio de instituciones con influencias sobre áreas del poder y la prensa. 171819 George
Wong, al considerar la versión de un descubrimiento casual, hace notar los siguientes
antecedentes:20

 Conocía a casi todos los autores mencionados en el apartado anterior. Su gran


número es ya por sí solo indicador de que existía toda una corriente que investigaba
en el campo con mutuo conocimiento de trabajos. El propio Fleming lo admite en su
conferencia de Nobel.16
 Buscaba activamente una sustancia bactericida: impresionado por los campos de
guerra europeos en la Primera Guerra Mundial y las bajas por infección en las heridas,
ensayó con salvarsán, descubrió la lisozima constatando que no afectaba a ninguno
de los organismos problemáticos de la penicilina, y ello aun en contra de la línea
marcada por su jefe, Almroth Wright, más interesado en la inmunización. Compara en
su primer trabajo el espectro de acción de la penicilina y la lisozima.
El descubrimiento de la penicilina según Fleming ocurrió en la mañana del viernes 28 de
septiembre de 1928, cuando estaba estudiando cultivos bacterianos de Staphylococcus
aureus en el sótano del laboratorio del Hospital St. Mary en Londres, situado en el Ala
Clarence, ahora parte del Imperial College.21 Tras regresar de un mes de vacaciones,
observó que muchos cultivos estaban contaminados y los tiró a una bandeja de lysol.
Afortunadamente, recibió una visita de un antiguo compañero y, al enseñarle lo que estaba
haciendo con alguna de las placas que aún no habían sido lavadas, se dio cuenta de que
en una de ellas, alrededor del hongo contaminante, se había creado un halo de
transparencia, lo que indicaba destrucción celular. La observación inmediata es que se
trataba de una sustancia difusible procedente del contaminante. Posteriormente aisló y
cultivó el hongo en una placa en la que disponía radialmente
varios microorganismos comprobando cuáles eran sensibles. La identificación del
espécimen como Penicillium notatum la realizó Charles Tom. Publicó su descubrimiento
sin que recibiera demasiada atención y, según los compañeros de Fleming, tampoco él
mismo se dio cuenta en un inicio del potencial de la sustancia, sino progresivamente, en
especial por su baja estabilidad. En su trabajo obtuvo un filtrado libre de células que
inyectó a conejos, comprobando así que carecía de toxicidad. También apreció su utilidad
para aislar Haemophilus influenzae a partir de esputos.202223
as penicilinas son antibióticos del grupo de los betalactámicos empleados profusamente
en el tratamiento de infeccionesprovocadas por bacterias sensibles. La mayoría de las
penicilinas son derivados del ácido 6-aminopenicilánico, difiriendo entre sí según la
sustitución en la cadena lateral de su grupo amino. La penicilina G o bencipenicilina fue el
primer antibiótico empleado ampliamente en medicina; su descubrimiento ha sido atribuido
a Alexander Fleming en 1928, quien obtuvo el Premio Nobel en Fisiología o
Medicina en 1945 junto con los científicos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey,
creadores de un método para producir el fármaco en masa.
No se conoce por completo el mecanismo de acción de las penicilinas, si bien su analogía
a la D-alanil-D-alanina terminal, situada en la cadena lateral peptídica de la subunidad
del peptidoglicano, sugiere que su carácter bactericida deriva de su intervención
como inhibidor del proceso de transpeptidación durante la síntesis de aquel. De este
modo, la penicilina actúa debilitando la pared bacteriana y favoreciendo la lisis osmótica de
la bacteria durante el proceso de multiplicación.1
Existe una gran diversidad de penicilinas. Algunas especies de hongos del
género Penicillium sintetizan de forma natural penicilinas, como el primer tipo aislado, la
penicilina G. No obstante, debido a la aparición de resistencias, se han desarrollado otras
familias siguiendo básicamente dos estrategias: la adición de precursores para la cadena
lateral en el medio de cultivo del hongo productor, lo que se traduce en la producción
de penicilinas biosintéticas; y la modificación química de la penicilina obtenida por
la fermentación biotecnológica, lo que da lugar a las penicilinas semisintéticas.2
Las penicilinas difieren entre sí según su espectro de acción. Por ejemplo, la
bencilpenicilina es eficaz contra bacterias Gram
positivas como estreptococos y estafilococos, y Gram negativas,
como gonococos y meningococos, pero debe administrarse por vía parenteral debido a su
sensibilidad al pH ácido del estómago. La fenoximetil penicilina es, en cambio, resistente a
este pH y puede administrarse por vía oral. La ampicilina, además de mantener esta
resistencia, es eficaz contra otras bacterias Gram
negativas como Haemophilus, Salmonella y Shigella.1
Si bien las penicilinas son los antibióticos menos tóxicos, pueden causar alergias, en
ocasiones severas. Sin embargo, solo el 1 % de los pacientes que reciben tratamientos
con betalactámicos las desarrollan.3 Puesto que un shock anafiláctico puede conducir a la
muerte del paciente, es necesario interrogarlo antes de iniciar el tratamiento.
Además de sus propiedades antibacterianas, la penicilina es un efectivo antídoto contra los
efectos del envenenamiento por α-amanitina, uno de los aminoácidos tóxicos de
los hongos del género Amanita.4

