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INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITÉCNICO

“SANTIAGO MARIÑO” AMPLIACIÓN MARACAIBO


ECOLOGÍA, AMBIENTE Y ACTIVIDADES DE FORMACIÓN CULTURAL
DOCENTE: DRTE. ALIDA LABARCA

PRINCIPALES PROBLEMAS AMBIENTALES GLOBALES

Las características particulares que tienen los seres humanos han hecho que
su relación con el entorno se haya ido modificando en la medida que fue alcanzando
su desarrollo intelectual. En un inicio solo se buscaba la sobrevivencia, pero luego,
en su afán por alcanzar mejores condiciones de vida se han causado daños a la
naturaleza, muchos de ellos irreversibles. Saber cuáles son los principales
problemas ambientales del complicado mundo de hoy, conocer sus causas y
consecuencias nos da la posibilidad de pensar en soluciones viables y en priorizar
tanto los problemas como nuestros esfuerzos para solventarlos. También nos
muestra una idea de la magnitud de la transformación que requerimos para
encontrar un camino posible que garantice la permanencia de la civilización, esto es
un camino sostenible.

En el concepto de sostenibilidad tienen cabida las relaciones de mutua


dependencia entre las especies, así como el flujo de energía y la circulación de la
materia que ocurre en el ambiente. Estos procesos, para su estudio, deben ser
comprendidos como un todo estructurado y organizado. A continuación se
muestran los principales problemas ambientales globales, estableciendo sus causas
y consecuencias y prestando atención a las posibles soluciones que hasta ahora se
han planteado para enfrentarlos. Entre ellos tenemos:

Cambio Climático

Para comprender el cambio climático, es necesario tener presente las diferencias


entre los términos tiempo y clima, considerados, por desconocimiento, como
sinónimos. En primer lugar, entenderemos por tiempo atmosférico al conjunto de
variaciones en las características de la atmósfera (nubosidad, radiación,
temperatura, humedad, entre otros) que ocurren en horas o días, en un lugar
determinado. Es la información que nos suministran los medios de comunicación a
diario y que nos permite tomar la previsión de salir con un abrigo o con una
sombrilla. El tiempo atmosférico puede cambiar a lo largo del día y es por ello que en
la mañana podemos tener un tiempo soleado y horas más tarde pasar a un tiempo
nublado.

Por su parte el concepto de clima es entendido como el patrón promedio de las


condiciones atmosféricas prevalecientes que tiene el tiempo en un determinado
lugar. El clima depende de variables atmosféricas como la temperatura, la
precipitación, la humedad y la presión que se mantienen estables en largos períodos
de tiempo (décadas o cientos de años); determina la vegetación, la fauna, y en fin,
las características físicas y biológicas de ese lugar. En este sentido podremos
entender que un área puede tener diferentes tiempos meteorológicos, pero un solo
clima.

Cuando un parámetro meteorológico como la precipitación o la temperatura se


sale de su valor promedio de muchos años, se habla de una anomalía climática
ocasionada por fuerzas internas, como son las inestabilidades en la atmósfera y/o en
el océano, o por fuerzas externas, como son los cambios en la intensidad de la
radiación solar recibida o en las características de la Tierra (contaminación, cambios
en el uso de suelo, etc.) que son el resultado de la actividad humana.

Según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en
inglés), el cambio climático es una alteración en el estado del clima identificable,
mediante análisis estadísticos, a partir de un cambio en el valor medio o en la
variabilidad de sus propiedades, que persiste durante un período prolongado de
tiempo, generalmente cifrado en decenios o bloques temporales más largos. Denota
todo cambio del clima a lo largo de un período de tiempo, tanto si es debido a la
variabilidad natural como si es consecuencia de la actividad humana.

Por su parte, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio


Climático (CMNUCC) define a éste fenómeno como un cambio del clima atribuido
directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la
atmósfera mundial y se suma a la variabilidad natural observada durante períodos
de tiempo comparables.

Es importante mencionar que el IPCC indica que la influencia humana sobre el


sistema climático es clara y afirma que el cambio climático es inequívoco. Evidencia
de ello es que la temperatura de la atmósfera y los océanos ha aumentado, la
cantidad de hielo y nieve ha disminuido, el nivel del mar se ha elevado y la
concentración de gases de efecto invernadero (fenómeno del que hablaremos más
adelante) se ha incrementado.

