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Manual CTO

1.ª edición
Neurología
Ecuador
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INDICE

NEUROLOGÍA
1. Trastornos cerebrales focales ............................................................................................................................................. 1
2. Coma ......................................................................................................................................................................................................................... 3
3. Síndromes lobares ............................................................................................................................................................................... 6
4. Trastornos de los pares craneales ............................................................................................................................... 7
5. Recuerdo anatomofisiológico de la función motora ..................................................................... 9
6. Recuerdo anatomofisiológico de la función sensitiva.
Trastornos sensitivos ........................................................................................................................................................................ 11
7. Enfermedad vascular cerebral .......................................................................................................................................... 12
8. Trastornos cognitivos. Demencias. Delirium ............................................................................................. 23
9. Epilepsia ............................................................................................................................................................................................................... 26
10. Cefalea .................................................................................................................................................................................................................... 32
11. Enfermedades degenerativas del sisnervioso. Ataxias. ELA ............................................. 34
12. Trastornos extrapiramidales. Enfermedad de Parkinson ....................................................... 36
13. Enfermedades desmielinizantes. Esclerosis múltiple .................................................................. 40
14. Enfermedades de la médula espinal ...................................................................................................................... 42
15. Trastornos del SisNervioso Periférico .................................................................................................................... 50
16. Trastornos de la unión neuromuscular .............................................................................................................. 52
18. Tumores del sisnervioso ............................................................................................................................................................. 57
19. Trastornos por sustancias ......................................................................................................................................................... 60
Conceptos clave ...................................................................................................................................................................................... 66
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NEUROLOGÍA

1. Trastornos cerebrales focales

1.1. Trastornos del lenguaje

Los trastornos del lenguaje son los siguientes:


• Disartria. Es un trastorno específico de la articulación del lenguaje en el que las bases del mismo
(gramática, comprensión y elección de la palabra) están intactas.
• Disprosodia. Es una alteración en las inflexiones y ritmo del habla, resultando un discurso monótono.
• Afasia. Es una pérdida o deterioro del lenguaje causado por daño cerebral, con integridad de las es-
tructuras neuromusculares formadoras del mismo. Responde a lesiones en el hemisferio dominante.
Se debe recordar, en cuanto a la dominancia cerebral, que aproximadamente el 90% de la población
es diestra, y de ellos prácticamente el 100% presentan una fuerte dominancia hemisférica izquierda
para las funciones lingüísticas. De ahí, que en pacientes diestros, prácticamente sólo las lesiones en
hemisferio izquierdo causan afasia. Las personas zurdas presentan un patrón de dominancia hemis-
férica distinto, de forma que las funciones lingüísticas se encuentran representadas en ambos he-
misferios, de modo que lesiones en cualquier hemisferio pueden producir afasia, pero son menos
graves que las que aparecen con las mismas lesiones en pacientes diestros y tienen mayor grado de
recuperación funcional. El área anterior del lenguaje está relacionada con la producción lingüística,
corresponde al área 44 de Brodmann y se conoce como “área de Broca”. El área posterior del lenguaje,
tradicionalmente referido como “área de Wernicke”, es el área cortical relacionada con la comprensión
del lenguaje hablado.

1.1.1. Tipos de afasia

Se pueden distinguir cinco tipos de afasia (Figura 1): afasia de Broca o motora, afasia de Wernicke o sensi-
tiva, afasia de conducción, afasia transcortical motora y afasia transcortical sensitiva, que corresponden a
lesiones en distintas áreas cerebrales. Estos cinco tipos de afasia se diferencian atendiendo a los concep-
tos de fluencia, comprensión, nominación y repetición (Tabla 1).

Fluencia Comprensión Nominación Repetición


BROCA No Sí No No
WERNICKE Sí No No No
CONDUCCIÓN Sí Sí No No
GLOBAL No No No No
TRANSCORTICAL MOTORA No Sí No Sí
TRANSCORTICAL SENSITIVA Sí No No Sí
Tabla 1. Diagnóstico diferencial de las afasias

• La fluencia es la producción verbal durante la conversación.


- La afasia no fluente se caracteriza por una escasa producción verbal (menos de 50 palabras
por minuto), pobre articulación, tendencia a frases cortas (a menudo una única palabra) y
agramatismo (una organización anómala de las frases).

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Figura 1. Localización anatómica de las afasias

- La afasia fluente se caracteriza por una producción verbal nor- subyacente. La comprensión está conservada, pero el paciente presen-
mal o excesiva (100-200 palabras por minuto), ausencia de di- ta dificultad para nominar y repetir, con lenguaje fluente y abundantes
sartria, longitud normal de la frase y una ausencia de contenido parafasias.
lingüístico en lo que se está hablando; es frecuente la sustitución
de unas palabras por otras (parafasias), neologismos, o incluso Las afasias transcorticales motora o sensitiva tienen las mismas ca-
presentar un lenguaje del todo ininteligible (jergafasia). Casi sin racterísticas que las afasias motoras o sensitivas puras correspondien-
excepciones, las afasias no fluentes se deben a lesiones anterio- tes, pero se caracterizan por conservar la capacidad de repetición. Se
res a la cisura de Rolando, y las fluentes son posteriores a dicha producen por infartos extensos en las zonas de vascularización frontera
cisura. de las grandes arterias cerebrales. Las causas más frecuentes de afasias
transcorticales son: anoxia secundaria a parada cardiorrespiratoria, obs-
• La comprensión se refiere al entendimiento del lenguaje hablado, trucción o estenosis significativa de la arteria carótida e intoxicación por
y se valora por órdenes verbales (cerrar los ojos, abrir la boca, etc.) o monóxido de carbono o demencia.
por preguntas que requieran la contestación sí o no.
• La nominación es la capacidad del paciente para reproducir los nom- La afasia global es la forma más grave y frecuente de afasia, secundaria a
bres de objetos, una parte de los mismos o su color, cuando son pre- grandes lesiones que afectan a las áreas anteriores y posteriores del len-
sentados por el examinador. Se pierde en todas las afasias. guaje y conllevan déficit motores graves. Tales lesiones suelen responder
• La repetición es la capacidad para repetir el lenguaje hablado, bien a oclusiones de la arteria carótida interna o arteria cerebral media izquier-
sean palabras o frases. Se conserva en las afasias transcorticales. da en su origen. El pronóstico de recuperación es malo.

Los pacientes con afasia de Broca presentan incapacidad para emitir


lenguaje, con comprensión conservada. Se produce por lesión en el área 1.2. Agnosias
de Broca en el lóbulo frontal dominante, y puede ser aislada o bien im-
plicar hemiparesia derecha u otros signos de lesión frontal, además de
depresión o frustración, al ser conscientes de su déficit. El pronóstico de La agnosia es la incapacidad para reconocer un estímulo visual, táctil o
recuperación es, generalmente, más favorable que en aquéllos con afasia auditivo cuando no hay alteración en la compresión, ni defectos en las
global. sensibilidades primarias visuales, sensitivas o auditivas. Reflejan un pro-
blema a nivel cortical.
Las afasias de Wernicke no suelen asociarse a otras focalidades neuroló-
gicas. Los pacientes no comprenden, y a su vez, presentan aumento de la
fluencia, incluso verborrea, con abundantes parafasias. No son conscien- 1.2.1. Tipos de agnosias
tes de su problema lingüístico. Tienen peor pronóstico de recuperación,
aun con terapia intensiva.
La agnosia visual se define como la incapacidad para conocer los ob-
La afasia de conducción puede darse con lesiones del fascículo arcuato, jetos o estímulos que se presentan en el campo visual de un paciente
y la que afecta a la ínsula, córtex auditivo adyacente y sustancia blanca alerta, atento, no disfásico y con una percepción visual normal. Una

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NEUROLOGÍA 21
variante es la prosopagnosia o incapacidad para reconocer rostros • Un tipo especial es la apraxia de la marcha, en donde el pacien-
humanos previamente conocidos o aprender nuevos. La simultana- te en posición bípeda no es capaz de iniciar la deambulación por
gnosia es la incapacidad para percibir dos estímulos de forma simul- haber perdido los patrones motores aprendidos para caminar. Sin
tánea. Ambas responden a lesiones occipitales bilaterales en las áreas embargo, en decúbito, puede realizar la dinámica de deambula-
de asociación. ción. Característicamente, aparece en la hidrocefalia normotensiva
(junto a incontinencia urinaria y demencia) y en lesiones frontales
La agnosia táctil es, análogamente a la visual, la incapacidad para recono- bilaterales.
cer el significado de estímulos táctiles cuando la sensibilidad táctil primaria • Apraxia bucolinguofacial: es la incapacidad para abrir o cerrar la
es normal en un paciente alerta y no disfásico. El paciente será incapaz de boca o los ojos cuando se lo indica el examinador, aunque lo puede
reconocer un objeto por el tacto con los ojos cerrados, aunque sí describirá hacer de forma espontánea.
sus características de forma, tamaño o consistencia: es la astereognosia,
que habitualmente responde a lesiones en la porción anterior del lóbulo
parietal contralateral. La atopognosia es la imposibilidad para localizar un 2. Coma
estímulo táctil, y la agrafoestesia es la incapacidad para reconocer una de-
terminada figura trazada sobre la superficie corporal.
2.1. Coma
Otras formas de agnosia son la asomatognosia, o falta de reconoci-
miento de partes del cuerpo como propias (generalmente hemicuerpo
izquierdo), y la anosognosia, o incapacidad para reconocer su enferme- 2.1.1. Fisiopatología
dad; en estos casos, el paciente no reconoce su hemiparesia u otro de-
fecto neurológico que acontece (p. ej., síndrome de Anton en pacientes
con afectación occipital bilateral que niegan su ceguera cortical). Ambas El nivel normal de consciencia depende de la activación de los hemisfe-
suelen responder a lesiones parietales no dominantes (derechas), aun- rios cerebrales por neuronas localizadas en el sistema reticular activador
que también pueden observarse en lesiones izquierdas. (SRA) del tronco del encéfalo, que se encuentra en la formación reticular
comprendida entre la porción rostral de la protuberancia y la parte cau-
dal del diencéfalo.
1.3. Apraxias
El coma también puede producirse por lesiones hemisféricas que cum-
plan alguno de los siguientes criterios:
La apraxia es la incapacidad para llevar a cabo actos motores ante una • Lesiones estructurales generalizadas o bilaterales.
orden verbal o imitación en un paciente con una adecuada comprensión • Lesiones unilaterales que comprimen el hemisferio contralateral.
y sin déficit motores o sensitivos primarios que interfieran con el desarro- • Compresión troncoencefálica secundaria a herniación.
llo del movimiento.
La causa más frecuente de coma sin signos de focaliad, con función intac-
ta del tronco del encéfalo, son los trastornos metabólicos.
1.3.1. Tipos de apraxias

2.2. Signos de valor localizador (Figura 3)


Las más importantes son las siguientes:
• Apraxia ideomotora: es el tipo más común de apraxia. Consiste en la
incapacidad para desarrollar un acto motor previamente aprendido 2.2.1. Patrón respiratorio
en respuesta a una orden verbal. Aparece con lesiones en áreas fron-
tales y parietales izquierdas.
• Apraxia ideatoria: es la incapacidad para llevar a cabo una secuen- El patrón respiratorio de un paciente en coma puede ser útil para lo-
cia ordenada de actos motores (p. ej., encender un cigarrillo) a pesar calizar el nivel de disfunción estructural en el neuroeje, pero las al-
de poder realizar cada acto por separado de forma correcta. General- teraciones metabólicas pueden afectar a los centros respiratorios de
mente, se ve en enfermedades cerebrales bilaterales. Puede obser- la protuberancia y bulbo, dando lugar a patrones similares a los pro-
varse en demencias tipo Alzheimer y en estados confusionales. ducidos por lesiones estructurales. Por tanto, la interpretación de los
• Apraxia constructiva: es la incapacidad para dibujar o construir fi- cambios respiratorios de un paciente comatoso debe acompañarse
guras, o formas bidimensionales o tridimensionales. Se explora so- de una evaluación completa y cuidadosa del estado metabólico del
licitando al paciente que efectúe sobre un papel la copia de varios paciente.
dibujos modelo (círculo, cubo, etc.). Aparece más frecuentemente
con lesiones hemisféricas derechas. Los pacientes con lesiones de- Respiración de Cheyne-Stokes
rechas pierden las relaciones espaciales entre las distintas partes Representa una situación en la que los centros respiratorios se hacen más
del modelo, y aquéllos con lesiones izquierdas, los simplifican no- dependientes de las fluctuaciones de PCO2. Se alternan breves periodos
tablemente. de hiperventilación con periodos más cortos de apnea. Puede producirse
• Apraxia del vestido: es la incapacidad del paciente para vestirse de en condiciones fisiológicas (ancianos durante el sueño, elevadas altitu-
forma correcta cuando se le entregan las distintas piezas del vestua- des) o por lesiones estructurales (lesiones corticales bilaterales, disfun-
rio. Se ve más frecuentemente en lesiones parietooccipitales dere- ción talámica bilateral, herniación) y trastornos metabólicos (uremia,
chas o bilaterales. anoxia, insuficiencia cardíaca congestiva).

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La respuesta oculocefálica es anormal cuando, al mover la cabeza, los


Hiperventilación neurógena central globos oculares no se mueven o lo hacen de forma desconjugada,
Consiste en respiraciones regulares rápidas y profundas. Se produce en siendo entonces sugestivo de lesión estructural a nivel pontomesen-
lesiones estructurales en mesencéfalo y protuberancia o por procesos cefálico. El envenenamiento por barbitúricos también puede inhibir
metabólicos (cetoacidosis diabética, acidosis láctica, hipoxemia). Cuando este reflejo.
un cuadro de hiperventilación rítmica aparece en un paciente con acido- • Reflejos oculovestibulares. Son movimientos oculares reflejos en
sis, se habla de respiración de Kussmaul. respuesta a la irrigación de la membrana timpánica con agua fría.
La respuesta normal en el paciente consciente es un nistagmo con
RECUERDA desviación tónica de los ojos hacia el lado estimulado, seguido de
un movimiento de corrección rápida hacia el lado contrario (“los ojos
El patrón respiratorio de Cheyne-Stokes (periodos de hiperventilación con huyen del agua fría”). Hay varios tipos de respuesta en pacientes co-
pausas de apnea) puede aparecer también en la uremia y en la insuficiencia matosos:
cardíaca congestiva. - Si la fase lenta está ausente, significa lesión de tronco.
- Si la fase lenta es normal, pero no se objetiva fase rápida, enton-
El patrón respiratorio de Kussmaul (hiperventilación rítmica con respiracio-
nes profundas o batipnea) aparece en estados de acidosis. Ambos patrones ces existe lesión hemisférica.
pueden aparecer en la hipoxia. - Si las fases lenta y rápida son normales, se debe pensar en un
coma histérico.

• Respiración apnéustica. Es una inspiración mantenida, seguida de • Movimientos oculares espontáneos. Roving ocular. Ojos ligera-
espiración y pausa, y se produce por lesiones en el segmento lateral mente divergentes, desplazándose lentamente de un lado a otro.
de la protuberancia inferior. Implica tronco cerebral intacto.
• Respiración atáxica. Patrón completamente irregular, presente en • Bobbing ocular. Movimientos oculares conjugados rápidos, hacia
pacientes agónicos. Precede al fallo respiratorio y se produce por le- abajo con retorno lento a la posición primaria. Se asocia a lesiones
sión a nivel bulbar dorsomedial. pontinas, pero también a encefalopatías toxicometabólicas.
• Desviación conjugada de la mirada. En las lesiones hemisféricas
estructurales, los ojos se desvían conjugadamente hacia el lado de la
2.2.2. Pupilas lesión. Las lesiones irritativas los desvían al lado opuesto. Las lesiones
a nivel de la protuberancia producen una desviación de los ojos hacia
el lado contrario de la lesión. Las lesiones hemisféricas profundas (tá-
Los reflejos luminosos pupilares son muy resistentes a la disfunción me- lamo) desvían los ojos hacia abajo y adentro o hacia el lado contrario
tabólica, por lo que alteraciones de los mismos, fundamentalmente si son de la lesión (desviación ocular paradójica).
unilaterales, indican lesión estructural, si se exceptúa:
• Uso de atropínicos en instilación, ingesta o resucitación cardiopul- RECUERDA
monar, cuando se ha usado atropina (midriasis arreactiva a la admi-
nistración tópica de colinérgicos). Las lesiones hemisféricas estructurales desvían los ojos hacia ipsilateral,
• Altas dosis de barbitúricos, succinilcolina, lidocaína, fenotiaci- mientras que las lesiones hemisféricas irritativas y las lesiones troncoence-
nas o aminoglucósidos. La presencia de pupilas fijas arreactivas es fálicas los desvían hacia contralateral.
un signo de mal pronóstico, y puede observarse en encefalopatías
metabólicas graves y en lesiones mesencefálicas. La forma, tamaño,
simetría y respuesta a la luz son de valor localizador en la función • Trastornos desconjugados de la mirada. Es la oftalmoplejia inter-
troncoencefálica o del III par. nuclear por lesión del fascículo longitudinal medial.

RECUERDA RECUERDA

· Pupilas midriáticas arreactivas: lesión mesencefálica. Oftalmoplejía internuclear: lesión del fascículo longitudinal medial (en jó-
· Pupilas puntiformes reactivas: lesión pontina. venes hay que sospechar enfermedad desmielinizante mientras que, en
· Alteración pupilar unilateral: lesión estructural. mayores, isquemia en el tronco del encéfalo).

2.2.3. Movimientos oculares 2.2.4. Posturas reflejas

• Reflejo corneal. La vía aferente viaja por la primera rama del trigémi- • Postura de descerebración. Cursa con extensión, aducción y rota-
no y la vía eferente por el facial. En condiciones normales, al estimular ción interna de brazos y extensión de las piernas. Aparece por lesio-
la córnea suavemente, se produce parpadeo bilateral. Su alteración nes entre núcleo rojo y núcleos vestibulares.
implica disfunción de tronco a nivel protuberancial. • Postura de decorticación. Presenta flexión de codo, aducción de
• Reflejos oculocefálicos. En el paciente inconsciente, el reflejo es hombro y brazos, pronación e hiperflexión de muñecas. Las piernas
normal si los ojos se mueven en las órbitas en dirección opuesta a la están extendidas. Responde a lesiones hemisféricas profundas o he-
rotación de la cabeza, indicando integridad del tronco del encéfalo. misféricas bilaterales.

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NEUROLOGÍA 21
RECUERDA mínimo de 3 y un máximo de 15 (Tabla 2). Esta escala suele utilizarse
con mayor frecuencia en los traumatismos craneoencefálicos, y sirve
Las posturas reflejas de decorticación y de descerebración corresponden
para clasificarlos en:
a unas puntuaciones de 3 y 2, respectivamente, en la valoración de la res-
puesta motora en la escala del coma de Glasgow (en esta escala, la respues- • TCE leve (puntuación de >14).
ta motora es, a su vez, el parámetro más importante). • TCE moderado (9-13).
• TCE grave (8).

RECUERDA
2.2.5. Estados de pseudocoma
La respuesta motora es el parámetro de mayor valor en la escala de
Glasgow.
• Falta de respuesta psicógena. El paciente aparece sin respuesta,
pero está fisiológicamente despierto. La exploración es normal y la
respuesta oculovestibular está intacta. APERTURA RESPUESTA RESPUESTA
• Mutismo acinético. Estado de vigilia sin posibilidad de elaborar respues- PUNTUACIÓN
DE OJOS MOTORA VERBAL
ta. Puede ser debido a daño cerebral bilateral (cuadro apálico), lesión en 6 Obedece órdenes
porción superior de mesencéfalo y diencéfalo o hidrocefalia aguda.
5 Localiza el dolor Orientado
4 Espontánea Retira el dolor Confuso
2.3. Escala de coma de Glasgow 3 A la voz
Flexora
Inapropiado
(decorticación)
Extensión
2 Al dolor Incomprensible
Para hacer una aproximación al nivel de consciencia se utiliza la escala (descerebración)
de coma de Glasgow (GCS), que valora tres parámetros clínicos (aper- 1 No No No
tura de ojos, respuesta motora y respuesta verbal), puntuando entre un Tabla 2. Escala de Glasgow

PATRÓN RESPIRATORIO REFLEJOS


DESVIACIÓN
TRONCO- PUPILAS
Otras causas DE LA MIRADA
ENCEFÁLICOS

Hemisferios
cerebrales
CHEYNE-STOKES Uremia
Anoxia
Diencéfalo
ICC
(tálamo e
hipotálamo) Mióticas reactivas

Cetoacidosis
HIPERVENTILACIÓN
diabética Oculocefálicos
NEURÓGENA
anormales
Mesencéfalo CENTRAL Acidosis láctica
(Kussmaul) =
Hipoxemia NO HAY OJOS DE Midriáticas
MUÑECA arreactivas

APNÉUSTICA
Protuberancia REFLEJO
CORNEAL
ABOLIDO Puntiformes
BOBBING OCULAR reactivas

CLUSTER

ATÁXICA DE BIOT REFLEJO


Bulbo raquídeo (AGÓNICA) NAUSEOSO
ABOLIDO

POSTURAS REFLEJAS Decorticación Descerebración

Figura 3. Signos de valor localizador en un paciente en coma

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pos inferiores (cuadrantanopsia homónima inferior por afectación de


3. Síndromes lobares (Figura 4) las radiaciones ópticas superiores).
• La apraxia constructiva y la del vestido, así como la anosognosia y
la negligencia hemicorporal (asomatognosia), se observan más fre-
3.1. Lóbulo frontal cuentemente con lesiones parietales derechas, aunque también pue-
den aparecer en lesiones izquierdas.
• Si la lesión se produce en el lóbulo dominante se produce alexia y
• Las áreas motoras y premotoras están relacionadas con los movi- apraxia.
mientos voluntarios y su lesión produce parálisis espástica contrala-
teral (primera motoneurona).
• La afectación del centro de la mirada conjugada da lugar a desviación 3.3. Lóbulo temporal
oculocefálica conjugada hacia el lado de la lesión. Sin embargo, su
irritación (crisis comiciales) desvía los ojos y la cabeza hacia el lado
opuesto. • En el lado dominante producen cuadrantanopsia homónima supe-
• La lesión del área motora suplementaria dominante, inicialmente rior por afectación de las radiaciones ópticas inferiores, afasia de
produce mutismo para, posteriormente, evolucionar a afasia moto- Wernicke o fluente, amusia (incapacidad para leer y escribir música)
ra transcortical. Cuando se afecta el área de Broca, aparece la afasia y alteración en el aprendizaje del material verbal presentado por vía
motora o no fluente. auditiva.
• La afectación bilateral de las áreas frontales mediales parasagitales • La lesión del lóbulo temporal no dominante produce el mismo defec-
conduce a un cuadro de apraxia de la marcha e incontinencia uri- to campimétrico, alteración en las relaciones espaciales, deterioro en
naria. el aprendizaje del material no verbal presentado por vía visual y una
• La lesión de áreas prefrontales se ha relacionado con una ausencia incapacidad para reconocer melodías.
de iniciativa y espontaneidad (estado apático o abúlico), disminu- • La lesión de cualquiera de los lóbulos temporales puede dar lugar a
ción de las relaciones interpersonales, cambios en la personalidad alucinaciones e ilusiones auditivas y comportamiento psicótico con
(a veces con evidente desinhibición social, inestabilidad e impulsi- agresividad.
vidad, etc.).

3.4. Lóbulo occipital


3.2. Lóbulo parietal
• La lesión unilateral produce una hemianopsia homónima contralate-
• La lesión en el área somatosensorial primaria da lugar a anestesia ral congruente con respeto de la visión macular y puede cursar con
contralateral, agnosia táctil y asomatognosia. alucinaciones visuales elementales.
• El defecto campimétrico por lesión parietal es una hemianopsia ho- • La afectación occipital bilateral produce ceguera cortical por afecta-
mónima contralateral congruente, con claro predominio en los cam- ción de las áreas visuales primarias.

Figura 4. Síndromes lobares

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NEUROLOGÍA 21
• En el seno cavernoso, la lesión del III par se suele asociar a lesión de
4. Trastornos otros pares craneales (IV y VI: oftalmoplejia completa, la primera y se-
gunda ramas del trigémino). A este nivel, la pupila puede ser normal,
de los pares craneales pero la asociación de un síndrome de Horner y paresia oculomotora
combinada es patognomónica de lesión en el seno cavernoso.

4.1. Parálisis de los pares RECUERDA


craneales oculomotores
Ptosis:
· Miastenia gravis.
Las parálisis o paresias de los pares craneales oculomotores [nervios mo- · Síndrome de Horner.
tor ocular común (III), patético (IV) y motor ocular externo (VI)] producen · Lesión del III PC.
diplopía binocular (Figura 5). La diplopía monocular se observa en la
luxación del cristalino.
• Por la fisura orbitaria superior discurren los pares III, IV y VI y primera
rama del V (oftálmica) y la vena oftálmica. A este nivel, el III par se
4.1.1. Localización de lesiones del III par craneal divide en dos ramas: superior (para el recto superior y elevador del
(núcleo motor ocular común) párpado superior) e inferior (para el recto inferior, recto interno, obli-
cuo menor y ganglio ciliar [fibras pupilomotoras]). Las lesiones a este
nivel no afectan a la segunda rama del trigémino.
La lesión puede establecerse a nivel del núcleo, del fascículo, de la por-
ción subaracnoidea, del seno cavernoso o de la fisura orbitaria. Clínica-
mente, cursa con debilidad de los músculos inervados (constrictor pupi- 4.1.2. Localización de lesiones del IV par craneal
lar, recto superior, inferior, interno y oblicuo menor) y ptosis (elevador del (núcleo troclear)
párpado ipsilateral), produciendo diplopía vertical u oblicua binocular.

La causa más frecuente es la mononeuropatía diabética. El núcleo del IV par se localiza en el mesencéfalo dorsal inferior. Su por-
• Las lesiones nucleares aisladas del III par son muy raras. Se manifies- ción fascicular se decusa y emerge del tronco en la línea media posterior,
tan clínicamente por debilidad de todos los músculos inervados por para dirigirse hacia adelante recorriendo el mesencéfalo lateral en la cis-
el III par ipsilateral (constrictor pupilar, recto superior, inferior, inter- terna perimesencefálica. Penetra en la pared lateral del seno cavernoso
no y oblicuo menor), más debilidad del recto superior contralateral y y alcanza la órbita a través de la fisura orbitaria superior para inervar el
ptosis bilateral incompleta. músculo oblicuo mayor contralateral.
• La porción subaracnoidea puede afectarse especialmente por lesio-
nes compresivas (aneurismas y herniación uncal), isquémicas (dia- La parálisis del IV par produce clínica de diplopía vertical que aumenta al
betes y vasculitis) o aracnoiditis basales. Las lesiones compresivas mirar hacia abajo y al lado opuesto de la lesión. Los pacientes presentan,
se caracterizan, inicialmente, por midriasis arreactiva de la pupila, característicamente, desviación de la cabeza hacia el lado opuesto a la
seguida de debilidad de la musculatura extraocular. Las lesiones lesión, ya que la inclinación hacia el mismo lado aumenta la diplopía.
isquémicas respetan la pupila, ya que afectan en primer lugar a la
porción central del nervio, y las fibras pupilomotoras se localizan La causa más frecuente de afectación unilateral o bilateral del IV par son
periféricamente. los traumatismos craneales, especialmente frontales. La segunda causa

Figura 5. Localización de los pares craneales en el encéfalo

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en frecuencia es la neuropatía isquémica por enfermedad de pequeño cación y abolición del reflejo corneal. Las causas más frecuentes son la
vaso (diabetes, mononeuritis múltiple, etc.). infección por herpes zóster, la esclerosis múltiple y también la neuralgia
idiopática.

4.1.3. Localización de lesiones del VI par craneal


(núcleo motor ocular externo) 4.3. Lesión del nervio facial o VII par craneal

El núcleo del VI par se localiza en la protuberancia inferior, en íntima rela- El nervio facial inerva los músculos de la mímica facial, las glándulas lagri-
ción con la rodilla del facial. Este núcleo presenta dos porciones. mal, submaxilar y sublingual, y los 2/3 anteriores de la lengua. La lesión
periférica o nuclear produce debilidad de los músculos de la hemicara
De una de ellas se origina el fascículo longitudinal medial, interneu- ipsilateral completa, de manera que al intentar elevar ambas comisuras,
ronas que cruzan la línea media y ascienden para hacer sinapsis en el la boca se desvía hacia el lado sano, el paciente presenta frente lisa y difi-
subnúcleo del recto interno del III par contralateral, permitiendo de esta cultad para cerrar el párpado ipsilateral.
forma la mirada conjugada en el plano horizontal.
La lesión supranuclear (cortical) produce parálisis únicamente de la parte
La otra porción da lugar a las fibras del VI par propiamente dichas, que inferior de la hemicara contralateral (la inervación de la parte inferior es
se dirigen hacia adelante en la protuberancia y salen del tronco para in- contralateral, mientras que la inervación de la parte superior es bilateral
troducirse en el interior del seno cavernoso e inervar finalmente el recto y, por tanto, está preservada). La parálisis facial bilateral puede aparecer
externo, tras pasar por la fisura orbitaria superior. en el síndrome de Guillain-Barré, en la enfermedad de Lyme y en la sar-
• La lesión del fascículo longitudinal medial produce la llamada oftal- coidosis.
moplejia internuclear (parálisis de la aducción de un ojo con nistag-
mo en el ojo abducente). Sus causas más frecuentes son la esclerosis
múltiple y las lesiones vasculares. 4.4. Lesión del nervio estatoacústico
• La porción subaracnoidea es muy susceptible de lesionarse por su
u VIII par craneal
largo recorrido. Procesos tumorales o un aumento de la presión in-
tracraneal (secundaria a tumor o hipertensión intracraneal benigna)
pueden cursar con una paresia del VI par. La afectación a nivel de la Está, a su vez, constituido por dos nervios, el coclear y el vestibular. El
punta del peñasco del temporal produce el síndrome de Gradenigo nervio coclear es sensorial y transmite los estímulos auditivos.
(paresia del VI par, dolor facial ipsilateral por afectación del trigémino
y sordera). El nervio vestibular interviene en la regulación del equilibrio y en la orien-
tación en el espacio. La lesión del nervio coclear produce tinnitus o acúfe-
RECUERDA nos, así como disminución de la agudeza auditiva.

El IV PC es el más largo y delgado y además abandona el tronco del encéfalo


por su cara posterior. Por ello, la causa más frecuente de su lesión son los 4.5. Lesión del nervio glosofaríngeo
traumatismos craneoencefálicos.
o IX par craneal
El VI PC realiza un largo recorrido a través del espacio subaracnoideo, de
ahí que sea susceptible de lesionarse ante elevaciones de la presión intra-
craneal. Inerva los músculos constrictor superior de la faringe y estilofaríngeo, la
sensibilidad del tercio posterior de la lengua y de la orofaringe. Su lesión
produce leve disfagia, pérdida de la sensibilidad del tercio posterior de
• Dado su trayecto dentro del seno cavernoso en relación con las fibras la lengua, pérdida del reflejo faríngeo y desviación de la pared posterior
oculosimpáticas que rodean a la carótida interna, es de gran valor lo- hacia el lado sano (signo de la cortina de Vernet). Es muy rara su lesión
calizador la asociación de un síndrome de Horner y paresia ipsilateral aislada.
del VI par (por aneurismas de carótida interna, fístulas carotidocaver-
nosas, etc.).
4.6. Lesión del nervio vago o X par craneal
4.2. Lesión del nervio trigémino
Su lesión intracraneal produce disfagia, disartria, disfonía y anestesia la-
o V par craneal
ríngea. Es muy rara su lesión aislada.

El nervio trigémino inerva los músculos de la masticación y recoge la sen-


sibilidad de la hemicara ipsilateral. Se compone de tres ramas: oftálmica, 4.7. Lesión del nervio espinal o XI par craneal
maxilar y mandibular. La manifestación clínica más frecuente es el dolor
en la hemicara ipsilateral.
Es un nervio motor puro que inerva los músculos esternocleidomastoi-
También puede cursar con hipoestesia de la hemicara ipsilateral, desvia- deo y trapecio. Su lesión produce debilidad muscular ipsilateral a este
ción de la mandíbula hacia el lado enfermo con debilidad para la masti- nivel.

8
NEUROLOGÍA 21
4.8. Lesión del nervio hipogloso Este sistema está formado por dos tractos principales, el haz corticoespi-
nal y el haz corticonuclear o fascículo geniculado. Ambos están compues-
o XII par craneal
tos por dos neuronas motoras: la primera motoneurona, que se origina
en la corteza y cuyas fibras descienden por la cápsula interna hasta el asta
Es un nervio motor puro que inerva la hemilengua contralateral (músculo anterior de la médula o hasta los núcleos motores de los pares craneales,
geniogloso). Su lesión produce hemiatrofia ipsilateral de la lengua y des- respectivamente, y la segunda motoneurona, que se extiende hasta la
viación de ésta hacia el lado de la lesión. fibra muscular.
• Fascículo geniculado: es el encargado del control voluntario de la
musculatura inervada por los pares craneales.
5. Recuerdo anatomofisiológico • Haz corticoespinal: discurre por el brazo posterior de la cápsula in-
terna, y termina en las neuronas motoras de la médula espinal.
de la función motora
La lesión de las neuronas motoras corticales o del haz piramidal, tras una
fase de shock medular inicial con parálisis flácida, termina en una parálisis
5.1. Trastornos de la función motora espástica con hiperactividad de los reflejos tendinosos. La espasticidad
depende de la pérdida de la inhibición de las proyecciones bulboespi-
nales (acompañantes del haz corticoespinal). La lesión de las neuronas
5.1.1. Fisiología de la función motora motoras del asta anterior cursa con una parálisis flácida e hipoactividad
de los reflejos tendinosos.

La función motora está sometida a un control muy estrecho en el que in- Cerebelo y ganglios basales
tervienen distintas partes del Sistema Nervioso Central (SNC). Entre ellas, Ambos forman parte de la vía motora indirecta, no consciente, reciben
la corteza motora, los ganglios basales, el cerebelo y la médula espinal. estímulos corticales y modulan la función del tracto piramidal a través del
tálamo. Son sistemas complejos y multisinápticos.
Sistema piramidal (Figura 6)
Las neuronas de la corteza motora primaria (área 4 de Brodmann), del Básicamente, el cerebelo ayuda a secuenciar las actividades motoras y a
área motora suplementaria (en la cara medial del hemisferio), de la corte- efectuar las adaptaciones correctoras de estas actividades según se rea-
za premotora (rostral a la corteza motora primaria) y de la corteza soma- lizan. Además, interviene en la regulación de la postura y del equilibrio.
tosensitiva postcentral, emiten axones para el sistema piramidal. Los ganglios basales, sin embargo, contribuyen a planificar y regular los
patrones complejos de movimiento muscular, mediante el control de la
intensidad relativa de movimientos, de la dirección y de la secuencia de
movimientos necesarios.

5.1.2. Trastornos motores

Las parálisis pueden derivar de:


• Lesiones de la vía piramidal a nivel corticoespinal o corticobulbar
(primera motoneurona).
• Lesiones de la motoneurona del asta anterior medular y de los nú-
cleos motores troncoencefálicos (segunda motoneurona).
• Lesiones del nervio periférico.
• Lesiones de la placa neuromuscular (miastenia gravis, síndrome mias-
ténico de Eaton-Lambert, botulismo, etc.).
• Miopatías.

