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A pesar de que las abreviaturas en los recetarios representan una herramienta para los
sencillas las recetas médicas, es claro que para los pacientes y los dispensarios estas
terminologías no suelen ser tan claras. Suelen existir diversos tipos de confusiones e
malinterpretan dichos términos, enviando récipes con intenciones diferentes a las que el
administración de la dosis. En el idioma inglés, por ejemplo, existen las abreviaturas de BIW
(Dos veces a la semana) y TIW (Tres veces a la semana), cuestiones que algunos técnicos
farmaceutas suelen interpretar como dos o tres veces al día, según el caso. Esto conlleva a un
serio problema de administración del fármaco al paciente, puesto que, si un fármaco está
recetado apenas dos o tres veces a la semana, significa que puede tratarse de un tratamiento
puntual o intensivo. Por lo que el aumento de la dosis a dos o tres veces por día es
Pero esta no es la única de todas las confusiones que conlleva el uso de abreviaturas,
algunas también son relacionadas a la escritura o grafía del recetador. Como por ejemplo, indicar
U para referirse a las unidades a administrar de un medicamento pero, por algún error o hábito de
caligrafía, escribir 0, de una manera en que el farmaceuta no encuentre sentido a lo que está en
según el artículo estudiado de Pharmacy Times (2012), es bastante usual que los farmaceutas
confundan NMT (Tratamiento con nebulizador en medicina) con NMT (No más que… en
farmacia), puesto que la misma abreviatura tiene dos significados distintos en ambas disciplinas.
Lo cual conlleva a un problema grave para el paciente, puesto que, y como señala el artículo
“¿Quién sabe cómo habría usado el paciente la solución salina hipertónica si la etiqueta de la
farmacia hubiera dicho "Use 4 ml no más de dos veces al día" en lugar de "Use 4 ml con el
vez sean las más graves, puesto que implica usar un fármaco totalmente diferente al cual está
recetado, simplemente gracias a una equivocación o poca información sobre las abreviaturas. De
esta manera, las recomendaciones para evitar a incurrir en estas graves equivocaciones implican
varios puntos de vista. Y sobre todo, en el caso del personal de enfermería, se debe alentar a los
pacientes a despejar sus dudas si creen que hay algo confuso en sus recetas, al mismo tiempo que
incentivar a los recetadores a usar abreviaturas o términos entendibles para el público en general.
Referencias.
Pharmacy Times (2012) Abbreviations used for dosing and drug names can lead to dispensing
https://www.pharmacytimes.com/view/ambiguous-and-dangerous-abbreviations-