La implenta

Ya los romanos tuvieron sellos que imprimían hojas de inscripciones sobre objetos de
arcilla alrededor del año 440 a. C. y el 430 a. C. Entre 1041 y 1048, Bi Sheng inventó
en China —donde ya existía un tipo de papel de arroz— el primer sistema de imprenta
de tipos móviles, a base de complejas piezas de porcelana en las que se tallaban los
caracteres chinos; esto constituía un complejo procedimiento por la inmensa cantidad de
caracteres que hacían falta para la escritura china. En 1234 artesanos durante la
dinastía Koryo (en la actual Corea), conocedores de los avances chinos con los tipos
móviles, crearon un juego de tipos móviles de metal que se anticipó a la imprenta
moderna, pero lo usaron raramente.2 Sin embargo, la imprenta moderna no se creó hasta
el año 1450 aproximadamente,3 de la mano de Johannes Gutenberg.
En la antigua Europa, muchas personas y poblaciones pretendieron ser parte de este arte;
aunque las opiniones apuntan a que fue el alemán Johannes Gutenberg, por las ideas que
tenía y la iniciativa de unirse a un equipo de impresores, lo que lo apoya como el inventor
de la tipografía. Existe documentación subsecuente que le atribuye la invención aunque,
curiosamente, no consta el nombre de Gutenberg en ningún impreso conocido.
Ante la controvertida historia, aparecieron a disputar la gloria del llamado "Padre de la
Imprenta" los nombres del alemán Mentelin, impresor de Estrasburgo (1410-1478); el
italiano Panfilo Castaldi, médico y después tipógrafo en 1470, el italiano Aldo
Manucio, Lorenzo de Coster, de Haarlem, (Países Bajos) (1370-1430). Cada uno tiene un
monumento en sus respectivas localidades; sin embargo, perdieron el pleito
definitivamente los partidarios de Mentelin y Castaldi.
Una edición que data del año 1502 en Maguncia, Alemania, impresa por Peter Schöffer,
sucesor de la imprenta que inicialmente fue creada por Gutenberg, dice:
...Este libro ha sido impreso en Maguncia, ciudad donde el arte admirable de la tipografía fue
inventado en 1450 por el ingenioso Johannes Gutenberg y luego perfeccionado a costa y por obra
de Johann Fust y de Peter Schöffer... entre otros...

Historia de la imprenta moderna[editar]


La Biblia de Gutenberg, el mayor trabajo de Gutenberg.

Hasta 1450 y aun en años posteriores, los libros se difundían en copias manuscritas por
amanuenses, muchos de los cuales eran monjes y frailes dedicados exclusivamente al
rezo y a la réplica de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles. A pesar
de lo que se cree, no todos los monjes copistas sabían leer y escribir. Realizaban la
función de copistas, imitadores de signos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual
era fundamental para copiar libros prohibidos que hablasen de medicina interna o de sexo.
[cita  requerida]
 Las ilustraciones y las letras mayúsculas eran producto decorativo y artístico del
propio copista, que decoraba cada ejemplar que realizaba según su gusto o visión. Cada
uno de sus trabajos podía durar hasta diez años.
En la Alta Edad Media se utilizaba la xilografía en Europa para publicar panfletos
publicitarios o políticos, etiquetas, y trabajos de pocas hojas. Para realizarlas se trabajaba
el texto en hueco sobre una tablilla de madera, incluyendo los dibujos —un duro trabajo
de artesanía—. Una vez confeccionada, se acoplaba a una mesa de trabajo, también
de madera, y se impregnaban de tinta negra, azul o roja (sólo existían esos colores).
Después se aplicaba el papel y con un rodillo se fijaba la tinta. El desgaste de la madera
era considerable por lo que no se podían hacer muchas copias con el mismo molde. Este
tipo de impresión recibe el nombre de xilografía.
Cada impresor fabricaba su propio papel, estampando una marca d

 modo de firma de impresor. Por estas marcas de agua es por lo que se conocen sus
trabajos.

Difusión de la imprenta en el siglo XV desde Maguncia, Alemania.

Producción de libros impresos en Europa ca. 1450–1800. 4

En este entorno, Gutenberg apostó a que era capaz de hacer a la vez varias copias de


