Está en la página 1de 61

UNIVERSIDAD

esan

PREGRADO UESAN

= Asignatura: Pensamiento crítico.

= Lectura: Nosich, Gerald. M. (2003). Capítulo 1: ¿Que es el


pensamiento crítico? En: Aprende a pensar (60 Págs).
Madrid:

El presente material se pone a disposición de manera gratuita, para


uso exclusivo de los alumnos de pregrado de la Universidad ESAN y es
sólo para fines académicos, de acuerdo con lo dispuesto por la
legislación sobre los derechos de autor. Decreto Legislativo N” 822, En
tal sentido, se deja constancia, que la difusión de este documento
bibliográfico, está expresamente prohibida, por estar destinado
únicamente para uso académico en el presente curso.

Julio del 2012


¿Qué es el
pensamiento
analítico*?

Con frecuencia, una buena forma de iniciar el proceso del pen-


samiento analítico acerca de un asunto es reflexionar consciente-
mente acerca de él, antes de leer o escuchar presentación alguna
al respecto. Por ello, si vas a estudiar biología, sociología o lite-
ratura, una buena forma de empezar es hacer una reflexión pre-
via: escribe algunas de las ideas principales que ya tengas acerca
de la materia antes de asistir a clase. Esto te permitirá practicar la
escucha activa en lugar de recibir pasivamente la información. Te
ayudará a tomar conciencia de tus supuestos acerca del tema, pa-
ra que puedas evaluarlos con mayor precisión a la luz de lo que
vas a leer y escuchar más tarde.

Empieza por examinar tu propio concepto del pensamiento


analítico. Antes de iniciar la lectura de este texto, responde a
las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es tu concepto del pensamiento analítico?
Puedes responder con una definición o una descripción.
Una forma alternativa es utilizar ejemplos.
2. Describe una situación en la que hayas reflexionado ana-
líticamente.
3. Describe una situación en la que no hayas reflexionado
analíticamente.

* N. del R. T.: Se ha traducido el término original Critical Thinking por «pen-


samiento analítico». La expresión «pensamiento crítico» está asociada en español
a reflexiones y análisis que cuestionan el statu quo social, político, económico, etc.
==)
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Algunas definiciones del pensamiento analítico


Veamos tres definiciones del pensamiento analítico proce-
dentes de investigadores líderes. Primero, la definición clásica
de Robert Ennis ':
El pensamiento analítico es razonable, es un pensamien-
to reflexivo centrado en decidir lo que creer o hacer.
A continuación, la definición de Matthew Lipman ?:
El pensamiento analítico es un pensamiento muy hábil y
responsable que conduce a un juicio correcto, debido a
que se basa en el contexto, se apoya en criterios y se
corrige a sí mismo.
Finalmente, en presentaciones informales, Richard Paul utiliza
esta definición ?:
El pensamiento analítico es reflexionar sobre lo que refle-
xionas, mientras reflexionas, para que tu reflexión sea
mejor.
Todas son definiciones excelentes del pensamiento analítico.
Merece la pena leerlas varias veces y detenerse a reflexionar so-
bre cada definición. ¿Por qué utilizan los expertos esta palabra
en lugar de otra? ¿Qué es exactamente lo que los expertos tra-
tan de captar con las palabras elegidas? ¿Cómo se solapan las
definiciones y cuáles son las diferencias principales en el énfa-
sis que pone cada una?
Es difícil de creer, pero cada una de estas definiciones, por
breve que sea, es producto de una intensa reflexión acerca de la
mejor descripción del pensamiento analítico. Cada definición es
un intento de expresar con palabras la esencia de una actividad,
de una «cosa» (pensamiento analítico). Antes de intentar definir-
lo, los expertos intuyeron que el pensamiento analítico se desa-
rrolla después de años de trabajarlo. Eso es lo que intentaron
Aprender a pensar

captar en las palabras que


Revisa tu definición de pensa-
utilizaron. miento analítico a lo largo del curso
y cámbiala (quizá eliminándola com-
Así pues, en las definicio-
pletamente y volviéndola a crear], de
nes de los expertos y en lo forma que se adapte a tu idea más
que vamos a tratar a conti- profunda de lo que es el pensa-
nuación, hay un objetivo im- miento analítico.
portante que se ha de tener
presente y es que se trata de desarrollar una comprensión intui-
tiva de lo que es exactamente el pensamiento analítico y de lo
que no es.

Algunas de las funciones más destacadas del


pensamiento analítico

El pensamiento analítico es reflexivo


Pensar de forma analítica es diferente de limitarse a pensar.
Es metacognitivo, es decir, implica reflexionar sobre el propio
pensamiento. Si inicio un curso de psicología en que una de las
materias de estudio es la conformidad, es posible que ya tenga
una opinión de lo que es la conformidad: lo que es, su impor-
tancia, qué influye en que la gente esté o no esté conforme.
Puedes tener estas opiniones aunque no las hayas formulado ex-
plícitamente ni siquiera para ti mismo. Cada opinión es un ejem-
plo de pensamiento, pero no necesariamente un ejemplo de
pensamiento analítico. El pensamiento analítico empieza una
vez que reflexionas sobre tu propio pensamiento: ¿Por qué ten-
go estas opiniones acerca de la conformidad? Puesto que mis
opiniones son verdaderas conclusiones que he extraído, ¿en qué
evidencia se basan? ¿Por qué otras personas opinan de mane-
ra diferente sobre la conformidad? ¿En qué se basan sus opi-
niones? ¿Cómo puedo saber si son más exactas sus opiniones o
las mías?
o Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

El pensamiento analítico implica normas


El pensamiento analítico implica adaptar la medida del pen-
| samiento a ciertos criterios. Podemos opinar sobre algo acerta-

|
da o equivocadamente. Podemos utilizar evidencias que sean
relevantes o irrelevantes para una cuestión o que estén en un te-

| rreno intermedio entre ambas opciones. Cuando razonamos tra-


tando de comprender las ideas principales de la clase, podemos
hacerlo a nivel superficial o tratar de comprenderlas profunda-
mente e intentar llegar al núcleo de la materia.

Precisión, importancia y profundidad son ejemplos de normas


o criterios. Los términos «analítico» y «criterios» tienen que ver
con la formulación de un ¡vicio u opinión. Para que tu pensa-
miento se convierta en pensamiento analítico, tengo que formu-
lar juicios que cumplan criterios de razonamiento.

El pensamiento analítico es auténtico


Pensar de forma analítica, en el fondo, es reflexionar sobre
problemas reales. Aunque podemos razonar acerca de un rom-
pecabezas mental, el foco del pensamiento analítico llega mu-
cho más lejos cuando se dirige a problemas y a cuestiones
reales. El pensamiento analítico llega mucho más lejos de lo que
realmente creemos o hacemos. Tiene que ver con los juicios ade-
cuados. Los rompecabezas y los problemas de poca monta pue-
den ser útiles ocasionalmente, cuando hay que desarrollar
habilidades especiales, pero incluso esa utilidad lo es única-
mente si somos conscientes de hacer una transferencia de habi-
lidades al mundo real. Desarrollar nuestras habilidades
averiguando el final de las novelas de misterio no es la mejor
preparación para convertirnos en investigadores criminales. En
los misterios de asesinatos, todas las pistas vienen dadas, el ase-
sino es uno de los personajes y alguien (el autor] ya conoce su
identidad. Nada de esto se produce en una investigación crimi-
nal real.
Aprender a pensar

Los problemas reales suelen estar desordenados. Tienen fle-


cos sueltos. Suelen ser poco claros y esclarecerlos forma parte
de la reflexión. A veces no tienen una Única respuesta, sino que
hay respuestas erróneas e incluso otras que resultan desastrosas:
puede que no exista una Única persona adecuada para ser
nuestra media naranja, pero seguro que elegir a determinadas
personas sería desastroso.

El pensamiento analítico implica ser razonable


No existen reglas exactas para el razonamiento. Es decir, no
existen reglas a prueba de errores que garanticen que nuestro
razonamiento va a ser provechoso. Existen guías: incluso, a ve-
ces, hay «reglas», pero siempre es preciso seguirlas razonable-
mente, no al pie de la letra. Es necesario aplicarlas teniendo en
cuenta el contexto, las metas, las limitaciones prácticas y, en su-
ma, un conjunto completo de realidades. Para que el pensa-
miento sea analítico, debe ser razonable.

Podemos comparar el pensamiento analítico con la conducción


de un coche. Hay reglas para ser buen conductor (por ejemplo, pa-
ra incorporarse a una autopista), pero seguirlas sin más no nos
convertirá en buenos conductores. Para ser buen conductor hay
que seguir las reglas con sentido. ¿Qué significa eso? Significa,
por ejemplo, seguirlas dándonos cuenta de que el propósito de in-
corporarnos a la autopista es conseguir que el tráfico circule más
fuidamente y reducir los accidentes entre los coches que van de-
prisa y los que van despacio, que las condiciones climatológicas y
el tráfico afectan a la forma de incorporarnos a la autopista, etc.
Observa que hay una lista abierta de lo que ha de tener en cuen-
ta un conductor reflexivo mientras se incorpora a una autopista.

A menudo soñamos con un procedimiento específico paso a


paso y, cuanto más importante o personalmente amenazadora
es una situación, más deseamos tener normas estrictas. Pero no
hay normas que garanticen que nuestras ideas son correctas y

¡En
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Veamos un ejemplo de lo que es un problema auténtico. La


enfermera García dice: «En el servicio del que soy responsable,
el personal sanitario a mi cargo se toma demasiados
días libres. Esto cuesta al hospital mucho dinero en sustitucio-
nes, hace el trabajo más difícil y, además, se supone que son
profesionales». [En este punto, podemos escuchar una inflexión
en su voz que denota que está personalmente ofendida por la
conducta de su gente). «He intentado hablar con dos de ellos,
pero se pusieron en seguida a la defensiva y temo no ser ca-
paz de manejar el asunto adecuadamente. La enfermera
Fernández, de Pediatría; me dice que ella creía que el personal
estaba furioso con la dirección del hospital porque habían re-
ducido los días libres por enfermedad. Pero yo no tengo la cul-
pa. Y haga lo que haga, simplemente pueden alegar que
estaban enfermos. ¿Qué puedo hacer?».

esto es así especialmente en situaciones muy importantes. No exis-


ten reglas que nos digan si nuestro razonamiento es correcto, pre-
cisamente porque tenemos que utilizar el raciocinio para evaluar
las reglas, en lugar de hacerlo al revés. La única forma en que po-
demos decidir si debemos seguir ciertas reglas es si utilizamos
nuestro mejor razonamiento para determinar que esas reglas son
razonables, que conducen a resultados razonables cuando se si-
guen. El pensamiento analítico es «autocorrector» en gran parte
porque es el tribunal de última apelación. No hay un nivel más
elevado al que podamos acudir para evaluar nuestro razona-
miento.

| Las tres partes del pensamiento analítico


El pensamiento analítico bien constituido tiene tres partes.
Primero, el pensamiento analítico implica plantearse pregun-
tas. Preguntas que hay que contestar, preguntas bien planteadas,
Aprender a pensar

preguntas que lleguen al núcleo de la materia. El pensamiento


analítico implica darse cuenta de que hay preguntas que deben
responderse.

Segundo, el pensamiento analítico implica tratar de respon-


der a esas preguntas razonándolas. Razonar las respuestas a
las preguntas es distinto a responder de otros modos. Es distin-
to a dar una respuesta que ya se tenga por correcta, pero sobre
la cual nunca se haya reflexionado. Es distinto a responder con
impresiones («Eso me recuerda que...») o de responder simple-
mente según la forma en que se han planteado, o de responder
de acuerdo a nuestra personalidad. También es distinto a res-
ponder diciendo lo primero que nos viene a la cabeza y utili-
zando después nuestro poder de razonamiento para defender
esa respuesta.

Tercero, el pensamiento analítico implica creer en los resulta-


dos del razonamiento. Pensar analíticamente es diferente a rea-
lizar un simple ejercicio mental. Cuando pensamos de forma
analítica sobre un tema, interiorizamos los resultados. No nos
limitamos a dar un acuerdo verbal, sino que creemos en los re-
sultados porque hemos reflexionado lo mejor posible sobre la
cuestión y sabemos que razonar las cosas es la mejor manera
de obtener respuestas fiables. Además, cuando pensamos de
forma analítica acerca de qué hacer en una situación, lo que
sigue al razonamiento no es solamente un juicio, sino una ac-
ción. A menos que suceda algo imprevisto, terminaremos por
emprender la acción que hemos encontrado más razonable.

