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AUNQUE AMÁNDOOS MÁS, SEA AMADO MENOS

Salvador Cortés Pedraza


Toda persona que está al frente de una iglesia se ve implicada en multitud de problemas
producidos por sus propios hermanos. Estos problemas pueden ser debidos a personas
contenciosas, es decir problemáticas y por otras que de alguna manera dan calor a estos
chismosos que ocasionan daños una y otra vez a la iglesia del Señor. El que da calor es igual
que el que enciende el fuego. ¿Por qué solemos alimentar el fuego? Mirad, hay dos formas de
alimentar un fuego, echando leña y no retirando las ascuas.

Dice el apóstol Pablo: 14 Ahora, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os
seré una carga.

A la mayoría de las personas no les gustan las cargas. Cuando hay que hacer algo es como
una montaña que se pone ante él. Es sorprendente la rapidez con que se quitan de encima
cualquier clase de carga que crea tener. Seguramente las otras dos veces que Pablo había ido
a visitarles habían tenido que correr con algún tipo de gastos para satisfacer las necesidades
de Pablo. Ahora se había preparado e iba a demostrarles que Él no buscaba nada de ellos.
Esto es algo loable, sobre todo, cuando uno no sabe ser agradecido. Porque hay personas que
no solo satisfacen necesidades, sino que los hay que buscan esas necesidades. Pablo iba a
saciarles algunas necesidades que, visto lo visto, tenían. Pablo no quería ser piedra de
tropiezo. Pero no quería ser ayudado por gente que no querían ayudarle. Aún así Pablo se fue
a ayudarles a ellos, fue a cumplir su misión en ellos. Fue a predicarles la verdad que tanta falta
les hacía. Seguramente ellos pensaban que ya conocían la Palabra, pero es evidente que no.
Ellos no ayudaban lo necesario, seguramente no hospedaban ni estaban dispuestos a pagar al
buey que trilla.

Porque no busco lo vuestro, sino a vosotros,

Sí, Pablo no buscaba nada de ellos, les buscaba a ellos, porque sabían que no estaban
ganados todavía, ellos estaban en sus errores, por mucho que creyesen ser salvos. ¿Cómo
pueden ser salvos los que actúan con tantos errores? Mientras que los hombres son niños
necesitan de sus padres, por eso Pablo, se pone en el lugar de Padre de ellos. Él debía saciar
las necesidades que ellos tenían. Él había atesorado par ellos…

…pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.

Y yo, con el mayor placer, gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de
vuestras almas,

Estas palabras de Pablo las han pronunciado muchas personas a lo largo de los dos mil años
de la iglesia. Muchas personas dispuestas a servir a los hermanos se han visto en situaciones
lamentable por la incomprensión y falta de fe de otros.

Aunque amándoos más, sea amado menos.


Pero fíjense lo que la Palabra de Dios dice: Parece como una trágica profecía: Nos viene a
decir la Palabra que amando más vamos a ser amados menos. Y uno se pregunta ¿Vale la
pena amar?

Mirad lo que nos dice el siguiente texto; respuesta a la pregunta que nos hacíamos:

Hebreos 6: 10. Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que
habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndolos aún.

Esa es la clave: el que paga por lo que hacemos no es la persona que recibe el bien, sino Dios
y sabemos que Él es justo. Él va a ver el trabajo de amor que hacemos para servir a nuestros
hermanos. Él ve también cuando abusamos de nuestro hermano, Él ve cuando somos
desagradecidos, Él ve también cuando no somos capaces de quitar leña al fuego.

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