El cambio climático es un problema global complejo que representa un nuevo reto


para la humanidad, pues implica distintos aspectos, tanto ambientales, sociales,
culturales y económicos, como políticos. Aunque los impactos globales no sean muy
dramáticos a corto plazo, es importante trabajar hoy a nivel local, regional y nacional
para reducir las consecuencias en el futuro.

Medidas para reducir el cambio climático

1. Cambiar los hábitos para la movilización: Caminar, andar en bicicleta o usar


el transporte público, en lugar del carro reducirá las emisiones de carbono. También
podemos compartir nuestro vehículos con vecinos y amigos para ir juntos a un lugar
determinado. Ciclismo, Andar En Bicicleta, Diversión

2. Ahorrar energía: Poner la ropa húmeda al sol en lugar de utilizar secadoras y


tratar de ahorrar al máximo electricidad, usar temperaturas más altas para enfriar las
habitaciones o más bajas para calentarlas. Aislar el techo de la casa para evitar la
pérdida de calor durante los inviernos, apagar y desenchufar los aparatos
electrodomésticos cuando no estén en uso y verificar que al adquirir nuevos equipos
estos hagan un uso eficiente de la energía. También se puede adoptar una fuente de
energía renovable para algunas de las necesidades del hogar, como los
calentadores solares de agua.

3. Consumir alimentos de temporada y de origen local: esta acción favorece la


reducción del transporte de estos alimentos desde los lugares donde se producen
hasta los lugares de venta, reduciendo a su vez las emisiones de GEI

4. Reducir y reutilizar: Nos han hablado de los beneficios del reciclaje una y otra
vez a lo largo de nuestras vidas, pero lo cierto es que el transporte y procesamiento
de los materiales para el reciclaje también conlleva la emisión de dióxido de
carbono. Por eso, reducir los desechos y tratar de reutilizar los materiales ya
utilizados, pueden marcar un cambio.
5. Informar y educar a los demás: reunir a los vecinos, compañeros de trabajo,
familiares y amigos para compartir alternativas que permitan establecer una vida
comunitaria sostenible es también un paso importante.

6. Plantar y mantener lo plantado: Hemos visto como el principal gas de efecto


invernadero es el dióxido de carbono y es por ello que cuando plantamos árboles
estamos contribuyendo a aumentar la superficie de absorción de este gas. A veces
nos conformamos con plantas pero para garantizar que lo plantado va a cumplir su
misión debemos asegurarnos de hacer un mantenimiento adecuado.

Calentamiento Global

Aunque los términos cambio climático y calentamiento global en muchos casos se


utilizan como sinónimos, no lo son. Ambos intentan señalar que hay una
modificación exagerada en la temperatura de la Tierra asociada a daños en el
ambiente. Veamos a continuación la definición de lo que es el calentamiento global
para establecer las diferencias entre uno y otro. Una de las causas del cambio
climático es el calentamiento global, el cual involucra el incremento continuo de la
temperatura media de la Tierra cerca de su superficie (conocido como efecto
invernadero, del cual hablaremos más adelante). Este fenómeno es ocasionado,
mayormente, por aumentos en las concentraciones de ciertos gases en la atmósfera,
especialmente el CO2. El calentamiento global está provocando que los patrones del
clima cambien; sin embargo, en sí, es sólo uno de los aspectos involucrados en el
cambio climático.

Efecto Invernadero

En condiciones normales, cuando la luz del sol alcanza la superficie terrestre, ésta
puede ser reflejada de vuelta hacia el espacio o absorbida por la Tierra. Aunque la
atmósfera la deja pasar, una tercera parte de esta energía es reflejada por las nubes
y la nieve, y se regresa al espacio, sin calentar nada; a este efecto se le llama
albedo. El resto de la energía alcanza la superficie terrestre y marina, las cuales la
absorben y calentándose. Posteriormente, es remitida de regreso al espacio en
forma de calor (conocida también como radiación infrarroja).
Los gases de efecto invernadero (GEI), como el vapor de agua (H2O(v)), el
dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH), atrapan parte de esta radiación
infrarroja, lo que evita la pérdida de calor hacia el espacio, regresándola hacia la
superficie. Este proceso natural es al que comúnmente se le conoce como efecto
invernadero y es el que permite conservar una temperatura global promedio, en la
Tierra, de aproximadamente 15ºC; de no ser por él la temperatura descendería a -
18ºC haciéndose imposible el desarrollo de la vida.

Dado que la atmósfera es uno de los factores más importantes en el control de la


temperatura en cualquier planeta, es fácil entender por qué las modificaciones en su
composición pueden alterar su balance energético.