1.ª MOTONEURONA 2.ª MOTONEURONA


Reflejos
Vivos Disminuidos o ausentes
osteotendinosos
Respuesta
Extensora (Babinski) Flexora
cutaneoplantar
· Músculos aislados
· Amplios grupos o pequeños grupos
Músculo musculares · Amiotrofia precoz
· Atrofia por desuso · Fasciculaciones
· Fibrilaciones
Aumentado (parálisis
Tono Disminuido (parálisis flácida)
espástica)
Figura 6. Vías motoras Tabla 3. Diagnóstico diferencial de lesión de 1.ª y 2.ª motoneuronas

9
Manual CTO 1.ª Edición

A nivel clínico es de gran importancia la diferenciación entre lesión de • Sistema de la sensibilidad propioceptiva inconsciente (haces es-
primera y de la segunda motoneurona (Tabla 3). pinocerebelosos posterior y anterior - pedúnculos cerebelosos - ce-
rebelo).
Las lesiones de primera motoneurona (córtex cerebral, sustancia blanca • Cerebelo (vérmis - hemisferios cerebelosos).
subcortical, cápsula interna, vía piramidal troncoencefálica y medular) pro- • Sistema vestibular (canales semicirculares - utrículo - sáculo).
ducen parálisis de amplios grupos musculares, sin afectar nunca a músculos
individuales. No suelen cursar con amiotrofia importante, salvo la derivada Los dos primeros hacen llegar información sensorial a la corteza y al ce-
del desuso en fases muy evolucionadas. No hay fasciculaciones ni fibrilacio- rebelo. Éste participa en la coordinación automática del movimiento, la
nes. Los reflejos miotáticos están exaltados y la respuesta cutaneoplantar es regulación del tono muscular y el mantenimiento del equilibrio. El siste-
extensora (signo de Babinski). Hay un aumento del tono muscular en “hoja ma vestibular está implicado en dicho mantenimiento del equilibrio, el
de navaja”, consistente en una mayor resistencia a la movilización pasiva de tono muscular y la orientación en el espacio. Las aceleraciones lineales
los miembros, máxima al iniciar el desplazamiento y que cede progresiva- son registradas por las máculas de utrículo y sáculo, y las aceleraciones
mente, diferente de la rigidez secundaria a lesiones extrapiramidales, donde angulares por las crestas ampularis de los canales.
la resistencia a la movilización pasiva es constante a lo largo de todo el ran-
go de movimiento (rigidez plástica o en barra de plomo).
5.2.2. Tipos sindrómicos de ataxia
En las lesiones corticales, la distribución del déficit motor más común
es la hemiparesia faciobraquiocrural contralateral a la lesión. Las lesiones
bilaterales de la vía piramidal corticoespinal, crónicamente establecidas, Atendiendo a los distintos sistemas neuronales descritos previamente, se
conducen al cuadro de parálisis pseudobulbar, caracterizado por disar- pueden diferenciar tres tipos sindrómicos de ataxia (Figura 7):
tria, disfagia, disfonía, parálisis facial bilateral y labilidad emocional (risa • Ataxia sensitiva.
y llanto inapropiados). • Ataxia cerebelosa.
• Ataxia o desequilibrio vestibular.
Las lesiones troncoencefálicas asocian a la hemiparesia contralateral
clínica de pares craneales del lado de la lesión (hemiplejias cruzadas). • Ataxia sensitiva. Se produce como consecuencia de trastornos que
afectan a la vía propioceptiva consciente a nivel de nervio periférico,
Las lesiones medulares cursan con paraparesia o tetraparesia, según la raíces posteriores, cordones posteriores o lemnisco medial en el tron-
localización lesional. Cuando la paraplejia se instaura de forma aguda, la co encefálico. Afecta predominantemente a la marcha y miembros
etiología más frecuente son los traumatismos; otras causas son isquemia inferiores de forma simétrica. Es característica de la ataxia sensitiva
y sangrado medular por malformaciones. la ausencia de vértigo, nistagmo o disartria, y prácticamente diag-
nóstico el claro empeoramiento cuando el paciente cierra los ojos o
Las lesiones de segunda motoneurona producen parálisis que pue- ejecuta movimientos en situaciones con escasa luminosidad.
de afectar a pequeños grupos musculares, e incluso músculos aislados. En posición bípeda, con ojos abiertos, hay un aumento de la base
Cursa con amiotrofia importante, fasciculaciones y fibrilaciones. El tono de sustentación, y el paciente puede llegar a caer si cierra los ojos
muscular está disminuido y los reflejos miotáticos son hipoactivos o (signo de Romberg). El signo de Romberg no aparece en las lesiones
ausentes. La respuesta cutaneoplantar es flexora. La clínica de segunda cerebelosas.
motoneurona no acompañada de trastornos sensitivos habla a favor de • Ataxia cerebelosa. La ataxia cerebelosa puede afectar a la bipedes-
lesión central (p. ej., en la forma de atrofia muscular espinal de la ELA); la tación, marcha y miembros y, a diferencia de la ataxia sensitiva, per-
asociación de trastornos sensitivos apunta a lesión del nervio periférico. siste aún con ayuda visual y no se agrava tan intensamente con el
Una de las causas más frecuentes de tetraparesia flácida y arrefléxica, sin cierre de los ojos. Se asocia a hipotonía, disartria, temblor cinético y
apenas alteraciones sensitivas y con posible afectación de pares cranea- nistagmo. Se distinguen dos síndromes cerebelosos:
les, es el síndrome de Guillain-Barré. - Síndrome vermiano, caracterizado por ataxia de la marcha y
escasa o nula ataxia de miembros, con infrecuente presencia de
hipotonía, nistagmo, disartria o temblor. Es característico de la
5.2. Ataxias degeneración cerebelosa alcohólica y del meduloblastoma en
niños.
- Síndrome hemisférico, que cursa con ataxia de los miembros
Se define la ataxia como todo trastorno de la coordinación que, sin debi- ipsilaterales a la lesión e implica hipotonía, disartria, nistagmo y
lidad motora y en ausencia de apraxia, altera la dirección y amplitud del temblor.
movimiento voluntario, la postura y el equilibrio.
• Ataxia vestibular. La ataxia o desequilibrio vestibular se caracteriza
por un trastorno del equilibrio durante la bipedestación y marcha,
5.2.1. Consideraciones anatómicas sin incoordinación en los movimientos de los miembros cuando el
paciente es explorado en decúbito. El vértigo y el nistagmo están tí-
picamente asociados, y no hay disartria.
Los sistemas neurológicos implicados en la coordinación motora son fun- Para diferenciar entre síndrome vertiginoso periférico (nervio vesti-
damentalmente cuatro: bular y sistema laberíntico) y central (núcleos vestibulares y vías de
• Sistema de la sensibilidad propioceptiva consciente (nervio pe- conexión), se valorarán los síntomas asociados y la armoniosidad
riférico - raíz posterior - cordones posteriores - lemnisco medial - o congruencia del trastorno del equilibrio objetivado en la explo-
tálamo - corteza). ración.

10
NEUROLOGÍA 21
- El síndrome periférico se caracteriza por vértigo o sensación 6.1. Vías sensitivas del SNC (Figuras 8 y 9)
de giro de objetos, generalmente influenciable con los movi-
mientos cefálicos y de corta duración, síntomas vegetativos in-
tensos, acúfenos e hipoacusia unilateral. Hay nistagmo espon- Los estímulos del cuerpo se detectan en los diversos receptores espe-
táneo horizontorotatorio hacia un lado de la mirada e inhibido cializados (corpúsculos de Pacini, de Meissner, terminaciones de Ruffini,
por la fijación visual. La desviación en el test de Romberg y en amielínicas, etc.) y llegan a la médula por las raíces dorsales de los nervios
la marcha es en la misma dirección y coincide con la dirección raquídeos. Desde allí, pueden seguir fundamentalmente dos vías:
del componente lento del nistagmo (hacia el lado que presenta • El sistema columna dorsal - lemnisco medial. Conducen impulsos
hipoacusia). llamados epicríticos o de discriminación fina y vibratoria. Suben por
- El síndrome vestibular central se caracteriza por la disarmonía las columnas posteriores de la médula ipsilateral, haciendo su prime-
de las respuestas, y a menudo es incompleto (no conlleva todos ra sinapsis en los núcleos bulbares de Goll y Burdach, y cruzando a
los componentes). El vértigo no se influencia tan marcadamente nivel del bulbo al lado opuesto, formando el lemnisco medial y aca-
con los movimientos de la cabeza, su intensidad es menos pro- bando en el tálamo (núcleo ventral posterolateral). Es una vía de con-
nunciada que el trastorno del equilibrio, los síntomas vegetati- ducción muy rápida y presenta un alto grado de orientación espacial
vos son moderados, no hay hipoacusia ni acúfenos, y el nistagmo con respecto al origen del estímulo.
espontáneo suele ser bilateral y, a menudo, puro (puramente • El sistema anterolateral. La sensibilidad que conduce se denomina
horizontal, rotatorio o vertical). En el test de Romberg, la caída protopática, con capacidad de diversas modalidades: dolor, tempe-
es hacia atrás o hacia los lados y atrás. La inclinación durante la ratura y sensaciones de tacto grosero. Tiene su primera sinapsis en
marcha no coincide con la dirección del componente lento del las astas dorsales de la sustancia gris medular y, tras cruzar al lado
nistagmo ni con la dirección de caída en el test de Romberg. Ade- opuesto de la médula, asciende por las columnas blancas anteriores
más, es frecuente la coexistencia de otros signos o síntomas de y laterales (fascículo espinotalámico lateral), para terminar en todos
disfunción neurológica troncoencefálica. los niveles del tronco, y también en el núcleo ventral posterolateral
del tálamo. Es un sistema más lento, con menor grado de orientación
espacial. Desde el tálamo, se distribuyen hacia la corteza sensorial
(tercera neurona que proyecta al córtex parietal), donde existe una
representación sensitiva del cuerpo, el llamado homúnculo sensiti-
vo de Penfield. La sensibilidad de la cara es transmitida por el V par
craneal (trigémino). La segunda neurona cruza la línea media en el
tronco y se incorpora a la vía espinotalámica en posición medial, para
encontrarse con la tercera neurona en el tálamo (núcleo ventral pos-
teromedial) y proyectar hacia el córtex parietal.

6.2. Clínica

La disfunción sensitiva se clasifica en dos grupos:


• Síntomas positivos: parestesias (percepciones de sensaciones anó-
malas sin aplicación de un estímulo aparente) y disestesias (sensa-
ción anómala tras aplicación de un estímulo). En estos casos, no se
suele objetivar en la exploración un déficit sensorial demostrable.
• Síntomas negativos: con la demostración en la exploración de hi-
poestesia (disminución de la percepción) o anestesia (ausencia com-
pleta de percepción).
Figura 7. Tipos de ataxias
La distribución de los déficits sensoriales es indicativa de la localización
lesional dentro del sistema nervioso. La aparición de hipoestesia, diseste-
sias y parestesias a nivel distal en miembros, con distribución en guante
6. Recuerdo anatomofisiológico y calcetín, es indicativa de polineuropatía.

de la función sensitiva. Cuando aparece un déficits (generalmente un nivel suspendido) para la


sensibilidad dolorosa y térmica con conservación de la táctil y propiocep-
Trastornos sensitivos tiva, se habla de déficit disociado de la sensibilidad; es típico de lesiones
centromedulares (siringomielia) pero también puede aparecer en algu-
La sensibilidad somática se puede clasificar en tres tipos: nas formas de polineuropatía leprosa, amiloide, diabética y neuropatía
• Sentidos mecanorreceptores somáticos. Sensaciones táctiles y de sensitiva hereditaria.
posición, que se estimulan por el desplazamiento mecánico de algún
tejido corporal. Las lesiones medulares también dan niveles sensitivos cuya distribución
• Sentidos termorreceptores. Detectan frío y calor. es indicativa del nivel lesional. Las lesiones talámicas afectan a todas las
• Sentido algésico o del dolor. sensibilidades del hemicuerpo contralateral, incluidas las de la cara. A ve-

11
Manual CTO 1.ª Edición

ces, estas lesiones talámicas evolucionan para producir un cuadro de do-


lor o hiperpatía en el hemicuerpo afecto (síndrome de Déjerine-Roussy). 7. Enfermedad vascular cerebral
Las lesiones corticales parietales o de las proyecciones talamocortica-
les producen una afectación de las denominadas sensibilidades combi- 7.1. Territorios vasculares cerebrales
nadas, con conservación relativa de las primarias (tacto, dolor y tempe-
ratura). Hay pérdida de la discriminación entre dos puntos, atopognosia,
extinción parietal (frente a doble estimulación simultánea en áreas cor- Las arterias que irrigan el cerebro son las siguientes (Figura 10):
porales simétricas, no se percibe la del lado afectado, generalmente el • Arteria cerebral anterior. Se origina de la arteria carótida interna en la
hemicuerpo izquierdo, ya que responden a lesiones parietales derechas), parte anterior del polígono de Willis. Irriga el córtex motor y sensitivo de
agrafoestesia y astereognosia. las piernas y pies, córtex frontal motor suplementario, centros corticales
de la micción en los lóbulos paracentrales, porción anteroinferior del
brazo anterior de la cápsula interna, porción anteroinferior de la cabeza
del núcleo caudado, porción anterior del globo pálido (globus pallidus)
y putamen e hipotálamo anterior. Los cuatro últimos territorios se irri-
gan a través de las arterias lenticuloestriadas, donde la más importante
es la arteria recurrente de Heubner, que se origina de la arteria cerebral
anterior a nivel o distal a la unión de la comunicante anterior.
• Arteria coroidea anterior. Se origina de la porción supraclinoidea
de la arteria carótida interna. Irriga la porción anterior del hipocam-
po, uncus, amígdala, globo pálido, cola del núcleo caudado, tálamo
lateral y cuerpo geniculado, y brazo posterior de la cápsula interna.
• Arteria cerebral media. Es el vaso más frecuentemente afectado en
los ictus isquémicos. Irriga gran parte del córtex motor y sensitivo
frontoparietal, áreas frontales para los movimientos oculocefálicos
conjugados, radiaciones ópticas, córtex sensorial auditivo y áreas del
lenguaje (hemisferio dominante). Por medio de las arterias lenticuloes-
triadas, irriga el putamen, cabeza y cuerpo del núcleo caudado, globo
pálido lateral, brazo anterior de la cápsula interna y porción superior
del brazo posterior de la cápsula interna.
• Arteria cerebral posterior. Tiene su origen en la circulación vertebro-
basilar, a nivel distal de la arteria basilar, y completa por detrás el po-
lígono de Willis. Irriga la superficie inferior del lóbulo temporal, lóbulo
occipital, núcleo rojo, sustancia negra, parte medial de los pedúnculos
cerebrales, núcleos del tálamo, hipocampo e hipotálamo posterior.
• Irrigación troncoencefálica. Las arterias vertebrales, que se originan
de las subclavias, confluyen a nivel de la unión bulboprotuberancial
para formar la arteria basilar. Previamente, la arteria vertebral da lugar
a dos pequeñas arterias mediales que confluyen para formar la arteria
espinal anterior. Lateralmente a la arteria vertebral se origina la cere-
belosa posteroinferior, que irriga la parte posterolateral del bulbo e
inferior del cerebelo. La arteria basilar se dirige hacia arriba y delante,
Figura 8. Vías sensitivas
en la zona medial anterior de la protuberancia. Da lugar a pequeñas
arterias mediales perforantes, circunferenciales cortas y a las arterias
cerebelosas anteroinferior y anterosuperior. Termina en la unión pon-
tomesencefálica, bifurcándose en las arterias cerebrales posteriores.

7.2. Clasificación y factores de riesgo

Se distinguen dos grandes grupos de lesiones vasculares: isquémicas y


hemorrágicas.
• Las lesiones isquémicas representan el 80-85% de los casos. Pue-
den ser focales (por obstrucción arterial o venosa) o difusas (parada
cardíaca, anoxia o hipoperfusión). También pueden clasificarse como
trombóticas o embólicas.
• La hemorragia intracraneal representa aproximadamente un 15-
20% de todos los accidentes vasculares cerebrales, siendo la hiper-
Figura 9. Áreas sensitivas en la corteza
tensión arterial (HTA) el principal factor asociado (50-70% de los

12
NEUROLOGÍA 21

Figura 10. Territorios vasculares cerebrales

casos). La mayoría de estas hemorragias están localizadas profunda- 7.3. Enfermedades


mente en los hemisferios cerebrales.
cerebrovasculares isquémicas
Los mecanismos por los que se puede producir un accidente vascular ce-
rebral son básicamente cuatro:
• Por patología intrínseca de los vasos secundaria a aterosclerosis, 7.3.1. Clasificación
lipohialinosis, vasculitis, depósito de amiloide, malformaciones vas-
culares, etc.
• Por obstrucción vascular secundaria a material embólico originado Las enfermedades cerebrovasculares isquémicas según el tiempo de pro-
a nivel cardíaco o en los vasos extracraneales (embolismo arterioarte- gresión se clasifican en:
rial, generalmente con origen en la arteria carótida interna). • Accidente isquémico transitorio (AIT). Déficit neurológico con una
• Por hipoperfusión secundaria a hipotensión o incremento de la vis- duración menor de 24 horas. En general, la duración es menor de una
cosidad sanguínea. hora; si es mayor, la TC suele mostrar lesiones isquémicas.
• Por ruptura de un vaso sanguíneo dentro del espacio subaracnoi- • Ictus o stroke. Déficit neurológico que dura más de 24 horas, causa-
deo o dentro del parénquima cerebral. do por disminución del flujo sanguíneo en un territorio.
• Ictus progresivo. Es un déficit neurológico de instauración súbita
Los factores de riesgo para la enfermedad cerebrovascular son los mis- que progresa o fluctúa mientras el paciente permanece bajo obser-
mos que para la cardiovascular, sobre todo la hipertensión arterial. No vación. Puede ser debido a estenosis trombótica progresiva de una
obstante, según el tipo de enfermedad cerebrovascular algunos factores arteria, desarrollo de edema cerebral, obliteración progresiva de ra-
de riesgo cobran mayor importancia: mas colaterales o hipotensión arterial.
• Enfermedad vascular aterosclerótica: hipertensión, hipercoleste-
rolemia, DM y tabaquismo. Otra causa es el sangrado postinfarto, o conversión de un infarto “blanco”
• Embólica: fibrilación auricular e infarto de miocardio reciente (gene- en un infarto “rojo”( hemorrágico), que aparece en el 40% de los casos, y
ralmente anterior). es más frecuente en ictus cardioembólicos extensos por reperfusión tras
• Hemorrágica: la hipertensión es el principal factor de riesgo para la un periodo de isquemia que ha dañado el endotelio vascular. El sangrado
hemorragia cerebral primaria. postinfarto rara vez produce nuevos síntomas.
• También la hipertensión es el factor de riesgo más importante para
la lipohialinosis, que es la base de los infartos lacunares. RECUERDA

Un ictus maligno es un ictus del territorio de la arteria cerebral media que se


RECUERDA
complica con edema cerebral con desplazamiento de la línea media (swe-
La HTA es un factor de riesgo tanto para la enfermedad vascular cerebral como lling) y con disminución del nivel de conciencia.
para la cardiopatía isquémica, pero el riesgo relativo es mayor para la primera. Ade-
más, el tratamiento de la HTA ha demostrado mayor efecto en la prevención de la Se realiza una craneotomía descompresiva sólo si es derecho y el paciente
enfermedad vascular cerebral que en la prevención de la cardiopatía isquémica. es joven.

13
Manual CTO 1.ª Edición

7.3.2. Etiología Infarto de causa inhabitual


• Causas hematológicas: las hemoglobinopatías como la anemia fal-
ciforme, el síndrome de hiperviscosidad propio de las policitemias, el
Infarto aterotrombótico síndrome de hipercoagulabilidad propio de tumores y en asociación
La mayor parte de las enfermedades cerebrales vasculares isquémicas a anticuerpos antifosfolípidos o anticardiolipinas.
son originadas por la aterosclerosis y sus complicaciones trombóticas y • Arteriopatía no arteriosclerótica, como la disección arterial.
tromboembólicas. La aterosclerosis puede afectar a los vasos extracra- • Enfermedad sistémica: conectivopatía, síndrome mieloproliferati-
neales e intracraneales y puede producir patología por embolización ar- vo, metabolopatía.
terioarterial o por estenosis u oclusión in situ, dando lugar a situaciones • Trombosis venosa cerebral.
de bajo gasto. La localización preferente de las placas de ateroma es la
bifurcación de la carótida y el origen de la arteria carótida interna. Infarto de etiología indeterminada
Tras un exhaustivo estudio diagnóstico, no se ha encontrado el mecanis-
Infarto cardioembólico mo etiopatogénico subyacente.
Constituyen aproximadamente un 20% de los accidentes de tipo isqué-
mico. La causa más frecuente de embolismo cerebral cardiogénico es la
fibrilación auricular paroxística o persistente. Pero existen otros factores 7.3.3. Síndromes vasculares
de riesgo como los trombos murales a partir de áreas discinéticas secun-
darias a infarto de miocardio y miocardiopatía dilatada; y enfermedad
valvular, sobre todo, la estenosis mitral. La localización de los síndromes vasculares más frecuentes está represen-
tada en la Figura 12.
Los cuadros embólicos se presentan con el déficit completo desde el inicio
mientras que los embólicos pueden progresar. Con frecuencia, el embo- Arteria cerebral anterior
lismo cerebral se produce sin objetivarse una fuente obvia. Se habla de El infarto de la arteria cerebral anterior (ACA) es muy poco habitual, pero
embolismo de etiología desconocida cuando la monitorización cardíaca, cuando se produce, suele ser por embolismo de origen cardíaco. Sin em-
ecocardiografía y eco-Doppler de troncos supraaórticos no consiguen de- bargo, se debe recordar que si se produce un émbolo cardíaco, la arteria
mostrar una fuente de émbolos. El 40% de los ictus isquémicos se sitúan que se afecta con más frecuencia es la ACM, no la ACA.
en esta categoría; a veces, en estos casos, la eco-Doppler transesofágica ha
demostrado placas de aterosclerosis embolígenas en la aorta ascendente. La oclusión distal a la arteria comunicante anterior da lugar a:
• Hemiparesia y hemihipoestesia contralaterales de predominio crural.
Infarto lacunar • Disminución de la actividad psicomotora y del lenguaje espontáneo
Son secundarios a arteriopatía o lipohialinosis de pequeño vaso, meno- secundario a afectación de áreas prefrontales.
res de 15 mm de tamaño y están localizados en el territorio de distribu- • Reflejo de prensión, succión y rigidez paratónica por lesión de las
ción de las pequeñas arterias perforantes procedentes del polígono de áreas motoras suplementarias frontales.
Willis, arteria cerebral media o sistema vertebrobasilar. • Apraxia de la marcha y, a veces, incontinencia urinaria por afectación
del lóbulo frontal parasagital (en lesiones bilaterales).
Los infartos lacunares representan el 20% de toda la patología vascular y
la HTA es el factor de riesgo más importante. Arteria cerebral media
Es el síndrome vascular más frecuente. Cursa con:
Dependiendo del territorio vascular afectado se dan unos u otros sínto- • Hemiparesia y hemihipoestesia contralaterales, de predominio facio-
mas, que están recogidos en la Figura 11. braquial.
• Hemianopsia homónima contralateral.
• Desviación oculocefálica hacia el lado de la lesión, con conservación
de los reflejos oculocefálicos y oculovestibulares.
• Afasia de Broca, Wernicke o global, dependiendo de la localización
y extensión de la afectación (en lesiones del hemisferio dominante).
• Puede haber también asomatognosia (heminegligencia corporal),
anosognosia y desorientación espacial en lesiones del hemisferio no
dominante.
• Alexia y agrafia.

RECUERDA

La afasia nos localiza la isquemia a nivel cortical en el territorio vascular de la


arteria cerebral media del hemisferio dominante.

Arteria coroidea anterior


Cursa con hemiparesia y hemihipoestesia contralaterales, incluyendo la
cara, y a veces hemianopsia contralateral homónima. El diagnóstico di-
Figura 11. Síndromes lacunares frecuentes
ferencial con afectación de la arteria cerebral media a nivel clínico suele
ser difícil.

14
NEUROLOGÍA 21

Figura 12. Sintomatología de los infartos dependiendo del territorio vascular afectado

Arteria cerebral posterior Sistema vertebrobasilar


Por lesión occipital, da lugar a hemianopsia contralateral que suele res- Los procesos isquémicos a este nivel producen los llamados “síndromes
petar la visión macular. Los reflejos pupilares están conservados. Implica cruzados”, caracterizados por alteraciones de vías largas contralaterales
a veces alexia y acalculia. (hemiparesia, hemihipoestesia) y signos ipsilaterales cerebelosos o de
pares craneales.
RECUERDA
La isquemia vertebrobasilar puede producir una pérdida brusca de la
Si existe alexia con agrafia, la afectación vascular está en el territorio de la consciencia, con o sin recuperación posterior, precedida de síntomas de
cerebral media; mientras que si existe alexia sin agrafia, el territorio afectado disfunción troncoencefálica (diplopía, vértigo, ataxia, etc.) .
es el de la cerebral posterior.

De manera general, hay que pensar en una lesión a nivel del tronco del
Si se afecta la circulación proximal, dado que la mayor parte de la irriga- encéfalo siempre que aparezcan asociadas a lesiones de pares craneales
ción talámica depende de esta arteria, aparecerá un síndrome talámico ipsilaterales con “vías largas” (motor o sensitivo) contralaterales.
caracterizado por hemianestesia contralateral extensa y para todos los
tipos de sensibilidades, hiperpatía o dolor en el hemicuerpo afectado, Infartos lacunares
mano con movimientos pseudoatetoides secundarios a la pérdida de la Los síndromes lacunares más frecuentes son:
sensibilidad propioceptiva (mano talámica), coreoatetosis y hemibalismo • Ictus motor puro: es el síndrome lacunar más frecuente, con una to-
por extensión lesional a las áreas subtalámicas, asterixis contralateral y pografía lesional habitualmente localizada en el brazo posterior de
déficit en la supraducción y convergencia oculares. la cápsula interna, aunque también puede localizarse en la porción
anterior de la protuberancia. Consiste en la paresia o parálisis hemi-
Otros signos y síntomas infrecuentes de la lesión talámica son la altera- corporal faciobraquiocrural, generalmente proporcionada (similar
ción en la memoria, sueño y regulación de la temperatura, afasia subcor- afectación en cara, brazo y pierna), sin afectación de otras áreas ni del
tical y defecto transitorio homónimo del campo visual. nivel de consciencia o las funciones superiores. Cuando se localizan
en la rodilla de la cápsula interna, puede cursar con paresia facial ais-
RECUERDA lada, y cuando afectan a la parte más posterior de la misma, pueden
dar lugar a una paresia crural aislada.
Una forma sencilla de identificar el territorio arterial afectado en la en- • Ictus sensitivo puro: resulta de un infarto lacunar a nivel del núcleo
fermedad isquémica cerebral es valorar si existe hemiparesia y hemia- ventral posterolateral del tálamo. La clínica consta de un déficit sensiti-
nopsia: vo que afecta a un hemicuerpo, incluida la cara, siendo menos frecuente
· El síndrome de la arteria cerebral anterior cursa con hemiparesia crural
la distribución queirooral (afectación peribucal y de la mano ipsilateral).
contralateral y sin hemianopsia.
· El de cerebral media (el más frecuente) cursa con hemiparesia faciobra- • Ataxia-hemiparesia: es también expresión, generalmente, de un in-
quial y hemianopsia homónima contralaterales. farto lacunar localizado en el brazo anterior de la cápsula interna o
· El de cerebral posterior cursa sin hemiparesia, pero con hemianopsia en la protuberancia. Cursa con hemiparesia contralateral (más grave
homónima congruente contralateral, y con respeto macular. en la extremidad inferior) y ataxia (habitualmente en los miembros
con déficit motor).

15
Manual CTO 1.ª Edición

• Disartria-mano torpe: cursa con paresia facial y torpeza de la mano Durante las primeras 24- 72 horas, pueden no observarse lesiones isqué-
ipsilateral, sin afectación sensitiva. La causa más frecuente es un in- micas, aunque es posible detectar signos indirectos, como asimetrías de
farto lacunar en el brazo anterior o la rodilla de la cápsula interna con- surcos corticales por edema, desplazamiento de estructuras o aumento
tralateral al hemicuerpo afectado, aunque puede producirse también de densidad de la arteria cerebral media, en su trayecto basal. Es de esca-
por lesiones en la protuberancia sa utilidad para la visualización de infartos vertebrobasilares debido a los
artefactos óseos que genera la fosa posterior.
La existencia de múltiples infartos lacunares puede conducir a un síndro-
me pseudobulbar (disartria, disfagia, disfonía, parálisis facial bilateral y La TC supera a la resonancia magnética en la detección de sangrados,
labilidad emocional). aunque ésta es más sensible para la visualización de lesiones de fosa pos-
terior (procedimiento de elección). En los infartos lacunares, la prueba
inicial de elección en la fase aguda es igualmente la TC craneal (para el
7.3.4. Estudio diagnóstico (Figura 13) diagnóstico diferencial isquemicohemorrágico), pero para su estudio
posterior es necesario realizar una RMN craneal, ya que la TC no detecta
los infartos menores de 5 mm y los situados en fosa posterior.
La prueba diagnóstica inicial en cualquiera de los tipos de infarto cerebral
es la TC craneal, para establecer el diagnóstico de ictus isquémico o he- RECUERDA
morrágico, así como para descartar etiologías que pueden cursar como
un proceso vascular (tumores, sangrados, metástasis, etc.) e informa so- La TC sirve para distinguir un infarto hemorrágico de uno isquémico y vi-
bre la extensión de la lesión isquémica. sualiza mejor la sangre que la RM. La RM es de elección en fosa posterior.

Figura 13. Algoritmo diagnóstico y terapéutico de enfermedad cerebrovascular

16
NEUROLOGÍA 21
7.3.5. Profilaxis y tratamiento - Antiagregación. Se ha demostrado que el AAS, en dosis máxi-
mas de 300 mg/día, reduce el riesgo de nuevos ictus en aproxi-
madamente un 20-30%. Actúa a nivel plaquetario, produciendo
Tratamiento en fase aguda una inhibición irreversible de la ciclooxigenasa y el tromboxano
• Medidas generales: evitar hipertermias, hiperglucemias y elevación A2. Otros fármacos antiagregantes disponibles a parte del AAS
excesiva de la tensión arterial, así como descensos bruscos de esta son la ticlopidina, el clopidogrel y el dipiridamol.
última. - Endarterectomía carotídea (Figura 14).
• Fibrinólisis con rt-PA: está indicada la administración de rt-PA en
pacientes con:
- Ictus isquémico de menos de tres horas desde la instauración de
los síntomas.
- Paciente menor de 80 años.
- Ausencia de alguno de los criterios de exclusión que aparecen
en la Tabla 4.

· Presencia de hemorragia en TC craneal previa a la administración del


fármaco
· Presentación clínica sugestiva de HSA, incluso con TC normal
· Déficit neurológico escaso o síntomas que mejoran rápidamente
· Escala NIH > 25 puntos
· Convulsiones al inicio del ictus
· Existencia de diátesis hemorrágica (trombopenia < 100.000,
tratamiento actual con anticoagulantes, o tratamiento con heparina
durante 48 horas previas y TTPA aumentado)
· TA > 185/110 o necesidad de manejo i.v. agresivo para reducirla
· Glucosa sanguínea > 400 o < 50 mg/dl
· Historia de ictus previo y DM concomitante
· Ictus en los tres últimos meses
· Hemorragia grave o peligrosa manifiesta o reciente
· Antecedente de lesión de SNC: hemorragia, neoplasia, aneurisma,
cirugía…
· Patología grave concomitante (endocarditis, pancreatitis, gastropatía Figura 14. Endarterectomía carotídea
ulcerativa reciente, aneurismas arteriales, neoplasias con riesgo
hemorrágico, hepatopatía grave) La actitud en prevención secundaria en la patología carotídea
· Cirugía mayor o traumatismo importante en los tres últimos meses
depende del porcentaje de estenosis y de la sintomatología (Fi-
Tabla 4. Criterios de exclusión para la fibrinólisis i.v.
gura 15).

• Antiagregación: en pacientes que no cumplen criterios de fibrinó-


lisis: el uso de ácido acetilsalicílico (AAS) 300 mg en las primeras 48
horas tras el ictus isquémico reduce el riesgo de recurrencia y la tasa
de mortalidad a medio plazo.

Prevención primaria
El tratamiento de la HTA reduce sustancialmente el riesgo de ictus. Una
disminución en la presión arterial diastólica de 5-6 mmHg reduce el ries-
go en un 42%. El tratamiento de la HTA diastólica aislada en el anciano
disminuye el riesgo en un 36%.

La incidencia de ictus isquémico es de 1-2% por año tras infarto de mio-


cardio, siendo el riesgo mayor durante el primer mes postinfarto (30%).
En estos pacientes, la profilaxis primaria incluye:
• Anticoagulación oral. Mantener el índice internacional normalizado
(INR) entre 2 y 3, si el paciente asocia fibrilación auricular.
• Estatinas (inhibidores de la HMG-CoA reductasa), incluso en
pacientes con niveles de colesterol normales. Su efecto profilác- Figura 15. Actitud terapéutica en estenosis carotídea sintomática
tico parece estar al margen de su efecto hipolipemiante y se debe
a una estabilización del endotelio y placa aterosclerótica, efectos - En pacientes con estenosis carotídea sintomática que supera el
antiinflamatorios e inhibición de la adhesión y agregación plaque- 70% de la luz, es de elección la endarterectomía carotídea.
taria. - Si la estenosis es inferior al 50%, hay que administrar al paciente
antiagregantes.
Prevención secundaria - Cuando la estenosis se encuentra entre el 50-69%, la decisión
• Patología vascular cerebral con origen en territorio carotídeo o terapéutica depende de los factores de riesgo vascular (podría
vertebrobasilar: indicarse en varones, y síntomas hemisféricos recientes).

17
Manual CTO 1.ª Edición

- En estenosis carotídeas asintomáticas, se ha recomendado la an- En cuanto a las pruebas complementarias, son útiles:
tiagregación. Sin embargo, cuando la estenosis es hemodinámi- • Líquido cefalorraquídeo: el dato más habitual es un aumento de
camente significativa y evolutiva en el tiempo, puede ser benefi- presión, que se acompañará de reacción meníngea inflamatoria si
ciosa la endarterectomía carotídea. hay un proceso séptico de base.
• TC: puede ser normal o mostrar datos indirectos de edema cerebral
RECUERDA con disminución de los surcos corticales. Puede observarse un infar-
to corticosubcortical con hemorragización multifocal. El signo de la
Si la estenosis de la carótida sintomática es del 50-69%, se opta por la en- “delta vacía” (Figura 16) es muy característico, y consiste en un refor-
darterectomía carotídea, en lugar de por la antiagregación, sólo si se trata zamiento de las paredes del seno trombosado rodeando a una zona
de un varón joven, no diabético, con esperanza de vida superior a cinco
central isodensa que, teóricamente, corresponde al trombo .
años y con un riesgo quirúrgico inferior al 6%. Si la estenosis de la carótida
sintomática es completa (100%), no se realiza cirugía, sino antiagregación.

- Anticoagulación. La utilidad de la anticoagulación para la pre-


vención secundaria de la patología vascular carotídea es contro-
vertida y no suele utilizarse.

• Patología vascular cardioembólica: si se evidencia una fuente car-


dioembólica, la profilaxis secundaria de elección es la anticoagula-
ción oral. Cuando el área de isquemia cerebral es amplia, no se re-
comienda la anticoagulación en fase aguda, dado el alto riesgo de
transformación hemorrágica del infarto. En estos casos, se recomien-
da realizar una anticoagulación diferida.

RECUERDA

Las indicaciones de anticoagulación en fase aguda son: fibrilación auricular,


disección carotídea, ictus isquémico progresivo o trombosis de senos veno-
sos durales. En fase crónica, se anticoagula si se cumplen dos de los siguien- Figura 16. TC craneal de paciente con trombosis de seno longitudinal supe-
rior, donde se observa identificado por la flecha el signo del delta vacío, que
tes criterios: edad superior a 65 años, fibrilación auricular, presencia de fac-
muestra la presencia de trombo en el interior del seno longitudinal superior
tores de riesgo cardiovascular o demostración de trombos intracardíacos.

• Resonancia magnética: es la técnica de elección, aunque no excluye


la realización de angiografía cerebral .
7.3.6. Trombosis venosas • Angiografía cerebral: es la técnica diagnóstica que permite asegu-
rar la existencia de obstrucción venosa, aunque la RMN ha demostra-
do una buena correlación con la imagen angiográfica y gran fiabili-
Se engloban dentro de las enfermedades cerebrovasculares isquémicas. dad diagnóstica.
En el 25-40% de los casos se desconoce la causa. En un 15% se asocian a
procesos sépticos sistémicos o locales (meningitis). Otras causas se reco-
gen en la Tabla 5. 7.4. Hemorragia intraparenquimatosa
El diagnóstico de la trombosis venosa es difícil debido a la variabilidad
de sus manifestaciones clínicas (desde formas asintomáticas a cefalea o Los procesos vasculares hemorrágicos representan aproximadamente el
coma, lo más común es la cefalea y puede presentarse como focalidad 20% de los ACV. Dado que la hemorragia en el espacio subaracnoideo o
neurológica o crisis epilépticas); y a la inespecificidad de los hallazgos en en el parénquima cerebral produce menos daño tisular que la isquemia,
las pruebas complementarias. En la exploración, se puede observar ede- los pacientes que sobreviven a la fase aguda pueden mostrar una marca-
ma de papila. da recuperación funcional.

COMUNES POCO FRECUENTES


En la Figura 17 se recogen las causas más frecuentes de hemorragia in-
tracraneal espontánea. Dentro de las enfermedades cerebrovasculares
· Infección hemorrágicas se engloban la hemorragia intraparenquimatosa (que será
· Enf. inflamatoria
· Embarazo-puerperio
intestinal descrita en este apartado) y la hemorragia subaracnoidea (que se descri-
· Deshidratación (ancianos)
· Síndrome de Behçet be más adelante).
· Anticonceptivos orales
· Anticoagulante
· Coagulopatías (trombocitosis,
lúpico
trombocitopenia) La hemorragia intraparenquimatosa o intracerebral es preferentemente
· Abuso de drogas
· Hematológicos (anemia cel. falciformes, causada por la ruptura de arterias situadas profundamente en el cerebro.
· Síndromes
HPN)
paraneoplásicos A diferencia de los ictus isquémicos, de instauración súbita, los hemo-
· Tumor (invasión local, p. ej., meningiomas)
· Traumatismos rrágicos suelen evolucionar en el transcurso de varios minutos, y suelen
acompañarse de cefalea, náuseas y vómitos. La sintomatología neuroló-
Tabla 5. Causas de trombosis venosa cerebral
gica dependerá de la localización y del tamaño de la hemorragia.

18
NEUROLOGÍA 21
hematoma intraparenquimatoso espontáneo, y deben sospecharse
fundamentalmente en pacientes jóvenes no hipertensos con hemo-
rragias superficiales. Aunque la rotura de un aneurisma intracraneal
característicamente produce una hemorragia subaracnoidea, algu-
nos pueden producir hematomas intracerebrales, fundamentalmen-
te los de la bifurcación carotídea, arteria comunicante posterior y
cerebral media. Se diagnostican en la angiografía y requieren cirugía.
Debe sospecharse una malformación arteriovenosa ante una hemo-
rragia superficial en un paciente joven con antecedentes de cefalea
o crisis epilépticas.
Dentro de la malformaciones vasculares, las que más frecuente se
manifiestan con síntomas son las malformaciones arteriovenosas,
mientras que la asintomática más frecuente es el angioma venoso.
• Angiopatía amiloide o congófila. Es la causa más frecuente de he-
morragia espontánea no hipertensiva en pacientes ancianos, y suele
ser de localización lobar subcortical. Se presentan clínicamente como
hematomas espontáneos recurrentes. A menudo aparecen asociados
a la enfermedad de Alzheimer. El diagnóstico de certeza sólo se ob-
tiene con la necropsia, identificando material amiloide rojo congo
positivo en las arterias cerebrales.

RECUERDA

Ante una hemorragia lobar espontánea y recurrente en un anciano no hi-


pertenso, hay que sospechar una angiopatía congófila. En ésta, al igual que
en el Alzheimer, se deposita betaamiloide.

