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La Humildad en La Oracion
La Humildad en La Oracion
Bienaventurado el que tu escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios, SEREMOS
SACIADOS DEL BIEN DE TU CASA Y DE TU SANTO TEMPLO. Con tremendas cosas nos responderás
tú en tú justicia oh Dios de nuestra Salvación. Salmo 65:4-5.
¿QUE ES LA ORACIÓN?
Bounds, quien entendía muy bien la vida de oración, dijo: "Dios le concede un gran valor a la
humildad ... Aquello que lleva al alma que ora cerca de Dios es la humildad del corazón. Aquello
que le da alas a la oración es la humildad de mente. Esto es lo que da acceso a Dios cuando otras
cualidades fallan."
- LA ORACIÓN es elevar un ardiente clamor a Dios por alguna cosa específica, juntamente con la
cual vendrán muchos otros dones y gracias. Como portadores de ellos llegaran a nuestra vida la
Fortaleza, Paz y Quietud.
- EL NO ORAR es rechazar a Cristo y abandonar los cielos. Nunca podremos estar más cerca del
Cielo, de Dios y en más profunda comunión verdadera con el Señor Jesucristo, que cuando
oramos.
- Una promesa de la palabra del Señor es una semilla sin sembrar, tiene el germen de la vida en su
interior, pero el terreno de preparación de LA ORACIÓN es necesario para poder germinar y hacer
crecer esa semilla.
- Las posibilidades de LA ORACIÓN cubren todos los propósitos de Dios a través de Cristo. Dios
condiciona todos los dones en todas las dispensaciones a su Hijo en ORACIÓN. ¿No dice la
escritura que Dios el padre todo lo sujeto a sus pies? Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por
cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo
en todo. Efes.1:22-23
- LA ORACIÓN es la que libera el gran poder de la FE. Es la llave que abre los grandes depósitos del
cielo. El poder para hacer grandes obras radica en la FE que puede asirse del nombre de
Jesucristo, por medio de la ORACIÓN verdadera.
- El Testimonio de nuestra relación como hijos, claro e indudable, es asegurado por medio de LA
ORACIÓN. Cuando se debilita o se corta el testimonio de LA ORACIÓN, el testimonio de nuestra
relación de Hijos se vuelve deslucido y apagado
- LA ORACIÓN es el todo para el hombre Es manantial de Poder a través del cual el Padre Celestial
alimenta a sus hijos escogidos.
- LA ORACIÓN llena el vacío del hombre con la Plenitud de Dios. Suple la pobreza del Hombre con
la abundancia de las riquezas divinas. Sustituye la debilidad Humana por la potencia de Dios.
- LA ORACIÓN es el medio que Dios ha dispuesto para suplir de un modo total y completo las
necesidades del Hombre en cada instante de su vida.
- LA ORACIÓN ennoblece el carácter del hombre y hace que su razón resplandezca otorgándole
abundante sabiduría.
- LA ORACIÓN es la condición señalada para conseguir la ayuda de Dios. Esta ayuda es tan múltiple
e ilimitada como el mismo poder de Dios.
- LA ORACIÓN es un medio para detener la ira de Dios, es la forma en que la misericordia de Dios
se manifiesta contra el juicio.
- LA ORACIÓN es la condición por la cual el evangelio avanza victorioso y todos lo enemigos son
vencidos de manera que sea posible tomar posesión de la herencia legítima de los hijos de Dios.
- El trabajo que Dios nos encomienda no puede llevarse a cabo SIN ORACIÓN. Es LA ORACIÓN que
compromete los más altos intereses espirituales y asegura la más elevada Gloria a Dios.
- El Espíritu Santo, en todos sus oficios pertenecientes a la vida espiritual y la experiencia religiosa,
se asegura por LA ORACIÓN Ferviente, definida, constante. Cuanto más oramos, más nos ayuda el
Espíritu Santo a orar, y más se da en su plenitud para con nosotros.
- ORAR es la cosa es grande que podemos hacer y para hacerla bien, debe haber quietud, tiempo,
dedicación, de otra manera se degrada al nivel de las cosas pequeñas e insignificantes
- LA ORACION ES LA MÁS DIVINA DE TODAS LAS LABORES Y EL MÁS IMPORTANTE DE TODOS LOS
MINISTERIOS. Quien ORA mejor no es aquel que tiene más fluidez o una imaginación más brillante
o los dones más ricos, SI NO EL QUE ESTA MÁS INUNDADO DEL ESPÍRITU DE CRISTO.