Desde la revolución industrial, que comenzó alrededor de 1750, las actividades


humanas han contribuido sustancialmente al calentamiento global, al incrementar las
concentraciones de CO2 y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera,
ocasionado que la temperatura de la superficie terrestre se eleve.

La principal actividad humana que impacta en el aumento y la tasa del cambio


climático es la quema de combustibles fósiles, debido a sus altas emisiones
contaminantes. Las industrias, la generación de electricidad, el transporte, la
agricultura, entre otros, son los responsables de la mayor generación de gases de
efecto invernadero, los cuales se acumulan en la atmósfera haciendo imposible la
salida de la radiación en forma de calor, lo que finalmente produce el aumento de las
temperaturas.

Los principales gases de efecto invernadero son los siguientes:

Dióxido de carbono (CO2): es el principal GEI emitido por las actividades


humanas. El CO2 se encuentra presente en la atmósfera de la Tierra de manera
natural como parte de ella.

Sin embargo las actividades antropogénicas han alterado este ciclo, aumentando
la concentración atmosférica de CO2 y disminuyendo la habilidad de captación de
los sumideros naturales, como los bosques. La quema de combustibles fósiles
convencionales (carbón, gas natural, y petróleo) para la generación de electricidad,
el uso en el transporte y algunos procesos industriales (como la producción de
cemento) son las actividades que contribuyen mayoritariamente a las emisiones de
CO2, además de los cambios de uso de suelo.

Metano (CH4): Es el segundo GEI en abundancia emitido por actividades


humanas. Su tiempo de vida en la atmósfera es más corto que el del CO2, pero
tiene mayor eficiencia al atrapar la radiación infrarroja

4. Disminución de la Capa de Ozono

La capa de ozono es una fina capa de la atmósfera que recubre toda la Tierra. Es
llamada también ozonósfera, tiene de 15 a 30 Km de espesor y está compuesta, en
su mayoría, por ozono. Este es un gas incoloro, compuesto por tres átomos de
oxígeno, que absorbe los componentes dañinos de la luz solar, conocidos como
rayos ultravioleta, ultravioleta B o UV-B.

En los últimos años la actividad de los seres humanos hizo que la capa de ozono
comenzara a deteriorarse. La causa de esta situación es la emisión de
clorofluorocarbonos (CFC), hidrocarburos hidrogenados inventados en 1930 para ser
utilizados en el enfriamiento de neveras, limpieza de delicados equipos electrónicos,
fabricación de aerosoles y atomizadores, producción de animes sintéticos y
manufacturación de contenedores de alimentos.

En 1974 los investigadores Sherwood Rowland y Mario Molina estudiaron los


efectos de los CFC en la atmósfera, concluyendo que estas sustancias dañaban la
capa de ozono porque reaccionan muy agresivamente contra ella destruyendo sus
moléculas. Esto hace que la capa de ozono se adelgace o se pierda, incrementando
la penetración de los rayos ultravioleta a nivel de la superficie terrestre, lo que trae
como consecuencia, entre otros efectos, el aumento en los cánceres de piel y de las
cataratas oculares, así como también es responsable de la depresión del sistema
inmunulógico.

El adelgazamiento de la capa de ozono es más notorio en las zonas polares,


observándose con más frecuencia durante la primavera, seguido de una
recuperación durante el verano.
Uno de los mecanismos legales que existen para proteger la capa de ozono es el
Protocolo de Montreal, acuerdo internacional que busca eliminar la producción y
comercialización de sustancias como los clorofluorocarbonos (CFC). Para que la
capa de ozono se recupere se necesita que los controles de Protocolo de Montreal
se cumplan, es decir que las emisiones de gases que perjudican a la capa de ozono
y sus concentraciones sigan disminuyendo hasta desaparecer totalmente.

Una de las acciones que como ciudadanos podemos llevar a cabo para contribuir
con la solución a este problema ambiental global es evitar el uso de todas aquellas
sustancias que contengan CFC.

5. Pérdida de Biodiversidad

El término biodiversidad o diversidad biológica se aplica comúnmente para


describir la cantidad, variedad y variabilidad de los organismos vivos que existen en
la Tierra. Comprende la diversidad dentro de cada especie (diversidad genética) así
como la diversidad entre las especies y ecosistemas de los cuales estas forman
parte.