• Otras causas de sangrado cerebral focal. Las distintas coagulopatías,


Figura 17. Hemorragia intraparenquimatosa el tratamiento con anticoagulantes y los trombolíticos son otras causas
frecuentes de hemorragia intracerebral de cualquier localización.
La prueba diagnóstica de elección cuando se sospecha una hemorragia Aunque potencialmente cualquier tumor cerebral puede sangrar, la
es la TC craneal. hemorragia intratumoral suele ser un signo de malignidad. Es espe-
• Hemorragia intracerebral focal hipertensiva. Las localizaciones cialmente frecuente en las metástasis cerebrales del melanoma (las
anatómicas más frecuentes de la hemorragia cerebral focal de ori- que con más frecuencia sangran), coriocarcinoma, carcinoma bron-
gen hipertensivo son: putamen, tálamo, protuberancia y cerebelo cogénico, carcinoma de células renales y carcinoma de tiroides.
(Tabla 6). Por tanto, la mayoría de las veces se trata de hemorragias Entre los tumores primarios, suelen sangrar el glioblastoma multi-
profundas, que se producen por rotura de microaneurismas de Char- forme en los adultos y el meduloblastoma en los niños. No obstante,
cot-Bouchard, localizados en las pequeñas arterias perforantes. Con también se han descrito hemorragias en tumores benignos. El abuso
menor frecuencia, las hemorragias superficiales son de causa hiper- crónico de drogas simpaticomiméticas, entre ellas las anfetaminas y la
tensiva, en las que habitualmente existe algún otro proceso patoló- cocaína, también se ha asociado a hemorragias intraparenquimatosas.
gico subyacente. Finalmente, en ocasiones puede verse la transformación hemorrági-
ca de un infarto cuando se produce la reperfusión de vasos que ha-
bían sido dañados por la isquemia. El riesgo aumenta con el tamaño
Hemiparesia y hemihipostesia
contralaterales, deterioro del nivel del infarto, y es mayor en infartos extensos de origen cardioembólico,
PUTAMEN
de consciencia, desviación oculocefálica por lo que en estos casos es discutida la anticoagulación en fase agu-
(35-50 %)
hacia el lado de la hemorragia da, que puede favorecer la transformación hemorrágica.
con preservación de reflejos del tronco

Deterioro del nivel de consciencia, RECUERDA


TÁLAMO
síndrome talámico y hemiplejia
(10-15 %)
contralaterales Las neoplasias intracraneales con mayor tendencia al sangrado son: corio-
carcinoma, melanoma, pulmón, riñón y tiroides. “Co-me pu-ri-to”).
Preservación inicial de nivel de consciencia,
CEREBELO cefalea occipital, ataxia,
(10-30 %) vómitos, hidrocefalia obstructiva
(por compresión del IV ventrículo)
PROTUBERANCIA
Estado de coma, pronóstico infausto 7.4.1. Tratamiento
(10-15 %)
Tabla 6. Clínica y localización de las hemorragias intracerebrales
El tratamiento médico se basa en el control de la tensión arterial y en la
• Malformaciones vasculares. Las malformaciones vasculares (aneu- utilización de manitol y otros agentes osmóticos para reducir la presión
rismas y malformaciones arteriovenosas) son la segunda causa de intracraneal.

19
Manual CTO 1.ª Edición

La indicación quirúrgica en los hematomas intraparenquimatosos es un aneurismas múltiples, la localización (los de mayor riesgo son los de bi-
tema enormemente controvertido en la literatura, y debe considerarse furcación de la arteria basilar, comunicante anterior y comunicante pos-
de forma individualizada en función de la edad y situación neurológica terior), los aneurismas sintomáticos (es decir, aquéllos que manifiestan
del paciente, el tamaño y la localización del hematoma. síntomas relacionados con la lesión, excluyendo los derivadosde la he-
morragia), la edad del paciente (a mayor edad, más riesgo), el tabaco, la
En general, se acepta que la cirugía no está indicada en el caso de he- existencia de una hemorragia subaracnoidea previa y la hipertensión ar-
matomas profundos (ganglios de la base y tronco del encéfalo), y se re- terial (aunque este último no es concluyente).
comienda en pacientes con hemorragia cerebelosa aguda de 3-4 cm o
más de diámetro con deterioro del nivel de consciencia (si el paciente
permanece alerta y el hematoma es de pequeño tamaño, puede no ne-
cesitar cirugía) y signos radiológicos de herniación transtentorial inversa.

RECUERDA

El hematoma cerebeloso es el único hematoma profundo intracraneal que


puede evacuarse quirúrgicamente (sólo si es mayor de 3 cm y produce de-
terioro clínico o herniación).

No hay acuerdo en el resto de situaciones, aunque parece que la cirugía ten-


dría un papel significativo en el tratamiento de pacientes jóvenes con he-
morragias lobares sintomáticas de tamaño moderado, con marcado efecto
de masa, que producen deterioro progresivo del nivel de consciencia.

En ocasiones, los hematomas profundos (putaminales y talámicos) y los


cerebelosos pueden abrirse al sistema ventricular, produciendo una he-
morragia intraventricular y una hidrocefalia aguda que requerirá la colo- Figura 18. Localización principal de los aneurismas cerebrales
cación de un drenaje ventricular externo.
Algunas enfermedades sistémicas, como poliquistosis renal, síndrome de
Marfan, síndrome de Ehlers-Danlos, pseudoxantoma elástico, displasia fibro-
7.5. Hemorragia subaracnoidea muscular, enfermedad de células falciformes y coartación de aorta, se han
asociado con un incremento en la incidencia de aneurismas intracraneales.

Se define como la presencia de sangre en el espacio subaracnoideo o en RECUERDA


el sistema ventricular, donde habitualmente sólo hay LCR.
La causa más frecuente de hemorragia subaracnoidea es el traumatismo.
Dentro de las no traumáticas o espontáneas, la ruptura aneurismática; sin
embargo, no toda hemorragia subaracnoidea espontánea tiene un origen
7.5.1. Epidemiología aneurismático.

Es más común en mujeres, especialmente durante el embarazo, aunque Otro tipo de aneurismas son los fusiformes, asociados con ateroesclero-
el 80% se producen entre los 40 y 65 años. sis, que se localizan preferentemente en la arteria basilar y raramente se
rompen. La mayoría de los pacientes con aneurismas fusiformes se pre-
sentan con sintomatología isquémica, debido en parte a la compresión
7.5.2. Etiología y patogenia que producen en estructuras cerebrales.

Otras causas de hemorragia subaracnoidea menos frecuentes son: rotu-


La causa más frecuente de hemorragia subaracnoidea (HSA) son los trau- ra de una malformación arteriovenosa (sospechar en pacientes jóvenes,
matismos; sin embargo, en este apartado se discutirá solamente la HSA entre la segunda y la cuarta décadas de la vida, con HSA espontánea),
espontánea. anticoagulantes, embolismo por endocarditis, infecciones del sistema
nervioso central, tumores, cocaína, etc.
El 80% de las HSA espontáneas en la edad media de la vida se producen
por ruptura de aneurismas saculares, que se localizan preferentemente
en la arteria comunicante anterior (Figura 18). 7.5.3. Clínica

Otras zonas con frecuente localización de este tipo de aneurismas son: la


arteria comunicante posterior, la bifurcación de la arteria cerebral media Los aneurismas intracraneales pueden dar síntomas y signos que resultan
y la porción más distal de la arteria basilar. de su expansión o su ruptura.

Entre los factores de riesgo para la ruptura aneurismática, destacan el En función de la localización, en ocasiones los aneurismas pueden provo-
tamaño del aneurisma (cuanto mayor sea, más riesgo), la existencia de car síntomas derivados de la compresión de estructuras vecinas:

20
NEUROLOGÍA 21
• Afectación de III par con midriasis arreactiva en aneurismas de co- 7.5.5. Diagnóstico
municante posterior, cerebral posterior o cerebelosa anterosuperior.
• Oftalmoplejía, afectación de rama oftálmica del V par y cefalea retro-
ocular en aneurismas del seno cavernoso. El algoritmo diagnóstico de la hemorragia subaracnoidea está represen-
• Afectación de campo visual en aneurismas de la porción supraclinoi- tado en la Figura 19.
dea de la arteria carótida interna.

RECUERDA

Ante una midriasis arreactiva que se instaure en una persona adulta, se


debe descartar un aneurisma en la arteria comunicante posterior.

Lamentablemente, la forma de presentación más frecuente del aneuris-


ma es la que se deriva de la ruptura del mismo. El paciente refiere una ce-
falea súbita de gran intensidad (“la peor cefalalgia de su vida”), rigidez de
nuca, náuseas y vómitos. Dichos síntomas se producen por irritación me-
níngea. Son también comunes la fotofobia y la letargia. En el momento
de la ruptura, cerca de la mitad de los pacientes pierde transitoriamente
la consciencia, reflejando una elevación aguda de la presión intracraneal
que transitoriamente puede igualar o superar a la presión arterial. La ele-
vación de la presión intracraneal puede conducir a la paresia del VI par
craneal. Figura 19. Algoritmo diagnóstico de la hemorragia subaracnoidea
espontánea
En el fondo de ojo se puede objetivar papiledema y hemorragias subhia-
loideas. • TC sin contraste (Figura 20). Es el procedimiento de elección
para confirmar el diagnóstico. Es capaz de detectar sangre en las
Aproximadamente un 25% de los pacientes presenta crisis comiciales cisternas basales en > 95% de los casos dentro de las primeras
tras el sangrado; su presencia no está relacionada con la localización del 48 horas.
aneurisma ni es un factor de mal pronóstico. No son frecuentes los sínto- La distribución de la hemorragia subaracnoidea en la TC sin contraste
mas focales, salvo la afectación potencial de pares craneales en los casos puede sugerir la localización del aneurisma.
descritos previamente. En la mitad de los casos, puede existir una clínica
de “cefalea centinela” los días previos a la ruptura del aneurisma, debido
a pequeños sangrados subaracnoideos o dentro de la pared de la mal-
formación.

RECUERDA

Ante un paciente que llegue a Urgencias con una cefalea brusca e intensa,
debe descartarse una hemorragia subaracnoidea.

7.5.4. Pronóstico

La hemorragia subaracnoidea es una patología de alta mortalidad; al-


rededor de la mitad de los pacientes que la padecen van a morir como
consecuencia de la misma. La mortalidad dentro de los primeros días es
del 10%.

Además, también tiene una morbilidad muy alta, ya que aproximada- Figura 20. TC craneal donde se observa hemorragia subaracroidea
mente la tercera parte de los pacientes que sobreviven van a tener secue-
las neurológicas moderadas o graves. Los pacientes mayores de 70 años • Punción lumbar. Es la prueba más sensible, pero de segunda elec-
tienen un peor pronóstico. ción. Está indicada cuando la TC es negativa y existe una fuerte sos-
pecha clínica. Se detecta xantocromía en todos los casos a partir de
El factor más importante a la hora de establecer el pronóstico es la situa- las 12 horas tras la hemorragia subaracnoidea, pero puede eviden-
ción neurológica inicial que se evalúa según escalas, la más frecuente es ciarse a partir de las 4-6 horas.
la de la World Federation of Neurologic Surgeons (WFNS), que proporciona La punción traumática se diferencia de la HSA por aclaramiento del
un estadiaje del paciente en función de su nivel de consciencia, medido LCR en la ”prueba de los tres tubos“ (en la HSA, los tres tienen el mis-
según la escala de Glasgow, y la presencia o no de focalidad neurológica. mo aspecto hemático) y por la formación de coágulo.

21
Manual CTO 1.ª Edición

RECUERDA sangrar un 4% de los aneurismas) y a la semana. El resangrado tiene una


mortalidad del 75%, y es más frecuente en mujeres y en pacientes con
El TC cerebral es la prueba inicial a realizar en el caso de que se sospeche
una hemorragia subaracnoidea. Sin embargo, la prueba más sensible es la peor situación neurológica inicial. La clínica es la misma que en el pri-
punción lumbar. mer episodio, aunque pueden aparecer nuevos déficits neurológicos.
Se han utilizado antifibrinolíticos (ácido tranexámico y épsilon-ami-
nocaproico) para prevenir el resangrado mediante un retraso en la
lisis del coágulo, pero estos agentes se asocian con un aumento en el
7.5.6. Diagnóstico etiológico riesgo de vasospasmo cerebral y de hidrocefalia. La mejor forma de
evitar el resangrado es excluir el aneurisma de la circulación general
por vía endovascular (embolización) o mediante cirugía.
Una vez diagnosticada la hemorragia subaracnoidea, debe hacerse un • Vasospasmo. Es la principal causa de morbimortalidad en pacien-
diagnóstico etiológico, para lo cual se emplea la angiografía de cuatro tes que han sufrido una hemorragia subaracnoidea. A diferencia del
vasos. Esta prueba debe realizarse tan pronto como sea posible, y sus resangrado, el vasospasmo se desarrolla lentamente en horas o días
objetivos son definir la localización y morfología del aneurisma, identifi- y, aunque se aprecia angiográficamente en el 70% de los pacientes,
car otros posibles aneurismas no rotos, delinear los vasos adyacentes al sólo es sintomático en el 36% de los mismos.
aneurisma y valorar el grado de vasospasmo. Se presenta entre el 4.º-12.º día postsangrado (máxima incidencia en-
tre 6.º y 8.º día) y la clínica corresponde a un déficit del territorio vas-
Si la angiografía no revela ningún aneurisma, debería repetirse en 2-3 cular afectado (por isquemia) o un empeoramiento neurológico no
semanas, dado que la existencia de trombos dentro del aneurisma o la explicable por otras causas. La cantidad de sangre en la TC inicial se
existencia de vasospasmo pueden interferir la visualización angiográfica. correlaciona con la gravedad del vasospasmo. En la profilaxis del va-
sospasmo se utiliza un antagonista del calcio, el nimodipino, que se
pauta desde el momento del diagnóstico de HSA. Antes de diagnosti-
7.5.7. Complicaciones car vasoespasmo se deben descartar otras causas de empeoramiento
neurológico (hiponatremia, edema cerebral, resangrado, infecciones,
etcétera). Si no existe ninguna de las anteriores debe hacerse angio-
Médicas grafía cerebral para confirmarlo (en la que se verá una estenosis de
La hiponatremia supone la complicación médica más frecuente de la un vaso cerebral); también puede detectarse con una eco-Doppler
hemorragia subaracnoidea; se produce habitualmente entre el 4.º y 10.º transcraneal, en la que se observa un aumento de la velocidad del
día, y suele ser debida a un síndrome pierde-sal por liberación del pép- flujo de la arteria cerebral media.
tido natriurético. A causa de una excesiva estimulación simpática, pue- Una vez establecido el vasospasmo, la principal línea de tratamiento
den producirse arritmias cardíacas en casi todos los pacientes (siendo la es la denominada terapia ”triple H“ (hemodilución-hipervolemia e hi-
taquicardia sinusal la más frecuente). También se produce isquemia su- pertensión). Los objetivos de esta terapia son aumentar la presión de
bendocárdica y áreas de necrosis miocárdica focal, con los consiguientes perfusión cerebral (elevando la presión sistólica sanguínea y el volu-
cambios electrocardiográficos, deterioro de la función cardíaca y edema men intravascular) y mejorar la microcirculación cerebral por medio
pulmonar. En estos casos se pueden utilizar nitratos y antagonistas del de una disminución de la viscosidad sanguínea. El principal inconve-
calcio. La hipertensión arterial se puede controlar con betabloqueantes, niente de este tratamiento es que aumenta el riesgo de resangrado
que además reducen el riesgo de arritmias. del aneurisma, si éste no ha sido excluido de la circulación cerebral,
ya sea mediante tratamiento quirúrgico o endovascular. En el caso de
Neurológicas que fracase la triple H, se puede emplear la angioplastia transluminal
La hidrocefalia, el resangrado por ruptura del aneurisma y el vasospas- percutánea y la administración intraarterial de sustancias vasodilata-
mo cerebral con isquemia son las tres principales complicaciones neu- doras, como la papaverina.
rológicas de la hemorragia subaracnoidea. Si un paciente con sangrado
subaracnoideo sufre un deterioro clínico, no sólo se deben investigar las RECUERDA
mencionadas complicaciones, sino que es preciso descartar hipotensión,
hipoxia o alteraciones electrolíticas. La profilaxis del vasospasmo se realiza con nimodipino; sin embargo, una
• Hidrocefalia. Puede desarrollarse de forma aguda en las primeras 24 vez que se ha establecido, se debe aplicar la triple H y olvidarse del nimo-
dipino.
horas, debido a que la sangre dentro de las cisternas basales o en
el sistema ventricular impide la normal circulación de líquido cefa-
lorraquídeo. En estos casos, la colocación de un drenaje ventricular
externo puede mejorar espectacularmente la situación neurológica
del paciente, aunque un descenso rápido de la presión intracraneal 7.5.8. Tratamiento
está asociado con un mayor riesgo de resangrado.
La hidrocefalia también puede aparecer semanas después del san-
grado. Se trata de una hidrocefalia comunicante que se manifiesta A la hora de manejar a estos pacientes, se debe diferenciar entre el tra-
clínicamente por deterioro cognitivo, incontinencia urinaria y trastor- tamiento de la hemorragia subaracnoidea y el de la causa subyacente
nos de la marcha. El tratamiento en este caso es la derivación ventri- (generalmente un aneurisma).
culoperitoneal.
• Resangrado. Se postula que es debido a la ruptura del coágulo peria- Tratamiento de la hemorragia subaracnoidea
neurismático. Existen dos picos de incidencia de resangrado, que tienen Los objetivos principales del tratamiento de la hemorragia subaracnoi-
lugar en las primeras 24-48 horas (en las primeras 24 horas, pueden re- dea son prevenir el resangrado y el vasospasmo. Para cumplir el primer

22
NEUROLOGÍA 21
cometido, el paciente debe ser colocado en una habitación tranquila, con consciencia y atención normales (a diferencia del delirium). Constituye la
reposo absoluto en cama y la cabeza elevada 30º sobre la horizontal, para principal causa de incapacidad en la tercera edad.
facilitar el drenaje venoso intracraneal. Hay que mantener un control es-
tricto de la tensión arterial (ni muy alta, ni muy baja). Se deben evitar La pérdida de una única función intelectual no es criterio suficiente para
el estreñimiento y los vómitos. El paciente debe recibir una analgesia el diagnóstico de demencia. La demencia suele afectar a todas las fun-
importante, ya que el dolor conlleva una descarga simpática importante ciones intelectuales, aunque en las fases iniciales se puede establecer el
que eleva la tensión arterial. Si fuera necesario, se puede conseguir la se- diagnóstico por el deterioro de tres de las siguientes áreas: lenguaje, me-
dación del paciente con diazepam. moria, destreza visuoespacial, afecto, personalidad o intelecto.

Si hay crisis, el fármaco preferido es la fenitoína (no deprime el nivel de Las causas más frecuentes de demencia progresiva son: el Alzheimer,
consciencia). La utilidad de la dexametasona en estas situaciones es con- trastornos vasculares, trastornos metabólicos, etc., pero existen otras
trovertida, aunque suele usarse para reducir la sintomatología dolorosa. como las infecciosas (sífilis o VIH). Aunque la mayor parte de las demen-
Debe asociarse nimodipino para realizar profilaxis del vasospasmo cere- cias son irreversibles (70%) y no tienen tratamiento, salvo el sintomáti-
bral. Se debe cuidar la función pulmonar (para evitar atelectasias y neu- co, es importante identificar aquéllas que son potencialmente tratables
monías). (Tabla 7). Cerca del 10% de las demencias son reversibles si se actúa a
tiempo; en otro 10%, aunque irreversibles, se puede detener la progre-
Tratamiento del aneurisma sión eliminando los factores de riesgo; por último, un 10% obedecen a
En el momento actual, existen dos procedimientos cuya finalidad última causas psiquiátricas (pseudodemencias).
es excluir el aneurisma de la circulación cerebral: la embolización por vía
endovascular y la craneotomía con clipaje quirúrgico (Figura 21). En los
TRATABLES
pacientes con buena situación neurológica los aneurismas suelen tratar-
se de manera precoz (dentro de los primeros 4 días); sin embargo, si la Irreversibles
situación neurológica es desfavorable a veces es aconsejable manejarlos · Demencias vasculares
de manera diferida (a partir de los 10 días). · Demencias postraumáticas
· Demencia alcohólica

Reversibles

· Enfermedades · Enfermedades inflamatorias


metabolicocarenciales e infecciosas
- Tiroideas - Sífilis
- Adrenales - Meningitis
- Pelagra - Encefalitis
- Déficit de B12 y folato - Vasculitis (LES)
- Déficit de B1 · Procesos intracraneales
- Uremia - Neoplasias
- Wilson - Hematoma subdural
- Porfiria - Hidrocefalia
- Encefalopatía hepática normotensiva
- Tr. de calcio · Depresión

NO TRATABLES E IRREVERSIBLES

· Enfermedades infecciosas:
· Enfermedades degenerativas:
- VIH
- Alzheimer
- Creutzfeldt-Jakob
- Pick
· Otras:
- Parkinson
- Esclerosis múltiple
- Huntington
- Demencia dialítica
Figura 21. Clipaje de aneurisma cerebral
Tabla 7. Clasificación pronóstica de las demencias
El tratamiento precoz del aneurisma, por cualquiera de los dos métodos,
facilita el manejo posterior de las complicaciones, sobre todo del vasos- Suele iniciarse con el deterioro de la memoria y los cambios de persona-
pasmo, al disminuir el riesgo de resangrado con la triple H. lidad (exageración de los rasgos previos), sin que el paciente tenga con-
ciencia de sus cambios, que con frecuencia niega o disimula:
• La conducta se vuelve desorganizada, inapropiada, descuidada o
8. Trastornos cognitivos. inquieta. Aparecen comportamientos disociales con desinhibición
sexual, robos, etc. (sobre todo, en demencias que afectan en su inicio
Demencias. Delirium al lóbulo frontal).
Disminuyen el interés por cosas que les gustaban, muestran rutinas
rígidas y estereotipadas, con manierismos. Se describe como típica la
8.1. Demencias reacción catastrófica, una explosión emocional que presenta el pa-
ciente al tomar conciencia de sus déficit. En fases posteriores, hay una
pérdida absoluta del autocuidado.
Se define como un deterioro crónico de las funciones superiores, ad- • El pensamiento se vuelve empobrecido, concreto, perseverante.
quirido (a diferencia del retraso mental) y en presencia de un nivel de Puede haber ideas delirantes paranoides (a veces secundarias a los

23
Manual CTO 1.ª Edición

problemas de memoria). Con la progresión se califica el comporta- dad a partir de los 65 años, aunque un debut temprano, antes de los 40
miento como incoherente, llegando al mutismo en fases avanzadas. años, también puede ocurrir, especialmente en aquellos casos afectados
En las demencias “corticales”, aparecen de forma precoz la disfasia no- de una forma hereditaria de la enfermedad.
minal y los errores sintácticos.
• En fases iniciales, el estado de ánimo es depresivo, ansioso o irrita-
ble. Más adelante, se vuelve aplanado o paradójico. 8.2.2. Anatomía patológica
• Cognitivamente, lo primero que aparecen son los olvidos (memoria
reciente), las dificultades en el pensamiento abstracto y para los nue-
vos aprendizajes. Posteriormente, empeora el deterioro de la memo- Se caracteriza por una degeneración progresiva y selectiva de poblacio-
ria reciente, con posible confabulación y, finalmente, aparecen fallos nes neuronales en el córtex entorrinal, hipocampo, cortezas de asocia-
en la memoria remota. ción temporal, frontal y parietal, núcleos subcorticales y núcleos del tron-
• El déficit de atención y de concentración (por déficit de memoria co (locus coeruleus y núcleos del rafe). No se afectan las cortezas primarias
inmediata) y la desorientación son propios de fases avanzadas. El motoras y sensitivas, los ganglios basales ni el cerebelo.
conjunto forma el llamado síndrome afaso-apraxo-agnósico.
A nivel macroscópico, la pérdida de neuronas se traduce en una atrofia
El diagnóstico de las demencias es eminentemente clínico: una historia clí- generalizada, más grave en los lóbulos temporales, que se acompaña de
nica detallada es fundamental. Asimismo, el desarrollo de numerosas téc- dilatación secundaria del sistema ventricular.
nicas neuropsicológicas ha permitido desarrollar patrones de afectación
característicos de cada entidad. Entre los estudios neuropsicológicos, el Histológicamente, pueden encontrarse ovillos o madejas neurofibrilares
más extendido es el minimental test, que de forma rápida permite estudiar compuestos por pares de filamentos helicoidales, y en donde es posible
la memoria, la orientación temporoespacial, el lenguaje, la escritura, la lec- identificar dos proteínas: la proteína tau en estado de hiperfosforilación
tura, el cálculo y las praxis visuoespaciales e ideomotoras. Se puntúa de 0 a y la ubiquitina. Sin embargo, el dato más característico de la enfermedad
30 puntos, considerándose normal de 27 a 30 puntos, deterioro cognitivo de Alzheimer son las placas de amiloide (placas seniles o neuríticas) que
ligero de 24 a 27 y demencia por debajo de los 24 puntos (Tabla 8). contienen fragmentos neuronales degenerados, rodeados por una densa
estructura de material amiloide compuesto básicamente por proteína.
PUNTUACIÓN MÁXIMA
Estas dos alteraciones, ovillos neurofibrilares y placas seniles, no son pa-
Orientacion: tognomónicas y se pueden encontrar en otras formas de demencia y en
· ¿Que año, estación, fecha, día de la semana y mes es? 5
· ¿Cuál es su nación, región, ciudad, hospital y piso? 5 cerebros sanos de pacientes ancianos, aunque en menor número. En la
Rememoración: enfermedad de Alzheimer, son especialmente frecuentes en el hipocam-
Nombre tres objetos (1 s cada uno) y pregúntelos po y en el lóbulo temporal.
después al paciente (repetir los objetos otras veces hasta que
3
los aprenda)
Atención y cálculo: 8.2.3. Alteración de neurotransmisores
Debe deletrear al revés una palabra de cinco letras (p. ej.: lápiz)
o enumerar los siete primeros números
5
(deteniéndolo en el 5)
Repetición: La somatostatina es el neurotransmisor que con más frecuencia aparece
Preguntar los tres objetos nombrados antes 3 disminuido, aunque la acetilcolina es el que parece más relacionado con
Lenguaje: el grado de deterioro cognitivo.
· Señale un lápiz. El paciente debe nombrar ese objeto 2
· El paciente debe repetir palabras sencillas como: “no”,
“siempre”, “cuando” o “pero” 1 La acetilcolinesterasa, enzima que degrada la Ach, se encuentra también
· Dar al paciente las siguente órdenes reducida en esta enfermedad. Otros neurotransmisores afectados en la
(dar tres indicaciones): 3 enfermedad de Alzheimer son el ácido gamma aminobutírico (GABA), la
“Tome un papel con la mano derecha”
“Doble el papel por la mitad” serotonina (por afectación de los núcleos del rafe) y la noradrenalina (por
“Ponga el papel en el suelo” 1 afectación del locus coeruleus).
· El paciente debe escribir una frase a su gusto
(que tenga sentido) 1
· El paciente debe copiar, con ángulos y cuadradángulos de
intersección dos pentágonos dibujados 1 8.2.4. Genética y factores de riesgo
Total 30
Tabla 8. Test de minimental
La edad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de la enferme-
dad de Alzheimer. Aproximadamente en un 25% de los casos la historia
8.2. Enfermedad de Alzheimer clínica revela antecedentes familiares. La enfermedad de Alzheimer se
hereda en un 5-10% de los casos con carácter autosómico dominante y,
en algunos casos, con una edad de debut precoz (4.ª-5.ª década).
8.2.1. Epidemiología
Se han implicado locus cromosómicos cuyas mutaciones se han asociado
a EA de inicio precoz dado que son mutaciones que aumentan la produc-
La Enfermedad de Alzheimer (EA) es una de las causas más frecuentes de ción de betaamiloide de las placas seniles. Entre ellos están los genes de
demencia. La mayoría de los pacientes inicia los síntomas de la enferme- la presenilina.

24
NEUROLOGÍA 21
Por otra parte se ha identificado vulnerabilidad genética en relación al Los síntomas psiquiátricos pueden aparecer, siendo la depresión la más
alelo E4 de la apolipoproteína E. frecuente. Las ideas y conductas paranoides son habituales en la fase
inicial-media de la enfermedad, y están asociadas a un peor pronóstico.
Otros factores que influyen son la edad, el sexo femenino y la historia de Sólo en fases muy evolucionadas pueden aparecer signos extrapiramida-
traumatismo craneoencefálico. les, como marcha torpe, postura encorvada, bradicinesia generalizada y
rigidez. Generalmente, la causa de la muerte suele ser una enfermedad
intercurrente, sobre todo, infecciones.
8.2.5. Factores protectores

8.2.7. Tratamiento farmacológico


Se han identificado factores que confieren protección frente al desarrollo
de la enfermedad. Entre ellos se encuentra el genotipo apo-E2, los an-
tiinflamatorios no esteroideos (AINE), la terapia estrogénica y el nivel Los potenciales objetivos del tratamiento farmacológico son:
educativo. • Mejoría cognitiva.
• Enlentecimiento en la progresión.
• Retraso en la aparición de la enfermedad.
8.2.6. Clínica • Inhibidores de la acetilcolinesterasa. Están indicados en las fases
leve y moderada de la enfermedad; no modifican a largo plazo la pro-
gresión de la enfermedad, pero producen una mejoría de las funcio-
Se trata de una enfermedad de inicio insidioso y progresión lenta, con nes cognitivas durante los primeros meses de tratamiento.
una evolución media de unos ocho o diez años desde el inicio hasta la - Donepezilo: puede administrarse en una sola dosis diaria, sin
muerte. alteración de la actividad hepática.
- Rivastigmina: inhibidor de la acetilcolinesterasa y de la buti-
La EA suele presentarse con un periodo preclínico caracterizado por los rilcolinesterasa, por lo que podría tener un doble mecanismo
errores puntuales de memoria, sin que existan otros déficits. de acción. Se administra cada 12 horas, y como efectos secun-
darios son destacables las alteraciones digestivas y la pérdida
Posteriormente, se establece una alteración de la memoria reciente (ca- de peso.
pacidad para almacenar nueva información y recuperarla después de - Galantamina: inhibidor de la acetilcolinesterasa y modulador de
un periodo de tiempo) y de la capacidad de aprendizaje. Inicialmente los receptores nicotínicos de acetilcolina, con lo que modificaría
la memoria remota se mantiene intacta, pero en el transcurso de la en- la transmisión colinérgica por dos vías diferentes. Efectos adver-
fermedad, el paciente presentará dificultades con la recuperación de los sos digestivos. Administración cada 12 horas.
episodios lejanos.
• La memantina es un antagonista no competitivo de los receptores
Inicialmente pueden presentarse alteraciones del lenguaje: dificultad de N-metil-D-aspartato (NMDA) del glutamato, indicado en las fases
para nominar objetos o para comprender órdenes complejas o enca- moderadas y avanzadas de la enfermedad de Alzheimer.
denadas. A medida que la enfermedad progresa, aparecen alteraciones • Otros tratamientos con antiinflamatorios, estrógenos, antioxidan-
francas de la nominación, ausencia de un lenguaje espontáneo, que en tes y factores neurotrópicos, una vez establecida la enfermedad, no
numerosas ocasiones se encuentra parco en palabras, falto de significado han dado resultados positivos hasta el momento.
y con errores gramaticales.

En la fase final, el paciente tiene una alteración grave de la formación y 8.3. Delirium o síndrome confusional agudo
comprensión del lenguaje.

Las alteraciones visuoconstructivas son muy frecuentes. Desde el inicio, 8.3.1. Conceptos
se evidencia una dificultad en la realización de dibujos (test del reloj al-
terado desde el inicio), construcciones tridimensionales o en la capaci-
dad para orientarse en espacios abiertos. Con la progresión, el paciente El delirium es un deterioro agudo y global de las funciones superiores.
pierde la capacidad para reconocer objetos, personas o lugares, a pesar Se caracteriza por deterioro del nivel de consciencia (lo que lo dife-
de que las funciones visuales primarias se encuentran intactas (agnosia rencia de la demencia) y alteraciones de la atención/concentración,
visual). Las manifestaciones apráxicas son raras en las fases iniciales de la que se producen de forma brusca y están autolimitados. Constituye
enfermedad, aunque a medida que ésta avanza se establece una apraxia el trastorno mental más frecuente en las personas ingresadas en un
ideomotora. hospital.

Desde las fases iniciales, se pueden demostrar síntomas de disfunción


ejecutiva, con dificultad para planificar tareas o el razonamiento abstrac- 8.3.2. Etiología
to. Igualmente, las alteraciones de conducta también pueden presentar-
se en una fase media, siendo la apatía el síntoma más frecuente, aunque
la pérdida de interés por las relaciones sociales, la abulia o bien agitación, Suele ser multifactorial, aunque destaca la importancia de la polimedica-
irritabilidad, reacciones agresivas o conductas desinhibitorias pueden ción en el paciente anciano. Obliga a hacer un estudio somático exhausti-
presentarse. vo para detectar y tratar anomalías somáticas graves. (Tabla 9).

25
Manual CTO 1.ª Edición

· Epilepsia, estados postictales • Estuporoso: letargo, inhibición, inactividad, lentitud, lenguaje esca-
· Traumatismos (conmociones) so, perseveración, no psicosis, sin síntomas “vegetativos”; recibe tam-
PROBLEMAS
· Infecciones (meningitis, encefalitis)
INTRACRANEALES bién el nombre de síndrome confusional agudo.
· Neoplasias
· ACVAs • Mixto: es el más frecuente, con estupor durante el día y agitación
· Fármacos: nocturna.
- Anticolinérgicos, anticomiciales,
antihistamínicos En todos los casos hay que hacer un diagnóstico diferencial con causas
- Antihipertensivos psiquiátricas de agitación o estupor (manía, depresión, trastornos psicó-
- Antiparkinsonianos, neurolépticos
- Digital ticos, ansiedad).
- Disulfiram
- Esteroides
- Insulina 8.3.4. Tratamiento
- Opiáceos, sedantes
- Salicilatos

· Drogas de abuso (intoxicación o abstinencia) Lo más importante es detectar la causa. La contención de la conducta
· Tóxicos: incluye la prevención de posibles lesiones (auto o hetero), la facilita-
PROBLEMAS
- Intoxicación por CO
EXTRACRANEALES ción de la orientación temporoespacial y las modificaciones del entorno
- Metales pesados
para convertirlo en familiar y evitar la sobreestimulación tanto como la
· Enfermedades sistémicas: infraestimulación. La medicación sedante cumple un papel puramente
- Enfermedades endocrinas sintomático. Se prefiere el haloperidol (parenteral), al tener un perfil “so-
- Encefalopatía hepática
- Uremia mático” muy favorable (puesto que no induce cambios cardiovasculares,
- Hipercapnia, hipoxia no produce depresión respiratoria, etc.). Se deben evitar en lo posible las
- Insuficiencia cardíaca, hipotensión grave benzodiacepinas (aumentan la confusión diurna), salvo para el delirium
- Déficits vitamínicos tremens, en el que son el tratamiento específico.
- Sepsis y síndromes febriles
- Trastornos hidroelectrolíticos
- Estados postquirúrgicos
DELIRIUM DEMENCIA
- Politraumatismos
- Anemias agudas Inicio Agudo Insidioso
Tabla 9. Causas de delirium Duración Corta (semanas) Prolongada (años)
Curso Fluctuante Estable

8.3.3. Clínica Nivel de conciencia Descendido Bueno


Atención Anormal Buena
Orientación Anormal Anormal
Existen dificultades de atención, de concentración y desorientación (tem-
poral al inicio, luego espacial). Preservado
Ciclo sueño/vigilia Invertido
(fragmentado al final)

Conforme se agrava, se desestructura el pensamiento, se vuelve incohe- Incoherente


Lenguaje Incoherente
(en fases avanzadas)
rente, enlentecido, de contenidos con frecuencia delirantes (persecutorios,
influidos por la personalidad del paciente, transitorios y no sistematizados) Memoria inmediata Alterada Normal
y se modifica la percepción (ilusiones y alucinaciones visuales, escenográfi- Memoria reciente Alterada Alterada
cas y fantásticas; en ocasiones, también son auditivas o táctiles).
Memoria remota Alterada Alterada

Es típica la inversión del ciclo vigilia/sueño (somnolencia diurna, empeo- Síntomas vegetativos Frecuentes No
ramiento nocturno) (Tabla 10). Tabla 10. Diferencias entre delirium y demencia

El estado de ánimo del paciente oscila entre lo ansioso (con despersona-


lización/desrealización) y lo depresivo, pudiendo parecer lábil, perplejo
o asustado, por lo que no es raro que muchos casos se diagnostiquen 9. Epilepsia
inicialmente como “depresión” o “ansiedad”.

Es frecuente el déficit de memoria con distorsiones (paramnesias) y am- Una convulsión o crisis epiléptica es un fenómeno paroxístico origi-
nesia lacunar del episodio, siendo en general la conciencia de enferme- nado por una actividad anormal, excesiva y sincrónica de un grupo
dad escasa. de neuronas del SNC y que puede cursar clínicamente de distintas
formas.
Se diferencian tres patrones, según la alteración de la conducta:
• Agitado: hiperactividad, irritabilidad, agitación, inquietud, hiperreac- Epilepsia es la existencia de crisis epilépticas recurrentes debidas a
tivo, síntomas psicóticos, con hiperactividad simpática (taquicardia, un proceso crónico subyacente. La existencia de una convulsión aisla-
sudoración, taquipnea); se corresponde con el clásico delirium (p. ej., da, o de crisis recurrentes debidas a factores corregibles o evitables no
delirium tremens por abstinencia del alcohol). es necesariamente una epilepsia.

26
NEUROLOGÍA 21
Un síndrome epiléptico es una epilepsia con un conjunto de síntomas en el EEG interictal existen más periodos de actividad anormal que
y signos que habitualmente se presentan juntos, sugiriendo un mecanis- los visibles clínicamente.
mo subyacente común.
RECUERDA
Se habla de estatus epiléptico cuando una crisis dura más de 30 minutos
o cuando existen crisis repetidas, entre las cuales el paciente no recupera La pérdida de consciencia y los automatismos pueden aparecer en las crisis
la consciencia. parciales complejas y en las ausencias. Clínicamente se diferencian en la
presencia de periodo confusional tras la crisis en las parciales complejas, y
no en las ausencias.