UN TESTIMONIO DE ORACIÓN
Este comentario fue hecho por Finney en relación con su cuenta del Avivamiento en Troy, que se
inició en 1826 en su "Memorias" (Londres, 1876, páginas 104-5)
Sostuvimos una reunión de oración de casa en casa diariamente a las once en punto.
Recuerdo que en una de estas reuniones estuvo presente un señor de apellido Stowe, quien era
cajero de un banco de la ciudad, y que este hombre estaba tan presionado por el Espíritu de
oración, que cuando terminó la reunión no le era posible levantarse de sus rodillas
Permaneció arrodillado gimiendo y retorciéndose en agonía y decía: "por favor, ore por…" dando
el nombre de quien era el presidente del banco en el cual trabajaba. Este presidente era un
hombre rico, pero inconverso.
Cuando se vio que el alma del señor Stowe estaba en gran angustia por causa de aquel hombre, la
gente de oración se arrodilló y juntos lucharon en oración por su conversión. Tan pronto la mente
del cajero quedó aliviada de tal modo que pudo marcharse a casa, todos nos retiramos; poco
después de esto el presidente del banco por quien habíamos orado manifestó esperanza en Cristo.
Me parece que antes de aquella oración el hombre no había asistido a ninguna de nuestras
reuniones, y tampoco se conocía que tuviera interés en la salvación de su alma.
Ellos hablaban de llorar, agonizar, clamar, luchar, "tener dolores" en oración. La razón por qué
estos predicadores de avivamientos eran tan ungidos y saturados con la presencia de Dios, fue que
ellos habían realmente llegado de frente a Su trono en la oración, y que habían pasado mucho
tiempo teniendo comunión con El allí. Este tipo de oración siempre ha sido una de las claves más
importantes para un verdadero avivamiento.
Charles Finney dijo: "Mientras yo no tenía el espíritu de oración, no podía hacer nada ... Me
encontraba incapaz de predicar con poder y eficacia, o de ganar almas..."
George Whitefield dijo: "Días y SEMANAS enteras pasé postrado en el suelo en oración silenciosa o
a voz alta..."
Frank Bartleman escribió: "De noche casi no podía dormir por el espíritu de oración... La oración
literalmente me consumía."
Y D.M.Intyre escribió: "Antes que el gran avivamiento en Gallneukirchen empezara, Martín Boos
pasaba horas y días y a menudo noches en agonías solitarias de intercesión. Después, cuando él
predicaba, sus palabras eran como una llama de fuego, y los corazones de la gente como pasto."
Como demuestra la historia, la iglesia puede esperar un avivamiento verdadero solamente cuando
un remanente del pueblo de Dios está desesperado por el estado decaído de la iglesia,
desesperado por la tibieza dentro de ellos y en todos los que los rodean,
desesperados por el hecho de que Dios no está siendo GLORIFICADO, que Él no es realmente
SEÑOR de Su iglesia, que un mundo moribundo se burla de Sus palabras y las considera
irrelevantes.
Como se decía de Evan Roberts: "El se quebrantaba, llorando amargamente ante Dios para que El
les doblegue ante El, en una agonía de oración, con lágrimas corriendo por sus mejillas, con todo
su cuerpo encorvándose de dolor."
Charles Finney escribio. Un avivamiento puede esperarse cuando los cristianos tienen un espíritu
de oración por él. Esto es, cuando oran como si sus corazones estuvieran prestos para un
avivamiento. A veces los cristianos no se ocupan de la oración por un avivamiento, ni siquiera
cuando están animados en la oración.
Sus mentes están en algo más; están orando por algo más--la salvación de los impíos o algo
parecido--y no por un avivamiento entre ellos, pero cuando sienten la falta de un avivamiento,
oran por él; sienten por sus familias y por donde viven, oran por ellos como si no pudieran
negárseles.
¿Qué constituye un espíritu de oración? ¿Es acaso palabras cálidas y muchas oraciones? No. La
oración es el estado del corazón. El espíritu de oración es un estado de deseo y ansiedad continuos
de la mente por la salvación de los pecadores. Es algo que los aflige.