Se estima que alrededor del 40% de las actividades económicas del mundo
(agricultura e industria) así como el 80% de los productos que necesitan los países
(alimentos, medicina, materiales para la construcción y vestido) tienen su origen en
la diversidad biológica.

De la biodiversidad podemos tener diversos beneficios, unos más fáciles de


percibir que otros:

1. De abastecimiento: alimentos, agua dulce, materiales para la construcción,


combustibles, medicinas.

2. De regulación: del clima, control de la erosión, purificación del agua.

3. De soporte: Formación del suelo, reciclaje de nutrientes, productividad primaria.

4 Culturales: estéticos, espirituales, recreativos, educativos.


A pesar de estos múltiples beneficios que se obtienen de la diversidad biológica,
esta está siendo destruida rápidamente, debido a la presión que ejercen sobre los
ecosistemas el desarrollo urbano, agrícola y pecuario, así como la explotación
forestal.

Entre los factores directos que impactan y amenazan a las especies están:

1. Pérdida de hábitats. La pérdida y deterioro de los hábitats es la principal causa


de pérdida de biodiversidad. Al transformar selvas, bosques, matorrales, pastizales,
manglares, lagunas, y arrecifes en campos agrícolas, ganaderos, granjas
camaroneras, presas, carreteras y zonas urbanas, destruimos el hábitat de miles de
especies. Muchas veces la transformación no es completa pero existe deterioro de la
composición, estructura o función de los ecosistemas que impacta a las especies y a
los bienes y servicios que obtenemos de la naturaleza.

2 Especies invasoras. La introducción de especies no nativas (exóticas) que se


convierten en invasoras (plagas) es una causa muy importante de pérdida de
biodiversidad. Estas especies que provienen de sitios lejanos de manera accidental
o deliberada, depredan a las especies nativas, compiten con ellas, transmiten
enfermedades, modifican los hábitats, causando problemas ambientales,
económicos y sociales. Algunas muy conocidas son las ratas y ratones de Asia, el
lirio acuático de Sudamérica y el pez león del Pacífico Oeste y Oceanía.

3. Sobreexplotación. La sobreexplotación es la extracción de individuos de una


población a una tasa mayor a la de su reproducción. Cuando esto sucede la
población disminuye. Esta ha sido la historia de muchas especies que se ha
explotado por distintas razones: las ballenas, los peces, venados, cactus, orquídeas.
Muchas de ellas se encuentran en peligro de extinción. Algunas especies son más
vulnerables que otras por sus características biológicas como: distribución
restringida, abundancia baja, tasa alta de mortalidad, tasa reproductiva baja, entre
otras. Las actividades de cacería, tala, pesca, comercio ilegal de especies con
distintos fines afectan a las especies al sobreexplotar sus poblaciones. Los
compradores de organismos y productos ilegales son cómplices de la
sobreexplotación.
4. Contaminación. El aumento en la presencia de sustancias químicas en el
ambiente como resultado de las actividades humanas tiene graves consecuencias
para muchas especies. Las actividades industriales, agrícolas, ganaderas y urbanas
contribuyen sustancialmente a la contaminación del aire, agua y suelos. Por mucho
tiempo la contaminación fue un problema de una escala espacial pequeña, sin
embargo actualmente la producción de contaminantes afecta a todo el planeta.
Algunos contaminantes han debilitado la capa de ozono que protege a los seres
vivos de las radiaciones ultravioletas del Sol, mientras que otros han provocado el
calentamiento global. La contaminación del agua, del suelo y del aire afecta
directamente a muchos organismos aun en lugares remotos. Además de sustancias
químicas también se considera al exceso de energía como sonido, calor o luz como
un contaminante, y a los organismos transgénicos.

5 Cambio climático. El cambio climático afecta la distribución de ecosistemas y


especies, provoca el aumento en el nivel del mar, la desaparición de glaciares y de
grandes extensiones de corales, produce climas impredecibles y extremos,
afectando a todos los organismos del planeta. Muchos de ellos ya están
respondiendo a esta nueva dinámica a través de cambios en su distribución y
haciendo migraciones.

Medidas para Reducir la Pérdida de Biodiversidad

1. Reducir el uso de pesticidas y fertilizantes: Los pesticidas y fertilizantes


tienen malas repercusiones en las poblaciones de vida silvestre, además, al correr
como desechos por las tuberías de agua tienen efectos adversos en las plantas y en
los animales.

2. Reducir, reutilizar y reciclar: El daño a diversos hábitats y la cantidad de


energía necesaria será menor cuando se reutilizan o reciclan recursos para fabricar
nuevas cosas, además de que se generarán menos residuos que van al vertedero.