Formulando preguntas
El pensamiento analítico empieza por plantear preguntas. Si
un profesor nos asigna un trabajo o nos plantea un problema
que hemos de resolver, la pregunta adecuada es: «¿Cómo pue-
do resolverlo mejor?». Sin embargo, a veces, como estudian-
tes, no nos planteamos esa pregunta, sino que nos limitamos a
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

tratar de resolver el problema por cualquier método que nos ven-


ga a la cabeza. Pero pensar de forma analítica en la solución
de un problema implica plantearnos preguntas acerca del pro-
blema y de las formas de abordarlo.
Existen numerosas preguntas que pueden plantearse:
El_ ¿Cuáles son las formas alternativas de solucionar el problema?
Ml ¿Cuál es la mejor forma de empezar?
El ¿Tengo toda la información necesaria para empezar a solu-
cionarlo?
¿Cómo sueles empezar a solu-
cionar los problemas que te formu- E ¿Qué propósito tiene este pro-
lan los profesores? ¿lo haces de blema?
forma reflexiva o te limitas a «ir a M_ ¿Cómo encaja en el contexto
por ellos»? ¿Varía de un asunto a real?
otro? ¿Tiene éxito el método que
utilizas? Si eres capaz habitual- M_¿Se puede resolver?
mente de resolver los problemas só-
lo: eso; ulzondatlos, <siós person en | 3 ¿El problema tiene sentido?
, Na 5
cámo- hacerlo, ¿qué le dics:ssaí Todas estas preguntas son rele-
vantes cuando te asignan un pro-
blema. Pero cuando un profesor sugiere un problema, ya se han
planteado la mayor parte de las preguntas. Plantear un problema
es plantear una pregunta. Por tanto, la mayor parte del aprendi-
zaje del pensamiento analítico trata de que plantees tú mismo las
preguntas y, por tanto, los problemas.
Una parte fundamental del pensamiento analítico es darse
cuenta de que hay preguntas que es necesario abordar; reco-
nocer que hay problemas. Con frecuencia, ésta es la parte
más difícil del pensamiento analítico. Cuando fallamos en pen-
sar de forma analítica, la forma más habitual del error es que
no nos damos cuenta de que hay preguntas que deberíamos
responder.
Esto sucede no solamente en el mundo estudiantil, también
ocurre en la vida diaria. La gente no suele preguntarse «¿cómo
Aprender a pensar

puedo mejorar la relación


. Ai , Identifica algunas situaciones en
con mi familia (mis compa- las que tu vida sea problemática, las
neros, mis colegas, mis ams que no vayan tan bien como crees
gos] en esta situación?». En que deberían ir. Descríbelas de for-
lugar de ello, continúa rela- ma específica, no te limites a decir
«¿cómo puedo ser mejor con mis
cionándose como siempre, . " " .
amigos?, sino concrétalo: «¿cómo
de la forma habitual sobre la puedo comportarme .
mejor con
que no se ha planteado du- Arturo cuando me presione para
das. Si tu objetivo es mejorar | que haga una cosa determinada y
algún aspecto de tu vida dia- yo no crea que deba hacerlo?»
ria, empieza por plantearte ¿Cuáles son las preguntas que
algunas preguntas: ¿qué deberías plantearte sobre esas si-
puedo hacer concretamente lvaciones y que no te has planteado
. : e todavía?
para mejorar mi rendimiento
en el trabajo? ¿Para .sacar
mejores notas? ¿Para estar mejor con la gente? ¿Para leer de
forma más efectiva? ¿Para que los contenidos de esta asignatu-
ra tengan más sentido en mi vida?
Para ser eficaz, necesitas plantear realmente esas pregun-
tas. No basta con enunciar las palabras que componen la pre-
gunta. De hecho, cuando observas las preguntas que
planteas, pueden estar vacías. Pero no lo están, porque eso
depende del espíritu del planteamiento. Si preguntas de forma
vacía, dejándote llevar por las emociones, no serán preguntas
genuinas, al menos para ti, y no servirán para iniciar el pen-
samiento analítico.
Muchas personas tienden a creer que el pensamiento analíti-
co es lo mismo que la solución de los problemas. Ambos se re-
lacionan, pero no son lo mismo. Al resolver problemas, alguien
identifica uno y te sugiere que lo soluciones. Pero identificar ini-
cialmente el problema es una parte esencial del pensamiento
analítico.
Veamos algunas preguntas de los profesores que los alumnos
no responden, pero que deberían contestar en las clases:

Ral
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Ml ¿Cómo se relaciona con mi propia experiencia lo que


aprendo en esta clase?
E ¿Cómo puedo utilizar en mi vida lo que estoy aprendien-
do aquí?
¿Podría plantear mis propios ejemplos?
¿Cómo se relacionan los contenidos de esta asignatura
con otras asignaturas que estoy estudiando?
¿Qué se evidencia detrás de esto?
¿Cómo encajan los distintos temas de esta asignatura?
¿Cuál es el propósito de esta clase?
¿Por qué?
Finalmente, la gente se suele plantear qué es lo que hace que
una pregunta sea importante. Á través de los muchos métodos
que surgen a lo largo de este libro, al final, una pregunta im-
portante es aquella cuya respues-
Reflexiona un poco sobre tu ex- ta tú quieres conocer. [La forma
periencia educativa. ¿Cuáles de las
preguntas anteriores son las que
de abordar y responder pregun-
tiendes a plantearte en el curso que tas del pensamiento analítico se
estudias? ¿Cuáles de ellas nunca [o trata en el Capítulo 5).
casi nunca) te planteas?
Intenta escribir un diario con las El razonamiento
preguntas que surgen durante el
curso que estás estudiando. Las pre-
Aunque plantear preguntas es
guntas pueden tratar de la asigna- necesario para iniciar el pensa-
tura en sí, acerca de cómo te afecta miento analítico, limitarse a plan-
(o de cómo no te afecta), de cómo tearlas no es suficiente. Es preciso
puedes utilizarla, de las implicacio-
responder o, al menos, abordar
nes del curso, de lo que se enseña,
de los trabajos que te encargan o te
las preguntas. A menudo plantea-
dejan de encargar, etc. mos preguntas solamente para
darles vueltas o para atormentar-
nos o incluso para evitar la acción, en vez de tratar de respon-
derlas a través de la reflexión.
Por ejemplo, muchos estudiantes tienen dificultades con las
matemáticas. Á veces se preguntan «¿por qué soy tan malo en
Aprender a pensar

matemáticas?» Entonces utilizan esa pregunta para hacer un jui-


cio negativo sobre sus propias capacidades («no tengo espe-
ranza con las matemáticas ni la tendré jamás») o acerca de un
terreno profesional («no necesito saber matemáticas para ser un
buen enfermero») o responden con tópicos desesperanzados
(«no se me dan bien debido a la forma en que me enseñan»).
Sin embargo, razonarlo supone abordar la cuestión de distinta
forma y con un espíritu diferente. Es el espíritu de querer obtener
una respuesta clara y precisa a una pregunta que es importante
para ti. Razonar supone volver a plantearse la pregunta y a for-
mularla de una manera más neutral y productiva: «¿cuáles son las
causas principales de mi problema con las matemáticas y de qué
manera efectiva me puedo enfrentar a ese problema?». Puedes in-
formarte acerca de lo que causa tu problema para aprender ma-
temáticas y aplicarlo a tu propio caso. Puedes hablar con tu tutor
u otro profesor para que te aconseje sobre métodos alternativos
que hayan resultado útiles para otros estudiantes, tomándote en
serio lo que te diga y observando las resistencias que tú mismo
opongas a seguir esos nuevos métodos. Razonar puede no «solu-
cionar» el problema, pero ofrece un método mucho mejor para
abordarlo que no razonarlo en absoluto,
Además del razonamiento hay otras formas de intentar res-
ponder a las preguntas. Por ejemplo puedes:
El Preguntar a alguien (y limitarte a aceptar sus respuestas sin
analizarlas);
El Responder según la forma en que se planteen las pregun-
tas (y aceptar, sin reflexionar, si se han planteado de for-
ma correcta);
Ml Responder sin buscar información, aunque esté disponible;
Ml Responder según tu personalidad (sin examinar hasta qué
punto tu «personalidad» es positiva o negativa para este
tipo de situación);
Ml” Responder lo primero que te venga a la cabeza.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Es fácil entender equivocadamente las preguntas que se de-


sean razonar. Por ello, es posible que consideres que el segundo
elemento de la lista anterior implica que el pensamiento analítico
es opuesto al método para plantearlas, pero no es así. El pensa-
miento analítico se opone a actuar sin reflexionar. Por ejemplo,
alguien que haya crecido en una familia en la que se dan la vio-
lencia y el abuso, no tiene por qué seguir esos valores.
Las dos mayores dificultades en el razonamiento no son las
que cabría esperar. No se trata de que la gente no sepa razo-
nar o de que se equivoque. Todo el mundo es bueno en unas
áreas y no tan bueno en otras; todos cometemos errores; todo
el mundo puede mejorar sus capacidades. Pero ésas no son las
dificultades más importantes. Van más allá. Cuando se enfrenta
a un problema, la gente no suele colocar el razonamiento en pri-
mer lugar. El ser humano suele reaccionar así y eso se debe en
parte a que las sociedades no fomentan el razonamiento como
método para tomar decisiones importantes. Además, la gente
no suele conocer la diferencia entre reflexionar sobre algo y
otras formas de respuesta. Como resultado, responden con lo
que parece ser razonable, pero no lo es.
Por ejemplo, una discusión no es automáticamente un ejemplo
de pensamiento analítico. A menudo, cada participante dice lo
que cree y ahí termina el asunto. En una discusión razonada, sin
embargo, escuchar es más importante que hablar. Los partici-
pantes tratan de comprender las razones que subyacen a las opi-
niones de los demás y luego
intentan identificar los puntos fuer-
Razonar frente a no razonar
tes y débiles del punto de vista ex-
¿Cuáles son las diferencias entre
un debate y un debate razonado? ¿Y
presado. El espíritu de la discusión
entre redactar un comentario de un es totalmente diferente.
documentoy redactar un comentario Cuando digo «razonar las co-
razonado de un documento? ¿Y en-
sas», me refiero a razonarlas bien.
tre evaluar un estudio y dar una eva-
luación razonada de un estudio?
Pero, ¿qué es lo que esto supone
en definitiva?

En
Aprender a pensar

El razonamiento en sí consiste en extraer conclusiones basa-


das en razones. Un buen razonamiento es, por tanto, extraer
conclusiones en función de las razones y sopesando debida-
mente todos los factores relevantes. Estos últimos incluyen lo
que implica extraer esas conclusiones, los supuestos en que se
basan las razones, la exactitud de las razones, las alternativas
disponibles y otros muchos elementos [Capítulo 3) y normas
[Capítulo 4).

Aunque no es difícil definir el buen razonamiento de forma


abierta, la clave del asunto está en describirlo de manera que
resulte útil para ti, y que te permita desarrollar tu habilidad pa-
ra razonar mejor y más profundamente durante el resto de tu vi-
da. Una buena parte de este libro trata de ello.

Describe algunas situaciones que se produzcan en tu vida en


las que acostumbres a responder sin razonar en absoluto (por |
ejemplo, cuando alguien te molesta). Luego, describe situacio-
nes en las que tiendas a reflexionar sobre tu respuesta.
¿Cuáles son las áreas en las que puedes señalar con con-
fianza la diferencia entre un buen razonamiento y otro malo?
¿Cómo señalarías la diferencia?

Hay que creer en el resultado |


En el sentido más amplio, el pensamiento analítico deriva
siempre en un convencimiento, o incluso en una acción.
Veamos un ejemplo. Un profesor me suspende porque he fal-
tado a demasiadas clases y yo siento que me ha tratado injusta- |
mente. Así pues, me planteo la pregunta: «¿Tuvo razón el
profesor al suspenderme?». A continuación, razono a mi mane-
ra para obtener una respuesta: he pedido información (quizá se
la pedí al mismo profesor; he consultado lo que dicen las normas
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

acerca de faltar a clase; puede que incluso haya preguntado a


otros alumnos si les han tratado de la misma manera); he consi-
derado el punto de vista del profesor para suspenderme a causa
de mis ausencias. Después de reflexionar a fondo, creo que, re-
flexionando bien, he llegado a la conclusión de que mi profesor
tuvo razón en lo que hizo. La etapa siguiente es tan obvia que
parece no ser necesario establecerla: creo en el resultado de mi
razonamiento; creo que la acción de mi profesor fue correcta.
Sin embargo, no siempre es fácil llegar a esa etapa. Incluso,
después de razonarlo, puede que todavía sienta y crea que me
han tratado injustamente.
Lo que sucede en este ejemplo es una indicación de que no
he reflexionado sobre el asunto de forma analítica, al menos, no
de manera completa. Puede que haya otras preguntas que de-
ba plantear [«¿puede partir mi sensación de trato injusto de
otras circunstancias de mi vida?», «¿qué concepto de justicia es-
toy utilizando en mi reflexión?2»]. Puede que haya otras vías de
razonamiento que deba seguir (hay explicaciones alternativas
que debo considerar: quizá estoy suponiendo cosas no proba-
das que influyen en mis sentimientos). O, si no, puede que me
limite a creer en el resultado: el profesor tuvo razón y mi senti-
miento original de injusticia estaba fuera de lugar [y tengo que
recordar que esa sensación de trato injusto, aunque sea erró-
nea, suele durar mucho tiempo).

Creer en los resultados es una gran prueba para medir la


completitud de tu pensamiento analítico. Si has analizado algo
y has llegado a una conclusión, pero te das cuenta de que si-
gues sin creer en ella, eso indica que probablemente el razo-
namiento no esté completo. Puede que falten factores
importantes que te impiden interiorizar el resultado.
Resulta más controvertido enlazar el pensamiento analítico con
la acción. Por ejemplo, supongamos que continúo fumando o co-
miendo muchas grasas saturadas a pesar de que he reflexionado
Aprender a pensar

mucho sobre la importancia de dejarlo. ¿Es un fallo de mi pensa-


miento analítico? Si puedo establecer todas las razones impor-
tantes pero sigo sin actuar conforme a mi razonamiento, ¿sigue
siendo excelente mi pensamiento analítico? Los expertos no se po-
nen de acuerdo en la respuesta.

Aquí cabe sugerir que existen fallos en el pensamiento analí-


tico. El fallo radica en la forma de pensar sobre mi propio cuer-
po o sobre mi vida o sobre la relación entre las estadísticas
abstractas y mis posibilidades de supervivencia. Puedo tener
una creencia arraigada en que esas estadísticas no se me pue-
den aplicar o que, aunque para mí sea importante dejar de fu-
mar, no es importante hacerlo ahora. A veces, tenemos la
impresión de que hay gente que no cree que algún día ha de
morir. Existe una relación sutil entre la negación y la falta de
pensamiento analítico, un vínculo que todavía no hemos explo-
rado a fondo.

