I PARTE Pablita: No, no, tal vez tuvo algo importante que hacer para la escuela,
bien vamos a empezar.
PABLITA LA MISIONERA Y EL SACRIFICIO DE ANA
LUCAS: hola Marcos, o sea no vas a ir al entrenamiento.
Marcos: hoy es miércoles el entrenamiento es el jueves.
Lucas: tu siempre tan distraído ¿el entrenador no dijo que iba cambiar la
clase para el miércoles en la tarde?
Marcos: ah si! No preste atención.
Lucas: aja ahora mismo… ah no puedo ir hoy es el día d estudiar la
palabra de dios.
Marcos: ¿palabra? Hazme el favor, dejaras de jugar futbol para estudiar
la palabra de Dios.
Marcos: es que me gusta mucho escucharla
Lucas: vamos! El futbol siempre fue tu pasión, juegas con nosotros
desde hace tiempo y ahora por un montón de tonterías no vas a
abandonar?
Marcos: no, nunca, pero es que…
Lucas:Y otra cosa, sentado escuchando esa palabra no perderás esos
kilitos que tienes demás.
Marcos: de acuerdo, ya voy espera a que me cambie.
II PARTE
EN LA CASA LOS NIÑOS Y PABLITA LA MISIONERA
DANIEL: Que vamos a aprender Pablita.
Pablita: la historia de Ana… pero ¿Dónde está Marcos?
DANIEL: No lo he visto, no lo he visto, quieres que le pregunte a mi
mama.
(Intempestivamente Marcos entra sucio cogiendo su pelota)
Pablita: y esa es la historia de Ana quien le entrego su primer hijo Dios.
Marcos! Que te sucedió porque no viniste a estudiar la palabra de Dios
con nosotros?
Marcos: es que cambió el día de entrenamiento del futbol, ahora es el
miércoles por la tarde.
Daniel: pero, ese día estudiamos la biblia con Pablita, es decir que no
volverás a estudiar con nosotros las escrituras, marcos?
Niño2: pero el grupo escogió el día miércoles porque era el mejor día
para todos
Marcos: es que antes no tenía nada importante los miércoles.
Pablita: el futbol es más importante que aprender de nuestro señor?
Marcos: es que el futbol es mi vida.
Pablita: a veces tenemos que hacer pequeños sacrificios para seguir al
señor.
Marcos: pero ese sacrificio es demasiado grande.
DANIEL: Pero eso no es nada comparado con el sacrifico de Ana de la
historia que nos acaba de contar.
Marcos: ¿y que sacrificio es ese?
III PARTE
Pablita: te lo voy a contar, Elcana estaba casado con dos mujeres,
Penina y Ana. Penina le había dado muchos hijos pero Ana era estéril y
por eso no lograba embarazarse.
Marcos: espera Pablita, ¿tenía dos mujeres?
Pablita: si, en aquel tiempo era común tener dos o más mujeres en la
época del antiguo testamente estaba permitido.
Marcos: aya.
Pablita: continúo como Ana no podía tener hijos Penina siempre la
provocaba exhibiendo a sus hijos y haciendo que Ana se sintiera mucho
peor. Lo hacía porque Elcana amaba mucho a Ana y Penina estaba
celosa. Cierta vez cuando todos estaban en el festival anual del Silo para
adorar a Dios Penina provocó a Ana una vez mas y ella no pudo
soportar.
(EN EL FESTIVAL)
Penina: no es tan bueno estar en familia y pasar el tiempo con tus
propios hijos, Si o no ana
Elcana: ya es suficiente Penina. Ana anímate querida estamos aquí para
adorar al señor no debes dejarte llevar por las provocaciones de Penina.
Ana: ¿Cómo quieres que sea feliz sino puedo tener hijos?
Elcana: Ana yo te quiero acaso eso no basta.
(ana se va llorando hacia el templo)
Ana: (llorando) señor…
Pablita: Ana lloró desesperadamente pidiéndole al Señor Dios que le
diera un hijo y prometió en caso de ser escuchada devolverle el niño
para lo sirviera toda su vida. Sin embargo el sacerdote Elí al verla en tal
estado y notando que sus labios se movían sin emitir un solo sonido
creyó que estaba borracha.
Eli: hasta cuando seguirá embriagándose abandone el vino.
Ana: oh! No, no me he embriagado, no bebí nada solo soy una mujer
muy angustiada y triste que no vino a pedir ayuda a Dios.
Eli: entonces vaya en paz y que el dios de Israel pueda atender tu
oración.
Ana: me siento más camada ahora que hable con el señor solo me queda
esperar.
VI PARTE
(Después de un tiempo)
Ana: hijo mío, lo llamaré Samuel que significa pedido de Dios.
V parte
(Luego de otro tiempo)
Ana: bien ahora que ha crecido llego el momento de llevarlo para quer
sirva al señor.
(En el templo)
Ana: le entrego a mi hijo, se lo prometí a dios, cuídelo bien, por favor.
Eli: lo cuidaré, has entregado a tu único hijo al señor que Dios la
bendiga y que tengo muchos hijos más.
Ana: (llorando y agradecida) gracias mi Dios por el hijo que me diste.
Pablito: Ana pasaba a ver a Samuel una vez al año cuando iba a adorar
a Dios en Silo, sin embargo, ella salió embarazada de nuevo y después
de algún tiempo tuvo 3 hijo y dos hijas, sin olvidarse nunca de Samuel
claro y esa es la historia de Ana quien entregó su primer hijo a Dios.
Marcos: caramba es verdad, mi sacrificio no es nada en comparación.
Pablita: sabes Marco, a veces debemos hacer a un lado las cosas que
tenemos importantes para así demostrar nuestro amor a nuestro Señor.
Marcos: es lo que haré y ahora que voy a sacrificar mi futbol por
nuestro señor. Él puede ayudarme en cambiar el horario del
entrenamiento al igual que ayudo a Ana dándole más hijos.
Daniel: no, no, no está bien que pienses de esa forma.
Pablita: Daniel tiene razón no está bien sacrificarse por el señor
esperando algo a cambio no sería sincero sino solo sería por interés.
Daniel: es verdad el Señor Dios es mucho más importante, Marcos,
además creo que te estas enviciando con el futbol, no es cierto?
Marcos: es cierto de ahora en adelante el Señor será mi vida.

Pablita: muy bien dicho!