3. Comprar productos respetuosos con el medio ambiente: Esto reduce la


contaminación química de los hábitats tanto durante la fabricación como cuando
esos productos químicos pasan por el desagüe. Comprar productos “cruelty free”
(“libres de crueldad”) para dejar de respaldar a las empresas que prueban sus
productos comerciales en animales.

4. Comprar comidas y bebidas locales y/u orgánicas: Esto ayuda a reducir los
fertilizantes y pesticidas que entran en el medio ambiente, lo que a su vez reduce los
impactos negativos en los insectos cercanos a la localidad que ayudan a la
polinización y al control de plagas. Los mercados de agricultores y las cooperativas
agrícolas apoyadas por la comunidad son una forma excelente y rentable de
comprar comidas locales y orgánicas. Los alimentos producidos localmente no
requieren tanto combustible para transportar y, como ventaja adicional, saben mejor
ya que fueron elegidos hace uno o dos días. Comprar alimentos con la menor
cantidad de empaque posible y llevar bolsas reutilizables para guardar lo adquirido
so hábitos que contribuyen a disminuir la contaminación, a proteger los hábitats y
por tanto a conservar la biodiversidad.

5. Comprar comida marina cosechada de manera sostenible: Esto evita la


captura incidental de otras especies. Muchas embarcaciones de arrastre destruyen
el hábitat del fondo marino destruyendo los bosques de manglares que son
importantes como viveros para especies de peces silvestres.

6. Ser más consciente de lo que se consume: Se puede ayudar a proteger la


biodiversidad mediante el consumo de productos que no perjudiquen el medio
ambiente. Las “ecoetiquetas” permiten a los consumidores determinar qué productos
son verdes, seguros y ambientalmente sostenibles.

7. Reducir la demanda de energía: Esta acción Disminuirá la liberación de


dióxido de carbono a la atmósfera, reduciendo el cambio climático y la alteración de
diversos hábitats ocasionada por la exploración y extracción de combustibles fósiles.

8. Utilizar especies nativas de su localidad en jardines privados y espacios


públicos: Las plantas nativas están bien adaptadas a las condiciones locales y
proporcionan un jardín de bajo mantenimiento, resistente a la sequía y pueden
prevenir inundaciones locales.
9. No adquirir especies de flora y fauna silvestres: esto disminuye la presión
ejercida sobre animales y plantas por el comercio ilegal, actividad que atenta contra
el equilibrio de la naturaleza al extraer parte de sus componentes esenciales.

6. Generación de Desechos Sólidos

Iniciaremos por establecer la diferencia entre desechos y residuos. Los primeros


son todos aquellos materiales resultantes de cualquier proceso u operación que ya
no pueden ser utilizados, recuperados o reutilizados; los residuos, por su parte, son
los restos que no tienen valor para el usuario pero si lo tienen al ser recuperados e
incorporados nuevamente al ciclo de vida de los productos.

Los residuos sólidos tienen como características principales que son inertes,
fermentables, combustibles, tóxicos, infecciosos e inflamables. Asimismo, están
conformados por materiales orgánicos, que se descomponen fácilmente como
hojas, ramas, cáscaras y alimentos del hogar; inorgánicos, cuya degradabilidad es
larga como plásticos, telas sintéticas, papel o vidrio, y peligrosos, como el material
médico quirúrgico, pilas y baterías, ácidos y sustancias químicas corrosivas, entre
otros.

Los residuos sólidos según su origen pueden ser: domiciliarios (hogar,


comunidades), industriales (fabricas-empresas), hospitalarios (hospital, desechos
médicos, quirúrgicos), comerciales (negocios, tiendas), urbanos (poblaciones,
residencial), espaciales (objetos o fragmentos artificiales). La generación de residuos
sólidos es un problema que merece prioridad y atención. Se ha convertido hoy en
día en uno de los problemas ambientales más apremiantes por la actitud
irresponsable de los seres humanos de comprar, consumir y botar. El manejo
inadecuado de los residuos sólidos es un problema, no solo medioambiental, sino
también de salud y económico. Cada año, se generan en todo el planeta entre 7,000
y 10,000 millones de toneladas de residuos.

