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DERECHO AMBIENTAL

Abg. Carlos Alejandro López

Alumna:

Verónica Feliciana Paz.

Cuenta

202130030002.

Trabajo:

Informe sobre El Cambio Climático.

Fecha:

05 de febrero del 2023.


INTRODUCCIÓN

El cambio climático es la modificación de la temperatura y del resto de variables del clima, que
se está produciendo con una velocidad e intensidad sin precedentes en la historia de la
humanidad, como consecuencia de la actividad humana.

Está ocurriendo en todo el mundo y sus consecuencias pueden ser devastadoras, tanto para el
medio ambiente como para las personas. La actividad humana, en concreto y principalmente, la
quema de combustibles fósiles que generan gases de efecto invernadero, es la causa detrás de
esta grave amenaza medioambiental, la mayor a la que se enfrenta la humanidad. Esos impactos
provocan a su vez daños económicos y sociales, que serán cada vez más graves, como daños en
las cosechas y en la producción alimentaria o riesgos en la salud.
EL CAMBIO CLIMATICO

El cambio climático global ya tiene efectos que se pueden observar en el medio ambiente. Los
glaciares se han encogido, el hielo en los ríos y lagos se está derritiendo antes de tiempo, los
hábitats de plantas y animales han cambiado y los árboles florecen antes.

Los efectos que los científicos predijeron en el pasado que surgirían del cambio climático global
están sucediendo ahora: pérdida del hielo marino, aumento acelerado del nivel del mar y olas de
calor más intensas.

Los científicos están muy confiados de que la temperatura global seguirá aumentando en las
próximas décadas, en gran parte debido a los gases de efecto invernadero que producen las
actividades humanas. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC, por sus siglas en inglés), que incluye a más de 1.300 científicos de Estados Unidos y de
otros países, predice un aumento de la temperatura de entre 2,5 y 10 grados Fahrenheit durante el
próximo siglo.

Según el IPCC, el alcance de los efectos del cambio climático en las regiones variará con el
tiempo, así como con la capacidad de mitigación y adaptación al cambio de los diferentes
sistemas ambientales y sociales.

El IPCC predice que los incrementos en las temperaturas globales promedio menores que 1,8 a
5,4 grados Fahrenheit (1 a 3 grados centígrados) por encima de los niveles de 1990 producirán
impactos beneficiosos en algunas regiones y perjudiciales en otras. Los costos netos anuales
aumentarán con el tiempo a medida que aumenten las temperaturas globales.

“En conjunto”, afirma el IPCC, “el rango de evidencia publicada indica que los costos netos de
los daños del cambio climático probablemente sean significativos y aumenten con el tiempo”.

Algunos de los efectos del cambio climático global a largo plazo en Estados Unidos son los
siguientes, de acuerdo con el Tercer y Cuarto Informes de Evaluación Climática Nacional:
1. Las temperaturas continuarán aumentando

Como el calentamiento inducido por los seres humanos se superpone a un clima naturalmente
variable, el aumento de temperatura no ha sido, y no será, uniforme o parejo por todo el país o
con el tiempo.

2. Más sequías y olas de calor

Se estima que las sequías en el suroeste y las olas de calor (períodos de calor anormal que dura
de días a semanas) en todas partes serán más intensas y las olas de frío, menos intensas en todos
lados.

Se predice que las temperaturas del verano continuarán en aumento y que, en verano, una
reducción de la humedad del suelo exacerbará las olas de calor en gran parte del oeste y del
centro de Estados Unidos. Para fines de este siglo, se prevé que los días de calor extremo que
ocurren una vez cada 20 años (eventos de un día) ocurran cada dos o tres años en la mayor parte
de la nación.

3. Los huracanes serán más fuertes y más intensos

La intensidad, frecuencia y duración de los huracanes del Atlántico Norte, así como la frecuencia
de los más fuertes (de categorías 4 y 5), han incrementado desde principios de la década de 1980.
La relativa contribución de la actividad humana y de las causas naturales con estos aumentos
sigue siendo incierta. Se predice que las tasas de precipitaciones y de intensidad de las tormentas
asociadas con huracanes aumentarán a medida que el clima continúe calentándose.

