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El amor de

Jesus
Jesús de Nazaret es el hijo de Dios y el salvador del mundo.
Mientras Jesús estaba en la tierra enseñó a todos sobre el amor de Dios, sanó a
muchas personas de sus enfermedades, realizó muchos milagros como calmar
tormentas, e incluso revivía a los muertos.

Pero a los líderes y maestros Judíos no les gustába lo que Jesús estaba haciendo
o como decía ser el Hijo de Dios, así que hicieron un plan para arrestarlo y
deshacerse de él.
Judas, uno de los discípulos de Jesús, aceptó traicionar a Jesús, y ayudó a los
líderes religiosos a arrestarlo a cambio de un poco de oro.
Un día, Jesús estaba en una montaña orando cuando de prónto llega Judas y le
señala para que los hombres lo atraparan.
Jesús fué arrestado y llevado ante los gobernantes de la tierra para que pudieran
decidir qué hacer con él.
Jesús fue presentado ante el concilio de los líderes religiosos y le preguntaron si
era el Mesías, el salvador de los judíos y si afirmaba ser el hijo de Dios a lo que
Jesús respondió: -Ustedes dicen que yo lo soy-.
El concilio estaba furioso y gritaban que Jesús era culpable y que merecía morir,
entonces lo llevaron ante el Gobernador romano Pilato.
Pilato escuchó el caso y concluyó qué Jesús era inocente pero la multitud seguía
gritando: -¡¡Crucifícalo, queremos que muera!!-, y debido a la presión de la
multitud, Pilato entregó a Jesús a los soldados para que fuera crucificado.
Jesús fue golpeado y escupido, su ropa fue rasgada y tomada de él, y una corona
de espinas fue puesta en su cabeza, lo golpearon tan mal que apenas podía
ponerse de pie, y así fue obligado a cargar su cruz hasta una montaña tan alta que
necesitó ayuda porque no podía hacerlo por sí mismo
Una vez que llegó al lugar donde sería crucificado, los soldados a su alrededor lo
clavaron en la cruz y esperaron a que muriera.
Mientras Jesús estaba en la cruz mucha gente se acercó y le gritaron: -Si eres
realmente el hijo de Dios sálvate de la cruz-, pero él sabía que debía morir para
perdonar a su pueblo por sus pecados.
Alrededor de 3 horas más tarde, Jesús tomó su último aliento y finalmente murió.
Entonces un hombre justo llamado José vino y colocó el cuerpo de Jesús en una
tumba.
Pasaron tres días y parecía que no había esperanza, pero muy temprano el
Domingo por la mañana, las mujeres que cuidaban a Jesús fueron a visitar su
cuerpo y encontraron su tumba vacía, y que él ya no estaba allí, en eso las
mujeres se pusieron a pensar, y recordaron que él les había dicho que resucitaría
al tercer día, y corrieron a decir a los discípulos lo que había pasado.
Entonces Jesús apareció, y mostró a todos que estaba vivo y bien, y les enseñó
que lo que hacía era la única manera de que pudieran estar perdonados y poder
estar con Dios para siempre, porque de tal manera amó Dios al mundo, que dió a
su único hijo para que todo aquel que en el crea, no se pierda sino que tenga vida
eterna.
Escrito Por: Sheylan Tatiana Mancilla
Basada en Mateo 27:32-56, Marcos 15:21-41, Lucas 23:26-23 y Juan 19.

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