Resulta difícil poner ejemplos de que no creemos en los re-


sultados del propio razonamiento. Esto se debe a que, paradó-
jicamente, es difícil darse cuenta de lo que realmente creemos y
de lo que no creemos. Existen cuatro indicadores para identifi-
car cuándo no creemos en los resultados de nuestro razona-
miento (pero solamente el último es moderadamente fácil de
aplicar a nosotros mismos):

1. Reflexiono sobre algo, pero mis emociones se oponen al


resultado.
2. Me doy cuenta de que creo cosas contradictorias.
3. Creo firmemente en algo, pero soy incapaz de encontrar
buenas razones para creerlo. De hecho, pienso que no ne-
cesito razones. Pensar lo contrario parece ridículo.
4. Reflexiono sobre algo, pero mis actos no siguen a mi ra-
zonamiento.
2.
E
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

A continuación veamos ejemplos de los tres primeros indica-


dores (pero puede que no te resulten convincentes, especial-
mente si compartes las creencias en cuestión):

1. Ml Manuel reflexiona sobre la pena de muerte como acción


disuasoria. Reúne información y llega a la conclusión de
que no disminuye significativamente los asesinatos ni
otros crimenes violentos. Pero, después de la investiga-
ción, se da cuenta de que siente enojo, incluso intensa-
mente. Dice: «puede que sea verdad, pero sigo estando
a favor de la pena capital porque es necesario hacer al-
go para parar los pies a los terroristas».
María, en un curso sobre cuestiones de género, refle-
xiona sobre el hecho de que, en algunas sociedades,
las mujeres adopten el apellido de su marido al casar-
se, y no encuentra razones que no sean las sexistas. Al
igual que Manuel, María descubre que, cuanto más si-
gue el argumento, más se enfada.
Pedro cree que todas las culturas y todas las prácticas
culturales son igualmente válidas. Cree que la gente no
tiene derecho a decir que las prácticas de una deter-
minada cultura son equivocadas. Pero también cree
que forma parte de la cultura occidental imponer nues-
tras ideas a los demás y que eso está mal.
la mayoría de nosotros creemos que hay que tratar
igual a todo el mundo, pero eso no impide que pense-
mos que merecemos un trato especial.

Hay personas que piensan que comer perros, gatos o


gaviotas es repugnante, pero que comer vacas o pollos
es bastante razonable. Creen en ello a pesar de que to-
dos los razonamientos apuntan a que los casos son
idénticos. Se dan cuenta de que tratan de encontrar ra-
zones por las que no hacerlo (algo como «los perros y
los gatos son mascotas y por eso no se deben comer»).
Aprender a pensar

Un ejercicio adecuado sería pedirte que identificaras situa-


ciones en las que no crees en los resultados de tu razonamien-
to, en las que se te pueda aplicar cualquiera de los cuatro
casos. Pero es extremadamente difícil. ¿Puedes identificar ejem-
plos en que se te puedan aplicar los indicadores (1), (2) y (3)2
Si puedes encontrar siquiera uno, supondrá una toma de con-
ciencia importante sobre ti mismo. (A veces resulta útil empezar
por otras personas y luego aplicarse los resultados uno mismo.)
Por otra parte, con el indicador (4) resulta más fácil identifi-
car ejemplos de actos que continúas haciendo aunque hayas
reflexionado y tu pensamiento analítico te diga que no los de-
bes realizar.

M En las presentaciones de pensamiento analítico,


Vincent Ruggiero pregunta «¿por qué no convertir los
cementerios en parques donde los niños puedan ju-
gar?» (¿puedes aportar una buena razón en contra?).
«Somos demasiados: ¿por qué no enterrar a la gente
en las medianas de las autopistas?».
Cuando reflexionas sobre algo de forma analítica y llegas a la
conclusión de que resulta lo más razonable para ti, llegas a creer
en ello, lo que al final te hará actuar conforme a esa creencia.

Ejemplo de pensamiento analítico en acción


Al marido de Susana le diagnosticaron un tipo grave de cáncer y el médico
que hizo el diagnóstico recomendó un método de tratamiento. Fueron a pedir
una segunda opinión y el segundo médico diagnosticó la misma clase de cán-
cer, pero recomendó un método diferente de tratamiento,
Cuando Susana llegó a su casa, decidió averiguar el tipo de cóncer que te-
nía su marido. No tenía formación médica, pero se conectó a una biblioteca mé-
dica en Internet y empezó a leer textos de medicina. Se dio cuenta de que no los
entendería a menos que utilizara un diccionario de medicina. Incluso comprobó

[continuación]
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

que algunos diccionarios eran muy difíciles de entender. Por tanto, primero tuvo
que seleccionar el que le resultara más fácil, luego volvió a los textos y, a partir
de ellos, se dirigió a revistas médicas.
Imagina lo que Susana hace en la Red y en la biblioteca. Es el pensamiento ana-
líico en acción. Susana plantea preguntas activamente para saber qué hacer:
«¿Dónde puedo hallar la información que necesito? ¿Qué recursos preciso?» Y, en
cuanto a la revista y a las otras fuentes: «¿cómo puedo entender lo que estoy le-
yendo? ¿Qué quiere decir exactamente? ¿Qué alternativas hay?» Susana está re-
flexionando sobre las respuestas: está interpretando lo que lee, aplicándolo al caso
de su marido y generando más preguntas que ha de responder. Está actuando con-
forme a su razonamiento: está realizando una investigación activamente, en medio
de una gran ansiedad; está buscando en su cabeza un equilibrio para las respues-
tas inciertas y aceptando el hecho de que las respuestas no son blanco o negro.
Susana pasó cinco días completos dedicando nueve horas diarias a la inda-
gación. Después, ella y su marido volvieron a los médicos y entonces comprobó
que podía hacer preguntas muy diferentes a las que planteó al principio. No to-
das las actitudes de los médicos fueron positivas hacia ella. Algunos se ofendie-
ron por sus preguntas pero hubo otros que se mostraron dispuestos a ayudarla.
Planteó preguntas como «En un estudio del New England Journal of Medicine,
esta clase de tratamiento no resultó eficaz para cánceres de crecimiento rápido
del tipo del que tiene mi marido. ¿Por qué espera que sea efectivo en su caso?»
De nuevo está planteando preguntas. De nuevo no se está limitando a recibir
respuestas pasivamente, sino que se ha comprometido activamente a reflexionar
sobre ellas: interpreta las respuestas del médico, las aplica al caso de su mari-
| do, se anticipa a los problemas que puedan surgir y actúa según su razona-
miento. Discutieron largamente y decidieron un método de tratamiento.
Aquí termina el ejemplo. El tratamiento resultó eficaz, al menos, tan eficaz co-
mo puede ser un tratamiento, pero eso ya no forma porte de la historia. Aunque
el tratamiento no hubiera tenido éxito, seguiría siendo un ejemplo excelente del
pensamiento analítico en acción. Aparte de pensar de forma analítica, Susana
entró en Internet, se metió en la biblioteca y planteó a los médicos preguntas de
mayor relevancia: «¿qué puedo hacer en el tiempo disponible, tan limitado, pa-
ra tomar la mejor decisión posible?» Razonó a su manera para obtener una res-
puesta: «averigua todo lo que puedas acerca de los aspectos importantes de la
decisión». Ésta no es la única respuesta posible, pero es eminentemente razona-
ble. Entonces, Susana actuó.
En algunos aspectos, el curso de la actuación de Susana parece obvio, al me-
nos a posteriori, Si yo o alguien a quien yo quiero contrae una enfermedad

(continuación)
Aprender a pensar

mortal, obviamente trataré de averiguar todo lo posible acerca de ella. Pero, en


otro sentido, no es tan obvio. Es poco usual como respuesta. Muy pocas perso-
nas en la misma situación que Susana optan por la misma acción que ella. La
mayoría de nosotros respondemos limitándonos a elegir un médico. Cuando ele-
gimos un médico, tendemos a hacerlo más con las impresiones que con el aná-
lisis. Valoramos a los médicos por la confianza o el conocimiento que aparentan,
sin tener evidencia real para esos criterios; o bien dejamos que el hospital o los
seguros médicos hagan la elección por nosotros.

Lo que no es el pensamiento analítico


Existen numerosos conceptos erróneos acerca del pensa-
miento analítico, que pueden desviar tu comprensión y pueden
influir en la forma en que desarrollas tus habilidades de pensa-
miento.

Pensamiento analítico y negativismo


EL PENSAMIENTO ANALÍTICO NO ES NEGATIVO. La expresión «pen-
samiento analítico»* no tiene connotaciones negativas, aunque
sí las tiene críticas. Es decir, pensar analíticamente es pensar crí-
ticamente, pero «crítica» no supone estar en contra de algo o de
alguien. Muchas veces se entiende que una persona crítica se
dedica a encontrar faltas, que son personas que están en con-
tra de algo.
El pensamiento analítico está relacionado con la crítica en el
sentido de tener criterios: quiere decir que es un tipo de pensa-
miento que cumple criterios de racionabilidad. Para aprender a
pensar más críticamente o más analíticamente, hay que apren-
der a reflexionar a fondo y a hacerlo bien: de forma precisa,
potente, clara y razonable. Hay quien ha propuesto la expre-
sión pensamiento eficaz como sinónimo para el pensamiento

* N. del R. T.: En inglés Critical thinking. |


Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

analítico y el empleo de ese término sirve para eliminar las con-


notaciones negativas que algunas personas puedan encontrar.

El pensamiento analítico implica hacer juicios. Por desgracia,


el término juicio también tiene connotaciones negativas en al-
gunos contextos. Enjuiciar no supone ciertamente pensar analí-
ticamente y los juicios de un pensador analítico poco tienen que
ver con desempeñar el papel de juez.
No podemos vivir sin hacer juicios y los hacemos constante-
mente, tengamos o no conocimiento de lo que enjuiciamos. A ve-
ces, la gente dice: «quiero aceptar a los demás como son,
incluyéndome a mí, sin enjuiciarlos». Esta idea contiene una gran
sabiduría. Por ejemplo, puede significar: «voy a aceptar a las
personas, tengan los sentimientos y las reacciones que tengan,
sin condenarlas por ello». Eso quiere decir que no hacer ¡juicios
a veces significa no hacer juicios de valor. Pero no se puede ge-
neralizar para que signifique «no enjuiciar en absoluto». Aceptar
las reacciones y los sentimientos de las personas tal cual son im-
plica hacer un juicio, el juicio de
Si utilizamos el término crítico en que son sus reacciones y senti-
el sentido del pensamiento analítico, mientos. El pensamiento analítico
¿cuál crees que es el destino princi- llega directamente porque acep-
pal de la lectura crítica? ¿Cuál es la tar a las personas como son pre-
diferencia entre leer un texto o leer-
supone hacer juicios precisos,
lo críticamente?
claros y relevantes acerca de sus
Y, ¿qué hay de la escucha crítica?
¿Cuál es la diferencia entre escu-
sentimientos y reacciones. Eso es
char una clase y escucharla crítica- aceptar a las personas como son,
mente? en vez de imponerles ideas pre-
concebidas.
LA IMPORTANCIA DE OBTENER RESPUESTAS NEGATIVAS. Es preciso con-
siderar otro aspecto del negativismo. A veces, nuestra sensibili-
dad hacia las respuestas negativas de los otros interfiere en
nuestro pensamiento analítico. Supongamos que alguien hace
un juicio acerca de tu trabajo, pero un juicio inexacto, poco
claro o irrelevante para la pregunta planteada. Incluso puede
[
Aprender a pensar
|

llegar a criticarte cuando en realidad sólo está hablando de tu |


trabajo. Podría decir que eres inexacto o poco claro e incluso
llegar a decirlo de forma iracunda.
Tienes que extraer el juicio separándolo de la ira o de la fal-
ta de rigor de la persona que lo emite. En esta ocasión, has re-
cibido una respuesta acerca de tu pensamiento analítico; mucha |
gente puede verla como negativa, pero tú no tienes que verla de |
esa manera, sino como una fuente de información valiosa. Si |
puedes distanciarte del negativismo, conseguirás libertad para
buscar el núcleo de la verdad que puede contener.
Debe quedarte claro que eres libre para aceptar o rechazar
los juicios de los demás acerca de tu trabajo. Esto no es una sen-
tencia moral, sino un simple establecimiento de los hechos. Eso
no quiere decir que sea correcto o no, sino que lo puedes ha-
cer. Está dentro de tu capacidad y eso incluye los juicios de tu
profesor sobre ti. De hecho, ya lo estás haciendo. |
Dado que el juicio no te obliga, puedes elegir algo que
aprender de él. Puedes aprender algo acerca de otra persona
(«mi profesor valora mucho la gramática, ¿qué importancia
tiene la gramática?»); también puedes aprender algo acerca
de tu trabajo y de tu manera de pensar («si eres profesor y un
estudiante responde a una de tus preguntas diciendo que es
irrelevante, puede que tengas que analizarlo. ¿Estabas pen-
sando en otra cosa? ¿lmaginaste una conexión que no existe?
¿Acaso no estableciste la conexión con toda la claridad nece-
saria?»).