4. El nivel del mar aumentará de 1 a 8 pies para 2100

Desde el inicio de las mediciones confiables, en 1880, el nivel del mar ha aumentado cerca de 8
pulgadas (0,2 metros). Se estima que subirá entre 1 y 8 pies (entre 0,3 y 2,4 metros) para 2100.
Esto se debe al agua adicional que proviene del deshielo y a la expansión del agua del mar al
calentarse.

En las próximas décadas, las tormentas repentinas y las mareas altas se podrían combinar con un
aumento del nivel del mar y asentamiento del suelo para aumentar aún más las inundaciones en
muchas regiones. El aumento del nivel del mar se extenderá más allá de 2100 porque los océanos
tardan mucho tiempo en responder a las condiciones más cálidas en la superficie de la Tierra. En
consecuencia, durante varios siglos más, las aguas oceánicas seguirán calentándose y el nivel del
mar continuará subiendo a tasas iguales o superiores a las de este siglo.

Principios del derecho ambiental

Principios estructurales

No se consideran propiamente principios del Derecho Ambiental, es decir, principios jurídico-


ambientales. Sin embargo, derivan otros principios y normas jurídicas de ellos y se constituyen
como principios estructurales de distintas estrategias de protección ambiental.

Globalidad

Una formulación más desarrollada de este principio es la conocida frase “Pensar globalmente y
actúa localmente”. El principio de globalidad (carácter transfronterizo) tiene su base en las
interrelaciones entre los distintos ecosistemas que componen el ambiente natural.

En la Cumbre de Río de 1992, se reconoció: “La naturaleza integral e interdependiente de la


Tierra, nuestro hogar”; y se incluye en las conclusiones la necesidad de: “Acuerdos
internacionales en los que se respeten los intereses de todos y se proteja la integridad del sistema
ambiental y de desarrollo mundial.”

De esta forma, se reconoce que la mejor vía para establecer un control eficaz sobre las acciones
que inciden negativamente en un valor común, como es el medio ambiente, es la adopción de
tratados internacionales y estrategias de actuación globales.

Horizontalidad

Los temas de carácter ambiental se caracterizan por afectar y, por tanto, interesar a varios
sectores, sujetos, actividades, etc. De esta forma, cualquiera que sea el instrumento de tutela y
protección ambiental que se pretenda abordar se encontrará que está implicado en otros ámbitos
verticales.
Sostenibilidad

Este principio trata de coordinar una acción y desarrollo conjunto entre el respeto al medio
ambiente y el crecimiento económico. En el informe “Nuestro Futuro común” o “Informe
Brundtland, 1987” se define el desarrollo sostenible como:

Este principio no se asocia, por tanto, con la conservación intacta de la naturaleza, sino con la
conducción del desarrollo económico por cauces que no comprometan el desarrollo en el futuro.
Se trata, en consecuencia, de un principio de solidaridad intergeneracional.

Responsabilidad compartida

Este principio tiene diversas manifestaciones, tanto en el ámbito de las responsabilidades


públicas como en el de las privadas. En lo que a las responsabilidades públicas se refiere, se
combina con el principio de subsidiariedad. Se reconoce que los Estados tienen
responsabilidades comunes en la protección ambiental, bien diferenciadas, sin embargo, como se
recoge en la Declaración de Río.

La manifestación más importante de este principio hasta el momento se plasma en el Convenio


Marco sobre Cambio Climático de 1992 y en su Protocolo de Kyoto, de 1997.

Este protocolo fija una cuota global de reducción de emisiones de Gases Efecto Invernadero
(GEIs) del 5% con respecto a los niveles de 1990. Sin embargo, el reparto por Estados de los
porcentajes de reducción no es homogéneo; en otras palabras, se han fijado deberes distintos para
los países desarrollados y para los países en desarrollo.

Principios funcionales

Son los principios jurídicos que orientan la redacción del conjunto de normas relacionadas con el
medio ambiente. De la misma forma que ocurre con los principios estructurales, no existe un
consenso para establecer una lista detallada y cerrada de principios funcionales del Derecho
Ambiental. Por ello, los que se enumeran aquí son considerados los más relevantes, tratando de
evitar reformulaciones distintas de un mismo principio.
Principio de prevención

Se basa en el hecho de que evitar un daño es preferible al remedio del mal. Esto, en el ámbito de
la protección ambiental, es especialmente incuestionable, puesto que los daños ambientales son
irreversibles, irreparables en la mayoría de los casos; en caso de tener remedio, dejan importantes
secuelas durante largo tiempo. Es por esto que el principio de prevención constituye la regla de
oro o el denominador común en todo el Derecho Ambiental.