9.1. Clasificación
Existen las denominadas ausencias atípicas, con pérdida de conscien-
cia de mayor duración, con inicio y fin menos brusco y generalmente
Las convulsiones parciales (focales) son aquéllas en las que la actividad signos focales. El EEG muestra trazados de punta-onda a frecuencias
eléctrica queda circunscrita a un área concreta de la corteza cerebral, con menores de 3 Hz, y suelen responder peor al tratamiento que las au-
independencia de que durante la crisis la consciencia esté conservada sencias típicas.
(parciales simples) o alterada (parciales complejas). La sintomatología
con la que cursa la crisis dependerá del área cortical donde se sitúan las
CRISIS PARCIAL COMPLEJA VS AUSENCIA TÍPICA
neuronas causantes de la misma. En el 60% de los casos se producen en
el lóbulo temporal y en el 30% en el frontal. AUSENCIA CPC
• Las crisis parciales simples pueden producir síntomas motores, Generalizada Parcial
sensitivos, autónomos (sudoración, piloerección), visuales (deste-
llos simples o alucinaciones complejas), auditivos (sonidos simples Sin aura Puede tener aura
o elaborados), olfativos (olores intensos y poco habituales) o psíqui- < 14 años Adultos
cos (miedo, despersonalización, déja vu). Las crisis motoras pueden
Segundos Minutos
comenzar en un área muy pequeña y extenderse gradualmente (en
segundos o minutos) a un área hemicorporal más extensa (progre- Varias al día, incluso varias
Variable
sión jacksoniana). En ocasiones, tras una crisis motora, puede persis- al minuto
tir una debilidad del área afectada (parálisis de Todd), autolimitada Automatismos escasos Automatismos frecuentes
en minutos u horas.
No periodo poscrítico Periodo poscrítico
• Durante las crisis parciales complejas, el paciente tiene dificultad
para mantener un contacto normal con el medio, junto con altera- VALPROATO
CARBAMAZEPINA
ETOSUXAMIDA
ción del comportamiento que puede ir desde la inmovilidad o au-
tomatismos básicos (chupeteo, deglución), hasta comportamientos Tabla 11. Crisis parcial compleja (CPC) versus ausencia típica
más elaborados; tras la crisis, existe característicamente un periodo
de confusión (Tabla 11). • Las convulsiones tónico-clónicas (gran mal) suelen tener un co-
mienzo brusco, sin aviso previo, aunque algunos pacientes refieren
RECUERDA síntomas poco definidos en las horas previas, que no deben ser con-
fundidos con auras causadas por un origen focal de la crisis. La fase
Las crisis parciales complejas son más frecuentes en adultos, suelen expe- inicial es una contracción tónica generalizada, acompañada de ciano-
rimentar sensaciones extrañas y su origen es el lóbulo temporal, en la ma- sis, aumento de frecuencia cardíaca y de la presión arterial, y midria-
yoría de las ocasiones.
sis. En 10-20 s generalmente comienza la fase clónica, de duración
variable. En el poscrítico, existe ausencia de respuesta a estímulos ex-
• Las crisis generalizadas se originan simultáneamente en ambos he- ternos, flacidez muscular e hipersalivación que pueden comprometer
misferios, aunque es difícil descartar por completo la existencia de la vía aérea, seguido de una fase de lenta recuperación del nivel de
una actividad focal inicial que se propague con rapidez y que, en oca- consciencia (minutos-horas) acompañada de confusión. El paciente
siones, es reconocible por la existencia de síntomas focales previos a refiere cansancio, cefalea y mialgias durante varias horas tras la crisis.
la pérdida de la consciencia (aura) (Tabla 12). El EEG muestra distintos trazados a lo largo de la crisis: existe una
• Las ausencias (pequeño mal) se comportan como breves episodios actividad rápida de bajo voltaje, con descargas generalizadas y poli-
de pérdida brusca del nivel de consciencia, sin alteración del control puntas de alto voltaje en la fase tónica; en la fase clónica aparece una
postural; característicamente, duran segundos y pueden repetirse punta-onda a baja frecuencia; y en el poscrítico, hay un enlenteci-
muchas veces al día, suelen acompañarse de pequeños signos mo- miento global que va resolviéndose junto con la recuperación del ni-
tores bilaterales (parpadeo, masticación) y se recupera la consciencia vel de consciencia. Son el tipo de crisis más frecuentes en el contexto
de forma igualmente brusca, sin confusión posterior ni memoria de trastornos metabólicos.
del episodio. La edad de comienzo suele estar entre los 4 años y el • Crisis atónicas: se caracterizan por la repentina pérdida del tono
inicio de la adolescencia, siendo la causa más frecuente de crisis en muscular de escasos segundos de duración, con breve alteración del
este rango de edad; no se acompañan de otros problemas neuroló- nivel de consciencia, sin confusión posterior. Suelen presentarse en el
gicos, responden de forma favorable al tratamiento farmacológico, y contexto de síndromes epilépticos conocidos.
entre un 60 y un 70% de los casos remiten durante la adolescencia. • Las mioclonías son contracciones breves de los músculos, que
Los hallazgos en el EEG son típicamente descargas generalizadas y pueden estar originadas en distintos niveles (cortical, subcortical,
simétricas de punta-onda a 3 Hz coincidiendo con las crisis, aunque medular). Cuando existe origen cortical, son consideradas fenó-

27
Manual CTO 1.ª Edición

CRISIS PARCIALES CRISIS GENERALIZADAS


SIMPLES COMPLEJAS AUSENCIAS TÓNICO-CLÓNICAS ATÓNICAS
Disminución Comienzo brusco.
brusca del nivel Fase inicial: contracción tónica
Dificultad para de conciencia generalizada+cianosis+ aumento Pérdida repentina
mantener el sin alteración del de frecuencia cardiaca y tensión del tono mus-
Sintomas
CARACTERÍSTICAS contacto con control postural. arterial y midriasis. cular de escasos
sensitivos
Y CLÍNICA el medio y Signos motores Fase clónica segundos. Breve
y motores
alteración del bilaterales. Postcrítico: ausencia de respuesta alteración del nivel
comportamiento Recuperan a estímulos, flacidez… de consciencia
bruscamente la Lenta recuperación del nivel de
consciencia consciencia
No confusión ni
CONFUSIÓN Periodo de
memoria Confusión No
POSTCRÍTICA confusión
del episodio
Actividad rápida de bajo
Descargas generali- voltaje+polipuntas en la fase
zadas simétricas de tónica.
EEF
punta-onda a 3 Hz Punta onda a baja frecuencia en
durante la crisis clónica.
Enlentecimiento en el postcrítico
Típicas: etoxusimida
TRATAMIENTO Carbamacepina No fármaco de elección Valproico
Atípicas: valproico
Tabla 12. Tipos de epilepsia

menos epilépticos, mostrando el EEG descargas de punta-onda


bilaterales y sincrónicas. Suelen coexistir con otros tipos de crisis,
aunque son la principal manifestación de algunos síndromes epi-
lépticos.

9.2. Diagnóstico diferencial

• El primer paso es diferenciar las crisis de otros síntomas transitorios.


El síncope y las pseudocrisis son las entidades más frecuentemente
confundidas con epilepsia. En la Tabla 13 aparecen los puntos clave
para diferenciarlos de las crisis. Otros diagnósticos diferenciales son
accidentes isquémicos transitorios, migraña, narcolepsia e hipoglu-
cemia.

RECUERDA

Uno de los diagnósticos diferenciales más difíciles son las crisis neuró-
ticas o conversivas, que suelen estar desencadenadas por una emoción
intensa.

• El electroencefalograma (Figura 22) sigue siendo el método


complementario de elección para demostrar el carácter epilép-
tico de una crisis, y es esencial para definir algunos síndromes
epilépticos. Sin embargo, no es un test que permita diagnosti-
car o excluir epilepsia por sí mismo. Un EEG convencional suele
mostrar alteraciones epileptiformes en un 50% de pacientes epi-
lépticos, pero es importante conocer que entre un 10-15% de la
población normal puede tener un EEG patológico. De esta forma,
un EEG anormal en ausencia de síntomas nunca debe ser trata-
do con anticomiciales. Es infrecuente poder registrar la actividad
EEG crítica, por lo que la información del EEG se realiza por las
alteraciones intercríticas presentes.
• Estudios neurorradiológicos. La TC y la RMN son las técnicas de
elección, siendo la RMN más sensible para detectar alteraciones es-
Figura 22. Electroencefalograma
tructurales del sistema nervioso central.

28
NEUROLOGÍA 21
CARACTERÍSTICAS CRISIS EPILÉTICA SÍNCOPE • Traumatismo craneoencefálico (TCE): la probabilidad de presentar
Estrés. maniobra epilepsia tras un TCE está relacionada con la intensidad del mismo; las
Factores desencadentes heridas abiertas, las fracturas con hundimiento o con hemorragia asocia-
Habitualmente no de Valsalva
inmediatos
bipedestación da. Las crisis que aparecen en la primera hora tras el TCE (inmediatas) no
Sudoración, suelen conllevar riesgo de epilepsia a largo plazo y suelen ser crisis gene-
Síntomas previos No o aura
náuseas... ralizadas. Las crisis precoces (entre la primera hora y el séptimo día tras el
+frecuente en TCE) suelen ser más frecuentes en los niños, se asocian a lesiones traumá-
Postura al inicio Indiferente
bipedestación ticas significativas y, a diferencia de las inmediatas, conllevan riesgo de
+ Frecuente epilepsia tardía y suelen ser crisis parciales; la utilización de medicación
Paso a inconsciencia Brusco
progresivo
antiepiléptica se ha demostrado útil como prevención primaria de estas
Duración + Frecuente crisis. Por último, las crisis tardías (aquellas que aparecen tras la primera
Minutos
de inconsciencia segundos
semana) son más frecuentes en los adultos, y se trata de crisis parciales
Duración con tendencia a la generalización; no se recomienda la utilización de me-
Menos de 15
de movimientos 30-60 segundos
segundos dicación antiepiléptica para prevenir la aparición de estas crisis.
tónico-clónicos
Espuma por boca
Aspecto facial Palidez
y cianosis RECUERDA
Bajo nivel de consciencia
Minutos hasta horas Pocos minutos Las crisis que aparecen en la primera hora post-TCE (crisis inmediatas) no
posterior
conllevan mayor riesgo de epilepsia.
Dolor muscular posterior Frecuente Infrecuente

Mordedura de lengua Algunas veces Infrecuente • Patología cerebrovascular: es la responsable del 50% de los casos
Incontinencia Algunas veces Infrecuente nuevos de epilepsia en los mayores de 65 años. Las convulsiones en
la fase aguda son menos frecuentes y acompañan generalmente a la
Tabla 13. Diagnóstico diferencial de la epilepsia
patología embólica, mientras que las crisis más frecuentes comien-
zan meses o años tras el proceso agudo, y se relacionan con cualquier
tipo de patología cerebrovascular.
9.3. Etiología
RECUERDA

En muchas ocasiones la etilogía es desconocida, pero se han descrito una En general, las crisis parciales suelen indicar una lesión estructural del pa-
serie de causas relacionadas, que se describen a continuación (Tabla 14). rénquima nervioso, siendo por ello más recidivantes y difíciles de controlar.
Las alteraciones metabólicas suelen manifestarse como crisis generalizadas.
• Genética: existen canalopatías causantes de epilepsia.

RECUERDA
EDAD ETIOLOGÍA
Las crisis febriles simples son generalizadas, duran menos de 15 minutos y · Hipoxia perinatal
no tienen un mayor riesgo de presentar epilepsia en el futuro. · Hemorragia intracraneal
· Infecciones del SNC
Neonatos
· Trastornos metabólicos
(< 1 mes)
• Fiebre: las crisis febriles son un proceso típico de la edad infantil (en- · Abstinencia de tóxicos
tre los tres meses y los cinco años), que se relaciona más frecuente- · Alteraciones genéticas
· Alteraciones del desarrollo
mente con el aumento de la temperatura, lo que da lugar a una crisis
· Crisis febriles
el primer día de un proceso febril, independientemente del origen · Alteraciones genéticas
del mismo. Las crisis febriles simples son generalizadas, duran menos Lactantes y niños · Infecciones del SNC
de 15 minutos, presentan buena recuperación posterior y los hallaz- (1 mes - 12 años) · Alteraciones del desarrollo
· Traumatismos
gos en el periodo intercrítico son normales o negativos; con frecuen- · Idiopáticas
cia existen antecedentes familiares de crisis febriles o de epilepsia;
· Traumatismos
son recurrentes en un tercio de los casos (aunque sólo el 10% de los · Idiopáticas
Adolescentes
pacientes sufre más de dos episodios), de forma más probable si la · Alteraciones genéticas
(12 - 18 años)
crisis se produce en el primer año de vida; no se relacionan con un · Tumores
· Consumo de tóxicos
mayor riesgo de presentar epilepsia. Las crisis febriles complejas son
· Traumatismos
las que tienen signos focales, una duración superior a 15 minutos, o · Abstinencia de alcohol
se repiten en el curso del mismo episodio febril; se relacionan con un Adultos jóvenes
· Consumo de tóxicos
(18 - 35 años)
2-5% de incremento del riesgo de sufrir epilepsia con posterioridad. · Tumores
· Idiopáticas
Las crisis febriles pueden tratarse con diazepam vía rectal o intrave-
nosa, aunque dado que ceden espontáneamente, el manejo más · E. cerebrovascular
· Tumores
adecuado es el control de la temperatura, preferiblemente con pa- Adultos · Abstinencia de alcohol
racetamol. En pacientes con crisis febriles típicas recurrentes, puede (> 35 años) · Trastornos metabólicos
administrarse diazepam oral o rectal en situaciones de ascenso tér- · Enfermedades degenerativas del SNC
· Idiopáticas
mico. No está indicado el tratamiento continuado con anticomiciales
Tabla 14. Etiología de las crisis epilépticas según la edad de inicio
como profilaxis de crisis febriles.

29
Manual CTO 1.ª Edición

9.4. Algunos síndromes epilépticos etiológicas son superponibles a las del síndrome de West. Se caracteriza
por la tríada de:
específicos
• Múltiples tipos de convulsiones, especialmente tónicas (las más
frecuentes y características), atónicas y ausencias atípicas.
Existen algunos síndromes epilépticos bien descritos: • Afectación psicomotriz, con afectación involutiva del desarrollo o
• Epilepsias parciales benignas de la infancia. trastornos conductuales.
• Epilepsias de la infancia con mala respuesta al tratamiento: • Alteraciones en el EEG: en vigilia aparecen complejos de punta-on-
- Síndrome de West. da lentos, sobre un ritmo de fondo lento; durante el sueño aparecen
- Síndrome de Lennox-Gastaut. salvas de puntas. El registro crítico depende del tipo de crisis.

• Epilepsias generalizadas del adulto:


- Epilepsia mioclónica juvenil. 9.4.3. Epilepsias generalizadas del adulto

9.4.1. Epilepsias parciales benignas de la infancia La epilepsia mioclónica juvenil es el prototipo de epilepsia generalizada
idiopática. Supone el 10% de todas las epilepsias, y es la epilepsia miocló-
nica más frecuente. La edad de inicio es entre los 8 y 25 años. Las crisis se
Se caracterizan por ser dependientes de la edad, con comienzo después presentan como sacudidas musculares breves, habitualmente en miem-
de los 18 meses, con crisis generalmente poco frecuentes, sin deterioro bros superiores, característicamente al despertar, y favorecidas por la pri-
neurológico asociado y con normalidad en las pruebas complementarias, vación previa de sueño y el consumo de alcohol. Se mantiene el nivel de
salvo el EEG, que presenta una actividad de fondo normal con complejos consciencia, excepto en las crisis graves.
focales, de localización más frecuentemente en la región temporal media.
RECUERDA

9.4.2. Epilepsias de la infancia con mala respuesta La presencia de mioclonías y otros tipos de crisis en un adolescente des-
pués de irse de fiesta (consumo de alcohol, privación del sueño) es típico
al tratamiento de la EMJ.

Existe un grupo de epilepsias que se caracterizan por implicar alteracio- El EEG muestra actividad paroxística punta-onda en la mayoría de los ca-
nes neurológicas junto a crisis con mal control terapéutico. En muchas sos, y siempre es patológico durante el sueño. Un tercio de los pacientes
ocasiones, el patrón clínico depende de la fase madurativa cerebral, con presenta actividad paroxística fotosensible, aunque no es frecuente que
lo que es frecuente que el mismo paciente pase por distintos síndromes tengan un correlato clínico.
según su edad. En el periodo neonatal, generalmente aparece una en-
cefalopatía mioclónica neonatal; en la lactancia y primera infancia, la
epilepsia mioclónica grave de la infancia y el síndrome de West, y en la 9.5. Tratamiento. Fármacos anticomiciales
segunda infancia, el síndrome de Lennox-Gastaut.

El síndrome de West aparece en el primer año de vida, más frecuente- 9.5.1. Inicio de tratamiento
mente entre el 4.º y 7.º mes, y predomina en varones (1,5:1). La tríada que
define el síndrome consta de:
• Espasmos infantiles: contracciones musculares breves (1-3 s), en La indicación de comenzar un tratamiento epiléptico tras el diagnóstico
salvas, más frecuentemente generalizadas, y de predominio en mus- de epilepsia (Figura 23) viene marcada por el riesgo de presentar nuevas
culatura flexora, que aparecen al despertar, no persistiendo durante crisis, que a su vez depende de la etiología (mayor riesgo si existe lesión
el sueño. estructural), la edad (mayor en menores de 16 años y mayores de 60), el
• Detención del desarrollo psicomotor: puede producirse un estan- tipo de crisis (recurren más las parciales que las generalizadas) y el EEG
camiento o una regresión de lo adquirido, dependiendo de la etiolo- (mayor riesgo si aparecen descargas punta-onda en el primero realizado).
gía subyacente.
• Hipsarritmia intercrítica: es un criterio imprescindible para el diag- Una vez establecida la conveniencia de iniciar tratamiento anticomicial,
nóstico del síndrome de West. Es una actividad basal desorganizada, debe iniciarse una escalada de dosis lenta, con control de los niveles sé-
con ondas lentas de alto voltaje, intercalándose ondas agudas. Du- ricos del fármaco, si es posible, hasta alcanzar las dosis máximas tolera-
rante las crisis aparecen distintos tipos de ondas, seguidos de una das sin efectos secundarios. Si un primer fármaco no controla las crisis, es
atenuación del voltaje. preciso utilizar un segundo anticomicial, generalmente manteniendo el
tratamiento previo hasta que se alcanzan niveles terapéuticos y una vez
RECUERDA alcanzados se retira el primero de forma progresiva.

La hipsarritmia es interictal, es decir, entre las crisis, y es criterio imprescindi- Aproximadamente un tercio de los pacientes no se controlan con mo-
ble para el diagnóstico de West. noterapia y precisan la combinación de diversos fármacos. No existe en
la actualidad una guía terapéutica única para el uso de politerapia, pero
El síndrome de Lennox-Gastaut tiene una edad de inicio variable entre generalmente se combinan dos fármacos de primera línea a los que se
uno y siete años, con pico máximo entre los 2-4 años. Las posibilidades puede añadir un tercero de forma coadyuvante.

30
NEUROLOGÍA 21
• Crisis parciales simples o complejas: carbamazepina, fenitoína, val-
proato, lamotrigina.
• Crisis tónico-clónicas generalizadas: valproato, fenitoína, carba-
mazepina.
• Ausencias: etosuximida, valproato.
• Ausencias atípicas, crisis tónicas, crisis clónicas, crisis mioclóni-
cas: valproato.
• Síndrome de West: ACTH, corticoides, clonazepam, valproato, viga-
batrina.
• Estatus epiléptico: la primera opción es perfusión de diazepam i.v.
a 2 mg/min junto con fenitoína i.v. 20 mg/kg; si esto no es suficiente,
añadir fenobarbital 20 mg/kg i.v.; y si esto falla, anestesia con mida-
zolam o propofol.

Existe un fármaco antiepiléptico de reciente uso que es el levetiracetam,


Figura 23. Control de las crisis de nuevo comienzo extensamente usado en la clínica diaria por ser útil tanto en las crisis
parciales como generalizadas, por su perfil farmacodinámico con menos
En un 70% de los niños y un 60% de los adultos epilépticos con buen control interacciones y efectos adversos (Tabla 16). Además también está dispo-
terapéutico puede suspenderse el tratamiento tras una temporada sin crisis. nible para vía intravenosa.
No hay unos criterios comunes, pero se consideran signos favorables para
permanecer sin crisis tras la retirada de medicación la presencia de un EEG FÁRMACO EFECTOS SECUNDARIOS
normal, una exploración neurológica sin alteraciones, un único tipo de crisis
Difenilhidantoina Hirsutismo, hiperplasia gingival
y un periodo de uno a cinco años sin crisis. La mayor parte de las recidivas
Carbamazepina Hepáticos y hematológicos
sucede en los tres primeros meses tras la retirada del tratamiento.
Topiramato Somnolencia. Litiasis renal
Etosuximida Síndrome parkinsoniano y hematológicos
9.5.2. Mecanismo de acción Fenobarbital Sedación. Niños: hiperactividad
de los fármacos (anticomiciales) Benzodiazepinas Ver en Psiquiatría
Ac. valproico Hepáticos, hematológicos, pancreatitis, alopecia
Lamotrigina Exantema
Aunque la mayoría posee mecanismos de acción múltiples, existen unos
Vigabatrina Trastorno del comportamiento y del campo visual
mecanismos básicos compartidos por distintos fármacos:
Gabapentina Intolerancia gastrointestinal
• Inhibición de los canales de Na+: fenitoína, carbamazepina, topiramato.
Felbamato Hematológicos
• Inhibición de los canales de Ca2++: fenitoína, valproato etosuximida.
• Disminución de liberación de glutamato: lamotrigina. Tabla 16. Efectos adversos de los principales antiepilépticos
• Potenciación de la función de los receptores GABA: benzodiacepinas,
barbitúricos.
• Aumento de la disponibilidad del GABA: gabapentina, tiagabina, vi- 9.5.4. Tratamiento quirúrgico de la epilepsia
gabatrina.

La intervención quirúrgica se planteará en aquellos pacientes con crisis


9.5.3. Fármacos antiepilépticos según el tipo de crisis mal controladas, a pesar de una correcta medicación durante al menos
un año. Primero hay que hacer un diagnóstico de localización del foco
epileptógeno. Para ello se realizan pruebas de imagen (la resonancia
No existen reglas absolutas sobre cuál es el mejor tratamiento, dado que magnética es de elección, aunque también se utilizan TC, PET, SPECT y
no es posible determinar siempre cuál será el más efectivo para cada magnetoencefalografía) y electrocorticografía (con electrodos superfi-
paciente. No obstante, pueden establecerse unas prioridades entre los ciales y electrodos esfenoidales).
fármacos, dependiendo del tipo de crisis (Tabla 15).
En ocasiones, para detectar el foco, es necesario recurrir a electrodos in-
TÓNICO-CLÓNICAS Indistintamente: fenitoína, carbamazepina, feno- vasivos, subdurales, o incluso electrodos profundos colocados mediante
GENERALIZADAS barbital o valproato guía estereotáctica.
1.º Carbamazepina
PARCIALES
2.º Fenitoína

MIOCLÓNICAS
1.º Clonazepam 9.6. Epilepsia y embarazo
2.º Valproato
1.º Etosuximida (típicas)
AUSENCIAS
2.º Valproato (atípicas) Durante el embarazo se objetiva un descenso en las concentraciones plas-
STATUS 1.º Diazepam i.v., fenitoína i.v., fenobarbital i.v. máticas de los distintos anticomiciales, que no se traduce en un mayor
EPILÉPTICO 2.º Anestesia con propofol y midazolam número de crisis. Dado que no hay un fármaco de elección durante el em-
Tabla 15. Tratamiento de las epilepsias barazo, se debe mantener el tratamiento previo a la dosis mínima eficaz.

31
Manual CTO 1.ª Edición

RECUERDA paciente sin cefalea previa (o de distintas características a la ha-


bitual en pacientes con antecedentes de cefalea) nos debe hacer
Ante una embarazada controlada con un fármaco anticonvulsivo, no se de-
ben realizar modificaciones del tratamiento, ya que una crisis convulsiva pensar en la existencia de un proceso expansivo como primera
puede ser fatal para el feto. posibilidad diagnóstica. La cefalea por hipertensión intracraneal
empeora por la mañana y puede despertar al paciente del sueño,
aumenta con la tos y los vómitos, mejora inicialmente con parace-
Se debe recomendar a la paciente epiléptica que programe el embarazo tamol o ácido acetilsalicílico (a diferencia de la cefalea psicógena)
en una época de buen control de las crisis, preferentemente en mono- y se asocia a náuseas, vómitos, papiledema y signos neurológicos
terapia y en la mínima dosis posible. Si el tratamiento es con valproato focales.
o carbamazepina, hay que comenzar un tratamiento con ácido fólico • Arteritis de la temporal. Hay que sospecharla ante una cefalea he-
desde que se abandonen los métodos anticonceptivos, para prevenir los micraneal en pacientes mayores de 60 años. Son datos asociados:
defectos de cierre del tubo neural (espina bífida). En gestantes con buen polimialgia reumática, claudicación mandibular, dolor y tensión a la
control con monoterapia, el riesgo de aparición de defectos congénitos palpación del trayecto arterial y ausencia de pulso.
es del 5-6%, mientras que es del 2-3% en mujeres sanas. En el 50% de los
recién nacidos se produce un déficit transitorio y reversible de los fac-
tores de coagulación vitamina K-dependientes, por lo que debe hacerse 10.2. Migraña
profilaxis en las últimas semanas del embarazo y en el recién nacido.

La mayoría de los pacientes presenta el primer episodio de migraña entre


10. Cefalea los 10-30 años y en el 60-75% de los casos son mujeres. Existe una predis-
posición hereditaria.

10.1. Consideraciones generales


10.2.1. Fisiopatología

Generalmente la cefalea es un síntoma benigno, y sólo ocasionalmente


es manifestación de una enfermedad seria, como meningitis, hemorragia La patogénesis de la migraña puede ser considerada en tres fases:
subaracnoidea, tumores o arteritis de la temporal. Pero a pesar de ello, el • Génesis troncoencefálica con posible participación de los núcleos del
primer objetivo ante un paciente con cefalea es descartar estas patologías. rafe medio (serotoninérgicos).
• Activación vasomotora con contracción vascular inicial, que justifica-
· Cefalea intensa de comienzo súbito ría la focalidad neurológica en la migraña con aura, y una segunda
· Empeoramiento reciente de una cefalea crónica fase de vasodilatación.
· Cefalea de frecuencia y/o intensidad creciente • Activación de neuronas del núcleo trigeminal a nivel bulbar, con pos-
· Localización unilateral, siempre en el mismo lado (excepto cefalea en
terior liberación de neuropéptidos vasoactivos en las terminaciones
racimos, hemicránea paroxística o continua, neuralgia occipital, del
trigémino, y otras cefaleas primarias unilaterales vasculares del nervio trigémino. Esta fase condiciona la tumefacción
· Manifestaciones acompañantes: tisular y tensión de los vasos sanguíneos durante el episodio de mi-
- Alteración psíquica progresiva graña.
- Crisis epiléptica
- Alteración neurológica focal
- Papiledema Durante el episodio de migraña se ha demostrado, por estudios de
- Fiebre flujo sanguíneo regional, una hipoperfusión cortical que comienza en
- Náuseas y vómitos no explicables por una cefalea primaria, ni por el córtex visual y se extiende hacia delante a una velocidad de 2-3
una enfermedad sistémica
mm/min.
- Presencia de signos meníngeos

· Cefalea precipitada por esfuerzo físico, tos o cambio postural A veces, la hipoperfusión persiste a pesar de haber cedido los síntomas.
Tabla 17. Manifestaciones de alarma en una cefalea Es posible que la migraña represente una perturbación hereditaria de la
neurotransmisión serotoninérgica.

Para definir la gravedad de una cefalea se utilizan unos criterios que se re- La serotonina parece jugar un papel primordial en la patogenia de la mi-
cogen en la Tabla 17. En el diagnóstico, hay que tener en cuenta la edad, graña.
el sexo y la ocupación laboral del paciente, la edad de comienzo de los
síntomas, antecedentes personales y familiares, frecuencia de los epi- Son evidencias a favor:
sodios, intensidad, duración, modo de instauración, cualidad del dolor, • La metisergida es un bloqueante de receptores serotoninérgicos que
localización, factores moduladores, síntomas generales y neurológicos se ha demostrado útil para prevenir los episodios de migraña.
asociados, y hábitos tóxicos y consumo de fármacos. • El sumatriptán, cuyo mecanismo de acción es agonista de receptores
• Hemorragia subaracnoidea. Se manifiesta con cefalea intensa, de serotoninérgicos 1B, y especialmente 1D, es altamente eficaz en el
comienzo súbito, que suele acompañarse de rigidez de nuca, náu- tratamiento, en fase aguda, de los episodios migrañosos.
seas y vómitos. • Los niveles plaquetarios de serotonina descienden al inicio de la ce-
• Meningitis. Cefalea, fiebre, más signos meníngeos. falea.
• Tumores. Producen cefalea de carácter progresivo, de días o se- • Los episodios migrañosos pueden ser desencadenados por fármacos
manas de evolución. Una cefalea de estas características en un que liberan serotonina.

32
NEUROLOGÍA 21
Al menos 5 episodios, cumpliendo los siguientes borrosa, defectos hemianópsicos, etc.), aunque también puede
criterios haber síntomas motores o sensitivos. Preceden a la cefalea en 15-
· Duración del episodio de 2-72 horas (sin
30 minutos, y habitualmente desaparecen minutos antes de co-
tratamiento o tratada sin éxito)
· Al menos 2 de los siguientes datos: menzar la cefalea.
- Unilateral (30-40 % son bilaterales)
- Pulsátil (50 % de los casos son no pulsátiles) Ambos tipos de migraña pueden ocurrir en el mismo paciente. Entre los
- Moderada a severa (interfiriendo o evitando
MIGRAÑA episodios de migraña, el paciente puede tener cefaleas tensionales. Las
las tareas cotidianas)
SIN AURA crisis se pueden desencadenar por diversos factores dietéticos, ambien-
- Agravada por el movimiento (caminar o subir
escaleras) tales, psicológicos, hormonales y farmacológicos.

Al menos un síntoma asociado: Existen dos subtipos de migraña que presentan síntomas que pueden
· Náuseas o vómitos
· Fotofobia confundir con otras enfermedades:
· Sonofobia • Migraña basilar: los síntomas neurológicos que preceden a la cefa-
lea son característicos de disfunción troncoencefálica: vértigo, disar-
El dolor no se atribuye a otra enfermedad tria, diplopía, ataxia o síndrome confusional, persisten durante 20-30
A los criterios descritos anteriormente se añaden minutos y se siguen de cefalea occipital pulsátil. Suele aparecer en
los siguientes: adultos jóvenes.
· Uno o más síntomas focales neurológicos • Migraña hemipléjica: se trata de una migraña con aura, que incluye
MIGRAÑA transitorios (90% visuales) antes o durante
hemiparesia. Puede ser familiar o esporádica.
CON AURA la cefalea
· Duración del aura de 5-60 minutos
· La cefalea acompaña o sigue al aura dentro
de los siguientes 60 minutos 10.2.3. Complicaciones de la migraña
· El dolor no se atribuye a otra enfermedad

Tabla 18. Criterios diagnóstico simplificados para migraña


• Migraña crónica: más de 15 episodios al mes, por un tiempo supe-
rior a los tres meses.
10.2.2. Subtipos clínicos • Estado de mal migrañoso: más de 72 horas de duración, a pesar del
tratamiento.
• Infarto migrañoso o migraña complicada: cuando los síntomas del
La Tabla 18 recoge las características y los criterios diagnósticos de esta aura migrañosa persisten más allá de la duración de la cefalea, y se
enfermedad. asocian a una lesión isquémica cerebral del mismo territorio vascular,
• Migraña sin aura o migraña común. Representa el 75% de los casos demostrado por imagen.
de migrañas.
• Migraña con aura o migraña clásica. Representa el 20% de las
migrañas. Es una cefalea recurrente, de predominio hemicraneal 10.2.4. Tratamiento
y carácter pulsátil, que puede acompañarse de náuseas, vómitos,
fotofobia y sonofobia, que dura entre 4 y 72 horas. Se precede de
clínica de focalidad neurológica (aura), siendo las manifestacio- Las principales opciones de tratamiento de las migrañas se expone en la
nes visuales las más frecuentes (escotomas centelleantes, visión Tabla 19.

TIPO DE TRATAMIENTO FÁRMACOS COMENTARIOS

Se deben administrar inmediatamente después del inicio de la cefalea, repitiendo la dosis


cada 4-6 h.
Ataques AINE (AAS, naproxeno
La administración de metoclopramida o domperidona no sólo mejora las náuseas o los
leves moderados o ibuprofeno)
vómitos, sino que además facilita la absorción de los analgésicos. Junto al tratamiento
analgésico, se debe descansar, si es posible, en lugar oscuro y silencioso
TRIPTANOS (sumatriptán, nartriptán, Son agonistas de receptores serotoninérgicos (5HT1B y 1D) con acción vasoconstrictora y
Ataques
zolmitriptán, rizatriptán almotriptán, reductora de la inflamación alrededor de los vasos
moderados graves
eletriptán y frovatriptan) Contraindicaciones: cardiopatía isquémica o claudicación intermitente
El mecanismo por el que ejercen su acción profiláctica resulta desconocido, aunque se
-BLOQUEANTES (propranolol)
postula un efecto bloqueante de receptores serotoninérgicos 5-HT2
CALCIOANTAGONISTAS Los dos primeros se deben usar con precaución en pacientes con enfermedad de Parkin-
Preventivo (flunaricina, cinaricina, verapamilo) son, enfermedades depresivas previas o trastornos extrapiramidales de otro tipo
(si la frecuencia es
superior a dos ANTIDEPRESIVOS TRICÍCLICOS Especialmente indicados en pacientes con migraña asociada a cefalea tensional. Su acción
episodios al mes) (amitriptilina, nortriptilina) parece independiente de su actividad antidepresiva
ANTAGONISTAS
Muy eficaces; deben ser administrados con precaución debido a sus efectos secundarios
DE LA SEROTONINA
importantes, aunque reversibles, tras su uso prolongado: fibrosis pleural, pericárdica y
(ciproheptadina, pizotifen,
retroperitoneal.
metisergida)
Tabla 19. Principales opciones en el tratamiento de la migraña

33
Manual CTO 1.ª Edición

10.3. Cefalea en cluster (o en racimos), 11.1.2. Ataxia de Friedreich


histamínica o de Horton
Es el tipo más frecuente de ataxia hereditaria. Se hereda de forma auto-
Predomina en varones (10:1) y debuta a cualquier edad, aunque prefe- sómica recesiva y el gen anómalo se localiza en el brazo corto del cromo-
rentemente entre los 20-50 años. Se distingue una forma episódica y otra soma 9.
crónica (cuando hay ausencia de fases de remisión durante un año o más,
o con remisiones que duran menos de un mes). Anatomía patológica
El hallazgo más característico es la pérdida neuronal en los ganglios de
Se caracteriza por presentar episodios diarios de cefalea unilateral, lo- las raíces dorsales. Secundariamente, hay degeneración retrógrada de
calizada preferentemente a nivel periocular y con irradiación a la fren- fibras nerviosas de los cordones posteriores, tracto espinocerebeloso y
te o a la mandíbula, de gran gravedad, y cuya duración puede variar nervios periféricos. La mayoría de los casos implica también degenera-
entre 15-180 minutos, desde una vez cada dos días, hasta 8 veces al ción de la vía piramidal (corticoespinal). La médula espinal es atrófica.
día. Aparece característicamente por la noche, aproximadamente una A nivel sistémico, destaca la alteración cardíaca, con fibrosis intersticial
hora después de conciliar el sueño, y puede recurrir durante el día, a crónica e hipertrofia ventricular.
menudo a la misma hora. En muchos casos, se acompaña de lagrimeo,
rinorrea, congestión ocular y obstrucción nasal ipsilateral al dolor, Clínica
sudoración frontal y facial, edema palpebral ipsilateral, miosis-ptosis Debuta en la infancia o adolescencia con ataxia progresiva de la marcha.
ipsilateral, e inquietud motora y desasosiego. En el 25% de los casos Se sigue de ataxia de miembros y disartria cerebelosa. Es muy caracte-
se acompaña de un síndrome de Horner que ocasionalmente puede rística la asociación de hiporreflexia miotática con respuestas plantares
persistir. extensoras (signo de Babinski). La pérdida de la capacidad de deambula-
ción se produce aproximadamente 15 años después.
La cefalea aparece diariamente durante periodos (cluster) que oscilan
entre 1-4 meses, quedando posteriormente asintomático durante largos RECUERDA
periodos de tiempo (1-2 años). No se acompaña de aura, náuseas ni his-
toria familiar. Es típica la asociación de hiporreflexia (dato de 2.ª motoneurona) con Ba-
binski (dato de 1.ª motoneurona), además de la ataxia.
• Tratamiento preventivo. Evitando factores desencadenantes, si és-
tos existen, como el alcohol y otros vasodilatadores. La lesión de cordones posteriores motiva una pérdida de la sensibilidad
• Tratamiento sintomático. La terapia de elección es el sumatriptán profunda (artrocinética, posicional y vibratoria). En algunos casos hay
subcutáneo, por su rapidez y eficacia. La segunda medida más efecti- amiotrofia distal e hipoestesia en guante o calcetín por afectación del
va es la inhalación de oxígeno a flujo elevado. nervio periférico. Puede haber nistagmo, sordera y atrofia óptica. No hay
• Tratamiento profiláctico. Se considera el verapamilo como el fár- afectación de funciones superiores.
maco de elección. Si no hay respuesta, se puede intentar con cursos
breves de corticoides, topiramato, la ergotamina en dosis única noc- Se asocia también cifoescoliosis y pies cavos. Un 10-20% de los pacientes
turna, o el litio. cursa con diabetes mellitus. La principal causa de muerte es la insuficien-
cia cardíaca secundaria a miocardiopatía hipertrófica.

11. Enfermedades degenerativas RECUERDA

del sistema nervioso. Ataxias. ELA Es frecuente la asociación de cifoescoliosis, pies cavos, diabetes mellitus y
miocardiopatía hipertrófica.

11.1. Ataxias heredodegenerativas Diagnóstico


Es fundamentalmente clínico. En el EMG hay signos de denervación en
músculos distales. El LCR es normal. En la TC puede observarse una mo-
Son un grupo complejo de enfermedades, muchas de las cuales están derada atrofia cerebelosa en fases avanzadas. Es importante descartar en
genéticamente determinadas. estos pacientes un déficit de vitamina E subyacente (que cursa con dege-
neración nerviosa y ataxia). No existe tratamiento eficaz.
A continuación se señalan las más significativas.

11.1.3. Ataxia-telangiectasia
11.1.1. Ataxias congénitas

Es una enfermedad hereditaria multisistémica que afecta a la piel, siste-


Se producen por anomalías del desarrollo embrionario, como disgenesia ma nervioso y sistema inmunológico. Se hereda de forma autosómica
o agenesia del vermis, hemisferios cerebelosos o tronco encefálico. recesiva. La mutación se localiza en el brazo largo del cromosoma 11 y
como consecuencia hay un defecto en los mecanismos de reparación del
Cursan con disfunción cerebelosa, desarrollo motor anormal, retraso ADN, que conduce a una elevada frecuencia de roturas y translocaciones
mental y espasticidad. La coordinación puede mejorar con la edad. cromosómicas.