El pensamiento analítico y las emociones


EL PENSAMIENTO ANALÍTICO NO EXCLUYE LAS EMOCIONES. Uno de los
mitos más extendidos del pensamiento analítico, y también uno
de los más nocivos, es que se opone a las emociones. Según ese
mito, la mejor manera de pensar de forma analítica es anu-
lar las emociones o, si surgen, ponerlas a un lado, no dejar que
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

influyan en las conclusiones que se van a extraer. La imagen es


la del Sr. Spock de la serie Star Trek, que deja a un lado cual-
quier sentimiento para poder ser lo que él llama «lógico».
Éste es uno de los mitos más confusos y dañinos, porque
tiene un punto de verdad. Hay emociones que irrumpen en el
camino del pensamiento analítico: por ejemplo, la rabia y el
pánico. Es extremadamente difícil reflexionar con claridad so-
bre una decisión cuando estamos enojados. Con frecuencia,
lo único razonable que podemos hacer en tales circunstan-
cias es demorar la acción hasta que la rabia desaparezca,
quizá ayudándola a desaparecer con ejercicio físico o con
respiraciones profundas, impidiendo que la ira nos invada
una y otra vez.
Así pues, hay emociones que pueden interferir en el curso
del pensamiento analítico. Pero también hay estados emocio-
nales que lo favorecen. El amor a la verdad es un buen ejem-
plo pues nos permite darnos cuenta de que determinada
información aparece sesgada a causa de la ira y nos hace te-
mer la toma de una decisión irracional sobre un asunto impor-
tante.

Consideremos un ejemplo de algo que implica intrínseca-


mente emoción: el amor. Imagina que eres la madre de un ni-
ño. ¿Qué te ayudaría a ser una buena madre? Una buena
madre es la que actúa según las más elevadas normas del pen-
samiento analítico: tiene el mayor interés por su hijo; no aban-
dona sus propios intereses, pero los subordina para tomar las
decisiones que más favorezcan a los intereses del niño; sopesa
las acciones alternativas relevantes; entiende los puntos fuertes
y débiles del niño, así como sus necesidades crecientes de au-
tonomía y seguridad; es creativa a la hora de hallar formas de
colaborar en el desarrollo sano de su hijo. Ahora bien, ¿qué pa-
pel juega aquí el amor? Debería estar claro que el amor, lejos
de ser un impedimento para pensar con claridad, es esencial
para una madre que piense de forma analítica. El amor es una
Aprender a pensar

parte importante de lo que motiva su reflexión, la fundamenta,


la ayuda a evaluar las opciones a las que debe enfrentarse co-
mo madre. Las emociones que acompañan al amor no se opo-
nen en absoluto al tipo de pensamiento necesario para ser una
buena madre.
Lo mismo podemos decir del amor romántico. Puede parecer
que enamorarse se opone a pensar de forma analítica, pero,
con frecuencia, se trata de un concepto superficial del amor.
Por ejemplo, la gente que se enamora se compromete a pensar
con prudencia. Supón que Arturo se enamora de Luisa y que
Luisa es una alcohólica. Un escenario común para el caso es
que Arturo piense constantemente que Luisa se tiene que curar
enseguida, aunque los demás tengan claro que ella es irrecu-
perable. Pero pensar en contra de esa evidencia, que la cura-
ción está a la vuelta de la esquina, no es un ejemplo de que el
amor interfiera con el pensamiento analítico. Es mucho más
profundo que eso.

Extraer el sentido de este ejemplo supone reflexionar sobre


el concepto del amor de forma más profunda y distinguirlo de
la necesidad y del deseo de moldear a la persona amada se-
gún una imagen. Parte de amar a alguien, románticamente o
no, es ver cómo es esa persona, respetando sus limitaciones.
Amar a una persona, más que amar a una imagen, es acep-
tarla como es. Amar es exactamente lo que puede ayudarte a
ver con claridad quién es esa persona y cómo es tu relación
con ella.
LAS EMOCIONES APORTAN DATOS. Hay otra área en que las emo-
ciones son esenciales para el pensamiento analítico. A menudo
nos aportan datos y la mayoría del tiempo es absurdo ignorar-
los. Veamos un ejemplo de cómo la gente suele opinar que el
amor interfiere con el pensamiento analítico:
A y B viven en Los Angeles y están enamorados; B de-
cide aceptar un trabajo lucrativo en Chicago; A asiste a
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

la Universidad de Los Angeles. ¿Debería A dejar la uni-


versidad y seguir a B a Chicago?

El ejemplo se utiliza a veces para demostrar que la decisión


* basada en el amor [seguir a B a Chicago) se opone a la ba-
sada en el pensamiento analítico (seguir en la Universidad de
Los Angeles). Pero no es así en absoluto. La mejor decisión de-
be basarse en factores como la intensidad del amor, desde
cuándo dura y cuánto tiempo es probable que dure, las posi-
bilidades de estudiar en Chicago y lo lucrativo que puede ser
el traslado para ambos. La decisión razonable será diferente
para personas diferentes en circunstancias diferentes. Eso sig-
nifica que la decisión del pensamiento analítico puede ser se-
guir a B a Chicago e ir allí a la universidad. Lo que no es una
decisión propia del pensamiento analítico es que A se limite a
no tener en cuenta que ama a B. Si amar a B es muy impor-
tante para A, entonces es totalmente razonable que pese mu-
cho en la decisión de A.

Sin embargo, de una forma más general, recibimos todo el


tiempo datos importantes de nuestras emociones. Mientras ca-
minamos por el vecindario al anochecer, podemos tener miedo
de estar en peligro. Á veces, la gente tiene una visión muy es-
trecha de lo que es racional. Si no puede señalar lo que es pe-
ligroso en una situación, llega a la conclusión de que su temor
es infundado. Pero, en la mayoría de las circunstancias, eso no
es razonable es absoluto. Hay muchas posibilidades de que es-
temos siguiendo pistas que desconocemos y que pueden poner
en marcha nuestros temores.

No hay nada de irracional en tener en cuenta los datos. Por


el contrario, lo que no es razonable es pretender que no tienes
miedo cuando lo tienes. Lo razonable es, bien ignorar los datos
de estas emociones, o no darles mucha importancia.
Aprender a pensar

Describe algunas situaciones en las cuales, según tu opinión,


tus emociones te hayan apartado del razonamiento.
Describe algunas situaciones en las cuales, según tu opi-
nión, tus emociones hayan contribuido positivamente a tu ra-
zonamiento.
Intenta descubrir patrones de tus reacciones emocionales, de
forma que puedas evaluar cuándo tienden a ser respuestas
exactas de la realidad y cuándo tienden a no serlo.
Por ejemplo, piensa en las personas de las que te has ena-
morado en el pasado. ¿Han sido generalmente personas cari-
ñosas, respetuosas que, en conjunto, te han tratado bien? Si es
así, ésa es una buena razón para fiarte de tus sentimientos de
amor como indicador de que es bueno para ti: lo haces bien al
elegir gente buena. Por otra parte, si eran personas manipula-
doras o que abusaban de ti, ésa es una buena razón para que
tus sentimientos de amor hacia alguien no pesen demasiado en
tus decisiones.

SER LÓGICO ESTÁ VINCULADO A TENER SENTIMIENTOS. Si considera-


mos que los deseos interactúan con las emociones, entonces el
vínculo entre el pensamiento analítico y las emociones es aún
más sólido. Esto se debe a que no es posible comprometerse en
el pensamiento analítico sin deseos y sin sus emociones asocia-
das. Á menos que tengamos objetivos, es decir, deseos, cosas
que queremos, cosas a las que nos vinculamos emocionalmente,
no tenemos razones para pensar de forma analítica ni para em-
prender la acción X en vez de la acción Y.
Piensa en el Sr. Spock. Si actúa sólo «lógicamente», sin pres-
tar atención a las emociones, ¿por qué se molesta en salvar al
Capitán Kirk y al Enterprise? ¿Por qué no los deja en el peli-
gro? Si no tiene una vinculación emocional con Kirk y con
los otros miembros de la tripulación, no tiene razones para

A
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

salvarles. A menos que quiera que vivan, no es «lógico» que


les salve. La respuesta de Spock es que salvar el Enterprise es
«lo correcto». Pero, a menos que esté vinculado emocional-
mente a hacer lo correcto, no tiene razones para hacerlo. De
hecho, observa cualquier propósito que pueda tener Spock pa-
ra salvar a Kirk. La pregunta es siempre: ¿por qué tiene que in-
tentar conseguir ese propósito? Para él, es «lógico» intentarlo
solamente si lograrlo forma parte de algo que le interesa, que
le importa en cuanto a sus emociones y deseos. Ser lógico y
ser razonable precisa tener objetivos que sean importantes
emocionalmente.
La relación entre las emociones y el pensamiento analítico es
compleja, sin fácil solución. [Por ejemplo, no todos los filósofos
estarían de acuerdo en que las emociones y los deseos subyacen
al raciocinio). No hay duda de que las emociones pueden errar
el juicio, pero también pueden iluminarlo. El miedo te puede ha-
cer huir de una decisión que sea de tu mayor interés, pero tam-
bién te puede alertar del peligro de una decisión, del peligro del
que no eres consciente. La ira es a menudo una emoción sofisti-
cada, que nos alerta de evidencias sutiles de la intención que
pueden tener los demás de atravesar nuestras fronteras. Tener en
cuenta o no las emociones en un caso particular y decidir en qué
medida nos podemos basar más o menos en ellas es en sí una
cuestión básica para el pensamiento analítico,

El pensamiento analítico y la solución de los


problemas
EL PENSAMIENTO ANAÍÍTICO VA MÁS ALLÁ DE LA SOLUCIÓN DE PROBLE-
MAs, Gran parte del pensamiento analítico consiste en resolver
problemas. Conviene que investigues y compruebes las causas
principales de la cantidad de crímenes violentos que se producen
en los Estados Unidos o que te preguntes por qué hay tantos te-
rremotos en California. A nivel personal, conviene que mejores
tus habilidades de estudio o tu vida social. Puedes trazar una
Aprender a pensar

ruta para conducir desde Denver hasta Toronto. Todos ésos son
problemas para resolver o, si «resolver» es una palabra dema-
siado fuerte, son problemas para abordar lo mejor posible.
Sin embargo, el pensamiento analítico va más allá de la so-
lución de los problemas. Algunas situaciones o planteamientos
son demasiado grandes o están deformados para ser clasifica-
dos como problemas y mucho menos como problemas para so-
lucionar. Intenta decidir si casarse con X es uno de los mejores
ejemplos de planteamiento en que resulta esencial el pensa-
miento analítico: para muchas personas, hay muy pocas deci-
siones distintas de ésta que afecten más a largo plazo. Pero la
mayoría de nosotros no clasificaría una decisión sobre si casar-
se con alguien como la «solución a un problema». Del mismo
modo, cuando un enfermero da su diagnóstico a un paciente,
ésa es la solución a un problema. Pero los enfermeros también
pueden pensar de forma analítica acerca de lo que es estar
bien: lo que significa a diferentes edades, cómo fomentarlo en
un individuo o en una comunidad. Pero estar bien no es en sí un
problema ni supone algo que se deba solucionar.
Otra forma de pensar de manera analítica que va más allá de
la solución de problemas se halla en el mismo hecho de plantear
preguntas. Las preguntas son una parte fundamental del pensa-
miento analítico y una de las habilidades más difíciles de apren-
der pues se trata de comprobar si hay una pregunta que se debe
responder o un problema
que se debe solucionar. En Busca ejemplos en tus libros de texto
la resolución de problemas, o en otro material del curso para:
por el contrario, alguien Ml Problemas que hay que resolver.
formula el problema y mi ta- Ml Problemas que hay que abordar
rea consiste en resolverlo. y reflexionar, pero no resolver.
El pensamiento analítico es MM Preguntas o temas como el de
diferente porque empieza «estar bien», que son demasia-
por plantear el problema en do amplios como para clasificar-
. los bajo el rótulo de problemas.
primer lugar.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Impedimentos para el pensamiento analítico


La forma en que pensamos es una adaptación al entorno en
que vivimos. Los patrones de nuestro pensamiento los hemos de-
sarrollado para dar sentido a lo que nos rodea. Esos patrones
pueden ser eficaces, pero también pueden producir disfuncio-
nes. Lo más probable es que, para cada uno de nosotros, los
patrones sean variables: eficaces en algunas áreas, totalmente
ineficaces en otras y algo intermedio la mayoría de las veces.
Muchos aspectos del mundo en que vivimos pueden ser im-
pedimentos para aprender a pensar de forma más analítica.

