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Nosotros Podemos

Estudiante Sara Lucia Castro Valderrama

Colegio Gimnasio Minuto de Dios


Álvaro Varón Pineda
Emprendimiento
Grado 1001
Garzón-Huila
18/05/2022
Ah, qué difícil eran las cosas últimamente, ya no se sentía bien ser una
carga para su amigo, quería hacer algo más, sentirse útil no solamente estando en
casa arreglando y esperando el dinero de su compañero.

Tyler emprendedor por naturaleza, siempre ha tenido locos planes y proyectos


complicados, desde pequeño se ingenió a vender dulces en su escuela, en su
universidad ideo un modelo de negocio en donde solo podía emprender con unos
pocos dólares; pero aun así era expectativas demasiado altas para un par de jóvenes.
Pero él no se rendía, seguía sacando adelante proyectos que prometían ser grandiosos
y esperanzadores para aquellos muchachos los cuales cada vez se sumían más en
desesperación llamada desempleo tras graduarse de la universidad.

Sin trabajo no eran nadie, no era nadie.


La escases de dinero cada vez lo angustiaba más, su amigo ya no podía mantenerlo,
menos sus padres, necesitaba hacer algo, ingeniárselas.
En la computadora, sentado en su escritorio, buscando alguna oportunidad, sus dedos
no dejaban de escribir, necesitaba buscar una solución, buscaba alguna idea, algún
plan con el cual pueda surgir un emprendimiento.
No sabía qué hacer, presión y frustración recorriendo por su cuerpo, casi en la
desesperación absoluta lo logra.

-Creo…- creo que lo tengo

Ya tenía la solución, como no lo había pensado antes, tenía todo lo necesario,


simplemente necesitaba el apoyo de su amigo y con eso tenía.
Emocionado fue a llamarlo, con emoción le expreso todas sus ideas y planes, al final
de una extensa charla pudo convencerlo, lo iba a apoyar.

Necesitaban empezar un plan de negocios, querían empezar a montar


un restaurante, pero necesitaban algo innovador, que le guste a los consumidores, algo
cultural, local, su amigo estudiado en gastronomía sabía lo que buscaba y lo iba a
acompañar incondicionalmente en las buenas y en las malas, lo tenían casi todo,
menos lo esencial, el dinero; ese pequeño y gran detalle, o más sensato para ellos fue
hacer un préstamo con una cooperativa, y así iniciaron con la formación de su negocio.

Poco a poco fueron creciendo, su negocio fue un éxito, a la gente le agradaba, la


atención era maravillosa y el sitio todo un espectáculo. Tyler estaba desbordando de
emoción, pero aun quería más, si, les iba bien, tenían buena clientela, buen puntaje y
buenas ganancias, pero aún tenían deudas y el ego o las ganas de tener algo más le
ganaron.
Iniciaron otra sucursal en otra parte de la ciudad; poco a poco fueron creciendo, cada
vez más, al punto de ser uno de los mejores restaurantes de la ciudad, uno de los más
conocidos y respetados.

Había logrado su objetivo, pudo hacer lo que quería, y desde su experiencia empezó a
ayudar a personas con las mismas dificultades ofreciéndoles oportunidades, así
quedando satisfecho con lo que habían hecho, a pesar de todo lo que pasaron, caídas,
rechazos, discusiones, perdidas…, lo pudieron afrontar, pudiendo crecer más de lo que
creían, teniendo fe, actitud y amabilidad con las personas.

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