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Las actividades comerciales relativas a la tenencia, compra-venta, alquileres y

desarrollos comerciales de propiedades inmobiliarias a través de los años ha


cobrado una especial importancia dado a que constituye uno de los principales
motores de la economía del país. Se trata de un mercado en constante
desarrollo y que, pese a la crisis sanitaria del 2020, el mercado inmobiliario
presenta un auge y crecimiento paulatino.

Nuestro país promueve un ambiente favorable para las inversiones


inmobiliarias, contamos con un maro jurídico que ofrece protección a la
inversión nacional y extranjera, lo que ha permitido un crecimiento importante
del mercado inmobiliario.

El derecho de propiedad y las operaciones inmobiliarias en la República


Dominicana se rigen por 1.- la Constitución de la República, 2.- el Código
Civil, 3.- la Ley 108-05 de Registro Inmobiliario y sus reglamentos,
modificada por la Ley 51-07 del 23 de abril de 2007, la cual norma el registro
de los derechos reales inmobiliarios, implementando el sistema de publicidad
inmobiliaria del país; 4.- la Ley No.5038 de 1958 y sus modificaciones, que
regulan los condominios (la propiedad horizontal), así como diversas
resoluciones, reglamentos, acuerdos, disposiciones y ciertas leyes que
complementan algunos aspectos impositivos y fiscales como es la Ley
No.158-01” de Fomento al Desarrollo Turístico y sus modificaciones y la Ley
189-11, para el Desarrollo del Mercado Hipotecario y Fideicomiso.

La Constitución reconoce y garantiza el derecho de propiedad. Este derecho le


asiste a toda persona, pudiendo disfrutar, gozar, acceder y disponer de todos
sus bienes inmobiliarios registrados.

El sistema de Registro Inmobiliario se basa en el sistema Torrens, mediante el


cual, el Estado crea y mantiene un registro de propiedades inmobiliarias, que
previamente hayan sido saneadas y se le haya emitido un certificado de título
al titular del inmueble, como prueba de sus derechos sobre el mismo. Las
propiedades registradas están regidas por la Ley de Registro Inmobiliario No.
108-05, la cual también se encarga de regular el proceso de saneamiento en
nuestro territorio. Esta ley, ofrece un marco jurídico de protección, mediante
el registro del derecho de propiedad.

El Estado para garantizar la legalidad de las operaciones que afecten derechos


reales inmobiliarios se vale de los órganos competentes que integran la
Jurisdicción Inmobiliaria, la cual tiene competencia exclusiva para conocer de
los derechos inmobiliarios y su registro.

Los Reglamentos y Resoluciones sirven como base para garantizar el buen


funcionamiento de las leyes que rige la materia inmobiliaria tales como, los
Reglamentos del Registro de Titulo No. 2669-2009 de fecha 10 de septiembre
de 2009, que modifica el Reglamento General de Registro de Títulos, la
Resolución No. 3461-2010 sobre el Reglamento para la Actualización
Parcelaria y Registral de Inmuebles Complejos y la Resolución No. 628-2009
sobre el Reglamento General de Mensuras Catastrales.

De igual forma, el Código de Procedimiento Civil y el Código Civil


Dominicano rigen la materia y el proceso para proteger el derecho a la
propiedad y la posesión.

La Ley de Inversión Extranjera No.16-95 y su reglamento de aplicación,


permiten la adquisición de inmuebles por extranjeros en el país, sin
limitaciones. La Ley 158-01 sobre Fomento Turístico y sus modificaciones,
otorga a las inversiones en el sector turismo, exenciones fiscales relevantes
por un período de 15 años, tanto para la construcción de hoteles, desarrollos
residenciales y comerciales inmobiliarios, como para la oferta turística
complementaria.

En adición, contamos con incentivos sobre la exención de Impuestos sobre la


Propiedad (IPI), encontrándose los siguientes inmuebles exentos de su pago:
(a) los terrenos rurales dedicados a la explotación agropecuaria; (b) las
viviendas cuyo propietario haya cumplido los 65 años, siempre que no haya
sido transferida de dueño en los últimos 15 años y sea la única que posea su
propietario; (c) las viviendas sujetas al impuesto sobre activos.

En el mercado inmobiliario dominicano aumenta cada vez más las inversiones


extranjeras a raíz del atractivo que supone República Dominicana para los
extranjeros por su situación geográfica, su clima y cultura, el nivel de renta, y
el coste de vida relativo del país de destino frente al país de origen del
inversor, entre otros muchos factores. Es deber del Estado seguir promoviendo
un ambiente seguro para dichas inversiones y nuestro trabajo como abogado
es ofrecer las soluciones que la ley pone a su disposición para asegurar la
protección de su inversión en nuestro país.

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