La formación de una imagen del mundo a partir


de las noticias periodísticas
La mayoría de nosotros nos formamos una imagen de lo que es
el mundo basándonos en las noticias: noticias de la televisión, de
los periódicos y de las revistas. Incluso si no vemos los telediarios
ni leemos los periódicos, con frecuencia, nos formamos indirecta-
mente una idea del mundo a partir de las noticias. Obtenemos la
imagen de lo que es el mundo hablando con amigos o escu-
chando hablar a otros. Pero nuestros amigos y aquéllos a los que
escuchamos se forman su imagen del mundo a partir de las noti-
cias y así, indirectamente, nos la formamos nosotros.
Ésta es una pregunta que suelo plantear a mis alumnos de
Lovisiana (puede que no sepas nada de Louisiana, pero trata de
contestar a la pregunta de todos modos):
Piensa en personas convictas de asesinato en Louisiana y sen-
tenciadas a cadena perpetua. ¿Cuánto tiempo permanece real-
mente, como media, esa gente en prisión? (Recuerda: la
pregunta no es a cuántos años están condenados sino cuántos
pasan realmente en prisión):
Aprender a pensar

a] 0-5 años;
b) 5-10 años;
c] 10-20 años;
d) 20-50 años;
e) hasta su muerte.
Elige una respuesta antes de seguir leyendo.
He preguntado esto a más de mil estudiantes en los últimos
cinco años y solamente cuatro han respondido correctamente.
Incluso a mí me costó convencerme de cuál era la respuesta co-
recta. Las primeras veces que la oí, simplemente, no la creí. (La
respuesta está en las notas al final). *
Esta pregunta no es una cuestión de pensamiento analítico,
sino una cuestión puramente fáctica, Pero hay una cuestión de
pensamiento analítico bajo la respuesta equivocada. ¿De dón-
de sacamos esa falsa impresión? La sacamos directa o indirec-
tamente de los medios de comunicación. Pero, ¿cómo? No
obtenemos la respuesta equivocada porque los medios la di-
gan. Los medios son muy cuidadosos en averiguar la exactitud
de lo que afirman. Lo que sucede es que cuentan una historia
acerca de alguien que ha salido de la prisión antes de cumplir
toda la condena. Puede que a lo largo del tiempo nos informen
de tales historias, incluyendo algunas de un criminal que co-
metió un asesinato estando en libertad condicional. Puede que
oigamos a los políticos o a las familias de las víctimas hablar
de que los presos salen de la cárcel antes de tiempo (esas per-
sonas también reciben sus impresiones de las noticias). Estas
historias son vívidas. Están simplificadas y resultan mucho más
impactantes. Con frecuencia, podemos encontrar imágenes
conmovedoras que quedan registradas en nuestras mentes. Ya
tengamos conocimiento o no, nos formamos una imagen gene-
ral de que los criminales violentos (incluyendo asesinos conde-
nados a cadena perpetua en Louisiana) siempre salen de la
prisión antes de tiempo.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Cualquier imagen que nos formemos, basada en lo que las


noticias nos presentan, puede estar seriamente desfigurada.
Para verlo, responde a esta pregunta:
¿De qué informan los medios de comunicación? ¿De lo que
es usual o de lo que es inusual?
La respuesta es que los medios informan de lo que es inusual.
Por eso se llaman noticias: informan de lo que sale de lo ordi-
nario. Por eso también funcionan como pasatiempo. Por el con-
trario, lo que es usual para la gente es despertarse por las
mañanas, desayunar, ir al trabajo, comer, volver a casa al final
del día, ver un rato la televisión e irse a la cama. Eso no es un
acontecimiento para las noticias, sino que las noticias hablan
sobre un país en guerra (que no es la situación más habitual en

Trata de averiguar con qué frecuencia obtienes una imagen


falsa de los siguientes temas, a partir de las noticias:
El el peligro de volar en avioneta;
El la cantidad de actos de delincuencia en tu barrio;
El los descubrimientos científicos;
El las posibilidades de ganar la lotería.
Anota algunos temas que sean importantes para ti en los cua-
les tu imagen del mundo pueda estar seriamente distorsionada
si basas tu impresión en lo que comunican los medios.
¿Dónde mirarías, específicamente, para obtener una impre-
sión más precisa?
Considera el asunto que estás estudiando en esta asignatu-
ra. ¿Se relacionan los temas con los que aparecen en las noti-
cias de vez en cuando? Si es así, ¿puede estar distorsionada la
imagen que obtienes de las noticias? ¿De qué forma? De nue-
vo, ¿dónde mirarías, específicamente, para obtener una impre-
sión más precisa?
Aprender a pensar

un país), un incendio en un complejo de apartamentos (que no es


un acontecimiento común), un asesinato con un hacha en Estados
Unidos (lo que probablemente suceda una vez en 50 años) o una
fuerte controversia en torno a una ley en el Congreso (no los cien-
tos de decretos y leyes que se producen regularmente).
Si quieres obtener una imagen exacta de lo que probable- |
mente sea el mundo, es necesario que leas libros fiables, ensa-
yos o sitios web que traten los asuntos en profundidad. Los libros
de texto suelen ser una fuente excelente. Y, desde luego, tam-
bién tienes que aplicar el pensamiento analítico al tema.
Esto no supone que sea erróneo consultar las noticias de los |
medios de comunicación regularmente. Por el contrario, las no-
ticias, especialmente las que tienen una cobertura más exhaus-
tiva, son una forma excelente de conocer todo lo que es inusual,
incluso los terremotos, en nuestro tiempo.

La formación de una imagen del mundo a partir de


las películas, la televisión, los anuncios y las revistas
Si la formación de una imagen del mundo basada en las
noticias periodísticas resulta una distorsión de la realidad, for:
mársela a partir de material de ficción o de la prensa sensacio-
nalista, resulta una distorsión enorme. A veces, esta distorsión es
obvia, al menos para los adultos reflexivos: la gente no atravie-
sa el cristal de una ventana y sale intacta; no hay razón para |
creer que hay alienígenas en- |
tre nosotros; los trajes de las Haz una lista de algunos mensa-
imágenes del papel cuché no jes sutiles que se reciben a través de
las películas, de la televisión, de las
nos hacen creer a la mayoría
revistas o de los anuncios y que tien-
en el modelo que presentan; den a darnos una falsa sensación
los productos tienen defectos de cómo es el mundo. Luego, busca
que no se mencionan en la algunos que te hayan llevado a dis-
publicidad. Hay otros ejem- torsionar el sentido de lo que es el
mundo real.
plos más sutiles que afectan
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

profundamente a nuestras actitudes, perturbándonos de distintas


maneras: intentar algo con todas nuestras fuerzas, aunque nos
produzca satisfacción personal, no supone habitualmente que va-
yamos a ganar la carrera [especialmente porque los demás tam-
bién lo están intentando con todas sus fuerzas); la puntuación de
la mayoría de la gente [o su altura o su inteligencia o su capaci-
dad) no puede estar siempre por encima de la media; no todo el
mundo puede ser encantador, joven, guapo o fuerte; ser un lobo
solitario que no se somete a los superiores no suele aportar éxitos.

El pensamiento del todo o nada, blanco o negro,


nosotros frente a ellos, los estereotipos
Estas formas de pensamiento están profundamente enraizadas
en nosotros. Algunos biólogos piensan incluso que tenemos un ses-
go genético a favor de pensar de estas maneras. Sin embargo, ca-
da una de ellas tiene que ver con el pensamiento analítico por
razones similares. Pensar con conceptos como éstos es una forma
de simplificar el mundo. De hecho, cada tipo de pensamiento sim-
plifica excesivamente la complejidad de la realidad y cada uno de
ellos sirve como excusa para no reflexionar.
El pensamiento eficaz nos obliga a prestar atención a la
complejidad. Nos obliga a desarrollar una tolerancia ante la

Describe una situación de tu vida en la que te hayas involu-


crado en una forma de pensamiento de todo o nada.
Luego, describe una situación contraria, en la que hayas te-
nido la tentación de comprometerte a pensar de esa forma, pe-
ro, en su lugar, hayas abordado la sutileza de la situación y
hayas obtenido, por tanto, una respuesta más precisa.
Describe otros dos ejemplos similares de contraste para el
pensamiento tipo «nosotros contra ellos» y luego para el pen-
samiento estereotipado.

o
Aprender a pensar

ambigúedad y una aceptación de las respuestas que no nos


producen demasiada certeza. Requiere un compromiso para
ver ambos lados de una cuestión y para averiguar la verdad,
en lugar de intentar simplemente reforzar nuestro lado: nuestro
país, nuestra etnia, nuestro género, nuestro punto de vista polí-
tico.

Los temores
Aunque, como hemos visto, todos los miedos no son automáti-
camente un impedimento para el pensamiento analítico, algunos
tienden a convertirse en obstáculos. Esto se da especialmente en:
Ml el temor a cometer errores;
E el temor a intentar algo nuevo y a tener que pelear por ello;
Ml el temor a parecer un loco.
El ejercicio completo del pensamiento analítico precisa desa-
rrollar coraje intelectual. Por ejemplo, cometer errores es una par-
te esencial del pensamiento analítico. ¿Qué habilidad importante
has aprendido que no supusiera cometer muchos errores? La ma-
yoría de los expertos en pensamiento analítico creen que apren-
demos mucho más de los errores que de los éxitos. De hecho,
aunque puedas cometer menos errores de pensamiento analítico
a medida que desarrolles esa capacidad, siempre habrá equi-
vocaciones de las que puedas aprender.
Lo mismo sucede cuando tratas nuevas formas de pensa-
miento, cuando te arriesgas a parecer un loco al exponer lo que
opinas acerca de ciertas cuestiones y cuando te toca pelear pa-
ra aportar soluciones originales a viejos problemas.

Prácticas educativas que desaniman a pensar


de forma analítica
Hay prácticas educativas que desaniman a pensar de forma
analítica y que, si se interiorizan como un modelo de lo que

En
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

debería ser la educación, pueden afectar seriamente a nuestro


pensamiento analítico.
E El papel del estudiante es ser un receptor pasivo del co-
nocimiento.
Ml El papel del estudiante es memorizar y regurgitar la infor-
mación,
E El papel del profesor es dispensar conocimientos.
Ml Los problemas asignados al estudiante deben formularse
siempre con claridad.
E Todo es simplemente cuestión de opinión.

Impedimentos más profundos y penetrantes


para el pensamiento analítico
Además de los impedimentos específicos anteriores, hay otros
obstáculos más profundos y penetrantes para el pensamiento
analítico. Cuatro de ellos se describen a continuación, pero no
son independientes unos de otros,
¿Qué partesda(hi arteñor foma: Los cuatro están íntimamente inte-
ción ha puesto el énfasis en los roles rrelacionados. No solamente eso,
del profesor o del alumno como los | sino que son tipos de impedimen-
que hemos indicado más arriba? tos muy difíciles de abordar.
Formula tu idea de lo que debe- | Puede que sea correcto decir que
ría ser la educación, es decir, tu fi | ninguno de nosotros los ha venci-
'esplig Bl la artist, do jamás totalmente. Sin embar-
Haz juicios bien pensados acer-
go, podemos averiguar mucho
ca de cómo se ajustan los roles an-
teriores a lu idea de la educación o
más de su funcionamiento y de lo
cómo se oponen a ella, que nos puede ayudar a vencer
su influencia.

El egocentrismo
Todos estamos en el centro de nuestra propia experiencia.
Vivimos en medio de nuestros sentimientos, dolores y alegrías, de
Aprender a pensar

las cosas que queremos y de las que nos producen malestar, de


las experiencias que han dado forma a nuestras vidas y a nues-
tras actitudes, lo sepamos o no. Nuestra experiencia se ve fuer-
temente influida por la forma en que pensamos y, a la vez, la
forma en que pensamos se ve influida por nuestra experiencia.
De acuerdo con esto, la gente suele tener una forma de pen-
sar en la que siempre se pone a sí misma en primer lugar.
Cuando nos comprometemos con un pensamiento tan egocén-
trico, tendemos a enjuiciar las cosas, pero puede que esos ¡ui-
cios se basen en cómo queremos que sean las cosas o en cómo
se ajustan a nuestro propio interés. A veces es tan obvio que,
cuando sucede fuera de nosotros, lo vemos fácilmente. La ma-
yoría de las veces, sin embargo, ese mecanismo opera de for-
ma subliminal. Es fácil engañarnos a nosotros mismos para
creer que trabajamos por el interés de la humanidad, cuando,
de hecho, trabajamos por nuestro propio interés e incluso con-
tra el de la humanidad. Esto siempre es más fácil de creer en
otras personas que en nosotros mismos.

El egocentrismo interfiere con el pensamiento analítico a todos


los niveles, desde el más profundo hasta el más superficial.
Obstaculiza el camino de la empatía, que es una parte importante
del pensamiento analítico. Si,
por ejemplo, trabajamos en La próxima vez que alguien se
una profesión relacionada con enfade contigo por algún comenta-
la salud, es fácil centrarnos en rio importante que hayas hecho y
nuestros propios deseos y ne- por el que no esperabas en absolu-
cesidades y no ver las cosas to semejante reacción, pregúntale,
«Me he enterado de que te hos en-
desde el punto de vista del pa-
fadado por mi comentario. ¿Qué
ciente. El egocentrismo tam- has entendido que dije?».
bién obstaculiza la capacidad La mayoría de las veces, la per-
de evaluar correctamente las sona habrá malentendido lo que di-
cosas, otro componente im- jiste. Normalmente, se dará cuenta
portante del pensamiento ana- enseguida y contestará, «Puede que
lítico. Una parte de pensar no lo haya oído bien. ¿Qué dijiste?»,
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Escribe una breve respuesta a las siguientes preguntas (tu res-


puesta puede tener unas cuantas líneas, pero es importante que
sea por escrito):
1. Publicidad. En tu opinión, ¿hasta qué punto influye la pu-
blicidad en la gente?
2. Conformidad. En tu opinión, ¿hasta qué punto la gente es-
tá conforme con los papeles señalados por la sociedad
en que vive?
3. Conducción. En tu opinión ¿conduce la gente bien, en ge-
neral?
Escribe tus respuestas antes de mirar el Ejercicio 1.3 al final
del capítulo.

con eficacia es ser capaces de comprender los puntos de vista que


son opuestos a los nuestros. Á veces, cuando nos sentimos amena-
zados, podemos llegar a no escuchar lo que la otra persona está
diciendo. Para mucha gente, cuando alguien critica su país o su cul-
tura, su religión o su familia, todo lo que oye es el hecho de que le
están criticando. Surge la cólera y, a menudo, llega incluso a no
ser capaz de repetir los comentarios que el otro hace. Esto in-
terfiere con su capacidad para evaluar correctamente su país, su
cultura, etc. Si no puedo escuchar una crítica, no podré llegar a
una conclusión equilibrada y eso me privará de una información
que podría utilizar para evaluar la validez de mis opiniones.
El egocentrismo hace difícil señalar lo que es preciso en una
formulación imprecisa, nos lleva a malentender los motivos de
otras personas, así como los nuestros, e influye en que hagamos
interpretaciones incorrectas sobre lo que los demás dicen.
En nuestro trabajo como estudiantes, el egocentrismo nos pue-
de llevar a ver la formación solamente como un título, hacién-
donos subestimar otros beneficios derivados de ella. Nos puede
Aprender a pensar

conducir a plagiar y a engañar o a pensar que los profesores


no tienen razón aunque la tengan.
Uno de los resultados más valiosos que podemos obtener del
pensamiento analítico es la capacidad de ver el egocentrismo
en nuestro propio pensamiento.