Es lo mismo, en cuanto a la filosofía de la mente se refiere, como cuando un hombre está ansioso
por algún interés mundano. Un cristiano que tiene un espíritu de oración se siente ansioso por las
almas. Es el tema de sus pensamientos todo el tiempo, y lo hace ver y actuar como si tuviera una
carga en su mente. Piensa en ellos de día, y sueña con ellos de noche. Esto es propiamente orar sin
cesar. Las oraciones del hombre parecen fluir desde su corazón como agua--"Oh Jehová, aviva tu
obra".
A menudo muchos han errado del propósito y la esencia de la oración. La oración no es un tiempo
cuando venimos para recibir algo de Dios. La oración es un encuentro con un Dios santo. Es entrar
a su presencia, es entrar a una comunión y una relación con él. Es el medio por el cual lo venimos a
conocer. De este conocimiento íntimo y personal de Dios brota la victoria del Señor Jesús a través
de nosotros y hacia el mundo que nos rodea.
Cada nueva generación necesita hombres y mujeres que oran. El recurso más poderoso de la
iglesia es una vida transformada. No son los edificios hermosos los que atraen al mundo hacia
Cristo, pero son los hombres y las mujeres que llevan en su interior la marca de Dios.
La oración es el instrumento ardiente de Dios que marca a los hombres. No vamos a impactar al
mundo hasta que hayamos sido marcados por el Maestro. La marca de Dios en nuestro hombre
interior nos dará la victoria en nuestras iglesias, comunidades, y naciones.
La primera señal de que el escándalo ha brotado en el cielo es la falta de oración - cuando la dulce
fragancia de las oraciones de los hijos de Dios dejan de ascender hasta Su trono. La iglesia
comienza a depender de la tecnología y el talento, sustituyendo el poder de Dios por el ingenio del
hombre.
La iglesia empieza a caminar en base a la burocracia en lugar de las rodillas postradas. La iglesia
empieza a ser entrenenida con chistes, obras de teatro y conciertos en lugar de llevarla al trono de
la gracia.
JESUS DIJO: Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el
templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas. Y les dijo:
Escrito está: ``MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION, pero vosotros la estáis haciendo
CUEVA DE LADRONES. Y en el templo se acercaron a El los ciegos y los cojos, y los sanó.… Mat-
21:12-14
AMADOS: Nosotros tenemos que reconocer la necesidad de la oración. Los corazones de los
hombres y de las mujeres se tienen que derramar ante Dios, Y antes que haya un derramamiento
del Espíritu de Dios sobre los hombres y las mujeres. Tiene que haber un avivamiento de oración
antes que se siegue la cosecha.
Si vamos a hablar poderosamente por Dios, tendremos que caminar humildemente con Dios. El
denuedo para Cristo es el resultado directo de la seguridad en Cristo. La oración intensifica
nuestro compañerismo con Dios. Es en ese compañerismo que el creyente vive en experiencia
propia la profundidad y la anchura y la altura del amor de Dios. El cristiano le puede hacer frente a
las puertas del infierno si ha estado ante el trono de Dios. Huye el temor cuando nos hemos
acobijado en el perfecto amor de Dios.
“La cenicienta de la iglesia es la oración. Esta criada del Señor es despreciada y desechada porque
no se adorna con las joyas del intelectualismo, ni las brillantes sedas de la filosofía, ni con la
impresionante tiara de la psicología. Lleva los delantales de honesta sinceridad y humildad. No
teme arrodillarse”. Esto dijo Leonardo Ravenhill
“Nuestra oración, sin embargo, necesita ser engendrada y perseguida con una energía incansable,
una persistencia imperturbable y un valor que nunca desfallezca”. E. M. Bounds
La oración tiene que ver con el hombre entero, la oración abarca todo su ser del hombre, mente,
alma y cuerpo. Es necesario que sea el hombre entero que ora. Así como la naturaleza entera del
hombre entra en la oración de la misma manera su ser entero se beneficia de la oración. Todos los
hombres se benefician de la oración. El hombre entero debe ser ofrecido a Dios al orar. Los
mayores resultados los obtienen los que se entregan a Dios con todo su ser, con toda su alma y
cuerpo postrado ante la presencia del Señor, esta es la condición de la oración triunfante. La clase
de oración que rinde frutos copiosos.