La aplicación más plausible de este principio se refleja en los controles administrativos previos a
las actividades contaminantes (autorizaciones, concesiones, etc.) y en el establecimiento de
medidas de previsión ante consecuencias desfavorables (fianzas, seguros, responsabilidad
ambiental, etc.). Otra manifestación de este principio podría observarse en la imposición del uso
de mejores tecnologías disponibles (Best Available Techniques, BAT).

Principio de precaución o cautela

Este principio aconseja no tomar decisiones arriesgadas cuando no se conozcan científicamente


con certeza las posibles consecuencias. El principio 15 de la Declaración de Río recoge:

“Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de
precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la
falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de
medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente”.

Se podría confundir con el principio de prevención; sin embargo, el principio de precaución


refuerza la adopción de medidas preventivas e impide la actividad en caso de dudas sobre la
efectividad de los remedios.

El principio de precaución refuerza el principio de prevención siempre que no se disponga de los


datos necesarios para evaluar adecuadamente la situación y las consecuencias de una actuación
determinada.
Principio de corrección en la fuente

En base a este principio todo problema medioambiental, una vez ocurrido, debe atacarse de la
forma más próxima a la fuente que sea posible. Esta proximidad no tiene solo un componente
geográfico o espacial, sino que también hace referencia al tiempo de actuación.

En otras palabras, la actuación para remediar la contaminación debe ejercerse lo más cerca
posible de la fuente y lo más pronto posible a partir del momento en el que se inicia el episodio
de contaminación.

Contaminador–pagador

Es el conocido como “el que contamina paga”. No pretende exigir responsabilidad por la
contaminación causada, sino garantizar el pago de los costes ambientales, tradicionalmente
externalizados y no asumidos por aquel que los estaba originando. Garantiza el pago de la
contaminación mediante la repercusión del coste ambiental al precio de los productos
contaminantes, mediante cánones, impuestos, tasas u otros tributos ambientales.

Se relaciona con los principios de prevención y de corrección en la fuente, ya que trata de que no
se produzca la contaminación, haciendo que esta no resulte rentable.

Subsidiariedad

La subsidiariedad es un principio general del Derecho que, en el caso del Derecho Ambiental,
adquiere especial importancia por su relación con el principio de corrección en la fuente, con el
de responsabilidad compartida y con el de participación.

Constituye el otro extremo de la frase “pensar globalmente, actuar localmente”, puesto que
implica la ejecución y toma de decisiones en la instancia más próxima al problema siempre que
pueda resolverse satisfactoriamente.

Participación

Según el art. 45 de la CE: “Todos los españoles tienen el derecho a disfrutar de un ambiente
adecuado y el deber de conservarlo”. Este precepto constitucional, unido a que el Derecho
Ambiental es eminentemente administrativo, tiene como consecuencia la necesidad de
participación ciudadana de tipo administrativo en temas medioambientales.

La normativa ambiental recoge diversas formas de participación ciudadana, tanto de tipo


orgánico (Consejos Consultivos de Medio Ambiente) como de tipo funcional (encuestas, trámites
de información pública, vigilancia ambiental, etc.).
BIBLIOGRAFIA

PCC 2007, Summary for Policymakers, in Climate Change 2007: Impacts, Adaptation
and Vulnerability. Contribution of Working Group II to the Fourth Assessment Report of
the Intergovernmental Panel on Climate Change, Cambridge University Press,
Cambridge, UK, p. 17.
IPCC, 2013: Summary for Policymakers. In: Climate Change 2013: The Physical Science
Basis. Contribution of Working Group I to the Fifth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate Change [Stocker, T.F., D. Qin, G.-K. Platters, M.
Tignor, S.K. Allen, J. Bunching, A. Nauels, Y. Xia, V. Bex and P.M. Middle (eds.)].
Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom and New York, NY, USA.

USGCRP 2014, Third Climate Assessment.


USGCRP 2017, Fourth Climate Assessment.

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