El desarrollo de patrones de pensamiento


Adquirimos muchos de nuestros patrones de pensamiento a
medida que atravesamos las distintas etapas del desarrollo fí-
sico y psicológico. De niños, tenemos numerosas necesidades
que sentimos profundamente: necesidad de sentirnos seguros,
de ser amados, de contacto físico; tenemos necesidad de inde-
pendizarnos de otras personas, así como una necesidad con-
traria de unirnos completamente a otra persona. Además,
adquirimos muchas de nuestras formas estándar de pensa-
miento durante la niñez, incluso en la primera infancia.
Después de todo, es cuando aprendemos a formar conceptos y
a tratar con nuestras emociones, con las frustraciones, con las
imágenes autoritarias, con los deseos fuertes, con el dolor y
con la tristeza. Muchas de las estrategias que desarrollamos
para tratar con todo esto persisten, de forma subliminal, a lo
largo de nuestras vidas. Por eso, cuando nos sentimos amena-
zados, podemos volver fácilmente al pensamiento infantil. Los
problemas que se pueden resolver nos parecen irresolubles.
(Piensa en lo que puede ser para un niño vencer los proble-
mas.) La gente puede funcionar a su aire sin tenernos en cuen-
ta en absoluto y eso puede hacer que nos sintamos víctimas |
(por ejemplo, el camarero que no nos ve sentados a la mesa;
los conductores que conducen despacio por la izquierda; etc.).
Podemos recurrir a la manipulación o incluso a la intimidación
cuando no conseguimos lo que queremos. Psicológicamente,
eso tiene sentido desde el punto de vista de un niño relativa-
mente indefenso.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Piensa en la necesidad de sentirte seguro. Es una necesidad


que se desarrolla en la primera infancia y que nunca desapa-
rece.
Empieza por centrarte en otras personas. Utiliza ejemplos vi-
sibles de conductas irracionales que persisten en la gente que
conoces: puede que sean ariscos y hagan huir a los amigos;
puede que se identifiquen con grupos o con causas que no pa-
recen servir a sus intereses; puede que continúen teniendo
creencias que está demostrado que no son ciertas; puede que
griten o que hagan pucheros cuando las cosas no salen como
quieren. Ahora, prueba la hipótesis de que esta conducta es en
parte el resultado de la necesidad de buscar seguridad que se
establece en la infancia. (Si, por ejemplo, yo hago huir a la
gente, puedo sentirlo como si no tuviera que correr el riesgo de
depender de ellos; identificarme con un grupo me proporciona
un sentimiento de pertenencia o de seguridad.)
Un ejercicio bastante más difícil es aplicar esto, no a los otros,
sino a nosotros mismos.

[No se trata de psicoanalizar a nadie. Solamente es una su-


gerencia para examinar cómo una necesidad de seguridad
subyacente puede ser un impedimento para desarrollar el pen-
samiento analítico.)

Éstas son regresiones a la niñez. Pero nuestro pensamiento


también puede regresar a la pubertad y eso se produce espe-
cialmente en nuestras opiniones sobre el amor, el romance y la
sexualidad.
Sin embargo, tanto la infancia como la pubertad son épocas
muy confusas, en que nuestras habilidades para pensar de for-
ma analítica no se han desarrollado mucho todavía. Si continua-
mos utilizando esos patrones de pensamiento, especialmente en
momentos importantes de nuestras vidas, podemos perpetuar
Aprender a pensar

fácilmente las situaciones del pasado. Por tanto, otro de los be-
neficios de aprender a pensar de manera analítica es que pode- |
mos empezar a identificar los supuestos que hemos utilizado en |
nuestra vida y distinguirlos de las formas maduras de suposición
que ahora utilizamos. Podemos separar los propósitos del pasa-
do de los del presente. Podemos tomar con seriedad la enorme
cantidad de información que ahora tenemos, el contexto en que
vivimos ahora, las alternativas que están a nuestra disposición y
que no lo estaban cuando éramos más jóvenes. Podemos extra- |
er diferentes conclusiones. (Los términos en cursiva son conceptos |
del pensamiento analítico, elementos de razonamiento; véase el
Capítulo 3.)

Los compromisos previos y las experiencias


personales previas
Imagina que alguien dice algo acerca de una cuestión con-
trovertida, por ejemplo, sobre política, la pena capital o los be-
neficios de un contrato mercantil. La forma más usual de evaluar
la declaración de esa persona es ver primero hasta dónde está
de acuerdo con tu punto de vista y luego aportar razones a fa-
vor o en contra.

Existe un sentido de lo que es razonable, especialmente si tu


punto de vista es producto de un examen amplio y crítico. Pero,
con frecuencia, tus puntos de vista son solamente los que tienes;
únicamente parecen ser el resultado de un examen previo. Así
pues, cuando rechazas un nuevo punto de vista porque no está
de acuerdo con el que ya tienes, hay una tendencia a suponer
que tu creencia previa es más correcta que la nueva que estás
evaluando por primera vez. |
También puedes pensar de forma sesgada con respecto auna |
evidencia. Si adoptas una creencia, cualquier evidencia, por
pequeña que sea, será importante para soportarla. Si, por ejem-
plo, yo creo que los alienígenas visitan la Tierra, que el cáncer
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

se cura con hierbas, que la homeopatía cura o creo en la pre-


destinación, incluso el hecho negativo de que no existan pruebas
definitivas que demuestren que esas creencias no son válidas
cuenta a su favor para aceptarlas.
Por otro lado, si te opones a una creencia, incluso una pe-
queña evidencia o solamente el hecho de que no esté totalmen-
te probada sirve para rechazarla:
«No creo en el calentamiento global. Nadie ha pro-
bado que la Tierra se esté calentando».
«Fumar no causa cáncer de pulmón: la correlación no
es lo mismo que la causalidad».
«No se puede probar que no voy a ganar a la lotería.
Siempre hay una posibilidad. No puedes ganar si no
juegas».

Esto quiere decir que sesgamos las evidencias para que coin-
cidan con nuestra predisposición. Necesitamos una evidencia
grande para hacernos dudar de algo en lo que creemos, pero
es suficiente con una evidencia pequeña para reafirmarlo.
¿Cómo deberíamos elaborar nuestros juicios? Si tenemos in-
terés en la exactitud, en conocer la verdad o en lo que es pro-
bable que esté más cerca de la verdad, debemos aceptar la
preponderancia de la evidencia, con independencia de si nos
pone a favor o en contra de una conclusión particular. Esto sue-
le ser muy difícil de lograr, porque las decisiones se pueden to-
mar por debajo del nivel de conocimiento y porque nuestras
creencias suelen estar fuertemente enlazadas con nuestros egos
y con nuestros modos de desarrollo del pensamiento. Podemos
aumentar nuestro conocimiento y la apertura de nuestra menta-
lidad utilizando el pensamiento analítico.
Esto también es así cuando basamos nuestras opiniones en
nuestra experiencia personal. La experiencia personal nos da in-
formación válida que podemos utilizar para extraer conclusiones
Aprender a pensar

y tomar decisiones. Una de las técnicas que utilizan los profeso-


res para que los estudiantes piensen de manera analítica acerca
de una asignatura es pedirles que relacionen los conceptos de la
asignatura con su experiencia personal. Nadie puede negar el
valor de la experiencia personal en el pensamiento analítico.
Sin embargo, la experiencia personal también puede ser un
impedimento para el pensamiento analítico. Esto sucede parti-
cularmente con las experiencias personales intensas, ésas que
son inusuales y que se imprimen fuertemente en nuestras mentes.
Para cada uno de nosotros, nuestra experiencia personal es li-
mitada. Si generalizamos a partir de ella para ir más allá de su
alcance, tenemos muchas posibilidades de extraer conclusiones
distorsionadas. Tu propia experiencia tiene más impacto en ti
que las experiencias de cien personas de quienes oigas hablar.
Esto es cierto, pero, si quieres extraer conclusiones correctas
acerca de lo que es probable que suceda, tienes que poner más
fe en la experiencia de cien personas que en la de una, aunque
esa una seas tú.

¿Qué necesitas para ampliar tu base de conocimiento de for-


ma que tomes en cuenta una amplia variedad de experiencias y
conclusiones además de las tuyas? Debes leer libros fiables, es-
tudios, periódicos, artículos, fuentes que reúnan y ensamblen la
información de gran variedad de experiencias humanas. Si tie-
nes un Toyota que te da problemas con frecuencia, es una exce-
lente razón para no creer en ese automóvil en el futuro. Pero si
quieres tomar una decisión sabia acerca de si tu próximo coche
ha de ser un Toyota, tu experiencia personal es demasiado limi-
tada. Sería más inteligente consultar un Informe del consumidor |
o alguna agencia neutral que evalúe los coches. El libro tan ven-
dido y que ha influido tanto en la gente, Los hombres son de
Marte, las mujeres son de Venus, extrae conclusiones acerca de
lo que pueden ser los hombres y las mujeres, pero las conclusio-
nes se basan en la conducta de un puñado de hombres y muje-
res americanos que han decidido comenzar una terapia y han
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

consultado al autor. Esa muestra es tan pequeña y poco repre-


sentativa que, cuando se proyecta en hombres y mujeres en ge-
neral, puede ser, o bien inexacta, o bien ser exacta solamente
porque es un conjunto de estereotipos. ¿Qué debería haber he-
cho el autor si quisiera pensar de manera analítica acerca de las
profundas diferencias que existen entre los hombres y las muje-
res? Al final, tendría que consultar estudios bien documentados
de hombres y mujeres de diversas culturas y necesitaría investi-
gar el comportamiento de personas que nunca han consultado a
un terapeuta.

¿Para qué necesitamos el pensamiento


analítico?
Una de las características más importantes del pensamiento
analítico es su versatilidad. Es valiosa para todos los niveles de
pensamiento.

Para tomar decisiones prácticas


El pensamiento analítico nos ayuda cuando simplemente tra-
tamos con tareas ordinarias: cómo estudiar con mayor eficacia,
hallar una estrategia cuando nos quedamos tirados en un aero-
puerto o decidir qué tipo de ropa comprar. Esto es, pensar en
los medios que hemos de utilizar para lograr un objetivo, lo que
significa solucionar auténticos problemas. Éste es un nivel im-
portante de pensamiento analítico, pues se dirige a todas las de-
cisiones que tomamos cotidianamente.
Desarrollar habilidades de reflexión nos ayuda a encontrar ca-
minos alternativos. A identificar y descartar supuestos fuera de lu-
gar. Nos ayuda a anticiparnos a algunas de las consecuencias,
tanto positivas como negativas, de las decisiones que tomamos
nosotros o los demás. Nos ayuda a mantener nuestros objetivos
a la vista y a pensar en medios más eficaces para lograrlos.
Aprender a pensar

Para el significado
Aprender a pensar de manera analítica también nos ayuda a
tratar cuestiones importantes de nuestra propia vida. El pensa-
miento analítico nos libera, más que ninguna otra cosa, del há-
bito de pensar como nos han dicho que hay que pensar. No
completamente, pero sí sustancialmente. El pensamiento analítico
nos abre otras vías de acción que nos pueden llenar más, vías
que de otra forma nunca se nos hubieran ocurrido. Encontrar al-
guien con quien compartir tu vida o una nueva ocupación, incor-
porar el conocimiento más profundo disponible en tus clases a tu
forma de pensar acerca de tu vida, desarrollar actitudes razona-
bles hacia ti mismo, hacia los demás, hacia tus valores, hacia to-
das las cosas que dan significado a tu vida; todo eso se puede
enriquecer al reflexionar sobre ello con mayor profundidad.

Para los conceptos


Pensamos en términos de conceptos y éstos dan forma ¡nevita-
blemente a nuestra vida, hasta un grado considerable. Con mucha
frecuencia, aceptamos los conceptos con los que pensamos sin crí-
tica alguna. Podemos entender lo que es el amor a partir de las pe-
lículas y de nuestros propios sentimientos. Podemos entender lo que
es la libertad simplemente por oírla mencionar una y otra vez y por
hacer alguna vaga asociación con ella. Podemos crecer pensando
que la justicia significa ser rectos. Tenemos todos los conceptos de
lo que es ser un estudiante, un profesor, una mujer, un hombre, un
religioso, un ateo, un científico, un artista, un profesional en el cam-
po que estamos estudiando. Tenemos conceptos de lo que signifi-
ca ser valiente, ser bien tratado, ser inteligente, ser frío, ser
cualquier cosa que se pueda nombrar o describir. Podemos alcan-

zar un nivel más profundo de pensamiento analítico examinando


nuestros conceptos de forma crítica, convirtiéndonos en mejores co-
nocedores de la forma en que los conceptos individuales nos ayu-
dan o nos dañan, nos limitan o nos liberan.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Mucha gente supone automáticamente que la valentía es


buena. Pero hay algunos ejemplos en que la valentía empeora
una situación, en que ser valiente es dañino:
Ml Alguien que es valiente pero es un nazi.
El Una figura del deporte que juega valientemente a pesar
de una herida seria.
El Los presos que desafían valientemente el sistema e inclu-
so sus propios intereses.
El Aquiles, el héroe de La lliada. ¿Cumplió valientemente
unos objetivos que pudieras decir que valían la pena?
Platón diría que estos ejemplos no son parte del concepto de
valentía. ¿Cómo puede alguien creer eso?
Desde tu punto de vista, ¿son ejemplos de valentía o de otra
cosa? ¿Por qué? Si son ejemplos de valentía, ¿admirarías la ac-
ción en cada uno de estos casos?