la Biblia en menos de la mitad del tiempo que tardaba en copiar una el más rápido de
todos los monjes copistas del mundo cristiano y que éstas no se diferenciarían en absoluto
de las manuscritas por ellos.
Pidió dinero a Johann Fust, y comenzó su reto sin ser consciente de lo que su invento iba
a representar para el futuro de toda la humanidad.
En vez de usar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban con el uso,
confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente
rellenó los moldes con plomo, creando los primeros tipos móviles. Tuvo que hacer varios
modelos de las mismas letras para que coincidiesen todas entre sí: en total, más de 150
tipos, que imitaban la escritura de un manuscrito. Había que unir una a una las letras que
se sujetaban en un ingenioso soporte, sistema mucho más rápido que el grabado en
madera y considerablemente más resistente al uso.
Como plancha de impresión, amoldó una vieja prensa para uva a la que sujetó el soporte
con los tipos móviles con un hueco para las letras mayúsculas y los dibujos. Éstos,
posteriormente, serían añadidos mediante el viejo sistema xilográfico y terminados de
decorar de forma manual.
Lo que Gutenberg no calculó bien fue el tiempo que le llevaría poner en marcha su nuevo
invento, por lo que antes de finalizar el trabajo se quedó sin dinero. Volvió a solicitar un
nuevo crédito a Johann Fust y, ante la negativa del prestamista, le ofreció formar una
sociedad. Johann Fust aceptó la propuesta y delegó la vigilancia de los trabajos de
Gutenberg a su sobrino, Peter Schöffer, quien se puso a trabajar codo a codo con él, al
tiempo que vigilaba la inversión de su tío.
Tras dos años de trabajo, Gutenberg volvió a quedarse sin dinero. Estaba cerca de acabar
las 150 Biblias que se había propuesto, pero Johann Fust no quiso ampliarle el crédito y
dio por vencidos los anteriores, quedándose con el negocio y poniendo al frente a su
sobrino, ducho ya en las artes de la nueva impresión como socio-aprendiz de Gutenberg.
Gutenberg salió de su imprenta arruinado y se cuenta que fue acogido por el obispo de la
ciudad, el único que reconoció su trabajo hasta su muerte, pocos años después.
Peter Schöffer terminó el cometido que inició su maestro y las Biblias fueron vendidas
rápidamente a altos cargos del clero, incluida la Santa Sede, a muy buen precio. Pronto
empezaron a llover encargos de nuevos trabajos. La rapidez de la ejecución fue sin duda
el detonante de su expansión, puesto que antes la entrega de un solo libro podía
posponerse durante años.
Actualmente, se conservan muy pocas "Biblias de Gutenberg" —o de 42 líneas— y, menos
aún, completas. En España se conservan dos, una completa en Burgos 5 y otra con sólo el
Nuevo Testamento en Sevilla.6
En 1449, Johannes Gutenberg ya había impreso el primer libro, el llamado Misal de
Constanza, en la imprenta de Mainz, Alemania. La Biblia de Gutenberg no fue únicamente
el segundo libro impreso, sino que, además, fue el más perfecto. Su imagen no difiere en
absoluto de un manuscrito. El mimo, el detalle y el cuidado con que fue hecha, sólo su
inventor pudo habérselo otorgado.

Primeros impresos[editar]
Artículo principal: Incunable

Dos páginas del Catholicon.

Prensa de imprimir de 1811.

Gutenberg, en su labor de impresor, creó su famoso incunable Catholicon, de Juan Balbu


de Janna. Pocos años después, imprimió hojas por ambas caras y calendarios para el año
1448. Además, junto con su amigo Fust editaron algunos libritos y bulas de indulgencia y
en particular, aquel monumento de la imprenta primitiva, la Biblia de las 42 líneas, en dos
tomos de doble folio, de 324 y 319 páginas respectivamente, con espacios en blanco para
después pintar a mano las letras capitulares, las alegorías y viñetas que ilustrarían
coloridamente cada una de las páginas de la Biblia.
Según las declaraciones de diversos testigos[cita  requerida] resulta que, mientras en apariencia
fabricaba espejos, Gutenberg se servía de todos los instrumentos, materiales y
herramientas necesarios para la secreta imprenta: plomo, prensas, crisoles, etc., con el
supuesto pretexto de fabricar con planchas xilográficas de madera unos pequeños
devocionarios latinos de título Speculum que eran fabricados en Holanda y Alemania con
los títulos de Speculum, Speculum humanae salvationis, Speculum vitae humanae,
Speculum salutis, etc. Pero algunos declararon que con el pretexto de imprimir espejos,
"Gutenberg, durante cerca de tres años, había ganado unos 100 florines en las cosas de la
imprenta."
Hungría sería el primer reino que recibiría el renacimiento en Europa después de Italia,
bajo el reinado de Matías Corvino en el siglo XVI se inauguraría la primera imprenta
húngara en 1472. Andrés Hess sería llamado a Hungría desde Italia, quien usando el
sistema de Gutenberg organizaría la imprenta húngara y haría publicar dos obras: Cronica
Hungarorum (La crónica de los húngaros), y el Magnus Basilius: De legendis poëtis -
Xenophon: Apologia Socratis (dos obras griegas clásicas en un solo tomo).
Años más tarde y hacia 1500 la situación social cambiaba en Alemania y una guerra civil
hizo que en Maguncia los impresores huyeran para evitar caer en la guerra. A los
impresores les costó mucho guardar el secreto y los talleres de imprentas se esparcieron
por toda Europa.
La imprenta se conoce en América una vez concluida la conquista española. En 1539 el
impresor Juan Cromberger monta una filial de su imprenta de Sevilla en Ciudad de México
en un local de Juan de Zumárraga. Esta filial estará a cargo de Juan Pablos, que comienza
su labor de impresión ese mismo año.7 El cronista Gil González Dávila ha querido decir
que la primera obra impresa fue Escala espiritual para llegar al Cielo por San Juan
Clímaco en 1532, en su versión traducida del latín por un fraile español, y aunque
concuerda en el título del libro con el historiador Dávila Padilla, la fecha de 1532 es
equivocada ya que en ese año no había medios para imprimir nada por aquellas tierras. 7 El
primer libro impreso sería Breve y más compendiosa Doctrina Christiana, escrito por Juan
de Zumárraga, en la imprenta de Juan Cromberger gestionada por Juan Pablos en 1539. 8
Así inició la más grande repercusión de la imprenta en la cultura de la humanidad. La
palabra escrita ahora podía llegar a cualquier rincón, la gente podía tener acceso a más
libros y comenzar a preocuparse por enseñar a leer a sus hijos. Las ideas cruzaban las
fronteras y el arte de la tipografía fue el medio de difundirlas.
Libros, incunables, ediciones ilustradas con grabados de madera: la mejora de las técnicas
y materiales de imprenta llevaron durante cuatro siglos las palabras por todo el mundo. El
arte tipográfico evolucionó y llegó a crear obras maestras en la formación y estructuras de
libros y ediciones especiales impresas. Actualmente las técnicas de impresión en calidad y
volumen han mejorado de forma impresionante, algunas por medio de computadora,
olvidándose del arte tipográfico que muchos tipógrafos del mundo se resisten a cambiar.
Pocos inventos han tenido la influencia en el ser humano como la creación de la imprenta,
ese antiguo arte que, si va unido en una obra la labor del tipógrafo y la obra escrita de un
buen autor, proporciona una obra de arte completa, lista para conmover con belleza
literaria y estética tipográfica al lector, el fin primero y último de la imprenta.
A finales del siglo XIX, se perfeccionó el proceso, gracias a la invención en 1885 de
la linotipia, por Ottmar Mergenthaler.