Los hombres de otros tiempos que obtenían mayores resultados de la oración, que lograban
realizar cosas de gran importancia a través de Dios, eran aquellos que se habían dado
íntegramente a Dios en su oración. Dios quiere y necesita todo lo que hay en el hombre para
poder contestar sus oraciones. Dios debe tener un hombre abierto y Sincero a través del cual
ejecutar sus propósitos y planes para bendecir al mismo hombre. Dios no acepta hombres de
doble ánimo. Ni los pusilánimes y vacilantes. No pueden hacer el tipo de oración que es necesaria
aquellos hombres cuya lealtad oscila entre Dios y el mundo.
La santidad es su totalidad, y por tanto Dios necesita hombres santos, hombres abiertos,
transparentes y verdaderos para su servicio y para la obra de oración. “y el Dios de paz os
santifique enteramente; y ruego a Dios que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo sean preservado
sin tacha para la venida de nuestro señor Jesucristo”. Estos son los hombres que Dios quiere como
caudillos para las huestes de su iglesia.
¿Por qué a muchos se les dificulta orar? Al analizar este razonamiento nos encontramos que
pueden ser varios los obstáculos que puede tener una persona para no hacerlo pero el principal de
ellos es La falta de disciplina. En la vida nada se consigue ni se tiene éxito si no se tiene una
disciplina constante, la oración de la misma manera requiere de una constancia y entrega total.
El avance en el mundo de alguien que trabaja y lucha es evidente cuando este tiene un progreso
en las cosas que realiza, tanto en lo material como en lo espiritual. La lectura de la biblia, la
asistencia a la iglesia o la participación en algún ministerio no hace al hombre espiritual, donde se
ganan o se pierden las batallas es en la oración. Muchos hombres pueden tener fama y ser
reconocidos en el mundo pero no en el infierno. Un hombre espiritual es temido por Satanás
porque que sabe que con el siempre lleva las de perder.
Entonces se necesita al hombre entero para orar, hasta que todas las tormentas que agitan
nuestra alma son acalladas hasta conseguir la calma, hasta que los vientos y las olas cesan bajo la
benéfica mano de Dios. Se necesita todo el hombre para orar hasta que la opresión del mismo
infierno sea quebrantada y nuestros enemigos destruidos, hasta que los tiranos crueles y los
gobiernos injustos cambien su naturaleza y sus vidas, así; como su forma de gobernar o dejen de
gobernar.
Se necesitan hombres espirituales con celo de Dios y amantes de las cosas santas y de la santidad
de Dios. Los hombres espirituales producen gente espiritual, se necesita hombres piadosos para
que se entreguen enteramente a la oración con tal intensidad y profundidad que sientan que en
ello se les va la vida. La oración llega muy lejos en su influencia y en los efectos de su gracia. Es un
asunto profundo que se refiere a Dios y a sus planes y propósitos porque está en juego el destino
eterno de la humanidad.
La biblia dice; “Y Cristo en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y suplicas, con gran
clamor y lagrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su piedad” (Hebreos 5:7)
David brainerd escribió en su diario “Dios me permitió agonizar en oración hasta que estaba
sudando, aunque estaba a la sombre y en un lugar fresco” El hijo de Dios en Getsemaní estaba
agonizando en oración, que puso en acción todo su ser, “cuando llego a aquel lugar, les dijo: Orad
que no entréis en tentación. Y él se aparto de ellos a una distancia como de un tiro de piedra; y
puesto de rodilla, oraba diciendo: padre, si quieres aparta de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía,
oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre engrumecidas que caían
sobre la tierra” (Lucas 22:40-44).
Para ti; ¿qué tan importante es la oración?, la intensidad con que lo hagas determinara tu entrega
y vida espiritual, hoy puedes tener un cambio de perspectiva, Dios está buscando hombres y
mujeres dispuestos a una entrega total, tal vez nunca sabremos el alcance de nuestra oración
hasta aquel día cuando el Señor nos muestre sus efectos alcanzados.
Pero así como naaman, impresionante general leproso se tuvo que bajar del caballo y despojarse
de sus ropas, humillarse y entrar al rio para poder ser limpio de su lepra, es lo mismo que el Señor
espera de hombres que estén dispuestos a descubrirse delante de su presencia para ser limpiados
y santificados, para que así, podamos llevar a cabo sus propósitos. Que Dios te bendiga.