Incluso aspectos nuestros distintos del pensamiento pueden


verse influidos por nuestros conceptos. Los deseos, por ejemplo:
si te gusta algo o te disgusta, ya sea una persona, una película,
un tema de estudio, un tipo de coche; el placer o el disgusto no
son en sí mismos un caso de pensamiento, sino que están influi-
dos por los conceptos que utilizas para pensar. Hace poco que
alguien creyó que el bronceado del sol es bonito, que las pla-
yas son un lugar deseable para pasar las vacaciones, que la
delgadez en hombres y mujeres es atractiva, que el desierto tie-
ne su belleza, que la tolerancia es una virtud, que la democra-
cia funciona, que conviene tener cuidado con las relaciones
esporádicas. Nuestros conceptos estándar para cada uno de
esos términos fundamentales han cambiado para convertirse en
más positivos o negativos. los conceptos pueden cambiar de
nuevo. Puede resultar liberador salir de la opinión establecida
respecto a lo que es deseable. Volver a examinar los conceptos
Aprender a pensar

de las cosas que deseamos nos ayuda a elevarnos por encima de |


lo preestablecido.
De la misma forma, aunque las emociones no son lo mismo
que los pensamientos, están vinculados estrechamente. Tener mie-
do o estar alegre no son, en sí mismos, ejemplos de pensamien-
tos, pero, de nuevo, nuestros conceptos tienen una enorme
influencia en que tengamos miedo o nos sintamos felices. Si te da |
miedo la oscuridad, las matemáticas o incluso la muerte, no son
temores universales. Hay mucha gente, no muy distinta de ti, que
se siente segura en la oscuridad, que adora las matemáticas
(aunque no se les dé muy bien el cálculo) y que encuentra paz y |
aceptación en la contemplación de la muerte. Tenemos miedo a |
cosas en parte debido a los conceptos que tenemos de esas co- |
sas, debido a cómo las clasificamos y pensamos en ellas. |
La influencia de nuestro pensamiento se extiende incluso a las
sensaciones corporales: «Aunque las señales nerviosas funcio-
nan de la misma forma, algo tan obviamente biológico como el
dolor del parto se experimenta de diferente manera según las
expectativas culturales (es decir, según los conceptos de nuestra
cultura]. Las mujeres desarrollan expectativas no solamente acer-
ca de cómo han de responder, sino acerca de cómo han de ex-
perimentar sus propias sensaciones y emociones.» *
Las emociones no están bajo nuestro control directo, aunque
sí suele estarlo nuestra forma de actuar como consecuencia de
esas emociones. Muchas de las formas en que la gente intenta
controlar directamente sus emociones son dañinas. Si, por ejem-
plo, tienes miedo a hablar en público, pero te das cuenta de que
no deberías tenerlo, puedes tratar de reprimir tu miedo. Puede
que incluso te fuerces a hablar en público o que pretendas que
no le tienes miedo. Puedes razonar como sigue: «No tiene sen-
tido tener miedo a hablar en público. No hay nada que supon-
ga un peligro. Por tanto, no tengo miedo a hablar en público».
Esto se llama mecanismo de negación. La negación consiste en
impedirte a ti mismo ver algo que sabes que sucede. Es el caso

o Ea
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

clásico de los alcohólicos que rechazan ver que son alcohólicos.


Mucha gente confunde las negaciones de este tipo con ser ra-
cional. Ni la represión ni la negación son sanas. Tampoco son
muy eficaces, al menos no a largo plazo, porque ambas tienen
un coste psicológico.
Aunque nuestras emociones no estén bajo nuestro control di-
recto, pueden verse afectadas indirectamente por la forma en que
abordamos nuestros conceptos. Puedes trabajar sobre tu concep-
to de hablar en público y tratar de comprender por qué lo ves co-
mo algo temible. Puedes admitir y aceptar el temor que sur-
ge. Puedes investigar sus raíces, qué asociaciones tienes que
te generen ese temor y crear nuevas asociaciones. Puedes volver
a pensar en el concepto al cabo del tiempo y eso generalmente
será eficaz para cambiar tu reacción ante él.

La experiencia de aprender a reflexionar


Puede que se te dé bien pensar de manera analítica. En al-
gunas áreas, puede que se te dé francamente bien. Y puede que
esto ocurra de forma natural, es decir, que ni siquiera te des
cuenta de ello. Por ejemplo, estás conduciendo por una calle y,
entre los coches aparcados, salta un balón delante de tu coche.
Instintivamente pones el pie en el freno; instintivamente miras a
tu alrededor para buscar al niño que puede aparecer. Otro
ejemplo: los coches que van delante de ti sufren un accidente.
Para salir del camino, instintivamente giras a la derecha en vez
de a la izquierda.
Todo esto parece instintivo pero no lo es. Son cosas que has
aprendido como reflejos condicionados. Los has aprendido re-
flexionando sobre las posibles consecuencias. Has interiorizado
el pensamiento analítico tan bien que parece natural, instintivo.
Pero esas acciones siguen siendo producto del pensamiento
analítico.
Aprender a pensar

Para la mayoría de las personas es difícil aprender una ha-


bilidad a partir de un libro. Piensa en aprender a conducir, a
bailar ballet o a escribir. Para adquirir habilidades como éstas
desde cero, puede ser esencial tener una respuesta: «¿Es ésta
la forma correcta de aparcar en batería? ¿Tengo que poner el
pie así?».

Pero el pensamiento analítico no es así, al menos, no entera-


mente. Ya posees muchas habilidades para pensar de manera
analítica. Es una actividad en la que ya te has comprometido,
probablemente hasta un grado significativo. Para las habilida- |
des que ya tienes, leer un libro puede servir para mejorarlas mu-
cho. Si eres capaz de escribir, de conducir y de bailar, puedes
mejorar leyendo libros que te enseñen nuevas técnicas. Desde
luego, no es suficiente limitarse a leer el libro. Tienes que prac-
ticar una y otra vez. Tienes que practicar la escritura, la con-
ducción, la danza, el pensamiento analítico.

De hecho, puedes tener la confianza de que, si trabajas a tu


manera con este libro, tus habilidades de reflexión mejorarán de
forma significativa. Esto se debe a la reflexión que precisa el
pensamiento analítico. Al trabajar con este libro, te harás más
reflexivo, conocerás mejor las dimensiones de tu pensamiento y
tus habilidades mejorarán.
El problema es que puedes no sentir que tus habilidades me-
joren. La mejora no tiene por qué ser obvia. Muchos tienen in-
cluso la reacción opuesta. Sienten que están razonando peor a
medida que avanza el curso en el que se pone el énfasis en el
pensamiento analítico.
Esto sucede por diversas razones. Primero, trabajar en un
proceso de pensamiento analítico de manera disciplinada lenti-
fica el curso del pensamiento. Un problema que resolviste una
vez sin esfuerzo puede llevarte ahora bastante tiempo. Tendrás
que centrarte en todas las partes del curso del pensamiento que
previamente diste por sabidas.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Segundo, empezarán a surgir preguntas que antes no surgían.


«¿Soy claro?». «¿Es esto realmente una implicación?». «Puede
que aquí esté saltando directamente a una conclusión». «¿Cómo
puedo comprobarlo?». Las preguntas son signos de madurez,
de apertura a nuevas formas de pensamiento. Pero a menudo
creemos que las preguntas son un signo de no comprender, que
es mejor no preguntar en absoluto. El pensamiento analítico vi-
ve de las preguntas.
Tercero, la reflexión del pensamiento analítico puede hacer
que empieces a encontrarte contigo mismo, especialmente al
principio o cuando te sientas a ti mismo. Antes, podías respon-
der a algo confiadamente; sin embargo, ahora tienes que refle-
xionar, «espera un minuto, puede que esté lanzándome a una
conclusión», o: «¿se está realmente implicando el autor en su
postura? Puede que me esté dejando influir por el hecho de que
no estoy de acuerdo con él».
Cuarto, alguna de tus seguridades acerca de las cosas puede
ser falsa y estar encubriendo el hecho de que realmente no lo sa-
bes o que no lo sabes con seguridad. La persona más importan-
te a la que estás engañando puedes ser tú mismo. Empiezas a
preguntarte «¿en qué supuestos se basa mi respuesta automáti-
ca?». Las respuestas que puedes haber dado anteriormente con
gran seguridad, ahora parecen bastante inseguras.
Finalmente, como explica Michael Scriven en un texto clásico
sobre el razonamiento, si eres nadador o jugador de tenis y em-
piezas a aprender con un entrenador profesional, encontrarás
que tienes que cambiar muchas cosas, desaprender ciertos mo-
vimientos y aprender otros. Esto resulta difícil y lentifica tu apren-
dizaje, al menos al principio. Pero esa lentificación es la única
forma de construir una velocidad fiable y válida. «La velocidad
se construye con lentitud». *
Veamos una lista de reacciones que tiene mucha gente al
aprender el pensamiento analítico. Puede que te sorprendas o
Aprender a pensar

te sientas a disgusto cuando experimentes algunas de ellas. (De


hecho, como profesor, yo me sentiría a disgusto si no experi-
mentaras ninguna.)
E Dificultad para aplicar el pensamiento analítico en la prác-
tica.
El No ser capaz de decir si lo has aplicado correctamente.
Ml Preocuparte excesivamente por la forma en que un con-
cepto se solapa con otro.
E Sentir confusión acerca de cosas que antes te parecían
claras.
El Duda persistente de que puedas llegar a mejorar.
E Confianza inicial en una respuesta, seguida de grandes
dudas.
Ml Sensación de saber de la asignatura mucho más antes de
haber aplicado el pensamiento analítico a su estudio.
El Sensación de que los profesores no saben lo suficiente por-
que generan más preguntas que respuestas.

Al intentar aprender el pensamiento analífico en un libro, lo im-


portante es implicarse en las actividades de ese tipo de pensa-
miento, no solamente leer sobre él. Por desgracia, muchos tienen
un modelo de pensamiento que les resulta negativo. Conciben el
pensamiento como una actividad solitaria, algo que se hace en
privado en la propia mente.
Pero una de las mejores maneras de aprender a reflexionar,
especialmente en una asignatura, es aprender en colaboración.
El pensamiento analítico es mejor cuando no se aplica en el va-
cío. Ayuda a la discusión, a recibir respuestas a las ideas, a so-
pesar los puntos de vista y los métodos de los demás.
Veamos una plantilla de pensamiento analítico que se
puede aplicar en cualquier área en que estés intentando refle-
xionar.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Plantilla para el pensamiento analítico


Ml Busca cuatro o cinco personas que también estén inten-
tando pensar de manera analítica en un área concreta. (Se
puede hacer en persona, por correo electrónico o en una
charla en grupo.)
El Imagina las tres ideas o conceptos organizativos más im-
portantes que subyacen a esa área. [Por ejemplo, los tres
conceptos principales de un capítulo que estés estudiando
para una asignatura.)
El Empieza escribiendo algo. Tómate tiempo para escribir un
párrafo que explique cómo operan esos conceptos en el
mundo, en tu vida o en el asunto de la asignatura que tra-
tes. Las explicaciones deben utilizar tus propias palabras,
no las del profesor o el texto. Los ejemplos que pongas de-
ben proceder de tu propia comprensión, no de los profeso-
res, libros de texto o de otros estudiantes. Cuando hayas
hecho todo esto, tienes que dar una explicación de estos
conceptos principales a la otra gente del grupo. Puedes dár-
selo de uno en uno o, mejor, duplicar las explicaciones pa-
ra que todos tengan copia. La redacción puede consistir en
simples anotaciones, pero es importante que tu respuesta
* quede escrita. Escribir las respuestas es concretar y te ayu-
dará a confrontar tus ideas en blanco y negro.
Ml Los miembros del grupo critican la explicación. (Recuerda
que criticar no es lo mismo que buscar los fallos.) En la
crítica:
» Céntrate en los elementos del Capítulo 3. ¿Ha especifi-
cado el autor el propósito que hay tras los conceptos?
¿Ha identificado los supuestos principales? ¿Ha busca-
do las consecuencias, alternativas?, etc.
» Céntrate en las normas del Capítulo 4. ¿Ha quedado
clara la explicación? ¿Era exacta? ¿Explicaba lo más
importante?
Aprender a pensar

Una sinopsis del libro que tienes delante


Veamos un resumen del modelo que se desarrolla en el texto.
Cuando la gente se compromete con el pensamiento analíti-
co, empieza con algunas preguntas. Intenta responderlas razo-
nando a su manera.
1. Hay elementos de razonamiento. Los elementos son los blo- |
ques básicos de construcción del razonamiento o del pensamien-
to. El supuesto es un elemento. Cuando la gente razona las cosas,
hace suposiciones. Por tanto, una forma de examinar su razona-
miento es centrarse en ese elemento: el supuesto. Podemos pre-
guntar: «¿qué suposiciones hacen?». (Los elementos se explican
en el Capítulo 3.)
Así pues, si la pregunta es Q, podemos dibujar el proceso de
razonamiento como muestra la Figura 1.1.

[Figura 1.1 El proceso del razonamiento. ] |

2. También hay normas de razonamiento. También se pueden


llamar «normas para el pensamiento analítico». Estas normas
determinan si la gente reflexiona bien sobre la pregunta o no.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

La exactitud es un ejemplo de norma. Por tanto, una forma de


examinar cómo han razonado es centrarse en la norma de ra-
zonamiento: exactitud. Podemos preguntar, «¿5on exactas las
suposiciones que han hecho». (Las normas se explican en el
Capítulo 4.)
Podemos dibujar las normas como un conjunto de filtros [véa-
se la Figura 1.2). Se utilizan para filtrar el razonamiento que no
cumple las normas.