De acuerdo con el Banco Mundial en el curso de los próximos 30 años la


generación de desechos a nivel mundial, impulsada por la rápida urbanización y el
crecimiento de las poblaciones, aumentará de 2010 millones de toneladas
registradas en 2018 a 3400 millones. Los países de ingreso alto, si bien representan
el 16% de la población mundial, generan más de un tercio (34%) de los desechos
del mundo. La región de Asia oriental y el Pacífico genera casi un cuarto (23%) del
total; se espera que para 2050 la generación de desechos en las regiones de África
del sur del Sahara y Asia meridional se triplique y se duplique con creces,
respectivamente.

Los plásticos son especialmente problemáticos. Si no se recolectan y gestionan


adecuadamente, contaminarán y afectarán los cursos de aguas y los ecosistemas
durante cientos, sino miles, de años. Solo en 2016 se generaron en el mundo 242
millones de toneladas de desechos de plásticos, que representan el 12% del total de
desechos sólidos.

Existen alternativas y acciones para eliminar o reducir los residuos sólidos como
son: promover y fomentar la educación ambiental que logra la concienciación sobre
la problemática actual, fomentar la cultura del reciclaje para reintegrar los residuos
al ciclo productivo, inculcar hábitos ecológicos para la protección del medio
ambiente, una gestión integral de los residuos, respetar y cumplir el marco legal,
aplicar las tres R del reciclaje (reducir, reciclar y reutilizar), hacer una valoración
energética y un vertido controlado. De igual manera, existen técnicas o estrategias
como son los vertederos, el compostaje y la digestión anaeróbica, el tratamiento
mecánico biológico, la pirólisis y la gasificación.

Alternativas y Acciones para Eliminar o Reducir los Residuos Sólidos

Existen alternativas y acciones para eliminar o reducir los residuos sólidos, las
conocidas como 3R:

1. Reducir el consumo de acuerdo con la necesidad: Se trata de evitar la


compra de productos superfluos que responden más al capricho y al impulso que a
una necesidad real; de optar por los envases grandes en lugar de un gran número
de envases pequeños que conformen la misma cantidad de producto; de evitar el
usar y tirar que supone un derroche de envases.

2. Reutilizar: implica otorgar una segunda vida a los productos que se desechan
después de un primer uso. A veces, los productos mantienen su función, como
cuando se conservan las botellas, botes o envases para almacenar algo distinto a lo
que contuvieron originalmente. En otras ocasiones, los objetos adquieren otras
finalidades distintas a aquellas para las que se concibieron. Esto ocurre, por
ejemplo, con las cajas de madera que se transforman en estanterías o asientos, las
botellas que se convierten en lámparas o vasos, y en mil transformaciones en las
que la creatividad se aplica para satisfacer una necesidad nueva.

3. Reciclar: existe un tratamiento diferencial de los residuos. El vidrio se puede


reciclar hasta cuarenta veces, el plástico se puede fundir para generar nuevos
objetos, y el papel se puede transformar en nuevo papel o cartón. Los residuos
orgánicos se pueden transformar en compost, simplemente enterrándose hasta que
se descompongan en un abono de alta calidad. La separación de la basura en los
hogares, entre residuo orgánico y los citados, y su depósito en el lugar adecuado,
permiten un tratamiento distinto de cada tipo de basura, y un aprovechamiento
máximo de las oportunidades de reciclaje de cada material. De igual manera, existen
técnicas o estrategias como son los vertederos, el compostaje y la digestión
anaeróbica, el tratamiento mecánico biológico, la pirólisis y la gasificación.

Existen casos de éxito en el manejo de los residuos:

1. La región belga de Flandes, ha alcanzado uno de los más altos índices de


Europa en desvío de residuos del vertedero, pasando de cerca de cero en 1980 a
más del 70% en 2013. Esto fue posible con una hábil combinación de políticas
sociales, fiscales y legales, como la educación para la prevención de residuos, la
creación de centros de reutilización o la implantación de sistemas de “pago por
generación”, basado en el principio de “quien contamina paga”.

2. En Bolivia la inclusión de los recicladores informales en el sistema de gestión


de residuos municipales, dio como resultado, la recogida y tratamiento de 29.000
toneladas de residuos y la creación de 443 empleos verdes. Un programa similar en
la capital de Colombia, Bogotá, ha conseguido desviar del vertedero 1.200 toneladas
diarias de basura y dar empleo a 8.250 personas.