34
NEUROLOGÍA 21
Anatomía patológica A veces es posible encontrar pacientes con afectación selectiva de pri-
A nivel neurológico, hay una grave pérdida celular en el córtex cerebelo- mera motoneurona (esclerosis lateral primaria), de neuronas de núcleos
so, núcleos dentados y olivas inferiores. A nivel sistémico, destaca la hipo- troncoencefálicos (parálisis bulbar progresiva) o segunda motoneurona
plasia del timo y ganglios linfáticos, que se ha relacionado con la altera- (atrofia muscular espinal) (Figura 24).
ción inmunitaria que presentan estos pacientes. Las células T periféricas
están disminuidas.

Laboratorio
En esta patología, es característico el aumento de los niveles de alfafeto-
proteína y antígeno carcinoembrionario en casi todos los casos, mientras
que las inmunoglobulinas A y E séricas están disminuidas. Es frecuente la
aparición de endocrinopatías como la diabetes.

Clínica
Debuta a los pocos años de edad, con ataxia cerebelosa progresiva, co-
reoatetosis y apraxia oculomotora. A nivel cutáneo, aparecen telangiecta-
sias venosas en conjuntivas, oídos y cara. Como consecuencia del defecto
inmunológico, son frecuentes las infecciones bacterianas de repetición
del tracto respiratorio (sinusitis y neumonías) y hay una alta incidencia de
neoplasias linforreticulares (10-20%).

RECUERDA

La tríada clínica: telangiectasias mucocutáneas, ataxia cerebelosa e infeccio-


nes bacterianas de repetición.

El deterioro neurológico e inmunológico es progresivo, y habitualmente


fallecen antes de los 20 años a consecuencia de infecciones incontrolables, Figura 24. Formas de esclerosis lateral amiotrófica
insuficiencia respiratoria o neoplasias. No existe un tratamiento eficaz.
Etiopatogenia
Es desconocida. Se han implicado los haplotipos en la velocidad de pro-
11.2. Enfermedades de la motoneurona gresión.

Clínica
Se caracterizan por una lesión selectiva de los sistemas neuronales que Cursa con debilidad muscular lentamente progresiva con signos de afec-
controlan los movimientos voluntarios, con una llamativa ausencia de tación de primera y/o segunda motoneurona.
afectación de otras vías (se conservan indemnes la sensibilidad, la capa-
cidad cognitiva, la función autonómica y el resto de órganos y sistemas). El comienzo suele ser insidioso y asimétrico, afectándose inicialmente la
musculatura distal de los miembros o la de los pares craneales inferiores
con disartria y disfagia. Los hallazgos exploratorios son una combinación
11.2.1. Esclerosis lateral amiotrófica (ELA) de datos de primera motoneurona (debilidad, espasticidad, hiperreflexia
y signo de Babinski) y segunda motoneurona (debilidad, amiotrofia y fas-
ciculaciones). En fases evolucionadas, es característica la aparición de un
Es la forma más frecuente de enfermedad progresiva de la neurona moto- síndrome pseudobulbar con labilidad emocional.
ra. Suele ser más frecuente en varones (1,5/1). Se distinguen fundamen-
talmente dos formas: La musculatura extraocular no se suele afectar, excepto en los casos de
• Familiar (10% de los casos). La mayoría se heredan de forma auto- parálisis bulbar progresiva de larga evolución. No hay trastornos sensiti-
sómica dominante, pero también las hay recesivas. Comienzan en la vos, ni disfunción vesical, intelectual o de la función sexual.
infancia o adolescencia.
• Esporádica (80-90%). Característicamente, afecta a pacientes mayo- La media de supervivencia es de tres años desde el inicio de los síntomas.
res de 50 años. La debilidad de la musculatura respiratoria ocurre en casi todos los pa-
cientes y, con o sin neumonía, es generalmente la causa responsable de
Excepto por una media de edad de inicio inferior, los pacientes con ELA la muerte. La Tabla 20 muestra los criterios diagnósticos de ELA.
familiar son indistinguibles de aquéllos con enfermedad esporádica.
RECUERDA
Anatomía patológica
Se habla genéricamente de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) para refe- Debilidad muscular progresiva, de inicio asimétrico y distal, con afectación
rirse a un proceso degenerativo que afecta, en distintos grados, a la pri- de pares craneales bajos y poca afectación de la musculatura extraocular es
mera y segunda motoneuronas, produciendo secundariamente atrofia sugestiva de ELA.
de las fibras musculares.

35
Manual CTO 1.ª Edición

· Signos de neurona motora inferior (incluyendo

PRESENCIA DE
hallazgos electromiográficos en músculos
normales clínicamente)
12. Trastornos extrapiramidales.
·
·
Signos de neurona motora superior
Carácter progresivo Enfermedad de Parkinson
· Síntomas sensitivos
· Trastornos esfinterianos
· Trastornos visuales Los trastornos del movimiento tienen su sustrato patológico principal-
AUSENCIA DE
· Disfunción autonómica
mente en los ganglios basales (Figura 25). Aunque son núcleos motores,
· Enfermedad de Parkinson
· Demencia no proyectan directamente sobre la médula espinal, sino que reciben
· Fasciculaciones en una o más regiones estímulos corticales y proyectan de nuevo hacia la corteza, a través del
· Cambios neurogénicos en el EMG tálamo, para regular la amplitud y velocidad de los movimientos y partici-
EL DIAGNÓSTICO
· Velocidades de conducción motora y sensitiva par en la iniciación de los mismos (Figura 26). No es posible identificar un
SE APOYA EN
normales tipo específico de movimiento producido por los ganglios basales, pero
· Ausencia de bloqueos de conducción
sí puede establecerse una correlación entre lesiones de éstos y la clínica
Tabla 20. Criterios diagnósticos de ELA
asociada. Así, la lesión del núcleo subtalámico se asocia a hemibalismo
y corea, la lesión del caudado y putamen a corea, la lesión de la porción
No hay deterioro cognitivo, clínica sensitiva ni trastornos de esfínteres. compacta de la sustancia negra a parkinsonismo y las lesiones palidales
bilaterales (encefalopatía anóxica) a bradicinesia grave. En muchas oca-
Diagnóstico diferencial siones, no es posible determinar lesión estructural alguna en pacientes
Dado que no hay un tratamiento eficaz, es fundamental descartar enfer- con manifestaciones extrapiramidales.
medades potencialmente tratables que cursan con una clínica análoga a
la de enfermedad de motoneurona y no tienen el fatal pronóstico de la
ELA (Tabla21).

MIELOPATÍA · Espondilosis cervical


COMPRESIVA · Tumor extramedular

TOXICIDAD
· Plomo
POR METALES
· Mercurio
PESADOS
· Hipertiroidismo
PROCESOS · Hiperparatiroidismo
METABÓLICOS · Déficit de vitamina B12 o E
· Hipoglucemia

· Linfoma
TRASTORNOS
· Carcinoma pulmonar
PARANEOPLÁSICOS
· Tumor de células B

· Lyme
· Poliomielitis
INFECCIONES
· Síndrome postpolio
· Mielopatía retroviral Figura 25. Anatomía de los ganglios de la base
· Déficit de hexosaminidasa A
· Déficit de -glucosidasa
DEFECTOS · Hiperlipidemia
METABÓLICOS · Hiperglicinuria
HEREDITARIOS · Superóxido dismutasa
· Defecto del receptor androgénico
(Síndrome de Kennedy)

Tabla 21. Diagnóstico diferencial de la ELA

Tratamiento
Actualmente sólo está comercializado el riluzol como tratamiento para
esta enfermedad.

El riluzol inhibe la liberación presináptica de glutamato, interfiere a nivel


postsináptico con la acción de los aminoácidos excitadores mediante un
bloqueo de los receptores NMDA, y actúa directamente sobre los canales
de sodio dependientes de voltaje.

Parece tener un beneficio discreto sobre el aumento de la supervivencia,


Figura 26. Fisiología de los ganglios de la base
en especial en pacientes con inicio bulbar de la clínica.

36
NEUROLOGÍA 21
12.1. Temblor liar en un 30% de los pacientes, aunque también existe una forma es-
porádica. Puede comenzar a cualquier edad y persiste durante toda
la vida. Al inicio es unilateral e intermitente, pero una vez establecido
El temblor se define como la presencia de oscilaciones rítmicas de una es bilateral y asimétrico, pudiéndose afectar cualquier parte del cuer-
parte del cuerpo, secundarias a contracciones alternantes o sincrónicas po. Típicamente, produce oscilaciones flexoextensoras a nivel de la
de grupos musculares opuestos. Puede resultar de procesos fisiológicos o muñeca o aproximación-separación de los dedos cuando los brazos
patológicos, y afecta más frecuentemente a manos, cabeza, piernas y voz. están al frente. Su frecuencia es de 4-12 Hz, y se puede asociar a ta-
reas específicas (escribir, mantener un objeto en una postura deter-
minada, etc.). Se exacerba con el estrés, ansiedad y fatiga. Caracterís-
12.1.1. Clasificación ticamente, mejora con el alcohol.

La frecuencia de los temblores patológicos es relativamente estable y fá- 12.2. Enfermedad de Parkinson idiopática
cil de medir.

Atendiendo a la situación funcional en la que aparece, el temblor se pue- Es el síndrome parkinsoniano más común. Afecta más frecuentemente a
de clasificar en temblor de reposo o temblor de acción. varones, con una edad media de comienzo de 55 años.
• Temblor de reposo. Se produce en ausencia de actividad muscular
voluntaria. El ejemplo más típico es el temblor observado en la enfer-
medad de Parkinson. 12.2.1. Patogenia
• Temblor de acción. Se produce con la contracción muscular volunta-
ria, y se subdivide en temblor postural y cinético o de movimiento. El
temblor postural es provocado con el mantenimiento de la postura, Es desconocida. El parkinsonismo es más común en el anciano, y la edad
y son ejemplos el temblor fisiológico, el temblor fisiológico exacer- avanzada es el factor de riesgo más importante en la etiología de esta
bado, el temblor esencial y el temblor postural que puede aparecer enfermedad. Se han postulado otros factores de riesgo con interés pato-
en la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento. génico: genéticos, ambientales, traumatismos, etc.
Son ejemplos típicos de temblor postural el que se produce al beber, • Factores genéticos. Se han identificado algunos genes como el de la
comer, abrocharse un botón o escribir. El temblor cinético aparece alfa-sinucleina y el gen de la parkina.
con cualquier forma de movimiento, y puede ocurrir al inicio (tem- • Ambientales. La intoxicación accidental de usuarios de droga por
blor inicial), durante (temblor de transición) o al final del movimiento vía parenteral por MPTP (metilfeniltetrahidropiridina) da lugar a un
(temblor terminal o intencional). El temblor cinético es característico cuadro de parkinsonismo muy similar al que presenta la forma idio-
de patología cerebelosa o troncoencefálica (esclerosis múltiple, vas- pática. Este compuesto bloquea la función mitocondrial y produce
cular, tumoral, patología degenerativa). degeneración del sistema nígrico.
Otras sustancias como el manganeso, el aluminio, el arsénico, el mer-
RECUERDA curio, el zinc, los pesticidas o los herbicidas se han implicado en la pa-
togenia. Los niveles de hierro en los ganglios basales se han descrito
El temblor típico de la enfermedad de Parkinson es de reposo, pero también elevados en pacientes con enfermedad de Parkinson, postulándose
es frecuente el temblor postural. que un exceso en los procesos oxidativos puede conducir a toxicidad
celular suficiente para dar lugar a la enfermedad.

12.1.2. Clínica
12.2.2. Anatomía patológica

Existen diversos tipos de temblor. A continuación se describen los más


comunes en la práctica clínica. En la enfermedad de Parkinson, hay una pérdida neuronal con despig-
• Temblor fisiológico exacerbado. Es un temblor fisiológico de fre- mentación y gliosis preferentemente en la porción compacta de la sus-
cuencia normal, pero de mayor amplitud. Está ausente en reposo y tancia negra, aunque también pueden afectarse otros núcleos.
presente con el mantenimiento de la postura. Resulta de un incre-
mento de la actividad periférica betaadrenérgica asociada a un au- El marcador anatomopatológico más característico son los cuerpos de
mento del nivel de catecolaminas circulantes. Es común en estados Lewy, inclusiones intracitoplasmáticas eosinófilas que se localizan espe-
de ansiedad y en aquellos trastornos metabólicos que conllevan una cialmente en las neuronas de la sustancia negra y derivan de elementos
sobreactividad adrenérgica (tirotoxicosis, feocromocitoma, hipoglu- del citoesqueleto neuronal alterado.
cemia).
También aparece con la ingesta de algunos fármacos (catecolaminas, Se pueden establecer correlaciones entre los lugares anatómicos afec-
metilxantinas) o con la retirada de otros (betabloqueantes, morfina tados y los hallazgos clínicos. La pérdida celular en la sustancia negra se
y alcohol). Puede controlarse adecuadamente con betabloqueantes correlaciona con la acinesia y rigidez (en parkinsonismos unilaterales, la
(propranolol). sustancia negra afectada más intensamente es la contralateral). No hay
• Temblor esencial. Es la forma más común de temblor sintomático y área lesional clara relacionada con el temblor. La clínica autonómica se
el trastorno del movimiento más frecuente. Se hereda con carácter explica por la afectación de las columnas intermediolaterales de la mé-
autosómico dominante y alta penetrancia. Se describe historia fami- dula espinal y los ganglios simpáticos y parasimpáticos.

37
Manual CTO 1.ª Edición

Los déficit cognitivos se relacionan con la lesión del núcleo basal de La rigidez es un incremento de la resistencia a la movilización pasiva que
Meynert, locus coeruleus, y probablemente por la afectación neocortical predomina en la musculatura flexora. Es constante a lo largo del movi-
directa. La escasa respuesta de la inestabilidad postural al tratamiento miento, aunque se produce el fenómeno de rigidez en rueda dentada,
con levodopa implica la participación lesional de estructuras no dopa- que se considera como la interferencia del temblor sobre la rigidez plás-
minérgicas. tica durante la movilización pasiva del miembro. Se produce por desinhi-
bición palidal con incremento de la activación suprasegmentaria de los
mecanismos reflejos espinales normales y, por tanto, un incremento en la
12.2.3. Clínica descarga de las alfamotoneuronas.

La inestabilidad postural se puede manifestar como propulsión (ten-


Es un síndrome clínico caracterizado por temblor de reposo, bradicine- dencia a desplazarse hacia delante) o retropulsión (desplazamiento hacia
sia, rigidez e inestabilidad postural. Los dos primeros son los más típicos atrás).
(Figura 27).
Los hallazgos oculares incluyen limitación en la supraelevación de la mi-
rada y reflejo glabelar inagotable.

La disfunción autonómica se manifiesta por sialorrea, disfagia, estreñi-


miento, tendencia a la hipotensión, hipersudoración, nicturia y urgencia
miccional. La nicturia es el síntoma más precoz y frecuente de la clínica
urinaria.

Los trastornos no motores en la enfermedad de Parkinson incluyen cam-


bios en la personalidad, deterioro de funciones superiores, depresión y
trastornos del sueño.

12.2.4. Diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es clínico. Los criterios


diagnósticos se resumen en la Tabla 22. El diagnóstico diferencial (tabla
23) de la enfermedad de Parkinson incluye el secundario producido por
enfermedad vascular y por fármacos (neurolépticos, alfametildopa, litio,
amiodarona, entre otros muchos).

1) Dos de los siguientes signos o síntomas:


- Temblor de reposo
- Rigidez
- Bradicinesia
- Inestabilidad postural

2) Mejoría significativa con L-dopa


3) Descartar los parkinsonismos secundarios
Figura 27. Paciente con enfermedad de Parkinson 4) Ausencia de signos incompatibles con la E. de Parkinson:
- Oftalmoplejía supranuclear con parálisis en la infraversión de la mirada
El temblor de reposo es un movimiento oscilatorio distal que afecta pre- - Afectación corticoespinal
- Afectación de asta anterior
ferentemente a las manos, pero también puede afectar a labios, lengua, - Signos cerebelosos
mandíbula y miembros inferiores (rara vez afecta a la cabeza o cuerdas - Polineuropatía
vocales). Suele ser asimétrico al inicio. Constituye la forma de presenta- - Mioclonías
ción más frecuente y puede permanecer como única manifestación de la - Crisis oculogiras
enfermedad durante varios años.
Tabla 22. Criterios diagnósticos de la enfermedad de Parkinson

La bradicinesia consiste en una ralentización generalizada de los mo-


vimientos. Es la manifestación más incapacitante de la enfermedad. Re- 12.2.5. Tratamiento
sulta de la pérdida de los mecanismos dopaminérgicos inhibitorios del
estriado e hipoactividad de las neuronas del globo pálido externo. Hay
hipomimia facial, disminución de la frecuencia de parpadeo, lenguaje Tratamiento farmacológico
monótono e hipófono con fácil fatigabilidad, micrografía, dificultad para En la enfermedad de Parkinson, existe un desequilibrio entre la dopa-
levantarse de la silla y girarse en la cama. La marcha es típica, con flexión mina y la acetilcolina en los ganglios basales. Como consecuencia de la
anterior del tronco, a pequeños pasos, arrastrando los pies y con pérdida lesión de las vías nigroestriadas dopaminérgicas, se produce una caída
del braceo (marcha festinante). de los niveles de dopamina estriatal, con el consiguiente predominio

38
NEUROLOGÍA 21
I. PARKINSONISMO · Enfermedad de Parkinson
PRIMARIO O IDIOPÁTICO · Parkinsonismo juvenil
Postencefalitis. Neurolúes. Neurobrucelosis
Infecciones
E. de Creutzfeldt-Jakob. SIDA. Abscesos micóticos
Bloqueantes de receptores dopaminérgicos:
· Neurolépticos (haloperidol, pimozide, etc.)
· Depletores presinápticos de dopamina:
- Reserpina, tetrabenacina
· Falsos neurotransmisores:
Drogas - -metildopa
- -metilparatirosina
· Litio
· Antagonistas del calcio:
- Flunaricina, cinaricina
II. PARKINSONISMO
· Amiodarona
SECUNDARIO,
· Isoniacida
ADQUIRIDO O SINTOMÁTICO
Toxinas MPTP, CO, Mn, metanol, etanol
· Multiinfarto
Vascular
· Shock hipotensivo
Traumatismo Encefalopatía pugilística (boxeador “sonado”)
· Alteraciones paratiroideas
· Hipotiroidismo
Otros · Degeneración hepatocerebral
· Tumor cerebral
· Hidrocefalia normotensiva
· Siringomesencefalia
· Enfermedad difusa por cuerpos de Lewy (AD)
· Enfermedad de Huntington
· Enfermedad de Wilson
· Enfermedad de Hallervorden-Spatz
III. PARKINSONISMO
· Calcificación familiar de los ganglios basales
HEREDODEGENERATIVO
· Parkinsonismo familiar con neuropatía periférica
· Neuroacantocitosis
· Complejo Parkinson-Demencia-ELA
· Parálisis supranuclear progresiva
· Síndrome de Shy-Drager
IV. DEGENERACIONES · Degeneración estrionígrica
MULTISISTÉMICAS · Atrofia olivo-ponto-cerebelosa
· Fallo autonómico progresivo
Tabla 23. Diagnóstico diferencial de la enfermedad de Parkinson

funcional de los sistemas colinérgicos. Por tanto, la actuación farmaco- dad de la levodopa, inhibiendo su metabolismo, por lo que pueden
lógica irá orientada a potenciar los sistemas dopaminérgicos (levodopa administrarse asociados a levodopa. Existen formulaciones en las
y/o agonistas dopaminérgicos) y disminuir la actividad colinérgica (an- que se asocia levodopa + carbidopa + entacapona.
ticolinérgicos). • Agonistas dopaminérgicos: se utilizan en monoterapia cuando
• La levodopa (L-dopa) asociada a un inhibidor de la dopade- existe afectación leve-moderada, especialmente en pacientes jóve-
carboxilasa periférica (carbidopa-benseracida) sigue siendo el nes y asociados a levodopa en fases avanzadas. Se clasifican en ergó-
tratamiento de primera línea, y es especialmente útil en el trata- ticos (cabergolina, pergolina, bromocriptina, lisurida) y no ergóticos
miento de la bradicinesia y la rigidez; la falta de respuesta a le- (pramipexol, ropinirol, apomorfina), estos últimos más utilizados en
vodopa habla en favor de síndrome parkinsoniano no idiopático. la actualidad.
La carbidopa y benseracida, al inhibir la metabolización periférica • Los anticolinérgicos (trihexifenidil, biperideno) son útiles para el tra-
de la levodopa, aumentan la biodisponibilidad de la misma para tamiento de pacientes jóvenes con predominio clínico del temblor
su paso a través de la barrera hematoencefálica, permitiendo re- de reposo, pero se debe evitar su uso en personas mayores, dados
ducir la dosis y, por tanto, los efectos secundarios. En cualquier sus efectos secundarios confusionales y de alteración de la memoria.
caso, casi todos los pacientes que inicialmente mejoran pierden A menudo, su utilización se ve limitada por los efectos secundarios
su respuesta a la levodopa en 3-8 años, apareciendo fluctuaciones antimuscarínicos periféricos, que incluyen boca seca, visión borrosa,
motoras (fenómeno wearing off o fin de dosis, hipercinesia pico estreñimiento, náuseas, retención urinaria, trastornos en la sudora-
de dosis, distonías fin de dosis, discinesias bifásicas, fenómenos ción y taquicardia.
on-off, fallos erráticos de dosis), y discinesias (pico de dosis, bifá-
sicas). La asociación de levodopa con agonistas dopaminérgicos RECUERDA
permite un control parcial de las mismas y la reducción de dosis
de levodopa. El temblor de reposo se trata con anticolinérgicos.
• Inhibidores de la COMT: los inhibidores de la catecol-O-metiltrans- El temblor postural con propanolol.
ferasa (entacapona, tolcapona) aumentan también la biodisponibili-

39
Manual CTO 1.ª Edición

• El deprenil o selegilina, un inhibidor selectivo de la MAO-B, ha de- 13.1.1. Epidemiología


mostrado en algunos estudios ralentizar el desarrollo de la discapa-
cidad motora y disminuir el índice de progresión de la enfermedad
cuando se usa en estadios tempranos de la enfermedad (efecto neu- Suele afectar a pacientes, sobre todo mujeres, entre los 20-45 años. La
roprotector). Además, puede ofrecer una mejoría sintomática, debi- prevalencia de esta enfermedad aumenta en zonas alejadas del ecuador,
do a que incrementa las concentraciones estriatales de dopamina al sobre todo en población de raza blanca.
bloquear su catabolismo.
• La amantadina es débilmente efectiva para controlar los síntomas.
Su mecanismo de acción es desconocido, aunque se ha propuesto 13.1.2. Genética
que aumenta la síntesis y liberación de dopamina y puede disminuir
su recaptación en la hendidura sináptica. Asimismo, se le atribuyen
propiedades anticolinérgicas. Mejora la bradicinesia, rigidez y tem- Existe una clara susceptibilidad genética sobre la que actúan factores
blor, pero en aproximadamente un año de tratamiento se precisa ambientales.
añadir otros fármacos, por la pérdida de eficacia.

En la actualidad, se prefiere, en las formas iniciales del Parkinson y en 13.1.3. Anatomía patológica
las formas leves, utilizar los agonistas dopaminérgicos combinándo-
los en ocasiones con la seligilina, mientras que en las formas sinto-
máticas (moderado-grave), se utiliza como tratamiento de elección la Son características las placas de desmielinización a nivel del SNC, loca-
levodopa. lizadas preferentemente a nivel periventricular y subpial, así como en el
tronco encefálico, médula espinal y nervio óptico. Existe entre ellas un
Tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson infiltrado inflamatorio de linfocitos y macrófagos. Es importante tener en
El tratamiento quirúrgico puede plantearse en pacientes relativamente cuenta que no existe correlación entre el número de placas y su tamaño
jóvenes, con sintomatología incapacitante, que no responden a la me- con los síntomas clínicos.
dicación o que presentan intolerancia a la misma o efectos secundarios
importantes que limitan su uso. Se cree que el fenómeno patogénico primario podría ser la lesión de los oli-
godendrocitos, células formadoras de mielina en el sistema nervioso cen-
Esencialmente, existen dos tipos de técnicas para el tratamiento quirúrgi- tral. Por ello el sistema periférico nunca se afecta, porque la célula que for-
co de la enfermedad de Parkinson: las técnicas ablativas y la estimulación ma la mielina a este nivel es la célula de Schwann, y no el oligodendrocito.
cerebral profunda.

Ambos procedimientos tienen como diana ciertos núcleos de los gan- 13.1.4. Inmunología
glios de la base (globo pálido medial y núcleo subtalámico) y el tálamo
(núcleo ventral intermedio o VIM).
En el LCR aparecen en el 95% de los casos bandas oligoclonales de IgG,
En la actualidad, puede decirse que la técnica quirúrgica de elección es la producidas por activación de clones de linfocitos B que producen anti-
estimulación bilateral del núcleo subtalámico. En los casos en que predo- cuerpos intratecales, es decir dentro de la barrera hematoencefálica. Sin
mina el temblor, la diana de elección puede ser el VIM (lesión o estimula- embargo, se desconocen los antígenos hacia los que están dirigidos. Hay
ción). Para la bradicinesia y la rigidez, las dianas preferidas son el núcleo que tener en cuenta que las bandas oligoclonales no son exclusivas de
subtalámico y el globo pálido. esclerosis múltiple y que aparecen en otras patologías, sobre todo víricas.
Por otra parte, existen linfocitos T inmunorreactivos frente a proteínas de
la mielina (proteína básica de la mielina, proteína proteolipídica y lipo-
proteína asociada a la mielina).
13. Enfermedades desmielinizantes.
Esclerosis múltiple 13.1.5. Curso clínico

Las enfermedades desmielinizantes son un conjunto de enfermedades La clínica es muy variable, pero en líneas generales se distinguen cuatro
neurológicas producidas por inflamación y destrucción de la mielina del formas de evolución (Figura 28):
sistema nervioso central, y afectan predominantemente a adultos jóvenes. • Forma remitente en brotes (recurrente remitente o RR). Se trata
de la forma más común, que se presenta como brotes de disfunción
neurológica que remiten dejando secuelas neurológicas, y vuelven a
13.1. Esclerosis múltiple (EM) aparecer. Se denomina brote a la aparición de síntomas o signos de
déficit neurológico que dura más de 24 horas. Para considerar dos
brotes distintos, tienen que afectar a distintas partes del SNC, y con
Se trata de una enfermedad de etiología desconocida de base autoinmu- un intervalo entre ellos de, al menos, un mes.
ne que cursa en la mayoría de los casos con exacerbaciones y remisiones. • Forma secundariamente progresiva (SP). Se trata de pacientes que
Supone la causa más frecuente de discapacidad neurológica en adultos debutan con forma RR y con los años presentan un deterioro progre-
jóvenes tras los traumatismos. sivo sin evidenciarse brotes claros.

40
NEUROLOGÍA 21
• Forma primaria progresiva (PP). En torno a un 10% de los pacientes • Síntomas sensitivos. Son los más frecuentes, en forma de hipoeste-
presentan un curso progresivo desde el comienzo de la enfermedad, sias o parestesias que aumentan con el calor.
sin brotes. • Neuritis óptica (NO). Es la segunda manifestación más frecuente al
• Forma progresiva recurrente (PR). Los pacientes presentan un de- inicio de la enfermedad, y una de las más comunes en el curso de
terioro desde el principio, que aumenta de forma progresiva y a la vez la misma. Suele ser unilateral y puede variar desde visión borrosa a
aparecen brotes. amaurosis. La forma más común es la neuritis retrobulbar, que cursa
con fondo de ojo normal. Se caracteriza por dolor con la movilización
del ojo y escotoma centrocecal.
• Síntomas motores. Puede presentarse con lesión de la vía pirami-
dal y, por tanto, con clínica de primera motoneurona. En las lesiones
medulares, los síntoma motores se asocian a otros síntomas deriva-
dos de lesión de otros cordones medulares. Así, es común la urgencia
miccional, impotencia y pérdida de la sensibilidad cordonal poste-
rior que conduce a ataxia sensitiva y signo de Romberg. Si la lesión
cordonal es a nivel cervical, puede aparecer una especie de descarga
eléctrica descendente al flexionar el cuello; es el signo de Lhermitte,
que también puede aparecer en otros trastornos con compromiso de
cordones posteriores a nivel cervical, como la espondilosis cervical y
la tabes dorsal.
• Diplopia. Suele ser secundaria a lesión del fascículo longitudinal
medial, que origina una oftalmoplejía internuclear. También puede
observarse parálisis del VI par, pero son raras las del III y IV.
• Ataxia. La causa más frecuente es la afectación del cerebelo o de sus
vías de conexión a nivel troncoencefálico.
• En casos avanzados se produce disfunción cognitiva con pérdida de
memoria, depresión, euforia o desinhibición.

13.1.7. Diagnóstico
Figura 28. Formas clínicas de la esclerosis múltiple

La forma en la que evolucionará la enfermedad es variable e impredeci- El diagnóstico de esta entidad se hace por exclusión tras realizar un diag-
ble, pero existen factores que se pueden considerar que indican un peor nóstico diferencial, pero la base es la clínica.
pronóstico. Estos factores se recogen en la Tabla 24.
Existen distintos criterios diagnósticos que requieren criterios de disemi-
nación temporal (dos o más episodios de déficit neurológico, separados
· Paciente varón
· Debut en edad avanzada entre sí por al menos un mes sin nuevos síntomas) y diseminación espa-
· Enfermedad progresiva desde el inicio de los síntomas cial (síntomas y signos que indican al menos dos lesiones independientes
· Signos motores y cerebelosos en el debut en el SNC).
· Escasa recuperación de un brote
· Corto intervalo entre los dos primeros brotes
· Múltiples lesiones en RM en el debut
Tabla 24. Marcadores pronósticos que predicen una evolución
13.1.8. Pruebas complementarias
más grave de la EM

• LCR: existe aumento de linfocitos, proteínas totales y gammaglobuli-


13.1.6. Síntomas nas, además de las bandas oligoclonales.
• Potenciales evocados: consiste en el estudio de los potenciales gene-
rados en el SNC tras la estimulación de un órgano sensorial periférico. La
A continuación se describen las formas más frecuentes de debut de la detección de un enlentecimiento en la conducción de alguna vía senso-
enfermedad (Tabla 25). rial sugiere lesión desmielinizante, aún en ausencia de clínica.
• Neuroimagen: la prueba de imagen más sensible en la EM es la RM.
Tiene la ventaja de que con un solo estudio se puede ver la disemi-
· Síntomas sensitivos (61%)
- Hipoestesia (37%) nación espacial (demostrando distintas lesiones) y temporal (demos-
- Parestesias (24%) trando lesiones agudas que captan contraste y crónicas.

· Visión borrosa por neuritis óptica (36%)


· Debilidad y otros síntomas motores (35%)
· Diplopía (15%) 13.1.9. Tratamiento (Figura 29)
· Ataxia (11%)
Tabla 25. Clínica de presentación
En el momento actual no existe tratamiento curativo.

41
Manual CTO 1.ª Edición

• Tratamiento sintomático del brote: en brotes que alteren las acti-


vidades de la vida diaria se utilizan corticoides a altas dosis por vía 14. Enfermedades
intravenosa, durante 3-7 días, pudiéndose hacer después o no reduc-
ción progresiva por vía oral. Los brotes de intensidad leve, es decir, de la médula espinal
aquellos con síntomas exclusivamentes sensitivos, se tratan con cor-
ticoides por vía oral.
• Tratamiento para modificar el curso de la enfermedad: se trata de 14.1. Reflejos y síndromes medulares
un tratamiento inmunomodulador, que está indicado en:
- Forma remitente-recurrente: en pacientes que hayan presenta-
do dos brotes en los tres últimos años. Las neuronas motoras del asta anterior de la médula se dividen en las
- Forma secundariamente progresiva: en aquellos con brotes en motoneuronas alfa, que inervan el músculo estriado, y las motoneuronas
los últimos años que aún deambulen. gamma que inervan el huso muscular.
- Forma primariamente progresiva: no se ha demostrado bene-
ficio con el tratamiento inmunomodulador. Existen, además, en la sustancia gris medular, las interneuronas, con mu-
- Primer episodio sugerente de esclerosis múltiple: en pacien- chas conexiones entre sí y con las motoneuronas, siendo responsables de
tes en los que la RM indique alto riesgo de padecer la enferme- muchas de las funciones integradoras de la médula. Así, el haz corticoes-
dad (nueve o más lesiones) se puede utilizar IFN beta. pinal termina casi totalmente en estas interneuronas, y sólo una vez que
éstas han integrado el conjunto de señales procedentes de otros lugares,
Dentro de los fármacos inmunomoduladores se encuentran los siguien- convergen finalmente en las motoneuronas anteriores.
tes:
• Acetato de glatiramer: es un análogo antigénico de la proteína Los principales reflejos medulares son los siguientes:
básica de la mielina, que reduce en un 30% el número de brotes en • Reflejo miotático o de estiramiento muscular (Figura 30): la ex-
formas RR. citación de los husos (al aumentar la longitud de la fibra muscular)
• Interferón gamma (1a y 1b): reducen también en un 30% el número produce una contracción refleja de las grandes fibras esqueléticas
de brotes en los pacientes con EM tipo RR. que los rodean. Este reflejo se produce por una vía monosináptica
• Otros: azatioprina, mitoxantrona y metotrexato: se utilizan en casos (no participan interneuronas) en la que una fibra sensitiva tipo Ia, que
determinados. tiene su origen en el huso, penetra por el asta posterior y realiza una
sinapsis directa con las neuronas del asta anterior que inervan las fi-
bras del mismo músculo del que procede el estímulo.

Figura 30. Reflejo miotático

• Reflejo tendinoso: se produce cuando se excita el órgano tendinoso


de Golgi, capaz de detectar la tensión muscular. El estímulo llega a la
médula a través de fibras tipo Ib, que excitan interneuronas inhibi-
doras que conectan con el asta anterior. Así, un aumento de tensión
muscular inhibe directamente el músculo individual, sin afectar a los
músculos adyacentes.
• Reflejo flexor o de retirada (Figura 31): ante un estímulo sensorial
cutáneo de cualquier tipo, pero sobre todo doloroso (por esto se ha
denominado también reflejo nociceptivo o de dolor), se produce una
contracción de los músculos flexores de la extremidad y una relaja-
Figura 29. Manejo terapéutico de la EM
ción de los extensores.

42
NEUROLOGÍA 21

Figura 31. Reflejo flexor Figura 32. Principales vías motoras y sensitivas de la médula

ETIOLOGÍA CLÍNICA
· Déficit motor. Paraplejia o tetraplejia inicialmente fláccida y
arrefléxica (shock medular); posteriormente aparecen signos de
afectación de primera motoneurona. Reflejos osteotendinosos
Idiopática (mecanismo exaltados por debajo de la lesión
Mielopatía
inmunoalérgico), vírica, EM, · Déficit sensitivo. Se afectan todas las modalidades
transversa
LES, Sjögren · Trastornos autonómicos. Disfunción esfinteriana vesical
(urgencia miccional lo más típico) y rectal (estreñimiento)
Otros síntomas autonómicos son anhidrosis, cambios cutáneos
tróficos y disfunción sexual (impotencia)

· Pérdida de sensibilidad dolorosa y térmica contralateral (lesión


Hemisección
Traumatismos penetrantes, del tracto espinotalámico cruzado)
medular
lesiones extramedulares · Pérdida de sensibilidad propioceptiva ipsilateral con ataxia
(síndrome de
compresivas sensitiva (interrupción de los cordones posteriores)
Brown-Séquard)
· Parálisis espástica ipsilateral (lesión de la vía piramidal cruzada)

Síndrome
Siringomielia, hidromielia Déficit sensitivo suspendido bilateral con conservación
medular
y tumores centromedulares de la sensibilidad táctil (déficit sensorial disociado)
central

Degeneración subaguda · Ataxia sensitiva con pérdida de sensibilidad propioceptiva


Lesión de las combinada de la médula y conservación de la sensibilidad dolorosa y térmica
columnas (déficit de B12), mielopatía · La disfunción corticoespinal bilateral produce espasticidad,
posterolaterales vacuolar asociada al SIDA, hiperreflexia en miembros inferiores y respuesta cutaneoplantar
compresión medular extensora (lesión de primera motoneurona)

· Ataxia sensitiva
· Implica dolores lancinantes en piernas, incontinencia urinaria y
Síndrome cordonal arreflexia rotuliana y aquílea
Neurosífilis
posterior · La disfunción de los cordones posteriores en la región cervical
da lugar a una sensación de “descarga eléctrica” descendente
con la flexión del cuello (signo de Lhermitte)

· Paraplejia o tetraplejia aguda con disfunción vesical


Síndrome Disección aórtica,
e intestinal y anestesia dolorosa y térmica por debajo
de la arteria aterosclerosis, cirugía
de la lesión
espinal anterior de la aorta abdominal
· No hay afectación propioceptiva

Tabla 26. Principales síndromes medulares

43
Manual CTO 1.ª Edición

• Reflejos medulares que producen espasmo muscular: bien sea · Dar información positiva y tranquilizadora al paciente
por una fractura ósea, por irritación del peritoneo parietal en una · No se recomienda reposo en cama
· Recomendar a los pacientes que estén activos y que continúen
peritonitis, etc. con las actividades diarias normales, incluyendo el trabajo
• Reflejos autónomos: comprenden múltiples funciones, como cam- · Fármacos de primera línea, si la intensidad del dolor lo requiere:
bios en el tono vascular según la temperatura local, sudoración, refle- - Inicio con paracetamol
- Si no mejora, AINE pautados (máximo 3 meses)
jos intestinales y vesicales. - Si no mejora, añadir un ciclo de miorrelajantes (menos de 1 semana)
Es preciso recordar las principales vías que recorren la médula (Figura
32 y Tabla 26) para poder reconocer los síndromes clínicos. · Prescribir ejercicio a partir de las 2-6 semanas
· Neurorreflexoterapia en casos rebeldes
Tabla 28. Opciones terapéuticas en el tratamiento del dolor de espalda
14.2. Dolor lumbar
La medida principal durante la fase aguda ha sido tradicionalmente el re-
poso absoluto en cama; sin embargo, estudios recientes han demostrado
El dolor de espalda es la causa más frecuente de incapacidad en pacien- que el reposo en cama de más de dos días conlleva peores resultados, en
tes mayores de 45 años, lo que supone un problema médico de máxima cuanto a dolor y a incapacidad funcional, que la actitud activa, por lo que
relevancia en términos económicos y sociales. Se suele clasificar, en fun- se recomienda la reanudación precoz de la deambulación y las activida-
ción de la duración, como dolor lumbar agudo (duración inferior a seis des físicas habituales (con excepción de los trabajos manuales pesados).
semanas), subagudo (entre seis semanas y tres meses) y crónico (más de Es útil la reeducación postural, intentando evitar aquellas actividades y
tres meses). posturas que desencadenan el dolor.