Figura 1.2 El proceso del razonamiento mediante el pensamiento


analítico a través de los elementos y las normas.

3. Supongamos que la pregunta planteada se relaciona con la


asignatura o campo que estás estudiando. Puede que sea una
pregunta que tu profesor te haya formulado; puede que proce-
da del libro de texto; puede que sea tu propia pregunta.
Hay formas de pensar que enlazan con el núcleo de la asig-
natura que estás estudiando. Incluyen conceptos fundamentales
y potentes, así como preguntas centrales sobre la asignatura.
Las asignaturas no son piezas aisladas; tampoco son hechos
concretos ensamblados, sino que hay una lógica para pensar en
ellas. Por ejemplo, si la asignatura que estudias es sociología,
entonces, esa lógica, tomada en conjunto, constituye la forma
en que piensa un sociólogo. En biología, el objetivo es pensar
biológicamente, pensar como -un biólogo. En historia, el objeti-
vo es pensar como un historiador.
Aprender a pensar

Los conceptos difieren de un terreno a otro. Las normas so-


ciales son un ejemplo de un concepto fundamental y potente en
sociología. Por tanto, una forma de examinar cómo ha reflexio-
nado la gente sobre una pregunta en la asignatura de sociolo-
gía es centrarse en ese concepto fundamental y potente: las
normas sociales. Podemos preguntar, «¿Han extraído conclusio-
nes exactas en cuanto a lo que sabemos de las normas socia-
les2». (El pensamiento analítico dentro de una asignatura se
explica en el Capítulo 2.)
Puedes dibujar la disciplina como una lente o un conjunto de
lentes a través del cual razona la gente. La Figura 1.3 muestra
la imagen completa. |

La Asignatura

[ rsur 1.3 El proceso del pensamiento analítico en una asignatura. |

Ejercicios
Algunas de las preguntas de éste y de los siguientes capítulos
necesitan una aplicación adecuada de los conceptos del texto,
pero algunas son más que eso. Algunas te piden que amplíes |
los conceptos del texto a nuevas áreas y que luego apliques el
pensamiento analítico a esas ampliaciones. Algunos ejercicios
están diseñados para enseñarte nuevos conceptos, y responder |
es parte del aprendizaje del pensamiento analítico.
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Los ejercicios marcados con un asterisco - tienen una res-


puesta al final de este libro. Las respuestas no son necesaria-
mente completas. Á veces son muy escuetas. Con frecuencia, se
limitan a señalar una dimensión que sería importante considerar
al responder a la pregunta. Á veces, las respuestas con asteris-
co contienen también preguntas adicionales.
1.1 ¿Qué «preguntas importantes» tienes respecto a esta
asignatura? Plantea algunas en cada sentido [unas que
abran áreas fundamentales y otras cuya respuesta quie-
ras conocer). ¿Qué «preguntas poco importantes» po-
drías plantear acerca de la asignatura (poco importantes
en el sentido de superficiales o de que no te interese la
respuesta)?

1.2 Pensar frente a pensar reflexivamente. Observa que mu-


chos de los ejercicios de este libro te piden que reflexio-
nes sobre aspectos de la asignatura que estás estudiando,
sobre tu vida, sobre tus experiencias en los estudios, so-
bre tu relación con los temas que estás aprendiendo.
Veamos un ejemplo:
A. ¿Qué puedo hacer por este paciente?
B. ¿Qué puedo hacer por este paciente, teniendo en
cuenta que el propósito del tratamiento es X?
En B, al centrarte en el propósito, tu pensamiento se ha-
ce más reflexivo.
Otro ejemplo:
A. ¿Cómo debo estudiar para los exámenes finales?
B. ¿Cómo debo estudiar para los exámenes finales, te-
niendo en cuenta las consecuencias (positivas y ne-
gativas) de los diferentes métodos de estudio?
En B, al pensar en las consecuencias, el pensamiento se
hace más reflexivo.
Aprender a pensar

Escribe tres preguntas en las que pienses con frecuencia.


Al menos una debe centrarse en los medios para lograr
cierto objetivo. Luego, formula las preguntas reflexiva-
mente, utilizando los conceptos de propósito, conse-
cuencias, supuestos o alternativas.

1.3 Vuelve a las respuestas del epígrafe El egocentrismo y


observa las respuestas que diste acerca de la publici-
dad, de la conformidad y de la conducción.
Ahora, hazte la pregunta a ti mismo: ¿Hasta qué punto
te influye la publicidad? ¿Hasta qué punto estás confor-
me con los papeles dictados por la sociedad? ¿Eres un
conductor mejor que la media?
1.4 Preguntas fundamentales. Veamos algunos hechos o pre-
suntos «hechos». Formula preguntas importantes sobre
cada uno y explica por qué la pregunta es importante.
a] Los Estados Unidos son el número 1.
b] El 98 por ciento del material genético de los huma-
nos y de los chimpancés es idéntico.
c) «El dibujo de un niño que exprese sus sentimientos
para con su madre, su padre y su familia es como
una obra de arte de Miguel Ángel, por ejemplo, los
frescos de la Capilla Sixtina». *
d] Fumar causa más muertes al año en los Estados
Unidos que el alcohol, las drogas ilegales, los asesi-
natos, los suicidios y el SIDA juntos.
e, «El día de Navidad de 1991, un triste y preocupado
—=

Gorbachov dimitió como presidente de la URSS y re-


conoció las Repúblicas Independientes. La Unión
Soviética se había disuelto». ?
1.5 Revisa la definición de negación y los ejemplos que di-
mos. [Hay otro ejemplo estándar: los fumadores que nie-
gan que fumar acorta la vida).

ES
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

Identifica tres ejemplos tuyos de negación (pueden ser


de tu propia vida o de la de otros). Explica cómo la ne-
gación puede parecer «racional» a la persona que la
utiliza.

1.6 Una mujer va a una peluquería de una conocida em-


presa de belleza. El peluquero le pregunta qué marca
de champú utiliza. Entonces, pone unos cabellos en el
microscopio y le muestra una fina película sobre ellos. Le
recomienda que compre la marca de champú de la pe-
luquería en lugar de la que ella está utilizando.
¿Qué preguntas podría plantear la mujer acerca de es-
ta situación?

1.7 Actividades de grupo. Anota algunos factores que veas


como impedimentos para desarrollar tus habilidades de
pensamiento analítico. Luego, clasifica la lista por orden
de prioridades, eligiendo en primer lugar el factor que
sea el mayor impedimento para ti.
Reuníos en un grupo de cuatro. La persona Á empieza
explicando de qué modo ese factor es un impedimento
para ella. Luego siguen las personas B, C y D de la mis-
ma forma.
Discutid hasta qué punto los cuatro compartís los mismos
impedimentos.

Después, el grupo entero debe centrarse en el impedi-


mento de la persona A. Juntos, tratad de organizar una
estrategia práctica para contraatacar la influencia de
ese impedimento sobre el pensamiento analítico. Haced
lo mismo para cada miembro del grupo.

1.8 Imagina un futuro empleador que te pueda ofrecer trabajo


cuando termines la carrera. ¿Qué es lo más importante
Aprender a pensar

que deberías haber aprendido, según tu futuro patrón, du-


rante la carrera? ¿Cómo se relaciona eso con el pensa-
miento analítico?

1.9 En las primeras preguntas del Capítulo 1 has descrito


una situación en la que has reflexionado sobre algo de
forma analítica y otra en la que no lo has hecho.
¿Qué criterios has utilizado para decidir en cada caso?
Es decir, ¿qué aspectos de la segunda situación te indi-
caron que no necesitabas reflexionar de forma analítica?

1.10 Nombra tres cosas que hayas visto en el cine y que tien-
dan a dar a la gente una visión distorsionada del mun-
do. Comenta cómo conducen a error. Da un ejemplo de
cada una.
Ahora, nombra tres cosas que hayas visto en el cine y
que te hayan provocado un serio equívoco. Explica bre-
vemente cómo te llevaron a error.

1.11 Pon un ejemplo de una situación en que tus emociones


te hayan llevado en una dirección equivocada. Luego
pon un ejemplo de una situación en que tus emociones
te hayan llevado en la dirección correcta. ¿Cómo expli-
carías la diferencia desde el punto de vista del pensa-
miento analítico?
1.12 Es uno de esos días en los que la gente parece conducir
de forma errática y los conductores te están incordiando |
más de lo habitual, frenando súbitamente o conducien-
do con demasiada lentitud.
¿Qué hipótesis podrían explicar la forma en que la gen-
te conduce hoy?

1.13 Habrás observado algunas características de este libro,


según lo lees. Una de ellas es que intenta utilizar muchas
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

partículas calificativas; otra es que a veces utiliza «Yo»


en los ejemplos en lugar de «tú» (por ejemplo, en el epí-
grafe Hay que creer en el resultado).
El uso de calificativos es un esfuerzo consciente por evi-
tar el pensamiento de «todo o nada». Las partículas ca-
lificativas son con frecuencia, suele, casi siempre, tiende
a, generalmente, virtualmente. El principio general es
que la gente se justifica al hacer declaraciones de todo
o nada solamente si tiene buenas razones para funda-
mentarlo. Como pensador analítico, me suele resultar
ofensiva una declaración mal hecha como «El poder co-
rrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente». *
Solamente tenemos derecho a hacer una declaración
tan fuerte si tenemos una razón importante, no sola-
mente una sospecha o una impresión de que el poder
corrompe automáticamente a la gente.

lee una página del libro de texto de tu asignatura.


Dibuja un círculo alrededor de los calificativos que en-
cuentres. Explica por qué los usa el autor en lugar de de-
cir la frase de manera absoluta. Á continuación,
identifica expresiones que podrían contener partículas
calificativas, pero que no las contienen. Explica por qué
el autor lo dice de esa manera.
¿Podrías decir por qué el epígrafe Hay que creer en el
resultado utiliza «yo» en vez de «tú»?

¿Hay otros aspectos de la forma en que está redactado


este texto que te parezcan poco usuales? ¿Puedes ver al-
gunos como respuestas a aspectos del pensamiento ana-
lítico?

1.14 Un profesor experto en pedagogía está entrevistando a


un estudiante, un aspirante a profesor de colegio de
Primaria, acerca de una clase que el estudiante acaba
Aprender a pensar

de impartir. El estudiante ha estado enseñando que de-


bería haber igualdad entre los sexos.
Profesor: ¿Qué pasa si los padres vienen al colegio y di-
cen, «no queremos que enseñe eso a nuestro hijo»,
¿Qué les dirías?
Estudiante: Les preguntaría por qué piensan de esa ma-
nera y escucharía sus razones. Les explicaría la situa-
ción como yo la veo...
Profesor: ¿Cómo justificarías tu postura ante ellos? *
aj En cuanto al pensamiento analítico, ¿cuál es la di-
ferencia entre las dos maneras en que el profesor

plantea la pregunta? Es decir, ¿cuál es la diferencia


entre preguntar «¿qué les dirías?» y «¿cómo justifi-
carías tu postura ante ellos?».
b) ¿Cómo justificarias tú enseñar que debería haber
igualdad entre los sexos?

1.15 El tema del Capítulo 3 son los elementos del razona-


miento. Tres de ellos son las conclusiones, los supuestos
y los puntos de vista. Piensa en una situación difícil de
tu vida, en un problema relacionado con alguien, en
una decisión que hayas tomado o en algo importante re-
lativo a esta asignatura.
Formula tres preguntas importantes acerca de esa situa-
ción, utilizando cada uno de los tres elementos indicados.
Luego contesta a las preguntas lo mejor que puedas.

1.16 Trabajo en parejas. Cada persona elige una respuesta


por escrito para un ejercicio de este capítulo. [Alterna-
tivamente, puedes elegir una respuesta escrita que ha-
yas dado a un problema de pensamiento analítico acer-
ca de la asignatura.)
Intercambia papeles con la persona que está contigo.
Cada uno de vosotros debe escribir comentarios sobre
Capítulo 1 m ¿Qué es el pensamiento analítico?

el razonamiento en el papel del otro. Volved a cambiar


los papeles.
¿Qué puedes aprender de lo que ha dicho el otro acer-
ca de tu papel? ¿Qué puedes aprender de lo que valo-
ra el otro?

1.17 Trabajo en grupo. Utiliza la plantilla del epígrafe Plan-


tilla para el pensamiento analítico para abordar el asun-
to del pensamiento analítico como lo hayas comprendi-
do hasta ahora.
Reúnete con cuatro o cinco compañeros para tratar
el tema críticamente.
En el debate, imagina los tres conceptos más impor-
tantes que subyacen a la concepción de pensamien-
to analítico que presenta este libro. Intenta llegar a
un consenso, pero, si no puedes, no es necesario que
utilices los conceptos fundamentales de los demás pa-
ra la etapa siguiente. Si crees que los tuyos están
bien pensados, Úúsalos.
Empieza por escribir algo previamente. Escribe un
párrafo acerca de cómo funcionan estos tres con-
ceptos en tu vida (o en la disciplina que estás estu-
diando). Utiliza tus propias palabras, no las del
texto. Pon algunos ejemplos propios. Cuando termi-
nes, haz copias para todos.
Cada uno debe criticar las respuestas de los otros
miembros del grupo. Céntrate en dos normas,
¿Estaba la respuesta planteada con claridad? Si es
así, [probablemente puedas poner tus propios ejem-
plos.) ¿Era acertada?

También podría gustarte