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Jonathan Maldonado
Es muy frecuente escuchar, sobre los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de
Paula Santander, a los ciudadanos preguntarse: «¿Qué pasó con la reactivación total de
estos tramos binacionales? ¿Por qué siguen tan limitados?»
Sin embargo, la realidad dista de ese planteamiento. Si bien están los avances que se han
venido registrando desde la reactivación del paso de vehículos de carga pesada, el pasado
26 de septiembre, aún hay varios cabos sueltos que impiden hablar de una reapertura
global.
Por un lado, los puentes de Ureña y San Antonio del Táchira, los más emblemáticos de la
zona, están limitados a la circulación de peatones y de gandolas. Aún la ciudadanía está a la
expectativa del tránsito de vehículos particulares y del transporte público por ambos
trayectos.
Otro punto es el horario. Los pasos formales siguen abiertos solo por 15 horas, pese a los
reiterados llamados que han realizado diversos sectores de la sociedad civil para que sean
habilitados las 24 horas, como era antes del cierre de frontera, el 19 de agosto de 2015.
Prato, de 57 años, va a Colombia cuando realmente lo necesita. «Ese sol es muy fuerte y ya
por la edad no es fácil atravesar el puente todos los días», indicó, al tiempo que añoró ver
nuevamente pasar vehículos de todo tipo por el puente Simón Bolívar.
Para la ciudadana, no se trata de una exigencia, sino de un derecho que, a su juicio, le han
quitado las autoridades de ambos países por temas de índole político que «no deberían
hacer mella en nuestra vida social. Pero sí la hace y mucho», agregó.
«No es justo que nos mantengan así, con tantos engaños. Hace falta más seriedad en el
asunto de reapertura. Es necesario que abran todos los puentes al 100 por ciento», remarcó
Sonia Prato desde la avenida Venezuela, a escasos metros del puente internacional.
Colombia ya tiene el tramo despejado. Los túneles fueron removidos al igual que las vallas.
No obstante, Venezuela sigue sin mover esos obstáculos, dando a entender que la
reactivación aún no es factible por ese punto formal de la frontera colombo-venezolana.