La imprenta en la electrónica[editar]
Los nuevos medios de comunicación aparecieron en un momento de un cambio acelerado
y de comunicaciones más veloces y fueron la respuesta a la mayor demanda de
información y entretenimiento. Los nuevos sistemas y estructuras nunca borran por
completo los anteriores sino que se superponen. Así, las nuevas técnicas de
almacenamiento y recuperación de información han necesitado de los medios de
impresión en este campo para reagrupar y encontrar nuevas colocaciones, a menudo de
carácter más especializado.
La revolución audiovisual se ha presenciado en medio de un diluvio de material de
promoción impreso. Todo esto ha traído consigo cambios que afectan al libro; por ejemplo,
la composición convencional es ahora tan cara que solamente se justifica en tiradas muy
grandes, pero hay una gran variedad de métodos de impresión más económicos, como
la fotocopia y la duplicación electrostática.

La imprenta digital[editar]
Nuevos horizontes se desplegaron con la llegada de la impresión digital. El ahorro de
tiempo y los costos ofrecidos por las nuevas técnicas digitales valen también para la
industria editorial que se beneficia de la rapidez y amplias posibilidades que la impresión
digital ofrece:

 inversión optimizada: uno de los mayores problemas de la industria editorial es que si


el volumen de tirada de un libro no es rentable, ese libro nunca será publicado. Ahora
con la impresión digital también las tiradas cortas pueden ser rentables, permitiendo
así una mayor "democracia de publicación".
 reimpresión: esto significa que no solo será posible obtener un coste muy bajo en el
caso de nuevas impresiones, sino también para reimpresiones bajo demanda. Esto
permite una ulterior ventaja productiva: producir menos libros para ahorrar gastos y
publicar otros en el supuesto caso que venda.
 Además de las ventajas directas, la impresión digital nos abre un nuevo mundo:
gracias a ella es posible enviar pedidos por correo electrónico, imprimir en línea, copiar
textos en cuestión de segundos, hacer comunicaciones rápidas y utilizar formatos
universales como el PDF.

El futuro de la imprenta[editar]
Nanography la nueva tecnología, con la calidad y la velocidad de la impresión offset al precio de la
impresión digital.

Con la aparición de la tinta electrónica y los conocidos libros electrónicos o eBooks se ha


logrado que ya no sea necesario imprimir un libro para poder distribuirlo y por ende leerlo.
Diversos dispositivos permiten la compra y adquisición de libros, publicaciones y revistas
desde el mismo aparato, lo que reduce de forma notable el costo de producción de la
propiedad intelectual además de aportar una solución ecológica. También hay que resaltar
el papel de internet como gran medio para distribuir información a través de páginas
web y correo electrónico, sustituyendo muchas veces al uso tradicional del papel en
ámbitos como la prensa escrita o el correo postal. Por estas razones alguna gente
presume un futuro incierto para la imprenta, después de más de cinco siglos jugando un
papel fundamental en la historia de la humanidad por la capacidad tangible que tiene de
propagar el conocimiento.

Locomotora
Para el álbum de Los Blops, véase Locomotora (álbum).

Aerodinámica locomotora diésel-eléctricaBurlington Zephyr de los años 1930 (véase Pioneer


Zephyr) al lado de una Frisco de vapor 2-10-0.

Locomotora Mikado de Albacete.


Se denomina locomotora al material rodante con motor que se utiliza para dar tracción a
los trenes, siendo, por tanto, una parte fundamental de éstos. La palabra "locomotora"
proviene del latín "loco", ablativo de "locus", que significa lugar y del latín medieval
"motivus", que significa provocar movimiento.
Desde sus inicios a principios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, las locomotoras
fueron de vapor. La primera locomotora de vapor fue construida por Richard Trevithick en
1804, 25 años antes de la máquina de George Stephenson. Esta máquina no dio resultado
porque circulaba por raíles de hierro fundido inapropiados para su peso. Hasta 1825, la
utilización de locomotoras de vapor fue exclusiva de líneas férreas en minas de carbón.
Algunas locomotoras de vapor estaban diseñadas para rodar sin necesidad de raíles, por
caminos y carreteras, se denominaban locomóviles, estaban dotadas de ruedas
de tractor y eran empleadas para encarrilar los vagones que se salían de las vías en
accidentes, arrastre de maquinaria pesada, en los trabajos de instalación de los raíles, etc.

Locomotora «Elephant», 1815.