La mayor parte de las lumbalgias corresponden a un sobreesfuerzo y son El tratamiento farmacológico se basa en los fármacos analgésicos (para-
autolimitadas (lumbalgias mecánicas). En la mayoría de los casos (85%) cetamol), antiinflamatorios (fundamentalmente AINE) y relajantes mus-
no es posible establecer un diagnóstico específico. culares (estos últimos, no más de una semana).

La valoración inicial debe encaminarse a la exclusión de aquellas etio- No se recomiendan, en el tratamiento de la lumbalgia, las siguientes me-
logías graves de dolor lumbar que, aunque son infrecuentes, pueden didas:
requerir tratamiento inmediato (traumatismos, infecciones, tumores, sín- • Corticoides.
drome de cola de caballo). • AINE tópicos.
• Inhibidores de la recaptación de serotonina.
Para ello, se realizará historia clínica y exploración física, poniendo espe- • Láser.
cial atención en la presencia de factores de riesgo que hagan sospechar • Ultrasonidos.
un origen grave del dolor (Tabla 27). • Masajes.
• Fajas.
• Acupuntura.
· Primer episodio en menores de 20 años o mayores de 55 años
· Déficit neurológico difuso (incluyendo síndrome de cola de caballo)
• Infiltraciones facetarias o epidurales.
· Dolor no influido por posturas, movimientos o esfuerzos, sin mejorar • Ozonoterapia.
con el descanso
· Dolor exclusivamente dorsal Si la sintomatología persiste más allá de 2-6 semanas a pesar del trata-
· Deformidad estructural de aparición reciente miento conservador o la intensidad aumenta durante el mismo, es nece-
· Tratamiento prolongado con glucocorticoides sario volver a valorar al paciente de forma completa, realizando pruebas
· Antecedentes de traumatismo reciente diagnósticas y tratamientos específicos, si lo precisa.
· Mal estado general
· Pérdida de peso no explicada Cuando el dolor persiste más allá de 12 semanas (tres meses), se estable-
· Diagnóstico previo de cáncer
ce el diagnóstico de dolor lumbar crónico. En estos casos, una vez descar-
· Fiebre
tada patología grave en la exploración física, no se recomienda ningún
· Historia de inmunosupresión (trasplante, VIH, etc.)
· Consumo de drogas por vía parenteral
método diagnóstico, salvo que se sospeche una causa específica.

Tabla 27. Factores de riesgo de etiología grave del dolor de espalda En estos pacientes, es necesario un programa rehabilitador multidisci-
plinar (unidades del dolor, programas educativos, ejercicio, tratamiento
En ausencia de sospecha de una etiología grave del dolor no se reco- psicológico) junto con la administración de analgésicos (antidepresivos
mienda la realización de estudios de laboratorio (hemograma, velo- tricíclicos, parches de capsaicina, opiáceos en casos de fracaso con los
cidad de sedimentación, bioquímica y analítica de orina), pruebas de tratamientos previos).
imagen (Rx, RM o TC) ni otras técnicas diagnósticas durante el primer
mes de evolución, incluso en pacientes con sospecha clínica de hernia Como última opción de tratamiento conservador, se puede indicar la
discal. neuroestimulación percutánea. Si el dolor es intenso e invalidante y per-
siste durante más de dos años, puede estar indicada la cirugía (artrodesis
La mayoría de los pacientes con dolor de espalda mejorará en el plazo de o fusión vertebral).
un mes, con o sin tratamiento, por lo que el manejo inicial de un paciente
con dolor lumbar agudo sin factores de riesgo debe ser conservador, con En la Figura 33 se esquematiza un algoritmo de manejo del dolor lumbar,
objeto de conseguir un alivio sintomático (Tabla 28). con o sin síntomas radiculares, en el paciente adulto.

44
NEUROLOGÍA 21

Figura 33. Manejo del dolor lumbar

14.3. Lumbociática. Hernia discal lumbar corto, ya que salen del canal raquídeo prácticamente a nivel del segmen-
to medular del mismo nombre, un nivel por encima del cuerpo vertebral
que lleva el nombre de la raíz (la raíz C6 sale por el agujero C5-C6). Por el
El término lumbociática se utiliza para describir el dolor lumbar irradiado contrario, las raíces dorsales, lumbares y sacras salen del canal un nivel
hacia al miembro inferior, sugiriendo una compresión de una raíz nervio- por debajo de la vértebra correspondiente (la raíz L4 sale por el agujero
sa. La causa más frecuente es la hernia discal lumbar. L4-L5) (Figura 34).

Puesto que la médula espinal termina generalmente a nivel del cuerpo


14.3.1. Bases anatómicas vertebral de L1 o L2, las raíces lumbosacras deben realizar un largo reco-
rrido por el canal raquídeo hasta alcanzar el agujero intervertebral corres-
pondiente, y pueden ser afectadas por diversas patologías en distintos
Las raíces nerviosas abandonan el canal vertebral a través de los aguje- puntos de este trayecto, no necesariamente coincidentes con el nivel por
ros de conjunción. Las raíces cervicales tienen un trayecto intrarraquídeo el que abandonan el canal vertebral.

45
Manual CTO 1.ª Edición

14.3.3. Clínica

• Puede comenzar con dolor lumbar paravertebral (lumbalgia) y dolor


a la percusión de apófisis espinosas, acompañado de contractura de
la musculatura paravertebral.
El dolor aumenta con la flexión de la columna, suele empeorar con la
bipedestación y mejorar en decúbito. Es posible la existencia de una
escoliosis funcional antiálgica.
• Lo característico de la hernia discal lumbar es que el dolor se irradia al
miembro inferior (ciática) debido a la compresión de la raíz nerviosa.
En las radiculopatías compresivas, el dolor aumenta típicamente con
las maniobras de Valsalva (tos, defecación).
Puede reproducirse con distintas maniobras exploratorias. La manio-
bra de Lasègue (también conocida como maniobra de elevación de
la pierna recta) consiste en la elevación pasiva de la pierna extendida
con el paciente en decúbito supino, y es positiva si aparece dolor con
una angulación menor a 60 grados (Figura 35). Estira fundamental-
mente las raíces L5 y S1.

Figura 35. Maniobra de Lasègue

Para valorar las raíces lumbares superiores (L2 a L4), se utiliza la ma-
niobra de elevación de la pierna recta invertida (Lasègue invertido),
con el paciente en decúbito prono.
• Radiculopatía. El paciente puede presentar trastornos sensitivos
(hipoestesia, parestesias) o alteración de reflejos y, menos frecuen-
temente, déficits motores en el territorio correspondiente a la raíz
Figura 34. Hernia discal
nerviosa comprimida por la hernia discal. En las hernias discales pos-
terolaterales (las más frecuentes), la radiculopatía es generalmente
unilateral, y la raíz afectada suele ser la que lleva el nombre de la vér-
14.3.2. Patogenia tebra inferior del espacio discal.
Las manifestaciones típicas de la afectación de cada raíz, en el caso
de hernias posterolaterales, son (Tabla 29):
La hernia discal es la patología neuroquirúrgica más frecuente. Resulta - Hernia discal L1-L2 (raíz L2): dolor y/o alteración de la sensibi-
de la degeneración del núcleo pulposo y del anillo fibroso del disco inter- lidad en cara anterior del muslo (tercio proximal), con debilidad
vertebral, de modo que el primero sobresale por el anillo (herniación) o para la flexión de la cadera (psoas).
incluso puede salir del espacio intervertebral. El disco herniado compri- - Hernia discal L2-L3 (raíz L3): dolor y/o alteración de la sensibili-
me los elementos nerviosos que discurren por el canal, y puede dar lugar dad en cara anterior del muslo (tercio medio) y una zona peque-
a una radiculopatía (por compresión de la raíz nerviosa) o una mielopatía ña de rodilla, con debilidad para la flexión de la cadera (psoas) y
(por compresión de la médula espinal, sólo en los niveles cervicodorsales, extensión de la rodilla (cuádriceps).
no en los lumbares bajos). - Hernia discal L3-L4 (raíz L4): dolor y/o alteración de la sensibili-
dad en el tercio distal del muslo, la rodilla y cara interna de la pier-
La localización más frecuente de las hernias discales es la columna lumbar, na. Puede cursar con abolición del reflejo rotuliano y dificultad
principalmente en los espacios L4-L5 y, sobre todo, el L5-S1. El ligamento para la extensión de la rodilla, con atrofia del cuádriceps.
vertebral común posterior es muy potente en su porción central. Por este - Hernia discal L4-L5 (raíz L5): dolor irradiado por cara postero-
motivo, la mayoría de las hernias discales se localizan más lateralmente. lateral del muslo y lateral de la pierna hasta el dorso del pie y

46
NEUROLOGÍA 21
NIVEL DE LA HERNIA DISCAL
L1-L2 L2-L3 L3-L4 L4-L5 L5-S1
Raíz
habitualmente L2 L3 L4 L5 S1
afectada
Reflejo alterado - - Rotuliano Aquíleo (a veces) Aquíleo
· Flexión cadera · Dorsiflexión del piel (tibial
Flexión plantar del
Flexión (psoas) Extensión rodilla anterior)
Déficit motor pie (gastrocnemio y
cadera (psoas) · Extensión rodilla (cuádriceps) · Extensión del dedo gordo
sóleo)
(cuádriceps) (1.er dedo)
· Rodilla y cara interna
Cara anterolateral de la · Maléolo externo
Cara anterior Cara anterior muslo de la pierna
Déficit sensitivo pierna. Dorso del pie hasta · Planta y borde lateral
muslo y rodilla · Maléolo medial
1.er dedo del pie hasta 5º dedo
· Cara medial del pie
Tabla 29. Exploración de las raíces nerviosas del plexo lumbosacro

primer dedo. Disminución de fuerza para la dorsiflexión del pie Cuando estas medidas no resultan eficaces, o cuando hay signos clínicos
(tibial anterior) y primer dedo, sin abolición de reflejos osteoten- que sugieran lesión radicular importante (pérdida de fuerza objetiva o
dinosos (excepcionalmente se ha descrito leve disminución del síndrome de cola de caballo), está indicado el tratamiento quirúrgico. La
aquíleo). técnica quirúrgica de elección es la flavectomía con extirpación del dis-
- Hernia discal L5-S1 (raíz S1): dolor irradiado por cara posterior co afectado (discectomía o microdiscectomía). En casos de inestabilidad
del muslo y pierna hasta la planta y borde lateral del pie y quinto vertebral asociada, debe realizarse una artrodesis de los niveles implica-
dedo, con alteraciones de la sensibilidad en el mismo territorio. dos. Dada la posible mala correlación entre los hallazgos radiológicos y
Abolición del reflejo aquíleo y debilidad para la flexión plantar el dolor, la correcta indicación quirúrgica se establecerá con mayor segu-
del pie (gemelos y sóleo). ridad cuando exista concordancia entre la historia clínica, los hallazgos
exploratorios, las técnicas de imagen y los estudios neurofisiológicos.

14.3.4. Diagnóstico
14.4. Cervicobraquialgia. Hernia discal cervical
Las pruebas de imagen sólo deben solicitarse en pacientes con sospecha
clínica que no responden adecuadamente a tratamiento médico durante El término cervicobraquialgia se utiliza para describir el dolor cervical
un periodo de tiempo suficiente y sean candidatos potenciales a cirugía. La irradiado por el miembro superior. A nivel cervical, las hernias discales se
prueba de elección es la RM, que en la actualidad está sustituyendo a la TC desarrollan preferentemente en los espacios C5-C6 y C6-C7 (hernia cervi-
y mielografía-TC, por su mejor capacidad para valorar los tejidos blandos. cal más frecuente) y, como las lumbares, suelen ser de localización poste-
rolateral. La patogenia es la misma que a nivel lumbar. En la exploración
Las normas de práctica clínica actuales no recomiendan la realización de de la cervicobraquialgia, se describe el signo de Spurling (el examinador
las mismas durante el primer mes y medio de sintomatología, en ausen- hace presión sobre el vértex craneal con la cabeza extendida y rotada
cia de factores de riesgo que hagan sospechar una etiología grave, déficit hacia el lado sintomático; es positivo si se desencadena el dolor). La ab-
motor progresivo o síndrome de cola de caballo. ducción del hombro (llevando las manos sobre la cabeza) suele aliviar el
dolor radicular.
No deben realizarse si no están indicadas, puesto que se ha comprobado
que un tercio de los adultos a los que se les realiza RM tienen hernia discal Las manifestaciones de radiculopatía cervical son (Tabla 30):
que puede no correlacionarse con los síntomas, lo que llevaría a un ex- • Hernia discal C4-C5 (raíz C5): dolor y/o alteración de la sensibilidad
ceso de intervenciones quirúrgicas no indicadas con sus complicaciones en el hombro y cara lateral del brazo, con debilidad de la musculatura
correspondientes. proximal (flexión y separación del brazo).
• Hernia discal C5-C6 (raíz C6): dolor y/o alteración de la sensibilidad
Si existen dudas sobre el nivel radicular afectado se pueden realizar estu- en la cara lateral del antebrazo irradiado hasta los dedos pulgar e ín-
dios neurofisiológicos y electromiografía. dice de la mano, con disminución o abolición de los reflejos bicipital
y/o estilorradial (más específico) y debilidad para la flexión del codo
(bíceps braquial) y pronación.
14.3.5. Tratamiento • Hernia discal C6-C7 (raíz C7): dolor y/o alteración de la sensibilidad
en cara extensora de miembro superior, tercer dedo y borde radial
del cuarto dedo de la mano. Abolición del reflejo tricipital y debilidad
El tratamiento inicial de la hernia discal debe ser conservador. Todas las de la musculatura extensora del codo y flexora de la muñeca.
medidas descritas para el tratamiento del dolor lumbar son aplicables • Hernia discal C7-D1 (raíz C8): dolor y/o alteración de la sensibili-
al tratamiento sintomático de la lumbociática y consiguen mejoría en dad en la cara medial del antebrazo, irradiado al quinto dedo y borde
el 90% de los casos. En pacientes con ciática, el reposo en cama no ha cubital del cuarto dedo de la mano. Debilidad en la musculatura in-
demostrado efectividad a la hora de mejorar el dolor o la incapacidad trínseca de la mano y, a veces, reflejo tricipital abolido. La prueba de
funcional. imagen de elección en la patología cervical es la RM. El EMG puede

47
Manual CTO 1.ª Edición

ayudar a establecer la raíz afectada. El esquema de manejo de la cer- 14.5.2. Diagnóstico


vicobraquialgia es el mismo que el de la lumbociática.

NIVEL DE LA HERNIA DISCAL El diagnóstico se complementa con estudios radiológicos simples, para
C4-C5 C5-C6 C6-C7 C7-D1 estudiar el tamaño del canal y la parte ósea de la columna cervical (bús-
queda de osteofitos, calcificaciones anormales, alineación de la colum-
Raíz
C5 C6 C7 C8 na), y la resonancia magnética, para observar los ligamentos, los discos
afectada
Reflejo Bicipital Tricipital
intervertebrales, las raíces y la médula cervical (datos de mielopatía).
Bicipital Tricipital
alterado Estilorradial (a veces)
· Flexión · Extensión · Flexión
Separación 14.5.3. Tratamiento
del codo del codo dedos
Déficit y flexión
· Extensión · Flexión · Musculatura
motor del
de la de la intrínseca
hombro
muñeca muñeca de la mano
El tratamiento de los pacientes con espondilosis cervical sintomática se
Cara dorsal 5.º dedo y cara
Cara lateral basa en una serie de medidas conservadoras y un tratamiento quirúrgico.
Hombro y de MS hasta cubital del 4.º
Déficit del antebrazo • Tratamiento conservador: consiste en la administración de analgé-
cara lateral er 3.º y borde dedo. Cara
sensitivo hasta 1.
del brazo radial del 4.º medial sicos y antiinflamatorios, junto con la colocación de un collarín cervi-
y 2.º dedos
dedo del antebrazo cal durante un breve periodo de tiempo y la realización de una serie
Tabla 30. Exploración de las raíces nerviosas del plexo braquial de ejercicios cervicales.
• Tratamiento quirúrgico: se indicará tratamiento quirúrgico ante
mielopatía aguda o si existe un dolor discapacitante que no mejora
RECUERDA
con medidas conservadoras.
En un espacio intervertebral lumbar, sale la raíz de la vértebra superior, y
la raíz de la vértebra inferior suele ser la afectada en el caso de una hernia
discal a ese nivel; sin embargo, en un espacio intervertebral cervical, sale y 14.6. Estenosis del canal lumbar
se afecta la raíz de la vértebra inferior.

La mayoría de los pacientes con cervicobraquialgia (95%) mejora con tra- La raquiestenosis es una reducción del diámetro anteroposterior del ca-
tamiento conservador (analgésicos, antiinflamatorios y relajantes muscu- nal vertebral, que puede producir compresión o compromiso vascular de
lares) y no es necesario realizar pruebas de imagen inicialmente. Pueden las raíces de la cola de caballo. Por tanto, es un diagnóstico anatómico
ser útiles las tracciones cervicales. Las indicaciones de cirugía de la hernia que se establece por imagen (RM, TC o mielografía-TC)
discal cervical son similares a la lumbar; se reserva para aquellos casos con
dolor rebelde al tratamiento médico, mielopatía o afectación radicular im- CLAUDICACIÓN CLAUDICACIÓN
portante que implica un déficit motor. NEUROGÉNICA VASCULAR
Distribución Territorio de un nervio Grupo muscular
del dolor (dermatoma) con irrigación común
14.5. Espondilosis cervical · Ejercicio de · Ejercicio con
intensidades variables intensidad constante,
Factores · Mantenimiento menor confome
desenca- prolongado de una progresa
El término de espondilosis cervical engloba todos los procesos que tie- denantes postura la enfermedad
nen lugar a nivel de la columna cervical, como consecuencia de los cam- · Al ponerse en pie, antes · Raro en pie sin
bios degenerativos que se producen con la edad. de comenzar la marcha caminar
Distancia al
caminar para Variable Constante
Engloba distintos trastornos:
aparición
• Degeneración de discos cervicales, y posibilidad de hernias discales.
· Lento
• Formación de osteofitos por artrosis. · Dependiente · Inmediato
• Hipertrofia, engrosamiento y osificación de ligamentos y uniones ar- Alivio con el
de la postura (mejor · No depende
reposo
ticulares. en flexión de la de la postura
• Alteraciones en las curvas fisiológicas. columna)
• Subluxaciones. Pulsos
Conservados Disminuidos o ausentes
periféricos
Palidez
cutánea
14.5.1. Clínica al elevar los
No Marcada
MMII
Temperatura
Normal Disminuida
La espondilosis cervical puede manifestarse como dolor cervical que au- en los MMII
menta con los movimientos, radiculopatía cervical por la existencia de Tabla 31. Diagnóstico diferencial entre claudicación neurogénica y vascular
una hernia discal o de osteofitosis, o por un cuadro clínico de mielopatía
(la espondilosis cervical es la causa principal de mielopatía en personas Puede ser congénita o adquirida, aunque lo más habitual es que sea ad-
por encima de los 55 años). quirida sobre una estenosis congénita previa. Es una patología cuya inci-

48
NEUROLOGÍA 21
dencia aumenta con la edad y es más frecuente a nivel del espacio L4-L5. vértebra C4-médula C5, vértebra D3-médula D5), y en el segmento verte-
La raquiestenosis lumbar produce típicamente dolor lumbar, lumbociáti- bral de D11 a L1 se localizan muy próximos todos los niveles medulares
cas (con frecuencia bilaterales), y es la causa más frecuente de claudica- lumbares, sacros y coccígeos, con el cono medular a nivel L1-L2 en la ma-
ción neurogénica de extremidades inferiores (dolor lumbar, en nalgas y yoría de los pacientes. El resto del canal vertebral contiene las raíces de
en piernas al caminar o en bipedestación, que cede con el reposo). Hay la cola de caballo.
que establecer diagnóstico diferencial con la claudicación de origen vas-
cular (Tabla 31). El dolor aumenta con la hiperextensión de la columna y, Para determinar el nivel lesional, deben valorarse la función motora y
a diferencia de la hernia discal, cede al sentarse (con la flexión de la co- sensitiva. El nivel sensitivo se establece en base a la distribución de la
lumna); por ello, los pacientes tienden a adoptar una postura antropoide inervación cutánea en dermatomas (Tabla 32).
o también denominada postura “de carrito de supermercado”.
NIVEL DERMATOMA NIVEL DERMATOMA
El tratamiento inicial es conservador. La cirugía se indicará de manera ur-
C4 Hombro L1 Ingle
gente en casos de paresia relevante bilateral y síndrome de cola de caba-
C6 Dedo pulgar (1.º mano) L3 Rodilla
llo y de manera programada cuando la claudicación persiste más allá de
seis meses a pesar del tratamiento conservador. La cirugía consistirá en C7 Dedo corazón (3.º mano) L4 Maléolo interno
descomprimir el canal mediante laminectomía. Dorso del pie
C8 Dedo meñique (5.º mano) L5
y 1.er dedo pie
D5 Pezón (mamila) S1 Maléolo externo
14.7. Lesiones medulares traumáticas D10 Ombligo S4-S5 Perianal
Tabla 32. Exploración del nivel sensitivo

Cualquier paciente que haya sufrido un traumatismo grave, los pacientes


con pérdida de consciencia, cualquier evidencia de abuso de drogas, y Para la evaluación de la función motora, deben explorarse una serie
aquéllos en los que existe sintomatología que sugiera daño a la columna de movimientos, teniendo en cuenta que las lesiones por encima de
vertebral (dolor cervical o de espalda) o a la médula espinal (anestesia, C4 producen tetraplejia, y las lesiones D1 o más bajas conducen a la
hormigueo, acorchamiento, debilidad o parálisis en una extremidad, res- aparición de paraplejia, al preservar la inervación del plexo braquial
piración abdominal, priapismo, etc.) deben considerarse y tratarse, desde (Tabla 33).
el propio lugar del accidente, como si tuvieran una lesión vertebromedu-
lar hasta que se demuestre lo contrario con las pruebas diagnósticas. La
NIVEL MÚSCULO FUNCIÓN MOTORA
inmovilización precoz en el lugar del accidente antes de realizar ningu-
na otra maniobra, junto con la colocación de un collarín cervical rígido Extremidades
y adecuado control hemodinámico y respiratorio, formarán parte muy · Deltoides · Separación del hombro
C5
importante del manejo prehospitalario de estos pacientes. · Bíceps braquial · Flexión del codo
· Bíceps braquial · Flexión del codo
C6
El segmento cervical de la columna vertebral es el más frecuentemen- · Extensores de la muñeca · Extensión de la muñeca
te afectado por las lesiones traumáticas, seguido del segmento lumbar. C7 Tríceps Extensión del codo
Debe tenerse en cuenta que hasta un 20% de los pacientes con una le- · Flexor profundo de los dedos
C8 Apretar la mano
sión espinal traumática grave presenta una segunda lesión en otro ni- · Mm. intrínsecos de la mano
vel espinal, y un alto porcentaje sufre lesiones graves de otros órganos L2 Íleo-psoas Flexión de la cadera
(traumatismos craneoencefálicos, torácicos y abdominales) que deben · Íleo-psoas · Flexión de la cadera
L3
descartarse en la evaluación inicial, y que en ocasiones resultan enmas- · Cuádriceps · Extensión de la rodilla
caradas por la lesión espinal. L4 Cuádriceps Extensión de la rodilla
· Dorsiflexión del pie
L5 Tibial anterior · Dorsiflexión del 1.er dedo
14.7.1. Evaluación hospitalaria del pie
S1 Gastrocnemio/sóleo Flexión plantar del pie
Musculatura axial
Todo paciente que llega al hospital con sospecha de lesión medular debe C4 Diafragma Parálisis diafragmática
ser evaluado de la manera que se describe a continuación. D2-D9 Músculos intercostales Respiración abdominal
D9-D10 Musculatura abdominal superior
Semiología de la lesión medular traumática
D11-D12 Musculatura abdominal inferior
En la valoración neurológica de un traumatismo vertebromedular, es
prioritario establecer el nivel de la lesión medular, siendo éste el nivel Tabla 33. Exploración de la función motora
más bajo en el que existe función neurológica normal. Es importante te-
ner en cuenta que, debido a la desproporción entre el crecimiento de la La función respiratoria puede verse comprometida en lesiones por
columna vertebral y la médula espinal durante el desarrollo, la médula no encima de C4, por ser éste el nivel del que surge la inervación para el
ocupa todo el canal vertebral. Por tanto, no existe una equivalencia exac- músculo diafragma (nervios frénicos). También deben explorarse los re-
ta entre el nivel de la fractura y el nivel de la lesión medular (en general, flejos de estiramiento y cutáneos, especialmente de valor en pacientes
se cumple que, de C2 a D10, el nivel medular se corresponde con uno o comatosos en los que no se pueden evaluar las funciones motoras y
dos niveles más que la apófisis espinosa de la vértebra afectada; ejemplo: sensitivas (Tabla 34).

49
Manual CTO 1.ª Edición

NIVEL DERMATOMA • Exploración torácica y lumbosacra inicial. Todo paciente incons-


D8-D9 Cutáneo-abdominales superiores ciente, con dolor de espalda o precipitado desde más de dos metros,
D10-D12 Cutáneo-abdominales inferiores debe someterse a una exploración radiológica simple, que se com-
L1-L2 Cremastérico plementará con una TC del área de la anormalidad ósea, o bien del
déficit neurológico.
· Bulbocavernoso
S3-S4 • Resonancia magnética. Se reservará para aquellos casos en los que,
· Cutáneo-anal
Tabla 34. Exploración de los reflejos cutáneos con la exploración radiológica anterior, no se aclare la causa del dé-
ficit neurológico.

El examen motor y sensitivo permite establecer si la lesión medular es


completa o incompleta. 14.7.2. Tratamiento de la lesión medular
• Lesión medular incompleta: es aquélla en la que existe algún grado
de función residual motora o sensitiva más de tres segmentos por de-
bajo del nivel de la lesión; se clasifican en este grupo el síndrome cen- • Administración de corticoides. La administración de corticoides
tromedular, el síndrome de Brown-Séquard, el síndrome espinal an- no ha demostrado beneficio clínico significativo en estos pacientes.
terior y el síndrome espinal posterior (descritos en el apartado 11.1). Además, se ha comprobado que la incidencia de neumonía y sepsis
• Lesión medular completa: es aquélla en la que no existe ninguna grave se incrementa, especialmente cuando se mantienen durante
función neurológica conservada más de tres segmentos por deba- 48 horas.
jo del nivel de lesión. Solamente un 3% de los pacientes con lesión • Tracción cervical. En pacientes conscientes con fractura-dislocación
medular completa en la primera exploración tendrán alguna mejoría cervical, se recomienda la reducción de la lesión mediante tracción
en las primeras 24 horas; la persistencia de una lesión completa más cervical, salvo en una serie de circunstancias determinadas.
allá de 24 horas indica que no se producirá ninguna recuperación de • Descompresión quirúrgica. Está especialmente indicada en aque-
la función neurológica. La persistencia de los reflejos cutaneoabdo- llos pacientes con deterioro neurológico progresivo, siendo contro-
minales, el reflejo cremastérico, el reflejo cutaneoanal y el bulboca- vertido el momento más adecuado para realizar dicho procedimien-
vernoso se utiliza como indicativo de lesión medular incompleta. El to quirúrgico (precoz o tardío). Los beneficios de la descompresión
priapismo en presencia de una lesión traumática espinal es indicativo son muy dudosos en casos de déficit completo sin disrupción anató-
de lesión medular por falta de tono simpático. mica de la médula.

En el seno de un traumatismo medular, pueden evidenciarse dos tipos


de shock: 14.7.3. Sciwora (lesión de médula espinal
• Shock espinal: consiste en un periodo de parálisis flácida y arrefléxi- sin alteración radiológica)
ca que habitualmente se resuelve en el transcurso de unas 48 horas;
de manera gradual, se va estableciendo posteriormente la parálisis
espástica e hiperrefléxica. El hecho de que inicialmente se establezca Se trata de una mielopatía traumática sin evidencia de fracturas o dis-
la hiperreflexia y la espasticidad es poco común, pero implicaría un locaciones de la columna vertebral que puedan estudiarse a través de
mal pronóstico. El establecimiento nuevamente del reflejo bulboca- la radiología convencional y la TC. Es una patología más común en ni-
vernoso suele indicar el fin de esta fase de shock espinal. ños menores de nueve años, en los que existe una falta de madurez de
• Shock neurogénico: caracterizado por una situación de colapso los tejidos de sostén de la columna vertebral que hace que la médula
cardiocirculatorio, con hipotensión y bradicardia, debido a la inte- sea más propensa a lesionarse en casos de traumatismos espinales. El
rrupción de la vía simpática dentro de la médula espinal, lo que hace segmento más afectado en este proceso es el cervical. En la mitad de
que predomine el sistema parasimpático en el organismo. Se asocia a los casos, hay un intervalo de tiempo entre el momento de producirse
lesiones cervicales y torácicas altas. la lesión y el inicio de las manifestaciones clínicas. La RM podrá revelar
cambios en los tejidos de sostén, como rupturas ligamentarias y hemo-
Exploración radiológica rragias, al igual que cambios en la médula espinal, con implicaciones
• Exploración cervical inicial. Se debe realizar una serie de proyec- pronósticas. El tratamiento se basa en la inmovilización y la controver-
ciones radiológicas simples de la columna cervical (cogiendo hasta tida administración de corticoides. El pronóstico dependerá de la situa-
la vértebra D1). En el caso de que haya áreas sospechosas o el área ción neurológica inicial.
correspondiente al déficit neurológico o que no hayan podido ser vi-
sualizadas, se procederá a realizar una TC cervical.
No se realizará exploración radiológica en los pacientes que cumplen 15. Trastornos
los criterios recogidos en la Tabla 35.
del Sistema Nervioso Periférico
· Nivel de consciencia normal
· Ausencia de tóxicos
· No contractura a la palpación cervical 15.1. Consideraciones generales
· No dolor cervical en todos los rangos de movimiento
· No lesiones distractoras
· No mecanismo lesional de alto riesgo: fracturas múltiples, caídas de
gran altura, accidente de tráfico Se utiliza el término general de neuropatía periférica para referirse a
* Se han de cumplir todos los criterios aquellos trastornos de los nervios periféricos, sea cual sea su causa (Fi-
Tabla 35. Criterios para no realizar exploración cervical * gura 36).

50
NEUROLOGÍA 21
15.1.2. Diagnóstico

• Se deben valorar antecedentes de procesos virales previos, en-


fermedades sistémicas (diabetes mellitus, uremia, porfiria, défi-
cit vitamínicos de B1, B6, fólico, ácido pantoténico, B12, hepatopatía
crónica, amiloidosis, hipotiroidismo, neumopatía crónica, acrome-
galia, malabsorción, carcinoma, linfoma, policitemia vera, mieloma,
gammapatía monoclonal, etc.), consumo de fármacos (amiodaro-
na, cisplatino, dapsona, hidralacina, isoniacida, metronidazol, dife-
nilhidantoína, piridoxina, talidomida, vincristina, nitrofurantoína),
exposición a tóxicos (disolventes, pesticidas o metales pesados),
Figura 36. Neuropatías ingesta de alcohol.
• Evolución.
Se habla de polineuropatía para referirse, en general, a procesos de • Distribución.
instauración gradual, que afectan a múltiples troncos nerviosos y que se • Palpación de los troncos nerviosos. El signo de Tinnel (sensación
caracterizan por ser simétricos y generalizados, con afectación preferen- eléctrica con la percusión del nervio) es característico de las neuro-
temente distal. patías compresivas. El engrosamiento fusiforme del nervio se puede
objetivar en la neuritis por lepra y en la polineuropatía amiloide. Pue-
La mononeuritis múltiple es una afectación simultánea o consecutiva de haber engrosamiento uniforme en algunas neuropatías genéticas.
de troncos nerviosos no contiguos, con evolución de días o años. A veces • Neurofisiología. Los estudios de velocidad de conducción son fun-
presentan carácter confluente, con difícil diagnóstico diferencial con las damentales para diferenciar entre procesos axonales y desmielini-
polineuropatías. zantes. Los trastornos axonales se caracterizan por una pérdida de
la amplitud del potencial de acción, mientras que las desmilinizantes
Las mononeuropatías son afectaciones focales de un único tronco ner- presentan aumento de latencias y disminución de las velocidades de
vioso. conducción.
• Las radiculopatías son trastornos que afectan a las raíces nerviosas. • Biopsia de nervio. Se utiliza generalmente el nervio sural.
El término polirradiculopatía se refiere a la afectación de múltiples
raíces nerviosas de forma consecutiva.
• Las plexopatías son trastornos que afectan al plexo nervioso, de ori- 15.2. Síndrome de Guillain-Barré
gen diverso, y pueden ser traumáticas, compresivas o disinmunita-
rias.
Se trata de una polirradiculoneuropatía desmielinizante aguda de origen
inmunológico y que afecta preferentemente a adultos jóvenes varones.
15.1.1. Clínica
En más de 2/3 partes de los casos hay antecedente de infección viral
respiratoria o gastrointestinal. Los virus más frecuentemente implicados
Trastornos sensitivos son los del grupo herpes (citomegalovirus, virus de Epstein-Barr). Más re-
Suele ser la primera manifestación clínica. Hay disestesias tipo hormi- cientemente, el Campylobacter jejuni ha sido descrito en pacientes con
gueo, quemazón o pinchazo que inicialmente aparecen a nivel distal en Guillain-Barré y antecedente de gastroenteritis. También se ha asociado
los miembros y con carácter simétrico, aunque en fases iniciales puede con el antecedente de procedimientos quirúrgicos, linfomas y lupus eri-
ser asimétrico. Posteriormente, hay una extensión centrípeta con distri- tematoso sistémico.
bución de los déficit en guante o calcetín. La afectación del componente
propioceptivo determinará una inestabilidad en la marcha superior a la
esperada por los déficits motores (ataxia sensitiva). 15.2.1. Patogenia

Trastornos motores
En las enfermedades del sistema nervioso periférico, el paciente pre- Es autoinmunitaria. La desmielinización se produce por un doble meca-
sentará debilidad flácida de los miembros afectados, con hiporreflexia o nismo: mediada por linfocitos y por anticuerpos circulantes. Reciente-
arreflexia. El reflejo cutáneo plantar es flexor. En las polineuropatías, ini- mente se ha descrito la presencia de anticuerpos antigangliósidos, como
cialmente, se objetiva pérdida de los reflejos aquíleos y debilidad para el anti-GM1, en este síndrome, si bien su papel etiopatogénico no es del
la dorsiflexión del pie y, posteriormente, desaparece el reflejo rotuliano todo conocido.
y se hace más evidente el pie péndulo. La presencia de atrofia muscular
depende en gran grado del tipo de neuropatía, siendo muy importante
en las afectaciones axonales, y poco habitual en las enfermedades des- 15.2.2. Anatomía patológica
mielinizantes.

Trastornos autonómicos Se caracteriza por la presencia de inflamación, desmielinización y dege-


Los síntomas autonómicos incluyen hipotensión ortostática, retención neración axonal, restringida al sistema nervioso periférico. La desmieli-
urinaria, estreñimiento, diarrea, impotencia, etc. nización es segmentaria y multifocal, y afecta con mayor selectividad a

51
Manual CTO 1.ª Edición

nivel proximal en las raíces nerviosas. Puede haber degeneración axonal 10 células/ mm3; la presencia de una pleocitosis mayor es especialmente
secundaria al proceso de desmielinización en las zonas de más intensa común en casos de síndrome de Guillain-Barré asociados a VIH.
inflamación.
Estudios neurofisiológicos
En las fases iniciales, las velocidades de conducción motoras distales sue-
15.2.3. Clínica len ser normales y es de mayor valor la abolición de la onda F, que valora
la conducción motora proximal, siendo el primer signo diagnóstico. En el
80% de los pacientes existe ralentización en la velocidad de conducción y
Cursa con un cuadro de tetraparesia flácida y arrefléxica con escasos aumento de las latencias distales (desmielinización). No todos los nervios
síntomas sensitivos. No suele haber afectación esfinteriana. En la mayoría quedan afectados, ya que la desmielinización es parcheada.
de los casos, la debilidad se inicia en los miembros inferiores y asciende
progresivamente, para afectar a la totalidad corporal. La progresión de
la paresia es muy variable, y en casos graves se puede llegar a la plejia 15.2.7. Diagnóstico diferencial
completa con incapacidad para respirar, por debilidad de la musculatura
diafragmática o de los intercostales, hablar o deglutir, por debilidad de la
musculatura faríngea. La afectación es simétrica y la atrofia infrecuente. Los criterios diagnósticos se exponen a continuación.
• Requeridos:
Puede haber paresia facial bilateral en el 50% de los casos; otros pares - Debilidad progresiva en uno o más miembros debido a neuro-
craneales que pueden afectarse son los que inervan la lengua y la muscu- patía.
latura deglutoria, pero no afecta a los oculomotores. - Arreflexia.
- Curso de la enfermedad < 4 semanas.
A nivel sensitivo, puede haber parestesias distales especialmente al inicio - Exclusión de otras causas.
del cuadro, pero no existe un déficit de sensibilidad marcado. Es frecuen-
te la presencia de dolor en la zona lumbar o en las extremidades inferio- • Sugestivos:
res al inicio de la clínica. - Debilidad simétrica relativa.
- Leve afectación sensorial.
Los síntomas autonómicos incluyen taquicardia, hipotensión postural, - Alteración de cualquier par craneal.
hipertensión y síntomas vasomotores. - Ausencia de fiebre.
- Evidencia electrofisiológica de desmielinización.

15.2.4. Curso
15.2.8. Tratamiento

Es característica la rápida progresión de la debilidad, que alcanza su máxi-


mo en cuatro semanas en el 90% de los casos. La recuperación suele co- Consiste en el soporte de las funciones cardiorrespiratorias, con prevención
menzar en 2-4 semanas después de cesar la progresión, y puede durar de las infecciones intercurrentes. Se han realizado múltiples estudios con
meses. esteroides que no han demostrado su efectividad en esta enfermedad.