3. En Kenia, una organización sin ánimo de lucro, junto con el sector privado, ha
puesto en marcha dos iniciativas para tratar los residuos de aparatos eléctricos y
electrónicos del país. Entre ellas procesan más de 30 toneladas de basura
electrónica al mes, vendiendo los materiales recuperados y depositando de forma
segura los residuos peligrosos. Estas instalaciones están acercándose rápidamente
a la autosostenibilidad, demostrando que el reciclaje seguro puede ser un modelo de
negocio exitoso también en los países en desarrollo.

Con un manejo inteligente de los residuos, los países podrían reducir los costos
de eliminación de la basura y al mismo tiempo obtener un beneficio adicional con las
materias primas recuperadas.

7. Contaminación del Agua

La contaminación es la acción y el efecto de introducir materias o formas de


energía, o inducir condiciones en el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen
una alteración perjudicial de su calidad en relación con los usos posteriores o con su
función ecológica

Del total de agua existente en el planeta, únicamente el 3% es agua dulce. Pero


de este porcentaje, la mayoría (el 79%) está en forma de hielo (por lo que no está
disponible para su uso) y el resto se encuentra en estado líquido: en forma de aguas
subterráneas (el 20%), y únicamente el 1% restante, como aguas superficiales.

El agua dulce es el recurso renovable más importante, pero la humanidad está


utilizándolo y contaminándolo más rápidamente de lo que necesita para reponerse.
Efectivamente, las aglomeraciones en las grandes ciudades, la mejora en la calidad
de vida, el rápido desarrollo industrial, el incremento del turismo y la agricultura, las
actividades de ocio, entre otras acciones, hacen que este escaso porcentaje se vaya
reduciendo de forma natural y que su composición se vea notablemente alterada.
Para agravar el problema, el ciclo hidrológico es cada vez menos previsible ya que el
cambio climático altera los patrones de temperatura establecido en todo el mundo.

La contaminación de las aguas superficiales y subterráneas (ríos, embalses,


acuíferos y mar) es producto de las actividades del hombre; éste agrega al agua
sustancias ajenas a su composición modificando la calidad de la misma. Lo primero
que hay que tener en cuenta es que la contaminación del agua puede proceder de
muchos lugares y tomar diversas formas. De este modo, la contaminación del agua
se puede dividir en dos grandes grupos, la contaminación física y la contaminación
química:
1. Contaminación Física: cuando hablamos de contaminación física estamos
haciendo referencia principalmente a la basura que se puede ver a simple vista,
como por ejemplo los plásticos que se consumen habitualmente.

2. Contaminación Química: por otro lado, cuando se habla de contaminación


química, estamos haciendo referencia a aquellos contaminantes que, estando
presentes en el agua, no se pueden ver a simple vista, pero que conlleva que esa
agua no pueda ser potable. En este sentido, estamos hablando por ejemplo de
pesticidas químicos, o bacterias fecales, subproductos de la industria o, incluso, el
plástico en su tamaño más pequeño, los denominados nano plásticos

Tanto si se trata de contaminación física como química, la contaminación del agua


procede siempre de la actividad humana. En este sentido, no existe una
diferenciación considerable entre contaminación química o física. De hecho, si
pensamos en la contaminación que produce un ciudadano medio, podemos pensar
en la basura que produce de forma diaria, que sería contaminación física; o en el
uso de productos de cosmética o higiene, que liberarían en el agua agentes
químicos contaminantes, lo que conlleva a la contaminación química del agua.

Así mismo, más allá de la contaminación producida por el ciudadano medio,


merecen una mención especial las grandes empresas. Debido a que su volumen de
actividad es mucho mayor, el uso de agua que hacen también lo es, y con él su nivel
de contaminación. De hecho, la agricultura y la industria son dos de los sectores que
más contaminan el agua junto con el del transporte. De este modo, debido a que son
sectores de los que no podemos prescindir, es necesario reformular sus actividades
y su manera de trabajar para que se reduzca, lo más posible, el impacto que tienen
en el medio ambiente en su conjunto y en los recursos hídricos en concreto.

Alternativas de Solución Posibles al Problema de la Contaminación del Agua

Como es evidente, la única forma de solucionar el problema de la contaminación


del agua es no contaminarla y limpiar la que ya está contaminada. De este modo, se
puede evitar y minimizar la contaminación que termina destruyendo tanto acuíferos
como reservas hídricas de otro tipo, por lo que se trata de una batalla que debe
librarse al mismo tiempo en todos los frentes.