En 1825, George Stephenson construyó su primera locomotora, la Locomotion n.º 1. Ese


año se inauguró el ferrocarril Stockton-Darlington, el cual fue el primero en prestar servicio
público de transporte de cargas con locomotoras de vapor. Los trenes de pasajeros sin
embargo consistían en diligencias tiradas por caballos. La primera línea con servicio
regular de pasajeros con tracción a vapor fue la Canterbury-Wishtable en el sur de Gran
Bretaña. La primera línea considerada "moderna" fue la Manchester-Liverpool inaugurada
en 1830. Las tres líneas utilizaban locomotoras construidas por George Stephenson. 1
Las locomotoras eléctricas existen desde finales del siglo XIX, pero el alto coste de la
instalación y la juventud de la tecnología las relegaron a usos concretos como, por
ejemplo, los grandes puertos de montaña de Suiza donde, aun a pesar del sobrecoste,
daban mejores resultados que las locomotoras de vapor.
Las locomotoras diésel no se desarrollaron plenamente hasta los años 1950, cuando las
mejoras en dicha tecnología permitieron fabricar motores con la potencia necesaria para
los trenes.

Computadora

a computadora u ordenador es un invento que ha marcado


un hito en la historia de la humanidad comparable con la rueda
o el descubrimiento del fuego. Se trata de un ingenio capaz
de ejecutar operaciones matemáticas y lógicas a una
velocidad sorprendente. En CurioSfera.com te explicamos
la historia de la computadora y su origen. También
descubrirás quién inventó la computadora y muchos más
detalles, curiosidades y anécdotas. ¿Comenzamos?

El mundo de los cálculos matemáticos y del manejo ágil de


la informaciónha sido una preocupación para el ser humano
desde hace muchísimos años. Es cierto que hace ya un par de
siglos existían ciertos artefactos o máquinas mecánicas que eran
capaces de realizar cálculos simples, pero fue en el siglo XX
cuando la electrónica causa un auténtica revolución en estos
ingenios.

También es verdad que la invención de la máquina


calculadora fue en 1645 por parte del francés Blaise Pascal
(1623-1662) agilizaba las operaciones aritméticas complejas,
pero aquello no resultaba suficiente. Te recomendamos la
lectura de: Historia de la calculadora.

Siempre se sintió la necesidad de que la mano fuera tan rápida


como el pensamiento, y es que la imaginación del hombre ha
ido siempre por delante de sus posibilidades técnicas, al menos
hasta mediados del siglo XX.

Historia de las computadoras siglo XIX


Se puede considerar que el pionero en esta lucha contra la
limitación material y la capacidad espiritual fue el matemático y
científico británico Charles Babbage (1791-1871).

Fue él quien primero vio la posibilidad, en 1823, de crear


una máquina que hiciera posible operaciones
matemáticas que el hombre no podría realizar a lo largo de
una vida por existir. Eran cálculos matemáticos de tal
complejidad que no pueden emprenderse ya que nadie vive lo
suficiente para verlos acabados.

Babbage convenció al gobierno inglés para que financiara su


“ingenio analítico” capaz de solucionar todo tipo de
cálculos. (Tal vez te interese: La historia de los números).

Los esfuerzos de Babbage se unieron a los de Herman


Hollerith (1860-1929) que estaba confeccionando el censo de
Estados Unidos y tenía el problema de que apenas había
terminado el censo de un ciclo temporal ya tenía que comenzar
el próximo, dada la cantidad de tiempo que llevaban los cálculos
y tabulaciones.

Herman Hollerith fue la persona que introdujo las primeras


tarjetas perforadas para almacenar información. Con este
revolucionarios sistema para la época, consiguió reducir el
tiempo Como curiosidad, existió una especie de computadora
que funcionó a vapor. El programa de operaciones se
almacenaba en una cinta perforada, método que todavía se
seguía empleando en los años sesenta. La idea procedía del
sistema de cartulinas perforadas utilizado en el año 1801
por Joseph Marie Jacquard (1752-1834) para hacer que los
telares urdiesen complicados tejidos.

Pero el primer ordenador nunca llegó a completarse; de


cualquier forma, si hubiera sido desarrollado del todo no hubiera
dado resultados ya que no existía tecnología suficiente:
funcionaba con palancas, bielas, ruedas dentadas, engranajes
pesado y lentos que no permitían realizar cálculos rápidos.

Solo los electrones, cuya velocidad se aproxima a la de la luz,


podrían llevar a cabo los sueños del padre del ordenador. Al
finalizar, es posible que también te interese conocer quién
inventó el teléfono.

Historia de las computadoras siglo XX


El primer esbozo de un computador moderno lo acometió
en 1930 el ingeniero alemán Konrad Zuse (1910-1995.
Construyó una calculadora que ya operaba según el modo
binario: la Z1. Con aquel ingenio se podía realizar una
multiplicación compleja en tres segundos.
En 1940 propuso al gobierno alemán financiar su desarrollo,
crear una máquina de pensar y resolver de forma rápida
cualquier problema, pero Adolf Hitler no le hizo caso.

Se considera que en 1942 John Vincent Atanassoff inventó


la primera computadora digital. Por tanto, no si gran
polémica y disputas, se considera al ingeniero electrónico
estadounidense John Vincent Atanassoff (1903-1955) el
inventor de la computadora. Pero de ello hablamos con

detalle un poco más abajo. 