El tratamiento con plasmaféresis o la administración de inmunoglobu-


15.2.5. Pronóstico linas intravenosas es el tratamiento de elección para aquellos pacien-
tes que han perdido la capacidad de deambular de forma autónoma, la
combinación de ambos fármacos no parece ser mejor que la administra-
Aunque la mayoría de los pacientes tiene una excelente recuperación ción aislada de cualquiera de ellos. Consiguen acortar el tiempo de re-
funcional, hay un 5% de mortalidad y en el 50% queda alguna secuela. cuperación de la enfermedad, el número de pacientes con recuperación
completa al año y, en los pacientes gravemente afectados, el tiempo de
Son factores predictivos de pobre pronóstico en la recuperación la edad conexión al respirador.
avanzada, el inicio rápido, la necesidad de ventilación artificial y, funda-
mentalmente, el componente axonal, valorado en función de la amplitud
de los potenciales de acción. 16. Trastornos
de la unión neuromuscular
15.2.6. Pruebas complementarias

LCR 16.1. Fisiología de la placa motora


Es típica la disociación albuminocitológica (proteínas altas sin células).
Las proteínas son, generalmente, normales durante los primeros días de
la enfermedad, elevándose consistentemente tras la primera semana y La acetilcolina es el neurotransmisor empleado en la placa motora (unión
manteniéndose así durante varios meses, incluso después de la recupe- neuromuscular), se sintetiza en el citosol de la segunda motoneurona y
ración clínica. El contaje de células mononucleares en LCR es menor de se almacena en vesículas en el terminal presináptico. En reposo, se libe-

52
NEUROLOGÍA 21
ran espontáneamente pequeñas cantidades, dando lugar a potenciales 16.2.1. Patogenia
de placa en miniatura. Cuando un potencial de acción recorre el axón y al-
canza la terminación presináptica, la despolariza, abriéndose canales de
calcio regulados por voltaje y entrando grandes cantidades de dicho ión Es la enfermedad autoinmunitaria mejor caracterizada. En un 85-90% de
a la terminación. El calcio atrae vesículas de acetilcolina y provoca su exo- los casos existen anticuerpos dirigidos contra los receptores nicotínicos
citosis (salen unas 125 vesículas). La acetilcolina se une a sus receptores, de acetilcolina (Ach), que actúan mediante distintos mecanismos: blo-
situados en la membrana muscular subyacente a la terminación axonal y quean el receptor de acetilcolina, promueven su endocitosis y destruc-
cuya estructura es la de canales iónicos (Figura 37). ción, activan el depósito de complemento sobre la membrana postsináp-
tica, con la consiguiente destrucción de los receptores y el aplanamiento
Tras la apertura de los canales, se produce la entrada masiva de sodio a a largo plazo de los pliegues del receptor postsináptico.
favor de gradiente (en el interior de la membrana muscular, el potencial
es de unos -80 mV). De este modo, hay un cambio local en el potencial El timo parece jugar un papel importante en la génesis de la respuesta
(pasa de -80 a +60 mV), denominado potencial de placa motora, que se autoinmunitaria, dado que es anormal en el 75% de los pacientes (en el
transmite a la fibra muscular generando un potencial de acción muscular 65% es hiperplásico, y en el 10% hay timoma).
y la contracción muscular.

La acetilcolina desaparece con rapidez de la hendidura sináptica por la 16.2.2. Clínica


presencia de la enzima acetilcolinesterasa, y por difusión fuera de dicha
hendidura. Se considera que la sinapsis ha finalizado cuando se recapta
el neurotransmisor liberado. Cursa con debilidad y fatigabilidad muscular de distribución típica, sin
alteración de otras funciones neurológicas.

16.2. Miastenia gravis El diagnóstico de la enfermedad viene definido por:


• Carácter fluctuante de la debilidad, con empeoramiento tras el ejer-
cicio y mejoría con el reposo o el sueño. Empeoramiento por las
Es un trastorno autoinmunitario que cursa con debilidad y fatigabilidad tardes.
de la musculatura esquelética. Es más frecuente en mujeres, entre la se- • Afectación de la musculatura craneal, preferentemente la extraocu-
gunda y tercera décadas. lar, con ptosis y diplopía. Otros síntomas son disartria, disfagia y de-
bilidad de musculatura cervical. En la mayoría de los pacientes (85%),
la debilidad se generaliza a los músculos de los miembros, siendo de
carácter proximal y asimétrica, con preservación de los reflejos mio-
táticos y sin amiotrofias. No hay alteraciones sensitivas, autonómicas
ni pupilares.
• Respuesta clínica a los fármacos colinérgicos (anticolinesterásicos).

Existen diversas manifestaciones dependiendo de los músculos afecta-


dos:
• Miastenia ocular: únicamente existe debilidad de la musculatura
ocular después de dos años del inicio de los síntomas.
• Miastenia generalizada: existe una afectación de musculatura dife-
rente a la ocular, bien en los miembros, bien bulbar, con o sin afecta-
ción ocular.
• Crisis miasténica: la debilidad muscular respiratoria produce
insuficiencia respiratoria o la debilidad bulbar impide la deglución,
con necesidad de instaurar una sonda de alimentación por el riesgo
de aspiración. Las crisis miasténicas pueden estar provocadas por in-
fecciones intercurrentes (lo más frecuente) u otros trastornos sistémi-
cos acompañantes.

RECUERDA

En la miastenia gravis, los ROT, las pupilas y el SNA están intactos a diferencia
del botulismo .

16.2.3. Diagnóstico

Para establecer el diagnóstico definitivo, se utilizan las siguientes prue-


Figura 37. Unión neuromuscular normal y en la miastenia gravis
bas complementarias:

53
Manual CTO 1.ª Edición

• Test de Tensilon® (edrofonio). Debe realizarse cuando existe la Su sobredosificación conduce a la aparición de síntomas muscarínicos,
sospecha clínica. El edrofonio es un fármaco que inhibe la acetilco- como aumento de la secreción bronquial, diarrea, salivación, náuseas,
linesterasa a nivel de la hendidura sináptica, aumentando así la dis- dolor abdominal y aumento de la debilidad (crisis colinérgica).
ponibilidad de acetilcolina para interactuar con los receptores post- • Corticoides. Se utilizan cuando falla la medicación anticolinesterási-
sinápticos. Tras fatigar al paciente, la administración intravenosa de ca en combinación con ésta; para mejorar la fuerza preoperatoria del
edrofonio produce una mejoría inmediata y transitoria. paciente pretimectomía; cuando no hay remisión tras timectomía; y
• Demostración de los anticuerpos antirreceptor de acetilcolina. raramente en la miastenia ocular pura. La mejoría comienza meses
Aparece en un 85-90% de los pacientes con miastenia generalizada y después de iniciar el tratamiento, y es común el empeoramiento en
en un 50% de las miastenias oculares. Su presencia es diagnóstica, pero los primeros días de tratamiento esteroideo.
su ausencia no excluye el diagnóstico. Su titulación no se corresponde • Inmunosupresores. Su uso se indica en combinación con los corti-
con la gravedad de la enfermedad, pero sirve como monitorización de coides para reducir las dosis de los mismos, cuando no hay respuesta
la evolución y respuesta al tratamiento en pacientes aislados. En los a corticoides o cuando no hay respuesta al tratamiento con los mis-
casos en los que no es posible demostrar la presencia de estos anti- mos. Se utilizan micofenolato, azatiopirina, ciclosporina y tacrolimus.
cuerpos en sangre se les denomina miastenia seronegativa. En estos • Plasmaféresis/inmunoglobulinas. Su efecto es rápido, pero de cor-
pacientes se ha descubierto un nuevo anticuerpo, el anti-MuSK. ta duración, por lo que se usa de forma puntual en las crisis miasténi-
• Estudios neurofisiológicos. La estimulación nerviosa repetitiva a cas y en la preparación a pretimectomía cuando el resto de fármacos
bajas frecuencias (3-5 Hz) produce un decremento progresivo de la no consiguen una buena situación funcional prequirúrgica.
amplitud de los potenciales de acción evocados. • Timectomía. Si existe un timoma, la extirpación quirúrgica es ne-
• Radiología. Se debe realizar TC o RM torácica para detectar alteracio- cesaria, dada la posibilidad de extensión local del tumor, aunque la
nes tímicas (hiperplasia o timoma). Todo aumento del timo en mayo- mayoría de ellos son benignos. En ausencia de tumor, hasta un 85%
res de 40 años es altamente sospechoso de timoma. de los pacientes mejora tras timectomía, y en un 35% se consigue la
• Otros. Debe hacerse un estudio de hormonas tiroideas, puesto que remisión sin necesidad de tratamiento farmacológico. La timectomía
puede asociarse hipertiroidismo en un 5% de los pacientes y agravar puede estar indicada en todas las formas generalizadas en pacientes
la debilidad miasténica. Dada la asociación con otros trastornos au- entre la pubertad y los 55 años. En las formas oculares puras, no se ha
toinmunitarios (LES, artritis reumatoide, tiroiditis, vitíligo, pénfigo), se demostrado firmemente la eficacia de la timectomía.
debe solicitar factor reumatoide y anticuerpos antinucleares.

16.2.4. Formas clínicas

Las formas clínicas son las siguientes:


• Miastenia neonatal: se produce por transmisión placentaria de anti-
cuerpos de la madre miasténica al feto. La clínica se inicia el segundo
o tercer día postnacimiento y cursa con hipotonía generalizada, di-
ficultad respiratoria, disfagia y paresia diafragmática. Tiene carácter
transitorio y los síntomas desaparecen en pocas semanas. Si por la
intensidad de los síntomas fuera necesario el tratamiento, hay res-
puesta a fármacos anticolinesterásicos.
• Miastenia congénita: agrupa un conjunto de entidades hereditarias
de patogenia no autoinmunitaria. La clínica comienza en la infancia
y progresa lentamente hasta la edad adulta. Generalmente, hay afec-
tación de la musculatura extraocular y progresa lentamente a pesar
del tratamiento.

16.2.5. Tratamiento

En general, los medios terapéuticos disponibles son cuatro: mejorar la


transmisión neuromuscular con anticolinesterásicos, inmunosupresión
con esteroides o citostáticos, plasmaféresis para disminuir la titulación
sérica de anticuerpos antirreceptor y timectomía para eliminar el posible Figura 38. Unión neuromuscular normal y en la miastenia gravis
origen de los mismos (Figura 38).
• Fármacos anticolinesterásicos. Actúan mediante inhibición de la
destrucción de Ach dentro de la hendidura sináptica, de modo que au- 16.3. Botulismo
menta su disponibilidad. Los más empleados son la piridostigmina y la
neostigmina. Se usan como tratamiento sintomático, en monoterapia
en las formas oculares puras para corregir la ptosis (y en menor medida Es un trastorno presináptico. La toxina botulínica bloquea la liberación
la diplopía) y asociados a otros fármacos en las formas generalizadas. de Ach mediada por calcio. Entre los 6 tipos de toxina botulínica, los tipos

54
NEUROLOGÍA 21
patógenos humanos son el A, B y E (los tipos A y B suelen contaminar de estos componentes (p. ej., un tumor cerebral, un hematoma epidural,
conservas de vegetales y el tipo E se encuentra en pescados). La mor- subdural o una hidrocefalia) hará que, de manera compensatoria, se pro-
talidad es mayor para los tipos A o E. Puede aparecer a cualquier edad, duzcan disminuciones en el volumen de los otros componentes. Si los
siendo la forma más frecuente la del lactante (Figura 39). mecanismos de compensación se saturan, se produce un aumento de la
presión intracraneal (cuyos valores normales en los adultos oscilan entre
5 y 15 mmHg).
16.3.1. Clínica
La clínica característica del síndrome de hipertensión intracraneal (HTIC)
es:
Los síntomas aparecen uno o dos días tras la ingesta del alimento contami- • Cefalea. Aumenta durante la noche debido a la hipercapnia noctur-
nado, y una o dos semanas después, cuando se trata de contaminación de na, que produce vasodilatación cerebral, sobre todo, en la fase REM
heridas. La disfunción gastrointestinal precede al inicio de la clínica neuro- del sueño. Puede despertar al paciente y empeora por la mañana. Ca-
lógica, que está marcada por la aparición de oftalmoplejía externa y ptosis. racterísticamente aumenta con las maniobras de Valsalva.
Los pacientes pueden tener pupilas dilatadas arreactivas, pérdida de la • Vómitos. De predominio matutino, muy típicos en “escopetazo”.
convergencia, disartria, disfagia y dificultad en la masticación. Los reflejos • Edema de papila. Hay que tener en cuenta que en los lactantes pue-
miotáticos son hipoactivos o están abolidos, y también cursa con clínica de no encontrarse, pero se apreciará abombamiento de la fontanela
autonómica. Los músculos de las extremidades se afectan posteriormente y separación de las suturas (diástasis).
de forma generalizada y con carácter agudo o subagudo. • También aparece frecuentemente diplopía, por lo general secunda-
ria a lesión del VI par craneal.
• Alteración del nivel de consciencia.
16.3.2. Tratamiento
El aumento de la PIC puede generar gradientes de presión entre los com-
partimentos del endocráneo, dando lugar a desplazamientos de algunas
Exige medidas de soporte vital y la administración de la antitoxina equi- porciones del encéfalo contra estructuras rígidas óseas o durales, provo-
na, aunque esta última no es efectiva en las formas infantiles cando nuevos déficits neurológicos, deterioro del nivel de consciencia o
incluso la muerte del paciente. Estos desplazamientos se conocen como
herniaciones cerebrales o enclavamientos.

Herniación subfacial
Herniación
uncal

Figura 39. Fisiología y clínica del botulismo

Herniación
amigdalar
17. Hipertensión intracraneal
e hidrocefalia
Figura 40. Tipos de herniación cerebral
17.1. Hipertensión intracraneal
Se describen varios síndromes de herniación cerebral (Figura 40):
• Herniación uncal. El uncus del lóbulo temporal se hernia a través
Existe una hipótesis que establece que el volumen total del contenido in- de la hendidura tentorial y puede comprimir el III par craneal, produ-
tracraneal (parénquima, sangre y líquido cefalorraquídeo) debe ser cons- ciendo midriasis ipsilateral como signo más precoz, y el mesencéfalo,
tante. Puesto que éstos se encuentran en el interior de una cavidad no con hemiplejía contralateral y disminución progresiva del nivel de
distensible, como es el cráneo, un incremento en el volumen de alguno consciencia.

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Manual CTO 1.ª Edición

• Herniación subfacial. Desplazamiento del parénquima cerebral por 17.2.1. Etiopatogenia


debajo de la hoz del cerebro (falx). Puede comprimir la arteria cerebral
anterior. Puede ser un aviso previo a una herniación transtentorial.
• Herniación central, transtentorial o tentorial. Se produce un des- Los mecanismos por los que puede producirse una hidrocefalia son los
plazamiento hacia abajo de los hemisferios cerebrales y ganglios ba- siguientes:
sales, comprimiendo sucesivamente: diencéfalo, mesencéfalo, protu- • Hipersecreción de LCR. Muy raro, aunque puede ocurrir en algunos
berancia y bulbo. tumores del plexo coroideo (papiloma o carcinoma).
• Herniación transtentorial inversa. Estructuras de la fosa posterior • Trastornos del tránsito licuoral. Es el mecanismo fundamental. El
se hernian hacia arriba a través de la hendidura tentorial. obstáculo puede encontrarse a nivel del sistema ventricular, resultan-
• Herniación cerebelo-amigdalar. Las amígdalas cerebelosas se her- do hidrocefalias no comunicantes, como en el caso de la estenosis
nian a través del foramen magno, produciendo compresión bulbar del acueducto de Silvio. Otras veces, la dificultad de la circulación se
y ocasionando rápidamente alteración del patrón ventilatorio, tras- produce a nivel del espacio subaracnoideo (hidrocefalias comunican-
tornos vasomotores y cardíacos e incluso muerte súbita. Puede estar tes).
provocada por la realización de una punción lumbar cuando, en el • Alteraciones del drenaje venoso intracraneal, que dificultan la re-
espacio intracraneal, existe una causa que sea capaz de elevar la pre- absorción de LCR hacia el torrente sanguíneo, como en el caso de la
sión intracraneal y generar un gradiente de presión entre el cráneo y trombosis de los senos venosos durales, o vaciamientos radicales del
el espacio subaracnoideo lumbar. cuello, síndrome de vena cava superior, etc.

En cuanto al tratamiento, siempre que sea posible, hay que tratar el pro-
blema primario responsable de la HTIC. Por otra parte, existen unas me- 17.2.2. Clínica
didas generales que se deben adoptar en todos los casos:
• Elevar la cabeza del enfermo unos 30° para favorecer el retorno ve-
noso. El acúmulo de LCR en el sistema ventricular produce un síndrome de hi-
• Evitar la hipotensión arterial, la hipertermia y la hiperglucemia. pertensión intracraneal (HTIC). Los síntomas son diferentes en lactantes
• Sedación y relajación, si es necesario. (con fontanelas abiertas), que en niños mayores y adultos, en los que el
• Drenaje ventricular externo. Consiste en evacuar líquido cefalorraquí- cráneo no es distensible al haberse cerrado las fontanelas.
deo a un reservorio exterior.
• Manitol al 20%. Es un diurético osmótico de alta eficacia y de meca- Hidrocefalia del lactante
nismo de acción más rápido que los corticoides. La causa más frecuente de hidrocefalia en recién nacidos es la esteno-
• Suero hipertónico, que lo que provoca es un paso de líquido desde el sis congénita del acueducto de Silvio. Se manifiesta con un aumento del
espacio intersticial al espacio intravascular debido a sus propiedades perímetro craneal (macrocefalia), dilatación de las venas epicraneales,
osmóticas. abombamiento de fontanelas y transiluminación positiva de la cabeza.
• Hiperventilación controlada, para disminuir la pCO2 hasta 30-35 Son frecuentes el llanto y la irritabilidad.
mmHg (niveles inferiores tienen riesgo de isquemia cerebral por va-
soconstricción). En la exploración puede evidenciarse, en casos avanzados, ojos en “sol
• En casos refractarios a estas medidas, puede ser necesario recurrir al poniente” y alteraciones del ritmo respiratorio. El diagnóstico se realiza
coma barbitúrico, hipotermia o craniectomías descompresivas. mediante medición del perímetro craneal (método más sensible) y prue-
bas de imagen (ecografía transfontanela o RM, como técnicas más espe-
cíficas).
17.2. Hidrocefalia
Hidrocefalia en niños mayores y adultos
• Aguda. Clínica de HTIC de rápida instauración, incluyendo cefalea,
El líquido cefalorraquídeo (LCR) se produce en los plexos coroideos, fun- náuseas y vómitos, edema de papila, paresia del VI par y/o trastornos
damentalmente a nivel de los ventrículos laterales y IV ventrículo. De los de la marcha. La dilatación aguda del tercer ventrículo, generalmente
ventrículos laterales pasa por los agujeros de Monro al tercer ventrículo, y secundaria a tumores de la región pineal, puede producir el síndrome
de ahí pasa al cuarto ventrículo por el acueducto de Silvio. La reabsorción de Parinaud.
se produce en las granulaciones aracnoideas en la convexidad dural. • Crónica. Clínica más insidiosa de HTIC, con edema de papila y a veces
incluso atrofia óptica. En enfermos muy crónicos, es posible la apari-
La hidrocefalia se define como un desequilibrio entre la formación y ab- ción de alteraciones de la marcha, paraparesia espástica, dismetría en
sorción de LCR, de magnitud suficiente como para producir un acúmulo miembros superiores, e incluso alteraciones endocrinas por distor-
de los ventrículos cerebrales, con el consecuente aumento del tamaño sión de la hipófisis o de las proyecciones hipotalámicas por un tercer
del sistema ventricular: ventrículo dilatado.
• Hidrocefalia no comunicante u obstructiva. El LCR no puede alcan-
zar el espacio subaracnoideo por la existencia de un obstáculo a nivel
del sistema ventricular. 17.2.3. Tratamiento (Figura 41)
• Hidrocefalia comunicante o no obstructiva. El LCR alcanza el espa-
cio subaracnoideo, pero a este nivel encuentra dificultades para su
circulación. También se engloban en este apartado las hidrocefalias El tratamiento de la hidrocefalia es quirúrgico y su objetivo es reducir la
debidas a dificultades para la reabsorción de líquido cefalorraquídeo PIC para conseguir una buena función neurológica, lo que no implica ne-
(hidrocefalias arreabsortivas). cesariamente lograr un tamaño ventricular normal.

56
NEUROLOGÍA 21
aunque también en cerebelo. Pueden ser una única lesión o múltiples. La
metástasis más frecuentes son las de pulmón, sobre todo del carcinoma
microcítico, también las de mama, riñon, melanoma y tracto digestivo.
Sin embargo, aunque no sea el más frecuente, el tumor que tiene más
tendencia a metastatizar es el melanoma.

En la TC se ven como lesiones hipodensas cuya pared se realza de forma


importante tras la administración de contraste intravenoso (captación en
anillo o imagen en “donut”) (Figura 42). Habitualmente están rodeadas
de profuso edema vasogénico digitiforme. El diagnóstico diferencial de
las lesiones que captan contraste en anillo debe establecerse entre me-
tástasis, glioblastoma multiforme, linfoma cerebral primario y abscesos
(incluida la toxoplasmosis cerebral).

Figura 41. Tratamiento de la hidrocefalia. Derivaciones de LCR

Las técnicas quirúrgicas que pueden utilizarse son:


• Drenaje ventricular externo. Se trata de una solución temporal para
hidrocefalias agudas en las que se prevea que, tras el tratamiento co-
rrecto de la causa, no va a ser necesaria una derivación permanente
de LCR. Resulta especialmente útil en el caso de las hemorragias in- Figura 42. Metástasis cerebrales múltiples. Captación de contraste en anillo
traventriculares.
• Derivaciones (shunt o válvulas). Son dispositivos que derivan de El tratamiento de elección para las metástasis cerebrales queda resumido
forma permanente el LCR desde los ventrículos cerebrales a otras ca- en la Figura 43.
vidades del organismo. La más empleada es la ventriculoperitoneal,
pero también pueden implantarse ventriculoatriales o ventriculo-
pleurales. Se utilizan en el caso de hidrocefalias crónicas o en hidro-
cefalias agudas en las que no se espera resolución de la hidrocefalia
tras tratamiento de la causa.

18. Tumores del sistema nervioso

Existen diversos tumores y clasificaciones. Con fines docentes dividiremos


los tumores según la frecuencia en distintas partes del sistema nervioso.

18.1. Tumores hemisféricos

18.1.1. Metástasis cerebrales

Son los tumores cerebrales más frecuentes en el adulto. Suelen locali-


Figura 43. Tratamiento de metástasis cerebrales
zarse a nivel de la unión corticosubcortical de los hemisferios cerebrales,

57
Manual CTO 1.ª Edición

18.1.2. Gliomas Es el más epileptógeno. En la RM suelen verse quistes, calcificaciones y


hemorragias. Las células características tienen aspecto de “huevo frito”.

Son los tumores primarios del sistema nervioso central más frecuentes, y
también los de peor pronóstico, sobre todo el glioblastoma multiforme. 18.1.3. Meningioma
Se dividen en astrocitomas y oligodendroglioma.

Astrocitomas El meningioma sigue en frecuencia a los gliomas dentro de los tumores


Los astrocitomas son tumores derivados de los astrocitos. Constituyen el intracraneales primarios en adultos, pero a diferencia de ellos afecta prin-
grupo más numeroso de tumores primarios del sistema nervioso central. cipalmente a mujeres durante la quinta y sexta décadas de la vida. Pue-
Según la clasificación actual de la Organización Mundial de la Salud den asociarse a enfermedades como la neurofibromatosis, en cuyo caso
(OMS), se reconocen dos grandes grupos de astrocitomas: aparecen en la infancia y son múltiples. En la anatomía patológica son
• Astrocitomas difusos o infiltrantes. Se caracterizan por el carácter característicos los cuerpos de Psamoma.
infiltrante local y su capacidad de dispersión hacia lugares lejanos
respecto a la localización inicial. Además, tienen la capacidad de de- La clínica depende de la localización. Hay algunas presentaciones clínicas
generar hacia formas más malignas con el paso del tiempo. peculiares: los de la hoz cerebral frontal pueden simular una clínica de
En función de una serie de datos anatomopatológicos, los astrocito- hidrocefalia normotensiva con deterioro cognitivo, trastorno de la mar-
mas se clasifican en tres grados: grado II, si el tumor muestra atipia cha e incontinencia; los de foramen magno recuerdan, en ocasiones, a la
nuclear; grado III, si además de la atipia nuclear, se evidencia activi- clínica de una esclerosis lateral amiotrófica; los del surco olfatorio pueden
dad mitótica; y grado IV, si a todo lo anterior se le suma hiperplasia producir un síndrome de Foster-Kennedy (anosmia, atrofia óptica ipsila-
microvascular (proliferación endotelial) o necrosis. teral y papiledema contralateral). Se asocian a una mayor frecuencia de
- Astrocitomas (bajo grado): corresponden a tumores de grado trombosis venosa profunda.
II. Son tumores que tienden a darse en niños y jóvenes adultos,
sobre todo varones, y más frecuentemente en los lóbulos tem- La cirugía es el tratamiento de elección para los meningiomas sintomáti-
poral y frontal. Suelen debutar con crisis epilépticas. Se tratan cos, y la resección completa puede ser curativa.
mediante cirugía y radioterapia, aunque a veces se adopta una
actitud expectante de seguimiento. La mediana de superviven-
cia se sitúa en 5-10 años. 18.2. Tumores de la fosa posterior
- Astrocitomas anaplásicos (tumores grado III): a estos tumores,
junto con el glioblastoma multiforme, se les denomina astrocito-
mas de alto grado. Son más frecuentes en varones, en torno a los 18.2.1. Cerebelo
40 años, y también se presenta en los lóbulos frontal y temporal.
Además de cirugía y radioterapia, se emplea quimioterapia. La
mediana de supervivencia se sitúa entre 2,5 y 3 años. • Hemangioblastoma. Es un tumor benigno que aparece con más fre-
- Glioblastoma multiforme (tumores grado IV): son los tumores cuencia en la fosa posterior, a nivel de los hemisferios cerebelosos,
primarios más frecuentes en los adultos. La edad media de pre- pero también se detecta a lo largo de todo el neuroeje. Es el más fre-
sentación se sitúa en torno a los 53 años, y son más frecuentes cuente de los tumores primarios intraaxiales de la fosa posterior en el
en los hombres. De manera característica, muestra realce en ani- adulto. Aunque la mayoría son esporádicos, hasta un 20% ocurren en
llo tras la administración de contraste, por lo que hay que hacer el contexto de la enfermedad de Von Hippel-Lindau. En estos casos,
diagnóstico diferencial con las metástasis, entre otras cosas. con frecuencia son múltiples y se acompañan de hemangioblasto-
Al igual que el astrocitoma anaplásico, el tratamiento consiste en mas retinianos y otras lesiones viscerales (habitualmente tumores o
cirugía, radioterapia y quimioterapia. A pesar de toda la disponi- quistes, sobre todo, a nivel de páncreas y riñón). Es típica la relación
bilidad terapéutica, la mediana de supervivencia es de un año. de esta enfermedad con el feocromocitoma.
Por esta razón, en muchas ocasiones se decide la abstención tera- Pueden producir eritropoyetina y es característica la presencia de po-
péutica por la posibilidad de dejar secuelas al paciente. licitemia en los estudios de laboratorio. El tratamiento de elección es
la cirugía (vaciamiento del quiste y exéresis del nódulo mural).
• Astrocitomas localizados. Son tumores que se caracterizan por ser • Meduloblastoma. Es el tumor encefálico más frecuente en niños
relativamente circunscritos y tener una mínima capacidad de dise- menores de 5 años. Suele originarse en la línea media del vermis ce-
minación a través del sistema nervioso. Suelen ser más comunes en rebeloso y techo del IV ventrículo. Da sintomatología de hipertensión
niños y en jóvenes adultos. Entre ellos cabe destacar el astrocitoma intracraneal y ataxia. Puede dar metástasis intrarraquídeas por dise-
pilocítico, puesto que es la neoplasia cerebral más frecuente en los minación subaracnoidea.
niños, sobre todo en la segunda década de la vida (10-12 años como • Astrocitoma pilocítico.
pico de incidencia). Su localización más frecuente es a nivel de los
hemisferios cerebelosos. En la RM se ven como una lesión quística
con un nódulo captante en su interior. El tratamiento mediante extir- 18.2.2. IV ventrículo
pación quirúrgica total de este tumor es curativo.

Oligodendroglioma Ependimoma
Es un tumor raro, que representa menos del 10% de todos los gliomas. Es Es un tumor que deriva de los ependimocitos, que son las células que
característico de la quinta década de la vida y asienta en el lóbulo frontal. recubren las cavidades ventriculares y el canal central medular. Su carac-

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NEUROLOGÍA 21
terística histológica más típica son las formaciones en “roseta”. General- El procedimiento diagnóstico de elección es la RM (Figura 45) y, en se-
mente son benignos, aunque se ha descrito una variante anaplásica. gundo lugar, la TC con contraste. El tratamiento puede ser quirúrgico y/o
mediante radiocirugía.
Pueden localizarse a lo largo de todo el neuroeje. En niños son más fre-
cuentes en el suelo del cuarto ventrículo, dando clínica de hidrocefalia,
mientras que en los adultos son más frecuentes a nivel espinal, sobre
todo cervical.

El tratamiento de elección es la cirugía más radioterapia. Pueden presen-


tar siembras a través del LCR, en cuyo caso debe realizarse radioterapia
de todo el neuroeje.

Figura 45. Neurinoma del VIII par craneal

18.2.4. Región pineal

Los tumores de esta región son, en general, más frecuentes en niños que
Figura 44. Papiloma del cuarto ventrículo en adultos (Tabla 36). Producen hidrocefalia por estenosis del acueduc-
to de Silvio y dan clínica de HTIC sin focalidad neurológica. Un hallazgo
Papiloma de plexos coroideos exploratorio típico es el síndrome de Parinaud, por lesión de la porción
Son más frecuentes en niños. La mayoría se presentan con clínica de más dorsal y rostral mesencefálica (tubérculos cuadrigéminos superiores
hipertensión intracraneal debido a hidrocefalia obstructiva. A veces se- y área pretectal): parálisis de la elevación de la mirada, ausencia de refle-
cretan una cantidad excesiva de LCR, dando lugar a hidrocefalia por hi- jo fotomotor, conservando el reflejo de acomodación a la distancia, con
perproducción (mecanismo casi exclusivo de estos tumores) (Figura 44). pupilas en midriasis media y fija (a veces anisocoria), parálisis de la con-
Tienden a diseminar a través del LCR. El tratamiento es quirúrgico. vergencia, nistagmus retráctil y, en ocasiones, pseudoparálisis del VI par.

ORIGEN GERMINAL ORIGEN NO GERMINAL


18.2.3. Ángulo pontocerebeloso · Germinoma · Astrocitoma
· Coriocarcinoma · Pineoblastoma
· Tumor seno endodérmico · Pineocitoma
Neurinoma del VIII par (schwannoma vestibular) · Teratoma
· Carcinoma embrionario
Es un tumor benigno, de crecimiento lento, que se origina en la vaina de
mielina de la rama vestibular del VIII par craneal. Es el tumor más frecuen- Tabla 36. Tumores de la región pineal
te del ángulo pontocerebeloso (el segundo es el meningioma y, en tercer
lugar, el epidermoide o colesteatoma) y el tumor primario más frecuente
en la fosa posterior de los adultos. 18.3. Tumores de la región quiasmática
Pueden ser bilaterales y, en este caso, son patognomónicos de neurofi-
bromatosis tipo II. Produce hipoacusia neurosensorial, acúfenos y vértigo 18.3.1. Adenoma hipofisario
(lesión del VIII par).

Cuando crece puede comprimir otros pares craneales. El primero que com- Son tumores benignos del lóbulo anterior de la hipófisis (adenohipófisis)
prime es el V, dando lugar a hipoestesia trigeminal (hemicara). Cuando (Figura 46). Su incidencia es similar en ambos sexos, y son más frecuentes
afecta al VI se produce paresia facial y abolición del reflejo corneal. Cuando en las décadas tercera y cuarta de la vida.
es muy grande, puede llegar a comprimir el tronco encefálico y otros pares
craneales, dando lugar a ataxia, diplopía, afectación de pares bajos e inclu- Según el tamaño se dividen en macroadenomas (> 1 cm) y microadeno-
so trastornos respiratorios y coma, si no son diagnosticados antes. mas (< 1cm).

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Manual CTO 1.ª Edición

La clínica viene determinada por dos componentes: 18.4. Tumores del III ventrículo
• Si son funcionantes o secretores (el 70%) pueden dar clínica endo-
crinológica por hipoperfusión o hiperfunción (acromegalia, Cushing,
amenorrea-galactorrea, etc.), de forma que debutan de forma más 18.4.1. Quiste coloide
precoz.
• Los no funcionantes no suelen manifestarse hasta alcanzar suficien-
te tamaño como para producir efecto de masa. Las primeras mani- Es un tumor de adultos, que se origina en la parte anterior del tercer
festaciones suelen ser alteraciones campimétricas por compresión ventrículo, dando lugar a hidrocefalia aguda intermitente con los cam-
del quiasma óptico desde abajo (lo más frecuente, hemianopsia he- bios posturales, por bloqueo de los agujeros de Monro. Aunque es de
terónima bitemporal y cuadrantanopsia superior). La compresión crecimiento lento, se describe como una de las causas de muerte sú-
del tallo puede dar lugar a hiperprolactinemia. Los tumores gran- bita.
des de cualquiera de las variantes pueden originar panhipopitui-
tarismo. Una forma rara de presentación es la apoplejía hipofisaria, El tratamiento de elección es la cirugía.
que consiste en un deterioro neurológico rápido que se manifiesta
generalmente por cefalea, deterioro visual (incluida amaurosis sú-
bita), oftalmoplejía y reducción del nivel de consciencia debido a 19. Trastornos por sustancias
una hemorragia, necrosis o infarto dentro del tumor y la glándula
adyacente.
19.1. Alcohol
El tratamiento quirúrgico de elección es la resección por vía transesfe-
noidal. Dentro de los tratamientos médicos, destacan la bromocriptina
para el prolactinoma y el octreótido o análogos para los secretores de 19.1.1. Farmacología del alcohol
GH. La radioterapia posquirúrgica es a veces muy eficaz en el control de
las recidivas.
El alcohol de consumo habitual es el alcohol etílico (etanol). Cada gramo
de etanol supone 7,1 kcal, que carecen de nutrientes o de vitaminas, lo
que explica la frecuencia de desnutrición y de déficit vitamínicos en pa-
cientes consumidores.

El alcohol se absorbe bien por vía oral (20% en el estómago, 80% en el


intestino delgado), y se obtiene el nivel máximo en una hora. La mayoría
se elimina por vía hepática por oxidación.

El etanol actúa como un depresor inespecífico del SNC, que puede ser
potenciado por otros depresores como las benzodiacepinas, antidepre-
sivos o antipsicóticos.

El consumo de forma aguda produce una “depresión funcional”, en pri-


mer lugar de las funciones corticales cerebral y cerebelosa (con “desin-
hibición” conductual, excitación, aumento de la sociabilidad, euforia); en
cantidades más elevadas induce sueño y en dosis aún mayores deprime
el centro respiratorio y vasomotor, produce hipotermia y conduce al
coma. Provoca alteraciones del sueño: al principio disminuye la latencia
y miorrelajante uterino.

Figura 46. Adenoma hipófisis


19.1.2. Etiología del alcoholismo

18.3.2. Craneofaringioma
Es multifactorial e intervienen los siguientes factores:
• Factores genéticos: los familiares de primer grado multiplican por
Es un tumor más frecuente en niños y adolescentes, que deriva de restos cuatro su riesgo.
de la bolsa de Rathke. En la radiografía lateral de cráneo suelen verse las • Factores sociales: el alcohol ha sido de forma histórica un elemento
llamadas calcificaciones en paréntesis, manifestación de la calcificación importante en las reuniones sociales, e incluso un criterio de madu-
de la pared del tumor, que tiene gran componente quístico. rez.
• Factores psíquicos: las personas con personalidades dependientes
La clínica más común se produce por compresión del quiasma (hemia- y evitativas tienden a convertirse en bebedores excesivos regulares,
nopsia bitemporal o cuadrantanopsia inferior), aunque también puede mientras que los antisociales suelen ser bebedores irregulares. Por
producir talla baja y obesidad por afectación hipotálamo-hipofisaria. El otra parte, el alcoholismo secundario surge como complicación de
tratamiento de elección es la resección quirúrgica. otras enfermedades psiquiátricas.

60
NEUROLOGÍA 21
19.1.3. Problemas relacionados con el alcohol 19.1.5. Trastornos asociados al consumo crónico

Los problemas relacionados con el alcohol son los siguientes: • Neurológicos:


• Consumo excesivo de alcohol. Se describe como un consumo de - Encefalopatía de Wernicke (Figura 47). Es una enfermedad pro-
alcohol por encima 25 g/día en mujeres y 40 g/día en hombres, o ducida por déficit de tiamina o vitamina B1, que se da sobre todo
cuando el alcohol supone un 20% o más de las calorías totales de en pacientes alcohólicos y malnutridos (por hiperémesis, cáncer,
la dieta. El consumo excesivo regular produce tolerancia al alcohol, inanición, etc.). La clínica consiste en la triada típica: oftalmopa-
que posteriormente puede dar lugar a una abstinencia, de modo que resia, ataxia y síndrome confusional, que aparece por ese órden.
conviene estar pendiente de los marcadores clínicos y bioquímicos
de consumo excesivo para poder prevenir síntomas abstinenciales
en los pacientes.
• Alcoholismo (es un concepto clínico). Se define como consumo
de alcohol en cualquier cantidad capaz de producir problemas fa-
miliares, laborales, legales o físicos (incluyendo síntomas de absti-
nencia).
• Problemas temporales asociados al alcohol. Se ven en casi el 50%
de los hombres; en las mujeres, tiende a observarse un consumo
oculto y en solitario, con inicio más tardío que en los hombres, pero
con consecuencias físicas y psíquicas similares.

