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MODELO HUMANISTA EXISTENCIAL

GORDON ALLPORT

Gordon Allport fue un destacado filósofo y psicólogo americano. Nació el 11 de noviembre de


1897, en Montezuma, Indiana. Estudió en Harvard; pasó un año en Estambul antes de doctorarse,
más tarde fue a Berlín, Hamburgo y Cambridge, en 1924 volvió como profesor a Harvard.

Debido a sus creencias sobre la singularidad de las personas y en el poder de sus intenciones
habituales, se le considera como uno de los fundadores de la Psicología Humanista. Estas
afirmaciones forman parte de su teoría sobre la personalidad. Pensaba que cada individuo tenía
una pauta única de personalidad y abogó por el estudio ideográfico, utilizando historias de casos
individuales, preferiblemente, y no estableciendo leyes generales sobre la conducta humana como
se tiende normalmente.

1. Yo corporal: Las etapas 1-3 se presentan en los tres primeros años de existencia. En ellas el niño
tiene conciencia de su vida y distingue su cuerpo de los objetos del entorno.

2. Identidad del sí mismo: El infante comprende que su identidad permanece intacta a pesar de los
numerosos cambios que se están registrando.

3. Autoestima: El niño aprende a sentir orgullo por sus logros.

4. Extensión del sí mismo: Las etapas 4 y 5 se presentan entre el cuarto y el sexto año de vida. En
ellas, el menor se da cuenta de que los objetos y las personas forman parte de su mundo.

5. Autoimagen: El niño crea una imagen real e idealizada de su persona y de su conducta; sabe que
satisface o no las expectativas de sus padres.

Autonomía funcional

Allport no creía en mirar al pasado como forma de entender el presente de una persona. Esta
creencia tiene su mayor evidencia en el concepto de autonomía funcional: tus motivos actuales
son independientes (autónomos) de sus orígenes. No importa, por ejemplo, por qué quisiste
convertirte en médico o por qué desarrollaste esa predilección por las aceitunas o por el sexo
picante; la cuestión es que ¡ésa es la manera de ser que tienes ahora!

La autonomía funcional se presenta de dos formas: la primera es la autonomía funcional


perseverante. Se refiere esencialmente a los hábitos (conductas que ya no sirven para sus
propósitos originales, pero que aún se mantienen) Por ejemplo, podrías haber empezado a fumar
como símbolo de la rebeldía adolescente, pero ahora no puedes dejarlo ¡porque sencillamente no
puedes abandonarlo! Los rituales sociales tipo “Jesús o salud” cuando alguien estornuda tuvo su
razón en un tiempo (¡durante la plaga, e estornudo era de lejos, un signo más serio de lo que es
hoy en día!), pero aún continúa actualmente porque tiene que ver con una forma de educación.

La autonomía funcional apropiada es algo más dirigida al self que los hábitos. Los valores
constituyen el ejemplo más común. Quizás te castigaron por ser egoísta cuando pequeño. Esta
acción, de ninguna manera te detractó de ser un gran generoso actualmente; más bien, ¡se
convirtió en un valor para ti!

RASGOS COMUNES VS. CARÁCTER PERSONAL

Para Allport, el rasgo es una característica de la personalidad que permite orientar la conducta
hacia una finalidad y que puede adaptarse a las diversas condiciones ambientales: es gracias a los
rasgos como el individuo puede adaptarse exitosamente al entorno. prudente, ser testarudo, ser
temeroso, ser seductor, ser meticuloso, etc

Los rasgos comunes son aquellos que se pueden aplicar a todo un grupo de personas que
comparten un mismo contexto cultural, étnico o lingüístico

El carácter, “Es la marca o sello de un hombre, su conjunto y configuración de características, su


estilo de vida”

Los rasgos centrales son la piedra angular de tu personalidad. Cuando describimos a alguien, con
frecuencia usaremos palabras que se referirán a los siguientes rasgos centrales: listo, tonto,
salvaje, tímido, chismoso…Gordon ha observado que la mayoría de las personas tienen entre cinco
y diez de estos rasgos.

rasgos secundarios, aquellos que no son tan obvios o tan generales, o tan consistentes. Las
preferencias, las actitudes, los rasgos situacionales, son todos secundarios. Por ejemplo, “él se
pone rabioso cuando intentas hacerle cosquillas”; “aquella tiene unas preferencias sexuales muy
inusuales”; o “a este no se le puede llevar a restaurantes”.

rasgos cardinales. Estos son aquellos rasgos que tienen algunas personas que prácticamente
definen sus vidas. Aquel que, por ejemplo, pasa toda su vida buscando fama o fortuna, o sexo, es
una de esas. Con frecuencia, usamos personajes históricos específicos para nombrar estos rasgos
cardinales: Scrooge (el avariento típico -- personaje del libro de Dickens de “Una Historia de
Navidad” N.T.); Juana de Arco (heroica y sacrificada); Madre Teresa (servicio religioso); Marqués
de Sade (sadismo); Maquiavelo (maquiavélico, crueldad política) y demás. Relativamente pocas
personas desarrollan un rasgo cardinal y si lo hacen, es en un período bastante tardío en la vida.

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