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial los especialistas


ingleses en cálculo buscaban la forma de decodificar los
mensajes secretos alemanes y encargaron el asunto al
húngaro Alan Mathison Turing (1912-1954) inventor de una
máquina de calcular que lleva su nombre.

a la mitad. La primera computadora se ensambló en


1943 en Bletchley, nos referimos al computador
electromecánico llamado Colossus. El enorme aparato podía
tratar cinco mil caracteres por segundo, para lo que requería de
más de dos mil lámparas. Esta máquina podía descifrar los
mensajes de la inteligencia alemana, pero no era exactamente
un ordenador.

Al tiempo que Turing trabajaba en Londres, Estados Unidos


buscaba la forma de poner al día la máquina de Babbage. En
1944 el ingeniero Howard H.Aiken (1900-1973) daba a
conocer su máquina: el Harvard Mark 1, financiada por IBM y
se mejoró la calculadora de Babbage.

Paso importantísimo fue dado en 1946 con el computador


electrónico ENIAC o Electronic Numerical Integrator and
Computer de John Presper Eckert (1919-1995) y John
William Mauchly (1907-1980). El invento se debió al encargo
hecho a los científicos citados por el ejército norteamericano
necesitado de una máquina rápida para calcular la trayectoria
de los proyectiles.

Como curiosidad, decir que aquel aparato era inmenso: pesaba


30 toneladas que ocupaban una superficie de 170 m2. Su
cableado tenía varios kilómetros y utilizaba 18.000 válvulas de
radio que consumían gran cantidad de electricidad. Pero se
calentaban tanto y tan deprisa que su refrigeración suponía un
problema adicional. Puedes ver también la historia de la radio.

A pesar de todo, el armatoste tenía una capacidad de proceso


mil veces inferior a la de un ordenador personal o PC de los
años noventa, y no podía almacenar ni la milésima parte de
información.

Pero la llegada e introducción de la electrónica hizo posible


contar con un factor nuevo de capital importancia: la velocidad
operativa. Un paso importantísimo dentro de la historia de la
computadora y su evolución.

El ordenador con programación almacenada nacería hacia 1948;


lo lanzó IBM con una revolucionaria idea fruto de las
investigaciones de John von Neumann (1903-1957) de la
Universidad de Princeton, en New Jersey.

La presentación de esta primera computadora electrónica


de la Historiatuvo lugar en Nueva York, el 24 de enero de
1948: el modelo IBM SSEC, dotado de 13.500 lámparas al
vacío y 21.000 relés. Consistiendo su primera prueba en sumar
3.500 números de 14 cifras decimales cada uno, en un solo
segundo.

Pero la computadora moderna solo fue posible con la


invención del transistor en 1947. El término fue idea
de Maurice Perret, científico francés a quien en 1955 pidió
consejo un alto cargo de IBM sobre cómo llamar a aquellas
nuevas máquinas y propuso el de computadora u ‘ordenador’,
término que procedía de la Teología, donde figura como uno de
los adjetivos que se aplicaban a Dios ‘Ordenador del mundo’.

A principio de los años 60 los chips, microchips y circuitos


integradosentraban en escena. Disminuyendo el tamaño de las
computadoras y aumentando su potencia sensiblemente.

La década de 1970 fue la de


las supercomputadoras o superordenadores, máquinas
pensantes que en los años ochenta ya habían llegado a una
gran perfección. El ETA 10 (1987) podía realizar 10.000
millones de operaciones por segundo.

Poco tiempo después, en 1988, la empresa Cray creó la  Y-


MP creaba un supercomputador que costaba veinte millones de
dólares y utilizaba tecnología de alta densidad y un sistema de
refrigeración muy eficiente.

El mundo de las computadoras es todavía un universo en


expansión al que no se le ve límite porque su complejidad y
posibilidades son infinitas. Prueba de ellos es que desde hace
muchos años se viene cumpliendo la denominada Ley de
Moore, una teoría que indica que aproximadamente cada dos
años se consigue duplicar el número de transistores en
un microprocesador.

Quién inventó la computadora


Lo cierto es que es muy complejo atribuir a una única persona el
descubrimiento o la invención de las computadoras. Para
muchos expertos, son diversas las personas que contribuyeron
con sus creaciones, ideas y conocimientos para que este ingenio
viese la luz.

Muchos investigadores concentraron sus esfuerzos en el diseño


de una máquina de cálculo digital. Pero si existe una persona
a la que se le puede atribuir el primer prototipo de
computadora al ingeniero electrónico y físico Estadounidense
de origen Búlgaro John Vincent Atanassoff, nacido en New
York el 4 de Octubre del año 1903.

Realizó diversos estudios y experimentos sobre la realización


de cálculos matemáticos mediante aparatos o máquinas
analógicas, ya que no había otra alternativa en su tiempo.

Según palabras de Atanassoff, estos ingenios eran muy


imprecisos y lentos. Por este motivo, era necesario la invención
de una máquina de cálculo mucho más eficiente, veloz y fiable
que las que existían.

No dudó en ponerse manos a la obra y en 1933 comenzó un


laborioso proceso de desarrollo e investigación sobre el tema. El
objetivo final no era otro que conseguir lo que se conoce hoy en
día como el primer computador u ordenador digital.

Con la ayuda, colaboración y asistencia del ingeniero eléctrico


estadounidense Clifford Berry (1918-1963), enfocaron sus
esfuerzos en cuatro pilares o conceptos:

1. Electrónica para los componentes operativos


2. Sistema binario para la realización de cálculos
3. Condensadores para el almacenamiento de datos
4. Sistema lógico para la realización de cálculos.
Tras unos pocos años, en 1942 se presentó el primer
prototipo de computadora. Le pusieron el nombre
de ABC (acrónimo de Antanassoff-Berry Computers). Dicho
artefacto es considerado como la primera computadora
digital del mundo.