19.1.4. Trastornos asociados al consumo agudo

• Intoxicación aguda típica. Sus efectos dependen de la alcoholemia


alcanzada y de la tolerancia que el paciente presente. En ocasiones
requiere tratamiento, que es sintomático. Se debe tener en cuen- Figura 47. Sindrome de Wernicke-Korsakoff
ta que se puede producir hipoglucemia. Se ha de vigilar la función
respiratoria y la agitación. Además es necesario vigilar las complica- • Síntomas oculares. Son imprescindibles para el diagnóstico. Lo más
ciones (accidentes, hipoglucemia, hipotermia, aspiración de vómito, común es la paresia bilateral y asimétrica del VI par. También puede
síndrome compartimental) (Tabla 37). producirse nistagmo, parálisis de la mirada conjugada o alteraciones
• Intoxicación idiosincrásica (“borrachera patológica”). Es una gra- en la convergencia. Al administrar tiamina parenteral mejora la mo-
ve alteración conductual (agitación extrema) tras ingerir dosis míni- tilidad ocular.
mas de alcohol, con amnesia lacunar asociada. • Ataxia. Afecta con preferencia a la bipedestación y a la marcha.
• Amnesia lacunar (black-out o palimpsesto). Se afecta la memoria • Trastorno de funciones superiores. Suele cursar como un cuadro
reciente de modo que el paciente no es capaz de recordar lo sucedi- confusional caracterizado por inatención, indiferencia, desorienta-
do, sin haber perdido el conocimiento en ningún momento. ción y escaso lenguaje espontáneo. En el EEG se encuentra una acti-
vidad lentificada de forma difusa. La aparición de los síntomas suele
RECUERDA ser progresiva, de los síntomas oculares a la afectación de funciones
superiores. La recuperación se produce en el mismo orden. Lo último
Mientras el déficit de tiamina produce encelopatía de Wernicke, el dé- que mejora es el cuadro confusional, y según lo hace, puede aparecer
ficit de vitamina B12 causa degeneración combinada subaguda de la el síndrome de Korsafoff, que se describe más adelante.
médula. .
El tratamiento se debe instaurar con carácter inmediato y consiste
en la administración de vitamina B1, inicialmente por vía parenteral y
posteriormente por vía oral. Es muy importante que en todo paciente
Se asocian con desinhibición conductual, alcohólico, embarazadas y desnutridos se administre tiamina antes
Niveles de 0,3-0,4 g/l disminución de la atención y del tiempo
de reacción, con pérdida de precisión de soluciones glucosadas dado que pueden desencadenar una ence-
falopatía de Wernicke o agravar notablemente la misma en sus fases
0,5 g/l en sangre (0,25 mg/l en aire espirado); iniciales (por consumo de las reservas de vitamina B).
Nivel legal
conductores noveles y transportistas 0,3 g/l - Neuropatía periférica: se produce por múltiples factores: déficit
(Ley de Seguridad Vial)
(0,15mg/l)
de B1, toxicidad del etanol o del acetaldehído.
Incoordinación, trastornos de la marcha, - Degeneración cerebelosa: en el 1% de los casos (por la malnu-
Niveles superiores a disartria, nistagmo, hipoestesia, clínica trición) es de predominio vermiano (hay alteraciones de la pos-
0,5 g/l vegetativa (hipotensión, náuseas y vómitos, tura y de la marcha).
sudoración, etc.)
- Enfermedad de Marchiafava-Bignami: degeneración alcohóli-
Depresión respiratoria, incontinencia ca del cuerpo calloso y de la comisura blanca anterior que cursa
Más de 3-4 g/l
de esfínteres, coma. con demencia y con alteraciones de los movimientos.
- Temblor postural: el dato neurológico más característico es el
Tabla 37. Niveles de alcohol en sangre
temblor fino distal, de predominio en manos y lengua.

61
Manual CTO 1.ª Edición

- Demencia alcohólica: es la primera causa tóxica de demencia; • Efectos teratogénicos (síndrome alcohólico fetal): se pueden pro-
presenta deterioro generalizado y no reversible (a diferencia del ducir movilidad articular, microcefalia y retraso mental, entre otros.
Wernicke-Korsakoff ). • Aparato gastrointestinal:
- Mielinólisis central pontina: hematoma subdural (por caídas), - Esófago: esofagitis por reflujo, varices por hipertensión portal,
dilatación de los ventrículos laterales (en el 50% de los casos es síndrome de Mallory-Weiss por vómitos.
aparentemente reversible), esclerosis laminar de Morel (degene- - Estómago: gastritis aguda erosiva (es la primera causa de hemo-
ración de la capa IV de la corteza cerebral), miopatía alcohólica. rragia digestiva en alcohólicos) y gastritis crónica atrófica.
- Intestino: es frecuente la diarrea y la malabsorción (lo que junto
• Psiquiátricos: con los malos hábitos nutricionales aumenta el riesgo de hipovi-
- “Psicosis” de Korsakoff (trastorno amnésico): es la complica- taminosis, sobre todo del grupo B).
ción típica de una encefalopatía de Wernicke, aunque el abuso - Hígado: puede manifestarse como esteatosis o como hepatitis,
del alcohol no es la única causa de trastorno amnésico (también tanto aguda como crónica o fulminante.
lo producen tumores, ictus, etc.). Hay una alteración despro- - Páncreas: pancreatitis aguda y crónica.
porcionada de la memoria reciente (de fijación o anterógrada)
respecto al resto de funciones. Se preserva la memoria remota, • Aparato cardiovascular:
inmediata y el CI. La desorientación no es poco habitual. Puede - Miocardiopatía: es la causa principal de la miocardiopatía dila-
ir junto a confabulación (no aparece tan frecuentemente en las tada.
formas no alcohólicas). Se trata con tiamina (dosis altas durante - Arritmias: taquicardia paroxística tras el esfuerzo sin miocardio-
largo tiempo) con resultados poco esperanzadores (sólo el 25% patía (“corazón del día de fiesta”); arritmias en el seno de la mio-
de los casos se recuperan totalmente). cardiopatía.
- Trastornos psicóticos inducidos por alcohol: - Hipertensión.
› Alucinosis alcohólica: son alucinaciones auditivas angus-
tiantes (insultos, de contenido sexual) con nivel de conscien- • Sistema hematopoyético: aumento del VCM con anemia leve (si hay
cia normal. Si progresa, se complica con delirios y con otras déficit concomitante de ácido fólico, la anemia será megaloblástica),
alucinaciones (Tabla 38). leucopenia y disfunción de los leucocitos (padecen más frecuente-
› Celotipia alcohólica (cuya relación específica con el alcoho- mente neumonías y TBC), trombocitopenia (si hay hiperesplenismo,
les discutible). Ambos trastornos mejoran con la abstinencia puede ser grave) y falta de agregación plaquetaria; reversibles con la
y con el tratamiento con antipsicóticos (haloperidol). abstinencia.
• Otros órganos y sistemas:
- Otros trastornos psiquiátricos inducidos por el alcohol: síndro- - Endocrinológicas: hipercortisolemia, descenso de la ADH (ini-
mes depresivos, alteraciones del sueño, disfunciones sexuales, tras- cialmente) con tendencia a la sobrehidratación compensatoria
tornos de ansiedad (p. ej., crisis de angustia durante la abstinencia). (con el consumo crónico), descenso de T4 y T3.
En general, ante cualquier trastorno psiquiátrico en un paciente que - Urogenitales: amenorrea y atrofia testicular.
consume alcohol en cantidades elevadas, se recomienda la desin-
toxicación del alcohol y la reevaluación del caso tras varias semanas
de abstinencia, dado que muchos trastornos dependerán por com- 19.1.6. Desintoxicación y síndrome de abstinencia
pleto del consumo y desaparecerán cuando éste se interrumpa. Si
no fuera así y persistieran los síntomas, se consideraría un trastorno
independiente y se plantearía un tratamiento adecuado. Cuando una persona con hábito enólico suspende o disminuye la dosis
de alcohol aparece el síndrome de abstinencia, que puede suponer un
DELIRIUM ALUCINOSIS riesgo vital, sobre todo si se asocia a otras complicaciones orgánicas al-
TREMENS ALCOHÓLICA cohólicas graves típicas del alcoholismo como la cirrosis o la miocardio-
Desencadenante Abstinencia brusca Consumo elevado patía.
Alteración
Sí (delirium) No (conciencia clara) La clínica se inicia entre las cinco y las diez horas de interrumpir la ingesta
de la conciencia
(de hecho, los alcohólicos graves se levantan por la mañana con signos
· Visuales (microzoopsias)
Alucinaciones · Escenográficas Auditivas (insultos) leves de abstinencia). Consiste en temblor de manos, hipertermia, hipe-
· Inducibles ractividad autonómica, insomnio con pesadillas, ansiedad, alteraciones
Raro (secundario digestivas e incluso crisis epilépticas; alcanza su máximo a los dos o tres
Delirio “Ocupacional”
a las alucinaciones) días, cediendo en una semana.
Alteraciones
Frecuentes No
somáticas En el 5% de los casos, se da el cuadro más grave, el delirium tremens (deli-
Mortalidad Alta sin tratamiento Rara rium por abstinencia alcohólica). Se produce un síndrome confusional con
· Asegurar ctes. vitales desorientación, alteraciones perceptivas, como ilusiones y alucinaciones,
· BZD, clormetiazol · Cese del consumo con frecuencia desencadenadas por la privación sensorial o “inducibles”
· Evitar antipsicóticos · Haloperidol por el entrevistador, de gran intensidad y vivencia angustiosa, sobre todo
Tratamiento
· Si convulsiones: Mg · Profilaxis
visuales (son típicas las microzoopsias), escenográficas y complejas.
· Suplementos de la abstinencia
vitamínicos
También hay delirios (“delirio ocupacional”, actividad motora que repro-
Tabla 38. Diferencias entre delirium tremens y alucinosis alcohólica
duce la ocupación habitual del paciente), inquietud, agitación, clínica

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NEUROLOGÍA 21
vegetativa (fiebre, sudoración profusa, taquicardia, etc.) y posibles con- bar). Otros preparados empleados como anticraving son el tiapride,
vulsiones, que son marcadores de gravedad (10-20% de mortalidad sin los ISRS o los modernos anticonvulsivos (topiramato, gabapentina).
tratamiento).

En las formas leves se puede realizar tratamiento ambulatorio con ben- 19.1.8. Pronóstico
zodiacepinas de vida media larga (clorazepato o diazepam). Si existe
hepatopatía alcohólica es recomendable usar fármacos que carezcan de
metabolitos hepáticos como el lorazepam o el clometiazol. Si no se abandona el consumo de alcohol, la esperanza de vida se acorta
15 años; la muerte se produce por cardiopatías, cánceres, accidentes y
Existen determinadas circunstancias que hacen necesario el ingreso de suicidio. Al año de tratamiento, el 60% de los alcohólicos de clase media
los pacientes, para hidratar correctamente al paciente, administrar vita- mantiene la abstinencia, siendo preciso un seguimiento estrecho duran-
mina B y sedantes. Son las siguientes: te ese año.
• Síndrome de abstinencia grave: delirium tremens, convulsiones, an-
tecedentes de abstinencias complicadas, consumo de grandes canti-
dades de alcohol. 19.2. Opiáceos
• Si presenta procesos orgánicos o psiquiátricos graves que pue-
dan descompensarse y poner en peligro la vida del paciente (cirrosis
hepática avanzada, sangrado digestivo reciente, etc.). 19.2.1. Farmacología
• Si hay problemas sociales acompañantes: ausencia de soporte fa-
miliar.
Los opiáceos son sustancias derivadas de la adormidera o amapola del
Se debe tener en cuenta que pueden aparecer convulsiones asociadas opio (Papaver somniferum) o sintetizadas de forma artificial que actúan
a la abstinencia alcohólica (“ataques del ron” o rum fits), que son tónico sobre los receptores del sistema opioide endógeno. Presentan tolerancia
clónicas. Para prevenirlas puede ser útil la administración de magnesio. cruzada (en cada tipo de receptor) y son susceptibles de crear dependen-
En su tratamiento se utilizan benzodiacepinas. Es fundamental recordar cia. La heroína clandestina, que es el opiáceo más consumido, sólo con-
que los antipsicóticos reducen el umbral convulsivo por lo que deben tiene entre el 5 y el 10% del opiáceo (el resto lo constituyen adulterantes:
utilizarse con precaución en pacientes alcohólicos. lactosa, fructosa, quinina, estricnina, fenacetina, etc.).

Según su actividad farmacológica se distinguen agonistas puros, agonis-


19.1.7. Deshabituación y rehabilitación tas parciales, antagonisas y agonistas/antagonistas (Tabla 39).

· Mayores: morfina, heroína, meperidina/


Una vez superada la desintoxicación (es decir, una vez pasada la absti- petidina, metadona, oxicodona, fentanilo
nencia), lo que no suele llevar más de dos semanas, los fármacos sedan- (el más potente)
AGONISTAS PUROS
· Menores:
tes no tienen indicación en la mayoría de los pacientes y existe riesgo de - Orales: codeína, propoxifeno, tramadol
dependencia en el caso de su uso crónico, por lo que deben retirarse a la - Antidiarreicos: loperamida, difenoxilato
mayor brevedad. AGONISTAS PARCIALES Buprenorfina
AGONISTAS
Las terapias psicosociales son la base del tratamiento a largo plazo y, Pentazocina
/ANTAGONISTAS
entre las múltiples variantes, no hay una opción claramente mejor que
ANTAGONISTAS PUROS Naloxona, naltrexona
otra; así como tampoco es más adecuado el tratamiento intrahospitalario
que el ambulatorio; en cualquier caso suele ser necesario un seguimiento Tabla 39. Clasificación de los opiáceos según su actividad
prolongado.
Se absorben bien por vía oral o bien intramuscularmente y se metaboli-
El apoyo farmacológico es un complemento de la terapia. Existen dos zan a nivel hepático. El efecto por vía i.v es más rápido, y también por vía
grupos diferenciados: inhalatoria.
• Interdictores: son fármacos que buscan el aprendizaje basdo en
la disuasión, es decir, el paciente no bebe porque le sienta mal. Ac- Actúan sobre receptores del sistema opioide endógeno.
túan mediante la inhibición de la aldehído-deshidrogenasa (enzima
que metaboliza el alcohol) que producen, a los pocos minutos de
la ingesta de alcohol una acumulación de acetaldehído con impor- 19.2.2. Problemas relacionados con los opiáceos
tantes efectos histaminérgicos (intensa sensación de malestar y de
ahogo, náuseas, rubefacción, sudoración, hipotensión, taquicardia,
palpitaciones, vértigo, visión borrosa, etc.) que duran entre 30 y 60 Se diferencian dos tipos de adictos a los opiáceos (Tabla 40):
minutos. • El adicto a medicamentos son pacientes con síndromes dolorosos
• Fármacos anticraving o anti-anhelo: el más utilizado es la nal- crónicos y profesionales sanitarios (los emplean para la ansiedad, el
trexona que parece disminuir la tendencia a la recaída asociada a la insomnio).
pérdida de control tras un consumo puntual. El acamprosato parece • El adicto clandestino sólo unos pocos pacientes presentan caracte-
disminuir los síntomas de abstinencia condicionados a estímulos am- rísticas de trastorno antisocial de la personalidad. La mayoría tiene un
bientales (por ejemplo, personas que consumen cuando entran en un buen nivel de funcionamiento premórbido y ha realizado una “esca-

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Manual CTO 1.ª Edición

lada” de tóxicos (tabaco, alcohol, cannabis, cocaína, opiáceos), siendo tagonistas puros como naloxona o naltrexona, agonistas/antagonistas
frecuente la politoxicomanía. como pentazocina, agonistas como buprenorfina).
Existen una serie de trastornos crónicos asociados al consumo de
opiáceos. Su intensidad va a estar determinada por la dosis, el tiempo de consumo
y la vida media. Con la heroína, se inicia en unas 12 horas, con un máximo
a los dos o tres días y cede en una semana. Con la metadona (tiene una
EFECTOS DEBIDOS · Estreñimiento
AL PROPIO OPIÁCEO · Depresión de la función inmunitaria vida media larga), es más leve y prolongado.

· Neuropatía periférica
Cursa con midriasis, náuseas, vómitos, diarrea, dolores musculares, lagri-
· Ambliopía
EFECTOS DEBIDOS meo o rinorrea, fiebre, piloerección o sudación, bostezos, insomnio y an-
· Mielopatía
A LOS ADULTERANTES
· Leucoencefalopatía siedad. En algunos casos, pueden persistir síntomas leves durante meses
· Síndrome nefrótico (ansiedad, insomnio). Su origen es doble, dependiendo tanto del sistema
opioide como de la hiperactividad del locus coeruleus (crónicamente in-
· Infecciones estafilocócicas (flebitis,
abscesos musculares, endocarditis) hibido por los opiáceos).
· Hepatitis B
EFECTOS DEBIDOS · VIH El tratamiento puede seguir los dos modelos siguientes (Tabla 42):
A LA VÍA DE · Embolias sépticas pulmonares
ADMINISTRACIÓN o cerebrales (abscesos)
· Candidiasis diseminada, S. ABSTINENCIA /
· Paludismo (P. vivax) INTOXICACIÓN
DESINTOXICACIÓN
· Tétanos
· Abandono del consumo
Tabla 40. Trastornos asociados al consumo crónico de opiáceos · Sobredosis · Administración de sustancias
Causas accidental antagonistas, agonistas /
· Intento de suicidio antagonistas o agonistas
parciales
19.2.3. Intoxicación aguda (sobredosis)
· MIOSIS · MIDRIASIS
· Depresión · Abandono de hiperactividad
Clínica cardiorrespiratoria adrenérgica (diarrea,
Se debe tener en cuenta que puede ser una sobredosis accidental o bien · Alteración del nivel rinorrea,...)
un intento de suicidio. de conciencia · Deseo de consumir
Dos opciones:
La clínica deriva de la acción sobre receptores opiodes de modo que se a) Sustitutivo: metadona en la
dosis equivalente al consumo
produce depresión respiratoria, disminución del nivel de consciencia y y reducción gradual en 5-19
Tratamiento NALOXONA i.v.
miosis. También puede cursar con hipotensión, braquicardia, hipotermia días (de ELECCIÓN)
y muerte por parada cardiorrespiratoria (Tabla 41). b) Sintomático: disminuir
hiperactividad simpática
Agonistas -2 (clonidina)

· Depresión respiratoria (hipopnea, con posible progresión hasta la Tabla 42. Intoxicación y desintoxicación de opiáceos
cianosis, con parada respiratoria y muerte)
· Miosis pupilar (midriasis, si toma meperidina o anticolinérgicos, o si ya
hay anoxia) • Sustitutivo (con opiáceos): consiste en sustituir la heroína por otro
· Deterioro del nivel de conciencia (somnolencia, inatención, disartria, opiáceo como la metadona.
coma)
• Sintomático (sin opiáceos): agonistas beta2-adrenérgicos (clonidi-
· Hipotermia, bradicardia, hipotensión
· Excepcionalmente: hipertensión, arritmias y convulsiones (codeína, na) para reducir la actividad simpática (producen hipotensión y seda-
propoxifeno, meperidina) ción). Se pueden añadir en ambos casos analgésicos (AINE), antidia-
rreicos y sedantes (benzodiacepinas, antipsicóticos sedantes).
Tabla 41. Efectos del consumo agudo de opiáceos

Los tratamientos ultrarrápidos (en UCI) de la abstinencia combinan na-


Se debe diferenciar de la reacción anafiláctica a los adulterantes, que con- loxona o naltrexona y sedantes o clonidina en dosis altas, con la intención
siste en coma, edema pulmonar no cardiogénico y eosinofilia. de acelerar la desintoxicación del paciente, minimizando los efectos se-
cundarios de este síndrome, pero no se ha demostrado que modifiquen
El tratamiento consiste en mantener las constantes vitales hasta que el pronóstico a medio o a largo plazo.
pueda administrarse naloxona, que es un antagonista de vida media. Si
el paciente tenía tolerancia previa la naloxona puede desencadenar un El tratamiento siempre debe realizarse dentro de un programa global y no
síndrome de abstinencia. La naloxona deberá mantenerse en perfusión de forma esporádica (por ejemplo, en Urgencias), pues la tasa de fracaso es
continua, dependiendo de la vida media del opiáceo. muy alta; en principio se llevará a cabo ambulatoriamente, salvo en aque-
llos casos en que una abstinencia grave pueda descompensar una enfer-
medad previa (orgánica o psiquiátrica), en las embarazadas o en ausencia
19.2.4. Síndrome de abstinencia de soporte social, aunque conviene no olvidar que, en la mayoría de los
casos, el síndrome de abstinencia de opiáceos no reviste gravedad.

El síndrome de abstinencia se debe a la reducción o al abandono del con- Una situación especial es el síndrome de abstinencia en el recién nacido
sumo o a la administración de sustancias con capacidad antagonista (an- de madres adictas. Se produce al segundo día de nacimiento, y un poco

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NEUROLOGÍA 21

Figura 48. Abordaje de la dependencia a opiáceos

más tarde si se tratra de metadona. Los RN suelen tener bajo peso, pre- por un posible consumo de la droga. Es fundamental antes de iniciar
término y presentan un aumento de la morbibortalidad. El tratamiento es el tratamiento asegurar la desintoxicación completa.
similar al de los adultos. • Programas de “baja exigencia” o de mantenimiento con opiá-
ceos. Estos programas no buscan la curación de la dependencia, sino
una disminución de las consecuencias médicas y legales del consu-
19.2.5. Rehabilitación y deshabituación (tratamiento mo de opiáceos clandestinos que permita posteriormente iniciar el
de prevención de recaídas) tratamiento psicosocial; los más usados son la metadona (oral) y ace-
tato de metadilo.

Lo fundamental es el abordaje psicosocial, que puede verse complemen- Además, existe toda una serie de estrategias destinadas a reducir los ries-
tado con ayuda de fármacos. gos asociados al uso ilegal de estas sustancias (intercambio de jeringui-
llas, reparto de preservativos, administración controlada médicamente
Al igual que en el caso del alcohol, el primer objetivo a lograr es la desin- en narcosalas).
toxicación, lo que no suele llevar más de dos semanas. Las estrategias
deben abordar todas las dimensiones del problema (médica, laboral, fa-
miliar, legal) (Figura 48). 19.2.6. Pronóstico

Dentro de los abordajes farmacológicos, se diferencian los siguientes tipos:


• Programas de “alta exigencia”. Estas estrategias no utilizan fárma- El 60% de los pacientes llega a abandonarlos, aunque pueda consumir
cos o sólo permiten el uso de antagonistas de opiáceos de acción otras drogas. La mortalidad es alta; el 25% fallece en 10-20 años (por sui-
prolongada (naltrexona) para reducir el “refuerzo positivo” inducido cidio, homicidio o enfermedades infecciosas).

Bibliografía
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Manual CTO 1.ª Edición

Conceptos clave
• El coma es el grado más profundo de disminución del nivel de consciencia.
• La causa más frecuente de coma son los trastornos metabólicos.
• El nivel de consciencia se valora en la exploración neurológica a través de la escala internacional de Glasgow.
• Los signos con valor localizador en el paciente en coma son: el patrón respiratorio, las alteraciones pupilares,
los movimientos oculares reflejos y las posturas reflejas.
• La presencia de los reflejos oculocefálicos (movimiento conjugado de los ojos en dirección opuesta a la
rotación de la cabeza) indica la integridad funcional del tronco del encéfalo.
• La escala de Glasgow valora el nivel de consciencia de un paciente traumatizado en función de tres pará-
metros: respuesta verbal, motora y ocular. La puntuación mínima es de tres puntos y la máxima (nivel de
consciencia normal), de 15.
• El haz corticoespinal y el haz corticonuclear (fascículo geniculado) son los dos tractos principales que for-
man el sistema piramidal.
• La lesión de la primera motoneurona se caracteriza por afectación de amplios grupos musculares, reflejos
osteotendinosos exaltados, signo de Babinski e hipertonía en “hoja de navaja” con ausencia de fibrilaciones
y fasciculaciones.
• La lesión de la segunda motoneurona (en el asta anterior de la médula espinal) se caracteriza por afectación
de músculos aislados o pequeños grupos, reflejos miotáticos disminuidos o ausentes y fasciculaciones y
fibrilaciones.
• Existen fundamentalmente dos vías sensitivas: el sistema columna dorsal-lemnisco.
• Los accidentes cerebrovasculares (ACV) pueden ser isquémicos (80-85% de los casos) o hemorrágicos (15-
20% de los casos). Los factores de riesgo son en gran medida comunes a los de la patología isquémica car-
díaca. Destaca la HTA como principal factor de riesgo en los ACV tanto ateroscleróticos como hemorrágicos,
y la fibrilación auricular, en el caso de los embólicos.
• Los ACV embólicos producen un déficit completo desde el inicio y con mayor tendencia a una transforma-
ción hemorrágica.
• Los ACV isquémicos por afectación de la arteria carótida interna se deben fundamentalmente a ateroscle-
rosis. Su clínica típica es la amaurosis fugax. Si ésta se acompaña de dolor cervical y síndrome de Horner
ipsilaterales, hay que sospechar una disección carotídea.
• Los ACV isquémicos por afectación de la arteria cerebral anterior son infrecuentes. Su etiología suele ser
embólica, y su clínica típica consiste en hemiparesia y hemihipoestesia contralaterales de predominio crural,
reflejos arcaicos y desinhibición conductual.
• Los ACV isquémicos por afectación de la arteria cerebral media son los más frecuentes. Su clínica típica
consiste en hemiparesia y hemihipoestesia contralaterales de predominio faciobraquial, hemianopsia ho-
mónima contralateral, afasias (si se afecta el hemisferio dominante), agnosias, alexia con agrafia y desviación
ocular ipsilateral.
• Los ACV isquémicos por afectación de la arteria cerebral posterior pueden ser distales (hemianopsia homó-
nima contralateral con respeto macular, alexia y acalculia) o proximales (síndrome talámico: hemianestesia
global contralateral, hiperpatía en el hemicuerpo afecto y movimientos anormales).
• Los ACV isquémicos por afectación vertebrobasilar producen los síndromes cruzados: hemiparesia y hemihi-
poestesia contralaterales y lesión ipsilateral de pares craneales (el par craneal determina el lado de la lesión).
• Los síndromes disartria-mano torpe y ataxia-hemiparesia se pueden dar tanto en lesiones de la cápsula
interna contralateral como en las de protuberancia.
• Dentro de los síndromes lacunares, hay que saber que se producen por afectación de pequeños vasos y
que el más frecuente es el ictus motor puro (por lesión del brazo posterior de la cápsula interna o de la
protuberancia anterior).
• Las trombosis venosas durales pueden estar producidas por muchas causas sistémicas y locales y suelen
debutar por hipertensión intracraneal. Es típico el signo de la delta vacía en la TC.
• La primera prueba diagnóstica que se realiza ante un ACV es la TC craneal para valorar la presencia de hemo-
rragias (los hallazgos de la isquemia pueden no visualizarse en las primeras 24-72 horas).
• El tratamiento en fase aguda de los ACV isquémicos consiste en adoptar medidas de soporte (con especial
control de la tensión arterial), fibrinólisis con rt-PA (salvo contraindicaciones), antiagregación y anticoagula-
ción (si con fibrilación auricular, disección carotídea).
• La profilaxis y el tratamiento en fase crónica de los ACV isquémicos consiste en el control de los factores de
riesgo cardiovascular (sobre todo de la HTA), antiagregación, hipolipemiantes (incluso en normocolesterolé-
micos), anticoagulación (en mayores de 65 años, si con fibrilación auricular o factores de riesgo cardiovascu-
lar) y endarterectomía carotídea, si la estenosis es significativa.
• Las hemorragias intraparenquimatosas producen clínica de hipertensión intracraneal y deterioro del nivel
de consciencia. Se clasifican en hemorragias hipertensivas (profundas) y hemorragias lobares espontáneas
(causa más frecuente en ancianos por angiopatía amiloide, y en jóvenes por malformaciones vasculares).

66
NEUROLOGÍA 21

• Se define demencia como el deterioro progresivo de las funciones superiores, adquirido y con preserva-
ción del nivel de consciencia.
• La enfermedad de Alzheimer es una demencia cortical, de predominio temporoparietal. Su inicio es
insidioso y su progresión lenta, y la edad avanzada es el principal factor de riesgo para su desarrollo. En
su tratamiento se emplean inhibidores de la acetilcolinesterasa (donepezilo, rivastigmina, galantamina)
en las fases leve y moderada, y antagonistas no competitivos de los receptores glutamatérgicos NMDA
(memantina) en fases avanzadas.
• El EEG permite diferenciar entre crisis parciales y generalizadas: las primeras son aquéllas que sólo activan
una región concreta del córtex, mientras que en las últimas se produce una actividad eléctrica simultá-
nea en ambos hemisferios, activándose todo el córtex.
• Las crisis parciales simples no alteran la conciencia, y las crisis parciales complejas sí.
• Las crisis parciales simples pueden producir síntomas motores, sensitivos, autónomos, sensoriales o psí-
quicos, dependiendo del área cortical afecta.
• Las crisis parciales complejas producen alteración del nivel de consciencia y automatismos con periodo
de confusión tras las crisis.
• Las crisis generalizadas más importantes son las ausencias, o pequeño mal, y las crisis tónico-clónicas,
o gran mal.
• Es típico de las ausencias los episodios bruscos y repetitivos de desconexión del medio con descargas
generalizadas y simétricas de punta-onda a 3 Hz en el EEG. Aparecen en niños, resolviéndose a menudo
en la adolescencia, y se controlan adecuadamente con fármacos.
• Las crisis tónico-clónicas son el tipo de crisis más frecuentes en los trastornos metabólicos.
• La causa más frecuente de convulsiones según edad es: neonatos, encefalopatía hipóxica; lactantes y
niños, crisis febriles; adolescentes y adultos jóvenes, traumatismos; y en mayores, la enfermedad cerebro-
vascular. Los tumores serían la causa más frecuente en adultos de edad media.
• El síndrome de West aparece en el primer año de vida, y se caracteriza por la tríada: espasmos infantiles,
alteración del desarrollo psicomotor e hipsarritmia.
• El síndrome de Lennox-Gastaut es la evolución que presentan los pacientes con West a los 2-4 años.
• El ácido valproico es el anticonvulsivo más utilizado por su amplio espectro. Produce alopecia y hepa-
totoxicidad.
• La carbamazepina es de elección en las crisis parciales, pero no debe administrarse en las ausencias.
Produce hepatotoxicidad, anemia aplásica y síndrome de Stevens-Johnson.
• La ACTH es de elección en el tratamiento del síndrome de West.
• El tratamiento de los ataques migrañosos leves-moderados son los AINE. En el caso de ataques modera-
dos graves, se usan los triptanes.
• Para la prevención de los ataques de migraña se usan betabloqueantes, calcioantagonistas, antidepresi-
vos tricíclicos, antiepilépticos y antagonistas de la serotonina.
• La cefalea en cluster se presenta en hombres de 20-50 años. Da episodios de cefalea unilateral periocular,
típicamente nocturna. Puede implicar lagrimeo, rinorrea, inquietud o síndrome de Horner, entre otros.
• El alcohol es un desencadenante de la cefalea en cluster.
• El tratamiento de elección de la cefalea en cluster es el sumatriptán subcutáneo. La segunda opción es
oxígeno a alto flujo. Como profilaxis, se usa el verapamilo.
• Dentro de las ataxias heredodegenerativas, encontramos la ataxia de Friedreich (AF), que es la más fre-
cuente.
• La AF se caracteriza por degeneración neuronal de los ganglios dorsales medulares (ataxia de la marcha)
y cerebelosa, junto con cifoescoliosis, pies cavos, diabetes mellitus y miocardiopatía hipertrófica.
• La afectación cardíaca es la principal causa de muerte en estos pacientes.
• En la ataxia-telangiectasia (AT) hay un déficit en los mecanismos de reparación del ADN. Presentan atrofia
cerebelosa, de timo y ganglios linfáticos.
• La clínica de la AT es ataxia cerebelosa, telangiectasias cutáneas e infecciones de repetición. Tienen un
riesgo mayor de neoplasias.
• La ELA puede ser hereditaria (10%) o esporádica (90%), y se caracteriza por la degeneración selectiva de
la 1.ª y 2.ª motoneurona, con sensibilidad, capacidad cognitiva y función autonómica indemnes.
• La clínica es una combinación de datos de primera y segunda motoneurona, con un inicio asimétrico y
una supervivencia media de tres años.
• El único tratamiento disponible es el riluzol (bloqueo de los receptores NMDA del glutamato) con un
beneficio discreto.

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Manual CTO 1.ª Edición

Conceptos clave
• La clínica de los trastornos del movimiento depende del ganglio basal lesionado: el núcleo subtalámico
de Luys produce hemibalismo; el núcleo caudado, corea; la sustancia negra compacta, parkinsonismo; y
las lesiones palidales bilaterales, bradicinesia.
• El temblor fisiológico exacerbado es el más rápido y es postural.
• El temblor esencial es el más frecuente de los temblores sintomáticos. Comparte características con el
del Parkinson: velocidad intermedia, asimétrico, coexistencia con otros trastornos del movimiento (dis-
tonías, rigidez en rueda dentada), pero típicamente es postural, presenta historia familiar y mejora con
el alcohol.
• El temblor de reposo, la bradicinesia, la rigidez y la inestabilidad postural caracterizan el síndrome parkin-
soniano. La enfermedad de Parkinson idiopática es la forma más común de síndrome parkinsoniano. En
ella predomina la clínica del temblor (forma de presentación más frecuente) y la bradicinesia (manifesta-
ción más incapacitante de la enfermedad), siendo la mejoría con L-dopa significativa.
• La esclerosis múltiple ( ) afecta predominantemente a mujeres jóvenes, siendo la causa más frecuente de
discapacidad neurológica en adultos jóvenes.
• Se produce una reacción inmunológica contra los oligodendrocitos, células formadoras de la mielina a
nivel del SNC. Nunca se afecta el SNP.
• Se detectan bandas oligoclonales de IgG en el LCR de prácticamente todos los pacientes con EM, aun-
que no es un signo específico (también se encuentran en la neurolúes, infección por sarampión…).
• La forma evolutiva remitente-recurrente que cursa a brotes es la forma más frecuente y la que mejor
responde al tratamiento inmunomodulador.
• El tratamiento inmunomodulador que disminuye el número de brotes es interferón  y acetato de gla-
tiramer.
• El tratamiento sintomático del brote se realiza con corticoides vía oral (si el brote es leve) o vía intrave-
nosa (si es moderado-grave).
• Los síntomas sensitivos (hipoestesias y parestesias) son la clínica de presentación más frecuente, segui-
dos de la neuritis óptica.
• El signo de Lhermitte y la oftalmoplejía internuclear en un adulto joven debe hacer pensar en la EM.
• El diagnóstico de EM es clínico, y requiere la existencia de criterios de diseminación temporal (episodios
de déficit neurológico separados en el tiempo) y de diseminación espacial (lesiones en distintas zonas
del SNC); ambos criterios pueden ser evaluados en una única exploración: la resonancia magnética.
• La corrección rápida de una hiponatremia es la causa más frecuente de mielinólisis central pontina.
• Las polineuropatías afectan a múltiples troncos nerviosos, las mononeuritis múltiples a troncos nerviosos
no contiguos, y las mononeuropatías son afectaciones focales de un único tronco nervioso.
• En el síndrome de Guillain-Barré, 2/3 de los pacientes presentan el antecedente de una infección respi-
ratoria o gastrointestinal previa. Cursa con una tetraparesia flácida y arrefléxica, simétrica y ascendente.
Puede asociar parálisis facial bilateral en la mitad de los casos y síntomas autonómicos.
• En el síndrome de Guillain-Barré, es típico un LCR con disociación albuminocitológica. El tratamiento es
el de soporte de las funciones cardiorrespiratorias. Puede usarse también la plasmaféresis o las inmuno-
globulinas intravenosas. Los esteroides no son útiles.
• La miastenia gravis se produce por el bloqueo de los receptores colinérgicos postsinápticos por anti-
cuerpos dirigidos frente a ellos (aunque éstos no se encuentran en todos los pacientes). El 75% de los
pacientes llevan asociada una alteración del timo (hiperplasia o timoma).
• La miastenia gravis se caracteriza por debilidad muscular extraocular y proximal de los miembros que
mejora con el reposo. No hay alteraciones sensitivas, autonómicas, pupilares ni de los ROT.
• El diagnóstico de la miastenia gravis se realiza con el test de edrofonio y la determinación de los ac: anti-
cuerpos de Ach (la prueba más específica para el diagnóstico).
• En la miastenia neonatal, hay anticuerpos antirreceptor procedentes de la madre; en la miastenia congé-
nita no hay anticuerpos antirreceptor.
• El tratamiento básico de la miastenia gravis son los anticolinesterásicos. La timectomía se realizará en las
formas generalizadas en pacientes entre la pubertad y los 55 años.
• El botulismo es un trastorno presinápticos que cursa con ROT y respuesta pupilar disminuida, así como
con disautonomía, a diferencia de la miastenia gravis.
• La hipertensión intracraneal, que se define como valores por encima de 15 mmHg en el adulto, puede
producirse por aumento del volumen de parénquima, líquido cefalorraquídeo o sangre.
• Las herniaciones cerebrales son desplazamientos del cerebro desde el sitio de mayor al de menor presión.
La herniación uncal, que clínicamente se manifiesta como una tríada consistente en midriasis arreactiva
en un ojo, hemiparesia contralateral a la midriasis y disminución del nivel de conciencia, constituye una
urgencia neuroquirúrgica. La herniación cerebeloamigdalar se puede provocar por una punción lumbar.

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NEUROLOGÍA 21

• En el tratamiento de la hipertensión intracraneal, se debe iniciar con medidas de primer nivel (que per-
siguen fundamentalmente disminuir el volumen de sangre, parénquima o líquido cefalorraquídeo) y,
ante el fracaso de las mismas, medidas de segundo nivel, que implican una alta tasa de complicaciones.
• El líquido cefalorraquídeo (LCR) se produce en los plexos coroideos. De allí circula a través de los ventrí-
culos y pasa al espacio subaracnoideo, y se reabsorbe a nivel de los capilares cerebrales.
• Clásicamente, la hidrocefalia se divide en obstructiva o no comunicante, si el problema se localiza a nivel
ventricular, y no obstructiva o comunicante, si la alteración en la circulación de LCR se ubica a nivel del
espacio subaracnoideo.
• La causa más frecuente de hidrocefalia congénita es la estenosis del acueducto de Silvio.
• La hidrocefalia crónica del adulto puede ser primaria (propia de ancianos) o secundaria a otros procesos,
como la hemorragia subaracnoidea, los traumatismos y las meningitis.

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