Entre las acciones que se pueden realizar tenemos:

1. Reducción de nutrientes y plaguicidas químicos

Los fertilizantes y pesticidas químicos son dos de los elementos que más
contaminan el agua cuando se usan en la agricultura intensiva. Estos productos
químicos terminan en la tierra y pasan a los acuíferos. En su lugar, basta con hacer
uso de nutrientes y plaguicidas naturales, lo que permite el desarrollo de una
agricultura ecológica y sostenible.

2. Reducción y tratamiento de las aguas residuales

El verter las aguas residuales en ríos y mares sin tratar correctamente es uno de
los mayores problemas que presenta la contaminación del agua, ya que las aguas
residuales conllevan una alta contaminación física del agua (un buen ejemplo son
las toallitas de inodoro), así como una altísima contaminación química derivada de
todos los productos químicos y biológicos que arrastran estas aguas consigo. La
mejor forma de reducir estas aguas residuales es hacer un uso eficiente del agua,
reducir lo más posible el uso de productos químicos que puedan contaminarla y, lo
más importante de todo, que las administraciones públicas implementen las
infraestructuras necesarias para que estas aguas sean devueltas al medio ambiente
habiendo sido depuradas previamente.

3. Reducción de la deforestación

Los bosques son uno de los principales almacenes de agua, tanto a nivel de
atmósfera como de subsuelo. Al aumentar las masas forestales se consigue mayor
presencia de agua dulce en estos entornos, lo que aumentan las reservas de agua
de los acuíferos. Además, los bosques actúan como depuradores de muchos de los
contaminantes que vertemos al medio ambiente, por lo que su presencia ayuda a
contrarrestar la contaminación química en su conjunto.

4. Reducción del consumo de agua en agricultura e industria

La agricultura y la industria son dos de las actividades humanas que más agua
consumen en su desarrollo. Ambos sectores son fundamentales para la vida
humana. De este modo, como no se puede prescindir de ellos, lo que hace falta es
implementar acciones que aumenten la eficiencia del uso de sus recursos, incluida el
agua. En este sentido, una buena opción es el uso de aguas grises depuradas para
la agricultura. Estas aguas no son aptas para el consumo humano al no ser
potables, pero sí que son útiles a la hora de regar cultivos. En el caso de la industria,
maquinarias más eficientes, así como procesos que no requieran del uso de tanta
agua permiten reducir la contaminación de la misma, ya que el volumen de agua
contaminada es menor. Así mismo, también es fundamental que las aguas
residuales de la industria sean depuradas antes de ser devueltas al medio ambiente.

5. Reducción de los desechos

No debemos olvidarnos de los desechos que se producen diariamente tanto en


los trabajos como en los hogares. En este sentido, optar por productos con pocos
envoltorios, así como llevar a cabo una correcta clasificación y reciclaje de los
residuos es uno de los elementos que más puede ayudar a disminuir la
contaminación.

6. Reducción de agentes especialmente peligrosos: aceites y baterías

Los aceites contaminan el agua de muchas maneras pero, entre ellas, al evitar la
correcta oxigenación de los ríos, conlleva un daño para la biodiversidad
especialmente importante. Lo correcto para evitarlo será ir almacenando el aceite
usado y llevarlo a un punto limpio cuando el recipiente esté lleno. Así mismo, las
baterías y las pilas están fabricadas con muchos minerales pesados que son
especialmente contaminantes del agua. De hecho, metales pesados como el cromo
y el mercurio, actualmente presentes en muchos de los pescados que se consumen
habitualmente proceden de estos residuos. Por ello, es fundamental llevarlos a un
punto limpio donde puedan ser gestionados de forma adecuada.

7. Reducción del uso de plásticos

El plástico es un material que se degrada a una velocidad muy lenta y que


permanece en el medio ambiente durante cientos de años, terminando por pasar a la
cadena trófica y contaminando ríos y mares. Podemos encontrar desde plásticos de
gran tamaño a microplásticos (plásticos muy pequeños pero visibles) o nano
plásticos (plásticos microscópicos que no son visibles pero que sí que contaminan el
agua). La mejor forma de evitar esta contaminación es prescindir de los plásticos de
un solo uso y, cuando usemos plásticos, reciclarlos siempre.

8. Leyes más restrictivas

Leyes más restrictivas que prohíban el uso de agentes contaminantes (pesticidas


como el glifosato, uso de toallitas de inodoro, cuberterías de plástico, etc.), así como
leyes que obliguen a que las aguas residuales de cada sector sean depuradas antes
de ser devueltas al medio ambiente, son fundamentales a la hora de evitar la
contaminación del agua.

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