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Sin dejar de lado que estos aparte de estar mal políticamente organizados después de la
lucha, tampoco tenían fuertes vínculos con lo extranjero. Las elites nacientes buscaron la
forma de incrementar sus relaciones comerciales con las potencias europeas. Los países
que lograron tener un mejor resultado fueron Argentina, Perú y Chile, ya que estos
pudieron acogerse en el mercado internacional a través de Inglaterra. Y creo que el más
representativo fue Chile, este desde el principio tenía ventaja. Los británicos establecidos
en Chile, en su mayoría fueron comerciantes o representantes de casas de comercio que
se instalaron en los principales puertos del país, particularmente en Valparaíso, para
luego, desde ahí, ir tomando el control, paulatinamente, del comercio externo y de las
áreas más dinámicas de la economía nacional. Aquí, el prestamista de Latinoamérica fue
la potencia Inglaterra. En síntesis, los costos de la Independencia son fruto de la falta de
implementación de medidas económicas para poder sostener un país sin dominio
español.
Cuando la frontera agrícola avanzó, hubo muchos cambios gracias a esos procesos de
colonización interna que contribuyeron al incremento del campesinado y a la ampliación
de las haciendas, haciendo que muchas tribus indígenas se perdieran. En mi opinión, creo
que ese avance puede que los haya beneficiado para ese momento, pero faltó que
pensaran a futuro, porque nuestros aborígenes son aquello que aportaron al mundo
importantes conocimientos por los que hasta hoy día seguimos agradecidos, como las
principales plantas alimenticias que son: el maíz, la papa, la yuca, frijoles, el apio, el
cacao, el ají dulce y picante, el maní, entre muchas otras cosas más.
ARGUMENTACIÓN
“Hay que diferenciar la idea de nación que tenemos hoy del ideal de nación que tenían los
próceres y dirigentes públicos en la época. La nación no ha existido desde siempre y ellos
se tuvieron que entregar a la tarea de construirla. La independencia de la América
Hispánica, entre ellas Colombia, tiene que ver con la crisis que vivió España cuando en el
año 1808 Napoleón la invade. Hay un replanteo de la idea de soberanía y poder, y ese
potencial revolucionario es aprovechado por las colonias hispanas para construir ideal de
nación con países independientes. El ideal de nación que nosotros tenemos hoy es
entendido como una nación diversa y pluricultural”, dice Liliana López Lopera, profesora
del Departamento de Humanidades de EAFIT, coautora de libros como La guerra por las
soberanías. Memorias y relatos de la guerra civil de 1859-1862 en Colombia (2008). Y es
que la investigadora, experta en la construcción de la narrativa nacional en Colombia,
expresa que en la época de la independencia se habían instalado varios ideales de
nación. Por un lado, se conservó la identidad de España como Madre Patria y, tras la
declaración de autonomía hacia el poder del rey Fernando VII en el año 1813, se
construye un ideal de nación americano que, de cierto modo, resume el sueño de Bolívar:
formar una patria grande en el continente. Ese ideal es de quién hablamos y el principal
problemático. NEGRO
Alejandra Irigoin (2015) afirma que los “Gobiernos con capacidad fiscal limitada
fracasaron en la provisión de bienes públicos y en la distribución equitativa de los costos y
los beneficios de la Independencia […] Algunos países fueron más efectivos que otros en
la creación de instituciones modernas que protegían mejor los derechos de propiedad
privada”, es decir, la autora manifiesta que el escaso desarrollo de la economía se puede
explicar por las condiciones desfavorables presentes en la época. ROJO
En contraste, Leandro Prados (1993) afirma que: “La Independencia no trajo ningún
cambio importante en la demografía, el reparto de la riqueza y el ingreso […] tampoco
acompañó a la Independencia un crecimiento notable de la demanda mundial de
productos latinoamericanos”, es decir, los costos de la Independencia son fruto de la falta
de implementación de medidas económicas para poder sostener un país sin dominio
español. AZUL
La guerra mexicana demostró que los Estados Unidos estaban dispuestos a cualquier
cosa con el fin de llevar a cabo sus políticas para Hispanoamérica. Así lo demostró esta
declaración de Ulises Simpson Grant, fue un militar y político estadounidense que se
desempeñó como el 18.º presidente de los Estados Unidos y general al mando de tropas
estadounidenses durante la Guerra mexicana. “Habíamos sido empleados para provocar
la guerra, pero era esencial que México la comenzara… como México no mostraba
voluntad alguna… se hizo necesario, para el invasor, aproximarse a una distancia
conveniente para poder ser atacado, según esto se emprendieron los preparativos para
mover el ejército hacia el río Grande…” Simpson Grant. VERDE
“Al mismo tiempo fue surgiendo el anhelo de una organización política común para todos,
especialmente a través de lo que se estaba gestando en esas revoluciones liberales de
independencia, no solamente en América sino en Europa, que consistía en organizar
gobiernos republicanos y demócratas en los cuales la población tenía una serie de
derechos que estarían garantizados por la misma constitución política…”, explica el
profesor Juan Camilo Escobar. ROSADO