Como curiosidad, decir que Antanassoff cometió el error de no


patentar su invento al momento. Esto provocó que Jhon
Mauchly (1907-1980) intentara adelantarse y les llevara a
ambos a un extenso proceso judicial. Finalmente, en el año
1972, se le otorgó el mérito de ser el padre de la
computadora a Antanassoff.

Maquina de vopor
Una máquina de vapor es un motor de combustión externa que transforma la energía
térmica de una cantidad de agua en energía mecánica. Este ciclo de trabajo se realiza en
dos etapas:

1. Se genera vapor de agua por el calentamiento en una caldera cerrada


herméticamente, lo cual produce la expansión del volumen de
un cilindro empujando un pistón. Mediante un mecanismo de biela-manivela,
el movimiento lineal alternativo del pistón del cilindro se transforma en
un movimiento de rotación que acciona, por ejemplo, las ruedas de
una locomotora o el rotor de un generador eléctrico. Una vez alcanzado el final de
carrera el émbolo retorna a su posición inicial y expulsa el vapor de agua
utilizando la energía cinética de un volante de inercia.
2. El vapor a presión se controla mediante una serie de válvulas de entrada y salida
que regulan la renovación de la carga; es decir, los flujos del vapor hacia y desde
el cilindro.
El motor o máquina de vapor se utilizó extensamente durante la Revolución Industrial, en
cuyo desarrollo tuvo un papel relevante para mover máquinas y aparatos tan diversos
como bombas, locomotoras, motores marinos, entre otros. Las modernas máquinas de
vapor utilizadas en la generación de energía eléctrica no son ya
de émbolo o desplazamiento positivo como las descritas, sino que son turbomáquinas; es
decir, son atravesadas por un flujo continuo de vapor y reciben la denominación genérica
de turbinas de vapor. En la actualidad la máquina de vapor alternativa es un motor muy
poco usado salvo para servicios auxiliares, ya que se ha visto desplazado especialmente
por el motor eléctrico en la maquinaria industrial y por el motor de combustión interna en el
transporte.

Índice
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 1Evolución
o 1.1Máquina de expansión
o 1.2Primeras tentativas
 2Referencias
 3Enlaces externos

Evolución[editar]
Tren de vapor.

Artículo principal: Historia de la máquina de vapor

La primera máquina de vapor fue la Eolípila creada en el siglo I por Herón de Alejandría.


En la máquina de vapor se basa la Primera Revolución Industrial que, desde fines del siglo
XVIII en Inglaterra y hasta casi mediados del siglo XIX, aceleró portentosamente el
desarrollo económico de muchos de los principales países de la Europa Occidental y de
los Estados Unidos. Solo en la interfase que medió entre 1890 y 1930 la máquina a vapor
impulsada por hulla dejó lugar a otros motores de combustión interna: aquellos impulsados
por hidrocarburos derivados del petróleo.
Muchos han sido los autores que han intentado determinar la fecha de la invención de la
máquina de vapor atribuyéndola a tal o cual inventor; intento que había sido en vano, ya
que la historia de su desarrollo estaba plagada de nombres propios. Desde la recopilación
de Herón hasta la sofisticada máquina de James Watt, son multitud las mejoras que en
Inglaterra y especialmente en el contexto de una incipiente Revolución Industrial en los
siglos XVII y XVIII condujeron sin solución de continuidad desde los rudimentarios
primeros aparatos sin aplicación práctica a la invención del motor universal que llegó a
implantarse en todas las industrias y a utilizarse en el transporte, desplazando los
tradicionales motores, como el animal de tiro, el molino o la propia fuerza del
hombre. Jerónimo de Ayanz y Beaumont, militar, pintor, cosmógrafo y músico, pero, sobre
todo, inventor español registró en 1606 la primera patente de una máquina de vapor
moderna, por lo que se le puede atribuir la invención de la máquina de vapor. El hecho de
que el conocimiento de esta patente sea bastante reciente hace que este dato lo
desconozca la gran mayoría de la gente.

Máquina de expansión[editar]

Fort
Henry Ford (30 de julio de 1863-7 de abril de 1947) fue el fundador de la compañía Ford
Motor Company y padre de las cadenas de producción modernas utilizadas para
la producción en masa.
La introducción del Ford T en el mercado automovilístico revolucionó el transporte y la
industria en Estados Unidos. Fue un inventor prolífico que obtuvo 161 patentes registradas
en ese país. Como único propietario de la compañía Ford, se convirtió en una de las
personas más conocidas y más ricas del mundo.
A él se le atribuye el fordismo, sistema que se difundió entre finales de los años treinta y
principios de los setenta y que creó mediante la fabricación de un gran número de
automóviles de bajo costo mediante la producción en cadena. Este sistema llevaba
aparejada la utilización de maquinaria especializada y un número elevado de trabajadores
en plantilla con salarios elevados.
Su visión global, con el consumismo como llave de la paz, es la clave de su éxito. Su
intenso compromiso de reducción de costes llevó a una gran cantidad de inventos técnicos
y de negocio, incluyendo un sistema de franquicias que estableció un concesionario en
cada ciudad de EE. UU. y Canadá y en las principales ciudades de cinco continentes.
Ford legó gran parte de su inmensa fortuna a la Fundación Ford, pero también se aseguró
de que su familia controlase la compañía permanentemente.

Telégrafo
El telégrafo consiste en un sistema de señales eléctricas para la transmisión de mensajes
de texto codificados, como con el código Morse, mediante líneas alámbricas o
comunicaciones de radio. El telégrafo eléctrico, o más comúnmente sólo 'telégrafo',
reemplazó a los sistemas de transmisión de señales ópticas de semáforos, como los
diseñados por Claude Chappe para el ejército francés y Friedrich Clemens Gerke para el
ejército prusiano, convirtiéndose así en la primera forma de comunicación eléctrica

Historia del telégrafo[editar]

Placa en memoria al telégrafo. Trenque Lauquen (Argentina)

En el año 1746 el científico y religioso francés Jean Antoine Nollet reunió


aproximadamente a doscientos monjes en un círculo de alrededor de una milla (1,6 km) de
circunferencia, conectándolos entre sí con trozos de alambre de hierro. Nollet luego
descargó una batería de botellas de Leyden a través de la cadena humana y observó que
cada uno reaccionaba en forma prácticamente simultánea a la descarga eléctrica,
demostrando así que la velocidad de propagación de electricidad era muy alta. 12
En 1753 un colaborador anónimo de la publicación Scots Magazine sugirió un telégrafo
electrostático. Usando un hilo conductor por cada letra del alfabeto, podía ser transmitido
un mensaje mediante la conexión de los extremos del conductor a su vez a una máquina
electrostática, y observando la desviación de unas bolas de médula en el extremo
receptor.3 Los telégrafos que empleaban la atracción electrostática fueron el fundamento
de los primeros experimentos de telegrafía eléctrica en Europa, pero fueron abandonados
por ser imprácticos y nunca se convirtieron en un sistema de comunicación muy útil.
En 1800 Alessandro Volta inventó la pila voltaica, lo que permitió el suministro continuo de
una corriente eléctrica para la experimentación. Esto se convirtió en una fuente de
corriente de baja tensión mucho menos limitada que la descarga momentánea de una
máquina electrostática con botellas de Leyden, que fue el único método conocido hasta el
surgimiento de fuentes artificiales de electricidad.
Otro experimento inicial en la telegrafía eléctrica fue el telégrafo electroquímico creado por
el médico, anatomista e inventor alemán Samuel Thomas von Sömmerring en 1809,
basado en un diseño menos robusto de 1804 del erudito y científico español Francisco
Salvá Campillo.45 Ambos diseños empleaban varios conductores (hasta 35) para
representar casi todas las letras latinas y números. Por lo tanto, los mensajes se podrían
transmitir eléctricamente hasta unos cuantos kilómetros (en el diseño de von Sömmering),
con cada uno de los cables del receptor sumergido en un tubo individual de vidrio lleno de
ácido. Una corriente eléctrica se aplicaba de forma secuencial por el emisor a través de los
diferentes conductores que representaban cada carácter de un mensaje; en el extremo
receptor las corrientes electrolizaban el ácido en los tubos en secuencia, liberándose
corrientes de burbujas de hidrógeno junto a cada carácter recibido. El operador del
receptor telegráfico observaría las burbujas y podría entonces registrar el mensaje
transmitido, aunque a una velocidad de transmisión muy baja. 45 El principal inconveniente
del sistema era el coste prohibitivo de fabricación de los múltiples circuitos de hilo
conductor que empleaba, a diferencia del cable con un solo conductor y retorno a tierra,
utilizado por los telégrafos posteriores.
En 1816, Francis Ronalds instaló un sistema de telegrafía experimental en los terrenos de
su casa en Hammersmith, Londres. Hizo tender 12,9 km de cable de acero cargado con
electricidad estática de alta tensión, suspendido por un par de celosías fuertes de madera
con 19 barras cada una. En ambos extremos del cable se conectaron indicadores
giratorios, operados con motores de relojería, que tenían grabados los números y letras del
alfabeto.6
El físico Hans Christian Ørsted descubrió en 1820 la desviación de la aguja de una brújula
debida a la corriente eléctrica. Ese año, el físico y químico alemán Johann Schweigger,
basándose en este descubrimiento, creó el galvanómetro, arrollando una bobina de
conductor alrededor de una brújula, lo que podía usarse como indicador de corriente
eléctrica.
En 1821, el matemático y físico francés André-Marie Ampère sugirió un sistema telegráfico
a base de un conjunto de galvanómetros, uno por cada carácter transmitido, con el cual
afirmó haber experimentado con éxito. Pero en 1824, su colega británico Peter Barlow dijo
que tal sistema solo podía trabajar hasta una distancia aproximada de alrededor de 200
pies (61 m) y que, por lo tanto, era impráctico.
En 1825, el físico e inventor británico William Sturgeon inventó el electroimán, arrollando
hilo conductor sin aislar alrededor de una herradura de hierro barnizada. El
estadounidense Joseph Henry mejoró esta invención en 1828 colocando varios
arrollamientos de alambre aislado alrededor de una barra de hierro, creando un
electroimán más potente. Tres años después, Henry desarrolló un sistema de telegrafía
eléctrica que mejoró en 1835 gracias al relé que inventó, para que fuera usado a través de
largos tendidos de cables, ya que este dispositivo electromecánico podía reaccionar frente
a corrientes eléctricas débiles.

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